—A ver si podemos explicarlo en pa-labras sencillas: ¿sus investigaciones son aplicables al diagnóstico médi-co y a la medicina de enfermedades severas? —Estas burbujas actúan como agen-tes de contraste ultrasónicos (UCA), mejorando la calidad de las imágenes ecográficas. También pueden actuar como portadores de fármacos para el tratamiento localizado de tumores. —Pero usted es ingeniero, no es mé-dico. —Cierto. Pero la mejora de las aplica-ciones clínicas y su desarrollo tecno-lógico es un trabajo de ingeniería, el cual debe partir de un análisis riguro-so de los fenómenos físicos que inter-vienen. —En cualquier caso, sus investiga-ciones con microburbujas tienen apli-caciones médicas que ¿ya se están utilizando? —Sí, el uso de los UCA está muy exten-dido en diagnosis. Uno de nuestros ob-jetivos es optimizar la técnica usando microburbujas del mismo tamaño. —Pese a su corta y envidiable edad creo que ha publicado sus artículos en revistas científicas de alto perfil ¿es así? —Así es. Además, hemos expuesto nuestros resultados en varios congre-sos internacionales. —Y me cuentan que está a punto de terminar su tesis precisamente so-bre este tema de las microburbujas… —Exacto. En consecuencia, se ha lo-grado abrir y afianzar esta línea de in-vestigación dentro de nuestro grupo. —Fíjese que yo de microburbujas sé algo por Freixenet, no por la investi-gación científica. Evidentemente no tienen nada que ver, seguro. —(Risas) La principal diferencia es el tamaño: nuestras microburbujas son casi mil veces más pequeñas. De he-cho, son más pequeñas que un glóbu-lo rojo. —Usted ha trabajado en dos univer-sidades extranjeras: Holanda y EE.UU. ¿Algo que viera allí y que le hubiera gustado traerse hasta Sevilla? —Los recursos, tanto humanos como de equipamiento, que permiten man-tener un gran dinamismo en la gene-ración y transferencia del conocimien-to científico. —¿Por qué no hay una sola universi-dad española entre las cien primeras del mundo? —Pienso que hay mucho marketing detrás de esas listas. Lo que sí es cier-to es que la inversión en investigación es lo único que garantiza la excelen-cia. —En las universidades que usted ha trabajado ¿hay buena opinión del universitario español? —Desde luego. La formación científi-ca en las universidades españolas tie-ne una gran calidad. —¿En su periplo internacional coin-

cidió con otros jóvenes investigado-res españoles? —Por supuesto. Españoles y también sevillanos. Y con muchísimo nivel. —¿Se queda en Sevilla o deja nuestra Universidad? —Todavía estaré un tiempo por aquí. Puede que durante este año haga al-guna estancia en el Grupo de Mecáni-ca de Fluidos de la Carlos III de Ma-drid, con el que colaboramos activa-mente. —Después de acabar en la Carlos III de Madrid ¿regresa o apuesta por ho-rizontes lejanos? —Me gustaría continuar con este pro-yecto en la Hispalense. Creo que po-see un gran potencial para generar avances tecnológicos de alto valor aña-dido. —La crisis está obligando a nuestras mejores cabezas a dejar lo mejor de su producción intelectual fuera del país. ¿Cree que ese es un «rescate» que el Gobierno debería emprender? —Un rescate intelectual en vez de fi-nanciero. Suena bien. Sin cerebros, los nuevos proyectos que se quieran lle-var a cabo ni serán productivos ni sos-tenibles a largo plazo. —¿Recortaría antes en Diputaciones que en investigación? —En tiempos de crisis, una inversión bien orientada daría mejores frutos que los recortes generalizados. Recor-tar en investigación es un salto atrás en el desarrollo tecnológico e indus-trial de un país. —¿Estudió siempre en Sevilla? —Sí, he tenido dos casas: el Colegio Internacional Europa (Espartinas), en el que estuve hasta finalizar el ba-chillerato, y la ETSI, donde estudié ingeniería industrial y actualmente trabajo.

«Suena muy bien un rescate intelectual, en vez de financiero»

Miguel Ángel Parrales Ingeniero e investigador

LA ÚLTIMA DE...

∑ A sus 27 años ya sabe lo que es trabajar en dos universidades extranjeras (Holanda y EE.UU.), donde ha investigado sobre la aplicación médica y diagnóstica de las microburbujas

J. FÉLIX MACHUCA

JOSÉ GALIANA

Cientifico

Ha logrado su sueño: trabajar en lo que le gusta y, además, hacerlo para beneficio de la sociedad. A sus insultantes veintisiete años suma una capacidad no muy común entre los jóvenes para hablar, reflexionar y divertirse con sus dos actividades preferi-das: la música y el ciclismo. Nació en el Andévalo onuben-ses. Y guarda de aquel tiempo nuevo el cariño imborrable y eterno de la abuela. Hoy es un científico cien por cien español y andaluz, fabricado sobre el esfuerzo y la excelen-cia intelectual. Actualmente trabaja en el Grupo de Investigación Mecánica de Fluidos (GIMFUS) en el departamento de Ingienería Aeroespacial y Mecánica de Fluidos de la Universidad de Sevilla. Pasado mañana es posible que lo haga lejos de su tierra. Los buenos siguen marchándose.

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