El Paleolítico es la “edad de la piedra antigua”, abarca desde el origen de la humanidad hasta hace aproximadamente 10 000 años a.d.e. Los creadores de la cultura paleolítica habitaron originalmente en el sureste africano.

Aldene (Francia) se han conservado petrificadas las huellas de una gente que vivió en el Paleolítico

Durante el Paleolítico, que corrió paralelo al Pleistoceno, época del período Cuaternario de la era Cenozoica, ocurrieron dos hechos trascendentales: la aparición y la evolución de la especie humana, en África sudoriental, y las glaciaciones.

Estas últimas produjeron el desplazamiento de los hielos polares hacia las zonas templadas, como posible resultado del balanceo terrestre.

Durante la cuarta y última glaciación, el ser humano emigro de África hacia el continente asiático, del cual pasó a Europa y a América.

Hace más de un millón de años el ser humano ya deambulaba por la Tierra, y su debilidad física frente a muchas de las otras especies con las cuales compartía el planeta era compensada por su capacidad de crear, de razonar y de convivir con los de su especie, para vencer los obstáculos que se le presentaban en su entorno.

El gregarismo natural del ser humano llevó a estos hombres a conformarse en pequeños clanes u hordas nómadas, que a menudo seguían a los animales de cuya carne se alimentaban.

A ese ir y venir permanente de los conglomerados humanos se le llamó nomadismo.

Vivían ocasionalmente en cuevas para protegerse del frío; obligados por el clima iniciaron la confección de vestimenta rudimentaria, que hacían con pieles de animales (caballos, osos, bisontes, renos, elefantes).

Como los hombres prehistóricos no sabían sembrar ni tenían animales domésticos para obtener su alimento, requerían de la caza y de la recolección de frutos y vegetales que les proveía el ambiente, por ello se les ha llamado cazadores-recolectores.

Los primitivos habitantes practicaban la caza en grupo. Los cazadores dirigian la presa hacia cuevas, que funcionaban como trampas naturales. Cuando el animal se precipitaba al fondo, era rematado con piedras.

Su perplejidad ante los fenómenos de la naturaleza (tormentas, sismos, erupciones volcánicas, etc.), así como la observación del Sol, la Luna y las estrellas condujeron al establecimiento de dioses (tótem), deidades que eran representadas con figuras de animales y objetos.

Las cuevas más famosas son las de Lascaux y Chauvet en Francia.

Vaca, Cueva de Lascaux, Paleolítico Superior

Las pinturas rupestres que estos antepasados del hombre dejaron plasmadas en el interior de las cuevas, reflejan aspectos de su vida diaria, se elaboraban con grasa animal y colores minerales (rojo, amarillo, negro), que se aplicaban a la roca por medio de raspadores o huesos afilados.

Para facilitar el estudio del Paleolítico, los investigadores suelen dividir este gran período en tres etapas:

1.- Paleolítico Inferior: El hombre habitaba en cuevas, fue el primero en crear útiles de piedra y utilizarlos en la caza de grandes animales. Vivió en sociedad realizando trabajos colectivos. Utilizó el fuego y más tarde logró reproducirlo a voluntad. Su existencia fue difícil debido al escaso desarrollo cultural.

2.- Paleolítico Medio: En esta etapa aparece el hombre de Neandertal, los instrumentos de piedra muestran ya una mayor elaboración. África es la región más habitada. Aparecen rituales de enterramiento que consisten en pintar cadáveres y proteger los cuerpos con piedras. Es probable que en este periodo el ser humano haya iniciado la religión animista.

3.- Paleolítico Superior: Durante esta etapa los grupos humanos perfeccionaron las técnicas para producir instrumentos como la rueda, el arco y la flecha; se dedicaron a la caza de diversos animales; aprendieron a utilizar el fuego y desarrollaron un lenguaje.

El culto a los muertos se torna más complejo: se efectúan enterramientos colectivos, surge la figura del sacerdote y el arte se desarrolla notablemente (escultura, danza y pintura).