Ese extraño señor Alan Pauls

download Ese extraño señor Alan Pauls

of 2

Transcript of Ese extraño señor Alan Pauls

  • 8/14/2019 Ese extrao seor Alan Pauls

    1/2

    Ese extrao seor Alan Pauls

    Por Roberto Bolao

    Lo primero que le de l fue un cuento absolutamente original, "El caso Berciani",publicado en la antologa Buenos Aires, de Juan Forn, Anagrama, 1992. En dicholibro, compuesto por textos de escritores tan relevantes como Piglia, Aira,Saccomanno o Fresn, el cuento del seor Pauls sobresala por diversos motivos, elms notable de los cuales era una anomala: haba algo en "El caso Berciani" quesugera un rizo espacio-temporal, no slo en el argumento, que por otra parte noiba de eso, es decir no era de ciencia-ficcin ni nada parecido, sino en elencadenamiento de los hechos narrados, en la feroz entropa apenas entrevista, enla disposicin de los prrafos y de las oraciones.

    Durante mucho tiempo fui un lector fervoroso de este escritor del que slo conoca

    un cuento. Saba pocas cosas de l: haba nacido en Buenos Aires en 1959, habapublicado dos novelas que jams pude encontrar, El pudor del porngrafo y Elcoloquio y un libro de ensayo sobre Manuel Puig. As que durante mucho tiempo metuve que conformar --y fue ms que suficiente-- con leer y releer "El caso Berciani",que a estas alturas me parece, es evidente, un cuento perfecto, si es que existenmonstruos perfectos, supuesto poco razonable.

    Hasta que un da entr en contacto con el fabuloso seor Pauls. No s si yo leescrib o fue l quien me escribi. Creo que fue l. Una carta cuya sequedad medej impresionado. Temblando, incluso. En esa carta me hablaba de un viaje enautomvil en compaa de su hija, una nia de edad similar a la de mi hijo, tal vezun poco menor. El viaje, segn entend tras releer su carta diez veces (vicio

    adquirido con "El caso Berciani") haba empezado en el centro de Buenos Aires paraterminar en el extrarradio. La jovencita Pauls pareca una nia inteligentsima. Supadre, un conductor de coches experto. El mundo, inhspito. Contest su cartamandndole saludos a la nia, de mi parte y de parte de mi hijo. Tal vez aqucomet una falta de delicadeza, pues el seor Pauls tard un poco en contestarme,aduciendo no s qu problemas con su computadora. Su hija se hizo ladesentendida con respecto a los saludos de mi hijo.

    Poco despus le dos cuentos o dos fragmentos de una saga hipocondriaca omdica, firmados por el seor Pauls, y que hasta donde s, permanecen inditos.Ambos cuentos o fragmentos o lo que sea me parecieron perfectos, monstruosperfectos. Llegado a este punto, como comprender cualquier lector, lo nico quedeseaba era seguir leyndolo. De tal manera que le ped a Rodrigo Fresn (quien,adems de amigo del seor Pauls, durante un tiempo fue su vecino) que en suprximo viaje a la Argentina arramblara con todo lo que estuviera firmado por esteautor. As leWasabi, su tercera y por ahora ltima novela, en donde narra elcrecimiento y el a la postre imposible amaestramiento de un fornculo, y su libro deensayos sobre Borges, El factor Borges, un libro estupendo, como Wasabi, pero quedesde el inicio plantea una serie de problemas borgeanos: el libro est firmado porAlan Pauls y Nicols Helft, sin embargo en los crditos se aclara que el texto es deAlan Pauls y que las imgenes reproducidas con generosidad pertenecen a losArchivos de la Fundacin San Telmo. Entonces por qu el libro aparece firmado porNicols Helft? Y quin es Nicols Helft? Segn Fresn, Nicols Helft es elpropietario de algunas de las ilustraciones o de los facsmiles que aparecen en ellibro. Yo no lo creo. Tampoco creo que sea un heternimo creado por el seor

    Pauls, poco dado a excesos portugueses, sino ms bien la sombra de una sombra,la sombra de un conde polaco, por ejemplo, o la sombra de cierta descorazonadora

  • 8/14/2019 Ese extrao seor Alan Pauls

    2/2

    lucidez.

    Recuerdo una carta que me escribi hace ya mucho tiempo el seor Alan Pauls. Medeca en ella que se haba ido con su mujer --y presumiblemente con su nia-- auna comuna hippie uruguaya. No a vivir, aclaraba, sino a pasar unos das. Duranteesos das lo nico que hizo, eso entend tras leer su carta diez veces, fue terminar

    de leer una novela larga y contemplar una especie de duna que el viento cambiabade sitio de forma ms que perceptible. Pero lo raro fue que nadie se daba cuenta deello. En fin, eso suele pasar, querido seor Pauls, pens tras la lectura nmero diez.Es usted uno de los mejores escritores latinoamericanos vivos y somos muy pocoslos que disfrutamos con ello y nos damos cuenta.

    Encontrado en:http://www.reforma.com/ParseoCoberturas/printpage.asp?pagetoprint=../elangel/articulo/241995/default.htm

    http://sololiteratura.com/bol/bolanoeseextrano.htm

    http://www.reforma.com/ParseoCoberturas/printpage.asp?pagetoprint=../elangel/articulo/241995/default.htmhttp://www.reforma.com/ParseoCoberturas/printpage.asp?pagetoprint=../elangel/articulo/241995/default.htmhttp://www.reforma.com/ParseoCoberturas/printpage.asp?pagetoprint=../elangel/articulo/241995/default.htmhttp://sololiteratura.com/bol/bolanoeseextrano.htmhttp://www.reforma.com/ParseoCoberturas/printpage.asp?pagetoprint=../elangel/articulo/241995/default.htmhttp://www.reforma.com/ParseoCoberturas/printpage.asp?pagetoprint=../elangel/articulo/241995/default.htmhttp://sololiteratura.com/bol/bolanoeseextrano.htm