Y en los días de estos reyes, levantará el Dios del cielo un reino que nunca jamás se corromperá: y no será dejado a otro pueblo este reino; el cual desmenuzará

y consumirá todos estos reinos, y el permanecerá para siempre"

Daniel 2:44

Estaba profetizado que en los postreros días de la vida de Daniel, cinco reinos se iban a manifestar sobre la faz de la tierra. Cuatro de estos reinos estuvieron en la gran imagen de aspecto terrible que Dios lo mostró en sueños al rey Nabucodonosor de Babilonia, simbolizada por medio de elementos material como

1. El reino de oro fue Babilonia 2. El reino de plata fue Persia 3. El reino de metal fue Grecia 4. El reino de hierro fue Roma

Pero Dios le dijo a Daniel en el V:44 que en los días de estos reyes, levantaría un reino que no sería jamás destruido y su poder desmenuzaría y consumiría a los cuatro anteriores reinos, pero él permanecería para siempre.

Ahora, ¿En qué plano debería Dios levantar el quinto reino para que nunca fuera destruido? Pablo explicó en 2 Corintios 4:18 que las cosas que se ven, son temporales, pero las cosas que no se ven son eternas. Entonces, el quinto reino fue establecido en un plano eterno, donde nada puede ser destruido.

Aquí entendemos que la naturaleza de los cuatro reinos era material, visible y temporal y por eso, estos cuatro reinos iban a ser destruidos; pero la naturaleza del quinto reino es espiritual, invisible y eterna para nunca jamás ser destruida. El quinto reino es eterno en la esfera intocable

¿Qué sucedió cuando el rey Nabucodonosor estaba contemplando la gran la imagen? Daniel dice que de repente vio una piedra que se desprendió y le pegó en sus pies de hierro y de barro cocido y desmenuzó el bronce, la plata y el oro y se los llevó el viento. Mas la piedra fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra, V:34,35.

Estos cuatro reinos estuvieron representados por una imagen física; pero la imagen del quinto reino no era de representación física sino espiritual.

¿Cuál fue la imagen del quinto reino? Colosenses 1:15 dice que Cristo es la imagen del Dios invisible.

La imagen del quinto reino fue Cristo como la piedra que vio Nabucodonosor que bajo del cielo e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.

Cristo como piedra estuvo profetizado en Isaías 28:16 “por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure“.

Pedro le dice a toda la casa de Israel presente en el día de Pentecostés en Hechos 4:11 “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos“. Fíjate, que aquí la piedra se convierte en nombre bajo el cielo, dado a los hombres.

Nabucodonosor vio a Cristo en sus días. Entonces, era en sí un NOMBRE que vendría a

desmenuzar a los anteriores cuatro reinos de la visión de Nabucodonosor.

Pablo testificó en Filipenses 2:9,10 que Dios le dio a Jesús un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, o debajo de la tierra; y toda lengua confieses que Jesucristo es el Señor. El es la imagen del Quinto Reino.

Nabucodonosor vio a Jesucristo que como piedra y nombre vino desmenuzando reinos.

Jesucristo como piedra y nombre le pegó a los pies de hierro y barro cocido, y ¿Quién fue el cuarto reino que fue reino de hierro y barro cocido? Fue el imperio romano en los días de sus reyes: 1) Julio Cesar, 2) Augusto, 3) Tiberio, 4) Calígula, 5) Claudio, 6) Nerón, 7) Galba8) Otton, 9) Vitelio, 10) Vespasiano.

Estos fueron los últimos diez reyes del reino de hierro de Roma cuando ya estaba en pie el quinto reino en Jesús que como piedra y nombre comenzando a desmenuzar

¿Qué le dijo Jesús a Pilato en Juan 18:33? “Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? 34Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey.

Ya el quinto reino estaba en pie, pues, el quinto reino es el reino que nunca jamás será destruido, es un reino que no es de aquí o de este mundo o sistema de hombres, políticos o gobernantes.

Esto fue lo que estaba profetizado en la visión de Daniel 7:13,14 “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido“

Daniel profetizó que al Hijo del Hombre se le daría un dominio, una gloria, y un reino que nunca pasará ni será destruido. Este es el dominio del quinto reino.

Ahora, entre el año 1 al año 70 d.C. Dios en Cristo levantó el quinto reino eterno.

En los días del cuarto reino de hierro romano, los últimos reyes del imperio se unieron contra para provocar la caída del templo, del judaísmo y de Jerusalén que fueron elementos destruidos por el general romano Tito.

Entre la muerte de Nerón y la llegada de Vespasiano cayeron tres emperadores en un solo año que fueron (Galba, Otton y Vitelio), luego de estos tres reyes del reino de hierro de Roma, Vespasiano fue el décimo rey del reino de hierro y de barro cocido.

El sucesor de Vespasiano en el imperio romano fue su hijo Tito, que aunque no fue rey de los Judíos en Judea, fue quien influyo en todas las decisiones para la destrucción del templo y de la cuidad de Jerusalén, convirtiéndose después de esta victoria romana en el emperador numero 11.

La estatura histórica del quinto reino eterno, Daniel 2:35 dice que la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra. Esto comenzó a cumplirse cuando el reino de Dios le fue quitado al sanedrín judío, a los escribas, a los sumo sacerdotes, a los fariseos y a toda la nación de Israel, cuando Jesús les dijo en Mateo 21:46 “Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. 44Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará“,

Dios quiso el quinto reino fuera administrado e impulsado por los israelitas que estuvieron bajo el cautiverio de los babilonios, los medos y persas, los griegos y romanos, pero debido a su infidelidad al pacto que Dios tuvo con ellos, el reino les fue quitado y a partir del año 70 d.C. les fue dado a todos los reyes espirituales de Dios que han venido produciendo los frutos de él.

Los judíos infieles debido a su incredulidad al mesianismo de Cristo cayeron quebrantados en el año 70 d.C. Ellos rechazaron al rey del quinto reino y lo crucificaron, pero Dios lo levantó de los muertos como rey de reyes y señor de señores.

El quinto reino no es de los judíos, es reino de todos aquellos que según Apocalipsis 5:10 poseen la conciencia de Reyes

Dios hizo reyes por medio de la reconciliación en la cruz, pero era necesario la venida de Cristo en juicio en el año 70 sobre toda la nación de Israel para que se cumpliera lo dicho por el apóstol Pablo en 1 Corintios 15:23-28 para que cuando Cristo hubiera suprimido todo dominio, autoridad y potencia y debajo de sus pies, Dios fuera todo y en todos.

Nos encontramos el quinto reino eterno. Tú eres rey del quinto reino. Tú no eres de Babilonia, ni de Media, ni de Persia, ni de Grecia, ni de Roma.

Tú reino no es de este mundo. Tú también estuviste metido dentro de la piedra que vio bajando del cielo el rey Nabucodonosor. Ahí venias bajando tú también.

Yo estaba ahí también. Nabucodonosor vio bajando al quinto reino. Me vio bajando a mí y a ti.

Dios encerró todo lo eterno en esa piedra y en ese nombre que es sobre todo nombre. Tú ya no te llamas Reynaldo, ni Javier, ni María, ni Josefa, te llamas ¡Cristo! Piedra y nombre del quinto reino, porque en el quinto reino sólo hay un nombre y reinado eterno. Mi nombre desapareció porque Dios ya me dio un nombre que es sobre todo nombre ¡Jesucristo!.

Tú eres uno con Dios. Eres uno conmigo. Somos el mismo Dios, el mismo Cristo, el mismo rey, el mismo reino y la misma eternidad. En este quinto reino Cristo es todo y en todos.

En este quinto reino ya no hay judío ni gentil; circunciso ni incircunciso. No hay clases sociales. No hay religiones de ninguna clase. No hay iglesias denominacionales. No hay muerte sino vida. No hay esclavitudes sino libertad. El reinado del quinto reino es de vida y libertad.

Ya el Dios en todos no viene en el futuro a establecer nada; porque ya todo lo cumplido y profetizado está establecido, ¿Por qué tú no lo ves así? Porque tú no has entendido la naturaleza del quinto reino. Los futuristas son los que te han hecho un retardo mental, te han embotado el entendimiento con esperas futuras de tipo material. Ellos te predican un reino de naturaleza física.

El quinto reino es espiritual porque es de larga duración, es eterno, es de corte celestial. A Pablo le fue revelado las tres glorias del quinto reino en Romanos 14:17 la gloria de la justicia, la gloria de la paz, y la gloria del gozo en el Espíritu Santo. La gloria del quinto reino no es comida ni bebida.

Desde el año 70 nos encontramos en el reino que no tiene fin, en el quinto reino eterno. Ya la eternidad comenzó, porque ya estamos en planos espirituales, eternos y celestiales. Tú no tienes que morir para ser eterno. Tú ya eres un eterno. Tú no tienes que esperar para ver lo celestial. Tú ya eres un celestial. Eres uno con Dios en nombre, en vida, y en eternidad.

Dios no viene a establecer un reino porque ya está establecido lo celestial en nosotros.

No esperes por un reino material porque ya estás en el celestial donde tu calidad de vida humana y espiritual debe ser enriquecida por los principios del amor incondicional.

El quinto reino no es denominacional ni es religioso. El quinto reino no es de pastores, evangelistas, profetas ni apóstoles. El quinto reino está libre de todas degradaciones del cristianismo moderno.

El quinto reino es la nueva era del amor incondicional.

Estamos en la era de los reyes y reinas de Dios, gente que son “constructores de puentes” porque somos reconciliadores y estamos concientizando a los hombres lo que ellos son a eternidad en el Uno Dios.

Esto está teniendo y tendrá por medio de nuestro trabajo de concientización un resultado positivo.

El resultado es que aunque los “reinos de este mundo” todavía están dominando todos los sectores del pensamiento y las actividades humanas, el quinto reino está en pie y está atrayendo por medio del amor incondicional.

Cada nuevo rey que se concientiza y se incorpora al quinto reino fortalece el reino de Dios en esta tierra y a su vez comienza a transmitir la fuerza de lo superior a lo inferior; de lo fuerte a lo débil; de santo a lo vil; de lo justo a lo injusto; del reposo a lo azaroso y de divino a lo humano.

El quinto reino es un hecho establecido. Nosotros los reyes de Dios tenemos que darlo a conocer al mundo entero. Los reyes de Dios somos la nueva era de los servidores del mundo. Estamos reapareciendo en el mundo.

Estamos uniéndonos poco a poco. Estamos jerarquizando al amor de Dios. Estamos eliminando al Ego. Guiando poco a poco a la humanidad que nos encontremos en camino de nuestras relaciones hacia su destino en Cristo.

En el quinto reino sólo existen relaciones espirituales para humanos. En este reino sólo valoramos a los hombres y mujeres por su contenido espiritual.

En el quinto reino reconocemos que todo entendimiento se encuentra bajo velos de ignorancia, lleno de paradigmas y de tradiciones religiosas que no los deja conocerse como Dios los ve y conoce, por eso, creemos que en la medida que la luz de esta gloria de conocimientos vaya penetrando sus mentes, ellos van sintiendo su propio grado de libertad, con razón el Señor Jesús dijo en Juan 8:32 “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.

El aposento del conocimiento es el entendimiento. Creemos que si no hay conocimiento no hay verdad y si no hay verdad no hay libertad en los entendimientos de la gente. Es Allí es donde uno debe descubrir el quinto reino.