El viraje autoritario del presidente turco Erdogan (1/2)

1

Click here to load reader

description

Reportaje sobre el cambio experimentado por el líder del AKP en los últimos años de su gobierno, las relaciones con Fetulá Gülen, acoso a medios opositores y leyes de polémicas. Publicado en el diario GARA

Transcript of El viraje autoritario del presidente turco Erdogan (1/2)

Page 1: El viraje autoritario del presidente turco Erdogan (1/2)

Mundua 2015 6 5 ostirala GARA 18

EL VIRAJE AUTORITARIO DELPRESIDENTE TURCO ERDOGAN

Creo que ellos temen a(el presidente turco,Recep Tayip) Erdoganmás que a Dios. He oí-do a gente que apoyaal Partido Justicia yDesarrollo (AKP) decirque Dios olvida, pero

él (Erdogan) no». Las palabras del colíderkurdo del HDP, Selahattin Demirtas, reflejanun atávico problema que parece renacer enel Estado turco: el miedo. Esta sensación, ha-bitual en los regímenes de baja calidad de-mocrática, ha rebrotado con fuerza en Ana-tolia desde que estalló, el 17 de diciembre de2013, la mayor trama de corrupción en el se-no del AKP. Desde entonces, numerosas le-yes para controlar la Justicia, las redes socia-les y los comentarios contra el Ejecutivo hansumido al país en el caos represivo; unos pa-sos que amenazan con enterrar el aperturis-mo democrático iniciado tras el históricotriunfo electoral del AKP en 2002. La razónoficial de este viraje autoritario es el «Estadoparalelo» de Fetulá Gülen, pero incluso losestudiantes de secundaria se han visto afec-tados por esta caza de brujas.«La percepción de que el cambio autorita-

rio de Erdogan está directamente vinculadoal Cemaat (movimiento, en turco) de Gülenno se ajusta a la realidad. Erdogan consolidósu poder en los primeros años y desmantelóel antiguo régimen para hacer una serie deregulaciones a las que llamó “movimientodemocrático”. Pero cuando el Estado paso aser su instrumento destapó su verdadera ca-ra, poniendo en el medio un islam autorita-rio. En la lucha con el Cemaat ha vuelto amostrar su verdadera cara», asegura FatihYasli, experto universitario y autor de un li-bro sobre las relaciones entre el movimien-to de Gülen y el AKP.

Red religiosa

Gülen es un autoexiliado clérigo suní quecontrola desde Pensilvania (EEUU) una redreligiosa con influencia en más de 100 paí-ses. Durante los años 70, a través de sus cen-tros de enseñanza, consiguió adeptos paraexpandir sus doctrinas musulmanas sufíes.Su entramado creció aún más en los ocehn-ta: empresas editoriales, textiles y construc-toras. Cuando el AKP alcanzó el poder, Güleny Erdogan construyeron una interesada

La victoria del AKP en 2002supuso una apertura demo-crática para una Turquía do-minada por los poderes fácti-cos. 13 años después, y sobretodo tras la crisis interna en elpartido con el movimiento su-fí de Güllen, Erdogan ha dadoun evidente viraje autoritario.

huts

aMiguel

FERNÁNDEZIBÁÑEZ

Ankara

•••REPORTAJE ción institucional. El jefe de Samanyolu TV,

Hidayet Karaca, lleva encarcelado desde el 14de diciembre. Precisamente este caso ha ex-puesto que la Justicia es independiente has-ta donde lo consiente Erdogan. Una corte deEstambul liberó a Karaca y, pocas horas des-pués, el presidente clamó contra el «Estadoparalelo» y otra corte judicial le mandó denuevo a prisión.En el marco de esta dinámica, el AKP ha

oprimido cualquier voz discordante, vengao no del Cemaat. Los medios de comunica-ción, cuya independencia es cuestionablepor la influencia de empresarios de la cons-trucción afines a Erdogan, ya sufrieron elacoso institucional en Gezi. El último infor-me de Reporteros Sin Fronteras sitúa al Esta-do turco en el puesto 149 de 180 países, unaligera mejoría en el país que hasta hace unaño tenía más periodistas encarcelados.

Armas a Siria

A pesar de ello, la tensa campaña electoralha vuelto a exhibir la intolerancia del Ejecu-tivo. Erdogan primero arremetió contra el“New York Times” por un crítico editorial so-bre la presión a los medios. Luego, en casoque va más allá de la libertad de prensa, in-terpuso una querella criminal contra CanDündar, el director del diario opositor“Cumhuriyet”. El conflicto ha llegado trasuna serie de imágenes de las fuerzas de se-guridad revisando unas cajas con armamen-to para los rebeldes sirios. Las instantáneaspertenecen a un camión de la inteligenciaturca que los acólitos de Gülen pararon enenero de 2014 para demostrar la colabora-

amistad para eliminar la influencia del Ejér-cito en el Estado turco. Para ello, tejieron unsistema judicial partidista que se dedicó aperseguir a quienes oprimieron a los isla-mistas y. en general, a los musulmanes.En 2010, cuando la sombra de Gülen se

proyectaba ya sobre importantes parcelasdel Estado, empezaron a fijarse el uno en elotro. El movimiento que detonó la guerrafue la decisión del AKP de cerrar los centrosde enseñanza del Cemaat, su principal fuen-te de ingresos y captación. Esto sucedió ensetiembre de 2013. Tres meses después, losfiscales cercanos a Gülen destaparon la ma-yor trama de corrupción del AKP, en la queaparecieron los nombres de varios minis-tros y el del propio Erdogan.Cientos de comprometidas grabaciones

para el AKP fluían entonces por Internet, pe-ro a Erdogan no le tembló el pulso con elqué dirá la opinión publica: cerró temporal-mente varias redes sociales y comenzó unapurga en la Policía y la judicatura. En el Par-lamento, en un síntoma de la deriva antide-mocrática, su partido vetó investigar la tra-ma de corrupción.Yasli reconoce que el Estado paralelo de

Güllen es una realidad, pero matiza que «nose puede acabar con él removiendo fiscalesy policías. No es, o era, el estilo del AKP».

El acoso a la prensa

El Ejecutivo no se detuvo ahí. A finales delpasado año comenzó a estrechar el cerco so-bre los medios de comunicación cercanos alCemaat. El diario “Zaman”, el de mayor tira-da en Anatolia, ha denunciado la persecu-

hutsa

hutsa

Manifestación en laavenida Istikial deEstambul, cerca delparque Taksim, en elaniversario de lasprotesas y la represiónen esta plaza y elparque Gezi.Bulent KILIC | AFP