El Turismo Cultural y El Carnaval de El Callao (Venezuela)
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EL TURISMO CULTURAL Y EL CARNAVAL DE EL CALLAO (VENEZUELA)1
CULTURAL TOURISM AND CARNIVAL OF EL CALLAO (VENEZUELA)
Otilia Rosas Gonzlez, Universidad Simn Bolvar
Resumen
En 1853 surgi el pueblo minero Nueva Providencia en el sudeste de Venezuela.
Luego fue mudado a las mrgenes del ro Yuruari y se le dio el nombre de El Callao. La
enorme produccin aurfera provoc una inmigracin proveniente de islas caribeas,
francesas e inglesas, en su gran mayora descendientes de africanos, ya fuesen libres o
esclavos recin liberados. La coexistencia de poblaciones con influencia cultural tan diversa
ha producido una sociedad muy particular, manifestndose en su lenguaje (patois), en su
msica (calipso), en sus costumbres, una de sus ms grandes manifestaciones es la
celebracin del carnaval. En este trabajo se expondr un primer avance en el estudio de las
reconfiguraciones que en esta festividad se realizan, orientadas a proyectar lo tradicional y
la herencia del pasado esclavo de los locales, a travs de la representacin cultural, a fin de
incrementar la demanda turstica.
Palabras claves: Carnaval, tradicin, turismo, afrodescendencia, El Callao, Venezuela
Abstract
In 1853, the mining town of Nueva Providencia emerged in the south-eastern part of
Venezuela, by the banks of the Yuruari River, and was named El Callao. The gold
production led to a massive immigration from the French and English Caribbean islands,
mostly of African descendants, whether free men or slaves recently liberated. The
coexistence of people with such diverse cultural influences has produced a society with
very distinct characteristics, revealed in its language (patois), music (calypso), customs,
especially in the carnival celebrations. This paper will present a first steps in the study of
reconfigurations that are performed in this festival, aimed at projecting the traditional and
the legacy of its slave past through cultural performance, in order to increase tourism
demand.
Keywords: Carnival, tradition, tourism, afrodescendent, El Callao, Venezuela.
1 (En imprenta). En Julin Osorio y Edna Rozo (Eds.), Turismo y cultura: retos y
perspectivas en Amrica Latina. Bogot: Universidad de Externado de Colombia.
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EL TURISMO CULTURAL Y EL CARNAVAL DE EL CALLAO (ESTADO
BOLVAR, VENEZUELA)
CULTURAL TOURISM AND CARNIVAL OF EL CALLAO (BOLIVAR STATE,
VENEZUELA)
Introduccin
Si en sus comienzos los estudios antropolgicos sobre turismo no fueron tomados muy
en serio por la comunidad cientfica, hoy da, al reconocerse la relevancia que tiene la
actividad turstica en todas partes del mundo en el proceso de globalizacin junto con el desarrollo de los medios de comunicacin y la emigracin, tal y como afirma Espina Barrio (2007, p. 15), se ha hecho evidente la importancia de la investigacin antropolgica
en esta rea. La antropologa ha mostrado y hecho reflexionar que el turismo no es
solamente un hecho que ocurre fuera de nosotros, si no que tambin forma parte de
nosotros, de nuestra existencia y de la de los que nos rodean.
El turismo, como hecho cultural, forma parte del ser humano contemporneo,
encuntrese donde se encuentre, porque llanamente, a veces somos turistas, en otras
recibimos turistas y, siguiendo la tendencia, progresivamente estamos generando turismo.
De acuerdo a Nogus Pedregal (2007), la mayora de las investigaciones antropolgicas
sobre turismo se han abordado desde dos perspectivas tericas fundamentales. Una, donde
el turismo es estudiado como un agente exgeno que provoca una variedad de consecuencias sociales y culturaleso tipos de desarrollos muy particulares, y otra, en la cual el turismo es visto como especie de superestructuracapaz de inventar mitos e imgenes, opulenta y anmica (Nogus Pedregal, 2007, p. 165). Ambos enfoques, explica el autor, han examinado el fenmeno turstico como un agente externo que ha
actualizado las relaciones coloniales que perpetan la dependencia centro-periferia (2007, p. 166). Sin embargo, se pregunta este investigador qu ocurre en aquellos espacios donde
el turismo forma parte de la cultura.
Por otro lado y siguiendo a Salazar (2006) la cultura es un concepto esquivo, y la identidad y la diferencia lo son an ms. Los individuos pasan en su vida diaria de una
posicin cultural a otra, adoptan uno u otro rol identitario, segn lo demande la ocasin. (p. 109). En este mismo sentido, para Fernndez de Rota el concepto de cultura tambin
est indefinido y dice que la experiencia o la conciencia de las personas individuales acerca de la cultura, nos hacen pensar que sta es asumida, contestada y recreada de formas
diversas segn los distintos sujetos y su situacin (2005, p. 53). De all que los individuos son turistas, pero tambin receptores y/o generadores de turismo.
Desde el 2006, cuando comenzamos nuestra investigacin sobre el carnaval de El
Callao, con el objetivo de hacer un registro etnogrfico de la festividad, cuya particularidad
radicaba en la naturaleza cultural de esta sociedad, producto de la confluencia de grupos de
afrodescendientes, la mayora haban sido esclavos liberados o hijos de estos, que a
mediados del siglo XIX haban logrado emigrar a Venezuela desde distintas islas de las
Antillas Menores, que haban eran o haban sido colonias inglesas o francesas. Fue
avasallante el encontrar una enorme masa de turistas que llegaron a esa pequea poblacin
desde distantes partes del pas. El inters por estudiar esta relacin entre anfitriones y
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visitantes se hizo patente. Desde entonces hemos estado en la tarea de investigar qu es lo
que ofrece esta ciudad, durante los pocos das que se celebra el carnaval para lograr atraer
ese enorme nmero de turistas. Para ello iniciamos una investigacin cualitativa, mediante
entrevistas informales, entrevistas semi-estructuradas, trabajo de campo con estudiantes de
pregrado, as como revisin bibliogrfica y hemerogrfica sobre la festividad del carnaval
en esta poblacin. Planteamos la hiptesis de que el tomar aspectos tradicionales de la
cultura de una comunidad para promocionar un turismo cultural, conlleva en s mismo una
reelaboracin y modificacin de esas tradiciones que responden a las nuevas exigencias de
la actividad turstica.
Partiendo de estas consideraciones, en este trabajo reflexionaremos acerca del turismo
cultural, dirigiendo la atencin hacia el que se realiza internamente y, tomando como caso
de estudio el carnaval que se celebra en El Callao (Venezuela), autocalificado como un
carnaval tradicional.
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Particularidades del turismo cultural
Hablar de turismo es encasillar todo un sistema cuyas tendencias e intereses son
dismiles. Por lo tanto, los estudiosos del tema han recurrido a parcializar su objeto de
estudio, dentro de la perspectiva antropolgica, sin perder de vista que los procesos
tursticos estn enmarcados en la globalizacin. An cuando se investigue un caso dentro
del llamado turismo cultural (Smith, 1989, p. 21)2, lo cierto es que es un todo que est
interrelacionado con lo econmico, lo social, lo poltico, pero sin asumir, como haca la
antropologa en el pasado, que es un todo coherente. Como explica Fernndez de Rota, la
antropologa actual se enfoca a la frecuente oposicin, contestacin, malentendidos, resistencia, estrategias de poder, etc. que forman parte intrnseca de la vida cultural. Si F.
Barth en 1969 entendi los grupos tnicos como una forma de organizar la diferencia
cultural, 25 aos despus vemos que se habla de la propia cultura en trminos de
organizacin de la diversidad (Barth, 1969, citado en Fernndez de Rota 2005, p. 54). Por otra parte, Franquesa (2008) expresa que el turismo cultural puede usarse como
encubridor de otros procesos y proyectos, como el caso que plantea acerca del proceso de regeneracin urbanstica del centro histrico de Palma de Mayorca, el cual se presenta
como un desarrollo de turismo cultural, donde el adjetivo cultural es agregado al de turismo para mostrarlo positivamente, en contraposicin al de turismo de masas. Este autor
explica que tambin el turismo cultural es concebido como el gran recurso para aquellas
regiones con escaso crecimiento econmico, afirmando que esa asociacin es solo
ideolgica, ya que responde a circunstancias polticas y econmicas cambiantes, es decir, histricas (p. 105).
2 Smith hace una clasificacin de las formas del turismo de acuerdo a la clase de
movilidad de tiempo libre que prefiera el turista, en cinco tipos: el turismo tnico, el cultural, el histrico, el ambiental y el recreativo. Defina el turismo cultural como aquel
que abarca lo pintoresco o el color local, los vestigios de una vida en proceso de extincin que permanece en la memoria humana (1989, pp. 21). Mediante color local, Greenwood design la promocin de una versin mercantilizada de la cultura local en tanto parte del ensueo turstico local (1989, p. 258).
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La aseveracin de Lagunas (2008, p.37) acerca de que el fenmeno turstico es
verdaderamente complejo, y que no hay una definicin de amplia aceptacin y algunos plantean que es imposible formularla, se hace patente en los diversos textos estudiados. En concreto, lo que se podra afirmar es que referirnos a turismo o industria turstica es hablar
de una compleja red social, poltica y econmica, donde se evidencian las interrelaciones de
grupos humanos con diversas culturas. Nogus Pedregal enfatiza que muchos autores
coinciden en que las nuevas tecnologas de la comunicacin comprimen las coordenadas espacio-temporales, la internalizacin de la produccin y de los intercambios separan la
economa de la sociedad y relegan el papel del Estado a un segundo plano, y el aumento de
las desigualdades socio-econmicas provocan y facilitan importantes movimientos de
poblacin (Nogus Pedregal, 2008, p. 84). Todo esto se encamina inexorablemente a una obligada interculturalidad.
El turismo en s mismo es una maquinaria para producir dinero. De acuerdo a esto, se
entiende que los proyectos tursticos culturales estn hoy da formando parte primordial de
las agendas de desarrollo a distintos niveles, ya sean locales, regionales, nacionales e
internacionales, es decir, que la cultura vende, parafraseando a Lagunas (2007). Pero no es
solo una negociacin mercantilista. All tambin se configura un intercambio de expectativas, estereotipos y expresiones de la etnicidad y cultura en las interrelaciones e interacciones entre los locales y turistas, anfitriones e invitados, sociedades locales y
sociedades emisoras. Es evidente que se ha exorcizado las afirmaciones que en el siglo XX
se hacan sobre el turismo y, por ende, sobre el turista, acerca de la negativa e incluso
maligna influencia que ejercan o podan ejercer sobre las poblaciones receptoras.
Las comunidades son tambin creadoras de turismo, lo incentivan y apoyan. Para
Nogus Pedregal en estas sociedades receptoras- generadoras de turistas, las actividades tursticas se encuentran tan consolidadas que los turistas no slo no impactan, sino que su
afluencia estacional es parte constitutiva de ellas (2008, p. 85). En este sentido, la propia cultura dice Fernndez de Rota (2005, p. 55-56) es elemento impulsor de diversidad, tensin y estrategia. As entendida podemos afirmar que la cultura es el espacio semntico en que los seres humanos se construyen y representan as mismos y a los otros y por lo
tanto a sus sociedades y a sus historias (Comoroff, 1982, citado por Fernndez de Rota, 2005).
Sin embargo, no hay que perder de vista aquella sentencia de Smith con respecto a las
poblaciones anfitrionas donde el turismo es a menudo una bendicin a medias: la industria del turismo genera nuevos puestos de trabajo e incrementa el flujo de dinero contante y
sonante, pero los propios turistas pueden convertirse en una carga fsica, adems de social,
sobre todo al aumentar desproporcionadamente su nmero (1989, p. 32), en particular en poblaciones pequeas que adems reciben un turismo estacional, como es el caso de El
Callao.
Turismo cultural en el carnaval de El Callao?
En Venezuela, como en muchos pases del mundo, se celebra el carnaval, considerada
esta actividad pblica como una de las ms tursticas del ao. En el pas, son das de asueto
general y un gran contingente de la poblacin aprovecha para hacer toda clase de turismo
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interior3, principalmente, el de sol y playa. La fiesta propiamente carnavalesca ha ido
perdiendo fuerza en muchas partes, ya sea porque la autoridad regional o local la ha
controlado demasiado debido a la violencia y caos que genera el carnaval per se- o, porque se ha prohibido. En la mayora de las ciudades se limita al entretenimiento infantil (el
viernes, antes de comenzar el carnaval, las escuelas y colegios realizan fiestas y
actividades, y los nios asisten disfrazados).
Sin embargo, en otras poblaciones se presentan grandes celebraciones y se
promocionan como carnavales tursticos. La mayora de ellos muestran un carnaval estandarizado, como seala Lagunas (2008, p. 42) refirindose a una afirmacin de
MacCannell, en el que cada destino de la tierra se parece cada vez ms a otro. En estas ciudades la similitud del carnaval es impresionante, desfiles de carrozas con reinas,
comparsas, bailes, grupos con exticos y costosos disfraces, msica, bebidas alcohlicas,
kioscos de comida (algunos con franquicias transnacionales). Ante tales semejantes, las
localidades en la actualidad compiten entre s para atraer ms turistas, buscando algn
elemento que las diferencie, como puede ser el exaltar el disfrute de sol y playa, promover
grandes eventos musicales, invitar artistas de renombre y/o presentar el carnaval como
tradicional.
Ante esto nos preguntamos, porqu el agregar la coletilla de tradicional valoriza y
diferencia un carnaval (o cualquier otra manifestacin) de una ciudad ante otra, como
ocurre con el carnaval venezolano que se realiza en El Callao? Compartimos el anlisis que
Fernndez de Rota hace a lo largo de su obra Nacionalismo, cultura y tradicin acerca de lo
que se ha considerado como tradicin y resume as el concepto como una manera de contemplar la cultura, desde el punto de vista de su historicidad o del convencimiento de su
historicidad. O dicho de otra manera, es entender la cultura como una manera de construir
el presente en trminos de pasado. Pero la cultura no es un archivo cerrado de contenidos.
Por supuesto que la transmisin generacional constituye un inmenso bagaje, el peligro es
entender lo que se transmite como un conjunto esttico de objetos inertes (2005, p. 142). A lo que agregaramos que tambin es peligroso considerar esos objetos culturales como
inmutables en el tiempo y darle la caracterstica de tradicional simplemente por,
supuestamente, mantenerse idntico desde el pasado.
Otra rasgo que se debe mencionar acerca de esta festividad, es que se ha prohibido,
desde aos atrs, el juego de lanzar agua u otras sustancias a los peatones, hecho que era
inherente a la realizacin de cualquier carnaval en el pasado.
La poblacin de El Callao en sus orgenes
El Callao es una pequea localidad al Sureste de Venezuela (en el estado Bolvar), en
una de las regiones ms despobladas del pas (Imagen 1). Esta ciudad naci en el siglo XIX,
gracias al descubrimiento de ricas vetas de oro.
Segn Gerstcker, viajero alemn que en 1868 recorri Venezuela finalizando su viaje
en esta regin, comentaba en su libro Viaje por Venezuela en el ao 1868, que
3 El turismo interior es aquel que realizan los nacionales de un pas sin salir de su propio
teritorio (Fernndez, 1989, p. 29)
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Ya en 1848 se haba descubierto en Guayana, a unas sesenta leguas de Ciudad Bolvar y al sur del Orinoco, un rico yacimiento aurfero y tambin se le haba explotado
con xito sin que hasta ahora, sin embargo, la cosa cobrara verdadero impulso. Por una
parte, California acaparaba demasiado la atencin de los buscadores de oro y, poco
despus, surgi Australia con sus tesoros, mientras Venezuela, que era igualmente rica, si
no ms, pasaba desapercibida() pero ahora los americanos haban comenzado a tomar entre manos el asunto. Una compaa con considerables medios financieros llev
maquinarias all para triturar el cuarzo y organiz a la vez una granja, como tambin otras
instalaciones necesarias (Gerstcker, 1968, p. 139). Un pueblo sin fundacin (Garca y Nieves, 1993, p. 11) ha marcado el surgimiento
de esta poblacin. Durante la colonia, fue una regin visitada por los buscadores de oro,
incluyendo aquellos cegados por el mtico sueo de El Dorado. La regin comenz a ser
habitada a partir de los aos 30 del siglo XVIII, con la fundacin de las misiones religiosas
por parte de capuchinos catalanes, como La Divina Pastora del Yuruani en el ao de 1737,
y la de San Flix de Tupukn en 1770. El Callao en la actualidad est a slo 12 kilmetros
de donde se estableci esta ltima (Garca y Nieves, 1993, p. 12).
Los grupos humanos que fueron atrados a esta regin provenan, en su mayora, de las
Antillas Menores, de islas que fueron colonias francesas e inglesas, agregndose algunos
grupos que llegaron desde la Guayana Inglesa o Esequiba, atraidos por las noticias de la
riqueza aurfera que se estaba explotando. Esto signific que muchos de ellos an fueran
esclavos o recin liberados en los distintos procesos de abolicin de esclavitud.
A finales del siglo XIX, entre 1870 y 1888, gobern en Venezuela intermitentemente
en tres perodos Antonio Guzmn Blanco quien intent, a su manera autoritaria, un proceso
de organizacin y centralizacin del Estado, luego de aos transcurridos de la disolucin de
la Gran Colombia (1830), en la cual el pas se vio inmerso en devastadoras luchas civiles,
lideradas por caudillos que buscaban asumir el poder.
Esa Venezuela de fin de siglo estaba sumida en la desorganizacin e inestabilidad.
Guzmn Blanco, influido por la corriente de modernizacin que proliferaba en la poca,
trat de convertir a la nacin en un Estado moderno, atrayendo la inversin extranjera,
principalmente en la transformacin del sistema de medios de transporte y comunicaciones,
en la explotacin minera y en el fomento de la inmigracin. El principal campo de accin de Guzmn Blanco fue Caracas. La ciudad deba ser modernizada, tanto en el estilo de vida
de sus habitantes como en la transformacin de sus aspectos externos, pero siempre bajo el
modelo europeo, que era sinnimo de civilizacin, y obsesivamente sigui el estilo
parisino (Rosas Gonzlez, 1999, p. 308). la modernizacin de la sociedad fue acompaada de un compulsivo proceso de transformacin urbana y alteracin de los modos de relacin social (Martnez, 1995, p. 53).
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Imagen 1. Ubicacin geogrfica de El Callao.
Fuente:
http://www.turismo.venezuela.net.ve/index.php?m=07&y=06&entry=entry060727-103948
Las acciones llevadas a cabo durante el guzmancismo encaminadas al logro de aquel
ideal, repercutieron profundamente en la vida nacional. Los cambios que se intentaron
posibilitaron la apertura de innovaciones en la centralizacin del poder nacional, en la
infraestructura de comunicaciones, reorganizacin en la divisin administrativa,
reorganizacin territorial y toma de conciencia en el aprovechamiento de los recursos
naturales, entre otros aspectos.
Dentro de la organizacin territorial, se crearon los territorios federales, especialmente
en las regiones fronterizas como una forma de garantizar las jurisdicciones y los recursos
naturales, neutralizando la usurpacin que intentaban otros pases (principalmente
Inglaterra desde la Guayana Inglesa o Esequiba, proclamada por Venezuela como Zona en
reclamacin). De all que se incentivara el poblamiento hacia estos lugares inhspitos,
inmensos y desconocidos para la gran mayora de la poblacin venezolana. Se redobl el
inters del Estado por propiciar la inmigracin y la colonizacin atrayendo grandes
contingentes de europeos, a quienes se les ofrecan diversos beneficios como costearles el
viaje hasta Venezuela, el hospedaje a la llegada, servicio mdico, libertad religiosa,
educativa, se les prometa la colocacin en trabajos acorde a sus habilidades, entre otros,
como estipulaba el Decreto de 1874 (Guzmn Blanco, 1874, pp. 1-2).
A pesar del empeo, el dinero invertido por el Estado y el tiempo dedicado a este fin
no fue alcanzada la meta, no se produjo la avalancha humana de inmigrantes europeos, que
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se crea llevara al pas al estadio de la civilizacin. Por otro lado, se rechazaba grandes
grupos de inmigrantes ilegales provenientes de las Antillas, principalmente inglesas,
francesas y holandesas, cuya poblacin mayoritaria era negra. Los decretos y las acciones
tomadas a lo largo de aquellos aos avalaban un filtro tnico.Detrs de los intereses de
poblar el territorio e impulsar la agricultura, se esconda el propsito, acorde con la filosofa
positivista y directamente relacionada con el evolucionismo sociocultural, de mejorar la raza y el blanquear a la poblacin autctona (Rosas Gonzlez, 1999, p. 311).
No obstante, durante aquellos aos se agreg a la poblacin venezolana una corriente
importante no registrada de caribeos y colombianos. Fue de tal significacin este
contingente de inmigracin clandestina de las Antillas Inglesas, principalmente,
constituida por poblacin negra liberada (Brito Figueroa, 1984, I, p. 314) , que en la Ley de Inmigracin de 1891 (Leyes y Decretos de Venezuela, 1990) se prohibi la entrada de
inmigrantes de las Antillas Holandesas y de las Inglesas4. En las leyes de 1893 y 1894
continu vigente esta prohibicin. Afirma Cunill Grau (1987, p. 1002) que sin embargo, la inmigracin clandestina de parte de estas Antillas se consolid, dejando diversas huellas
culturales en algunas regiones venezolanas, como se aprecia en El Callao, gracias a la minera.
La actividad minera en Venezuela, en especfico, en Guayana tuvo su primer hallazgo de importancia, casi contemporneamente con el de California () en 1853, en las playas del ro Yuruari, 250 kms al SE de Ciudad Bolvar; la primera compaa minera, la
Venezolana del Yuruari, fue fundada en 1860 y comenz operaciones dos aos ms tarde.
Durante los 30 aos siguientes, el asedio frentico de los mineros transform en centro de
logstica a Upata y en centros de comercio a Guasipati y Tumeremo, ms El Callao, la
nueva ciudad de oro guayans que tuvo electricidad primero que Caracas, as como una
activa vida cultural (Diccionario de Historia de Venezuela, 1988, E-O, p. 1178). El francs Lucien Morisse, mdico de profesin, enviado por el Gobierno francs
como encargado de las misiones cientficas5, que estuvo en la regin en tres oportunidades
6,
narr en su libro Excursin al Dorado, El Callao, publicado en Pars en 1904, que en 1864 El Callao era todava desconocido y la selva virgen cubra su ubicacin actual. Poco a poco,
a medida que avanzaban los trabajos que atraan una nueva poblacin de mineros negros,
procedentes de las Antillas inglesas vecinas, en busca de trabajo seguro y bien remunerado,
4 Textualmente deca as " Art. 3. No se contratarn ni aceptarn como inmigrados los
individuos de nacionalidad asitica y de las antillas inglesas y holandesas, ni los de
cualquier otro pas mayores de sesenta aos menos que stos sean el padre o la madre de
una familia que venga con ellos que se encuentre ya establecida en el pas" (Leyes y
Decretos de Venezuela,1990, p. 368) 5 A lo largo del libro se evidencia que sus funciones iban mucho ms all del inters
cientfico, como l mismo lo expresa en un pasaje de su narracin al llamarse Director General, Administrador Delegado (1985, p. 220). 6 Entre 1887 a 1889, en una primera misin al Alto Orinoco, entrando por el ro Negro,
encargado por el ministerio de Instruccin Pblica para estudiar los rboles que producen leche, los de caucho en particular,; entre 1891 y 1892, en el Bajo Orinoco y selvas del Caron, para buscar gomas Plsticas del tipo gutta; y entre 1899 y 1901, para realizar un informe sobre Contribucin al estudio geolgico de la guayana venezolana (1985, p. 50).
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se fueron construyendo las casas y trazando las calles. Actualmente7 la ciudad tiene
alrededor de seis mil habitantes (1985, p. 76). Este autor estaba convencido que El Dorado s existi, que estaba ubicado en la zona que luego sera conocida como El Callao y que los
espaoles, durante la colonia, saban de ello, pero que lo tenan en secreto, era lo callado (se elude la d y se pronuncia callao) (Ibidem, p. 117).
Los continuos descubrimientos aurferos a lo largo de estos aos, provoc que los
ingleses intentaran correr la lnea fronteriza desde la Guayana inglesa hacia estas zonas,
muy cerca de Upata, a pocos kilmetros del ro Orinoco (Cunill Grau, 1987, p. 2154). Clandestinamente, tambin cuadrillas de negros cruzaban hacia territorio venezolano
atraidos por la explotacin minera. Morisse, igualmente afirmaba que en El Callao la cuestin de la mano de obra ni se plantea ni puede plantearse; hoy da est
irremediablemente mezclada con el grueso de la poblacin del pas () Las Antillas menores inglesas, Trindad, Granada, San Vicente, Santa Luca, barbados, Dominica,
encierran una reserva, si no inagotable, al menos superios a todas las necesidades, aun las
previstas para el futuro. El negro all vive precariamente, vcitma de la crisi que azota a la
industria azucarera de caa desde hace varios aos () En El Callao nunca ha habido necesidad de ir a buscarlos; irn llegando, cada vez ms numerosos, en cuanto se enteren
que el trabajo ha recomenzado y que existe una Compaa que paga con regularidad (1985, pp. 165-166).
Afirma Cunill Grau que el ms significativo movimiento espontneo de poblamiento minero de Venezuela en el siglo XIX es expresado desde 1849 a 1897 hacia los distintos
centros aurferos del Yuruari conformando diversos tipos de asentamientos () incluso transforman los extinguidos asentamientos misionales de Guasipati, divina Pastora,
Tumeremo y otros. En este perodo se suceden tres ciclos de poblamiento minero con
modalidades especficas de explotacin (1987, pp. 2142-2143). La consolidacin de El Callao como un gran poblado minero la ubica este investigador hacia 1866 (pp. 2147),
incentivndose en aquellos aos el establecimiento de tiendas, botiquines, pulperas y una
panadera. La mayora de estos negocios estaban en manos de un contingente importante de
corsos que llegaron para invertir en esta poblacin y algunos otros para buscar fortuna
rpida..
La confluencia tnica, tamizada por la cultura colonial respectiva, ya fuese inglesa,
francesa e incluso holandesa, se sum a la poblacin nativa indgena que an poblaba en la
zona y a la mestiza, produciendo una amalgama cultural que se expresa en el presente, a
grosso modo, primordialmente en el lenguaje (un patois de castellano, ingls y francs), en
la msica (el calipso, que se ha diferenciado de su raz trinitaria) y en el fenotipo de la
poblacin (imagen 2) (Rosas Gonzlez, 2006). Estos rasgos culturales se expresan en las
celebraciones populares, siendo bastante evidente durante las fiestas de carnaval. El rastro
para encontrar los inicios del carnaval en El Callao nos ha llevado a 1925, donde Sanoja
Hernndez (1985, 11) cita a Pedro Jos Muoz quien describi la fiesta carnestolenga en
una publicacin llamada La noria de los tiempos. Dice Sanoja Hernndez que dos meses antes comenzaba a entrar por Ciudad Bolvar los bultos con los pedidos a la firma
Weldons de Londres, que a su debido tiempo haban hecho los negros de la poblacin y cita a Muoz: Venan en ellos lujosos atavos, sedas y encajes en profusin. Trajes de damas de palacio, pastoras, colombinas, toda una variada gama de disfraces femeninos; y
7 1902.
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para los hombres no eran menos: marqueses, mosqueteros, patricios romanos, arlequines (p. 11). De acuerdo a esta descripcin, podemos afirmar que el carnaval en El Callao estaba
establecido para 1925, por lo tanto, se puede inferir que ya tendra varios aos realizndose.
Imagen 2. Diversidad fenotpica en El Callao (Autora: Ingrid Salazar).
El Callao en el siglo XXI
Llegar desde Caracas (la capital de Venezuela) hasta El Callao en automvil, toma
unas 16 horas ms o menos, recorriendo 858 kms. Esta poblacin est ubicada al sureste del
pas, en el estado Bolvar. El municipio El Callao tiene 39.933 habitantes (capital: El
Callao), segn datos tomados del censo municipal realizado por la Alcalda El Callao en el
ao 2007 (Hernndez, 2007). La principal actividad econmica ha sido la minera, la cual
decay a partir de los aos 70 del siglo XX, aunque luego, en los aos 90, los gobiernos de
Carlos Andrs Prez y de Rafael Caldera impulsaron medidas macroeconmicas
encaminadas a reactivar la actividad minera por medio de concesiones a empresas privadas,
primordialmente canadienses, venezolanas y norteamericanas, as como a accionistas de
algunos bancos, hoy en da desaparecidos, en sociedad con empresas extranjeras, para
explotar importantes reas mineras aurferas.
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Ms tarde, con la nueva poltica implementada por los gobiernos de Hugo Chvez, se
deshizo lo anterior para establecer alianzas con otras potencias extranjeras, como la
constitucin de una empresa mixta, en el 2008, entre el Ministerio del Poder Popular para
las Industrias Bsicas y Minera, a travs de la Empresa Bsica Minera Nacional, con la
compaa Rusoro, del grupo ruso Agapov, para la exploracin, explotacin, procesamiento
y comercializacin de mineral de oro. Esta empresa mixta est ubicada en El Callao, y
tendra una distribucin accionaria de 50% para Venezuela, 50% para Rusoro.
A pesar de estas inversiones multimillonarias, esta es una poblacin con muchas
deficiencias en los servicios bsicos y graves problemas sociales, afirmacin corroboraba
por la Alcaldesa de El Callao, a comienzos de 2009 (Echenique, 2009), quien es miembro
activo del partido de gobierno actual de Hugo Chvez, el PSUV8. En El Callao slo hay un
hospital pblico, que est en muy mal estado, en las calles prcticamente no hay alumbrado
pblico, las cifras de desempleo son alarmantes, los talleres artesanales de orfebrera estn
paralizados, hay una gran escasez de agua (contando con un nico camin cisterna para
suplir a la poblacin), sumndose a esto, los problemas con las aguas servidas, adems
tienen un creciente sector en pobreza extrema, mientras el ndice de crecimiento
poblacional contina en aumento.
Carnaval cultural el de El Callao?
An contando con los graves problemas que confronta esta poblacin, todos los aos
se celebra el carnaval. En nuestro estudio hemos diferenciado dos tiempos de ejecucin del
carnaval en El Callao: el diurno y el nocturno. El primero se caracteriza por el desfile de
comparsas en la maana y la tarde. La principal actividad diurna es la de las madamas (del francs madame), conformada solamente por mujeres. Sus trajes se asemejan a
aquellos que vestan las esclavas en las casas donde haban servido sus ancestros, con
pauelos en la cabeza y vestidos largos. El domingo de carnaval comienza con una misa en
la iglesia catlica, donde las madamas son las invitadas especiales (imagen 3). Al finalizar
la misa, ellas salen en comparsa.
De acuerdo al testimonio de algunos habitantes entrevistados, se considera que las
madamas son descendientes directas de las primeras mujeres que llegaron a El Callao en el
siglo XIX, que haban sido esclavas, procreadas, igualmente, con descendientes de los
primeros hombres llegados (imagen 4). Un requisito importante que debe cumplir una
madama es que haber sido criada y educada por una madama mayor, la cual le habra
inculcado los mismos valores y costumbres. Hacen notar los entrevistados que ya quedan pocas madamas de verdad, queriendo dar a entender con esto que, debido al diversidad biolgica y cultural, a los cambios influenciados por la globalizacin, ya no se conserva la tradicin o se est perdiendo. Mientras deploran la perdida de la herencia cultural, aplauden con beneplcito las concesiones que se han realizado para abrirse ms al
turismo, como las presentaciones musicales en grandes tarimas paralelas a las comparsas
con msica de calipso. No obstante, las madamas continan siendo la referencia primera a
la hora de que los callaoenses enumeren sus valores tradicionales, adems de orgullo y
respeto como lo demostraron este ao al dedicar el carnaval en honor a la Madama
Cleotilde Stapleton de Billings, fallecida en el 2009, a quien se le ha considerado no slo
8 PSUV: Partido socialista Unido de Venezuela
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una de las mejores intrpretes del calipso, sino tambin como luchadora en el trabajo de
difusin de esta msica.
Imagen 3. En la misa de las Madamas (Autora: Otilia Rosas G.)
Imagen 4. Una Madama con su hija (Autora: Ingrid Salazar)]
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Las otras comparsas que regularmente desfilan en el da son la de los diablos
danzantes, la de los nios (algunas imitando a las madamas, a los diablos, as como
tambin con temas alegricos a personajes infantiles de moda), la de los mineros (con sus
uniformes e implementos de trabajo), mientras que en la tarde, antes de anochecer, aparece
una de las ms espectaculares por los trajes muy elaborados y de fantasa, es la llamada por
el pueblo como la comparsa de los travestis. Todas las comparsas, incluyendo a la de las
madamas, desfilan al ritmo de la msica del calipso tocada en vivo y con grandes
amplificadores. Participan en ello, grupos profesionales de msica, como The Same People, Renovacin, Nueva Onda, Nueva Generacin, Family Ground y Galera 7, incluso con sus propias comparsas y reinas de carnaval. Tanto los habitantes de El Callao como visitantes se unen a ellos bailando detrs de las comparsas. Mientras que otros
turistas se apostan a lo largo de las calles para admirar y fotografiar la representacin
cultural que ante sus ojos se despliega.
De noche, el ambiente cambia. Muy pocos disfraces se ven en las calles, pero una
multitud de personas se agolpa detrs de las torres de amplificadores de los grupos de
msica, siguiendo el mismo comps, van bailando, uno detrs del otro, espontneamente la
gente se va agrupando en fila india, tomando por la cintura a la persona que va adelante, aun sin conocerse. La alegra, el sudor, las feromonas y los baos de cerveza pululan en el
aire. La noche va transcurriendo as, recorriendo las calles de la ciudad, hasta llegar a
grandes tarimas para seguir escuchando y bailando calipso.
Luego, en la madrugada, cuando los agotados participantes regresan a dormir, se
encuentran de improviso con los mediopintos, grupos de hombres semidesnudos, vestidos solo con una bermuda o pantaln corto, pintados totalmente de negro con una
mezcla de humo negro y papeln (imagen 5), cuyo objetivo es sorprender, asustar y amenazar a los muchos noctmbulos o a los que andan bailando en la comparsa de
agricultura, con pintarlos de humo negro, a cambio de algo de dinero, un medio (25/100 de bolvar). El encuentro con un mediopinto es atemorizante, y ese es su objetivo. En la
programacin del carnaval de este ao, 2012, se promocion a este colectivo de la
siguiente manera: Salida de los Tradicionales Medio Pintos. Hora: 2:00 a.m. / Lugar: Diferentes calles de la poblacin. Estos personajes no bailan, no cantan, ni salen en comparsas, ellos deambulan por las calles acechando a sus vctimas.
La comparsa Agricultura, como su nombre seala, est dirigida a promover los
trabajos agrcolas. Los danzantes deben llevar alguna planta, fruto o rama como smbolo de
sus exigencias, cantando un estribillo pegajoso, repiten: agricultura, agricultura, necesitamos, necesitamos agricultura. Llama la atencin que esta sea una de las ms queridas y apoyadas por la comunidad, siendo que la principal actividad econmica de la
zona ha sido la minera.
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Imagen 5. Un Mediopinto amenazando con pintar a quien no le d dinero (Autora: Otilia
Rosas G.)
Ante tal panorama, se explica que el pueblo respalde y auspicie la celebracin del
carnaval. Para el carnaval del 2009 recibieron 70.000 turistas. Sorprende que esta pequea
y alejada poblacin sea foco del turismo, durante el carnaval, an con los problemas que
tiene. Delgado (2007) nos explica que la ciudad que recibe al turista no puede sustraerse de brindarle a ste lo que le pide, que no es sino la confirmacin de un cierto sistema de
representacin que el visitante nunca pierde de vista y que debe ser confirmado, puesto que
no puede en modo alguno ser desmentido ni contrariado. Contina diciendo que tanto las autoridades como buena parte de los propios habitantes sobre todo los ms directamente involucrados en el fenmeno y su dimensin econmica- saben qu es lo diferente, lo
particular, lo genuino, lo que deben mostrar enfticamente, conscientes como son de lo que
se espera por parte de los grupos humanos que acuden tursticamente a visitarlo (2007, p. 94).
Es as como tambin Lagunas (2007) lo confirma explicando que el turismo constituye uno de esos escenarios donde la cultura se muestra con el soporte de la
iconografa virtual. Y esta visibilidad trastoca los escenarios contemporneos y los
reconvierte en imaginarios que dan cuenta de estrategias simblicas y poltico-econmicas
de construccin de la identidad local, regional y nacional. En definitiva, se crea y se recrea
una mitologa (2007, p. 119). Siguiendo ambos planteamientos, vemos que la sociedad de El Callao resalta y muestra aquellos aspectos heredados histricamente y los que surgieron
a raz de la confluencia multitnica. Los apellidos de muchas familias tienen el origen
ingls o francs de sus ascendientes. Algunas de estas expresan saber el origen de sus
antepasados, como las familias St. Bernard de Grenada, Small de Barbados, Clark de St.
Vincent, Agnes de St. Luca.
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En este carnaval encontramos manifestaciones que aluden a la ascendencia esclava de
la poblacin, como se expresa en el respeto y hasta veneracin hacia las madamas, las
cuales son el receptculo de la tradicin. Los mediopintos vienen a recordarnos aquellos
cimarrones, es decir, aquellos esclavos fugitivos que asaltaban a los andantes y a los viajeros en los caminos, para luego compartir el botn con los dems en los cumbes9. Antes de la abolicin de la esclavitud, estos grupos rebeldes provocaban el terror, an slo
nombrndolos. En El Callao, los Mediopintos realizan un espectculo en vivo, con la
participacin directa de los turistas, quienes estn al tanto de ellos y, ex profeso, salen a las
calles para encontrarlos. De modo tal que pueden experimentar en carne propio el asalto y amenaza que representa los mediopintos como esclavos que los atacan. Lo interesante de esta representacin cultural es que sin la interaccin directa del turista, como vctima del
asalto, no tendra sentido el espectculo.
Otro aspecto importante de lo que consideran parte de su tradicin y, por lo tanto, uno
de los aspectos culturales que siempre deben resaltar en la oferta turstica es el despliegue
musical del calipso.
El calipso lleg a El Callao como otro de los elementos del bajage cultural que los
inmigrantes de la Antillas trajeron a Venezuela a finales del siglo XIX. El nombre aparece en dos ciudades de la costa oriental, Giria, en el estado Sucre y Tucupita, en el estado
Delta Amacuro, pero calipso principalmente indica la msica originada en el pueblo de El Callao (Mendoza, 2009) (Traduccin nuestra).
Explica Mendoza que la actividad principal de msica y baile se desarrolla en las comparsas que se mueven por las calles, es decir, no es un baile esttico de parejas sino
colectivo e individual. Las comparsas pueden tener su tema con un grupo de personas
disfrazadas o pueden ocurrir como comparsas de un grupo de msica especfico ejecutando
su msica en vivo. La muchedumbre sigue a la comparsa detrs de los msicos en
movimiento. Con el decaimiento de la minera [en los aos 70 del siglo XX] y de las
tradiciones por el xodo correspondiente, diferentes personalidades tomaron el liderazgo en
revivir la tradicin, formndose as grupos musicales antagnicos (Mendoza, 2006). Una caracterstica que resalta de esta msica es que la letra est en patois, una mezcla
de castellano con ingls y francs. Algunos estribillos tomados de dos de las canciones ms
famosas son, por ejemplo, Tiene mucho hot, tiene mucho tempo, tiene mucho down woman del callao (Woman del Callao), o esta otra letra, Fay around the fer (mam), Fay around the fer (around the fer) Fay around the fer (caca nuei) (Calipso de El Callao).
En las letras de los calipsos se reflejan diversos temas, tal y como lo expresa Barreto
Rangel en su investigacin etnomusicolgica: Los temas preferidos de los textos de los calipsos son El Callao, el carnaval y el mismo calipso. La mitad de los calipsos estudiados
trataban estos temas, generalmente de una manera descriptiva, o simplemente animando a
participar, a bailar, a divertirse en el carnaval (1994, 128). En otros calipsos, se expresan temas econmicos como The dollar gone up, the bolivar down, Callao care a dam, while we have Carnival in town (El Dlar ); temas polticos como el Guayana es, compuesto por Lourdes Basanta (Lul), como reaccin a los hechos que tuvieron que ver con la firma
del protocolo de Puerto Espaa y los actos de reafirmacin de nuestra soberana en la
9 Los cumbes eran comunidades que formaban los esclavos hudos en zonas montaosas, o
de difcil accesibilidad. Muchos de estos cumbes se transformaran en pueblos.
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Guayana Esequiba durante el gobierno de Dr. Leoni: Guayana es, Guayana es rica en oro,
hierro y mujer, ven a m Guyana, y vers lo que ya yo s (Garca y Nieves, 1993, p. 81); as como temas amorosos, de noticias del momento, narraciones histricas del pueblo o de
personajes importantes, etc.
Sin embargo, como la cultura no es esttica, el calipso ha evolucionado a travs de
estas dcadas debido a su comercializacin principalmente a travs de la creciente industria del turismo reconoce Mendoza (2007a). Del mismo modo, las letras han variado. Es interesante que este investigador hace una diferenciacin del carnaval en El Callao, entre
tradicional y turstico, y en ambas clasificaciones el elemento primordial es el calipso, en
cuanto a sus performances, aunque ambas coexisten en la misma festividad. El autor les da el nombre de calipso comparsero y calipso de tarima, explicando que
la amalgama de las tarimas en las celebraciones incluyen la cultura del show con su relacin audiencia-espectculo, ms tpico del carnaval turstico con baile todo-incluido, en
contraste de las comparsas tradicionales. En estas tarimas, cualquier clase de msica
bailable puede ser tocada, desde grupos de salsa, steel bands trinitarios, hasta los DJs disco y reggaeton (Mendoza, 2007b) (Traduccin nuestra).
En pocas palabras, se deduce que, para Mendoza, hay carnavales tradicionales y
carnavales tursticos, an cuando los turistas participan en todo, y estn por todo el pueblo.
Para nosotros, no hay diferenciacin, es evidente la participacin integral de los turistas con
los locales en todas y cada una de las actividades que se llevan a cabo en la lugar.
No son simples espectadores, controlados y alejados del espectculo. En El Callao, el
turista se involucra en esta sociedad porque el local lo ha concebido as, porque entiende la
necesidad del otro por aprehender el escenario turstico, por la imagen de los valores que se
representan y que la localidad ha reconstrudo simblicamente para recrear tradicin y cultura, rescatando y realzando aquellos aspectos que consideran identitarios de su comunidad.
Es una estrategia consciente de generar y atraer turismo realzando lo tradicional de su cultura, sin anacronismos. La comparsa de las madamas ha estado presente en todos los
carnavales, pero ha cambiado tambin a travs de los aos. A mediados de los aos setenta
del siglo XX (imagen 6), se aprecia que los trajes no eran los mismos de hoy da, no son los
trajes similares a los de las esclavas del siglo XIX, solo algunas llevaban pauelos y blusas
con tela coloridas. Ante una manifestacin como esta, nos explica Toselli que frente a la tendencia del fenmeno de la globalizacin se genera, por el lado de las culturas receptoras,
la necesidad de redescubrir y fortalecer la identidad cultural, como as tambin, resignificar
el patrimonio como factor de unidad. Afirma adems que el turismo cultural puede cumplir un papel estimulador para revalorizar, afirmar y recuperar los elementos culturales
que caracterizan e identifican a cada comunidad ante el mundo globalizado (2006, p 176).
No hay que dejar de lado el componente econmico que ha estado presente en esta
comunidad que ha vivido de la explotacin minera, la cual no ha sido estable a travs de los
aos. La explotacin del oro ha tenido pocas de gran produccin y otras donde ha decado,
o cuando en el mercado internacional los precios han cado (como durante la Segunda
Guerra Mundial), por lo que se hace evidente la bsqueda de otras fuentes de ingreso para
el pueblo como es la industria del turismo.
En la actualidad, inclusive los trajes de la madamas son alquilados a las turistas
(imagen 7), de manera tal que stas participen tambin activamente en la misa y en los
desfiles, como si fueran parte de esa realidad, parte de esta cultura. Ya Fernndez de Rota
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lo seala, los procesos de industrializacin, mercado y consumo no slo han aportado en multitud de casos pautas uniformantes, sino que han potenciado expresamente elementos de
diversificacin cultural. Es entre otros, el mismo mercado de productos y la explotacin
turstica el que fomenta una presentacin por supuesto esencializada- del tipismo, exotismo y peculiaridades de diferentes pases y regiones (2005, p. 61).
En esto, nos dice Lagunas (2007, p. 119) surge la cuestin acerca de qu es lo que se construye y qu es lo que est en realidad, quin es el constructor de lo real y quin es el
espectador. La realidad en efecto, es reemplazada por imaginarios,en todos los casos se trata de mostrar y limpiar imgenes para crear, mantener o acrecentar el prestigio de una
ciudad y simultneamente atraer inversiones. En el imaginario de esta sociedad, el ideal es que las madamas sean descendientes directas de los primeros inmigrantes, porque en
ellas radica y se perpeta la tradicin; pero cules aspectos componen esa tradicin?, lo
que se muestra de hecho es una seleccin y reinvencin de ese ideal.
Imagen 6. Comparsa de la Madamas a mediados de los aos 70 del siglo XX
(http://historiadelcallao.blogspot.com/)
En El Callao, la afluencia de turistas es masiva, unas 70 mil personas,
comparativamente con el nmero de habitantes. Aparentemente, el turismo es exitoso. No
obstante, es un poblado con graves problemas que realiza una actividad turstica estacional,
solo por pocos das, alojando a los turistas donde puedan (hoteles, casas, habitaciones de
familias, en carpas o tiendas de campaa en el nico Studium del pueblo, algunas otros
duermen en sus autos y muchos en las aceras de las calles).
Las autoridades afirman pblicamente que El Callao es un municipio netamente turstico por sus carnavales tradicionales, y citan el slogan de que El Callao consolida sus valores culturales. Consciente de la atraccin que ejerce el carnaval, han constituido una
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Junta de Carnaval en el municipio, que se encargara de su coordinacin y administracin,
buscar financiamiento y apoyo de la Gobernacin del estado Bolvar, de la Corporacin
Venezolana de Guayana, Minera de Venezuela Minerven, y del Ministerio de Industrias
Bsicas10
. As que la cultura es invencin y slo gracias a la invencin puede haber tradicin. (Fernndez de Rota, 2005, p. 63).
La absorcin del carnaval por las autoridades sugiere que entrarn en juego otros
variables que se mostrarn en las venideras festividades. Por el momento, para el carnaval
del 2012 (20-21 de febrero), hubo una gran programacin que se inici el 10 de febrero,
donde se incluy una enorme lista de actividades que abarcaron desde la coronacin de 12
reinas que representaban a distintas agrupaciones de calipso, comparsas y hasta la
coronacin de la Chica Turista, as como tambin, desfiles, exposiciones de fotografas y gastronoma. Otro aspecto que se mostr en el carnaval de este ao es la inclusin de
sectores de la poblacin que anteriormente no participaban de manera oficial en la festividad como son las comparsas de jubilados y de las misiones
11, esta ltima representa
una directa intromisin propangandista del gobierno en la celebracin.
Otro aspecto interesante de los carnavales de este ao, es que las actividades de
algunas agrupaciones fueron catalogadas slo como espectculos musicales (Presentacin de Espectculo Musical), para diferenciarlas de las comparsas consuetudinarias, las tradicionales. Para esta comunidad estas ltimas no son espectculos musicales, an cuando tienen msica, bailan al comps del Calipso. Sin embargo, desde la ptica del
turista ambas representaciones son espectculos musicales. En pocas palabras, los
anfitriones tienen de s mismo una imagen que no necesariamente es la que tiene el
visitante de ellos. Incluso la imagen que puede atraer al turista es una representacin
homogeneizante de esa cultura, para l todo ser una misma muestra de tradicin, donde l
puede entrar a participar, sorber y degustar, e incluso sentirse parte de la herencia cultural de ese pueblo.
10
Hoy Ministerio del Poder Popular para las Industrias Bsicas y Minera (MPPIBAM). 11
Las misiones sociales son programas del gobierno de Hugo Chvez dirigidos
principalmente a las reas de educacin, salud, cultura con el objetivo de eliminar la
supuesta exclusin social de la poblacin. La intencin y finalidad de las misiones es
aplaudida por todos los sectores, sin embargo lo que se ha cuestionado es precisamente la
partirizacin e incluso la discriminacin que el gobierno ha impuesto como forma de
castigo a aquellos que no lo apoyan .
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Imagen 7. Turistas con trajes de madamas, alquilados (Autora: Ingrid Salazar)]
Conclusiones
El propsito de investigar lo que ofrece esta El Callao durante la celebracin del
carnaval para atraer una enorme nmero de turistas, nos ha llevado a encontrar en primera
instancia que esta festividad es una representacin cultural, la cual se ha reconfigurado para
y por el turismo. Por otro lado, que detrs de esto, los locales estn tambin reflejando sus
representaciones identitarias, por su condicin de pueblo sin fundacin, donde los primeros
pobladores venan de muchas partes y, podramos decir que de ninguna por tal
heterogeneidad y diversidad cultural, debido a sus condiciones de emigrantes de distintas
islas caribeas, con distintos lenguajes y costumbres, con una herencia en comn, la de sus
antepasados vctimas de la esclavitud, pero que llegaron con deseos de trabajar y
esperanzados por una vida mejor. En pocas palabras, la herencia de esta fusin histrica y
cultural le ha conferido a la poblacin de El Callao una caracterstica de pueblo
hospitalario, tolerante y abierto al extrao, en este caso al turista. La reconfiguracin de
este carnaval expresada en la representacin cultural, en recrear tradicin y cultura, logra destacarse entre tantos otros carnavales y conseguir captar la atencin de una mayor
afluencia de turistas cada ao. El trabajo para la explotacin aurfera fue el origen de esta
ciudad y an con el declive de esta actividad, encontraron que la particularidad de este
origen les ha dado una nueva veta de usufructo, a travs del turismo cultural.
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