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    EL PALAFITO, LA CASA PRIMIGENIA

    (THE PALAFITTE, THE PRIMITIVE HOUSING)

    Andrs Garca,

    A r q u i t e c t o . P r o f e s o r d e l a F a c u l t a d d e A r q u i t e c t u r a - U n i v e r s i d a d d e l Z u l i a .

    M A R A C A I B O . V E N E Z U E L A

    Fecha de recepcin: 13-11-91

    100-42

    RESUMEN

    El trabajo se centra en el estudio de la vivienda de los indios

    paraujanos al norte del Lago de Maracaibo (Venezue la). Esta

    vivienda es de tipo palaftico, actualmen te amen azada con la

    desaparicin como vivienda, para ser un elemen to turstico,

    que los lleva a ser imgen es folklricas de un pintoresco

    subdesarrollo.

    Se propone al final del artculo un proyecto de preservacin,

    para evitar la marginalidad y posible desaparicin de estos

    palafitos.

    SUMMRY

    This study focu ses on the tiousing of the Paraujano Indians,

    north of the Maracaibo lake (Venezue la). This housing is of

    palafitte style and is being threa tened to convert into a

    tourist element, a folkloric image of underdeve lopmen t. At

    the end of the article, a project for preservation of palafittes

    is proposed to prevent their possible disappearen ce.

    T o d o t i e n e e s e e s p a c i o

    y e l s i t io promet ido

    m e n o s e l h o m b r e

    q u e e s a q u i e n p r o m e t e n

    *FGUER0A BRETT, Hugo. Genital. (Poema 1). Maracaibo. E ditorial Genital, Ve

    nezuela. 1973.

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    Informes de la Construccin, Vol. 43 n. 413, mayo/junio, 1991

    1. LA CASA. EL HABITAT PRIVADO

    La Ciudad segnsentenciadelos Filsofos es com o

    una casa grande, y viceversa, la casa es una peque a

    ciudad,j:{\)

    La ciudad simb lica como centro del mundo (de Jung)

    Hablar de la casa, es penetrar

    en

    los predios de lainti

    midad, en el escenario domstico, en ese mundo par

    ticular, donde desaparece el annimo andar para as

    asumir

    en

    el refugio la bsqueda siempre dialc tica del

    sendero deseado.

    Es el claustro cotidiano donde se radicaliza el modo

    de vida, el gusto, el uso, el deseo, la memoria; all se

    representan en mil formas... tanto nuestras posibilida

    des como nuestras ambiciones; all es factible pene

    trar

    en

    las recnditas matrices de la individua lidad, all

    el sincretismo hombre-familia.

    La casa es el lugar primigenio, donde el hombre se

    identifica con el lenguaje del espacio que lo co bija. Un

    lenguaje que debe entenderse no como el simple me

    dio que delimita

    su

    ambiente, sino como una totalidad

    que lo representa. Por ende no es s lo forma , sinotam

    bin contenido; no es slo fenmeno, sino tambin

    esencia; no es slo significante, sino tambin s ignifi

    cado.

    Es un lenguaje que internalizado pretende tras

    cender la propia peculiaridad mo rfolgica para proyec

    tarse como paradigma en otros m edios, y as compe

    tir o diluirse con otras propuestas.

    La casa es un lenguaje concreto de l ser que desea

    edi

    ficar su impronta perenne. Es el hombre construyen

    do su historia.

    Varias dimensiones acotan las formas de la casa. Por

    un lado las delimitaciones de su estructura construc

    tiva,

    sus recintos, sus ob jetos; por el otro, los parme

    tros de la rutinaria reflexin que analiza las constan

    tes incom patibilidades entre apetencias y circunstan

    cias, entre posibilidades y restricciones. All las pre

    guntas sobre el existir, all las respuestas del ser en

    su cotidianidad.

    La casa es el punto donde fugan nuestras perspecti

    vas. Es hoy que avisera

    el

    maana. Es universo y essin

    gularidad, es centro y es pe riferia. Es el aposento en

    que conviven co ncienc ia y a lienacin... all el ser que

    pretende el devenir o la soledad de aquel que perdi

    el futuro.

    La casa...

    no es slo un objeto de uso o una edilicia

    parael consumo, sinounabirrelacin dinm ica de

    es

    pacio yhombre a travsdel tiemp o. De finirlacomouna

    materia

    obrada

    producto del

    hombre

    y

    para

    el hombre,

    sera

    slo describirla superficialidad

    de

    su estructura

    sincrnica, descuidando su p roceso y gnesis

    inclui

    dos en el diacronismo esencial de su trama.

    Eldilogo del hombre consucaparazn material esdia

    rio,

    se produce a cada intanteyconcienteo inconscien

    tementeno s afectaentodo mom ento.Por esola

    arqui

    tectura como materialidadenvolventeno es una pre

    sencia fortuita, sino

    que siempre invade nuestrasvidas,

    de all

    que

    la asociacin d e

    espacio,

    ma teria, homb re,

    tiempo, sea una totalidad indisoluble .(2)

    Si bien para algunos filso fos o legos, la casa es el lu

    gar destinado a mo rar ; considero que ello restringe

    el sentido de la casa. Pues mo rar etimolgicame nte

    denota detenerse, quedarse o permanecer, y la casa no

    es s lo gua rida, sino en esp ecial vida, existencia; es

    el lugar donde el ser se mueve y adquiere su primaria

    conc iencia d ialctica, que deslindada de todo idealis

    mo,

    procura

    el

    ambiente por

    el

    que cotidianam ente lu

    cha.

    La casa no es slo un con struir para residir, per

    manecer

    o

    morar, sino un anfitrin constante de un sin

    fin de proyectos que no gustan de l detenerse, quedar

    se o permanecer.

    La casa es la expresin concreta del ser en situacin .

    Situacin que implica represiones, a la vez que expl

    cita el afn superador, es la gnesis de esa lucha por

    aquella utopa que est al alcance de la mano.

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    Informes de la C ons trucc i n, Vol. 43 n 413, mayo/ junio, 1991

    Por lo expuesto, tampoco es posible co ncebir a la ca

    sa slo como un cmulo de recuerdos o el lugardelos

    sueos... el espacio on rico; sino en especial com o el

    topos donde se afirma el ser y como tal en donde na

    ce la propuesta de superacin del propio espa cio que

    habita.

    Porque la casa si bien puede albergaramorfeo,

    es tambin el m orf os del confort. No adm itir esta

    conjuncin puede sin dudas llevarnosaterrenos de una

    concepcin sublimante que nos precipite a la falacia

    de sobrevaluar lo pintoresco, lo anecdtico, lo vern

    culo o la simple imagen folklrica; en desmedro de en

    contrar el camino hacia una potica de lo concreto.

    Anton io Fernndez

    Alba,

    nos alerta de la Deformacin

    de losenfoqueshistricosentorno de la denom inada

    arquitectura

    popular ,

    al exponer lo siguiente:

    Sobre eltematan gen rico como impreciso de la de

    nominada arquitectura

    popular,

    se ha vertido uncmulo

    ta lde adjetivaciones que hoysu estudio se en cuentra,

    almenosd esde laperspectiva arquitectnica, desvin

    culadodesu sraces ms

    genuinas.

    Hasido campo de

    especulacin para un romanticismo formal de m arca

    do talante e steticistaque vea enestos espacios unas

    formas idneas

    para

    contrarrestar el modelo raciona

    lista,que se presentaba desvinculadode todarazhis

    trica. Fue en tiempos no m uy lejanos una tentacin

    para

    muchos

    arquitectos,

    un cdigo lleno de

    alegoras

    fotognicas, que dada su granriquezaplsticasupli

    ra la capa cidad compositiva que dej como herencia

    ell\/lovimiento

    Moderno.Tampoco

    estuvieron exentos

    estos productos populares de la indagacin y poste

    riorreduccina un marco terico, en el cual poderes

    pecular solucionesparau n habitat

    universal,

    desde el

    lema bien acuado: la arquitectura sin arquitectos ,

    hasta los modelos deC.Alexander existeunavastal i

    teratura entorno deuna realidad espacialmuy concre

    ta .Significados sociales, significados culturales,sig

    nificado de lamaterialidad, cambio en el significado

    del medio,hansidoapartados que desdedistintos

    pla

    nos de rigor me todolgico incidieron sobre estos ob

    jetos arquitectnicos pe rdidos en la memoria de los

    mrgenes,adulteradosen sus contenidos m s prima

    rios, explotados dentro de la industria cultural de la

    imagen,

    supervalorados

    po r

    una

    actitud

    no stlgica,

    tan

    caracterstica com o sospechosa dentro de lasensibi

    lidadmodernayque haproducido una expoliacin de

    sus valores culturales, y una usurpacin de su

    sabidura.

    Laarquitectura de los arquitectos se utiliza com o

    m o

    delo privativo deuna determinadaclase, la arquitectu

    ra popular com o un subprodu cto que la imaginacin

    de l

    pueblo,

    lleno de

    recursos

    y artificios e leme ntales,

    agudiza ante la necesidad y dentro de la penuria de

    unos m edios materiales cuyo resultado final e s la for-

    malizacin d el

    estereotipo.

    Modelo

    versus

    Estereotipo

    ha sido y sigue siendo e l modo decep cionante con el

    que se enfrentan muchos de los enfoque s histricos

    que se hanrealizado o se inician en la actualidad en

    torno de unosespaciosconcebidosdesde unas bases

    naturales de subsistencia que se

    presentan

    como ho

    mogneas.Serpreciso,aunquesea desde estas pla

    taformas reducidasycasuales, indicarla necesidad de

    acabar conlosequvocosde lo popularal menosdes

    de los presupuestos tericos del

    ensayoarquitectni

    co ,para indagar une ntendimiento, algo diferente a los

    enunciados retricos que enlaactualidad persisten .(3)

    Como es fcil inferir de lo antedicho, es difcil el pe

    netrar en una arquitectura de tradicin popular, en un

    producto de una especfica situacin histrica quesim

    boliza el espacio p rimigenio dellugar Difc il, pues re

    quiere una profunda valoracin de lo legado, para as

    luego penetrar

    en

    la posibilidad de dirimir entre aque

    llo que es loable que perdure, de aque llo que es nece

    sariomutar

    Hoy es dable sealar que las Historias de la Arquitec

    tura,en mucho olvidaron de la

    casa,

    quizs porque pro

    digaron su a tencin al monumento, a la edilicia de las

    instituciones, a los recintos delpoder;descuidando as

    la vital clula ciudadana: el gran espa cio de la cotidia

    nidad.Por ende al marginarse de las historias los su

    cesos de la marginalidad, es sumamente d ifcil pene

    trar con cierta ob jetividad cientfica en la vida pasada

    de nuestros ancestros.

    Hoy, como es notorio, el objetivo es superar el olvido.

    Penetrarenlos recintos de la individualidad. Recordar

    el habitat de primitivos artfices. Recorrer sin prejuicios

    las remotas imgenes del hacer de antao y renovar

    aquella declaracin de derechos, como lo son el vivir

    en un ambiente sano y poseer un espacio digno.

    La arquitecturacontemporneae s la arquitectura d e

    la vivienda: en este hecho fundam ental reside la dife

    rencia sustancialconla arquitectura detodaslas po

    cas que la preceden..:\A)

    Urbanizacin Gral. R. Urdaneta, M aracaibo, Arq. C.R. V illanueva.

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    2. EL HOGAR

    La Cabane Rustique .

    Grabado de Ch. Eisen, aparecido en ESSAI SUR LARCHITECTURE

    obra de Marc-Antoine Laugien 1753.

    'Vicese que los

    hombres,

    que al principio habitaban

    en

    montes

    y

    cabernas

    comofieras,s e juntaron

    para

    fa

    bricar

    casas

    y

    formar

    Poblaciones;y

    que

    esto sucedi

    co nmotivo de un incendio causadopo rel viento enuna

    selva,

    cuya novedad

    y

    efectos

    p rodigiosos

    acuda

    to

    da la gente: y asi habindose encontrado juntos mu

    chos

    hombres

    en un mismo

    lugar,ayudndose

    unos a

    otros,hallaron medio de guarecersemejorque baxolos

    arboles lascabernas.

    De

    aqui

    nace

    pretender

    sea

    la

    Arquitectura el principio y origen de las

    dems

    Artes:

    pues

    advirtiendo

    los

    hombres

    lo bien que les habla sa

    lido lade hacer

    Casas,

    cuya invencin debieron la ne

    cesidad,

    formaron

    el

    designio,

    y

    se animaron

    buscar

    otras y aplicarse ellas.

    Al

    modo que

    los

    arboles

    y lospeascos,co n

    que

    la

    na

    turaleza da

    por s

    misma

    abrigo a losanimales,sirvie

    ron denorma para edificarlas primeras Habitaciones,

    qu e

    eran

    slo de

    cspedes

    y troncos quitadas las ra

    mas;

    as tambin estas

    mismas

    Habitaciones

    sirvieron

    de ejemplopara llegaraobras ms perfectas; porque

    pasando de la imitacin de lo natural a la de lo

    artifi

    cial,

    inventaron

    todos los ornatos de los

    ms

    primoro

    sos Edificios...'\5)

    Hablar del hog ar es recordar

    el

    primigenio lugar del

    fuego, el locus foci ,el topos de la llama que anima

    al sedentario, la luz que despeja las dudas de laoscu

    ridad,el amparo trmico, la coccin de alimentos, el

    solar recndito donde despierta la cultura.

    En la segunda m itad del siglo XVII,Juan de Caramuel

    (1606-1682), el primer tra tadistaenhacer referenciaaho

    gares prim itivos en Am rica, ilustra con estos antiguos

    recintos el surgir de la arquitectura. As Caramuel al

    hablar: De las casas Antiguas , expresa lo siguiente

    en relacin a su dcima lmina del tratado:

    ''Representa diferenteshabitaciones,que tenanlos In

    dios en Am rica, cuando vinieron alia los Espaoles.

    HayhoyenEuropa, enaldeasylugares

    pobres,

    tugu

    rios

    y

    habitaciones

    semejantes:y

    parece,

    que

    todas

    en

    Espaa havran

    sido asi

    en

    los siglos a ntiguos, porque

    las, que el Latino llamaDomos, l lama el Espaol Ca-

    sas':(6)

    Lminas X, XI y XII del Tratado de Juan C aramuel de L. (6)

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    Como es de suponer por los ejemplos que ilustranel

    tratado de Caramuel, l slo tiene noticias de algunas

    construcciones enlasprimeras islas colonizadasen

    el Caribe, y desconoce la obra de las grandes cultura s

    del continente.

    enelagua, armados sobre puntales de palmas muy

    fuertes':(7)

    En 1569, Alonso de Pacheco establece

    el

    germen

    de

    la actual M aracaibo, cuya estructura recin se conso

    lidan para 1574, cuando Pedro Maldonado larefunda

    bajoelnombre de Nueva Zamora.

    3. LA REGIN ZULIANA

    Catedral de laluz,de agua, de viento.,., en estas pa

    labras del poeta Ignacio de la Cruz, quizs la ms ajus

    tada descripcin del mbito zuliano. Una intensaluz

    paraelcriso l de razas, un agua abundante para bende

    cir su prdiga naturaleza y un fuerte viento para llevar

    al olvido las injusticias de que fue y sigue siendo ob

    jeto...

    Y podramos extender aquella de finicin de Ma

    racaibo, para as decir... Zulla: 'la tierra del sol am ada .

    La regin se extiende desde las serranas de Perij has

    ta unas millas ms all dela ribera oriental del Lago

    de M aracaibo, y del mar Caribe al pedemonte de las an

    dinas sierras de Mrida. El Lago es sin duda suepicen

    tro, con una extensin superioralos 14.000 km^. Su

    forma que sem eja una gota, posee un eje de sime tra

    norte-sur de unos 155 km de longitud . Su ancho este-

    oeste es variable, conunmximo de 100 km que de

    crece hasta unos 10 km en las puertas de un canal na

    tural que lovincula conelGolfo de Venezuela.

    Su clima es constantemente clido con una media de

    30,

    su lmite sur se caracteriza por una frondosidad

    tropical que va desvanecindose hacia el norte.

    La gesta independentista se inicia en 1811 yculmina

    con la Batalla del Lago de Maracaibo el 24 de julio de

    1823.

    Bolvar, el Gran Libertador , presidente para 1819

    de la Gran Colom bia y precursor de la unidad latino

    americana; vera supostre en183 esfumar sus anhe

    los,al producirse mezquinos enfrentamientos entre sus

    sucesores,loque significar el loteo de su digna he

    rencia.

    La etapa 1830a1935 enlahistoria venezolana esun

    siglo de guerras internas y un largo espectro de caudi

    llos enelpoder, que adquiere mxima expresin con

    la figura patriarcal de Juan Vicente Gmez. Luego de

    su muerte y a partir de la llamada generacin del 28

    se ir gestando en elpas una p blica conc iencia de

    mocrtica, la que se consolida plenamente desde los

    comicios de 1958.

    Desde la colonia la regin ha padecido una constante

    marginalidad respecto a los centros de poder, a pesar

    de sus importantes recursos; como los tradicionales

    de pesca, maderayfrutas, que luego incrementados

    por una prspera actividad pecuaria y riqusimosyaci

    mientos petroleros y carbonferos, hoy la convierten en

    la zona

    de

    mayor produccin y potencial econmico del

    pas.

    La historia nos cuenta

    que:

    Alonso de Ojeda, acompa

    ante de Coln en su segundo viaje, organiza a fines

    del siglo XV su propia expedicin con la colaboracin

    de Juan de la CosayAmrico Vespucio. As recorre las

    costas que van desde el Delta Amacuro a la Pennsula

    Gua jira, pene trando un 24 de agosto de 1499 en aguas

    del Coquivacoa, voz que identificabaelhoy Lago de Ma

    racaibo. All el primer con tacto de la conqu ista con un

    hab itat lacustre que trae a la memoria de los navegan

    tes las imgenes del Vneto, recuerdo que trasciende

    al bautizarse el lugar con el nombre quizs peyorativo

    de... Venezuela .

    En 1528 Carlos V cede alos W elser de Augsburgola

    empresa co nquistadora de la Provincia de Venezuela.

    Ambrosius de Alfinger oficia de adelantado e incursio-

    na varias veces enelLago. Crnicas delapoca na

    rran que para1531una de estas expe diciones descu

    bre tres asentamientos de

    la

    tribu Onoto.

    ' 'Hay un golpe d e sal

    y viento desflecado en brisa que retoza.

    La casa es la piragua en su aparejo

    y es un color surgido desde elfruto,

    un encontrar el hombre su mdulo por dentro *

    ..estabandespoblados,porque sus habitantesal apro

    ximarselosespaoleslo sdejaronsolos.Ms a la vuelta

    del gobernador

    Dalfinger,

    los indiosledirigieron fle

    chas de que no recibieron dao. Estos pueblos estn

    *DE LA CRUZ, Ignacio. Vietas de Maracaibo. Maracaibo. Editorial delLago. Ve

    nezuela, 1979.

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    4. LOS ASENTAMIENTOS PALAFTICOS

    l f f i

    En el Zulia, a diferencia de otras latitudes , los prime

    ros habitculos se vinculan al agua. Respuesta acer

    tada al sol inclemente y a la necesidad de proteccin

    nocturna ante el acoso de animales... fieras, alimaas

    o simplem ente la plaga de mo squitos. All el hombre

    se aisl y levant sus zancos sobre el surco de los ca

    os,

    ros o lagunas, para recibir la atemperada brisa que

    surca por sus cauces. All los palafitos, que comoman

    gles erigieron sus races de areas pretensiones. All

    los pobladores del agua, que al igual que los de tierra ,

    han elegido su elemento como el seno de sus mitos.

    A pa rtir quizs del mangle, un arbusto lacustre com n

    en el ecosistema zuliano, el nativo produjo por analo

    gasuhabitat, para luego evolucionar hacia formas ms

    complejas.

    Los asentamientos palafticos que pueblan las riberas

    del Lago de Maracaibo y de sus afluentes, es una ar

    quitectura que surge de sus aguas, cuya singularidad

    no slo reside en su em plazamiento o en la coheren

    cia de su diseo con el clima , sino tambin por el he

    cho de haber perdurado como modelo desde antes de

    la conquista espaola hasta nuestros das.

    En la actualidad estas poblaciones se ven urgidas de

    una accin preservacionista en pro de superar el de

    samparo total que padecen..., escuelas sin maestros,

    dispensarios sin m dicos, iglesias sin curas..., una mar-

    ginalidad que los agobia. Por otra parte tamb in es ne

    cesario denunciar y frenar una triste poltica mal lla

    mada turstica, que los condena a ser imgenes

    fol

    klricas de un pintoresco subdesarrollo; producindose

    as un proceso acelerado de autod estrucc in, a causa

    del trastocamiento de sus valores ms profundos.

    En la actualidad el paradigma del habitat palaf tico no

    slo ha evolucionado, sino que tambin ha extendido

    sus dom inios a diferentes puntos de la geografa del

    litoral lacustre de la regin.

    ... Desuertequeparaujano, como corrupcinde

    para-

    ruan, significarla en estos dialectos indios o gentes

    de la orilla de l mar

    opescadores,

    com o efectivamente

    lo son los

    Paraujanos .

    ' los principales poblado s de losParaujanosson las

    tres aldeas lacustres construidas dentro de la laguna

    de Sinamaica, l lamadas Boca del Cao, El

    Barro

    y

    Si-

    namaica ... La ms importante de las aldeas de la la

    guna es El

    Barro

    q ue tiene cuatrocientos h abitantes y

    sesentachozassituada en la boca del ro Socuy o Li

    mn. El censo de

    1891

    arroja

    para

    El Barro

    71 casas

    y

    463hab itantes yparala Boca delCao 60 casasy427

    habitantesypara Sinamaica 300 habitantes en unas 50

    casasaproximadamente .(8)

    h-

    LftGNCTflS ;

    9fkh l I D R l

    OLO&l

    CO H&O M IR DO I

    EL MUERT

    I BOYERA'

    P UNT CO NCHA'

    E L COQ.UITO

    \d f t N TIMOTEO

    CCUT

    TOMOPORO DE AGUA

    Los palafitos correspondientes al tipo A estaban ubicado s en la

    desemb ocadura del Ro Limn (Sinamaica).

    Los palafitos correspondientes al tipo B que an perdura, se lo

    calizan en la misma zona que los del tipo A.

    Los palafitos correspondientes al tipo C se hayan presentes en

    todos los asentamientos que hoy perviven, los cuales se sealan e n

    el mapa anexo.

    Consejo Superior de Investigaciones Cient ficas

    Licencia Creative Commons 3.0 Espaa (by-nc)

    http://informesdelaconstruccion.revistas.csic.es

    http://dftn/http://dftn/
  • 7/25/2019 el palafito- la casa primigenia.pdf

    7/11

    61

    Informes de la C onstru ccin, Vol. 43 n. 413, mayo/junio, 1991

    Tipologas de palafitos

    EJE DE SINCRONA

    Villa Capra (1552-)

    El Escorial (1559-84)

    Ermita de Santa Ana (1607-)*

    Conv. de S. Francisco (1618-)*

    Palais de Versailles (1661-1756)

    Chiswick House (1725-)

    Monticello (1770-78)

    1700

    Alford House (1872)

    \ 1900

    La Casa Mil (1905-10)

    Robie House (1908-09)

    Ville Savoye (1928-31)

    Colonias Petroleras*

    Fallin g Water (1936-37)

    Unid.

    Hab. R. Urdaneta (1943)*

    Unidad Hab. Marsella (1948)

    Famsworth House (1950)

    Casa en Caraballeda (1958)

    *(Maracaibo)

    1990

    TIPO

    A.-TECTNICO PRIMITIVO

    B.- HABITAT CONSOLIDADO

    C- HABITAT AGRUPADOS

    ASENTAMIENTOS SEMI-URBANOS

    ASPECTOS MORFOFUNCIONALES

    Un prisma triangular acostado, apoyado sobre horcones-pilotes.

    La techumbre con armaduras de varas recubiertas con palmas

    o eneas vinculadas por lianas o cuerdas vegetales.

    El piso son varas amarradas al maderamen que v incula los hor

    cones.

    La separacin del piso con el agua es de aproximadamente

    1.50 m.

    El espacio es slo para dormir y su altura s lo permite el movi

    miento de un hombre agazapado.

    La funcin esencial es la de proteccin.

    Un prisma pentagonal acostado. Los horcones son pasantes

    hasta

    el

    techo, con

    una

    estructura horizontal intermedia que sos

    tiene el piso.

    Techos y vanos laterales con varas donde se entretejen palmas

    o eneas.

    El espacio es ms alto y amplio lo cual permite otros usos, de

    all una mayor permanencia en l.

    Con el tiempo surgen en esta tipologa al aparecer techos con

    cuatro aguas.Entodo s los casos ste se independizadelas su

    perficies verticales y se articula con transversales que actan

    como vigas de borde.

    El habitat llegaatener hasta tres volmenes perfectamente di-

    ferenciables a pesar de su proximidad.

    Disminuye la distancia piso-agua y se consideran los vientos

    dominantes para su o rientacin.

    Coloracin propia de los materiales, resaltando el valor de las

    texturas.

    Las unidades habitables cuentan por lo general con ms de un

    volumen y se ubican cercanas a la ribera. En ocasiones se vin

    culan las casas con pasarelas y se producen pequeos muelles

    de atraque. Surgen galeras como espacios de tran sicin entre

    exterior-interior. Ventanas y puertas aparecen claramente

    defi

    nidas.

    Se incorporan nuevos ma teriales y tecn ologas: maderas trata

    das, perfiles metlicos, planchas de aglomerados y pilotes de

    concreto. Se cambian por materiales compactos los vanos de

    eneas que permitan por sus instersticios penetrar la brisa

    y

    suc

    cionarelaire caliente, lo cual genera una situacin trmica des

    favorable. Aunque este cambio p ermitir

    el

    uso de pinturas que

    a partir del cdigo cromtico de Maracaibo, dar particular co

    lorido a alguno de estos conjuntos.

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    Informes de la Construccin, Vol. 43 n. 413, mayo/junio, 1991

    Descripcin g rfica de un palafito ubicado en la Laguna de Sinamaica

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