El Patrimonio Cultural de México

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  • AlteridadesISSN: [email protected] Autnoma Metropolitana UnidadIztapalapaMxico

    Prez Ruiz, Maya LorenaResea de "El patrimonio cultural de Mxico" de Enrique Florescano (comp.)

    Alteridades, vol. 8, nm. 16, julio-diciembre, 1998, pp. 183-186Universidad Autnoma Metropolitana Unidad Iztapalapa

    Distrito Federal, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74781619

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  • El patrimonio cultural de Mxico*

    MAYA LORENA PREZ-RUIZ**

    * Compilado por Enrique Florescano, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Fondo de CulturaEconmica, Mxico, 1993.

    ** Direccin de Etnologa y Antropologa Social del Instituto Nacional de Antropologa e Historia.

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    Esta obra, como lo seala el propioFlorescano, presenta a diversos au-tores que tratan el tema del patri-monio cultural en Mxico: la forma-cin del concepto, los diferentessignificados y usos sociales que sele han dado, y las acciones que losgobiernos e instituciones de cultu-ra han realizado y que en conjuntoconfiguran una poltica culturalpara el patrimonio.

    La intencin del compilador debrindar una visin panormicasobre el tema lo conduce a reuniren este libro ejemplos significativosde las principales tendencias quediscuten el asunto del patrimoniocultural. Si bien el libro no hace ex-plcitas tales tendencias ni ordenalos trabajos de acuerdo con ellas,el anlisis del conjunto permiteadvertir por lo menos tres grandesenfoques en los que pueden agru-parse los artculos y autores inclui-dos en el libro.

    El patrimonio culturalcomo construccin social

    Los autores que as definen alpatrimonio cultural cuestionan, a

    veces de manera implcita a vecesexplcita, las concepciones de pa-trimonio cultural generadas desdeel Estado nacional, segn las cua-les el patrimonio cultural es comna todos los miembros de una na-cin, y por tanto expresin de suidentidad, su cultura, su historia yla solidaridad social que los unecomo pueblo. Dicha concepcin,apuntan sus crticos, oculta las di-ferencias sociales y culturales dela sociedad, omite el conflicto y es-conde los mecanismos institu-cionales a travs de los cuales lasclases hegemnicas seleccionan losbienes culturales que han de formarparte del patrimonio cultural deuna nacin y construyen los dis-cursos polticos de unidad y homo-geneidad cultural.

    A diferencia del discurso estatal,para ellos no existen bienes cultu-rales que a priori contengan unvalor patrimonial, sino que ese valores agregado slo a ciertos bienes,en contextos polticos, instituciona-les e ideolgicos determinados. Elpatrimonio cultural, en consecuen-cia, es una construccin social.

    Comparten este enfoque los tra-bajos de Enrique Florescano, Nstor

    Garca Canclini, Enrique Nalda,Sonia Lombardo de Ruiz y Augus-to Urteaga.

    Florescano, en su artculo Elpatrimonio cultural y la polticacultural, seala cuatro variables,que no son estticas, para com-prender las concepciones y las po-lticas relacionadas con el patri-monio:

    a) La manera en que cada po-ca rescata y selecciona losbienes que identifica comosu patrimonio.

    b) Los grupos sociales dominan-tes que realizan la seleccinbajo criterios restrictivos y ex-clusivos, tomando en cuentaque en el caso de las nacioneses el Estado el que seleccionalos bienes de acuerdo con suproyecto histrico.

    c) La oposicin entre patrimo-nio cultural universal y pa-trimonio cultural nacional;proceso necesario en el sur-gimiento tanto de los estadosnacionales, como de su pro-yecto histrico, el nacimientode su identidad y la consoli-dacin de patrimonio propio.

    d) El patrimonio cultural comoresultado del choque y la in-teraccin entre distintos inte-reses sociales y polticos queconforman la nacin. Es decir,una visin del uso del patri-monio cultural en funcin delas diferencias sociales queconcurren en la sociedad na-cional.

    Florescano, adems de identi-ficar las novedades sociales y po-lticas que han propiciado nuevaspropuestas culturales en Mxico,propone cambios en las prcticas y

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    en las polticas de la cultura, querespondan a las nuevas demandassociales de participacin democr-tica y permitan conciliar los inte-reses generales de la conservacindel patrimonio cultural con lasnuevas formas de uso, administra-cin y manejo del patrimonio local,regional y grupal que se demandan.Por ltimo, identifica como retosde los hombres dedicados a la cul-tura: conseguir una inteligenciaabierta, el anlisis riguroso, laduda, la tolerancia, la discusin yel dilogo. Con este enfoque elabo-ra su segundo artculo titulado Lacreacin del Museo Nacional deAntropologa y sus fines cientfi-cos, educativos y polticos.

    Por su parte, Garca Canclini ensu artculo Los usos sociales delpatrimonio cultural revisa la nocinde patrimonio cultural desde lateora de la reproduccin culturaly encuentra que los bienes reuni-dos por cada sociedad en la historiarealmente no pertenecen a todos,aunque formalmente se asegure queson y estn disponibles para todos.Ese hecho se origina en la desigualparticipacin de los grupos socia-les en la formacin del patrimoniocultural, y en el lugar subordinadoque tienen los capitales simblicosde los grupos subordinados dentrode las instituciones y los disposi-tivos hegemnicos. Invita a estu-diar el patrimonio cultural comoespacio, no slo de unidad, sino delucha material y simblica entreclases, etnias y grupos sociales. Paraello propone el concepto de capitalcultural y el anlisis de tres tipos deagentes que participan en la dispu-ta econmica, poltica y simblicapor el patrimonio: el sector privado,el Estado y los movimientos socia-les. Identifica, adems, cuatro pa-radigmas poltico-culturales desdelos cuales se orienta la preservacinde bienes culturales: el tradiciona-lista sustancialista, el mercantilista,el conservacionista y monumenta-

    lista y el participacionista. Ante lairrupcin de los medios masivosde comunicacin en la produccin,circulacin y consumo de la cultu-ra, Garca Canclini propone buscarnuevos instrumentos conceptualesy metodolgicos, para analizar lasinteracciones entre lo popular y lomasivo, entre lo tradicional y lo mo-derno, y entre lo pblico y lo privado.

    Enrique Nalda, en su artculoElementos para la elaboracin deuna poltica de conservacin delpatrimonio arqueolgico, compar-te la perspectiva histrica y polticasobre el origen del patrimonio cul-tural y seala los proyectos del Es-tado nacional que, en sus diversasetapas, han definido las polticasde conservacin del patrimonio ar-queolgico, asimismo, y desde esepunto de vista, examina las insti-tuciones y la legislacin vigentes.En su anlisis de la Ley Federalsobre Monumentos y Zonas Ar-queolgicos, Artsticos e Histricos,pone de manifiesto la nocin depatrimonio contenida en ella (con-forme la cual hay que defender todo,pues todo constituye un dato,cada elemento es parte esencial deuna historia que se encuentra trasesa larga acumulacin de datos.

    Bajo una perspectiva crtica ypropositiva, pero siempre dentrodel marco legal e institucional envigor, analiza, adems, las priori-dades de la defensa del patrimo-nio arqueolgico, la degradacin ydignificacin de las zonas arqueo-lgicas en su relacin con el turis-mo, y los desafos de la conserva-cin del patrimonio arqueolgico yla modernizacin.

    Sonia Lombardo de Ruiz, en suartculo La visin actual del pa-trimonio cultural arquitectnico de1521 a 1900 explica, partiendo

    de un punto de vista histrico, lasconcepciones actuales sobre zonasmonumentales y de monumentoshistricos, y establece los proble-mas para su preservacin y conser-vacin. En su extenso trabajo pre-senta un recorrido por la historiade Mxico para reflexionar sobre elorigen de la nocin y sobre la con-servacin del patrimonio arqui-tectnico y urbano del pas. As,analiza la formacin del Estado-nacin y la identidad cultural, elproceso de inclusin de los monu-mentos histricos al patrimoniocultural como parte del proyectodel Estado posrevolucionario, losmonumentos histricos como pa-trimonio econmico, la arquitectu-ra y la ciudad como objetos cultura-les, la valoracin del patrimoniocultural, la evolucin de las formasde conservacin, la prdida y des-truccin del patrimonio cultural,la proteccin del patrimonio arqui-tectnico y urbano, las institucio-nes para la conservacin de losmonumentos histricos, la conser-vacin y la sociedad, y las perspec-tivas de desarrollo.

    Por su parte, Augusto Urteaga,en un anexo titulado Notas parauna historia del Estado y la de-manda social en la preservacindel patrimonio cultural de Mxico(1919-1980), analiza el papel his-trico de la antropologa en la cons-truccin del patrimonio culturalen Mxico. En especial se interesapor sealar cmo la antropologamexicana organiz las condicionescientficas y materiales, creandolas instituciones culturales de in-vestigacin y docencia, para laconstruccin del patrimonio cul-tural y su discurso de unidad na-cional. Cuestiona el nfasis exticode la nocin de patrimonio y pro-

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    pone como tarea de la antropologadocumentar las diferencias cultu-rales existentes en el pas y pro-mover su difusin, para crear unaperspectiva nueva acerca del pa-trimonio.

    El patrimonio cultural comoel conjunto de bienes de lospueblos y la humanidad

    Para los que comparten este en-foque el patrimonio cultural estformado por el acervo de los bienesculturales de una sociedad (quepueden ser tangibles o intangibles,y de origen propio o ajeno), en tantosean necesarios para la reproduc-cin social y cultural del puebloque los sustenta como propios. Suvalor patrimonial se establece porsu relevancia en trminos de la es-cala de valores de la cultura a laque pertenecen. En este sentido, elpatrimonio cultural resultar deuna construccin social, selectivay arbitraria slo en la medida en laque sea producto del inters deuna cultura dominante por impo-nerse a otra, como sucede en losprocesos coloniales, en donde unosvalores se imponen como universa-les, mientras se niegan y excluyenlos de las culturas dominadas.

    Guillermo Bonfil sustenta talesprincipios en su artculo Nuestropatrimonio cultural: un laberin- tode significados. Ubica el conflictoen torno al patrimonio en las re-laciones entre grupos sociales conculturas e identidades diferentes,en contextos coloniales de domi-nacin-subordinacin. De ah que,para Bonfil, en Mxico no exista unpatrimonio comn a todos los me-xicanos, sino diversos patrimoniospertenecientes a diferentes grupossociales excluidos del proyecto cul-tural dominante. Lo que hay es unpas caracterizado por diferenciasculturales y desigualdades socia-les, pretendidamente unificado por

    el proyecto cultural del grupo do-minante colonizador, que buscaconstruir una sola cultura nacionalsustentada en la destruccin delas culturas particulares y en laimposicin de sus propios valoresconsiderados como universales.Una concepcin de patrimonio cul-tural (impositivo, excluyente y pre-tendidamente comn a todos) traeconsigo dos tipos de problemas: laimposibilidad de una poltica deproteccin que abarque la totali-dad de los objetos culturales queforman el patrimonio cultural realdel pas, y la imposibilidad de losdiversos pueblos y grupos socialespara identificarse con los bienesculturales seleccionados como pa-trimonio nacional. Bonfil proponehacer de la cultura y el patrimonionacional un campo de dilogo, deintercambio de experiencias, de co-nocimiento y reconocimiento mu-tuos, entre grupos sociales y cultu-rales diferentes (que no desiguales),es decir, propiciar que la culturanacional sea el marco institucionale ideolgico que haga posible eldesarrollo de diversas culturas.

    Lourdes Arizpe y MaricarmenTostado en su artculo El patri-monio intelectual: un legado delpensamiento, comparten algunosaspectos de este enfoque, sobretodo el reconocimiento de que en lacultura mexicana est presente unperenne combate de ideas y som-bras, producto del choque entrelas culturas mesoamericanas conla espaola, que concluy con lasiega de la cultura material e in-telectual de Mesoamrica, y de que,pese a ello, estn vigentes an sis-temas de pensamiento mesoame-ricanos, lo cual explicara que elracionalismo no haya logrado cons-tituirse como el paradigma inte-lectual de la cultura mexicana. Sinembargo, contienen su propia de-finicin de patrimonio cuando am-plan el concepto al trabajo inte-lectual y dicen que

    ...ste es el conjunto de pensamien-

    tos e ideas que hoy en da confieren

    sentido a las afirmaciones, negacio-

    nes y controversias de las distintas

    culturas de la nacin, lo que plantea

    la necesidad de explorar el recelo, la

    ambivalencia, la utilizacin instru-

    mental de las ideas que han emplea-

    do los intereses diversos.

    Con el fin de que los mexicanosnos reconciliemos con la produc-cin intelectual, como paso nece-sario para erradicar visiones par-ciales y modelos excluyentes de lasociedad nacional, las autoraspresentan un anlisis de las ideasy discusiones que han dejadohuella en las formas de pensar y desentir de los mexicanos en la pocamesomericana, en los tiempos dela introduccin de la ciencia euro-pea, en el siglo XIX y en el siglo XX(entre 1900 y 1950).

    Reflexiones, aportacionesy crticas a la legislacin yaccin cultural del Estado

    Los artculos que aqu se incluyenson aquellos que no se interesanpor definir o argumentar acercadel concepto de patrimonio cul-tural, ni por atender a su desarrollohistrico. Dan por sentada su exis-tencia. Discuten las limitaciones ylos problemas a que se enfrenta suconservacin y preservacin en lascondiciones actuales legales e ins-titucionales. Revisan aspectos nor-mativos-legales y administrativosrelacionados con la amplitud deobjetos contenidos como patrimo-nio, o especficamente relaciona-dos con las formas de su uso, y lasformas de participacin de los di-ferentes sectores sociales en la con-servacin y usufructo del patri-monio cultural. Ellos conforman elmayor nmero de trabajos conte-nidos en este libro.

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    De esta manera, Salvador DazBerrio, en un anexo titulado Elpatrimonio cultural de Mxicorene los instrumentos legales quela comunidad internacional hacreado en materia de proteccin debienes culturales. Ral Braes, enotro anexo titulado El objeto jur-dicamente tutelado por los siste-mas de proteccin del patrimoniocultural y natural de Mxico, pro-porciona el marco histrico nacio-nal para comprender el surgimientodel objeto patrimonial jurdicamen-te tutelado, para luego analizar sudefinicin legal. Joaqun Garca-Brcenas, en El patrimonio pa-leontolgico se preocupa por laslimitaciones de la actual Ley Fede-ral sobre Monumentos y Zonas Ar-queolgicos, que desde 1986 incor-pora al patrimonio paleontolgicocomo rea de su competencia.

    Comparten el inters por incor-porar nuevos elementos culturalescomo parte del patrimonio culturalnacional Efran Villanueva, con suartculo Polticas para la preser-vacin del patrimonio ecolgico.Una visin regional, Victoria No-velo con su trabajo Las artesanasen Mxico, Alfonso Muoz Jim-nez en su reflexin sobre el Cine yfotografa como patrimonio cultu-ral y Luis Gonzlez con sus apor-taciones respecto a El libro en lavida cultural de Mxico. ThomasC. Smith Stark, sin hacer referenciaa las lenguas indoamericanas comopatrimonio, presenta una visinpanormica de ellas en su artcu-lo Las lenguas indoamericanas: elarte colectivo del pensamiento.Por su parte, Javier Esteinou, tam-bin sin mencionar el concepto depatrimonio, reflexiona sobre la

    grave omisin de las polticas cul-turales en lo relativo a los pro-blemas culturales generados porlos medios electrnicos de comu-nicacin.

    Finalmente Alejandro Ordori-ca Saavedra, con su artculo Po-lticas culturales y descentraliza-cin y Margarita Loera Ch. deEsteinou, con su extenso y propo-sitivo trabajo sobre La partici-pacin de la sociedad civil en losprogramas culturales, se intere-san por los problemas de la des-centralizacin y la participacin dela sociedad civil en los programasculturales que tienen que ver conel patrimonio.

    Por la diversidad de temas y en-foques que se abordan en el libroreseado, es sin duda una lecturaobligada para los interesados en elpatrimonio cultural de Mxico.