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'\ I t IS FfR '\' \ NI}() (,O'\l I.AI.I Z t::Sl 'uR AR

\

\l

164 \

Un primer intento de racionalización y de producción

industrial para mejorar las condiciones técnicas del ladrillo

producido lo prohijó el mismo gobierno cuando instaló en 1873

una ladrillera en Fon tidueño. Esta ladrillera, a pesar de ser una

empresa industrial era parte del proyecto de construcción del

Carretero del Norte, que uniría a Medellín con Barbosa con

una vía para carruajes o carretas. Con la dirección de Griffin la

empresa debía producir inicialmente el material necesario para

estas obras, pero con la perspectiva de "suministrar al público

teja y varias clases de ladrillo de calidad superior"164 . Para lograr

ese propósito, el gobierno importó maquinaria - mezcladoras

y prensadoras-, "de una clase antes enteramente desconocida en

el Estado"16S. A principios de 1874 la fábrica ya ofertaba teja

común y ladrillos cuadrados, grandes y pequeños 166¡ pero en

1879 se puso en arrenJamiento por parte del Estado, hasta que

fue cerrada en definitiva poco tiempo después.

El montaje de la fábrica, su proceso de producción,

estandarización y quemado fueron fundamentales para la

transfo rmación del ladrillo como material de construcción .

Griffin fue, en gran medida, el artíllce de este cambio con las

innovaciones propuestas en la fábrica del Estado en Fontidueño,

donde además fue el diseñador y constructor de la planta física,

J64 La pri mera q uem a ,e rea lizó en enero de J~ - !, util JZo nd o todo el lad ri llo )' la tej" eo las

obras del camino c."!'ctero. Boletín Oticíalnúm. 620, Med ell¡n, 26 de enero de J874.

J65 Ihid .

J66 Lo teja erol de 41 y 31 cms ., un espesor de 15 mms . y un peso un poco mayor a 3 kilogramos;

el lad rillo cuad rado era de 19 cms. por I.,do y S cm s. de espeso r, con un peso de S kgs; el

ladrillo peque/la era de J 9 x 8 cms. , un espeso r de SS mms ., )' un peso de un kgl. y cinco

oct.1\·,l.' partes; el ladrill o grande te ní., 29 x 20 cms., un espesor Je SS mm s, y lIn peso de

4 S kgs. Ibíd..

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que se convierte así en la primera muestra de arquitectura

industrial en Antioquia.

El ladrillo terminó por convertirse en el material más signi ­

ficativo de la arquitectura urbana en los últimos dos decenios del

siglo XiX, cuando en la ciudad se introdujeron grandes cambios

cualitativos en la arquitectura debido a este material, al punto

que Medellín fue conocida por la arquitectura de "ladrillo rojo'~

Cuando el francés Charles Cané llegó a la ciudad de Medellin para

construir la nueva catedral en 1889, ya él estaba determinado por

las autoridades religiosas y los asesor 's locales a que la obra debía

ejecutarse en ladrillo y no en cantería. Petición que le hicieron en )

cartas previ,1s a su venida, porque como se le explicaba, era el únic l material de calidad utilizado y donde ya existía una mano de obra 1 suficientemente calificada como para asumir el reto de participar

en la construcción de una obra de la magnitud y las calidades que ) ~ pretendían la elite local y las autoridades. Por eso, bien Carré dise' ­

ñó y comenzó la construcción, él est1nl ~ al frente solo cinco años,

entre 1889 y 1894, pero quienes estuvieron desde el inicio hasta

el final, casi cuarenta anos, fueron los maestros locales, que habían

empezado a manejar el material y aprender las técnicas en esos es­

pacios de aprendizaje práctico -ferrería, talleres y puentes-, hasta

alcanzar tal grado de destreza como para ser artífices de esta monu­

mental obra, como también de buena parte del paisaje arquitectó ­

nico urbano de la ciudad entre finales del siglo XiX y principios del

XX. Sin lo ocurrido en los decenios anteriores, jamás se hubieran

ejecutado obras como la catedral, la plaza de mercado, los primeros

edificios de renta comercial, entre otros varios ejemplos de arqui­

tectura comercial , bancaria, religiosa, doméstica, etcétera.

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lll l\ rERNAN[)O (¡O NZALLi [SCOBAK

(olofón Ya desde mediados del siglo XIX se generó una conciencia local

sobre los cambios y los avances, señalando lo aportado por el cono­

cimiento teórico y práctico de las actividades mineras y la relación

de estas con la arquitectura. Pero más que eso estaba lo que W1 autor

anónimo designó en 1848 "los adelantamientos intelectuales";

Los conocimientos teóricos en arquitectura, mineralogía)' ma­

quinaria, nos proporcionan los medios ( habiendo capitales) para

construir puentes, caminos, calzadas, molinos i casas de habitac ión,

que reúnan las cualidades de hermosura, comodidad i solidez .. si

observamos que ahora tenemos puentes en cada uno de los ríos

que cruzan nu estro territorio; caminos mui regulares en propor­

ción de lo que fueron en otros tiempos .. . si la provincia cuenta ya

con tantos establecimientos mineros como los que efectivamente

posee ... es que son a la verdad rápidos los ad elantamientos mate­

riales de Antioqui a ¿i el resultado a qué se debe ] A los principios

intelectuales en aquellas ciencias que sirven de base al desarrollo

en cada industria, al espíritu de empresa i laboriosidad de los ha­

bitante. Si se confiesan los progresos indicados, deben confesarse

también los ad elantamientos intelectuales porque según he dicho

ellos exis ten Junto; de una manera que dond e e l uno hace progresa

el otro, i donde este perece, aquel se arruina ' 67

Sin lugar a dudas que en esa adquisición de conocimientos,

en ese adelantamiento y "progreso", tuvieron gran responsabili­

dad los diversos individuos de origen extranjero que, llegados a

\as actividades mineras, coparon otros espacios y demandas del

~edio, ante la carencia de mano de obra, la capacidad técnica y

167 El Antioqueño ConstitU Cional núm . 77, Medellín , 20 de feb re ro de 1848, pág. 3 12.

\H TI s~xns y \l AI ' rROS f" t ,\ ' RQLTITC t l RA I.l E \l W I U 1 Y ANTt O(Jt t" 177:1 IQ93 ~---

el conocimiento adecuado. Entre las elites que pedían cambios,

conocimientos prácticos, civilización y progreso, aferradas a

'\ unas actividades económicas, y el cumplimiento de las labores

para los que fueron contratados inicialmente estos personajes,

se abrió un espacio para actividades inéditas en el media, gene­

rando unas condiciones de posibilidad para que allí surgieran y

se concretarán en los ai10S siguientes. La arquitectura fue una de ! ellas. No pensada en estos momentos como necesaria o funda­

mental, centrada en lo pragmático y austero, relegada a los hitos

de carácter religioso, terminó por ser beneficiada de manera di ­

recta e indirecta por los "progresos" materiales e intelectuales,

derivados de la industria minera y proclamar en este entorno los

principios vitruvianos de "hermosura, comodidad i solidez", tal

como lo escribió el autor anónimo en el párrafo citado anterior­

mente. De esta manera José Anglerí, un personaje del que tal vez

nunca sepamos algo, y como arquitecto, se convierte en una es­

pecie de símbolo silencioso de una profesión que ya comenzaba

a ser demandada y reconocida, a la que otros anónimos como él

le abrieron el espacio en estos a110S del siglo XIX en Antioquia.

Pudiera pensarse por lo planteado en los párrafos anteriores

que insinúo una relación asimétrica entre el conocimiento de los

b tranjeros y el desconocimiento de los artesanos locales. En tal

sentido los artesanos locales fueron receptores pasivos de todo el

acervo que tratan aquellos hombres llegados del otro lado del mar.

Seguramente las expectativas fueron esas, pero también es cierto

que dentro del flujo migratorio llegaron muchos aventureros, esta ­

fadores, avivatos y presuntuosos de conocimiento. Otros llegaban

con conocimientos mínimos. No todos tuvieron la experiencia,

/ 167

ll l~ F LI{'\ ,\~r )( )l l()'I"tI:L ~\~ I ) n ..\R(~

destreza o conocimientos demandados, pero supieron aprovechar

las circunstancias por el sólo hech o de su condición de extranje­

ros, que les permitió acceder a posiciones sociales, esp<lcios, pa­

drinazgos y contratos a los que no podían llegar ar tesanos locales

con conocimientos, pero sin posición ni reconocimiento social.

En otros casos, estos extranj eros supieron copar espacios y nece­

sidades, aplicarse a las ejecuciones y al auto didactismo, suplir sus

carencias y con disciplina hacer un proceso de aprendizaje en las

mismas obras y trabajos para Jos que fu eron contratauos.

o se pueden desconocer tampoco los procesos de emulación

y confrontación entre los ingenieros y artesanos extranjeros con lo

locales, quienes por un proceso de circularidad de las ioeas ya ha­

bían ido configurando un conocimiento apoyados en ciertas tradi­

ciones locales, lel transferencia de conocimientos en esos espacios

de aprendizaje señalados y por la circulación de ideas mediante la

lectura de libros que llegaron a la ciudad. Sin duda, cierto número

de extranjeros aportaron en gran medida al cambio y la cualifica­

ción del medio, pero esto iba a la par con el pensamiento, los logros,

alcances y limitaciones del medio local, donde muchos ingenieros y

artesanos fueron importantes en ese mismo proceso. Pero, en la me­

dida que algunos extranjeros fueron fundamentales para introducir

conocimientos, despertar nuevas inquietudes y generar procesos de

cambio, es que se han resaltado, en este caso centrados en la arqui­

tectura, que como práctica y conocimiento poco ha estudiado sus

antecedentes formativos. Por eso, más allá de Carré o Goovaerts,

hay que detenernos en un Eugenio Lutz, un Felipe Crosti, un Martín

Nugent, o en numerosos José Anglerí, necesarios para redefinir y

pensar la historia de la arquitectura en Antioquia y Colombia.

168 \

ARTESANOS Y MAI·_~TR()' EN I A A RQUITECTURA DE MEDI; LLi N Y ,\ NTiOQUIA 1 ~75· 1 9'lJ í

Fuentes consultadas Archivo Histórico de Antioquia A.H.A. -Censos­

Archivo Histórico de Medellín - A.H.M.­

Biblioteca Pública Piloto de Medellín - B.P.P :­

Biblioteca Universidad de Antioquia

• Sala Antioquia

• Sala Patrimonial

• Sala Prensa

Biblioteca Universidad Nacional de Colombia sede Medellín -Efe Gómez-

Revistas y periódicos Boletín Oficial, Medellín, 1871-1875.

El Amigo del País, Medellín, 1846.

El Antioqueño Constitucional, Medellín, 1847, 1848.

El Constituciona l de Antioquia, Medellín, 1847.

El Correo Liberal, Medellín, 1919.

El Monitor, Medellín, 1871, 1872.

HOJas Sueltas, Biblioteca Universidad de Antioquia, varios años.

La Restauración, Medellín, 1865.

Periódico El Heraldo, Medellín, J869.

Bibliografía BREW, Roger. El desarrollo eco nómi co de Antioquia desde la illdependencia

hasta 1920. Medellín : Colección Clío Editoria l Universidad de

Antioquia, segunda edición, febrero de 2000.

CODAZZI, Agustín . Geografía física y política de la Confederación

Granadina volumen IV Estado de Antioquia. Provincias de Medellín,

Antioquia y Córdova. Medellín: Universidad Nacional de Colombia-

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