ESPIRITUALIDAD Y SEXUALIDAD EN PACIENTES … · 4 Rahner, Karl. Curso fundamental sobre la fe....

CONGRESSO LATINO-AMERICANO DE GÊNERO E RELIGIÃO, 4., 2016, São Leopoldo. Anais do Congresso Latino-Americano de Gênero e Religião. São Leopoldo: EST, v. 4, 2016. | p.538-551

ESPIRITUALIDAD Y SEXUALIDAD EN PACIENTES QUE VIVEN CON VIH1

Nelson Mafla Terán2

Resumo Los pacientes que viven con VIH son personas que han enfrentado en carne propia una situación límite que les ha implicado un punto de inflexión en su historia personal. Un día cualquiera el paciente se entera que tiene VIH y ese día su vida cambia para siempre. Por testimonio de los mismos pacientes se sabe que a partir de ese evento la persona no volve a ser el misma con respecto a la familia, los amigos, la sexualidad, la relación con Dios o su mundo de sentido, etc. Por consiguiente, se trata de un acontecimiento límite en el que confluyen, entre otros factores vitales, la espiritualidad y la sexualidad. Se presume que la mayor parte de la vida de una persona está determinada por el tipo de espiritualidad que profesa. De ella deriva su axiología, sus creencias, su ética y los motivos para vivir una vida con sentido. De ahí que, el objetivo de este artículo, desde los presupuestos de la investigación acción participativa, es responder la pregunta ¿qué tipo de espiritualidad determina el ejercicio de la sexualidad en los pacientes de la Unidad de Infectología del Hospital Universitario San Ignacio de la Pontificia Universidad Javeriana que viven con VIH?

Palavras-chave: Punto de inflexión. Espiritualidad. Sexualidad. Paciente que vive con VIH.

Abstract Patients with HIV are people who have faced in firts hand an extreme situation that has implicated a turning point in their personal history. One day the patient finds out thas has HIV and this day life changes forever. By the witness of the same patients, it is known that from this event, the person is never quite the same in relation with the family, friends, sexuality, even with God, etc. Therefore, it’s about an extreme event in which converge, among other vital factors, spirituality and sexuality. It is presumed that most of the life of a person is determined by the type of spirituality that professed. It derives its axiology, beliefs, ethics and

1 Artículo derivado de resultados parciales de una investigación sobre “La espiritualidad en la corporeidad y la

sexualidad de un grupo de pacientes de la unidad de Infectología del Hospital Universitario San Ignacio que viven con VIH”. Se trata de un proyecto financiado por la Iglesia Sueca Luterana en asocio con la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana. 2 Doctor en Ciencias de las Religiones (2012), Diplomado en Estudios Avanzados en Ciencias de las Religiones

(2009) Universidad Complutense de Madrid/España. Magister en Teología (2006) y Licenciado en Ciencias Religiosas (1998) Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá/Colombia. Docente de planta de la Pontificia Universidad Javeriana y miembro del grupo de investigación Academia, reconocido por Colciencias en categoria B. Correo electrónico: [email protected]

mailto:[email protected]

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CONGRESSO LATINO-AMERICANO DE GÊNERO E RELIGIÃO, 4., 2016, São Leopoldo. Anais do Congresso Latino-Americano de Gênero e Religião. São Leopoldo: EST, v. 4, 2016. | p. 538-551

reasons to live a meaningful life. Therefore, the objective of this article, from the budgets of the participative action research, is to answer the question, ¿ What kind of spirituality determines the exercise of sexuality in patients of the Infectious Diseases Unit of the University Hospital " Saint Ignacio " of the" Pontifical Javeriana College", that live with HIV?

Keywords: Turning point. Spirituality. Sexuality. Patient living with HIV.

Considerações Iniciais

En un mundo de espiritualidades, feminidades y masculinidades diversas, indagar por

el tipo de espiritualidad que profesa un conglomerado humano como los pacientes que viven

con VIH, tiene su relevancia académica y pastoral si se tiene en cuenta los vacíos y las

carencias conceptuales que existen con respecto a la espiritualidad como tal y a los procesos

de acompñamiento requeridos al personal médico involucrado en el diagnóstico de este tipo

pacientes. Por otra parte, la espiritualidad en el mundo vital del paciente que vive con VIH

tiene su especificidad y expresión propias; de ahí la necesidad de conocer sus características y

expresiones específicas.

De igual manera, la espiritualidad y la sexualidad en pacientes que vivien con VIH

encarnan una problemática académica, en tanto este tipo de pacientes, son personas que han

enfrentado en carne propia una situación límite que les ha implicado un punto de inflexión3 en

su historia personal. En este punto de inflexión confluyen dos componentes fundamentales de

la estructura vital del paciente: su espiritualidad y su sexualidad. Puede que se vean afectados

otros factores como su axiología, sus relaciones interpersonales, su vida laboral, etc. Sin

embargo, en este artículo nos referiremos específicamente al asunto de la espiritualidad y

sexualidad. Se presume que en el ejercicio de su sexualidad está determinada por el tipo de

espiritualidad que vive el paciente. De ella, de la espiritualidad profesada, el paciente, deriva

3 Aquí el término punto de inflexión o su equivalente en inglés turning point se refiere a un punto de no retorno

que puede adquirir una realidad social o la vida de una persona por influjo de un factor externo o como consecuencia de una acción específica de la persona o de una comunidad. “La expresión punto de inflexión también hace referencia a los “giros inesperados que da una situación”, cambios de sentido que pueden ir en una dirección y luego en otra, incluso girar 180°, y que pueden tener como particularidad que si seguían un sentido, este puede volverse completamente al revés, y empezar de cero” (http://diegogomezojeda.blogspot.com/2010/07/punto-de-inflexion-expresion-y.html). En la historia personal de un sujeto que vive con VIH se puede considerar como punto de inflexión el momento en el que se entera que es cero positivo. Según testimonio de los propios pacientes ese momento es considerado como el punto, el hito en que sus vidas dan un giro de 180°. No vuelven a ser los mismos. Cambian sus convicciones religiosas más profundas, sus valores, su percepción de la vida, sus relaciones interpersonales, su vida laboral, entran en una crisis profunda hasta que vuelven a renacer.

http://diegogomezojeda.blogspot.com/2010/07/punto-de-inflexion-expresion-y.html

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su axiología, una representación de Dios en el caso de los creyentes o una representación de

un objeto de sentido en el caso de los no creyentes y un horizonte de sentido para no caer en

el aislamiento y poder estar asociado a otros de su misma condición. A su vez, del modo como

integra estos elementos en su vida personal, determina el cómo el paciente puede

relacionarse consigo mismo y con los demás en términos de sexualidad. Así, una espiritualidad

sana conllevará un sano ejercicio de la sexualidad, una espiritualidad mal enfocada llevará a

un ejercicio posiblemente doloroso de la sexualidad. En consecuencia, el objetivo de esta

ponencia es mostrar las características de la espiritualidad con respecto a la sexualidad propia

de un paciente que vive con VIH. Para ello, con ayuda del método investigación acción

participativa, se trabajó con un grupo de pacientes de la Unidad de Infectología del Hospital

Universitario San Ignacio de la Pontificia Universidad Javeriana que viven con VIH. Con ellos se

trabajó en la relación espiritualidad-sexualidad intentando responder la pregunta ¿qué tipo de

espiritualidad determina el ejercicio de la sexualidad en los pacientes de la Unidad de

Infectología del Hospital Universitario San Ignacio de la Pontificia Universidad Javeriana que

viven con VIH?

Referentes teóricos

En el marco de lo expuesto anteriormente pasamos a referirnos a los fundamentos

teóricos relacionados con la espiritualidad y la sexualidad como categorías de análisis en

perspectiva teológica.

Con respecto a la espiritualidad, partimos del convencimiento de que la espiritualidad

(toda espiritualidad) tiene su raigambre en principios antropo-teológicos que mueven la vida

humana en sus estructuras básicas (búsqueda de sentido, los anhelos de inmortalidad,

sentirse amado/a, etc). Para ello abordamos la investigación de Rahner con respecto al

“conocimiento de Dios”4; a Baena Gustavo en “Fenomenóloga de la revelación. Teología de la

biblia y hermenéutica”5 y “qué es la espiritualidad”6. En esta misma línea se abordan “Las

fuentes de la espiritualidad”7 y “El arte del consuelo lo que sienta bien al cuerpo y al alma”8 de

4 Rahner, Karl. Curso fundamental sobre la fe. Introducción al concepto de cristianismo. España: Herder, 2012. pp.

75-95. 5 Baena, gustavo Fenomenología De La Revelación. Teología De La Biblia Y Hermenéutica. España: Verbo Divino,

2011. pp. 161-185 6 Baena, Gustavo. ¿Qué es la espiritualidad? Disponible En: https://www.youtube.com/watch?v=g8mdFFZaBdk

7 Anselm Grün and Marciano Villanueva Salas, El Arte Del Consuelo Lo Que Sienta Bien Al Cuerpo Y Al Alma, Vol.

315. Santander, España: Sal Terrae, 2013. 142.

https://www.youtube.com/watch?v=g8mdFFZaBdk

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Grün Anselm y la investigación de García Valencia, Juan Diego relacionada con las

“Transformaciones de vida a partir de una relación personal con Dios”9.

El planteamiento teológico de Rahner permite fundamentar el hecho de que una

persona puede acceder al conocimiento de Dios como experiencia en la propia condición

humana y desde allí configurar una espiritualidad específica. Según este autor, “el ser

humano, gracias a estructuras apriorísticas y a estructuras de apertura fundamental puede

acceder a la revelación de Dios que se le muestra como Absoluto. El sujeto humano es

fundamentalmente pura apertura para todo en absoluto, para el ser en general”.10

Este tipo de constatación sobre la experiencia de trascendencia de la que es capaz el

ser humano, en última instancia, es la que permite llevar a cabo una respuesta a la pregunta

¿qué tipo de espiritualidad determina el ejercicio de la sexualidad en los pacientes de la

Unidad de Infectología del Hospital Universitario San Ignacio de la Pontificia Universidad

Javeriana que viven con VIH?

Obviamente, no se trata de un conocimiento temático, ni representativo de la

realidad de Dios, como lo dice el mismo Rahner. Se trata de un conocimiento enmarcado en la

experiencia subjetiva y anónima del sujeto que vive con VIH. Según Rahner, “la experiencia

trascendental sucede en la conciencia concomitante del sujeto cognoscente, la cual es

subjetiva, no temática, está dada en todo acto espiritual del conocimiento y es necesaria e

insuprimible, y su carácter ilimitado, abierto a la amplitud sin fin de toda realidad posible.”11

En esta misma perspectiva, Gustavo Baena, valiéndose del método trascendental de

Rahner ha podido constatar que el ser humano es capaz de acceder a Dios que se revela en la

propia interioridad humana como experiencia, no como conocimiento deductivo-

demostrativo. A diferencia de Rahner, Baena habla con detalle del modo como Dios se revela

y actúa en la vida de las personas.

Dios es absolutamente inimaginable […] Los acercamientos a lo que Dios es, son intentos de nuestra racionalidad que no alcanza a conocer la realidad de Dios tal como es. Quedaríamos a siegas con relación a lo que Dios es, a no ser que Dios mismo tome la iniciativa de acercarse y hacerse accesible hasta el punto de hacerse

8 Grün, Anselm y Villanueva Salas, Marciano. El Arte Del Consuelo Lo Que Sienta Bien Al Cuerpo Y Al Alma, Vol.

315. Santander, España: Sal Terrae, 2013, p. 142. 9 Juan Diego García Valencia. Transformaciones De Vida a Partir De Una Relación Personal Con Dios. Bogotá:

2014. 10

Rahner, Karl, 2012, p. 37. 11

Rahner, Karl, 2012, p. 38.

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sentir por el ser humano; pero ello es obra de la pura gratuidad de Dios y no obra de un posible acercamiento nuestro por parte de nuestra razón

12.

¿Cómo revela Dios su propia intimidad?13 Baena dirá que Dios se revela en la propia

intimidad humana aconteciendo en él, creándolo desde dentro, haciendo que cada uno se

encamine hacia el encuentro de los demás en una actitud de apertura y de solidaridad. Ahora

bien, ¿qué tipo de ser humano puede oír y captar este tipo de experiencia? Se trata de un ser

humano histórico, capaz de situarse ante la realidad de su existencia; un ser humano con una

responsabilidad ante Dios, no en el sentido de rendirle cuentas como en el medievo, sino en el

sentido de tener la necesidad de un soporte fundamental que afiance su existencia; un ser

humano que “mira a su interior, mira retrospectivamente su pasado y contempla su

entorno.”14 Un ser humano que se sabe amenazado por la culpa y, con frecuencia, entra en

conflicto existencial consigo mismo ante la vacuidad o el impacto de sus acciones y ve en Dios

al Otro con quien puede exorcizar los tramos oscuros de la vida.

A partir de lo anterior nos preguntamos con Baena, “¿Qué es la espiritualidad?, ¿Es

posible encontrar un campo de sentido básico de Espiritualidad?15”. Segun este autor la

“espiritualidad hace referencia a espíritu y espiritualidad sería el modo de ser del espíritu.

¿Qué es espíritu? Sólo Dios es espíritu y nosotros somos espíritu tanto cuanto estamos

participando de la misma divinidad”16. Como espíritu Dios habita en el ser humano y al

habitarlo lo abre al mundo y a los demás en una permanentes dinámica de construcción,

deconstrucción y reconstrucción de la vida en la que se configura una manera de ser, un modo

específico de estar en el mundo y de relacionarse con los demás desde una axiología y un

horizonte de sentido que configuran finalmente una espiritualidad. Así, “la espiritualidad es la

manera de proceder del ser humano como espíritu. Espiritualidad es un arte. El arte del ser

humano de vivir su existencia como espíritu, realizándose como espíritu”17 en la interacción

con el mundo y con los otros.

12

Baena, Gustavo. ¿Qué es la espiritualidad? Disponible en: <https://www.youtube.com/watch?v=g8mdFFZaBdk>. 13

Baena, 2011, pp. 161-225. 14

Baena, 2011, p. 46. 15



Baena, Gustavo. ¿Qué es la espiritualidad? Disponible en: <https://www.youtube.com/watch?v=g8mdFFZaBdk>.





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En la práctica, quien ha podido vivir hasta el límite este modo de espiritualidad es

Jesús. De ahí se sigue que quien comulga con el proyecto de Jesús, vive una espiritualidad

cristiana. En palabras de Grün la epiritualidad se entiende como “vivir desde el Espíritu”18 de

Jesús. De modo particular, “la espiritualidad cristiana busca inspirarse en el Espíritu de

Jesucristo”19. En consecuencia la vida espiritual de una persona, en esta perspectiva, se irá

configurando cuando su vida entra en sintonía con la persona de Jesús, cuando inspira en los

hechos de Jesús la propia acción en la vida cotidiana, cuando comulga con el proyecto vital de

Jesús. “Ese es el camino: dejarse inspirar y transformar cada vez más por el Espíritu de Jesús y

cambiar este mundo desde la filiación a Jesús”20.

Hasta aquí el sentido y la perspectiva desde donde se aborda la espiritualidad en este

trabajo. Ahora nos corresponde abordar la categoría sexualidad como categoría de indagación

desde una perspectiva teológica. Para ello nos apoyamos en la investigación de Botero Silvio:

“Hacia una antropología teológica de la sexualidad en búsqueda de una nueva

comprensión”21; Peláez Jorge Humberto: “Moral sexual, un camino de humanización y

crecimiento”22.

¿Cuál es la esencia de la sexualidad Humana, y cómo ha llegado a ser como es?23

Desde una perspectiva teológica esta pregunta nos remite necesariamente al texto sagrado;

"creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los

creó. Después los bendijo Dios con estas palabras: «Sed fecundos y multiplicaos...” (Gn. 1,27-

28a). Aquí hay tres aspectos que es importante ressaltar: 1) Los creo macho y hembra y como

tal “es innegable que nuestra especia siente una debilidad por el sexo”24 como mecanismo de

goce y como medio para garantizar la supervivencia de la espécie. Pero la sexualidad humana

no se agota en un patrón reproductivo; no se agota en la instrumentalización a la que se ha

sometido en la modernidad por parte de los traficantes de la dignidad humana. No se agota

en el pene y en la vagina como lo insinúa la “teoría psicoanalista” freudiana25. 2) En una

18

Grün, Anselm, 2013, p. 9. 19

Grün, Anselm, 2013, p. 10. 20

Grün, Anselm, 2013, p. 10. 21

Botero Giraldo, José Silvio. Hacia Una Antropología Teológica De La Sexualidad En Búsqueda De Una Nueva Comprensión. Bogotá: San Pablo, 2012, p. 190. 22

Pelaez, Jorge Humberto, S.J. Moral sexual. Un camino de humanización y crecimiento. Colombia: Centro Editorial Javeriano, 2000. 23

Jethá, Cacilda y Ryan, Christopher. En el principio era el sexo. Los orígenes de la sexualidad humana. Cómo nos emparejamos y por qué nos separamos. España, Argentina, México: Editorial Paidós, 2010, p. 18 24

Jethá, Cacilda y Ryan, 2010, p. 19. 25

Botero, Silvio, 2012, p. 31.

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comprensión teológica de la sexualidade habría que ressaltar que es bendecida por Dios

(Después los bendijo Dios con estas palabras: «Sed fecundos y multiplicaos...” (Gn. 1, 28a). En

este “sed fecundos y multiplicaos” las nuevas masculinidades y las nuevas feminidades nos

enfrentan a un problema complicado: ¿Qué pasa si no hay fecundidad? Vemos que aquí es

preciso reinterpretar el texto sagrado en razón de la fecundidad entendida como vínculo. En

el encuentro de dos personas sucede un vínculo existencial. “Para R. Kaës el vínvulo instituído

tiene tres componentes: la alianza, la comunidad, de realización de fines y la sujesión; que se

entiende como una obligación recíproca estabelecida a partir del hecho de reconocerse

perteneciendo a dicho vínculo”26. 3) La sexualidad es como la vida, es sagrada y es um don:

en su origen, en su duración y en su destino, es sagrada; es participación de la vida divina, aun en el orden natural. […] La sexualidad, es un don de Dios que nos pone en especial relación con El, con los demás, con el mundo, y con nosotros mismos. El reconocer, aceptar y amar la propia sexualidad antes que negarla, temerla o deformarla, es una esperanza divina. […] La sexualidad, como la vida, está dentro de un proceso de desarrollo, de búsqueda y de encuentro de uno mismo, y de los demás, y está encaminada a significar y actualizar la entrega personal.

27

Aquí asumimos que la sexualidad humana por su grandeza y su misterio conlleva,

horizonte de sentido y trascendencia y, como tal, de apertura hacia el otro.

Tal es el sentido que se quiere fundamentar en la teología manifestada por Vaticano II sobre la sexualidad humana, al considerarla desde los horizontes de la dignidad y la plenitud de vida, y mediante nuestras relaciones personales e interpersonales, es decir, a partir de nuestra libertad, nuestra conciencia, nuestra constante apertura a la trascendencia y nuestra respuesta de acogida o rechazo a la oferta gratuita de realización de Dios en nuestra existencia

28.

La sexualidad es un don inscrito en la condición humana, no se puede escapar de ella,

somos sexuados y como tal estamos condenados a “la sexualidad y al amor que no se agotan

en sí mismos sino que son capaces de significar y de transparentar una realidad trascendente:

no en razón de unos ritos sino porque viene de Dios como don creacional”29.

26

Arango de Montis, Ivan. Sexualidad Humana. México: Editorial el Manual Moderno, 2008. 27

García de Alba Morales, Juan Manuel, 2004, p. 42. 28

Martínez Vertel, Luis Rafael, S.J. La sexualidad humana a la luz de una fundamentación antropo/teológica. Reflexiones Teológicas, Enero-Junio, 2012, 73-94. 29

Pelaez, Jorge Humberto, S.J., 2000, p. 75.

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Paciente y método

En primer lugar, antes de precisar las características de la población de donde se

deriva la información que dio lugar a este trabajo de investigación se debe indicar que

intencionalmente se le otorgó todo el reconocimiento y la validez al punto de vista del otro;

en este caso, al punto de vista y la experiencia vital del paciente que vive con VIH.

Conscientemente se partió de una premisa metodológica fundamental: aquí el otro no fue

un objeto de observación, fue un sujeto que habló y se le escuchó con reverencia en su

grandeza y opacidad.

Es decir, siguiendo la lógica de la investigación acción participativa, el proceso

investigativo no fue sólo un ejercicio de observación y de silenciosa introspección personal

del investigador. Además de esto, en ella tuvieron la palabra los pacientes, a través del

diálogo, la entrevista, una encuesta orientada a levantar una caracterización de la población

sujeto de estudio y dos talleres sobre espiritualidad y sexualidad orientados a formar al

paciente en estos aspectos pero también orientados a recabar información. Desde el

investigador se pusieron los medios para que ellos (los pacientes) dejaran salir el

conocimiento que tienen de sí mismos con respecto a su espiritualidad en razón de su

sexualidad, de su situación sociodemográfica, de Dios y de la fe como experiencia vital. Se

partió de la premisa básica de que el paciente, como sujeto en posesión de un lenguaje que

le permite objetivar su mundo interior, está en capacidad de exponer su mundo espiritual

en razón de su sexualidad.

De este modo, el investigador asumió el rol de mediador, de facilitador de la puesta

en marcha de un proceso sistemático de información capaz de recopilar un conocimiento

espiritual ya elaborado pero disperso entre la población sujeto de la investigación. Se trata

de un conocimiento espiritual acrisolado en el transcurso de años de adversidad provocada

por el hecho de llevar consigo una enfermedad que ha significado estigmatización, rechazo y

como consecuencia de ello dolor que hace brotar una lágrima cada vez que el paciente

escarba en sus recuerdos de cómo fue el día que le dijeron que tenía VIH. Por tanto, ello nos

pone de frente a un conocimiento digno de todo respeto y admiración.

Con estos presupuestos de fondo se optó por llevar cabo la investigación con

pacientes de la Unidad de Infectología del Hospital Universitario San Ignacio de la Pontificia

Universidad Javeriana que viven con VIH. El universo poblacional corresponde a 1300

pacientes, sin embargo, para el estudio, debido al método investigación acción participativa

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no fue posible acceder a una muestra representativa de la población. En un inicio la

invitación se hizo a toda la población, pero el interés en participar del proyecto por parte de

los pacientes se redujo a 15 personas. Com ellos, para el acceso a la información se

implementaron diferentes herramientas y estrategias: el diálogo en el que pacientes e

investigadores determinaron los problemas relevantes, talleres de formación y la entrevista

semiestructurada que sirvió como complemento del diálogo y los talleres y una encuesta a

150 pacientes orientada a la construcción de una caracterización de la población sujeto de

estudio. En este artículo se exponen resultados parciales resultados de los diálogos con los

pacientes, entrevistas semiestructuradas y talleres formativos. No entran las encuentas en

tanto la información aún está em processo de recolección.

Resultados del estudio

Como se indicó antes el objetivo de la investigación fue indagar las características de

la espiritualidad con respecto a la sexualidad propia de un paciente que viven con VIH a partir

de la pregunta ¿qué tipo de espiritualidad determina el ejercicio de la sexualidad en pacientes

que viven con VIH? Por lo tanto, los resultados del estudio están orientados en razón parcial

de este objetivo y de esta pregunta. Los resultados que se exponen a continuación

corresponden a una entrevista semiestructurada, diálogos y talleres realizados en función de

la formación del paciente con respecto a la sexualidade y la espiritualidad. Con el ánimo de

proteger la identidad de las personas, los nombres que se utilizan en el escrito son ficticios,

La población sujeto de la investigación tiene una noción de espiritualidad que

corresponde a una experiencia de lo divino en sus vidas. “la espiritualidad es parte de mí

mismo que está en mi mente y me lleva a pensar en mi mejor manera de actuar, en mi misión

en este mundo y la dirección que le debo a mi vida desde el punto de vista espiritual. Es sentir

la misericordia de Dios en mi vida, es mi dirección en la vida”. También se consideran

personas muy espirituales. Ante la pregunta, ¿por qué piensa que es una persona espiritual?

Después de hacer un momento de reminiscencia indican que su vida de diálogo personal con

Dios en términos de amistad comenzó cuando sintieron su inclinación homosexual. Su

pregunta a Dios era, “¿Por qué me gustan los hombres y no las mujeres? ¿Es pecado esto que

hago?” Al no tener una respuesta de parte de Dios, la confusión y la angustia aparecen en la

vida del paciente. Por ejemplo, Alfonso dice que “por sentir la inclinación a los demás

hombres comencé a conseguir una comunicación con Dios frecuente. Siendo niño le

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preguntaba, porque me gustan los hombres. Le pedía ayuda para que me quitara esos deseos,

que me quitara esas inclinaciones de mi ser, eso estrechó mucho mi relación con Dios. Era

muy frecuente la relación con Él. Eso hizo que fuera muy de iglesia, de confesión, de sentirme

pecador. Pensaba que estaba en una situación de pecado, me sentía culpable de ser

homosexual. Siempre he llevado esa cruz. Mi sexualidad estaba ligada a Dios porque era una

sexualidad de negación. Me sentía pecador. Si hubiese sido heterosexual posiblemente jamás

me habría acordado de Dios. Habría sido feliz”.

Ante este tipo de relatos se les preguntó a quién recurrieron para perdir orientación.

Aquí entran en juego las instituciones religiosas em cabeza de sus líderes (sacerdotes,

pastores, personas consagradas). Raras veces las personas busacaron ayuda en amigos o em

algún tipo de profesional. En el caso de los Cristiano-católicos acudieron al sacerdote y em el

caso de los Cristiano no católicos acudieron al pastor. Por ejemplo Miguel acudió a su pastor

para comentarle el problema cuando tenía 15 años. Al recordar, después de secar una lágrima

en su rostro, indica que su pastor le decía que la la homosexualidad era un pecado. “Me decía

que me cuidara y perseverara en la abstinencia para no tener relaciones sexuales. Yo no podía

resistir, entonces me masturbaba, era más fácil, la masturbación era pecado pero no tan

grave. Si me hubiesen dicho que la masturbación no era pecado, habría sido distinto. Fue tan

dura esa época que estuve a punto de cortarme el pene, pensaba que se me quitarán las

ganas de estar com alguien”.

En el marco de la entrevista y el díalogo tanbién se preguntó por la repreentación de

Dios que tiene el paciente que vive com VIH. Llama la atención que pese a todo Dios aparece

como padre que les dio la vida, una familia, unos padres cariñosos, amigos. Alfredo dice: “Dios

es mi padre, creador porque me dio la vida, me dio unos padres cariñosos que nunca me

castigaron, me dio un hogar bonito. Dios me puso en una situación bonita. Viví tranquilo. Dios

fue generoso con migo y ha seguido siendo generoso”. Aquí aparece la representación de Dios

como alguien paternal “es el abuelo barbudo y que manda a su hijo Jesús a salvarnos. En mi

mente veo al padre, a Jesús y la paloma.

Para otros Dios aparece como dirección, sentido. “Dios es mi dirección, mi guía, mi

apoyo, un amigo. Yo le converso, le comparto y le doy muchas gracias por todo los favores

que te concede (mi perro, mi casa, mi familia, la comida). Dios no está en el olvido, yo no

descarto a Dios nunca, me quejo con él, y puedo chillarle, pero yo creo que nunca seré ateo”.

Son las palabras de Manuel. Para otros, Dios sigue siendo Padre creador aunque les haya

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quitado lo más amado. Si algo le faltó a Gabriel, por ejemplo, fue amor. Con un sollozo se

apresura a decir que sus “padres no eran afectuosos, faltó una caricia, no hubo un beso, faltó

mucho amor, en la búsqueda de ese amor se me ha pasado la vida”. Esta situación los llevó a

buscar el amor afuera de la família. Algunos lo encontraron y se atreven a dar una noción del

amor como consecuencia de la experiência: “El amor es como una planta que echó raíces en

mi cabeza. Está ahí y no desaparece. No lo puedo arrancar. Quedé como el toro que marcan,

es una marca que no se quita. El amor entre dos hombres cuando es verdadero es

tremendamente poderoso, dos hombres son activos son pasión. No me he podido sacar de la

mente ese amor, pero Dios me lo quitó”. A Dios le pido que si me lo quitó que me ayude a

olvidar, que me permita hacer uma nueva vida.

Dado que Dios hace parte del processo vital de estas personas, se les preguntó ¿Cuál

es el mayor reclamo que le hacen Dios? Para algunos es el haber sido gay en tanto ello há

implicado Dolor. Por ejemplo, Pedro narra que a raíz de su tendencia homossexual el

“sufrimiento, dolor, tristeza, porqué: me comparo con mis amigos heterosexuales que tiene

una mujer, unos hijos y yo no he podido tener eso. Duele en el corazón, duele el alma”.

Con respecto a la sexualidad, se les preguntó ¿Qué problemas tenía con su

sexualidad antes del diagnóstico? Para la mayoría el problema más significativo radica en no

tener una pareja estable. Ello conlleva a la promiscuidad y de ahí a contraer la enfermedad.

Otro problema que identifican com facilidade es que no tienen información sobre cómo llevar

una práctica sexual sin riesgo. También identifican como problema el hecho de entender la

sexualidad como mero goce sin ningún tipo de responsabilidad. De igual manera identifican

como problema serio la doble moral de algunos pacientes que muestran una cara amable y en

la sombra son personas que tienen como único objetivo en la vida contagiar lo más que

puedan mientras están vivos.

En vista de lo que fue la sexualidade antes del diagnóstico también se les preguntó:

¿en este momento qué dificultades enfrenta con respecto a su sexualidad? Para algunos el

mayor problema radica en no poder tener una pareja estable. Reconocen que en el mundo

gay la fidelidad es prácticamente nula. Piensan que el amor puede transformar la vida, pero

les cuesta mantener una pareja en el tiempo. Para otros el problema radica en que su

sexualidad ha disminuido como consecuencia de los medicamentos o por las enfermedades

que llegan como consecuencia del VIH. Para muchos de ellos, el perder el cuerpo esbelto que

tenían antes del diagnóstico, es motivo de mucho dolor.

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Ante la evidencia de uma problemática se les preguntó ¿cómo han intentado

solucionar el problema? Para algunos la mejor manera de solucionar cualquier problema es

tomar las cosas con calma, para otros lo mejor es estar ocupados y no pensar en el problema,

para unos más la salida está en servir a las personas.

Dado que la sexualidad conlleva uma axiologia, se les preguntó ¿qué valores han

puesto en práctica en relación con su práctica de la sexualidad? Para la mayoría el respeto es

el valor que quieren vivir y que quieren que los demás lo vivan. Le sigue la sinceridad y el

cuidado. ¿Por qué el respeto? Según ellos el respeto permite “llegar con la persona hasta

donde la persona permite llegar, sin obligarlo a nada. Respetar lo que el otro quiera hacer sin

forzar nada”. La sinceridad se refiere a informar que se es portador, aunque según los

manuales de comportamiento no es obligación.

Cuando se habla de sexualdad surge el tema del tabu, por ello se les preguntó ¿Qué

es un tabú? Para la mayoría un tabú es algo prohibido, como algo malo, sucio, como algo

pecaminoso. Y a renglón seguido se les preguntó ¿Tiene algún tabu relacionado com la

sexualidade”. La mayoría coinciden en afirmar que el mayor tabú que tienen es pensar que la

sexualidad es pecado, que es algo sucio. Se les preguntó ¿qué lo llevó a pensar de esa

manera? Todos coinciden em decir que las creencias religiosas. Creencias religiosas que

transmitían los sacerdotes en las misas y los pastores en las asambleas.

Dado que el VIH significa um punto de inflesión em la vida de la personas que lo

contrae, se les preguntó: ¿cómo le cambia la vida el VIH? Para unos el cambio fue de 180

grados, pues les desbarató la familia, se quedaron solos. Para otros, el haber perdido la salud.

Recuerdan que su salud antes del diagnóstico era muy buena y que ahora se ven deteriorados.

Para otros les atropelló la relación con los demás, ahora deben cuidarse de que los demás no

tengan contacto con los fluidos corporales, otros no soportan la idea de usar preservativo

para las relaciones sexuales. Para unos más, el cambio vino com respecto a la pelea que tiene

casada com Dios; los mortifica que Dios los haya castigado de esa manera.

Finalmente se les preguntó, ¿desde el punto de vida espiritual cómo le ha cambiado

la vida? Para algunos el VIH, de alguna manera ha resultado una bendición, pues están más

cerca de Dios, han dejado de ser orgullosos y son mejores seres humanos. Es común entre

ellos la expresión: “El VIH me há hecho más humano”. Para otros el VIH ha significado

fortaleza, saberse sostener en la adversidad. El VIH les ha ayudado a poner la vida en las

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manos de Dios. Dice Alex: “Uno crece espiritualmente, hay un acercamiento a Dios, hay una

búsqueda, a quien más se le pide es a Dios. Todos los días toca estar pegado de Dios”.

Considerações Finais

Posiblemente el dato más relevante del estudio está en que la concepción de pecado

con respecto a la sexualidad y la homosexualidad viene de las creencias religiosas, lo cual

conlleva necesariamente a la configuración de una espiritualidad equivocada que termina

generando ofuscación en las persona y mucho dolor que se podía evitar con un poco de

orientación religiosa diferente. Aquí entran en escena, por un aparte, la creación de

escenarios pastorales con las suficiente información y apertura de mente para acompañar

este tipo de pacientes y, segundo, entra en escena la formación del sacerdote y demás líderes

religiosos.

Por otra parte es interesante rescatar la representación que tiene de Dios. Pese a

todo para ellos Dios aparece como dirección, sentido. Pelean con Dios, lloran con él, le

reclaman el haber sido gays o el haber contraído la enfermedad, pero con todo Dios está

cercanos, haciendo parte de sus vidas. Este hecho, lleva a pensar que estas personas tienen

una relación con Dios que adquiere unos matices especiales en el sentido que le hablan como

se le habla a un amigo, le piden, le agradecen, se enojan y se reconcilian. Esto llevaría a

sugerir que al momento de llevar a cabo proyectos pastorales con este tipo de paciente se

tenga en cuenta la profundidad que tienen en su relación la divinidad.

Referências

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