UNIVERSIDAD TECNICA DE MACHALA

SISTEMA NACIONAL DE NIVELACIÓN Y

ADMISIÓN

AREA CIENCIAS E INGENIERIA

BLOQUE II

LOGICAS DEL PENSAMIENTO

CUENTO INÉDITO

Introducción a la Investigación Científica

DOCENTE ING. BERTHA MAZON., MG.SC.

RESPONSABLE

MORA SALAZAR ANGIE GABRIELA

PARALELO: V02

Noviembre 2013

MACHALA – EL ORO – ECUADOR

EL RATONCITO MANUEL

Había una vez en una ratonera muy lejana un ratoncito llamado Manuel, él era

conocido como “el solitario” debido a que no tenía amigos y nunca tuvo

enamorada pues solo su familia lo quería, Manuel no era tan atractivo

físicamente y todos los demás ratones lo molestaban, poniéndole apodos y

rechazándolo. El pequeño ratoncito vivía muy triste pues siempre tuvo que

sufrir el desprecio de todos aquellos que se creían superiores pero su corazón

se entristecía más ya queél estaba enamorado de una ratona muy simpática

físicamente, pero en si era muy vanidosa y engreída su nombre era Cecilia y

ella no lo tomaba en cuenta y le decía que no estaba para perder el tiempo con

ratones feos y pobres, sin darse cuenta cuanto hería los sentimientos de aquel

ratoncillo.

Manuel siempre consideró que Cecilia seria su amor imposible, la veía como a

alguien inalcanzable, él hacia cosas lindas por ella, le regalaba rosas, tarjetas,

globos, chocolates y muchos detalles más, pero ella siempre lo rechazo porque

no lo consideraba atractivo.

Tiempo después a la ratoncita Cecilia le comenzó a gustar el ratón Gustavo, él

era muy galán y tenía muchas riquezas pero en el fondo era malvado, solo

aparentaba ser bueno frente a Cecilia pero en si era un tramposo, estafador y

vanidoso.

Cecilia con el tiempo se dejó encantar por Gustavo, sin saber que lo único que

él quería era estafarla, casarse con ella y robarle todo pues Cecilia era hija del

ratón más poderoso de toda la ratonera y poseían demasiados bienes.

El ratón Manuel que amaba tanto a Cecilia, comenzó a sospechar de las

malvadas intenciones de Gustavo y este le intentó advertir a Cecilia pero ella

no escucho nada y se enojó demasiado y terminó tachando a Manuel de

miserable y envidioso, haciéndolo quedar mal frente del resto de los roedores.

Manuel se sintió completamente humillado y tristementedecidió marcharse de

aquel lugar, teniendo que dejar a su familia, cansado del desprecio de los

habitantes fue sin rumbo una noche tibia de Abril con la esperanza de

encontrar un mejor lugar donde vivir.

Luego de haber caminado varias horas en el transcurso de la noche, al

amanecer resulta que observo desde lejos un lugar muy colorido, fue

acercándose con temor, porque creían que lo iban a rechazar, pero ¡vaya

sorpresa! Eran unos ratoncitos muy alegres y divertidos los que habitaban en

dicha colorida ratonera, estaban todos jugando y riendo, todos se llevaban con

todos.

Los ratones de aquel lugar lo alcanzaron a ver y lo invitaron a formar parte de

su ratonera, lo vieron muy cansado, triste y agobiado e hicieron lo posible por

alegrarlo, le dieron ropas nuevas y alimento, Manuel se sentía el ratoncito más

feliz del mundo pues por fin encontró un mejor lugar donde vivir, donde todos

eran amables y no había burla alguna contra él.

Pues Manuel había logrado comprender que el mundo no se acababa porque

alguien no te quiere o porque muchos te rechazan, lo importante es siempre

seguir adelante, buscar nuevos caminos hasta hallar el indicado, no estancarse

en la vida por el simple miedo al rechazo.

En aquel lugar Manuel no solo encontró grandes y buenos amigos sino que

también al amor de su vida, una ratoncita muy peculiar llamada Gabriela con

quien ya pensaba formar una familia, pero antes tenía que presentarla ante sus

padres, entonces ambos decidieron regresar a la antigua ratonera de Manuel.

De regreso a casa Manuel con su

amada, iban muy nerviosos por la

reacción que tendrían sus padres, ya

que hace mucho los había

abandonado, cuando llegaron al lugar

el ratoncito encontró a su familia, ellos se alegraron al verlo, pues todo ese

tiempo lo habían extrañado. Manuel presentó a su novia y ella fue aceptada

sin ningún inconveniente y así ambos fueron muy bien recibidos y atendidos.

Un par de días después caminaba el por su antigua ratonera y encontró a una

pobre ratoncita que pedía limosna y él se le acerca y la reconoce, ¡era Cecilia!

Él se quedó tan sorprendido que no lo podía creer, la levanto y le pregunto

porque esta de esta manera, ella respondió y le contó lo siguiente:

- Manuel cuando tú te marchaste, Gustavo se aprovechó de mí, nos

casamos y unas semanas después, el desapareció con todo mi dinero y

el de mi padre. Mi padre al enterarse de tan grande y espantosa noticia

murió de un paro cardiaco, y desde entonces estoy así como vez, sola.

El ratoncito no sabía que decirle, pues quedo muy admirado a tan tremenda

noticia, vio que Cecilia estaba muy arrepentida y lo había perdido todo.

Entonces se ofreció a ayudarla, le dio algo de dinero, ropa y la llevo donde sus

padres para que se alimente, pues Manuel era un ratoncito muy generoso y

amable.

Cecilia al ver la bondad de este ratón se echó a llorar pues ella era consiente

que antes lo había lastimado demasiado y no podía comprender porque él se

porta tan bien con ella, pues ella llegó a creer que Manuel aún estaba

enamorado y le quiso preguntar, pero Manuel ya había visto sus intenciones y

le aclaró todo y le dijo lo siguiente:

- Mira Cecilia, en aquel tiempo yo te amé y mucho pero tú nunca supiste

cuidar lo que yo sentí por ti y ahora lo único que hago es ayudarte y

aclararte que a donde yo fui, encontré el amor y si ahora quieres algo

conmigo déjame decirte que ya es muy tarde.

-

Cecilia se sintió muy triste, pues había dejado marchar a un gran ratón que la

había amado por mucho tiempo, pero ella comprendió que se había portado

muy mal y que todo lo que le estaba ocurriendo había sido por su mala

conducta, por su vanidad y engreimiento.

Desde aquel día Cecilia recobró

su dignidad y tomó la decisión de

comenzar desde cero, con sus

propias fuerzas y esforzándose

para salir adelante, pues un acto

de bondad de Manuel le bastó

para cambiar su conducta y

desear ser una buena ratoncita.

Y así finalmente Manuel se volvió a despedir de su familia y se regresó junto a

Gabriela a la colorida ratonera a ser felices para siempre, mientras que Cecilia

se quedó esforzándose para intentar recuperar todo lo que perdió

FIN