El Módulo en Revista. No. 2

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2000 Publicaciones de distribución gratuita . AÑO 2 . NÚMERO 2 . Hábitat y Movilidad Urbana . Mayo 2015

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2000 Publicaciones de distribución gratuita . AÑO 2 . NÚMERO 2 . Hábitat y Movilidad Urbana . Mayo 2015

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índice468101214161820222526

Planificación urbana y complejos residencialesMartín Lemma

La informalidad urbanaVirginia Monayar

Tomas de tierrasPía Ayesa

Hoy, al barrio Paula Méndez

Las patas en el territorioJerónimo Mullins y Lisandro González Carrera

Vienda, proyecto y densidad en la agendaAccotto, Barrio, Carballo, Herrasti y Huespe

Haciendo ecoAlejandro Garzón

Civilizar, recuperar y proyectarCelina Caporossi y Fernando Díaz

SYOUCeijas, Santochi y Periotti

Casco de motocicleta urbanaNatalia Barrientos y Esteban Loeschbor

Mad MenGustavo Casals

“Plata”José María Aguirre

Equipo de El Módulo En RevistaFlorencia Moriena, Pía Ayesa, Martín Lemma, Joaquín Cruz, Alejandro Garzón, Paula Méndez.

ColaboradoresJuan Scarpaci, Josefina Tamis, Pedro Scarcpaci, Martín Sánchez, Florencia del Río, Gabriela Reyes, Agustín Mosconi, Belén Argüello, Leandro Iturrioz, Mariano Mendoza, Tomás Barros, Ezequiel Salzegeber, Josefina Siro y Julia Lupino.

CorrecciónJael Bengualid y Héctor Nazario Paez Ferreyra.

El Módulo en Revista Edición semestralAño 02 N°02 . Mayo 2015ISSN 2362-3012Distribución gratuita 2000 ejemplares

[email protected]/elmodulo.faudPoeta Lugones 334. 5000. CBA.Impreso en Córdoba | Mayo 2015

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“En Revista” es un instrumento de comunica-ción y creación de vínculos que nos permite difundir y abrir espacios de discusión en torno a temas centrales que nos atraviesan dentro de nuestro campo disciplinar. “Hábitat y Movilidad Urbana”, dos temas que nos permite discutir con estudiantes, egresados y docentes sobre lo que pensamos y lo que hacemos en la FAUD-UNC. Los invitamos a leer, comentar y discutir estas notas; y también -¿por qué no?- a contactarse con sus autores para trabajar en conjunto.

En este segundo número de nuestra revista nos centramos en problemas derivados de la vivien-da y del transporte urbano. ¿Son un derecho o una oportunidad de negocios? ¿Cuáles son las condiciones en las que se deben dar? ¿Cómo pueden aportar nuestras disciplinas -arquitectu-

ra y diseño industrial- a resolver los problemas que las atañen?

La arquitectura y el diseño industrial utilizan el proyecto como una herramienta para resolver problemas de diferente índole. De ahí que, como estudiantes y egresados críticos y activos de la FAUD, desde El Módulo nos preguntamos cuáles son los problemas que nuestra universidad pública debe ocuparse de resolver. Creemos que, en diferentes instancias, la sociedad y la uni-versidad se encuentran desvinculadas y que ello nos llama a debatir cuál es la labor que nuestros profesionales desarrollan en ellas, repensando la forma y contenidos que aprendemos en la carrera e incluso organizando nuestras propias instancias y acciones concretas que contribuyan al cambio.

Equipo de El Módulo En Revista

HÁBITAT YMOVILIDAD URBANA

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Tensiones y conTradicciones para un mismo espacio urbano

La Ciudad de Córdoba -en consonancia con otras ciudades latinoamericanas- presenta problemas como el crecimiento urbano por expansión de sus áreas periféricas, complejas relaciones entre las distintas áreas y usos, y la fragmentación, dispersión y privatización del suelo urbano.

En el área periférica y a través de acciones diversas y descordinadas, llevadas a cabo tanto por el sector privado como por los orga-nismos públicos, han contribuido a intensificar el crecimiento de la ciudad en baja densidad. Esto ha estimulado –en lugar de combatir– los mecanismos económicos de una produc-ción irracional de suelo urbano. A casi tres décadas de la vigencia de las regulaciones que buscaron controlar este crecimiento, se puede corroborar el desmedido avance de la urbanización por sobre el suelo rural, la localización de planes masivos de vivienda y urbanizaciones cerradas de alto estándar (tipo countries) y barrios cerrados en la periferia,

situación que en conjunto expande la mancha urbana de manera fragmentada y genera islas urbanas como forma de ocupación del territorio. Se trata de procesos impulsados por el mercado inmobiliario, y aprobados por el Estado municipal, en cierta contradicción con los objetivos de los planes urbanos que definen las normas. Lo paradójico de este fenómeno es que las intervenciones residen-ciales promovidas por el Estado (en sus tres jurisdicciones: nacional, provincial y municipal) tampoco parecen dar el ejemplo a la hora de realizar intervenciones residenciales: el caso más claro se ve en la construcción de las urbanizaciones del plan Mi Casa Mi Vida, que para 2008 ya había construido casi 9000 viviendas para el traslado de villas y asenta-mientos hacia la periferia de la ciudad. Esta política no solo impactó negativamente en las formas de habitar de los “beneficiados” sino también en las finanzas de la Municipalidad, que se vio obligada a extender drásticamente

los servicios urbanos a localizaciones muy alejadas del centro de la ciudad.

La construcción de complejos residenciales privados en la ciudad se realiza bajo una base normativa de fragmentación y usos de suelo de 1985 y 1986 (Ordenanza 8060/56 y Ordenanza 8256/86). En el contexto de políticas neoliberales de la década de los 90 y, posteriormente durante los siguientes quince años, las modificaciones de la norma fueron flexibilizando de manera aislada las exigencias que el Estado Municipal realizaba sobre los desarrolladores inmobiliarios y, a menudo, fueron produciendo contradicciones entre ellas, brindando huecos legales que beneficiaron principalmente a las empresas inmobiliarias (muchas de ellas aglutinadas en la Camara Empresarial De Desarrollistas Urbanos Córdoba). Pero estas contradicciones también generaron un hueco conceptual mayor que gira en torno al modelo social y espacial que la ciudad busca. Mientras que

Por Martín Lemma*

PLANIFICACIÓN URBANA Y COMPLEJOS RESIDENCIALES

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los objetivos de la planificación abogan por una ciudad compacta, diversa y cohesionada, se siguen permitiendo enclaves urbanos de baja densidad, direccionados a clases altas y con bordes peri-metrales cerrados. Es incluso llamativo que la Municipalidad haya avalado legalmente que diez urbanizaciones del noroeste de la ciudad -construidas con permisos para urbanizaciones abiertas- mantengan sus cercos perimetrales que las separan del tejido abierto existente en la ciudad.

Este contexto nos lleva a reflexionar sobre cuál es el modelo so-cial y espacial que subyace en las intervenciones espaciales que el municipio permite; qué contradicciones y tensiones se generan entre estos diferentes modelos de ciudad planificada y construida; y cuál es el impacto que los complejos residenciales privados ge-neran en el espacio urbano. No hay duda que estas cuestiones no tienen una sola respuesta y que esas respuestas pueden generar nuevas tensiones ideológicas entre sí. Sin embargo, es necesario reflexionar y posicionarse sobre cuáles deberían ser las políticas municipales que, por un lado, promuevan y generen desarrollo urbano, pero, por el otro, que regulen, controlen y direccionen las intenciones del mercado inmobiliario para poder lograr un espa-cio urbano compacto, diverso, cohesionado e inclusivo.

* Martín es arquitecto (faud-unc). Becario de coni-cet con sede en el Instituto de Vivienda y Hábitat (faud-unc). Realiza el Doctorado en Estudios Ur-banos (deu-ungs).

Contacto: [email protected]

+info sobre este tema en:www.conicet-ar.academia.edu/MartinLemmawww.invihab.com.ar

Área urbanizada por período. Municipio de Córdoba, fundación-2009. (Dirección de Planeamiento Urbano, Municipio de Córdoba, 2009)

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La vivienda digna es un derecho inalienable sobre el que se postulan conceptos, definicio-nes y nuestras cartas orgánicas y constitu-ciones. En Argentina, este derecho articula los tratados internacionales y los consensos sociales. La vivienda, el suelo y todos los servi-cios asociados a ella, son indispensables para el desarrollo de la vida urbana, aunque actual-mente son bienes que se rigen casi exclusi-vamente por el funcionamiento de mercado que define quienes y a donde pueden vivir, en función de sus ingresos monetarios.

Según los últimos datos y estudios,1 más de 30.000 hogares requieren vivienda nueva y alrededor de un 30% de la población de Córdoba no tiene posibilidades de acceder al suelo y vivienda en las condiciones económi-cas planteadas por el mercado formal. Sin embargo, la imposibilidad de prescindir del suelo y la vivienda para el desarrollo de la vida, significa que aquellos que no logran acceder por vías “formales”, deban recurrir a otros

canales y lógicas para abastecerse, conside-radas “informales”.

La informalidad no es lo “no formal” o la no forma, sino que es otra forma, que responde a otros procesos, a otras lógicas de ocupación y a otras necesidades. Muchos consideran que la informalidad es resultante de la pobreza, mientras que otros afirman que la informa-lidad es parte de un “círculo vicioso” en la que el pobre que habita en informalidad se vuelve más pobre en esta condición, lo que le imposibilita superarla. La informalidad es un problema complejo y como tal intervienen múltiples factores entre los que podemos destacar la pobreza, el precio del suelo y las acciones estatales sobre la gestión y regula-ción del mercado inmobiliario.

Las situaciones urbanas informales, confor-man diferentes territorios.

En Córdoba, podemos identificar tres tipologías: las villas, los loteos fraudulentos y

las tomas de tierra, siendo éstas últimas las que actualmente predominan como modo de ocupación informal. Llama la atención que, a pesar de las mejoras en la capacidad de subsistencia de los hogares y las políticas habitacionales ejecutadas, las ocupaciones informales de suelo y vivienda mantienen su reproducción en el territorio cordobés, ya que hay aproximadamente un 7% de población que habita informalmente.

Vivir en la informalidad significa, la mayoría de las veces, la residencia en condiciones preca-rias, insalubres, en sectores con alta vulnera-bilidad social y/o ambiental y con permanente temor al desalojo de las viviendas en las que habitan. Las familias, sin embargo cuentan con un alto grado de organización comunitaria y barrial, que es referencia de las redes y estrategias de supervivencia que construyen en estos territorios.

Ante estas situaciones informales, las

Por Virginia Monayar*

LA INFORMALIDAD URBANAoTra forma de consTruir ciudad

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respuestas estatales -posteriores a los hechos- han sido generalmente a través de las construcción masiva de viviendas y de erradicación de población a la periferia, con alto impacto negativo en el precio del suelo y en las condiciones de hacinamiento de los hogares, cuestiones que agravan aún más la problemática y no atienden a las causas

del problema. Asimismo, las erradicaciones tensionan redes sociales y de subsistencia que la población habitante ha tejido por años y que determinan que, al poco tiempo de haber sido trasladas, regresen a sus antiguas localizacio-nes prefiriendo la “informalidad central”, antes que “formalidad periférica”.

La informalidad se convierte entonces, en

un problema estructural que responde, en gran medida, a las acciones o inacciones de la política sobre ella y requiere de mayor nivel de conocimiento sobre sus propias lógicas para que sean incorporadas en dichas políticas, de esta manera, poder atender las causas del problema y aportar al desarrollo de territorios urbanos más equitativos.

* Virginia es arquitecta, Doctora en Ciencias So-ciales. Investigadora del INVIHAB-FAUD-UNC desde 2003 y becaria CONICET desde 2008, en temas de informalidad urbana, condiciones de acceso al suelo y política habitacional. Acompañamiento y transferencia técnica en procesos de regulari-zación urbano-dominial de loteos fraudulentos, principalmente a Nuestro Hogar III.

Contacto:[email protected] 1Indicadores Urbanos, Red Ciudadana. Córdoba 2014.

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un mecanismo de resisTencia anTe la ausencia de políTicas habiTacionales públicas

La problemática habitacional en nuestro país atraviesa a todas las jurisdicciones –provin-ciales y municipales-, pero en Córdoba la situación es realmente alarmante: el déficit ha-bitacional es de casi el 50% de los hogares, es decir 300.000 viviendas, de las cuales 32.920 se encuentran en hacinamiento crítico, lo que representa 194.318 ciudadanos. En muchos casos, el déficit es total, por lo que la comuni-dad debe organizarse a partir de la necesidad y la escasez de políticas públicas y/o privadas destinadas a atender las problemáticas de tierra y vivienda, y a través de la herramienta que hace ya varias décadas significa para estos sectores: la “toma de tierras” –alrededor de unas 28.600 familias distribuidas en 210 asentamientos informales en todo el territorio provincial-.1

El hacinamiento fue una condición necesa-ria para que los vecinos de Juárez Celman consideraran a la toma de tierras como una posibilidad. En ese sentido, Graciela Bossio

(2014), de la Asociación de Vivienda Económi-ca (AVE) relataba para una nota de la Revista Veintitrés, que “el hacinamiento se produce también por el problema de la falta de disponi-bilidad de tierra para construir, no hay política de tierras dentro del concepto urbano. (…) La planificación territorial es el primer paso para solucionar el problema.”2

Otra de las condiciones fue la constante especulación sobre el suelo. Los desarrollos inmobiliarios de carácter especulativo que se están localizando dentro del municipio, alen-tados por la fuga de población de la ciudad de Córdoba, han alertado a los vecinos sobre el alza de precio cada vez mayor que están adquiriendo los terrenos, lo que dificulta su acceso por parte de las clases populares.

“No vinimos a robar nada. Queremos comprar, pero con cuotas accesibles”, sostuvo Alberto Tucci, un joven que acampaba con su mujer y su hijo de dos años.3

Sólo a través de la organización es que la toma ha podido sostenerse a lo largo del tiempo. Ni las órdenes de desalojo, ni las amenazas, ni la construcción que los medios de comunicación han hecho sobre el conflicto han logrado desarticular a este colectivo organizado. Funcionan con delegados por manzana que se reúnen periódicamente en asambleas, que discuten colectivamente cómo seguir adelante ante cada nueva situa-ción que se les presenta. Es en estos espacios además, donde se comparten las novedades para que todos los vecinos dispongan de la misma información.

En este contexto, podemos entender que la toma de tierras de la localidad de Juárez Cel-man tiene que ver con el déficit habitacional de la ciudad, producto del fenómeno de metro-polización de Córdoba, pero también, y sobre todo, es consecuencia de las pujas constantes entre los propietarios de la tierra –que espe-culan con la misma- y los sectores populares

Por Pía Ayesa*

TOMAS DE TIERRAS

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–que la necesitan para vivir dignamente-.

La organización ha posibilitado que los vecinos comiencen a considerar posible su anhelo por una vivienda digna que les pertenezca. Las políticas de Estado vendrán de su organiza-ción, es decir, la solución será producto de lo que ellos mismos logren generar.

Es por todo lo antes mencionado que los vecinos, no sólo del asentamiento «Parque Esperanza», sino de los 210 relevados en nuestra provincia y de todos los que proliferan a lo largo y ancho de nuestro país, así como diferentes organizaciones sociales, políticas,

estudiantiles, pedimos por la reglamentación de la función social de la tierra. Políticamente necesario para el avance de los sectores populares en el derecho al hábitat digno.

* Pía es studiante de arquitectura de 6to año, (FAUD-UNC) y adscripta en Urbanismo 2b.

Contacto:[email protected]

1Según el “Relevamiento de asentamientos informales de la provincia de Córdoba” de Un Techo para mi País.

2Revista veintirés, “Tierra y dignidad: la toma de tierras en Juárez Celman reactualiza el drama habitacional”.

3Guadagno, L., “Conflicto por toma de terrenos en Juárez Celman”.

“Luchamos por la reglamentación de la función social de la tierra”.

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primeras experiencias proyecTuales en el TerriTorio

Hoy, sábado, vamos al barrio. Vamos a Juárez Celman. El modo en que lo llamamos tiene que ver con eso que los vecinos anhelan y que nosotros ayudamos a construir: un lugar, un espacio generador de identidad, tanto de per-sonas, como de familias y de comunidad toda.

Su horizonte: el acceso a la tierra. Y allí poder construir una casa para vivir. Pero no es sólo eso, es también construir un sentido de perte-nencia. “Esta se propone como la circunstan-cia de formar parte de algo, apropiarse de un ámbito, identificarse con un grupo, compartir comportamientos, valores, creencias. (…) Es poner el acento en la dimensión espacial de la vida cotidiana como ámbito de construc-ción de identidades y significados culturales e ideológicos”. Y lograrlo es un proceso muy complejo para los sectores más postergados y, más aún, para quienes encuentran en la toma de tierras el único modo posible de acceder a un hábitat digno. Son aquellos que están fuera, son las víctimas de las circuns-

tancias actuales: la sociedad del consumo, la especulación inmobiliaria y la falta de políticas de Estado, municipales y provinciales que les permitan acceder a un derecho de todos: tener un pedazo de tierra para vivir.

Los vecinos, organizados, han generado diversos espacios participativos de discusión, los cuales les han posibilitado la construcción de una identidad común y a ser conscientes de lo mucho que se puede avanzar.

¿Y cuál es nuestro rol en este proceso? Nues-tro objetivo es empoderar y acompañar a los vecinos a generar espacios que los identifi-quen. En este marco, el reconocimiento y la confianza se vuelven factores fundamentales para poder trabajar en el barrio. Los espacios de intercambio y contacto con los vecinos se convierten en el primer paso para seguir avanzando.

Organizamos nuestro trabajo en base a tres ejes, entendiendo a cada actividad como

un espacio de participación y construcción colectiva. El primero, tiene que ver con la realización de talleres participativos, donde los vecinos puedan abordar temáticas comunes y empezar a pensar posibles maneras de en-tender o solucionar problemáticas del barrio. Identidad del barrio, espacios públicos y áreas comunes, el rol de los niños y niñas dentro del proceso, se constituyen como los temas a tratar en estos espacios.

El segundo, empezar a pensar el diseño y la construcción de los espacios públicos del barrio. Entendemos que son fundamentales en los procesos de formación y consolidación de una identidad barrial, dado que en ellos se producen los encuentros y fricciones que posibilitan el reconocimiento y organización de los vecinos. Fue espontáneo por parte de ellos designar una manzana completa para la plaza en el centro del barrio. La ubicación y las dimensiones de este espacio dan cuenta de que hay un reconocimiento del espacio

Por Paula Méndez*

HOY, AL BARRIO

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público como núcleo barrial. Nuestro desafío es consolidar esta idea, generando espacios participativos donde en conjunto, vecinos y estudiantes, pensemos la mejor plaza y podamos concretarla.

El tercer eje propone generar nuevos espacios donde los vecinos puedan sacarse dudas sobre el diseño y construcción de sus vivien-das, a modo de consultorios de arquitectura.

Dentro de todas nuestras actividades, ésta será la de carácter más individual. La idea es poder atender a las consultas más particula-res y urgentes, dado que entendemos que los tiempos del barrio no coinciden con los que demandan la planificación y concreción.

Los universitarios vamos al barrio. Queremos que el barrio venga a la Universidad. Es un compromiso que todos deberíamos tener al

reconocernos como estudiantes de una Uni-versidad Pública y Gratuita. Es fundamental que nos sensibilicemos y actuemos en conse-cuencia: tenemos una responsabilidad social. No vamos a transmitir conocimientos, vamos a generar espacios de intercambio y aprendi-zaje entre el Pueblo y la Universidad, para que cada día, estemos un poco más cerca.

* Paula es estudiante de arquitectura de 4to año,(FAUD-UNC) y ayudante de Arquitectura 2d.

Contacto:[email protected]

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la exTensión en la arquiTecTura y la consTrucción de la ciudad

Como egresados de la FAUD, hemos partici-pado en varios proyectos de Extensión desde el Taller 36**, siempre con la misma certeza: afuera de estas cuatro paredes se necesitan arquitectos de verdad. Y no nos referimos a la necesidad de la especulación inmobiliaria; nos referimos a los cientos de miles de habitantes de distintas comunidades y barrios de Córdo-ba que viven en territorios hostiles.

Esta inquietud no nace de la caridad, sino de la firme convicción de que la extensión, junto con la investigación y la docencia, deben ser los tres pilares fundamentales en los que se sustenta la universidad pública y gratuita.1

En su práctica, la Extensión propicia el diálogo entre los conocimientos científicos, los saberes, experiencias y necesidades de la comunidad.

El trabajo de Extensión se materializa en proyectos y acciones concretas con otras organizaciones sociales e instituciones con

perspectivas multidisciplinarias. Propone una participación activa de la universidad en la construcción de la cohesión social, la defensa de la diversidad, la lucha por la inclusión y la defensa ambiental. Debe contribuir al mejora-miento de la calidad de vida de las personas, sobre todo de los sectores vulnerables.

En este marco, el Proyecto Urbano Participa-tivo (PUP) en el barrio “El Bordo” nace de una necesidad concreta de los vecinos, organiza-dos en una cooperativa de trabajo y vivienda, en pos de la radicación del barrio contra la expulsión propuesta por el mercado inmobi-liario.2

La lucha de cinco años contra los desalojos fue dando frutos, ya que el gobierno provincial expropió el terreno en favor de los coopera-tivistas, que aún esperan el traspaso de la titularidad de la tierra.

En 2014, el Secretario de Hábitat les acerca a los vecinos una propuesta de densificación

para generar nuevas viviendas para las familias hacinadas: 25 unidades en los lotes mínimos dispuestos para vivienda social, 9,00m x 18,00m.

La convocatoria al equipo de extensión de la cátedra de Arquitectura 6C fue específica-mente a debatir ese proyecto con los vecinos, a ayudar a entender las variables de un proyecto urbano y las diferentes opciones, si es que existían. Se propuso trabajar en talleres participativos con los vecinos. Un primer taller de diagnóstico y evaluación de necesidades y potencialidades.

Luego, un segundo taller donde se abordó el proyecto urbano con maquetas y gráficos estadísticos de la población, para debatir con los vecinos los pros y contras de lotear todo el territorio vacante en 25 unidades individuales (casita + patiecito) o la posibilidad de pensar un PH de 3 ó 4 niveles con las 25 unidades de vivienda, liberando una gran porción de tierra

Por Jerónimo Mullins y Lisandro González Carrera*

LAS PATAS EN EL TERRITORIO

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destinada a espacio público de uso común.

Las dos propuestas resuelven 25 unidades de vivienda. Las preguntas que nos hacemos son: ¿Cuál de estas colabora a la integración de los vecinos? ¿Cuál propone espacios de conexión con el sector, vinculando a los vecinos del Bor-do con la ciudad? ¿Cuál tiene más probabilida-des de erradicación por gentrificación?

El estigma de “villeros” se fortalece cuando la trama es más impenetrable. Si puedo tener en mi barrio una plaza, equipada, iluminada, donde sentarme a tomar unos mates con el vecino de enfrente y contarle cómo me fue hoy en el trabajo mientras nuestros chicos patean una pelota, puedo superar el estigma mediáti-co en un soporte físico; la ciudad inclusiva.

Si no abordamos la práctica extensionista como un pilar de la educación universitaria, corremos el riesgo de tornarnos agentes abstractos dentro de cuatro paredes imper-meables al contexto en que vivimos.

* Jerónimo y Lisandro son egresados de la FAUD-UNC. Participan juntos del Taller 36 y de “Arqui-tectos al Aire” (102.3 fm Nuestra Radio, srt unc). Trabajan en mula.arquitectos y dake+gonzales, respectivamente.

** Cátedras de Arquitectura 3a y 6c

+info sobre este tema en:tallera36.wix.com/taller36

1Situación que se sostuvo en las calles ante los embates privatistas de aranceles, cupos y recortes, de finales de los ̀ 90 y principios del 2000.2Ubicado entre calles: 9 de Julio al norte, Domingo Zípoli al este, Dean Funes al sur y Bv. Del Carmen al oeste.

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concurso nacional de anTeproyecTos ViViendas para la Villa olímpica (primer concurso, primer premio)

El tema de la vivienda colectiva vuelve a instalarse en el terreno de los concursos de arquitectura y en la agenda pública de los gobiernos después de décadas en las que la discusión pasaba exclusivamente por el desarrollo privado.

En este contexto destacamos el valor del debate a través del concurso público como herramienta de opinión. La vida en la ciudad exige pensar la densidad y los soportes capaces de condensar las nuevas formas de vínculos y relaciones.

El concurso viviendas para la Villa Olímpica Bs. As. 2018 habilita la posibilidad de pensar un fragmento de ciudad con una reproducción de lote a lote, con un tejido heterogéneo y con una importante apuesta al espacio común y colectivo.

Memoria descriptiva

Las viviendas destinadas para alojar a los concurrentes a los Juegos Olímpicos de la

Juventud 2018, pasarán posteriormente a cubrir las necesidades habitacionales de la población permanente.

Un nuevo proyecto de tejido habitacional, supone un desafío proyectual que busca realzar la capacidad del espacio urbano en la generación de un dialogo armónico entre el soporte territorial existente y el programa habitacional de alta densidad.

Centros de Manzana

La articulación del tejido residencial con los centros de manzana permite la creación de nuevos espacios urbanos anexos a la vivienda.

Se proyecta su prolongación filtrados en el tejido habitacional, cambiando de esta manera la compacidad de la masa arquitectónica establecida por el código, a una permeabilidad visual y física con los nuevos edificios.

Vivienda como Arquitectura del tejido

El tejido habitacional interactúa con el centro de manzana a través de una tercera pieza

VIVIENDA, PROYECTO Y DENSIDAD EN LA AGENDA

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constituida por una barra multifuncional. Una pieza conectiva que canaliza todos los siste-mas de control ambiental complementando al centro de manzana.

El módulo

El uso de un módulo repetible y adaptable organiza la variabilidad tipológica y permite la libre asociación y configuración de alternativas

de uso. Esta van desde un módulo para la tipología de 1 dormitorio, un módulo doble para los 2 dormitorios y un módulo acoplado para la resolución en dúplex.

La tipología modular permite su utilización en funciones de vivienda transitoria de la villa olímpica, que luego se otorgarán como vivien-da permanente de nuevos grupos sociales.

Conclusión

La aspiración principal de esta propuesta es la restitución cualitativa del espacio urbano en articulación con el tejido habitacional. Es una respuesta proyectual frente a la oportu-nidad de pensar un fragmento de ciudad con compromiso ambiental y social.

Por Juan Pablo Accotto, Mauro Barrio, Pablo Carballo, Maricruz

Errasti, Daniel Huespe *

* Los autores son egresados de la faud-unc.

+info sobre este tema en:http://www.carballoerrasti.com/concursos-1/villa-olímpica-bs-as-2018/

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consTruir Techos con desechos

Mediante el lema “CONSTRUIR TECHOS CON DESECHOS”, un grupo de estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNC aborda lo que en la sociedad parece una demanda inmediata, la reduc-ción de la contaminación, un destino a los desechos y el aporte de nuevas ideas, entre otras cuestiones, que signifiquen ventajas ecológicas para el medio ambiente.

En el marco del concurso organizado por PepsiCo, que buscaba promover soluciones sostenibles para afrontar los desafíos de los problemas ambientales, los alumnos fueron seleccionados como únicos representantes de la Argentina.

El manejo de los desechos parece ser unas de las claves del presente, ya que por ejem-plo en el mundo se producen 12 millones de

toneladas de desechos PET al año, siendo alrededor solo el 20% lo que se recicla, de manera que este aporte busca equilibrar estos números, atravesando además la problemática social de falta de vivienda.

Si la crisis que vivimos hoy es “la falta de imaginacion”, como afirma el Arq. Solano Benitez, este proyecto se presenta como una respuesta a la cuestión en la que,

Por Alejandro Garzón*

HACIENDO ECO

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explorando sobre las posibilidades de un material que surge de la naturaleza contemporánea de la ciudad, intenta resolver otros problemas, como la vivienda y la conciencia ciudadana.

Sería entonces una solución provisoria que reflote la discusión sobre la problemática de la vivienda (cuantitativos-cualitativos), teniendo presente que el verdadero cambio sería, no generar esta cantidad de desechos o repensar “lo descartable” uno de los grandes aliados del capitalismo económico -úselo, tírelo, pero sobre todo compre de nuevo-.

Hasta entonces son bienvenidos los aportes cuyas ideas aporten soluciones prácticas y concretas, sobretodo sabiendo que provienen de una nueva generación de jóvenes.

* Alejandro es estudiante de 4to año de arquitec-tura (faud-unc) y es adscripto de la cátedra de Teoría y Métodos b.

Contacto:[email protected]

1- RECOLECCIÓN volutaria con recipientes en la vía pública.

2- RELLENADO de las botellas vacías con desechos plásticos.

3- REALIZACIÓN de muros de cerramientos y losas para la cons-truccion de viviendas.

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soluciones para el TransporTe en el corredor norTe del amba

El Derecho a la Ciudad tiene una dimensión ma-terial y el derecho a desplazarse es parte de ella. Estas y otras cuestiones deben necesariamente integrar la formación del arquitecto y la agenda de temas que encauza el involucramiento de la Universidad en los problemas de la ciudad, puesto que contribuye a la democratización de la vida urbana y a la calidad de la condición de ciudadanos. Sobre estos presupuestos se desarrolló la propuesta.

La Región Metropolitana al Norte de la Ciudad de Buenos Aires -conformada por los municipios de Vicente López, San Isidro, San Fernando y Tigre- ha tenido un pronunciado crecimiento en años recientes. En ella viven más de un millón de personas (es decir, una población similar a la de la Ciudad de Córdoba) que diariamente se mueven por la zona y por los principales acce-sos hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Mientras el tren transporta sólo la octava parte de los viajeros, colectivos y autos particulares compiten por el espacio calle, con un 75% de los viajes concentrados en autobuses y 337.000

vehículos privados que muestran un promedio de ocupación de 1,4 personas. Esto produce a diario congestiones masivas en horario pico, que podrían atenuarse con un uso más racional del espacio público a partir del modo público de transporte. Mientras un colectivo estándar tiene capacidad para llevar 60 pasajeros, se necesitan 12 automóviles para igualarlo, aunque tomando la ocupación promedio actual, serían necesarios 43.

El proyecto se propone dar respuesta a ésta y otras problemáticas de la movilidad urbana desde el paradigma de un medioambiente sa-ludable y los principios del Derecho a la Ciudad, entendiendo que:

-La movilidad urbana está ligada a los usos del suelo y su distribución en el territorio.

-El acceso universal a una movilidad eficiente es consustancial a la idea de una ciudad democrá-tica.

-La movilidad urbana está en la base del desa-rrollo económico de las ciudades y su futuro se

Por Celina Caporossi y Fernando Díaz*

CIVILIZAR, RECUPERAR Y PROYECTAR

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encuentra en la intermodalidad del transporte.

-La movilidad requiere de la diferenciación, je-rarquización y especialización del tipo de redes.

-Racionalizar y limitar el uso del automóvil privado es una opción acertada.

-La movilidad urbana constituye una oportu-nidad para generar y/o cualificar el espacio público.

-Una movilidad urbana eficiente y equitativa exige una gestión integral.

Se propone un cambio radical en el modelo de movilidad y desarrollo urbano, a partir de la realización coordinada y paulatina de una serie de proyectos de distinta envergadura, con un papel destacado de los Estados intervinientes, sea como ejecutores o coordinadores de las mismas. La propuesta se organiza sobre tres conceptos-metas:

CIVILIZAR la Autopista Panamericana, poniendo en relación movilidad, nuevas centralidades y actividades urbanas.

RECUPERAR y poner en valor el espacio ferroviario (líneas Mitre y Belgrano) y sus esta-ciones, en su articulación con las centralidades tradicionales.

CONECTAR, creando un nuevo soporte integrado en base a un sistema de transporte multimodal.

Esto implica resolver o crear nuevos puntos de acceso y transferencia planteando, en los casos que ameriten, operaciones urbanísticas comple-mentarias a la movilidad.

El modelo deseado presenta las siguientes características:

-Equilibrio territorial e integración espacial y funcional.

-La jerarquización del sistema de transporte colectivo automotor y su transformación en Bus Rapid Transit (BRT).

-Puntos de transferencia multimodal y multies-calar.

-Cualificación funcional y ambiental de centrali-dades y de espacios públicos

-Centralidad, densidad residencial y empleo en los puntos de mayor accesibilidad a la red troncal.

* Celina y Fernando son egresados de la FAUD-UNC, donde son titulares de Arquitectura 2d y Urbanismo 2b, respectivamente. Colaboraron en este proyecto: Fernando Vanoli, Héctor Páez, Belén Sánchez Juez, Facundo Savid, Pablo Ochoa y Lucas Galak.

+info sobre este tema en:cafedelasciudades.com.ar/movilidad_122.htm

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un Vehículo urbano elecTrónico

Syou es un vehículo eléctrico unipersonal diseñado para circular en la ciudad. Es econó-mico y eficiente en su uso debido a su motor eléctrico con cero emisiones y su tamaño y compactabilidad.

Nace como parte del trabajo anual de la cáte-dra de Diseño IIIb en el año 2013, donde llegó a la instancia de prototipo. Durante el 2014, Syou fue seleccionado para participar en el Concur-so Nacional de Innovaciones (INNOVAR) y de la exposición local UNC Innova.

A partir de un análisis de contexto, se relevó que en el mercado nacional no se observan innovaciones en los vehículos de bajo porte, sea desde la tecnología, la generación de experiencias o nuevas funciones, por lo que se descubre una gran oportunidad de innovación para posicionar un vehículo a través de la generación de experiencias positivas que inte-gren las preferencias de los usuarios seleccio-nados y la visión propia como diseñadoras.

Responde también a un problema muy presente: el prejuicio que la sociedad impone sobre algunos vehículos como las motos o bi-cicletas. Por esto, a partir de la generación de una nueva tipología de vehículo, se combate el prejuicio al dar una solución diferente a las ya existentes.

Para ello previamente se definió un segmento de usuarios, al que se denominó “worldchan-gers”. Son personas de entre 25 y 35 años que están fuertemente vinculados a la tecnología, ya que han nacido y crecido con ella. Como jóvenes tienen potencial, energía, una visión optimista del mundo y gran interés por las modas, corrientes de estilo y por el cuidado del medio ambiente.

Así, tras un extenso análisis del contexto actual, se crea Syou: un vehículo compacto y plegable. Este producto responde a la necesi-dad de transporte ligero, rápido, y sustentable. También da una solución al problema de la

Por María Guadalupe Ceijas, Belén Santochi y Jorgela Periotti*

SYOU

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inseguridad, ya que puede compactarse para poder llevarlo siempre junto al usuario. Por su tamaño accede a ascensores y puede almacenarse en departamentos pequeños, balcones u oficinas.

El motor de 350 Watts en la rueda delantera asegura la tracción de un usuario de hasta 100Kg. Está alimentado por 3 baterías ocultas en la carcasa. Tiene una autonomía de 35 Km y una velocidad máxima de 30 Km por hora. Para la seguridad al conducir cuenta con freno E-ABS, luces LED de faro delanteras y de freno traseras y también de guiño. Todas ellas accionadas por comandos ubicados en el manubrio y alimentadas por las mismas baterías del motor. Estas baterías se cargan con un cargador convencional, similar al de una notebook, en cualquier tomacorrientes doméstico.

Cuenta con una rejilla trasera portaequipaje para trasladar cargas convencionales como

una mochila, bolso o maletín. El cuadro es de aluminio, lo que lo hace mucho más liviano. El peso total del vehículo es de 15kg y puede trasladarse rodando por tracción del usuario. Para el arranque requiere de una llave, un agregado a la seguridad.

Tiene tres instancias de plegado: en primer lugar el rebatimiento de la rueda trasera a partir de una bisagra vertical ubicada en la estructura. Por otro lado la articulación del manubrio desde la posición de uso hacia abajo, reduciendo la mayor parte del volumen. Por último, el plegado de los pedalines hacia arriba.

Los aspectos que caben resaltar son:

- Sustentabilidad: el motor eléctrico no gene-ra polución ni ruidos. Cero emisiones.

- Autonomía: el usuario puede llevarlo con-sigo a cualquier lado sin preocuparse por el estacionamiento o la seguridad.

- Dinamismo: con una autonomía de 35 km,

se calcula un uso promedio de 2 a 3 días sin necesidad de recargar las baterías.

- Originalidad: un vehículo diferente, que resaltará al conductor sobre el resto de los usuarios de la vía pública.

* Las autoras son diseñadoras industriales egre-sadas de la FAUD-UNC.

Contacto:[email protected]

+info sobre este tema en:syouenmovimiento.blogspot.com

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el diseño como excusa para Transformar un hábiTo

El proyecto perseguía el ambicioso objetivo de transformar el uso del casco por parte de los motociclistas en un hábito voluntario.

Por este motivo el proyecto debió exceder la resolución de aspectos técnicos del producto y fue acompañado de un Plan de Acción Multidisciplinar que considera el desarrollo de un sistema de protección de cabeza-cuello y de una estrategia a nivel de marca en conjunto con una estrategia a nivel social, que articula las necesidades y deseos de la empresa, el usuario y la sociedad.

Desarrollamos un casco de producción sistémica de tipo “plataforma”, con piezas intercambiables que permitan a la empresa y al usuario cierto grado de personalización y adaptación a las tendencias del mercado y la moda, aumentando la eficiencia del sistema de aireación, facilitando y mejorando la higie-ne, y optimizando el confort y la estética desde la percepción y la predisposición que genera

el objeto, logrando que se perciba menos intrusivo, más liviano y deseable.

En Argentina, los motociclistas presentan el 30% del total de cíctimas fatles por accidentes de tránsito. Cuando un motociclista tiene un accidente, la carrocería que soporta el golpe es su propio cuerpo, siendo su cabeza la parte más frágil y la que más lesiones sufre. Los golpes en la cabeza son la principal causa de muerte y lesiones graves entre motociclistas.

Además, en un accidente las consecuencias no son solo físicas, ni individuales: Se ven afectados psíquica y económicamente, tanto los accidentados y su entorno familiar, como la sociedad en general, dado que por cada he-rido el Estado destina recursos para equipos de emergencia, internaciones, tratamientos, recuperación y discapacidad.

Las estadísticas indican que el uso del casco previene en un 67% las lesiones cerebrales y reduce en un 36% las posibilidades de muerte.

Por *

CASCO DE MOTOCICLETA URBANA

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Se detectó que los argumentos más fre-cuentes en torno al uso del casco están relacionados a cómo el usuario lo percibe y los beneficios derivados de su uso, así como a sus aspectos técnicos y prácticos referidos al uso. Entonces, el uso del casco no se desarrolla como un hábito voluntario para el usuario.

Se propone pensar al casco como objeto de deseo, innovador, tecnológico, complemento y accesorio de moda.

Corto plazo: Modificaciones sencillas sobre productos existentes orientadas al concepto de “objeto de deseo”.

Mediano plazo: Generación de productos simples orientados a mejorar el funciona-miento del casco y la percepción de la calidad.

Largo plazo: Aparece VÉRTIGO. Vértigo META es una línea de cascos de producción sistémica basado en plataforma, desarrollada para responder de modo óptimo a la deman-da potenciada detectada.

A nivel productivo, permite a las empresa adaptarse con facilidad a los cambios de las demandas y tendencias. La producción se plantea aprovechando los recursos humanos y tecnológicos con los que cuenta la empresa, resolviendo piezas, uniones y montaje con elementos y productos existentes.

A nivel seguridad, se avanzó en la definición estructural y morfológica de la carcasa, como en la acción del relleno de seguridad tanto en instancia pasiva como activa.

* Natalia y Esteban son diseñadores industriales egresados de la FAUD-UNC. Este proyecto fue su tesis de grado.

Contacto:[email protected] / [email protected]

+info sobre este tema en:https://www.behance.net/gallery/18332683/Te-sis-Diseno-industrial-Casco-de-Moto-helmet

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una hisToria sobre los 25 años del diseño indusTrial

Piquillines a montones subiendo hacia Bosque Alegre, más allá es Achala la que viste tam-bién sus mejores pilchas. Mayo no ha alcanza-do todavía a empujar el verde hasta el ocre, y las cortaderas multiplican la luz del sol de un modo indescriptible -al menos con palabras que no caigan en lugares comunes-.

Pareciera adecuado que ese blanco plata de los penachos muestre sus galas para saludar-nos en nuestros veinticinco años, y más aún de paso a Villa Dolores. Es que allí nuevas aulas han abierto, igualitas a las de Córdoba; como si Nazareno les pegara también una revisada a las 7 de la mañana, y Medina otra antes de cerrar a la noche. Un grupo pequeño igual que aquella primera camada de 1990 con los Duca, Iveta, Rosellini, Guevara y San Martín; con Osvaldo Pons como primer Director. Su entrañable figura -de cana y loca cabellera- sigue cruzándonos aún por los pasillos de un Módulo Azul que nos resistimos a compartir, porque lo consideramos tan

nuestro desde aquél año 1993. Y no es el único recuerdo vivo. Cada tanto lo vemos a Aquiles, a Alberto, al contador Robles, y a varios alum-nos y alumnas que increíble y tristemente de-jaron muy temprano la carrera de la vida. Es nuestro Módulo porque seguimos extrañando a Castillo debajo de la escalera, y porque re-cordamos la vieja biblioteca donde hoy funcio-na el taller 2, o Maquetería con Lastra dentro de una especie de armario con ambiciones espaciales mayores, pero imposibles, en el viejo depósito del 5. Hoy, a los más viejos, no nos sorprende entrar y salir de la facu por el lado de los baños; si hasta el querido Kuthuto en su “Tributo a la gente común” no escapa de aquellos límites originales.

En el Azul recibimos la visita de Tomás Maldonado en el 2001, sólo un poco después del décimo aniversario, la de Chiappone en el 2006, la de Gui Bonsiepe en el 2010 cumplien-do los veinte años. Ese mojón lo festejamos con un DiSur y el V ELADDI.

Visitas en cantidad de Mario Mariño, Ricar-do Blanco, Hugo Kogan, esos mismos que llenan los todavía pocos libros de la mucha historia que tiene nuestro diseño argentino. Una historia que en Córdoba ayudó a escribir Juan Ignacio San Martín, verdadero prócer de nuestra industria y cuyo nieto compartió aula y pasión con aquella primera promoción.

Aclaremos que esta no es ni por lejos una historia de la carrera; de serlo debiéramos nombrar a todos y a cada uno. Siquiera una crónica. Sólo quiere ser una humilde carta en soporte papel -mejor si fuese escrita de puño y letra- oteada desde el mangrullo de la nostalgia; para que algún cartero de a pié nos la entregue en mano dentro de 25 años, para nunca olvidar de dónde venimos; para siempre recordar hacia dónde vamos.

Para una verdadera historia podríamos apelar a los logros obtenidos -especialmente por nuestros egresados- pero son tantos que

Por José María Aguirre*

“PLATA”

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sería imposible enumerarlos, y de seguro cometeríamos aún más olvidos imperdona-bles. Basta solamente que el interesado lector recabe en cuanta nómina de premiados tenga cuanto concurso de diseño nacional -y otros cuantos internacionales- se ponga en frente; allí estarán y a la vista esos frutos.

Sólo referiremos aquí al que, según nuestra óptica, es un trofeo de entre los mayores; cuando aprendemos de nuestros nuevos maestros.

Somos hoy alumnos de aquellos, nuestros alumnos. La carrera está bellamente plagada de diseñadores que -literalmente- nos dan cátedra, traccionando nuestra voluntad hacia horizontes cada día más innovativos, profesionalmente hablando. Hablando de la profesión del diseñar, hablando de la profesión del enseñar y aprender a diseñar.

* José María es Prof. Titular Historia del Diseño Industrial I, Prof. Adjunto Diseño Industrial III AArquitecto (1991 - ucc). Además es Magíster en Do-cencia Universitaria (2010 - utn frc)

+info sobre este tema en:facebook.com/radiorator.calxcis

1 Hugo Kogan en el DiSur, FAUD. 2010.2 Aquiles Gay en clase con alumnos de primer año, FAUD, 2012.3 Clase de DI III con Valdéz-Castro-Aguirre-Schelotto-Gilli-Muñoz-Rosellini-Banati, FAUD. 2001.

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Si te gustan las series de calidad y no miraste Mad Men, que desafortunadamente llegó a su fin el domingo 17 de mayo, probablemente no te gusten tanto las series. Es decir, si te gustan las series, probablemente no te tengo que presen-tar Mad Men, ya sabés de que se trata.

Pero si las series no son lo que mueve la aguja de tu vúmetro, y sos estudiante de arquitectura o cualquier rama del diseño, tal vez te estés perdiendo de algo muy importante.

Mad Men es una de las piezas de diseño mo-derno mejor realizadas a las que puedan tener alcance, hecho, por supuesto, desde nuestro punto de ventaja a 50 años del comienzo de su fin. Situada en la Nueva York de fines de los ‘50 a comienzos de los ‘70 transitando el recorrido del macartismo a la beat generation, pasando por el pop art, el hipismo y el neo conservadurismo del cambio de década, es la convivencia de escuelas de diseño con consumismo desaforado (el medio en el que se mueven los protagonistas es el de la publicidad), con la contracultura trans-

formándose en la cultura y hasta en la cultura asimilada y masticada.

Es también el recorrido de personajes producto de una era que desaparece y su adaptación o no a la que empieza, donde los derechos de la mujer, la lucha por la igualdad racial, la consolidación monopólica empresarial, el cambio de las estructuras familiares, los efectos de las po s-durante-pre guerras son no solo marco sino hilo argumental, mezclado con el melodrama de enredos amorosos, embarazos sorpresivos, cambios de fortuna e intriga

empresarial que uno esperaría de cualquier ficción de formato extendido.

Don, Peggy, Joan, Roger, Betty, Pete… son nom-bres que tendrían que formar parte del vocabu-lario de cualquier amante de la cultura popular, del mismo modo que los nombres propios de Matthew Weiner, Dan Bishop o Jaynie Bryant lo tendrían que ser los admiradores de las series, el diseño de producción o de vestuario. Son casi 92 horas, que pasadas las primeras 4 o 5 que hacen falta para engancharse, se prestan para el atracón. Consuman con moderación. O no.

una crónica de Tiempos modernosPor Gustavo Casals*

MAD MEN* Gustavo es psicólogo y opinólogo multimedia so-bre series, comics, cultura LGTBQ y otras yerbas de cultura pop. Junto con Mariana Levy conducen La Podcast.

+ info sobre este tema en:http://www.TheArgieHome.blogspot.com

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