Enriqueta Lema Rodríguez*

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LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL TIEMPO CIRCULAR Y EL ESPACIO CONCÉNTRICOY RETICUIAR EN LA RITUALIDAD YAQUI Enriqueta Lema Rodríguez* R¿su¡¿¿¿' se gootiene la hipótesis de que el caleudario ritual yaqui se conforma de dos cidos agríe las que se componen de cuat¡o etapas: s€cas qn frío (seueria hibqke, diciembrr-febrero), secas mn @lot (tfuarb kiba*p, marzo-mayo), lluvias intensas (fuóurdc, junio-aeptiembre) y lluüas eaporá- ücas (e4uipwtas,ú,ubrsnoviemb¡e), a pa¡ti¡ de las cuales se organiza cultu¡al:nente la riiuali- dad yaqui. Se analiza aquí la coustmcción social del espacio a partir de la circulación del bolo (comidr ritual) y de los objetos sagrados (danzantes) en las etapas interuediae; la organización de los "fiestcroo'y lae formas de reciprocidad enhe distintas localidades. fuJa,brus cbue: eepaoritual, comitla ritual, recipmcklad ritual, ciclo festivo. Aóot¡ucú: The author maintains the hypothesis tlrat the Yaqui ritual calendar is macte up ofagri- cultural gyclee consisting offour etagee: the cold dry s€ason (seuenb ¿ió¿¿4, from December-F;b- ruary), the hot dry season (tdtarh hifuh¿,from March-M4y), the season ofintence rain (r¿ó¡¿¡ic, from JuneSepteober) and the eeaeon of spoadic rain (eq¿i¡'asrds, fipm &obe¡:Nwember). the Yaqü ritualif,y iscuttüaly organized based on theee eessons. Ilere tlre social construct ofspace is analyzed based on the circulation ofthe "bolo'(ritual fi»d) a¡d the sacred objects (dancers) in tlrc intcrmediate stages; the organüation ofthe "fiesterre" (feaste) and the system ofreciprucity between various villages arr viewed. I(eru,ordsr Rural space, ritual meal, ritual reciprocity, festive cycle. INIRODUCCIÓN i bien la modemidad inciile de di. versas forma8 en Ia organización social de las culturas tradicio- nale§, en algunos pueblos se aprecian esfuerzos por pr€señ¡ar sus particulari- dades, más en la rituali¿lad que, por su naturaleza recurrente, tiende al con- *Doctora ar Anhopologfa por la weu, inves- tigadora asociada C del Centro de Inveatigacio- nes Multidisciplinarias sobre Chiapas y ¡a FYont¿ra Su¡ rle la Universidad Nacional Autó. sen'adurismo aI hatarse de r¡n fenóm+ no de larga duración para mucha§ sociedades. Mircea Eliade (1985) s€ñaló que en ellas persi8te una visión cim ar del tiempo, recurrencia ritual, insepa- rable de un lugar fundador: el a¡is mundi (eje del mundo), representado en el espacio. Pem eI espacio también puede ser visto como un conjunto de objetos y sus recíprocas relaciones a no¡na de l[éxico. Lf¡rea¡ principales de inv€stiga- ción: Disputas teritoriales y culhra; Deearrollo comudts¡io y autonomía, y Prooeac rituales. Esta revista forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv DR © 2016. Instituto Nacional de Antropología e Historia

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LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL TIEMPO CIRCULARY EL ESPACIO CONCÉNTRICOY RETICUIAR

EN LA RITUALIDAD YAQUI

Enriqueta Lema Rodríguez*

R¿su¡¿¿¿' se gootiene la hipótesis de que el caleudario ritual yaqui se conforma de dos cidos agríelas que se componen de cuat¡o etapas: s€cas qn frío (seueria hibqke, diciembrr-febrero), secas mn@lot (tfuarb kiba*p, marzo-mayo), lluvias intensas (fuóurdc, junio-aeptiembre) y lluüas eaporá-ücas (e4uipwtas,ú,ubrsnoviemb¡e), a pa¡ti¡ de las cuales se organiza cultu¡al:nente la riiuali-dad yaqui. Se analiza aquí la coustmcción social del espacio a partir de la circulación del bolo(comidr ritual) y de los objetos sagrados (danzantes) en las etapas interuediae; la organizaciónde los "fiestcroo'y lae formas de reciprocidad enhe distintas localidades.

fuJa,brus cbue: eepaoritual, comitla ritual, recipmcklad ritual, ciclo festivo.

Aóot¡ucú: The author maintains the hypothesis tlrat the Yaqui ritual calendar is macte up ofagri-cultural gyclee consisting offour etagee: the cold dry s€ason (seuenb ¿ió¿¿4, from December-F;b-ruary), the hot dry season (tdtarh hifuh¿,from March-M4y), the season ofintence rain (r¿ó¡¿¡ic,from JuneSepteober) and the eeaeon of spoadic rain (eq¿i¡'asrds, fipm &obe¡:Nwember). theYaqü ritualif,y iscuttüaly organized based on theee eessons. Ilere tlre social construct ofspaceis analyzed based on the circulation ofthe "bolo'(ritual fi»d) a¡d the sacred objects (dancers) intlrc intcrmediate stages; the organüation ofthe "fiesterre" (feaste) and the system ofreciprucitybetween various villages arr viewed.

I(eru,ordsr Rural space, ritual meal, ritual reciprocity, festive cycle.

INIRODUCCIÓN

i bien la modemidad inciile de di.versas forma8 en Ia organizaciónsocial de las culturas tradicio-

nale§, en algunos pueblos se aprecianesfuerzos por pr€señ¡ar sus particulari-dades, más en la rituali¿lad que, por sunaturaleza recurrente, tiende al con-

*Doctora ar Anhopologfa por la weu, inves-tigadora asociada C del Centro de Inveatigacio-nes Multidisciplinarias sobre Chiapas y ¡aFYont¿ra Su¡ rle la Universidad Nacional Autó.

sen'adurismo aI hatarse de r¡n fenóm+no de larga duración para mucha§sociedades. Mircea Eliade (1985) s€ñalóque en ellas persi8te una visión cim ardel tiempo, recurrencia ritual, insepa-rable de un lugar fundador: el a¡ismundi (eje del mundo), representadoen el espacio. Pem eI espacio tambiénpuede ser visto como un conjunto deobjetos y sus recíprocas relaciones a

no¡na de l[éxico. Lf¡rea¡ principales de inv€stiga-ción: Disputas teritoriales y culhra; Deearrollocomudts¡io y autonomía, y Prooeac rituales.

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12 E riqu.t l¿rñá Rodrfguet

partir de la acción huna¡xa (Santos,1986). De acuerdo con Juan Luis Pin-tos (2ü)0), la visión eetructurada deuna sociedad es resultado de la selec-ción de algunos elementos que cons-truyen la plausibüdad de la realidad.Poner en discusión estas miradas, enel ¡náligis de la cultu'a ysq¡.tr(yoeng)permite interpretar algo de la complqii-dad de la fiesta, la cual puede ser vistacomo espacio que refrenda la t€rritoria-lidad, rerrite aI tiempo mítico y prcpi-cia la construcción de alianzas, entreotras cueetionee. En est€ tmbajo buscodemoskar que los esquemas espacio-temporales de la ritualidad yaqui smcirculares, concéntricos y reticulares,observables en la actualidad, aun cont¡das las hansfoñraciones que la mo-demidadimpme.

Respecto al tiempo circular com-parto la üsión de Eliade, ampliamentediscutida como eterno retorno.r El es-pacio concénhico, menos abordadq mees.asible rcrnitiéDdolo a la imagen pru,

I Entiendo el tiempo circular cmo el eteroorettrlo de&rito por Eliade: "Un ritual cualquie-ra, cono ya t€ndr€mos ocasión de ver, se desa-nolla no sólo en un eepacio cmsagrado, ee decir,es€ocialmeúte distiDto del espacio prrfano, rinoademás €n un'tiempo aagrado','eu aquel tiem-pd (in illo t¿t¡tporc, aó o4g,ire), ea deci¡ euandoel ritual fue llevado a cabo por prinera vez porun dios, u¡ ant¿pasado o u¡ hé¡oe [. . .] . Dicho8ea de paso, enhe los lnimitivos'no sólo loa ri-tuales ti€nen Eu modelo mftico, sino que cual-quier acción humana adquiere su eñcacia en lamedida en que rcpite €xactaEent¿ una acciónllevada a cabo e¡¡ el coienzo de lc tie¡npoe porun dios, un héroe o un antepasado" (Eliade,1986: 2&2?). A¡t¿ el t¿rror de la historia, diceEüade, el rito retorna al tiempo fuadador quereafiryn el mundo. Esta tiempo-espacio prini-genio se re.freurla en el eepacio sagrado: el tem-plo, el ce¡rho cere¡no¡rial, la mmtsñá sagrada.

vocada por una piedra lanzada sobre elagua con la formación de mrfltiples on-dae al momento del choque, suavesondas que se alejan en perfecto perí-meh! alineado; üsto asf, perrrite üs-tinguir el cenho de un radio con lfmiteen distintas circl¡nfer€ncias.'z El reticu-Iar, por otra parte, se conforma por re-des que se construyen entre diferenteselernentos del espacio, a trar/és de reco-nidos, üeitas e intercambio de objetosrituales que al realizarse, refuerzan¡edes sociales. En la interpretación deestos esquenas me he basado para elestudio de la estructura organizativade los fiesteros, además de la obeerva-ción de algunas esceúas rituales, en ladisposición del eepacio ritual y en laIógica que sigue la circulación de untipo de óolo 0a comida ritual) y los jue-gos de cierre de la ñesta,8

LOSYAQIJIS: CICIO FESTIVO ANUALYSUSPROCESOSRIT('AI.ES

La tribu yaqui, coreepondiente a lafamilia lingiiíatica yutoaztcca, se ubicaen Smorq en el noroeste mexicano. Suterritorio cor¡sta de 485 mil 235 hectá-rea8 de tierra en propiedad comunal,antes irrigadas por las afluentes delrfo Yaqui, y es habitado por aprox!madamente 25 mil ysquis

-t8mbién

I Esta idea di¡tintiva entr€ c€ntm y orillascada vez más §anas, llevada al exEemo, se in-ter?retó algu¡a vez como la diferencia entreqúrrutu y dtaúrrutu.

I El t¡abajo de caDpo para esta inveetiga-ción lo ¡ealid en t€Erpoad¡r iDt€rmit€dteo en-tre noviembre de 2005 y rot¡iembr€ d€ 2010 €nque pude visit¿¡ t¡dos lc pueblos que integranel t¿rritoio vaqui.

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Le coúltruccidú sociál d.t tieEpo circula¡ y el erp¡cio conénEico y le6c1¡lar en la rituslidad yaqui fg

llamados yoeme*. Aunque tradicio-nalnente se organizan en ocho pue-blos, actualmente cuentan con nueveasentamientos independientes: Lomade Bácum,Ioma de Guamúdü,Ibrim,Vícam Pueblo, Vícam Estación, Pótam,Rahum, Huirivis y Belén. Entre otrasactividades económicas primarias losyoeme se ocupan de la agricultura, laganaderfa y la pesca; en menor medidapractican la caza y la recolección defrutas de temporada eri el monte. Thm-bién se han int€grado como ob,reros enlas mnas maquileras regimales y rcali-zan diveraos oficios (albañilería, plome,rfa, jardinerfa, cabaüerf a, agriculturaortensiva, entre otros). Algunoe üenencarr,eras magisterriales ounivensitariag.

A partir del contac'to con losftzuitas(siglos :rvu y xvrr¡) desarrollaron am-püamente la agrictltura, por ello el ca-lendario festivo se encuentra vinculadoa los ciclos de loe distintos cultivos. Uncultivo importante en este proceso fuela introducción del trigo, grano báÉicoen la actual dieta yaqui, que aparecetambién como elemento ritual a havésde las tortillas de harina y el agua decebada. Dada la fuerte influencia de loemisionems, la reügiosidad es resultadodel intercambio entre su visión y lascreencias prehispánicas yoeme, ahoraimposibles de distinguir.

La ritualidad yaqui ha sido anali-zada por distintos autores. Desde unamirada descriptiva, propia de la antm-poloetu objetivista y positiüsta, Alfon-so Fabila fue el primero en realizaruna monograffa de Ia t¡ibu en donde Iaritualidad es vista como reducto deuna cultura que debía ser moderni-zada. Alejandro Figueroa, María E.

Olavarría, Miguel Olmos y EdwardSpicer en eetudiog posteriores pro-fundizaron de mejor manera en esteaspecto. El primero interpretó la religiosidad yaqui como parte de un com-plejo sistema eocial 'en donde cobrasentido Ia resistencia cr¡ltural como for-ma de preserrrar el territoio (Figueroa,1994). Olavarría (1989; 1990; 1992;2003) elaboró minuciosos análisis deIa ritualidad y la mitologla, inspiradosen la aotropologfa de Irvi Strauss; conesta perspectiva ofreció intcrpretacio-nes pmñrudas sobre temae dáBicoe delestructuralismo, entre ohos el estuüodel espacio ritual, peno con la limitantede que se remitieron al espacio ceremo-nial del úeá¿, ---€l centro del pueblo-sin tomar eD cuenta las relacionesdónicas enhe localidades; por ello, aun-que mi trabqio sigue de cerca el de estaautora, he buscado enriquecer su apro-ximación. Olmos (1998), por su parte,de fomaciór¡ etnomusicólogo, cenbrí suat¿nción en la música ritual, encon-trando pocas variaciones en periodoslargoq lo que pennite hablar de la con-tinuidad del sistema ritual. EdwardSpicer fue quien realizó los eetudiosmás pr!fundos de la cultura y la histo-ria yaqui, Su obra fundamental: trosyaquis. Historia dz una culturo (L994)ha permitido abrir nuevas pesqgisasen divensos temas, no sólo en el aspectoritual. Si bien coincido en general conlag ob§ervaciones realizadas sobr€ laritualidad por estos autores, discrepoen un sentido: no concibo en simpliñ-car la organización del año ritual ya-qui en dos temporadas: lluvias y secas,resultado del traslape arbitrario delcalendario festivo mesoamericano,

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L4 EDriqu€ta Iérs¡a Rodlgüez

Si bien es innegable la distinciónentre secas y lluvias, se deben tomaren cuenta las subdivisiones de estastemporadas porque impactan directa-mente en el ciclo ritual. La primera sedivide en dos períodos: secas co¡ frÍo(seueria kibake, diciémbre-febrero) ysecas con calor (údtaria kibake,matzo-mayo); la segunda se diüde en lluviasi¡¡'túsas (t ub ur ia. junioseptiembre) yIluvias esporádic as (kepa clwtu, octrt-bre-noviembre). Como se observa en elcuadrc Ao he interpretado el ciclo ritualseñalando las ternporadas,loa perio-das,loa meses y los ptwesos rituales.

El furoceso ritual'lo defino como elconjunto de festividades que guardanun eje diacrónico y matriz significativocomrin, organización social homóloga yque coinciden en el mismo ciclo de llu-üas. De este modo distingo cinco pro-cesos rituales durante un ciclo anual:¿) el relativo a la elección de los gober-

nadores tradicionales y a la conme-moración del nacimiento de Jesús(diciembre-febrero); á) el relativo a laCuaresma (móvi] entre febrero y abril);c) el relaüvo al tiempo pascual (móvilentre abril y mayo); d) el relativo a lossantos patronos (iunio-octubrc), y ¿) elrelativo a las fiestas de los Santos Di-fuutos (octubre-noviemhe).

Con fines analíticos he tagmentadometodológicamente la organización es-pacio-temporal de los procesos ritualesen unidades cada vez más pequeñas:ñestas, etapas, escenas rituales, actosrituales y o$etos rituales. los pioceso§se componen de diferentcs fiestas, porejemplq el tiempo pascual se componede TYinidad, Espíritu Santo y CorpusChristi. Cada fiesta se organiza en hes"etapas' en correspondencia con tresdías continuos: antevíspera, víspera ydespedida, además de una fecha inde-terminada en la que se reüza "el ama-

Cuadro 1. Ciclo ritual de acuerdo con los periodos de lluvia

Me¡es hocesog ritualegTemporadas PeriodooIJ{ (o,-r" ouoI "f.fo'

I

I o,*r rr**| 's[bando el *lo¿t

Io,*-o-I e*-[*o'"-(u'o"ln*t

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La construcción social dsl ti€mpo cirrula¡ y €l €spscio concénkico y ¡€ticular en ls ritualidad yaqü 15

Cuadro 2. Siemplo del pmceao riúual de tiem.po pascual

Pnocesoritual

Fiestasque Etapas deintegranel cadafiegtapnoceso ritual

Eecenas Gestoritual Objetoerituales ritualeede cadaetapa

Tiernpopa§cua]

(Fecha móvil,entre abril ymayo)

-MisaAntcvíspera -Daaza(Primer día) -Carnbio

deVlspera bast¡nes(Se8undo dla) -Conr,

-Pago deCier¡e bola(Terce¡üa) -Reparto

de bdo

-Señala.srientocon bandera

_Esrqltido decueteg

-Ejecución tleun tambor

-Discurso

-Bastones deffesteroCcruces, copas,máecaras,turbant¿s,rosarios,comida,mantelee,arcog, Bant¡s

-Trinidad("Amarre","Cajetes" yTrinidad)

-EspfrituSanto

-CorAusChrieti

rrc" de los fiesteros. Cada etapa, por suparte, se conforrna de lo que aqú llamo"escenas rituales", entendidae comolas unidades mínimas de la ritualidadgrupal, y que en las festiüdades yaquisaparecen como ceremonias relativa-mente indepetrdientes una de otra: lamisa, el cambio de fiesteros, una danzao'el pago de óolo'; mismas que a vecesocurren de manera simultánea. Entanto, a la manifestación individual cúrsignificado ritual la considero'gesto ri-tual": un movimiento de bandera, unsaludo, la ejecución del tambor, el esta-llido de cuetes, una oración o un discuFso, serían algunas forrras. Por último,señalo como "objetos rituales'loe ele-mentos materiales con significado queBe usan duraD.te un ritual: cruces, co-pas, bastones de mando, comida, vesti-menta, etcétera (véase eI ejemplo delcuadro 2). Considero que con esta tipo-logfa se puede analizar en diferentesescalas el ciclo ritual yaqui y permite

observar detalles de la espacialidad yla tcmporalidad rituales.

Para este trabajo analizo las recu-neD,cias en algunas fiestas que inte-gran dos procesos rituales: tiempopasoraT (t át arin kib ake : marzo-may o)y las frestas patronales previas a Iafiesta de la Virgen del Camino (del pe-Áodo tuburia), ya que con postcriori-dad las celebraciones se centran enimrígenes femeninas que muestran va-riaciones en algunas escenas rituales.

Señalo a continuación las fechas ylugares de estas celebraeiones:

Pmceso d,el tiempo pascual: freelade la Santa Cruz, en el cerro Abausca-re en T6rim, el 3 de mayo; representael frn de Ia Cuaresma. Fiesta de Tri-nidad en P6tam, consta de t¡es fiestas:o) "Ama¡re de fiestems", 40 días des-pués del Domingo de Resurrección/Ascensión del Señor; ó) 'Fiesta de Ca-jetes', 50 días después del Domingo deResurrecciónl'Pentecostés" (llamada

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t6 En¡iqurt¡ L,e¡m! Rodrtü.t

*Persignación" o "Misterio"); c) Propia-

mente la fresta de Trinidad, 60 díasdespués del Domingo de Requrrecsión.Corpus Christi en Rahum, jueves si-guiente al que finaliza la fiesta de Tti-nidad.

Proceso de fiestas patronales entietnpo od,hario rclatiuos a las fi¿utastnasculinas: San Juan Bautista enVícam Pueblo, del 22 al24 de junio.San Pedm y San Pablo en Belén, del26al 28 de junio. San Ignacio de Loyolaen Tório, del 20 al 31 dejunio. Virgendel Camino en l¡ma de Bácum, del 1al 3 dejulio. Los elementoe de estasfieetas muestran la conshucción socialdel espacio concéntrico y reticular.

ESPACIO RTfl'ALY FIESTEROS

Las fiestas 6e realizan en el espacio d-vico-ceremonial, reconocido por la po-blación local como el centro del pueblo.Físicamente Be compone de maneracotidiaaa por la igleeia,Ia guardia tra-dicional de gobiemo (sede del gobiernokadicional) y el panteón, dentro de unperfmetro que Be mueBtra como uDagran enplsna¿la, ndeada por eI caminodel cozüi.' Durante los procesos ritua-les aquf estudiadoe, en las orillas deeste centro, y sin jamás miraree defrentc, se inetalan dw enramadne do¡-de se congregan, §imultáneament€ y

'&¿ri 8e traduce al Bspañol cq[oluelt¿'yen la kadicióu ritual yaqui se F,ñere a un cani-no qr¡e 8e recorre a ma¡eEa de procesión circu-laE etr ocasions puede s€r en r€dedq del centrodvico-ceremonial del pueblo o sólo eu ua peque-ño eEpacio ritua¡ entüe doe cruc¡g. Generalmen-te ge realiza en el sentido contrario de la8manecitlas dd reld.

por separado, los encargados de orga-niza¡ la celebración: los fiesteros nojosy los ñestems azules; ambos grupos seconfor:rran por miembrog de la tribu.Cada enramada se compone de dos es-pacios: uno que sirve de cocina y alma-cén de alimentos y otro de carácterritual (véase cuadro 3).

La mayorÍa de lae vecee los ñeste-ros son impuestos arbitrariamente unaño antes de ocupar el cargo. El "ama-rre'(como llaman a ücho proceso) ocu-rre aproÉmadamente 15 üas antes dela fiesta. Elegir a alguien como fiestemrojo o azul depende de la ubicación desu viüenda y también del nivel de i4-t€gración y Bolidaridad que guarda conel pueblo donde se hace el festejo. Lacarretera federal númem 15, que cru-za el territorio yaqui, también se hawelto un referente espacial en la eleGción. Etr el caso de la ñesta de la SantaCruz, por ejemplo, los azules son yoe-me de la parüe más tradicional de Tó-rim, que viven del perÍmeho del centrocer€monial hacia el cerro (oeste), don-de se lleva a cabo el culto, En cambiolos rojos son yaquis torimeños que ü-ven en dirección a la ca¡retera (este) oradican en otros pueblos, a8f oomo per-sonas que mantienen lazos de solida-ridad con Tórim sin ser oriundós dellugar. En el dfa de San Juan Bautistalos grupos de fiesteros se organizan enuna de las enranadas (roja o azul) to-mando como referencia el pavimenta-do hacia Vlcam, desde la carreterafederal, que divide la localidad en dospartes: de la mitad hacia el sur sonazules y de la mitad al norte son rojos.A estos liltimos se euman los üqueños,que son quienes radican en localidades

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La couttucci&r loci¡l dol tieDpo cir.ular y é[ espacio concé¡t¡ico y reticulár 6n la dtuaüdad yaqui L7

Cuadro S. Distribución del ea¡racio cíüco-cerenonial en la fle¡tade Ilinidad Ritem

1Cruz Mayor ,/+ _-,'

^&**n*Iglesia

*+*'*=

N

sn

+Enramadade los azules.t

Guardia tradicional

r;;¡En¡amadade loe rojos

extenras, y los yaquis del sur del t€rri-torio. fiene mayor prestigio participarcon los fiesteros azules, pues se les con-sidera'la verdadera gente del pueblo'.De este modo la dasificación de los co-Iores crea un orden territorial que per-mite identifrcar el nrlcleo social depueblo (su ceatro) y el exterior en queBe apoya (sr¡s concetricidades).

El amarre sucede del modo siguien-te: los fiesteros hombres, "principales'durante un año, acompañados de su"abogado', asee,han a otros cuaho du-rante todo el día, hasta que *los cazan"de uno por uuo con una cobija. Puedenincluso "sustraerlos' de algin sitio yobügarlos a sentarse sobre el armpadqextenüdo a los pies de la cruz que tra-dicionalment¿ protege el solar de unyaqui.5 Conseguido esto se les inücaque serín "fiesteros entrantes'ese año

' §e couoce como solar El t€rreno ocupadopor una unidad dméetica.

y forincipales' el siguiente.G "Amarra-dos" los cuatro varones, proceden abuscar a cuatro mujeres, nunca a lasesposas, para completar ocl¡o ñesteros.Ellas deberán cubrir las mismae obli-gaciones. A partir de ese momento seinstaura r¡na relación de mmpadrazgoent¡e lodlas fiestemdas furincipales" yrentrantes'(los amarrados), el cual seextiende a sus cónyuge§, pues para serfiesteno se debe estar casado.T En gene-ral, la participación de los ñesteros es

t En ocaaioues los elegidos se esconde¡¡. Enese caao puede ineistine o buscarse a alguienmá8. Ocult¿¡se de ma¡era muy evidente ea malvisto por la comunidad, lo cual repercutr en quecuando el aludido llegue a requerir favores, de8us vesinG o del Gobiemo Tradicional, ae igno-re 6u peticióú.

'Algunas personas que no desean asumi¡ elca¡8o a¡gumentan no eotar caeadas por la igle.ria, lo cual ea ua motivo de peso para que el abo-gado y los ñeateroe dqj€n de presionEr y acepteEel rechazo sin que ello tenga un resultado nega-tivo.

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18 Enriqueta lérEa Rodrf gusz

por tr€s años continuos: el primero co-mo "entraD.tes", eI segundo de furinci-pales" y el tercero de nsaüentes".

De este modo en las fiestas hay res-pectivamente por cada color tres gru-pos: o) uprincipales' o nmayores', ó)"salientes" (.principales" del año ante-rior) y c) "entrantes" (recién amarra-dos). Cada agrupación de fiesteros seconforma de ocho miembros: cuatrohombres y cuatro mujeres 'principa-les" con los siguientes nombramientos:alpes, olhuacin, copeta yo'owe y capetasegundo. Cada uno elige a tres ayu-darúns: guaruluro, segunda y tercero,quienes a su vez se auxilian cada unode cuatro "moros' (aunque en ocasio-¡es el alhuacin cuenta con más).8 Entotal suman 64 personas de cada sexopor cada color. Si a esto se incluyen los16 fiesteros "entrantes' y "salientes",tenemos a 144 participantes por colory un total de 288 encargados de orga-nizar la fiesta entre los dos grupos(véase cuadro 4). I¡s fiesteros se dis-

e Los moros hombres se encargan de ponerla en¡amada, acarrear agua, c¿tga¡ co8as, ir porlae vacas (matartras y degcua¡tüarla.s), ir por lo§poscoloe, acomodar lae meeas, mwer lo que seanecesario, instalar la luz, hacer pagos, comprarcerveza, etcétera. Las mujerea Eoros se enca¡agan de hacer comida, de medir lae porciones dela miema y eolicitarlae, de hacer las tortillas yjuntar las despensaa que se entregan a los paniicipant€s de la ñesta. También reparten c¡mi-da al finaliza¡ tra celebración, por qjemplo, a lasmujeres, mie.mbros de la liturgia cstilica yaquise les da una olla cqr comida y tortillas para lle-var. Eu cambio, a los pascolas y músicoa se lesofrecen deepeneas aunque no hayan ejecutadosus danzas. En la fiesta de la Santa Cruz en2008, por ejemplo, se repartieron 24 despensasa ese níme.ro de pascolas, aunque aólo danzaroncuatro.

tinguen porque los hombres cubrensua cabezas con una especie de turban-te de color azul o rojo, y llevan al cuelloun rosario adornado en la punta conuna mota de estambre del mismo tono.Las mujeres sólo usan un rosario.

Rojos y azules "entrantes" al iniciarsu cargo eligen cada uno a su abogado,quien los dirige en los rituales. El pri-mer año son, además, acompañadospor los nsalientes" en las misas domini-cales para aprender cómo deben reali-zar las ceremonias. Asimismo, tantolos fiesteros rojos, como los azules co-operan cada ocho días con una cuotaflja para pagar a los abogados y paracubrir el costo del castillo pirotéoricode su respectivo color (cuarlro 4).

Auaque la organización depende derojos y azules, la comunicación entreellos es limitada. Ilurante la fiesta su-pone una interdicción cruzar la expla-nada del espacio ceremonial; por tanto,el desplazamiento recto entre ellos estáprohibido. La rimica comunicación legí-timamente permitida se establece ahavés de objetos rituales, con el estalli.do de cuetes y el mwimiento de bande-ras, dirigidos por los miembros de laenramada azul, encargados de marcarlos tiempos de la fiesta. Esta separaciónindica la distancia simbóüca entre am-bos colores: aI azul se Ie identifica conalfa, buenq principio, este, interior, cen-tro, bautizado; al rojo, en oposición, conomega, malo, fin, oeste, er.üerior, orilla,inconvergo. Con esta lógica se puedecomprender por qué para loe yaqüs losfiestems azules eon parte de la comuni-dad local-cént¡ica y más tradicional, encambio los rojos esüán vinculados con eIqrterior.

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Le coGtrucci& locial dol tiempo circular y el 4pacio conéntrico y Eticulár er la ¡ituelidad yaqui 19

Cuadro 4, ilerarqufu y nrfunero de participantee en Ia organizaciónde lae fiestas

Fie¡terosa¡rudanteg

Total Tbtolhombres mqjenee

Color rojolbtal de partici-pantes en relacióncon las columnas

Color azulFiestor,osmayorea

AIpes- Enc¿beza aI rest¡de loe fiestems;resguarda laenramada-ritual- hrta una

Segundo

Terc¿rc

bandera de su color

Alhuacin Guaraüero- Encargado der€sguardary Seguncloorng¡r la enrama-daocina y velarporelgrupode lercero

oficio- Porta un bastón demando cuya puntatiene una cruz y unamedia lun¿

Captayobwe Guarache¡r- Fort¿ un basüóndemandocon SegundopunEa oe pra¡a

Tercero

Capetasegundo Guaraüero- hrta un ba¡tóndemandocon Segunilopunta oe prala

Tbrr¿rc

Fiesteros salientes Sin ayudantes

Fieste¡os entrantee Sin ayudantesSubt¡t¿lTotál

4m0ro8

4moro§

4momS

4mor(xt

4moros

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Guarachero EN16

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20 Enüquets L€rma Rodlguez

DESANROLLO DE LA FIESTA

La fiesta yaqui no puede comprendersedel todo sin tomar en cuenta las rela-ciones de recipmcidad que se trazan ensu contexto, para ello es necesario ex-pücar Ia función de Ia comida ritual,lacual tiene un papel preponderante. Lasfiestas de tiempo ordinario se compo-neu de tres días continuos: antevíspe-ra, víspera y cierre, etapas en donde elóolo

-intercambio ritual- se muestra

cono ilispositivo de relaciones de com-padrazgo, de cumplimiento de cargos yconstructor de vínculos entre miem-bms de una misma localidad y sus rela-ciones externas. El bolo se define,principalmente, como la comida o des-penea ritual (aunque a veces incluyeun'tegalo sorpresa": muñecos de pelu-che, preudas o electrodomésticos) queBe ofrecen recfpmcament€ a personagque mantienen vínculos de compa-drazgo. Generalmente se otorga trasaceptar o cumplir un cargo. Existen ü-ferentes tipos de bolo para diversos ri-tuales: en los de paso o crisis vitales;depadrino de cargo ritual (como danzanteo cantora) y de fiestem. Aqul me aboca-ré rlnicamente al bolo relacionado conlos periodos ya definiilos, pues los de-más cumplen con otras funcionee.

EI bolo de la fiesta Be entrega a lospies de las cruces ubicadas aI fi'ente delas enrar"adas, teniendo como orden lasecuencia de las etapas de la fiesta: atr-tevfupera, vfspera y cierre.

Anteulspera (pnmer dfu); por la tar-de los fiesteros nentrantes' son pertig-nados en Ia enramada ritual, dondeson envestidos por *los principales" conobjetos rituales (copa, rosario y tur-

bante), Dicha ce¡emonia se r€aüza dellado izquierdo de la enramada, üéndo.la de frente. I,os maestros aconsejan alos fiesteros acerca del papel que de-ben desempeñar.e Les recomiendancumplir cabalmente con el cargo y pm-ceder como los profetas Elías y Moisés,quienes sigu.iemn a Dios, distinguién-dose de quienes lo desoMecieron.

Se recomienda honestidad, fideli-dad matrimonial, sobriedad, honradezy prudencia, de lo contrario puedenconvertirte er¡ animales del monte: la-gartijas, coyotes, águilas, serpientes.Luego de este ritual los 'principales"son invitados a resibir el bolo de bien-ve¡ida: wakabalei (cocido de res), carnecon drile, pastel y un regalo sorpresaenvuelto. La ceremonia tiene lugar enla enramada; ahí también se come yentregan los regalos. Los presentestambién son conüdados. La fiesta duramuy poco y esa noche no necesaria-mente hay danza de Venado o deposcoIas,l0 Más ta¡de se realiza una misa en

0 El cargo de maestro es de carác{or ritual,se le elige deede nilo para cu¡nplir esa función,cuya importancia radica en aer quien porta elsaber del catolicismo yaqü tradicional. En ge-

neral el maeet¡o dirige las misas en un latlupoco comprensible, dado que Ee trat¿ de conoci-mie¡rto oral heredado de losjesütas en el sigloxw, En las fiestas que aquf analizo, excepto lade la Santa Cruz, t¡das las rnisas fueron oñcia-dag por los mae8tros, no por sac€¡dot€8.

r0 Se dice del hombre-veEado, danzante enlas fiest¡8 noctuma8 del catolicismo yaqui y enl¡s cerrmonias d¿ los crisis uiúc&s, uo "que dan-zs clmo venado', ni que tmita al venado', sinoque es el venado. Por su parte, lc pc.ccolos son8€res €nma8ca¡ados, a veces interpretadoe comodanzantee (Varela, 1986; Oluos, 1998) y enotras ocaoiones como bufones rituales (Albero,2003), Estos, al igual que el veuado, ee prtsen-tal en las fiestae banlicimalea yaquis.

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Le coostrucciótr socisl d€l tiempo circula¡ y el s.pacio q@cáñt.rico y Eti6rlar en la titualidad yEqü 2l

Ia iglesia, en donde son ratificados ypresentados los "entrantes" ante el al-tar. AI concluir la misa se realiza el pri-mero de varios contis, encabezado porlos danzantes de m¿tachín,rr le sigo'errIos fiesteros cargando al santo; el maes-tro ritual yaqui va después dirigiendorezos e hfunnoe con las cantoras.r2 Losgrupos rituales son escoltado§ durantela peregrinación por las autoridadestradicionales del pueblo. Una vez con-

cluida esta etapa sólo permanecen enIa enramada quienes detentan cargosrituales: fiesteroe, ayu.dantes y moros.

Vlspero (segundo dla). Inicia con elestallido de tres cuetes: el primero ala8omar el lucero de la mañana, el se-gundo para anunciar el sacrificio de Iares que se repartirá en Ia fresta. Estedía se entregan dos tipos de bolo: 1. Elque circula recíprocamente entre losfrestems y 2. EI que vincula a éstos conel resto de la población. En el tipo 1 losfiesteros "principales", junto con susayudantes y moros, son acompañadoe de

Ios "entrantes" para recibir bolo porparte de los nealientes" antes de la

Lr l-{8 na!rchi¡ua s@,co¡¡ocidm couro loe §ol-dadoe de laVirg€n, hombres que uean indumen'taria blanca, adornada con floree de color rojo,una corcna de tetra, Eotrda y una vara con flores.hrman parte de la ritualidad del catoücitmo ya-qui; 8e pre8€ntan en laE fiestas pat¡onale8, du'rante li Semana Santa y en los ritualeE deelevación dD estatw,relativos a los calSos ritua-les católicoo, asimisoo dauzan como parte de laritu¿lidad funeraúa, Su danza es interpretadapor los yaquis como u¡a oración.

t'z Estas m{eres conforman el gmpo feme'nino que participa en las fiestaa de la iglesia, se

encargan de rezar y elevan cátrticos en todas lasceremonia¡ del catoücismo yaqui' Son encab€-zadar por la hyostei,jefa de la iglesia.

misq representaa<Io una de las prime-rás muestras de ¡eciprocidad, consisteen tres comidas preparadas y alSunagsodas.

El tei'cer cuete suena en las dos en-ramadas para anunciar la llegada del

lago de bolo". Ircs moms y el pueblo engeneral, beneficiados por la reparticióndel bolo "sobrante" del año anterior,aportan su cooperación por kiplicado.Este es el bolo más concurrido y coumayor importancia para el grueBo de Iapoblación, pues se ocupa para prepararla comida colectiva, se trata propia-mente de despen8a en gfande8 canti-dades. Es transportado en camionetashasta la cruz de Ia enramada; constade varios kilos de productos que sonllevados a Ia enramada-cocina.l3 Des-pensa a la que §e suma la entrega deuna vaca por fiestero principal, lo queda como resultado 16 vacas gacrifr-cadas en cada celebración. Durante eldía se hace una gran verbena con mu-jercs-mom cncinando y echando tortillade harina; hombres-moro acarr€andocosas mientf,as beben cerveza; camio-netas que llegan con bultos de alimen-tos; niños corriendo por todas partes.Sin falta, esta segunda nodre se ¡ealiza

r3 En la enramada-cocina el espacio se dis-tribuye en ocho secciones diüdidas imaginaria-mente, cada una de aproúEadamente seismet¡os cuad¡ados. Cada Eest¿ro euenta.coD unmoro cuya útrica tarea es c,r¡idar La deBDensa eneae lugar y propccionar loe producos que soli-citen los moros de la cocina. El pago de bolo se

compone de varioe costales de hari¡a de tri8o,azrlcar, verduras y bolaas de pan, cqjas de re-frescos con litros de aceite y con frascos de café;galones de agua, cart¡nee de ceweza, paquetesde cigarro§, tapet€s, Desa8.

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22 Enriqueta Lerf¡a Rodlgu€z

danza deofirb,ta pues se dice que,bi nohay pascola, no hay fiesta".

El bolo-despensa se reciben a lospies de la cruz por los fiesteros acom-pañados de su abogado, quien realizavarios actos rituales: guía las escenasritualeq agradece la colaboración y an-ticipa a los preseutes para que presen-cien la bendición del bolo por parte delrnaestro. La tradición indica que losbolos deben llegar al amanecer, justodespués de que se toca 'el alba", peroactualmente se reciben a cualquierhora antes de mediodía. Por la tárde,después de una misa realizada en laiglesia, los fiestems'lrincipales, dele-gan los bastones a los "entrantes". Serealiza al asomar el "Ae María" (l\4ad¡eMaría o lu¡a). AI concluir, ambos gru-pos de fiestems se reúnen en la iglósiadonde celebran canticos y rezos; trasello hacen una vuelta en el camino delconti.

Cierre (tercet día). Los fiesterosmayores en turno son liberados de sucargo y entregan el bolo "sobrante-'deldía anterior a sus sustitutos "entran-tes", "principales' del año siguiente.Todavía se trata de una cantidad im-portante de alimentos y de otros pm-ductos (cajetillas de cigarms, bebidasalcohólicas, cuetes, mesas y petates).El próximo año el bolo recibido debepagarse por triplicado, por ello lo re-ceptores hatarán de distribuirlo con el

- _B Se [e llana ofcúo al gn¡po conformado por

los danzanteg de@scpb y sus mri¡icos. el Vena-do y su8 nrl8icos, y lo8 moros de la agrupación:ayudantes que se etrca¡gan de recog€r a los ofi-ciantes en sua casas, de dotarlos de alimeuto ybebidas durante las celebracionee y de qyudar-les en variaE tarcas.

mayor número de personas posiblepara cubrir los costos. Por ejemplo, sise recibe una pierna de res debe pagar-se q)n una vaca completa, cada fiesterodecide si la conserva o la da a alguienque ayude con eI pago.

En el cierre se obsen an escenas ri-tuales distintas a los días preüos, seles llaman Juegos". En éstos, los fieste-ros rojos y azules, personalmente o através de representantes, se üsputandiversos objetos rituales: una bandera,un tambor o un gallo, frente a la CruzMayor. La meta es que los azules de-ben derrotar a los rojos. los primerosdefrenden el templo y los segundospretenden atacarlo. Se colocan unosfrente a otros y en un momento deter-minado los azules meten a empujones,sacudidas y, a veces a golpes, a Ios ro-jos, quieues "se resist€ri a ser cristiani-zados". La derrota de los rojos causaalegría, pues todos "han aceptado elbien'.

De acuerdo con lo saialado por Iá-pez Austin (2009), interpreto que estejuego repnesenta el violento encuenkoenhe cristianos y *azúiles, seres primi-genios, peludos y diminutos, que en lacosmoüsión inügena mesoamericanase negaron a aceptar el cristiadsmo.rs

rs Tntre las fguras de loe xantiles pr€doni-na la de entes dirninutos que habitan ioa eapa-cios subterráneos. Son las eemillae-corazonesdepositadas en la gran caüdad de laa riquezaa,que es el vientre del Monte Sagrado; Jon losauxiliares del Dueño del Monte, siemprc pre-sentes e inüsibles colabo¡adores en lai ta¡easagrfcolaE;8m, en no pocaa ocasiones,los malhe-chores inüaiblee que se burlan de los hombres;foman el ejércit¡ del üos Desiánico que se es-pera para la überación de los indios, y son quie-ne8 8e negaron a aceptar la evangeliz¿ción y

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La const¡ucción social del tiempo circuls! y el €spacio coÁcánkico y rcticular en la ritualidad yaqui 23

Los yaqüs cuentan con un mito al res-pecto, narran que los flre¡n (entidadesprimigenias) escuchamn de un árbolparlante el presagio de Ia cristian!zación. Los sürem que aceptaron elevangelio crecieron en estatura y Be

convirtieron en los yaquis cristianos,los que se rebelaron se transformaronen arañas, serpientes, horrnigas y otrasanimales del monte. De esta forma, losjuegos del cierre son una representa-ción de este evento mítico. También losconsejos de los maestros acerca de cuáldebe ser eI comportamiento de los ñes-teros ---.so pena de mutar en anima-les- muestran el apalabramiento desu continuidad. Si esto es coherente,entonces también puede alegarse que---€n tanto por este conflicto se originóeI mundo tal como lo conocemos- elárbol parlante es el axis mund,i yaqi:el centro; ahora concretizado en laCruz Mayor. Por ello la fiesta es rituali-dad en bwca del retomo aI tiempo fun-dacional.

Tras losjuegos formalmente se dapor concluida la celebración, pem ini-cia el reparto del bolo sobrante de lafiesta. Los 16 nuevos fiesteros'!rin-cipales' se acercan a las casas de susfamiliares, vecinos y conocidos, procu-rando distribuirlo de acuerdo con elcargo que se espera asuman el sigu.ien-te año (guarachero, segundo, tercem omoro). A cada convidado se Ie regalaalgo: un costal de harina, un frasco de

huyeron para moar bajo la superñcie de la tie-rra. Ancest¡os, antiguos, padres-madres, reci-ben peticiones, ofrendas, culto, insultos eimprecaciones de quienes los temen, pero sabentambién que les son indispensables en la bregac¡tidiana" (I¡ípez Au¡ti¡, 2009: 28).

café, bolsas de pan, medio costal deazúcar, et¡étera. Se recibe con agrado ycon el compromiso de devolver los pro-ductos el siguiente año multiplicadospor tres.16 Quienes reciben a su vez lodistribuyen en pequeñas porciones aotros allegados. De este modo los ñes-üeros no llevan la carga completa de lospagos. Cuando concluye la entrega debolo se detonan tres cuetes en señal deque ya se repartió en esa casa. A veceglas personas no cumplen -al sigu.ien-te año- con lo que se es¡rera, entoncesse puede pedir apoyo al gobierno traü-cional para que coopere en Ia entregade una vaca o con parte de los gastos;también sucede que se construyennuevas redes solidarias con quienesdeseen participar.

ANAUSIS DE I,A I,ÓGICA DEL TIEMPoCIRCI]IARY DE ESPACIOCONCÉNTRICO Y RETICI]IAR

Aunque la ritualidad se presta siem-pre a innovaciones, ya sea por cambiosendógenos o exógenos en la estructurasocial, por conflictos políticos u otms,se procura que la costumbre no tengavariaciones signifi cativas. Al respecto,Fidel Camacho señala en relación conlas continuidades en la cuaresma:

No obstante, dicha flexibilidad" res-ponde a márgenes inamoübles quesonjustamente los que definen su ca-rácter fecundo. Así, siempre que elceremonial, como el de pascua, parti-

r3 La triplicación de la comida me hace re-corda¡ la escena cf,istiana de la rnultiplicaciónde los panes y los peces po parüe de Jesrls.

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24 Enriquet¿ I¿rms Rodrlguet

cipe de un capital simbólico, esto es,de fun proceso histórico de acunula-ción, de aceptación y reconocimientode la eñcacia eimb{ilica", y de un "có-digo absoluto", éste podrá mantener-Be en cuanto tal, aún en contextogadversos (2011:19).

En el caso de Ia fresta yaqui se obser-van algunos cambios, principalmenteen algunos miembros de las nuevasgeneraciones para quienes la frestatoma relevancia por su carácter degoce y üversi6n. Se vuelve más atractiva la asistencia al baile o a la feriaque a la iglesia o a la enre-ada tradi-cional. Esto es severamente criticadopor algunos sectores yoeme. Uno de losmecanismos para asegurar su conti-nuidad es obügar, mediaute la sanciónsocial, la participación de quienes pormotivos de estudio o trabajo se hanalejado temporalmente de la comuni-dad. Se les inüta a participar en algrincargo para poder ser reinteg ados a losespacios sociales. Sobresale la participacitír de los fieeteros para quienes laritualidad debe mantenerse sin altera-ciones. Esto se refuerza con el prestigioque se otorga a los abogados rituales,quienes cuentan con mayor demandasi conocen puntualmente la ritualidady procuran no hacer omisiones de nin-guna escena ni gesto ritual. Al reepectose pude observar en la fiesta de Caje-tes de 2009 cómo un anciano abogadofue criticado porque olüdó hacer unaoración al momento de recibir el pagode un bolo de despensa. Se rumoró elresto de la fiesta que no volvería a sercontratado. La gravedad del aeuntoresidía en que las escenas rituales de

los fiestercs son las más importantes yson las que menos pueden variar, a di-ferencia, por ejemplo, del destino de losbolos sobrantes, que pueden cambiarhacia nuevas direcciones, y constru-yendo nuevas redes.

La secuencia de las escer¡as ritualespor parte de los fresteros --desde elamarre hasta la conclusión de las tre§etapas- muesba una o¡ganización cí-clica ininterrumpida en el tiempo.Cambian las personas, pero se mantie-nen los cargos con idénticas escenas yactos rituales; una circularidad per-fecta, observable en gu secuencia: deamarrado a entrante, de entrante aprincipal, de principal a saliente, de sa-üente a amamador (véase cuadro 5).

Me parece que esta sucesión mues-tra Ia noció¡r de un tiempo cir,cular, fuu-ra geométrica que recuerda la idea deun universo perfecto e inac¿bable (Cis-neros, 2006) y que se representa tam-bién por medio de la recipmcidad delbolo: dar, recibir y devolver; antiguaformula señalada por Marcel Mauss(1979); de manera que lo repartido enun año regresa triplicado al siguiente, yde su sobrante se produce su regenera-ción. I¡s bastones de los fiestcros sontambién e¡nblenas de este tierrpo circu-lar: los "entrantes" reconocen la finitudparticular de sus cargos aI cederlo a susEUCeSOrle8, pero asegr¡ratr 8u per[ranenr-cia con la cert€za de que no circularánfuera de la agrupación. Laa personasson quienes transitan en "el etemo re-torno', Ia estructura social del festejo,en cambiq se concibe inamo¡ible.

La imagen circular puede obser-varse de diversos modos: en el orde-namiento territorial del pueblo, cuyo

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La coortruccióü aoci¡l ¿el ti@po ci¡culsr y ol e¡pacio coméntrico y ¡etiq¡lar .n la tituslidad yaqui 25

Cuadro 6. Circulacirú,¡ de loe cargoe de los ñosteros

Prü¿ipo&¡ hacen ñest¿ y dsjaasu lug¡r ¡ 106 ¿ntr,¿r¿a

.r'Eítro,a,cs ao¡recibidod coE bolode coñid¡ lor part6dolos ptit$í.pal¿a

fI

Sali,' 2s (prit cirybtd€l eño ant¿ri@)amarra¡ a ¿¿rrttr&a

L¡6 p¡i¿cipa&, a6 co[vi€rt¿!

Iós nuevoa ra¿¡€¿r¿sbuscalr nuev@ aEanc¡

en &¿i¿nt t y ba en rañaeÁpritu,il,dh&

\l-e tattoa &¿bn@,entlegan hotro sob¡a¡t€a los ¡uevos prr4cip¿¿r

l-l,. DI]cros pitsiplesdi.tribuy€ri el boloaobÉ.út€ enttele población

Aquellos que circulan, eeriala ffie-lie4 lo hacen poryue son tr€ciosos", ee

dec[ valiosoe e incomparables, perovuelven siempre a su lugar originario.Es eI caso de los miembros del oficio:veñado, pascolas, músicos y sus moms,constituyen un grupo altamente pre-ciado: ¡sin ellos no hay fresta! Aunqueen el territorio yaqui hay varios gruposde personas con oficios específicos, al-gunoe fuertemente consolidados y he.r-méticos que poco se mezclan con losmiembroe de otros, en la mayorfa deloe casos los músicos y danzantes pue-den impmlisar grupos para la ocasiónsr se lequrer€.

La circularidad de estos personqiesen los periodos del tiempo pascual ylas fiestas patronales (dedicadas a lasfiguras masculinas en tiempo ordina-rio), pernrite obsenrar la secuencia que

deben seguir las fiestas, conñrmandoasí el orden articulado que tiene el ca-

cenho cíviecerernonial se traza en derredor del camino del conti; en el contimismo que -a manera de Pequeñaprocesión- inicia y concluye en Ia igl+eia, rodeando Ia Cruz Mayor, y en elsignificado que tienen los objetos ritua-Ies dentro de esta lógica. Maurice Go-deüer (1998) destaca, en el caso de losbaruya, Ia distinción entre objetos ri-tualee prcciosos (106 que circulan), obj+tos corrientes (los que se ürtercambian)y objetos sagrados (los que no ciulan).Siguiendo esta propuesta, en eI caeoyoeme se distinguen Ios eiguientes ob-jetos rituales: los que circulan (Ios

miembros del oficio y los bastonee de

los fiesteros); Ios que no circulan (los

santos); los que se otorgan sin dwolu-ción (los rosarios de fiesterda, el bolode comida preparada y el regalo sor-presa); por último, el ri:rico que perte-neoe propiamente al principio dónicornaussiano: el bolo'sobrant€ .

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26 ED¡iqu.t¡ IarE¡ Rodríguet

lendario festivo anual. El r¡ismo grupode oficio que se pr',esenta en las fiestasde Trinidad (en la enramada azul)debe asisti4 camino al sur, a las fiestasde Corpus Christi, Juan Bautista, SanPedro y San Pablo y hasta la de Ia Vir-gen del Camino en Loma de Bacum,donde se Iibera del compromiso trasuna escena ritual en la que los pasco-las reparüen vasos con'agua milagro-sa de cebada". Es decir, el ofrcio harecorrido de norte a sur el territorio,circulando cual objeto precioso quedebe ser devuelto. La prcgunt¿ es, ¿porqué se termina el compromiso en lañesta del Camino, al su4 y no en SanRafael, la última celebración patronalanual (el 24 de octubre en Huirivis)que pennitila entonces devolver a Iospueblos del norte eu o§eto sagrado?

Interpreto lo siguiente: el compro-miso fmaliza en la fiesta del Camhoporyue ésta culmina con una peregri-nación en la que participan todos lospueblos yaquis que se fueron sumandoen eI recorrido de los o[etos sagrados.En esta fiesta tres vfrgenes recibea alos santos patronos de los octro pue-blos. Es decir, la circulación del ofrcioque inicia en Pótam con la fiesta de Tri-nidad, terrrina tras su r€corrido er¡ elúltimo pueblo al sur del tenitorio ya-qui, acompañada de todas las cofradíasrituales. La nueva pregunta que cabíaentonces es: ¿cómo se cierra la sircula-ridad del espacio entre Pótam, dondeinició el trayecto, y Inma de Bácum siel recomido concluye en la fiesta de laVirgen del Camino? La respuesta noest¡í ya en la circulación del oficio sinoen el pago del bolo, como veremos en sumomento.

Otros objetoe rituales que circulanson los bastones, que pasan de las ma-noe de furincipales" a la de los "entran-teso eu la víspera y no vuelven a sertocados hasta el siguiente año. Su cir-culación es muy acotada, sóIo ocurreentre fiesteros, §on objetos que por susacralidad no circulan ni salen de lalocalidad, son los santos, mismos quetras ser celebrados en las dos enrama-das, vuelven a sw lugares dentro de laiglesia. En canbio, otros objetos ritua-les tienen una significación muy li-mitada y para utra solá ocasión seotorgan unidireccionalmente con el finde refrenda¡ la const¡iucción de vfncu-los de compadrazgo ritual y no tienendevolución, lo cual es comprensible,pues Ia relación se conetruye de unavez y para siempre. De este modo, losobjetos rituales que los "principales"entregan a los "entrantes" durante laantevíspera, se quedan eo poseaión delr€ceptor como muestra de su ingreso alselecto grupo de fiestero§.

La forma en que se diatribuye elbolo perrrite diseñar imaginariamenteuna noción concéntrica y reticular delespacio (véase cuadro 6). El bolo, enprimera instancia, eg concentradocomo despensa en el centro cívico-ce-remonial, frente a lae enramadas. Sedistribuye en dos etapa§: el que se con-sume en la fiesta y el que se reparte. Elprimero constituye eI 'bolo recibido",del cual una parte es cocinado; y el se-gundo es el "bolo sobrante", que perma-nece en despensa (podría decirse'crudo"). Tras ser consumida la mayorparte del bolo cocido durante el festqio,el resto Be asigna de forma iliferenciadaentre los participantes; primero entre

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Le conrkuccióD socia¡ del ti€mpo ci&ul¡r y 6l e¡pacio coacéntrico y Eticulsr eú Iá ¡itusftlad yequi 27

Cuadro & Reparto del bolo

maestroB, ftirosreüs y cantoras; despuésentre fiesteros "principales" y sus ayu-dantes (guarachero, primero, segundo,tercero y sus moros mujeres), quienesllevaa siempre una olla pequeña parael wakaboki.v De Ia carne que se apar-tó, expresamente para mantenerla cru-da, se asignan los lomos a los miembmodel o7%do, las piernas a fiester¡s/as "en-

It Las etrramadarühas tambiéD sur apo-yo alimentario ile algunas familias pobres deüversas localidades. Principalmente las ma-rl¡es de familia asuden como ayudantes de ma-nera volunta¡ia y 8on beneficiadas con logci¿riq, como se llama a la comida prrparada, so-brsute de la fiesta, sobre todo a la bola de maeacon que s€ prepararon las tortillas. hr ese moti-vo €a @mlr¡ eucontrar nurneroeao mujeres co-laborando inclueo en las feetividadee mága¡ejadas de sus hogar€o Bin tercr ningún ca¡Eo.EEta bola Ee repa¡te tambiér¡ enhe las cocinera¡uo¡o al ñnalizar la fieeta.

trantes" y las vfsceras para los momsvaroneB.

Se busca que el "bolo sobrante" lle-gue al resto de Ia población en un re-parto escalonado a partir de redessociales que inician con los fiesterosuentrantes" (ya convertidos en furinci-pales"), continúa en sus futuros aJ¡u-dantes y se extiende al mayor númemde familia posibles, fraccionando losproductos del bolo en cantidades cadavez más pequeñas. De este modo, elpago en triplicado por cada beneficia-do, asegura que el costo de la siguienteñesta no recaiga sobre un rcducido nú-mero de personas. El bolo también re-fuerza la reciprocidad entrc dos tipoe deredes vinculadas con el pueblo fesüvo:las inüemas, iniciando en el cenho de Ialocalidad, con los fiesteros azules, y lasexüemas a mediante la representación

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28 Effiquote L.fÚrá Rodlgu€t

f n"i,r,i"

n"n"-. C""f* Ch*U<-\

I'tests de lYinftlad

de los fiestcros rojoe, qüenee lo reparten en las redes sociales de sus puebloe.

¿f,ero si los fiesteros r,ojos representansímbolos adversos, aunque complemen-tarios del dualismo rojdazul, qué obli-gatoriedad tienen en la fiesta de unsaDto patrono ajeno? Encuentro que elreparto del bolo no es inüscriminado.Fuertes alianzas están detrás. Porejemplo, la enramada roja en la fiestade Rahum es fortalecida por getrte deHuirivis --vecino6 del norte- con quie-nes mantienen r€laciones condiales, noasí con Pótam -pueblo vecino delsur-, oon el cual siempre han tenidoconflictoe, de tipo ritual incluso.ú

¡'Antes del repobl,amiento de Rahum y Hui-rivis -h¡s las gue¡r8s ilel yaqü, f820.1926-lo8 habit¿lt€s de €stos pueblos peroanecieronen Fótam, donde fueron ñ¡ert€¡re¡¡te discrimi-nadoe. Durante es€ p€riodo los huiriveños y ra-humeños crea¡on, cada uno por su parte,coEadÍas religioras y gnrpoe de oficio indepen-dientes de loe de Pót8m. Aunque hadan l,ae ce-remoniaa en su iglesia, los conflictos condderona crear espacioo alternog de participación ritual.

Cuadro 7, R¿corido de las fe6t¿s

San Fedm y San circüIación del offcio _Pago de bolo coü earar¡r¿d¡ roja r"-"@*

Sin embargo, eegin oboe!:vo, a dife-rencia del feetejo en otras regiones deMárico, en el caso yaqui el prestigio norecae sobre el sistema de cargos local,responsable de tra fiesta. Si los fiesterosrojos participan es porque adquierenprestigio al hacer posible la nealizaciónde la fiesta en un pueblo ajeno. En sen-tido estricto ellos son quienes tienenexcedente para compartiB aún sin t€-ner obligación de celebrar al santo pa-trono local. A nivel simbólico, la deudacontraída en egta relaci&¡ eB de los azu-les con Ios riojos, pues los segundos sonquienes les fortalecen y legitiman 6uterritorio, al aceptar, eD tanto rojos,su propia exterioridad.

El tema de la reciprocidad y lagalianzas me conduce a retomar el

Irs huiriv€ño€, hast¡ la actualid.d, durant€ laCuareema la iglesia siguen ocupando, pero seorganizan por se¡nrado. En cambiq las nuwasgeneracionee de rahumeños que viven en P6t¡mediñcaron u¡ t€mplo exclusivo para ellos (Ler-ma,2014).

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La conEtrucció!¡ rocial dsl ti€úrpo cirs¡lat y sl .sDecio goncéntrico y l€ticl¡ler eú ls ¡itu¡lidad yaqui 29

asunto que dqjé penüente autes con lafiesta de la Virgen del Camino y con elcierre de la circularidad iniciada enFótam. La fiesta del Canino sólo cuen-ta con en¡amada azul. No hay roja. Pa-reciera entonces que no cuenta conredee sociales ext€rnaB; sin embargo,es justo lo contrario: Ias tiene todas.Todos los pueblos yaquis acuden a sufestejo cargando sus propios santos; es

decir, como que se trasladan con suspmpios nrlmenes, éstos uo pueden re.presentar "el lado oecum" ni deber¡ ins-talar enramada roja porque tambiénson azules. El modo que tiene Inma deBácum para cenar Ia circularidad queinició en Pótam (con Ia circulación deloficio) es colocando la enramada roja,ausente en su pueblo, allá, en la fieetade TYinidad (cuadro 7). En efecto, lamayor parte de los fiesteros rojos de ,

Trinidad pertenecen al pueblo del ex-tremo sur; Iugar hasta donde se llega arcpartir el bolo. De este modo, loe loma-baqueños, al tiempo que refrendan Iaterritorialidad poteña, conñrman laparticipación del oñcio para la frestadel Camino el siguiente año.

COMENTARIOS FINAI,ES

La interpretación que aqú ofrecí esta-ba a punto de ser desechada trag leerel artículo Teatralidad y ritualidad: elojo del etnógrafo" de Ingrid Geist(1996) donde señala que el ritual noescenifca o representa y mudro menosrefleja alc¡tn tipo de cohesión social. Elritual tampoco oculta conflictos. Tam-poco loe transparenta ni ofrece solu-ciones ilueorias. Cada una de estasdefiniciones por separado no logra lle-

gar al núcleo del ritual, en el cual efec-tivamente se encuentra el conflictoirresuelto, que ee un conflicto estruc-tural en el sentido de Victor Turner(1988: 174), y que permanece comoirresuelto, en la medida que las conü-ciones eosiales lo reproducen en la ac-ción de los hombr€s.

La idea me hizo dudar un poco:pensar en la imposibilidad de llegar aexplicar su senüdo. Sin embargo, ter-mino por compartir su efirmación: elritual es una polifonÍa de sentidos y,

desde la mirada etnográfica, sólo algu-nos destellos son posibles de observar,y sólo lo que a rm investigador le es po-sible. Sin embargo, aunque más inter-pretacionee se pueden ofrecer sobre laritualidad, las reflexiones que aquípresento me parece que permiten ex-poner la complejidad de una espaciali-dad que no puede circunscribirse adescribü los lugares, sino ampüarse aanalizar la articulación de varios ele-mentos rituales puestos en acción: in-tercambios, recorridos, trayectorias ydesplazamientos.

Cabrla en un estudio posterior ana-lizar en qué medida se modiñcan lasrutas de intercambio, ampliando nue-vas hritorialidades a partir de la üs-tribución del bolo. Se ha visto, porejemplo, que en algunos festejos deHuirivis hay participación en los car-gos rituales de.personas de otraE loca-üdadee souorenses, Ciudad Obregón oHermosillo, quienes se adhieren demanera voluntaria a la fiesta, atraídospor el deseo de compreuder la culturayaqui. Esto no ha ¡nodificado las rela-cioneo de recipmcidad ni la manera deconetruir las relaciones espaciales,

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30 8n¡iqu6te L€rEa Rod¡fgu6!

pero deb€rá ponerse atención a sus po-sibles innovaciones.

Por ahora encuentro que, como loseñaló Eliade,la idea de un tiempo cir-cula¡ es universal, pero la idea de unespacio con esta forma se encuentrafuerüemente Iigada a una nocirín mate-mática de lo perfecto (Cisoeros, 2006)que en los pueblos indígenas tienefuertes raíces prehispánicas (Russo,2005). En el caso yaqui habrfu que des.entrañar otros aspectos que perrritancomprender en qué ámbitos, fuera dela ritualidad, se ha conñgurado la ideadel espacio. Por lo pronto esta fue unaaproximación que desde Io ritual per-miüó observar las r¡ecurreneias de unacultura: un oms ,zund¡, rodeado de uncírculo central, el conti. Resguardadopor un núcleo social poblacional repre-sentado en los fiesteros azules y re-frendado como territorialiclad legítimapor los fi-esteros rojos.

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