El País Al Que Los Hombres Entregan

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El país al que los hombres entregan su más profunda lealtad no tiene hemisferio. Sus límites son carne humana. El pulso su tambor. El himno su sangre y los sueños sus únicas instituciones. El amor otorga la ciudadanía, no el nacimiento. Porque es perfecto: es el país del alma. recordar lo que tendría que ser evidente: la ley está al servicio de la justicia y no viceversa. la seguridad general no depende tanto de la acción policial, sino, más bien, de la confianza que uno tiene, o puede tener, en la justicia y en el derecho. Si el hombre se dejase guiar exclusivamente por este egoísmo inteligente que le hace entender que su prosperidad personal depende,

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El país al que los hombres entregan

su más profunda lealtad

no tiene hemisferio.

Sus límites son carne humana.

El pulso su tambor.

El himno su sangre

y los sueños

sus únicas instituciones.

El amor otorga la ciudadanía,

no el nacimiento.

Porque es perfecto:

es el país del alma.

recordar lo que tendría que ser evidente:

la ley está al servicio de la justicia

y no viceversa.

la seguridad general

no depende tanto de la acción policial,

sino, más bien,

de la confianza que uno tiene,

o puede tener,

en la justicia y en el derecho.

Si el hombre se dejase guiar exclusivamente por este egoísmo inteligente

que le hace entender que su prosperidad personal depende,

en fin de cuentas, de la paz colectiva ,

la situación de la humanidad no sería muy brillante, por cierto,

pero sí menos desastrosa de lo que es actualmente.

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De hecho, las catástrofes que hemos provocado

son tan enormes que tenemos que recurrir, para explicarlas,

a toda clase de maldiciones misteriosas,

desde el pecado original hasta el instinto de muerte freudiano.

El examen superficial de la historia

nos demuestra que los crímenes individuales

cometidos por motivos estrictamente egoístas

desempeñan un papel insignificante en la tragedia humana

en comparación con las matanzas colectivas

fomentadas por un acto de identificación con la tribu,

la nación, una iglesia o una ideología.

El promover por todos los medios,

la adhesión pasional de las masas

puede ser un excelente método

para el reclutamiento de los kamikaze,

Una pero los kamikaze, por el momento,

no nos hacen falta.

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