El sillon levantapersonas es mucho mas

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El sillón levantapersonas es mucho más que un asiento decorativo

De apariencia externa normal, los novedosos sillones levantapersonas se pueden inclinar gracias a un pequeño motor. Sentarse y levantarse es así mucho más fácil.

Un sillón levantapersonas es un mueble tapizado muy práctico que se puede encontrar en espacios destinados a la salud o a la asistencia social, pero también en domicilios particulares estupendamente integrados con el resto de la decoración. Los sillones levantapersonas (o también sillón elevapersonas) tienen un aspecto exterior igual al de un sillón convencional, pero son mucho más que estos. Son un asiento que contiene un motor que hace que el sillón se incline hacia delante para que sentarse y levantarse resulte mucho más sencillo. Esto significa que las personas que poseen algún problema de movilidad a lo largo de su vida, debido a la edad, a una lesión o por estar convalecientes de alguna operación, pueden evitar realizar esfuerzos extras y, lo que es más satisfactorio para ellos, mantener su autonomía para realizar esta acción cotidiana tan habitual.

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El sistema motorizado se denomina power lift y su manejo es muy sencillo, ya que se realiza por medio de un mando a distancia que tiene muy pocos botones y estos son de gran visibilidad. Cuando una persona se va a sentar, pulsa el botón de levantar y el sillón levantapersonas se eleva por la parte del respaldo de forma que el asiento se posiciona inclinado y más alto. La persona entonces puede sentarse con gran seguridad, ya que solo tiene que apoyarse de espaldas en el mueble y pulsar el botón de bajar, que hace que el sillón descienda despacio hasta recuperar su posición original. Para incorporarse, la operación que se realiza es la contraria: la persona que está sentada pulsa el botón subir y el sillón levantapersonas se inclina hasta que se deja de accionar el botón. El usuario tiene los pies en el suelo y el cuerpo prácticamente incorporado, con lo que sin apenas esforzarse ya solo le queda dar un paso hacia delante. No hay intermitencias, el movimiento es continuo, la seguridad es máxima. Por todo esto, no es de extrañar que cada vez se vean más en hospitales, clínicas o residencias, pues favorecen la evolución de los enfermos y la independencia de los internos. Y además, por si fuera poco, estos sillones pueden incorporar también unas prácticas ruedas debajo del asiento, que se sacan para poder desplazar a la persona sentada de un sitio a otro como si fueran en una silla de ruedas.