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ENTREVISTA

PRESENCIA DOMINICAL La Paz, Bolivia, domingo 2 de octubre de 1988

Una hora con el escritor Fernando Diez de Medina

Fernando Diez de Medina

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La residencia del escritor Fernando Diez de Medina en la Plaza España.

El escritor en el patio de su casa en Sopocachi

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Por Luis Raúl Durán

sta vez, acompañado por Mario Lara Claros, a poco de haber estado en igual trance visitante a otro escritor amigo, Don Saturnino Rodrigo, con componentes de Club Literario "La Tertulia" del que es su animador, allá en Calacoto, cumplí una visita anunciada al notable autor de dos

recientes obras literarias de gran éxito entre nosotros, "Tiwanacu: capital del misterio" y "María Montevelo" (con el sello editorial de “Juventud” de La Paz), don Femando Diez de Medina, cuya hermosa residencia se encuentra en la plaza España de Sopocachi, a contados pasos del monumento a Cervantes. Una hora avanzada de la tarde -de tres a cuatro-, bordeando con Lara y otro acompañante la alta fortaleza de pinos ornamentales hasta el primer salón de recibo, ahí hicimos corta espera curioseando retratos del recuerdo y singularísimos objetos de la memoria viajera. En contraste con el bullicio exterior motivado por improvisadas heladerías y el tráfico vehicular, reina en la estancia una paz casi conventual, quizá impresa por la ausencia de la esposa bienamada.

Acudió Don Fernando, con apariencias patriarcales: una barba entrecana, rala (la tuvo bien

tupida, largo rato). Recibiónos con la cordialidad y sencillez de siempre. -¿Su salud...? fue de nuestras preguntas iniciales. Diez de Medina nos informó familiarmente. -...se han producido dificultades en la circulación de mi sangre, que felizmente no han llegado

a la cabeza... pesar de todo, sigo trabajando (A los 80 años de edad, el celebrado escritor paceño mantiene una admirable y ejemplar disciplina intelectual escribiendo).

Y, aunque no hubo tema fijo en nuestra conversación, no se excluyeron al azar algunas

interrogaciones al ex-embajador de Bolivia en El Vaticano con relación a la presencia en el país del Papa Juan Pablo II.

-He conocido -hizo cuenta nuestro amigo- a dos Papas: Pío XII y Juan XXIII. El primero de

procedencia aristocrática y el segundo de procedencia campesina. Efectivamente, durante el desempeño diplomático que le cupo en Roma, Don Fernando

departió numerosas veces con ambos máximos dignatarios de la Iglesia Católica y la impresión que tuvo de ellos consta en varios de sus libros de viajes y autobiografía. Karol Vojtila, el Papa que vino en días, pasados hasta La Paz, Oruro, Cochabamba, Sucre, Santa Cruz, Tarija y Trinidad, no es únicamente sucesor de los anteriores Papas, sino también de aquel inolvidable "Papa de la sonrisa", que murió a escaso tiempo de su ascensión.

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El autor de la presente nota durante la entrevista con Diez de Medina.

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Mas, a propósito del Papa Pío XII, a manera anecdótica, Mario Lara mencionó una

desconcertante calificación oída por él, de adolescente en su casa de Vila-Vila (Cochabamba), a un pariente de ambos interlocutores, el doctor Javier Paz Campero, que asimismo fuera representante diplomático boliviano en la Santa Sede.

Cabía una interrogación admirativa ¿Tuberculosis en el Vaticano? Diez de Medina tomó lugar a nuestro lado en los mullidos asientos del salón, animando la

reunión, puesto en pie a veces. Cuando comentábamos sus Libros últimos, volvió a remarcar que son más de cuarenta los

inéditos y que aparte de sus continuos artículos de prensa, tenía en la máquina de escribir ya iniciado tal vez un libro de pensamiento o PARRAFADAS , como pudiera titularse, lo que ahora escribe, poco.

Solo con franco propósito informativo, quise saber si el controvertido biógrafo del genial

creador de “La Prometheida” había leído las recientes obras publicadas por amigos y admiradores, y la respuesta se justificaba por las razones de salud que no le permitían leer como quisiera.

-Lo mío, respecto a la vida y obra de Franz Tamayo está escrito en “El Hechicero del Ande”,

con ediciones en Bolivia y la Argentina. Sin embargo, con esta “Biografía al modo fantástico”, ocurrió lo de Frank Harris y el terrible

George Bernard Shaw (igualmente genial) en Inglaterra: el libro gustó a todos menos al biografiado. Después de la muerte del incomprendido (hasta el presente) y genial poeta paceño, gran

parlamentario y polemista, su correligionario político y amigo Remy Rodas Eguino, le reveló a nuestro visitado, una confesión de Tamayo:

-He sido injusto con Diez de Medina. Así, transcurrió una hora de conversación periodística o intelectual con el estimado escritor

amigo, cuya fecundidad (más de treinta libros publicados) lo distingue en Bolivia, al lado de Augusto Guzmán de Cochabamba y de Guillermo Francovich que reside en el Brasil.

Un timbrazo que anunciaba a otro visitante puso término a nuestro turno, y no dejó de

sorprendernos la presencia de Mario Velasco Bacarreza, un colega y artista simultáneo, muy conocido, que dejó "El Diario" hace ocho años para reunirse con su familia en los Estados Unidos. El reencuentro alrededor del anfitrión resultó efusivo. Un tanto obeso y algunas canas en la cabeza le conferían mayor madurez. Estaba, sin duda, nuevamente en actividad. © Rolando Diez de Medina, 2019 La Paz-Bolivia