ESPIRITUALIDAD CUARESMAL Conviértenos, Señor, y nos...

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“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias. Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos. Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp. Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626, Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.cl Impresor: Morgan IMpresores s. a. Tel.- 227579400 - Andes # 4616, Quinta Normal - Stgo. EL DOMINGO MARZO - ABRIL 2015 00200708 Dios Nos Habla Cada Día Lu 2: Dn 9, 4-10; Sal 78, 8-9. 11. 13; Lc 6, 36-38. (S. Lucio) Ma 3: Is 1, 10. 16-20; Sal 49, 8-9. 16-17. 21. 23; Mt 23, 1-12. (Stos. Emeterio y Celedonio/ Sta. Elisa) Mi 4: Jer 18, 18-20; Sal 30, 5-6. 14-16; Mt 20, 17-28. (S. Casimiro) Ju 5: Jer 17, 5-10; Sal 1, 1-4. 6; Lc 16, 19-31. (Sta. Olivia) Vi 6: Gn 37, 3-4. 12-13. 17-28; Sal 104, 16-21; Mt 21, 33-43. 45-46. (S. Olegario/ Sta. Elcira) 7: Miq 7, 14-15. 18-20; Sal 102, 1-4. 9-12; Lc 15, 1-3. 11-32. (Stas. Perpetua y Felicidad) Do 8: 3° de Cuaresma Éx 20, 1-17 (o más breve: Éx 20, 1-4. 7-8. 12-17); Sal 18, 8-11; 1Cor 1, 22-25; Jn 2, 13-25. (S. Juan de Dios) A cuarenta días… ¿de qué? De recibir. Los seres humanos damos y recibimos y cuando se trata de las cosas que tiene relación con Dios, lo hacemos desde un acto derivado de la fe. Así, cuando deseamos prepararnos para re- cibir la fiesta de la resurrección del Señor, por medio del tiempo que llamamos Cuaresma, nos abrimos para acoger, para recibir, para guardar para nosotros, para aceptar este acontecimiento. Al abrirnos para recibir lo hacemos en un proceso lento y de manera personal o grupal por- que lo que esperamos recibir, deseamos hacerlo nuestro ya que lo consideramos un bien. Recibir algo, puede hacerse de modo general, en el sentido de decir, voy a entrar en el tiempo de Cuaresma. Es como tomar conciencia de que estamos en espera de la conmemoración de la Pascua del Señor. Un segundo nivel, es vivirlo como un acontecimiento esencial para nosotros y para la vida de la Iglesia, puesto que por medio de esta preparación, asumimos el modo y manera en que se transmite el mensaje de la revelación de Cristo a la fe viva de los creyentes, y en la medida en que estos la reciben de modo libre y personal. No se trata se asumir la preparación a la Pascua porque así se mande, sino porque se considera importante. Es decir, deseamos recibir, acoger y hacer nuestra esta preparación que pedagógicamente los pastores proponen para la vida, celebración, santidad y misión de todos. Las formas concretas en el caso de la Cuaresma, es la práctica litúrgica y sacramental propia de este tiempo. El camino cuaresmal es mirar a Cristo y dejarse mirar por él para percibir de su mirada amo- rosa el don y la gracia de una conversión profunda, hacia Dios, fruto de la gracia. Es una mirada hacia el verdadero centro. Área Eclesial Conferencia Episcopal de Chile ESPIRITUALIDAD CUARESMAL Conviértenos, Señor, y nos convertiremos (Lam 5, 21) En abril comenzamos con los Cursos: Introducción al Antiguo Testamento Introducción al Nuevo testamento Mes de mayo: —El Pentateuco (martes) —Evangelios Sinópticos (jueves) Modalidad Presencial y Virtual: www.sanpablocampus.com Información e inscripciones: SAN PABLO – SOBICAIN: Avda. L. B. O’Higgins 1626 (metro estación Los Héroes) Teléfonos (56) 227200347 – 227200300 [email protected] www.sanpablochile.cl/sobicain [email protected] SAN PABLO – SOBICAIN

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“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp.Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626,Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.clImpresor: Morgan IMpresores s. a. Tel.- 227579400 - Andes # 4616, Quinta Normal - Stgo.

EL DOMINGOMARZO - ABRIL 2015

00200708

Dios Nos Habla Cada Día

Lu 2: Dn 9, 4-10; Sal 78, 8-9. 11. 13; Lc 6, 36-38. (S. Lucio)

Ma 3: Is 1, 10. 16-20; Sal 49, 8-9. 16-17. 21. 23; Mt 23, 1-12. (Stos. Emeterio y Celedonio/ Sta. Elisa)

Mi 4: Jer 18, 18-20; Sal 30, 5-6. 14-16; Mt 20, 17-28. (S. Casimiro)

Ju 5: Jer 17, 5-10; Sal 1, 1-4. 6; Lc 16, 19-31. (Sta. Olivia)

Vi 6: Gn 37, 3-4. 12-13. 17-28; Sal 104, 16-21; Mt 21, 33-43. 45-46. (S. Olegario/ Sta. Elcira)

Sá 7: Miq 7, 14-15. 18-20; Sal 102, 1-4. 9-12; Lc 15, 1-3. 11-32. (Stas. Perpetua y Felicidad)

Do 8: 3° de Cuaresma Éx 20, 1-17 (o más breve: Éx 20, 1-4. 7-8. 12-17);

Sal 18, 8-11; 1Cor 1, 22-25; Jn 2, 13-25. (S. Juan de Dios)

A cuarenta días… ¿de qué? De recibir.

Los seres humanos damos y recibimos y cuando se trata de las cosas que tiene relación con Dios, lo hacemos desde un acto derivado de la fe. Así, cuando deseamos prepararnos para re-cibir la fiesta de la resurrección del Señor, por medio del tiempo que llamamos Cuaresma, nos abrimos para acoger, para recibir, para guardar para nosotros, para aceptar este acontecimiento.

Al abrirnos para recibir lo hacemos en un proceso lento y de manera personal o grupal por-que lo que esperamos recibir, deseamos hacerlo nuestro ya que lo consideramos un bien.

Recibir algo, puede hacerse de modo general, en el sentido de decir, voy a entrar en el tiempo de Cuaresma. Es como tomar conciencia de que estamos en espera de la conmemoración de la Pascua del Señor.

Un segundo nivel, es vivirlo como un acontecimiento esencial para nosotros y para la vida de la Iglesia, puesto que por medio de esta preparación, asumimos el modo y manera en que se transmite el mensaje de la revelación de Cristo a la fe viva de los creyentes, y en la medida en que estos la reciben de modo libre y personal. No se trata se asumir la preparación a la Pascua porque así se mande, sino porque se considera importante.

Es decir, deseamos recibir, acoger y hacer nuestra esta preparación que pedagógicamente los pastores proponen para la vida, celebración, santidad y misión de todos. Las formas concretas en el caso de la Cuaresma, es la práctica litúrgica y sacramental propia de este tiempo.

El camino cuaresmal es mirar a Cristo y dejarse mirar por él para percibir de su mirada amo-rosa el don y la gracia de una conversión profunda, hacia Dios, fruto de la gracia. Es una mirada hacia el verdadero centro.

Área Eclesial Conferencia Episcopal de Chile

ESPIRITUALIDAD CUARESMAL

Conviértenos, Señor, y nos convertiremos (Lam 5, 21)

En abril comenzamos con los Cursos: — Introducción al Antiguo Testamento — Introducción al Nuevo testamento Mes de mayo:—El Pentateuco (martes)—Evangelios Sinópticos (jueves)

Modalidad Presencial y Virtual: www.sanpablocampus.com

Información e inscripciones: SAN PABLO – SOBICAIN: Avda. L. B. O’Higgins 1626

(metro estación Los Héroes)Teléfonos (56) 227200347 – 227200300

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SAN PABLO – SOBICAIN

Año XL, Nº 2.098 2º domingo de Cuaresma 1 de marzo de 2015

Todos los años, en el segundo domingo de nuestro camino

hacia la Pascua, recordamos aque-lla experiencia singular que vivie-ron, en lo alto de un monte, Jesús y sus discípulos, y que llamamos “La Transfiguración”. La liturgia nos ayu-da así a comprender que todo el iti-nerario cuaresmal es “una propues-ta de transfiguración”, se trata de ir transformando la opacidad de nues-tra vida en una existencia luminosa

y radiante, de forma que lleguemos a la celebración de la Pascua “de un blanco resplandeciente”. La transfiguración del Señor nos

habla de la fidelidad de Dios con su pueblo, pero también Dios exige nuestra fidelidad. Así Abraham en prueba de fidelidad a Dios está dis-puesto a sacrificar a su hijo Isaac, y el mismo Dios, nos dirá san Pablo, entregó a su Hijo a la muerte, por la salvación de todos. A esta fideli-dad de Dios, la Alianza, queremos responder con nuestros esfuerzos de conversión, con el deseo since-ro de escuchar a su Hijo Jesucristo y seguirlo, en la familia, en el trabajo, en la comunidad cristiana, entre los amigos. La transfiguración del Señor tam-

bién nos anima a caminar con es-peranza. También hoy Jesucristo ilumina nuestra vida, en medio de nuestros cansancios y dificultades, nos toma de la mano y nos lleva a ver su rostro resplandeciente para vencer el miedo de seguirlo, de es-cucharlo. Sale a nuestro encuentro, ofreciéndonos el alimento de la eu-caristía, el alimento de su Palabra y de su Cuerpo y Sangre. La eucaristía es nuestro “viático” para el camino, para que recibiendo como alimen-to al Señor resucitado podamos se-guirlo con mayor fidelidad, a pesar de los contratiempos y temores que aparecen a lo largo de nuestra vida.

Comisión naCional de liturgia

Este es mi Hijo muy querido,

ESCÚCHENLO

te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciuda-des de sus enemigos, y por tu descenden-cia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz”. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Sal 115, 10. 15-19

R. Caminaré en presencia del Señor.Tenía confianza, incluso cuando dije: “¡Qué grande es mi desgracia!”. ¡Qué penosa es para el Señor la muerte de sus amigos! R.Yo, Señor, soy tu servidor, lo mismo que mi madre: por eso rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, e invo-caré el nombre del Señor. R.Cumpliré mis votos al Señor, en presencia de todo su pueblo, en los atrios de la Casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén. R.

4. Segunda Lectura Rom 3, 31-34

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma. Hermanos: Si Dios está con nosotros, ¿quién esta-rá contra nosotros? El que no escatimó a su propio

Hijo, sino que lo entregó por todos noso-tros, ¿no nos concederá con Él toda clase de favores? ¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? “Dios es el que justifi-ca. ¿Quién se atreverá a condenarlos?”. ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la de-recha de Dios e intercede por nosotros? Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio Desde la nube resplandeciente se oyó la voz del Padre: “Éste es mi Hijo amado; es-cúchenlo”.

5. Evangelio Mc 9, 2-10

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos. Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se

1. AmbientaciónEn nuestro itinerario hacia la luz de la Pascua, en este segundo domingo de Cuaresma, subimos a la montaña con Cristo para contemplar la gloria de su transfiguración. El mismo Cristo, que manifiesta su divinidad, es el que hoy se nos da como alimento para nuestra vida cristiana; para ser personas auténtica-mente “transfiguradas” a su imagen.

Introducción a las lecturas bíblicasDios habla al hombre. Abraham escucha y cumple con fe y obediencia la palabra de Dios (1ª lectura). Pablo dice que Dios está con nosotros y que nos perdona en su propio Hijo (2ª lectura). Hay que abrir el corazón para escuchar la voz de Dios. El Padre exhorta a todos a escuchar la voz de su Hijo que camina hacia la muerte (evangelio).

2. Primera Lectura Gn 22, 1-2. 9-13. 15-18 Lectura del libro del Gé-nesis. Dios puso a prueba a Abraham. “¡Abraham!”, le dijo. Él respondió: “Aquí es-toy”. Entonces Dios le siguió diciendo: “Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a

Isaac; ve a la región de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que Yo te indicaré”. Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña. Luego extendió su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo. Pero el Ángel del Señor lo llamó desde el cielo: “¡Abraham, Abraham!”. “Aquí estoy”, respondió él. Y el Ángel le dijo: “No pongas tu mano so-bre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único”. Al levantar la vista, Abraham vio un carnero que tenía los cuernos enredados en una zarza. Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Luego el Ángel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, y le dijo: “Juro por mí mismo –oráculo del Señor–: porque has obrado de esa mane-ra y no me has negado a tu hijo único, Yo

Ciclo B - Color Morado

transfiguró en presencia de ellos. Sus ves-tiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor. Entonces una nube los cubrió con su som-bra, y salió de ella una voz: “Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo”. De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos. Mientras baja-ban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hom-bre resucitara de entre los muertos. Ellos cumplieron esta orden, pero se pregunta-ban qué significaría “resucitar de entre los muertos”.Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

ReflexiónNuestra vida transcurre muchas veces con dificultades, y el desánimo aparece. La Palabra de Dios nos recuerda hoy que Dios no nos abandona nunca, que se ha comprometido con nosotros en Je-sús, que hemos de caminar escuchán-dolo. ¿Creemos que Jesús camina con nosotros, y nos da fuerza para empren-der el camino de la cruz?

6. Oración UniversalM. Presentamos al Padre algunas de nuestras necesidades, en la certeza de que él puede y quiere salvarnos. Oremos diciendo: R. Transfórmanos, Señor.1.- Por todos los bautizados que forma-mos la Iglesia: para que cada vez prestemos más atención a la voz del que fue presentado en el Tabor como el Hijo Amado. Oremos. R.2.- Por todos aquellos que se preparan para recibir, en la Pascua que se acerca, los sacramentos de la Iniciación Cristiana (el Bautismo, la Confirmación, la Eucaristía); que su camino catequético les haga descubrir la alegría de la fe. Oremos. R.

3.- Por todos los hombres y mujeres que hoy buscan a Dios y no lo encuentran: para que de alguna forma a ellos también les llegue la iluminación que los discípulos recibieron en el monte Tabor. Oremos. R.4. Por todos nosotros, que hemos venido a celebrar la muerte y resurrección del Señor; para que el camino hacia la Pascua que estamos recorriendo nos cambie y nos transfigure, haciéndonos testigos consecuentes de lo que creemos. Oremos. R.(Se pueden agregar otras peticiones de la comunidad)M. Concédenos, Señor, llegar a las fiestas de la Pascua renovados por la imitación y seguimiento de tu Hijo, que vive contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la comunión de enfermos.

M. Señor, con tu Apóstol Pedro te deci-mos: “Maestro que bien estamos aquí”. Ayúdanos una vez más a bendecir el amor de tu Padre.R. ¡Dios, bendito eres eternamente!1.- Por Abraham, nuestro padre en la fe, en quien tú has bendecido a todas las na-ciones de la Tierra. R.2.- Por Abraham e Isaac, por Moisés y Elías, por Pedro, Santiago y Juan, por todos los santos y todos los ángeles que nos acompañan a lo largo de esta sema-na. R.3.- Por la comunidad reunida en tu Nom-bre, por tu Palabra proclamada en me-dio de ella, por la eucaristía que nos das como alimento de vida. R.M. Dios nuestro Padre, nos ha entregado a su propio Hijo. ¿Cómo podríamos du-dar de tu amor? Por eso, nos atrevemos a decir confiadamente: Padre nuestro…

Sugerencias de CantosHacia ti, morada santa/ El Señor es mi luz y mi salvación/ Caminaré en presen-cia del Señor/ Donde hay amor y caridad/ Sígueme soy camino.