EL ROL REDENTOR DEL JOVEN EN LA SOCIEDAD

Lic. Tito Escalante

Introducción:

• Algunas veces cuando se habla de la juventud, surgen una serie de imágenes, relacionadas con la irresponsabilidad, informalidad, inexperiencia, y el alocamiento. Sin embargo los jóvenes han probado gran capacidad de asumir compromisos, no son pocos los que han destacado en los deportes, mostrando gran disciplina, entrega y pasión. No podemos dejar de reconocer a grandes líderes bíblicos que en plena juventud destacaron por su valentía como David, por su integridad como Daniel y su determinación como es el caso de: Misael, Ananías y Azarías. (Daniel 3:17-29)

• Vivimos una época muy especial, la juventud hoy más que nunca se encuentra capacitada para asumir los grandes retos que Dios y la historia les están asignando, hay una misión para cada joven, ninguno está aquí como resultado de la casualidad, sin importar las circunstancias en las que llegaron, vinieron a cumplir una misión, son agentes del reino de Dios. Y la iglesia es responsable de guiarles al gran cumplimiento de la misión. En este contexto es necesario entender las implicaciones del rol que los jóvenes deben cumplir, en la redención de esta sociedad

• Desde la caída, Dios determinó redimir su creación por medio de su Hijo Jesucristo, en ese sentido Dios está en misión, su misión es clara y persigue la restauración de todas las cosas. Volver al orden las cosas que han caído en el caos; hacer que la vida, tal como fue concebida funcione. Esta no es la misión independiente de ninguna agenda privada, no responde a la idea de ninguna agencia, ni de individuo alguno. Es la Misión de Dios (Lucas 19:10), él es el originador y actor de esta redención. El texto sagrado utiliza una considerable cantidad de adjetivos para referirse a esta misión: redentor, salvador, restaurador, rescatador, libertador. Todos estos adjetivos tienen como sustantivo a Dios, es el Creador quien realiza la acción.

• Dios es la mente maestra que ha establecido un plan para redimir todo lo que ha sido afectado por el maligno y el pecado, dentro de ese plan se considera la utilidad de las alianzas, que Dios realiza con Noé, fortalece con Abraham, afirma con Isaac y Jacob. Posteriormente Dios elige a Moisés, para que lidere el más importante hecho libertario que la historia bíblica registra, el éxodo de Egipto. Sin olvidar el segundo éxodo en tiempos de Zorobabel, Nehemías y Esdras, que vuelven del cautiverio en Babilonia. El Dios de la historia trabaja para liberar a su pueblo de la esclavitud. La alianza de Dios con Israel es prototipo de la alianza de Dios con toda la humanidad. Su propósito redentor se cumple a través de sus aliados. La misión de Dios es redención. ((Isaías 41:14)

• “En el mundo griego se pagaba a menudo un rescate en la liberación de los esclavos, el vocablo griego utilizado es lytróo y tiene la connotación de: liberar mediante un rescate y redimir. El vocablo lytrosis, al igual que su sinónimo apolytrósis, significan liberación, redención; son raros y aparecen por vez primera en el s. I a. C. lytrótes, redentor, sólo se encuentra en el léxico bíblico”

• Coenen Lothar, Beyreuther Erich, Hans Bietenhard. Diccionario teológico del Nuevo Testamento. Vol. IV. Ediciones Sígueme, 3ª edición. Pag. 56. Salamanca. 1994

• La redención es el mayor acto salvífico que la humanidad llegue a experimentar, principalmente debido a la connotación que adquiere a través del Redentor, que no solamente paga el precio del pecado; sino que, con su sacrificio trae total liberación a la humanidad y a la creación en general. Redención es liberación, reivindicación, salvación y restauración. Liberación por cuanto es el fin de la opresión, la esclavitud, de la vejación, la humillación y la explotación.

• Reivindicación, por cuanto se recibe el honor negado y la dignificación secuestrada. Salvación, por que el poder del Redentor es mayor que las fuerzas opresoras y el cambio de realidad es inevitable, en total beneficio para el liberado. Restauración, por cuanto todo vuelve al orden y el caos desaparece, se recupera la vida y ésta en plenitud, caracterizada por la alegría y el shalom, que es total y completo bienestar; salud, provisión y estar libres de cualquier temor.

• En un mundo donde nada parece tener sentido, y la humanidad se encamina al vacío existencial, arrastrada por la sistemática destrucción de los valores espirituales, éticos y morales, en detrimento no solamente de la humanidad; sino, de toda la creación, afectada directamente por la industrialización, la sociedad de consumo y la sobre explotación de los recursos naturales. La Missio Dei es transformación. Dios está interesado en transformar la realidad actual. El Dios de la vida ya está trabajando en redimir su creación, este no es el mundo que Dios deseó para la humanidad, más bien es el mundo que los humanos apartados de Dios han deformado y se caracteriza por la injusticia, la desigualdad, la mentira, la explotación, el fraude, el egoísmo, el desprecio por la vida, la demagogia y la manipulación.

• Frente a esta oscura realidad, Dios tiene vigente su plan de redención, vientos frescos están soplando, la esperanza se está recuperando, las cosas han comenzado a cambiar. Esta es una época en la que todos podemos trabajar en alianza con Dios y cumplir nuestro rol en la redención de esta sociedad. No podemos quedarnos como espectadores pasivos frente a tanta barbarie, es necesario hacer algo más que tan solo analizar la tragedia de nuestra sociedad. Hay una fuerza joven en el mundo, que ha dejado de ser el futuro y se ha convertido en actor importante del presente. Ya no somos niños, somos fuerza presente en la sociedad, nuestra voz es escuchada y nuestras acciones tienen alto impacto en la iglesia y la sociedad.

• La pregunta es: ¿Cuál es el rol redentor del joven en la sociedad? La respuesta a esta interrogante se puede resumir en una sola palabra “acción”. Se debe hacer algo, pero ¿qué es lo que debe hacer? Eso es lo que se debe definir hoy, ¿en qué consistirá la participación de la juventud en la redención de esta sociedad? La iglesia es el cuerpo de Cristo y los jóvenes como parte de la iglesia son el cuerpo de Cristo también

• Esto nos plantea otra interrogante ¿Cuál es la misión de la iglesia? Será acaso que Dios estableció la iglesia para que se dedicara a hacer solamente cultos, en las últimas décadas al parecer la iglesia se ha dedicado a llenar sus edificios de personas y no a llenar el mundo con el evangelio y el reino de Dios.

• Se ha caído en reduccionismos exagerados, en los cuales se llega a creer que ser cristiano se limita a asistir a una congregación, participar de los cantos, escuchar el sermón y dar algo de dinero. Cuando la naturaleza de la iglesia está determinada por las grandes metáforas del evangelio: ser luz, sal y levadura. (Mateo 5:13-14)

• Los cristianos somos el instrumento que Dios ha elegido para transformar la realidad y llevar redención a esta sociedad, no somos adornos en este mundo, no estamos aquí para alienarnos de la realidad, sino para transformarla con el poder del evangelio. Y los jóvenes son actores principales en esta misión, por su fuerza, inteligencia, capacidad interpretativa de la realidad actual. Pero también por su pasión por Cristo, por su elevada espiritualidad, por el compromiso con el reino de Dios, porque son más que vencedores.

Desafíos para la juventud del siglo XXI

• Elevar el compromiso con Dios, porque este compromiso será directamente proporcional con la disposición para dejarse usar por Dios en la misión de redención.

Desafíos para la juventud del siglo XXI

La negación a sí mismo. Porque en la medida que renunciamos a nosotros somos capaces de interesarnos por ayudar a otros

Desafíos para la juventud del siglo XXI

• La renuncia al pecado. Porque lo único que debilita a los agentes del reino de Dios es el pecado, por cuanto tiene efectos separadores de Dios, nuestra fuente de poder. Y porque la santidad es la norma de vida de Dios para su pueblo.

Desafíos para la juventud del siglo XXI

• La búsqueda de una espiritualidad real. Porque solamente una vida espiritual autentica conducirá a estar dispuestos a dejar de vivir para nosotros mismo y comenzar a vivir para Cristo y para la misión de Dios. Que se medirá con el grado compromiso con el proyecto redentor de Cristo

Desafíos para la juventud del siglo XXI• Establecer y ejecutar proyectos de

redención dirigidos a los miembros de nuestras congregaciones, velar por que los cristianos disfruten de una vida plena que incluya: educación de calidad, la alimentación, vivienda digna, ropa, salud física y emocional. Además recordar que Dios no solamente ama a los cristianos (Juan 3:16) Cristo murió por toda la humanidad

• . La gente está cansada de oír hablara del amor de Dios, ha llegado el tiempo de demostrar ese amor de Dios a través de las obras de misericordia, amor y compasión. Se deben establecer proyectos de ayuda a la comunidad, que procuren aliviar el sufrimiento y estimulen el desarrollo integral.

Desafíos para la juventud del siglo XXI

• Predicar el evangelio completo, un evangelio integral, que lleve redención a todas las dimensiones de la vida humana. Sin espiritualismo, ni reduccionismo; procurando que toda gente reciba todo el evangelio.

Desafíos para la juventud del siglo XXI

• Por último, es necesario un compromiso con la redención del resto de la creación. Los cristianos hemos despertado a la realidad que Dios no solamente es señor de la humanidad, sino de toda la creación.

• El mundo gime por el día de su redención, la creación también ha sido afectada por el pecado y la juventud de comprometerse por un mundo verde, donde todos en la creación reciban redención. (Romanos 8:22)

CONCLUSIÓN• el rol de la juventud en la redención es

activo y determinante, Dios a través de esta generación de cristianos comprometidos, desea alcanzar a esta generación que gime con angustia por la redención, la gente y la creación ya no soportan más, es necesario intervenir, la juventud de esta generación debe negarse a ser carga para sus iglesias y la sociedad

• Es necesario que se transformen en actores y agentes de transformación tal como lo fue Moisés, que siendo muy joven aceptó la misión liberadora que Dios le entregó. La pregunta es: ¿aceptarás la misión que Dios te está asignando hoy?