El proceso de reforma de la seguridad social en Venezuela ...

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El proceso de reforma de la seguridad social en Venezuela: Una visión desde el movimiento sindical venezolano (CTV)* Leticia Barrios Graziani Armando J. Camejo Ruiz Resumen El artículo propone un análisis documental, descriptivo y teórico sobre el proceso de reforma de la seguridad social en Venezuela en los dos últimos perio- dos gubernamentales. Aunado a esto, se subraya la crisis del Estado de bienes- tar que conjugado con el fenómeno de la expansión de pobreza sentarán las ba- ses de los componentes perturbadores del desarrollo social venezolano. Por otra parte, se abordan los aspectos económicos, sociales y políticos que configuraron la crisis de los modelos de seguridad social instaurados en la década de los se- senta en gran parte de las naciones de América Latina y que conducirá a la re- forma de los mismos a mediados de los 80. Especialmente se examina el proceso de reforma de la seguridad social venezolana, los vaivenes en la concepción ideológica de la misma, la fragilidad de la participación de los actores sociales en el diseño de las políticas y el debate generado entre los expertos sobre el tema, así como en las instituciones implicadas, los cuales incursionarán sobre 5 * Primer lugar en el Concurso 10° Aniversario de la Revista Gaceta Laboral. Se publican en este nú- mero los manuscritos premiados. Para mayores detalles, ver la sección cuenta.

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El proceso de reforma de la seguridadsocial en Venezuela: Una visión desdeel movimiento sindical venezolano (CTV)*

Leticia Barrios Graziani

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Resumen

El artículo propone un análisis documental, descriptivo y teórico sobre elproceso de reforma de la seguridad social en Venezuela en los dos últimos perio-dos gubernamentales. Aunado a esto, se subraya la crisis del Estado de bienes-tar que conjugado con el fenómeno de la expansión de pobreza sentarán las ba-ses de los componentes perturbadores del desarrollo social venezolano.Por otraparte, se abordan los aspectos económicos, sociales y políticos que configuraronla crisis de los modelos de seguridad social instaurados en la década de los se-senta en gran parte de las naciones de América Latina y que conducirá a la re-forma de los mismos a mediados de los 80.Especialmente se examina el procesode reforma de la seguridad social venezolana, los vaivenes en la concepciónideológica de la misma, la fragilidad de la participación de los actores socialesen el diseño de las políticas y el debate generado entre los expertos sobre eltema, así como en las instituciones implicadas, los cuales incursionarán sobre

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* Primer lugar en el Concurso 10° Aniversario de la Revista Gaceta Laboral. Se publican en este nú-mero los manuscritos premiados. Para mayores detalles, ver la sección cuenta.

su contenido y darán a conocer un conjunto de propuestas en torno al modelode seguridad social deseable para la población venezolana. Finalmente, seanaliza la visión y la posición actual de algunos representantes del movi-miento sindical venezolano, en especial los pertenecientes a la Central deTrabajadores de Venezuela (CTV), en torno a la reforma de la Seguridad So-cial en Venezuela,desarrollada por el gobierno actual,así como las alternati-vas y desafíos del movimiento sindical frente a la pobreza y los planteamientosque exigen nuevas reformas a la ley actual de Seguridad Social.

Palabras clave: Estado del Bienestar, pobreza, neoliberalismo, privatización,seguridad social.

The Social Security Reform Process

in Venezuela: A Vision from the Venezuelan

Labour Union Movement (CTV)

Abstract

The article proposes a documentary, descriptive and theoretical analysis re-garding the social security reform process in Venezuela during the last two gov-ernments. Added to this, the crisis of the welfare state is underlined which,taken together with the phenomenon of expanding poverty, lays the foundationfor disturbing components of Venezuelan social development. On the otherhand, it treats the economic, social and political aspects that configured the cri-sis of social security models implanted in the 1960s in a great number of LatinAmerican nations and which led to their reform in the mid-1980s. Among thetopics especially examined are the Venezuelan social security reform process,back and forth movements in its ideological concept, fragility of the social ac-tors’ participation in designing policies and the debate generated among ex-perts on the theme,as well as in the implicated institutions,which will affect itscontent and make known a set of proposals for a social security model desirablefor the Venezuelan people. Finally, the current vision and position of some rep-resentatives of the Venezuelan labour union movement are analyzed, espe-cially those belonging to the Workers’ Centre of Venezuela (CTV - Central deTrabajadores de Venezuela), regarding the Venezuelan Social Security reformdeveloped by the current government, as well as alternatives and challenges tothe labour union movement in the face of poverty and the proposals demandingnew reforms to the current Social Security law.

Key words: Welfare state, poverty, neoliberalism, privatization, social secu-rity.

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1. Introducción

El presente artículo pretendeabordar el proceso de reforma de laseguridad social en Venezuela desdela perspectiva del movimiento sindi-cal venezolano. El contexto que inte-resa analizar discurre desde la crisisdel Estado del bienestar hasta elsurgimiento del modelo neoliberal.Durante este recorrido se explicanlos diversos enfoques y debates quese han generado en torno a la refor-ma de la seguridad social en Vene-zuela en especial, la visión e inter-pretación desarrollada por el movi-miento sindical venezolano, y quetiene su mejor expresión en la Confe-deración Venezolana de Trabajado-res (CTV), quienes harán críticas ypropuestas radicalmente diferenteso enfrentadas a las que se intentanponer en vigencia y que constituye labase del nuevo modelo de seguridadsocial venezolano, todo lo cual con-duce a dilucidar espacios turbulen-tos, que actualmente se construyenen torno a la seguridad social en lospaíses, que como Venezuela, han de-sarrollado reformas en la era del ca-pitalismo global.

Es de gran interés el tema plantea-do, así como el análisis descriptivo ydocumental de las diversidades de en-foques y teorías en torno a la seguri-dad social, para de este modo ir enri-queciendo la discusión, la investiga-ción y las polémicas en este terreno.Todo ello conlleva a una visión másamplia a través de un abordaje trans-disciplinario en el mundo de las rela-ciones laborales en la era postcapita-lista.

2. Crisis del Estadodel Bienestar

La crisis del Estado del bienestarcomienza a producirse en las socieda-des como consecuencia del proceso deglobalización y paralelamente a ello,tiene lugar la aplicación de un conjun-to de políticas económicas, moneta-rias, laborales, y sociales acordes conlas exigencias de los grandes bloquespolíticos-económicos. En relación conesto vale destacar lo afirmado por Mi-ralles (2003):

“(….) Si bien los Estados de Bienes-tar han representado una conside-rable aproximación a una sociedadjusta no significa que sean perfectosni que sean, sin más precisiones, lasolución definitiva de los problemassociales. De hecho, los Estados deBienestar se desarrollaron en unascondiciones económicas, sociales,políticas e ideológicas que han cam-biado profundamente en los últimosaños. El Estado de Bienestar debehacer frente a nuevos retos inter-nos; en primer lugar las transforma-ciones que él mismo ha provocado enlas sociedades occidentales y, en se-gundo lugar, la asimilación del im-pacto que las nuevas tecnologíasproducirán en todos los órdenes dela vida colectiva. Pero, además, elEstado de Bienestar debe cotejarsecon los grandes problemas que afec-tan a la supervivencia de la humani-dad:el drama de los países del “Sur”,donde el hambre y la pobreza hacenestragos; el problema de supervi-vencia de la humanidad que tieneque mantener los equilibrios bási-cos del planeta Tierra; el problemade la convivencia y del sentido de laconvivencia en un mundo superpo-blado donde sólo la solidaridad po-

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drá orientar hacia formas de vidaque hagan posible la supervivenciacolectiva” (Miralles, 2003:6).

Lo enunciado por este autor, enfati-za que el modelo de economía de Esta-do del Bienestar cayó en una etapa deagotamiento político hacia finales delos años setenta debido fundamental-mente, a las siguientes causas:a) Económicas: La caída de la tasa de

beneficio. Los procesos de acumula-ción rápida de capital de las déca-das anteriores, se vieron reducidosante la incapacidad del Estado parapoder mantener e impulsar la pro-ducción de un mercado nacionalcada vez más condicionado por laglobalización y urgido de un mayorvolumen de recursos para poder in-cidir en un mercado altamentecompetitivo.

b) Sociales: La caída de la natalidad yel incremento de la esperanza devida Ello supone un envejecimien-to de la población con la siguienterepercusión en el incremento de losgastos de protección social y de ca-rácter asistencial.

c) Organizativas: La crisis del taylo-rismo-fordismo, como proceso yforma de organización del trabajoLa aparición de nuevas tecnologíasy modelos productivos transforma-rán radicalmente la organización yel proceso de trabajo, así como ladistribución y asignación de recur-sos en la estructura ocupacional.

d) Políticas: La crisis financiera del Es-tado El Estado debido a la crisis fiscaly el endeudamiento no dispone de losrecursos suficientes para hacer frentea las exigencias del mundo empresa-

rial, que demanda una política eco-nómica que garantice beneficios,tampoco podrá satisfacer las de-mandas ciudadanas que reclamanuna ampliación de las coberturasde bienestar, especialmente en losmomentos regresivos del ciclo eco-nómico, a fin de disminuir sus efec-tos negativos en los niveles de pro-tección y calidad de vida.

e) Ideológicas: Deslegitimación delorden político establecido En lamedida en que el Estado deja deresponder a las expectativas y de-mandas de los distintos grupos depresión, y de la población en gene-ral, tiene lugar una crisis de gober-nabilidad. El largo período recesi-vo por el que han pasado las econo-mías occidentales no ha permitidoque el gasto público, que ha ido au-mentando progresivamente, secompense con los ingresos fiscales,esto terminará por provocar unelevado déficit público en la mayorparte de los Estados.Las causas anteriores, obligan a

considerar que la crisis del modelo deEstado de bienestar, fue resultado dela erosión y el descalabro del consu-mo; de los salarios, y del pleno empleo,colapsando su expansión para iniciosde la década de los setenta. Esping-Andersen (1993), explica que con estacrisis también queda en entredicho laposibilidad de que el capitalismo pu-diera legitimar un desarrollo justopara todos. De hecho, la historia de losveinte años que siguieron a 1973 es lahistoria de un mundo que perdió surumbo y se deslizó hacia la inestabili-dad y la crisis.

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Por otro lado, cabe considerar que sibien es cierto que la economía mundialno quebró, ni siquiera momentánea-mente, aunque la edad de oro finalizaseen 1973-1975, el hecho central de las dé-cadas de crisis es que las operaciones delcapitalismo estaban fuera de control.Había una gran cantidad de nuevos pro-blemas económicos y nadie sabía cómoenfrentarlos (Titmuss, 1963). Frente aeste panorama era necesario que el capi-talismo iniciase la reestructuración desus economías,esto se tradujo en que losgobiernos y las empresas produjeronuna nueva forma de capitalismo carac-terizado por la globalización de las acti-vidades económicas, la flexibilidad orga-nizativa y un mayor poder de las empre-sas en relación con los trabajadores. Enefecto, nace un capitalismo mucho másflexible y dinámico, que transforma lasrelaciones laborales.

Junto a la crisis del capitalismo tie-ne lugar el agotamiento de un modeloproductivo que hasta ese entoncesfuncionaba eficientemente: el taylo-rismo fordismo. Con ello se altera larelación laboral y las formas de con-trol patronal ejercida sobre los traba-jadores que caracterizaron el periododel Estado de bienestar, así mismo, sedesestabiliza la generación de empleomasivo y el trabajo de larga duración(Offe, 1990). A lo anterior se agrega, lapresión fiscal que provocará el descon-tento en las clases medias, ya que es-tas no están dispuestas a pagar consus impuestos los progresos socialesque benefician a una minoría; muchomás cuando el Estado encargado deadministrar esta fiscalidad se tornaineficiente y caro.

Esta situación crea las condicionespara el auge y difusión del neolibera-lismo.Son pocos los que han leído a losautores liberales, pero son muchos losque sintonizan espontáneamente conel individualismo que le sirve de baseideológica y que se expresa en susideas sobre la disminución de la inter-vención estatal y las ventajas de la li-bre competencia. Ante las dificulta-des del Estado de Bienestar se puedendibujar esquemáticamente dos tiposde respuesta: la adaptación pragmáti-ca y la crítica teórica. Ciertas políticaseconómicas actuales se adaptan prag-máticamente a la situación; no se re-nuncia a los valores fundamentalesdel Estado de Bienestar (libertad,igualdad de oportunidades, reducciónde desigualdades, democratización,extensión de la seguridad social, cohe-sión social); pero se intentan encon-trar nuevos caminos para realizarlosbuscando nuevas formas de interac-ción entre la sociedad civil y el Estado;y cuando no hay más remedio, se acep-ta que el gasto social crezca más len-tamente o que se detenga, al menostemporalmente.

En cambio, las tendencias neolibe-rales proponen un cambio de valores yuna renuncia al Estado de Bienestar;la prioridad reside en una sociedad re-gida casi totalmente por el mercado,una economía competitiva y móvil,donde cada uno asuma los riesgos dela libertad, de la misma manera queacepta sus ventajas. Estas tendenciasno han desmontado el Estado de Bie-nestar en aquellos aspectos en queperjudicaría a las clases medias, elec-toralmente poderosas, pero sí han re-

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ducido significativamente el gasto so-cial que beneficia a los sectores máspobres y desprotegidos.

3. Determinantes estructuralesde la pobreza en Venezuela

La pobreza es uno de los rasgos másdistintivos de las sociedades subdesa-rrolladas, esta es resultante de las in-suficiencias del aparato productivoque resulta incapaz de satisfacer lasdemandas de empleo productivo ybien remunerado por parte de las ma-yorías de la población; así como la deproporcionar una calidad de vida dig-na a amplios sectores sociales.

La naturaleza del subdesarrollo la-tinoamericano ha sido abordada ex-haustivamente por los enfoques es-tructuralistas originales de la región.A la luz de estas teorías,desarrolladasfundamentalmente por Prebisch(1984), la heterogeneidad estructuraly la especialización empobrecedora,serán los factores determinantes delas diversas distorsiones económicas,sociales, institucionales y políticas delas naciones subdesarrolladas.La eco-nomía latinoamericana es heterogé-nea estructuralmente, esto quiere de-cir que conviven y coexisten diversosmodos de producción: capitalistas yprecapitalistas. En el sector precapi-talista las formas de producción y elnivel tecnológico tiende a permanecersin modificaciones significativas, portanto, son sectores de baja productivi-dad y emplean una mano de obra pococalificada. Mientras que en el sectorcapitalista se genera un mayor creci-miento y una demanda de mano deobra calificada. Esta dualidad de laeconomía latinoamericana tiende a

profundizarse por razones de índoletecnológica lo que hace que el subde-sarrollo se convierta en un círculo ce-rrado que tiende a auto generarse.

El grado de subdesarrollo vienedado por la importancia relativa deese sector atrasado y por tanto, lacondición para que exista desarrolloes que aumente la importancia y par-ticipación en el producto global de laeconomía del sector avanzado. Eseaumento dependerá de la acumula-ción de capital que tenga lugar en esesector, el progreso tecnológico y elcrecimiento de la mano de obra em-pleada, si ello ocurre sería suficientepara un crecimiento del producto percápita de la economía. Ahora bien, siel sector avanzado crece sin absorbernuevos contingentes de mano de obray por el contrario, es el sector atrasa-do quien lo absorbe, el aumento deproductividad del sector avanzado nova a implicar necesariamente un au-mento del producto global.

De modo tal que para hablar de de-sarrollo necesitamos que se cumpla conestas dos condiciones: crecimiento sig-nificativo del sector avanzado y aumen-to de la proporción de mano de obra em-pleada en el sector avanzado. En laseconomías subdesarrolladas estas con-diciones no se cumplen y por tanto, eldualismo se convierte en una caracte-rística estructural permanente. Enten-demos esto como la principal causa dela existencia de alto desempleo en laseconomías de la región y también comofactor explicativo de las grandes desi-gualdades del ingreso y que se eviden-cia en la masiva pobreza. La heteroge-neidad estructural y la especializaciónempobrecedora tendrán un efecto mul-

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tiplicador indeseable en lo económicoy lo social, tal como se puede observaren el Cuadro 1.

La superación del subdesarrollo ysus consecuencias perversas se con-virtió en la obsesión de los pensadoreslatinoamericanos en la década del cin-cuenta, sesenta y setenta.Será duran-te estas décadas que se pondrán enmarcha las políticas de Industrializa-ción por Sustitución de Importaciones(ISI), los resultados de este modelo se-rán, sin embargo, insuficientes parasuperar la condición de subdesarrolloy dependencia y en algunos casos,como el venezolano, contribuirán mása exacerbar la condición de dependen-cia y de enclave petrolero.

Entre las limitaciones de la ISI enVenezuela, Purroy (1982) señala lassiguientes: 1. Poco vinculado a los re-cursos naturales: Esto significó unaumento de las importaciones tantode bienes finales como de materiasprimas. No se generaron las “indus-trias industrializantes” o motrices apartir de la industrialización de losrecursos existentes. 2. Industrializa-ción de ensamblaje: Este tipo de in-dustria tiende a generar poco empleoy no logra desencadenar economías deescala local. 3. Distorsión territorial:La concentración industrial se realizaalejada de los centros de producciónde materias primas,ubicándose en laszonas costeras y provocando la migra-

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Cuadro 1

Fuente: Elaboración propia.

ción campo ciudad. 4. Salida de capi-tales: La ISI significó mayores impor-taciones y cuantiosos pagos por las pa-tentes de las compañías transnacio-nales, lo que se tradujo en des ahorronacional. 5. Alta capacidad ociosa:Nuestro sector industrial se caracteri-za por ser altamente ineficiente, im-productivo y sumamente costoso.6. Carácter oligopolio y monopólico:Se consolidan unos cuantos gruposeconómicos poseedores de inmensasriquezas que controlaban práctica-mente la totalidad del mercado inter-no en contraste con una mayoría asa-lariada o desempleada con ingresosmuy bajos, agudizándose con ello labrecha entre ricos y pobres.

Las limitaciones de la ISI en su pri-mera y segunda fase (las empresas bá-sicas) consolidarán el carácter rentís-tico de nuestro modelo económico, co-nocido como “modelo rentista petrole-ro”; en el que juega un papel determi-nante el Estado.El Estado venezolanoposee un carácter rentista y depen-diente en relación al petróleo. Históri-camente el 75% del ingreso ordinariodel Estado proviene de este recurso yel juego de indicadores económicos de-muestra que el petróleo es el eje delproceso productivo nacional. La capa-cidad del Estado venezolano de utili-zar los recursos provenientes del pe-tróleo y su uso en la dirección de los di-ferentes sectores sociales y producti-vos, provee una primera referenciapara caracterizar las funciones delEstado dentro del proceso de acumu-lación. Durante la primera fase de laISI 1958-75, el Estado asumió un rolde distribuidor de recursos, lo que ori-

gina el enclave petrolero, en el que elEstado jugará un doble papel, comoregulador de la industria petrolera ycomo receptor del excedente. Mom-mer (1989) define así el carácter “ren-tístico”:

“En condiciones de capitalismo nor-mal a la acumulación le precede undesarrollo de las fuerzas producti-vas, sin el cual no puede haber exce-dente acumulable; y por esta mismarazón, una vez acumulado e inverti-do su reproducción tampoco plan-tea, en principio, problema alguno.En condiciones de capitalismo ren-tístico, en cambio, disponemos de unexcedente económico independien-temente y al margen del desarrollode las fuerzas productivas naciona-les” (Mommer, 1989:206).

En la segunda etapa de la ISI quese inicia en 1974, el Estado venezola-no se encuentra con una gran disponi-bilidad de recursos, gracias al “boom”petrolero, sin embargo, se mantiene elcarácter de enclave debido a la debili-dad que mantiene con el resto de la es-tructura productiva nacional, logran-do desarrollarse débilmente un sectorproductivo de bienes intermedios,gracias a la cantidad de recursos dis-ponibles. Finalmente, durante la dé-cada de los ochenta, se presenta lafase de agotamiento de la ISI, en elque se evidencia que el boom petrole-ro y los aumentos de precio del crudono generan una mayor reactivaciónde la economía, pero con el agravantede que la crisis se agudizaba aún máscon al derrumbe de los precios del cru-do. Se puede decir que desde entonceseste ha sido el comportamiento delEstado en relación con el petróleo, no

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pudiendo beneficiarse de él en virtudde que el impacto de la estabilidad oaumento de los precios del crudo noestá provocando efectos reactivos enla economía.

En las dos últimas décadas el fe-nómeno de la pobreza se ha venidoagudizando en el país, esta pobrezase entiende como el deterioro acele-rado de las condiciones de vida de lapoblación en aspectos tales como:nutrición, vivienda, servicios bási-cos, nivel educativo, cultura, seguri-dad personal, social, solidaridad yexpectativas frente al futuro. Parafines de la década de los ochenta co-mienza la era de “crecimiento haciafuera” y la aplicación de los planes deajuste y estabilización macroeconó-micos de carácter neoliberal, Vene-zuela presentaba profundos dese-quilibrios al igual que el resto de laseconomías latinoamericanas, hundi-das en el marasmo de la llamada “dé-cada perdida”. Para entonces la CO-PRE (1989) señalaba la existenciade un empobrecimiento masivo de lasociedad venezolana y mostraba lossiguientes datos:

“Entre 1984 y 1988, el número de ho-gares en situación de pobreza pasa de944.000 a 1.910.000, lo que represen-ta el 58% de los hogares del país. Esimportante destacar que, en este mis-mo período, la pobreza extrema se tri-plica, al pasar de 283.000 hogares a863.000 significando el 26% del totalde hogares... En cuanto a la disminu-ción del ingreso per cápita de los vene-zolanos, este cae en un 20% entre1986 y 1987” (COPRE, 1989:17).

El deterioro de la calidad de vida delos venezolanos ha seguido profundi-

zándose durante la década de los 90 yprincipios del nuevo siglo, con el agra-vante de que para el presente no secuenta con un modelo de desarrolloque pueda detener o superar los ma-les estructurales que implica la natu-raleza rentista de nuestro modelo eco-nómico.

Dentro de este orden de ideas ob-servamos que el cuadro de pobrezaque posee actualmente Venezuela se-gún datos estadísticos aportados porel Instituto Nacional de Estadística,(INE, 2004). Reflejan que 54%(2.985.332) de los hogares venezola-nos son pobres porque sus ingresos noalcanzan para cubrir el costo de la ca-nasta básica (alimentación, vivienda,transporte servicios y vestido) y de es-tos 25,1% (1.386.957) están en pobre-za extrema porque no pueden finan-ciar la canasta alimentaria. Por otrolado, la tasa de desempleo en los po-bres, duplica la tasa general 24,5% esdecir (1.443.521) así mismo la tasapromedio de desempleo en el primertrimestre del 2003. Alcanzó el 19,3%(2.275.282) de la población económi-camente activa (PEA).

Finalmente en relación con la co-bertura de los seguros sociales se vecon gran preocupación que el mismosólo alcanza entre un 20% y un 30% dela población económicamente activa,esta situación destaca la necesidad delograr una reforma de la seguridad so-cial venezolana que no solo incorporeal sector estructurado de la economíasino también al sector no estructura-do, el cual contiene una gran cantidadde excluidos sociales, razón esta quenos permite analizar los procesos dereforma de la seguridad social en Ve-

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nezuela y el seguimiento que ha desa-rrollado el movimiento sindical (CTV)frente a la actual coyuntura.

4. Los Sistemas de seguridadsocial. Reforma y crisis en

América Latina

El desarrollo de los sistemas de se-guridad social de las sociedades enAmérica Latina se ha construido bajola influencia de dos grandes concep-ciones: Una, es el sistema originariode los seguros sociales de carácterprofesional y obligatorio, desarrolla-do por Bismarck en el siglo XIX, y elotro, el sistema de la seguridad socialformulado por Beveridge (1944), du-rante la segunda guerra mundial.Ambas concepciones diferentes y ad-versas han evolucionado con un am-plio sentido de convergencia e in-fluencia. Los dos sistemas diseñadosse han erigido en respuesta a las exi-gencias sociales que impone la huma-nidad a los Estados con el propósitode lograr coberturas de atención con-tra los riesgos de los individuos y desu familia.

Al respecto Arismendi (2002 a) des-taca:

“La seguridad social lleva implícitala utilización del contrato de seguropara cubrir las coberturas derivadasde los riesgos (en principio labora-les), con el añadido que la afiliaciónal sistema es obligatorio y trabaja-dores y patronos deben proveer lascontribuciones para financiar el cos-to de las primas, sin que ello obstepara que el Estado pueda ayudar asu sostén, en resguardo de los altosintereses objeto de protección” (Aris-mendi, 2002a:4).

La seguridad social como moderna-mente se le entiende, parte de la nece-sidad de universalizar la cobertura,esdecir, garantizar la protección a todoslos miembros de la sociedad medianteuna serie de disposiciones públicas,contra los infortunios económicos ysociales que son ocasionados por la in-terrupción o reducción considerablede ingresos a raíz de contingenciascomo la enfermedad, maternidad, ac-cidentes del trabajo y enfermedadesprofesionales, desempleo, invalidez,vejez y muerte; el suministro de aten-ción de salud y el otorgamiento desubsidios a familias con hijos menoresde edad. En este orden la Organiza-ción Internacional del Trabajo OIT(2000) destaca:

“La Seguridad Social es la protec-ción que la sociedad proporciona asus miembros mediante una seriede medidas publicas, contra las pri-vaciones económicas y sociales quede no ser así ocasionarían la desapa-rición o una fuerte reducción de losingresos por causa de la enferme-dad, maternidad, accidente de tra-bajo o enfermedad laboral, desem-pleo, Invalidez, vejez y muerte; ytambién la protección en forma deasistencia medica y de ayuda a lasfamilias con hijos” (OIT, 2000: 8).

Esta cita deja claro que la Seguri-dad Social integra en todo su ámbitoal seguro social, la asistencia social,las prestaciones que se financian conlos ingresos generales del Estado, lasasignaciones familiares y las cajas deprevisión.

Otro aspecto importante a destacares que los sistemas de seguridad so-cial son financiados con impuestos ge-

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nerales pechados a las sociedades, sinque ello signifique la desaparición desistemas contributivos de seguro so-cial, ni inhiban la posibilidad de crea-ción de otros mecanismos de ahorrotendentes a procurar beneficios adi-cionales a quienes participen de di-chos regímenes. A fin de cuentas, la fi-nanciación de las prestaciones de laseguridad social supone, en múltiplescasos, la eficiente utilización de recur-sos fiscales o provenientes de otrasfuentes, mucho más difícil de obteneren sociedades empobrecidas, con altosniveles de desempleo e informalidadque en los países que han logrado al-tos niveles de desarrollo.

En otro orden de ideas, los sistemasde seguridad social en América Lati-na, entraron en crisis durante la déca-da de los 80 y durante los 90, la mayo-ría de ellos llevaron adelante procesosde reforma (Mesa Lago, 1998). Esteescenario fue producto de los proble-mas financiero-actuariales que ha-bían comenzado a presentarse desdefines de la década de los 60. Lo ante-rior, destaca que este tiempo de crisis,se agudiza por las deudas externasacumulada por los Estados latino-americanos, lo que significó que losEstados se quedaran prácticamentesin fondos para incrementar y mante-ner los subsidios a los sistemas de se-guridad social. Esta será una de lascausas fundamentales que llevará ala ineludible necesidad de transfor-mar y reformar los modelos de seguri-dad social existentes.

En relación con esto Mesa-Lago(2000) sostiene que las transformacio-nes ocurridas en la seguridad social de

América Latina se pueden resumir endos concepciones: estructurales y no-estructurales y cuatro tipos:1. Reforma del sistema público, con

la que se introducen transforma-ciones, dirigidas a mejorar su efi-ciencia, ampliar su cobertura, ha-cerlo más homogéneo en presta-ciones y obligaciones, eliminar oaminorar los déficit, mejorar laspensiones, alargar la edad de reti-ro. Ejemplo de este camino de re-forma es Costa Rica. Este tipo dereforma no es estructural.

2. Reforma sustitutiva privatizado-ra, ella encierra el sistema anti-guo y se cambia por uno de Capi-talización Plena e Individual(CPI), los ejemplos de esta refor-ma los encontramos en: Chile(1981), Bolivia (1997), México(1997) y El Salvador (1998).

3. Reforma mixta, la cual reforma elsistema público, dejándolo comocomponente básico solidario y se leagrega un componente de CPI, porlo tanto, los que se jubilan recibenuna pensión básica del sistemapúblico y eventualmente una com-plementaria del privado; ejemplode ello son los casos de Argentina(1994) y Uruguay (1996).

4. Reforma que establece sistemasparalelos y de competencia entrelo público y privado, en esta vía sereforma el sistema público y se eli-mina su monopolio creando unnuevo sistema de CPI, ambos com-piten entre sí; ejemplo de esto lorepresenta: Colombia (1994) yPerú (1993). La diferencia con elmixto, es que aquel es de comple-

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mentación entre lo público y pri-vado y el paralelo es de competen-cia.

Resulta claro deducir que la refor-ma de la seguridad social se ha carac-terizado en América Latina por unatendencia privatizadora,mercantiliza-dora e individualizante que favorecemayormente al sector patronal, y queha visto eliminar significativamente lacontribución del sector privado (MesaLago, 2001). Tal es el caso de paísescomo Chile, Bolivia y Perú, que han eli-minado la contribución patronal, y enel caso de Uruguay ha disminuido.

Aunque en la mayoría de los casoslas reformas han afianzado la privati-zación con éxito, las responsabilidadesdel Estado siguen siendo muy fuertes,ejemplo de esto resulta Chile, la ideadesarrollada por Milton Fridman yaplicada en Chile contempla un esque-ma de ahorro obligatorio canalizado afondos privados. Aparte de la capitali-zación, se introdujo la administraciónprivada, el papel subsidiario del Esta-do como regulador, fiscalizador y res-ponsable por las pensiones mínimas yla rentabilidad de los fondos, además,estableció un programa de pensionesasistenciales para los grupos de meno-res ingresos y marginados.

De esta corriente de reforma se in-duce que a pesar de que el sistema hatenido sus triunfos en los últimos años.Cabe preguntarse ¿hasta qué punto esético y racional que los ahorros por elesfuerzo de un trabajador duranteaños estén expuestos a los vaivenes delmercado de capitales y de los requeri-mientos y necesidades de los sectoresprivados externos e internos?

Otro aspecto importante a consi-derar dentro de los procesos de refor-ma es lo relativo a la cobertura, losdatos indican que prácticamente nose ha podido ir más allá de la econo-mía formal, donde la afiliación esobligatoria y los descuentos son porplanilla, pero como la economía for-mal y su empleo retroceden, estoafecta al número de cotizantes, queson los afiliados reales. Ahora bien,frente a esta realidad se planteanotras interrogantes: ¿Cuál es la alter-nativa de seguridad social que podríapresentarse para el grueso númerode desempleados que arrojan las eco-nomías latinoamericanas y que seubican en el trabajo informal?

5. Reforma de la SeguridadSocial en Venezuela

La reforma de la seguridad socialen Venezuela, data en sus inicios des-de finales de la década de los años1980. Al igual que el resto de los paí-ses de América Latina, este procesoabrió caminos para que expertos so-bre el tema e instituciones incursio-naran sobre su contenido y dieran aconocer sus propuestas de solución ala crisis del mismo.

La crisis del seguro social en Vene-zuela marca la pauta del proceso dereforma. Los problemas de liquidezdel Estado, aunados a la mala gestiónpública, dieron paso a su colapso defi-nitivo, lo cual se tradujo en constantesprotestas de los ancianos con el petito-rio de ajuste a sus pensiones, así comode otros sectores sociales. Por otrolado, los fondos previstos para la segu-ridad social en Venezuela no fueron

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utilizados en su oportunidad para po-tenciar la institución Instituto Vene-zolano de Seguros Sociales (IVSS),sino para otros planes que concluye-ron en costear corrupción y clientelis-mo político.

Cabe mencionar aquí lo referido porla Comisión Tripartita en 1997. Laconstatación de la enorme crisis delIVSS en cuya base confluyen, entreotros, factores demográficos, poca rela-ción entre contribuciones y beneficios,ausencia de incentivos, evasión de con-tribuciones, pésimo manejo adminis-trativo, elevado costo fiscal y corrup-ción, todo ello dio lugar a la propuestade reforma que en Marzo de 1997 for-mularon los empleadores, los trabaja-dores y el gobierno.

Como consecuencia de este proceso,se destaca que es en el programa degobierno del presidente Caldera, laAgenda Venezuela (1996), donde seasume el compromiso de “reestructu-rar integralmente el Sistema de Segu-ridad Social”. La citada “reestructura-ción” contempla:a) Eliminar el régimen legal de pres-

taciones sociales. Hecho este que sematerializa con la reforma parcialde la Ley Orgánica del Trabajo.

b) Crear un sistema pensional funda-do en cuentas o fondos de capitali-zación individual administradospor el sector privado (fondos depensiones), cuyos lineamientos ge-nerales ya han sido aprobados enla Ley Orgánica del Sistema de Se-guridad Social Integral (1997).

c) Transformar el IVSS en un orga-nismo financiero y por lo tanto no

oferente de servicios o prestacio-nes en forma directa.Partiendo de estas ideas citamos lo

señalado por Arismendi (2002b):“En dicho acuerdo se planteó una re-forma integral de la seguridad socialen pensiones, salud, paro forzoso, ca-pacitación profesional, vivienda y re-creación. Se adoptó como paradigma,un modelo mixto en su configuración,fuentes de financiamiento y adminis-tración. El objetivo declarado es inte-grar las ventajas de las experienciaspor las que transitan distintos paísesen el mundo. Se colocan en planoscomplementarios lo público y lo pri-vado, la solidaridad intergeneracio-nal y el reparto con la capitalizaciónindividual. Se atribuye a entes públi-cos, privados o mixtos la administra-ción del sistema, bajo la rectoría y fis-calización del Estado, que a tal efectocrearía órganos especializados (Aris-mendi, 2002b:13).

El resultado de la cita anterior esconcretado por la Cámara de Diputa-dos del Congreso Nacional, quien san-ciona el Proyecto de Ley Orgánica delSistema de Seguridad Social Integral.(LOSSSI, segunda discusión en fecha(19/11/ 97). (Congreso Nacional,1998). El proyecto posteriormente fueremitido a la Cámara del Senado parala discusión correspondiente. La ma-teria fue declarada de urgencia poresta Cámara y el (13/ 12 /97), es san-cionada la ley por el Congreso Nacio-nal y remitida al Señor Presidente dela República para su promulgación,hecho que ocurre el día (30 /12 /97). LaLey es publicada en la Gaceta Oficialde la República de Venezuela Nº5.199,extraordinario,del (30 /12 /97).

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Este acontecimiento permite con-cluir que los actores intervinientes enla Comisión Tripartita asumieronfrente al país el compromiso de brin-darles a los trabajadores mayor y me-jor seguridad social a cambio de la re-nuncia de una serie de conquistas la-borales. En este sentido la LOSSSImarca el inicio de un nuevo sistema deseguridad social en Venezuela, el cual,a pesar de los esfuerzos tripartitos yparlamentarios para incorporar ele-mentos diferenciadores e innovadoresrespecto de los modelos tomados comoreferencia, no se observan cambiosimportantes, sino la repetición e in-fluencia de un modelo de protecciónsocial que, nacido en la dictadura chi-lena, es asumido como propio por elpensamiento económico neoliberal eimpuesto como condición a los pueblosque acuden en solicitud de ayuda eco-nómica ante los organismos financie-ros multilaterales.

A finales de 1998,el gobierno y el con-greso saliente aprobaron un paquete deleyes de seguridad social de tendenciaprivatizadora, que recibió enérgicas cri-ticas por parte de los nuevos factores depoder,y que posteriormente, con la apro-bación de la nueva constitución, inicia-rán un nuevo marco conceptual en tér-minos de un modelo ideológico distinto,basado en el cuestionamiento de la pri-vatización de la seguridad social en elpaís y la reivindicación de su carácterestatista.

Aparece nuevamente la soluciónestatista como la panacea, y se pre-tende demostrar que la capitaliza-ción prevista en ese modelo neolibe-ral, así como otras medidas del mis-

mo corte, significaban enormes per-juicios para los trabajadores. De estemodo el nuevo actor político descono-ce los acuerdos tripartitos producidospor los actores laborales (empresa-rios-Trabajadores y Estado) en el ré-gimen anterior.

Esta situación es propicia para queel nuevo ejecutivo nacional promul-gue una nueva Ley marco de Seguri-dad Social en fecha (30/12/02) gacetaoficial N.- 37600 cuyo amparo consti-tucional se encuentra tipificado en elartículo 86 de la Carta Magna1. Esconveniente destacar que este nuevomarco de la seguridad social fue apro-bado sin el consenso y la consulta conlos actores sociales, tal como exige untema de esta naturaleza. El nuevoproyecto optó expresamente, por unsistema público, de carácter no lucra-tivo universal y solidario, administra-do por el Estado y que veta cualquierintervención de la iniciativa privadaen el mismo. Al respecto Díaz (2001),en sus comentarios a ley destaca:

“El Sistema de Seguridad Social noestá creado sino en la Constitución.Jurídicamente esta ley no lo crea”(Díaz, 2001:401)

De igual manera Fernández (2003)destaca:

“El sistema diseñado en la LOSSSpone fin a la discusión sobre la capi-talización individual en Venezuela,pues se retorna a un nuevo modelosolidario integrado por tres pilares:El primero, no contributivo, finan-ciado por el fisco (Asistencia Social);El segundo contributivo, de finan-ciamiento tripartito, beneficio defi-nido, con un régimen de prima me-dia general uniforme; y el tercero de

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carácter complementario y volunta-rio, financiado exclusivamente através de las cotizaciones de los tra-bajadores” (Fernández, 2003: 243).

Lo anterior evidencia que se tratade un sistema complejo y disperso conmuchas dificultades para su imple-mentación debido al gran volumen deinstituciones burocráticas que debenfuncionar en conjunto con el sistema,lo cual, requiere de una gran transpa-rencia gerencial que parece muy du-dosa en los actuales momentos.

6. Visión del MovimientoSindical Venezolano (CTV) sobre

la Reforma de la SeguridadSocial Vigente

Son muy escasos los documentos quereflejan el seguimiento emprendido porel movimiento sindical venezolano cete-vista al proceso de reforma de la seguri-dad social implementado por el actualgobierno.Esto probablemente obedezcaa una agenda sindical centrada más en

la lucha política que en las propiasreivindicaciones laborales y en el for-talecimiento mismo del sindicalismotradicional que hoy parece recibir fue-tes críticas y ataques por parte de losnuevos sectores sindicales y fuerzaspolíticas emergentes.

Los trabajadores de los sindica-dos cetevistas se encuentran en unconflicto de carácter político, situa-ción esta tipificada en los numerales(11) y (14) del artículo (3) de la decla-ración de principios y estatutos de laConfederación de Trabajadores deVenezuela. Pero a pesar de esto, diri-gentes sindicales, investigadores yasesores de la CTV, como RodrigoPensó, León Arismendi del InstitutoNacional de Altos Estudios Sindica-les (INAESIN) y Luís Salas, entreotros, han elaborado algunas críti-cas a la ley de seguridad social vi-gente. Conviene destacar aquí que laley orgánica del sistema de seguri-dad Social esta próxima a cumplir

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1 Artículo 86. Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio públicode carácter no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en contingen-cias de maternidad, paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades catastrófi-cas, discapacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de empleo, de-sempleo, vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida familiar ycualquier otra circunstancia de previsión social. El Estado tiene la obligación de ase-gurar la efectividad de este derecho, creando un sistema de seguridad social univer-sal, integral, de financiamiento solidario, unitario, eficiente y participativo, de con-tribuciones directas o indirectas. La ausencia de capacidad contributiva no será mo-tivo para excluir a las personas de su protección. Los recursos financieros de la segu-ridad social no podrán ser destinados a otros fines. Las cotizaciones obligatorias querealicen los trabajadores y las trabajadoras para cubrir los servicios médicos y asis-tenciales y demás beneficios de la seguridad social podrán ser administrados sólocon fines sociales bajo la rectoría del Estado. Los remanentes netos del capital desti-nado a la salud, la educación y la seguridad social se acumularán a los fines de sudistribución y contribución en esos servicios. El sistema de seguridad social será re-gulado por una ley orgánica especial.

dos años y aún sigue sin ejecución. Losdirigentes sindicales cetevistas argu-mentan en una primera parte, que lamisma es de difícil aplicación debido ala poca factibilidad financiera con quecuenta el Estado para costearla locuál lleva a pensar que en los próxi-mos años continuaremos discutiendosobre la necesidad de una nueva refor-ma.

De igual manera, la ley esta circun-dada por dos grandes obstáculos unoes el altísimo contenido ideológico quedio cabida en la lucha contra la refor-ma anterior desarrollada en el gobier-no de Rafael Caldera. Y el otro, es elbajo el espíritu del dialogo social tri-partido, el cual es recomendado por laOIT y que han sido obviado por estegobierno en la reforma planteada.

En atención a la problemática sedebe tener claro que los sistemas deseguridad social son para las socieda-des que desean proteger a los ciudada-nos desde su nacimiento hasta lamuerte, como un derecho fundamen-tal de todos, y que se debe preservaren el tiempo. En este sentido, la OIT(2002) en su trabajo “La seguridad so-cial un nuevo consenso” sostiene:

“La seguridad social es muy impor-tante para el bienestar de los traba-jadores, de sus familias y de toda lasociedad. Es un derecho humanofundamental y un instrumentoesencial para crea cohesión social, yde ese modo contribuye a garantizarla paz social y la integración social.Forma parte indispensable de la po-lítica social de los gobiernos y es unaherramienta importante para evitary aliviar la pobreza. Través de la so-lidaridad nacional y la distribuciónjusta de la carga, puede contribuir a

la dignidad humana, a la equidad ya la justicia social. También es im-portante para la integración políti-ca, la participación de los ciudada-nos y el desarrollo de la democracia”(OIT, 2002:2).

Desde este punto de vista, todos losdebates sobre la reforma de la seguri-dad social deben contener el dialogosocial como el modo mas civilizadopara que una sociedad como la nues-tra, pueda lograr los acuerdos y com-promisos que permitan superar la po-breza. Por ello el movimiento sindicalvenezolano lamenta que el EjecutivoNacional carezca de esta virtud yaque la actual ley siguió los caminosdel modelo chileno, la de la de imposi-ción, al no permitir que los actores la-borales participaran en su desarrollo.

En atención a ello, la confederaciónde los trabajadores de Venezuela hadesarrollado un conjunto de criticaslas cuales son recogidas por Arismen-di (2002a) en su trabajo “¿Cuál Refor-ma?”. Y que se resume en los siguien-tes aspectos:a) La legislación de 1998 había pre-

visto sustituir al IVSS transfirien-do su red hospitalaria a gobiernosregionales y locales. El resto de suscompetencias tendrían como desti-natarios las nuevas institucionesque se ocuparían de la gestión de laseguridad social. El actual gobier-no fue cautivado por la idea de em-prender nuevos planes de rees-tructuración y, a tales fines, derogóla legislación que servía de soportea la transición. La nueva ley orde-na liquidar al IVSSS y sustituirlopor nuevos organismos, en tantoque los hospitales serían integra-

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dos al sistema nacional de salud.Una diferencia básica con el proce-so anterior consiste en que aqueltenía como soporte los acuerdosque involucraban al movimientosindical en la reforma; mientrasque este tiene altas posibilidadesde encontrar una dura resistencia,especialmente en ese sector, por nohaber participado en la discusióndel mismo.

b) Son muchas las críticas del movi-miento sindical al régimen de saludsin embargo, las más álgidas se cen-tran en cuestionar la obligación decotizar que se impone a los trabaja-dores asalariados, toda vez que si elrégimen garantiza servicios a todoslos ciudadanos lo lógico es que su fi-nanciamiento se haga con impues-tos generales; de lo contrario lostrabajadores terminarían haciendouna doble aportación para obtenerlas mismas prestaciones de quienesno contribuyen.

c) Otro problema viene dado por laexistencia de planes de salud (se-guros de HCM) consagrados en losconvenios colectivos, a cuya per-manencia, por razones obvias, lostrabajadores se negarán a renun-ciar. El sistema tendría que dar se-ñales inequívocas de eficienciapara que esa posibilidad se consi-dere. El punto controversial esque si se insiste en cotizacionespatronales para financiar el siste-ma general, la presión de estospara deshacerse de la obligacióncontractual no se hará esperar y elaumento de los costos será un sóli-do argumento.

Frente a esta serie de críticas vis-lumbradas por el movimiento sindicalsobre la reforma actual surgen laspropuestas de su parte. Ante ello laCTV, sostiene que la iniciativa refor-mista (revolucionaria) debería enton-ces atender a los siguientes nortes:

1. Garantizar los derechos adquiri-dos del sistema central (afiliados delIVSS) y los correspondientes a los regi-menes paralelos. 2. Extender la cober-tura de la protección social a la mayo-ría de los habitantes del país e implan-tar el nuevo sistema. 3. Otro punto in-dispensable para que la reforma avan-ce, es el consenso de los actores políti-cos y sociales; un compromiso con con-sistencia para el futuro, capaz de salirairoso de los cambios de gobierno, de locontrario seguiremos en el fango de laimprovisación. Los planes de seguri-dad social se diseñan con la mira pues-ta en el largo plazo y la utilidad de uncorte respecto de los derechos adquiri-dos radica en quitarle al sistema lasurgencias para que pueda consolidar-se. 4. El diálogo social es fundamentalpara definir y facilitar la ejecución delos planes. Los acuerdos de los actoresdeben reflejar la variedad de los inte-reses en juego, haciéndolos compati-bles con las aspiraciones de la socie-dad. 5. Así mismo, se destaca final-mente, que el movimiento sindical(CTV) es defensor del sistema mixto dela Seguridad Social, siempre que elmismo se caracterice por una fuertepresencia pública pero abierta a laparticipación de los particulares.

Esta afirmación se puede corrobo-rar en el documento emitido por la

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CTV (2002a) el cual exhorta en los si-guientes términos:

“Nos pronunciamos a favor de unsistema de seguridad social mixtoque garantice: a) La universalidaden la cobertura y en las prestacio-nes. b) La solidaridad intergenera-cional y la solidaridad social, lo cualsupone que en el financiamiento delsistema los aportes de los que masganan deben ser mayores que losmenos favorecidos. c) La participa-ción de los actores públicos y priva-dos en su organización, financia-miento, administración y supervi-sión. d) La transparencia en el ma-nejo de los recursos y la eficienciaen la administración de los mismos.e) La rectoría tripartita del sistemay el control democrático de la ges-tión. f) La separación de los fondosde los distintos subsistemas con uneficaz sistema de vigilancia y con-trol de la administración. Para talfin es menester un estado fuerte”(CTV, 2002a: 4).

Finalmente, resulta pertinentedestacar, que el radicalismo que traeconsigo las reformas de los regímenesde seguridad social, no sólo debe versedel lado del sector estatal; sino tam-bién, en los otros actores que tratan deimponer fórmulas contrarias al esta-tismo que actualmente se impone enVenezuela como única opción.

El modelo mixto de pensiones pro-puesto por el sindicalismo venezolano(CTV) podría encontrar el equilibriotripartito que haga factible la convi-vencia de la solidaridad intergenera-cional con la capitalización individualtal como se planteo en la Reforma Cal-dera. Además las políticas guberna-mentales deben tener presente que el

soporte de la seguridad social no ha deinclinarse hacia el sector financieroexclusivamente (administradoras).Por el contrario, su norte y su misióncomo Estado debe ser el de garante delos derechos, de modo tal que los bene-ficios ofrecidos lleguen a todos los ciu-dadanos y para ello debe velar por latransparencia en el manejo de los fon-dos y tener a su cargo la rectoría delsistema, con el debido resguardo de laparticipación de los actores socialesen un modelo de gestión verdadera-mente democrática.

7. El movimiento sindical frentea la pobreza

En los últimos años, las propuestassindicales en torno al tema de la segu-ridad social se encuentran estrecha-mente vinculadas al análisis y al diag-nóstico de la pobreza y el deterioro dela calidad de vida de los trabajadores.Las causas de ello se atribuyen bási-camente a las orientaciones antisin-dicales y antilaborales del régimen.

Tal como se afirma en los recientesdocumentos de la CTV(2002 b), la polí-tica económica de Chávez se puedeubicar en lo que se conoce como la hete-rodoxia latinoamericana orientadashacia un enfoque monetarista eclécti-co. Tales políticas suponen medidasmuy perjudiciales para los trabajado-res, como lo es el congelamiento de lossueldos y salarios y los impuestos decorte regresivo.

Según los análisis expuestos en eldocumento cetevista, estas políticashan significado la más osada experien-cia de heterodoxia en Venezuela, simi-lar al Plan Cruzado brasileño de 1986,

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basado en el congelamiento de pre-cios, salarios, y tipo de cambio. Losefectos de estas políticas son plena-mente coherentes con la lógica neoli-beral: a) Congelamiento de los sala-rios; b) Pago sin restricciones de ladeuda externa; y c) Predominio de losimpuestos regresivos sobre los pro-gresivos, imposibilitando así, una in-cidencia positiva en la distribucióndel ingreso por la vía de la política tri-butaria.

El argumento es que tales políticasno favorecen a los trabajadores, yaque la estabilización macroeconómicase hace justamente por la vía del es-trangulamiento del factor trabajo. Asímismo se señalan un conjunto de fac-tores que deterioran la calidad de vidade los trabajadores:

La política antiobrera: El interés dela política económica en los últimosaños ha sido la corrección del déficitfiscal. Sin interés por enfrentar de ma-nera global la distribución regresivadel ingreso, sigue siendo, junto con elendeudamiento externo, el principalproblema económico del país. Por otraparte, las políticas aplicadas han teni-do su peor efecto en el salario real yesto se ha profundizado con el mante-nimiento de los salarios de hambre, sinaplicarse políticas de tipo compensato-rio para contrarrestar el efecto de la es-tabilización macroeconómica, lo cual leda un sesgo abiertamente antipopular,orientada fundamentalmente a gol-pear a los trabajadores,apoyándose es-pecialmente en medidas de orienta-ción antiobrera y antisindical muy si-milar a las planteadas por los neolibe-rales en todo el mundo.

Por otra parte, las políticas socialespuestas en marcha prestan muy pocaatención a los asalariados,el centro deatención de estas políticas son los lla-mados “sectores meta”: los pobres, lossectores informales y los tercerizadosdel mercado laboral, es a partir de es-tos sectores, que dentro de la lógica dequienes promueven estas políticas po-dría generarse la alternativa de un“nuevo empresariado” sin los vicios ydesviaciones del empresariado que seformó en el periodo de la sustituciónde importaciones o industrializaciónfalsa.Es por eso que estas capas socia-les ocupan el centro de interés de lapolítica social y se les apoya de distin-tas formas: con créditos, subsidios,apoyo logístico, promoción del sector oactividad y una gran variedad de mo-dalidades. De este modo, estos secto-res se fortalecerían y estarían en ca-pacidad de desplazar a la oligarquíamonopólica y opulenta. Por tanto, laspolíticas que se desprenden son: el im-pulso del sector, legalización de la ac-tividad informal, donaciones, créditosy micro créditos, y la formación y el es-tímulo de empresarios informales.

La otra fuente de inspiración paralas revolucionarias políticas sociales esla que proviene de los organismosacreedores, no menos neoliberales queel anterior. Bien es conocido que la cri-sis económica y los programas de ajusteestructural han agravado la pobreza denuestras naciones, en virtud de ello losorganismos acreedores preocupadospor posibles amenazas a la viabilidadde la estrategia neoliberal ha recomen-dado un nuevo programa asistencialque se conoce como Redes Mínimas de

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Protección Social (RMPS) y que seorientan fundamentalmente a la pro-tección de los llamados “vulnerables”.Estas políticas la aplican la mayoríade los gobiernos latinoamericanos ytodas poseen las mismas característi-cas. La preocupación de los organis-mos acreedores es el posible potencialconflictivo que poseen estos sectoresubicados en la extrema pobreza, deallí el interés por mantenerlos relati-vamente atendidos, para que no esta-llen y generen problemas de estabili-dad política. No es casual entoncesque sean los propios gobiernos quie-nes asuman la dirección de estas polí-ticas, ya que esto les permite mante-ner la imagen demagógica de gobier-nos preocupados por la pobreza y tra-bajando por superarla, lo que a corto ymediano plazo termina por generarganancias políticas.

Las propuestasLa CTV sigue reivindicando las so-

luciones de un Estado “asistencial”.Otros sectores de una tendencia sindi-cal más radical o clasista dentro de lamisma CTV sostienen la necesidad deplantear alternativas económicas a lacrisis nacional tales como:a) Avanzar hacia un nuevo esquema

para la deuda externa con el FMI yla banca comercial internacional.Que aliente el crecimiento modera-do con alta generación de empleos.El énfasis en el crecimiento econó-mico plantea un cambio en el tipo deajuste, sin deprimir el gasto público,sino hacia una reasignación del mis-mo. De este modo, el esfuerzo se ha-ría más por el lado del ingreso y notanto por el gasto,

b) Negociación de la moratoria plani-ficada de la deuda externa Las so-luciones de la deuda deben estarvinculada a proyectos distintos deajuste, esto implica el estableci-miento de cláusulas de contingen-cia, mecanismos compensatorios yprincipios generales tales comocrecimientos mínimos, transferen-cias positivas y cuotas razonablesdel monto de la deuda sobre las ex-portaciones.Un programa de nego-ciación que se plantee el logro deuna tasa de crecimiento del 2%,(después de varios años con caídasconsecutivas del PIB y tasas nega-tivas de crecimiento), esto garanti-zaría otorgar el espacio adecuadopara la generación de nuevos em-pleos y la producción de bienes bá-sicos; combatir la inflación y rea-signar el gasto social. La optimiza-ción del perfil de la deuda traeríaconsecuencias en su capacidad degenerar una mejora sostenida enel desempeño de la cuenta corrien-te de la balanza de pagos. Con unaconsecuente recuperación del cre-cimiento económico y la estabili-dad financiera,

c) El fortalecimiento de la inversiónpública (con lo que se destina alservicio de la deuda) en sectoresque generen empleo (pequeñas in-dustrias, sector conexo a la indus-tria petroquímica u otras). La for-mulación de un marco macroeco-nómico de largo plazo, sumada aun análisis extenso y detallado y aproyecciones cuidadosas del sectorexterno de la economía. El creci-miento proyectado de las exporta-

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ciones, permitiendo una reducciónconsiderable de la razón del servi-cio total de la deuda al valor de lasexportaciones,

d) Establecer el indiciador petrolero,esto es que la corriente de pagospor concepto de deudas estaría de-terminada por el precio petrolero,si los precios del petróleo bajabanlas tasas de interés del servicio dela deuda habrían de bajar igual-mente. Protegiéndose la economíade los choques petroleros,

e) La ruptura del pacto Estado-Ban-ca, ello implicaría una política fis-cal basada en: transferencias delsector privado al sector público(adquisición de bonos obligatoriaa bajos intereses y a largo plazo.Aplicación de impuestos progre-sivos (sobre la renta) Impuesto alos artículos de lujo y a las impor-taciones suntuarias. Disminu-ción de los impuestos regresivos.Así mismo supondría una políticamonetaria que presionaría haciala baja de las tasas de interés yuna menor monetización de laeconomía con políticas de contro-les de cambio y precios.

8. Conclusiones

Al revisar el contexto socio-políticoen América Latina subrayamos quecomo resultado de la crisis del Estadohan tenido lugar numerosas transfor-maciones en materia económica so-cial, las cuales se ubican en los dos úl-timos decenios del siglo XX. Esta si-tuación se puede sintetizar del si-guiente modo, por un lado la crisis delEstado Benefactor y su principal com-

ponente, la seguridad social; y por elotro, la reforma social, que abarcatransformaciones importantes del Es-tado y del sistema de seguridad y asis-tencia social.

Ambos contextos han resultado delagotamiento del modelo económicoque llevó a las sociedades latinoame-ricanas, y en especial a la de Venezue-la, a conducir a sus ciudadanos agrandes desigualdades sociales (po-breza crítica y extrema) y que hoy per-manecen estancadas en el subdesa-rrollo, la demagogia, la corrupción y lainestabilidad política.

Tal situación trae consigo el surgi-miento de un nuevo modelo económi-co-social, cuya expresión denota unnuevo capitalismo en su fase global yde carácter neoliberal, que se funda-menta en la expansión del rol del mer-cado, y la reducción del tamaño y lasfunciones del Estado. La aplicación deeste nuevo modelo ha generado trans-formaciones diversas en muchasáreas; la política social es una de es-tas, destacándose aquí reformas im-portantes y que dejan sin resolver va-rios problemas, tales como: la inefi-ciencia administrativa, el desequili-brio financiero-actuarial, la concen-tración de la cobertura en el sectormedio y la exclusión de los grupos demás bajo ingreso y de los pobres, el im-pacto regresivo en la distribución, en-tre otros.

Dentro de este orden de ideas po-dríamos resumir que la reforma de laseguridad social venezolana destaca:1. La reforma de la seguridad social

se desarrollo en Venezuela a fina-les de la década de los 90, y su pri-mera versión se inserta en el pro-

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grama (Agenda Venezuela, 1996)donde se asume el compromiso dereestructurar integralmente elSistema de Seguridad Social.Esta decisión del gobierno de Cal-dera deja aprobado un paquete deleyes de seguridad social de carác-ter privatizante. Posteriormente,estas medidas fueron desconoci-das por el nuevo régimen el cualmarcará un viraje y sentará unavisión radicalmente distinta de laseguridad social, basada en unaconcepción estatista.

2. El cuadro de pobreza que poseeactualmente Venezuela reflejaque un 54% de los hogares venezo-lanos son pobres porque sus in-gresos no alcanzan para cubrir elcosto de la canasta básica (ali-mentación, vivienda, transporteservicios y vestido) así mismo, enrelación a la cobertura de los se-guros sociales se ve con gran preo-cupación que el mismo sólo alcan-za entre un 20% y un 30% de la po-blación económicamente activa(CTV, 20002a). Esta situacióndestaca la necesidad de lograruna reforma de la seguridad so-cial venezolana que no sólo incor-pore al sector estructurado de laeconomía sino también al sectorno estructurado, el cual contieneuna gran cantidad de excluidossociales.

3. El nuevo marco de la seguridadsocial ya descrito, fue aprobadosin el consenso y la consulta conlos actores que un tema de esta

naturaleza requiere. Así mismo,el proyecto reformista de laLOSSSI optó expresamente, porun sistema público, de carácter nolucrativo universal y solidario ad-ministrado por el Estado y queveta cualquier intervención de lainiciativa privada en el mismo.

4. La nueva ley esta circundada pordos grandes obstáculos: uno, es elalto contenido ideológico en el quese emprende el debate durante elgobierno de Rafael Caldera. Y elotro, es el bajo espíritu de diálogosocial tripartito,el cual es recomen-dado por la OIT y que ha sido obvia-do por este gobierno en la reforma.

5. El Movimiento sindical CTVdestaca que la ley es un sistemacomplejo y disperso con muchasdificultades para su implemen-tación debido al gran volumen deinstituciones burocráticas quedeben funcionar en conjunto conel sistema con que cuenta el Es-tado, con lo que se corre el riesgode ineficiencia y excesivo gastoburocrático.

6. El modelo mixto de pensiones pro-puesto por el sindicalismo venezo-lano (CTV) podría encontrar elequilibrio tripartito que haga facti-ble la convivencia de la solidaridadintergeneracional con la capitali-zación individual, tal como se plan-teo en la Reforma Caldera. Siem-pre que el Estado sea garante deese derecho constitucional y permi-ta la participación de los actores.

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