Emprendedor Exitoso y Feliz II
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FELIZ Y EXITOSO, PARA SIEMPRE
Parte II
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Captulo 10.- Adentrese en la Aventura!
Naturalmente, podria resultar extrao que no se hiciera cita a la "Filosofia Samurai" que tanta fama he generado con su creacion Cierto?
Durante todos estos aos, he visto como ciertas "Entregas Samurai" hacian
retornar la Felicidad a la vida de Millones de Personas, una y otra vez. Por lo que he creido, ya no bueno, sino Imprescindible, el incluir aqui tambien las
partes que Mas Felicidad le pueden Traer a su Vida, pues Acaso no es ese el objetivo de esta Obra?
Solo tenga en cuenta, que de la bella historia del Joven Khan en el "Manual Samurai", solo he incluido aqui aquellas partes que son mas Beneficiosas
para Usted, pues se que la simple amena lectura de estas "Entregas Samurai" le daran mucho que pensar, y le traeran Felicidad a su vida.
"El Inicio" Le ayudara a ver su Vida como una Aventura Digna de ser Vivida,
le ayudara a saber Enfrentarse a sus Miedos para Tomar Valor, y disfrutar de
la Experiencia.
"La Primera Leccion" Le enseara el secreto del exito en la vida.
"Goletas Samurai" Le mostara que en la vida, no hay que rendirse despues de tener un simple reves, sino que hay que intentarlo una y otra vez, sin
parar, hasta conseguir el exito. Porque en verdad que la Persistencia, es el
Verdadero Camino del Exito.
"El Increible Golpe del Samurai" Le dara una sorpresa al ensearle cual es el "Golpe Magico" que le traera el Exito y la Felicidad a su vida, y le enseara a
Organizar sus Metas y Objetivos, de tal forma que le sean mas Faciles de Alcanzar, y que Disfrute Mas con el Proceso.
"El Sembrador" Le hara llorar, tal y como le ha hecho llorar a Millones de Personas, pero con cada una de esas lagrimas se ira un lastre de su pasado,
y se encontrara que la finalizar su lectura, se encontrar Usted con Mas Energia y sera Mas Feliz, pues habra quemado todas las zarzas que le hacian
dao en su espiritu. Quizas quiera acudir en el futuro, con frecuencia, a releer esta entrega, para quemar las cargas y las penas que la vida le pueda
traer, tenga por seguro que "El Sembrador" le hara "Renacer", literamente.
"La Entrenadora" Le permitira ser Feliz, y liberarse de esas Ansiedades inutiles. (Seguramente se habra fijado Usted que "El Sembrador", le ayuda a
descentrarse del pasado, para centrarle en el Presente. Y que "La
Entrenadora", le ayuda a descentrarse del Futuro, para centrarle en el Presente. Pues como Usted ya sabe, el unico momento en el que Usted puede
ser Feliz es en el "Ahora", en el Constante y Continuo Ahora. Asi entre ambas le ayudaran a ser Mas Feliz, para Siempre.)
"El Viejo Sabio" Le mostrara, con su Sabiduria, la propia Naturaleza humana,
el porque unas personas escogen ser Felices, y otras... ser Infelices. Y le
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ayudara a saber Como puede Usted escoger siempre, la mejor Opcion para
Usted (Ser Feliz, claro!)
Finalmente, "La Trilogia de Rosana", consistente en "El Mercader", "El Cocinero" y "Chang el Samurai Obscuro" Le ayudaran a Elevar su Energia, su
Felicidad, a la par que le ensean secretos que encontrara Sorprendentes y Enriquecedores... o quizas solo le entretenga! Quien sabe? En este ultimo
caso permitame retarle para que sea Usted quien descubra que es lo que se puede aprender y aplicar en su propia vida De acuerdo?
En todos los casos, estas entregas del "Manual Samurai" nos ayudaran a
cumplir nuestro Objetivo, alcanzar su Felicidad, para Siempre, a la par que le llenaran de Energia, le Inspiraran y... bueno Por que no empezamos a
comprobarlo por Usted Mismo?
Lea Usted Atentamente! Que yo, para variar, matendre mi Boca cerrada
durante un tiempo ^_^
EL INICIO
Hoy era un da feliz para Kan, hoy cumpla 12 aos y su padre haba
prometido concederle el mayor de los tesoros. Una espada de Samurai. Naturalmente no sera una espada de doble diamante como la de su padre,
sera una sencilla espada katana. Lo dems habra de ganrselo por si mismo. Era un inmenso honor el que le haca su padre. A partir de ahora
dejaba de ser un nio para convertirse en todo un aprendiz de Samurai. Un brillante futuro se presentaba por delante si estaba dispuesto a aprender y a
trabajar. Y Kan lo estaba desde lo ms profundo de su corazn.
Su padre Kazo estaba frente a l, solemne e imponente como era natural en
su persona. El anciano Samurai aparentaba mucha menos edad de la que realmente tena, slo su larga cabellera blanca y unos ojos llenos de
sabidura revelaban su verdadera edad. Su armadura de General Samurai reflejaba los dorados rayos del sol como si fuera de oro mientras
que los dobles diamantes engastados en la empuadura de su propia espada katana, formaban un doble arco iris enlazado en su base. Kazo haba luchado
mil batallas y formado a cientos de Samurais, y por fin hoy iba a instruir a su propio hijo. Un acontecimiento que llevaba esperando desde haca doce
aos. En sus manos sostena la futura katana de su hijo, un arma poderosa que deba usarse con sabidura. Kan deba entender que lo ms importante
de un Samurai no era su arma, sino su sabidura y su honor.
La cara de Kan resplandeciente de honor y gozo al recibir su espada, llen el
corazn de su padre de un orgullo como nunca antes haba sentido. Ahora ya era oficial, el joven aprendiz haba superado todas las sutiles trampas que se
le haban tendido y por sus propios mritos se haba convertido en uno ms del clan.
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Esa misma noche, despus de las celebraciones y las risas, padre e hijo se
sentaron juntos alrededor de la hoguera. La noche era clida y en el cielo lucan las estrellas como lucirnagas en un estanque, la Luna llena brillaba
con fuerza, como si quisiera arropar al joven Samurai con sus rayos de luz. - Hijo mo - La voz de Kazo era grave, relajante y penetrante como las
caricias de una madre - Hoy has dado un paso muy importante en tu vida. Has dejado de ser una persona normal, has dejado el bosque para
introducirte en el camino de la vida por el sendero del Samurai. Has superado la trampa invisible que tienden los fantasmas del miedo y del
fracaso. Nunca luches contra los fantasmas del miedo, ellos harn que todos los problemas parezcan agolparse para vencerte y doblegarte, cuando estos
fantasmas te ataquen, no te defiendas, sigue adelante enfrentndote a los problemas uno a uno. Ese es el nico secreto del xito hijo mo.
- S padre, estas semanas las dudas recorran mi mente - Kan miraba a la Luna en busca de fuerzas para expresar lo que haba sentido - no saba si
sera capaz de llegar al final, tena miedo de entrar en la senda del Samurai por miedo al fracaso, por miedo a decepcionarte, por miedo a que se rieran
de m los dems mientras no domine todas las tcnicas como lo hace un Samurai de verdad. Era un dolor intenso - dijo mientras su mano se posaba
en su estmago - como si me clavaran afiladas agujas en el estmago. Pero me di cuenta que si no empezaba, habra fracasado an antes de intentarlo. -
Sus ojos se clavaron en los de su padre - No s si llegar algn da a ser un Samurai tan bueno y poderoso como t padre, pero ten por seguro que lo
intentar hasta con el ltimo vestigio de mi alma, nunca me rendir al camino. Siempre seguir adelante.
Kazo no podra estar ms orgulloso. Su hijo posea una fuerza que le
conducira all donde l quisiera. Porque nadie mejor que el viejo Samurai saba que el mayor secreto para conseguir en la vida lo que se desea es el no
rendirse jams. A su tierna edad ya conoca ese secreto, sin duda llegara muy lejos, mucho ms lejos que su padre el General de Generales.
- Hijo, ahora eres parte de los Samurais y por lo tanto has de regirte como tal - El viejo Samurai cogi un grueso leo y se lo pas a su hijo. - Parte este
leo hijo mo, s que puedes hacerlo.
- Pero padre, este leo es muy grueso, - dijo el joven abatido - y yo slo tengo doce aos, an no soy un hombre maduro. No tengo la fuerza
suficiente.
- Claro que tienes la fuerza hijo, pero tu fuerza no est en tus msculos -
sentenci a la vez que rodeaba con su grande y clida mano el estrecho brazo de su hijo - sino en tu cabeza, es en tu inteligencia y en tu fuerza de
voluntad donde posees la energa suficiente para realizar todo aquello que desees. Si piensas que no eres capaz de hacerlo... seguramente nunca sers
capaz. Sin embargo, si ests convencido de que es posible, y desde el fondo de tu corazn brilla la verde llama de la esperanza y la fe en ti mismo.
Podrs hacer lo que desees, slo habrs de buscar el medio.
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- Pero padre... - Kan quera creer a su padre, era un Samurai y los Samurais
nunca mienten. Entonces deba existir una forma... pero cul - Ya s! Ahora yo tambin soy un Samurai, puedo hacer lo imposible!
Y desenfundando por primera vez su espada katana lanz con todas sus
fuerzas un terrible golpe contra el tronco... consiguiendo que la katana se incrustara fuertemente dentro del tronco. Kan intent sacarla de un tirn,
pero sus esfuerzos eran intiles. Estaba demasiado fuertemente enganchada. Se estaba poniendo muy nervioso, y si no fuera porque la clida
mano de su padre le calm, como tantas veces haba hecho de pequeo, se habra echado a llorar.
- Tu intento ha sido digno de elogio Kan, pero has de aprender antes de hacer. - El viejo Samurai tom entre sus manos la espada de su hijo y con un
giro rpido de mueca extrajo la espada del tronco. - Has de fijarte pequeos objetivos, fciles de cumplir con tus capacidades, para conseguir lo que
deseas. - Dicho esto devolvi la espada a su hijo. - Primero intenta crear una zanja en el tronco, no de un golpe directo, sino de dos curvos que te ayuden
a debilitar la rama.
Kan lanz un tajo curvo y cortante que hizo saltar unas astillas del tronco, a
continuacin lanz otro en direccin opuesta que hizo que casi la mitad del tronco se dispersara por el suelo. Animado repiti la operacin y unos
instantes despus el grueso tronco reposaba en el suelo, partido en dos pedazos y un montn de astillas.
- Tienes razn padre! El tronco entero era demasiado para m, pero poco a
poco he logrado debilitarlo y al final yo he vencido. Si hubiera pensado que no poda, nunca lo hubiera intentado. Pero decid que era capaz, que deba
de existir una manera de cortarlo, y la encontr! - Siempre existe una manera - La voz del viejo Samurai penetr en los odos
de su hijo grabando estas palabras a fuego - siempre existe una manera de lograr lo que deseamos.
- Y para ello debemos hacer lo que sea padre - Pregunt inocentemente Kan.
Kazo se alarm, no quera que su hijo le interpretara mal, siempre haba que
regirse por el honor y la generosidad, pero una vez que vio la inocente mirada de su hijo, la calma se apoder otra vez de su corazn.
- Hijo, puedes conseguir todo lo que desees en la vida slo con que ayudes a otras personas a conseguir lo que ellas desean.
- No entiendo padre.
- T sabes que el granjero siempre recoge ms de lo que siembra No es as? - Kazo saba que su hijo haba ayudado a sembrar a sus vecinos y se haba
quedado maravillado al ver como crecan las plantas da a da y como de un puado de semillas surgan, con el tiempo, cientos de sabrosos frutos - Pues
igual que el granjero siempre recoge ms que lo que siembra, tu debes saber
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que no ests slo y has de ayudar todo lo que puedas a tu equipo, si lo haces
as despus recogers la cosecha ms fructfera que nunca hayas soado.
Kan qued pensativo, todava era muy joven para entender todas las palabras de su padre, pero l saba que su padre siempre haba sido
generoso y gracias a ello haba llegado a ser un general de generales, por eso decidi firmemente que l hara lo mismo.
- Padre, tengo una duda que me atormenta - Se sincer Kan - antes no te la quise decir porque hoy es un da de dicha. Pero no concuerda con lo que me
acabas de decir. - Si hijo?
- Ayer cont a mis amigos del pueblo que me iba a convertir en Samurai, que aprendera los secretos de nuestro arte y que me convertira en el tipo de
guerrero ms poderoso que existe - los ojos de Kan se clavaron en el crujiente fuego - y los otros nios se rieron de m, me dijeron que era un
blandengue, que todo eran mentiras y que tuviera cuidado porque lo ms seguro es que me dieran una paliza los verdaderos Samurais por mentiroso,
y que luego me echaran a la hoguera. He de ser generoso tambin con esos nios padre?
- Hijo... - Una sonrisa de comprensin surcaba los labios del viejo Samurai, a l le haba pasado lo mismo en su juventud y saba que las mismas personas
que hoy criticaban y ridiculizaban a su hijo, maana seran sus ms
fervientes admiradores por su valenta y coraje - Hay una forma muy fcil de evitar las crticas...
-Cul es padre? - Pregunt entusiasmado Kan - ... simplemente no seas nada y no hagas nada, consigue un trabajo de
barrendero y mata tu ambicin. Es un remedio que nunca falla. - Pero Padre! Eso no es lo que yo quiero, yo quiero ser fuerte y poderoso
como t, tengo aspiraciones y sueos que quiero cumplir en la vida. Y slo tengo esta vida para hacer esos sueos realidad Cmo me pides que haga
eso? - Entonces Kan, ten mucho cuidado con los ladrones de sueos - dijo Kazo
misterioso - Los ladrones de sueos? - El nio Samurai mir temeroso a su alrededor -
Qu son? Demonios de la noche? Duendes malignos? Seres tenebrosos? - No hijo, son tus amigos y las personas cercanas a ti - Los ojos de su hijo lo
miraban con una expresin triste, como si le acabara de caer el mundo
encima - No te preocupes, slo son amigos tuyos, mal informados que quieren protegerte, quieren todo el bien para ti y que no sufras, por eso
intentarn detenerte en todos los proyectos que hagas, para evitar que fracases y te hagas dao.
- Pero entonces son como los fantasmas del miedo y del fracaso, quieren mi bien y sin embargo me infringen el mayor dao que puede existir: robarme
mis sueos, mis ambiciones y por tanto las ms poderosas armas que tengo para alcanzar lo que yo quiero. Si nunca lo intento... nunca lo conseguir. Es
cierto que si lo intento puedo fracasar, sin embargo tambin puedo tener xito y conseguir lo que yo quiero!
- Eso es hijo y adems, sin quererlo, acabas de descubrir tus tres armas ms poderosas.
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- Cules! dmelo - su ilusin ante la perspectiva de tener ms armas era
enorme. - La primera el Entusiasmo, si crees en lo que haces y de verdad te gusta
podrs conseguirlo todo y debes creerlo con todos los vestigios de tu ser.
Kan asinti con la cabeza temeroso de interrumpir a su padre. - La segunda El Empuje! Has de aprender y trabajar, aprender y trabajar y
despus... ensear, aprender y trabajar. Slo con el trabajo conseguirs tus objetivos. Si pretendes aprovecharte de la gente slo encontrars el fracaso,
sin embargo, si trabajas con honor, en equipo y siempre intentas superarte... no habr nada que pueda pararte.
Kan pos la mano en su corazn y se prometi a si mismo, en absoluto silencio que siempre trabajara con honor y que nadie le parara.
- Y tercera la Constancia - los ojos de Kan preguntaban a su padre que era la
constancia, acaso no era lo mismo que el empuje - La Constancia hijo mo, es la capacidad de aguantar en los tiempos duros y seguir trabajando para que
vengan los tiempos buenos, la constancia es el Arte de Continuar Siempre!
T ahora acabas de empezar y maana empezars a practicar con los Samurais. Al principio, despus de cada entrenamiento, te dolern los
msculos y estars cansado, tendrs ganas de abandonarlo todo porque pensars que esto es demasiado duro para ti. Pero si eres Constante y
continas aprendiendo y practicando, poco a poco tu cuerpo se ir adaptando y desarrollando, as como tu mente. Y vers como cada vez las
cosas te resultarn ms fciles y obtendrs ms resultados y ms fcilmente. Los comienzos son siempre duros hijo, y slo si eres Constante tendrs el
xito asegurado.
Kazo vio como su joven hijo asenta medio dormido. Ya era tarde y hoy haba
aprendido ms que en toda su vida. EL viejo Samurai cogi a su joven hijo y ahora aprendiz de su arte en sus brazos levantndolo, a pesar de su
avanzada edad, como si de una pluma se tratara. Su hijo le susurr algo al odo como "gracias papa!" antes de quedarse dormido. El general de
generales se pregunt si realmente su hijo seguira al pie de la letra todos los consejos que hoy haba aprendido. Saba que si as lo haca llegara aun
ms alto de lo que l, general de generales, haba logrado.
Captulo 12.- Goletas Samurai
Kan escrut entre los rboles. Su padre Kazo estaba a menos de dos pasos.
Un solo salto y estara encima de l. Aunque Kan no era ms que un chiquillo, la sorpresa sera una gran ventaja.
Era la hora de la siesta y su padre, el viejo Samurai, dorma plcidamente confiado. Su abdomen suba y bajaba lentamente. Esta vez ganara el joven
aprendiz de Samurai. En ese momento una mano se pos en el hombro de Kan. Era la seal de que
haba perdido la partida. Pero... No poda ser! Su padre dorma! Qu era lo que pasaba?
El inexperto Samurai mir a su espalda y vio a Aki, uno de los Siete Samurais
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de su padre.
- Eso no vale - replic Kan con su orgullo herido - es contra mi padre contra quien juego, t no tienes nada que ver. - haba estado tan cerca de ganar... y
sin embargo su padre haba vuelto a ganarle. Y esta vez estando dormido! Un estallido de clera se apoder de su joven cuerpo de doce aos y corri
adentrndose en el bosque mientras su espada katana replicaba contra su armadura.
- Ah! ests aqu hijo mo - susurr Kazo al odo de su hijo - Mi fiel Aki me ha
contado lo ocurrido. Kan senta la suave y clida mano de su padre en el hombro mientras la
grave y penetrante voz de su padre calaba en sus pensamientos.
- S padre, siento haber huido, pero perd! y eso me indign! - Querido Kan, otras veces has perdido y nunca antes te habas alterado de
esta manera. Por qu este enfado tan impropio de ti? - Las palabras de Kazo eran tranquilizadoras mientras se sentaba en una frgil rama al lado de su
hijo. - La cuestin Padre es que estabas dormido, y aun as me ganaste. Al
principio no quise reconocerlo. Pero la verdad es que da lo mismo que fuera tu mano o la de Aki la que me tocara. A efectos perd igual. Y eso me corroe.
- Los ojos de la joven promesa Samurai irradiaban un pesar que cal en el corazn de su padre.
- Hijo mo. Y qu has aprendido de este percance? Los ojos de Kan se clavaron interrogantes en su padre. Aprender? Haba
algo que aprender... s haba algo, pero todava le resultaba muy lejano, poda sentirlo pero no saba exactamente lo que era.
- Ah! Mi querido Kan, te queda tanto por aprender... y prometes tanto - Los
ojos del viejo Samurai reflejaban un orgullo imposible de esconder, haba visto que el pequeo Samurai empezaba a ver la luz y decidi ayudarlo - Te
contar una historia que te sacar de dudas:
"""Existieron una vez, en unas tierras muy lejanas al, Oeste, ms all de las fronteras de Nuestro Imperio, dos pescadores de Ostras llamados Stauros y
Giorgos. Stauros tena mucho xito, pero Giorgos no poda cas mantener a su familia.
Un da Stauros se ofreci a bucear con Giorgos para ayudarle.
Fueron los dos juntos a la playa y Giorgos buce hasta el fondo de un mar de
aguas cristalinas y suaves. En el fondo encontr una gran ostra grande y fuerte, con unos brillos llamativos y pens "esta ostra me har rico!", as que
cogi con su cuchillo esa nica ostra y se la llev a la superficie con mucha calma y cuidado. Apenas pudo llegar a la playa y sentarse sobre su blanca y
fina arena cuando sac su cuchillo y empez a abrir la ostra para recoger su perla.
Stauros, extraado de que su amigo saliera tan pronto del agua sali tambin del agua y mirndolo extraado le pregunt "Por qu has salido
tan pronto?" y al ver la ostra en las manos de Giorgos le dijo "Has desperdiciado toda esa energa para coger slo una ostra!"
"S lo que hago" le contest Giorgos "tengo un presentimiento con esta ostra. Tiene algo especial"
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Stauros observ en silencio mientras Giorgos abra la ostra Dios mo!, no
haba perla en la ostra! Giorgos cerr la ostra con cuidado y comenz a acunarla entre sus clidas manos...
"Qu haces ahora?" pregunt Stauros
"Creo en la ostra" respondi obstinadamente Giorgos "Si la cuido y la mantengo caliente, quizs acabe haciendo una perla para m, por gratitud"
Negando con la cabeza ante la obstinada actitud de Giorgos, Stauros se march a sumergirse en las clidas aguas del mar. Se estaba haciendo tarde
y necesitaba trabajar. As mientras Giorgos cuidaba su ostra especial mecindola entre sus brazos, Stauros buce solo y meti 100 ostras en su
cubo, despus subi a la playa y fue abrindolas una a una. Cada ostra que no tena perla la devolva al agua.
A la cada del Sol Giorgos continuaba meciendo su ostra vaca.
"Ha habido suerte?" pregunt Giorgos "S" contest flamante Stauros "He tenido que devolver al mar a noventa y
tres ostras. Sin embargo siete tenan una perla dentro. Esta noche llevar a
mi mujer a la taberna para celebrarlo!" "Stauros. Siempre tienes suerte!" Suspir resignado Giorgos acunando
entre sus brazos su ostra vaca."""
Cuando ces la suave voz del viejo Samurai, en la imaginacin de Kan todava vivan los dos pescadores de ostras. Kazo guard silencio esperando
que la sabidura impresa en la vieja historia de los pescadores de ostras se asentara en el cerebro de su joven hijo.
- Padre, creo que entiendo la historia - dijo por fin Kan - pero no acabo de ver que relacin tiene con que me ganaras.
- Expresa tus pensamientos en voz alta hijo, as podr ayudarte.
- El fallo de Giorgos era confiar su fortuna a una sola ostra, en vez de buscar entre muchas como haca su compaero. Stauros recoga muchas ostras, y
slo se quedaba con las que tenan perlas. Del resto se deshaca. Por eso era mas afortunado que Giorgos No es as padre?
- No hijo - corrigi el viejo Samurai - Stauros no era ms afortunado que Giorgos, slo conoca su oficio mejor. Igual que yo conozco mejor el nuestro
que t. La sabidura de Stauros estaba en recoger muchas ostras y en acoger slo a aquellas que tenan una perla dentro. Tambin era sabio al devolverlas
al mar, pues esas mismas ostras ms adelante, quizs al ao siguiente tuvieran dentro una ostra que recoger. La entiendes ahora?
- S, pero sigo sin ver la relacin con nuestro juego padre. - Querido Kan, se te ha pasado un detalle. Cuntas ostras con perla
encontraba Stauros? - Siete... - de repente un rayo de comprensin surc los ojos del joven
aprendiz - Claro! Ahora lo entiendo! Siete ostras y siete Samurais. Cada
ostra es un Samurai, un guerrero con caractersticas nicas de los cuales slo hay unos pocos entre cientos.
- Lo que me quieres decir es que la fortuna de Stauros estaba en tener a siete perlas... a Siete Samurais No me estabas hablando de perlas! - Kan
lanz una mirada acusadora a su anciano padre que le haba tendido una sutil trampa - Giorgos no posea fortuna por que perda el tiempo con ostras
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vacas mientras que Stauros supo encontrar a sus Siete Samurais, a sus siete
ostras con perla entre un mar lleno de ostras sin valor. Se qued slo con las siete ostras que realmente eran especiales y tenan perla, las cuales
representaban su gran fortuna por poseer un equipo perfecto. Y al resto de ostras sin valor las devolvi al clido mar porque no estaban lo
suficientemente desarrolladas para tener perlas todava y deban madurar. - Correcto hijo - aprob el padre orgulloso
- Sin embargo Cort el aprendiz entusiasmado - lo ms importante de la historia es que la fortuna no viene por la fe, se alcanza solo por medio del
trabajo duro y la persistencia. - Exacto! Kan, hoy te has ganado postre extra!
- Pero padre, no acabo de ver la relacin... estoy de acuerdo de que no existe mayor fortuna que contar con tu equipo de Siete Samurais... pero que tiene
que ver eso con nuestro juego. - Lo que quiero decirte hijo, es que la mayor fuerza, hasta para un Samurai
no est en su propia habilidad ni en su fuerza, ni en el afilado filo de su
espada. Su verdadera fuerza est en su equipo. Hoy ha sido la prueba. - Los ojos de Kazo reflejaban un infinito amor hacia su hijo - Hoy has sido t quien
inofensivamente me ha atacado mientras dorma, pero otro da puede ser otra persona con mucho peores intenciones que tocarme en el hombro.
Aunque ese da llegue, yo podr seguir durmiendo tranquilo, porque s que tengo a Siete Samurais que me ayudan da y noche, aun cuando yo descanso.
Kan por fin comprendi, le haba costado un disgusto, un enfado y una historia pero al fin comprendi. La verdadera fuerza de un Samurai est en el
trabajo en equipo. Un Samurai solo es difcil de abatir. Pero Siete Samurais PUEDEN MOVER EL MUNDO! De repente una idea surc por su cabeza.
- Padre! - dijo entusiasmado - Puedo yo empezar a formar mi propia guardia de Siete Samurais?
- Claro hijo, para eso te he contado esta historia. - Sin embargo, todava no soy un Samurai de verdad, slo soy un aprendiz...
- dijo mientras miraba una hoja cada en el suelo - Cmo voy a formarlos si
an no se yo mismo? - Es cierto que todava no eres un Samurai en toda regla. Lo que s eres es un
aprendiz y como tal conoces secretos que puedes ensear - Explic paciente el padre - Cuando yo empec a ensear a Aki, slo era un aprendiz como t.
Yo le enseaba da a da lo que saba e iba aprendiendo. Nos adentramos juntos en el camino de la vida por el sendero del Samurai. Despus ms
Samurais se fueron uniendo a nosotros y juntos les enseamos. Poco a poco pasamos de ser dos a ser un ejrcito invencible de Samurais. T debes hacer
lo mismo. Es tu tarea como Samurai Lo hars? - Padre, yo quiero ser un Samurai como t. Claro que lo har!
Y un abrazo sell su pacto.
Captulo 13.- EL INCREBLE GOLPE DEL SAMURAI
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Haba pasado una semana desde que padre e hijo se abrazaran para sellar el
primer paso en la madurez Samurai de Kan. La puesta en marcha de la creacin de su guardia personal de Siete Samurais.
Estos siete das Kan se haba pasado preguntando a todos sus amigos si
queran convertirse en Samurais, pero slo uno, su ms ntimo amigo Goku se haba unido a l.
El pesar de Kan era profundo, l saba que no haba nada ms maravilloso en este mundo que ser un Samurai, la exquisita habilidad, la pureza de espritu
y el desahogo econmico que vivan era lo que todo el mundo buscaba alcanzar. Pero pareca que el joven aprendiz de Samurai no era capaz de
convencer a nadie de que el suyo era el mejor camino para alcanzar esas metas.
As que apesadumbrado decidi preguntar a su padre. En ese momento su
padre tena un enorme ejrcito de Samurais, todos perfectamente entrenados. Un ejrcito capaz de trabajar en equipo como si de una sola
persona se tratara.
Kan fue a ver a su padre Kazo y se encontr con que estaba hablando a todo
su ejrcito. Estos estaban en formacin, por columnas de Siete. El nmero perfecto.
Eran cientos de Samurais todos en perfecta formacin. Sus limpias
armaduras relucan frente al claro sol. En el mango de sus espadas katanas,
envainadas en su cintura, lucan sus cargos y mritos. Adornos de oro, plata y diamantes lucan por doquier. Sus miradas seguras reflejaban una
formacin perfecta y aos de experiencia acumulada.
La voz de su padre recorra las filas llenndolas de orgullo mientras cientos de miradas de respeto y admiracin se dirigan al unsono hacia su general.
La voz clida, grave y penetrante de su padre ces y al unsono surgi un grito de victoria de la garganta de los Samurais.
Kazo se retir mientras Aki, el primero de su guardia personal de Siete Samurais tomaba el mando de la reunin y dejaba que el viejo Samurai
descansara.
En menos de un momento, Kan sinti la mano de su padre en su hombro, seal de que tena que estar ms alerta y ser ms rpido. El da que l fuera
capaz de poner su mano primero en el hombro de su padre, ese da sera todo un Samurai. Mientras tanto slo era un aprendiz.
- Padre, he fallado! - pronunci por fin el joven Samurai - no he podido crear
mi guardia personal de Siete Samurais, no puedo alcanzar la fuerza del equipo. Slo mi amigo Goku se ha unido a m y s que slo ha sido por
amistad.
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- Hijo, no has fallado - la mirada de Kazo comunicaba comprensin, l haba
pasado por lo mismo haca mucho tiempo - slo has empezado, y todava te falta mucho por aprender.
- S padre, pero yo he hablado con todos mis amigos, les he contado las
maravillas que haceis t y tus Samurais, el espritu de trabajo en equipo, el honor... todo! y sabes lo que he conseguido? - el rostro de Kan se enrojeci
de vergenza e ira - Me miran con cara extraa, me dicen que eso no es posible, Qu son cuentos e ilusiones de un cro! Pero yo s que es verdad, lo
he visto con mis propios ojos y hay cosas que ya se hacer. Cmo puedo convencerles padre? Cmo puedo hacer que se unan a m?
Kan guard silencio, su padre le mir y vio en sus ojos una mirada de fe absoluta. Naturalmente Kazo, como padre suyo, podra hacer el trabajo por
l, reclutar y adiestrar a esos Siete Samurais, pero entonces su hijo no aprendera. No, deba ser l mismo quien lo hiciera, y el viejo Samurai deba
ensearle el camino a su hijo igual que con cada uno de los cientos de soldados Samurais que haba formado durante todos estos aos.
- Hijo, con cuntas personas has hablado?
- Con muchas padre. Quince, quizs veinte.
- Y de veinte personas has conseguido que una, Goku, diera el primer paso para convertirse en Samurai?
- S padre... pero me faltan seis.
- Pues has tenido xito mi querido Kan, aun sin saber trabajar correctamente. Acurdate de la historia de los pescadores de ostras, Stauros
para conseguir sus siete ostras con perla necesit pescar cien ostras. As, para conseguir a tus Siete Samurais tendrs que hablar con ms de cien
personas.
- Son muchas padre... sin embargo lo har, hoy mismo lo har!
- No debes precipitarte hijo. Si hablases todos los das con tanta gente descuidaras tus obligaciones. Lo primero que debes hacer es organizarte.
Fija un horario. Reparte tu tiempo a lo largo del da. Dedica unas horas a
hablar a la gente sobre las ventajas de ser Samurai, otras a practicar tus habilidades, otras a adquirir habilidades nuevas, otras a ensear lo que
sabes a tu equipo y por ltimo acurdate de descansar para recuperar fuerzas. A ltima hora del da haz un balance del da. Analiza lo que has
hecho y medita sobre cmo podas haberlo hecho mejor. Y lo ms importante, el ltimo da de la semana analiza todo lo que has hecho y busca
los defectos o fallos que puedas encontrar en tus actos, tu forma de actuar y de pensar. Antalos y haz un plan de accin para remediarlos la semana
siguiente. El Samurai ha de intentar ser cada vez mejor!
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- Si me fijo un horario - dijo pensativo el hijo - podr actuar ms
eficientemente y me costar menos ponerme a hacer las cosas, porque la propia fuerza de la costumbre me empujar a hacer esa tarea. No es as
padre?
- Exacto hijo - El viejo Samurai estaba muy orgulloso de su hijo, con slo doce aos ya era toda una promesa. Aprenda muy rpidamente y pona todo
de su parte para que as fuera. Sin duda algn da superara en mritos a su padre. Ese sera el mejor regalo que Kan pudiera hacerle a su anciano padre.
- A partir de ahora me organizar. Y me pondr pequeos objetivos que cumplir. As cuando los alcance sabr que he actuado correctamente.
- Sabes como se caminan mil leguas hijo mo?
- No, eso es mucha distancia Cmo?
- Pues paso a paso, mil leguas no son ms que muchos pequeos pasos que
unidos hacen una distancia descomunal. La nica forma de recorrerla es un paso detrs de otro. Si lo hacemos as, dividiendo la distancia a recorrer en
noventa das y cada da en ocho horas de camino, y cada hora en sesenta minutos... descubriremos que slo habremos de dar cinco pasos en un
minuto durante tres meses para llegar a recorrer mil leguas. Te parece mucho dar cinco pasos en un minuto?
- No padre! - dijo rindose el aprendiz de Samurai - Es muy fcil dar cinco pasos en un minuto! Mira como los doy!!! - Y levantndose dio cinco pasos,
se dio la vuelta y dio otros cinco pasos hacia su padre - Ves diez pasos en un minuto y todava tengo tiempo para descansar!!!
- Pues de esta misma forma habrs de trabajar querido hijo, poco a poco,
organizadamente y sin pausa. Hazlo as y en menos tiempo de lo que crees
tendrs tu propio equipo de Siete Samurais!
Captulo 14.- EL SEMBRADOR
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Las Negras Nubes se esparcan caticamente por el horizonte. El viento
hmedo no traa buenos presagios y hasta un extrao aroma pareca calar en los tristes pensamientos de Kan.
El pobre se debata desolado por vientos mucho peores que el glido y
hmedo viento de su exterior. Su espritu estaba viviendo un verdadero huracn de emociones encontradas.
Haca exactamente un mes que haba ingresado como Aprendiz Samurai. l, que era el hijo del ms poderoso de los Samurais, el mismo General de
Generales, haba credo que el ascenso sera fcil. Sin embargo, el da a da le haba ido venciendo poco a poco.
Una curiosa metamorfosis de haba desarrollado en su interior. El primer da, justo despus de entrar a formar parte del Equipo de los Samurais, se haba
sentido pletrico, cargado de energa y dispuesto a comerse el mundo, pero esta energa haba descendido da a da, haba menguado primero haciendo
que sus aspiraciones se fueran reduciendo y, finalmente, hacindole pensar que quizs l, Kan, quizs no era lo suficientemente bueno para ser un
Samurai. Quizs quedase como Aprendiz o Caballero durante toda su vida, o quizs abandonase el ejrcito y probara otra profesin, an a riesgo de
defraudar a su padre, pero lo cierto es que l ya no se vea con fuerzas para continuar. Una gran sensacin de desnimo se haba adueado de l y ya
apenas recordaba como la vana ilusin de un nio aquella pletrica energa
que haba sentido cuando su padre le entreg su maravillosa katana.
El Joven y desilusionado aprendiz baj los ojos hacia su hermosa espada katana, aquella que haba sido el mximo exponente de su Orgullo ahora,
irnicamente, se haba convertido en el exponente de su vergenza. Slo unos pocos das despus de haberse hecho aprendiz haba corrido a ver
a sus antiguos amigos, totalmente pletrico les haba enseado su trofeo "Katana" que construa su magnifico orgullo. Esperaba haber sido felicitado
por haber conseguido llegar a ser aprendiz, pero en vez de ello haba recibido una dura burla y stira que le haban herido en lo ms hondo. "Y
qu si eres aprendiz? Hasta que no seas Samurai no eres nada" Haban dicho
algunos. "Ten cuidado, no juegues con esa espada o te cortars por imbcil" haban dicho otros. "De verdad que te has ganado esa espada? Yo creo que
la has robado, mejor ser que la devuelvas a su verdadero dueo antes que lo descubra y te de una paliza. Los Samurais son seores muy especiales
Quin te crees que eres? Eres slo un nio vulgar, no digas mentiras, slo sers un mimado toda tu vida. Nunca sers un Samurai, para eso hace falta
ser muy especial, y t no lo eres". "Samurai t? JA!"
El corazn de Kan le dola profundamente, estaba all, encima de ese enorme risco mirando al mar agitado sin verlo. Le haba dolido tanto!
Al principio no lo haba querido reconocer, pero ese dolor se haba
almacenado en lo ms profundo de su alma, poco a poco haba alimentado una creciente inseguridad. Cada vez que alguien le deca que no quera ser
un Aprendiz de Kan porque slo era un nio, el joven samurai haba recordado las terribles palabras de sus amigos y la duda haba crecido poco a
poco enraizndose en su alma. Y si tenan razn? Y si eran ms sabios que l o si saban algo que l no saba?. Quizs era demasiado joven y por eso la
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gente no le tomaba en serio, o quizs era cierto que era slo un nio mimado
y lo haba visto todo demasiado fcil. Quizs era cierto que la vida es demasiado dura... y no mereca la pena vivirla.
Las lgrimas de Kan recorran toda su cara, la prueba haba sido demasiado
dura para un nio de su edad y el ya no poda ms con aquella carga. Qu hacer? No poda reconocer ante su padre que haba fracasado, no poda
abandonar sin una salida honrosa o se reiran de l durante toda su vida. Qu salida honrosa le quedara? Cul sera la ltima medida que habra de
tomar?
En ese momento su mano sinti el, en otro tiempo, seguro tacto de su
Katana. Quizs aquella arma podra ser su salvacin, quizs podra tomar la salida que otros guerreros haban tomado antes que l cuando todo se haba
perdido, quizs ya no mereca ms la pena luchar y debera abandonar este mundo dejndolo el honor de haberse sabido rendir a tiempo.
Kan haba visto este ritual en antiguos dibujos, sera enormemente doloroso cortarse su propio estmago y dejarse morir pero... Qu otra opcin
quedaba si no haba sido capaz de triunfar y slo le quedaba la humillacin de la derrota?
Lo ltimo que Kan sinti fue el fro acero de su Katana en su estmago, un ciego dolor en su corazn y las lgrimas inundando los ojos antes que el
ltimo hlito de vida abandonase su cuerpo, cegando su vista y sus sentidos.
El viejo labrador miro con tristeza a sus pies, all estaba ese joven
desconocido que haba visto desde el pie del acantilado arrodillado y con aquella espada entre sus manos. Slo era apenas un nio y haba decidido
quitarse la vida. Qu malignas fuerzas podran provocar tal cosa? Qu extrao impulso humano podra causar que tantos se rindiesen cuando
apenas haban empezado a luchar? Tales preguntas cruzaron por la mente del anciano mientras se limpiaba la
sangre con que se haba manchado la camisa al agarrar el cuerpo del muchacho para llevarlo al cementerio de sus tierras.
El lugar era siniestro y bello al mismo tiempo, las lpidas de otros muertos hace mucho plagaban el lugar concedindole una santidad inigualable. Una
luz blanca y clara cruzaba por todo el lugar, y bellas figuras, blancas, de gran porte, parecan disfrutar entre aquel lugar.
Un glido fro golpeaba el espritu de Kan, este se miro a si mismo, su "cuerpo" estaba blanco como la ms pura leche y un extrao aroma a
podredumbre le cubra. Haba despertado sentado sobre un blanco sof de mrmol, y a su lado haba un cuerpo igual de blanco que el suyo, slo que
este era slo huesos apenas cubierto de un poco de carne entre la que se
vean unas cuerdas que parecan imitar toscamente a unos msculos.
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Sorprendido vio que ese ser posea una sonriente y espantosa boca llena de
dispares dientes y unos ojos hundidos en lo ms profundo de sus cuencas.
- Estoy muerto? - Pregunt al fin despus de intentar tragar saliva y sorprenderse al ver que su boca estaba tan seca como una piedra, de una
forma totalmente antinatural. - Es necesario que te responda o es que eres estpido? - Espeto el saco de
huesos. - No, veo que estoy muerto, pero lo imaginaba de otra forma - dudo unos
instantes - quizs un lugar ms feliz, o quizs un sueo eterno. - Jajaja!!! - Ri irnicamente la figura - eso imbcil es para los seres felices
que mueren por causas naturales, no para los idiotas que se rinden y toman
la salida fcil. Kan no contest nada a este insulto, senta que era verdad. Hubiera querido
llorar, pero sus ojos estaban secos como el mrmol y nada sala de ellos. Finalmente un inmenso grito de dolor surgi de su garganta, un triste llanto
que reson como surgido de las entraas de la tierra.
-Qu te indujo a tomar esa decisin a tu tierna edad? - Pregunt despus de
casi una hora de silencio el fantasma de huesos. - Ya que nos ha tocado pasar la eternidad juntos, al menos podremos hablar un poco.
Kan le mir extraado, qu le importaba a l?, aunque en el fondo
necesitaba hablar con alguien. - Fracase en mi misin en la vida. - dijo sencillamente.
El viejo saco de huesos ri estrepitosamente, su risa era como una cuchilla que cortaba uno a uno los hilos del espritu de Kan. El joven, enloquecido, se
llev las manos a sus odos, pero la risa segua estando ah, la senta con toda su alma.
- Imbcil, - espeto el fantasma - Habas fracasado siendo slo un nio? Anda! Di la Verdad! Te rendiste como un Cobarde y tomaste la salida fcil!
Kan sostuvo la glida mirada del saco de huesos con odio... al principio, luego bajo la mirada y reconoci.
- S... - y excusndose aadi - no tena otra salida. - No tenas otra Salida? - La horrible risa brot de nuevo - IMBCIL!!!
COBARDE!!! Siempre hay una salida! Pero no tuviste el VALOR y la CONSTANCIA para tomarla, as que optaste por la solucin ms fcil, rendirte
y dejar de luchar.
Kan asinti, saba que era verdad.
- Pero dime, de que te rendiste exactamente t??? El espritu de kan ya se haba doblegado completamente y habl como si
nada le importase... cosa que as era. - Yo era un Joven y Prometedor Aprendiz de Samurai - dijo recordando su
poca de vivo - mi padre era el seor ms poderoso del imperio, y yo su mayor promesa y esperanza.
"" Un buen da me concedi el mayor de los dones, me dio una maravillosa espada Katana, una espada de aprendiz - Kan abra dado todo lo que tena
por poder tener unos ojos vivos con los que llorar, pero no tena nada que
dar y ni an pudo tener ese alivio - Ese fue el da ms feliz de mi vida. Tena toda la vida por delante y un gran Futuro pero...
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- Pero qu muchacho - urgi el siempre cortante saco de huesos con forma
de viejo. - ... pero mis ilusiones fueron destruidas - Kan cerr los ojos para continuar,
quizs no pudiera llorar pero si poda dejar de ver ese espantoso lugar - Ya mi primer da mi padre me advirti que mis mayores enemigos seran los
Ladrones de Sueos, los fantasmas del miedo y del fracaso... Una cortante, spera y dolorosa risa corto su narracin - IMBECIL!!!
FUISTE ADVERTIDO Y FINALMENTE HAS ACABADO EN LOS TERRITORIOS DE LOS FANTASMAS DEL FRACASO NO VALES PARA NADA!!! Hoy slo eres un
Fantasma del Fracaso ms.
Como habra deseado poder tragar saliva! O simplemente sentir miedo, pero
ya slo el dolor era el poseedor del alma del antiguo joven samurai. Un dolor profundo y fro como la noche, no mucho ms an.
Kan decidi continuar su historia, al menos se la contara a si mismo. Para su
sorpresa, cuando volvio a hablar, las risas se callaron automticamente. - S, mi padre me haba advertido, y ese mismo da me llen de energa y
decisin, de ilusin y entusiasmo, y camin fuerte para luchar. - Veo que no lo bastante - contest ridiculizando el horrible viejo
- Cierto saco de huesos, no lo bastante - ri esta vez Kan - Despus de aquel da yo empec a trabajar, empec a transformarme como un Samurai. Mi
padre me haba avisado que eso sera un trabajo de muchos aos, sin
embargo yo, internamente me fij una fecha, mi orgullo me dictamin que para conseguir lo que otros necesitan aos, o un mnimo de un ao, yo lo
conseguira en un mes. Porque yo era especial, yo era el hijo de Kazo, tena la sangre y la carne del mejor de los Samurais y para mi sera todo mucho
ms sencillo. - Eso s que es una imbecilidad - dijo el viejo, aunque esta vez de una forma
casi comprensiva - pero no fuiste t quien plant esa idea en tu cabeza, fue un fantasma del miedo y del fracaso, el fantasma del orgullo que nos
destierra de la manera ms sutil al fracaso total, al hacernos creer que como somos especiales conseguiremos en unos das lo que los dems necesitan
aos de dedicacin y trabajo. - Esta vez el apenado pareca el pobre saco de huesos.
- Cuando pas el mes - continu Kan lleno de dolor - result que yo no era un Samurai cualificado.
- Normal - replic el anciano - para eso se necesita haber aprendido mucho y
una gran experiencia, fue tu orgullo lo que te mat. - S, - respondi Kan - parece una obviedad y es que es as como fue, fue mi
orgullo y mi... avaricia por querer ser el mejor rpidamente lo que acab conmigo.
- Bueno exmozuelo - dijo rindose el saco de huesos - la avaricia, el orgullo, el querer ganar ms y ms rpido sin seguir su orden natural, el pensar que
la vida tiene que darle a uno lo que no se merece cuando no se merece y cuando no lo consigue rpidamente abandonar, es lo que define a los
cobardes, a los chaqueteros que van de un lado a otro sin pasar ms que unos pocos das o meses en un mismo lugar. Son los traidores que cambian
de bando continuamente con tal de intentar conseguir rpidamente lo que desean. Son seres horribles y despreciables que nunca consiguen lo que
quieren y que siempre se enfadan, se frustran y fracasan.
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- Pero yo no era as! - Replico Kan
La voz se ri esta vez ms fuerte que nunca, su horrible sonido rompi los hilos del espritu de Kan hacindole sufrir el mayor de los dolores.
- No hables tan alto jovencito!!! - Ri el viejo sarcsticamente - no me digas tan rpido como no eras que no me dejas ver tus obras!!! - Y despus de
mirarle fijamente dijo - Todos somos as jovencito, esa asquerosa cualidad de querer recibir sin dar, de querer tener ya sin merecerlo, esa porquera
esta presente en el alma de todos y cada uno de los mortales, y han de limpiarla muy bien antes de poder decir que no son as... y al fin y al cabo, t
abandonaste No es as? Acaso no fracasaste, moriste y ests aqu con migo? Si en verdad no hubieras sido as, entonces no estaras aqu.
- Tienes razn saco de huesos - dijo al fin el joven - yo no era as cuando empec, pero si cuando finalic fracasando y abandonando. Me convert en
un ser despreciable y al fin acab aqu. - Despus de pensar un poco aadi - Lo que pas es que me hicieron as.
La risa volvio a romper sus tmpanos, esta vez era, si puede ser, ms desagradable, rastrera y daina que las anteriores veces.
- SERS CNICO IMBCIL!!! Nunca nadie te har de otra manera que no sea la que t quieras. SI DE ALGO ES LIBRE TODA PERSONA, ES DE DECIDIR
COMO PENSAR Y COMO SENTIR.
Kan reconoci la verdad, haba abandonado presa de una frustracin temporal, de una muy profunda que le haba hecho sentirse muy muy mal.
Sus temores haban crecido, se haba entregado a los Fantasmas del Miedo y del Fracaso, les haba escuchado y eso le haba conducido al peor de los
sufrimientos... an sabiendo que poda ocurrir, se haba entregado a ellos.
En ese momento el viejo se levant, estaba totalmente desnudo, y en ese
momento Kan se dio cuenta que l tambin estaba totalmente desnudo y blanco como el propio mrmol.
- Ven hijo, tenemos que cultivar nuestros campos eternos.
Kan no saba de que hablaba el viejo, pero decidi seguirlo, eso sera mejor que seguir all sufriendo.
La tierra era negra como la oscuridad y el cielo tena tambin un color negro. Slo una extraa luz blanca iluminaba los contornos, una luz que no poda
identificar de donde surga. El viejo seal dos campos y dijo al joven:
- Aquellos dos campos juntos son el tuyo y el mio. Como ves yo apenas tengo ya carne y soy puro hueso, pero mi sabidura es grande, si t con tu fuerza
me ayudas labrando mi campo, luego yo te ayudar ensendote como
labrar el tuyo. Kan asinti con la cabeza pues le pareci un trato justo, adems, despus de
todo Qu ms poda hacer? Aburrirse eternamente? - Unos de estos cestos contienen semillas de trigo sano y otros de cardos y
espinas. Los cestos dorados y bellos contienen las semillas de trigo sano - dijo tomando un puado - y los mugrientos cestos los de las espinas.
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"" Ese campo - continu - es tu alma, tal y como era cuando estabas vivo.
Slo que ahora ha sido limpiada, arada de nuevo. Acompame para que veas como trabajan los vivos los frtiles campos de sus almas.
Kan qued sumamente impresionado por esta ltima afirmacin y le sigui ligeramente esperanzado.
Despus de caminar en silencio por un tortuoso camino donde los guijarros
se clavaban en sus pies crendole un sufrimiento inmenso, llegaron a un pequeo monte desde el que podan ver a coloridos espritus paseando y
labrando sus propios campos. Kan, desde lo lejos, poda ver a estos seres vivos y vea que a cada lado
portaban un fajo dorado y otro del color de la podredumbre. La mayora
arrojaba un puado de dorado trigo primero y luego otro de negras semillas de zarzas.
Kan qued enormemente impresionado por esta actitud y continu andando con el viejo, que no pronunciaba una sola palabra. Despus, llegaron a otro
campo que estaba medio lleno de trigo y medio lleno de espinas. El propietario vivo, parte del tiempo estaba feliz retozando entre los dorados
brotes de trigo, y la otra parte, estaba sufriendo pinchndose y sangrando al caminar entre las espinas de los cardos y las zarzas.
Sorprendido vio como el viejo tomaba un puado de semillas de zarza y lo arrojaba hacia los campos de los vivos.
Despus, sin decir una sola palabra, retornaron a sus propios campos.
- Ahora mozuelo, quiero que tomes ese podrido cesto de zarzas y lo plantes
por todo mi campo - orden el viejo, y al ver que Kan iba a protestar, remarc su orden con una funesta mirada.
Kan tom el pesado fardo y fue repartiendo las pegajosas semillas por el campo del anciano. Por qu hara tal cosa?
Finalmente, despus de dos horas de duro trabajo, Kan acab. Pareca que
estar muerto tena sus ventajas, el cansancio no era nada comparado con ese enorme dolor de su espritu que pareca ser toda su existencia.
- Dime anciano - pregunt al fin Kan - Por qu me has mandado plantar zarzas? Deseas sufrir?
- Todo lo contrario joven - contest sorprendentemente el saco de huesos - lo que ms deseo es ser feliz y triunfar.
- Pero acaso las zarzas no son sufrimiento y el trigo no es la felicidad? - Dijo sorprendido Kan - Y acaso por cada semilla que siembras no recoges un
ciento de lo sembrado? - As es - contest el anciano.
- Entonces... - dijo el joven samurai - Por qu no plantas hermoso trigo y recoges felicidad? No es lgico plantar zarzas y esperar recoger trigo!
El anciano pareca turbado.
- S, tiene lgica lo que dices joven - dijo al fin - pero dime, yo miro a todos
esos seres vivos y presupongo que sern ms sabios que yo... pues ellos estn vivos. T crees que ellos quieren ser felices o que quieren sufrir?
- Estoy seguro que quieren ser felices - contest rpidamente Kan. - Entonces... - dijo el anciano - Por qu crees que plantan zarzas junto al
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trigo? Por qu crees que utilizan un puado de trigo y otro de zarzas? Por
qu crees que son algunas veces felices y otras sufren? Por qu crees que no plantan siempre Trigo para ser siempre felices?
Kan medit durante un rato con lentitud, despus de todo estaba muerto y el
tiempo le era indiferente. - Porque no son tan sabios como creen - dijo al fin totalmente seguro de si
mismo - porque su orgullo por hacerles creer que son mejores les hace ser - sonri al decirlo - IMBECILES!!!
"" Si fueran inteligentes, plantaran solo trigo y seran siempre felices - despus asegur - si yo estuviera vivo, no desaprovechara la oportunidad y
sembrara siempre trigo en mi alma, para recibir siempre felicidad y ser
siempre feliz. Kan estaba a punto de prometer que siempre plantara felicidad en su alma...
cuando se dio cuenta de que ya era tarde para hacerlo porque ya haba abandonado.
- Dime jovencito - Pregunt curioso el saco de huesos - si es verdad lo que
me dices... Por qu no plantaste ese trigo cuando estabas a tiempo? - y curioso continu - Sabes? Yo te observ durante mucho tiempo, al principio
plantaste un buen puado de trigo, un muy buen trigo que brot y te hizo feliz. Luego vi como otros plantaban un puado de zarzas en tu alma y como
tu alma se cortaba internamente con estas zarzas.
"" Tambin vi como tu padre, el Samurai, arrojaba de su propio trigo en tu campo para hacerte feliz y como este prosperaba. Pero a la par vi otra cosa
an ms curiosa. "" Cuando tu padre estaba cerca, t arrojabas un puado de trigo junto al
suyo, sin embargo, cuando tu padre se alejaba a sembrar su propio campo o a luchar sus propias batallas, tu arrojabas a escondidas pequeas semillas
de zarzas sobre tu alma. "" Era extrao ver como disimuladamente tropezabas para que se cayeran
"como por casualidad" algunas semillas de podres zarzas al principio, y luego cuando te cortabas, arrojabas con rabia otro puado de semillas
podres de zarza contra las zarzas, con lo que cada vez se hacan ms fuertes en tu alma.
"" Finalmente decidiste abandonar, arrojabas semillas de zarzas a puados sobre toda tu alma y te sumas en el dolor, la frustracin y la autocompasin.
Incluso empezabas a arrojar puados de semillas podres de zarza a otros
para que ellos tambin sufrieran. Kan tena la cabeza gacha, reconoca su error, al principio haba sido como
un descuido de sus obligaciones, el sembrar siempre trigo de Samurai en su alma, despus le haba tomado el gusto y tomando cada vez menos
importancia, haba arrojado puados y puados de dolor, sufrimientos y miedo en su alma de una forma totalmente consciente.
Primero sin saberlo, despus siendo consciente, haba plantado las semillas de lo que causara el fracaso, el abandono, su propia muerte y un sufrimiento
eterno.
Kan respir profundo, era una de las pocas cosas que poda seguir haciendo, no saba si realmente respiraba o si era slo un hbito adquirido, pero lo
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cierto es que era relajante.
- Es cierto anciano - as lo hice - Tienes toda la razn, actu como un Imbcil y reconozco mi error.
El anciano frunci el ceo. - Reconoces tu error? Qu error? - pregunto extraado.
- Mi deber - explico - mi deber supremo como Samurai, era sembrar las semillas del trigo en mi alma, si as lo hubiera hecho, nunca habra
abandonado, y justamente todo lo contrario, habra triunfado. "" Ese fue mi error.
- Ese, jovenzuelo, es el error de todos los seres humanos vivos, el plantar en su alma las semillas de las zarzas del sufrimiento.
- Explcamelo - dijo simplemente el exjoven samurai.
- Todos los humanos somos totalmente dueos de una sola cosa, de decidir
que sembramos en nuestra alma. Slo de eso somos dueos. - Y sin embargo, tambin otros pueden plantar cosas - replic Kan
- Eso es cierto mozuelo. - ri el viejo acordndose de como el mismo haba arrojado un puado de zarzas en el alma de un vivo - los Fantasmas del
Miedo y del Fracaso, arrojamos puados enteros de Zarzas en las almas de los vivos. Tambin las encarnaciones de nosotros, los llamados "Ogros"
realizan lo mismo, por medio de sus palabras y sus gestos, por medio de su odio, de su ira y de su rechazo siembran pequeos puados de podres
semillas de zarza en los campos de los dems hombres y mujeres. "" Sin embargo - continu - en verdad eso es irrelevante, los campos del
alma son inmensos como has visto, y un slo puadito no hace nada, ni siquiera diez o cien pueden conseguir nada... porque las zarzas nacen,
crecen, daan, y mueren. En cuanto una zarza ha producido dao, se muere
inmediatamente, igual que cuando un trigo crecido produce una sensacin de felicidad, se muere instantneamente. Para que un campo est bien
proliferado, ha de ser continua y diariamente sembrado con aquello que cada hombre decide.
"" El mayor problema de los hombres es que cada vez que una zarza le manca, entonces arroja con ira y odio otro puado de semillas de zarza, sin
saber que esas semillas proliferarn en cien zarzas que le harn muchsimo ms dao todava.
- Anciano - cort curioso Kan - La actitud correcta sera arrojar un puado de trigo cada vez que hemos sentido el dolor de una zarza?
- As es muchacho, de esa forma el dolor plantado por otros sera pasajero y nuestra felicidad ira en aumento.
Kan medit la importancia de estas palabras... Si lo hubiera sabido en vida! Hubiera sido un hombre feliz!!!
- Tambin muchos confan en la felicidad que otros les siembran - y explicando el fantasma aadi - hay hombres muy buenos en el mundo,
pocos pero los hay, hombres y mujeres que se dedican a arrojar sus propias semillas de trigo en los campos de los dems para que estos sean felices.
"" Son especialmente sabios y se dedican a sembrar una gran cantidad de trigo en sus propios campos, pero siempre guardan una gran parte de su
propio trigo y lo arrojan en los campos de los dems, an cuando esas mismas personas les estn arrojando zarzas. Porque eso no les preocupa,
saben que ellos son dueos de su propia felicidad y lo que les arrojen los
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dems les es indiferentes. Aunque tambin les hace enormemente felices
cuando los dems les arrojan parte de su trigo. "" Los hombres que as actan, pronto aprenden que cuando el campo entero
est dedicado al cultivo del trigo, entonces es posible cosechar trigo, cosecharlo en un ciento por cada puado sembrado, y guardan para si
mismos slo una parte de cada cien, lo suficiente para poder seguir cultivando, y arrojan a los campos de los dems la casi totalidad de su
cosecha de felicidad slo para ayudar a que los dems sean tan felices como ellos.
"" Estos hombres son enseguida reconocidos como hombres totalmente especiales y son llamados "Samurais", amados y queridos por millares de
personas.
Kan medit durante unos momentos como reconoca la actuacin de su
propio padre en esa descripcin, como le levantaba la moral con sus palabras, como plantaba una y otra vez el dorado trigo de la felicidad en su
alma.
- Luego hay muchos estpidos - dijo el anciano - que como yo siembran zarzas podres en sus propias almas.
"" Estos ilusos desean recoger trigo, es lo que ms desean en la vida, ser felices y alcanzar el xito. Y son tan sumamente idiotas que creen que
plantando preocupaciones, ira, odio, criticas, inseguridades, miedo,
pensando en que pueden fracasar, en cmo o por qu podrn fracasar o podrn ocurrirles desgracias... son tan sumamente imbciles que creen que
sembrando esas podres semillas de zarzas... podrn recoger trigo alguna vez.
"" El problema est en que la zarza crece rpida y fcilmente, el trigo hay que cuidarlo y cultivarlo con delicadeza. As que dado que algo tienen que
plantar, siembran lo que estn seguros de que crecer fcilmente, su propio fracaso y sufrimiento... y en casos extremos la enfermedad ms terrible
acompaada de dolor y una muerte miserable. "" Quizs el problema es que nadie les ha dicho que si siguen sembrando
zarzas, acabarn por matarse de sufrimiento.
Kan reconoci que el viejo tena toda la razn.
- Otros, tambin imbciles - continu el anciano saco de huesos - plantan en
sus tierras un puado del dorado trigo de la felicidad... y otro de podres zarzas del sufrimiento y de la muerte.
"" Estos imbciles lo hacen por puro miedo, desean la felicidad y el xito, por lo que de vez en cuando son felices y hacen lo que tienen que hacer, pero sus
miedos a que esta no se cumpla, el miedo a que su cosecha no de nada, les hacen arrepentirse de sus actos, abandonar o hablar y pensar mal,
negativamente, de lo que estn haciendo, frenando su xito y causando su
fracaso y su sufrimiento. "" Naturalmente los que hacen esto, luego siempre suelen tender a culpar a
otros de su fracaso.
- Slo quienes son lo suficientemente inteligentes - Esta vez fue Kan quien
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continu - y plantan siempre el dorado trigo en su alma con constancia,
siembran amor, bondad, generosidad, esperanza, Fe, comprensin, felicidad... slo ellos son los que llegan a ser realmente felices y alcanzan el
xito total. "" Slo los que son tan Valerosos como para hacer lo que no hace la mayora,
son felices. Esto les es difcil de hacer pues temen que sean los Imbciles los que estn en razn, perdn, la mayora que planta sufrimiento en su alma
cuando desean en verdad felicidad... cuando estn equivocados. Pero que difcil resulta para una persona el hacer lo que tiene que hacer! Qu difcil
resulta el plantar slo trigo! Es tan sumamente difcil que slo hay que meter la mano en un bolsillo en vez de en otro, es tan sumamente difcil que slo
hay que atajar de raz todos los pensamientos negativos o de odio, temor o ira y cortarlos en el mismo momento en que surgen para reemplazarlos por
un puado ms de pensamientos y sentimientos de amor, bondad y generosidad que nos conduzcan al xito y la felicidad que deseamos.
- As es muchacho - verific el fantasma de piel y huesos - en realidad si los
vivos supieran esto, nosotros los Fantasmas del Miedo y del Fracaso nos quedaramos sin trabajo, los Ogros desapareceran pues no son ms que
hombres sumamente desangrados por sus propias zarzas, las que ellos mismos plantaron como pensamientos de desconfianza, ira y odio contra
otros. Si los humanos vivos supiera esto y lo aplicasen en sus vidas eliminando todos los pensamientos negativos de sus mentes, dejando morir
a las zarzas, arrancndolas de raz y substituyndolas por semillas del dorado trigo del amor, la esperanza y la generosidad... entonces seran
felices. "" Y nosotros tambin, porque no existiramos.
Kan medit durante mucho tiempo estas palabras Cmo habra deseado estar vivo para poder contarlo a los cuatro vientos!
- No es posible que algn humano aprenda esto por si mismo y se lo comunique a los dems? - Pregunt Kan
- No - dijo el anciano - nadie que no se muera puede acceder a esta dimensin y aprender esto que te estoy enseando. Algunos lo siguen por
instinto, pero no pueden explicarlo con palabras a los dems. "" Inclusive muchos lo han descubierto a lo largo de la humanidad, grandes
sabios que lo han proclamado a los cuatro vientos. Pero al faltarles la exactitud de cmo explicarlo, no han logrado todo lo que deseaban.
"" Slo uno que estuviese muerto y renaciera, tendra el poder de comunicar con total claridad esto que te he enseado. Y puede existir alguien con la
capacidad de renacer de la propia muerte?
Kan no tena la respuesta a esta pregunta, pero si tena otra pregunta.
- Alguna vez alguien ha renacido? - despus de dudar un momento aclaro - No es eso lo que me importa, lo que quiero saber es si alguna vez ha existido
un perodo en el que las personas siguieran estos consejos, plantaran slo trigo, felicidad, en sus almas y fueran todos realmente felices.
El viejo fantasma de huesos dudo un rato antes de contestar. - No es bueno que un Fantasma piense en esas cosas, pero s, en verdad ha
existido ese perodo que me preguntas. De hecho han sido varios los perodos. Se han sucedido una y otra vez como ciclos de una rueda, ha
pasado... y durante miles de aos, sin embargo muchos lo consideran slo
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leyendas debido a que sienten pura envidia. Como comprenders uno que
est agonizando en las zarzas que el mismo ha plantado no quiere reconocer que si hubiera plantado trigo, sera feliz. Y si no quiere reconocer eso, mucho
menos querr reconocer que otros muchos fueron felices. "" Sin embargo si han existido muchas eras en las que la humanidad ha sido
totalmente feliz, eras que ya estn casi en el olvido... y otras que vendrn. De hecho, predigo que no est muy lejos una era semejante.
Kan se sent a meditar sobre lo que haba escuchado, era algo sumamente importante, el propio destino, la felicidad, el sentido de la propia vida se
reflejaba en lo que haba aprendido. Casi agradeci el haber muerto para
poder escuchar lo aprendido. Si slo estubiera Vivo para poder aplicarlo! Sembrara siempre dorado trigo en su alma! Slo pensara en Felicidad,
Amor y Bondad! Y comunicara lo aprendido a millones de personas para difundir la nueva era de felicidad.
- Tu campo - dijo el saco de huesos - debes sembrarlo - aadi tendindole un asqueroso cesto repleto de zarzas.
- Por qu me das ese cesto? - Pregunto Kan - Porque eres un Fantasma del Miedo y el Fracaso, un Fantasma de lo que
podas haber llegado ha ser... exactamente igual que yo. Y nuestro deber es
sembrar y cultivar las zarzas para sufrir durante toda la eternidad. - y haciendo una mueca de dolor aadi - esa es la triste realidad.
- Slo eres un fantasma del miedo y del fracaso que intenta arrastarme hacia el sufrimiento - dijo Kan, a lo cual el fantasma sonri y afirm con la cabeza
afirmando la obviedad.
Kan rechaz el cesto que le tenda. No cometera el mismo fallo dos veces. Ante la estupefaccin del fantasma, el joven tom un dorado cesto de trigo,
el cual pareca arder entre sus manos... no, eran sus manos las que ardan al contacto del cesto.
- Esa es una razn ms por la que no tocamos el trigo mozuelo - dijo el saco
de huesos - somos propiedad de las zarzas, el trigo nos corroe como el cido corroera nuestros cuerpos vivos. Si estuvieras vivo podras, pero una vez ya
muerto... no hay oportunidad. - Y que va ha pasarme? - Ri el joven extraamente jovial - Acaso voy a
morirme? Y riendo corri hacia su campo con ese enorme cesto de trigo que le corroa
como fuego cido su ser. Y con grandes puados esparci trigo y ms trigo sobre su campo, sus
manos le dolan y le quemaban pero continuaba sembrando y sembrando, an cuando no sintiera ninguna diferencia. Dos horas despus, dos horas de
dolor en sus manos y una extraa felicidad, acab, mir su campo y est segua yermo.
Una sutil desesperanza empez a surgir en su corazn, y al mirar vio como el anciano saco de huesos estaba arrojando un puado de zarzas podridas.
Su primer reaccin habra sido el arrojar otro puado de zarzas contra el
campo del anciano para que sufriera su propia medicina... pero cambi de idea y tomando el cesto de trigo arroj, no un puado, sino kilos y kilos de
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trigo en el campo del anciano, el cual no saba que hacer pues se haba
quedado paralizado. Cuando acab el cesto, tom otro e hizo lo mismo en su campo, plantando
tanto trigo que al final el campo qued repleto de una enorme capa de trigo que quemaba a Kan al contacto con su piel.
El dolor era inmenso... y al final, perdi el conocimiento, feliz de haber
reparado su error... aunque ya fuera cuando era demasiado tarde.
Un Estruendo, parecido a un poderoso Trueno, despert violentamente al Joven Kan. Lo primero que vieron sus ojos fue un techo formado por
esqueletos danzando. Sus ojos se adaptaron un poco ms y pudo distinguir una oscura cpula con
relieves tallados de esqueletos y calaveras. Estaba acostado sobre una especie de altar, a su derecha una cara familiar le despert una sonrisa. Era
el viejo saco de huesos, slo que totalmente vestido y un poco ms... vivo! Kan se levant de un salto, se mir de arriba a abajo y s! Una oleada de
Entusiasmo le invadi. -Estoy Vivo!!!! - Grit a los cuatro vientos mientras las lgrimas de la ms
absoluta felicidad recorran su cara. - Es todo tan hermoso! El cielo del exterior, el aire, el dorado de mis manos, ese resecor de mi boca... Incluso
este inmenso dolor de cabeza!!! Porque estoy vivo!!!
- Eso si que son ganas de vivir - dijo el viejo sonriendo - Qu te ha cambiado tanto?
Kan le mir atentamente e impulsado por su instinto le dio un fuerte y largo
abrazo al viejo a la par que le deca "Me parece que sers t quien tendr que explicrmelo"
Cinco minutos despus la extraa pareja estaba situada en el exterior del templo. El anciano le haba contado que l era un clrigo de la muerte, que
esta maana haba visto llorando, desesperado, al joven Kan en el precipicio y temeroso de que hiciera alguna idiotez le haba asestado una pedrada en la
nuca con su onda. Por desgracia el tiro haba sido demasiado certero y casi haba matado al joven, cuando le tom para llevarlo a su altar e intentar
curarle, la sangre que brotaba de la cabeza del joven haba ensuciado su mejor camisa.
Despus las horas haban pasado y el anciano habra jurado que el joven estaba totalmente muerto, no era capaz de encontrar el pulso ni la
respiracin en su cuerpo, pero haba sentido un enraizado y bsico deseo de vivir que haba evitado que su espritu se hubiera separado totalmente de su
cuerpo. As que se haba limitado a esperar a ver que era lo que ocurra.
- Y as fue todo ms o menos - acab de explicar el viejo - Como ves soy un
anciano dedicado a un culto ya casi extinto, hace muchas dcadas que soy el nico adorador de mi culto.
- En que consista? - pregunt curioso Kan - Era una adoracin antinatural a la muerte y al sufrimiento. - explic el
anciano - unos cuantos seres desgraciados decidieron adorar al propio sufrimiento esperando que eso les aportase alguna ventaja egosta.
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- Y que consiguieron?
- Bueno, a parte de vivir en la ms absoluta de las desgracias y los sufrimientos, consiguieron llegar a separar el espritu, la esperanza, de
nuestros cuerpos, de tal forma que llegamos a ser una especie de podredumbre viva. - El viejo hablaba como si todo aquello hubiese sido una
locura sin sentido - Siempre enfermos, no acabamos de alcanzar el descanso de la muerte (pues eso hubiera sido un alivio) hasta que conseguimos
separar nuestros espritus de nuestros cuerpos para conseguir que estos sufrieran por separado. - el viejo recapacit un momento al ver que el joven
no acababa de entender - vers mozuelo, cuando un hombre pasa su vida preocupndose, viendo todo lo negativo, sufriendo e instando a los dems a
que hagan lo mismo, a que se preocupen y sufran, se convierte en un Ogro, una persona que siembra el descontento y la infelicidad en si mismo y en los
dems, condenndose al fracaso, la enfermedad y la muerte. "" Todos podemos ser Ogros, es una capacidad latente en todo ser humano.
Todos podemos escoger entre la luz y la oscuridad, entre la felicidad y el
sufrimiento, el camino slo depende de nosotros. ""De nuestras decisiones y nuestras acciones. Si nos preocupamos, sufrimos,
dejamos que nuestros miedos florezcan y los compartimos con los dems hacindoles sufrir, an cuando sea inocentemente... entonces somos Ogros y
an cuando aseveremos que somos positivos y que somos seres de la luz, estamos del lado de la Oscuridad...
"" Sin embargo, si nunca un pensamiento negativo surge de nuestra boca, si nunca desanimamos a nadie, si siempre somos positivos y vemos la semilla
que est plantada en cada desgracia, la que guarda una oportunidad an mayor que la desgracia que estamos viviendo... y si siempre elegimos
controlar nuestros pensamientos para que sean felices, positivos y productivos, entonces somos seres de la luz.
"" Muchos empiezan siendo seres de luz, pero se rinden a las circunstancias irrelevantes y se hacen seres de la oscuridad an sin saberlo, se inundan de
inseguridad, miedos, ira y odio. Dejan de pensar positivamente y pasan a
tener miedos, a acumular rencor y reaccionar con ira y sufrimiento. Pretenden, sin saberlo, dar pena para que otros hagan las cosas por ellos o
les den regalos, en realidad lo que estn haciendo es causarse dao a si mismos, a sus mentes y a sus cuerpos, y a los dems que sufren por verlos,
metindose cada vez ms en el pozo de los sufrimientos, la enfermedad y la muerte, donde finalmente acaban siendo atrapados.
""Todo por su propia voluntad y sus propios actos. Aunque naturalmente, nunca encontrars a un Ogro que lo reconozca, siempre le vers bajando el
pozo a la par que exclama que l es un ser positivo de la luz... an cuando la verdad es que se est hundiendo cada vez ms en las inseguridades, la duda,
la ira, el odio y el sufrimiento. Lo que le acaba aportando sufrimiento y fracaso.
Kan medit durante unos momentos la enorme sabidura y verdad contenida en estas palabras, incluso las repas mentalmente para evitar tropezar en un
futuro en la misma piedra.
- Pues bien amiguito - continu el viejo - unos cuantos Ogros nos reunimos y creamos este culto a la muerte y al sufrimiento, nos reconocimos como
verdaderos Ogros y empezamos a infundir el sufrimiento en nosotros y en
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los dems de forma deliberada, creyendo que eso nos dara la felicidad.
Estbamos equivocados pues aunque la ira y la venganza dan, en un principio, una gran satisfaccin, la del Orgullo que te sabe a ser superior, con
el tiempo cada vez estbamos ms hundidos, hasta que al final logramos que nuestras almas se convirtieran en verdaderos Fantasmas del Miedo y del
Fracaso. A la par que nuestros cuerpos se convertan en sacos de huesos, como de muertos que caminaban con una falsa vida.
Kan se estremeci ante estas palabras pues aquellos hombres haban sido
todo lo contrario al ideal de un Samurai. - Y por qu me salvaste? - pregunt inocentemente Kan
- No creas que fue por piedad - dijo el anciano saco de huesos - mi intencin
era traerte a mi altar vivo, entonces humillarte por el acto que ibas a realizar, hacerte sufrir hasta lo indescriptible y luego convertirte en mi
aprendiz y sucesos pues yo ya estoy viejo y soy el ltimo de los mos... - su voz acall de forma sbita.
- Y por qu no lo has hecho? - contest el joven cauteloso - Por qu en vez de hacer eso, me has sacado del templo trado a este descampado y me ests
abriendo tu corazn? - Bueno... - dijo el anciano - un poco antes de que despertaras sent un
cambio en mi interior, una felicidad... un calor... que jams haba sentido desde mi infancia, yo... - dud el viejo - he cambiado - dijo al fin mirando
sinceramente los ojos del joven - y creo que te lo debo a ti. Kan asinti con la cabeza, recordaba perfectamente su vivencia, no saba ni
comprenda como haba sido posible... o por qu, pero le desvel palabra por palabra toda su experiencia. Mientras lo haca hubo ms de un momento en
el que llor, unas veces de felicidad por estar vivo, otras de tristeza... no
saba por qu, pero algo dentro de l le dijo que era por aquel ltimo puado de zarzas que haba arrojado el anciano en su alma. Sabiendo que una vez
que el sufrimiento pasara, lo hara para siempre, en vez de resistirse o enfadarse, dej que las lgrimas cubrieran su cara y se sinti
maravillosamente renovado y feliz cuando termin.
- Ahora comprendo - dijo el anciano - hay una gran sabidura en lo que me acabas de contar, una Ley de Felicidad y xito que siempre he intuido y se
que todo aquel que realmente la siga, sembrando a cada hora pensamientos de felicidad y xito en su mente, alcanzar todo aquello bondadoso y bueno
que desee, sin excepciones, en su totalidad.
- As es - confirm Kan - El gran problema de la humanidad, del fracaso, del
no conseguir algo. Reside en la falta de responsabilidad que demuestran todas las personas para con su alma.
"" Deberan alimentar sus sentimientos con semillas positivas como Amor, bondad, generosidad, seguridad y Fe.
"" De hacerlo as, simplemente conseguiran todo lo que deseasen. "" De hecho, toda persona que acta as, siempre consigue lo que desea.
- En cambio - complet el anciano solemnemente - la irresponsabilidad que demuestran reside en alimentar los pensamientos negativos, en rendirse, en
dejar que la inseguridad penetre en sus almas, en dejar que esa inseguridad fructere como miedo, ira, odio y les genere el mayor de los sufrimientos.
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"" Simplemente habra que pedir a una persona normal que analizase sus
sentimientos de una forma sincera y abierta Qu encontraras en ellos? Seguramente una gran abundancia de sombras obscuras, la convivencia con
un gran nmero de miedos habituales, una serie de iras reprimidas, reproches y sobre todo, faltas de Fe. Unas faltas, y unos sentimientos que le
hacen sentir mal, sentirse impotente, fracasado, inseguro, con miedo... que le causan reacciones de enfado e ira. Que le hacen Fracasar, enfermarse y
morir. ""Alguna vez has visitado un centro mico joven Kan? - el joven neg con la
cabeza - Yo lo he hecho muchas veces, he hablado con sus miembros y siempre he encontrado un nexo comn entre todos los enfermos.
Preocupaciones, temores, miedos, odio e ira. "" En cambio las personas sanas siempre poseen una gran Fe, una Fe
increbrantable y tranquila, porque saben que en su camino habr dificultades, algunas incluso inmensas, pero no pierden el sentido de la
realidad y saben que el sufrimiento o la mala suerte nunca durar para
siempre y que acabarn triunfando. "" Y sabes lo ms curioso?
- Que siempre acaban triunfando - afirm el joven con la cabeza al reconocer
en estas ltimas palabras la vida de su padre y la de los otros verdaderos Samurais.
- Anciano - dijo Kan despus de meditar unos momentos sobre lo hablado -
Quiero darte las Gracias. Porque me has enseado lo que es Realmente el Camino del Samurai.
"" Yo, an con mi instruccin y el apoyo de mi padre el General de Generales, haba abandonado este camino, momentneamente, introducindome en el
bosque del miedo y la desesperacin. No s que es lo que he vivido, tampoco me importa, lo que me queda es lo importante, este sentimiento de que s
que yo soy el nico que domina mi vida. "" Por esto quiero darte las Gracias, porque me has devuelto la alegra de
vivir, me has dado el medio de decidir mi destino, de saber controlar mis emociones, mis sentimientos y poder alcanzar todo aquello que deseo...
simplemente sembrando siempre trigo de Felicidad en mi alma!
El anciano medito, gracias a Kan haba dejado de ser un Fantasma del Miedo y del Fracaso y era feliz, l tambin quera demostrarle su agradecimiento a
Kan y decidi hacerlo desvelndole los secretos del trabajo, de las herramientas que utilizan los propios Fantasmas para plantar el miedo y la
desgracia en las almas de los hombres, para que el Joven Samurai pudiera utilizar ese secreto en su beneficio dndole la vuelta y aprendiendo a
sembrar feliz trigo dorado en su alma desde esta dimensin. - Kan - pronunci solemnemente - voy a desvelarte el mayor de los secretos,
aquel que te permitir sembrar siempre la felicidad en tu alma y no plantar jams las terribles zarzas del sufrimiento que podran atraparte igual que
pueden atrapar a cualquier persona. Es ms, voy a ensearte a poder
eliminarlas completamente de tu alma para que puedas alcanzar la mxima felicidad y cumplir el destino que t mismo te marques.
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El Joven Samurai senta que este secreto sera el ms importante de toda su
vida, por lo que presto atencin en un grado sumo como nunca antes lo haba hecho, intentando memorizar palabra a palabra lo que el anciano iba a
decirle a continuacin.
- Amigo, eres dueo de tu destino, as como yo soy dueo de tu destino y absolutamente todas las personas son las nicas dueas de tu destino.
"" Esa es la gran verdad de la Libertad Suprema que todos poseemos, algunos tienen miedo de esta libertad porque no comprenden que este es su
mayor poder, pues todo, absolutamente todo lo que puedas desear tener o ser, lo tendrs si lo haces parte de ti y lo siembras en tu alma como voy a
explicarte a continuacin.
"" Lo primero de todo, has de comprender, que somos todo aquello que nosotros decidimos ser. Este es un poder que todo el mundo utiliza, porque
es la base misma del alma y la naturaleza humana, es la base misma por la que ests constituido y si no lo ests utilizando, es porque otros lo estn
utilizando por ti inducindote a ser lo que ellos quieren. Tus personas cercanas, los que te cruzas por la calle y los Ogros, sobre todo los Ogros y
los Fantasmas, estn esperando a que dejes de utilizar este poder y les permitas utilizarlo a ellos, si lo haces, estars condenndote, y lo estars
haciendo slo bajo tu responsabilidad, pues tambin eres t quien lo habr escogido, as que te recomiendo que empieces a utilizar este poder, tal y
como ahora te voy a describir, para empezar a ser todo aquello que deseas. "" Lo segundo, es necesario que comprendas que tu alma, tu mente y tu
corazn son literalmente campos frtiles que funcionan con aquellas semillas que les aportas. Si les aportas inseguridad, miedo, ira u odio, ser eso lo que
recojas al convertirte en una persona totalmente despreciable, en un
completo Ogro. "" Sin embargo, si los abonas con Amor, Bondad, Generosidad, Confianza,
Seguridad, Fe, Esperanza y pensamientos siempre positivos, entonces siempre recogers xito y riquezas.
"" As de sencilla es la vida. "" Veamos ahora como puedes utilizar este poder, te sorprenders de su
simplicidad. "" Cuando fracasas... Qu has estado haciendo antes? Has estado teniendo
sentimientos de inseguridad, sentimientos de miedo que has alimentado. Te has planteado la posibilidad del fracaso, primero desde lejos con
escepticismo, despus has pensado que es una posibilidad, a continuacin lo has visto como algo probable y has acabado fracasando porque ya era una
realidad. Durante todo ese tiempo tus pensamientos no han sido "Estoy completamente seguro de que triunfar, lo siento desde lo ms profundo de
mi ser. Estoy feliz porque se que triunfar, porque tengo la total Fe que el
xito es mi destino, porque as lo siento, porque as es." "" En cambio has estado pensando "Y si fracaso? Qu pasara? No puedo
fracasar porque tengo que triunfar... es necesario! Porque sino habr fracasado, pero... si est fuera de mi control? Y si ocurre? Quizs llegue a
ocurrir? Tengo que empezar a planear una salida por si ocurre.... Tengo que hacerlo ahora porque es probable que suceda!" Y al final acabas fracasando,
enfermo, tirado en el arrollo y muerto. "" Sin embargo, t mismo te lo has causado, porque de igual forma que te
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condenas al fracaso, podras "condenarte al xito"
"" Esto es el mayor poder con el que has sido bendecido, lo tienes desde tu nacimiento, pero quizs tengas miedo de utilizarlo por si fracasas - el
anciano sonri - as es, hasta aqu nuestro miedo nos frenar. Porque si el hombre comprendiera que este su mximo poder, es tan simple como es,
entonces obtendra toda la felicidad y todo lo que desea... dejando a los Fantasmas del Miedo y del Fracaso sin trabajo, con lo que por fin podran ser
liberados y descansaran en paz y felicidad. "" El secreto es este:
"" Arroja un puado de pensamientos positivos en tu mente cada media hora.
Kan se quedo mirando fijamente al anciano, lo que deca tena un gran sentido y el samurai saba que aquello era verdad, pero necesitaba una
explicacin mayor.
- Kan, cuando un hombre o una mujer desea ser feliz, lo primero que debe
hacer es pensar que es lo que desea - insisti sobre ello - especificar exactamente que es lo que desea. Ha de hacerse con dibujos de ello,
mirarlos cada poco, sentir que son suyos por derecho y que los obtendr, ha de imaginarse poseyndolos... ya sea objetos materiales, o felicidad, amor...
cualquier cosa que se desee!!!
"" Entonces ha de inculcar esas imgenes en su mente, ha de hacerlo con una total sensacin de Fe, de Felicidad, de Amor, Bondad y Generosidad.
"" Es muy importante que Emocionalice esos sentimientos. Muy muy importante.
"" Cuando una persona fracasa, es porque ha pensado "Fracasar" muchas veces, pero sobre todo, porque lo ha pensado unindolo a una sensacin, a
un sentimiento de miedo, a una emocin negativa, lo que hace que ese pensamiento se siembre en su alma como una zarza de sufrimiento que le
har sufrir y fracasar. "" De igual forma, cuando una persona alcanza el xito y la felicidad, es
porque ha pensado cada media hora (como poco) "TRIUNFAR!!! Tendr xito! Lo har porque estoy predestinado al xito!" Este pensamiento,
emocionalizado con una total Fe, Amor, Bondad y Esperanza, es lo que hace que se plante una semilla del dorado trigo de la felicidad y el xito. Con lo
que recoge xito y felicidad.
"" El mayor problema que tienen las personas es que ven realizar una accin a otra y ven como esa persona alcanza el xito por medio de esa accin.
Entonces ellos realizan esa misma accin y no lo consiguen, fracasan. Y lo hacen porque no acaban de comprender que la accin es irrelevante, lo
importante es que aquella primera persona, realizo esa accin con la total seguridad de que conseguira el xito.... mientras que la segunda lo hizo con
miedo en su corazn, con lo que fracaso. "" Me acuerdo - dijo avergonzndose - que cuando era un Fantasma sola
acudir a los locales donde los jvenes se conocen, entonces yo buscaba a mi presa. Vea como mi presa observaba a un chico normal y corriente que se
acercaba a una chica hermosa y le deca "Eres preciosa, quieres bailar con migo?" y triunfaba.
"" Mi pobre vctima no poda ver todo lo que yo vea, sin embargo yo vea un
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alma segura, sembrada de trigo dorado que estaba segura de alcanzar el
xito. Y por eso triunfaba. "" Despus escuchaba como mi vctima se deca que hara lo mismo para
conseguir a una chica con la que bailar. Entonces yo sembraba un manojo de zarzas de miedo que hacan que este empezase a temblar, su inseguridad
creca y ni siquiera era capaz de acercarse a la joven, con lo que perda todas las oportunidades y fracasaba, otros pocos lo intentaban tmidamente, no
saban que sus acciones eran intiles al ir cargadas de miedo y entonces fracasaban, con lo que su inseguridad creca an mas, ellos mismos
arrojaban manojos de ira y odio a su alma culpando a la muchacha de orgullosa y pcora. Un poco de trabajo ms y ese chico ya era un ogro a mi
servicio. "" De igual forma actuaba con los vendedores o los emprendedores, cuando
estos deseaban hacer algo, primero les inculcaba miedo, un miedo que les impeda moverse, actuar, ponerse en accin... con lo que fracasaban
irremediablemente!!!
"" Otros, unos pocos, tomaban un manojo de trigo y lo arrojaban contra mis zarzas... con lo que estas moran y ellos empezaban su negocio con xito.
"" Pero todos los comienzos son difciles, y yo aprovechaba cada dificultad para arrojar un puado de zarzas a su alma. Cada "No" de un cliente, yo lo
acompaaba con una semilla de zarza, y siempre venan Ogros en mi ayuda, seres de Ira y Odio que descargaban su Ira, sus zarzas, contra mis vctimas,
que finalmente se iban apagando hasta que se convertan tambin en unos Ogros.
"" Esto, lo haca tambin con los Samurais. Ahh!!! Su pureza es como una tentacin, su trigo es an dbil y nuestras zarzas pueden florecer bien.
Medita Kan, medita que es lo que hacas en las reuniones con tu padre.
- Yo... - dud el joven - bueno, escuchaba sus enseanzas.
- Esas enseanzas - dijo el viejo - eran trigo que tu padre te arrojaba a tu alma.
El muchacho asinti, y el anciano le invit a continuar hablando con un gesto de su mano.
- Despus, cuando la enseanza acababa, yo me prometa solemnemente que lo hara tal y como mi padre me haba dicho. Con un gran sentimiento de Fe,
Seguridad y Esperanza, me prometa a mi mismo que triunfara, que t