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EL HISTORIADOR DE LA FILOSOFIA ANTE DIONISO Y EL NACIMIENTO DB LA TRAGEDIA DE NIETZSCHE Elvira Burgos Díaz En el conjunto del pensamiento de ese insigne filósofo alemán, tan querido y tan odiado, por unos y por otros, que fue Friedrich Nietzsche, una antigua figura mítica resplandece con luz propia. Dioniso, el extraño dios griego de la embriaguez, del éxtasis perturbador del individuo inmerso en la realidad cotidiana, adquiere siglos más tarde en la filosofía de aquel que fuera en su juventud catedrático de filología clásica en Basilea, una riqueza de matices, de variados contenidos, de múltiples lecturas -no siempre conciliables a primera vista- difícilmente superables, una riqueza de signihcados, decimos, incomparablemente m¿yor, a nuestro juicio, que la del Dioniso precedente, y nos referimos tanto al Dioniso que habitó en el mundo griego antiguo, como al que adquiere una sorprendente consideración en la época del Romanticismo alemán, que es justamente del que se alimenta la filosofía de Nietzsche. Por su sobreabundancia de sentidos, el Dioniso de nuestro pensador alemán es como un profrrndo pozo del que pareciera encontrarse fondo por más empeño que se pusiera en ello. Y un pozo oscuro, más oscuro de lo que el intérprete quisiera para llevar su labor a buen fin. Por ello es conveniente, imprescindible incluso, derrochar paciencia en las obras filosóficas de Nietzsche, que son como a modo de intrincados laberintos donde uno corre siempre el riesgo de perderse inútilmente" Y, aunque pudiera resultar paradójico, decimos que es Dioniso justamente uno de esos hilos de Ariadna que pueden evit¿r el extravío del pensador que se detiene ante Nietzsche. Dioniso no encierra en sí un sentido unívoco, "se dice de muchas manerasn, pero pensar a Dioniso no nos conduce irremediablemente a aquella contradicción extrema paralizzdora de toda posibilidad de un habla coherente. Al contrario, resolver el enigma que es Dioniso es arrojar luz sobre la filosofía de Nietzsche a la que, ciertamente, le gusta la oscuridad, pero no el sinsentido. De tal modo constituye Dioniso un figura central en el caminar filosófico de Nietzsche que a partir de él es posible reconstruir el conjunto del pensamiento del Contextos lñ17-18, 199f (pp. 2E7-293)

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EL HISTORIADOR DE LA FILOSOFIA ANTE DIONISO YEL NACIMIENTO DB LA TRAGEDIA DE NIETZSCHE

Elvira Burgos Díaz

En el conjunto del pensamiento de ese insigne filósofo alemán, tan querido ytan odiado, por unos y por otros, que fue Friedrich Nietzsche, una antigua figuramítica resplandece con luz propia. Dioniso, el extraño dios griego de laembriaguez, del éxtasis perturbador del individuo inmerso en la realidad cotidiana,adquiere siglos más tarde en la filosofía de aquel que fuera en su juventudcatedrático de filología clásica en Basilea, una riqueza de matices, de variadoscontenidos, de múltiples lecturas -no siempre conciliables a primera vista-difícilmente superables, una riqueza de signihcados, decimos, incomparablementem¿yor, a nuestro juicio, que la del Dioniso precedente, y nos referimos tanto alDioniso que habitó en el mundo griego antiguo, como al que adquiere unasorprendente consideración en la época del Romanticismo alemán, que es

justamente del que se alimenta la filosofía de Nietzsche. Por su sobreabundanciade sentidos, el Dioniso de nuestro pensador alemán es como un profrrndo pozo delque pareciera encontrarse fondo por más empeño que se pusiera en ello. Y un pozooscuro, más oscuro de lo que el intérprete quisiera para llevar su labor a buen fin.

Por ello es conveniente, imprescindible incluso, derrochar paciencia en las

obras filosóficas de Nietzsche, que son como a modo de intrincados laberintosdonde uno corre siempre el riesgo de perderse inútilmente" Y, aunque pudieraresultar paradójico, decimos que es Dioniso justamente uno de esos hilos deAriadna que pueden evit¿r el extravío del pensador que se detiene ante Nietzsche.Dioniso no encierra en sí un sentido unívoco, "se dice de muchas manerasn, peropensar a Dioniso no nos conduce irremediablemente a aquella contradicciónextrema paralizzdora de toda posibilidad de un habla coherente. Al contrario,resolver el enigma que es Dioniso es arrojar luz sobre la filosofía de Nietzsche a

la que, ciertamente, le gusta la oscuridad, pero no el sinsentido.

De tal modo constituye Dioniso un figura central en el caminar filosófico deNietzsche que a partir de él es posible reconstruir el conjunto del pensamiento del

Contextos lñ17-18, 199f (pp. 2E7-293)

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autor del Tnratusta; Dioniso está en el principio, en el trayecto y en el final de

su filosofía como símbolo crucial al que continuamente recuffe para expresar sus

vivencias y pensamientos más hondos.

Incluso con anterioridad a la fecha de redacción de El nacimiento de la tragedia

-1871- entra en escena Dioniso en varios de los textos fragmentarios de Nietzsche.

En el proyecto del drama Empédoclest -1871-, por ejemplo. Allí a Dioniso le

acompaña Ariadna; pareja ésta a la que luego el Nietzsche maduro gustará hacer

entrar en juego. Quiá, como dijera Curt Paul Janz2, Dioniso está aquí como

'disfraz' del propio Nietzsche, y Ariadna como la máscara de Cosima Wagner. Sea

como fuere, lo más interesante para nosotros eS que ya entonces se manifestaba lo

que habría de ser en lo sucesivo una tendencia fundamental de Nietzsche: su

costumbre de expresar su pensamiento a través de figuras históricas o míticas, su

gusto por cubrirse con disfraces o máscaras.

Pero Empédocles es pronto sustituído por Dioniso como único rey del teatro

donde se representa la concepción filosófica del mundo del autor que ha dado vida

a esüas figuras como símbolos suyos. En El nacimiento de la tragedia, un cortejo

de personajes acompañan a Dioniso. Apolo y Sócrates tal vez sean los más

importantes de entre ellos, pero Dioniso es el protagonista claro de toda la obra.

No creemos exagerado af,rrmar entonces que aquella primera obra publicada por

Nietzsche es la que merece mayor atención, dentro de su pensamiento de juventud,

cuando se trata de dibujar el primer contenido filosóñco encerrado bajo el nombre

de Dioniso, y ello porque además el pensamiento de su autor se expresa ahí de una

manefa más extensa y porque reproduce en gran parte los textos escritos con

anterioridad.

Mas, nos preguntamos, y esta es la cuestión que queremos resaltar en este

breve escrito, ¿es que Dioniso, ciertamente, mefece la atención del investigador

del Nietzsche filósofo? 2No es exclusivamente un producto del Nietzsche filólogo?

Y El nacimiento de la tragedia pues ¿no es acaso una obra superflua o, al menos'

menor, dentro del conjunto de la filosofía de Nietzsche? Respondiendo en primer

lugar a esta última pregunta abriremos el camino para resolver las cuestiones

anteriores.

I Véase Friedrich Nietzsche, Sdmtliche Werke. Kritische Studienausgabein t5 Biinden. Herausgegeben

von Giorgio Colli und Mazzino Montinari. Berlin/New York, Walter de Gruyter, 1980. Band 7, p. 125:

5{1 l6}, s{l I 8}; y pp. 236-237 : 8137}.2 Curt Paul lanz, Friedrich Metache,4 vols. Madrid: Alianza Universidad, 1981-85' vol-2. Ins diez

años de Basilea 1869-1879,p.99.

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I-a importancia para la filosofía de este primer libro de juventud de Nietzscheha sido una cuestión debatida. Segrln la opinión de un gran número de estudiosos

El nacimiento de la tragedia es una obra fundamental; en absoluto despreciable a

la hora de enfrenüarnos con el pensamiento filosófico de Nietzsche y, más aún,

imprescindible para llevar a efecto tal fin. Ellos han sabido subrayar cómo en este

libro se encuentran ya formuladas las intuiciones más sobresalientes de su devenirfilosófico; unas veces aparecen tan sólo en gennen, otras de ntanera más explícita,y en muchos casos encubiertas de forma más o menos reconocible por un lenguajeambiguo, confuso e incluso contradictorio, que lógicamente dificulüa la tarea delintérprete.

Así se ha expresado Eugen Fink:

El nacimíento de Ia tragedia contiene casi todos los elementos de la filosofía de

Nietzsche. Desarrolla por vez primera, y con el aliciente de la intuición reciente yoriginaria, la antítesis de lo apolíneo y de lo dionisíaco, elabora la óptica del arte y laóptica de la vida, encontrada a partir de aquélla; emplea el hombre como llave que abrepaso al todo del ser, traza una met¿física antropológica, que a primera vista parecefanuística y arbitraria; cultiva aquí, lo mismo que en el ataque al socratismo, el arte dela difamación, e introduceya el concepto fundamental de juego, en una remembranzade Heráclito3.

Y lo que sigue es lo que ha afirmado Gianni Vattimo:

Sin embargo, se puede hablar legítimamente de una filosofía del joven Nietzsche, pues

incluso en la falta de sistematicidad (de la que, por otra parte, Nietzsche hará un

peculiar estilo de pensamiento) y hasta en el carácter contradictorio de ciertos aspectos,

se presenta en ella un concepto central, original y característico, que puede tomarsecomo hilo conductor para leer toda su obra: es la pareja apolíneo-dionisíaco que,formulada al principio en relación con el problema del nacimiento y la muerte de latragedia giega, reúne casi todos los aspectos más significativos del pensamiento deljoven Nietzsche: la crítica de la cultura de la época, la "met¿física del artista", la teoríadel lenguaje, la polémica contra el historicismo; y prepara de manera consistente lasulteriores líneas evolutivas de su frlosofíaa.

Por último, para no fatigar al lector, reproducimos tan sólo estas breves, massignificativas palabras de Michael Haar:

Lo esencial del intento nietzscheano se encuentra ya, de forma encubiert¿, imprevisibley enmascarada, en ese primer libro que Nietzsche no dejará de reelaborar, de defendery, en definitiva, de realizar El nacimiento de Ia tragedias.

3 Eug"n Fink, Laflosofia de Metache. Madrid: Alianza Universidad, 1980, p. 38.a Gianni Vattimo. Introducción a Metuche. Barcelona; Editorial Nexos, 1987, pp. l5-16.5 Michael Haar. 'Nietzsche", en Historia de laftosofa. Yol.8. Iaftosofa en el siglo XIX. Madrid,

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El nacimiento de la tragedia es pues una obra ineludible cuyo estudio nospermite asistir a la gestación de un discursofilosófico que manifiesta su continuidaden el transcurso del tiempo, y no es, por el contrario, una obra primeriza de unfrlólogo sin validez filosófica alguna. Sin embargo, Heidegger mantuvo una tesis

contraria -queremos simplemente reseñar, no analizar, como tampoco pretendemos

aquí entrar a argumentar en contra o a favor de la interpretación heideggeriana de

Nietzsche.

El "verdadero" pensamiento filosófico de Nietzsche, según Heidegger, se

encontraría en los póstumos y especialmente en los de la última época; juicionegativo este que incluye, explícitamente adenrás, al escrito sobre la tragedia: ..."Esto es válido también para la primera obra "El nacimiento de la tragedia en elespíritu de la música" (1872).la verdadera filosofía queda como "obra pósturna"6.

Frente a esta actitud debemos situar, valorándola afirmativamente, la defensa de

los textos publicados por Nietzsche y, en concreto, la defensa de la importanciañlosófica de su primer libro que lleva a cabo Peter Kóste/ en relación con la tesis

de Heidegger. [,a concepción central del escrito -la comprensión trágico-dionisíacadel mundo y del hombre, el valor del arte para la vida y su contraposición al valordel cristianismo- se mantiene durante toda la vida lúcida de su autor y no es, portanto, desautoÁzaü por él mismo años más tarde aunque sí quede expresada

después en un lenguaje más propio. En apoyo de lo dicho Kóster nos recuerda el

contenido de aquella carta que Nietzsche escribiera aFranz Overbeck en Sils Maríael día 13 de julio de 1885:

... El examen minucioso de los problemas príncipales que espontáneamente constituyeel conténido de mi verano en la alta montaña de Engadina, me lleva siempre de nuevo.. .

a la misma resolución: ellos están ya tan encubiertos y oscurecidos como es posible en

mi "Nacimiento de la tragedia", y todo lo que he aprendido entre tanto, ha penetradoy ha llegado a ser una pane de aquello8.

La comprensión heideggeriana de Nietzsche, por tanto, no coincide con lapropia concepción que el profesor de Basilea tiene de sí mismo. Pues no sólo en

este lugar ciüado, también en su "Ensayo de autocrítica" -y a pesar de su explícitacrítica de algunas de las formulaciones contenidas en su primera obra, aquellas que

Siglo XXI Editores, p. 40.6 Martin Heidegger, Metuche.2 Bánde. Pñillingen, Verlag Günther Neske, 1961, vol. I, p. 17.7

Peter Kóster, "Die Renaissance des Trágischen " , e¡ Metuche-Studien, Band l, 1972, pp. I 85 ss.8 F.i"dri"h Nietzsche, BieJwechsel. Gesantausgabe. Herausgegebenvon Giorgio Colli und ly'razz:rno

Monrinari. Berlin/New York, Walter de Gruyter, 1975-19E4. Bd. III, 3t Briefe von Metuche:1885-1886,p.67.

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obedecen a su intento de atenerse a Schopen-hauer y a wagner-, en Ecce homo yen otros muchos textos póstumos o no póstumos, Nietzsche valora positivamentesu escrito juvenil, e incluso vuelve de nuevo a retomar conceptos y pensamientosde su primera época. sus presentimientos iniciales están presentes en supensamiento maduro: con ello se cierra el círculo, y Nietzsche afirma lacontinuidad de su filosofía en todas sus producciones. $.ecordemos, por ejemplo,aquellas expresivas y significativas palabras del "Ensayo de autocrítica":

Al margen, claro está, de todas las esperanzas apresuradas y de todas las erróneasaplicaciones a la realidad del presente con que yo me eché a perder entonces miprimer libro, permanecerá en lo sucesivo el gran signo de interrogación dionisíaco,tal como fue en él planteado, también en lo que se refiere ¿ la música: ¿cómotendría que estar hecha una música que no tuviese ya un origen romántico, comolo tiene la música alemana, sino un origen dionisíacoe!

con lo dicho se nos muestra además, de otra manera, la suma importancia deldiscurso sobre Dioniso o lo dionisíaco -pues ambas palabras son pronunciadas porNietzsche sin establecer diferencias significativas entre ellas, así lo mismo escuando decimos "Dioniso" y cuando decimos 'lo dionisíaco'-, porque el temacentral de El nacimiento de la tragedia es lo que se expresa en este símbolo quelleva el nombre de un antiguo dios griego. Y si Dioniso es el todo del escrito sobrela tragedia ello quiere decir, según lo anteriormente expuesto, que es fundamentalen el caminar filosófico completo de Nietzsche. con Dioniso se abre su filosofíay con Dioniso se cierra su filosofía.

En su Ecce homo, obra de carácter autobiográfico que Nietzsche escribiera ensus últimos años de lucidez intelectual, queda constancia del importante ysignificativo valor que el autor otorgara en su rnadurez a su obra de juventud. Aésüa, en cuanto que en ella inicia lo "dionisíaco" su deambular incesante a travésde los años, se refiere Nietzsche como sigue:

Este comienzo es extremadamente notable. Yo había descubierto el único símbolo y laúnica réplica de mi experiencia más íntima que la historia posee, -justo por ello habíasido el primero en comprender el maravilloso fenómeno de lo dionisíacor0.

'El maravilloso fenómeno de lo dionisíaco", dice Nietzsche. ¿eué es lodionisíaco?, preguntamos nosotros. un poco rnís abajo del lugar anteriormentecitado, y a modo de conclusión, el autor mismo nos responde esta pregunta:

eF.i"d.i"hNietzsche, Elnacimientodelatragedia.Madrid:AlianzaEditorial, 1973,p.35.r0 F.i"d.i"h Nietzsche, Ecce homo. Madrid. Aliarza Fxlitorial, 1985, 'El nacimiento de la tra;edia",2, p.69.

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Quien no sólo comprende la palabra "dionisíaco", sino que se comprendea sí mismoen ella, no necesita ninguna refutación de platón o del cristianismo, o de Schopenhauer-

hue le la putr efocción..,tt,

Lo 'dionisíaco" es el nombre en el que se reconoce la entera filosofía de aquela quien gustara autodenominarse nel último discfpulo e iniciado del diosDioniso"r2. Dionisíaca es el nombre que diera Nietzsche a su propia y personal

filosofía. Una filosofía que se define por su constante y radical lucha contra Platón,el cristianismo, o contra Schopenhauer. Esto es, la filosofía dionisíaca de Nietzschees una filosofía que lucha contra la tradición de pensamiento metafísico-cristianoque ha dominado desde el nacimiento del pensar filosófico y hasta nuestros días.

Contra toda la tradición de pensamiento occidenüal se levanüa pues la filosofíanietzscheana enarbolando el símbolo de Dioniso. De ahí que si entendemos laexpresión "el crucificadon como la marca que aglutina a toda aquella tradición en

su conjunto, podamos pensar que el contenido del panígrafo que cierra Ecce homoestá a modo de lema de la filosofía nietzscheana misma:

¿Se me ha comprendido? -Dioniso contra el crucificador3.

Que desvelar los significados implícitos en la figura de Dioniso sea esencialpara llegar a comprender el pensamiento nietzscheano ha sido subrayado tambiénpor Peter Kóster en oposición al poco o nulo valor que concediera Heidegger a talconcepto o, mejor, imagen, así como a la primera obra publicada donde Dionisoadquiere la prinracía. Kóster defiende asf el estudio de Dioniso y el estudio de Elnacimiento de Ia tragedia.

Manifiestamente Nietzsche mismo no ha sentido nunca el nombre como superfluo. Másbien le pareció progresivamente apropiado para evocar con fórmulas y metáforas elfondo indecible y apenas comunicable de su pensamiento. Así visto, el concepto de lodionisíaco empero merecería no tanto un olvido, sino más el trabajo más intensivo parasu conocimiento.

Si se acepta este postulado, entonces "El nacimiento de la tragedia" se hace patente

necesariamente como aquella obra en la que por primera vez y ejemplarmente la esencia

de lo dionisíaco está vista y pensada... Si la comprensión de Nietzsche de la propia obrano era al hnal el producto de una ilusión transhgurante, entonces "El nacimiento de latragedia", en su proximidad originaria respecto al pensamiento central de Nietzsche,quizá pueda abrirse al observador más minucioso¡4.

tt lbid., p.70.12 Fri.dri"h Nierzsche. Más altá del bieny det mat. Madrid. Aliarza &titorial, 1983, 295, p.253.f 3 F.i"dri"h Nie¿sche. Ecce homo, op. cit, "Por qué soy un destino", 9, p. 132.ta op. cit., p. l9l.

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El historiador de lafilnsofia ...

De esta [l¿nera se nos ha mostrado de un modo más evidente aún el interéscapital de una investigación sobre Nietzsche que busque los significados implícitosen el símbolo de Dioniso. Y este es finalmente el punto al que queríamos llegar:afirmamos que tanto Dioniso como El nacimiento de la tragedia deben interesaral filólogo, mas ello no impide que el historiador de la ñlosofía que centre suatención en Nietzsche deba también ocuparse, y no de una nnnera marginal, deeste símbolo y de esta obra. Dioniso es la imagen ngzagueante que contiene alfragmentario pensar nietzscheano . El nacimiento de la tragedia es el lugar nuryordonde habita el primer aparecer de aquella imagen.

Colegio Universitario de Teruel

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