El orden insólito en la «Tertulia lunática»

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El mundo poético de Herrera y Reissig en «Los Peregrinos de Piedra» Carmen Ruiz Barrionuevo El orden insólito en la «Tertulia lunática» La torre de las esfinges (psicologación morbo-panteísta), «Tertulia lunática», data de 1909 y tiene su origen en las experiencias realizadas en 1903 en «La vida» y «Desolación absurda». Estos dos poemas abren una línea que culmina en esta «Tertulia lunática» 39 . Ambos son poemas nocturnos pero a la vez tienen que ver con la propia experiencia, y llegan a constituirse en intentos metapoéticos más o menos logrados. En este itinerario de búsqueda, «Desolación absurda» (pp. 165- 169) se apropia del gran tópico de la noche que no es aquí sólo el seno materno en el que se busca refugio, sino el reducto creativo, el espacio productivo en el que se sitúan los seres: «Noche de tenues suspiros / platónicamente ilesos: / vuelan bandadas de besos / y parejas de suspiros». Espacio en que se personifican los objetos situándose en posiciones aéreas e inestables, fantasmales: ebrios de amor los cefiros hinchan su leve plumón, y los sauces en montón obseden los camalotes como torvos hugonotes de una muda emigración.

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El orden insólito en la «Tertulia lunática»

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El mundo potico de Herrera y Reissig en Los Peregrinos de PiedraCarmen Ruiz Barrionuevo

El orden inslito en la Tertulia lunticaLa torre de las esfinges(psicologacin morbo-pantesta), Tertulia luntica, data de 1909 y tiene su origen en las experiencias realizadas en 1903 en La vida y Desolacin absurda. Estos dos poemas abren una lnea que culmina en esta Tertulia luntica39. Ambos son poemas nocturnos pero a la vez tienen que ver con la propia experiencia, y llegan a constituirse en intentos metapoticos ms o menos logrados. En este itinerario de bsqueda, Desolacin absurda (pp. 165-169) se apropia del gran tpico de la noche que no es aqu slo el seno materno en el que se busca refugio, sino el reducto creativo, el espacio productivo en el que se sitan los seres:Noche de tenues suspiros / platnicamente ilesos: / vuelan bandadas de besos / y parejas de suspiros. Espacio en que se personifican los objetos situndose en posiciones areas e inestables, fantasmales:

ebrios de amor los cefiros

hinchan su leve plumn,

y los sauces en montn

obseden los camalotes

como torvos hugonotes

de una muda emigracin.

Jugando con un efecto de caja china aparece -ofreciendo un paso ms en el diseo del espacio nocturno-, una interiorizacin del proceso en el que se cruzan las imgenes csmicas:Es la divina hora azul / en que cruza el meteoro, / como metfora de oro / un gran cerebro azul. Y ms adelante se configura un fantasmal mundo artificializado(Una encantada Stambul / surge de tu guardapelo)que prefigura bien la imagen adioses de terciopelo, refuerzo tctil que anuncia el amueblamiento espacial. La tercera estrofa se posesiona ya de la mxima concentracin subjetiva, a la vez que de una reduccin del espacio fsico, aunque se ampla considerablemente el psquico:mi cerebro es como un piano / donde un aire wagneriano / toca el loco del espln. A partir de ahora las imgenes van emergiendo de la ensoacin, son producto de un estado de onirismo o como dice el poetade mi nirvana opioso. Por ello abundan las que cobran vida personificndose: el mar como un anciano, el campo bosteza de hasto, el molino es una araa que rueda.Pero el poema es un itinerario a travs de la noche que es tambin una va mstica de la perfeccin y de la bsqueda potica. Por eso se ruega:

hada de la neurastenia,

trgica luz de mis sueos,

mercadera de beleos,

llvame al mundo que encanta:

soy el genio de Atalanta

que en sus delirios evoca.

Las estrofas juegan con la ambigedad y se cargan de contradicciones con un lxico significativamente religioso: Calvario, cruz, clavos y expresiones comotengo el alma hecha pedazos. Efectos musicales y de apaciguamiento del viento inciden en el mismo sentido, para terminar con un efecto unitivo(Ven... Declina tu cabeza).En resumen, itinerario ertico-potico; intento de conformacin de un espacio con elementos creados. Hay que hacer notar que en un momento dado dice el sujeto potico:Deja que rime unos sueos, frase en la que se puede ver la clave de su poesa; el poeta comprende ya que el poema es imagen, y que su raz proviene de las ensoaciones. Sobre este aspecto incide Edelweis Serra cuando resalta el carcter onrico de sus poemas, porque forman parte deuna realidad-sueo o superrealidad ms verdadera para el poeta que lo real40. Tal actitud revela cmo el poeta uruguayo se adelanta a su tiempo al comprender que la literatura es un mundo autnomo creado.En cambio en La vida persigui -segn propia confesin- realizar un trasunto filosfico de su vida espiritual41. Se trata de una nueva peregrinacin o itinerario hacia la belleza. Por las notas aclaratorias que coloca el autor sabemos que el corcel metafsico representa simblicamenteel Yo consciente del Poeta, su Numen soador y enfermo, su espritu paradojal y revolucionario(p. 169). Y en efecto el poema recuerda lejanamente en su esfuerzo a grandes poemas barrocos como el Primero Sueo de Sor Juana Ins de la Cruz42, pero el camino est marcado por lmites de coloracin modernista:confn rosicler,mar amatista, y presidido por la luz,cometa abstruso,gran arco iris,vido tragaluz(p. 169 ysigs.). Responde sin embargo a esa concepcin barroca la aparicin de Pentesilea de la que el mismo poeta aclara que es laAmazona emblemtica que atrae al Poeta[y]significa la Ilusin soada, el divino Ideal, la Forma Perfecta y Armoniosa de la Belleza en el arte y en el Pensamiento, la ansiada Felicidad terrenal que tanto se persigue(p. 171). Pentesilea representa ese esteticismo cargado de incgnitas que el modernismo entraa43, -de ah esos versos reveladores:A un costado del arzn / caa su augusta pierna / como una interrogacin / a la geometra Eterna!(p. 171)- y su figura introduce un sentido mstico-ertico de unin: la contradiccin inevitable de la atraccin(imn)y la huida(Ella me hua / y huyndome me atraa / como un fabuloso imnp. 172). El tono mstico se incrementa en las palabras y actitudes de la diosa(soy tuya / para siempre Julio amado; s que en extremo padeces), y en el estado en que permanece el sujeto potico:

Mirla y qued sin vista;

quise hablarle, estaba mudo;

perd mi espada y mi escudo;

y err dos veces la pista.

(p. 172)

A partir de ese intento de apresamiento comienza lo que llama el autor laPeregrinacin intelectual del poeta a travs de la filosofa, atravesandoel atesmo, la Desesperanza y el Caos, para internarse en lastcitas regiones del alma sola(pp. 174-175) y avanzar hacia la Metafsica; vendrn en su auxilio el pensamiento de Haeckel y los principios positivistas, luego la poesa hebraica y el arte pagano. En su camino las constelaciones del Dragn y el Cisne son intencionados smbolos de lo utilitario y de la poesa y el arte. A todo ello se unen las referencias a su propia enfermedad, a sucorazn de suicida / arrtmico y fraternal(p. 179)44.Este curioso poema recoge en s mismo tradiciones mltiples: parte del lenguaje y la simbologa barroca, usa elementos de trazo romntico, simbolismo y modernismo que se alan con una poderosa experiencia subjetiva.Sin embargo, ni uno ni otro poema debieron satisfacer al poeta que nuevamente vuelve sobre el tema en la Tertulia luntica, poema fruto de amplias correcciones como demostr Idea Vilario, quien acab con la leyenda de la gestacin del texto con procedimientos artificiales, el delirio o la morfina45. Porque el poema despert en su poca curiosidad por su rareza. Blanco Fombona escribi en su prefacio aLos peregrinos de piedra:Toda esaTertulia lunticapide la ducha helada y la camisa de fuerza [...]. No se discierne claro donde concluye la irona y empieza el delirar. Todo el poema es una vaga tiniebla de locura, zebrada (sic) de relmpagos de oro46.

Y Lauxar, aunque rechazaba el origen del poema en el simple abuso de la morfina, lo atribua alpueril deseo de parecer oscuro y exquisito47. Incluso Rafael Cansinos Assns hablaba de queel esfuerzo de la mente y de la intuicin exasperadas no podra prolongarse ya sin confinar con la demencia48. En cambio Emilio Oribe supo emitir un juicio ms acertado, y vio en l rasgos precursores de la poesa posterior, razn por la cual su obra podra renacer algn da como poeta delsubconsciente, por ejemplo, el precursor superrealista, ya que laTertulia Lunticay laTorre de las Esfinges, parecen revelar un inconsciente libre, catico y musical, que se manifiesta por creaciones no modificadas por el contralor de la razn y el juicio crtico49.Y en efecto hay en el texto una serie de aspectos que lo hacen avanzar sobre su tiempo para proyectarse sobre el ya prximo futuro vanguardista -Eduardo Espina ha llegado a decir que este poemapresenta la primera ruptura con la esttica modernista y la primera travesa verbal hacia los lmites del sinsentido y de la dificultadque caracterizaran a la poesa de vanguardia50-; pero es tambin indudable que dentro de su obsesin verbalizante y del avizoramiento de que la obra de arte debe construir sus propias reglas, el poema contina siendo el producto de un modernismo que dentro de sus posibilidades busca una nueva expresin.La Tertulia luntica se apoya en la imagen. El poema es, en s mismo una experiencia de ensoacin, pero es sobre todo una presentacin de la teora que defiende en su ensayo Psicologa literaria -notemos que coincide parte del ttulo de ambas obras- y la puesta en prctica de cuanto pensaba de la palabra:en el verso culto, las palabras tienen dos almas: una de armona y otra ideolgica. De su combinacin que ondula un ritmo doble, fluye un residuo emocional: vaho extrao del sonido, eco ltimo de la mente, cauda rareiforme y estela fosfrica, peri-sprit de la literatura equis del temperamento y del estado psquico, que cada cual resuelve a su modo y que muchos ni la perciben.

(p. 345)

Apoyado en esta teora Herrera piensa que el arte es lo artificial que se construye con la palabra en un incesante desgranamiento inconexo de la realidad real. El proceso de interiorizacin que se realiza en el poema, para el cual utiliza su experiencia con la droga, da nacimiento al ser mismo de lo potico:Lapona esfinge: en tus grises / pupilas de opio, evidencia / la catedral del silencio de mis neurastenias grises...(p. 32); as se va cimentando el poema sobre la supresin de la lgica, sobre el encadenamiento libre de las imgenes, pero el dominio de la situacin por parte del poeta es constante. Porque en este mundo creado en el que segn propia opininlo inverosmil llega a ser lo real(p. 350), importa mucho el basamento que establece la palabra, pero tambin el control que el autor realiza, y la sensibilidad del lector. Por eso aconseja:No os enojis contra lo oscuro de la poesa. Tratad de penetrar, sin enfadaros por el esfuerzo(p. 345) porqueen el imperio de la Quimera, ser visionario es ser real, es ver el fondo. Es que hay dos mundos: uno en masa y otro en espectro(p. 350). Todo ello parece escrito, sin duda, pensando en su propia poesa y ms concretamente en este-poema, pues la Tertulia luntica tiene algo de potica definitiva y sus versos aluden a veces a importantes procesos metapoticos:

Las cosas se hacen facsmiles

de mis alucinaciones

y son asociaciones

simblicas de facsmiles...

[...]

La realidad espectral

pasa a travs de la trgica

y turbia linterna mgica

de mi razn espectral...

(p. 31)

Esa realidad espectral deviene en arte a travs de esa conexin reconocida; la razn espectral analgicamente exacta. El poeta advierte que lo inverosmil en el arte es verdadero, y que en ese mundo creado los objetos son facsmiles, ya no de lo real, sino de lo alucinatorio y simblico. Por eso surgen aqu algunos rasgos que la vanguardia ampla y profundiza: la incoherencia, la supresin de la lgica, la atmsfera obsesiva, el humor a menudo negro o macabro, y en definitiva la ambigedad y la subversin de los valores establecidos. -Es cierto que algunos de los mejores poetas modernistas ya lo haban practicado, es el caso de Lugones51, pero es difcil advertir tan alto grado de consciencia-. Adems, desde el punto de vista de la configuracin del espacio el poeta se encuentra en absoluta libertad: las imgenes surgen en un mbito que se hace propio al expresar sus ntimas aficiones o sus ms satisfactorios entes demonacos.La Tertulia luntica52conserva una cierta ancdota perceptible en la sucesin que marcan los epgrafes latinos; se trata de un itinerario hasta el encuentro o unin, que es a la vez un proceso de autoconocimiento en busca de lo inexplicable -de lo que est oculto-, proceso en el que parece confluir la droga y lo potico. El ritmo de la dcima en la que los versos primero y cuarto repiten la misma palabra nos arrastra por un espacio que es el reino interior de los hallazgos verbales:

En tmulo de oro vago,

catalptico fakir,

se dio el tramonto a dormir

la uncin de una Nirvana vago...

(p. 27)

Los seres fantasmales van ocupando ese mundo en el que se cumplen las ms inslitas ambientaciones:el cielo abre un gesto verde;en hiptesis se pierde / el horizonte errabundo / y el campo meditabundo / de informe turbin se puebla(p. 27). Se trata de un laberinto opas psicofsicoen el que habita unciprs de terciopelooarde el bosque estupefacto / en un xtasis de luto(p. 28). El procedimiento personificador proporciona esa sensacin fantasmal y rompe los lmites de las cosas que adquieren inslitos rasgos o las ms extraas ambientaciones, es decir, una flexibilidad espacial y una adaptabilidad de los objetos. En un espacio as todo es creble, porque est artificialmente creado. Pero ese mbito contina siendo a la vez un recinto interior que constituye la misma va purgativa(En la abstraccin de un espejo / introspectivo me copio / y me reitero en m propio / como en un cncavo espejop. 34) en la que se aprecia la incertidumbre del final:lo subconsciente del mismo / Gran Todo me escalofra(p. 28). Penetramos as en el dominio de la personificacin que el poeta presenta como una Babilonia interior. En ese espacio nocturno van emergiendo edificios puntiagudos (ermita gtica, molino humanizado, torre dominada por el bho) en relacin con explanadas horizontales: ermita-bosque; molino-noche de opio; torre-noche de Buda. Todo produce un dinamismo interior y en el reino de la noche (Ad completorium) emerge la magia negra, las imgenes ms inverosmiles y dinmicas, y lo religioso, lo mtico y lo popular producen una avasalladora hiperrealidad:

Un brujo espanto de Pascua

de Marispalo asedia,

y una espectral Edad Media

danza epilepsias abstrusas,

como un horror de Medusas

de la Divina Comedia.

(p. 30)

En el mundo creado por el poeta uruguayo todo confluye de manera natural, la cultura (Edad Media,Divina Comedia, Schumann, o la mitologa) sirve para potenciar la imaginera e inventar sobre la misma invencin:

Hincha su giba la unciosa

cpula, y con sus protervos

maleficios de hicocervos

conjetura el santuario

el mito de un dromedario

carcomido por los cuervos.

(p. 31)

Como podemos observar, el eje decisorio del poema es la sucesin de imgenes, alimentada por una elaboracin intensa de la palabra, en la que siguiendo la pauta modernista, la sonoridad juega un papel fundamental. A ello se une la diestra utilizacin de las personificaciones que Herrera y Reissig trabaja hasta conseguir un expresionismo pictrico. En el poema IV las actitudes humanas tocan los lmites de la grotesca parodia en la percepcin de que el humor forma parte fundamental del arte, que todo es lectura, relectura o segunda lectura(adarga en ristre, el sonmbulo / molino metaforiza / un Don Quijote en la liza, / encabalgado y sonmbulop. 29). O bien en estos versos en los que las transformaciones buscan el intenso gozo imaginativo:

Con insomnios de neuralgia

bosteza el reloj: la una

sufre una blanca neuralgia...

ronca el pino su nostalgia

con latines de arcipreste;

y es el molino una agreste

liblula embalsamada,

en un alfiler picada

a la vitrina celeste.

(p. 34)

Uno de los aciertos del poema es el uso de la ambigedad -aunque todava dentro de un modernismo evidente-, que surge en l por esa autocomplacencia que siempre experiment en relacin con su dependencia con la morfina. Droga y poesa estn deliberadamente confundidas(T que has entrado en mi imperio / como feroz dentellada, / demonia tornasolada(p. 32); dependencia, placer, sufrimiento y muerte se atinan en ese humor macabro desafiante:Oh Monstrua! Mi ulceracin / en tu lirismo retoao bien:Oh musical y suicida / tarntula abracadabra(p. 35). El juego verbal llega aqu a su paroxismo:Ven, antropfaga y diestra, / Escorpiona y Clitemnestra(p. 37). Como se puede observar, Herrera hace chocar las palabras en intencionada disposicin sonora, y no pierde nunca el gusto por lo epitelial del sonido; ello lo ancla en el modernismo de procedencia rubendariana. Pero esa conciencia del gozo desafiante que la palabra puede producir lo lleva a desbordar lo imaginativo, y a comprender en el fondo que, como para la vanguardia que est a punto de asomar, la poesa es sobre todo imagen.Imgenes en el espacio, imgenes creadas en un espacio creado que no es posible atribuir slo a la experiencia de la droga. Hay aqu ya mucha similitud con lo que Mara Zambrano ha llamadoel sueo creador. Los efectos que la autora analiza pueden relacionarse tambin con la Tertulia luntica:El espacio se reduce. Puede ser slo eso. El espacio pierde su tercera dimensin y los objetos en l contenidos quedan despegados de l; flotando reducidos a imgenes, pierden su consistencia. El espacio no es ya el "lugar natural de los cuerpos", sino una simple pantalla, una inescrutable resistencia53.

Tambin aqu tienen lugar esos ensanchamientos del espacio y esos adelgazamientos de las cosas. Cada estrofa va construyendo el recinto y acotndolo a posteriori si ello fuera posible, dentro las cosas se dinamizan y toman facciones humanas que llegan a lo pardico: el reloj bosteza; el parque sufre neuralgia, el pino ronca en latn; el molino es una liblula disecada. La obsesin imaginaria concluye en la formacin de un mundo espectral, aparentemente desordenado, en el que el dinamismo es todo interior y no se rige por las leyes fsicas. De ese modo el poema surge, como Herrera quera, con una contextura objetiva y subjetiva a la vez.