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Equipo de trabajoDiseño Editorial

Diseño de Portada

Diseño de Logotipos

Correción y Recopilación

Campos

Paoly Almonte

Paoly Almonte

Yannuel García

Pr. Phillips Ismael Méndez

• Asociación Central Dominicana• Asociación Dominicana del

Sureste• Asociación Dominicana del Sur• Asociación Dominicana del Norte• Asociación Dominicana del

Nordeste• Asociación Dominicana del Este

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División Interamericana

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¿Por qué un libro de programas para Sociedad de Jóvenes? Porque deseamos proveer cada año de un material innovador, con ideas frescas de tal manera que el estrés que viene acompañado de no saber qué presentar cada semana sea eliminado y que las improvisaciones de última hora sean cosas del pasado. Porque deseamos que programas sin todo el criterio aceptable ya no sean presentados en nuestras iglesias y que nuestros jóvenes no se llenen de ideas poco atractivas y superficiales. Además, deseamos que toda nuestra juventud este conducida por los mismos ideales y conceptos, recibiendo la misma instrucción adaptada a la creatividad y condiciones propias.

Esta revista de programas no es una camisa de fuerza para coartar la creatividad o frenar los planes propios de cada sociedad de Jóvenes, mas bien es una ayuda, una alternativa y una línea lógica de dirección en materia de lo que perseguimos en la Unión Dominicana. Deseamos jóvenes con clara identidad de lo que son, enfocados en la misión que Dios nos ha dado y desarrollando un liderazgo de servicio que nos permita hacer más por el Señor cada día.

Por tal razón, te ofrecemos unos cincuenta y dos programas enfocando de forma directa a los grandes eslabones que el ministerio juvenil a nivel mundial enarbola: identidad, misión, y liderazgo. Los autores de estos programas están colocados

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en cada uno de los mismos. Quienes escriben son líderes de nuestras iglesias y representan a todos nuestros campos locales.Tenemos la certeza que este primer volumen de programas que difundiremos a nivel nacional será de bendición y ayuda a tantas sociedades de jóvenes que lo necesitan.

Me place informarles que además de los programas, estaremos suministrándoles durante el año seis canciones juveniles que irán enfocadas en nuestros tres objetivos fundamentales, identidad, misión y liderazgo. Dios les bendiga y que tengamos una experiencia que fortalezca cada día nuestra fe.

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Programas para Sociedad de Jóvenes en la Unión Dominicana

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Con-tenido

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Identidad 13

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Misión

Liderazgo

Me gradué para el cielo Un concepto diferenteLa tierra es de mi DiosEn Jesús obtendrás la victoriaUn buen administradorA tiempo y fuera de tiempoSoy un joven sanoLa marca de la cruzUn corazón confiado en JesúsLas redes socialesNunca es tardeEscatología bíblicaElena White: La profeta del SeñorPerdonadoEl cincel de DiosConociendo el amor del padre¡Joven! Levanta tu altar

Las bodas del corderoUna vez másCómo Manda CristoMás que una amistadSe tú el mensajeMi juventud y mi fortaleza para JesúsSoldados de CristoMis talentos al servicioSoldados de Jesús24 horas (el tiempo se termina)Un alma para CristoCómo perder el miedo a testificarEn busca de un candidato al reino de los cielosLos talentos

Seamos ganzosUn croquis divinoUna invitación al amorEl buen samaritanoExplorando al líderUn líder, un ciervo

Los talentos en el siglo xxiCuestión de feEl móvil de los millennials adventistas: una herramienta misionera Se busca un líderDe vuelta a casaMoldeados por sus manosEl alfareroEl poder de la humildadDios quiere organizar tu vida¡Joven, no caigas en la trampa!Esteban y sauloLiderando para servirTuyo soy SeñorLos buscadoresCuánto vale Jesús para tiEl Sentido de la navidad

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Gálatas 3:28

Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes

son uno solo enCristo Jesús.

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Identidad

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Dra. Diosselina Rincón VargasAsociación Dominicana del Sureste

Enero 3, 2020

Objetivo

• Coloque una mesa con un bonito mantel, que tenga botellas de agua y sillas para cada participante.

• Micrófonos (preferiblemente para cada expositor).

• Identificadores en las mesas con los nombres de las áreas profesionales que representan los participantes.

Enseñar, afianzar y demostrar, la importancia de servir y colocar a Dios en primer lugar antes que todas las cosas que este mundo puede ofrecer.

Sugerencias

Participantes » Tres jóvenes de distintas áreas profesionales,

los cuales reseñaran su testimonio de su paso por la universidad y los desafíos que enfrentaron por ser fieles a la observancia del sábado.

» Un Pastor, el cual dará un enfoque bíblico y enseñará dónde y a quiénes deben acudir los jóvenes cristianos adventistas, cuando enfrentes desafíos y complicaciones en sus estudios por ser fieles a Dios.

» Un abogado, preferiblemente adventista, que enseñe cuales leyes civiles amparan al joven adventista y la Libertad religiosa.

» Un moderador, que será el guía de la discusión de la mesa redonda.

» Una sección de alabanza.

Bienvenida

El Moderador sube a plataforma e inicia con la bienvenida, y luego tiene la oración inicial.

Sección de Alabanzas (entran sin anunciar)

Inmediatamente concluya la sección de alabanzas, entran todos los participantes y ocupan sus respectivos lugares.

El Moderador presenta los participantes.Participante 1 (5 minutos).Participante 2 (5 minutos).Participante 3 (5 minutos).Pastor (tiempo estimado de 15 minutos).Abogado (tiempo estimado de 15 minutos).

Sección de preguntas y respuestas

Oración final y llamado (Se sugiere que esta parte la realice el pastor invitado o el pastor de la iglesia).

Me gradué para el cielo

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Enero 10, 2020

Un conceptodiferente

Objetivo

• Decore la plataforma de una forma que represente cada área de la Mayordomía.

• Regale el pin de Mayordomía cristiana a los primeros jóvenes en llegar al culto joven.

• Puede utilizar el himno Tuyo soy Señor, disponible en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=-059q_dzwVI

• Para la sección de alabanzas te sugerimos utilizar el CD Joven Adventista 2014, disponible en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=TLt3eQMMJE0

• Utiliza la música Buen mayordomo soy, de Ruth Ramírez, para la parte dramatizada del programa. La música está disponible en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=tvmsnMRTCpA

Fomentar de una manera distinta el concepto de la Mayordomía y revelar cómo los jóvenes podemos sumergirnos en sus distintas áreas.

Sugerencias

Sección de alabanzasCD Joven Adventista 2014

Plataforma: Entran y salen. Los participantes que suban a plataforma, luego de finalizar esta primera fase del programa, se retiran de plataforma.Himno: Tuyo soy SeñorLectura Bíblica: Mateo 25:14 Oración Introducción: (Entran dos jóvenes y un conquistador uniformado).

Joven I: ¿Sabes? Cuando realizan programaciones de mayordomía en la iglesia y que, en ese día, el culto es aburrido y más aún, cuando es una semana completa, decido no ir el

resto de los días, pues para estar aburrido en la iglesia mejor estoy en la casa.

Joven II: ¡Esa no es la forma de actuar! Cuando algo está mal, debemos buscar la manera diferente de hacerlo, así como tú piensas, piensan muchos jóvenes de nuestra iglesia. Debemos analizar qué hacer.Conquistador: (mira a ambos, con cara de no saber de qué están hablando).Pueden decirme ¿Qué es la Mayordomía? No sé de qué hablan.Joven I: Algo aburrido. Joven II: No hables así, les enseñaré un concepto diferente y ambos entenderán.Entra la música «Buen mayordomo soy» y la dramatizan según la creatividad de la persona que este dirigiendo. Conquistador: ¡Es divertido! Me gusta, déjame recordar el tiempo, el talento, el tetete (se queda pensado) templo, tesoros (dando un salto de alegría) ¡la recordé!Joven II: La Mayordomía no solo son tesoros, abarca toda nuestra vida, es ser administradores de Dios.Joven I: ¡Diferente! Debemos enseñarles a los demás…

Salen los jóvenes, se concluye con un devocional alusivo a los talentos (Mateo 25:14-30).

Mardelis Maciel Cuevas FelizAsociación Dominicana del Sureste

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Enero 17, 2020

La tierra es de mi DiosObjetivo

• Decorar la plataforma con imágenes alusivas al medioambiente, donde resalte el colorido de las plantas verdes y el agua.

• Entregar marcadores de Biblia o brochrures alusivos al cuidado del medioambiente.

Mostrar a los jóvenes el buen cuidado del medioambiente y hacer conciencia de como se ha deteriorado nuestro planeta y a la vez, fomentar la mayordomía de la tierra.

Sugerencias

Parte musical (entra sin ser anunciada).

Luego de la parte especial, entran los tres panelistas y ocupan sus asientos.

Lectura Bíblica:

El Señor desde el inicio pensó en el ser humano, le dio una tierra perfecta llena de verdes árboles y muchos frutos a disfrutar. La Biblia dice acerca de la tierra, en Génesis 1:11: «Después dijo Dios: “Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol que dé fruto según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra”. Y fue así».

Dinámica de oración:Ha llegado el momento de oración. En esta ocasión lo queremos orar en pareja o en grupo de tres. Oraremos por los siguientes motivos:

1. Que Dios nos ayude a tener mejor conciencia y cuidado por la creación.2. Por los animales en peligro de extinción.3. Y, por último, por el ambiente que nos rodea.

Bienvenida: Sean todos bienvenidos a este panel, esperando que la bendición de Dios esté con nosotros y nos motive a cuidar mejor su creación.

Panel:Los temas para discutir en el panel:

Situación actual de nuestra tierra: https://www.20minutos.es/noticia/223699/0/planeta/podemos/salvarlo/ (distribuir material entre las personas que van a dirigir el panel, los mismos deben dominar muy bien lo que hay en el link).

Pregunta clave:¿Este es el planeta que Dios quiere para nosotros? A la luz de la Biblia se confrontará la situación actual vs lo que Dios diseñó.

Textos clave:Salmos 24: 1-2 Levítico 25:23 Deuteronomio 20:19 Salmos 89:11

Conclusión:Los panelistas concluyen el programa y al final la sociedad de jóvenes dona un árbol a la iglesia.

Mardelis Maciel Cuevas Feliz Asociación Dominicana del Sureste

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Enero 24, 2020

En Jesús obtendrás la victoria

Objetivo

• El escenario es parte importante. Decorar en la plataforma dos casas, una casa llena de lujos, con muchos adornos y del otro lado una casa humilde.

• Poder colocar un telón o cortina entre la escenografía y el público.

• Entregar a cada participante, con tiempo suficiente, el papel que va a desempeñar para que se lo aprendan de memoria y lo realicen de forma natural o podrían grabar las voces con antelación si disponen del tiempo y los recursos para hacerlo.

Motivar a nuestra hermandad para que tengan un verdadero encuentro con Cristo Jesús, a mantenerse intachable delante del Señor, con el fin de vencer las pruebas y las dificultades.

Sugerencias

Participantes

Desarrollo del programa

» Narrador: (Una persona con buena dicción). » Leiny: (Joven cristiana rica). » Marleny: (Joven cristiana pobre).

Lectura Bíblica: Romanos 8:38 Himno inicial: Himno No. 378, Oh que amigo nos es Cristo.

Tres jóvenes dinámicos:Desánimo I Desánimo II Desánimo III

Cuatro señoritas dinámicas:Vanidad IVanidad IIVanidad IIIVanidad IV

Maribel, Alexandra, Mary y Dorca (se sugiere que sean personas del público, que sean bien dinámicas). Voz en Off (Persona con voz suave y melodiosa).

Narrador:Como en la antigüedad, hoy en día, las personas luchan contra sus problemas y debilidades. De una manera u otra, el hombre intenta vencerlas, aunque lamentablemente muchas veces utiliza métodos incorrectos y fracasan. Frecuentemente, las vanidades de este mundo y el desánimo asedian nuestro corazón, haciéndonos flaquear a tal punto que olvidamos la existencia de Dios. Esta es la experiencia que tuvieron dos jóvenes cristianas de diferente estatus social, decididas a vencer los obstáculos de este mundo, pero de manera diferentes.

Escena IEn ese desarrollo de esta escena, se sugiere que la cortina o telón, que divide la escenografía del público, se mantengan cerradas. (Dos jóvenes cristianas se encuentran en la calle. Una con vestimentas lujosas y la otra con vestimentas sencillas y humildes) Marleny: Hola... Leyni, ¿cómo estás? Me alegra mucho verte. Leyni: (Con un tono jactancioso) Hola Marleny, yo estoy bien gracias a Dios y a mis riquezas. Estoy en perfectas condiciones, no ves que lo tengo todo. Y tú ¿Cómo estás? Marleny: No muy como a ti, la verdad es que tengo tantos problemas y la situación está muy difícil y me siento muy preocupada. Y cuando

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veo las cosas tan bonitas que el mundo ofrece y de los cuales yo no puedo disfrutar, me desánimo bastante y llego a pensar que el dinero es la solución, pero la verdad es que no lo es. Leyni: ¡Ah!, estoy segura de que no es nada que una buena suma de dinero no puede solucionar. Marleny: No, estás equivocada, hay problemas que el dinero no puede resolver, como lo es el desánimo que a veces me ataca. En esos momentos me siento muy débil y sin fuerzas, y cuando estoy así, las vanidades no me sirven de nada. Leyni: (Con una actitud arrogante) Tú lo que eres es una debilucha. Yo nunca me desánimo, porque no tengo motivos. Yo lo tengo todo en el mundo, pero si por si acaso se presenta el desánimo en mi camino, yo lo resuelvo rápido y fácil: dinero es la palabra, la solución y lo que me sostiene a mi dondequiera... Yo soy miembro activo de la iglesia y no soy vanidosa, pero tampoco es que estaré vistiendo como una loca habiendo tantas modas bonitas, y el hecho de que yo tenga mucho dinero no me hace vanidosa, porque si no fuera por mis ofrendas la iglesia se fuera al suelo. (Entran los tres desánimos y observan desde la otra parte del salón la conversación) Marleny: No creo que el dinero esta vez sea la solución, más bien te diré, he estado estudiando la Biblia y creo que solo el poder de Jesús puede vencer el desánimo y todas las tentaciones de este mundo por mí y estoy convencida de eso... Y sé que Jesús está dispuesto a ayudarte si se lo pides, un poquito de humildad no te haría mal. Leyni: ¡Humildad!, pero si yo soy la persona más humilde de la iglesia, de otro modo puedes tener por seguro que no estaría aquí hablando contigo. Además, soy adventista, prueba de eso es que voy a todos los cultos de los sábados, pero también tengo poder y fama. Te demostraré que cuando se presente cualquiera de esas

tentaciones que me asedian, con mi dinero lo solucionaré. Dime ¿cómo crees que me puedo desanimar con tanto dinero en mis manos? Marleny: Es que tú no entiendes, el desánimo afecta a todos en algún momento determinado sin importar estatus social y solo al lado de Jesús lograrás vencer.Leyni: (Con actitud firme) ¡Ah!, eso crees, te demostraré lo equivocada que estás.(Ambas se despiden y salen de escena) Narrador: Muy confiada en sus riquezas, Leyni se dirige a su casa, pues, aunque ella era un miembro en regla de la iglesia, no había tenido un encuentro real con Jesús; también ignoraba que Marleny había encontrado y conocido en la Biblia al único que es capaz de ayudarnos a vencer nuestras debilidades.

Escena II

Narrador: Mientras Leyni y Marleny regresan a sus hogares, los tres personajes misteriosos, que representan el desánimo, conversan entre sí. Desánimo I: ¿Observaron y escucharon a esas criaturas expresarse de tal forma de nosotros? Desánimo II: Vamos a demostrarles quienes somos y lo que hacemos para debilitar a esos que dicen ser cristianos. Desánimo III: Ellas no saben que nosotros somos la mejor herramienta para hacer fracasar a los hijos de Dios. Todos: Acabemos con ellas.

Escena III (Leyni aparece sola en su casa y muy preocupada, rodeada de mucho lujo, contando algo de dinero. Se abre la cortina del lado de la casa rica) Leyni: Bueno, ya le pagué al Sr. Matos, solo me falta pagarle a José, a Henry y al banco, pero ahora tengo que sacar el diezmo, ¡Oh,

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Dios!, creo que esta vez no podré dar el diezmo completo. Dios no lo necesita, con ese dinero yo podría comprar el vestido que vi en la tienda, y sobre todo mantener mi estatus ante la gente...Narrador: Mientras ella piensa lo que hará con el dinero, entran los desánimos. (Música de suspenso de fondo) Desánimo I: (Con serenidad) ¡Ah! Mírate, tienes muchísimas deudas y te la pasas queriendo aparentar lo que no eres, cualquiera que te ve en la calle dice: «Esa joven si es dichosa, lo tiene todo en la vida». Sin embargo, la verdad es que tienes muchos problemas sin resolver. Leyni: (Perturbada) Bueno, tendré muchos problemas, pero al menos tengo imagen, cuerpo y belleza, no estoy tan mal, solo yo conozco mis problemas, y aún con problemas, soy una excelente empresaria. Desánimo II: ¡Por favor! No digas eso, tú sabes bien que, si no fuera por el trabajo y la posición de tus padres, ni por la empresa, porque tú ni siquiera has terminado tus estudios, no pudieras gozar de tu posición financiera.Leyni: (Enojada) Es verdad, si no fuera porque la gente de la iglesia vive pendiente de mi vida, yo ya hubiera terminado esa bendita carrera tomando mis clases en sábado. Desánimo I: No sé para qué tú vas a esa iglesia, porque ahí lo único que hacen es fastidiarte, hablar de ti y pedirte prestado. Esas acciones bajan tu estatus. Leyni: Bueno, pero yo espero que al menos Dios vea el esfuerzo que yo hago por ir a la iglesia. Desánimo II: ¿Dios? ¿De qué Dios hablas? Pero no eres tú la que puedes estar hablando de Dios, porque lo último que tú tomas en cuenta en tu vida es a Dios, y aún así tú crees que Dios se puede acordar de ti, con tanta gente sincera y que les sirve de corazón. Desánimo III: Nadie te ama, ese muchacho que supuestamente está enamorado de ti, él solo quiere tú dinero...

(Música suave de fondo) Leyni: (Completamente desanimada) Es verdad, mi vida es un puro desastre, yo aparento que lo tengo todo, pero la verdad es que no tengo nada, no soy nada, no sé para qué voy a esa iglesia, perdiendo mi tiempo con un grupo de gente que solo quiere que yo les preste o le dé dinero, en vez de dedicarme a estudiar para terminar esa carrera que cada vez se pone más larga. ¿Qué hace Dios por mí? Él ve que yo voy a la iglesia todos los sábados y no me ayuda a salir de todos estos líos. ¡Ya estoy cansada! Desde ahora no voy a la iglesia, ni a la universidad, porque al fin y al cabo cuando uno se muere todo esto se queda aquí (señalando sus riquezas). (Leyni sé retira triste y desconsolada mientras los desánimos se quedan festejando. La cortina permanece abierta). Narrador: El desánimo había logrado su objetivo, hacer creer a Leyni que no valía nada y que era muy pecadora para adquirir el perdón de Dios. Leyni había quedado completamente desanimada. Escena IV (Los desánimos hablan entre sí desde una parte de la plataforma). Desánimo I: Bueno, ya hicimos caer a otra persona... Desánimo III: Sí, ya la tenemos en nuestras manos, desanimada y decidida a olvidarse de Jesús, pero todavía quedan muchas personas que creen que la esperanza o la alegría que le da Jesús puede durarle mucho. Todos: Nosotros existimos para apartar al cristiano de Jesús. (Marleny viene por el pasillo central hasta llegar a su casa. Se sienta a descansar) Desánimo II: Un momento, ahí viene otra de las que dicen ser cristianas, y va para su casa...

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Desánimo I: Se encuentra sola. Este es el momento oportuno. ¡Manos a la obra! (Se abre la cortina para mostrar el lado de la escenografía de la casa humilde). (Música de suspenso de fondo) Marleny: Qué cansancio, este día de trabajo estuvo pesadísimo... Desánimo III: Claro, tienes que estar cansada, porque tú sí trabajas. No como Rosa que casi no trabaja, pero a ella le pagan más que a ti. Sin embargo, a ti no te pagan bien ni te aumentan el sueldo. Marleny: Bueno, pero no todo es negativo, al menos tengo un trabajo y además tengo un techo para vivir. Desánimo II: ¿Un techo? Cualquiera que te oye hablar de techo cree que tú tienes algo dé verdad, más bien, tienes un techo viejo que no se te ha caído encima de casualidad. Esta casa está feísima… Tantos adornos que hay, y tú no tiene ni para comprarte un florero y como si fuera poco, es alquilada…. Y prepárate que casi te vienen a cobrar el alquiler y no tienes para pagar... Desánimo I: Mírate, pareces una pordiosera, tantas ropas lujosas y bonitas que hay por ahí, pero tú no tienes nada. Desánimo III: Pero lo que yo me pregunto es ¿Dios no está viendo tú situación? ¿Dónde está el Dios al que tú sirves con tanta devoción? Mira a tu amiga Leyni, ella solo va a la iglesia los sábados, no hace obra misionera, ni participa en las actividades de la iglesia, y ella tiene dinero y le va muy bien. Desanimo III: ¿Y dónde están tus hermanos de la iglesia? ¿Dónde están en tus momentos difíciles? ¿Dónde están un día como hoy, que tú no tienes ni un peso en la cartera? Marleny: (Desanimada) Es verdad, yo no tengo ni un centavo encima, me estoy volviendo loca de los problemas, como si fuera poco no sé cómo iré a trabajar mañana. Mi familia está muy lejos y

parece que se han olvidado de mí. Por otro lado, mis hermanos de la iglesia que siempre me dan muchos de besos y abrazos, ahora cuando más los necesito ninguno aparece, aunque sea con $50... Pero Dios mío ¿Es qué acaso tú no estás viendo mi situación? Desánimo I: Eso es justamente lo que me pregunto. Tú Dios que se supone que es un Dios de amor y que no desampara a sus hijos ¿Dónde está en estos momentos? Mira como te tiene a ti, sola y desamparada. Desánimo II: Dios no te ama, todo es mentira, todo es una falsa. Marleny: (Cae de rodillas) ¡Dios mío, Dios mío, el desánimo agobia mi corazón, me hace sentir dudas y así hiere, me daña y ahora me siento vencida, me siento hecha nada, pero Oh Dios, tú conoces mi corazón! Ayúdame Señor, dame ánimo, dame fuerzas Señor.Voz en Off: No sufras más hija mía, pues escucho tu clamor, y en tus peores momentos a tu lado yo estoy, que, aunque el desánimo te agobie, yo sigo aquí, con amor eterno te he amado y me preocupo ti. Marleny: (Se levanta con ánimo) ¡Pero claro que sí!, en qué he estado pensando, Señor perdóname, perdóname por dudar de ti y de tu gran poder, pues sé, que solo a tu lado oh Dios podré vencer. Desánimo I: Pero es que tú estás ciega, ¡Mírate! Mira la realidad, tú no tienes nada ¡No eres nada! ¡Y no puedes hacer nada! Marleny: (Con voz fuerte) Todo lo puedo en Cristo que me fortalece y sé que Cristo está conmigo, pues él, es mi amparo y mi fortaleza, mi pronto auxilio en las tribulaciones. (Los desánimos van retrocediendo, hasta salir) Desánimo II: No lo soporto…pero aún quedan

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muchas personas en el mundo (señalando al público) a los cuales nos acercaremos y haremos flaquear y desanimar al punto que se sientan que no son nadie, ni tienen nada. Desanimo III: Cuando los tengas completamente desanimados, blasfemarán el nombre de Dios. Recuerda que todavía hay muchas personas que no piensan igual que tú. Marleny: (Con ánimo) Vete ya, ¡desánimo!, Cristo te ha vencido, y aunque sé que no dejarás de atacar, Cristo me llenará de fuerzas, y así lograré triunfar. Desánimo I: (Retrocediendo) Está bien, una vez más tu Dios nos aleja, tal como lo hace con los cristianos verdaderos, pero aún me quedas tú (señalando al público) y tú, y tú y también tú. (Marleny de rodillas agradece a Dios. Se cierra la cortina).

Narrador: Sí, sin duda alguna Marleny ha vencido al desánimo con el poder que Jesús le da a las personas que en él confían. El desánimo se ha ido lejos de Marleny. Escena V Narrador: El maligno no se queda de brazos cruzados. Si una herramienta falla en su misión destructiva, utiliza otras y otras, para hacer caer a los hijos de Dios, hasta sumergirlos en un estado de desesperación, donde no se sienta la necesidad de arrepentimiento. Narrador: Veamos al enemigo utilizando otra de sus herramientas destructivas. Aparecen cuatro señoritas (vanidades) conversando entre sí en un lugar visible. La cortina permanece cerrada. Vanidad I: ¿Han visto a la pobre Leyni? Está completamente desanimada, hagamosle una visita. Vanidad II: Sí, así logremos conquistarla

completamente.

(Se abre la cortina, Leyni se encuentra en su casa, triste y desanimada cuando de repente llegan las vanidades).

Vanidad I: ¡Amiga! ¿Qué te ocurre? Sé, que el desánimo te ha hecho sufrir mucho, pero estamos aquí y te haremos olvidar todo eso. Vanidad II: Aparentemente te has olvidado de que nosotras estamos aquí. No te preocupes más, te ayudaremos.Vanidad III: Imagínate en los mejores hoteles del mundo, disfrutando de todo lo que desees. Vanidad IV: Estarás en los mejores lugares y serás el centro de atracción porque tendrás mucho, pero mucho dinero. Vanidad I: No habrá chicos que no te miren, porque serás la mejor vestida, usarás las mejores modas, todas las demás chicas te envidiarán y querrán vestirse como tú y ser igual a ti, solo tienes que dejarte guiar de nosotros y tu vida será diferente. (Todas las vanidades): Ven, síguenos y te aseguraremos una vida llena de felicidad, y desanimada, jamás estarás. Leyni: Pero es verdad, ¿En que he estado pensando? Es hora de dejarlo todo a un lado e irme a disfrutar del mundo y sus lujos, no hay nadie, nadie como yo. Vanidad I: (Comenta con la vanidad II) Yo sabía que con esta no tendríamos que hablar mucho, porque siempre el que tiene mucho, quiere más y más. (Se cierra la cortina y se abre el otro lado, donde aparece Marleny en su casa, muy gozosa) Marleny: Dios es maravilloso, será mejor que vaya a compartir mi experiencia con Leyni por si algún día, ella se siente desanimada. Iré ahora mismo (se para y se dirige a la casa de Leyni).

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(Se cierra la cortina y luego aparece Leyni, rodeada de las vanidades)

Narrador: Marleny, muy feliz por su experiencia ha decidido compartir con su amiga lo que había pasado. Sin embargo, al llegar a la casa y admirar todos los lujos y artículos que le pertenecían a Leyni rápidamente las vanidades llamaron su atención. (Se abre la cortina y tocan la puerta) Leyni: Hola Marleny ¿cómo éstas? Marleny: Muy bien, gracias a Dios. Leyni: Entra y observa mi casa mientras preparo algo en la cocina. Marleny: (Observando la casa de Leyni) ¡Qué casa tan linda! ¡Cuántas cosas preciosas! Vanidad I: (Llama a las demás vanidades y se dirigen hacia Marleny) ¿Te gusta verdad? Tú puedes tener todo esto y mucho más si tan solo te dejas guiar por nosotras. Vanidad IV: (De manera tentadora) Haremos que tu vida sea diferente.Marleny (Volviendo en sí): Pero ¿qué es lo que estoy pensando? ¡Aléjense de mi, tontas vanidades! Porque al final, ¿De que le vale al hombre ganar al mundo y perder su alma? Ustedes son completamente pasajeras, hoy están y mañana se van. Mi confianza está puesta en Dios, él no me desamparará. Vanidad I: Tú eres una tonta.Vanidad II: Haremos que seas completamente feliz. Vanidad IV: Tarde o temprano tendrás una necesidad de impresionar a alguien o deseo de vanagloriarte en algún momento y ahí estaremos nosotros para mostrarte que a nuestro lado todo es diferente. Vanidad III: Aún tienes oportunidad, de disfrutar una vida llena de alegría y placeres, todo lo que pueda pasar por tu cabeza. Leyni: (Entra en escena) Marleny,

aparentemente estás aquí admirando mi casa, pero no eres tú la única que la admira, todos lo hacen. Vanidad I: Así se habla. (Dirigiéndose a Marleny) Leyni si sabe vivir su vida ¿Sabes por qué es eso? Porque ella todo el tiempo se ha llevado de nosotras, en cambio tú persiste en tu tonta creencia. Mírate, te ves horrible. Vanidad IV: Llévate de nosotras, imita a Leyni y no te arrepentirás. Marleny: No la escuches Leyni, no quieren tu felicidad, te hundirás más en el abismo sin fondo, buscando hallar la paz con la alegría o el gozo, pero no lo encontrarás. Pero ahora me pregunto ¿Es que nadie opina igual? De ustedes, díganme (señalando al público) ¿Nadie me va a apoyar? Maribel Ramírez: (Desde el público) ¡Claro que sí! Tienes razón. Las vanidades son solo una ilusión que te llenan la vista, pero te dejan vacía. Mari Pineda: (Desde el público interrumpe Maribel) Y te sentirás agobiada y en ese momento te darás cuenta de que ese vacío que sientes en tu corazón, ni fiestas, ni el dinero, ni la fama, lo podrá llenar. Leyni: Ese vacío ya lo he sentido. Yo deseo llenarlo, y aunque lo he intentado con todo lo material, aún no he encontrado la paz. ¿Qué haré? ¿Hasta cuándo seguiré buscando en las vanidades sin encontrar más resultado que el dolor y las frustraciones? ¿Cómo lograré encontrar la paz y el perdón?Marleny: Cálmate amiga, el secreto está en Jesús, el llenará tu corazón y te dará felicidad. Leyni: Pero, es que yo lo he despreciado tanto, he pecado tantas veces ¿Tú crees que aún me perdone?Marleny: Claro que sí, Jesús te quiere salvar y él te dice: «Hijo mío, yo te amo, ven y no peques más»”. Leyni: ¡Oh, Jesús! Vengo ahora ante ti como una vil pecadora después de experimentar todo tipo de dolor, he buscado la paz en la tonta vanidad,

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pero ahora pongo todo a tus pies, sé que no soy la mejor, pero tal cual soy, toma mi vida y mi corazón.Vanidad III: (Furiosa) No, no las escuches, ven con nosotros. Dorca: (Desde el público con voz imponente) No lo intentes más, Vanidad puede ofrecer todo lo que quiera y nunca logrará superar la patria celestial, pues cosa que ojo no vio, ni oído escuchó, ni aún ha pasado por el pensamiento humano, son las maravillas que Dios tiene para cada uno de nosotros, sus siervos fieles. Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. Vanidad I: En verdad ustedes creen que nos pueden contrarrestar, ustedes no se imaginan cuantas personas aún quedan en la iglesia que lograremos engañar, aunque no sean ustedes.Vanidad IV: Por ahora nos vamos, pero no estaremos lejos de ti, ni de ninguno de ustedes (señalando al público). (Se retiran las vanidades) Leyni: (Llorando) Gracias Señor, gracias, mi Dios, tú has cambiado mi vida y me has dado libertad, ahora lo que yo era, ya no seré más, tú me has dado gozo y me has llenado paz. Haz conmigo como quieras, desde hoy, te entrego todo mi ser. Marleny: (Consolándola) Y como él ha hecho conmigo, quiere hacer con los demás. Maribel: Amigo, si tú lo aceptas, él te llenará de paz y él cambiará tu vida de tristeza en alegría, solo abre tu corazón y dile que sí a Jesús.Alexandra: (Desde el público) Que ni el dolorMarleny: Ni las vanidades Maribel: Ni tribulaciones Alexandra: Ni ángeles Mari: Ni principados Leyni: Ni potestades Dorca: Ni la muerte Marleny: Ni la vida Marleny: Ni lo alto Leyni: Y lo bajo Alexandra: Ni lo presente

Mari: Ni lo porvenir (Todos) Ninguna otra cosa creada, nos pondrá apartar del amor de Dios, que es Cristo Jesús, Señor nuestro.

Música recomendada para finalizar: «Quién ha de apartarnos» de Peregrinos y Extranjeros. Conclusión (Se sugiere que esta parte la realice el director del programa). Apreciados hermanos Muchas personas que dicen ser cristianos, todavía no han tenido un verdadero encuentro con Cristo Jesús. Nuestra existencia aquí no es para estar de brazos cruzados, sino, para predicar el mensaje a las demás personas y ayudar a los más débiles del rebaño.

El desánimo es la herramienta más mortífera que tiene el enemigo y puede ser vencida solamente utilizando el escudo de la fe.

Y como dijo el apóstol Pablo en Romanos 8: 38, 39: «Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni los presentes, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro señor»

Lic. Luis Alberto Sánchez

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Enero 31, 2020

Un buen administradorObjetivo

• Proyectar en PowerPoint las preguntas y respuestas previamente realizadas. En caso de no tener el equipo, realizar las preguntas con las respuestas en fichas enumeradas y pegarlas en una Pizarra o Pared. En total son 20 preguntas.

• El moderador de la dinámica si desea puede hacer la dinámica sorpresa o anunciar con anticipación el programa para que los hermanos estudien.

• Se recomienda para el ganador un regalo de un Libro de Mayordomía Cristiana y para los demás participantes de la dinámica un separador de libros con un mensaje alusivo a la Mayordomía Cristiana.

• Para la introducción, se recomienda resumir el capítulo 1 del libro Consejos sobre mayordomía cristiana escrito por Ellen White.

Enseñar y demostrar de una forma dinámica, que todo lo que hay en este mundo ha sido creado por Dios y nosotros somos sus administradores.

Sugerencias

Participantes


Desarrollo de la dinámica

» Para todos los hermanos de la iglesia que deseen participar.

El programa será dirigido por dos presentadores, que estarán a cargo de la bienvenida, la introducción y el anuncio de la parte musical. Luego de la parte musical, dos presentadores nuevos tienen la Lectura Bíblica Salmos 24:1, el Himno Adventista No. 65 «El Mundo es de Mi Dios», y la presentación de un devocional que puede ser expuesto por un hermano de la iglesia, un pastor o un laico invitado.

Licda. Samara Calzado ZorrillaAsociación Dominicana del Sureste

La dinámica estará dividida en dos secciones y un intermedio. En la primera sección, se realizarán las primeras diez preguntas. Luego, se da el espacio para una o dos partes musicales. Al concluir esta parte, se prosigue con la segunda sección de preguntas.

Al finalizar, se realiza la entrega de los regalos; se exhorta a cada miembro a estudiar la Biblia y a ser buenos administradores de Dios a pesar de las vicisitudes.

Oración final.

* Preguntas anexadas en el área final.

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Febrero 7, 2020

A tiempo y fuera de tiempo

Objetivo

• Decorar la plataforma con una mesa, un florero y tres sillas.

• Elaborar una cámara de filmación de cartón o cartulinas.

• Habilitar la proyección.• Se sugiere descargar el himno «Al grupo

pequeño yo iré», disponible en el siguiente enlace https://www.youtube.com/watch?v=Sqe4Jeq90xc

Enseñar técnicas de predicación diversas para provechar al máximo todas las herramientas disponibles para que la Palabra de Dios corra y sea glorificada.

Sugerencias

Desarrollo del programaLos dos presentadores hacen su entrada e inician el programa llamado «Sociedad de Jóvenes», que se transmite todos los viernes a las ocho de la noche por el canal adventista «nombre de la iglesia».

Presentador 1: (Después de un intro proyectado) Lectura bíblica informativa de esta, es tomada del evangelio de Marcos 16:15.Presentador 2: Cantemos ahora con gozo el himno video cristiano «Al grupo pequeño yo iré». Presentador 2: Es momento de hablar con el productor de este programa. Es tiempo de orar.Presentador 1: Esta noche será inolvidable. Hoy «…tendremos nuestros acostumbrados segmentos y la invitación de nuestro Pastor...».

(Debe estar una persona actuando como el camarógrafo del programa).

Presentador 2: Iniciemos con el segmento de

“Noticias Adventistas” (que serán los anuncios locales, de la asociación y de la unión).Presentador 1: Pasamos inmediatamente al «Happy Birthday para ti querido hermano» (donde mencionarán y felicitarán a los hermanos que hayan cumplido años en el mes).Presentador 1: Vamos a una pausa, pero le dejaremos con un especial musical. Hoy tenemos a “x” con dos partes especiales.

Luego el segmento de la entrevista, preferiblemente al Pastor de la iglesia, donde los presentadores le preguntan:

Presentador 2: Hoy tenemos al pastor x quien con gusto a aceptado la invitación. Pastor o invitado: Un placer para mi estar con la juventud de la iglesia.Presentador 1: ¿En qué consiste predicar? ¿Por qué debemos predicar? Pastor: Responde de forma espontánea. Presentador 2: ¿Cuál es la forma correcta de predicar? Podría darnos algunas bases bíblicas de la predicación. Pastor: Responde de forma espontanea. Presentador 1: ¿Existen ejemplos de formas de predicación a los vecinos, compañeros de trabajo, familiares, etc.?Pastor: Responde de forma espontanea. Presentador 2: Volvemos en breve. Vamos a unos anuncios.

(En este espacio se presentan unos videos previamente grabados con jóvenes de la iglesia que motiven a estudiar la Biblia todos los días y a la oración).

Presentador 2: Estamos de regreso. Queremos que usted sea parte de este impactante

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testimonio. De como una persona decidió ser bautizada.

(Colocar un breve video de una hermana o un hermano diciendo como decidió ser bautizado. Y los detalles de cómo le predicaron).

Presentador 1: Finaliza el programa orando, dando las gracias por la audiencia e invitándolos a la próxima emisión el viernes siguiente.

Licda. Samara Calzado ZorrillaAsociación Dominicana del Sureste

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Febrero 14, 2020

Soy un joven sano

Objetivo

• Entregar hojas en blanco y bolígrafos a los asistentes para el momento de la dinámica.

• Decorar la plataforma con una escenografía alusiva al tema.

• Es preferible que la charla sea impartida por un doctor joven de la iglesia o invitado.

Motivar a la Mayordomía del templo, para adquirir principios bíblicos que nos ayuden a romper los malos hábitos que dañan el cuerpo.

Sugerencias

Dinámica


A medida que los miembros y amigos de la iglesia asisten al culto joven, se les entregará en la puerta un cuarto hoja en blanco y un bolígrafo (si es necesario). Esto servirá para que escriban ese mal habito que tienen en su alimentación, modo de dormir, modo de cuidar el cuerpo, etc.

Con los papeles, se elaborará una cadena por filas de asientos que al finalizar, los ujieres en pondrán las cadenas de papel en forma de encierro, simbolizando la esclavitud en nuestros malos hábito. En algún momento de la charla, el exponente indicará para romper esas cadenas con las manos y hacer un pacto con Jesús comprometiéndonos a cuidar nuestro cuerpo que es el templo del Espíritu Santo.

Introducción: El Señor nos ha prestado este cuerpo temporal. Sí, prestado y también hay que cuidarlo. Bien dijo el apóstol Pablo «¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios les ha dado, y que el Espíritu Santo vive en ustedes? Ustedes no son sus

propios dueños» (1 Cor. 6: 19 DHH). Esta noche veremos cómo romper esos malos hábitos que dañan nuestro cuerpo.Himno: No. 410 Que mi vida entera esteLectura bíblica: 1 Corintios 6:19-20 Oración: Ha llegado el momento de hablar con nuestro Dios. En esta ocasión queremos motivarte que tomes un minuto para orar en silencio con tu Dios. Luego, desde aquí concluiremos con otra oración. Bienvenida: (Se sugiere que se utilice un canto para la bienvenida o un poema corto que sea alusivo al tema y para la bienvenida).Parte musical

Charla: Soy un joven sano En la creación, Dios compartió sus posesiones con la humanidad y continúa siendo el verdadero dueño del mundo, de sus habitantes y de sus bienes. El salmista reflexionó adecuadamente sobre esta realidad al afirmar: «Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan» (Sal. 24:1).El cristiano reconoce que todo lo que tiene y es pertenece a Dios, incluso su propia vida. EI apóstol Pablo declaró: «acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños, fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios» (1 Cor. 6:19, 20).Si somos, de hecho, propiedad de Dios, somos responsables delante de él por la manera en cómo administramos los bienes que él nos confió. Por lo cual debemos ser buenos mayordomos de nuestro cuerpo.A continuación, veremos 7 hábitos que hacen daño a nuestro cuerpo y que debemos romper:

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1. Saltarte el desayuno.¿No desayunas por falta de tiempo o miedo a engordar? ¡Error! Aumentarás de peso porque tendrás más hambre durante el resto del día y seleccionarás peor los alimentos, tendiendo a comer los más grasos y ricos en azúcares simples.

El desayuno debe constituir entre el 15-25% de nuestra energía diaria. Un desayuno ideal está compuesto por: lácteos (leche, yogurt, queso), hidratos de carbono (pan integral, cereales integrales…) y fruta. Se puede añadir aceite de oliva, frutos secos e incluso algo de proteína magra: atún natural…

2. La Comida rápida, los snacks y el picoteo.Beber un zumo vegetal o de fruta natural, o tomarse cuatro nueces es totalmente recomendable en una dieta sana. Son los llamados snacks saludables. Ahora bien, si hablamos de otro tipo de snacks como ganchitos, patatas fritas, gemínalas o chocolatinas ricas en grasas… está claro que van a ser perjudiciales para nuestra salud.

3. Cenar tarde y mal.Ya lo dice el refrán: desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo. Cenar tarde de la noche, hace que tengas más problemas para un descanso adecuado porque tu organismo tendrá que hacer la digestión en las horas en que estás durmiendo.Por otro lado, acumularás más “hambre” y acabar ingiriendo muchas más calorías de las recomendadas, que ya no quemarás pues te retirarás a dormir. Recuerda que la cena no debería suponer más del 20% de la energía total de tu dieta.

4. La Vida Sedentaria.Es una de las 10 causas principales de mortalidad,

morbilidad y discapacidad y constituye el segundo factor de riesgo más importante para la salud tras el tabaquismo.

La inactividad hace que se debiliten tus huesos y pierdas masa muscular. Te sientes más débil y tus posibilidades de padecer artritis, artrosis u osteoporosis serán mucho mayores en el futuro. También favorece la aparición del sobrepeso y la enfermedad cardiovascular. ¿Aún no te has convencido?

Es fundamental la prevención del sedentarismo, especialmente en la infancia. ¿Cómo? Con la adopción de un estilo de vida “activo” que incluya la práctica de ejercicio físico regular y a diario. Bastan 30 minutos diarios de actividad física, que puede incluir desde salir a pasear con el perro, bailar o practicar un deporte.

5. No Cuidar tu vista.Los adelantos tecnológicos de la vida moderna provocan que un gran número de personas se vea obligado a pasar mucho tiempo delante del ordenador, así como de otros dispositivos electrónicos. Esta elevada demanda visual, unida a factores ambientales, ha traído como consecuencia la aparición de un conjunto de síntomas que han sido descritos como síndrome visual del ordenador (SVO).

Este síndrome, que afecta a tres de cada cuatro trabajadores incide en su calidad de vida y se caracteriza por síntomas como ojos secos, dolor de cabeza, fatiga visual, visión borrosa y doble y dolor de cuello, espalda u hombros.

Si este es tu caso, procura evitar los reflejos, tener una buena iluminación, hacer pausas, parpadear para humedecer los ojos y, en caso de que sea necesario, aplicar lagrimas artificiales.

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6. Estar Siempre estresado.Imagina que cuando tu vehículo está en punto muerto, en vez de estar en 1000 revoluciones por minuto estuviese en 3000 ¿Qué ocurriría? Pues que además de gastar un montón de gasolina estarías sometiendo al motor a una tensión innecesaria que acabaría dañándolo.

Así es el estrés para el organismo, en situaciones de peligro físico viene bien para superarlo, pero en el día a día lo único que hace es consumir recursos del organismo sin utilizarlos para nada útil. Y todo porque le dices a tu cuerpo que estás en peligro en situaciones que, aunque parezcan difíciles, no suponen ningún peligro inmediato para tu supervivencia.

La clave pasa, sobre todo, por aumentar tu seguridad personal, para que las situaciones a las que te enfrentas en el día a día no las identifiques como peligro. También por cambiar pautas en tu pensamiento, ya que las personas que permanentemente piensan en negativo están sometidas a una fuente de estrés permanente.

7. Las Preocupaciones.«Preocuparse», como su nombre indica, significa ocuparse antes de tiempo y es obvio que no debes ocuparte ahora de cosas que todavía no han ocurrido. Esto significa que pones tu cuerpo en tensión y tu mente a trabajar, y no debes olvidar que las células que más energía consumen son las neuronas.

Además, cuanto más te preocupas por algo negativo, más queda tu mente secuestrada por las emociones de miedo, rabia o tristeza que estás sintiendo y, en vez de buscar soluciones para resolverlo, lo que hace es centrarse más en las características negativas de la situación creándose un círculo vicioso.

Finalmente, te dejo con este extraordinario consejo de Ellen White.

«Pertenecemos a Dios; somos sus hijos y sus hijas: Suyos por creación y suyos por el don de su Hijo unigénito quien nos redimió. “¿Ignoráis... que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. 1 Corintios 6:19, 20. La mente, el corazón, la voluntad y los afectos pertenecen a Dios; y el dinero que poseemos es del Señor. Todo bien que recibimos y que disfrutamos es el resultado de la benevolencia divina. Dios es el magnánimo dador de todo bien, y él desea que el receptor reconozca la procedencia de esos dones que satisfacen toda necesidad del cuerpo y el alma. Dios pide tan sólo lo que es suyo. La primera porción es del Señor y debe utilizarse como un tesoro que él ha confiado. Cuando el corazón es privado de egoísmo despierta a la realidad de la bondad y el amor de Dios, y es inducido a reconocer con entusiasmo sus requerimientos justos» Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 72.

Es el momento de comenzar a preocuparnos por cuidar nuestro cuerpo ya que es un préstamo de parte de Dios, y él desea que estemos saludables para trabajar en su obra de una mejor forma. Es momento de romper las cadenas de los malos hábitos y decirle al Señor: Tuyo soy Señor, mi cuerpo es tuyo… (se rompen las cadenas).

Oración final.

Mardelis Maciel Cuevas Feliz Asociación Dominicana del Sureste

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Febrero 21, 2020

La marca de la cruzObjetivo

• Decorar con una escenografía acorde con el tema.

• Puedes grabar las voces de los diferentes personajes si cuentan con las herramientas necesarias para hacerlo. En caso contrario, debes entregar las partes con tiempo a cada participante para que se la aprenda correctamente.

• Te sugerimos que realicen tres ensayos mínimos antes de la presentación.

• La vestimenta debe ir acorde con los personajes.

Mostrar de forma dramatizada y dinámica, el significado de la muerte de Cristo.

Sugerencias

Primera Escena

Narrador: Era una mañana de primavera en el año 31 después de Cristo. En un pequeño jardín contiguo al hogar y taller del carpintero Abdiel, el jardín estaba bañado por la luz del sol y el aroma de las flores de la primavera.

Justina: ¡Rut! ¡Rut! ¿Debo correr detrás de ti por toda la casa y el jardín porque no escuchas mis mandatos o no te importa obedecerlos? Sierva: Ay perdóneme... es que... Justina: Siempre tienes una excusa lista para justificarte en todo momento. ¿Dime, no me oíste decir que estamos esperando la visita de un oficial romano esta mañana y que deseo que todo esté limpio y ordenado? Sierva: Sí señora. Ahora iba a buscar los jarros del agua y en realidad... Justina: ¿Por qué te has demorado tanto en ir al

pozo? Sierva: Me detuve unos instantes para ayudar a Lizbeth. Justina: ¿Y crees que es más importante servir a mi hija que a mí? Vete a la casa, ordena la alfombra que te dije, y después iras al pozo. Rubén: Bueno, bueno, mi querida madre. ¿Qué es lo que te ha hecho enfadar tan temprano en la mañana? Justina: La torpeza de una sierva. Rubén: Ven acá madre, dudo que haya otra esposa de carpintero en todo Jerusalén y sus alrededores que siquiera tenga la suerte de tener una sierva. Justina: Tú sabes que es debido a que soy débil, y que la muchacha era la huérfana que tu padre deseaba ayudar. Sin embargo, si tu padre gastara menos tiempo soñando en que es un artífice en madera y pensara más acerca de las cosas materiales, podría haber comprado una esclava en Jerusalén para mí. Rubén: Tú sabes que papá es más que un carpintero. Él tiene alma de artista. ¿No se ganó el premio con la cruz que presentó, a pesar de que se expusieron tantas ante el poderoso Pilato para que las aprobara? Justina: ¿Y no tuve yo que argüir con él horas enteras para persuadirlo a que hiciera el modelo? Rubén: Sí, sí... pero me parece que ahora tus entradas están aseguradas. Hoy mismo, Cayo, el gran oficial de la corte de Pilato visitará este humilde hogar para recibir la firma de Abdiel. La firma del contrato por el cual Abdiel promete hacer las cruces para el castigo de los criminales durante el año. Esto significa que el oro empezará a llegar regularmente a tus manos... ¡He aquí el genio de la carpintería en persona! — Padre— ¿Vas a esperar aquí en el jardín? Abdiel: Sí hijo mío. Es un lugar mucho más placentero que el viejo y oscuro taller.


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Rubén: Bien, me apresuraré y haré el encargo que tú me diste. ¡Espero estar de vuelta a tiempo para admirar la grandeza de Roma cuando Cayo llegue en toda su gloria! Abdiel: Hmmm. No me siento capaz de trabajar hasta que este asunto no este arreglado. Justina: ¿Serás tan amable de explicarme lo que quieres decir con eso, Abdiel? El asunto está arreglado; ya tienes el contrato asegurado; Cayo trae el pergamino para que lo firmes y ya.Abdiel: No esposa mía, eso no es todo para mí. Firmar ese contrato significaría que día tras día haré mi trabajo sin alegría. Mis pensamientos no serán agradables mientras le dé forma a la tosca madera y piense en lo que mis manos van a hacer desde ahora en adelante. Yo... Justina: Debería producirte placer pensar en el oro que obtendrás. Debería producirte placer pensar que tu esposa e hijos podrán disfrutar por fin de unas pocas comodidades. Además, este trabajo tiene una ventaja más: no te será posible regalar las cruces. Yo sé que eso es lo que has hecho con muchas cosas en el pasado. Abdiel: Pero querida, me sentí feliz de regalarle un cofre a esa muchacha para que guardara sus ropajes matrimoniales, y de regalarle una caja a una joven viuda para que pudiera guardar en ella las cosas apreciadas de su amado que había muerto. Justina: Bueno, ya no tendrás tiempo para ese tipo de generosidad. Cuando uno firma un contrato con Roma lo debe cumplir al pie de la letra. Abdiel: Sí, lo sé. Justina: Debes tener ambiciones Abdiel. Llegarás a ser bien conocido; hasta te pedirán que hagas muebles para el palacio. Tendrás que contratar ayudantes. Serás el carpintero más rico de Jerusalén y de sus alrededores. Piensa cuan hermoso será ser ricos como Mario, que tuvo contratos por todos estos años y que ahora no

necesita trabajar más; ¡piensa en eso Abdiel! Abdiel: No necesito pensar en eso querida esposa. Tú lo haces por mí. Justina: ¡Ja! Algún miembro de la familia tiene que pensar en esas cosas. Abdiel: Eres una buena esposa, Justina. Quizás yo no sea más que un soñador. Me he sentido feliz en mi taller haciendo cosas que ayuden a los demás: marcos de puertas para las casas de la aldea, cunitas para los bebes, bancos, mesas, y a veces juguetes para los pequeños a quienes, en realidad, Lizbeth se complace en contar historias. ¡¿Y ahora debo hacer cruces en la que muera gente?! Yo po... Justina: ¿Qué sucede Abdiel? Abdiel: Alguien ha entrado en el taller y yo... Justina: ¿Será Cayo? Abdiel: No, es un joven que viste una simple túnica. Una túnica de un campesino. Le preguntaré que desea. Justina: Oh, un campesino. Bueno querido Abdiel, te ruego que no le prometas regalarle ninguna cosa. ¡No importa cuál sea su necesidad, ahora eres carpintero oficial de Roma y solo tendrás tiempo para hacer las cosas que Roma desee... ¡Lizbeth! ¡Lizbeth! Lizbeth: Ay madre estaba tan pensativa que ni siquiera te vi. ¡Me ha sucedido algo maravilloso esta mañana! Justina: ¿Habrás visto a Felipe de Betsaida? Lizbeth: No mamá, no he visto a Felipe. Ay, mamá es que no encuentro palabras como decirte. ¡Yo... yo he visto a Jesús! Justina: ¿Y qué tiene de maravilloso que hayas visto a un carpintero de Nazaret? Lizbeth: Tú me has escuchado decir muchas veces cuanto me gustaría verlo. Tú sabes lo que me ha contado Felipe de él. Sabes que creo que él es el Mesías prometido. ¿Puedo contarte lo que me sucedió mamá? Justina: Hija mía... Tu madre nunca ha rehusado

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escuchar lo que tengas que contarme. Perooo, esto no me interesa en absoluto. Aun si yo no fuera griega y si hubiera sido educada en las costumbres de la religión de tu padre, todavía no podría convencerme de que este hombre —este simple carpintero de una aldea— pudiera ser vuestro Mesías. Lizbeth: Se cómo te sientes mama. Yo también albergué los mismos sentimientos de desconfianza e incredulidad cuando... Justina: Yo terminaré por ti. Sentiste lo mismo cuando Felipe, que ya había pedido a tu padre que te diera en matrimonio, y lo dejó todo para seguir a este Nazareno. ¡Fue algo increíble! Lizbeth: (suspiro) Lo sé. También a mí me pareció lo mismo entonces; me sentí muy herida. Aun hasta llegue a dudar del amor de Felipe. Pero ahora... Justina: ¿Y ahora? Lizbeth: ¡Ahora sé que Felipe tenia razón! Un día Felipe y yo podremos ser felices, pero ahora Jesús lo necesita y él debe servir al maestro. Justina: ¿Hija mía, como puedes decir eso sabiendo que este hombre no es sino un carpintero de Nazaret? ¿Puede algo bueno venir de Nazaret? Lizbeth: Mamá, Felipe y Natanael siguieron a Jesús porque distinguieron en él su verdadera naturaleza. Él es el Mesías prometido, yo también lo he visto. Ahora lo sé. De primeras parecía tan simple. Yo estaba sentada con un grupo de niños en el campo cerca del camino de Betania cuando él pasó. Los niños habían estado pidiendo ruidosamente una historia. De repente se quedaron quietos. Se levantaron y rodearon al desconocido que parecía atraerlos con invisibles cuerdas de amor. Tiernamente tocó sus cabezas mientras me sonreía amablemente. El pequeño Timoteo que estaba cerca de mi susurró, «este es Jesús, yo lo vi ayer.

Con dulzura nos habló Jesús y dijo que Dios es nuestro amoroso Padre celestial que nos ama porque somos sus hijos». Justina: Extraña doctrina. Grecia no tiene un Dios así. Lizbeth: Extraña, pero muy animadora. Por primera vez desde que Felipe me dejó tengo paz en mi corazón. No he visto señales ni esas maravillas. No he visto los milagros que ellos cuentan. ¡Pero he visto a Jesús! Ahora lo comprendo. Justina: Siempre fuiste una criatura extraña, soñadora como tu padre. ¡Tu alma es tan sensible como la de él, a quien no le gusta hacer cruces por las cuales Roma pagará bien porque... bah! Sus razones son demasiadas disparatadas. Lizbeth: Mamá, yo comprendo los pensamientos de mi padre. No me gustaría hacer cruces; siempre han sido el símbolo del pecado y del sufrimiento. Justina: Para mi esa razón son simplezas. A tu padre se le pagará bien con el oro de Roma... Lizbeth: Aquí viene papá. ¡Papá, tengo mucho que contarte! Yo... ¿Qué sucede papa? ¡Pareces estar perplejo! Abdiel: He tenido un extraño visitante. Era un joven de unos treinta años y me ha dado motivos para pensar. Era un carpintero. Lizbeth: ¿Un carpintero? Abdiel: ¡Claro que sí! Era un carpintero. Hablamos de nuestro oficio; de una u otra forma mi corazón se sentía atraído hacia él. Es más, hasta le conté acerca de los contratos con Roma y... Justina: ¿Le contaste a un carpintero cualquiera? Abdiel: Calma, calma. No era un campesino cualquiera. Era del linaje de David, y de alguna manera las sencillas cosas que me dijo han quedado firmemente grabadas en mi memoria. Siento que nunca, nunca, nunca, nunca las podré olvidar. Me encontraba pensando en el

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oro que ese contrato ese Roma me proponía cuando el extranjero, como si hubiera leído mis pensamientos, me dijo: «no te hagas tesoros en la tierra donde la polilla y el orín corrompen y donde los ladrones minan y hurtan, mas haz para ti tesoros en el cielo donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde los ladrones no minan ni hurtan. Porque donde quiera que este tu tesoro, allí estará tu corazón».

Lizbeth: ¡Papá! ¡Ese extranjero era Jesús! ¡Lo sé! Abdiel: ¡Jesús! ¡Sí! ¡Lo creo! ¡Cuanto he deseado verle! ¡Era Jesús! Lizbeth: ¡É l tenía que haber sido, papá! Yo lo vi hace poco rato y... Abdiel: ¡Sí, era él! ¡Lo sé! ¿No ardía acaso mi corazón dentro de mi cuando hablábamos? Sierva: Perdón mi amo, el oficial romano está aquí.Cayo: Aquí está el contrato Abdiel. No tengo tiempo que perder, anda, fírmalo. Abdiel: (Interrumpiendo) Yo... Aprecio el honor que se me ha concedido, pero, por favor, dile a Pilato que he perdido interés en el contrato. Cayo: ¡Perro Judío! ¿Desprecias el favor de Roma? Te podría colgar en la misma cruz que hiciste.Abdiel: Quiero decirte que no ha pasado por mi mente ofenderte, ¡te lo aseguro! No quiero ofender a Pilato ni a Roma, ¡a nadie! La cruz que hice es tuya, pero no quisiera tener que hacer otra cruz. No tengo interés en hacer más cruces. Cayo: Con que esas tenemos... Asegúrate que por tu descaro no termines muriéndote de hambre. «No me interesa hacer cruces...» ¡Bah! Justina: ¡¿Has perdido completamente la cabeza?! ¿Te has vuelto loco?Abdiel: No, he encontrado la razón y mi mente está clara. He visto a Jesús. No me interesa ayudar a los hombres a morir. Me interesa ayudarlos a vivir. Desde ahora me ocuparé de

ayudarlos solamente a vivir, no a morir.

Poema «ÉL VIVE»

Segunda Escena

Narrador: Un domingo de tarde, Justina estaba sentada en el jardín de su hogar...

Lizbeth: ¡Mamá! He escuchado extraños rumores en el poblado. Se dice que los enemigos de Jesús están complotando contra él, y que será tomado como prisionero.Justina: ¿Por qué debería preocuparte eso? ¿Qué tienes tú que ver con Jesús? Lizbeth: Mamá, él es nuestro Mesías. ¡Tú sabes lo que debemos creer! Justina: Si de veras él es el escogido de vuestro Dios, Jehová, nada malo podrá sucederle. Lizbeth: Todo parece tan extraño... Me gustaría poder hablar con Felipe, quisiera que papá y Rubén volvieran, casi nunca se quedan en la ciudad después de la fiesta de la pascua, como quisiera tener alguna noticia. Justina: Las noticias vendrán a su tiempo hija mía. Tu padre y Rubén han ido a visitar a tu tío en Jerusalén. — Lizbeth — ¿Dónde están los brazaletes que tu tío te mandó? Los que compró en Grecia. No me los diste para que los colocara en la caja y no los estas usando. Son demasiado valiosos para dejarlos en cualquier lugar. Lizbeth: ¿Mamá, los brazaletes eran míos verdad? Completamente míos. Justina: ¡Ja! Que pregunta tan extraña. Tu tío te los regaló, desde luego que son tuyos. Lizbeth: Se me hace difícil decirte esto. Quise hacerlo antes, pero... yooo... No es que yo despreciara el regalo de mi tío, pero mamá, Felipe me contó de la gran obra que Jesús y sus discípulos hacen a favor de los pobres y necesitados y yo... Bien, le di los brazaletes a

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Rubén. Le pedí que se los diera a Jesús mientras estaba en Jerusalén. Justina: ¿Cómo puede ser? Acaso mi familia... Lizbeth: ¡Por favor, mamá! No te enojes, no te enojes. ¡Debo ayudar a Jesús, debo hacerlo! Justina: Que extraño poder posee ese hombre. ¿Es acaso un mago? ¿Un hipnotizador? Tu padre habla con él y decide no hacer cruces y perder el oro de Roma. Tú hablas con él y le envías las únicas joyas de valor que esta familia posee. ¿Se han vuelto locos ustedes dos? Lizbeth: No mamá, créeme. Solo estamos tratando de darle su verdadera importancia a las cosas que realmente la tienen, tal como el maestro manda. Felipe me ha conversado mucho acerca de sus enseñanzas, y desde que vi a Jesús he recordado todas esas cosas. Justina: Que extrañas enseñanzas. Te obligan a deshacerte de tus brazaletes para ayudar a que un carpintero galileo consiga su trono. Es preciso que tu tío sepa lo que sucedió con los brazaletes griegos. Rubén: Los brazaletes están aquí mama... Justina: ¿Aquí? Bien, siquiera hay un miembro de la familia que tiene entendimiento. Lizbeth: ¡Rubén! ¿Por qué no le diste los brazaletes a Jesús? Rubén: ¡El Cristo ha muerto! Lizbeth: ¿Muerto? ¿Jesús ha muerto? ¡Padre, dime que eso no es verdad! Abdiel: Quisiera poder negarlo. Pero... es verdad. Yo lo vi crucificado en el calvario hija mía. Lizbeth: ¿Muerto? ¿Cómo puede ser? ¿Crucificado? Abdiel: Sí, hija mía. Lo han crucificado. Lizbeth: ¿Cómo pudieron hacerle esto? ¿Quiénes fueron? Abdiel: Fueron los principales sacerdotes y escribas. Ellos conspiraron contra él porque temían del poder y la influencia que él tenía sobre la gente. Judas Iscariote inclusive lo

traicionó.Lizbeth: Oh no. ¡Que cobarde! Abdiel: Además, él fue arrestado. Lo llevaron ante Anás, Caifás, y luego Pilato acusado sencillamente de blasfemia. Pero él no se defendió. Justina: ¿Cómo iba a defenderse? Era bien sabido que... Rubén: Madre, te ruego que no hables más acerca de eso. Cosas... cosas extrañas han sucedido, y cosas extrañas aun podrían suceder. Justina: ¿Tú también, hijo mío? Seguramente ya no creerás en ese hombre. Él murió como un criminal. Rubén: Hay mucho que no podemos comprender. Pero si no fuera por este hombre, tu hijo seria un criminal, un ladrón. Abdiel: Sí, cuéntale todo a tu madre, hijo mío; cuéntaselo.Justina: (Interrumpe) ¿Mi hijo un ladrón? ¡No puede ser! Rubén: No soy un ladrón mamá. Pero si no fuera por este Jesús, eso es lo que seria ahora. Dos ladrones fueron crucificados a ambos lados de Jesús en el calvario. Lizbeth: ¡Oh no! Rubén: Hermanita, por favor trata de comprender. Tú sabes que yo compartía la amargura de mi querida madre cuando papá rehusó firmar el contrato para fabricar cruces para Roma. Parecía una manera tan fácil de ganar dinero. Me sentía enojado contigo porque tú parecías aprobar el paso que nuestro padre dio y yo... yo... bueno... Cuando tú me diste los brazaletes para que se los diera a Jesús... Lizbeth: ¿Si Rubén? ¿Qué pasó cuando te di los brazaletes para Jesús? Rubén: Es que... Decidí venderlos y guardar el dinero, es que yo… Justina: ¡Hijo mío! Rubén: Yo encontré un hombre que los quería

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comprar e hice arreglos para encontrarme con él. Escuché rumores de que Jesús había sido hecho prisionero. No les di mucha importancia entonces. Tres días atrás me separé de mi padre en la casa de mi tío y corrí a través de todo Jerusalén para encontrarme con el hombre en las puertas de la ciudad. La ciudad estaba llena de confusión. Se había juntado allí una multitud inmensa de personas. De pronto, quise ver lo que ellos veían. Con los brazaletes firmemente asidos en mis manos me abrí paso a través de la multitud hasta que oí a un hombre decir:

«¡Vamos a la coronación del rey galileo en el calvario!» De pronto... vi a Jesús. Caminaba vacilante por el camino polvoriento, inclinado bajo el peso de una cruz, se volvió y pareció mirar derecho a mis ojos. En un momento recordé todo lo que había oído de él. Al mirar sus ojos, me sentí limpio. Me deje caer en el polvo del camino, casi sin darme cuenta de lo que hacia, le tendí los brazaletes mientras muy adentro de mi alma crecía la convicción de que nunca, nunca podría ser un ladrón. Él me sonrió y le oí decir dulcemente: «Me has dado un regalo, un regalo de arrepentimiento».

Justina: ¿Él lo sabia? Rubén: Sí. Parecía que podía leer las profundidades de mi alma. Un soldado grito: ¡Camina rey de los judíos! Y entonces... seguí a Jesús hasta el calvario. Lizbeth: (llora) Abdiel: Hijo mío, sé que tu corazón esta triste como están los corazones de todos los que amaron y todos los que creyeron en él. Sin embargo, permíteme aconsejarte. Mira, la tentación resistida fortalece el alma. No te entristezcas por causa de la tentación, sino mas bien gloríate en que fuiste capaz de vencerla por medio del extraño poder de Jesús. En sus ojos

brillaba la luz de la verdad. Esa luz que llamaba a los hombres al arrepentimiento y a la perfección. Él tenía algo que le producía alegría en las personas sufrientes y sin esperanza. Lizbeth: Padre mío, ¿no fue acaso la fe en el poder de un ser divino lo que Jesús nos dio? ¿No pensaremos en eso, aunque él este muerto? Felipe: ¡No! Jesús no esta muerto! ¡Jesús vive! Abdiel: ¿Qué dices?? Lizbeth: ¿Jesús vive? Felipe: ¡Sí! ¡Él vive! ¡Está vivo de nuevo! Abdiel: (interrumpe) Alabado, alabado sea Jehová. Lizbeth: ¡Oh, Felipe! El Cristo ha demostrado su poder. ¿Lo oyes mamá? ¡Jesús vive de nuevo! Justina: Me parece que estamos escuchando cuentos... Felipe: No es así amigos míos. ¡Jesús ha sido visto vivo! Lizbeth: Cuéntanos Felipe.Felipe: Las mujeres que llevaban las especias fueron temprano al huerto. ¡Hallaron removida la puerta que cerraba la tumba y se encontraron con Jesús, vivo! Y adoraron a sus pies. Abdiel: ¡Alabado sea Dios! Felipe: Había un Ángel en la tumba. Lizbeth: ¿Un ángel? Felipe: Sí, un ángel con un mensaje que decía que veríamos al maestro en Galilea. ¡Ven Rubén! ¡Debemos encontrar a los discípulos y buscar a nuestro Señor! ¡Vamos Abdiel! Abdiel: Iré de inmediato. Ehm ahh… ¿Rubén? Eh… ¿no vienes con nosotros? Rubén: Es que no puedo ir. Déjame decirte, que tú no lo sabes todo. Abdiel: ¿Qué quieres decir hijo mío? ¡Esto no es un tiempo para dudar! ¿Qué puede preocuparte cuando nuestros corazones están llenos, llenos de inexpresable alegría? Rubén: Te lo diré padre. La cruz en que murió Jesús es la misma cruz que tú y yo hicimos.

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Abdiel: Hijo mío, la pena y la ansiedad te han trastornado. ¿Cómo podrías tú saber eso? Rubén: ¡Yo lo sé! Felipe: ¡¿Pero cómo Rubén?!Rubén: La mañana que Cayo vino a buscar la cruz fui temprano al taller. Me sentía muy orgulloso porque la cruz que te ayude a hacer había ganado el contrato. Pensaba en las muchas otras cosas que haríamos para conseguir el oro de Roma. De pronto, mientras acariciaba la madera con mis manos, recordé como muchos artesanos colocan su marca en los objetos que hacen, de modo que... Abdiel: ¿Tú marcaste esa cruz? Rubén: Si padre. En el punto en que los dos trozos de madera se unían talle un símbolo, una pequeña cruz profundamente en la madera. ¡Padre! ¡La cruz que Jesús llevó al calvario tenía esa marca! ¡Yo la vi! La vi mientras estaba en la orilla del camino, y él... Abdiel: ¡Yo hice esa cruz! La cruz del maestro, la hice. ¡No...! ¡Oh, Jesús, perdóname! ¡Perdóname! ¡Perdóname Jesús! Ve, Felipe. No puedo ir contigo. No puedo ir a buscar a ese Cristo que íbamos a buscar, siendo que yo mismo hice la cruz que él cargó. Felipe: Ni tú ni Rubén son los únicos que hicieron su cruz. Todos nosotros, los que hemos pecado, lo hemos traicionado, lo hemos negado, aun los que hemos sido indiferentes a su mensaje. Nosotros hicimos su cruz, pero escucha esto... Yo sé que se nos perdona si nos arrepentimos.

La cruz ha de ser para siempre un símbolo del perdón y del amor divino. ¿No menciono el ángel especialmente a Pedro? Así dijeron las mujeres: «El ángel dijo: “decid a sus discípulos y a Pedro que él va delante de vosotros a Galilea!». Y Pedro le negó. Abdiel: ¿Será posible? ¡Ahora lo veo claro! Jesús ha mostrado su poder. No solo sobre la muerte,

sino también para perdonar pecados. En verdad es el hijo de Dios. Felipe: ¡Sí, y en él se encuentra el camino a la vida eterna! Justina: Siendo que él ha resucitado, yo también, ¡yo también creo!

Loida LirianoAsociación Dominicana del Sureste

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Febrero 28, 2020

Un corazón confiado en Jesús

Objetivo

• Decorar con una escenografía acorde con el tema.

• Puedes grabar las voces de los diferentes personajes si cuentan con las herramientas necesarias para hacerlo. En caso contrario, debes entregar las partes con tiempo a cada participante para que se la aprenda correctamente.

• Te sugerimos que realicen tres ensayos mínimos antes de la presentación.

• La vestimenta debe ir acorde con los personajes.

Que los jóvenes y asistentes en general, puedan experimentar y desarrollar un corazón confiado plenamente en Jesús.

Sugerencias


Escena I (Aparecen Paco y Carla en una casa muy modesta conversando de forma amorosa y reflexiva) Paco: Carla, escucha. Realmente entiendo todo lo que me dices. ¿Crees que no quisiera tener otra vida, pensar que no todo será miseria, angustia, incertidumbre? Yo escucho cada consejo que me das. Es más, quiero que sepas que entiendo perfectamente cuando me hablas de tu antigua vida con tu exesposo y tus hijos. ¡Siento un vacío interior enorme! Siento que me falta algo, pero no sé qué es. Sé que el día que lo averigüe, ese será el principio de una nueva vida para mí y para ti. Por un tiempo traté de vivir diferente, pero, aunque me esforzaba, no era feliz. Y esa misma infelicidad y el no ver ni un

rayo de esperanza por ningún lado, me hicieron olvidarme del asunto. Lo siento mucho, mi amor. Pero si hoy no salgo nuevamente a robar, no tendremos nada para comer mañana, ni siquiera tendremos para pagarle a doña Altagracia esta pieza. Tú sabes que ella solo recibe nuestro dinero para sostenerse. Por nosotros y por ella, tengo que seguir con esta vida. Trata de comprenderme. Carla: (Colocándose de pie y con los brazos levantados al cielo) ¡Dios! Sé que existes, sé que tienes poder y he escuchado de mucha gente cuya vida cambió gracias a ti. Yo no sé por qué no has podido cambiar nuestras vidas, por qué con otros has trabajado y con nosotros no. Estoy hoy rogándote que tengas compasión de nosotros. Tú sabes todo lo que yo he perdido hasta ahora. Perdí a mi esposo y mis hijos y lo que ahora tengo es más miseria y dolor, más de la que quisiera y puedo soportar. Si en verdad me amas, aunque sea solo un poco, quiero pedirte que hagas lo que sea que tengas que hacer para darle un cambio a mi vida y la de mi esposo. No sé cómo lo harías porque ni siquiera sé si Paco sabe que existes. Pero yo sé que sí. Te daré un voto de confianza para que cambies mi actual condición. Me aferraré a lo poco que sé sobre ti y esperaré confiada mi milagro.

Escena II (Entra Paco sigilosamente y busca en diferentes lugares algo para robar. Al hacerlo deja caer algo que hace ruido en la cocina. Chris, el dueño

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de la casa, despierta por el ruido y se dirige a la cocina. Allí encuentra a Paco) Chris: ¡Buenos días! Paco: (Volteándose de frente a Chris y con un cuchillo visible) ¿Por qué no seguiste durmiendo? Ahora tendré que matarte. Jamás he dejado un testigo vivo. Chris: ¿Sí? ¡Qué maravilla! Paco: ¿Estás loco? Dije que te voy a matar. Chris: Y te escuché bien. Pero ¿Antes podrías decirme tu nombre? (Mientras se dirige a la mesa y empieza a preparar sándwiches). Paco: (Con cara de asombro) Pues sí, mi nombre es Paco. Chris: (Extendiéndole la mano) Muy bien Paco, mi nombre es Chris. ¿Por qué no desayunamos primero? Recuerda que será mi último desayuno. Creo que me lo debes. Paco: Está bien, pero debes saber que a mí me gustan los huevos bien cocidos y el pan tostado. Chris: Ok. Toma asiento. Voy a prepararte algo mejor.(Paco, bastante sorprendido, toma asiento mientras Chris continúa preparando los sándwiches. De repente, en medio de la conversación en la que el público solo ve el movimiento de los labios de Paco y Chris, pero no escuchan nada, se escuchan los pasos y la voz de Naomi, la Naomi de Chris.) Paco: (Poniéndose repentinamente muy nervioso) ¿Por qué no me dijiste que había

alguien más en la casa? Chris: Oh, sí. Es Naomi, mi Naomi. Estaba dormida, tal vez despertó con nuestra conversación. Paco: (En ese momento se esconde sin dejar de apuntar al cristiano para no ser visto por Naomi). Naomi: (se acerca a su esposo preguntando) Amor ¿por qué te levantaste tan temprano y qué haces en la cocina? Chris: Bueno querida, es que tenemos visita, pero no te asustes. Carla: ¿A esta hora? ¿Quién podría ser y por qué me asustaría? Chris: Bueno… Te presento a Paco. Paco: (Sale apuntándole con el arma a Naomi) Naomi: ...Pero ¿qué está pasando mi amor? ¡Dime! (Y se apresura a ponerse detrás de su esposo). Chris: Bien, querida, Paco es un ladrón y como él dice que nos va a matar, lo invité a nuestro último desayuno. Naomi: (Muy asustada le dice a su esposo) ¿Cómo puedes estar tan tranquilo en estos momentos, no ves que podríamos morir? Este hombre está armado. Paco: Ya cálmese señora y tome asiento, y si desea, también sírvase algo a ver si se tranquiliza. Chris: Naomi, por favor, cálmate. Recuerda que nosotros tenemos de nuestro lado a Jesús. Él

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nos ayudará a salir de esta. Además, no olvides lo que dice Su Palabra: «En Dios he confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?». Naomi: ¿Cómo puedes decir eso en estos momentos, es que no ves que él tiene un arma? Claro que hay de qué temer ¿Es que no te das cuenta de que él puede hacernos daño? Cristiano: Mi amor, no digas eso. Dios nunca nos deja. Siempre está con nosotros y «aun cuando andemos en valle de sombra de muerte, no debemos temer mal alguno porque él estará con nosotros». Eso dice Salmos 23:4 ¿No crees eso? —Me parece, querida, que te has acostumbrado a repetir esos versos de forma mecánica a los demás y se te ha olvidado que esa es una promesa para todos—. Para ti y para mí. Y si para los momentos de dificultad grave y real no nos sirve, me temo que en vano hemos sido cristianos. Naomi: Pero... No eres justo conmigo. Es imposible creer que Dios esté con nosotros en este momento. Si de verdad estuviera a nuestro lado ¿por qué entonces dejó que este Paco entrara a nuestro hogar? ¿Dime? Chris: Recuerda Naomi que «a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien». Cálmate, tal vez Dios tenga un propósito especial con este hombre y nuestra familia y por eso lo dejó entrar. (La conversación se desarrolla mientras Paco se come lo que el cristiano le ha preparado) Paco: (Poniéndose de pie) No entiendo qué tanto murmuran, pero esto estaba delicioso. Lo triste es que, de todos modos, los tendré que matar.

Chris: ¡Fantástico! Así podremos heredar nuestra fortuna. Naomi: Amor ¿Pero de qué hablas si nosotros no tenemos nada? Paco: (Mira al público y dice:) ¡Caramba me gané la lotería! Chris: Paco, no puedes imaginar lo rico que seremos si de verdad llegáramos a perder la vida hoy. Espero por lo menos recibir 5 coronas. Naomi: Mi amor este no es momento de que comiences a hablar de ese tipo de cosas. ¡Por favor! Chris: Descuida, no hay de qué temer. ¿No crees que es precisamente en estos momentos de desesperación cuando debemos hablar más de Dios que de cualquier otra cosa? Paco: ¿Y son muy valiosas esas coronitas? Chris: No tienen precio. Lo mejor es que las recibiré de manos del hombre más rico del universo. Paco: Pero ¿usted está hablando en serio? ¿En verdad usted conoce al hombre más rico del mundo? Chris: ¡Pues, claro que sí! Es mi mejor amigo. Al principio de nuestra relación no pensé que llegaríamos a llevarnos tan bien. Pero, desde que ando con él, no le temo a nada. Cuando el temor quiere invadirme, recuerdo todo lo que hemos conversado y todo cuanto ha hecho por mí hasta ahora, y todo temor desaparece. En él mi corazón siempre está confiado.

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Paco: (Dirigiéndose a la Naomi) ¿Y usted también lo conoce? Naomi: (Entre dientes, con voz baja y con miedo a mirarle al rostro dice) Ssssi, lo conozco. Paco: Chris, me estás hablando mentira porque tu Naomi no parece estar muy segura de lo que está diciendo ¿acaso estás tratando de salvarte? ¿Es algún truco? Chris: No Paco, yo quiero mi nuevo cuerpo. Puedes matarme, que yo salgo ganando. Naomi: (Muy desesperada le grita a su esposo) Deja de estar diciendo ese tipo de cosas. ¿Es que no ves que puede matarte de verdad? Paco: ¿Y de verdad no tienes miedo como tu Naomi? Porque yo vine a robar y prácticamente ustedes me han obligado a tener que matarlos. Chris: No; yo temo a Dios, y si conocieras quien es realmente entenderías por qué no te tengo miedo. Si lo conocieras como yo lo conozco sabrías que solo puedes matar este viejo y cansado cuerpo. Y que cuando Dios venga a esta tierra, me resucitará y me dará un cuerpo mejor. Paco: ¡Escúchame!¡Te voy a matar! Deja de hablarme de Jesús. ¿Por qué no escuchas a tu Naomi cuando te dice que este no es el momento de hablar de él? Chris: Por mi parte, estoy confiado en las promesas de mi amigo Jesús quien me prometió que me viene a buscar cuando vuelva por segunda vez a llevarme a vivir a una real mansión.

Naomi: ¿Y mientras tanto yo qué? ¿Es que acaso no piensas en mí? Yo sé que Dios nos promete

muchas cosas; pero ¿por qué no mejor buscamos otra forma de salir de este problema? ¿Es que no ves que estamos al borde de la muerte?

Paco: Oye, tú sí que me asustas. ¿Cómo es posible que aún cuando tu Naomi está tan asustada tú no le haces caso? Vas a morir y aun así estas tan tranquilo confiando en una persona que ni siquiera está para ayudarte. Chris: (Con mucho entusiasmo) Paco, iré a la mansión más gloriosa que jamás hayas visto. Creo que, si la comparamos con la mejor mansión de esta tierra, aquí tendríamos solamente un simple basurero. Caminaré por calles de oro, jamás tendré hambre ni volveré a enfermar. Nunca me pondré viejo, nunca más lloraré ni tendré temor, veré a Jesús el creador del universo cara a cara, el que me amó y se entregó por mí en la cruz. Paco ¿entiendes ahora por qué no te tengo miedo? Paco: ¡Basta! Ya es hora de irme. Además, ya no quiero escuchar nada de lo que dices… Haces que me confunda en cuanto a lo que vine a hacer aquí. Chris: Cálmate, Paco. Naomi: (Se pone de rodillas suplicando que no los mate) Por favor, no te hemos hecho nada malo. Por favor, no nos mates. Déjanos ir. Chris: ¿Por qué te arrodillas suplicándole a Paco? Más bien deberías de estar de rodillas orando al Señor para que nos ayude o es que se te olvidó que él nos dice «¡Llámame cuando tengas problemas! Yo vendré a salvarte, y tú me darás alabanza».

Paco: ¡Ya cállate! Y, pónganse de rodillas (lo

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empuja y apunta con el cuchillo) Uno, dos... Chris: TRES (Pasa un lapso y Paco no hizo nada. El cristiano se da la vuelta y…) Chris: ¿Qué pasa Paco, por qué no terminas con esto? Paco: Yo... (Sollozo), yo quiero ir contigo a ese lugar del que hablas; pero Dios ¿me permitiría ir con él? Soy Paco, un ladrón. Chris: Paco, el hombre que murió en la cruz junto a Jesús también era un ladrón como tú; pero cuando reconoció que había hecho mal y le pidió a Jesús que se acordara de él en su reino, Jesús le dijo que no se preocupara, y le aseguró es mismo día que él tendría un lugar el reino de los cielos cuando él venga en gloria. Paco: Pero he estado en la cárcel. Chris: Los discípulos de Cristo también. Hasta Jesús fue arrestado, condenado por un jurado, vendido y ejecutado como un criminal. Jesús te puede perdonar Paco: ¿Tú crees? Chris: Todo lo que Jesús hizo al venir a vivir a este mundo fue para que podamos recibir el precioso regalo de Dios, la vida eterna. Y lo único que tienes que hacer es aceptar su regalo. Paco: No entiendo. Chris: Paco, necesitas entender lo que es la conversión porque ese es el punto de partida para una vida feliz. Tú vives angustiado y triste porque tu cabeza solo está llena de leyes, normas y reglamentos. Hoy Dios quiere transformar tu

ser completamente y tú, en lugar de aceptar, estás intentando esconderte detrás del preconcepto y la ironía. Dios envió a su único hijo Jesús desde el cielo para derramar su preciosa sangre en la cruz y pagar el precio de nuestros pecados ¿Quieres este regalo Paco? Paco: Lo quiero, claro que lo quiero. Chris: Entonces reconoce que eres pecador, pídele perdón a Dios y acepta a Jesús como tu único salvador. Paco: Lo haré, lo haré (ambos se ponen de rodillas y Paco ora pidiendo perdón. Al levantarse se despiden como si fueran buenos amigos). ¿Y ahora? Supongo que tendrás que llamar a la policía. Pero ¿podrías darme una oportunidad de irme a mi casa? Nunca más volveré por aquí. Eso te lo puedo prometer. Chris: Descuida. Hoy estoy feliz porque viniste y pude decirte el plan que Dios tiene para todos nosotros. Mi corazón está confiado en Dios. Vete en paz. Pero recuerda, que si quieres sentir lo mismo que yo, si quieres estar tranquilo en medio de las tormentas de tu vida, tienes que conocer a Jesús.

Escena III (Entra a su hogar vestida como que viene de la calle y se encuentra con Chris) Naomi: Hola, querido. ¿Cómo te fue en casa de Paco? Chris: ¿Me creerías si te dijera que el problema de Paco puede ser también el de cualquier miembro común de nuestra iglesia? No podemos confundir conversión con convicción. Las

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palabras son parecidas, pero tienen significados diferentes. La conversión tiene que ver con el corazón y la vida, la convicción se limita tan solo a lo que se almacena en la mente. Esa noche en la que Paco se entregó a Jesús, pensó que porque estaba convencido de que lo que le decía era cierto, eso era suficiente para cambiar su vida. Siento que él no dejará que Dios cambie su vida puesto que, aunque reconoce que Jesús es la solución de su vida, no está dispuesto a dejar que él lo transforme. Naomi: Chris, a mí me parece que debes recordar que no todas las conversiones son iguales. Algunas suceden en un instante, un hombre puede ser transformado en dos segundos, pero otras veces ese proceso es gradual y lleva su tiempo. Algunas conversiones están acompañadas por una gran emoción. Y otras no. Esto no significa que las conversiones rápidas sean más auténticas que las lentas. (Tocan a la puerta) Carla: Buenas noches. No me conocen, pero soy Carla, la Naomi de Paco. Escuché todo lo que usted (dirigiéndose a Chris) habló con mi esposo cuando fue a la casa. Yo creo todo lo que le dijo. Si tuvieran la amabilidad y me quisieran escuchar. Necesito que alguien me ayude. Necesito cambiar mi vida, pero no tengo idea de cómo hacerlo. Creo, por otro lado, que el cristianismo es para mí. ¿Tienen tiempo? (Naomi y Chris le dicen que sí de forma efusiva y se sientan) ¿Saben? Yo tenía una familia bonita, hijos maravillosos, y un marido honesto y trabajador. No sé cómo sucedió, pero me volví adicta al trabajo. Llegué a un punto tal que el trabajo y el dinero era lo más importante en mi vida.

Un día, él en medio de una discusión muy acalorada, intentó pegarme. Yo le respondí con un golpe y, en ese momento entendí que estaba fuera de control. Entendí que las decisiones que fui tomando y los hábitos que fui creando me habían alejado de mi familia a la vez que me habían quitado el respeto que ellos alguna vez sintieron por mí y el respeto que yo misma sentía por mi persona.

Perdí a mi esposo y a mis hijos. ¿Saben? Es muy doloroso vivir con la culpa de haber destruido a tu familia y a sí mismo. Ahora vivo con Paco. Sé que él desea cambiar de vida, pero no creo que eso suceda por ahora. Necesita dar pasos que no está dispuesto a dar actualmente, quiero dejarlo. He entendido que si sigo con él mi vida no cambiará. Es una decisión muy dura, pero sé que lo que he conocido de Jesús me ayudará a recuperar la dignidad y el propósito en mi vida.

Chris: Creo que estás tomando una decisión muy difícil. Dejar a un compañero de vida no es algo sencillo. A lo largo de mi vida cristiana he visto muchas vidas transformadas, delincuentes, drogadictos, borrachos, hombres y mujeres sin esperanza de recuperación. Y si Dios fue capaz de transformarlos a todos ellos, ¿no podrá transformar también tu vida y la de tu esposo? Yo creo que sí. Naomi: Carla, yo llevo muchos años diciendo ser una cristiana adventista. Hasta que Paco llegó a nuestro hogar no me di cuenta de que yo también debía tomar decisiones drásticas y sacar de mi vida cosas que me estaban impidiendo llegar a un conocimiento pleno de Jesús. Conocer a Dios implica una relación constante y permanente, no es una actividad con propósitos

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religiosos. Conocer a Dios es imprescindible para ser salvo porque Juan 17:3 dice: «Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado». Carla: Ya estoy segura de lo que haré. Siento que al depositar mi carga sobre Jesús él me está dando la paz que necesitaba para estar firme en mi decisión de tener una relación especial con él. No me importa si lo que pierdo aquí es mucho o es poco. No me preocupa lo que tenga que enfrentar. Ahora sé que conociendo a Jesús lo tengo todo resuelto porque él tiene cuidado de mí. Chris: Carla, al entregarte a Jesús y llegar a conocerlo como él quiere, tu vida no estará libre de problemas. Solo que en cada circunstancia tu corazón puede estar confiado en que él estará contigo TODOS los días hasta el fin del mundo. Carla: ¡Oh, Señor! Transforma mi ser, cambia el rumbo de mi vida, líbrame de la esclavitud del pecado, dame un nuevo corazón. Un corazón que confíe en ti en toda circunstancia y que pueda mantener

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