El Poeta Mayor en Su Lontananza
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Nelson Javier Sierra Colón 11 de diciembre de 2014
Prof. Noel Luna LITE 3102 (Teoría literaria II)
La Lontananza del Poeta Mayor
Lontananza: solo hablando de cosas que, por estar
muy lejanas, apenas se puede distinguir.
Luis Pales Matos es reconocido por Mercedes López Baralt como El poeta mayor. Nace
en Guayama el 20 de marzo de 1889 y muere el 23 de julio de 1959 en Santurce. En el ámbito
literario se desempeño en la poesía y la novela, sus 16 años de edad publicó su primer libro de
versos apoyado por sus padres estudiosos del romanticismo. Junto a José de Diego gestó la
vanguardia de la poética llamada diepalismo que consistía en un movimiento que preconizaba la
lógica de los sonidos y las expresiones onomatopéyicas. En aspectos personales, no culminó sus
estudios universitarios por las necesidades económicas familiares, como fue testigo la historia,
no abandonó la literatura. Se desarrolló como director de prensa escrita, secretario
gubernamental y maestro rural. Se casó por primera vez con Natividad Suliverés con quien
procreó dos hijos, trás la muerte de esta se casa con María de Lourdes Valdés Tous. Enviuda por
segunda vez y al poco tiempo muere su hijo Edgardo y su nieta en el año 1958.
El Gran Poeta tuvo dos periodos poéticos: “periodo negrista de increíble ritmo e
imágenes, y el de versos de amor y muerte del final de su vida”. En este segundo periodo es que
se centra el poema “El llamado” que es en sí mismo La Lontananza del Gran Poeta. El poema
nos narra diversos aspectos de la vida: sus etapas, su brevedad, sus límites, sus matices, pero
sobre todo de su fin. Luis Palés Matos escribe este poema en medio de enfermedades y muchas
muertes considerando la cercanía que tuvo con esta a través de las experiencias con sus
familiares.
El contenido del poema es cónsono con la forma del poema sonoramente; es un llamado
donde el receptor es la voz poética y el emisor es la muerte. Denotándose así un deslinde entre la
forma y el contenido ya que la voz poética es emisor y receptor, mientras que es el receptor de la
muerte es el emisor del lector; emisor de muerte. La voz poética comienza afirmando que está
recibiendo un llamado ‘desde allá…’, sin revelarnos de donde proviene el llamado mas nos ubica
en tiempo, brindando características sobre el espacio. Metaforiza la vida y sus etapas con las
estaciones del año por lo que se desarrolla en el otoño como premonición del final del ciclo que
se acerca, mientras que a través de la apreciación de la naturaleza (hoja, nube, estrellas y niebla)
se puede inferir que se encuentra en un espacio abierto en el que puede apreciar el mar con cierta
lejanía por la altura de su estancia.
En la segunda estrofa se nos recalca que es un relato de un tiempo presente desde el cual
se está narrando la experiencia del pasado con la frase ‘Hoy recuerdo:…’. Recuerdo de un
momento de inconsciencia, en lontananza, que es un total simbolismo metafórico de como un
velero que es su cuerpo se va perdiendo, yendo y esfumando entre el horizonte y aquello que no
se logra definir a simple vista. En un plano más simple, este cuerpo se estaba muriendo y las
sensaciones de su ser al ir desprendiéndose de su cuerpo y como se percataba que
consecuentemente esta voz narrativa que provenía del ser, alma, espectro o espíritu como se le
desee interpretar, se borraría conjunto al cuerpo de la planicie terrenal. Luego retorna al presente
a través del ‘un leve resquicio de conciencia’, y el ser mismo reacciona asombrado por el
proceso en el que se encontraba y la extrañeza de este.
Esta voz narrativa nos ofrece una visión fragmentada de los aspectos del ser, no tan solo
en alma, espíritu, ser, cuerpo, sino que estas mismas están fragmentadas también. En la tercera
estrofa, comienza con el relato de su amor por la vida misma, se encuentra reposando sobre la
hierba, personificando este sentimiento como su amada. El juego de inversión con los géneros de
el amor (masculino) y con su amada dormida (femenino), los utiliza como técnica para revelar
cuánto ama el amor mismo por la vida, tanto como a su amante. Retoma la imagen del velero
para exponer el latir del corazón:
El seno palpitante
sube y baja tranquilo en la marea
del ímpetu calmado que diluye
espectrales añiles en su ojera
El cuerpo es la parte terrenal del ser humano, lo que se queda en la tierra luego de la muerte, con
lo que se percibe el exterior a través de los sentidos, por tanto hay un aferre a este cuerpo y sus
funciones de parte de la voz narrativa, creando una imagen poética de una fábrica como cuerpo,
en este caso una ‘fábrica rendida’ que ejecuta el ritmo esencial que sería otra forma de reclamar
la importancia del corazón y su latir como mecanismo esencial para la vida, que promueve los
demás sistemas como la ‘manufactura la caricia aérea’ que simboliza el funcionamiento del
sistema respiratorio por estas narraciones se podría inferir que la voz narrativa tiene problemas
cardiovasculares amenazantes que de no ser por el alivio momentáneo que le provoca ‘el arrullo
narcótico y el beso’, no se sostendría vivo este cuerpo.
‘Ya todo terminado…Mas de pronto, despierta’ y vuelven todas las contracciones y
deterioros físicos que le están provocando el llamado, tras el paso de los efectos narcóticos, esta
vez, más intensamente, que en ocasiones anteriores. En esta ocasión se prosopopeya la muerte
atribuyéndole unas negras hondas pupilas ‘que son un despedirse y una ausencia’. La muerte no
le reclama de manera agresiva, sino es como lo es el poema en su totalidad, un vértigo que atrae
al ser humano ‘dulcemente y sin querer’.
En la penúltima estrofa se nos recalca que le están haciendo el llamado y en esta vez con
su aspecto físico y metafísico afines y dispuestos a recibir el llamado. Se describe el ambiente
con una extrañeza y oscuridad casi de carácter surrealista donde el lector en el acto mismo de la
lectura puede navegar la nave en ‘un mar hueco’ sin vida alguna. Pales Matos por sus
experiencias familiares y laborales está consciente de lo esencial e irremplazable que es para el
cuerpo humanos y sus limitaciones, el sistema cardiaco y respiratorio y los propone uno como
gestor del otro y estos cónsonos como los manufactureros de vida. En esta travesía que lleva su
nave no hay ‘vena de fulgor’ que la penetre ni ‘pisada de brisa que la mueva’, es decir ya no
navega su nave sino que tan solo flota entre el ‘agua vacía’ de ‘fondo inmóvil’.
En la última estrofa el poema toma un giro en el cual el receptor le responde al emisor.
La voz poética tiene conocimiento del contenido y los efectos del mensaje que se le están
haciendo en el llamado, e incluso le reclama con mucha seguridad y coraje. Este se niega a
responder al llamado y le brinda sus razones que son en fin uno de los llamados del poema, la
apreciación de lo bello y el jubilo que contrae la vida. Retomando la imagen del cuerpo como
anteriormente habíamos discutido con la dualidad del cuerpo de su amada y el amor que tiene
por la vida misma, para recalcarle a la muerte que aún persisten en belleza y que ‘el sol baña la
tierra’ y le pide que al menos le permita la vida por más tiempo.
Según Terry Eagleton y varios críticos insisten en que el contenido y la forma de un
poema son aspectos inseparables, este poema no es la excepción. El contenido del poema es la
muerte como la separación del cuerpo físico y el espectro y su seductivamente agonizante
proceso. La forma es decir ‘como lo dice’ esta consonó y sonoro en varios aspectos con el
contenido incluso la llamada ‘teoría mimética de la forma’ que se nos expone en el libro ¿Cómo
leer un poema?, tan bien trabaja en función al contenido, por ejemplo como en este fragmento:
Estoy frente a la mar y en lontananzase va perdiendo el ala de una vela;
va yéndose, esfumándose,y yo también me voy borrando en ella.
La lectura en sí, subsista en forma de espiral, en la espera del inalcanzable fin, que se desea
experimentar pero no vivir por sus implicaciones. La palabra lontananza, nos brinda con su
sonoridad y articulación cierto sentido de lejanía y despegue; mientras que la rima de ‘yéndose –
esfumándose’ nos dan la sensación de que en el acto mismo de la lectura y pronunciación se
continúan yendo, esfumando y borrando esta voz poética, rendido(a) ante la atracción y
seducción del llamado de la muerte.
En la poesía de Luis Pales Matos la forma y contenido están íntimamente imbricados. La
forma es constitutiva del contenido, una generadora de significado. El significado toma forma
como el proceso convirtiendo la forma del poema en su contenido. Vuelve relevante las palabras
que se utilizan para llegar a los significados.
En conclusión, El Poeta Mayor nos brinda una apreciación de la vida mostrándonos la
mortalidad del ser, aspecto discutido por las artes desde sus inicios: ¿Quiénes somos?, ¿De
dónde vinimos? y ¿Hacia dónde vamos? El hecho de intentar comprender estos asuntos es una
lontananza de la cual ni siquiera podríamos llegar a visualizar el horizonte, mas sin embargo Luis
Pales Matos a través de la forma en la que expone este complejo contenido nos abre espacio para
reflexionar sobre la muerte y la vida tanto como receptores, como de emisores.
Bibliografía
Biografías y vidas. Biografía de Luis Pales Matos. Enciclopedia biográfica en línea. Web.
Diciembre de 2014.
-http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/pales.htm
Justo C. Alarcón. Biografía de Luis Pales Matos. Los-poetas.com. Web. Diciembre de 2014.
-http://www.los-poetas.com/k/biopales.htm
Mercedes López-Baralt. Antología de Literatura Puertorriqueña del siglo XX.
San Juan, Puerto Rico. 2004. pp. 729-730
La Editorial, Universidad de Puerto Rico. Publicación revela quién fue Filí-Melé en la
poesía de Palés. Noticias universia: Puerto Rico. 3 de mayo de 2014. Web. Diciembre de
2014.
-http://noticias.universia.pr/vida-universitaria/noticia/2010/03/05/186316/publicacion-
revela-fue-fili-mele-poesia-pales.html
Terry Eagleton. Cómo leer un poema. Madrid: Akal, 2010. pp. 50-54.
EL LLAMADO
de Luis Pales Matos
Me llaman desde allá...larga voz de hoja seca,mano fugaz de nube
que en el aire de otoño se dispersa.Por arriba el llamado
tira de mí con tenue hilo de estrella,abajo, el agua en tránsito,
con sollozo de espuma entre la niebla.Ha tiempo oigo las voces
y descubro las señas.
Hoy recuerdo: es un día venturosode cielo despejado y clara tierra;
golondrinas erráticasel camino azul puntean.
Estoy frente a la mar y en lontananzase va perdiendo el ala de una vela;
va yéndose, esfumándose,y yo también me voy borrando en ella.
Y cuando al fin retornopor un leve resquicio de conciencia,
¡cuán lejos ya me encuentro de mí mismo!¡qué mundo más extraño me rodea!
Ahora, dormida junto a mí reposami amor sobre la hierba.
El seno palpitantesube y baja tranquilo en la mareadel ímpetu calmado que diluyeespectrales añiles en su ojera.
Miro esa dulce fábrica rendida,cuerpo de trampa y presa
cuyo ritmo esencial como jugandomanufactura la caricia aéreael arrullo narcótico y el beso
-víspera ardiente de gozosa queja-y me digo: Ya todo ha terminado...
Mas de pronto, despierta,
y allá en el negro hondón de sus pupilasque son un despedirse y una ausencia,
algo me invita a su remota margeny dulcemente sin querer me lleva.
Me llaman desde allá...Mi nave aparejada está dispuesta,a su redor, en grumos de silencio,
sordamente coagula la tiniebla.Un mar hueco, sin peces,
agua vacía y negrasin vena de fulgor que la penetreni pisada de brisa que la mueva.
Fondo inmóvil de sombra,límite gris de piedra...
¡Oh soledad, que a fuerza de andar solase siente de sí misma compañera!
Emisario solícito que vienescon oculto mensaje hasta mi puerta,
sé lo que te proponesy no me engaña tu misión secreta;
me llaman desde allápero el amor dormido aquí en la hierba
es bello todavíay un júbilo de sol baña la tierra.¡Déjeme tu implacable poderío
una hora, un minuto más con ella.