^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en...

28
^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO?

Transcript of ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en...

Page 1: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

^,ES POSIBLE HABLARDE UN SINDICALISMOAGRARIO EUROPEO?

Page 2: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento
Page 3: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

^,ES POSIBLE HABLAR DE UNSINDICALISMO AGRARIO EUROPEO?

André GUESLIN(Universidad de Clermont Ferrand. Francia)

Bertrand HERVIEU(CEVIPOF. CNRS. París. Francia)

^Es adecuado abordar el análisis del sindicalismo agrarioeuropeo considerando a las distintas organizaciones en susrespectivos contextos nacionales? En otras palabras, ^nos per-mite la yuxtaposición de historias singulares, modeladas porcontextos geográficos, políticos y culturales diferentes, hablarde un sindicalismo agrario europeo? Buscando sus caracterís-ticas comunes, creemos que se puede responder a tales pre-guntas. Para ello, nos parece conveniente examinar cuatroaspectos fundamentales en la dinámica de los sindicatos agra-rios de la Europa de los Doce, a saber: la génesis, las divisio-nes confesionales y políticas, el fundamentalismo agrarista yla tentación corporativa.

1. GENESIS

Los orígenes de las distintas organizaciones agrarias detipo sindical en Europa llaman la atención por sus coinciden-cias. La convergencia entre el academicismo del siglo XIX y la

413

Page 4: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

ideología del progreso técnico dan origen a múltiples asocia-ciones, sociedades y comités. Algunas de estas asociacionessurgen gracias a la iniciativa de los representantes de lospoderes públicos; otras muchas surgen promovidas por losaristócratas propietarios de tierras. En el origen del sindica-lismo agrario se encuentran las llamadas "sociedades de agri-cultura", que eran puntos de encuentro de las élites de laépoca, unas élites convencidas de la solidez y viabilidad de lasideas fisiocráticas.

En los Países Bajos, hacia 1850, se crearon "sociedadesprovinciales de la agricultura". En Francia, en 1819, Decazesenvía una circular a los distintos "préfets" de la República decara a estimular la creación de comités agrícolas en cadadepartamento provincial. La aristocrática "Societé des Agri-culteurs de France" (Sociedad de los Agricultores de Francia)-rápidamente conocida por el nombre de su sede en "la rued'Athénes"- fue fundada en 1867. En esta misma línea pio-nera, podría considerarse a la Gran Comisión Agraria danesa,que jugó, en el siglo XVIII, un rol importante como precur-sora del progreso técnico.

Parece claro que la función de proporcionar servicios, biende naturaleza cooperativa o mutualista, predomina sobre lafunción reivindicativa en los comienzos del sindicalismo agra-rio. Es más una labor de "estímulo", de organización econó-mica, incluso de dinamización del comercio, la que predominóentonces en las primeras acciones colectivas. El "sindicato"aparece más como un lugar de encuentro para "trabajar jun-tos", para ayudarse mutuamente, para ayudar al desarrollo dela profesión agraria, que como un lugar de contestación o rei-vindicación. Es curioso observar que el sindicalismo, en sudimensión reivindicativa como la conocemos hoy, aparece, almenos en Francia, en el ámbito de la derecha política e ideo-lógica principalmente, es decir, en los ambientes antirrepubli-canos, pretendiendo tener existencia al margen del Estado.Sin embargo, en la izquierda, en los ambientes republicanos,la apelación al Estado es constante, si bien a través de organi-zaciones de naturaleza económica más especializadas -coo-perativas, cajas de crédito, mutuas.

414

Page 5: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

La génesis del sindicalismo agrario en Europa presentatambién un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha almomento de su aparición, podría situarse en los treinta últi-mos años del siglo XIX, momento en que vieron la luz en dis-tintos países formas diversas de organización de los agriculto-res, desde la mutualidad y el cooperativismo hasta elsindicalismo propiamente dicho. En este período, varios fac-tores favorecieron el surgimiento de este fenómeno, perosobre todo sería el que se ha dado en llamar "la gran depre-sión" finisecular su principal desencadenante. Como es cono-cido, la crisis comenzó hacia 1880, "cuando por primera vez lacompetencia del mundo extraeuropeo, en particular de Amé-rica del Norte, se manifestó de forma devastadora" (Tracy,1986:1). La agricultura europea no podía seguir, por mástiempo, replegada sobre sí misma. ^No puede verse en estosmovimientos un modo de adaptación de los países europeos alliberalismo?

La aparición del sindicalismo agrario va acompañada tam-bién de la creación coincidente, en varios países europeos, deministerios de Agricultura: así, por ejemplo, en Francia, en1881, o en Irlanda, en 1900. Se va configurando una situaciónen la que encontramos, por un lado, organizaciones agrariasque se definen generalmente en relación con el Estado -yasea en contra o a favor-, y por otro, una Administraciónpública autónoma encargada de velar por el desarrollo de laagricultura como una rama más de la economía.

He aquí los protagonistas de una alianza que no iba a tardaren materializarse. En realidad, la institucionalización de losintereses de la agricultura y los agricultores en las esferaspública y privada refleja, sin duda, la apertura del propio sectoragrario, un sector desde entonces ya presente con fuerza en losmercados nacionales e incluso internacionales. Se puede pensarque es en ese momento cuando el tamaño y forma de las explo-taciones agrícolas se revelan inadaptados a las reglas de la eco-nomía de mercado, estando ahí precisamente, como agenteimpulsor de la modernización, el verdadero sentido (la razónde ser) del sindicalismo agrario. No obstante, el papel del sindi-calismo será también impulsado por el propio Estado, que,

415

Page 6: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

cuando acaba por triunfar la democracia en Europa, mostraráuna clara voluntad de procurarse, si no una clientela, sí al

menos una base electoral reputada y estable.

2. DIVISIONES CONFESIONALES Y POLITICAS

r

El segundo elemento de aproximación a los sindicatosagrarios europeos reside en sus factores de estructuración. Ensus orígenes, se encuentra claramente la importancia del fac-tor confesional. En Alemania, la Asociación de Agricultoresde Westfalia, fundada en 1862, es de orientación confesional,como lo será la Unión de Asociaciones Cristianas Agrarias deAlemania, creada en 1916. En los Países Bajos, las tres organi-zaciones agrarias centrales se diferencian por el criterio confe-sional: el KNBTB, católico; el NCBTB, protestante, y el sindi-

cato laico, KNLC.En Italia, la COLDIRETTI surge del catolicismo social y

de la Democracia Cristiana. En Francia, la lucha entre losconservadores católicos y los republicanos anticlericales pro-duce divergencias fundamentales en el sindicalismo agrario.Hay que recordar en el caso francés, el antagonismo históricoentre los sindicalistas de la "rue d'Athénes" y los del "boule-vard Saint-Germain", dos sedes históricas: la primera, sede dela ya citada "Societé des Agriculteurs de France", de tenden-cia conservadora, promovida por algunas grandes familias dela aristocracia; y la segunda, sede de las organizaciones coope-rativas y mutualistas de tendencia republicana, dirigidas porlas nuevas élites rurales ("notables"), a menudo diputados yconcejales electos de la República. Y es un movimiento deacción católica, la JAC (Juventud Agrícola Católica), fundadaen 1929, el que renovará el sindicalismo, permitiendo elascenso a puestos de responsabilidad sindical de un sector demedianos agricultores, aspirantes a modernizarse, al lado de

los herederos de las grandes familias agrarias.En Flandes, entre 1880 y 1890, el clero local organiza en

las parroquias católicas "guildes", con el doble fin de comba=tir la miseria de los agricultores y de alejarlos de la ideología

416

Page 7: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

izquierdista. EI 1 de agosto de 1890 fue dado a conocer elmanifiesto del BB (Belgische Boerenbond) (Liga de los Agri-cultores). En Valonia, la AAB (Alianza Agrícola Belga) sigueel ejemplo del citado BB flamenco de inspiración cristiana.

La Grecia ortodoxa constituye una excepción sorpren-dente, al implicarse directamente las fuerzas políticas en laestructuración del movimiento sindical. Pero el antagonismoentre conservadores y liberales y la lucha consiguiente por elcontrol del mundo rural, por aquel entonces muy significativoen términos demográficos, no son aspectos exclusivos de Gre-cia. Se encuentra también en otros países, a veces mezcladocon conflictos religiosos.

Antes del gran período fascista, las referencias socialistasson muy limitadas. Se conocen algunas excepciones en Fran-cia, concretamente en las regiones vitivinícolas del Sur (midiviticole), o en Dinamarca, con el sindicato de pequeños agri-cultores DH (Danske Humansforedinger), fundado en 1906.Por el contrario, desde la Segunda Guerra Mundial, seobserva la consolidación de organizaciones que se proclamande izquierda, bien socialista o comunista, y que proponen unproyecto propio para la agricultura. Es el caso, en Italia, de laCONFCOLTIVATORI, y más tarde, tras la caída de lascorrespondientes dictaduras, los casos de la GESASE, enGrecia, de la CNA (Confederacçao Nacional da Agricultura)en Portugal, o de la UPA (Unión de Pequeños Agricultores)en España.

El caso francés coincide, por una parte, con esta tenden-cia, pero al mismo tiempo se separa de ella. El nacimiento dela CGA (Confédération Générale de I'Agriculture), bajo elimpulso estatal en la Liberación, en 1945, supone el intento decrear una gran organización unitaria, próxima a la izquierdasocialista y con vocación de integrar a todos los grupos com-ponentes del mundo agrícola -agricultores, cooperativas,asalariados, técnicos, jóvenes- en una especie de "democra-cia profesional". Como proyecto organizado desde arriba, laCGA no tuvo éxito en federar los diversos movimientos, debi-litándose rápidamente.

En realidad, estas divergencias político-culturales que

417

Page 8: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

atraviesan al sindicalismo tienen su origen, frecuentemente,en diferencias económicas relacionadas con las estructurasagrarias y con el nivel económico de la población implicada.

En efecto, en las regione ŝ en donde se dan estas situacio-nes conflictivas es frecuente que las diferencias en el terrenoconfesional se superpongan a las divisiones en el plano econó-mico: así, en A.lsacia, antes de 1940, las organizaciones protes-tantes congregan a agricultores mejor acomodados que losagrupados en las organizaciones católicas. Las organizacionesdisidentes de izquierda, cuando aparecen en la base, suelenfederar a los pequeños agricultores (caso de Francia y, alparecer, también de Italia). En España, el surgimiento de unaizquierda agraria en el período posfranquista apunta al mismoobjetivo. A1 margen de las divergencias políticas tradicionales,pueden ver la luz sindicatos de pequeños agricultores en opo-sición a los sindicatos percibidos como representantes de los"grandes" agricultores: pensemos en el ya citado ejemplodanés de la DH, de antes de 1914, o más recientemente, en lasdécadas finales del presente siglo, en el caso británico, dondeha surgido un sindicato disidente de la NFU.

Los procesos de reestructuración del sindicalismo agrario,particularmente los acontecidos a finales del siglo pasado,pero también los que han tenido lugar a lo largo del siglo XX,ponen de manifiesto, a pesar de ser diferentes unos de otros,que el asociacionismo agrario, salvo algunas excepciones,relevantes por lo demás, ha sido obra de élites que se hanapoyado en las divisiones existentes en la ciudad y/o el campo.El discurso unitario ha expresado lo mejor posible una aspira-ción y, más generalmente, una voluntad de hacer desaparecerlas tensiones y articularlas bajo la dirección de un campo ideo-lógico considerado como el más representativo o más legí-timo.

Puede tratarse, en efecto, de élites de la ciudad en busca,precisamente, de su propia legitimidad: los casos de Grecia ode Francia son especialmente ilustrativos. Puede tratarse tam-bién de élites surgidas de la propia sociedad rural, como fue elcaso del primer sindicalismo francés de "duques y marque-ses". Pero en las zonas de agricultura avanzada, estas élites

418

Page 9: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

rurales son, con frecuencia, auténticos agricultores: citemos elcaso de la DL (Danske Landforeninger) (Asociación Danesade Agricultores), dirigida en sus comienzos por grandes pro-pietarios y, más tarde, por medianos agricultores (ver el ar-tículo de F. Just en este libro). La composición del "Bund DerLandwirte" merecería la pena ser analizada también en estesentido. A una escala inferior, se conoce en la zona renana laacción de "coqs de village", grandes agricultores que actúande líderes naturales en ausencia de una élite de superior cate-goría.

3. FUNDAMENTALISMO AGRARIO

i,a tercera característica a tener en cuenta en el sindica-lismo agrario europeo es la presencia, en gran medida com-partida, de una ideología agrarista y unitaria. Este fundamen-talismo agrario es común a todos los países. Es la forma deafirmar la existencia de sociedades campesinas o rurales encontraposición a las sociedades urbanas. La oposición a la ciu-dad y al mundo obrero caracterizan a estos movimientos sin-dicales. Esta autodefensa del medio va acompañada de difi-cultades para establecer alianzas con el proletariado. Laideología agrarista, hija de los fisiócratas -"toda riqueza pro-cede de la tierra"- y expresión de un grupo económico ysocial que muestra su propio declive en términos numéricos,ensalza al mundo agrícola y rural como fundamento de la civi-lización europea, y al trabajo campesino como una actividadidentificada con la condición del hombre por excelencia.

En todas las partes de Europa, los sindicatos agrarios hanconstruido una representación de la sociedad dividida en dosgrandes facciones: por una parte, los agricultores, y, por otra,todos los demás. Este hecho se ha sustentado, a su vez, en laambivalencia con la que las sociedades europeas dominanteshan considerado a su campesinado, sobrevalorándolo ŝimbóli-camente y despreciándolo culturalmente, pero siempre tra-tado como un grupo aparte. Una vez más, los agricultoresgriegos constituyen una clara excepción a esta pauta.

419

Page 10: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

A lo largo de todo este siglo, durante el cual los agriculto-res europeos se convertirán, con algunas diferencias en eltiempo, en agricultores modernos y pasarán de ser mayorita-rios en la sociedad a transformarse en un grupo socioprofesio-nal como cualquier otro, la ideología agrarista se irá debili-tando en tanto que afirmación de identidad de un grupo social

amenazado.

4. LA TENTACION CORPORATIVISTA

Por último, ^no se puede hablar, al tratar el sindicalismo

agrario europeo, de tentación corporativista?El corporativismo en Europa se presenta, en un principio,

bajo las características de lo que Pierre Muller (1985) llama"corporativismo territorial", un corporativismo que se corres-ponde con la presencia de verdaderas sociedades rurales. Másque de una profesión, "se trata de una auténtica sociedad

rural que intenta estructurarse contra la sociedad industrial y

urbana" (Muller, 1985:33). Este modelo ha sido muy bienestudiado por la socióloga americana Suzanne Berger (1975)a partir del "Office de Landerneau", la gran organizaciónagraria creada en la Bretaña francesa antes de la SegundaGuerra Mundial. Varias monografías sobre organizacionesregionales permiten caracterizar el proyecto corporativista del

siguiente modo (Gueslin, 1987):- Su objetivo es aglutinar a los agricultores para relacio-

narse económicamente unidos con el exterior.- Ni en sí mismo, ni en su finalidad, puede hablarse de

democracia en las organizaciones de tipo corporativo, ya quetodo descansa en la idea de la complementariedad de jerar-quías y se fundamenta en un orden basado en las "autorida-des naturales": el padre, el cura, el maestro, el terrateniente.

- Integrándose en un proyecto global que no cuestiona,sino que mantiene el papel hegemónico de dichas "autorida-des naturales", la organización corporativa resultante nopuede ser más que general y poco especializada. Puede quetenga una dimensión de aprovisionamiento de inputs y de

420

Page 11: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

comercialización, pero éstos no son más que aspectos de unainstitución con objetivos más integrales y trascendentes.

- La organización corporativa suele descansar en tradi-ciones provinciales de solidaridad alimentadas por relacionesinterpersonales entre sus élites.

- Las élites corporativas suelen desconfiar del mundomoderno: el Estado reafirmando su influencia; el mercado ysus leyes. Dichas élites confían más en su propia labor demediación, que no deja de ser un filtro, entre los agricultoresy las instancias públicas de regulación, ya que el Estadomoderno es concebido como algo intrínsecamente malo. Ade-más, retomando a Pierre Muller (1985), "el corporativismotradicioñal no es más que la autoorganización del campo encontraposición a la ciudad".

Esta gremialización y antiestatalismo encontrarán, enperíodos de regímenes autoritarios, oportunidad para expre-sarse de la mejor forma. Por un lado, la crisis de 1929, que ter-mina, en parte, con los esfuerzos de los primeros años del sin-dicalismo, y por otro, la paulatina extinción de la claseterrateniente, hacen que el recurso al Estado salga a la super-ficie. Según Claude Servolin, el caso francés, personificado enla imagen de un régimen como el de Vichy (1940-44) que llevaa cabo, bajo su égide, la unificación de las organizacionesagrarias, es un buen ejemplo de "la puesta en marcha de un`buen' Estado, no democrático, que, al proclamarse a símismo baluarte de los valores tradicionalistas, desarma elantiestatalismo de las organizaciones de derecha. Así, se creóla Corporation Paysanne (la agricultura fue la única rama dela economía a la que el régimen de Vichy dotó de una corpo-ración), dándose la situación bastante cómica de antiestatalis-tas fanáticos aceptando que su corporación estuviera presi-dida por el ministro de Agricultura" (Servolin, 1989).

De hecho, el "mérito" del régimen de Vichy fue demostrarel carácter nada operativo del corporativismo ideal. La Cor-poration Paysanne pronto hubo de enfrentarse con un Estadomuy intervencionista que utilizaba a dicha organización comoinstrumento al servicio de la política de guerra, y particular-mente de la política de abastecimiento. La victoria de los alia-

421

Page 12: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

dos y la readaptación del régimen político francés no hicieronmás que aumentar el descrédito de un sistema corporativoque había ya mostrado sus límites doctrinales y prácticos. Enesta misma línea, tenemos en Europa una forma de "corpora-tivismo autoritario", aparecido bastante antes, en el marco del"Estado Novo" portugués, y que perdurará hasta 1974. En laEspaña franquista, las Hermandades de Agricultores y Gana-deros son también, en tanto que organismos corporativos,buenos ejemplos de lo que acabamos de señalar (Moya-no, 1984). .

A medida q^e se consolida el carácter moderno de la agri-cultura -internacionalización del comercio, fuerte intensifi-cación productiva-, se desarrolla, más allá del modelo tradi-cional de sindicalismo agrario, un sistema de organizacionesprofesionales promovido generalmente por agricultoresmodernos, que asumen "por delegación del Estado, la tareade control del propio sector y de selección de los `buenos'agricultores" (Servolin, 1989).

Sería tentador hacer de este nuevo corporativismo, o neo-corporativismo, término utilizado para designar una políticaagraria cuyo contenido es resultado de la negociación entre elEstado y los sindicatos, la etapa siguiente a la fase corporati-vista que hemos comentado más arriba. Sin embargo, unesquema de este tipo no se da en la práctica. Por ejemplo, elReino Unido, que es uno de los países de Europa que ha esca-pado a todo lo que puede entenderse como corporativismo,conoce, a partir de los años treinta, una práctica neocorporati-vista que, no obstante, se debilita después de 1945. La preco-cidad del caso británico necesitaría una explicación. ^Acasopodría explicarse por la ausencia en la agricultura británica deuna tradición corporativista fuerte que, de haber existido, nohabría llevado a sus élites a ir en la dirección neocorporati-vista? ^Puede verse en ello una fórmula de equilibrio que per-mitió una buena adecuación entre la realidad agraria de losaños treinta y la naturaleza de la democracia parlamentariabritánica? ^Fue ese neocorporativismo ocasionado por la lle-gada al poder del partido laborista, un partido socialdemó-crata preocupado por promover un modelo de gestión en el

422

Page 13: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

que el Estado establece relaciones con las organizacionesagrarias?

El neocorporativismo, a pesar de ser una perspectiva cues-tionable, es un esquema de análisis bastante atractivo para elque quiera comprender el sindicalismo agrario en la mayoríade los países europeos. "La hipótesis fundamental (es) la deuna integración progresiva de los grupos en el proceso de ela-boración y aplicación de las políticas, mediante la institucio-nalización de sus roles y la práctica sistemática de la negocia-ción y el compromiso. Implica el monopolio sindical, laadhesión obligatoria de los trabajadores, el abandono de larivalidad que caracteriza a los grupos en el modelo pluralista,y el reparto de responsabilidades en tanto que copartícipes enel funcionamiento del Estado" (Pollak y Ruffat, 1987:26).

De acuerdo con este esquema, se puede intentar medirhasta qué punto el neocorporativismo es una realidad enmuchos países europeos. Es un hecho indudable que la evolu-ción de los sindicatos agrarios en el proceso de construccióneuropea ha ido en la dirección de una "integración progresivade los grupos de interés en los procesos de elaboración de laspolíticas, si bien es cierto que más en el plano nacional, queen el comunitario. Y este proceso no ha tenido lugar sin pro-vocar distorsiones que muestran la importancia de las sensibi-lidades "europeas" de los distintos sindicatos nacionales. Encuanto a la participación en los procesos de elaboración delas políticas, no hay ninguna duda de que es un hecho gene-ralizable.

Sin embargo, la práctica de la negociación y el compro-miso se manifiesta de forma diferente según los países. Unaforma de neocorporativismo es la concertación ("cogestion"en la terminología francesa), tal como aparece en Francia; aveces transparente y rodeada de solemnidad en algunas de susmanifestaciones, y otras veces opaca y poco visible, siendo uti-lizada políticamente en su propio beneficio por cada uno delos actores implicados en ella. Globalmente, puede decirseque este modelo funciona en Francia. Podría uno preguntarsesi el hecho de que la politica agraria francesa sea determinadapor la PAC no es precisamente lo que permite la práctica en

423

Page 14: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

el sector agrario, y sólo en este sector, de una política concer-tada. ^Sería la concertación ("cogestion") el lugar simbólico ypráctico de un doble movimiento compensatorio: de compeñ-sación para el sindicalismo agrario, que comparte con elpoder público la gestión de los efectos cotidianos de una polí-tica que' se formula sin contar con él; y de compensación parael Ministro de Agricultura, que recupera en capital simbólico -ante los agricultores lo que ha perdido en el control real delos procesos de decisión política que tienen lugar en el marcocomunitario? (Hervieu, 1990).

El modelo holandés constituye quizá el estadio último enla fusión de los grupos de interés y el Estado y en la elabora-ción de una política común entre ambos. J. Frouws y B. Hoet-ges (ver su artículo en este libro) expresan esta simbiosis conel término genérico de "Frente Verde", asociando a él tantointerlocutores públicos como privados. El Landbouwschap,sin equivalente en ningún otro país europeo, aparece comouna especie de consejo corporativo dotado de ciertas compe-tencias e integrado en el aparato del Estado, como un lugarde elaboración de compromiso y consenso, cuya contrapartidaestá en el aislamiento que produce de los intereses agrariosrespecto de los otros intereses de la sociedad holandesa.

El neocorporativismo, principalmente cuando se mani-fiesta en la forma de concertación, implica el monopolio sindi-cal. Bien es cierto que no ha impedido el mantenimiento deorganizaciones disidentes, articuladas en torno a opcionespolíticas diferentes que proceden muchas veces de grupos deintereses agrarios que rechazan el modelo agrícola resultantede la concertación. Sin embargo, como muestran M. Mormonty B. Van Doninck (ver su artículo en este libro), el cuasimo-nopolio sindical ejercido por una organización la transformaen "agente de modulación de los intereses del grupo socialque articula, mucho más que en agente de representación dedichos intereses". Lás pequeñas organizaciones disidentesserían entonces portadoras de intereses no representados enel compromiso neocorporativista. Piénsese, por ejemplo, enlos agricultores pluriactivos, excluidos durante mucho tiempodel proyecto modernizador "europeo"; al menos en el caso

424

Page 15: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

francés, se puede plantear la cuestión de si es real o no larepresentación de sus intereses en el seno de la disidente CPE(Coordinadora Campesina Europea) a través de la Confédé-ration Paysanne. (Gueslin, 1989).

En general, aunque el neocorporativismo no es algoexlusivamente característico de la agricultura, es cierto queha encontrado en este sector un ámbito para expandirse.Para explicar este hecho, hay que tener en cuenta la situa-ción de "declive relativo" de una rama de actividad como laagraria, que ha obligado, en toda Europa y en el mundoentero, a la urgencia de la intervención estatal. Es necesariover también en ello la permanencia, en la mayoría de los paí-ses, y una vez superado el hipotético corporativismo tradi-cional, de un fundamentalismo agrario que impregna las dis-tintas culturas nacionales. Por último, hay que tener tambiénen cuenta la influencia en todo esto de la lógica del funcio-namiento comunitario. La dinámica europea incita a repro-ducir en el nivel supranacional ciertos procedimientos neo-corporativistas, incluso de concertación, impulsando a losdiferentes sindicatos de un país a encontrar puntos deencuentro para hablar en los foros comunitarios con unasola voz. De una cierta manera, son las prácticas políticas ylas tradiciones nacionales las que explican la evolución dife-renciada de los sindicatos agrarios europeos, mientras quelas fuerzas económicas generan ciertas convergencias. Con laexistencia de la CE se da casi obligatoriamente la emergen-cia de un modelo que trasciende las variedades nacionales,lo que hace que, a pesar de los diferentes niveles de desarro-llo de las agriculturas europeas, encontremos formas muycercanas de sindicalismo.

Sin embargo, y éste es precisamente el mérito de estelibro, debería evitarse caer en la tentación, a la vista de suscoincidencias reales, de alinear al conjunto de las situacioneseuropeas en el esquema alcanzado para Francia o los PaísesBajos. M. A. Henriques y J. Reis muestran bien en su artículoque el neocorporativismo conoce un "déficit" en la sociedadportuguesa, déficit ligado a la dependencia a que están some-tidos los sindicatos agrarios. En Portugal, es en efecto el

425

Page 16: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

Estado el que designa cuasiunilateralmente a los interlocuto-res limitando así la amplitud del compromiso.

En definitiva, el sindicalismo agrario europeo estaría con-tenido entre dos grandes polos: por un lado, el corporati-vismo tradicional de base territorial, surgiendo en un con-texto de crisis y de apertura del mundo agrícola -el ascensoy mantenimiento de regímenes autoritarios lo han consa-grado de alguna forma-; y de otro, el neocorporativismo,que se desarrolla en una fase de aceleración de la moderniza-ción de la agricultura, de internacionalización de los inter-cambios y de construcción europea. El corporativismo tradi-cional ha estado la mayoría de las veces en el origen delsindicalismo agrario. El neocorporativismo, en sus formascomplejas, tiende a prevalecer hoy en día. Cuatro escenariossindicales pueden distinguirse entre esos dos polos:

1. Un panorama asociativo presindical de defensa de loscampos frente a la ciudad: esta fase, marcada ŝistóricamentepor el desarrollo de la agricultura y marcada profundamentepor la dominación simbólica de los terratenientes -por logeneral, aristócratas- es también una fase de introducción delos avances científicos y técnicos en la agricultura.

2. Un sindicalismo agrario corporativista: una élite pro-piamente agraria tiende a sustituir a las élites rurales tradicio-nales. El antiestatalismo reafirmado se conjuga en la prácticacon una colaboración con el Estado. La representación unita-ria no excluye la existencia de divisiones -polarizadas en dosextremos la mayoría de las veces- en su seno. La economíaagraria es en gran medida una economía campesina; la pobla-ción activa agrícola representa entre un tercio y la mitad de lapoblación activa total.

3. Un sindicalismo unitario de concertación neocorpora-tiva domina las fases aceleradas de la modernización. La uni-dad del sindicalismo es contenida; el proyecto político y eco-nómico de transformación de la agricultura y de eliminaciónde los menos competitivos es asumida por el propio sindica-lismo.

4. Un sindicalismo pluralista ve el día en los países endonde el mundo agrícola ha llegado a ser una minoría (menos

426

Page 17: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

del 5% de la población activa). Esta fase se corresponde conuna internacionalización total de la economía agraria, con unaespecialización creciente de las producciones que conduce aestos productores a ver ventajas en su integración en asocia-ciones de tipo sectorial y retirarse de los sindicatos de caráctergeneral. El GATT y la PAC se convierten en lugares de nego-ciación más importantes que las instituciones nacionales. Eneste contexto, la descalificación que el modelo productivistacomunitario hace de numerosas vías alternativas de produc-ción incita a la creación de sindicatos agrarios diferentes a loshegemónicos y contrarios a dicho modelo.

Son cuatro escenarios sindicales que podemos encontrar-los en orden correlativo en ciertas historias nacionales, bienen su forma más acábada o no, pero que, por el contrario,pueden también coexistir en un mismo país en un momentodado, cuando el proceso de internacionalización de la agricul-tura no es capaz de imponerse de manera completa.

Una primera aproximación a la historia del sindicalismoagrario en Europa nos llevaría a sobreestimar las especifici-dades nacionales, incluso las regionales en ocasiones, de talmodo que nada nos parecería idéntico. Por su parte, el análi-sis comparado tiende lógicamente a poner el acento en lassimilitudes existentes entre los distintos casós. El error seríainvertir el equilibrio entre ambos enfoques para inclinarsepor una "comunidad de prácticas". En realidad, los sindicatosde los distintos países europeos han optado en muchas oca-siones por caminos idénticos unos a otros, pero en unosmomentos diferentes y con unas improntas culturales decarácter nacional que hacen ocultar dichas semejanzas. Laapertura de las economías agrarias europeas, al igual que lapuesta en marcha de un mercado común agrícola, tiendenlógicamente a desembocar en formas institucionales de carác-ter nacional cada vez más próximas, aunque las historias y losniveles de desarrollo de los diferentes países no nos permitaaún concluir afirmando la existencia de un único sindicalismoeuropeo.

427

Page 18: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

BIBLIOGRAFIA

AA.VV. (1989): "The Crisis in European Agriculture". Númeromonográfico de la revista Agriculture and Human Values, vol. VI,n.° 1 y 2, University of Florida (USA).

BERGER, S. (1975): Le paysans contre la politique: l'organisationrurale en Bretagne. 1911-1974. París, Seuil, p. 341.

BOUSSARD, L(1980): Vichy et la Corporation Paysanne. París,Fondation Nationale de Science Politique (FNSP), p. 414.

CEVIPOF (Centre d'Études de la Vie Politique Française) (1989):"Les organisations syndicales et professionnelles en Europe".Número monográfico de la revista Cahiers du CEVIPOF, n.° 5.

COMITÉ ÉCONOMIQUE ET SOCIAL DES COMMUNAUTESEUROPÉENNES (1984): L'agriculture européenne et ses organi-sations. Bruxelles, Delta, 741 p.

COULOMB, P.; DELORME, H.; HERVIEU, B.; JOLLIVET, M.;LACOMBE, P. (1990): Les agriculteurs et la politique. París,Presses FNSP, 594 p.

GARRIER, G.,y HUBSCHER, R. (éds.) (1989): Entre faucilles et mar-teuz: pluriactivité et strategies paysannes. Lyon-PUL, Paris-MSH, 242 p.

GUESLIN, A. (1987): L'invention de Z'économie sociale. París, Eco-nomica, 340 p.

KEELER, J. T. S. (1987): The Politics of Neocorporatism in France.Farmers, the State and Agricultural Po[icy Making in the FifthRepublic. New York, Oxford University Press, 369 p.

MOYANO, E. (1984): Corporatismo y Agricultura. Articulación deintereses y organizaciones profesionales en la agricultura espa-ñola. Madrid, Serie Estudios del MAPA, 340 p.

MULLER, P. (1984): Le technocrate et le paysan. Paris, ÉditionOuvriérs, Économie et Humanisme.

MULLER, P. (1985): "La politique agricole, entre corporatisme etmanagement", POUR, n.° 102, pp. 31-40, Paris, GREP.

POLLAK, M., y RUFFAT, M. (1987): "Le neocorporatisme: ruptu-res et continuités", Bulletin trimestriel de l'IHTP-CNRS, n.° 29,pp. 23-52, et n° 30, pp. 21-51.

RAMBAUD, P. (1989): "L'Europe `communautaire' et les parado-xes du lien social en agriculture", Revue Francaise de SciencePolitique, vol. 39, n.° 2, pp. 117-132.

SERVOLIN, C. (1985): "Corporatisme paysan: éléments d'analysethéorique", POUR, n° 102, pp. 41-49, Paris, GREP.

-(1989): L'agriculture moderne. Paris, Seuil, 318 p.TRACY, M. (1986): Agriculture in Western Europe. Chal[enge and

Response,1880-1980. Ed. Granada,1980, 464 p.

428

Page 19: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

PUBLICACIONES DEL MINISTERIO DEAGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACION,

AGRUPADAS EN SERIES ^

SER/E ESTUDIOS

1. La innovación tecnológica y su difusión en la agricultura. ManuelGarcía Ferrando. 1976.

2. La explotación agraria familiar. Varios autores. 1977.

3. Propiedad, herencia y división de la ezplotación agraria. La suce-sión en el Derecho Agrario. José Luis de los Mozos. 1977.

4. El latifundio. Propiedad y explotación. Siglos XVIII-XX. MiguelArtola y otros. 1978.

5. La formación de la agroindustria en España (1960-1970). RafaelJuan i Fenollar. 1978.

6. Antropoloŝía de la ferocidad cotidiana: supervivencia y trabajo enuna comunidad cántabra. Javier López Linage. 1978.

7. La conflictividad campesina en la provincia de Córdoba (1931-1935). Manuel Pérez Yruela.1978.

8. El sector oleícola y el olivar- oligopolio y coste de recolección. Agus-tín López Ontiveros. 1978.

9. Propietarios muy pobres. Sobre la subordinación política delpequeño campesino (la Confederación Nacional Católica Agraria.1917-1924). Juan José Castillo. 1979.

10. La evolución del campesinado.• la agricultura en el desarrollo capita-lista. Miren Etxezarreta. 1979.

11. La agricultura española a mediados del siglo XIX (1850-1870).Resultados de una encuesta agraria de la época. Joaquín del MoralRuiz. 1979.

12. Crisis económica y émpleo en Andalucía. Titos Moreno y JoséJavier Rodríguez Alcaide. 1979.

13. Aprovechamientos en común de pastos y leñas. Manuel CuadradoIglesias. 1980.

14. Prensa Agraria en la España de la I[ustración. El semanario deAgricultura y Artes dirigido a los párrocos (1797-1808). FernandoD íez-Rodríguez. 1980.

15. Agricultura a tiempo parcial en el País Valenciano. Naturaleza yefectos del fenómeno en el regadío litoral. Eladio Arnalte Alegre.1980. ^

16. Las agriculturas andaluzas. Grupo ERA (Estudios Rurales Anda-luces). 1980.

17. ^ El problema agrario en Cataluña. La cuestión Rabassaire (1890-1936). Albert Balcells. 1980.

431

Page 20: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

18. Expansión vinícola y atraso agrario (1870-1900). Teresa Carnero iArbat. 1980. .

19. Propiedad y uso de la tierra en [a Baja Andalucía. Carmona, siglosXVIII y XX. Josefina Cruz Villalón. 1980.

20. Tierra y parentesco en el campo sevillano: la revo[ución agrícola delsig[o XIX. François Herán. 1980.

21. Investigación agraria y organización social. Estudip sociológicodel INIA. Manuel García Ferrando y Pedro González Blas-co. 1981.

22. Energía y producción de a[imentos. Gerald Leach. 1981.

23. El régimen comunal agrario de los Concejos de Castilla. JoséManuel Mangas Navas. 1981.

24. La política de aceites comestibles en la España del siglo XX CarlosTió. 1982.

25. Campos y campesinos de la Andalucía mediterránea. Christian Mi-gnon. 1982. •

26. Agricultura y capitalismo. Análisis de [a pequeña producción cam-pesina. Emilio Pérez Touriño. 1983.

27. La venta de tierras baldías. El comunitarismo agrario y la Coronade Castilla durante el siglo XVL David E. Vassberg. 1983.

28. Propiedad agraria y sociedad rural en la España mediterránea. Loscasos valenciano y castellano en [os siglos XIX y XX. Juan RomeroGonzález. 1983.

29. Estructura de la producción porcina en Aragón. Javier Gros. 1984.

30. E[ boicot de la derecha y las reformas de la Segunda República.Alejandro López. 1984.

31. Corporatismo y agricultura. Asociaciones profesiona[es y articula-ción de intereses en la agricultura española. Eduardo MoyanoEstrada. 1984.

32. Riqueza y propiedad en la Castilla del Antiguo Régimen ([a provin-cia de Toledo en e[ siglo XVIl1). Javier María Donézar.1984.

33. La propiedad de la tierra en España. Los patrimonios púb[icos. JoséManuel Mangas Navas. 1984.

34. Sobre agricultores y campesinos. Estudios de Sociología Rural deEspaña. Eduardo Sevilla-Guzmán (coordinador). 1984.

35. La integración de la agricultura gallega en el capitalismo. El hori-zonte de [a CEE. José Colino Sueiras. 1984.

36. Economía y energía en la dehesa extremeña. Pablo Campos Pala-cín. 1984.

37. La agricultura va[enciana de ezportación y su formación histórica.Juan Piqueras. 1985.

38. La inserción de España en el complejo soja-mundia[. Lourdes Vila-damiú Canela. 1985.

432

Page 21: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

39. El consumo y la industria alimentaria en España. María Luisa Pei-nado Gracia. 1985.

40. Lecturas sobre agricultura familiar. Manuel Rodríguez Zúñiga yRosa Soria Gutiérrez (coordinadores). 1985.

41. La agricultura insuficiente. Miren Etxezarreta Zubizarreta. 1985.

42. La lucha por la tierra en la Corona de Castilla. Margarita Orte-ga. 1986.

43. El mercado del café. Enrique Palazuelos Manso y Germán Gran-da. 1986.

44. Contribución a la historia de la Trashumancia en España. PedroGarcía Martín y José María Sánchez Benito. 1986.

45. Crisis y modernización del olivar. Juan Francisco ZambranaPineda. 1987.

46. Pequeña y gran propiedad agraria en la depresión del Guadalquivir(2 tomos). Rafael Mata Olmo. 1987.

47. Estructuras y regímenes de tenencia de la tierra en España (II Colo-quio de Geografía Agraria). 1987.

48. Eficacia y rentabilidad de la agricultura española. Carlos San JuanMesonada. 1987.

49. Desarrollo agrícola y teoría de sistemas. José María Martínez Sán-chez. 1987.

50. Desarrollo rural integrado. Miren Etxezarreta Zubizarreta. 1988.

51. La ganadería mesteña en la España borbónica (1700-1836). PedroGarcía Martín. 1988.

52. Sindicalismo y política agraria en Europa. Las organizaciones pro-fesionales agrarias en Francia, Italia y Portuga[. E. MoyanoEstrada.1988. ,

53. Las políticas agrarias. G Servolín. 1988.

54. La modernización de la agricultura española (1956-1986). CarlosSan Juan (compilador). 1989.

55. El mayorazgo en la historia económica de la región murciana,expansión, crisis y abolición (Ss. XVI!-XIX). María Teresa PérezPicazo. 1990.

56. Cambio rural en Europa. Arkleton Research. 1990.

57. La agrociudad mediterránea. Francisco López-Casero Olmedo(compilador). 1990.

58. EI mercado y los precios de la tierra: funcionamiento y mecanis-mos de intervención. Consuelo Varela Ortega (coordinado-ra). 1988.

59. Análisis institucional de políticas agrarias (recopilación de lecturas).José M.' García Alvarez-Coque. 1990.

60. Significado espacial y socioeconómico de la concentración parcela-ria en Castilla y León. Milagros Alario Trigueros. 1991.

433

Page 22: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

61. Valdelaguna y Coatepec (permanencia y funcionalidad del régimencomunal agrario en España y México). Carlos Giménez Romero.1991.

62. Del Señorío a la República de indios (el caso de Toluca: 1500-I600).Margarita Menegus Bornemann. 1991.

63. El mercado de productos fctosanitarios. Manuel M.a Dávila Zurita yJosé Buendía Moya.1991.

64. Los campeŝinos navarros ante la guerra napoleónica. Joseba de laTorre Campo. 1991.

65. Liberalización, Ajuste y Reestructuración de la Agricultura espa-ñola: Luis V. Barceló. 1991.

66. Del catolicismo agrario al cooperativismo empresarial. Setenta ycinco años de la Federación de Cooperativas navarras, 1910-1985.Emilio Majuelo Gil y Angel Pascual Bonis. 1991.

67. Las políticas limitantes de la oferta lechera. Implicaciones para elsector lechero español. Manuela Castillo Quero. 1992.

68. Hitos históricos de los Regadíos Españoles. A. Gil Olcina yA. Morales Gil (coordinadores). 1992.

69. Economía del Agua. Federico Aguilera Klink. 1992 (compilador).

70. Propiedad y explotación campesina en la España contemporánea.Varios. Ramón Garrabou (coordinador). 1992.

7L Tierra, trabajo y reproducción social en una aldea gallega- (siglosXVIII y XX). J. M. Cardesín. 1992.

72. Capacidad tecnológica y división internaciona[ del trabajo en laagricultura. A. Aldanondo. 1992.

73. Repercusiones sociodemográficas de la política de colonizacióndurante el siglo áYIX y primer tercio del XX. A. Paniagua. 1992.

74. La adopción y expansión de [a remolacha azucarera en España (delos orígenes al momento actual). María Jesús Marrón Gaite. 1992.J

SERIE CLASICOS

- Agricultura General. Gabriel Alonso de Herrera. Edición crítica deEloy Terrón.1981.

- Colectivismo agrario en España. Joaquín Costa. Edición crítica deCarlos Serrano. 1983.

- Aldeas, aldeanos y[abriegos en la Galicia tradicional. A. Vicenti,P. Rovira y N. Tenorió. Edición crítica de José Antonio Durán Igle-sias. Coedición con la Junta de Galicia. 1984.

- Organización del cultivo y de la sociedad agraria en Galicia y en la

España atlántica. Valeriano Villanueva. Edición, estudios prelimina-res y notas de José Antonio Durán Iglesias. 1985.

- Progreso y miseria. Henry George. Estudio preliminar de Ana MaríaMartín Uriz. 1985.

434

Page 23: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

- Las comunidades de España y del Perú. José María Arguedas. Pró-logo de J. V. Murra y J. Contreras. Coedición con el ICI. 1987.

- De los trabajos del campo. L. J. M. Columela. Edición y estudio pre-liminar de A. Holgado. Coedición con SIGLO XXI. 1988.

- Diccionario de Bibliografía Agronómica. Braulio Antón Ramírez.Presentación de A. García Sanz. 1988.

- Correo General de España. Francisco Mariano Nipho. Estudio intro-ductorio de Fernando Díez R. 1988.

- Libro de Agricultura. Abu Zacaría Iahia. Traducción al castellano deJosef A. Banqueri. Estudio preliminar y notas de J. E. HernándezBermejo y E. García Sánchez. Coedición con el Ministerio de Asun-tos Exteriores. 1988.

- Agricultura e Ilustración: Antología del Pensamiento Agrario Ilus-trado. Compilador, Lluís Argemí. 1988.

- Diccionario Histórico de [as Artes de Pesca Nacionales. A. SánezReguart. Introducción de J. C. Arbex. 1988.

- Campesinos y Pescadores del norte de España. Frédéric Le Play. Edi-ción, introducción y notas de José Sierra. Postfacio de R. Domín-guez. 1990. .

- Canales de Riego de Cata[uña y Reino de Valencia. F. Jaubert dePassá. Edición preparada por J. Romero González y J. Mateu Be-Ilés. 1991.

SERIE TECNICA

La técnica y tecnología del riego por aspersión. Pedro Gómez Pompa.

La energía solar, el hombre y la agricultura. José J. García Ba-dell. 1982.

Fruticultura. Fisiología, ecología del árbol frutal y tecnología apli-cada. Jesús Vozmediano. 1982.

Bases técnicas y aplicativas de la mejora genética del ganado vacunolechero. V. Calcedo Ordóñez. 1983.

Manual para la interpretación y aplicación de tarifas eléctricas en elsector agrario. Rafael Calvo Báguena y Pedro Molezún Rebe-llón. 1985.

Patología e higiene animal. Manuel Rodríguez. Rebollo, 1985.

Animales y contaminación biótica ambiental. Laureano Saiz Morenoy Carlos Compaire Fernández. 1985.

La agricu[tura y el ahorro energético. José Javier García Badell. 1985.

El espacio rural en la ordenación del territorio. Domingo GómezOrea. 1985.

La informática, una herramienta al servicio del agricultor. PrimitivoGómez Torán. 1985.

435

Page 24: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

- La ecología del árbol frutal. Fernando Gil-Albert Velarde. 1986.- El chopo y su cultivo. J. Oresanz. 1987.- Bioclimatología animal. J. Fernández Carmona. 1987.- Técnica y aplicaciones agrícolas de la Biometanización. Muñoz

Valero, Ortiz Cañavate y Vázquez Minguela. 1987.

- Turbo BASIC. Gestión de base de datos. García Badell, J. L. 1990.- D Base IV. Lenguaje del investigador. García Badell, J. L. 1991.- Atlas fitoclimático de España. Taxonomías. Allúe-Andrade, J. L.

1990.

- La planificación rural. D. Gómez Orea. 1991.

SERIE RECOPILACIONES BIBLIOGRAFICAS

N.1. Antropología Marítima. José Pascual Fernández.

N.2. Agricultura contractual y coordinación vertical en el sector agrario: áreasde investigación y análisis bibliográfico. Javier Sanz Cañada (1988).

N.3. La propiedad pública de la tierra en España (1950-1988). EsterSáez Pombo/Carlos Manuel Valdés (1989).

N.4. Arrendamientos rústiŝos. Bernardo Roselló Beltrán (1989).

N.S. Espacios y actividades de ocio en el ámbito rural. Alfonso MuleroMendigorri (1990).

N.6. Difusión de tecnología, capacitación y extensión agraria en Españay en Europa. La cuestión de las nuevas tecnologías y su repercusiónen la agricultura. Joaquín Farinós Dasi (1986).

N.7. Usos agrarios en áreas periurbanas. Celedonio Fernández Blan-co (1988).

N.B. La .vitivinicultura en España (1750-1988). Juan Luis Pan-MontojoGonzález (1989).

SERIE CEE

- Principales disposiciones de la CEE:

• Sector agromonetario.

• Sector algodón (2.a Edición).

• Sector arroz (2 a Edición).

• Sector azúcar (2.a Edición).

• Sector de carnes de ovino y caprino.

• Sector carne porcino (2.a Edición).

• Sector de la carne de vacuno.

• Sector cereales (2 a Edición).

• Sector forrajes (2.' Edición).

436

Page 25: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

• Sector frutas y hortalizas frescas (2.° Edición).• Sector frutas y hortalizas transformadas (3.° Edición).• Sector guisantes, habas y haboncillos (2.° Edición).• Sector leche y productos lácteos (2.° Edición).• Sector legislación veterinaria (2.° Edición).• Sector lino y cáñamo (2.° Edición).• Sector lúpulo (2.° Edición).• Sector materias grasas (2 ° Edición).• Sector plantas vivas (2.° Edición).

• Sector productos agrarios transformados.

• Sector tabaco (2.° Edición).• Sector vino (2.° Edición).

- Política de Estructuras (2.° Edición).

- Política vitivinícola en España y en la Comunidad Económica Euro-pea. L. M. Albisu y P. Arbona. 1986.

- El sector avícola en España y en la CEE.

- El sector del tomate para conserva en España y en la CEE. 1987.- Política agraria común y conservación de la cubierta vegetal. 1989.- Aplicación de la PAC en España (campaña 1991-92). 1991.- Ganado ovino y caprino en el área de la CEE y en el mundo. C. Este-

ban. 1990.

- Glosario de términos agrarios comunitarios (2 tomos). J. EncinasGonzález y otros. '

- La reforma de los fondos estructurales en el sector agrario español.MAPA, 1991.

COLOQUIOS HISPANO-FRANCESES

Supervivencia de la montaña (Madrid, 1980). Casa de Velázquez.MAPA. 1981.

Espacios litorales (Madrid, noviembre 198I). Casa de Velázquez.MAPA. 1982.

Espacios rurales (Madrid, abril 1983) (2 tomos). Casa de Velázquez.MAPA. 1984.

Agricultura periurbana (Madrid, septiembre 1988). Casa de Veláz-quez. MAPA. 1988.

Supervivencia de los espacios naturales (Madrid, febrero 1988). Casade Velázquez. MAPA. 1989.

OTROS TITULOS

- Madrid verde. J. Izco. MAPA. 1984.

437

Page 26: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

- La problemática de la pesca en el nuevo derecho del mar. J. R. Cer-

vera Pery. 1984.

- Agricultura, pesca y alimentación. Constitución, Estatutos, Traspasos,Jurisprudencia Constitucional, legislación de las Comunidades Autó-nomas. MAPA. 1985.

- Sociedad rural y juventud campesina. J. J. González y otros. MAPA.

1985.

- Historia de[ Merino. Eduardo Laguna. MAPA. 1986.

- La Europa azul. J. J. Cabrera y J. Macau. MAPA. 1986.- Desamartización y Hacienda Pública (Jornadas Universidad Interna-

cional Ménéndez Pelayo). MAPA. 1986. -

- Pesqueros españoles. J. C. Arbex. MAPA. 1987.

- Supervivencia en la Sierra Nor[e de Sevilla. Equipo pluridisciplinarfra.nco-españoG MAPA. 1987.

- Conservación y desarrollo de las dehesas portuguesa y española.P. Campos Palacín y M. Martín Bellido. MAPA. 1987.

- Catá[ogo denominación especies acuícolas foráneas (1 tomo). 1987.

- La sardina, un tesoro de nuestros mares. MAPA. 1985.

- Los pescados azules de nuestras costas. MAPA. 1983.

- Las raíces del aceite de oliva. MAPA. 1983.

- Una imagen de calidad, los productos del Cerdo Ibérico. MAPA.

1984. '

- Una fuente de proteínas, alubias, garbanzos y lentejas. MAPA. 1984.

- Atlas de las frutas y hortalizas. J. Díaz Robledo. 1981.

- Historia y Evolución de la Colonización Agraria en España. Po[íticay Técnicas en la Ordenación del Espacio Rural. Volúmenes I, II y III.MAPA. MOPU. MAP. 1987,1990 y 1991.

- Extensión de cultivos en España en el siglo XVIII. Felipa Sánchez

Salazar. MAPA. SIGLO XXI.1988.

- El Palacio de Fomento. J. C. Arbex. MAPA. 1988.

- Acuicultura y Economía. Coordinadores G. Ruiz, R. Esteve yA. Ruiz. 1988. MAPA. Universidad de Málaga.

- Economía y sociología de las comunidades pesqueras. Varios autores.

MAPA. Universidad de Santiago. 1989.

- Estructuras Agrarias y Reformismo Ilustrado en la España de[ sigloXVIIL Varios autores. MAPA. 1989.

- Los Pastores de Cameros. L. V. Elías y C. Muntión. Gobierno de LaRioja. MAPA. 1989.

- Técnicas de análisis de datos multidimensionales. Lucinio Júdez

Asensio. MAPA. 1989.

- Specilegia Zoológica. P. S. Pallás. Estudio Preliminar de R. Alva-

rado. MAPA. 1988.

438

Page 27: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

- Estructura de las Explotaciones Agrarias en España 7982. Luis RuizMaya y otros (tomos 1, 2, 3 y 4). MAPA. 1989.

- EI buen gusto de España. Ana de Letamendia, Lourdes Plana y Gon-zalo Sol. MAPA. 1991.

- Consumo Alimentario en España (2 tomos). MAPA. 1991.

- La Alimentación en España. MAPA. 1992.

- Historia natural y moral de las Aves (1.° parte). Edición facsímil.ICONA, 1989.

- Un viaje a la Antártida. IEO. MAPA. 1990.- España, encrucijada de culturas alimentarias. E. Terrón. 1991.

- Diccionario multilingiie de especies marinas. 1992.

- Catálogo de investigadores en Ciencias y Tecnologías marinas. 1992.

- Subericultura. J. Vieira Natividade. 1991. Edición preparada porP. Campos Palacín.

- Los montes de España en la historia. E. Bauer. 1991.

- Flora agrícola. E. Sánchez Mooge. 1991.

- Ministerio de Fomento. Sede del MAPA. 1991.

- Situación socioprofesional de la mujer en la agricultura española (T.I:Recopilación bibliográfica y T. 11: La mujer en las estadísticas oficia-les). J. Vicente-Mazariegos y F. Porto. 1991.

- EI trabajo rural en España (1876-1936). V. Rodríguez Labandeira.Coedición con Anthropos.

- Estadísticas históricas de la producción agraria española, 1859, 1935.Grupo de Estudios de Historia Rural. 1991.

- Historia de los regadíos en España (...a.c., 1931). AL MUDAYNA.1991.

- La obra hidráulica en la cuenca baja del Cuada[quivir (siglos XVIII-XX). L. del Moral Ituarerte. Coedición con la Universidad de Sevillay la Junta de Andalucía.

- La expedición botánica al virreinato del Perú (1777-1788). Edición acargo de: Antonio González Bueno. MAPA (ICONA)-CSIC (RealJardín Botánico) y Comisión Quinto Centenario, 1988, 2 tomos.

- Flora Huayaquilensis. Coordinador: Manuel Fernández Rivilla.MAPA (ICONA)-CSIC (Real Jardín Botánico). Quinto Centenario-Universidad Central Quito (Ecuador),1989. 2 tomos (1 de ilustracio-nes). ,

- Una historia del tabaco en España. Javier López Linage y Juan Her-nández Andréu. Agencia Nacional del Tabaco/CETERSA-MAPA,1990.

- Moxos (descripciones exactas e historia fiel de los indios, animales yplantas de la provincia de Mozos en el virreinato del Perú). PorLázaro de Ribera (1786-1794). Edición de Mercedes Palau y BlancaSaiz. MAPA (ICONA-INSPV).

439

Page 28: ^,ES POSIBLE HABLAR DE UN SINDICALISMO AGRARIO EUROPEO? · La génesis del sindicalismo agrario en Europa presenta también un claro sincronismo. Si se quisiera poner fecha al momento

La Agricultura viajera (Cultivos y manufacturas de plantas industria-les y alimentarias en España y en la América Virreinal). Edición acargo de Joaquín Fernández Pérez e Ignacio González Tascón.CSIC-MAPA-CETARSA-TABACALERA, S.A., LUNWERG,S.A. Editores,1990.

Intercambio y difusión de p[antas de consumo entre el nuevo y el viejomundo. Julia García Paris. MAPA (Servicio de Extensión Agraria),1991.

Flora Ilustrada (Láminas botánicas de las expediciones a América yFilipinas en el siglo XVIII). MAPA/Real Jardín Botánico, 1991(2.a Edición).

El Ganado Español, un descubrimiento para América. EduardoLaguna Sanz. MAPA (SGT),1991.

De papa a patata (La difusión española de un tubérculo andino).Javier López Linage, ed. MAPA-AECI-Quinto Centenario, 1991.

La vitivinicultura americana y sus raíces. Coordinador General: LuisHidalgo. MAPA.

440