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Medicina

Raquel González Arias

Tres de la tarde de un viernes. Untaxi que no avanza en un Madridcolapsado. Mejor poner fin a lacarrera y continuar andando. Meestoy “estresando”. Diez minutostarde, pero el doctor HoracioVerini, jefe del Servicio deEndocrinología y Metabolismodel Hospital Español de BuenosAires, que a las cuatro tiene unencuentro cibernético desde laotra punta de la ciudad y que, aldía siguiente, regresa a la capitalargentina, está tranquilo,sosegado. Da un sorbo al café(¿descafeinado?) que ha removi-do pacientemente y, cortésmen-te, me ofrece asiento. Empiezo arelajarme, ¿será contagioso elsosiego? Le observo y, decidida-mente, parece tener todo eltiempo del mundo: predica con elejemplo, deduzco. Y es que esteargentino, acaba de publicar,junto a la psiquiatra María Cristi-na Echegoyen, profesora en laUniversidad de Buenos Aires, ellibro “Plántale cara al estrés yacaba con él”.

Enfrentarse y vencer al estrés

“Mientras que a nosotros el estrés nos mata, para los animales representa un medio de salvación”, según el doctor Horacio Verini

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propio de la sociedad modernasino que es intrínseco a nuestraexistencia y, aunque no lo creamos,resulta necesario puesto quegracias a él, somos capaces deadaptarnos al medio que nosrodea.

Estrés humano frente a animal

Hombres y animales tenemosestrés, sin embargo, no lo experi-mentamos de igual forma. Ladiferencia radica, simplifica eldoctor Verini, en que “mientrasque a nosotros el estrés nos mata,para los animales representa unmedio de salvación”.

En el hombre, el estrés ante unasituación como un coche descon-trolado que se dirige hacia él,puede salvarle la vida en cuanto aque le mueve a apartarse rápida-mente y así esquivarlo. Hasta ahí,todo bien. El estrés ha cumplido sufunción, pero si es el estrés perma-nece una vez la amenaza hadesaparecido es cuando puedecalificarse como “patológico”.

Además, en el hombre, se da untipo de estrés que no se encuentraen los animales: el estrés simbólico,motivo de ansiedad que respondea la capacidad de estresarnos antesituaciones o hechos que imagina-mos que pueden tener lugar y que,

en principio, no tienen por quéllegar a suceder. El doctor Verinipone como ejemplo el de unempleado al que acaban deanunciar que en la empresa habráuna reducción de plantilla e inme-diatamente piensa que le afectaráde forma directa, desencadenandouna tensión emocional. Otro casosería el de una persona que tengafobia a los reptiles y sólo el hechode que un animal de este tipoaparezca en una película le genera

Para enfrentarse a algo,primero, debemos saber aqué nos estamos enfren-tando exactamente y, en el

caso del estrés, nos encontramoscon un abuso en el empleo deltérmino que mueve a confusión.De un lado, atribuimos al estrés uncomponente nocivo; de otro,“estar estresado” es ya una frasehecha que ha llegado incluso arelacionarse con un estado propiode aquellos que trabajan más.Estrés y productividad, sin embar-go, no tienen por qué ir de lamano. El doctor Horacio Veriniaclara el concepto: “El estrés esuna respuesta emocional ycorporal ante un acontecimientonuevo, intenso o duradero, querequiere de una adaptación porparte del individuo”. No es, portanto, un agente nocivo en símismo.

El término estrés (del griegostringere, provocar tensión), expli-ca el doctor Verini, se emplea eningeniería y en física para hacerreferencia a la resistencia de losmateriales y no es hasta la décadade los 30 cuando Hans Seyleplantea una aplicación distinta,referida a cómo una personareacciona ante aquellos estímulosque percibe como amenaza. Elestrés, que se da tanto en hombrescomo en animales, no es algo

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“Los animales se estresanpor cosas concretas. Unagacela puede estresarsefrente a un león, pero nuncafrente a la representación deun león”

Doctor Horacio Verini

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estrés. “Los animales se estresanpor cosas concretas. Una gacelapuede estresarse frente a unleón, pero nunca frente a larepresentación de un león”,comenta. Del mismo modo, elestrés de una gacela que se enfrentaa un león, desaparece una vez éstaha conseguido huir y el león estáfuera de su vista. No se estresa antela posibilidad de que el león puedareaparecer. En cualquier caso, estono significa que en los animales nopueda darse el estrés como algopatológico y, de hecho, apunta eldoctor Verini, este suele aparecercuando el animal se ve sometido asituaciones de cautiverio, afectando,por ejemplo, a su función reproductiva.Así, son muchos los animales que noconsiguen reproducirse en este tipode situaciones.

Volviendo al estrés simbólico,señala el doctor Verini, este esespecialmente nocivo puesto que“es muy difícil luchar contra él”. Elestrés ante una situación realpermite intentar eludir dichasituación o enfrentarse a ella,mientras que si el objeto desencade-nante es irreal, será muy difícil tantoevitarlo como afrontarlo.

“Socialmente, se nos impideresponder al estrés”, afirma eldoctor Verini. Y es que, añade esteexperto, ante situaciones quedesencadenan estrés la reacciónnatural es la de “pelear o huir”. Sinembargo, explica, “si peleas, eresun bravucón; si huyes, uncobarde”. Asimismo, las personasnos encontramos en situacionesdesencadenantes de estrés ante lasque no podemos hacer nada opodemos hacer muy poco.

En un atasco, por ejemplo, nohay opción ni a la pelea ni a la huiday esto genera una tensión a la que,propone el autor en su libro, hayque dar salida.

Liberar el estrés

Para liberar la tensión acumuladaen nuestra vida diaria, el doctorVerini plantea, por un lado, laeliminación –en la medida de loposible– de aquellos elementos quedesencadenan la aparición delestrés, y de otro, la imitación de las

Doctor Verini:“Detrás de muchasenfermedades claramente clínicas,en las que uno no pensaría que puedehaber un componenteemocional, se encuentra el estrés”

Estrés infantil

Del mismo modo que el estrés no es exclusivo del ser humanoni se circunscribe sólo al ámbito de la sociedad moderna,tampoco lo hace sólo al del adulto y encontramos cada vez

más niños que padecen el estrés como un problema. Del porqué deese incremento, el doctor Verini hace alusión al nivel de exigenciacreciente al que hoy en día se somete, consciente o inconsciente-mente, a los niños. “Todos queremos que nuestros hijos sean pequeñosEinstein o deportistas de elite” por lo que traslas clases de rigor se tiende a ocupar eltiempo libre del niño con todo tipo decursos de formación. Asimismo, “muchasveces, el hijo se convierte en el vehículo de lasfrustaciones de los padres, de forma que si lamadre, por ejemplo, quiso en su día serbailarina y no pudo, pretende que lo sea su hijay, sin preguntarle su opinión, la inscribe en uncentro de baile súper exigente”. Todo ello, resta alniño tiempo para disfrutar, pudiendo de-secandenar situaciones de estrés quepueden repercutir negativamente, porejemplo, en su crecimiento.

Manifestaciones del estrés

En su libro, el doctor Verini apunta diversas manifesta-ciones del estrés en el área físicas, en el área mental yen el área del comportamiento:

En el área física-Aceleración de los latidos del corazón-Aumento de la tensión sanguínea arterial-Aumento de la sudoración.-Aumento de la frecuencia respiratoria-Aumento del tono muscular-Aumento de la glucosa en la sangre.-Aumento del colesterol y los ácidos grasos en la sangre-Sed-Disminución del riego sanguíneo de la superficie corporal (palidez, caída de cabello)-Digestiones lentas-Alteración de la inmunidad-Dolor o sensación de opresión en el pecho-Falta de fuerzas

En el área mental-Miedo-Fobia-Ansiedad-Nerviosismo-Pensamiento rumiante-Confusión-Culpa-Incapacidad para concentrarse-Dispersión de la atención-Trastornos de la memoria-Angustia-Frustración-Indecisión-Inseguridad-Insatisfacción-Desinterés-Fatiga-Hipersensibilidad-Irritabilidad-Mal humor-Alteración del pensamiento-Disminución del rendimiento intelectual-Pérdida de creatividad-Disminución de las manifestaciones afectivas-Falta de afectividad

En el área del comportamiento-Alteración de la conducta alimentaria-Pérdida del dinamismo-Aumento de la aparición de errores-Conductas automáticas, sin pensar-Reacciones exageradas-Alteraciones del habla-Discurso confuso-Tendencia a los accidentes-Adicciones

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reacciones naturales ante el estrés,es decir, de la lucha o de la huida.Propone así ejercicios que impli-quen golpear, como el aerobox, ohuir, footing. Asimismo, plantea laadopción de un régimen higiénico-dietético saludable, incrementandoel consumo de frutas y verdurascrudas. Todo ello, contribuye a laeliminación de sustancias que segeneran como consecuencia delestrés y que si se acumulan puedendesencadenar problemas como laelevación de los niveles de coleste-rol, glucosa, triglicéridos o presiónarterial. De hecho, nos comenta,“detrás de muchas enfermeda-des claramente clínicas, en lasque uno no pensaría que puedehaber un componente emocio-nal, se encuentra el estrés”.

Úlceras gástricas o diabetes sonejemplos nada inusuales deenfermedades en las que el estréspuede actuar como desencade-nante.

Tratamientos

En cuanto a cómo tratar estasmanifestaciones físicas generadaspor situaciones de estrés, el doctorVerini asegura que, en muchoscasos, basta controlar el estrés parasolucionar el problema. No obstan-te, si el estrés se ha mantenidodurante un periodo de tiempoprolongado, es preciso recurrir altratamiento farmacológico quecorresponda. Y así, en el caso de ladiabetes, por ejemplo, no bastacontrolar el estrés, una vez esta haaparecido no hay vuelta atrás.

En su libro, el doctor Veriniconcede un capítulo especial a laimportancia de la meditacióncomo medio para canalizar el estrésy asegura que “la meditaciónproduce una sensación de paz yfelicidad que no sólo disfrutaquien la practica, se dice que esatranquilidad se transmite aaquellos que le rodean”. Volvien-do al inicio de esta entrevista: ¿serácontagioso el sosiego?.