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EL MURO DE BERLÍN
DATOS DE EL MURO
Muro de Protección Antifascista para la RDA.
Muro de la Vergüenza para la RFA.
Se empezó a construir el 13 de agosto de 1961, de madrugada.
Su demolición comenzó el 9 de noviembre de 1989 por la noche. Cayó del 9 al 10 de noviembre de 1989 (madrugada del jueves a viernes)
En Alemania se conoce a ese momento como Die Wende (El Cambio).
El Muro existió durante 28 años y 3 meses.
En la primavera de 1989, según el Ministerio de Seguridad Nacional de la RDA, el Muro estaba formado por casi 170 km (55 en el casco urbano de Berlín y 113 en otras zonas fronterizas). En total eran:
-‐ 60 km en zonas edificadas (urbanas) -‐ 32 km en zonas boscosas -‐ 38 en descampados -‐ 38 en ríos y lagos
Con las siguientes características:
-‐ 42 km de muro a una altura de 3,60 metros -‐ 59 km de muro prefabricado de 3,40 metros -‐ 68 km de alambre de espino de 2,90 metros -‐ 170 km en total -‐ 161 km de calles iluminadas -‐ 113,85 km de vallas -‐ 300 torres de vigilancia -‐ 31 puestos de control
Poco antes de su caída, las características eran las siguientes:
-‐ Muro de hormigón de entre 2,5 y 3,6 metros de altura. -‐ Alarma que detectaba el contacto con el suelo.
-‐ Barrera de tela metálica de 2 metros de alto con tendido de alambre de espino y alarma de contacto.
-‐ Patrullas con perros policías más o menos aleatorias. -‐ Barreras anti vehículo y anti tanque. (Costó miles de millones de euros
desmantelarlas). -‐ Un camino interior (iluminado por la noche) para el acceso a los puestos de
guardia y la circulación de las columnas militares. -‐ 302 Torres de vigilancia equipadas con proyectores. -‐ Pistas de control escarificadas para retener las huellas de los fugitivos. -‐ Barreras de separación de 2 metros con visión en oblicuo.
En esos 28 años y 3 meses murieron 125 personas intentando cruzarlo según El Centro de Estudios Históricos de Potsdam.
270 muertos según la Fiscalía de Berlín. Incluidos 33 fallecidos por las minas sembradas en el perímetro del Muro.
Otras 200 personas sufrieron heridas graves mientras intentaban cruzar hacia occidente.
En la actualidad, además de algunos trozos, se conservan 1.316 metros en la orilla del río Spree. Una zona que se conoce como la East Side Gallery.
LOS ORÍGENES DE LA DIVISIÓN
Tenemos que remontarnos al final de la II Guerra Mundial para entender las raíces de una situación que dio lugar a la construcción del Muro de Berlín 16 años después. Las bases de lo que fue la división de Alemania y de la propia ciudad de Berlín las encontramos en las sucesivas cumbres que los líderes de las potencias aliadas celebraron en el tramo final de la guerra para sentar las bases de la paz posterior a la derrota nazi.
Las Conferencias Internacionales
En 1943 en Teherán se decidió “devolver” los Sudetes a Checoslovaquia y Silesia y Pomerania (la antigua Prusia Oriental) a Polonia, aunque Stalin se reservó un buen pellizco para la nueva URSS salida de la guerra. [15 millones de alemanes étnicos sufrieron terribles penalidades por estos movimientos de fronteras en la segunda mitad de los años 40]. Stalin propuso además trazar la frontera entre Polonia y Alemania en las orillas de los ríos Oder y Neisse pero las potencias occidentales no lo veían claro porque ya se temían una expansión soviética hacia Europa Central. Al final, esa fue la frontera.
El 12 de septiembre de 1944 se firma en Londres un acuerdo básico entre la URSS, EE UU y Reino Unido que establecía que Berlín y su municipio no se considerarían parte de ninguna de las zonas de ocupación de Alemania.
En febrero de 1945, en Yalta se estableció el marco legal para la ocupación de Alemania tras el final de la Segunda Guerra Mundial, de forma proporcional. Alemania quedaba bajo soberanía de las potencias aliadas: EE UU, RU, y la URSS hasta que existiera un gobierno en el país.
En julio de 1945, en Potsdam, la URSS admite que Francia entre en el reparto de las zonas de ocupación siempre que el terreno que se le asigne salga del inicialmente ocupado por las potencias occidentales: EE UU y Reino Unido. Stalin reclama además, aumentar el territorio bajo control de la URSS a costa de las zonas ya liberadas por las tropas de EE UU.
Las tres zonas occidentales de ocupación suponían 2/3 partes de Alemania y unos 47 millones de habitantes. Mientras que la zona soviética era el otro tercio con 18 millones de habitantes.
En Berlín, Stalin intentó expulsar de diversos modos a las tropas occidentales pero la posición estratégica de la ciudad era demasiado golosa. Los países occidentales no cedieron y los soviéticos terminaron por aceptar, a finales de 1945 la existencia de cuatro zonas de ocupación a cambio de quedarse con Turingia y parte de Sajonia, ambos territorios ocupados por las tropas estadounidenses.
Las tensiones entre las fuerzas de ocupación hicieron imposible promover un Estado alemán unificado y administrado por los altos mandos de cada zona de ocupación.
La llamada Nota de Stalin promovía la creación de una Alemania Neutral, Desmilitarizada y Delimitada por la línea Oder-‐Niesse. Konrad Adenauer anunció que prefería una RFA integrada en la Europa Occidental. Y las potencias ocupantes occidentales rechazaban las propuestas soviéticas mientras no se garantizasen elecciones libres en la Zona de Administración Soviética y mientras no se firmase un tratado de Paz entre las dos Alemanias y las potencias vencedoras en la II GM.
Hubo además desacuerdos sobre el pago de las reparaciones de guerra a la Unión Soviética y Polonia mediante la desmantelación de la infraestructura industrial de las zonas de ocupación occidentales.
El 20 de octubre de 1946 hubo elecciones al Parlamento de Berlín que fueron ganadas por el PSD. Pero las tensiones entre el alcalde y el Parlamento fueron constantes y tuvo que renunciar (por un acuerdo con los comunistas) en favor de Ernst Reuter, también socialdemócrata, que fue vetado por Moscú. Fueron las únicas elecciones celebradas en el Berlín Oriental.
El 2 de diciembre de 1946 se crea la Bizona por acuerdo del Secretario de Estado de EE UU, James Byrnes y el Ministro de Exteriores del Reino Unido, Ernest Bevin. Se unían así la zona estadounidense y la británica. La unión es efectiva el 1 de enero de 1947. La respuesta inmediata de los soviéticos fue cortar el suministro de productos agrícolas, masivamente producidos en la parte oriental de Alemania, a las zonas occidentales. El argumento era que debían atender primero a los habitantes de los cinco Lander orientales pero la decisión suponía la ruptura de los acuerdos económicos pactos y, de facto, suponía un paso más en la separación entre las dos alemanias.
La respuesta de las potencias occidentales fue contundente. El administrador Militar de EE UU, Lucius D. Clay, cortó el suministro de productos industriales desde las zonas de la Cuenca del Rhur hacia los territorios de la Alemania del este. La pataleta soviética se concretó en constantes críticas a la política estadounidense y en obstruir el trabajo conjunto de las potencias ocupantes. Dejó de asistir a las reuniones conjuntas y comenzó a regir los destinos de las zonas orientales de Alemania de forma autónoma e independiente.
En junio de 1947 se pone en marcha el Plan Marshall lo que no sentó nada bien ni a las autoridades de Moscú.
El 20 de marzo de 1948 los soviéticos abandonan el Consejo Aliado para el Control de Alemania. El 1 de abril imponen importantes restricciones a los movimientos tanto por carretera como por ferrocarril en los pasos de Berlín. Y el 16 de junio abandonan los órganos de coordinación aliados que regían la ciudad de Berlín.
En mayo de 1948 se une la zona francesa a la Bizona, salvo el Sarre. Esta trizona fue el embrión de la futura RFA.
El 23 de junio de 1948 empieza a circular el nuevo Marco Alemán en las zonas de ocupación occidental (por acuerdo de las potencias ocupantes y de las nuevas autoridades alemanas). La nueva moneda sustituía formalmente al viejo Marco del Reich, inoperante tras el final de la guerra.
En Berlín seguía rigiendo el Reichsmark por falta de acuerdo entre las fuerzas ocupantes pero los soviéticos lanzaron su propia moneda y las potencias occidentales decidieron implantar también el nuevo Marco Alemán.
Por otra parte, las inversiones del Plan Marshall (que había comenzado a aplicarse en el año 1947) estaban estimulando ya la economía de las zonas occidentales que se descolgaban de la deprimida y agraria economía germano oriental, lastrada por el pago de las compensaciones de guerra para la reconstrucción de los países eslavos y de la Europa oriental. Así que la URSS impidió que la futura RDA utilizase el nuevo Marco Alemán y Stalin decidió imponer el Bloque de Berlín, ordenado el 24 de junio de 1948.
El Bloqueo de Berlín
Entre el 24 de junio de 1948 y el 12 de mayo de 1949 los soviéticos imponen el bloqueo de Berlín, obstruyendo las carreteras, las vías de tren y los canales. En aquel momento, en la parte occidental de la ciudad vivían 2.250.000 personas y en la oriental algo más de 1.100.000. Agarrándose a los Acuerdos de Potsdam de julio de 1945, las fuerzas occidentales establecieron tres corredores aéreos para abastecer al sector oeste de Berlín en lo que se conoció como el Puente Aéreo de Berlín (Luftbrücke) y que se puso en marcha al día siguiente, el 25 de junio, al llegar el primer C-‐47 de carga al aeropuerto de Tempelhof.
Como la soberanía y el control aéreo estaban en manos de los aliados occidentales, Estados Unidos, Reino Unido y Francia asumieron el operativo del Puente Aéreo pero se fueron sumando otros países: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica,…
Berlín Occidental contaba entonces con más 2 millones de habitantes que no hubiesen podido sobrevivir sin el Puente Aéreo. Necesitaban, esencialmente: alimentos, carbón y otros bienes.
Las necesidades fueron aumentando con la llegada del frío hasta llegar a las 4.000 toneladas al día. Teniendo en cuenta que los C-‐47 puede transportar un máximo de 2.700 kg. Eran necesarios unos 1.500 vuelos al día para garantizar los suministros. Así que comenzaron a operar los C-‐54 que podían mover entre 10 y 12 toneladas por vuelo. Se llegaron a realizar 277.728 vuelos que permitieron llevar entre 4.500 y 5.000 toneladas al día de suministros, hasta un total de 2.343.300 toneladas mientras duró el puente. Incluso fueron trasladadas máquinas pesadas por piezas que luego eran montadas den Berlín Oeste.
En diciembre de 1948 las cosas se pusieron feas por el frío y bajó el rendimiento del Puente Aéreo pero en enero contra todo pronóstico, mejoraron y se relanzaron los envíos lo que socavó la moral de muchos berlineses orientales que comenzaron a cruzar la frontera masivamente. Además, los aviones occidentales no perdían la ocasión de lanzar propaganda y chocolatinas para aumentar la desmoralización de los orientales.
De hecho, en torno al Domingo de Resurección de 1949 (el 17 de abril) se montó una operación especial de propaganda con el envío de 13.000 toneladas en dos días, lo que supuso una auténtica humillación para los soviéticos. Tanto que el 12 de mayo de 1949, Moscú ordenó levantar el Bloqueo.
72 aviadores, 31 de ellos estadounidenses, perdieron la vida en esos 11 meses.
11 días después, el 23 de mayo, se creaba la RFA. Representantes de los Parlamentos de los Lander Occidentales acudieron a Bonn donde redactaron la Ley Fundamental de Bonn. No quisieron llamarla Constitución para transmitir la sensación de que se trataba de una legislación provisional a la espera de recuperar plenamente la soberanía del país.
Los Lander Orientales reaccionan con un proceso paralelo que da origen a la RDA el 7 de octubre de 1949 y se empiezan a establecer puntos fronterizos.
El 30 de noviembre de 1948, en pleno Bloqueo de Berlín y con la división de la ciudad convertida en una realidad incontestable, la mayor parte de los diputados del parlamento de la ciudad de Berlín se trasladaron a la zona occidental y los soviéticos establecieron un nuevo gobierno provisional para los distritos orientales. Se anunciaron nuevas elecciones que nunca llegaron a celebrarse. En la parte occidental hubo elecciones el 5 de diciembre de 1949 pero las autoridades orientales prohibieron la participación de los ciudadanos de Berlín este.
Entre 1946 y 1949 las potencias aliadas impusieron a los alemanes el uso de a bandera provisional. Esta bandera era conocida como la C, por ser la inicial de capitulación, en recuerdo a la derrota en la II Guerra Mundial. Toda una humillación para Alemania y los alemanes. Además, sólo conservaba el rojo como color tradicional de las enseñas nacionales.
La tricolor alemana (negro, rojo y dorado) tiene su origen en la República de Weimar (1919). La elección de los colores se remonta a los uniformes que utilizó la resistencia contra Napoleón a primeros del siglo XIX.
Formalmente, la ocupación militar de las potencias occidentales prosiguió hasta 1955 cuando Alemania es reconocida como un estado soberano tras los acuerdos de la Conferencia de Londres de 1954. Aunque las potencias occidentales se reservaron el derecho de gestionar la soberanía de la RFA (algo que se mantuvo en el tiempo hasta la Unificación de 1990). Si bien es
cierto que tras la creación de la RFA, los gobernadores militares fueron reemplazados por altos comisionados civiles (una figura a caballo entre un gobernador y un embajador) que pasaron a ser embajadores, sin más, en 1955.
Berlín se mantuvo bajo ocupación aliada hasta 1990 por su status especial. Sólo para fines administrativos se unificaron los tres sectores occidentales. De facto era un espacio económico de la RFA (aunque no formaba parte del país) dentro del territorio de la RDA desde el 23 de mayo de 1949 y hasta el 3 de octubre de 1990. Nada que ver con Berlín Oriental que estaba en territorio de la RDA y era su capital.
Berlín Occidental tenía sus propios órganos de gobierno. Tenía órganos municipales, un parlamento y un senado. Los berlineses no participaban formalmente en las elecciones legislativas alemanas pero el parlamento enviaba 20 delegados al Bundestag y el senado otro tanto al Budesrat.
En este punto es conveniente aclarar un par de conceptos que monopolizaran la política internacional durante el medio siglo siguiente.
GUERRA FRÍA
Es una expresión que popularizó Bernard Baruch (financiero y consejero presidencial EE UU) el 16 de abril de 1947, aunque el primero en formularla fue Herbert Bayard Swope en 1946. Ese mismo año, el columnista Walter Lippmann publico un libro con ese mismo título Guerra Fría que lo convirtió en expresión hecha para siempre.
EL TELÓN DE ACERO
En febrero de 1946, George Kennan, diplomático de EE UU destinado en Moscú, escribió el que se conoce como Telegrama Largo en el que defendía la aplicación de una política de inflexibilidad con los soviéticos y sus satélites. Es la Biblia de las teorías básicas de EE UU durante toda la Guerra Fría.
En septiembre de 1946, Nóvikov y Mólotov escriben otro telegrama en el que sostenían que EE UU usaba su monopolio en el mundo capitalista para desarrollar una capacidad militar que creara las condiciones para la consecución de la supremacía mundial a través de una nueva guerra.
El 5 de marzo de 1947, Winston Churchill, de vacaciones en EE UU, es invitado a participar en un curso en la Universidad de Misuri. Churchill, apartado de la política tras perder las elecciones de 1945, pronuncia el discurso que tituló “Las fibras de la Paz” defiende la creación de una alianza anglo-‐estadounidense fuerte contra los soviéticos a los que acusaba de estar creando un Telón de Acero desde Stettin en el Báltico hasta Trieste en el Adriático. Sus palabras fueron:
“Desde Stettin en el Báltico, a Trieste, en el Adriático, ha caído sobre el continente un Telón de Acero. Tras él se encuentran todas las capitales de los antiguos Estados de Europa Central y Oriental (…) todas estas famosas ciudades y sus poblaciones y los países en torno a ellas se
encuentran en lo que debo llamar la esfera soviética y todos están sometidos, de una manera u otra, no sólo a la influencia soviética, sino a una altísima y, en muchos casos, creciente medida de control por parte de Moscú (…) Por cuanto he visto de nuestros amigos rusos durante la guerra, estoy convencido de que nada admiran más que la fuera y nada respetan menos que la debilidad (…) Es preciso que los pueblos de lengua inglesa se unan con urgencia para impedir a los rusos toda tentativa de codicia o aventura”.
Así que la idea del Telón de Acero es muy anterior (14 años) a la aparición del Muro de Berlín, pero es indudable que el Muro se inscribía perfectamente en esa idea de Telón de Acero y, sin duda, era su visualización más palpable. Y la Guerra Fría se formulaba como tal concepto teórico casi al mismo tiempo que se producía sus primeras escaramuzas en la zona más sensible, la antigua capital del Reich.
A comienzos de la década de los 50, la URSS y sus satélites comienzan a restringir los movimientos migratorios entre países. Pero los desplazamientos en el interior de Berlín seguían siendo libres.
En 1952 se intensificó la vigilancia fronteriza por el intenso paso de oriente a occidente. En Berlín se habilitó una zona de 5 kilómetros para el paso de residentes autorizados. Pero la frontera seguía abierta y era permeable.
El 27 de octubre de 1956 los ministros de Exteriores de Alemania Occidental, Heinrich von Brenton, y de Francia, Christian Pineau, firman el Tratado de Luxemburgo que concretaba la escisión del Sarre, hasta entonces un protectorado francés y su incorporación a Alemania. Cuatro días antes, el 23 de octubre, los ciudadanos de la provincia habían rechazado en referéndum la ratificación del Estatuto del Sarre.
El Landtag o parlamento estatal del Sarre declaró su anexión a la RFA el 14 de diciembre de 1956 y fue efectiva el 1 de enero de 1957. Hubo un periodo de transición económica de dos años, hasta 1959, porque en el Sarre se utilizaban dos monedas de curso legal: el Franco del Sarre desde 1948 y el Marco Alemán desde su creación.
En 1958 el ejército de la RDA trató de imponer un nuevo bloque en Berlín Occidental con poco éxito. A las seis semanas tuvieron que desistir y hoy casi nadie lo recuerda. Antes, Khruschchev había propuesto desmilitarizar Berlín y que las potencias occidentales abandonasen la ciudad. La OTAN rechazó el ultimátum.
Entre 1949 y 1961, unos 3 millones de personas abandonaron la RDA desde Berlín Oriental. No sólo eran alemanes, también cruzaron ciudadanos de otros países del este como polacos y checos.
Sólo en la primera quincena de agosto de 1961 cruzaron 22.000 personas y otras 30.000 lo habían hecho durante el mes de julio. El 20 % de la población activa en Berlín Oriental se había pasado a Occidente.
Así que en junio de 1961 Moscú vuelve a promover el abandono de las potencias occidentales de Berlín. Llamamiento que vuelve a ser ignorado.
Otras 50.000 personas vivían en el oeste y trabajaban en el este aprovechándose de las ventajosas condiciones financieras y económicas.
El 4 de agosto de 1961 Berlín Este aprieta el cerco sobre estos movimientos y obliga a pagar a los occidentales en marcos del oeste.
El 15 de junio de 1961 el Presidente del Consejo de Estado de la RDA, Walter Ulbricht asegura que “¡Nadie tiene la intención de erigir un muro!”.
A primeros de Agosto, el propio Ulbricht negocia el apoyo de la URSS (Khruschchev) a la construcción del Muro, en secreto, eso sí. Para entonces, las comunicaciones este-‐oeste de tranvías y metro ya se habían cortado.
El flujo de movimientos del este al oeste iba en crecimiento constante y se autoriza el “acordonamiento”. En ese momento, la RFA tenía unos 53 millones de habitantes y la RDA unos 16 millones.
El 11 de agosto, viernes, la Cámara Popular (el Parlamento de la RDA) autoriza la construcción de un Muro de separación. El 12 de agosto, sábado, el Consejo de Ministros aprueba la movilización de las Fuerzas Armadas para construir la separación y el 13, domingo, se inicia la construcción.
La madrugada del 12 al 13 de agosto quedó levantada la mayor parte del Muro (no en hormigón, como lo conoceríamos después, sino en plan alambrada) y el resto quedó fuertemente vigilado por fuerzas militares y policiales del este: 5.000 miembros de la Policía Fronteriza (luego bautizada como Tropas Fronterizas), 5.000 de la Policía Popular y 4.500 miembros de las brigadas. También se incorporaron militares soviéticos para garantizar plenamente la seguridad.
El metro, tanto el de superficie como el subterráneo dejó de detenerse en las estaciones del este salvo la línea bajo la Friedrichstrase, que funcionaba con estrictos controles.
Durante el primer mes (hasta septiembre) cruzaron el Muro 85 miembros de las fuerzas de vigilancia (especialmente conocida es la imagen de Conrad Schumann saltando la alambrada el 15 de agosto) y 400 civiles también se pasaron al oeste en 216 operaciones diferentes.
El este consideraba el Muro una protección antifascista. Berlín era un reflejo a escala de lo que ocurría entre los dos bloques de la Guerra Fría. Pero también reconocían, con la boca chica, que pretendía evitar la fuga de sus nacionales, sobre todo de los cerebros más brillantes.
La realidad es que las minas y las defensas se orientaban hacia la zona oriental y no hacia la occidental. Incluso las zonas más altas y escarpadas del muro estaban hacia la zona oriental.
El bloque occidental tardó en movilizar a sus tropas de fronteras y pasaron 72 horas antes de presentar una queja diplomática formal ante Moscú.
El Canciller de la RFA Konrad Adenauer pidió calma mientras el alcalde de Berlín Occidental, Willy Brandt erá más enérgico y convocó una manifestación que reunió a 300.000 berlineses el 16 de agosto.
“Una solución poco elegante, aunque mil veces preferible a la guerra”, dijo John Fitzgerald Kennedy antes de mandar a 1.500 hombres de refuerzo a Berlín.
Dos años después, Kennedy visitaría Berlín y allí pronunció una de sus discursos más conocidos, sobre todo por su famoso alegato “Yo también soy berlinés”. Dos veces pronunció esa frase, ambas en alemán. Una al final de su discurso de algo menos de 10 minutos. Otra, al comienzo, cerrando un alegato a favor de la libertad y contra el comunismo: “Hace dos mil años el alarde más orgulloso era “civis romanus sum”. Hoy, en el mundo de la libertad, el alarde más orgulloso es “Ich bin ein Berliner”. ¡Agradezco a mi intérprete la traducción de mi alemán! Hay mucha gente en el mundo que realmente no comprende, o dice que no comprende, cuál es la gran diferencia entre el mundo libre y el mundo Comunista. Dejad que vengan a Berlín. Hay algunos que dicen que el Comunismo es el movimiento del futuro. Dejad que vengan a Berlín. Y hay algunos pocos que dicen que es verdad que el Comunismo es un
sistema maligno pero que permite nuestro progreso económico. Lasst sie nach Berlin kommen Dejad que vengan a Berlín.”
Aquí podéis escuchar íntegro el discurso Ich bin ein Berliner.
“Alemania del este detiene el flujo de refugiados y se atrinchera tras un grueso Telón de Acero. No se trata de nada ilegal” dijo Harold MacMillan, Primer Ministro Británico.
Sea como fuere, el 27 de octubre de 1961 hubo una situación muy tensa en Check Point Charlie, con 20 carros de combate (10 por bando) apuntándose. Fueron casi 24 horas de alta tensión.
Hasta 1963 no se autorizó a los berlineses del oeste, que tenían familia en el este, a cruzar la frontera. Y la autorización fue para celebrar el fin de año.
A primeros de los 70, Willy Brandt (Canciller de la RFA) y Eric Honecker (Jefe Supremo del Partido Socialista Unificado de la RDA) relajaron los movimientos y los trámites. Con todo seguían manteniendo que el Muro era una protección contra «la inmigración, la infiltración, el espionaje, el sabotaje, el contrabando, las ventas y la agresión de los occidentales».
En 1975 se comenzó la cuarta generación del Muro que contaba ya con 120 kilómetros, era de hormigón armado y alcanzaba una altura de 3’6 metros en los tramos clave. Estaba compuesto por 45.000 secciones independientes de 1’5 metros cada una.
El Muro se completaba con una valla de tela metálica, cables de alarma, fosos y trincheras (para evitar el tránsito de vehículos), una cerca de alambre de púas, barreras anti tanque, 30 búnkeres, recorridos para patrullas y 300 torres de vigilancia.
Durante los 28 años de existencia del Muro se contabilizaron algo más de 5.000 fugas a Berlín Occidental.
Entre los días 3 y 5 de octubre de 1964 se produjo la mayor fuga con éxito. 157 personas cruzaron a través de un túnel de 145 metros excavado bajo el Muro por los occidentales.
El caso más dramático ocurrió el 17 de agosto de 1962 cuando Peter Fechter y Helmut Kulbeik intentaron cruzar el Muro. Kulbeik logró su propósito pero Fechter fue herido y quedó tirado en tierra de nadie sin que fuese atendido en ningún momento hasta que murió desangrado ante los periodistas occidentales.
Las casas cercanas al muro se vaciaron después del amurallamiento. Este proceso continuó hasta el 28 de enero de 1985, día en el que se demolió la Iglesia de la Reconciliación en Bernauerstrasse.
ANTECEDENTES DE LA CAÍDA
Las políticas de reestructuración (Perestroika) y transparencia (Glasnost) promovidas por Mijail Gorovachov desde 1986 supusieron la restauración de la soberanía plena para los países miembros del Pacto de Varsovia y el abandono de la Doctrina Brezhnev. Todo ello afectó seriamente a la estabilidad del régimen socialista de la RDA, sobre todo por la política de no intervención de Moscú en los asuntos internos de los países miembros del Pacto.
De hecho, en 1988 tuvo que dimitir Janos Kadar como Secretario General del Partido Socialista Húngaro dando paso a unas elecciones pluripartidistas y presidenciales previstas para 1990. En la misma línea se enmarcan los acuerdos entre el Gobierno de Polonia y el Sindicato Solidaridad alcanzados en 1989.
La situación se estaba volviendo insostenible sobre todo por la gente que empezaba a refugiarse en embajadas occidentales en Praga o Varsovia y por las huidas constantes y crecientes a través de la frontera entre Austria y Hungría aprovechando el buen tiempo de la primavera y el verano de ese año 1989.
Unas 400.000 personas salieron de la RDA a lo largo de ese año.
El 2 de mayo de 1989 el Gobierno húngaro ordena desmantelar los controles fronterizos entre Hungría y Austria lo que facilitó todavía más el flujo de ciudadanos germano orientales hacia la RFA vía Austria.
Sólo en septiembre, más de 13.000 alemanes orientales emigraron a Hungría a la espera de su momento.
El 23 de agosto se habían aligerado los controles en la frontera entre Austria y Hungría.
En septiembre empezaron a producirse concentraciones y manifestaciones contra los dirigentes de la RDA. Se celebran a favor de la creación de un estado democrático y en defensa de la libertad de circulación de las personas. Se conocieron como Manifestaciones de los lunes y eran tácitamente consentidas por la Policía Popular y la Stasi o Policía Política.
La primera tuvo lugar el 4 de septiembre en la Iglesia de San Nicolás de Leipzig y asistieron unas 1.000 personas.
El 7 de octubre, el gobierno de la RDA celebró el 40 aniversario de la fundación del país ignorando estas concentraciones populares y las reclamaciones que se coreaban. Durante los actos oficiales, desfiles militares incluidos, diversos grupos de manifestantes intentaron interrumpir las celebraciones y, esta vez sí, fueron duramente reprimidos por la Policía Popular.
El 18 de octubre renuncia Erich Honecker, reemplazado por Egon Krenz.
Praga protesta por el aumento de la emigración procedente de Alemania del Este.
Pero las Manifestaciones de los lunes iban a más. Tanto es así que en la del día 30 de octubre hubo unas 320.000 personas. Y, a la semana siguiente, el 6 de noviembre, 500.000 personas. Se celebraban en varias ciudades: Leipzig, Dresde, Halle,…
El 4 de noviembre medio millón de personas se manifiestaban en Alexanderplatz contra el gobierno de la RDA.
El 6 de noviembre el Gobierno de la RDA anuncia una nueva legislación para viajar.
El 7 de noviembre, el Partido Único flexibiliza las normas para que los alemanes del este puedan viajar al exterior.
El 8 de noviembre, a consecuencia de las últimas manifestaciones masivas, nueve ministros del gobierno de la RDA presentan la dimisión, dimitía también el Politburó en pleno y el Gobierno acepta convocar elecciones libres legalizando al partido opositor Nuevo Foro.
El mismo día 9 se promulga la nueva norma aunque no tenía que entrar en vigor hasta el día siguiente y a media tarde, Günter Schabowski, Portavoz del Politburó del SED, en rueda de prensa anuncia que se han retirado todas las restricciones. La rueda de prensa de Schabowski acabó a las 18:53 (estaban con él Helga Labs, Gerhard Beil y Manfred Banschak, todos miembros del Comité Central).
Durante esa rueda de prensa se produce la siguiente sucesión de preguntas y respuestas por parte de periodistas occidentales y el portavoz Schabowski:
-‐ Riccardo Ehrman: “Señor Schabowski, ¿cree usted que fue un error introducir la Ley de Viajes hace unos días”. (Hace referencia a la confusa ley que favoreció el éxodo de miles de germano orientales a Checoslovaquia y Hungría).
-‐ Günter Schabowski consulta unos papeles e insiste en que los ciudadanos de la RDA podrían ir la oeste sin pasaporte ni visado. Sólo mostrando el carné de identidad o documento similar. “Los viajes privados al extranjero se pueden autorizar sin la presentación de un justificante, motivo del viaje o lugar de residencia. Las autorizaciones serán emitidas sin demora. Se ha difundido una circular a este respecto. Los departamentos de la Policía Popular responsables de los visados y del registro del domicilio han sido instruidos para autorizar sin retrasos los permisos pertinentes de viaje, sin que las condiciones actualmente en vigor deban cumplirse. Los viajes de duración permanente pueden hacerse en todos los puestos fronterizos con la RFA”.
-‐ Riccardo Ehrman (o Peter Brinkmann, según otras versiones) insiste: “¿Cuándo entra en vigor?”.
-‐ Günter Schabowski consulta unas notas y responde: “De inmediato”.
Pero Günter Schabowski no leyó el folio siguiente del documento que tenía delante. La medida era efectiva a partir del día siguiente.
Ante esas declaraciones, rápidamente conocidas a través de los informativos de la Alemania Occidental, miles de alemanes del este se dirigen al Muro. Las fuerzas policiales y militares no tenían órdenes de permitir el libre movimiento pero no se atrevieron a disparar y ante la avalancha decidieron abrir los puntos de paso. El punto de control de Bornholmerstraße se abrió a las 23:00 horas, seguido de otros puntos de paso, tanto en Berlín como en la frontera con la RFA.
Las imágenes animaron a otros muchos miles de ciudadanos y la mañana del día 10 fue el acabose. Los propios ciudadanos comenzaron a destruir el Muro con sus propias herramientas aunque ya por la noche habían empezado a picarlo con lo primero que tenían a mano.
En Bonn se suspendió la sesión del Bundestag. Y Mstislav Rostropovich, que estaba en Berlín se fue al Muro también.
El mismo día 10 de noviembre, Helmut Kohl suspende un viaje previsto a Varsovia y pronuncia un discurso en el Ayuntamiento de Berlín Occidental.
El 3 de diciembre dimite Egon Krenz, tres días después todo el Comité Central y a finales de mes el partido Unificado SED cambia de nombre por el de Partido del Socialismo Democrático. El Socialismos Real en Alemania Oriental había dejado de existir, al menos formalmente.
LA REUNIFICACIÓN ALEMANA
La comunidad internacional no ve, en principio, con buenos ojos la unificación de las dos Alemanias. Son necesarias una serie de visitas, cumbres y acuerdos que incluyen el reconocimiento, por parte de Alemania, de la frontera con Polonia en la Línea Oder-Neisse, para llegar al Tratado Dos más Cuatro firmado el 12 de septiembre de 1990 entre las dos Alemanias, por una parte, y EE UU, Reino Unido, Francia y la URSS por otra, que dio el visto bueno a la unificación ya en marcha.
Hans-Dietrich Genscher, Ministro de Exteriores de Alemania Occidental había desplegado una importante actividad diplomática hablando de la Unidad Alemana. Lo que se unía al anuncio del Programa de Diez Puntos que hizo el Canciller Helmut Kohl el 28 de noviembre de 1989 ante el Bundestag en el que se sentaban las bases del proceso de unificación sin mencionarlo explícitamente en ningún momento. En el documento se hablaba de un proceso para crear estructuras confederativas entre ambos estados alemanes siempre que la RDA democratizara sus estructuras, comenzando por la elección libre de su Gobierno.
El 4 de abril de 1990 quedaba constituido el nuevo gobierno de la RDA nacido de las elecciones del 18 de marzo. Era un gobierno de unidad encabezado por Lothar de Maiziere, líder de los cristianodemócratas del este.
El 18 de mayo de 1990 las dos Alemanias firman el Acuerdo de Unión Monetaria, Económica y Social (para muchos el auténtico tratado de unificación, que entró en vigor el 1 de julio) en donde se dice, literalmente: “Los cinco Lander orientales pedirán su ingreso en la RFA de acuerdo con el artículo 23 de la Ley Fundamental”. Clara demostración de que la Unificación fue por incorporación de la RDA a la RFA.
El 22 de julio quedan constituidos formalmente los Lander de Alemania Oriental y el 23 de agosto el parlamento de la RDA autoriza la incorporación de esos Lander a la RFA.
El 31 de agosto se firma el Tratado de Unificación que se basa en el artículo 23 de la Ley Fundamental de Bonn para dar lugar a la adhesión de los Lander de la Alemania Oriental a la RFA.
El 12 de septiembre era proclamada la plena soberanía de Alemania tras la firma del Tratado Dos más Cuatro. El proceso culmina el 3 de octubre de 1990. Desde entonces, ese día se conmemora la Unificación Alemana como Fiesta Nacional.
Las consecuencias cruzadas de ambos tratados, el Dos más Cuatro y el de Unificación son las siguientes:
• La jurisdicción de la Alemania unificada, a partir de la entrada en vigor del Tratado, abarca el territorio de las antiguas RFA y RDA, incluyendo las cuatro zonas de ocupación de Berlín.
• La ocupación cuatripartita de Berlín expira a la entrada en vigor del tratado.
• Las fronteras de la nueva Alemania unida son definitivas. Alemania renuncia a reclamar territorios al este de la línea Oder-Neisse o los
perdidos al finalizar la Segunda Guerra Mundial: El Sarre, Silesia, Pomerania, Los Sudetes,…
• Alemania renuncia a poseer armas de destrucción masiva. • El ejército reduce sus efectivos desde los 500.000 (unificados) a los
370.000. • Las tropas soviéticas acantonadas en la antigua RDA serán repatriadas
antes de finalizar 1994 (de hecho la retirada fue total y efectiva en agosto de ese año).
• En territorio de la antigua RDA no puede haber almacenadas armas de destrucción masiva ni podrá ser ocupado por ejércitos extranjeros.
• Alemania recuperaba plenamente su soberanía. • La unificación (adhesión de los Lander de la RDA a la RFA) se haría de
acuerdo al Preámbulo y al artículo 23 de la Ley Fundamental de Bonn.
La comunidad internacional reconocía y aceptaba los documentos y compromisos alcanzados por el Gobierno de la RFA y el Parlamento de la RDA.
El 14 de octubre se celebran elecciones para los parlamentos de los nuevos estados federados (antiguos territorios del este). Y el 2 de diciembre de 1991 tuvieron lugar las primeras Elecciones Generales en la nueva Alemania unificada.