El Sentido de La Educación

3
El sentido de la Educación. ¿Se han preguntado por qué necesitan ser educados? Nos han estado educando para la guerra, para el odio, la sumisión, la obediencia, la competencia, envidia, ambición, acumulamiento, para la búsqueda torpe de placeres, físicos, psicológicos, sin importar el daño que causemos a nuestro alrededor, llevándonos cada vez mas a una terrible deshumanización. Para eso nos están educando Una verdadera educación, da sentido al sujeto. En la actualidad, época de consumismo y mercantilismo, el sentido de la educación no ha escapado a este etiquetamiento, liberándose así de todo juicio griego sobre el desarrollo integral del hombre y convirtiéndose para el imaginario de las elites dominantes, en una mercancía más, basta con una un breve vistazo por los sistemas educativos alrededor del mundo, para darse cuenta como cada vez mas los grandes consorcios empresariales se insertan en el campo educativo, llevando la visión neoliberal hacia las aulas y hacia las mentes de los próximos consumidores. Sin embargo, no todo el tiempo ha sido así, a pesar de que algunos autores han calificado a la Escuela como una institución al servicio del Sistema proponiendo la desescolarización como en el caso de Iván Ilich o la Homeschool

description

Un bosqueso del proceso de educacion y sobre su sentido

Transcript of El Sentido de La Educación

Page 1: El Sentido de La Educación

El sentido de la Educación.

¿Se han preguntado por qué necesitan ser educados?

Nos han estado educando para la guerra, para el odio, la sumisión, la obediencia,

la competencia, envidia, ambición, acumulamiento, para la búsqueda torpe de

placeres, físicos, psicológicos, sin importar el daño que causemos a nuestro

alrededor, llevándonos cada vez mas a una terrible deshumanización. Para eso

nos están educando

Una verdadera educación, da sentido al sujeto.

En la actualidad, época de consumismo y mercantilismo, el sentido de la

educación no ha escapado a este etiquetamiento, liberándose así de todo juicio

griego sobre el desarrollo integral del hombre y convirtiéndose para el imaginario

de las elites dominantes, en una mercancía más, basta con una un breve vistazo

por los sistemas educativos alrededor del mundo, para darse cuenta como cada

vez mas los grandes consorcios empresariales se insertan en el campo educativo,

llevando la visión neoliberal hacia las aulas y hacia las mentes de los próximos

consumidores.

Sin embargo, no todo el tiempo ha sido así, a pesar de que algunos autores han

calificado a la Escuela como una institución al servicio del Sistema proponiendo la

desescolarización como en el caso de Iván Ilich o la Homeschool

El verdadero sentido de la educación va más allá del simple acto memorístico de

aprender textos es más bien el aprender a mirar, a escuchar aquello que el mismo

texto dice y averiguar si es verdadero o falso. De escuchar lo que se dicen dentro

del aula y hacer un balance justo y comprensivo; De igual forma y muchos menos

sentido de la educación es el acto de aprobar exámenes, conseguir un título, un

buen empleo, casarse, porque la verdadera educación no tiene que ver con el

dinero, con el poder o el prestigio. Si no el de explorar, explotar nuestra verdadera

humanidad y el sentido crítico.

Así pues, cuando se repiensa de esta forma el sentido de la educación se pone en

condiciones a un niño o niña, joven o adulto, de desarrollarse integralmente con un

Page 2: El Sentido de La Educación

sentido humanista, donde este, se preocupe por el otro y que pueda estar

realmente en contacto directo con quien está a su alrededor, incluyendo los

árboles, los animales, el cielo, la nubes. Que pueda desarrollar su creatividad,

sensibilidad y criticidad al máximo y con esto puedan convertirse en eternos

buscadores, aprender en sí mismos acerca de todo lo que hay alrededor.

Más allá del discurso actual sobre la calidad de la educación que dicho sea de

paso es un término economicista se necesita una verdadera educación, el regreso

a lo fundamental del sentido del educar, no para una sociedad del consumo, si no

como una necesidad imperante para el ser mismo, para vivir en armonía.