El Trato Cruel y Sus Consecuencias
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La tortura y El trato cruel y sus consecuencias en la salud mental
El trato cruel, la tortura o penas crueles, inhumanos o degradantes son prácticas
nocivas que trata de destruir la personalidad de la víctima despreciando la
dignidad de todo ser humano. Las Naciones Unidas han condenado desde sus
comienzos la práctica de la tortura y El trato cruel por ser uno de los actos más
aborrecibles que los seres humanos cometen contra sus semejantes.
En vista de lo anterior, se hace necesario comenzar este artículo señalando el
brutal caso sucedido recientemente en Estados Unidos de Norte América. Se
trata del caso de Jerome Murdough, ex infante de Marina, indigente que fue
apresado por las autoridades por violación de la propiedad privada, siendo su
único delito el de haberse refugiado en una escalera cubierta de una vivienda
pública para protegerse del fuerte frio. Una semana más tarde, el, fue hallado
muerto en su celda de la cárcel de Rikers Island, prácticamente 'horneado' por la
elevada temperatura que había en el lugar, debido al mal funcionamiento de los
equipos de calefacción
En una sociedad perteneciente a un país “desarrollado” resulta increíble que
sea tratado cruelmente un ciudadano y muerto posteriormente porque sólo
buscaba un lugar donde dormir una helada noche. Estos casos llaman a la
reflexión de cuánto daño se le hace al ser humano, que va mas allá de lo físico y
que invade su salud mental
Existen consecuencias que constituyen la parte más dramática de este tipo de
prácticas, estas son las reacciones psicológicas las cuales han sido de gran
interés por parte de los expertos. Estos afirman que la exposición sostenida a
situaciones de estrés grave, como en el caso de tortura y trato crueles, generan
una serie de respuestas de desajuste psicológico de larga duración. Las secuelas
que deja esta práctica inhumana son indefinidas y dependiendo de la condición
física y psicológica de la persona quien la sufre podrá superarlo.
Existen ciertas formas de trato crueles que pueden ocasionar traumatismos
craneoencefálicos, donde se corre el riesgo de provocar secuelas
neuropsicologícas o los traumatismos sexuales que suelen quedar asociados a
posteriores disfunciones sexuales
Los síntomas más frecuentes en las personas que han sido sometidas a
tormentos y tratos crueles son las alteraciones del sueño con habituales
pesadillas, alteraciones del estado de ánimo, ansiedad, alteraciones de la
memoria y concentración, así como somatizaciones y cambios de personalidad
En atención a la población infantil, se observa con profunda preocupación
como el trato cruel al que son sometidos algunos niños y niñas, supone una gran
amenaza ya que alteran significativamente su capacidad afectiva y fisiológica,
tornándolos sensibles al estrés, aumentando el riesgo de desarrollar cuadros
depresivos, ansiedad, ira, entre otros síntomas.
Estos trastornos inducen a quien los padece a aislarse socialmente, así como
sentimientos de vacío o desesperanza, hasta llegan a sentir extrañeza de sí
mismo. Otros síntomas que afectan la calidad de vida de la persona que ha sufrido
tortura o trato cruel son pérdidas o aumento de peso, insomnio o hipersomnia.
Alteraciones del ritmo motor, disminución de la capacidad para pensar,
pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida
Múltiples denuncias sobre actos de violencia y trato cruel movilizan los servicios
de la fiscalía, como ente receptor de innumerables denuncias por malos tratos o
penas crueles, inhumanas o degradantes que violentan los principios más básicos
de la dignidad humana, demostrando con ello, que se vive en una ciudad enferma
que sufre trastornos psicológicos provocados quizás por el temor a ser violentados
por la delincuencia, o por la agresión de personas que no tienen escrúpulos y
que lamentablemente invade la ciudad modificando el rostro de la sociedad.
Ante este panorama, se hace obligatorio reflexionar sobre el cómo se puede
rehabilitar a la población que necesita integrarse a la sociedad, para comenzar
una nueva vida, haciendo valer su derecho fundamental y absoluto que tiene su
origen en el respeto a la vida y al sano desarrollo físico como mental.