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Literatura Puertorriqueña, espejo de la vida social y política del puertorriqueño, o

Literatura de fantasía.

Las primeras décadas del siglo XX, dieron inicio a escritos que estampaban la

viva imagen del jíbaro puertorriqueño. Escritores que con solo un bolígrafo y su don de

saber expresar con palabras lo observado por sus ojos, plasmaban con belleza y seriedad

el diario vivir de su época. Puerto Rico a principios del siglo XX, pasaba por una serie de

cambios sociales políticos, culturales, en donde el puertorriqueño no sabia como mejorar

su existir y el de su familia. Estas dificultades hicieron que ciertos escritores se

preocuparan por las vicisitudes habituales que sufrían los puertorriqueños de esas

décadas.

A lo largo de la cultura puertorriqueña y bajo el marco del imperio español o el

estadounidense, la literatura ha sido influenciada por sus distintos cambios políticos,

realizando un vasto proyecto de oposición a los valores del sistema a través de la palabra

escrita. Algunos escritores a través de los años han roto los esquemas de la literatura,

escribiendo sobre la gente marginada y sobre lo que la congoja y sufren en cada década el

pueblo puertorriqueño. Pero en especial, nuestros escritores puertorriqueños, le quieren

dejar ver a cada lector la vida del verdadero boricua, sin tapujos y sin la exageración de

historias fantasiosas que maticen lo que están contando. Estos pueden recrear cualquier

historia, ya sea autobiográfica o de época con sucesos habituales y reales que cada

puertorriqueño pudo haber padecido.

A través de los años, han surgido distas clases de escritores puertorriqueños, pero

todos han tratado de escribir sobre nuestro diario vivir, no importa su estilo su sexo o la

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época en la que han nacido. Los escritores que escribían sobre el puertorriqueño criollo y

por el simple hecho de escribir en esa época, sirvió para que fueran denominados

miembros de la “Generación del 30”. Esto se debió, a que ellos reproducían el sentir y el

padecer del jíbaro, el fluir de la vida del campo o las limitaciones de la vida en la ciudad

Entre los escritores destacados de esta generación se encuentra el señor Enrique

Laguerre, escritor que utilizó la literatura para vociferar las vicisitudes cotidianas que

padecían el jíbaro de ese tiempo. En sus escritos, él recoge los problemas económicos y

sociales del cañaveral (La llamarada), las condiciones de vida del puertorriqueño que

emigra del interior de la isla al Nueva York (La Ceiba en el tiesto), las luchas políticas

(Los dedos de la mano) y sus tradiciones (La reseca), entre otros temas. También surge

la generación del cuarenta, la cual se caracteriza por relatos existencialistas, matizados

con criticas a la vida urbana pero bajo un ambiente melancólico. Un pilar de esta

generación es, René Marqués, escritor que dejaba ver claramente la transición de un niño

a hombre (La víspera del Hombre), la emigración del jíbaro a la ciudad de una forma

naturalista (La Carreta).

Según van pasando los años, los escritores nuevos tienden a seguir los pasos de

sus antecesores, pero escribiendo con su propio estilo y de una manera que sea entendible

al lector actual. La escritura evoluciona, pero los escritores nunca dejan de ser voceros

de la sociedad. Además los escritores actuales, se caracterizarán por enfrentar de modo

crítico la narrativa del realismo social de la década del cuarenta y superar su estilo a

través del uso de tres técnicas las cuales son: “el realismo experimentarista”, “la escritura

mágico-realista”, “o mítico maravillosa y el realismo grotesco”. Un escritor que inicio

esta era de escritores fue, Luis Rafael Sánchez, genio de las letras que quiso innovar

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escribiendo en la jerga coloquial, utilizada por todos los puertorriqueños. Él bajo sus

escritos muestra la vida en los suburbios puertorriqueños, la forma de ser y de pensar del

pobre, del político y del rico, dejándonos ver que no importa las clases sociales todo el

mundo padece, piensa y habla parecido.

Este hombre, le da un giro de 360 grados a la literatura puertorriqueña, mostrando

sin mascaras y disfraces la verdadera cara de nuestro pueblo. Donde los temas comunes

(sexo, la parodia, la política) y la jerga utilizada por la masa, ya no eran un tabú. Otros

escritores siguieron esta línea, donde ellos son los voceros, o la conciencia de nuestro

pueblo o del mundo, donde destruyen la fantasía o la irrealidad utópica con la que

muchos medios quieren matizar lo que sucede actualmente. Entre estos escritores se

encuentra Rosario Ferré, Magali García Ramis, Carmen Lugo Filippi, Ana Lydia Vega,

escritoras que dejan ver en sus escritos bien redactados, que las mujeres también tienen

derecho a expresarse y contar la realidad bajo sus ojos. Estas escritoras escriben sobre la

mujer como activista política, lo que piensan sobre su sexualidad y el sexo y lo que

piensan del hombre. Estas escritoras son como una especie de espejo o tratan de ser las

pregoneras de la vida de la mujer en esta isla.

La literatura puertorriqueña no trata de crear historias sublimes o fantasiosas,

donde un caballero tiene que pelear con dragones y gigantes para liberar a su amada. Ni

tampoco escriben, sobre sucesos particulares de un grupo de personas en países

inventados, donde la trama gira en torno al amor entre un hombre y una mujer. Lo que

hace particular a nuestra literatura, es que cada trama de una novela, cuento o drama, gira

a raíz de nuestra cultura y tradiciones puertorriqueñas. Ellos crean una historia

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cualquiera, pero a la misma vez la recrean en un escenario de nuestra isla, donde los

problemas políticos, sociales son también temas a discutir, ya que los personajes se

mueven, se desarrollan y crecen en torno a estos. La literatura puertorriqueña muestra

claramente la vida del puertorriqueño y trata de recrear sucesos ocurrido, donde el lector

tiene la oportunidad de enterarse de cosas que posiblemente no vivió o no sabía que

ocurrieron. Eso es lo maravilloso de la literatura, ya que esta te hace partícipe de

situaciones pasadas que nunca se pensó conocer al dedillo, pero los escritores las hacen

duraderas a través de sus paginas.

En fin, el lector puertorriqueño, tiene por medio de su literatura un legado de

conocimiento, que cada escritor resguarda en los libros que escribe. Nuestra literatura es

el medio que poseemos para dejarnos conocer como pueblo, a todo lector y al mundo que

desee conocer sobre la sociedad puertorriqueña. Lo mejor de nuestra literatura es que nos

deja ver la realidad de nosotros como pueblo, bajo historias llamativas para todos los

gustos. Esta literatura en sí, es como el medio que poseen nuestros escritores, para

plasmar lo que ellos ven que está ocurriendo en el país y piensan que la sociedad debe

conocer. El propósito de estas líneas es dejar ver que en nuestra literatura ha

permanecido la necesidad de utilizar las letras, como un medio de desahogo de las

situaciones que acongojan a todos los puertorriqueños, pero que ninguno se atreve a

decirlo. También se trata de exponer, que nuestra literatura no posee temas fantasiosos,

al contrario, esta se envuelve con personajes y trama ficticia, para dejar ver situaciones

reales que ocurren en nuestro país.