EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN DEL EJÉRCITO
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EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN DEL EJÉRCITO
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EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN DEL EJÉRCITO
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PRESENTACIÓN
Por medio de este documento, el Estado Mayor del Ejército (EME) pretende dar partida al "Proceso de Transformación del Ejército".
As concepciones en ello contenidas son el resultado de los estudios, diagnósticos, formulaciones y concepciones surgidas en el EME a lo largo de los trabajos relativos a la Estrategia Nacional de Defensa, a la elaboración de la Estrategia Brazo Fuerte y a la planificación del SIPLEX 2011/2014.
Fueron coleccionados subsidios en un amplio conjunto de fuentes: militares de la activa y de la reserva, oficiales de naciones amigas, civiles y especialistas en diversos sectores. Experiencias anteriores fueron estudiadas, en Brasil y en el exterior, coleccionadas después de muchas horas de estudios, investigaciones, exposiciones, brainstorm, paneles, debates y seminarios. Contó aun con la contribución espontánea de un gran número de oficiales de varias Organizaciones Militares (Organizaciones Militares) y de la Reserva Remunerada. El presente volumen incluye tres capítulos.
El primero, "Transformación Militar: conceptuación e histórico", tiene un carácter esencialmente informativo. Tiene por objetivo difundir conceptos y uniformar las percepciones. Presenta estudio de casos y relata las transformaciones emprendidas por el Ejército Brasileño (Ejército Brasileño) en las décadas de 1970 y 1980.
El Capítulo II: Por que transformar el Ejército, no tiene la pretensión de constituirse en un diagnóstico de la Fuerza, hasta por no ser fruto de la aplicación de metodologías científicas. Presentamos, todavía, un telón de fondo sobre el nivel en que se encuentra el Ejército, en términos relativos, considerando los avanzos por lo que pasan las Fuerzas Armadas extranjeras, la Armada de Brasil y la Fuerza Aérea Brasileña, así como los niveles de conocimiento encontrados en diversos sectores de la sociedad civil. Busca parámetros en eventos recientes por lo que pasó el Ejército y termina presentando una propuesta de base político-estratégica, como orientación para la trayectoria de evolución.
Por último, en el Capítulo III: Cómo transformar el Ejército, son presentados los Vectores de Transformación, ejes que orientarán todas las acciones relativas al Proceso de Transformación. Los seis Vectores propuestos son en verdad el desdoblamiento de
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tres áreas básicas: doctrina, recursos humanos y gestión, en cuyo ámbito ocurrirán los cambios.
La operacionalización de las actividades va a ser regulada en Directriz la ser expedida por el EME, debiendo la reunión nº 268 del Alto Mando del Ejército (ACE), de 20 y 21 de Mayo, marcar formalmente el desencadenamiento del proceso.
Hay que considerarse, todavía, que las actividades están solo en su comienzo y va a ser principalmente por intermedio del liderazgo y del compromiso de todos los sectores del Ejército que los trabajos obtendrán la profundidad y la amplitud indispensables a la obtención del éxito y a la concretización de los objetivos dibujados.
Brasilia, 10 de mayo de 2010
Gral. Ej. FERNANDO SÉRGIO GALVÁN
Jefe del Estado Mayor del Ejército
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TEMARIO
Introducción ……………………………………………………………..…………. 6
Capítulo I - Transformación Militar: conceptuación e histórico • La Transformación Militar, ¿que es?....................................... • Adaptación, Modernización y Transformación ....................... • Aplicación de esos Conceptos en el Ejército Brasileño (EB) …. • La Evolución del Ejército ......................................................... • La Transformación del EB en el Período 1964 - 1984 ............. • Estudio de Caso: ..................................................................... La Transformación de los Ejércitos de España y de Chile…………
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Capítulo II - Por qué transformar el Ejército • Lecciones de Haití ................................................................... • La Cuestión de la Relevancia ................................................... • La Cuestión Presupuestaria .................................................... • La Estrategia Nacional de Defensa .......................................... • La Estrategia Brazo Fuerte ...................................................... • El SISFRON .............................................................................. • Reflejos de la Estrategia Brazo Fuerte .................................... • Capacidades Necesarias al EB de 2030 ...................................
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Capítulo III - Cómo transformar el Ejército Los Vectores de Transformación ............................................... • 1º Vector: Doctrina ................................................................. • 2º Vector: Preparación y Empleo ............................................ • 3º Vector: Educación y Cultura ............................................... • 4º Vector: Gestión de Recursos Humanos .............................. • 5º Vector: Gestión Curriente y Estratégica ............................. • 6º Vector: C&T y Modernización del Material ........................ • 7º Vector: Logística ................................................................. Conclusión………………………………………………………………………………
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INTRODUCCIÓN
La economía mundial adquirió dinamismo sin precedentes con el apoyo de las innovaciones tecnológicas, principalmente en el área de informática, al mismo tiempo en que demostró tener incorporado nuevos elementos de inseguridad e inestabilidad. La revolución tecnológica en curso, impulsionada por los avanzos en las áreas espacial, nuclear, biotecnológica, nanotecnológica y robótica, provoca la aceleración de esa dinámica, así como el acceso facilitado a la tecnología hizo con que las amenazas a la paz y a la seguridad internacionales adquiriesen el carácter más contundente.
Recientes previsiones de analistas muestran Brasil en la posición de 5ª economía mundial ya durante la década que comienza. Hasta allá, el País podrá estar disfrutando, también, de la condición de miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas. Tendrá, por lo tanto, alcanzado el nivel de los actores globales de primera línea.
Ante ese cuadro, la cuestión que naturalmente sobreviene está en saber si el Ejército está en condiciones de desarrollar las capacidades necesarias para que el País pueda hacer valer sus decisiones, respaldar la política externa y actuar de modo afirmativo en sus áreas de interés estratégico.
Y más, vamos a ser capaces de proyectar fuerzas con prontitud y mantenerlas por plazos indefinidos, sosteniendo las capacidades que les garanticen el éxito en el cumplimiento de las misiones?
Si fuera verdadera la percepción generalizada de que son necesarios cambios en nuestras concepciones estratégicas, doctrinarias, tecnológicas y de gestión, cuáles serían ellas exactamente?
Por geraciones sucesivas, tenemos atribuido a agentes externos a la Fuerza la responsabilidad por las dificultades que nos afligen persistentemente. Pero es forzoso admitir que los últimos cambios cualitativos de grandes proporciones realizados por nuestra iniciativa ocurrirán en las décadas de 1970 y 1980.
La cuestión está en definir en que medida la situación actual transcurre también de nuestra dificultad para elaborar y ejecutar estrategias capaces de superar los óbices advenidos de la coyuntura
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presupuestaria desfavorable y de proyectar el Ejército para el futuro.
Novamente: si eso fuera verdad, la Nación tendrá el deber de cuestionar si tenemos las capacidades necesarias para realizar una contingencia y, más aun si son ellas compatibles con las del Ejército de un país que busca tornarse relevante en el escenario internacional.
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CAPÍTULO I
TRANSFORMACIÓN MILITAR: CONCEPTUACIÓN E HISTÓRICO
"Hoy los cambios son tán rápidos que la adaptación, modernización o transformación de las fuerzas armadas deberá ser una actividad permanente y no resultante de planes adoptados periódicamente."
(Brigadier Covarrubias - Ejército de Chile)
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LA TRANSFORMACIÓN MILITAR, ¿QUÉ ES?
El concepto de transformación surgió en la década de 1970, a partir de la discusión sobre Evolución en Asuntos Militares (EAM) y Revolución en Asuntos Militares (RAM), combinando dinámica del progreso gradual con la necesidad de periódicamente romperse paradigmas en la búsqueda de la capacidad total de superar oponentes y cumplir misiones.
Con el surgimiento de las nuevas tecnologías relacionadas al procesamiento y transmisión de datos, la robótica y los sistemas de armas, se firmó la tendencia de sistematizar las acciones necesarias para el aprovechamiento militar de esas ventajas potenciales, por intermedio del proceso de transformación.
Tecnología de la información, cibernética, capacidades espacial y nuclear, nanotecnología, robótica, C4ISR, biotecnología, son algunos de los parámetros con los cuales las fuerzas militares están encontrándose en los conflictos actuales y en los visualizados para el futuro.
ADAPTACIÓN, MODERNIZACIÓN Y TRANSFORMACIÓN
El significado de la acción de "transformar" fue discutido en artículo publicado en la edición brasileña de la Military Review, de noviembre-diciembre de 2007, intitulado "Tres Pilares de una Transformación Militar", de autoría del Brigadier Covarrubias, del Ejército de Chile.
Afirma el autor que las instituciones militares pueden ser sobmetidas a tres tipos de cambios: adaptación, modernización y transformación.
"La adaptación" consiste en arreglar las estructuras existentes para continuar cumpliendo las tarefas previstas; la modernización corresponde a la optimización de las capacidades para cumplir la misión de la mejor forma; y transformación es el desarrollo de las nuevas capacidades para cumplir nuevas misiones o desempeñar nuevas funciones en combate."
Se verifica que la modernización incide sobre las estructuras físicas de la Fuerza, trayéndola del pasado para el presente; ya la transformación altera las concepciones, proyectando la Fuerza hacia el futuro.
Prosigue el autor, presentando los "puntos que marcan una transformación":
• transición de la estructura de paz para la de guerra;
• compresión operativa, que significa disminuir el ciclo que va de la planificación hasta la ejecución;
• interoperabilidad, en relación a otras fuerzas, países y agencias;
• desarrollo de los sistemas de armas; y
• gestión de la información.
APLICACIÓN DE ESOS CONCEPTOS EN EL EJÉRCITO BRASILEÑO
En nuestro Ejército, la falta continuada de recursos impone el surgimiento de una cultura que atribuye alta relevancia a la capacidad de adaptación, para arreglar las estructuras y procedimientos existentes, con la finalidad de continuar cumpliendo las tareas previstas.
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En el intento de amenizar esa situación, una de las aspiraciones legítimas de la Fuerza, común a todos los niveles decisorios, se convirtió en la búsqueda por la modernización, para optimizar las capacidades operativas con base en nuevos equipos y procedimientos.
Contudo, en el escenario actualmente vivido por el Ejército, y para el futuro próximo, la adaptación y la modernización no proporcionan todas las respuestas para las demandas operativas que se presentan, pues parten del presupuesto que las actuales formas de actuación son adecuadas.
La solución para la necesidad de mantener la preparación y el empleo del Ejército a la frente de los nuevos desafíos es, entonces, encontrada en el concepto de transformación, pues exige el desarrollo de las nuevas capacidades para cumplir nuevas misiones.
LA EVOLUCIÓN DO EJÉRCITO
Para llegar a lo que está, el pensamiento militar del Ejército Brasileño sufrió, a lo largo de su historia, influencias de diversas naturalezas, que quedan caracterizadas como ciclos de evolución.
Desde el esfuerzo autóctono emprendido en la Guerra de la Tripe Alianza, en el siglo XIX, el Ejército Brasileño pasó por las influencias alemana y francesa durante las primeras décadas del siglo XX, hasta sufrir los reflejos de la participación en la Segunda Guerra Mundial que resultó en la aproximación militar con los EUA. Pasamos a adoptar un pensamiento militar con relativa autonomía solo a partir de los años 1980, cuando fueron adoptados conceptos propios y fue promovido el fortalecimiento de la industria nacional de defensa.
LA TRANSFORMACIÓN DEL EJÉRCITO BRASILEÑO EN PERÍODO 1964 A 1984
La Reforma Administrativa del Estado Brasileño, iniciada en el País a partir de la Revolución de 31 de Marzo de 1964, con la expedición del Decreto-Ley nº 200, fue un marco en la Historia del Ejército.
Las innovaciones de aquél Decreto y de otros que se seguirán fueron siendo progresivamente introducidas en la Fuerza, redundando en profundas modificaciones de estructuras, rutinas, métodos de trabajo y, sobretodo, de mentalidad, pasando los Reglamentos del Estado Mayor del Ejército a reflexionar sobre esos hechos.
A partir de 1970 fueron lanzadas las Bases para la Reformulación de la Doctrina Militar Brasileña. El Ejército emprendió esfuerzos para recuperar el atraso que lo separaba, en la época, de sus congéneres de las naciones más desarrolladas. Se convirtió en un imperativo de la seguridad nacional el aumento de la capacidad operativa de la Fuerza Terrestre, por medio de su reequipamiento y de la adopción de nueva organización, articulación y método de instrucción. Tal esfuerzo buscaba también libertar la Fuerza de la importación de material extranjero, por el estímulo a la industria nacional civil para producir materiales de empleo militar, especialmente blindados, otros vehículos, armamentos, municiones, material de telecomunicaciones e ingeniería.
A partir de 1971 una nueva organización fue implantada en la Fuerza, con la transformación de las divisiones de infantería en
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divisiones de ejército, de las divisiones de caballería y de la división blindada en brigadas de caballería mecanizada y blindada; y de las infanterías divisionarias en brigadas de infantería motorizada y blindada. En los dos años siguientes, 18 regimientos de infantería fueron transformados en 25 batallones de infantería motorizados y blindados, fueron creados cinco batallones de infantería de selva y, también, por transformación, tres batallones de infantería paracaidista. Aun en este mismo período, 16 regimientos de caballería fueron transformados en ocho regimientos de caballería mecanizados, tres de caballería blindados y cinco de carros de combate. La artillería pasó por grandes transformaciones con la creación, a partir de antiguos regimientos, de grupos de artillería de campaña y autopropulsados, además de la creación y reorganización de grupos de artillería antiaérea.
Como esfuerzo de modernización administrativa, fueron creadas seis insectorías de finanzas, subordinadas a la Dirección General de Economía y Finanzas, para acompañamiento de la ejecución financiera de las unidades administrativas. Fueron actualizados los diplomas legales comunes a las tres Fuerzas Armadas - el Estatuto de los Militares y la Ley de Promoción de los Militares - y elaboradas y promulgadas nuevas leyes del Magisterio y de la Enseñanza.
Fueron creados también Departamentos de Material Bélico, de Ingeniería y Comunicación y hubo la reorganización del Departamento General del Personal (DGP), además de la organización del Departamento General de Servicios.
El Fondo del Ejército pasó a ser un instrumento de gran valor para garantizar la flexibilidad y el dinamismo de la administración. Además de eso fueron extintos los almacenes reembolsables, granjas y otros establecimientos en guarniciones servidas por congéneres civiles, en búqueda de modernización y racionalización de las actividades de la Fuerza.
El Estado Mayor del Ejército tuvo una énfasis más grande, creando y accionando una Comisión de Reforma Administrativa, desde junio de 1967, la cual tenía por misión estudiar una amplia y profunda reforma, a fin de permitir que los recursos que la Nación reservaba al Ejército pudiesen garantizar el total cumplimiento de su destinación constitucional con lo mínimo de dispendio y lo máximo de eficiencia. Sus estudios y propuestas de alteraciones estructurales, instrucciones y normas reglamentares para las diversas actividades del Ejército tuvieron por objetivos compatibilizar la planificación con el presupuesto, descentralizar la acción administrativa y de mando, establecer adecuados sistemas de control, simplificar rutinas, estructurar la organización por actividades funcionales y aliviar las unidades operativas de los cargos burocráticos. Cumplidas las tarefas, la Comisión de Reforma Administrativa dio lugar a una Sección de Organización y Métodos, que pasó a orientar, coordinar y controlar, como sección base, las actividades específicas para obtención de mejores patrones de eficiencia en el Ejército.
A partir de 1972, con la organización del nuevo sistema de planificación federal, el Ministerio del Ejército instituyó el Sistema de Planificación del Ejército, integrando las actividades de planificación, presupuesto y modernización administrativa, encuadradas por distintas secciones del Estado-Mayor del Ejército como instrumento de políticas sectoriales específicas: el Plan Director del Ejército, el Presupuesto Plurianual de Inversiones, el Presupuesto-Programa Anual, programa de trabajo, de desembolso, proyectos de
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organización y modernización, instrucciones normativas y nuevos manuales técnicos.
En 1975, se institucionalizó en el Ejército el Subsistema de Modernización Administrativa, con largos y amplios efectos sobre sus actividades.
Para responder a los sistemas de la administración federal, el Ejército, en plazos sorprendentemente cortos y sin perjuicio de los resultados estructurales, hizo funcionar varios sistemas, como el de planificación, presupuesto, modernización administrativa, procesamiento de datos, administración financiera, contabilidad y auditoría, microfilm, transporte administrativo, cadastro de personal, enseñanza y de comunicaciones.
Por fin, el Sistema de Enseñanza del Ejército, instituido en noviembre de 1975, modernizó la enseñanza militar, organizándola en subsistemas con características propias, que involucran todas las actividades de enseñanza e investigación.
ESTUDIOS DE CASO: LA TRANSFORMACIÓN DE LOS EJÉRCITOS DE ESPAÑA Y DE CHILE
Ejército de España
El Proceso de Transformación del Ejército de España tiene como horizonte el año 2025 y la intención es que el plan se convierta en realidad en poco más de una década.
El Ejército deberá prepararse para cumplir su misión de defender a los intereses nacionales en un contexto internacional de amenazas como el terrorismo, crimen organizado, proliferación de armas de destrucción en masa y la lucha por recursos naturales básicos. Consideran que las acciones más probables a realizar, en las operaciones de paz y de resolución de crisis, ocurrieron en el campo de las misiones de estabilización, donde serán frecuentes las operaciones de combate urbano.
Para eso fue definida la necesidad de desarrollar un proceso de transformación centrado en cinco categorías: factor humano, control, organización, armamento y equipo y logística.
El Factor Humano
El elemento humano es considerado el recurso más valeroso dentro del Ejército y está en la base de cualquier organización operativa. A pesar de los adelantos tecnológicos, los nuevos sistemas de armas no pueden sustituir completamente su papel. Por lo tanto, el esfuerzo estará en mejorar el nivel de educación general, tanto cuanto los conocimientos tácticos y técnicos.
La participación española en las organizaciones internacionales y misiones extranjeras hace con que el conocimiento de otras lenguas sea especialmente relevante. Así, el militar español en el futuro deberá ser fluente en inglés y, cuando necesario, aprenderá también un otro idioma.
Control
La acción de comando exigirá de los comandantes un liderazgo que proporcione el desarrollo de la iniciativa, creatividad y capacidad de análisis de situaciones complejas, además de servir para
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el desarrollo de las virtudes militares.
Organización
La doctrina, que es una compilación del pensamiento militar y está de acuerdo a lo de países aliados, se constituye en el motor del cambio del Ejército. Debe servir como orientación para las operaciones conjuntas expedicionarias.
La Brigada Orgánica va a ser constituida como una pieza fundamental y el módulo básico para las operaciones. Su estructura va a ser permanente y lo más homogénea, versátil y flexible que sea posible, objetivando la integración y actuación como un equipo.
Armamento y Equipo
El armamento y los equipos a ser adoptados deben garantizar la interoperabilidad, protección, poder de combate y movilidad. El plan busca garantizar que cada escenario tendrá el mejor sistema de armas, dependiendo de la naturaleza de la misión a cumplir, llevando en cuenta la necesidad de optimizar la relación entre la seguridad y la eficiencia.
Logística
Conjunta e integrada, ese va a ser el futuro de la logística del Ejército. Las estructuras funcionales deben tener todos los requisitos para el apoyo de las tropas, tanto las ubicadas en el teatro de operaciones como en el propio país, es decir, la misma estructura para la paz servirá para las operaciones. Deberá reducir los encargos de las pequeñas unidades y buscar la modularidad.
Los recursos no críticos serán tercerizados, lo que facilitará el empleo de los militares en los procesos que les son propios, liberando recursos humanos de las tareas que pueden ser ejecutadas de forma eficiente fuera de la estructura militar.
Reestructuración
La reestructuración, conocida como "Ejército del Siglo XXI", va a llevar a la desactivación de 40 de los 195 batallones existentes, y afectará directamente alrededor de 16.000 militares que serán transferidos para otras unidades y en ningún caso quedarán sin destino.
El plan prevé una fuerza de 60.000 soldados profesionales y cerca de 26.000 cuadros, estructurada con base en la "Brigada Modular" - en vez del sistema anterior, centrado en cinco grandes divisiones -, con el objetivo tener un ejército totalmente profesional, completamente equipado y con un alto grado de operacionalidad.
Ejército de Chile
El Ejército Chileno desencadenó, a partir de 2002, su Proceso de Transformación, movido por la urgencia de adaptarse a las nuevas realidades, global, regional y nacional. Ese proceso implicó la reestructuración de la organización, articulación, equipos y capacidades, con base en dos pilares fundamentales.
El primero tiene relación con la Estructura de la Fuerza, emprendida por medio de la racionalización y reorganización de los medios, con el propósito de contar con unidades completas y más
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bien entrenadas, de gran capacidad operativa y poder de disuasión.
El segundo pilar, denominado de Desarrollo de la Fuerza, enfatizó la integración y la tecnología, objetivando el fortalecimiento de los sistemas operativos y de las capacidades generales.
La base de sustentación de los dos pilares fue proporcionada por el Sistema de Enseñanza, con sus distintas áreas: educación, instrucción, y capacitación.
El proceso como un todo implicó profundas transformaciones de la estructura orgánica tradicional y en la articulación, lo que exigió el abandono de la Estrategia de la Presencia.
Para tanto, se procedió la desactivación y la fusión de unidades a partir de la creación de Regimientos Reforzados, dotados de los medios necesarios para se tornaren operacionalmente eficientes, completos en personal y equipos tecnológicamente adelantados. Condicionados por las capacidades exigidas en cada Hipótesis de Empleo, pasaron a combinar armas y servicios en el nivel unidad.
Esa concepción fue respaldada en una nueva "visión de desarrollo estratégico", desplegadas en horizontes de corto, mediano y largo plazo, motivada por los cambios que, en los últimos años, vienen ocurriendo en el sistema internacional.
Buscó la racionalización de las estructuras y la modernización de la gestión y tuvo también, como importante vector, la capacitación del personal, de modo a que se habilitasen al empleo de complejos sistemas de armas.
De ese modo, el Ejército pasó a contribuir para que el país ejerza un adecuado nivel de disuasión y, por otro lado, posea las capacidades necesarias para cooperar con las misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas. En esencia, el proceso tuvo como objetivo el desarrollo de una organización moderna, de alta especialización y constituida por unidades eficientes y eficaces.
La estructura hasta entonces era caracterizada principalmente por ser "unifuncional", condicionada por la geografía, con gran número de unidades distribuidas por el territorio nacional, todas ellas incompletas, con fuerte dependencia de la movilización y sin capacidad de componer sistemas operativos. Pasó, ahora, a constituir un Sistema Operativo capaz de cumplir sus misiones en cuatro áreas de actuación: disuasión, cooperación internacional, apoyo al desarrollo nacional y contribución para la unidad y la cohesión social.
Las ventajas proporcionadas por ese nuevo sistema reposan en la "multifuncionalidad", es decir, la posibilidad de cumplir varias misiones simultáneas y con capacidad de durar en la acción, por medio de unidades permanentemente completas, auto sostenibles, tecnológicamente avanzadas y con alta interoperabilidad.
Puntos comunes en ambos procesos
Se verifica que, mientras Chile y España estén inmersos en entornos estratégicos completamente distintos y posean requisitos de seguridad totalmente distintos, hay muchos puntos en común en sus Procesos de Transformación:
• los procesos fueron desencadenados en función de la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades del mundo actual;
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• racionalizaron y disminuyeron las estructuras operativas;
• promovieron la modernización de la gestión y la búsqueda de la racionalización administrativa;
• fortalecieron el Sistema de Doctrina, a quien tocará ejercer la función de "motor de la transformación";
• enfatizaron la interoperabilidad;
• promovieron la disminución del nivel en que se procesará la integración de los sistemas de armas. En el Ejército de España pasará de división para brigada y, en el de Chile, de brigada para regimiento;
• definieron que la logística va a ser conjunta e integrada, debiendo la estructura de paz ser capaz de atender a situaciones de guerra sin necesidad de modificaciones;
• invistieron fuertemente en la adopción de equipos modernos y en el desarrollo científico y tecnológico, como forma de compensar cualitativamente la disminución de los efectivos;
• invistieron en la formación y en el desarrollo de los recursos humanos, considerados por ambos como el principal inductor de la transformación;
• incluyeron las operaciones de paz en el conjunto de las misiones principales de los Ejércitos del futuro.
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CAPÍTULO I I
POR QUÉ TRANSFORMAR EL EJÉRCITO
“No debemos conservar el ejército al cual nos habituamos, pero crear el ejército que necesitamos”.
(General De Gaulle, en 1932)
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LECCIONES DE HAITÍ
“No hay unidad más cara de lo que la que no sea capaz de combatir con eficiencia en el momento en que fuera empleada.”
(Libro Blanco de Defensa de España - 2000)
La crisis vivida en el Haití puso en evidencia la restricta capacidad de la Fuerza Terrestre de proyectar fuerza y hacer frente a situaciones de contingencia, lo que podría haber puesto en riesgo nuestra capacidad de mantener el protagonismo entre los demás países allí presentes. Para desplegar un segundo contingente fueron necesarias tres semanas y la participación de 84 organizaciones militares.
Parece que la problemática preparación de la FEB no forneció las enseñanzas de que fue plena o esos fueron olvidados. Vale, pues, sacarlos del caso más reciente.
Ante esas dificultades, sectores de la sociedad podrán cuestionar la razón de ser de un Ejército de ciento ochenta mil integrantes, que consume un presupuesto anual de 22 billones de Reales y que, además de eso, no está en condiciones de actuar con presteza y eficiencia en situaciones que, mientras inesperadas, se constituyen en la razón de ser de una Fuerza Terrestre.
Se podría preguntar: lo que hará el Ejército si nuestra soberanía fuera amenazada en épocas del año en que las unidades aun no tengan comenzado su adiestramiento?
Y en Sudamérica, ¿qué poder de combate podremos emplear, caso haya un conflicto entre países vecinos que venga a exigir una imposición de la paz? ¿Cuál la conducta a adoptarse en situaciones en que, a la semejanza de Haití, se abran espacios para la presencia de países extra continentales en nuestro entorno? ¿Qué alternativas tendremos para estabilizar situaciones – hipotéticas, pero no imposibles – de guerra civil o de recrudecimiento de la narco guerrilla, en países amazónicos, potencialmente causadoras de flujos de refugiados para el interior del territorio brasileño?
¿Y si una crisis humanitaria de grandes proporciones ocurrir en países de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), sobre los cuáles Brasil ejerce gran influencia y donde posee responsabilidades e intereses importantes, inclusive con larga presencia de empresas y de ciudadanos nacionales?
Finalmente, tenemos que considerar que si fuera necesaria la proyección de poder de combate de carácter convencional nuestras deficiencias se mostrarían aun más serias en lo que se refiere a la capacitación del personal, desactualización doctrinaria, ineficiencia de los sistemas operativos y situación de obsolescencia, achatarramiento e insuficiencia de equipos y suministros. Esas cuestiones deben, necesariamente, ser consideradas por el Ejército de un país de relevancia destinado a ser líder en foros regionales y mundiales.
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LA CUESTIÓN DE LA RELEVANCIA
“...si puede corromper el rol de las Fuerzas Armadas en la sociedad con la pérdida de la importancia de su papel natural al ser poco a poco sustituido por un rol secundario...”
(Brigadier Covarrubias - Ejército de Chile)
El Ejército Brasileño no ha tenido dificultades para capitalizar los altos índices de confiabilidad que las encuetes de opinión suelen indicar, pero no logra obtener el retorno que se podría esperar, tanto bajo la forma de recursos presupuestarios como en relación a la remuneración de sus integrantes. Probablemente, ese efecto sea debido al hecho de que, en los niveles decisorios y en sectores específicos de la sociedad, no haya la misma percepción existente en la población en general nin la comprensión de la importancia del vector militar en la construcción de la capacidad disuasoria. Empíricamente, se percibe que el Ejército se encuentra con dificultades para evidenciar relevancia ante esos segmentos.
Hace dos generaciones, el Ejército Brasileño era referencia en una extensa gama de sectores de actividades y de conocimiento. Planificación estratégica, gestión, ciencia y tecnología, telecomunicaciones, ingenierías diversas, entrenamiento físico, música y muchos otros son ejemplos que demuestran nuestra pérdida relativa de la importancia en el pensamiento nacional.
Actualmente, en términos absolutos, nuestra relevancia está direccionada en actividades subsidiarias, eventualmente en el apoyo a la seguridad pública, Fuerza de Paz y en la capilaridad que sirve de base para la operacionalización de la Estrategia de la Presencia. Se verifica, por lo tanto, que no hay percepción relativa a la misión principal - la defensa de la patria y ni tampoco es levada en conta la importancia del Ejército como instrumento de Relaciones Exteriores.
No habiendo amenazas perceptibles a la soberanía o integridad territorial, es natural que la sociedad brasileña no atribuya a la defensa la prioridad deseada por las Fuerzas, ya que, del punto de vista de la población, hay muchas otras demandas ocupando posición más elevada.
Tal circunstancia se refleja en el Congreso Nacional donde, en relación a los asuntos de defensa, se verifica una especie de consenso que se presenta con intensidad más baja de lo que las demás aspiraciones de la sociedad.
En cuanto en las empresas privadas la eficiencia es medida por el lucro, en las instituciones sin fines lucrativos el parámetro de medición de la capacidad de atender a las expectativas de sus públicos objetivos tiene como indicador la percepción de la relevancia.
Esa cuestión gana algún sentido de urgencia. El largo período de presupuestos reducidos y restringidos, de desfase tecnológico y dificultades operativas, de carencias de todo tipo y de la inexistencia de percepción de las amenazas puede causar el desarrollo de una imagen de irrelevancia y, hasta mismo, la pierda del sentido de imprescindibilidad ante la Nación.
Por otro lado, la necesidad de, durante algunos meses al año, el Ejército trabajar en régimen de mediano expediente, además de
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impedir que los profesionales militares ejerzan plenamente su profesión, corresponde a un atestado de irrelevancia y de precaria imprescindibilidad pasado a la sociedad brasileña.
El cierto es que el camino para la elevación de los recursos presupuestarios destinados a la defensa pasa obligatoriamente por una elevada percepción de la relevancia y de la imprescindibilidad del Ejército para la nación.
LA CUESTIÓN PRESUPUESTARIA
“¿Brasil quiere poseer un Ejército? Si quer, es por qué reconoce su necesidad. Entonces, se tiene que garantizarle las condiciones de realizar el rol que le toca – y eso no puede más ser postergado.”
(Pandiá Calógeras, dirigiéndose al parlamento)
Otra cuestión extremamente seria viene del prolongado estiaje presupuestario, que llevó el Ejército a una situación de déficit crónico, dejándolo hoy sin holgura en lo que se refiere a recursos de cualquier naturaleza, capaces de garantizar la libertad de acción y/o la flexibilidad para invertir, ampliar, modernizar, adaptar o cambiar sus estructuras.
Esa situación está inmovilizando el Ejército, pues ninguno de sus problemas puede ser solucionado con acciones puntuales o de corto plazo. Con frecuencia, hemos sido forzados a tomar decisiones que sacrifican la actividad-objetivo para mantener el “organismo” como un todo funcionando. La peor situación que puede ser vivida por una organización es la de entropía, gastando sus precarias energías solo para sobrevivir, sin producir los resultados para los cuales fue destinada. Con poca margen de error, es válido afirmar que nuestro Ejército corre ese riesgo.
La carencia crónica de recursos ha sacado de nuestros oficiales y sargentos, en el comienzo de la carrera, ciertas referencias cuya obtención es importante que ocurra cuando aun jóvenes. En las Organizaciones Militares casi no se percibe más la saludable y deseable “vida de casino”, donde se transmite el espirito, la mística y las tradiciones propias de las unidades operativas. No se “vive” en el cuartel, no se vive el ambiente de caserna, no más se oye el toque de silencio, ni tampoco el despertar de la alborada. Las rutinas diarias más se parecen con la de una oficina. En consecuencia, se desvanecen los comprometimientos.
Estamos limitando el alcance de los beneficios que las propias familias de los reclutas esperan que los hijos reciban al incorporarse al Ejército. Diariamente, por no poder alimentar nuestros soldados, aquellos que juraron, bajo nuestro liderazgo, defender la Patria con el sacrificio de la propia vida, son echados otra vez a sus ambientes de origen, donde a veces conviven con la rutina de infracciones y hasta con el crimen organizado.
Mismo la implementación de los proyectos de la Estrategia Brazo Fuerte podrá inviabilizares, pues las acciones de creación o de ampliación de nuevos sistemas, caso no vengan acompañadas por medidas de racionalización, en el sentido de arreglar las estructuras existentes a posibilidades de costos garantizadas por el presupuesto, agravarán aun más el peso de la desfase presupuestaria.
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Las restricciones presupuestarias constituyen una “coyuntura” que perdura, con algunas oscilaciones, por lo menos por veinticinco años y no hay indicaciones de que va a modificarse.
En consecuencia de la falta de sensibilidad del poder político, el Ejército fue llevado a sacrificar la calidad en beneficio de la cantidad: no modernizamos los equipos, no buscamos las mejores prácticas y no capacitamos ni desarrollamos mentalidad de innovación en nuestros recursos humanos.
LA ESTRATEGIA NACIONAL DE DEFENSA
La firma, por el Presidente de la República, de la Estrategia Nacional de Defensa (END), en diciembre de 2008, se constituyó en el marco histórico en la evolución del pensamiento de defensa de nuestro país. Por primera vez, el poder político tomó para sí la responsabilidad de definir los parámetros que señalan la evolución del segmento militar en el contexto de la estructura de defensa nacional, lo que hace recaer sobre las Fuerzas renovadas atribuciones, principalmente en el sentido de presentar planificaciones con capacidad de respaldar y motivar decisiones políticas y económicas por parte del Gobierno Federal.
El documento estableció que cada Fuerza elaborase planes de estructuración y de equipo, a ser presentados en un plazo de seis meses. En consecuencia, en el mes de junio de 2009, el Comandante del Ejército entregó la Estrategia Brazo Fuerte al Ministerio de la Defensa, que actualmente trabaja en la integración con los planes correspondientes de la Armada y de la Fuerza Aérea.
LA ESTRATEGIA BRAZO FUERTE
“El equipo militar brasileño – además de obsoleto en gran parte – fue pensado para otros eventos y conjunto de amenazas, fechado de la Guerra Fría. De ahí la emergencia del reaparejamiento de las FF.AA. brasileñas.”
(Prof. Francisco Carlos – UFRJ)
La Estrategia Brazo Fuerte, en su estructura principal, constó de 823 proyectos organizados en cuatro grandes programas, a ser desdoblados en corto, mediano y largo plazos (2014 – 2022 – 2030). En lo que se refiere a la articulación, el Ejército Brasileño elaboró dos programas:
• Programa Amazonia Protegida Abarcando tres proyectos principales: Pelotones Especiales de Frontera, el Sistema Integrado de Monitoreo de Frontera (SISFRON) y Reestructuración de las Brigadas de Selva, completando y modernizando sus sistemas operativos.
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• Programa Centinela de la Patria: destinado a la reestructuración y modernización de todas las Brigadas y estructuras de los demás Comandos Militares de Área. En lo que se refiere al equipo, la planificación se divide en dos vertientes:
• Programa Movilidad Estratégica - que incidirá sobre el Ejército del presente, por medio del cual se pretende completar y modernizar los equipos y las dotaciones de suministros. Las acciones de corto plazo tendrán carácter de urgencia, para que hasta 2014 tengamos garantizado los niveles mínimos necesarios al adecuado desarrollo de las actividades de preparación y empleo y, con eso, r0establecido la capacidad disuasoria mínima. Las adquisiciones de ese programa deberán equilibrar la garantía de la capacidad de disuasión; las cantidades suficientes para equipar las unidades; la prioridad para productos nacionales y lo máximo avance tecnológico posible.
• Programa Combatiente Brasileño del Futuro – COBRA – destinado a equipar el Ejército del futuro. Por intermedio de proyectos de Ciencia y Tecnología, desarrollará los sistemas de armas a ser adoptados a partir de 2014, cumpliendo a uno de los tres “ejes estructurantes” contenidos en la END: fortalecer la Industria Nacional de Material de Defensa. Transversalmente, fueron aun estructurados cuatro otros programas:
• Bienestar de la Familia Militar
• Racionalización Administrativa de las Organizaciones Militares Operativas
• Ciencia y Tecnología
• Servicio Militar.
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EL SISFRON
En el proseguimiento de los trabajos, después de la entrega de los planes, el Proyecto del Sistema Integrado de Monitoreo de Fronteras – SISFRON – ganó preeminencia, por poseer ideas-fuerza debastante apelativas ante la opinión pública y por contener respuestas para problemas en evidencia y de difícil solución para el Gobierno.
Además de la vigilancia de la frontera amazónica y de los consecuentes beneficios naturalmente relativos a aquella región, como la preservación ambiental y la protección de comunidades indígenas, el Proyecto aumentará la capacidad de monitorear y controlar las fronteras del Centro-Oeste y del Sul y desea mucho más eficiencia en la respuesta operativa a los eventuales alertas a ser proporcionados por el sistema. Con eso, estaremos anticipándonos en la atención de las demandas por parte del gobierno y de la sociedad en el sentido de contribuir para la seguridad en los centros urbanos, por medio de la ganancia de eficiencia en el apoyo al combate al narcotráfico y contrabando de armas.
Ese deseo por la actuación de las Fuerzas Armadas en la Garantía de la Ley e del orden (GLO) propende a potencializarse a partir de la aprobación de los cambios de la Ley Complementaria 97/99 (alterada por la Ley Complementaria 117/04) y de la proximidad de los grandes eventos deportivos que Brasil va a ser sede – Copa del Mundo (Mundial de Fútbol) de 2014 y Olimpíadas de 2016. Además de ese reclamo natural, el Proyecto está protegido por el “paraguas” del acuerdo Brasil-Francia, lo que aumenta considerablemente la posibilidad de destinación de recursos por medio de crédito externo. Ese beneficio podrá extenderse a todos los proyectos de la Estrategia Brazo-Fuerte, pues ellos pueden, convenientemente, ser caracterizados como parte integrante de los varios subsistemas del SISFRON, conforme presenta el esquema.
REFLEJOS DE LA ESTRATEGIA BRAZO FUERTE
La Estrategia Brazo Fuerte resultante de un año de intensos trabajos, además de producir una planificación completa, detallada y abarcador, representó el rompimiento de una situación de inercia que ya perduraba por tiempo demasiado.
Mobilizando ampliamente el Ejército, pareció evidente el
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enorme entusiasmo con que los integrantes de todos los sectores de actividad y niveles se dedicaron a los trabajos. A todos contagió la perspectiva de esteren participando de la transformación de la Fuerza en una institución moderna y eficiente, capaz de proporcionar la total realización profesional a los componentes de la Fuerza Terrestre.
El proceso permitió también la elaboración de un banco de datos bastante completo, que estará disponible, a partir de ahora, para subsidiar futuras planificaciones y proporcionó la consolidación de un diagnóstico abarcador sobre la situación en que el Ejército se encuentra.
Ese diagnóstico pareció evidente que la Estrategia Brazo Fuerte, mientras represente una herramienta con potencial de traer enormes beneficios para el Ejército, provocará efectos restrictos solo a las estructuras físicas de la Fuerza. Para provocar la transformación de que el Ejército necesita, la implementación deberá ser acompañada de alteraciones en las concepciones política, estratégica, doctrinaria, administrativa y tecnológica, hoy vigentes.
Coyunturalmente, se percibe la convergencia de algunos factores con potencial para provocar la aceleración del proceso de equipamiento: la movilización del empresariado nacional atraído por nuevas posibilidades de negocio, el entendimiento de sectores del gobierno de que el fortalecimiento del sector de defensa contribuirá efectivamente para el desarrollo socio-económico y, por fin, el estabelecimiento de acuerdos estratégicos internacionales, los cuales resultarán en compromisos y obligaciones por parte del Ministerio de la Defensa y del Gobierno Federal.
Esos factores tienen potencial para resultar en la adopción de equipos con alto contenido tecnológico; lo que, por su vez, podrá provocar un fuerte impacto y exigirá cambios cualitativos en todos los sistemas de actividades, sin lo que los nuevos sistemas
de armas no lograrán el efecto que de ellos se espera en razón de la precoz pérdida de eficiencia y de durabilidad. Hay que considerarse, todavía, que los nuevos encargos administrativos decurrentes, sin la necesaria modernización de los métodos de gestión, podrán agravar aún más el déficit presupuestario, viniendo a pesar más todos los otros sistemas.
Sensores Decidores
Sensoriamento
C2
Apoyo a la Decisión
Logística
Acción Procesa - Compara y Decide
Actuadores
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CAPACIDADES NECESARIAS AL EJÉRCITO BRASILEÑO DE 2030
Brasil, del punto de vista de la defensa, para disponer de la libertad de acción necesaria a la condición de actor global, tiene a la frente tres tareas históricas y todas son de carácter geopolítico.
La primera está en ayudar a concluir la ocupación y la integración a la nación brasileña de prácticamente la mitad del territorio nacional correspondiente a nuestra Amazonia.
En un mundo en que, en el año 2030, la población tendrá aumentado en dos billones de habitantes y estará consumiendo la doble cantidad de recursos naturales que hoy consume, Brasil no puede permitir que se fortaleza el concepto de relativización de la soberanía de esa inconmensurable fuente de recursos – la Amazonia -, como ocurre en el imaginario de parte considerable de la opinión pública internacional.
La segunda tarea se relaciona con el continente sudamericano. El despegue de la economía brasileña va a ser hecha despacio, si tuviéramos en nuestro alrededor una cantidad de inestabilidad y de problemas sociales y económicos pegados al fuselaje, principalmente si considerarmos que, en diecisiete mil quilómetros de frontera, tenemos diez países vecinos. Algunas grandes ciudades brasileñas ya presentan los síntomas de que estamos a camino de transformarnos en un país de inmigrantes, lo que podrá, en el futuro, contribuir para empeorar nuestras desigualdades sociales y económicas.
La tercera tarea va a ser la de desarrollar la capacidad de proyectar poder en nivel mundial, con la consistencia capaz de garantizar la presencia efectiva y hacer valer sus intereses.
De las consideraciones arriba, se percibe que el Ejército debe desarrollar formas básicas de actuación, correspondientes a las tarefas geopolíticas.
- En relación al territorio nacional, proseguir con la Estrategia de la Presencia, por tratarse de vector fundamental de apoyo al Estado Brasileño en la tarea histórica de ocupar, integrar, proteger y desarrollar el territorio brasileño. Tenemos consciencia de que el Ejército, además de ser con frecuencia la única presencia del Estado en áre**as remotas, es una importante herramienta de suporte a los otros sectores de la sociedad. Además, la Presencia nos proporciona la identificación con las poblaciones locales, influyendo sobre la voluntad nacional y ayudando a formar el sentimiento nacional de relevancia del Estado brasileño, tan importante para el éxito de cualquier estrategia de defensa, especialmente la de Resistencia. Igualmente importante, la presencia permanente sirve de base física para la actitud ofensiva adoptada en nivel operativo.
- En Sudamérica, enfatizar la cooperación con los ejércitos vecinos y, a partir de esa aproximación, auxiliarlos en la superación de sus dificultades y en el aumento de la capacidad de influir en la estabilidad interna de sus países.
Estaremos así alineándonos a las políticas externa y económica del gobierno y, sujetos a compromisos internacionales, fortaleciendo nuestra importancia como herramienta de apoyo a las relaciones exteriores. Además, la integración política y económica va a ser favorecida por la cooperación militar.
Esta opción por la cooperación, implícitamente, reposa sobre el presupuesto de que nuestra capacidad de disuasión en relación a los países sudamericanos está garantizada y propende a
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ampliarse a la medida en que avanzarnos en el desarrollo de las capacidades operativas básicas.
- En nuestras áreas de interés estratégico, desarrollar capacidad de proyectar fuerza y sustenerla por el período que fuera necesario, manteniendo la eficiencia de los sistemas operativos.
Como corolario, el Ejército deberá estructurarse para tres conjuntos de misiones:
• la atención a los planes relativos a las HE;
• las inherentes a la Estrategia de la Presencia, a la GLO, al apoyo a la nación (desarrollo y defensa civil) y a las misiones subsidiarias; y
• el apoyo a la política exterior.
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CAPÍTULO I I I
COMO TRANSFORMAR EL EJÉRCITO
"La vitoria pertenece a aquellos que se anticipan a los grandes cambios en el arte de la guerra, y no a los que, solo buscan adaptarse, después que los cambios ocurren."
(Júlio Douhet)
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LOS VECTORES DE LA TRANSFORMACIÓN
A partir de la firma de la Estrategia Nacional de Defensa se creó la perspectiva inédita de podernos comenzar un proceso de adquisición y modernización del material de empleo militar. La importancia de ese proceso va mucho más allá del hecho de pasarnos a contar con nuevos equipos y sistemas de armas. Ella viene del impacto que esos medios podrán causar en todos los sistemas del Ejército. Todavía, para que ese potencial de cambios se concretice y llegue al nivel de transformación tendremos que alterar concepciones, algunas de ellas profundamente arraigadas en nuestra cultura institucional.
Durante la planificación BRAZO FUERTE los intentos, de implantación de nuevas concepciones esbararan sistemáticamente en factores críticos decurrentes de deficiencias estructurales. Esas deficiencias son el resultado de una conjugación de problemas variados, algunos coyunturales, otros, en su mayoría, históricos, los cuales, para ser superados, exigirán medidas prolongadas, de gran amplitud y profundidad, las cuales, para surtir los efectos pretendidos, deberán incidir sobre varios sectores de actividad y en todos los niveles del Ejército.
Los factores críticos se concentran en tres principales áreas: doctrina, recursos humanos y gestión. Todavía, llevándose en cuenta la estructura y la cultura institucionales, las acciones objetivando la superación de cada uno de ellos serán conducidas por medio de Vectores de Transformación (VT), los cuales comprenderán los estudios, diagnósticos, concepciones, planificaciones, procesos, herramientas, recursos humanos, capacitaciones y medios necesarios.
La superación de esos factores deberá estar embasada en la profundización de los diagnósticos sobre la serie de coyunturas y las tendencias internas y externas, así como en las indicaciones a ser extraídas de los escenarios de mediano y largo plazos, lo que va a dar origen a las nuevas concepciones (políticas, estratégicas, doctrinarias y de gestión) y a las propuestas de modificación en las estructuras.
Considerándose la masa crítica de conocimientos, la acumulación de experiencias, la inserción en los sistemas correspondientes en ámbito del Ministerio de la Defensa, de las otras Fuerzas y de otras esferas de gobierno y de la iniciativa privada, tocará a los ODS la dirección de las actividades relativas a los VT que les correspondieren.
Como un 36,56% las soluciones a se estructurar frecuentemente abarcarán medidas en la esfera de otros VT, necesitaremos sistematizar la integración en todas las fases; de ahí la importancia del rol a se desempeñar por el Estado Mayor del Ejército, por medio de las Subjefías.
Los Vectores de Transformación propuestos son los que siguen:
• Doctrina
• Preparación y Empleo
• Educación y Cultura
• Gestión de Recursos Humanos
• Gestión Corriente y Estratégica
• C&T y Modernización del Material
• Logística
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TRASFORMACIÓN DEL EJÉRCITO
1º VECTOR: DOCTRINA La precariedad de la estructura del Sistema de Doctrina del
Ejército Brasileño no permite que se promueva, mínimamente, la modernización doctrinaria solicitada por nuevas concepciones estratégicas a ser implementadas y por la inminente incorporación de equipos modernos.
Nuestra doctrina, en general, es respaldada en concepciones ultrapasadas. No incorporó conceptos propios de los conflictos contemporáneos, tales como: protección del combatiente; minimización de daños colaterales sobre las poblaciones y el medio ambiente; la opinión pública como importante factor para la victoria; superioridad de informaciones; el dominio de la "consciencia situacional", la presencia de actores no gubernamentales y otros conceptos, pasibles de dominio a partir del uso de equipos y de sistemas con alto patrón tecnológico incorporado.
En resumen, la tarea la emprender va a ser la de sacar el Ejército de la era industrial, transformándolo en una institución de la era de la información. Asentado sobre herramientas de tecnología de la información (TI), deberá tener el carácter de un gran sistema de gestión del conocimiento, englobando, de entre otras, las siguientes funcionalidades: informaciones doctrinarias, lecciones aprendidas, modelado, simulación, estudio de la guerra, y procesamiento, formulación, experimentación, validación y difusión.
Hay que considerarse aun que el proceso de transformación, teniendo como referencia escenarios de largo plazo, deberá orientarse por las tendencias de las hipótesis de empleo, a partir de un sistema de prospección estratégica, doctrinaria y de Ciencia y Tecnología, que en algunos Ejércitos recibe el nombre genérico de "Guerra del Futuro".
El Sistema de Doctrina deberá tornarse el motor de la transformación de la Fuerza Terrestre. Al alcanzar ese nivel, se constituirá en la principal actividad generadora de la "cultura institucional", va a dar consistencia a la actividad de preparación y empleo, mejorará la profesionalización de los cuadros, aumentará los niveles de motivación, conducirá la Institución a la obtención de la "expertise" en lo que se refiere a la actividad-objetivo y contribuirá para el desarrollo de la capacidad de innovación de sus integrantes.
La doctrina fue objetivo de intensas discusiones a lo largo del año de 2009 y sus soluciones ya están ecuacionadas, esperando implantación. Todavía esa acción está paralizada, en razón de las carencias administrativas, lo que corrobora la condición de inmovilismo en que nos encontramos por no disponernos de la "holgura" la que ya nos referimos.
DOCTRINA C&T PREPARO EDUCACIÓN RECURSOS HUMANOS
EJÉRCITO DE HOY
EJÉRCITO DEL FUTURO
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2º VECTOR: PREPARACIÓN Y EMPLEO
La preparación de la Fuerza Terrestre, con base en la conscripción y realizado a lo largo del año de instrucción, se ha mostrado inadecuado al desarrollo de las capacidades operativas requeridas por el Ejército de un país con las responsabilidades como las que Brasil busca asumir en el contexto internacional. Tampoco atiende a las necesidades originadas en los Planes Operativos relativos a las HE.
El recluta, y no el adiestramiento, se constituye, desde hace mucho, en la preocupación central del Ejército. Las unidades pasan la mayor parte del año dedicadas exclusivamente a la Instrucción Individual, lo que las caracteriza más como escuelas que como Unidades operativas, pues los efectivos profesionales se dedican prioritariamente a la enseñanza, en detrimento del adiestramiento.
La emergencia de HAITÍ, por otro lado, está demostrando claramente que, en el período del año en que ella ocurrió, es prácticamente imposible al Ejército desplazar una fracción constituida y con la integridad, tanto en personal como en material, preservada.
Modificaciones substanciales necesitan ser emprendidas: en el Servicio Militar y en los Ciclos de Preparación.
Como punto de partida, el Servicio Militar debe ser disociado de la actividad operativa, proporcionando a ambos sistemas flexibilidad para ajustarse a sus necesidades y mejor lograr sus objetivos.
El Servicio Militar
En la actual concepción del SIMEB, el Servicio Militar y el Sistema Operativo son interdependientes, lo que impide la flexibilización de ambos. Anualmente, incorporamos en el mes de febrero, y todas las Organizaciones Militares son obligadas la cumplir, ciclos de preparación idénticos, independientemente de la naturaleza y de la destinación estratégica, siendo que, al final del año, casi todo el "producto" de esa actividad es descartado por la Fuerza.
Ese sistema se respalda en el presupuesto, no más pertinente, de que los conflictos serán de larga duración, y que la capacidad de respuesta va a ser obtenida por medio de la movilización de personal y de material.
El Servicio Militar, disociado del adiestramiento, podrá tener varios de sus parámetros flexibilizados, tales como duración, universo abrigado, relación EV/EP sistema de instrucción, incremento, de la profesionalización, locales, y otros a definirse.
Del mismo modo como la Armada y la Fuerza Aérea lo hacen, el Servicio Militar se transformaría en un proveedor de recursos humanos indispensables para el funcionamiento del Sistema Operativo.
Adicionalmente, se podrían valorizar los NPOR y CFST, con el objetivo de aumentar el porcentual de oficiales y sargentos temporales, en relación a los efectivos profesionales de carrera.
Hay que considerarse también que el Servicio Militar, cuanto al modo de prestación, sus fundamentos y base legal, se ha mantenido sin alteraciones desde cuando se convirtió en obligación, en el año 1945, sin llevar en cuenta los cambios por que vienen pasando la sociedad brasileña.
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Ya hubo tiempo en que el Servicio Militar representaba la única oportunidad para muchos brasileños aprender a leer, escribir, recibir nociones básicas de higiene y hasta mismo hablar el portugués. Hoy, todavía, ante los cambios en los niveles de enseñanza, composición etario, situación económica y clases sociales, el Servicio Militar, para mantenerse relevante, necesita pasar por profundas modificaciones, a se concebir.
Tres otras razones imponen, aun, que se modifique las bases sobre las cuales el Servicio Militar se realiza.
1) Se trata de un de los Ejes Estructurantes de la Estrategia Nacional de Defensa, que determina la búsqueda de su ampliación, dinamización y valoración.
2) Permitirá la implementación de los cambios necesarias a la modernización del sistema operativo, en lo que tiene relación con la preparación y empleo.
3) La complejidad de los nuevos sistemas de armas, a se adoptar o ya en proceso de incorporación, pasará a exigir mucho más calificación, maturidad y experiencia de los recursos humanos. Modernos sistemas de armas no pueden ser operados por los reclutas, y sí por profesionales experientes.
Ciclos de Preparación
Se puede concluir que el año de instrucción, en los moldes actuales, perdió la capacidad de alcanzar los objetivos requeridos por las nuevas realidades. Con la concretización de las modificaciones en el Servicio Militar inicial, surgirá la posibilidad de establecerse los cambios necesarios, alterando la duración de los ciclos de preparación y empleo.
Grupos de empleo (brigadas de selva, tropas ligeras, brigadas mecanizadas, blindadas, Organizaciones Militares expedicionarias, etc.) escalonados en distintas fases del ciclo de preparación, permitirán que se tenga un poder de combate permanentemente en condiciones de actuar con las HE.
Las duraciones diferenciadas de los ciclos de preparación podrán ser definidas en función de las naturalezas de las Organizaciones Militares, de las ubicaciones, de hechos coyunturales, de las misiones peculiares y de otros factores.
Lo importante es que, a cualquier momento, haya "grupos de empleo" viviendo cada una de las distintas fases del ciclo de preparación.
Los ciclos condicionarán inclusive las actividades de los demás sistemas, principalmente los de personal y de logística. Cambios de Unidades, cursos y pasantías, concesión de vacaciones y licencias, distribución de suministros son ejemplos de algunos aspectos a se rever.
Hay que considerarse, todavía, que esas modificaciones no serán posibles sin una profunda reestructuración en el Servicio Militar.
3º VECTOR: EDUCACIÓN Y CULTURA
En lo que se refiere a la formación profesional, se identifican dos aspectos que merecen ser enfatizados en el desarrollo de nuestros RH: baja eficiencia de la actividad de capacitación y la precaria mentalidad de innovación de los cuadros.
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La capacitación
Inicialmente, se hace míster establecer la distinción entre educación y capacitación.
La educación es la actividad destinada a producir efectos permanentes sobre los RH. Objetiva promover el desarrollo personal, incidiendo sobre las áreas cognitiva, afectiva y psicomotora, proporcionando los atributos necesarios al ejercicio de la profesión. A lo largo de los tiempos, la educación tiene, sin solución de continuidad, recibida prioridad absoluta por los liderazgos de la Fuerza, no dejando de ser adecuadamente contemplada con recursos de todo tipo, mismo en períodos de serias restricciones presupuestarias.
En razón de esos cuidados, generación post generación, el Ejército Brasileño viene siendo capaz de preservar sus valores fundamentales, gracias a los comprometimientos generados en nuestras Escuelas, en relación a los compañeros, a la Institución y la sus principios, resultando un Ejército disciplinado y coheso. En eso está nuestro más rico patrimonio, capaz de mantener el entusiasmo y la devoción individual y colectiva, a despeito de las precariedades permanentemente enfrentadas. Se trata, por lo tanto, de un bien que no puede, en ninguna hipótesis, ser puesto en riesgo por cualquier emprendimiento de transformación. ¡Excelente!
La capacitación, por su vez, se destina al desarrollo de habilidades específicas, con énfasis en la realización de tareas que exijan algún tipo de especialización. Su alcance normalmente es limitado en el tiempo y en el espacio y requiere actualizaciones periódicas. La introducción de nuevas concepciones, proyectos, procesos y equipos, propende a exigir un eficiente sistema de capacitación como condición esencial de éxito.
El uso de esa herramienta en el desarrollo de recursos humanos ocurre en nuestro Ejército, normalmente, no por causa de necesidades específicas presentes, pero en razón de datos recolectados a lo largo de series históricas. De ahí la situación típica entre nosotros, y frecuentemente testificada, en la cual un militar, al final del curso de especialización, es designado a “blancos funcionales” donde la Organización Militar tendrá poca o ninguna oportunidad de aprovechamiento – y ele de aplicación – de sus nuevos conocimientos y habilitaciones.
Esta situación se verifica hasta misma por ocasión de término de cursos o de misiones en el extranjero.
Precisamos desarrollar un sistema basado en el uso de herramientas de gestión del conocimiento.
La propia implementación de los vectores de transformación provocará una demanda creciente de capacitación de los cuadros. Por otro lado, conforme demuestra la imagen arriba, la disponibilidad de RH en los cuales el Ejército prematuramente deja de invertir causa el desperdicio de talentos y el enfriamiento del entusiasmo profesional.
Capacidad de Innovación
El mundo moderno exige de las organizaciones la evolución permanente de los equipos, estructuras, concepciones, procesos y relacionamiento con los públicos interno y externo. La innovación se convirtió en un factor esencial de éxito, a punto de, en las estructuras
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organizacionales, haber un sector cuya misión específica es promoverla.
Talvez la precaria mentalidad de innovación sea una de las mayores deficiencias de nuestros recursos humanos. En una evaluación breve, se verifica que en ese atributo nuestros oficiales están en desventaja en relación a los de la Armada y de la Aeronáutica, a despecho de nuestra sólida formación en lo que se refiere a valores, comprometimiento, desprendimiento, dedicación y espirito militar. Los oficiales de aquellas Fuerzas desde temprano son puestos en contacto con otros ambientes, nacional y internacionalmente, así como tiene, en el ejercicio de sus actividades profesionales, empleado equipos próximos del estado del arte, es decir, con alto proporción tecnológica incorporada.
Hay necesidad de acciones en el sentido de desarrollar ese atributo, las cuales, para ter la profundidad y el alcance necesarios, deberán abarcar medidas en todos los sistemas de actividades.
En el área de enseñanza, en los últimos años un importante paso fue dado por medio del proyecto de modernización, el cual puede, a partir de ahora, ser revitalizado por la adopción de acciones direccionadas para el desarrollo de una mentalidad de innovación.
Ha que infundirse en los militares la preocupación con la permanente actualización y consciencia de que el dominio de nuevas tecnologías va a ser condición básica para el éxito profesional.
Ese proceso, para producir los efectos pretendidos, exigirá la adopción de medidas más efectivas en el ámbito del DECEX, taés como: programas de lectura a lo largo de la carrera; premiación por innovaciones aprobadas y por textos innovadores sobre asuntos profesionales publicados; énfasis en la enseñanza de idiomas; estímulo a la lectura de publicaciones modernas sobre asuntos profesionales, nacionales y internacionales; mayor convivencia con militares de otras Fuerzas, con civiles y con extranjeros; viajes de estudios a países más desarrollados; y cursos de maestría y doctorado en instituciones civiles, con el beneficio adicional de desanimar la realización por cuenta propia de cursos universitarios en circunstancias que podrán provocar desprofesionalización.
Adicionalmente, toda la institución debe proporcionar un ambiente propicio al desarrollo de la capacidad de innovación: incrementar la interacción con Ejércitos de países desarrollados; intensificar la realización de visitas y intercambios con organizaciones modernas de gran porte y de actuación internacional; crear un centro de investigación de Guerra del Futuro, con capacidad para realizar la prospección estratégica, doctrinaria y tecnológica; incorporar civiles a las estructuras organizacionales; evitar el cercenamiento de la iniciativa decurrente de la cultura del "error-cero"; y estimular el desarrollo de liderazgos con perfil innovador.
4º VECTOR: GESTIÓN DE LOS RECURSOS HUMANOS
Las modificaciones requeridas por la Gestión de los Recursos Humanos probablemente provocarán profundos cambios en paradigmas sólidamente arraigados en nuestra cultura institucional. Exigirán investigaciones especializadas, amplia discusión y estudios profundizados, pues sus reflejos se harán sentir sobre todos los otros sistemas de actividades de la Fuerza. En esa área hay dos principales ejes de actuación:
• Ajuste de la Composición de los Efectivos
• Gestión de personal
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Ajuste en la Composición de los Efectivos
La eventual reducción de los efectivos profesionales dependerá de la concepción estratégica de la Fuerza y de la estructura necesaria a la atención de los planes operativos relativos a las Hipótesis de Empleo.
Paralelamente, otras medidas podrán ser adoptadas, todas dependiendo de estudio y de evaluación de la necesidad, pertinencia y aplicabilidad:
• valoración y aumento del efectivo de temporales y de pasantía;
• valoración y aumento de la cantidad de personal de la reserva remunerada contratado. Confirmándose la pertinencia de esa solución para la recomposición de los efectivos, se podría estudiar nuevas formas de ampliarla, la creación de atractivos adicionales y la preparación de los militares para ocupación futura de funciones específicas, cuando aun en la activa.
• empleo de civiles, en un sistema que involucre capacitación y elaboración de un plan de carrera. (de acuerdo con lo que se verifica en países desarrollados, la participación de civiles amplía la parcela de la sociedad directamente interesada en el fortalecimiento de las estructuras de defensa);
• tercerización de actividades administrativas;
• racionalización administrativa de las Organizaciones Militares operativas;
• modernización de la seguridad de los acuartelamientos;
• administración por procesos; y
• descentralización de atribuciones y de responsabilidades funcionales, pudiendo complementarmente transformar funciones de oficiales en funciones de suboficiales.
También los efectivos de reclutas pueden sufrir sustancial reducción por medio de medidas de racionalización administrativa y de modernización de concepciones y de sistemas. Se estima que casi un tercio del efectivo incorporado sea empleado en las rutinas de las Organizaciones Militares, en actividades otras que no las relativas a la actividad-objetivo.
Gestión de competencias
Los éxitos a ser logrados por la evolución de los "Vectores de Transformación", dependen directamente de la gestión del personal, en el sentido de proporcionar que cada sistema cuente con los recursos humanos más capacitados y en la cantidad necesaria. En algunos de ellos, la continuidad es importante para el éxito de las actividades, como se verifica, por ejemplo, en el área de C&T.
El Ejército ha sentido necesidad de incorporar nuevas líneas de especialización, en razón de la multiplicación de las áreas del conocimiento. También en relación a los Sistemas Operativos, la evolución de la Doctrina podrá traer modificaciones significativas en la concepción de nuestras armas, cuadros y servicios. En consecuencia, las propias carreras necesitan ser revistas, en el sentido de flexibilizar los requisitos de progresión funcional, permitiendo un mayor aprovechamiento de las especializaciones y de las aptitudes adquiridas a lo largo de la vida profesional.
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5º VECTOR: GESTIÓN CORRIENTE Y ESTRATÉGICA
El perfeccionamiento de los Métodos de Gestión del Ejército, a ejemplo de la Gestión de Recursos Humanos, se constituye en importante camino para la viabilizarían y consolidación de todo el Proceso de Transformación, por las siguientes necesidades:
• racionalizar las despesas de costo, con el objetivo de obtener mayor capacidad de inversión;
• promover la reducción de los efectivos empleados en actividades que no sean aquellas relativas a la Preparación y Empleo;
• aumentar la eficiencia del SIPLEX como herramienta de planificación, implementación y control de las Estrategias, empleando herramientas de TI en el control diario de la ejecución de las estrategias sectoriales.
• garantizar la capacidad de ejecución y control de los proyectos constantes de la Estrategia Brazo Fuerte;
• dar visibilidad a los proyectos en curso;
• modernizar los métodos de gestión administrativa;
• crear la mentalidad de mejoría continua, así como valorar la administración por proyectos y por procesos;
• consolidar conocimientos y experiencias y desarrollar métodos y herramientas de gestión adecuados al Ejército.
Medidas estructurales y sistémicas serán necesarias, en todos los niveles, tales como:
• reestudiar la Estructura Organizacional de la Alta Administración del Ejército, con pensamiento sistémico;
• proporcionar a la estructura de gestión del EME la capacidad de actuar como órgano central de un sistema de gestión estratégica, responsable por el control de la interacción sistémica de los ODS;
• crear estructura de TI capaz de proveer informaciones en tiempo real para el centro de control de los grandes proyectos de la Estrategia Brazo Fuerte;
• proseguir en la consolidación del Sistema de Gestión del Ejército;
• establecer foco en los métodos de gestión por proyecto y procesos, con énfasis en la ejecución;
• estudiar la creación del "Servicio de Administración", cuyos cuadros, en función de sus capacidades y especializaciones, proporcionen a los efectivos combatientes, en sus actividades funcionales, dedicarse integralmente a la preparación y empleo; y
• crear un Centro o Escuela que se sea referencia en la enseñanza de las ciencias gerenciales, con el objeto de especialización, pero también para cursos de maestría o doctorado en esas áreas.
6º VECTOR: CIENCIA Y TECNOLOGÍA Y MODERNIZACIÓN DEL MATERIAL
Los equipos de todos los tipos de la Fuerza Terrestre, principalmente aquellos direccionados a la actividad-objetivo, además de insuficientes, se encuentran en acentuado estado de obsolescencia y achatarramiento. De una manera general, fechan de cuarenta años y muchos de ellos traen concepciones de la Segunda Guerra Mundial.
Empresas de cualquier sector de actividad se tornarían inviables económicamente caso empregasen, en sus departamentos
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de producción, máquinas y herramientas con ese nivel de desactualización. Por lo tanto, queda fácil imaginar el alto precio que el Ejército viene pagando en razón de la necesidad de aplicar recursos en el mantenimiento de las estructuras.
Todavía la responsabilidad más grande recae sobre los recursos humanos, por restringirles la capacidad de innovación, además de provocar desmotivación y de impedir que los cuadros, en el ejercicio de sus funciones, adquirieran la vivencia profesional que solo la práctica es capaz de proporcionar. Es grande el contraste entre el ambiente de formación vivido en nuestras escuelas militares y lo encontrado por los Alferes y por los 3º Sargentos al llegaren a la tropa.
La situación de los equipos es también uno de los principales factores por los cuales nuestra doctrina se encontra tán discrepante, tornándose imposible actualizarla sin su modernización.
La propia capacidad disuasoria del Ejército puede estar en la inminencia de perder consistencia, una vez que algunos sistemas operativos del Ejército Brasileño se encuentran en situación de inferioridad en relación a los de algunos países vecinos.
En el diagnóstico realizado por el EME sobre las tres capacidades básicas que la Estrategia Nacional de Defensa estableció - monitoreo/vigilancia, movilidad y presencia -, quedó patente que el Ejército presenta serias deficiencias en relación a las dos primeras, en razón, principalmente, de la obsolescencia de los equipos.
El patrón tecnológico incorporado a los equipos debe constituirse en factor determinante para el sistema de adquisiciones del Ejército, pues es por medio de la tecnología que podremos racionalizar nuestras estructuras, en cuanto se amplían sus capacidades.
La propia condición de Ejército de un país que asciende en nivel de actor global, y que consolida su liderazgo en Sudamérica, impone la adopción de sistemas de armas con alto valor tecnológico, lo que condicionará hasta mismo la imagen de la Fuerza ante la Nación brasileña.
Adicionalmente, se haz importante imperiosa y urgente la incorporación de la simulación como importante herramienta de adiestramiento individual y colectivo. Largamente utilizada en los países desarrollados, proporciona sustancial economía de recursos de toda tipo, incorpora tecnologías avanzadas al proceso de entrenamiento y alivia las estructuras administrativas y logísticas. Tal herramienta cumple un importante rol ante las restricciones decurrentes de las características de las sociedades modernas, las cuales propenden a acentuarse en Brasil, tales como la urbanización acelerada, la seguridad de la población y la prevención de daños ambientales.
En la comparación con sistemas de adquisiciones de otros Ejércitos, se percibe la necesidad de modificaciones sistémicas y estructurales, a se indicar a partir de la profundización de los diagnósticos.
7° Vector: LOGÍSTICA
La Logística, como proceso dinámico para apoyar las misiones de la Fuerza Terrestre, probablemente sea la vertiente que más necesite ser transformada, de acuerdo con el hiato existente entre la Logística Militar Terrestre y la logística actualmente
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practicada por las empresas civiles.
En nuestro País, ya hubo época en que la Logística Militar era referencia, sirviendo de modelo para la logística practicada por las empresas nacionales. Entretanto, el cuadro de escasez de recursos financieros verificados en las dos últimas décadas han agravado los problemas logísticos en el Ejército, no solamente en el campo de la logística operacional como en la logística organizacional.
En el período que antecede la creación del Departamento Logístico (2001), la logística de servicios y materiales, exceptuándose las de ingeniería de construcción estaba distribuida entre el Departamento General de Servicios (DGS) y Departamento de Material Bélico (DMB), estructurados bajo el criterio de las atribuciones por los servicios técnicos y cuyo modelo de organización se extendía por toda cadena logística del Ejército hasta el nivel Unidad / Subunidad aislada.
Para atender los principios logísticos de control, coordinación, economía de medios, simplicidad, objetividad y unidad de comando, fueron extintos el DGS y el DMB y creado el Departamento Logístico (DLog), buscándose la coordinación de las funciones logísticas de transporte, suministro y mantenimiento de material en un único Órgano de Dirección Sectorial organizado bajo el criterio de división de atribuciones por funciones logísticas, permaneciendo la logística de ingeniería de construcción en el Departamento de Ingeniería y Construcción (DEC) y la de personal en el Departamento General de Personal (DGP), que pasó a la gestión de la logística de salud.
Este nuevo concepto de organización por funciones logísticas, también se extendió para el nivel Región Militar (RM) y Organizaciones Militares (OM) donde las secciones y carteras de servicios técnicos fueron sustituidas por las secciones y carteras de suministro y de mantenimiento.
Nuevas modificaciones fueron introducidas en el Sistema Logístico (SISLOG) entre los años de 2005 y 2008 que generaron alteraciones en la estructura inicial del DLog, sin que las medidas implementadas tuvieran completo éxito.
En la transformación del Sistema Logístico, algunos factores deben ser considerados:
- adopción de una estructura de organización que posibilite el control efectivo de todo el ciclo de vida de los Materiales de Empleo Militar (MEM);
- estructuración y organización del SISLOG que tenga en cuenta con una Secretaría de Productos de Defensa (SEPRODE) y en el Estado-Mayor Conjunto, con un Jefe de Logística;
- una estructura de paz que pueda, rápidamente, pasar a de guerra por activación de los órganos necesarios que deben estar configurados y estructurados dentro del SISLOG;
- considerar la gran y rápida evolución tecnológica de los materiales que exigen menor número de operaciones de mantenimiento, sin embargo con mayor necesidad de equipamientos y de especialización de personal;
- adoptar un nuevo concepto de los escalones de mantenimiento y de la división de atribuciones, buscando la economía de medios y la mejora de los patrones de ejecución;
- considerar las características de los conflictos modernos en los estudios para definir la nueva estructura de apoyo a las operaciones en la frente de combate;
- tercería de los servicios; y
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- adecuación del uniforme y del equipamiento a los ambientes operacionales existentes en el territorio nacional.
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CONCLUSIÓN
“Los planes que quepan a nosotros desarrollar e implementar una mirada, sobretodo, en la estructura del Ejército para 2030, o sea, estaremos concibiendo el Ejército que hará parte la actual juventud militar brasileña, y que, con certeza, contendrá la Fuerza Terrestre de un Brasil potencia.”
(Gen Enzo – Cmt Ex)
La transformación del Ejército se constituirá en uno de los objetivos de la Policía Militar Terrestre, componiendo el Libro 3 del SIPLEX, que entrará en vigor en enero de 2011. Se buscará de esa forma la institucionalizar las acciones, facilitar a su ejecución por los ODS, COTER y Comandos de Área, y el acompañamiento por el EME, una vez que estarán desplegadas en las estrategias y en los planes básicos y de gestión de las OM de todos los niveles.
Se encargará al estado Mayor del Ejército regular en portería específica las prescripciones necesarias al desencadenamiento de las acciones
Tres Presupuestos Básicos condicionarán la transformación: la valoración del Servicio Militar Obligatorio, la mantenimiento de la Estrategia de la Presencia y la preservación de los valores y tradiciones del Ejército.
Las actividades de implantación tendrán la duración de cinco años (lo que corresponde al promedio plazo establecido por la END), para permitir la amplitud, la profundidad y la necesaria experimentación, capaces de garantizar que todos los objetivos pretendidos sean efectivamente atingidos.
Cuanto a la oportunidad en que ese proceso se inicia, se verifica que la coyuntura por la cual atravesamos reúne una serie de características extremamente favorables.
Hay varios factores contribuyendo para eso. De carácter político, porque, por primera vez en muchos años, las cuestiones relativas a la defensa pasaron a ocupar lugar de destaque en la
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agenda nacional, aparte de la dirección parecieren haber entendido que la defensa es inductora del desarrollo y de avances científico tecnológicos.
Del punto de vista económico, porque la Estrategia Brazo Fuerte atrajo el empresariado nacional a participar de las acciones de estructuración de defensa.
Internamente, en la Fuerza, por haber tenido un plan consistente de modernización, materializado por la estrategia Brazo Fuerte, con capacidad de orientar las acciones en corto, medio y largo plazos. Se trata, por lo tanto, de un proceso que proporcionará condiciones para llevar el Ejército al sitio de destaque de Fuerza Armada de país desarrollado y actor mundial, capaz de hacerse presente, con la prontitud necesaria, en cualquier punto del área de interés estratégico de Brasil.
