El Manifiesto de Sandhurst.

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TEXTO 3: MANIFIESTO DE SANDHURST 1-Clasifica el siguiente texto y escribe las ideas principales del texto. Es una fuente primaria.de naturaleza histórico- circunstancial o circunstancial-narrativo, ya que se trata de un manifiesto y de evidente carácter político. El texto está fechado el 1 de diciembre de 1874, de ahí que nos encontremos en la última etapa del agitado Sexenio Democrático, es decir, al final de la I República. Alfonso XII, hijo de Isabel II, exiliado tras la “Gloriosa”, estudió en varios países y terminó su formación en la Academia Militar Británica de Sandhurst, lugar donde firmó, el 1 de diciembre de 1874 este texto. Cánovas del Castillo convenció a Alfonso para que dirigiera un manifiesto al país con el pretexto de dar las gracias por las felicitaciones recibidas al haber alcanzado la mayoría de edad. Se cree que fue el mismo Cánovas quien redactó el Manifiesto y se lo dio a firmar al príncipe. El manifiesto va dirigido a los súbditos del monarca, o sea, a los españoles y su intención es claramente política al plantear un cambio político en España que devuelva el orden a la nación altamente sacudida tras el Sexenio revolucionario. Y en ello la presencia del príncipe es clave como heredero legítimo de la monarquía borbónica al haber renunciar a la corona su madre, la reina Isabel II. En cuanto a las ideas que se recogen en el texto, Alfonso se presenta como auténtico y legítimo heredero de la corona española tras la abdicación de la reina. Posteriormente, pasa a resaltar el fracaso de los gobiernos que usurparon el poder de la monarquía, dando tres ejemplos evidentes: la guerra de independencia, la guerra carlista y el caos en que vive el país tras la caída de la República, defendiendo así el papel preponderante de la monarquía. Y por último, pasa a exponer parte del programa político que quiere implantar, una monarquía constitucional, es decir un nuevo régimen monárquico de tipo conservador y católico que defienda el orden social, “régimen que represente la unión y la paz”, pero que garantice el funcionamiento del sistema político liberal. El Manifiesto despliega un programa político que pretende estabilizar el país, basado en la reconciliación y en el entendimiento entre el rey y las Cortes. Los medios con que cuenta para ello son flexibilidad y no autoritarismo, aceptación de la voluntad nacional a través del

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TEXTO 3: MANIFIESTO DE SANDHURST

1-Clasifica el siguiente texto y escribe las ideas principales del texto.

Es una fuente primaria.de naturaleza histórico- circunstancial o circunstancial-narrativo, ya que se trata de un manifiesto y de evidente carácter político.  El texto está fechado el 1 de diciembre de 1874, de ahí que nos encontremos en la última etapa del agitado Sexenio Democrático, es decir, al final de la I República. Alfonso XII, hijo de Isabel II, exiliado tras la “Gloriosa”, estudió en varios países y terminó su formación en la Academia Militar Británica de Sandhurst, lugar donde firmó, el 1 de diciembre de 1874 este texto.  Cánovas del Castillo convenció a Alfonso para que dirigiera un manifiesto al país con el pretexto de dar las gracias por las felicitaciones recibidas al haber alcanzado la mayoría de edad. Se cree que fue el mismo Cánovas quien redactó el Manifiesto y se lo dio a firmar al príncipe. El manifiesto va dirigido a los súbditos del monarca, o sea, a los españoles y su intención es claramente política al plantear un cambio político en España que devuelva el orden a la nación altamente sacudida tras el Sexenio revolucionario. Y en ello la presencia del príncipe es clave como heredero legítimo de la monarquía borbónica al haber renunciar a la corona su madre, la reina Isabel II.

En cuanto a las ideas que se recogen en el texto, Alfonso se presenta como auténtico y legítimo heredero de la corona española tras la abdicación de la reina. Posteriormente, pasa a resaltar el fracaso de los gobiernos que usurparon el poder de la monarquía, dando tres ejemplos evidentes: la guerra de independencia, la guerra carlista y el caos en que vive el país tras la caída de la República, defendiendo así el papel preponderante de la monarquía. Y por último, pasa a exponer parte del programa político que quiere implantar, una monarquía constitucional, es decir un nuevo régimen monárquico de tipo conservador y católico que defienda el orden social, “régimen que represente la unión y la paz”, pero que garantice el funcionamiento del sistema político liberal. El Manifiesto despliega un programa político que pretende estabilizar el país, basado en la reconciliación y en el entendimiento entre el rey y las Cortes. Los medios con que cuenta para ello son flexibilidad y no autoritarismo, aceptación de la voluntad nacional a través del sufragio y papel dirigente de las Cortes. Termina con la promesa de llevar a España al lugar en que se encuentran las potencias con las que ha estado en contacto y con una declaración de principios: “(…) ni dejaré de ser buen español, ni como todos mis antepasados buen católico, ni, como hombre de siglo, verdaderamente liberal”.

En mi opinión el texto da una visión muy idealizada de la monarquía, que presenta como elemento integrador, que no juzgará a nadie los antecedentes políticos contrarios a la monarquía, y finalmente se proclama garante de los intereses y derechos de todos los estamentos sociales, desde los más ricos hasta los más pobres.

2-Explica los principales acontecimientos entre la abdicación de su madre y el acceso al trono de Alfonso XII..

El 25 de junio de 1870, la madre de Alfonso XII, Isabel II, abdicó sus derechos dinásticos, en un documento firmado en París, en favor de su hijo Alfonso, que pasaba así a ser considerado por los monárquicos como el legítimo rey de España. La

Cuando la reina Isabel II tuvo que abandonar España y exiliarse a causa de su destronamiento en 1868 empieza en el país un período histórico denominado Sexenio

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Democrático con el establecimiento de un gobierno provisional presidido por Serrano, con el general Prim en el ministerio de Guerra. Unionistas, progresistas y demócratas conformaban el gabinete. El nuevo gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal. Los progresistas vencieron en unos comicios bastante limpios para lo normal en la época y marcaron con su ideología la nueva constitución que se aprobó al año siguiente.

La Constitución de 1869

La más radicalmente liberal de las constituciones del siglo XIX, así, se habla de constitución “democrática” de 1869.

Estas son sus principales características:

Soberanía nacional

Sufragio universal directo para los varones mayores de veinticinco años.

Monarquía democrática, con una serie limitación de los poderes del rey

Poder ejecutivo en manos del  Consejo de Ministros

Poder legislativo en unas Cortes bicamerales. Ambas cámaras, Congreso y Senado, son elegidas por el cuerpo electoral

Poder judicial reservado a los Tribunales.

Amplia declaración de derechos, reconociéndose por primera vez los derechos de reunión y asociación.

Libertad de cultos religiosos.

LA MONARQUÍA DEMOCRÁTICA: AMADEO I (1871-1873)

Tras aprobarse la constitución en la que se establecía la monarquía como forma de gobierno, el general Serrano fue nombrado Regente y Prim pasó a presidir un nuevo gobierno. Desechada la opción de los Borbones, se inició  la búsqueda de un candidato adecuado a la Corona entre las familias reales europeas. Finalmente las Cortes eligieron como nuevo rey a Amadeo de Saboya, hijo del Víctor Manuel II, rey de la recién unificada Italia, y perteneciente a una dinastía con fama de liberal.

El mismo día de la llegada de Amadeo a España fue asesinado el general Prim. El general progresista era el principal apoyo del nuevo rey. Su ausencia debilitó grandemente la posición del nuevo monarca.

Amadeo se encontró inmediatamente con un amplio frente de rechazo. Aquí estaban grupos variopintos y enfrentados: los carlistas, todavía activos en el País Vasco y Navarra; los "alfonsinos", partidarios de la vuelta de los Borbones en la figura de Alfonso, hijo de Isabel II; y, finalmente, los republicanos, grupo procedente del Partido Demócrata que reclamaba reformas más radicales en lo político, económico y social y se destacaba por un fuerte anticlericalismo.

Mientras la alianza formada por unionistas, progresistas y demócratas, que había aprobado la constitución y llevado a Amadeo al trono, comenzó rápidamente a resquebrajarse. Los dos años que duró su reinado se caracterizaron por una enorme inestabilidad política, con disensiones cada vez más acusadas entre los partidos que habían apoyado la revolución.

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Impotente y harto ante la situación, Amadeo I abdicó a principios de 1873 y regresó a Italia.

Sin otra alternativa, era impensable iniciar una nueva búsqueda de un rey entre las dinastías europeas, las Cortes proclamaron la República el 11 de febrero de 1873

LA PRIMERA REPÚBLICA(1873-74)

La República fue proclamada por unas Cortes en las que no había una mayoría de republicanos. Las ideas republicanas tenían escaso apoyo social y contaban con la oposición de los grupos sociales e instituciones más poderosos del país. La alta burguesía y los terratenientes, los altos mandos del ejército, la jerarquía eclesiástica eran contrarios al nuevo régimen.

Los escasos republicanos pertenecían a las clases medias urbanas, mientras las clases trabajadores optaron por dar su apoyo al incipiente movimiento obrero anarquista.  La debilidad del régimen republicano provocó una enorme inestabilidad política. Cuatro presidentes de la República se sucedieron en el breve lapso de un año: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar.

En este contexto de inestabilidad, los gobiernos republicanos emprendieron una serie de reformas bastante radicales que, en algunos casos, se volvieron contra el propio régimen republicano. Estas fueron las principales medidas adoptadas:

Supresión impuesto de consumos. La abolición de este impuesto indirecto, reclamada por las clases más populares, agravó el déficit de Hacienda.

Eliminación de las quintas. De nuevo una medida popular propició el debilitamiento del estado republicano frente a la insurrección carlista.

Reducción edad de voto a los 21 años Separación de la  Iglesia y el Estado. Este dejó de subvencionar a la Iglesia. Reglamentación del trabajo infantil. Prohibición de emplear a niños de menos de diez

años en fábricas y minas. Abolición de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico. Proyecto constitucional para instaurar una República federal.

Este programa reformista se intentó llevar a cabo en un contexto totalmente adverso. Los gobiernos republicanos tuvieron que hacer frente a un triple desafío bélico:

La nueva guerra civil carlista.

Carlos VII, nieto de Carlos María Isidro, encabezó una nueva insurrección carlista en el País Vasco y Navarra. Aprovechando el caos general, los carlistas llegaron a establecer un gobierno en Estella, Navarra. 

Las sublevaciones cantonales.

Los republicanos federales más extremistas se lanzaron a proclamar cantones,  pequeños estados regionales cuasi independientes en Valencia, Murcia y Andalucía, sublevándose contra el gobierno republicano de Madrid. El ejército consiguió reprimir la insurrección. La resistencia del cantón de Cartagena le convirtió en el símbolo de este movimiento en el que las ideas republicano-federales y anarquistas se entremezclaron.

La guerra de Cuba

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En 1868 se inició en isla caribeña una insurrección anticolonial que derivó en lo que los cubanos denominan la “Guerra Larga”. Tuvieron que pasar diez años hasta que las autoridades españolas consiguieron pacificar la isla con la firma de la Paz de Zanjón en 1878.

• Las conspiraciones militares alfonsinas.

Entre los mandos del ejército se fue imponiendo la idea de la vuelta de los Borbones en la figura del hijo de Isabel II, Alfonso. Pronto empezaron las conspiraciones para un pronunciamiento militar.

LA REPÚBLICA DEL AÑO 1874: EL GOLPE DEL GENERAL PAVÍA Y EL CAMINO A LA RESTAURACIÓN.

El 4 de enero de 1874, el general Pavía encabezó un golpe militar. Las Cortes republicanas fueron disueltas y se estableció un gobierno presidido por el general Serrano que suspendió la Constitución y los derechos y libertades.

El régimen republicano se mantuvo nominalmente un año más, aunque la dictadura de Serrano fue un simple paso previa a la restauración de los Borbones que planeaban los alfonsinos con su líder Cánovas del Castillo. La restauración se vio finalmente precipitada por un golpe militar del general Martínez Campos el 29 de diciembre de 1874. El hijo de Isabel II fue proclamado rey de España con el título de Alfonso XII. Se iniciaba en España el período de la Restauración.

3- Explica las características del sistema político que se dio durante su reinado y los problemas que tuvo.

Cánovas era opuesto al exclusivismo del partido moderado, tampoco era partidario de las libertades reconocidas en el Sexenio. Sin embargo, Cánovas llegó a la conclusión de que la única salida a la agitada política española del XIX era articular un sistema político en que las oposiciones pudieran ocupar el poder por vías pacíficas. A este sistema se le conoció como turnismo alternancia en el poder.

El turnismo se basó en la creación de dos grandes partidos, uno en sentido conservador, liderado por el propio Cánovas, el Partido Liberal-Conservador, y otro en sentido liberal, heredero del régimen de libertades del sexenio, presidido por el político riojano Práxedes Mateo Sagasta y conocido como Partido Liberal-Fusionista. A estos dos partidos les correspondía agrupar al máximo número posible de grupos y facciones, con el único requisito de aceptar la monarquía alfonsina. Por este motivo, se les conocía como partidos dinásticos.

A cada mandato de un partido le sucedía un gobierno del otro. De esta forma, aunque se dejaba fuera a las minorías carlista y republicana, se garantizaba una importante estabilidad, que se tradujo en la larga duración del régimen.

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Claro que para ello había que basarse en un sistema no democrático, aunque fuera de carácter representativo. Es decir, se elegía un Parlamento, pero las prácticas caciquiles y el gran pacto entre los dos partidos hizo que siempre ganara las elecciones el partido que las convocaba. En un sistema democrático, el partido que gana las elecciones forma el gobierno. En el sistema de la Restauración, en cambio, el rey nombraba el gobierno, y después se hacían las elecciones para que ese gobierno tuviera una mayoría parlamentaria con la que gobernar. Esto hizo que el sistema electoral de la Restauración tuviera que descansar sobre el caciquismo.

Partidos políticos

Los dos grandes partidos de la Restauración fueron el Partido Liberal-Conservador y el Partido Liberal Fusionista, conocidos como "liberales" y "conservadores" respectivamente. Fueron los únicos partidos que ocuparon el gobierno en este período.

No se trataba de partidos modernos de masas, tal como los conocemos hoy, con sus sedes, agrupaciones, y afiliados. Se trataba de partidos de notables, es decir, la reunión de varios líderes políticos con sus respectivas clientelas, sus órganos de prensa, sus apoyos locales. Así, cada uno de estos políticos lideraba una facción. La misión del líder era mantener unidas a las diferentes facciones del partido, y repartir los beneficios del poder equilibradamente entre ellos. Si un partido perdía la unidad interna mientras estaba en el gobierno, el rey podía quitarle su confianza y llamar a la oposición para que formara nuevo gobierno y convocara las elecciones, mediante lo que se conocía como "decreto de disolución". Por ello, era necesario que el líder del partido fuera una figura con el carisma suficiente como para aglutinar en su torno a todas las facciones. Durante el último cuarto de siglo, Cánovas y Sagasta fueron los líderes indiscutibles, pero tras su muerte se sucedieron las divisiones internas a sus respectivos partidos.

El Partido Liberal-Conservador fue el primero de los dos que se constituyó. Su líder era Antonio Cánovas del Castillo, quien intentó aglutinar en su seno a los antiguos moderados partidarios de Isabel II (aunque anulándoles políticamente), y a los miembros de la Unión Liberal, incluidos aquellos que, como Romeo Robledo, apoyaron la revolución de 1868. También englobó en sus filas a personalidades destacadas, como el general Martínez Campos (aunque luego pasó a las filas liberales) y también a grupos cercanos al tradicionalismo, pero que aceptaban la legitimidad alfonsina, como la Unión Católica de Alejandro Pidal.

A la muerte de Cánovas, el partido tuvo dificultades para encontrar su relevo, y comenzaron divisiones internas entorno a figuras emblemáticas del partido: Silvela, Maura, Dato...

Práxedes Mateo Sagasta, principal figura del partido liberal-fusionista

El partido Liberal-Fusionista surgió más tarde, ya que las facciones que lo iban a componer estaban desorganizadas tras el fracaso del Sexenio. El proceso, que no fue fácil, se consolidó en 1881, cuando accedieron al poder bajo la dirección de Sagasta, su líder durante el último cuarto de siglo. Su programa fundamental era desarrollar los derechos de la Constitución de 1869.

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En el fusionismo se fueron dando cita los diferentes partidos monárquicos del Sexenio: constitucionalistas, radicales... En su política de atracción hacia la izquierda también absorbieron a finales del XIX a los posibilistas de Emilio Castelar.

Al igual que ocurrió con los conservadores, la muerte de Sagasta supuso la división interna de las diferentes facciones. A ello se sumó el hecho de que su programa político estaba agotado a la altura del cambio de siglo, por lo que fueron desarrollando nuevos rasgos en su identidad, como el anticlericalismo.

La característica fundamental del republicanismo, o mejor, de los republicanismos, fue precisamente su división. Los más conservadores eran los posibilistas de Castelar, que terminaron en el partido liberal. La facción más numerosa, y la que contaba con una mayor implantación popular, era el partido republicano federal, liderado por Francisco Pi i Margall.

Si bien denunciaron el caciquismo en múltiples ocasiones, no acaban de escapar a él. Tampoco eran partidos de masas, aunque su sustento popular era mayor, especialmente en las ciudades.

Uno de los movimientos políticos y sociales más característicos, y a la vez controvertidos, de la historia contemporánea española es el carlismo, sobre el cual los especialistas no terminan de mostrarse de acuerdo. Durante la Restauración, el carlismo, que había sido derrotado militarmente en 1876, tardó en reorganizarse, y no participó apenas en las elecciones anteriores a 1890. A partir de ese momento, sólo tuvo cierta fuerza en las provincias forales (Alava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya), aunque en ocasiones se ha sobrevalorado su implantación en aquellas. El carlismo también sufrió divisiones, la más importante de las cuales dio lugar al partido integrista.

Marco jurídico

El marco jurídico de la Restauración estaba basado en la Constitución de 1876. Consta de 89 artículos, distribuidos en 13 títulos. Fue promulgada el 30 de junio de 1876.

En ella se recogen los principios del liberalismo doctrinario. La soberanía reside en "las Cortes con el rey", es decir, no hay un reconocimiento total de la soberanía popular. Sin embargo, se recogieron también derechos individuales de la Constitución de 1869. En cualquier caso se procuró redactarla con cierta ambigüedad, de forma que posteriormente se podía legislar en sentido restrictivo o en sentido expansivo. Muchos artículos hacen referencia a que su contenido se desarrollará en otras leyes.