E.morin Paradigma Perdido

21
ñ E¿ flAú?^{ota¡¿A Feeoth ,G.nscnge d brb*n{*¡JT/^ U o'ivr, E{,..v I I. EL EXPULSADO QUE SABE CAZAR gueje'y la cultrlra colsboran durante algunos milloncs de OJ

description

filosofía

Transcript of E.morin Paradigma Perdido

Page 1: E.morin Paradigma Perdido

ñ

E¿ flAú?^{ota¡¿A Feeoth ,G.nscnge d brb*n{*¡JT/^U o'ivr, E{,..v

I

I . EL EXPULSADO QUE SABE CAZAR

gueje'y la cultr lra colsboran durante algunos mil loncs de

OJ

Page 2: E.morin Paradigma Perdido

7-

El pat adigtta perdido

cl l ror lbl 'c pierde incluso su fecha de nacimiento. Como diceGcertz uios hombres han nacido en una determinada fecha,pcro ei hombre nor (Gccrtz, 1966). De hecho, con tal expre-sión quiere signi f icarse que la humanidad ha nacido var iasveces, antes de sapíerzs, durante sapiens y después de sapiens,y quizá se plepara un nuevo nacimiento para ei la en unaépoca futura.

U t ta t t ior Iogirresis nt t t l r i t i t t t tensíonaI

Daclo que no es posible dar una expl icación del hombretan só, lO en ba.se al cercbro de sapiens, pues es el resuitadoclc un-J:roceso de hominizacjón sumamente larso I ' contplejo,nos hal lanlos tentados de retclrnar a Ia base, es decir , a los¡: ics del pr inrate que descendió de los árboles para andar so-bre el suelo.

Gourhan (1964). La vert ical idad es el elemento decisir ,o quel ibcrarei a la nrano de toda act iv idad locomotora. En este as.pecto no dcbe olvjdarse que la oposición del pulgar, acrecen-tando la fuerz.a 1' la prccisión de ia prensión, convert i rá a lamano en Lln instru¡ 'uento pol ivalente. De golpe, el bipedismoabrc la posibi l idad de evolución que conduCe hasta sapierrs.La posic ión vert jcal ) ibera a la nrano, la mano l ibera a lanrandibula, Ia vert ical ización r ' la I iberación de la mandíbulaerir lcn a la caja cracnana de las tensiones mecánicas ouehasta e¡rto¡rccs pesaban sobre el la y ésta puede ensanchaisee¡r bcncÍ ic io de un uinqui l inoo de ma¡'or t ,olumen.

Pcro tal csquema (enderezamierf to anatómico * desarrol lotecnológico * l ibcración craneana) en modo alguno puedehabcr sido casual ni l ineal, s ino el resr.r l tado cle la inten'en-ción cle factorcs cle los más diversos órdenes interaccionán-dosc entre sÍ ,

Presupone, en efecto, mutaciones genét icas qu,e l levarana cabo las nccesarias transformaciones anatónricas y el au-

o.l

La ltonúnizaciótt

mento del tamaño del cereb¡o, una aseleccióno del bipedismoefectuada por un medio natural adecuado (la sabana), unnuevo tipo de vida que, convirtiendo a este ani¡:ral cn presay predador a la !ez, desarrollara aptitudes cercb¡ales hastaentorrces no explotadas sistemáticamente po¡ el chinrpancó cnuna dialéctica pie-mano-cerebro para con'lpblirlo a la util iz.a-ción de armas defensivas y ofensivas, así como a Ia construc.ción de refugios, a iniciar su desarrollo tecnológico en el senode una nueva prat;is y, finalmente, a impuisar un dcsplicgucde la propia complejidad social desarrollacla por cl nucvotipo de vida, Ia nuetr'a praxis, la actualización dc las virtt¡ali-dades cerebrales, y desarrollándolas a su vez.

..Son, pues, las múltiples interrelaciones, interacciones c in-terfeJeñbiáf e,tii tentes en tre los f acto:res gené ti cos,. e col ó gi co s,práxicos (la caza), cerebrales, sociales j, culturalrrs los qtrcnos permitirán'ioncebir el proceso multidimensional cle ho.minización gue acarreará finalnrente Ia aparición sobre nucs-t r_o-. p I q Ir9 !.a- d g. Í'o-rtt.q--¡zpie4 {,' La hominización no podrá ser concebida por rlds ticmpocomo resultado de una evolución biológica estl' ir^ta, ni tam-poco como producto de estr ictas evolucjones esrr i r i tu¿rlcs osocio-culturales, sino como una morfoglinesis conrl:leja 1'multidimensional que es la resultante de interfererrcias gcni.ticas, ecológicas, cerebrales, sociales y culturales.

Sistema g$ético Sistcm¡ ccrebrd

Ecosistema Socicd,rdctr l t t l r i r

\

ESQUEIVIA 1

Page 3: E.morin Paradigma Perdido

/: ' l ¡tulrrrli.qrrt¡r Irurrli¿/tl

Tul gl l r r l t r c lc cortr¡r lc j ic incl es de es¡rerar ql le nos sr- lma en

lrr cq¡t i rs igu clcS{r.- . urr ¡rr inr.- ip iO y, t rO dejerÍe de Ser tenta'( [or. t )uscnr, ' t r t t l r i lo co¡tcl t tctor. Pero este hi lo concluctor nolrnbÍrr c lc s, . ' r 'un rasgo l :eductor: a pesxr de las rnagnÍf icas hipó-tcsis t luc han surgido durante Ia úl t inra década para dat unacxpl icrciorr nl proccso clc ' homonización (que no sólo han des-

¡rt.rtrrilo, sino tltmbic(n alitrtentedo en gran Parte nuestra refle-xicln), ticnctcn n rcttucir el conjunto de procesos que la inte-gl'fln n unn clirccción privilegiada. No daremos Preelninenciaii i n t . rp

". t o rn r t ó m i co, .¡.,"1p oya fa b-o nri rñzac-ién-ex¿litsl\a-

nlcntc c¡r los pie!, rii nl ospecto psi'ccilógico, que la aP.gy-q 9l-l?cnhc?.n, ni rl aspecto gcnótico, que se limita a hácer saltarrl honríuiclo dü nlutiuttc en mutante, ni al aspecto ecológico,que se contontit con ltacer avanzar a la sabana hacia el ho'mínicto ¡' al lronrÍniclo sobrc la sabana, ni al aspecto socioló-

¡¡ico, r1r.rc tan sólo pone en rnovir¡liento Llna dinimica social,¿l pcsar clc quc l\,loscovici ha¡'a at.tt, ',uido generosamente laclÍrsica t:io¡r{'nesis cL:l honrlrre por una sociogénesis más ajus-trcln a ll renliclecl. Toclos los aspectos cnumelados son esen-cirrlcs, pcro lo so¡r por encima cle todo en su relación de unosprrir corl otros..E'[lo no quiere decir que dejemos a nttestrainvestigación que sc tlispeuse sin runrbo fijo por un laberintodc casunlidaclcs, interrel¡rcioncs e innovaciones, pues talconro vcrc'trros nris irclc'lante la cerebraiizcLción vincula y aglu'tinn a todo cl conjttuto dc deserrollos organizetivos. Sin em-brrgo, rc¡itln'roslo Lrna vez más, la itltima expre5ión no sig-nitiia cn nrodo alguno qtle querslrlos redttcir Ia hominizaciónal clcslrrollo cerebrnl. Sig¡ifica qtte vincularemos el desarro-llo cert' 'brirl a todos los clem¿ls, causaclos por él pero a un

nrisrrro t icntp,r ctusas cle la aparic ión de éste. Debo hacerlrincapi( cn qttc cl cerebro no será considerado como unaór{0t1o'r, silro couro el epicentro cle todo cttanto para noso'

troi ct cscncial ctetrtro del proceso de hominización, un pro-

ccso rlc cotnptciílicacíón nutltíditnensiottal que 1e desarrolla

en luncíórt ite t,n príncípí.o de atfto.arganíZa.cíón o autopro'

drc¿'icln.

66

La hontínizacírJ¡t

c ipio-guía, que t iene la ventaja de perseguir la intcl ig ibi l idadsin imponer una racional ic lacl o una f inál idad a ¡rr iorí , nospermite considerar la hominización como una f t ís lor ia real ycrro conlo una fue¡zn mística c¡ue empuja nl hombrc a cvolu-cionar según algún pr incipio ortogenét icon (Washburn, 1963).En efecto, janrás debe olvic larse que la hominización es unjuego de interferencias que presuporie la of istcncia cie acon-tecimientos, el iminacjones, seleccionbs, intcgracioncs, migra-ciones, fracasos, éxitos, desastres, innorracioncs, clcsorganiza-ciones, reorganizaciones.

La hominización no es tan sólo aqr-rello que surge, sinotambién Io que desaparecc, es asimismo la ext inción clc lasespecics tr : iurr fa,ntes en otro t iempo, atrstrnlopi tcco, l tot t tof¡abilís, fufan 1470, hottto erectL¿s, lrcnto neandcrtlnlatsis, qui-zá todos y cada uno de el los cazado y devoraclo por su suce-sor. No se trata cle ¿rna especie qtre evoluciona descle los pr i-mcros lromínidos hasta llegnr a ho¡tto sapíens. Se tt'ata clesaltos esporádicos de especie a especie, de sociedad a socie-dacl, de individuro a indivicluo, quc tienen lugar dr-rrante rrnperíodo extraordinariamente prolongado en el clue ei medionatural se modifica a cámara lenta y los intlividuos y gnrpossociales se multiplican de moclo invariable. En cada uno deestos saltos aparece, bien como- un Adán mutantc que dejaCescenclencia, como un Prometeo clesconocido que aporta ttnanueva t icnica, o bien como una colonia que quebranta el des'tie¡ro a que se ve someticlo un determinaclo moclelo y lo reha-bi l i ta. De tarde en tarde surgen divcrgencias, dis idencias;muchas de ellas fracasan, mientras otras acaban imponién'dose, extendiéndose, y los disiclentcs c¡.le alcanzan el éxitoconvierten en disidentes a aquellos.que anteriormente les ha'bían impulsado a apartarse del grupo.

EI rebelt le de los bosques y eI mutante de las sabanas

inf imas perturbacioncs en el movimiento de relojerÍa que

mantiene ia tierra alrededor del sol causan auténticas revolu-ci,ones en el universo vivo. Los ecosistemas se transfoi'n:an,

ciertas especies mllere¡l, oiras emigran, otras aPerecen y sedesarrollan. Hacia finales de la era terciarlr la sequÍa hace

67

Page 4: E.morin Paradigma Perdido

EI paradignrc perttido

rna se expande sobre vastas ex-ridos, cuyos fósiles aparecen enrella sequla, son primates afri_cles, que se han visto privadosfincado en la sabana.5n ha ¿ebj-_dl ponerse..en juegoqu" y t'i-dáUana, allí donde'taresar Ia sequía, al i í donde lahabitantes del bosque estrecha-hacía retroceder hacia sus lin_loblación, allÍ donde las tensio-óvenes, asÍ como la curiosidad:s, empujaban, tanto por repul_; pequeños grupos en el destie-

Asr pues, ta¡to -ras. p.".ii'n'"1t ::"ffi:fittá.*og.áfi."

como los antagoni.mos ettructurares inherentes a Ia sociedadles han concurrido par" f"vorece,

o mutante al que el bipedismo¡lemas fundamentales de suDer_lana de una forma diversa a la

zación tiene su.s orígenes "" ''io.:;jn!ij;t;Ji];"ti#H:ecológica, una cjesv'gica, ó "; ;;;,-t-¿;#i'.lf f':,li'J.t :iX ,1ft1iffiol:ft,";autorreproducción der ecosistenra (bosque convirtiéndose ensabana), una nrodificación en ral

"Liáii.ptoaucción genéticad.e un prin:ate evorucionacro t.nuio.ioij v "n" modificación enel curso de una aurorreproducc.ió¡ io.iótogi.", .";;i;-,;; ;"

li-.::iriól je un grupo. ¡uv"nir páiu fun¿o, una cotonia extra-terri tori¿rl.?or consiguiente, paicc" ,. i qu. los anormal. i , l" .reclraz-acloi, Ios |teitlta¡¡os, ios ou"niir"ros, Ios rebeldes, sonlos iniciadores de la revolución representáa" po, J;;; ;"dc hominización. Et mutant. d;-í;;-;aoanas presupone laexistencia dei rebelde de los ¡orquár. pero éste, para dar conla solu.ción revo)u.cionaria, nccesif.Uá tr.nrformarse en el mu_tante de las sabanas.La sustitución progresiva de una sabana. agresiva y cruelpor la selva protectorá y abastecedor^-o" .rr*.ntos estimuray encauza ei proceso de hominización. La sa¡ana ;;;;'i.,

\ t r t ' . ' t ' i

' ¡ " \ - . . , \ . ;I [ - d j \ r ' l, .n, .

, " . .1 1, t t .

\ J'i )". a honúnízaciót;

cia el mundo animal, quizá a ia búsqueda de car¡.oñas, pcropor encima de todo, a la caza de pequeñas presas. Comoconsecuencia, será sobre estos seres gghciles sobre los qnc

\

ov

Page 5: E.morin Paradigma Perdido

EI paradignn perdido

no deja cle actuar/continuamente en los más diversos menes-teres y la técnica, que en el chimpancé hippie de los bosquessólo cmcrgfa en pálidos destellos y que se limitaba casi.eiclu-sivamcnte a funciones cle defensa en el seno de los gruposfornraclos por los pesados t'egetarianos, se convierte en unacnracterfsticn pcrrnanente del homíniclo grácil. En adelante,técuica v praxis cinegética podrán desarrollarse paralela.¡ l leIt tc.

Los pec¡ueños homfnidos, originariamente muy ctébiles (almenos u¡ro cle ellos), fueron ganando en agilidacl, habilidade inteligerrcia. Dp forma progresiva fueron mejorando, gené-tic¡, anntómica, técnico y práiticamente, acabando por paten-tizar una sr.rpcrioridnd manifiest¿t respecto a los robustos.Sin duda alguna ambos tipos pudieron coexistir durante largoticnr¡ro dc forma más o menos pacffica en la medida en quesus alinrcntncionrrs fueran suficientes o bien diferentes. Perocn el preciso instante en que se suscitó la competencia, yafucra bajo la presión demográfica, ya fuera a causa dei acre-ccntamicnto cle Ia sequedad, los más hominizaclos acaba-ron suplantando a los otros, sea empujándolos hacia terri-torios cacln vez mris estérlles, sea convirtiéodolos en presa desns caccrias. A continuación, el más desarrollado de entre losgr'ácilc's, es decir, el poseedor de rrn mayor cerebro (que con

tu

,' La lrctnínizacíón

toda probabi l idad debía corresponder ar de talra superior) ,fue quien acabó dominando a lós demás.

La caiar cívi l ízadora

E¡a sabido desde épocas bastante pretér i tas que cronoló-gicamente la caza había marcaclo cle forma deteinlinante cldestino de la humanidad. Sin embargo se ignoraba que suimpronta sob¡e el proceso cle hominización no era simpiemcn-te cronológica sino tan:bién lógica. Man the ltunte'r: Él título

será conseguir emanciparse de 7a caza quc, a su vcz, lc ha-bia emancipadó en épocas pretéritás,'Póro dcber/r csperar. Lacaza se inicia hace algunos millones de años, progrésa lenta-mente, se acentúa su desarrol lo, y se acelera en los úl t imos500.000 años. Hono sapiens la cultiva como forma cle sr-rbsis-tencia y alcanza su pleno apogeo durantc cl períoclo magdale-niensc; no clesaparecerá como eje ctel dcsarrol lo clc la huma.

7I

Page 6: E.morin Paradigma Perdido

El paradigma perdido

Sin duda alguna la larga aventura tiene sus orígenes en las

72

i . i

La honthú¿acíótt

depredaciones menores y esporádicas realizadas por los mo-nos superiores omnívoros. Posteriormente, desde los prime-ros homínidos hasta llegar a honto sapiens,lUfl_".ltcl_ilu_ !-L-T ?A_ _s_e_ gg-irtiglt3.- p¡o_ g¡ g p iv a qr g n ! e e n a I g o m á s U ásic o,

- m fi s

organizado, más. organizador. Pasa de la caza de pequeñaspiezas a la cd2a me.dia, de Ia caza furtiva )' tentcrosa a la cnzacon lucha ]r con peligro, de la búsqueda cle presas al azar aIa búsqueda orieritada según indicios, cle la sinr¡:lc cletcc.ciónal rastreo perseverante, de la táctica im¡rr.otisacla n ln eslrn"te-qia experimentada, de ias precauciones -v los arcliclcs n laingeniosictad de la trampa-y-Ae ta embosckcla, cle lns flnrasgroseras y polivalentes a las ar¡nas clelicadas 1' es¡rccializadas.

.J¿..qqfg.-iitte¡sifica y da complejidad a la dialóctica pic.mano-cerebro-herramienta, qne a slr \rcz intensificn y hircccompleja a Ia caza. Esta dinlétt ica entrañn,el c lesar.r .oi lo tr ic-nico que afina y diversifica el arma I' la irerrarniuntn, r,r la\:ez que introcluce me_ioras en el acoilcliciona¡lricrlto clc Iosrefugios. bt¡e_Zg!_R -E90.000 Bños antes clc nuestr.a er-Ír em-p-iqza ?-gtil¡.za¡s.g-ei-tr-r-ego. rt fuego no clebe concebir.se exclt¡-sivameJite como una innovación que acrecienta el .sarroir-fnfre

tiene Ia posibilidad de hallarse actiyo y alerta clcsl:ués clc:haber comido; eI-fuego libera la vigilia ¡* to'propio liace'cone.l sueño, pues da seguridad tanto a la expeciición noctunrade cazadores como a las mujeres 1' nilios

-que han quedado

Por otro lado, Ia cocción favorece nuevas nrutaciones ho-minizantes que t ienden a reducir la n:a¡rcl ibula y Ia dent ic ión,así como a l iberar la caja craneana clrr parte de Sus tar l rns nlc-cánicas, con lo cual se favorece el cretrir:l iento dcl rrolttrllendcl cerebro' . También conrDleta I 'a¡ l l>l i f ica l ¡ c l ia lSct ica

')

Page 7: E.morin Paradigma Perdido

.[il pornrligrrra pcrditfo ./_

¡unno-hcrrrrnrienta c¡ue favorece el dessarrollb cerebral, tan;tocn ei plano filogenético como eu el de lq.pr.axis. f-eng¡nÉirif",

Finnlnrente, el* desarrollo de la óaza y sus.-consecuenciascle s c ru¡: e ir nn un p ap el t rans [o rmador de primer... ordea_e_Oi_gltcrreno sociirl, plres caminan ai unlsono cpn.una _Eg_g,io-g{lgqisqr.re clisocie cI inodelo soiiai creadó'pdi et homíni-do-'ábT'{""camctcrizn a las socied¿rdes de los primates más avaozado$ ycollstituye r¡n nLlevo tipo de sociedad a la clue a partir de aho.ra lln¡narcmos paleosociedad. ¡

2. LA SOC1OGENESIS

Mientras se acumulan los inr l ic ios anatómicos y tecnoló-gicos que permiren seguir ra evolución física a"-io'"rp."iá ypresumir un desarrollo mental que corroboren los p;;f;;;"-namientos de utensilios no poseómos el mÍnimo ,oriro criicc"to en lo que concierne a la hominización. Hasta f,o..

"no,pocos años tan sólo teníamos a nuestra crisposición ciertosindicios, muy tardíos, obteniclo's a partir ¿e ]as sociecladesarcaicas de homo sapiens que han zubsisticro rrasta nuestrosdias. Posteriormente, hemos.visto enriqueciclo nrestro b;;;j.de datos al respecto con indicaciones.iacra vez más nu-"..b-sas sobre las sociedades más avanzaclas de primates, es clecir,s.ob_re- una imagen de aquello que habría póaiao ser ia socie-dad de los pre-homínidos. Entre estos dós promontor ios seextendÍa un inmenso vacío, pero entre estos clos polos socia-1es podemos intentar si tua¡ conjuntamente restos anat i¡micos,craneanos, tecnológicos y cín.egéticos, como incliccs cle orsani-zación social , de modo simi lar a como lo hace la paleontoiogíanatural que, a part i r de fragmentos óscos, intentá . . .onrtrúi ,por presunción el organismo en función cle las reglas organiza-t ivas del esquelto. En modo alguno se trata dó recoñstruirun esqueleto de sociedad a part i r de un esqueleto cle homíni-9p. Ft objetivo perseguido es consiclcrar ql ionjunto cle restosfósi les, incluido el esqueieto cler homínicro, como incl ic ios frag-mentar ios de una organización social . Estamos plenamcnrc

n. l

Page 8: E.morin Paradigma Perdido

EI paradígtna ¡tcrdido

convc¡rcidos de que se abre ante Ia sociología prehistór ica unrico pon'enir en el que será capaz de reconstruir un con-

compleja ( la sociedad avanzada de los pr imatcs), que pode_nros calcular las consecuencias del t raspaso ecológico de dichasociedacl a la sabana, quc podemos intentar corrálacionar Ios

Las .sociecladcs cle los chinrpancés que habitan los bosquesse hal lan dóbi lmente central izadas. I-a sociedad de los batui-

ntás complejo que cl babuinc¡? O, con una herencia y un oin-dividual isnro,r de estas característ icas, ¿acaso habrá sido lanccesiclacl qle conci l iar las expecl ic iones de caza sin hembras

/O

. La lnnúnización

con Ia autodefensa colectiva del grupo social? sea como fue-re,lla estmctura social de los primeros hominidos, tal conroveremos de inmediato, ha debido ser a un mismd tienrpocenfrrlizada y descentralizada para permitir dispersión y ráa-grupamiento, praxis colectir.a e iniCiativa indivi¿ual.

El desarrollo continuado de la caza implicará una rees-tructuración aún más profunda de la socieclad cle los prima.tes. Esta sociedad mantenía,en el nrisnro espacio a machosy hembras, mientras que los jóvenes sólo se-alejaban ligera-nrente del grupo. La sociedad del homínicio separa

""o-iógi-ca, económica y culturalmente los sexos, que a partir cle eitemomento se convierten en dos cuasi-socieclades en una. Lerunidad se verá asegurada por la hegemonfa, no sólo social,sino también política, técnica 1' cultirral cre la bioclase nras-culina y por los nuevos modoC de comunicación y organiza_ción que compensaban Ia disposición de los cazaclorcs sobreel terreno y la división de Ia sociedad en dos núcleos clife.renciados.

- . Mient¡as que la caza empuja a los hombres cada dfa másIejos, la maternidad confini a las mu¡eres en los refugios, adiferencia de lo que sucede en los grupos de babujios cnlos que las hembras se trasladan con el grueso dc la cua.drilia transportando a sus hijos sobre las eipalclas. Los niñosoryn_os no pueden, a diferencia cle los cunclrfinranos, colgar.se de-las espaldas de su madre, 1' la prolongación dc la ininn-cta obligará a las hembras a ocuparsc, ckr r¡na for¡la cadavez rnás absorbente, de los cuidados nraternalcs. krs henr.bras, cónvertidas en sedentarias, se consagrarírn a la ü.iiq".-da de forraje y a la recolección de frutos ¡rar.ir satisfaccr Iasnecesidades vegetales del grupo. A partir clc este r:ro¡uentotoma cuerpo una dualidacl icológica

-v económica cntr.c hol:r-orcs )' mujeres.

La clasc dott t i t tanle

Paralelamente, la casta dominante de nrachos sc transfor-ma en clase dominante de honrbres. Entre los nrcinos socia-les, Ia intolerancia entre machos sólo podía scr clonrinacla cny por Ia jerarquía del rango y por unÍ\ coclpct-ació¡ l cstr icta-

Page 9: E.morin Paradigma Perdido

EI paradigtn(t pc,'di¿lo

nrcrrtc l i rui tacla ¡ l ln,cicfcnsa clel grupo. La )ronrinización ope-r'¡rrh rrn pr'ogreso radical al repriinir la intolerancia entre ma-chos ¡:or nrccl io dc la sol idar idnd mnscul ina y proyectandosobre Il organizirción cle la vida social una cooperación im-prr lsncla ¡ror l ts nccesiclades de la caza.

Ll coo¡r.:r'nción cinegética iruplicará un cor)stante aumen-to d'r ln orgnnización colectiva para la elección del terreno,Ir ¡rrcnrcditación clcl ataque, la sincronización de los movi-ll l ic.ntos cstratdgicos, cl clesarrollo del programx de operacio-lucs, pr'üpilrtdo e inrpror,isndo n un mismo tiempo, y, final-¡ I1üntc, h r l istr ibrrció¡r de les piezas cobracl ls. EI reparto cielboti¡r, cs¡:ccillmen¡e en aqucllos cRSoS en los que es muycscaso, o bien está constituido por piezas.de un considerablel:rultriro, Flllnten u¡rl serie de problernas básicos que scllo po-r[Íirn scr rcsucltos mcclionte el establecimiento dé reglas dedistribuciú¡. Parecc scr que es en este aspecto donde hatlitrnfaclo la solidaridnd entrc los hombres y de donde ha¡l¡iiclo trn nroclelo colcctivista en el qtre et prodr.rcto cle lacnzil, bicrl común, es inmecliatamente repartido entre todosclc I'r:rmn más o menos igr.ralitaria at.nqr,., sin duda alguna,(:on una cierta prima en favor del jefe o de aquel que hanbltido la ¡ricz.n.

A ¡rrr t i r dc cstc morncnto, los vfnculos de la acción colec-tirra y las reglas de distribución se entremezclan cou los lazosdt-' anlistacl cn unn dcnsa rc'l clc solidaridad (entre los hom-brcs,, (Tiger, l97l) . Dos corr icntes conf luirán para const i tuirlir ntrcv¿r (co¡llrÍrtcrniclacl virilr. De una parte, las intensasrelacioncs cle honrbrc a hombre en el peligio, los padecimien-tos y tr i r rufos viv idos sol idar iamente. Por otra, el progresoclcl canictcr c lc j rrvcrr i l iznción (cf . p. 95 y ss.) , que.prolongaránlls irllít clc ln ndolcsccnciÍr las amistacles de juventud que yacncontnlnros ¡rrcsentcs cntre los chin-rpancés no adultos. A el le¡rrrcclc nñacl i rsc, conlo car¡sn y efecto a la vez, las homosexua-l idartcs lnt( 'ntcs o prnct icadas que conl leva la amistad. Asípr.rcs, soli(l¿\r'iclad, coopernción, amistad. y afecto ahogarán en-trc Ios hornbrcs los carnctercs de intolerancia y prevenciónqttc clottrinabnn lns sociedades de prirnates. La quiscluillosa.jcrnrquín clcl rango, que reabsorbía y can¡rlizaba la intoleran-cin entre m¿rchos cn los grnpos de antropoides superiores,ccde srt .s i t io a una chtse cle oigualcs¡r. Ciertarnente existen des-

78

igualdadc.s entre los iguales, rdrÍamos tlecir .quc dc iure (ducla alguna cle que las intforma cle ant ipatías, desavcne,mos impl ican polémicas y lasIa autoridad coleciiva esiá alperturbaciones que no son neruptivos sobre un fondo socdaridad de clase.t

. Lg

.que. _eüerge a través cle la aventura cineqútica cle ln

^onl inlz:rción es una clase clc hombrcs -sol ic lar ios, . r icntrasque,las mujeres siguen sienclo ur)Ír as¡1p¡n social cn la cluc laalrqa mutua se hai ia siempre surrordinacra a- la r i¿ór i¿n¿part icr.r lar y esencial a los hi3"os y, evcntualmcnte; al macho.

Surge, pr¡es, una extraorilinaiia clif.rcnciación sociotógi-ca, que se acrecienta hÍfsta convertirse en una clara clifcren-ciación cultural, entre la clase cle los hornbr.e; y;i-S"ipl ¿.las mujercs. '

Lo- masculino y ro femenino cresarroilarfrn cacra uno Dorsu.lado su propia sociabiliclacl, su propia cultura v ." piéi"psicología, y la cliferencia psicocutiurat agravará 1" ;G;á ;r"mayor complejidad a ra difcrencia fisioenáocrina. una nrujert ierna, sedentnr ia, rut inar ia y pacÍf ica sc opondrá al homÉrccazador, nómada y explorador. Dos siluetas lracen su afari-c ión en el marco de ra -sccieclad rro¡nínicra, ra clcr l ronrbr.e qLrcse-yergue empuñando las amras para enfrentarse at ahimaly la de la mujer reclinada sobre zu hijo o para recolectar elvegetal.

_ De repcnte se cstablecc una nueva clominación cle clascdesconocida entre los monos. Al disponer ciel monoporio-cre

1- El establecim¡ento de reglas conccrnientes a la cl istr ibrrciónsexual, es. decir, reglas rcferidai a mujcres y muchactas, apnieieraen época bastante a'anzacta y, por coniiguientc. no ser¡1, hasia ópocamuy tardía cu¡ndo teles reglas actuarán como control social clt laprirnera y profrrndii fuente cle tensiones entre los macfroi. como s. u.., irnás adelante (p. 16ó), la constitución cle regras sobrc cr

"tni. i,nuniuy la eroga_mia nos pareccn una. c le las aport ic iones cal . í lc tcr ist icas-¿ctÍ toruo.sapiens. Así pucs, no .son ras regr is crc l Barcntcsco, s¡no i¿,s-¿.distr ibución económica (c le las quc laslcglas r l i l parc^tcsco nó r" i i rnmás que un clesarrollo y gc;reralización) ral quc constitu¡ en Ia prin:t.:raIey socíoant ro pológíca.

La lnntinizacit|n

I t

Page 10: E.morin Paradigma Perdido

El paradignta pucl ido

las arnras y de. la técnica para trabajar la piedra, del princi-pio de organización colectiva y, en suma, del poder y delconocin'riento, ia clase de hombres se hace con el gobiernoy el control dc la socicdad e impone una dominaci6n políticasobre mujeres y jóvenes gue aún hoy en dÍa no ha dejadode ejercer. En las sociedades de primates los jóvcnes y lossubordinados se identificaban con.las hembras, llegando in-cluso a'presentar su trasero como signo de sunl is ién. En lasociedad de homÍnidos las hembras se convierten en menoressociales, pol í t icos, econónricos y cul turales.

Sin lugar a dudas nos .enfrentamos con el primer modelode domi¡ración de una üase sobre otra (Lévi-Strauss, 1967;Ivfoscor,ici, 1972) 5', desde un enfoque nrás profundo, del pri-mer ¡nodelo de do¡linación cle una clase sobre el conjunto dela'sociedad, es decir, de la preconstitución de un poder politico que se conrrertirá en Estado con la llegada de las socie-dades histór icas. Pero tanrbién nos hal lamos ante Ia aparic ióndel niodelo de la relación hombre-nujer que, en sus rasgosfundanrentaies, ha cont inuaclo siendo reproducido desde aque-a Icjana dpoca para alraigar col) enorme fuerza en Ia infrae-s-tructrrra de Ias socicdades histór icas hasta l legar a nuestrosdÍas,

Sc nos ap¿llcce¡ pucs, una prinrera modificación fundanren-tal e¡rtre l¡r socicdad prin:ática y paleosociedad. La paleo-socieclaci está nlenos ierarquizada, más colectivizada, pero atun nrisnto ticnr¡ro se halla mucho más dominada por su orga-nización nrascul ina ) ' posee un mayor grado de complej idaddc¡ ' i r '¿rdo clc l¿r di [ercnciaciórr nrascul ino-fcmenino. La socie-clact de los honlínidos conserva, aunque nlodif icándolo, el¡:rinci¡:io clc dorlri¡i¿rción-jerarquía de la sociedad de los pri-¡natcs ) ' aporta la novedad dc un pr incipio cooperat ivo-socia-Iista cle organiz-ación. Engcls tcnía razón al subra¡,ar el carác-tcr básico de cste últi¡no, pero subestimó el carácter del otroprincipio indicaclo. En lo sucesivo, una vez asentados f i rme-¡lente los clos pr:incipios fundamentales, sus combinaciones ysr.rs conf l ictos ¡narcarán tocla la histor ia de la hunlanidad.

La hotnitü¿aciótt

La juventr,ul sin clasc

El desarroilo del carácter juvenil condicionarit de for¡laacusada'el curso de Ia hominizaiión. El tiempo biológico dela infancia y la adolescencia se acrecienta. Podria pensar.scque este proceso favorece, no sólo la autononría clcl grupoadolescente, tal como sucede entre los grupos más cvoluciona-dos de monbs, sino también la aparición cle una clase jr.rrrcuil,Sin embar-eo, el nuel,o contexto social no favorcce plccisa-mente la constitución de una tal clase. Por un lado, el cordónumbilical afectivo mantiene durante un período cada vez ntlsprolongado a los menores de la tribu bajo la órbita rrrate"ma.Por otra parte, y especialmente entre los machos jór,cncs, clperÍodo de aprendizaje del uso de las amras, cle las técnir.:asy de la organización social, tiene lugar bajo la vigilancia ycontrol de los adultos. El aprendizaje que les cultrrraliza icssitúa bajo Ia dependencia de la clase dominante.

Además se crean una serie de vÍnculos personales cntrcjór'enes y adultos durante Ia caza, y quizá iales rclacioncsaparezcan de forma particular entre los hijos y el esposo cleuna misma ntujer, hecho que bosquejaría la paterniclad clescleun punto de vista psicológico antes de que ésta llegara a scrreconocida sociológica y genitalnrente.

Bien es cierto que se forman bandas y pariclil las entre losjóvenes en función de sus afinidades, pero la cclase> de losjór'enes no llega a cuajar en ningún ntomento, atados conroestán de forma demasiado estrecha al univr:rso mntcrno clu-rante sus primeros aúos de adolescencia, y a la clase cle losadultos durante o en la última etapa de ésta. Los jóvcnc-s,bajo el control de sus mayores, tan sólo pueden escoger entrela exclusión o la sumisión, pues en modo alguno les está permitida una marginalidad institucional. Acabanros pucs clcver que la clase masculina adulta extiende su domi¡racién ge-neral ¡' su poder organizatirro sobre el conjrrnto de. la socie-dad cercenando el proceso natural de la aclolescencia paradevolver a su ámbito infantil a los más jóvenes y colocar bajosu tutela a los restantes, separando a machos ), hen:trras clcs-de el inicio cle la adolescencia y controlando a los jór'encs atrar'és cle los procesos de aprendizaje tecnoiógico, cirrcgútico

8l80

Page 11: E.morin Paradigma Perdido

/i l ¡raradigrrlur. Ferdido

t ' sociol( ig ico,t ¡ l r icntrns qrre, por sLl parte, las o[ras categoriestliosoci¿rlcs no consigr-reu en nlonento alguno auto-organizarsecn clilses. Es unr sociedad de clases en la que sólo existe unacl¡sc triosocirl que ejerce su dominio sobre las demás capasbitrsor:ialcs

I-n clesc adolcsccnte se rre anulada antes de nacer, pero no¡r,rr cllo las caractcrísticas juveniles .desaparecen y dejan deprogre.sar cn la socirrclaci. Los jóvenes homÍnidos gozan de unpcrioclo de tiempo notablenlente más prolcngado del que dis.ponen los lntropoicles jóvenes para jugar, explorar y sentir-se atlafdos por Ia noveda,d. Asimilando los saberes adultos ylas cliversas formas de ponerlos en práctica pueden aportarnrotli[icaciones, perfeccionanientos e innovaciones, y contoda probabilidad han sido ellos quienes, jugando con piedrasclc silcx ¡' sorriclos, han cncen<lido el primer fuego e inven-trclo lt ¡lrrlabra.

r\sÍ pr.rcs, la semisociirliz.ación de los jór'enes y sus relacio-nL's con los adultos ¡rermiten a la sociedad beneficiarse direc-tnnlcntc cle lns innolacioncs J' descullrimientos. Por otro lacto,r¿lsgos característicos cle la aclolescencia como son la amis.trrcl v cl g-tusto ¡ror el jucgo l' por todo lo nuevo, o en otrostth'nriuos, la aptituit para I;r inr,ención, se perpetúan Ce unal'tlrnin ca(lÍr vcz. ¡lás actrsacla durante la edad adulta, con loctrnl lt pclnlauencia del car¿lctet juvenil se convierte en unfcnórneno íurtropológico. Los jóvenes son <integradosD, (re-cu¡lerado.s'r, pcro sus virtudes, nrarginales entre los antropoi-cles, imprcgnan ahora Ia nueva sociedad.

Dc la ccolo.qfa a lc ecoitonú:

Lr orgnniznciún dc la paleosociedad según el escluema quencnbnrnos clc csbozar implica el surgimiento de una economían ¡:nrtir cle Ia relación ecológica.

Si l¿r cconorlrÍa es cl sistcma organizaclor de la extracción

2. Y nrls tnrcte, con sapiots probablemente mágicc-religioso (el"¡'ito rle irricinciórr", quc tiene h-rgar entrc los 10 y 14 años bajo eltoial control dc los adultos, y que, sl introducir al joven dcntro delrrnivc'rso adtrlto cn ecl¡rd bastante temprnna, consolida la dorninacióngertcral clc l : t clnse nrlscul ina).

La lpminizaciótt

cle recursos, su dist¡ibución y consumo, sin clucia al¡¡urta l;rssociedades de primates carecen de ella: la extracción cie rc.cursos no se haila social¡nente organizada, salvo en mome11..tos esporádicos de caza colectiva, ni tampoco tecnológica-merlte determinada, y eI consumo se efectúa al azar. sin, queeristan otras reglas que la prioridad clel jcie y el regalo aniis.toso, arnoroso o servil.

Por el contrario, las sociedades de homíniclos constituvensu economfa organizao-do y modelanclo tecnológicamente susdos pra.ris ecológicas de la caza y la recoiécción hasta tr.ans-formarlas en prácticas económicas.'Aparece, prleS, una pri-mera división dei trabajo al hacerse efectiva la separación ydelimitación socioeconómicas entre hombres y mujeres,

I.a práctica de la caza ya se halia altanrente organizacla,Al modo colectivo de <rproduccióno, es decir cle búsc¡uecla clccaza, se suman tma serie de reglas colect ivas dc cl istr ibuciónque, de hecho, afeitan a los recursos básicos de toda la so-ciedad,r De ahi la sorprendente conjunción de una <sociedaclde clase" primitiva que organiza u.rr <comunismo) prlrritivoa partir de sus reglas i¡ternas de solidariclaci.

La economia surge con las reglas de áuto-organización delas sociedades vinculadas a una praxis ecológica (es clccir, ala división institucional del trabajo, las reglas socializ.anreso (socialistas), de la distribtrción de los recursos, )a :.'epro-dttcción del capital tecnológico a t¡avés de la fabricación deutensiüos y eI aprendizaje del saber y su utilización por partede los jóvenes).

De este modo se esboza, mcdiante las reglas apuntadas,nn primer sistema económico sin el que se derrumbarían lacohesión y la complejidad sociales....Tales reglas se limitana mantener la complejidad organizativa adquirida, autorre-produciéndola de un modo permanente. Desde este enfoquela economÍa pasa a convertirse en un simple sector particu-la¡izado tendente a la produccióu de recursos y, apenas aún

3. Nada nos puede indicar con certeza si este modelo coopcra.tivo/distributivo se reproduce asimismo en las tareas efectuaclas porlas mujeres, es decir, las recoleccio.nes de granos, frutos y forrnjes,o si por el contrar io éstas se hal lán iometidas a la inic iat iva i ¡rdi-vidual. Sin embargo, es posible que en un determinado momcnto elrnodelo de organización mascul ina se apl icara al conjrrnto const i tuido

- por todas l¡s act ividades económicás.

82 8l

Page 12: E.morin Paradigma Perdido

El paradignta pcrtlitlo

en un sistcma especiarizado de producción de artefactos. Lacconomía es bastante más quvivencia, ¡ruesto que, como Ilas pr imeras sociedarles aust is ible subsist i r s in el la, y es idamento original no es en ¡n

¡n ntodo autoproductor de com-

ZX":"!{,,TlT,f :,T:";::,:?;ir;aparece,poresrarazón;.,¿bmlrr"Tii?;'ol"i"r"á1il'ji,,ff

"t?;tél'mino, concepto gLle no tardaremos en definir.i

'El paleolenguaje ) ' : "

Sabemos en la actualidad que la constitución de un am_plio repcrtorio de palabras y aÉ uno-rintaxis elemental se ha.llan al alcance de la capaciáad intelectiva del cerebro de unchimpanci io nrism-o_que .t ,p..nairoj. a. una lógica suscep_tible de vincurar agentes-acciónes-atriüutos y de computar raidcntictact, ln ctiferinci, y r^-..i.ü;l¿; (Gardner, i969 y enprcns.a; P:enrack, 1.?7.0 ), en prcnsa). lo q.r" je falta ai chim_

¡an¡é es la con:plejidad sociat

".""i*i" para la aparición deun lenguaje nrás rico afe cr rormaoo for una serie de gestosrnÍmicos y l l .nraclas, a la vez que ia

"pt i tua glót ica;;r" ; ; -p)ear una \ :asra ganra ¿e soniáái.-- '

- r '

La coulunicación fondtica se halla escasamente d.esarro'a-d,u,",r. ios primater, d9lg" "o"rtiiuy.

r]n ca¡¿ system limitadoal ámbito de una semiót ica "on.t i i . ' , ia"E I hon:b re, ; "; ;ü -.i p,,, n t o d e vi s r a.,;¿";fi li.t ,I,i.",ijH?;

::r.Ol,U- las aves y para podcr crear el'leng,r"j;;;ñ;i".

1.o Un conjunto de mutacjseparado, quizá actuando a utructurado la caja craneaná dttcas, a la vez cluc han contr ibra adecuar un centro especÍf( ¿lzonto erectt ts? )

84

La lnnúni¿aciótt

2'o una creciente- comprejidad cre Ia organización socialque haya incrementado ra neóesidad de estabrecer comunica-ciones entre sus miembros.J'o una interreración e interacción entre estos cros órde.nes de fenómenos

lrvJ v¡

III

85

Page 13: E.morin Paradigma Perdido

l i l pnradignra pcrrf idoI

f Finnlrlrcntc, no dcbe clcjarse de lado lo concerniente aly' t dcsrrrollo dc l¡.rs relncio¡res interpersonales cle amistad. y cie

i.tcris h¡rcjs otros indivicltros.{ No es tan sóro una sociedadrrrils corrrplcie qtre precise intracomunicación; se trata asimis.l lro r l i .r incl ir iclutrs n¡l ls cclnrplcjos y que necesitan comunicarserrntrc sí, rlrrc estlÍr crr'anclo-la necisiaa¿ de hablar pár hout*.,cs clccir ' , sirn¡r lcnreutc cte comunicarse, con lo cual, desde uncnfoqu.' plL'nrnrc'nte nrlcluhaniano, el meclio se convierte ennrt:nsnjc, c irrcltrso en mesaje (en el sentido de que las pala-bras crriñosas acabln sustituyendo o complementando a.l

Hoclsctt v Asher han tenido la agrrdeza de imaeinar unproccso cn clos etnpas que constituye el paso siguiente alcí¡¿ s.1'slc,,! , Lrna \.eu Csic se ha visto saturtdo y, po; lo tanto,inca¡:lnz dc crear ,nr¡c\.os soniclos perfectamcnte discerniblescntrc sí. En rnr cstlrtli,c inicial,lir presión cjercicla por Ia corn.nlci ichrl sorir l inrpulsa cl trírnsito clesde un sistcma cerracion otro abiq.rto quc permitn elnborar una serie de combinacio-nes clc l lanrndas, gozanclo cacla una de el las cle un coniunto de¡rrópitclarlcs ncústicns. Asf pr.res, si se supone que las l lamadasclc uu.sistr..nrl ccrrnclo, como el de las aves (que tal vez origi-nirr i l tnl(: l l tc fucr¡.rn inri tud¡s por jóverres (cncantaclosn,s po-serrn uu c()rr juuto cle ¡rro¡ricclacles acrist icas, poclemos imagi-nilr, pot' eicrrr¡rlo, un proceso como el siguiente: si una llama-dn AIICD .siqnif icn al imcnto v una l lamacla EFGH signif icapcligro, ABGI{, CD 1' EF pueden signif icar respectivamente

4, F,s srrl:t l .stlvl en cstc i lspccto la expericncia dc Washoe. El apren-r l iznJc dc \Vn¡ l roc srrponfr r rna c lcvaclr complcj idad social preexistente,nsl cc¡nlo urr s istcnrn dc,s igrros yn d:rdo, pero también daba por supues-tn l l r : ¡ is tc¡rc i l t lc r rntr rchción de nmistad con,sus inter locutores y unirr tcrCs <k \ \ 'nslroc l r rc i r r str cntorno o, en otros términos, c l len¿rcrr ,Td. l i 0 l rd t f r j t . i r a nl¡¡r r ierr .

5. Scrf n nrrgnlIico abordrr el problcmr de h antropologfa del( : i rnto, quc s in t l t r t ln t ic¡re t rn or igen vocal , pues el hccho de que se hava11r'rcti(: ir(lo cn cl sr'nQ de todr sociednci equivaldrír a una especie derctorno pcr'¡lr irnentc it I:rs [r.rcntcs del lengunje...

86

La ln¡ninízación

al inrento y pel igro, no-pel igro y no-al imento, El s i .ster¡a al¡ ier.to perrni te, p*es, nrul l ip l i iar ól núnlcro clc nprer.o.f ; ; , ; ; , ; yestablecer asociaciones entre ei los a f in cre ciescr ibir s i tuacio-nes diversas.

. Sin.e' .ubargo, las posibir icracres clc combinacir in cre cstc s[s-tema abierto si halran i imitacras, y aunnao aparece una nueva

cesnrio clar t rn nuc\¡o sal to evo_nLrevo metasistenra en cl euegcstal t para conve¡. t i rse en úni_I deberán combina¡se para for.ún el pr incipio lógico y jerr i r .

crr lación es tan extr torc l inar i r :que ha podido decirse cle él que es cl lenguoje, y no et horn.bre, el que es único..pcro cle i recho, po.. i ice,=ni. qi , . . rán-rr . ,naturai('zÍr, sus furcionc.s y sLrs ra.bg-o.s espccífic<1.s, cl códicogenét ico tanrbidn consri tdye un si i tenr¿r-^, i ; ; ; i ;

- ; r ; ; i i ;

l i !n1 . t decir , l rna. jcrarquia en la que toclo sub.sis, . ,"n ' tonr.

rru-ve un repertor io de l 'asgos dist int ír 'os sin espccif icaciónalguna en sí ln ismos mecl iante los cuarcs es posible obtenertun número inf ini to cre e.unciaclos por combinnción. Ei lo noquierc clecir que er cerebro htrmado haya tr^nsfcr. ic lo alqrr í-micamente al ni 'e l c iel lengr-raje el s isrem¿r [uncramental dc ]aorganiz:ación celular 1 ' . rgañisnr ica cler ser vi 'o, (por otro laclo,lo contrar io tanrpoco poi l r Ín ser ¿rf i r¡ni¡cto formarm"; i ; j

"" ' '

Q¡ iz i i Io más exacto sea clccir quc e[ lcngtraje humano, entat l to .que_ sist .*r . . . 'a, Pueclc reclucirse a rrn t ipó f i inclai l lentai c lcorganización clesde el momcnto en que necesita Ia existencirconjllnta de .na estrLlctura jeriirquiia con varios nivcles (esclecir, de trna notable riquezá cle cgmplcjiclact) y a. unu-árgn-ni¿ación tliscursiva. EI lenguaje ae ¿óutó articirlación nu ii.-ne, pues, nada de milagroso, a no ser el milagro implfcito enIa const i tución cie todo metasistema. eueclJ claro que cl lono impl ica qrre el lengLraje piercla su carácte. c le cxtraorcl ina-r io, pues no hay clucla alguna cle que.const i tuye cl pr imer sis_tenra discursi 'o al tamente conrplejo que ha

-surgicro al mar.

gen Ce la propia organización biót ica y q!¡e con i , . , aparic iónsc abre el camino a gna prodigiosa óomprcj icracl antrnpoló-gica, cei'ebr-'rl, incliviclual v sociar q*e 'citir-

rcjos cre liabcrsiclo aeotada o saturada_.

87

Page 14: E.morin Paradigma Perdido

Et paradignta perdido

¿Disponía cl australopiteco del catl sy-stem cerr¡d'o?. ¿Dis-pon'ía Man 1470 de un tistema abierto? ¿Acaso ha sido. el

i 'ro,no eteclus guien ha in'e.ntado el sistema de doble articu-

lación o ha clcbido esperarse a que 1o estableciera alguno de

sus sucesores? D'Aqui i i (D'Aqui l i , en Katz, en prensa) sost ie¡e

quc la p:.rlabra 1e há sido dada al ho,to erecttts, cu,vas ¡uellas

int.rn^,t ciel crá¡reo nos muestran con toda claridad un desa-

rrollo cle la segunda circunvolución temporal,.de la circunvo-

lucitin Trolltal"inferior' 1' clel lóbulo parietal inferior' Puesto

qrá to.ias las sociecladás arcaicas conocidas disponen de trn

)cnguaje cttya .or',l,rlejidacl estructural es idéntica a la del

nuürtró, c, ' , Ío srccsjvo-scrá ) íc i to suponer, l ' lo sólo que 500'000

oño, o,it.t cle sa¡:ietts ya había aparecido un paleolenguaje

adecuaclo que aSeguraUi la intercomunicación entre los miem-

bros clc urla socieiiad bastante compleja, a Ia vez que les per'

nr i t Ía acuurular su cul tura, s ino que loS desarrOl los de la com-

plejiclacl sociocultural y clel cerebro humano después de ltott'to

crecl,s son factores qúc post.,lan la aparición del sistema de

cloble arliculación en uni época anterior a homo sapiens' En

nroclo alguno se afirma qrré los aspectos gramaticale.s-hubie'

ran alca¡:z.aclo su Lo,tal. desarrollo y, Por otra parte, dicho len-

guaje scgr,rirÍa hall/rnclose privaclo de Ia lógica de lo imagina-

I io -v ¿. lo cle l ls ie{eas abstractas, es decir , de la posibi l idad

cie forn:ular nt i tos ) ' teorías. Indiquemos, pues, que parece

mhs sensato creer que ha sido eI lengrraje el qu9 ha creado

al honrbre y no al llombre al lcnguaje, a condición de esPeci'

Itcar que t¡a siclo cl hotnínido r1uien ha creaclo el lenguaie'

Descle cste molnento, el lenguaje no se limita a ser el ins-

trunrento cle la conrt¡nicació¡r )', nrás amplianrente, d-e la or-

ganización cornpleja dc ia sociedad, sino que también se

lon'icrtc cn el Capital cult*ral portador del conjunto de sabe'

l .cs. ¡r ns1i, ' idacles socialcs, Desde este momento se cierra una

nucláación cul lural ' integl iada en cI s istema social '

El nacinüutto de Ia ct t l tura

Nos cnfrentamos ahora con un concepto clave cu¡ 'a def i

nic ión sictrrprc ha sic lo aborclada, o bien desdc t tn nivel exce'

88

- La ltotttíni¿aciútt

sivamente fundamental (oposición a la Naturaleza), o bicn

desde un enfoque excesivamente supet'estructural'Tal como hemos visto anteriornrente, en las socieclacles cle

primates más evolucionados la complejida.d social se. perpe'

iúa a partir de la combinación de disposicioucs- -entiénclasecompdrtamientos innatos-, del juego de intgrrclaciotres eutre

individuos y grupos (especialmente en Io que rcspc-cta.a las

relaciones áe áominación-subordinación) y cle aprendizaje mi-

méticos en el seno de la sociedad. Estos aprendiznjcs pucclu'n

constituir enrergencias protoculturales, quc son -scctlndi\rinsen el sentido dJ que no modifican radicalmcnte la cg¡t¡rleji-

dad social surgidá de la auto-organización <tnntttralrr dc lit

qne hemos r'.nido hablando. Poi el contrario, la Dral'or riqtrc-

á "r,

.o*plejictad.que encontrantos en la socieclacl constitui-

da por nominidos neces¡ta para su mantctlinlitrllto )' ttltcl' ior

clesirrollo, al nrenos a partir clel /¡ol¡o crectus, de ulr con'junto de infornraciones estn¡cturaclas segiln detcrnlin¡d¡s re'

!las, informaciones y reglas que no poscen ttn c¿rrtlcter gcn6.

iicamente innato y que no pueden deri*arse del simple jucgo

proporcionado por las interacciones entre i¡rdi'r' iclttos y Brtl 'poS. niatro en OirAS palabraS, Ia.ctú-tura cOt¡sli/lt.t 'e ¡trr sis/crrlltgeneratívo de elevada compleiidad sín el rt,/¡l dichn c¡ttnplc-j iana t" derrunrbaría para deiar srr s i t io n ¡rr t r t i ' r t l or.qn,r i :n-tivo de üferior contPleiidad.

En esie sentido, pata conseguir -stt autoperpetttackin r' a' ttn ntistno tiempo, perpetuar ln elevada contpleiídad- socinl

Ia ct¿ltura debi sei transntitida, enseitada I aprcrtdida, t:s

decit, t eproclucirla en cada nilevo indí,iduo, dwanta srt ¡rcrío-do de aprendízaie (Ieantittg).

Efeciivamente, cada niñO macirO Se fOfnra a trave(s clc rttr

ciclo que le obtiga a integrar culturalmente ln soc.iccl¡cl a tl'a-

vés dá la cultura femenina (a trar'ós de st¡ relación con stl

madre), de la cultura juvenil, estaclio espccial cn la nrctlidn

en que posee sus propias reglas, y de la cuitura masculiua

adulia. Ásí pues, ef sisiema pÉrmit-e, durante los pcrlodos de

infancia y ádol"t""ncia, la ieproducción del capital culturaly del moáelo social, de iorma completa para el honrbrc' )' dc

6. Al convertirse en adulto, el hombre "reclt¡za" in ctrltttrt fctrrc'

nini ,:Ju-;;ltura juvenit que ha vivido, pero cstc.rec-ltazo- n-o -e$

Irccc'

s¡rlamente p.r,o^n.ni.-,"-tot"i, Asf puii, quiz.á dcsclc lirs soci"clilth:s

8e

Page 15: E.morin Paradigma Perdido

.&ll pnrrrtl igrtt¿t Per¿lic{o

social .Dcbc'nros tcncr nltly cllt'o qr.te la'cultura no se a[roya sobre

Lct hot¡tini?ació¡t

el vacío, s ino sobre una pr imera complej ic lad prccul tural qtrees de la socieclad de los pr imates, c lesarlol lacla en las soi i . -c lades de los pr imeros homíniclos. En tal cstaci io cle clcsarro.ilo se obsen'a la aparición de la técnica y cle lrn primer lcn-guaje como proclucto de una evolución hácia una'rnás eleva-da complej idad. Adem/rs, es necesario integrar la túcnica enla economía soc- ial que emana de Ia ccologí i sociar, c inregrarel lenguaje en la conrunicación social que se hace complejacon la complej i f icación de la organizaéió¡r social . r \sf pues,los nueros principios de organizáción y clc cconomÍa crebenser consideraclos como culturales en el mhs profunclo scnt ic loclel término, pues no son mis que inlr¡r 'n laclón organizaclorao, si se quiere, reglas gcnernt ivas. Descle el momento cn queesta cr: l tura se cierr-a sobre sí misma Dara convcl. t i rse en óir-cui to autoprocirrctor y autorrcproclucior (pol t ransnris iórr vaprendizaje), pasa a ser, no sólo nn proclucto al tamente com-plejo, s ino productora de al ia complei ic lacl . En su pr inrerestadio la cul tura no const i tuye la infraest lucttrr¿r clc la socic-dad, pero acaba convir t ió,¡ tdose e,t Iu inlracsttuctt t ra clc laelevada complejidacl social, en el núcleo gcneraclor cle Ia alt¿rcomplej ic lad quc caractcr iza a las socicclaclcs cle homfniclosy cle hombres.

Como resultaclo cle una prodigiosa morfogóne.sis emerqeun aparato que se convierte automáticamcnte en morfogené-t ico. La sociedad se transforma en un sistcma fcnomrinicodotado de un aparato generaclor+egeneraclor: la cultura,Cuando vavan disminuyendo la jntensiciacl y número dc loscomportamientos innatos en el sapíens la cul tura to¡narábajo su control y cuidaclo una scrie cie nivclcs cle menor co¡n-plej ic lacl que en las sociedades áe antropoicles se aurol :roclu-cían cle fornia fenoménica. Es l ic i to, pLres, .suponer que si seabandonan en una is l¡r c lesierta los l r i . jos clc hombres, c lesnu-dos e ineclucados, serían incapaces cle rcconstruir una socie-dad de complej ic lad equivalente a ia cle los chimpancés.

En nrodo algr-rno qr leremos si-eni f icar qtre la cul trrra reem-plaza al cócl igo qenCtico. Por el contral io, es cl cócl igo clel ho-mÍnido clesarrol laclo, y especialmente el c lc ,sapicrrs, c l c¡ueprocluce un cerebro cuyas capacidacles organi:rat ' ivas son caclat,ez más aptas pnía el cleserrollo cle Ia crrltura, cs c'lccir, clcla elevada comnlej idaci sociel . Sin en'rbargo, no ha., . c lucla

t lc l r t l t r t ( r t i t lor ,vt lctr t t l t fot ' t t r ¡6¡1|¡r 'cz¡r t lsnct tsndnr. . t r lnssoci t ' :d l tc lcscotl lo sr" l l gclt etr el l tolubrc unt

crruj ; t r lo ct l l l t lc l i t fos t l i ts , i t t tnqt t" '

r l l t r . i , . :r l I t l r I i ' l i ( l ! ' nt lcst l ( t dcsnrIol l t¡ contdn)pori!nco'

90

I

¡91

Page 16: E.morin Paradigma Perdido

EI paradígnu pcrdido

de que a partir cle un determinado momento la cultura cons-tituye para Ia sociedad un centro epigenético dotado de re-latirra autonomla, tai como sucede con el propio cerebro delque es imposible disociarla, y que contiene en su seno infor-mación organizadora cuya riqueza irá en constante aumento.La cultura no es en modo alguno un sistema autosuficiente,pues necesita de un cerebro desarrollado, de un ser biológica-¡rrente rluy evolucionado, y en este sentido cabe afirmar laimposibilidad de reducir el hombre a cultura. Pero la cuituraes indrispensable para producir el hombre, es decir, un indi-viduo al tamente complejo que se mueve en una sociedad declevada conrplejidad, a.!ártir de un bÍpedo desnuclo cuya ca"bcza aumentará progresivamente de volumen.

tesoro cuitural femenino que, fructificando a lo largo de mi-lenios, scrá de incalculable valor como elemento rñotriz deldesarrol lo de la civ i l ización,

9Z

' Ld Ítotxilti¿aciótt

con determinadas sociedacles arcaicas, es perfectamentc posi.ble que ciertas paleosociedades regresen a Ia vida clc recblcc-ción en eI bosque y que sL liberen en mayor o nre¡ror graclode la caza sin que por ello pierdan las estructuras culturalescomplejas que anteriormente habían adquirirlo micntras cons.t i tuÍan una sociedad de cazadores.. , Aú¡r nrás gcneral , unnsociedad que ha adquirido una cierta cgmplejiclad en un me-dio dado y en función de u¡ra praxis concreta ¡rueclc, grac"iasa su sistema cultural, corlsen'ar dicha conr¡:lejidad cn con-diciones eco_lógicas y práxicas absolutamente nue\ras.

Vemos, pues, que el sistema paleocultnral ¡'a es rrn sistemaconsen'ador (por la complejidad adquiricla) quc pernritc eldesarrollo técnico, lingüístico v sociológico. vercmoi nrás aclc.iante cómo la cultura, a partir de un cierto cstaclio, sc con-vierte en actor directo de la e'olución hominizaclora, irlclu-1'endo los aspectos biológicos. En efecto, la cul tura const i tu.J 'e una estructura que acoge favorablementc todf l nlutaciónbiológica qug tienda hacia Ia conrplejificación clcl ccrcbro,especialmente cuando en un sector de vangual.dia cl cercbrose encuentra saturado 1, no puecle tomar a su cargo Lln nucvoprogreso organizativo. En consecuencia, toclo salto cu¿rlitativohacia adelante de Ia cul tura y todo salto cual i tat ivo hacia

-adelante del cerebro se far.orecen mntuan¡ente, ¡' In cr.olrrció¡rsociocultural desempeña un rol decisivo e¡r el' marco cle laevolución biológica que conduce a sapierrs.

I

9t

Page 17: E.morin Paradigma Perdido

3. EL NUDO GORDIÁNO DE

Juveni l ización cerebral izante y cerebral ízación i t tvení l izant e

El desarrollo de la conrplejiclad social exige, por parredel cerebro individual, un conocimiento cacla vez más amplioy preciso del mundo exterior (medio ambicnte) y clel munclointer ior (socieclacl) , una memoria cada vez m¿is potcnte, mú[.t ip les posibi l idades asociat ivas y apt i tucles adecuaclas paratomar decisiones v encontrar solucioncs ante un gran nú,mero cle si tuaciones diversas e imprevistas. Llega cl momcn-to en que el pequeño cerebro i le ios pr imeros )romÍniclos, ydespués el del honlo erectus, l legan al l imite de sus potcncia-l idades. A part i r de é1, la presión ejercic la por Lrn aumentode la complej idad social tan sólo t icnc posibi l idad de actuara nivel de l i lunt, con lo que favoreccrá tocla mutación queacreciente las potencial idaCes del cercbro, No sólo'aLlmenta-rá el número de neuronas pertenecientcs al córtex superior,sino que se establecerán conexione.s entrc regiones cercbra-Ies hasta entonces independientes y.har¿in su aparic ión nuevoscentros asociat ivos y organizadoreS. De'hccho, el resultadoglobal será una reorganización sistómica rnás compleja, a iaque contr ibuir i r precisamente el aumcnto clel nr imero dc neu-I0r:ls.

La presión ejercida por l : r complej idad soci¿i l en favor clc l

Aé!trr* ,,r ' i, *i t{r- ¿,LA IIOi\,IINIZACIPi\

ta'f f""*'1"

Page 18: E.morin Paradigma Perdido

EI paradigttta pert)ido

crccinr iento del cerebro que acabamos de dar por supuestaclcbe scr integrada c¡ l una'concepción asimismo compleja vr ica dcl desarrol lo genCtico clel propio.cerebro. Desde los pr i-nreros Jronl i l l idos hasta los úl t imos antecesores de sapíens,cs ncccs¡ l ' io c¡r focar cl dcsarrol lo gcnét ico del cerebro a tra-vis dc r-¡na dial ict ica entre la presión de Ia complej idad v una,ll¡r¡rrimosic, primir a la complejidact. Puede decirse, previaconcl ic ión de quc se djsponga de un marco inic ialmente ecoló.gico que er l Ll¡ la ctapa poster ior vaya adquir iendo progresivascclnnotaciones socioculturales hasta hacerse apto para aco-gcr toclo nucvo desarrol . lo de la complej idad

-cere-bral , que

sienrpre clcbe i :agarsc dñ cierto precio por un incremento deJa ca¡:acidacl cerebral , pero que a resultas de dicho inclemen-to-cl-grupo l l lutaute se bcnef ic iará de una pr ima de superio-r idad t icnica, social , cul tural e incluso ecológica. Existe otrogrupo de fenónrenos, con. lo la cocción de los al imentos, queal l icrrpo quc han creado condiciones favorables para áu"sc proclujera un anrpi iación dc la caja craneana, cabá suponerha),an pernr i t ido también una reorganización cerebraf ade-cuacia ai contexto sociocultul-al en el que se insertaba, y laconstitr¡ción de un ((excedente)', prima de superioridad ¡i ¡s-serva potcncial de corn¡: lej idad a un mismo t iempo. Así Dues,puede acun:ularse una riqueza virtual a trar'és dLl crecimien-to del cerebro, c iertamente no necesaria dadas las condicio-nes existentes, pero que iner,itablemente actuará como fac_tor favorable en ul ter iores desarrol los.

Parece I Íc i to suponer la existencia d.e un juego osci lantec-ntre, Por un lado, las "demandas" de complej idacl que eldesarrol lo sociocultural pueda efectuar soUri ét ."r"üro 1.,por otro, un (¡uanant jal¡ , de complej idad albergado en el ce_t'ebt'o gracias a qLle éste clispone de-reserr,as en existencia o,Io que es Io mismo, no agotadas socioculturalmente, que pue_clc cnr iquecer sin cesar a trar,és de mutaciones afortuna'dar.Ei chiur¡ laf lcui , cu1,¿5 posibi l idades cerebrales sobrenasabancn nlucho sus necesldadr:s sociales, se encontraba va en este.o::, ]. lo mismo cabe cl,ücir r.especto a l.r:lnto sapiáns, cu1,asapt i tudes se hai lan lc jos dc habei s ido, no sólo agotadár, , lnoincluso actuai iz.aclas.

En lo colcernicnte a la hominización, parece ser queel cerebrrr ha ido siempre adelantado (apt i tudes no explóta-

La hominízaciótt

das) siempre atrasado (ausencia de dispositivos cada vez másútiles o necesarios para la prosecución clel proceso), que cntodo momento ha actuado como manantial'rcserva dg com¡:le'jidad potencial, que constantemente alguna de sus partcs seha visto limitada, sobrecargada. Es precisanrente en este jucgodonde aparecen las mutaciones genéticas que desarrollan clcerebro, acrecentando su capaciclad produitiva muclto ¡násallá de las necesidades propias de cada etaPa e\¡olutiva, pct'oestableciendo, los dispositivos adecuados Para ateucler talesnecesidades.

De todos modos. la dialéctica cie este desarrollo cntl'e l;Irriutación genética cerebralizante y la corlplejificación ct¡l 'tural sigue oscu,ra, no sólo dada la extrema escascz cle clatosque permitan inducir las leyes del proceso, sino ta¡nbién 1:or-que la mutación genética en tanto que fenónteno crcaclorsigue siendo misteriosa. Sin embargo todo parece indicat'nosquc tal dialéctica ha desempeñado uua impot'tante fttuciÓn y,si bien la evolución <naturab del cerebro del homíniclo haproducido y desarrollado la cültura, acto seguiclo ha siclo lapropia evoiución cultural quien ha ernpujado o estimulado nlhomínido para que desarrollara su cerebro, es ctecir, se tral'ls'formara en hombre. De este modo eI cerebro ha ¡rasado clc los500 cmr (antropoicle) a los 600 y 800 cnrl (primelos ho¡nínidos),en una etapa poster ior a los 1.100 cml ( /rort lo erecl t ts), pirraacabar alcanzando los 1.500 cm3 (/loltlo snpietts ttaanclcrtlta'lensfs y homo sapíens sapierts).

AsÍ pues, el proceso de cerebralización es ontogcndtico (csdecir, un proceso en que la complejificación socic-¡cr:lturalestimula el pleno empleo cie las aptituclcs,cerebrnlcs) y filo-genético (es decir, actúa por medio de mt¡táciones que proclu'cirán nuevas aptitudes las cuales, a ¡ro tarclar, set'átl explota'das por Ia complcjificación socioculturral).

En otros términos: si bien ei desarrollo dc la palcocttlturirejerce una presión enorme en favot cle Ia cercbralización (on'togenética 1' fi logenética), la cerebralización aporta pol. suparte una prima de desarrollo a la com¡rlejiclacl socioctrltttrnl'

Los progresos cle Ia cerebraliznciórl sotr itrse¡rrrablcs clclos de Ia juveniliz.ació¡r. l-a jr.n'eniliznción colt'espotrdc n Ltl' lt\d isminución or l togcDética, es decir , a la ¡rrolongación clc lcrsperíodos biológicos de infancia 1' adolr . :sccncin, c i t rc l t lso po'

97

Page 19: E.morin Paradigma Perdido

.El prrrcrligrl d p¿rdldo

clríl aIirnrarsc qr¡e ¿l uno falta de conclusión ontogenética, esclt:cir, l¿r srrstittrción cle los rasgos juveniles por los caracteresrutlulto.s. Ll plolcrngación cle la infancia permite la prosecuciónclcl clcslrrrollo orgnnizntir,o del cerebro en estrecha y comple-mcntilri¡r rcllcit5n con Jos estínwlos procedentes dei mundocs,tcr ior ¡ ' l i rs inci tnci ,cncs cul turales, pucs la lent i tud del des-rrrollo ontogenitico favorece .el aprendizaje, el desarrolloi¡rtelcctual, ll transmisión cultu¡al y una asimilación de lol¡rrcnclirlo (Dobzhansky, 1966, p. 229). El proceso que lleva atniño sapiurrs r lprender cl lenguaje tiene lugar a lo largo deun ¡:crÍocto cle plasticidad cultural que se acaba a Ios 7 años,hecho que nos indica que la complejidad sociocultural tienenecesirlrtl rtrsoluta de u¡la infancia prolongacla. Por su parte,i,sta ¡:eluritc cl nn'aigo en la futura vida adulta, no sólo de lapriruere nuclceción fautiliar (relaciones entre hermanos, re-lrcioncs tnaclrcJújcrs), sino tnmbién del universo afectivo delniño que, llcvadcr sotrre nLte\¡os compañeros, tomará las for-n¡rs cle lu:istad, afecto o amor.

Vernos, pues, que la prolongación de la infancia se hallavinculada a I¡r sociedad de forma multidimensional al perrnitir qr.re se integrcn er1 el ccrebro estructuras socioculturalesfulrclarnentnles y que éstas admitan en su seno las estructu-r¡s funclnmentr les del cercbro a través del s imultáneo desa-l ' rol lo intclcctual y a[ect ivo del individuo.

La prolongacióu cle la infancia favorece la compiejidad social y se vc favorecida por ésta. La madre, que lleva a caborrnl inrliviclrrsliz.¿rció¡r clc sr.ts lrijos cacla vez mis acusacla,c¡uicrc (quc sigal l s icuclo niñosu el nrtyor t iempo posible, y eIprolongi ' rc lo urnntert imiento <tc una al imcntación intant i l y derunrr cnvol (urrr 1'll lccntaria clc protccción y de mimos retardanpsicoló¡¡iclrntellte, y c¡uizil a nivcl endocrino, el desarrollo on-togcr lót ico.

As{ pucs, dc forma a t tn nl ismo t iempo di fusa y concreta,¡ncclintir e inmcdiatit, la complejidad sociocultural presionacn favor de toda nrutnción genética que tienda a retardar elclcsarrollo ontogcnótico del niño (que en el snpiens necesitarátrcce años ¡rara llegar a su culminación). Del mismo modoqr-rc toclo progrcso cn la cerebrllización se traduce por unaprolongución de la infancia, es probable que toda mutacióngcnética que nctúc a favor cle una disminución del ritmo de

98

La lrotní¡tizacíó¡t

crecimiento, es clecir , c lue prolonga el períoclo infant i l , seatambién una mutación-cerebralizante que facilite el crecimien-to en tamaño del cerebr.o. En efecto, cuanto mayor es cl vo-lumen del cerebro adulto, tanto n' lás crece, no ,-ólo cual i tat i -vamente, s ino también cuant i tat i 'amente, c lespuis del naci-miento del indivic luo. El cercbro cler chinrpancé reción nacictot iene ya el70 Vo del volumen de su diménsión aclul ta. micn-tras que en el caso del scpierrs ¡eción nacicro sóro alcanza

togenét ico t icnde a mantener rasgos' i ' fant i lcs o juvcni les enel adulto, incluso a dejz1r el procedo inacabaclo en algunoscasos. Este rejuveuecirrtiento qrrc cla al aclulto cicrtos óarac-

y progreso de apt i tudes genéric.as y de cual ic lncles pol iaclap.tat ivas. Desde el punto de vista corporal el hombre no es másque un feto de primate clue ha llegado a la madurez sexual(Bolk, 1960, p. 5) y ucon sus miembros pencláct i les, sur com.pleta dentición, sr.rs molares cuaclritr¡berculaclos y su aparatodigest ivo no especial izado, se nos muestra en ciertos aspectoscomo trn t ipo pr imit ivo dotado cle caractcres genernl izaclosque responde a una const i tución mucl io más simple que la c1ela mayor parte de los mamífcros. Unicamente ha evolucionaclode un moclo considerable su cercbro v sl l p lacenta" (Vanclcl ,1968, p.232). Qrré duda cabe que este proceso ya se hai laba enmarcha entre los antropoicles, pero su avance y dcsarrol lonecesitan de la presión sociocnltnral inherente a la hominiza.ción.

El estado i r rcoml: letc quc entraña la hominización sc nosmuest la, no t : rnto en lo refercnte a los caracteres anatómicoso f is iológicos secunclar ios, s ino en lo que respecta a la poten-cial idad vir tual del cerebro. El adulto está ccrcbralnrcnte

99

Page 20: E.morin Paradigma Perdido

EI paradignn perdido

inconcluso en el sentido de que el cerebro puede continuaraprendiendo, adaptarse a nuevas situacionesf adoptar nuevasestrategias o nuevas técnicas una vez ya ha tranlcurrido.suinfancia y jnventud. La juveni l ización-de la especie es unajuveni l ización cerebral o, ' lo Que es lo mismo, ia potenciar i-dad- de una

-inteligencia y una sensibilidad ju'en-iles en eradulto o, incluso, en el viejo.

_ ciertamente el carácúer juvenil sigue siendo propio de rosadolescentes, pero sus rasgos no se hallan estriclamente con-finados a una clase adolescente: en una primera época, el

el universo infantil para, enemintegrado en el universo dedurante un primer estadjo la

'olongar la infancia para, pocouniverso adulto en el marco

del cárácter juvenil (aprendizaje de la técnica, de Ia caza y deIas reglas sociales), a la vez que impregnar a aguél .on- rrrcprincipales rasgos. ya hemos áictro en p7ginas

"nierio.á, qu"

los jóvenes aportan su incrinación por ét ¡-uego, su afectivid'ady su curiosidad omnívora como principál'bagaje cultural alhacer su entrada en Ia crase de loi adulios, v quá tales rasgospuedcn scr integrados colectivamente (danzás, fiestas, j"ue-gos) o sobrevivir en determinados indiüduos, con lo q,rÉ ,"consigue que el hombre maduro se mantenga joven

"n ,rn

c-ierto sentido, no fisiológicanente, sino de eípiritu. e párti.de aquí hablar de la clase de los adultos será impropio, pu.,nos estan'ros enfrentando a una clase masculina di ióvJnes,de hombres maduros y de

'iejos en ra gue todos se Lonside-

rarán jór'cnes con respecto a 1os que sibnrr, aquellos q;t;"verdad han capitalizado la curtura y que ante iituacioñes in-ciertas o ambiguas son mucho más éapaces de rerremora¡ vie-jas soluciones ya experimentadas anteriormente qrr" á. i*"-ginar otras nuevas.

Finalmente, indiquemos aquí una consecuencia juveniliza-dora que, afectando ar prano de Ia individuaridad nü.á"u, ,.con'ertirá en capital para sapietrs. Hen:os indicado anterior-mcntc quc la juveni l ización también trae consigo ia persisten-cia de una afectividad infantil, primero entre los adolescentes,1r iuego entre los adultos. conro resultaclo, se irá desarrollancloentre los indi ' iduos una emotiv idad y una sensibi l idad cada

100

La lnrníni7aciÍn

vez más grandes, una creciente aptitud para sufiir, para sen-tirse invadido por fobias, repulsiones, aversiones que conduci-rán hasta el odio y, finalmente, una gran capacidad paraamar, fuente de amistades, de arrebatos, de adoración, dedevoción, de piedad.

Así pues, Ia juvetzili¿ación es url praceso a Ia vct genctaly ntúItiple, estreclzamente asocíado a Ia cclebrali¿ación en to-dos'y cada uno de s¿¿s aspectos, que af ecta a la naturale¿agenética. de La especie, Ia naturaleza socíal de Ia cu[tttra y lanaturaleza afectiva e httelectual del individuo, asegurandounas mejores condiciones de autorrepioducción 1' autoclcs-arrollo socioculturales facilitando el desenvolvimicnto a nivclindividual, afectivo, intelectual y de invención, dcsde la cunahasta, en álgunos casos, la misma senectud.

La naturaleza culturat dcl hontbre

Una vez se tiene en cuenta que los progresos sociocultura-les de los homínidos favorecen Ia cerebralización y la juveni.lización, que éstas favorecen la complejificación sociocultt¡raly que existe un circuito selectivo interrelacionado que impul-sa el desarrollo de la complejidad a todos los nivclcs, ya scaen lo que afecta a la especie como en Io concernicntc al indi-viduo, Ia cultura o Ia sociedad, queda claro el yítzculo reclpro-co que e.tisf¿ entre los tres procesos de irnrenilf-trción, ccre-bralización y culturalizacíón.

social crer'ientc

El progreso de la juvenilización trae consigo la rcgresiónde los comportamientos estereotipados (instint ivos) que es-taban programados de fornra innata, rlna extl'cm.I Bperttlrafrente i t me¿io ambiente (natural y social) y ln ndclrr isiciónde una gran plasticictad y ct isponibi l icl¡d. I l l pt 'ogrt:so cltr ln

l0 l

Page 21: E.morin Paradigma Perdido

.El pnlrrrl igrrtn ¡rcrt{iclo

cctcbrnl ización sc corresponde con el desarrol lo de las posi-biliclaclcs asociatirras clel cerebro, con la constitución de es-trrrctrrms orgirnizativxs o cdltdcídades, no solamente lingüis-ticas (Chonrsk5'), siiro también operativamente lógicas, heuris-ticas c irtventir,¡s. El progreso de Ja culturalización comportala mrrlti¡rlicación cle lns informaciones, de los conocirnientosJ' clcl slbcr socinl, así como un notable incremento de lasrr'glas de ot'gnnización y de los modelos de conducta o, loquc cs lo rrrisrno, el establecimiento de'una programaciónpropiarnente sociocultrrral .

La atltura se i¡rs¿rfa cotnplenrcntaríantente en Ia regresíónrfc Ins irrsfintos (progranas genétícos) y Ia progresíút d€ lasctt¡tttcittadcs orgarri¡aliuas, reforzada sínuútdneatnentc por¿lic-'/ra-s rct.r¡rcsicín ( juvatilizante) y progresión ( cerebrali¿an-f t :J, l rdce.srr r ia ¡ tnra r¿n¿ 1' para otra. La. at l tura const i tuye tutKtepe-rü:o, '11¿¡ 'n, Lut. capital orgalrdgnt ivo, tuta ntatr iz c le i l t lor-nraciorr, apto para al í tnetúar las capacidades cercbt 'ales, or ierrf(1,' ld.\ cslrafcgitrs /¡c¿¿¡'ísfrcos )t progranlrar lcts contllorlutti¿¡t-tos .socirrles

Nos cnlrent$mos, pues, con c' l nspccto biosociocultural deh hon'r inización: I i rs cstructr trns de orgnnización cognoscit i -vns, i ingi i íst icas y pr i lct icas ql te emergen n trnvés de los nue'Vos clcsalrol los dcl ccrebrcl , son cstnlct t l rns innxtns qt lc reem'plazan los ¡rrogr irnr ls cstct 'cot i ¡r : r t los o inst i l t tos. En lo suce-sivo qtrcdr lr tn i rrscl ' i t l ts ert ln l terencia genét icn, micntras qt lerun grnn rrúr¡rrcro clc cottr¡ tort : t l r lentos cstercot ip:rdos desapa'rcccrr l t t , ¡ . rct 'o t l ic ' / t , t .s d. t f , ' r t ( . ' f t l t 'as dc orgnrt i¿ncidn sóIo adqui-r i rrht t t t t ( : (¿r ' ( l ( ' t ( j , 'o/ , r ' , ' r t f i l , r , a pnrl l r dá l t edtrcncidlr socioctr l '/ ru 'r¿l 1r ( . ' l rur nt t t l i t t , t r )r in l cott tplel i l icai l t t por Ia cul t t ta.

Sc rcr i t tulvrt r"( t t l c l lo t t t t t t t le lnt ¡ lnrndrl jn! i qLle tan cstér i l '¡ lcnlc o¡rrrr fu l ; r , ; te: , ¡ l r . t : t lv l r I r t ¡ r ' io¡ ter r lc l t l iunato y lo act-

r l r r i r i r l r l r : r t t ' l l t r ¡ t t t l ) t ' r , . l )e l t t ' t ' l t r l , l r l t ¡ t te le elnbOra a lo largo

r i , , l ¡ r , , r f t r r l r r r lc l r l r r r l r r l r i te lÓtt ns l r t n¡r t i l r r r l Innat l pat 'a aclqui '

l 'n ' \ ; r , l r l i , , ¡ ru: i f i t ,o t ' t t l t t l l t l l r ¡ r te ¡ ter t t t i tc inte grnr lo aclquir ido'

11lr l r r r r i l , , r r l , ¡ ( t / r / í l ru l t t i l l t t ta l pnrn fu cul l t ta y Ia apt i tud

t ' t t l l t t t r t l ¡ t ' ¡ ¡ r l r lÉrr , , t ¡ l l l t r ln tn l t t ta letn l t t t t t tat tn '

N,, ¡ , i , ,1r,¡ l ( !5, I )¡( :s, ( .5(:¡ l l r r¡ a ln ic le¿r clc utt i t t :c l tn1: letnen-

l r r r i r l ; r r l ¡ r i ¡ t t l t t l C¡ l t l t l l l \ ; r r lqtr ts ic ió¡ t te ta lCS npt i t l , I ( lcs na'

trrr .ulr :$ ( l rrs cirplrc i t l l t t l t ls ( l l ' t l i . \ t l iz¿l t iv i lS lnl tntAs) ¡ ' l i t cxistencia

clr : lu r- l r l t r r l l . r . I ln e.[c. ,- 'k l , n plr t i r cte t tn ciertO cstacl io lA COm-

I0¿

I -a innt i t t iat tc iót t

ntente opttesta durante tanto t íentpo.Disociando evolución biológica v e 'o lución cul t r - r ra l conro

si de dos cauces dist intos se tratara, se nos haccn inconrprcn.sibles, no sólo los pr imeros pasos clel proccso clc honriniza-ción, sírro tantbién la culminación cIcI rnístno.

Su asociación fáct ica nos muestra, c le rrna partc, qr-re clro1 de la evolución biológica en el proceso socia. l y cn ia ela.boración cul tura. l es mucho mírs ampl io cle lo qlre i rLrnca l legóa pensarse y, por otra, que Ia funcíótt c le Ia cul t t t ra, i t tsospe.chada at in en época nuty recicnte, es capitnl para íntptdsarIa evolución biológica que l leva &asfa sapiens,

Cuando hace, quizá, c ien mi l años aparece lnnto sapícustrcatrclerthalensís la integración es Lrn hecho: c[ hontbre esurt scr cul tural por natu.raleia porqttc es un scr nat*ral porcultura.

Ir03