Especial Internacional 08-11-14

4
BURKINA FASO, LA TIERRA DEL CHE AFRICANO SÁBADO 8 de noviembre de 2014 / Año 2 / N° 86 msafropolitan.com Thomas Sankara gobernó Burkina Faso apenas cuatro años. Su carisma y liderazgo revolucionario produjo una restauración imperialista que se tradujo en su asesinato y el descuartizamiento de su cuerpo no hallado hasta el momento.

description

 

Transcript of Especial Internacional 08-11-14

Page 1: Especial Internacional 08-11-14

BURKINA FASO, LA TIERRA DEL CHE AFRICANO

SÁBADO 8 de noviembre de 2014 / Año 2 / N° 86

msafro

politan

.com

Thomas Sankara gobernó Burkina Faso apenas cuatro años. Su carisma y liderazgo revolucionario produjo una restauración imperialista que se tradujo en su asesinato y el descuartizamiento de su cuerpo no hallado hasta el momento.

Page 2: Especial Internacional 08-11-14

Burkina Faso, patria de los hombres íntegros

INTRODUCCIÓNEn las últimas semanas han sido abundantes las noticias sobre la inestabilidad en Burki-

na Faso y la salida del poder del ya expresidente Blaise Campaoré. Pero casi como siempre no se arrojó luz a la problemática principal del país, incluso se dibujó a la figura de Cam-paoré como un presidente que por encima de todo le dio estabilidad y respetabilidad al país, ocultando su pasado sangriento y pro imperialista.

A primera vista, el hecho pone en cuestionamiento la dependencia de los grandes medios de la informa-ción. Pero al profundizar, la proble-mática va más allá que este hecho cierto y cuestiona nuestra cultura, conocimiento, ciencias, etc., que aún mantienen su impronta colonialista.

El hecho, por un lado, tiene su lógica. Somos parte de este sur que ha padecido cinco siglos de colo-nialismo que ha impuesto su sello en todos estos campos. Para buscar conocimiento sobre África o Asia, nuestros centros del conocimien-to y la investigación producen muy poco, y si lo hacen es a partir del conocimiento producido durante la Colonia y por los centros coloniales.

Esto induce al otro aspecto del fenómeno. La urgencia de producir nuestro propio conocimiento e in-formación producidos por el sur y sobre el sur. Esto es un proceso com-plejo y la segunda independencia que recién arrancó en nuestro con-tinente aún no ha tenido el tiempo y la suficiente acumulación de tra-bajos e investigaciones que rompan esta dependencia con los centros coloniales e imperialistas. Pero lo que queda claro es la urgencia de ir avanzando en estas tareas. Al fin y al

Redacción internacional

2 8 de noviembrede 2014 38 de noviembre

de 2014

THOMAS SANKARA, EL CHE AFRICANO

EL PROYECTO REVOLUCIONARIO DE SANKARA

INDEPENDENCIA Y CAMBIOS PROFUNDOS

HISTORIA COLONIAL DE BURKINA FASO, EL ALTO VOLTA

Dentro de una competencia colonial entre las dos potencias Inglaterra y Francia, las fuerzas de esta última, en 1896, se apoderan del país, pero en-frentadas a una constante resistencia. París y Londres logran un acuerdo de reparto colonial en 1989. Pero con todo, la resistencia de la población au-tóctona se mantiene. La guerra Volta-Bani en 1915-1916 refle-ja la continuidad de esta resistencia. Fi-nalmente, el Gobierno francés sofocó el levantamiento, no sin antes sufrir varias derrotas y ser forzado a armar la mayor fuerza expedicionaria en su historia colo-nial para hacer frente a los nativos.Al finalizar la Primera Guerra Mundial, el 1 de marzo de 1919, y ante la posi-bilidad de repetición de los levanta-mientos armados y otras consideracio-

nes económicas, el gobierno colonial decide separar el territorio de Burkina Faso del de Alto Senegal y Níger con la finalidad de reforzar su administración. La nueva colonia es llamada Alto Volta y François Charles Alexis Édouard Hesling fue su primer gobernador.Pero la colonia fue desmantelada el 5 de septiembre de 1932, y su territorio se dividió entre Costa de Marfil, Malí y Nigeria. La mayor parte del territorio y de la población incluyendo las ciudades de Uagadugú y Bobo-Diulaso fue cedi-do a Costa de Marfil.La decisión fue revertida durante las intensas revueltas anticoloniales que se produjeron al finalizar la Segunda Guerra Mundial, y el 4 de septiembre de 1947 el Alto Volta fue restablecido en las fronteras que ocupaba en 1932.

Thomas Sankara era hijo de Marguerite Sanka-ra (fallecida el 6 de marzo de 2000) y de Sambo Joseph Sankara (1919-4 de agosto de 2006), un policía. Estudió primaria en Gaoua y secundaria en Bobo-Dioulasso, la segunda mayor ciudad del país. Su padre combatió en el ejército francés durante la Segunda Guerra Mundial y fue captu-rado por los nazis.Después de un entrenamiento militar básico en la escuela secundaria en 1966, Sankara empe-zó su carrera militar con la edad de 19 años. Un año más tarde fue enviado a Madagascar para el entrenamiento de oficiales en Antsirabe, donde presenció los levantamientos populares en 1971 y 1972 contra el gobierno de Philibert Tsiranana y leyó por primera vez las obras de Karl Marx y Lenin, que iban a influir profundamente en sus opiniones políticas para el resto de su vida. Vol-vió al Alto Volta en 1972 y en 1974 luchó en una

guerra fronteriza entre su país y el vecino Mali. Ganó notoriedad por su heroica actuación en esta guerra, pero años más tarde rechazaría a la guerra viéndola como “inútil e injusta”, un reflejo de su creciente conciencia política.Empezó a ser una figura popular en la capital Uagadugú y a ser conocido como un buen gui-tarrista (tocaba en una banda llamada Tout-à-Coup Jazz). En 1976 llegó a ser comandante del Centro de En-trenamiento de Comandos en Po. En este mismo año conoció a Blaise Campaoré en Marruecos. Durante la presidencia del coronel Saye Zerbo, un grupo de oficiales jóvenes formó la Agrupa-ción de Oficiales Comunistas (Regroupement des Officiers Communistes, o ROC, en francés). Los miembros más conocidos de la organización fue-ron Henri Zongo, Jean-Baptiste Boukary Lingani, Blaise Compaorè y el propio Sankara.

Sankara fue nombrado secretario de Estado para la Información en el gobierno militar en sep-tiembre de 1981, yendo a su primera reunión de gabinete en una bicicleta, pero renunció el 21 de abril de 1982 en oposición a lo que vio como deriva antiobrera del régimen.Un nuevo golpe (el 7 de noviembre de 1982) lle-vó al poder a Jean-Baptiste Ouédraogo, Sankara llegó a ser primer ministro en enero de 1983, pero fue despedido el 17 de mayo y estuvo bajo arresto en su casa después de la visita al país del hijo del entonces presidente francés y el asesor de asuntos africanos Jean-Christophe Mitte-rrand. Henri Zongo y Jean-Baptiste Boukary tam-bién fueron puestos bajo arresto, lo que causó un levantamiento popular.El levantamiento dirigido por Blaise Campao-ré hizo a Sankara presidente el 4 de agosto de 1983, a la edad de 33 años.

En primer lugar se tiene que señalar que su gobier-no apenas duró cuatro años, ya que en 1987 fue derrocado por su compañero de armas, Campaoré, quien lo asesina y descuartiza su cuerpo.Su proyecto fue claramente a contracorriente de la época: cuando la URSS comenzaba su definitiva quiebra y mientras en el mundo occidental se afir-maba la revolución conservadora neoliberal de los Reagan y Thatcher, asumida poco después por la socialdemocracia en Francia, claramente a partir de aquel mismo año, por Mitterrand. “Thomas Sankara comprendió muy rápido que para salir del agujero había que contar con los propios recursos y sobre una autonomía colectiva panafri-cana”, explica el profesor Salmone Fall. “Dio poder a los campesinos, a las mujeres, a los que hacen funcionar la economía de verdad y quiso poner a la elite en una lógica patriótica, es decir apartada del enriquecimiento ilimitado y de la corrupción de los fondos públicos. Comprendió la necesidad de crear unas nuevas relaciones con las potencias occiden-tales, con intercambios equitativos y protección de los mercados nacionales. En el fondo no hizo más que poner en práctica las ideas de Patricio Lumum-

ba, Mehdi Ben Barka, Gamal Abdel Naser y Amílcar Cabral, todos ellos asesinados o combatidos. Por eso fue asesinado”, concluyó este experto.Sankara, “tenía una idea muy clara de las limitacio-nes de su revolución, sabía que no podría triun-far aislada y era un internacionalista convencido”, explica el periodista Pedro Canales. “Su táctica era desarrollar la cultura, todo tipo de conocimiento, para evitar que la revolución acabara como tantas otras. Mientras se limitó a Burkina, los franceses le dejaron hacer, pero cuando se lanzó a apoyar a grupos similares al suyo en Costa de Marfil, Togo, Benín y Sierra Leona, las cosas comenzaron a tor-cerse. París se puso manos a la obra. No se quería asesinar a un presidente con tanto carisma y se organizó de tal manera que lo hicieran los propios burkinabés. Sembraron la cizaña dentro el grupo dirigente y se provocó un golpe de Estado”, re-cuerda el periodista. Una semana antes de su muerte, Sankara se dirigió a la gente y dijo que sería su propio epitafio, remar-cando que “aunque los revolucionarios, como los individuos, puedan ser asesinados, nunca se po-drán matar sus ideas”.

El 11 de diciembre de 1958, el país logra el autogobierno y se convier-te en una república y miembro de la comunidad franco-africana (La Com-munauté Franco-Africaine). La inde-pendencia formal es lograda en 1960. En 1966 se produce el primer golpe militar y el poder civil recién retoma el gobierno en 1978.En 1980 se produce un nuevo gol-pe militar liderado por Saye Zerbo, quien a su vez es derrocado en 1982. A esto sigue un alzamiento en 1983 dirigido por Capaoré, que lleva al poder a Thomas Sankara, un caris-mático capitán. En 1984 el Gobier-no revolucionario cambió no sólo el nombre del país a Burkina Faso, sino que modificó la bandera, el escudo y el himno nacional.

El pueblo Burkina Faso salió a las calles para obligar al expresidente Blaise Campaoré a dimitir y abandonar el país.

Ubicación de Burkina Faso en al mapa mundial.

Bandera nacional de Burkina Faso.

Reuters

wikiped

iawikiped

ia

cabo, el conocimiento es poder y las consecuencias de este poder depen-den de quien lo ejerza, el sistema capitalista, imperial y neoliberal o los del sur.

Volviendo al tema de Burkina Faso, vamos a ver cómo la pugna entre las tradicionales potencias coloniales de entonces, Inglaterra y Francia y el reparto colonial entre ambas, terminó con el dominio co-lonial francés en el país.

Veremos también cómo la resis-tencia de los originarios del país con-dujo a la potencia colonial a repartir el territorio entre varios países veci-nos y hacer desaparecer al Alto Volta (el nombre colonial de Burkina Faso) para que a pocas décadas del hecho la misma resistencia obligue a la po-tencia colonial francesa a echar mar-cha atrás y recomponer el territorio y el renacimiento del Alto Volta, pero dentro el dominio colonial de París.

Veremos cómo la inestabilidad típica en las colonias produce un triunfo revolucionario encabezado por el joven Thomas Sankara, que en su momento se le apodó el Che de África, como pretendió acometer cambios libertarios en su país con

fuerte influencia latinoamericana y en concreta cubana. Sankara cam-bió el nombre colonialista del país del Alto Volta a Burkina Faso, que en lengua nativa quiere decir ‘Patria de los hombres íntegros’. El nuevo es-cudo nacional que adoptó contiene el grito de libertad latinoamericana ‘Patria libre o morir, venceremos’.

La metrópoli París no tarda en tejer los hilos de una restauración conservadora e imperialista, para ello recurre al compañero de armas de Sankara, a Campaoré, que trama un golpe de estado, asesina a Sanka-ra, descuartizó su cuerpo (que hasta la actualidad no ha sido localizado) y restablece las relaciones con Francia.

Después de más de tres décadas del gobierno de Campaoré y frente a su pretensión de modificar la Consti-tución con el fin de prolongar su go-bierno, el pueblo de Burkina Faso se lanza a la calle y le obliga a dimitir y a abandonar al país.

Actualmente, es el teniente coronel Isaac Zida quien ostenta el poder en una fase transitoria que pretende lle-var el país a un gobierno civil en una situación en la que todavía no está cla-ra la dirección que tomará el país.

Page 3: Especial Internacional 08-11-14

Burkina Faso, patria de los hombres íntegros

INTRODUCCIÓNEn las últimas semanas han sido abundantes las noticias sobre la inestabilidad en Burki-

na Faso y la salida del poder del ya expresidente Blaise Campaoré. Pero casi como siempre no se arrojó luz a la problemática principal del país, incluso se dibujó a la figura de Cam-paoré como un presidente que por encima de todo le dio estabilidad y respetabilidad al país, ocultando su pasado sangriento y pro imperialista.

A primera vista, el hecho pone en cuestionamiento la dependencia de los grandes medios de la informa-ción. Pero al profundizar, la proble-mática va más allá que este hecho cierto y cuestiona nuestra cultura, conocimiento, ciencias, etc., que aún mantienen su impronta colonialista.

El hecho, por un lado, tiene su lógica. Somos parte de este sur que ha padecido cinco siglos de colo-nialismo que ha impuesto su sello en todos estos campos. Para buscar conocimiento sobre África o Asia, nuestros centros del conocimien-to y la investigación producen muy poco, y si lo hacen es a partir del conocimiento producido durante la Colonia y por los centros coloniales.

Esto induce al otro aspecto del fenómeno. La urgencia de producir nuestro propio conocimiento e in-formación producidos por el sur y sobre el sur. Esto es un proceso com-plejo y la segunda independencia que recién arrancó en nuestro con-tinente aún no ha tenido el tiempo y la suficiente acumulación de tra-bajos e investigaciones que rompan esta dependencia con los centros coloniales e imperialistas. Pero lo que queda claro es la urgencia de ir avanzando en estas tareas. Al fin y al

Redacción internacional

2 8 de noviembrede 2014 38 de noviembre

de 2014

THOMAS SANKARA, EL CHE AFRICANO

EL PROYECTO REVOLUCIONARIO DE SANKARA

INDEPENDENCIA Y CAMBIOS PROFUNDOS

HISTORIA COLONIAL DE BURKINA FASO, EL ALTO VOLTA

Dentro de una competencia colonial entre las dos potencias Inglaterra y Francia, las fuerzas de esta última, en 1896, se apoderan del país, pero en-frentadas a una constante resistencia. París y Londres logran un acuerdo de reparto colonial en 1989. Pero con todo, la resistencia de la población au-tóctona se mantiene. La guerra Volta-Bani en 1915-1916 refle-ja la continuidad de esta resistencia. Fi-nalmente, el Gobierno francés sofocó el levantamiento, no sin antes sufrir varias derrotas y ser forzado a armar la mayor fuerza expedicionaria en su historia colo-nial para hacer frente a los nativos.Al finalizar la Primera Guerra Mundial, el 1 de marzo de 1919, y ante la posi-bilidad de repetición de los levanta-mientos armados y otras consideracio-

nes económicas, el gobierno colonial decide separar el territorio de Burkina Faso del de Alto Senegal y Níger con la finalidad de reforzar su administración. La nueva colonia es llamada Alto Volta y François Charles Alexis Édouard Hesling fue su primer gobernador.Pero la colonia fue desmantelada el 5 de septiembre de 1932, y su territorio se dividió entre Costa de Marfil, Malí y Nigeria. La mayor parte del territorio y de la población incluyendo las ciudades de Uagadugú y Bobo-Diulaso fue cedi-do a Costa de Marfil.La decisión fue revertida durante las intensas revueltas anticoloniales que se produjeron al finalizar la Segunda Guerra Mundial, y el 4 de septiembre de 1947 el Alto Volta fue restablecido en las fronteras que ocupaba en 1932.

Thomas Sankara era hijo de Marguerite Sanka-ra (fallecida el 6 de marzo de 2000) y de Sambo Joseph Sankara (1919-4 de agosto de 2006), un policía. Estudió primaria en Gaoua y secundaria en Bobo-Dioulasso, la segunda mayor ciudad del país. Su padre combatió en el ejército francés durante la Segunda Guerra Mundial y fue captu-rado por los nazis.Después de un entrenamiento militar básico en la escuela secundaria en 1966, Sankara empe-zó su carrera militar con la edad de 19 años. Un año más tarde fue enviado a Madagascar para el entrenamiento de oficiales en Antsirabe, donde presenció los levantamientos populares en 1971 y 1972 contra el gobierno de Philibert Tsiranana y leyó por primera vez las obras de Karl Marx y Lenin, que iban a influir profundamente en sus opiniones políticas para el resto de su vida. Vol-vió al Alto Volta en 1972 y en 1974 luchó en una

guerra fronteriza entre su país y el vecino Mali. Ganó notoriedad por su heroica actuación en esta guerra, pero años más tarde rechazaría a la guerra viéndola como “inútil e injusta”, un reflejo de su creciente conciencia política.Empezó a ser una figura popular en la capital Uagadugú y a ser conocido como un buen gui-tarrista (tocaba en una banda llamada Tout-à-Coup Jazz). En 1976 llegó a ser comandante del Centro de En-trenamiento de Comandos en Po. En este mismo año conoció a Blaise Campaoré en Marruecos. Durante la presidencia del coronel Saye Zerbo, un grupo de oficiales jóvenes formó la Agrupa-ción de Oficiales Comunistas (Regroupement des Officiers Communistes, o ROC, en francés). Los miembros más conocidos de la organización fue-ron Henri Zongo, Jean-Baptiste Boukary Lingani, Blaise Compaorè y el propio Sankara.

Sankara fue nombrado secretario de Estado para la Información en el gobierno militar en sep-tiembre de 1981, yendo a su primera reunión de gabinete en una bicicleta, pero renunció el 21 de abril de 1982 en oposición a lo que vio como deriva antiobrera del régimen.Un nuevo golpe (el 7 de noviembre de 1982) lle-vó al poder a Jean-Baptiste Ouédraogo, Sankara llegó a ser primer ministro en enero de 1983, pero fue despedido el 17 de mayo y estuvo bajo arresto en su casa después de la visita al país del hijo del entonces presidente francés y el asesor de asuntos africanos Jean-Christophe Mitte-rrand. Henri Zongo y Jean-Baptiste Boukary tam-bién fueron puestos bajo arresto, lo que causó un levantamiento popular.El levantamiento dirigido por Blaise Campao-ré hizo a Sankara presidente el 4 de agosto de 1983, a la edad de 33 años.

En primer lugar se tiene que señalar que su gobier-no apenas duró cuatro años, ya que en 1987 fue derrocado por su compañero de armas, Campaoré, quien lo asesina y descuartiza su cuerpo.Su proyecto fue claramente a contracorriente de la época: cuando la URSS comenzaba su definitiva quiebra y mientras en el mundo occidental se afir-maba la revolución conservadora neoliberal de los Reagan y Thatcher, asumida poco después por la socialdemocracia en Francia, claramente a partir de aquel mismo año, por Mitterrand. “Thomas Sankara comprendió muy rápido que para salir del agujero había que contar con los propios recursos y sobre una autonomía colectiva panafri-cana”, explica el profesor Salmone Fall. “Dio poder a los campesinos, a las mujeres, a los que hacen funcionar la economía de verdad y quiso poner a la elite en una lógica patriótica, es decir apartada del enriquecimiento ilimitado y de la corrupción de los fondos públicos. Comprendió la necesidad de crear unas nuevas relaciones con las potencias occiden-tales, con intercambios equitativos y protección de los mercados nacionales. En el fondo no hizo más que poner en práctica las ideas de Patricio Lumum-

ba, Mehdi Ben Barka, Gamal Abdel Naser y Amílcar Cabral, todos ellos asesinados o combatidos. Por eso fue asesinado”, concluyó este experto.Sankara, “tenía una idea muy clara de las limitacio-nes de su revolución, sabía que no podría triun-far aislada y era un internacionalista convencido”, explica el periodista Pedro Canales. “Su táctica era desarrollar la cultura, todo tipo de conocimiento, para evitar que la revolución acabara como tantas otras. Mientras se limitó a Burkina, los franceses le dejaron hacer, pero cuando se lanzó a apoyar a grupos similares al suyo en Costa de Marfil, Togo, Benín y Sierra Leona, las cosas comenzaron a tor-cerse. París se puso manos a la obra. No se quería asesinar a un presidente con tanto carisma y se organizó de tal manera que lo hicieran los propios burkinabés. Sembraron la cizaña dentro el grupo dirigente y se provocó un golpe de Estado”, re-cuerda el periodista. Una semana antes de su muerte, Sankara se dirigió a la gente y dijo que sería su propio epitafio, remar-cando que “aunque los revolucionarios, como los individuos, puedan ser asesinados, nunca se po-drán matar sus ideas”.

El 11 de diciembre de 1958, el país logra el autogobierno y se convier-te en una república y miembro de la comunidad franco-africana (La Com-munauté Franco-Africaine). La inde-pendencia formal es lograda en 1960. En 1966 se produce el primer golpe militar y el poder civil recién retoma el gobierno en 1978.En 1980 se produce un nuevo gol-pe militar liderado por Saye Zerbo, quien a su vez es derrocado en 1982. A esto sigue un alzamiento en 1983 dirigido por Capaoré, que lleva al poder a Thomas Sankara, un caris-mático capitán. En 1984 el Gobier-no revolucionario cambió no sólo el nombre del país a Burkina Faso, sino que modificó la bandera, el escudo y el himno nacional.

El pueblo Burkina Faso salió a las calles para obligar al expresidente Blaise Campaoré a dimitir y abandonar el país.

Ubicación de Burkina Faso en al mapa mundial.

Bandera nacional de Burkina Faso.

Reuters

wikiped

iawikiped

ia

cabo, el conocimiento es poder y las consecuencias de este poder depen-den de quien lo ejerza, el sistema capitalista, imperial y neoliberal o los del sur.

Volviendo al tema de Burkina Faso, vamos a ver cómo la pugna entre las tradicionales potencias coloniales de entonces, Inglaterra y Francia y el reparto colonial entre ambas, terminó con el dominio co-lonial francés en el país.

Veremos también cómo la resis-tencia de los originarios del país con-dujo a la potencia colonial a repartir el territorio entre varios países veci-nos y hacer desaparecer al Alto Volta (el nombre colonial de Burkina Faso) para que a pocas décadas del hecho la misma resistencia obligue a la po-tencia colonial francesa a echar mar-cha atrás y recomponer el territorio y el renacimiento del Alto Volta, pero dentro el dominio colonial de París.

Veremos cómo la inestabilidad típica en las colonias produce un triunfo revolucionario encabezado por el joven Thomas Sankara, que en su momento se le apodó el Che de África, como pretendió acometer cambios libertarios en su país con

fuerte influencia latinoamericana y en concreta cubana. Sankara cam-bió el nombre colonialista del país del Alto Volta a Burkina Faso, que en lengua nativa quiere decir ‘Patria de los hombres íntegros’. El nuevo es-cudo nacional que adoptó contiene el grito de libertad latinoamericana ‘Patria libre o morir, venceremos’.

La metrópoli París no tarda en tejer los hilos de una restauración conservadora e imperialista, para ello recurre al compañero de armas de Sankara, a Campaoré, que trama un golpe de estado, asesina a Sanka-ra, descuartizó su cuerpo (que hasta la actualidad no ha sido localizado) y restablece las relaciones con Francia.

Después de más de tres décadas del gobierno de Campaoré y frente a su pretensión de modificar la Consti-tución con el fin de prolongar su go-bierno, el pueblo de Burkina Faso se lanza a la calle y le obliga a dimitir y a abandonar al país.

Actualmente, es el teniente coronel Isaac Zida quien ostenta el poder en una fase transitoria que pretende lle-var el país a un gobierno civil en una situación en la que todavía no está cla-ra la dirección que tomará el país.

Page 4: Especial Internacional 08-11-14

4 8 de noviembrede 2014

CONCLUSIÓN

Ubicación de Burkina Faso en el occidente Africano. Nótese que el país no tiene salida al mar.

La gran mesquita de Bobo-Dioulasso.

Teniente Coronel Isaac Zida, actual presidente transitorio de Burkina Faso.

Estación del ferrocaril del Bobo-Dioulasso.

Wikiped

iaWikiped

iaAFP

Wikiped

ia

Gracias a una relativa libertad de expresión y plu-ralismo político, Campaoré se hizo presentable en París y ha mantenido padrinazgos estables dentro del Partido Socialista francés. El presiden-te saliente ha sido una pieza disciplinada de la llamada Françafrique (el África Francesa), el siem-pre turbio orden neocolonial de complicidades, corruptelas y dependencias políticas y económi-cas existente entre París y sus exdominios africa-nos. Desde hace años, ese orden se siente ame-nazado por la competición y creciente presencia en África de países como China e India, explica el politólogo de origen egipcio-senegalés Aziz Sal-mone Fall, profesor de la Universidad de Quebec en Montreal. La caída de Campaoré no fue tramada por París o cualquier capital imperialista, sino por el mismo pueblo de Burkina Faso. Pero el fenómeno po-pular ocurre sin que haya una dirección política clara y consolidada.A lo anterior, se añade que el hecho transcurre en un contexto concreto de la coyuntura interna-cional. El continente comienza a ser escenario de esa estrategia de lucha contra el terrorismo, véa-se la desestructuración de Libia, mediante la cual los ejércitos son poco a poco controlados por los estados mayores occidentales”. Estados Unidos está desplegando desde el año pasado tropas en 35 países de África.La convivencia dentro de la pluralidad étnica como religiosa en Burkina Faso ha sido bien marcada a los largo de su historia, pero países con la misma característica, vemos que ahora sufren las divisiones provocadas étnicas y/o re-

ligiosas como el caso de Siria e Irak. Grupos ex-tremistas con supuestas pretensiones religiosas como Buko Haram, Daesh, Al Nusra pululan por todas partes abriendo la puerta a las ya bien co-nocidas intervenciones de EEUU, la OTAN y las potencias europeas. Aquí no se pretende señalar una dirección con-creta de la evolución de los acontecimientos en Burkina Faso, más bien se pretende señalar los peligros potenciales que la agresividad imperia-lista está imprimiendo en todas partes de nues-tro planeta. De momento el teniente coronel Isaac Zida, ac-tual presidente del país, está sometido a la pre-sión del sistema neoliberal para una rápida trans-ferencia del poder, de los militares a los civiles. Desde su asunción al poder, Zida se preocupó de poner en claro su intención de realizar esta transferencia, previa consulta con el conjunto de las fuerzas políticas del país. Por encima de esta aclaración se le da un lapso de tiempo de dos semanas para realizar esta transición. Parece que el sistema imperial y neoliberal tiene prisa y no quiere dar tiempo a una evolución que no corres-ponda a sus intereses.Habrá que ver el resultado de estas consultas y en que desembocan. Por el momento la si-tuación no está clara, pero por encima de todo habrá que recordar que después de más de tres décadas en el poder de Campaoré, el pueblo de Burkina Faso, le obligó a dimitir y abandonar el país. La lucha de los pueblos, tarde o temprano es la protagonista de la evolución y el desarrollo de nuestra historia.