El largo silencio, las reacciones a la entrega y la visión continental

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El largo silencio, las reacciones a la entrega y la visión continental

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Este dossier es una adaptación periodística del libro “Malvinas en la historia. Una perspectiva suramericana”, realizado por el Observatorio Malvinas de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) para la escuela secundaria.Tiempo Argentino / 2011

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  • Tiempo Argentino / Lunes 18 de julio de 2011

    Dossier

    El largo silencio, las reacciones a la entrega y la visin continental

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    robertson reconoci la debilidad del argumento britnico

    La confesin del embajador

    Entre 1848 y 1851, los aos que siguieron a la intervencin anglofrancesa en el Ro de

    la Plata, Juan Manuel de Rosas consolid su control sobre la vi-da poltica de la Confederacin. Esta situacin se mantuvo hasta el 1 de mayo de 1851, fecha en la que el gobernador de Entre Ros, Justo Jos de Urquiza, public un pronunciamiento en el que expre-saba la decisin de su provincia de reasumir el ejercicio de la repre-sentacin externa, que haba sido delegada a Buenos Aires.

    El desafo planteado por Ur-quiza para que las provincias se adhirieran al pronunciamiento no tuvo el efecto esperado, excepto en Corrientes. Ambas provincias carecan de un ejrcito capaz de enfrentar a Rosas, por lo que bus-

    caron el apoyo del Brasil y de la oposicin a Oribe en Uruguay. El conocimiento de esta alianza con fuerzas extranjeras desat una re-accin popular de apoyo a Rosas, quien no tuvo en cuenta la fuerza que lograran reunir sus adversa-rios. El 3 de febrero de 1852, en los campos de Caseros se enfrenta-ron ambos ejrcitos y result vic-torioso el bando que responda a Urquiza.

    La derrota en Caseros puso fin a

    la Confederacin. Urquiza dio co-mienzo a las negociaciones con los liberales porteos para organizar una transicin hacia un proceso constituyente que finalmente se concret sin la participacin de Buenos Aires con la sancin de la Constitucin de la Repblica Ar-gentina el 1 de mayo de 1853.

    A pesar de que la organizacin nacional materializada en la Cons-titucin de 1853 inclua implcita-mente dentro de su jurisdiccin a los territorios ocupados por el Reino Unido en el Atlntico Sur, el nuevo proceso poltico abierto en la Argentina desde la cada de Rosas no tuvo a la cuestin Malvi-nas entre sus prioridades.

    La Confederacin Argentina inici una nueva relacin con los reinos europeos, particularmente

    Durante la presidencia de Do-mingo Faustino Sarmiento (1868-1874), el escritor Jos

    Hernndez dir iga y editaba el peridico El Ro de la Plata. En 1869, en el N 92, publi-c un artculo titulado Malvinas: cuestin ausente, recopila-do en el libro. Jos Hernndez: Las Islas Malvinas (Joaqun Gil -Editor, foto). All, el autor del Martn Fierro, deca: Los argent inos no han podido olvidar que se trata de una parte muy importante del territo-rio nacional, usurpada a merced

    de circunstancias desfavorables, en una poca indecisa, en que la nacionalidad luchaba an con los

    escollos opuestos a su definitiva organiza-cin (...). Los pueblos necesitan del territorio con que han nacido a la vida poltica, como se necesita del aire para li-bre expansin de nues-tros pulmones. Absor-berle un pedazo de su territorio, es arrebatarle un derecho, y esa injus-ticia envuelve un nuevo atentado, porque no slo

    es el despojo de una propiedad, si-no que es tambin la amenaza de una nueva usurpacin.