Estado de la Estructura Social del Trabajo a partir de los...
Transcript of Estado de la Estructura Social del Trabajo a partir de los...
1
AE/Documentos/SL05 Diciembre 2002
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA INSTITUTO PARA LA INTEGRACIÓN DEL SABER
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN INSTITUCIONAL
INVESTIGACIÓN: LA DEUDA SOCIAL ARGENTINA AREA ECONÓMICA: TRABAJO Y DESOCUPACIÓN
Estado de la Estructura Social del Trabajo a partir de los Hogares Una mirada sobre los diferenciales regionales
Silvia Lépore, María Eugenia Besada y Jimena Macció
Estructura de redacción
Introducción 1. Notas teórico-metodológicas
2. Diagnóstico de Ciudad de Buenos Aires, Conurbano e Interior urbano
2.1. Inserción Sectorial y Situación Ocupacional de los Grupos Domésticos Urbanos
2.2. Esfuerzo, Rendimiento Laboral y Capital Educativo
2.3. Impacto de la Segmentación Laboral sobre la Calidad de Vida de los Grupos Domésticos Urbanos
3. Análisis de Regresión:
3.1. Determinantes de la Marginalidad Laboral de los Hogares
3.2. Hogares bajo la Línea de Pobreza
4. Conclusiones
5. Anexo
6. Bibliografía
2
Índice
Introducción 2
1. Notas teórico-metodológicas 5
2. Diagnóstico de Ciudad de Buenos Aires, Conurbano e Interior urbano 9
2.1 Inserción Sectorial y Situación Ocupacional de los Grupos Domésticos Urbanos 9
2.2 Esfuerzo, Rendimiento Laboral y Capital Educativo 14
2.3 Impacto de la Segmentación Laboral sobre la Calidad de Vida de los Grupos
Domésticos Urbanos 31
3. Análisis de Regresión: 45
3.1 Marginalidad Laboral 45
3.2 Hogares bajo la Línea de Pobreza 53
4. Conclusiones 57
5. Anexo 60
6. Bibliografía 64
3
Estado de la Estructura Social del Trabajo a partir de los Hogares Una mirada sobre los diferenciales regionales
Introducción1
En un documento anterior 2 se confirmó la fuerte relación entre la inserción sectorial y la
situación laboral de los grupos domésticos medida a través del desempeño de sus activos, del
esfuerzo y rendimiento laboral que realizan para poder mantener un ingreso y de su impacto
en el nivel o calidad de vida, que se ha ido deteriorando a medida que va disminuyendo el
ingreso. Se encontró claramente una fragmentación en la sociedad, marcada por la
pertenencia a trabajos formales o estructurados e informales o no estructurados. Quedó de
manifiesto una estructura social polarizada, que difícilmente ofrezca posibilidades de
movilidad social ascendente a los grupos que están en peores condiciones, cristalizándose así
una situación de injusticia e inequidad en la sociedad argentina.
El proceso inicial de empobrecimiento generalizado ya fue descrito en el noventa como
resultado de la crisis anterior pero también se decía que su fin no se vislumbraba. Después de
más de una década tampoco se vislumbra pero se puede señalar su profundización y
empeoramiento. (Minujin y otros, 1995) (Salvia, Lépore, Besada 2002).
Como el análisis se realizó teniendo en cuenta el total de los hogares urbanos del país3 ahora
cabe preguntarse acerca de los diferenciales espaciales o regionales de estas relaciones.
El problema de las desigualdades regionales en la Argentina ha sido ciertamente objeto de
estudio desde distintas áreas, la geografía económica, la economía, la política, la demografía,
etc. Los desniveles socioeconómicos que se presentan a lo largo del territorio o en los
distintos subespacios nacionales hacen que se reclame en el marco de esta investigación por
un mayor grado de precisión en las relaciones encontradas en el documento anterior, donde se
1 El siguiente documento se realizó bajo la supervisón del Dr. Agustín Salvia, coordinador del Proyecto. 2 Lépore, Silvia; Maccio, Jimena; Salvia, Agustín (2002) Marginalidad y Segmentación Laboral en los hogares. Instituto para la Integración del Saber, Departamento de Investigación Institucional, UCA. 3 Hogares que tengan al menos un integrante en la población económicamente activa.
4
trataba de la búsqueda de relaciones para el total de los grupos domésticos urbanos. En otras
palabras, se presentaron promedios nacionales que en este caso se quieren desentrañar.
Todas las instancias de la formación social son las que producen un patrón de asentamiento:
la estructura del aparato productivo, el control del poder, el manejo del Estado, etc. (Rofman,
1974) y en la Argentina ha tomado una determinada forma por la vinculación de todas ellas
en diferentes momentos históricos.
Para realizar este documento, se requiere presentar la información desagregada en algunos
subespacios nacionales que tengan cierta significación. La envergadura que significaría
utilizar una clasificación en regiones queda fuera de los alcances de este estudio. Por lo tanto,
se ha recurrido a una visión parcial y es la particular distribución espacial de la población en
nuestro territorio. Esta ha llevado a considerar oportuno desarrollar el análisis teniendo en
cuenta tres agregados espaciales diferentes: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los
Partidos del Conurbano bonaerense4 y el resto urbano, al que llamaremos de aquí en adelante
Interior Urbano.
En 1960 la región Metropolitana, formada por la Ciudad de Buenos Aires y los 19 partidos
del Gran Buenos Aires, ya había alcanzado a concentrar la tercera parte de la población del
país. La primera había dejado de crecer, situación que persiste hasta hoy con pequeñas
variantes, y la segunda creció desmesuradamente hasta entonces y aunque no dejó de hacerlo
en números absolutos, se desaceleró su ritmo de crecimiento y disminuyó su importancia
relativa. Esto significa que hubo un punto de inflexión después de alcanzar una tasa media
anual de crecimiento poblacional del 6 por ciento entre 1945 y 19605 y que disminuyeron los
flujos migratorios del interior.
De acuerdo a los resultados provisionales del último Censo Nacional de Población, Hogares y
Viviendas de 2001, el país tiene 36.223.947 de habitantes de los cuales el 7.6% vive en la
Ciudad de Buenos Aires, el 24% en los 24 partidos del conurbano bonaerense (ex 19) y el
resto se distribuye en las provincias.
4 El Conurbano bonaerense está formado por los siguientes Partidos: Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverria: Ezeiza, Florencio Varela, Gral. San Martín, Gral. Sarmiento: José C. Paz, Malvinas Argentinas y San Miguel, La Matanza, Lanus, Lomas de Zamora, Merlo, Moreno, Morón: Hurlingam, Ituizangó, Quilmes, San Fernando, San Isidro, Tigre, 3 de Febrero, Vicente López. 5 El valor de esta tasa fue extraído de Lattes y Lattes, 1992.
5
Este documento se ha estructurado en tres secciones, la primera resume algunas notas teóricas
y metodológicas que remiten a otro documento de esta serie donde se han tratado más
extensamente estos temas. La segunda es la presentación de los resultados y el análisis sobre
los grupos domésticos de las tres jurisdicciones seleccionadas. En la tercera sección se
exponen las conclusiones y finalmente se agrega el anexo de cuadros estadísticos y la
bibliografía.
1. Notas teórico-metodológicas
El cambio de enfoque que significa estudiar la estructura social del trabajo en su relación con
la estructura del hogar o grupo doméstico ya ha sido extensamente planteado en el documento
anterior de esta serie de informes de investigación. En este punto sólo se repetirán brevemente
los principales conceptos que ayuden al lector a comprender este diagnóstico.
Los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares que han sido procesados para esta
investigación remiten a una unidad de análisis, el hogar estadístico, que es una aproximación
al concepto de familia y también de grupo doméstico tal como fue usado en este estudio.
Se sostiene que la familia es una de las principales instituciones de la sociedad, donde no sólo
se realiza la reproducción biológica sino donde se inicia y desarrolla primordialmente el
proceso de socialización de los individuos. En las familias se desarrollan también las tareas
que permiten su reproducción doméstica o cotidiana y la reproducción social, que remite a
las tareas que hacen al mantenimiento del sistema social. (Jelin, 1998)
El análisis del ámbito doméstico se presenta también como un espacio de interacción, con
carácter estructurante y, a la vez, resultado estructurado de las prácticas individuales. Es un
espacio de interacción social donde se expresan las potencialidades sociales del hombre y las
posibilidades sociales de la situación que se manifiestan en el hacer-con y hacer-se-con los
otros y las cosas. (Agulla, 1991)
La familia se presenta en su doble relación con la sociedad y los individuos (Salvia,1995). En
la primera relación se alude a la existencia de una dinámica macrosocial que estructura la
constitución y reproducción de las relaciones domésticas y familiares, a la vez que éstas
llevan a reproducir o modificar las condiciones posibles en que se desarrolla la dinámica
6
macroeconómica, social y cultural. La segunda relación (familia-individuos) busca
representar las formas como las relaciones doméstico-familiares constituyen un lugar de
relaciones interpersonales donde se dan las oportunidades para la reproducción física y social
de las personas y el lugar para desarrollar sus comportamientos.
Teniendo una visión articulada de la sociedad, la familia y los individuos, la unidad
doméstica-familiar o grupo doméstico queda definido como “una organización estructurada a
partir de redes de relaciones sociales dadas entre individuos que comparten una misma
residencia y organizan en común -en armonía y conflicto- su reproducción económica y social
cotidiana” (Salvia, 1995:150). Con las diferencias que puede presentar con los hogares
estadísticos de la Encuesta Permanente de Hogares, el grupo doméstico es la unidad de
análisis de este trabajo, aunque operativamente refiere a los primeros.
Se sostiene en este informe, como en el anterior, que en los últimos años los grupos
domésticos han sufrido un paulatino empobrecimiento que ha afectado no sólo a las clases
más bajas sino gran parte de la clase media y media baja. Debido a los cambios en el mercado
de trabajo, el aumento de desempleo, la inestabilidad y precariedad de los empleos y el
surgimiento de un nuevo sector informal que tiene las características propias de esta crisis,
nuestro interés es retomar el análisis de la situación de los grupos domésticos dependiendo de
la inserción sectorial del principal perceptor en el sector formal o informal. Esto hace que los
grupos domésticos se definan inicialmente por su inserción en alguno de estos sectores. En
segundo lugar, nos interesa conocer la calidad del empleo que tienen los diferentes activos del
hogar y con ello se presenta una matriz que coloca a los grupos domésticos según la presencia
de ambas variables. La particular inserción en el mercado laboral, por sector y por calidad
del empleo, suponemos que determina una serie de conductas familiares como el esfuerzo
laboral que es necesario en cada situación, el rendimiento que se obtiene, y en qué medida
influye el capital educativo acumulado. Todo esto, dará como resultado el ingreso que
obtengan los miembros activos y por ende la calidad de vida a que acceda el grupo
doméstico.
7
Definición de las variables
La relación entre la economía doméstica y la heterogeneidad estructural del sistema económico
quedó definida por la variable independiente INSERCIÓN SECTORIAL de los Grupos
Domésticos que está dada por la pertenencia presente o última del principal perceptor laboral
(jefe económico del hogar) en el sector formal o informal de la economía.
- Inserción en el Sector Formal se definió en términos de la inserción ocupacional -
presente o última en el caso de ser desocupado- del principal perceptor laboral del
hogar tanto patrones como asalariados en unidades productivas con más de 5
ocupados, y/o en puestos de carácter profesional (cualquiera fuese la categoría
laboral).
- Inserción en el Sector Informal se definió en términos de la inserción ocupacional del
principal perceptor laboral del grupo doméstico- presente o última en el caso de ser
desocupado- en puestos no profesionales y unidades productivas de 5 o menos
ocupados (patrones y asalariados), incluyendo negocios personales o familiares,
trabajadores del servicio doméstico y empleos de tipo público asistencial.
Como variable dependiente se eligió la SITUACION OCUPACIONAL de los Grupos
Domésticos que está determinada por la calidad de la inserción laboral de todos los miembros
activos del hogar, siendo sus categorías:
- Inclusión: grupos domésticos donde todos los miembros activos son trabajadores
ocupados plenos (patrones y profesionales, asalariados protegidos y trabajadores
independientes), en situación estable, con trabajo regular y protegido.
- Vulnerada: hogares con trabajadores plenos y presencia de trabajadores
subempleados6 , precarios7 o sin empleo8 o la presencia única de trabajadores
subempleados.
6 Subempleado pleno: está definido como trabajador ocupado con igual característica que el pleno pero con necesidad de trabajar más horas o que busca otro empleo. 7 Trabajador precario es el trabajador ocupado o subocupado en un puesto inestable, irregular, sin beneficios sociales o con ingresos por debajo del mínimo de mercado.
8
- Precaria: grupos domésticos con trabajadores subempleados combinados con
trabajadores precarios o sin empleo o todos los trabajadores precarios.
- Exclusión: hogares con todos sus miembros desocupados con presencia o no de
trabajadores precarios.
El Esfuerzo, Rendimiento Laboral y Capital Educativo (reproducción social) de los grupos
domésticos se evaluó por el Número de Perceptores Laborales, el Promedio de horas trabajadas
por ocupado, el Ingreso por Perceptor Laboral y el Rendimiento por hora laboral. Por último, se
incorporó el Clima educativo, que se aproxima a las capacidades que tienen los grupos
domésticos para competir por las oportunidades que ofrece el mercado laboral.
- Número de Perceptores Laborales: es la cantidad de activos del hogar que perciben
ingresos por actividades laborales.
- Promedio de horas trabajadas por ocupado: es el esfuerzo laboral de los grupos
domésticos medido en horas trabajadas por cada ocupado del hogar.
- Ingreso por Perceptor Laboral: es el ingreso total laboral del grupo doméstico dividido la
cantidad de perceptores laborales.
- Rendimiento por hora laboral: es el ingreso laboral horario de los miembros ocupados del
grupo doméstico.
- Clima educativo: es el promedio de años de escolaridad alcanzado por todos los
miembros del hogar mayores de 19 años, independientemente de su condición de
actividad.
Para evaluar la Calidad o Nivel de Vida de los grupos domésticos, en primer lugar, se
seleccionaron distintos indicadores de ingreso que se relacionan directamente con la capacidad de
acceder a bienes y servicios ó elementos de confort que orientan al bienestar: Ingreso Familiar e
Ingreso por Equivalente Adulto. En segundo término, se utilizó la existencia de grupos
domésticos pobres.
8 Se considera sin empleo a los trabajadores desocupados con antecedentes laborales anteriores, al nuevo trabajador y al inactivo desalentado con deseos de trabajar.
9
- Ingreso Familiar: está medido por la media del total de los ingresos familiares, sin
importar su fuente de obtención.
- Ingreso por Equivalente Adulto: el equivalente adulto es un coeficiente que representa la
cantidad de personas que forman el hogar de acuerdo con su edad y sexo en términos de
sus diferentes requerimientos nutricionales de consumo. Este coeficiente toma valor uno
(1) como equivalente de la necesidad nutricional de un adulto varón de 30 a 59 años. El
número de componentes de cada hogar es ajustado a este valor.
- Grupos domésticos pobres: son aquellos hogares con ingresos inferiores al valor de
la línea de pobreza y que por lo tanto no alcanzan a adquirir la canasta básica de bienes y
servicios, determinada para un determinado lugar y tiempo.
2. Diagnóstico de Ciudad de Buenos Aires, Conurbano bonaerense e Interior
urbano
Teniendo en cuenta los tres agregados espaciales mencionados, se presentan en una primera parte
los resultados sobre la inserción sectorial y la situación laboral de los grupos domésticos urbanos,
ya que se considera que su conducta con respecto al esfuerzo y rendimiento laboral y al nivel de
vida que logren alcanzar dependerá en gran parte de esa posición en la estructura social del
trabajo. En la segunda parte , se muestra el esfuerzo y rendimiento diferencial que realizan y
consiguen estos hogares según sea su lugar de residencia y el capital educativo que poseen. Por
último, se busca medir el impacto de la estructura social del trabajo en el empeoramiento del
nivel o calidad de vida, medida especialmente a través de los ingresos.
2.1. Inserción Sectorial y Situación Ocupacional de los Grupos Domésticos Urbanos
De acuerdo a los resultados de la última onda de la Encuesta Permanente de Hogares el total de
hogares laborales urbanos estimados para mayo de 2002 es de 8.091.337, de ellos 850.404 viven
en la Ciudad de Buenos Aires, 2.115.117 en los Partidos del Conurbano y en el resto de los
aglomerados urbanos los 5.125.816 restantes.
10
Ya se estableció para el total del país que hubo un crecimiento de las economías domésticas
informales; entre 1998 y 2002 hubo un aumento de 550.000 nuevos hogares activos y el 96% de
este incremento fue absorbido por el sector informal de la economía. (Salvia, Lépore, Besada,
2002). Esto significa que hay 3,8 millones de hogares cuyo principal perceptor laboral trabaja en
el sector informal y 4,2 millones en el sector formal. En cuanto a la situación ocupacional, en los
mismos años de vio un deterioro de la calidad de los empleos, menos hogares con trabajos plenos
y con subocupación horaria o deseos de cambiar empleo (4,2 millones) y más grupos domésticos
con graves problemas de precariedad y desocupación (3,9 millones).
Interesa observar si la polarización que se da entre los grupos domésticos del total del país en su
relación con la estructura social del trabajo se reproduce en las jurisdicciones mencionadas. ¿En
qué medida la distribución de los grupos domésticos según el tipo de inserción sectorial y la
situación laboral de sus miembros activos difiere según el lugar de residencia? y ¿En qué medida
la importante dependencia de los grupos domésticos del sector informal de la economía y los
graves problemas laborales que los aquejan constituye un fenómeno general y uniforme en el
territorio nacional?
En el Cuadro siguiente se presenta la relación original entre la variable independiente, “Inserción
Sectorial” –IS-, y la dependiente, “Situación Ocupacional”-SO-, para los tres agregados
geográficos mencionados.
Cuadro 1: Inserción Sectorial y Situación Ocupacional de los Grupos Domésticos por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002 -en porcentaje-
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior
FORMAL INFORMAL Total FORMAL INFORMAL Total FORMAL INFORMAL Total
Inclusión 21.6 7.7 29.4 12.0 4.9 16.9 16.6 6.7 23.3
Vulnerada 23.2 11.0 34.2 20.6 10.4 30.9 18.3 9.9 28.2
Precaria 14.0 11.4 25.5 12.3 20.2 32.5 10.8 18.4 29.2
Exclusión 5.2 5.8 11.0 5.6 14.1 19.7 5.7 13.5 19.2
Total 64.0 36.0 100.0 50.5 49.5 100.0 51.5 48.5 100.0
Fuente: Área Económica, Departamento de Investigación Institucional, IIS-UCA, con base en datos EPH-INDEC.
11
Inserción Sectorial
- Se observa una mejor distribución de la inserción sectorial de los grupos domésticos
residentes en la Ciudad de Buenos Aires frente a los hogares del Conurbano
bonaerense y del Interior del país. Éstos muestran una mayor homogeneidad entre sí,
presentando aproximadamente la mitad de los grupos domésticos en cada uno de los
sectores, como la media nacional, mientras que los porteños presentan una mayor
presencia de hogares en el sector formal. (HSF)
- La Ciudad de Bs.As. está muy por encima del promedio nacional en cuanto al
porcentaje de grupos domésticos con inserción en la formalidad, 64% vs 53%, en
cambio las otras dos jurisdicciones concentran un porcentaje levemente inferior como
puede observarse en el Cuadro que antecede.
- La contracara se presenta con respecto a la inserción de los grupos domésticos en la
informalidad (HSI). Buenos Aires tiene un valor bastante inferior que el promedio
nacional (47%), en cambio las otras dos jurisdicciones presentan valores levemente
superiores.
Situación Ocupacional
- El 67 % de los hogares porteños tienen trabajos de inclusión (HI)9 o vulnerados
(HVU), mientras que los del Conurbano y los del Interior presentan una mayor
concentración en los trabajos con calidad vulnerada y precaria, lo que muestra un
mayor deterioro de la situación laboral en comparación a sus pares de Buenos Aires.
- Los grupos domésticos del Conurbano y del Interior presentan la misma probabilidad
de tener exclusión laboral (HEL) mientras que en la Ciudad de Buenos Aires es
significativamente menor.
- Las ciudades del Interior del país presentan una situación ocupacional de los grupos
domésticos muy similar al promedio nacional, en cambio, los hogares de los Partidos
del Conurbano tienen una situación más deteriorada y los de la Ciudad de Bs.As. están
9 HI o HPE que significa hogares con miembros con pleno empleo.
12
en mejor posición, es decir, mayor número de grupos domésticos con trabajos plenos
o de inclusión y en situación vulnerada por la subocupación horaria ó la búsqueda de
otro empleo, y valores inferiores en situación precaria y exclusión laboral.
Situación Ocupacional por Inserción Sectorial
- Observando los valores de las celdas interiores puede decirse que la subocupación
horaria o la búsqueda de otro trabajo (Situación Vulnerada) entre los hogares con
inserción en el sector formal es el problema principal en Buenos Aires (que afecta a
197.000 hogares) y el Conurbano (alcanzando a 435.000 unidades domésticas) y el
segundo en el Interior (el primero es la informalidad con situación precaria, que llega
a 942.000 hogares).Ver Cuadro 1 del Anexo.
- La Ciudad de Buenos Aires se caracteriza por la concentración en la formalidad con
trabajos de inclusión o la ya mencionada situación vulnerada. El menor porcentaje lo
representan los grupos de la informalidad excluidos laboralmente.
- Los hogares del Conurbano bonaerense se concentran mayoritariamente en el sector
formal con situación vulnerada y en la informalidad con situación precaria. Hay una
considerable proporción de grupos domésticos informales excluidos laboralmente
(14%), superior al promedio nacional.
- Entre los grupos domésticos del Interior las mayores concentraciones se dan en el
sector informal con situación precaria y el formal con trabajos de inclusión y
vulnerados. También es alta la proporción de grupos domésticos informales con
exclusión laboral cuyo valor es igual al promedio nacional.
En los Gráficos siguientes (1 a 3) se observa la probabilidad que tienen los grupos domésticos de
la Ciudad de Buenos Aires, del Conurbano bonaerense y del Interior, respectivamente, de tener
una determinada situación ocupacional cuando pertenecen al sector formal o informal de la
economía. De acuerdo a ello, cabe concluir:
13
Inserción Sectorial de los Grupos Domésticos según Situación Ocupacional por Jurisdicciones . Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002
-en porcentaje- Gráfico 1: Ciudad de Buenos Aires
34 36
22
8
2231 32
16
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Porc
enta
je
FORMAL INFORMAL
Gráfico 2: Conurbano Bonaerense
24
41
24
111021
41
28
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Porc
enta
je
FORMAL INFORMAL
Gráfico 3: Interior
32 36
211114
20
3828
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Porc
enta
je
FORMAL INFORMAL
Fuente: Cuadro 1 del Anexo.
14
- Los grupos domésticos de la Ciudad de Buenos Aires presentan la mayor probabilidad de
tener trabajos de inclusión en el sector formal y también en el informal que los de las otras
jurisdicciones. Por el contrario, estos grupos tienen las menores probabilidades de tener
trabajos precarios y exclusión laboral.
- Los hogares del Conurbano bonaerense presentan la peor situación laboral. Dentro de la
formalidad el 24% tiene una inserción precaria y el 11% se encuentran excluidos del
mercado laboral. Esta situación laboral se agrava a la hora de analizar a sus pares del
sector informal. Los hogares con situación precaria aumentan hasta llegar al 41% y los de
exclusión laboral a un 28%.
- Los grupos domésticos del Interior también presentan graves problemas laborales. Tienen
la misma probabilidad que los hogares del Conurbano de tener una situación de exclusión,
agravada en el sector informal (11% y 28% en el sector formal y en el informal,
respectivamente).
- Entre los grupos domésticos informales la mayor probabilidad es tener alguno de sus
miembros activos en un trabajo precario.
2.2.Esfuerzo, Rendimiento Laboral y Capital Educativo
En esta sección se consideran los mismos indicadores de esfuerzo y rendimiento laboral que los
planteados para el análisis de los grupos domésticos del total del país10. Es decir, el número de
perceptores laborales y el promedio de horas trabajadas, por una parte, y por la otra, el ingreso
por perceptor laboral y el rendimiento por hora laboral. Finalmente, se ha indagado acerca del
clima educativo de los hogares dado que ello puede favorecerlos para alcanzar una mejor
posición en la estructura social del trabajo. Acerca de todo esto nos interesa conocer si existe
algún diferencial por lugar de residencia.
10 Lépore,S ilvia; Maccio,Jimena; S alvia, Agus tín (2002) op cit.
15
Entre 1998 y 2002, de acuerdo a los datos expuestos en otro documento de este proyecto11, puede
señalarse que la depresión general motivó una caída significativa de empleos que se reflejó en
una pérdida de perceptores de ingresos laborales en los hogares.
Teniendo en cuenta los grupos domésticos de Buenos Aires, del Conurbano bonaerense y del
resto del país se observa que tienen prácticamente el mismo número de perceptores laborales
cualquiera sea el lugar de residencia.
Considerando el total de los hogares sin distinguir su IS (Ver Gráfico 4.a) se observa un
comportamiento homogéneo de los grupos domésticos según su situación ocupacional. También
se observa un aumento del número promedio de perceptores laborales cuando la situación laboral
es vulnerada mientras que al aumentar los problemas laborales disminuyen los perceptores. Si se
considera la inserción en el sector formal todos presentan 1,5 perceptores laborales por hogar, en
cambio en el sector informal hay 1,4 perceptores tanto en el Conurbano como en el Interior. La
variación es mayor, entre 1,7 y 1,2 perceptores, si se tiene en cuenta la Situación Ocupacional del
hogar. 12 Ver Cuadro 2 del Anexo.
11 Salvia, Agustín, Lépore,Silvia, Besada, María Eugenia.(2002) Informalidad, Exclusión Socio-ocupacional y Empobrecimiento de los hogares urbanos en la Argentina, Buenos Aires, (AE/Fragmentos/SL02). A partir de aquí cuando se mencionen cambios entre 1998-2002 se hace referencia a ese documento.
16
Gráfico 4: Perceptores Laborales de los Grupos Domésticos según Situación Ocupacional por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002 Gráfico 4.a: Total
1.69
1.23
1.35 1.40
1.33 1.39 1.291.30
1.68
1.43
1.33
1.2
1.3
1.4
1.5
1.6
1.7
1.8
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 4.b: Grupos Domésticos Formales
1.27
1.411.36
1.37
1.33
1.47
1.70
1.20
1.30
1.40
1.50
1.60
1.70
1.80
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 4.c: Grupos Domésticos Informales
1.44
1.351.281.20
1.72
1.341.24
1.63
1.20
1.30
1.40
1.50
1.60
1.70
1.80
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Fuente: Cuadro 2 del Anexo.
17
En el Gráfico 4.b. se consideran los HSF destacándose que:
- Los grupos domésticos del sector formal siguen una misma tendencia en cuanto al
número de perceptores laborales en todas las situaciones laborales.
- Los hogares con inserción en el sector formal y con situación ocupacional de inclusión
tienen casi la misma cantidad de perceptores laborales en todas las jurisdicciones mientras
que los hogares con situación vulnerada los aumentan a 1,7 decayendo cada vez más al
aumentar los problemas laborales. La caída más pronunciada se presenta en los grupos
domésticos de Buenos Aires que en situación ocupacional precaria mantienen 1,4
perceptores (mientras que los demás tienen 1,5) y 1,3 cuando su situación se agrava. Este
valor también se observa en el Interior.
- Los hogares del Conurbano excluidos laboralmente tienen un poco más de perceptores
que los otros dos conjuntos de grupos domésticos.
El Gráfico 4.c. se refiere a los HSI y sobre ellos se observa lo siguiente:
- Los grupos domésticos con inserción informal tienen una tendencia similar a la
anteriormente encontrada en los hogares del sector formal pero con valores levemente
deprimidos.
- Mientras que los perceptores laborales de hogares formales en situación de inclusión
oscilaban entre el 1,3 y 1,4 perceptores, en los informales varían entre 1,2 y 1,3. Sólo los
grupos domésticos informales del Conurbano bonaerense con situación vulnerada por la
subocupación horaria o la búsqueda de otro trabajo, logran mantener el mismo promedio
de perceptores laborales que sus pares formales, mientras que los de Buenos Aires y del
Interior presentan una caída con respecto a los del sector formal.
- La menor presencia de perceptores laborales es compartida por los hogares de Buenos
Aires y del Conurbano cuando se encuentran en situación de exclusión.
18
La dedicación de horas trabajadas por los ocupados de los grupos domésticos en cada jurisdicción
teniendo en cuenta su inserción sectorial y la situación ocupacional se muestra en los Gráficos
5.a, b y c. El promedio nacional señala que los ocupados de los hogares urbanos trabajan 40 horas
semanales, casi 42 hs en el sector formal y 3 hs. menos en el sector informal. En 1998 se
trabajaban 44 horas, es decir, que la crisis y la recesión generaron también una reducción de las
horas de trabajo entre los ocupados, a lo que se añade el efecto del carácter segmentado de la
estructura social del trabajo que varía según la inserción sectorial y la calidad de la ocupación.
En efecto, a medida que aumentan los problemas laborales de los grupos domésticos disminuyen
las horas trabajadas por ocupado. También se demuestra cierta heterogeneidad entre las
jurisdicciones. Los hogares residentes en la Ciudad de Buenos Aires trabajan en promedio una
hora más (41 horas) que sus pares del Conurbano bonaerense e Interior urbano. Los grupos
domésticos del conurbano trabajan más que el resto cuando se encuentran en situación laboral de
inclusión o vulnerada, mientras que la mayor concentración de horas laborales de los hogares con
situación precaria y excluida se observa en los residentes en el interior. (ver Gráfico 5.a)
19
Gráfico 5: Promedio de horas trabajadas por ocupado de los Grupos Domésticos Formales según Inserción Ocupacional por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002 Gráfico 5.a: Total
47,0
33,536,8
40,3
49,6
41,8
35,431,8
46,1
35,937,6
39,7
25
30
35
40
45
50
55
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 5.b: Grupos Domésticos Formales
45,939,9
37,3 36,6
48,3
42,640,1 39,0
44,6
40,0 38,3 38,7
25
30
35
40
45
50
55
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 5.c: Grupos Domésticos Informales
28,932,8
50,3
36,3
41,3
52,8
32,6
40,3 35,0
50,0
37,2
39,1
25
30
35
40
45
50
55
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Fuente: Cuadro 2 del Anexo.
20
Entre los HSF (Gráfico 5b) puede afirmarse que:
- A medida que aumentan los problemas ocupacionales disminuye la cantidad de horas
laborales en todas las jurisdicciones.
- Los grupos domésticos que viven en el Conurbano bonaerense y participan del sector
formal superan en horas trabajadas por ocupado a sus pares del Interior y de la Ciudad de
Buenos Aires en todas las situaciones ocupacionales.
- Los hogares de Buenos Aires insertos en la formalidad son los que dedican menos horas
al trabajo que sus pares, salvo cuando se encuentran en situación de inclusión que
superan a los del Interior.
El gráfico 5.c. sobre los HSI permite observar lo siguiente:
- La informalidad crea una tendencia general para todos los grupos domésticos del país, que
ya fuera expresada en el documento anterior sobre el total del país: a medida que
aumentan los problemas laborales disminuye el promedio de horas trabajadas por
ocupado del hogar, sin excepción.
- En los grupos domésticos informales del Conurbano bonaerense los ocupados trabajan
más que los demás si están en situación de inclusión, pero menos horas cuando se
encuentran en situación ocupacional precaria y de exclusión.
- Los hogares informales del Interior cuando se encuentran en situación de inclusión o
vulnerada tienen una dedicación menor en horas de trabajo por cada ocupado, mientras
que esta tendencia se revierte cuando se incrementan los problemas laborales, en situación
precaria y excluida.
- La inserción ocupacional del hogar marca una diferencia notable en el promedio de horas
trabajadas por ocupado en las situaciones laborales extremas, es decir, en la inclusión
laboral, donde no existen problemas laborales y en la exclusión laboral, donde hay
presencia de desocupados y/o de trabajadores precarios, dependiendo del lugar de
residencia. En el Interior Urbano y en el Conurbano bonaerense teniendo trabajo de
inclusión se trabaja 5 horas más cuando se está en la informalidad, mientras que la
diferencia es de 4 horas en la Ciudad de Buenos Aires. Cuando se trata de una situación
21
de exclusión laboral, en la Ciudad de Buenos Aires y en el Interior se trabaja 4 horas más
en el sector formal y en el Conurbano la diferencia se agranda a 10 horas, siempre con
respecto a la informalidad.
El resultado de la cantidad de trabajadores que tiene el hogar y el número de horas que le dedican
al trabajo, se ve reflejado en el ingreso por perceptor laboral (Cuadro 2 del Anexo). Este es el
indicador que se desarrolla en los gráficos 6 a, b y c para cada una de las tres jurisdicciones
consideradas. Cabe recordar que el valor de este ingreso para el total de los grupos domésticos
del país es de $ 555, después de haber sufrido un deterioro nominal y real desde 1998.13 El
promedio para los hogares con trabajadores en el sector formal es de $708 y para el sector
informal, de $368, lo cual pone de manifiesto el efecto de la segmentación del mercado laboral
sobre la capacidad productora de los hogares.
13 El ingreso medio por perceptor laboral sufrió una caída nominal del 18% entre mayo de 1998 y mayo de 2002. Si a esto se le añade el efecto inflacionario, la caída promedio del ingreso real fue del 32%. Al respecto, cabe destacar que en los últimos 4 años la caída del ingreso real por perceptor laboral en los HSI alcanzó el 41%, mientras que en los HSF fue del 27%.
22
Gráfico 6: Ingreso por Perceptor Laboral de los Grupos Domésticos según Inserción
Sectorial por Jurisdicción Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002
-media en pesos-
Gráfico 6.a: Total
407
720
960
1403
251348
579870
217303533
776
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 6.b: Grupos Domésticos Formales
1083925
597425
1561
436
944
347
637471831
2880
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 6.c: Grupos Domésticos Informales
702458 400
961
206268462
685
194232415
638
0200400600800
1000120014001600
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Fuente: Cuadro 2 del Anexo
23
La lectura del Gráfico b.a. denota que:
- Cualquiera sea la inserción sectorial de los grupos domésticos, los de Ciudad de Buenos
Aires tienen un ingreso por perceptor laboral superior al de sus pares del Conurbano e
Interior. La diferencia es tan marcada que los hogares informales de Buenos Aires
superan en ingreso a los hogares del sector formal residentes en el Conurbano bonaerense
y en el Interior.
- Siempre teniendo en cuenta los ingresos promedios por perceptor laboral según el sector
de inserción, se observa que en la Ciudad de Buenos Aires la diferencia es de $554 entre
ambos, es menor en el Conurbano, $296 y aún menor en el Interior, $291.
Indudablemente, los más altos ingresos se ofrecen en los puestos del sector formal en la
Ciudad de Buenos Aires.
En el Gráfico 6.b. sobre los HSF se observa que:
- Cualquiera sea la situación laboral, los grupos domésticos del sector formal de la Ciudad
de Buenos Aires obtienen un ingreso por perceptor laboral mayor al que perciben sus
pares del resto del país, seguidos por los del Conurbano y los del Interior con ingresos
similares.
- Los grupos domésticos de Buenos Aires con situación ocupacional precaria, a pesar de
tener algún problema laboral, superan en ingreso por perceptor a sus pares del Interior en
situación de inclusión y a los del Conurbano en situación vulnerada.
- El ingreso por perceptor de los hogares de las tres jurisdicciones sigue una tendencia
hacia la disminución a medida que aumentan los problemas laborales.
- En Buenos Aires, la diferencia entre el mejor y peor ingreso por perceptor en el sector
formal es de $1125, en el Conurbano $ 597 y en el Interior $543, esto da cuenta de las
disparidades en cada una de las áreas consideradas.
- Para ver los diferenciales por lugar de residencia se calculó la brecha que existe entre el
ingreso por perceptor de la Ciudad de Buenos Aires con sus pares del Conurbano e
Interior, en cada situación ocupacional. Así en la situación de inclusión se dan las
24
mayores diferencias ($730 y $617) y las menores en la exclusión ($148 y $89). Para la
situación precaria y vulnerada los valores son similares y oscilan entre 450 y 500 pesos.
- Las distancias entre el ingreso por perceptor que se obtienen entre el Conurbano y el
Interior favorecen al primero, aunque hay que tener en cuenta que son bastante menores
oscilando alrededor de los 50 pesos en todos los casos, excepto en la situación de
inclusión que hay 113 pesos de diferencia.
En el Gráfico 6.c. de HSI se destaca lo siguiente:
- También entre los grupos domésticos informales y sin alterarse según lugar de residencia
a medida que aumentan los problemas laborales, disminuye el ingreso por perceptor
laboral.
- Los grupos domésticos con mejores ingresos continúan siendo los que residen en la
Ciudad de Buenos Aires.
- Los hogares informales del Conurbano bonaerense y del Interior perciben valores
similares de ingreso por perceptor laboral.
- Los grupos domésticos de Buenos Aires con situación ocupacional excluida obtienen
ingresos por perceptor laboral mayores a los que tienen los hogares del Conurbano e
Interior con un nivel menor de problemas.
- La diferencia entre los que mejor y peor ganan en Buenos Aires es de $561, en el
Conurbano es de $ 479 y en el Interior llega a $ 444.
- Las brechas del ingreso por perceptor laboral en cada una de las situaciones ocupacionales
dependiendo del lugar de residencia indican que entre Buenos Aires, el Interior y el
Conurbano se dan los siguientes valores: entre los primeros la brecha oscila entre 323 y
206 pesos en situación de inclusión y exclusión respectivamente. Con el Conurbano y en
las mismas situaciones los valores varían entre 276 y 194 pesos.
- En el Conurbano y el Interior se percibe un ingreso por perceptor laboral de los hogares
muy similar, excepto en la peor situación de exclusión que difieren en 12 pesos, a favor
siempre del Conurbano, en los demás casos los valores oscilan entre 36 y 47 pesos.
25
Antes de considerar, en los gráficos 7.a, b y c siguientes sobre el rendimiento por hora ocupada
que obtienen los trabajadores de los grupos domésticos según su inserción sectorial, parece
adecuado tener presente que en la Ciudad de Buenos Aires se gana un promedio de 6,50 pesos
por hora, lo que significa casi el doble que el rendimiento en el Interior y en el Conurbano ($ 3,90
y $ 3,40, respectivamente). Esta diferencia se da en todas las situaciones laborales. ¿En qué
medida las diferencias observadas en los ingresos laborales según el sector de inserción del
principal perceptor del hogar y la calidad de los empleos de los activos del grupo doméstico se
reflejan en el valor horario del trabajo en cada una de las jurisdicciones? Este parece ser un
indicador potente para diferenciar los efectos diferenciales de la segmentación en las
jurisdicciones consideradas. En todas ellas a medida que aumentan los problemas laborales
diminuye el rendimiento laboral horario de los grupos domésticos (ver Gráfico 7.a) y es menor en
los HSI que en los HSF notablemente.
Los ocupados de los HSF de la Ciudad de Buenos Aires y del Interior presentan ingresos horarios
41% superiores a sus pares de los HSI. En cambio, esta variación se reduce a la mitad en los
hogares del Conurbano bonaerense. (23%). (Ver Cuadro 2 del Anexo).
26
Gráfico 7: Rendimiento laboral de los Grupos Domésticos según Situación Ocupacional por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002 -media en pesos-
Gráfico 7.a: Total
6.45.4
3.7
7.7
4.74.7 4.13.5
2.84.5
2.5 1.91.02.03.04.05.06.07.08.09.0
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 7.b.: Grupos Domésticos Formales
4.1
8.6 7.36.7
4.1
5.2 4.2 4.0
2.94.9
3.2 2.21.0
2.0
3.0
4.0
5.0
6.0
7.0
8.0
9.0
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 7.c.: Grupos Domésticos Informales
4.6
3.8
3.2
5.34.8
3.83.5
2.83.23.3
1.82.11.0
2.0
3.0
4.0
5.0
6.0
7.0
8.0
9.0
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Fuente: Cuadro 2 del Anexo.
27
Gráfico 7 sobre los HSF surgen las siguientes evidencias:
- Cualquiera sea el lugar de residencia de los grupos domésticos se destaca que a menor
calidad laboral de sus activos corresponde un menor rendimiento económico.
- En todas las categorías de situación laboral, los grupos domésticos de Buenos Aires con
sus activos en el sector formal obtienen un rendimiento laboral mayor al que perciben los
hogares del Conurbano y del Interior, pero las distancias se van acortando a medida que
la situación ocupacional de los hogares empeora.
- Los hogares de Ciudad de Buenos Aires con exclusión laboral logran, a pesar de tener
desocupados, un rendimiento igual al de los grupos domésticos del Interior en situación
vulnerada y mejor que sus pares del resto urbano en situación precaria.
- Los hogares del Conurbano e Interior obtienen rendimientos semejantes, siempre con un
balance positivo para los del Conurbano.
- La diferencia en el rendimiento de los activos de los hogares con situaciones
ocupacionales extremas es de 4,5 pesos en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que se ve
disminuida entre los grupos domésticos con situación de inclusión y de exclusión del
Conurbano bonaerense a 2,3 pesos y los del Interior a 2,7 pesos. Esto último demuestra
una homogeneización que implica un empeoramiento en los rendimientos de los hogares
con situación ocupacional de inclusión y vulnerada. Mientras que en la Ciudad de Buenos
Aires si bien las diferencias de rendimiento son más elevadas, los hogares muestran un
mejor balance económico en todas las situaciones laborales.
Gráfico 7 sobre los HSI:
- Al igual que en los hogares formales, los del sector informal presentan la misma
tendencia, a medida que disminuye la calidad de la situación ocupacional de sus activos
disminuye el rendimiento laboral, salvo en el caso de los grupos domésticos de Buenos
Aires con exclusión laboral. Éstos tienen un ingreso por perceptor bajo pero debido a que
trabajan muy pocas horas el rendimiento laboral es más elevado.
- Los grupos domésticos informales de la Ciudad de Buenos Aires logran un rendimiento
laboral mayor al de los hogares del Conurbano e Interior.
28
- El rendimiento laboral de los hogares con trabajos de inclusión del Conurbano e Interior
es similar pero cuando aparecen los problemas laborales, los hogares del Interior no
pueden evitar la caída del rendimiento laboral de sus miembros ocupados.
- Los hogares del Conurbano con situación ocupacional vulnerada, por subocupación
horaria o búsqueda de nuevo trabajo, obtienen un rendimiento laboral mayor que el de sus
pares con inclusión o empleos plenos.
El aumento de los años de escolaridad de la población ha sido una constante en el país y siempre
se ha sostenido que la educación habilita para mejores trabajos y, en general, se ha visto que estos
están mejor remunerados. Sin embargo, hoy en día la crisis del empleo ha repercutido tan hondo
que ni siquiera un alto capital educativo es sinónimo de obtener un empleo pleno, estable,
protegido y bien remunerado. Por el otro lado, hay una gran deserción del sistema y un
considerable grupo de jóvenes que ni estudian ni trabajan, desalentados ante las pocas
posibilidades de inclusión que ofrece la estructura laboral. Probablemente este fenómeno se
diluya en los promedios que se han considerado en estos últimos gráficos en los cuales se valora
el clima educativo de los grupos domésticos de las tres jurisdicciones de acuerdo a la inserción
sectorial de su principal perceptor laboral y la situación laboral de sus activos. Con ello se
pretende observar si la educación alcanza en términos de definir una buena inserción en el
mercado de trabajo.
Los hogares residentes de la Ciudad de Buenos Aires presentan 13 años promedio de escolaridad
mientras que los del Conurbano bonaerense e Interior alcanzan los 10 años. En cada jurisdicción
los hogares con mayor clima educativo obtienen trabajos con las mejores calidades. A medida
que aumentan los problemas laborales diminuye la cantidad de años de escolaridad de los hogares
en todas las jurisdicciones. Los hogares de la ciudad de Buenos Aires excluidos, a pesar de tener
un alto clima educativo (11,7 años), tienen a sus miembros activos en trabajos precarios o
desocupados debido a que deben competir con hogares con mayor cantidad de años de
escolaridad. (ver gráfico 8.a)
29
Gráfico 8: Clima educativo de los Grupos Domésticos según su Situación Laboral por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos: EPH Mayo 2002 - en años promedio –
Gráfico 8.a: Total
12,1
10,5
8,9
11,2
9,38,8
11,7
13,4 13,1
8,2
10,8
11,9
7,5
8,5
9,5
10,5
11,5
12,5
13,5
14,5
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 8.b: Grupos Domésticos Formales
14,112,9
13,513,9
11,2
9,1
11,09,8
12,4 11,8
10,6
9,8
7,5
8,5
9,5
10,5
11,5
12,5
13,5
14,5
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Gráfico 8.c: Grupos Domésticos Informales
10,5
9,6
11,410,6
11,3
8,4 7,9
9,88,6
10,0
8,3
10,8
7,5
8,5
9,5
10,5
11,5
12,5
13,5
14,5
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano
Fuente: Cuadro 3 del Anexo.
30
Gráfico 8.b: Grupos Domésticos Formales:
- A medida que disminuye la calidad de los trabajos de los activos de los grupos
domésticos formales los años promedio de escolaridad disminuyen.
- El clima educativo de los hogares de Buenos Aires es el más alto de todos con un mínimo
de 12,9 años en los grupos domésticos con exclusión laboral. Este clima es aún mayor al
de los hogares del Conurbano con la mejor situación laboral posible de alcanzar. Si bien
estos hogares de Buenos Aires tienen un alto clima en relación a todo el país, el
desempleo de sus miembros se debe a que compiten en un lugar donde hay otros hogares
con mayor grado de escolaridad y, por consiguiente, mayores capacidades.
- Si bien los hogares formales del Conurbano bonaerense obtienen ingresos mayores al de
sus pares del Interior, sus miembros activos se emplean teniendo menos calificación.
- Lo que este gráfico muestra claramente es que en todos los lugares, los hogares con alto
clima educativo logran insertarse en la formalidad y en los mejores puestos laborales que
dispone la economía local.
8.c: Grupos Domésticos Informales
- Se observa una reducción general en el promedio del clima educativo entre los grupos
domésticos informales con respecto a sus pares del sector formal, pareciera que este
indicador acompaña la segmentación de los hogares según su inserción sectorial.
- El clima educativo de los grupos domésticos informales es menor cuando disminuye la
calidad del empleo, salvo en el caso de los grupos domésticos de Buenos Aires con
situación vulnerada por la subocupación o por el deseo de encontrar otro trabajo. Por lo
tanto esta excepción se debe a que son hogares formados por activos con buenos trabajos
pero que por estar en la informalidad buscan otro empleo ó aumentar las horas laborales.
- Nuevamente se observa que los hogares de la Ciudad de Buenos Aires, en todas las
situaciones laborales tienen el clima educativo más alto. Más aún, estos grupos
domésticos cuando están en peor situación laboral superan en promedio de años de
escolaridad a los hogares con mejor situación del Conurbano bonaerense y a los de
inclusión vulnerada del Interior.
31
2.3.Impacto de la Segmentación Laboral sobre la Calidad de Vida de los Grupos
Domésticos Urbanos
De manera similar al análisis realizado para el total del país, en este apartado se presentan los
resultados de algunos indicadores sobre la calidad de vida de los grupos domésticos, pero esta
vez considerándolos de acuerdo a su lugar de residencia. En primer lugar, se utilizan dos cálculos
diferentes de ingreso: el Ingreso Total Familiar y el Ingreso por Equivalente Adulto y, en
segundo lugar, se analiza la cantidad de grupos domésticos que se encuentran por debajo de la
línea de pobreza.
Frente a los diferentes perfiles de inserción sectorial y situación ocupacional que presentan los
hogares de la Ciudad de Buenos Aires, con respecto a los del Conurbano bonaerense y del
Interior del país cabe realizarse algunas preguntas: ¿ En qué medida el nivel de bienestar de los
grupos domésticos varía según su lugar de residencia? ¿Los ingresos de los grupos
domésticos del sector formal e informal varían según su localización? ¿La brecha de
ingresos entre los grupos domésticos que más ganan y los que menos ganan es similar en
todas las jurisdicciones o se presentan lugares con grupos más desiguales?
Gráfico 9: Ingreso Familiar y por Equivalente Adulto de los Grupos Domésticos por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002 -en pesos-
1013 954 994
520 506
374 375
1851
512205 199
920
0
400
800
1200
1600
2000
Ciudad deBs.As
Conurbanobonaerense
Interior Ciudad deBs.As
Conurbanobonaerense
Interior
Moderno Informal
Ingreso Familiar Ingreso por Equivalente Adulto
Fuente: Cuadro 4 y 5 del Anexo.
32
- En las tres jurisdicciones consideradas, los HSF superan en todos los tipos de ingresos a
sus pares informales. Estos perciben entre un 44% y un 49% menos que los primeros,
según sea la jurisdicción y el tipo de ingreso.14
- Ya sea con inserción sectorial formal o informal se observa que los hogares de Buenos
Aires obtienen siempre mayores ingresos que sus pares del Conurbano y éstos que los del
Interior.
Ahora analizaremos las diferencias espaciales en cada tipo de ingresos considerando a los
grupos domésticos del sector formal e informal separadamente, para poder ver la variación y
las brechas existentes.
En los dos gráficos siguientes se muestran los valores del Ingreso total familiar para cada
jurisdicción y según la calidad del empleo. El primero se refiere a HSF y el segundo a los
HSI. Para la Ciudad de Buenos Aires el ingreso promedio total es de $ 1.542, algo superior
para los grupos domésticos formales: $ 1.851 y casi la mitad para los informales: $ 994. Para
los hogares de los partidos del Conurbano bonaerense los valores son menores: $ 769 para el
ingreso familiar total, $ 1.013 cuando la inserción es en el sector moderno y $ 520 cuando es
en el informal. Por último, entre los grupos familiares del Interior los valores disminuyen un
poco con respecto a los anteriores: $ 736; $ 954 y $ 506 en cada categoría. En síntesis, los
HSF obtienen un ingreso total familiar de casi el doble que los HSI cualquiera sea el lugar de
residencia.
14 Para información más detallada ver los Cuadros 4,5 y 6 del Anexo.
33
Gráfico 10: Ingreso Familiar de los Grupos Domésticos Formales según su Situación Ocupacional por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos: EPH Mayo 2002 -en pesos-
1983
1417
1120
7501068
675
2212
921
1406
355
1216
3460
500
1000
1500
2000
2500
Inclusión Vulnerada Precaria Exclusión
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior
Fuente: Cuadro 4 del Anexo
- En todas las regiones a medida que aumentan los problemas laborales, los grupos
domésticos encuentran reducido su ingreso familiar.
- Los hogares de Buenos Aires con situación ocupacional precaria tienen un ingreso mayor
al que perciben sus pares del Conurbano e Interior con situación ocupacional de inclusión
y vulnerada.
- Los hogares de Buenos Aires con exclusión laboral logran ingresos mayores a los del
Interior con inserción precaria.
- Las diferencias de ingreso familiar entre los grupos domésticos formales que viven en
Buenos Aires y los del Interior urbano son mayores a medida que mejora la calidad de la
situación ocupacional. Así, la mayor distancia se presenta entre los hogares con trabajos
de inclusión, $996 y la menor con trabajos de exclusión, $575.
- Las brechas entre los que tienen un mayor ingreso familiar y el menor en cada
jurisdicción señalan que la mayor disparidad se presenta en el Conurbano donde el
ingreso menor es 4 veces inferior al más alto, en el Interior la relación es de 3,5 veces y en
Buenos Aires es de un poco menos de la mitad.
34
Gráfico 11: Ingreso Familiar de los Grupos Domésticos Informales según su Situación Ocupacional por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos: EPH Mayo 2002 -en pesos-
1242
768470
756
1367
894874
429
262
906
401268
0
500
1000
1500
2000
2500
Inclusión Vulnerada Precaria Exclusión
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior
Fuente: Cuadro 4 del Anexo
- Cualquiera sea la situación laboral, los hogares informales de Ciudad de Buenos Aires
superan en ingreso familiar a los del Conurbano y del Interior.
- La informalidad logra acercar los ingresos de los hogares del Conurbano con los del
Interior. Los grupos domésticos informales del Interior superan en ingreso familiar a sus
pares del Conurbano bonaerense cuando se encuentran en una situación ocupacional
extrema, es decir, tienen a sus miembros activos en trabajos de inclusión o de exclusión.
- Considerando la calidad del empleo y teniendo en cuenta la diferencia de ingresos por
sector de inserción, se observan nuevamente los mayores valores en la situación
ocupacional precaria. En la Ciudad de Buenos Aires los informales precarios ganan un
poco más de la mitad que los del sector moderno y en el Conurbano y el Interior un 43%
y 41% menos que los del sector moderno, respectivamente. La conducta es igual que con
el Ingreso por perceptor.
- Las mayores diferencias entre los ingresos familiares de los grupos domésticos informales
es relativa a la situación ocupacional en que se encuentren. Entre los de Buenos Aires y el
Interior las mayores brechas se dan en situaciones vulneradas, $486 y precarias, $367. En
cambio, en las situaciones de inclusión y exclusión las mayores diferencias se dan entre
35
los de Buenos Aires y el Conurbano, alcanzando $473, en el primer caso y $208 en el
último.
- La brecha entre los grupos domésticos que más y menos ganan se agranda en la Ciudad de
Buenos Aires donde los hogares informales en situación de exclusión obtienen un ingreso
familiar casi tres veces inferior al de inclusión. En cambio, en el Conurbano la
desigualdad es menor que la expuesta para el sector formal igual que en el Interior.
En los Gráficos 12 y 13 se presentan los valores del Ingreso por equivalente adulto
siguiendo el mismo esquema de análisis que en los anteriores tipos de ingresos presentados.
En la Ciudad de Buenos Aires el promedio de este ingreso es de $ 773, más del doble que en
los Partidos del Conurbano y en el Interior. Como era de esperar en cada jurisdicción el
ingreso es mayor para los hogares con inserción en el sector formal, variando la diferencia
porcentual entre un 44% en Buenos Aires, un 45% en el Conurbano y un 47% en el Interior
con respecto a la inserción informal.15
Gráfico 12: Ingreso por Equivalente Adulto de los Grupos Domésticos Formales según su
Situación Ocupacional por Jurisdicción Aglomerados Urbanos: EPH Mayo 2002
-en pesos-
1244
865
683
449
587
383263547
367256 124
125
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
Inclusión Vulnerada Precaria Exclusión
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior
Fuente: Cuadro 5 del Anexo
15 Cf. Cuadro 5 del Anexo
36
- Los HSF de la Ciudad de Buenos Aires obtienen un ingreso por equivalente adulto mayor
al del resto de los hogares. Es importante destacar que los hogares que están en una
situación de precariedad tienen una suma mayor de ingresos que los del Interior y
Conurbano en cualquier situación.
- Los hogares del Conurbano y del Interior presentan ingresos por equivalente adulto
semejantes con un balance levemente favorable para los del Conurbano, como en los
ingresos anteriormente analizados.
- El peor ingreso es el percibido por los grupos domésticos con exclusión laboral tanto del
Conurbano bonaerense como del Interior del país.
- El ingreso por equivalente adulto de los hogares del sector moderno tiene grandes
diferencias si pertenecen a la Ciudad de Buenos Aires, donde son más altos, o si son del
Interior, que representan el otro extremo. Si mejora la situación ocupacional, el ingreso
por equivalente adulto es más alto y las diferencias entre los hogares también. En
situación de inclusión los de Buenos Aires tienen $697 más que los del Interior, y así en
menos se llega a la situación de exclusión donde la diferencia es de $ 324.
- Las brechas de ingresos entre los hogares que más y menos tienen son menores en la
Ciudad de Buenos Aires que en el resto. En esta ciudad los grupos domésticos con
situación de inclusión obtienen un ingreso casi tres veces superior al de los excluidos, en
el Conurbano la desigualdad es mayor siendo casi cinco veces más y en el Interior algo
superior a cuatro veces.
37
Gráfico 13: Ingreso por Equivalente Adulto de los Grupos Domésticos Informales según su Situación Ocupacional por Jurisdicción Aglomerados Urbanos: EPH Mayo 2002
-en pesos-
565426
274161
784
217382
308181
101
402
950
200
400
600
800
1000
1200
1400
Inclusión Vulnerada Precaria Exclusión
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior
Fuente: Cuadro 5 del Anexo
- A medida que aumentan los problemas laborales, disminuye el ingreso por equivalente
adulto de los HSI, cualquiera sea su lugar de residencia.
- Los hogares del Conurbano y del Interior presentan ingresos por equivalente adulto
semejantes. En todas las situaciones laborales, menos las de inclusión, el balance es
levemente favorable para los hogares del conurbano.
- El peor ingreso por equivalente adulto es el percibido por los grupos domésticos con
exclusión laboral que residen en el Interior del país, seguidos por los del Conurbano. En
ambos casos se gana menos de la mitad que en Buenos Aires.
- Como en los casos anteriores las diferencias se aplanan entre los hogares informales. Así
la mayor diferencia entre las jurisdicciones se da en los grupos con trabajos de inclusión
($ 402 entre la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano) y la menor en los hogares con
exclusión laboral ($ 122 entre Ciudad de Buenos Aires y el Interior).
- Teniendo en cuenta la diferente calidad del trabajo, la mayor diferencia entre los sectores
moderno e informal se da en la Ciudad de Buenos Aires entre los hogares con situación
ocupacional de exclusión que ganan más del doble si son formales. Por el contrario, en el
38
Conurbano en la misma situación ocupacional se presenta la menor variación porcentual
de ingreso (-19%).
- Entre los grupos domésticos del Conurbano y del Interior las desigualdades se hacen
menores entre los hogares que tienen inserción en el sector informal que en el moderno.
En el primero, los que más ganan alcanzan casi cuatro veces lo que reciben los que menos
ganan y en el Interior es un poco más de cuatro veces. Por el contrario, en Buenos Aires la
brecha de ingreso es mayor entre los hogares informales que entre los del sector formal y
la diferencia es de 3,6 veces entre los ingresos de inclusión y de exclusión.
Del total de hogares que se consideran en este informe hay 3.555.411 que están por debajo de la
línea de pobreza, de los cuales la gran mayoría, 63%, tienen su principal perceptor en el sector
informal. En los gráficos siguientes se muestra el peso relativo que tienen los HSF y los HSI en
cada una de las tres jurisdicciones consideradas dependiendo de la calidad del empleo que tienen
sus activos. Pero antes de iniciar este análisis parece oportuno dar algunos números absolutos
para interpretar mejor este fenómeno que está creciendo en una forma no esperada por la
sociedad argentina.
La mayor concentración de hogares pobres se encuentra en los partidos del Conurbano
bonaerense, que superan el millón de unidades (1.040.412) de los cuales 400 mil tienen su jefe en
el sector formal y 640 mil en el informal. En la Ciudad de Buenos Aires los guarismos son muy
inferiores, 45.700 hogares formales son pobres y 73.500 entre los informales. En los restantes
aglomerados que están siendo considerados en conjunto en este informe se encuentran 2.395.775
hogares pobres de los cuales 1.540 mil son informales y 852 mil pertenecen al sector formal.
39
Gráfico 14: Grupos Domésticos Formales pobres según su Situación Ocupacional por Jurisdicciones
Aglomerados Urbanos: EPH Mayo 2002
3.022.1 16.04.7
30.2 23.914.0
47.0 48.932.5
76.3 75.5
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Ciudad de Bs. As. Conurbano Bonaerense Interior Urbano
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Fuente: Cuadro 6 del Anexo.
- A medida que aumentan los problemas laborales obviamente aumenta la cantidad de
grupos domésticos debajo de la línea de pobreza porque descienden los ingresos.
- Los grupos domésticos formales de la Ciudad de Buenos Aires, cualquiera sea la situación
ocupacional, presentan el porcentaje menor de hogares bajo la línea de pobreza.
- Los hogares de inclusión ocupacional, a pesar de estar en la mejor situación laboral, no
están exentos de que algunos se encuentren en la pobreza. La mayor cantidad de hogares
en esta situación son los residentes en el Conurbano (22%), seguidos por los del Interior
(16%). La Ciudad de Buenos Aires es la que tiene menor cantidad de grupos domésticos
pobres (3%) con activos plenos.
- Es también en el Conurbano donde se presenta la mayor cantidad de hogares con
situación vulnerada bajo la línea de pobreza (30%), seguidos por los del Interior (24%).
Buenos Aires presenta sólo un 5% de grupos domésticos pobres con activos subocupados
o que buscan otro empleo.
- El mayor número de hogares precarios formales que se encuentran en la pobreza residen
en el Interior del país (49%) y en el Conurbano Bonaerense (47%).
40
- Alrededor del 75% de los hogares del Interior como del Conurbano con situación
ocupacional de exclusión están bajo la línea de pobreza, mientras que en Buenos Aires de
los hogares excluidos son pobres el 32%.
Gráfico 15: Grupos Domésticos Informales pobres según su Situación Ocupacional por Jurisdicciones
Aglomerados Urbanos: EPH Mayo 2002 -en porcentaje-
30.0 24.813.4
36.7 43.027.9
65.4 68.757.9
83.7 85.4
7.90
10
20
30
40
50
60
70
80
90
Ciudad de Bs. As. Conurbano Bonaerense Interior Urbano
Inclusi¢n Vulnerada Precaria Exclusi¢n
Fuente: Cuadro 7 del Anexo.
- Los HSI presentan más cantidad de hogares bajo la línea de pobreza que sus pares
formales, precisamente porque ambas variables están relacionadas con los salarios más
bajos.
- La Ciudad de Buenos Aires presenta la menor cantidad de hogares bajo la línea de
pobreza cuando están insertos en la informalidad (73.515).
- Al igual que en el formalidad los hogares con situación de inclusión residentes en el
Conurbano bonaerense presentan la mayor cantidad de hogares pobres, seguidos por los
del Interior.
- La informalidad arroja un saldo más alarmante para los hogares del Interior con
problemas laborales. Los hogares con situación vulnerada y pobres representan un 43%.
41
Este porcentaje se acrecienta a medida que la calidad laboral empeora llegando al 69% en
el caso de los precarios y al 85% de los hogares excluidos.
- Los hogares del Conurbano en situación precaria y de exclusión presentan cifras
levemente inferiores a los del Interior, mientras que Buenos Aires logra reducirlas a un
28% y un 58% respectivamente.
- Para reflejar en mejor medida la situación de exclusión laboral y pobreza y pensando en
las unidades domésticas que están con mayor riesgo de marginalidad social basta
mencionar que en la Ciudad de Buenos Aires son 42.871 hogares los que están en esta
doble condición, de los cuales las dos terceras partes tienen inserción informal. En el
Conurbano se trata de 339.655 grupos domésticos de los cuales el 73% son informales y
en el resto de los aglomerados suman 812.079 hogares -excluídos y pobres- con el mismo
porcentaje de informales, es decir, 73%.
Las evidencias encontradas en este capítulo demuestran claramente que la inserción de los grupos
domésticos en el sector formal les permite obtener el doble de ingresos que si están en el sector
informal, cualquiera sea el lugar de residencia de los mismos.
La Ciudad de Buenos Aires es el lugar del país donde los ingresos son más altos, es decir, donde
la gente obtiene más ganancias por el trabajo. Esto se da en un contexto donde hay menos
diferencias entre los que más ganan y los que menos ganan, es decir, que se trata de una sociedad
menos polarizada. El Conurbano bonaerense es, por el contrario, mucho más desigual en el
reparto. Cabe destacar que la informalidad acerca las diferencias que presentan los ingresos en el
Conurbano y en el Interior urbano, en cambio, agranda las brechas en la Ciudad de Buenos Aires.
Si bien la inserción sectorial impacta diferencialmente en los ingresos, la calidad del empleo tiene
un efecto mayor. En todos los casos y para todas las jurisdicciones, a medida que la calidad del
empleo empeora también disminuye el ingreso percibido porque el primero es un factor de fuerte
diferenciación.
42
3 Análisis de Regresión
3.1. Determinantes de la Marginalidad Laboral de los Hogares
Para profundizar el análisis y a la vez verificar las aseveraciones anteriores, se adoptan a
continuación como criterio de corte las mismas jurisdicciones geográficas de nuestro país:
Ciudad de Buenos Aires, Conurbano Bonaerense e Interior del País. Se espera que la calidad de
la inserción laboral de los hogares se comporte de manera diferencial en Ciudad de Buenos Aires,
donde se concentra la mayor proporción de trabajos formales y plenos de nuestro país, mientras
que el interior resulte similar a lo analizado para el total del país. El Conurbano Bonaerense será
un caso intermedio.
Cabe preguntarse ¿En qué medida la inserción sectorial (IS) del principal perceptor laboral
mantiene vigencia explicativa al intervenir otros factores socio-demográficos y económico-
ocupacional de los hogares de diferentes jurisdicciones? ¿Qué factores y características de los
grupos domésticos determinan la probabilidad de que un hogar padezca situaciones de
marginalidad laboral en la Ciudad de Buenos Aires, en el Conurbano bonaerense y en los demás
aglomerados urbanos del país?
Para responder a estas preguntas se ajustó un modelo de regresión multivariado tomando en
cuenta un conjunto de variables que se consideraron apropiadas para la explicación de la
marginalidad laboral de los hogares. Operativamente, se definió como HML - Marginal como
aquél cuya inserción laboral es Precaria o Excluida (en términos de las variables analizadas hasta
el momento). En contraposición, un hogar es No Marginal cuando su inserción sea Plena o
Vulnerada.
Es importante aclarar que el análisis se realizó para hogares familiares. Es decir, se excluyeron
los hogares unipersonales y los multipersonales no familiares, por tratarse de grupos domésticos
cuya inserción laboral está afectada por otro tipo de determinantes, presentando además
características muy diferentes a los hogares familiares.
En función de poder evaluar el impacto de los factores considerados sobre la probabilidad de ser
un HML, se ajustó un modelo Logístico Binomial.16 La variable dependiente (Y) HML -
16 Al respecto, consultar el Anexo Metodológico: Análisis de Regresión.
43
MARGINAL se definió como dicotómica, tomando valor uno cuando el hogar está en situación
laboral marginada, y valor cero cuando no lo está.
A partir del exhaustivo análisis realizado hasta el momento, se identificaron como regresores de
la inserción marginal de los hogares una serie de variables independientes o explicativas:
• PARTICIPACIÓN ECONÓMICA DEL HOGAR (HOGINFO) Se midió a través del
sector productivo de inserción –presente o última, en caso del desocupado- del principal
perceptor de ingresos de fuente laboral del hogar (jefe laboral del hogar). Se trata de una variable
cualitativa binaria, cuyos valores son: 1) HSF: Participación en el Sector Formal; y 2) HSI:
Participación en el Sector Informal. En este caso, se considera como categoría base a la inserción
formal. En consecuencia, se espera que la influencia de la variable sea positiva, indicando que los
hogares con inserción informal tendrán una mayor probabilidad de ser hogares marginales que los
grupos domésticos formales.
• TIPO DE FAMILIA (T_FLIA) Esta variable toma valor 1 cuando se trate de un hogar
cuyo núcleo familiar esté incompleto, mientras que será 0 en el resto de los casos. De esta
manera, se espera que el coeficiente sea positivo, es decir, la probabilidad de que un hogar caiga
en la marginalidad se incremente ante la ausencia de uno de los cónyuges. El jefe de familia se
verá, en este caso, obligado a aceptar empleos de menor calidad, pues en él recae el sustento del
hogar. Por otro lado, si se insertan otros miembros activos en el mercado, quizás no logren
puestos plenos.
• TIPO DE HOGAR (T_HOGAR) Cuando se trata de un núcleo ampliado, la variable toma
valor 1, y en caso contrario, el valor es 0. Un hogar familiar ampliado tendrá un núcleo completo
o incompleto, extendido a partir de la inclusión de otros parientes o amigos en el hogar. Se espera
que cuando la familia sea ampliada, la probabilidad de que el hogar sea marginal se incremente,
es decir, el coeficiente sea positivo. Los hogares marginales estarán caracterizados porque sus
miembros, al no poder acceder a empleos de calidad, se organizan y agrupan para mejorar sus
ingresos y nivel de vida. La agrupación en hogares ampliados les permitirá la optimización de sus
recursos humanos, en un contexto de escasez de oportunidades.
• SEXO DEL JEFE LABORAL (LSEXO) Cabe esperar que las jefas de hogar mujeres
tengan más probabilidades de liderar un grupo doméstico marginal que sus pares masculinos. Las
mujeres a cargo de un hogar tendrán menores posibilidades de conseguir un puesto pleno que los
44
jefes varones. La variable toma valor 1 cuando el jefe es varón, y 2 cuando es mujer, tomándose
el primer caso como categoría de comparación. Por ende, se espera que el coeficiente sea
positivo.
• NIVELES DE CLIMA EDUCATIVO DEL HOGAR (CLIMA1) Esta variable considera
el nivel educativo de los miembros del hogar mayores de 19 años, según cuatro niveles: 1) Muy
Bajo: hasta 5 años de escolaridad; 2) Bajo: más de 5 años y hasta 9 años de escolaridad; 3)
Medio: más de 9 años y hasta 12 años de escolaridad; y 4) Alto: más de 12años de escolaridad.
Se toma como categoría de comparación el nivel muy bajo de instrucción promedio del hogar.
Por ende, a medida que aumente el nivel, disminuirán las probabilidades de que el grupo
doméstico caiga en la marginalidad. La relación es, por lo tanto, inversa, y el coeficiente esperado
negativo: cuanto mayor sea el nivel educativo de los miembros del hogar, menores serán las
posibilidades de que queden desempleados o que posean empleos precarios.
• HORAS TRABAJADAS (HORAOCU) Es el promedio de horas trabajadas por ocupado
dentro del hogar. Se construye a partir de la razón entre horas totales trabajadas, respecto de la
cantidad de ocupados que existe en ese mismo grupo doméstico. Cuantas más horas trabajen los
miembros de un hogar, menores van a ser las probabilidades de que el mismo sea marginal. Es
decir, se espera un signo negativo para esta relación.
• EMPLEO PÚBLICO (EPUBLICO) Si el jefe laboral del hogar está empleado en el sector
público, esta variable toma el valor 1. En caso contrario, toma valor cero. Cabe aclarar que no se
considera los trabajadores dentro de un contexto de planes de empleo como pertenecientes a la
primer categoría. Al tomar como categoría base el no tener empleo público (valor cero), se espera
que el hecho de que el jefe laboral del hogar posea un empleo público, por sus características
formales y protegidas, disminuya las probabilidades de que el grupo doméstico sea marginal,
respecto de un hogar cuyo jefe esté en un empleo no público.
• EDAD DEL JEFE LABORAL (MAYOR45) Cuando el jefe laboral tiene más de 45 años,
la variable toma valor 1. En caso de que el jefe sea menor, el valor será cero. Se asume que un
jefe laboral menor de 45 años estará acompañado, por lo común, por una cónyuge menor a 41
años, es decir, en la etapa fértil. En consecuencia, los grupos domésticos cuyos jefes tengan esta
edad tendrán hijos pequeños, de tenerlos. La inexistencia de población potencialmente activa deja
al hogar sin estrategias, en términos de la inclusión de miembros adicionales en el mercado
45
laboral. Si estos miembros se emplearan, sólo conseguirían empleos de baja calidad. Si se utiliza
esta variable como indicador de la etapa del ciclo vital en el que se encuentra la familia, y
tomando como categoría de comparación a los menores de 45 años, se podrá esperar que los jefes
mayores tengan una menor probabilidad de que su hogar sea marginal.
• HIJOS ADOLESCENTES (HIJOS_2) En este caso, la variable toma valor 1 para los
hogares con existencia de hijos adolescentes, entre 15 y 24 años. En comparación con los grupos
domésticos sin hijos, o con hijos de otras edades, estos hogares tendrán mayores probabilidades
de caer en la marginalidad. Los jóvenes de estas edades podrán ser activos, pero tendrán menores
posibilidades de hallar un empleo pleno, por tratarse de su primera experiencia laboral. Esta
variable, al igual que la anterior, constituye un indicador de la etapa del ciclo de vida en que se
encuentra el grupo doméstico.
• VIVIENDA PRECARIA (VIVPRECARIA) En esta variable se considera que el hogar
posee características precarias cuando está ubicado en una villa, o en el lugar de trabajo, es un
inquilinato o una vivienda no destinada a fines habitacionales. En estos casos, se espera que se
incrementen las probabilidades de que el hogar sea marginal (coeficiente positivo). Esta variable
se incluye como una forma de aproximarse al capital social que tiene una familia, en términos de
relaciones sociales que favorezcan la inserción laboral de sus miembros en puestos de mayor
calidad.
3.1.1. Análisis del Modelo Ajustado
En primer lugar, se tiene en cuenta para Ciudad de Buenos Aires un modelo idéntico al ya
analizado para el total del país. El ajuste del modelo
es bueno. El porcentaje global de aciertos es alto, del
74,2%. Sin embargo, como se observa a
continuación, muchas de las variables que habían
sido incluidas en el modelo para el total del país resultan estadísticamente no significativas para
el caso de Ciudad de Buenos Aires.
CIUDAD DE
BUENOS AIRES R cuadrado de Cox y Snell 22,8 R cuadrado de Nagelkerke 31,1 Porcentaje global 74,2
46
CCIIUUDDAADD DDEE BBUUEENNOOSS AAIIRREESS Variables en la
ecuación Coeficiente Valor de Probabilidad
Razón de Probabilidades
B Sig, Exp(B) CLIMA1 0,0002 CLIMA1(1) -0,0499 0,9351 0,9513 CLIMA1(2) 0,2093 0,7301 1,2329 CLIMA1(3) -0,4281 0,4844 0,6517 HOGINFO(1) 0,6491 0,0000 1,9138 HORAOCU -0,0568 0,0000 0,9448 T_FLIA(1) 0,5386 0,0021 1,7137 VIVPRECARIA(1) 1,1083 0,0000 3,0291 Constante 1,3375 0,0358 3,8093
Variables que no están en la ecuación Puntuación Sig. T_HOGAR(1) 1,3550 0,2444 LSEXO(1) 0,2803 0,5965 EPUBLICO(1) 0,7641 0,3821 MAYOR45(1) 0,2929 0,5884 HIJOS_2(1) 1,2314 0,2671
Inmediatamente, se puede notar que los resultados no son los mismos que se habían visto en el
caso de todo el país. En el cuadro anterior se presentan las variables que quedaron fuera de la
ecuación estimada, por ser no significativas a nivel
global.
La primer diferencia yace en la significancia de la
variable clima educativo. Esta es estadísticamente
significativa a nivel global, dejando de serlo (con un
nivel de confianza muy alto) para cada categoría en
particular. Este resultado es esperable, puesto que la
situación de Ciudad de Buenos Aires es privilegiada
en nivel educativo si se la compara con el resto del
país. En este aglomerado, la educación resulta
indiferente en términos del aumento o la disminución de las probabilidades de que un hogar sea
marginal, ya que el nivel educativo, de por sí más alto en Ciudad de Buenos Aires, no es
1 2 3 4
Niveles de Clima Educativo
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,490,50
0,44
0,28
47
determinante principal para la consecución de un empleo pleno. Si se tiene en cuenta el gráfico
que presenta la probabilidad pronosticada de acuerdo al modelo, se observa una leve tendencia
negativa que, dado lo analizado hasta el momento, no
resulta concluyente.
Otros factores, como el hecho de que el jefe laboral sea
formal o informal, resultan de mayor importancia en este
sentido. Cuando el jefe es formal, la probabilidad de que su
hogar sea marginal es del 30%, mientras que si es informal,
esta probabilidad se incrementa al 49% (20 puntos
porcentuales que equivalen a un incremento de la
probabilidad en un 63%).
Se observa, por otro lado, que el hecho de que el jefe
laboral se emplee en el sector público tampoco resulta significativo, quedando excluida esta
variable. Esta variable tomará una mayor importancia en los aglomerados del interior del país,
donde el empleo público constituye una de las principales fuentes de trabajo formal.
La existencia de hijos adolescentes en el hogar es indiferente en cuanto al aumento o disminución
de las probabilidades de que el grupo doméstico sea marginal. En Ciudad de Buenos Aires, los
jóvenes adolescentes no suelen pertenecer a la población activa, sino que se dedican a los
estudios (secundarios o universitarios), por lo que no aportarán en el campo de lo laboral se
refiere. Relacionada con esta variable está la edad del jefe laboral, también ausente del modelo
presentado, indicando que no es de importancia el hecho de que quien lidera el hogar sea mayor o
menor de 45 años. Entre estas dos variables se podría
llegar a la conclusión que la etapa del ciclo de vida en la
que se encuentra el grupo doméstico no influye en la
probabilidad de que el mismo sea marginal.
Asimismo, el sexo del jefe de hogar parece no
incrementar o disminuir la probabilidad de que el hogar
sea marginal. En Ciudad de Buenos Aires, las
oportunidades de empleo son considerablemente
0 1
Participación Económica del Hogar
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,30
0,49
0 1
Tipo de Familia
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,35
0,48
48
equitativas entre los sexos, lo que podría estar reflejado en la no significatividad de la variable
mencionada.
Los hogares con núcleos familiares incompletos caen en la
marginalidad con una mayor probabilidad que los
completos, lo cual se relaciona con la imposibilidad de
agregar al mercado mayor cantidad de miembros activos.
Asimismo, los jefes de hogares con núcleos incompletos
cargan con la responsabilidad del grupo doméstico, lo que
constituye una desventaja al momento de conseguir un
empleo de calidad.
La estrategia de inclusión de mayor cantidad de miembros
en el mercado se evidencia, por otro lado, en que un
incremento de las horas trabajadas por los miembros del hogar disminuye las probabilidades de
que el mismo caiga en la marginalidad. En el gráfico de la derecha se observa la pendiente
negativa pronunciada de esta relación, que supone que con el incremento de las horas se podrá
disminuir en siete veces la probabilidad de ser un hogar marginal. No obstante esto, cuando el
grupo doméstico está compuesto por un núcleo ampliado, el coeficiente no es significativamente
distinto de cero, y el efecto sobre la probabilidad pronosticada es nulo.
Finalmente, se puede decir que en Ciudad de Buenos Aires
se incrementa la influencia del capital social en términos de
evitar la caída en la marginalidad. Esto se hace evidente si
se observa que, cuando la vivienda en la que se sitúa el
hogar es precaria (está ubicada en una villa, en el lugar de
trabajo, etc), la probabilidad de que el hogar sea marginal
se incrementa sustancialmente. Esta variable toma especial
importancia para la jurisdicción bajo análisis, ya que en
Ciudad de Buenos Aires la mayor parte de los hogares
marginales se encuentran ubicados en villas o barrios de
emergencia, y poseen características de una vivienda precaria.
25 50 75 100
Horas Trabajadas
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,82
0,59
0,45
0,37 0,28
0,22
0,24
0,12
0 1
Vivienda Precaria
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,35
0,63
49
A continuación se presenta el mismo modelo hasta el momento analizado, para los hogares del
Conurbano Bonaerense. Los resultados se asemejan más al modelo original, como era de
esperarse por las características del conglomerado.
CONURBANO BONAERENSE
Variables en la ecuación Coeficiente Valor de
Probabilidad Razón de
Probabilidades
B Sig, Exp(B) CLIMA1 0,0000 CLIMA1(1) 0,0774 0,6712 1,0805 CLIMA1(2) -0,2895 0,1171 0,7486 CLIMA1(3) -0,9474 0,0000 0,3877 HIJOS_2(1) 0,2134 0,0034 1,2379 HOGINFO(1) 0,9960 0,0000 2,7075 HORAOCU -0,0382 0,0000 0,9625 LSEXO(1) 0,3759 0,0000 1,4563 MAYOR45(1) -0,2632 0,0006 0,7686 T_FLIA(1) 0,3743 0,0010 1,4540 T_HOGAR(1) 0,1747 0,0495 1,1909 VIVPRECARIA(1) 0,7868 0,0000 2,1964 Constante 1,0431 0,0000 2,8380
Variables que no están en la ecuación Puntuación Sig. EPUBLICO(1) 1,6639 0,1971
Como se observó en el caso de Ciudad de Buenos Aires, existen variables que quedan fuera de la
función estimada, por resultar estadísticamente no significativas. Para el Conurbano Bonaerense,
el hecho de que el jefe de hogar trabaje en el sector público tampoco resulta significativo. La
explicación que puede encontrarse es la misma que se aplica a Ciudad de Buenos Aires.
En este caso, el aporte de la variable clima educativo se produce recién para un nivel educativo
alto. Es decir, las categorías bajo y medio resultan no significativas. Sin embargo, las
probabilidades de que un hogar cuyo clima educativo sea alto caiga en la marginalidad, respecto
de las probabilidades de que no sea marginal, son considerablemente menores que cuando el
nivel educativo es muy bajo. Esta situación se observa en el gráfico que a continuación se
50
presenta: un hogar con nivel educativo muy bajo tiene un
71% de probabilidades de ser marginal, mientras que esta
misma probabilidad disminuye a menos de la mitad (28%)
cuando el nivel es alto.
El resto de los coeficientes son todos significativos al 95% de
confianza, incluso el tipo de hogar, si bien en el límite.
Además, respetan los signos de los coeficientes hallados para
el total del país. Por este motivo, su análisis no se reitera,
sino que sólo se presentan los gráficos respectivos.
0 1
Tipo de Familia
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,50
0,64
0 1
Tipo de Hogar
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80P
roba
bilid
ad p
rono
stic
ada
0,510,55
1 2
Sexo del Jefe Laboral
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,48
0,61
0 1
Vivienda Precaria
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,49
0,73
1 2 3 4
Niveles de Clima Educativo
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,71
0,63
0,48
0,28
51
25 50 75 100
Horas Trabajadas
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80P
roba
bilid
ad p
rono
stic
ada
0,84
0,71
0,570,51
0,380,35
0,24
0 1
Empleo Público
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,54
0,35
0 1
Jefe Laboral Mayor de 45 años
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,52 0,51
0 1
Existencia de Hijos Adolescentes
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,500,54
Además, se presentan a continuación los indicadores
de bondad de ajuste del modelo correspondiente al
Conurbano Bonaerense.
Finalmente, cabe presentar las estimaciones del modelo para el Interior del País. En este caso,
como se esperaba, el modelo resulta más representativo y muy similar al estimado para el total
del país. Las variables son todas significativas, con un alto nivel de confianza. Asimismo, los
coeficientes respetan el signo y poseen magnitud similar a los hallados en el primer caso
analizado.
CONURBANO BONAERENSE
R cuadrado de Cox y Snell 25,8 R cuadrado de Nagelkerke 34,4 Porcentaje global 73,4
52
INTERIOR DEL PAÍS Variables en la
ecuación Coeficiente Valor de Probabilidad
Razón de Probabilidades
B Sig, Exp(B) CLIMA1 0,0000 CLIMA1(1) -0,4669 0,0003 0,6270 CLIMA1(2) -1,0497 0,0000 0,3501 CLIMA1(3) -1,7137 0,0000 0,1802 EPUBLICO(1) -0,7782 0,0000 0,4592 HIJOS_2(1) 0,1922 0,0002 1,2119 HOGINFO(1) 0,8535 0,0000 2,3478 HORAOCU -0,0323 0,0000 0,9682 LSEXO(1) 0,2545 0,0000 1,2899 MAYOR45(1) -0,4317 0,0000 0,6494 T_FLIA(1) 0,2695 0,0004 1,3093 T_HOGAR(1) 0,3373 0,0000 1,4011 VIVPRECARIA(1) 0,5719 0,0000 1,7717 Constante 1,7384 0,0000 5,6884
El ajuste que presenta el modelo es bueno, siendo la proporción de aciertos considerablemente
alta (muy similar a la que se vio en los demás cortes analizados).
INTERIOR DEL
PAÍS R cuadrado de Cox y Snell 26,0 R cuadrado de Nagelkerke 34,7 Porcentaje global 73,8
A continuación se presentan los gráficos que relacionan cada variable seleccionada con la
probabilidad media pronosticada a partir del modelo. Su análisis es paralelo al ya descripto.
53
0 1
Tipo de Familia
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,470,54
0 1
Tipo de Hogar
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,46
0,57
1 2
Sexo del Jefe Laboral
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,46
0,52
1 2 3 4
Niveles de Clima Educativo
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a 0,78
0,65
0,45
0,25
0 1
Vivienda Precaria
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,44
0,73
25 50 75 100
Horas Trabajadas
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a 0,80
0,66
0,48 0,39
0,38 0,28
54
0 1
Empleo Público
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80P
roba
bilid
ad p
rono
stic
ada
0,55
0,24
0 1
Jefe Laboral Mayor de 45 años
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,500,46
0 1
Existencia de Hijos Adolescentes
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0,470,50
0 1
Participación Económica del Hogar
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80P
roba
bilid
ad p
rono
stic
ada
0,32
0,65
3.2 Determinantes de Pobreza:
Como se evaluó hasta el momento, nuestro país enfrenta distintos panoramas socio -
ocupacionales según el área geográfica que se considere. Las evidencias señalan que
Ciudad de Buenos Aires parece diferenciarse del Conurbano Bonaerense, y a su vez, ambos
se comportan de manera diferente al interior del país. En consecuencia se decidió utilizar
como criterio de corte la localización geográfica de los hogares.
Se estimaron tres ecuaciones de las mismas características que las analizadas hasta el
momento. Las variables Participación Económica del Hogar (HOGINFO), Horas
Trabajadas (HORASOCU) y Empleo Público del Jefe Laboral (EPUBLICO), se definen de
55
la manera expuesta anteriormente. Además, se incluyeron otras que a continuación se
detallan. Los resultados se presentan posteriormente.
• CALIDAD DE LA INSERCIÓN LABORAL DEL HOGAR (HPLEN) Es la forma de
inserción ocupacional de los miembros que conforman la población económicamente activa
del hogar. Se trata de una variable cualitativa que puede tomar tres valores:
- Situación de Pleno Empleo
- Calidad Laboral Vulnerada
- Hogar Marginal
Se espera que, en la medida en que disminuya la calidad de la inserción de los grupos
domésticos, exista una mayor probabilidad de que los hogares se encuentren por debajo de la
línea de pobreza. Es decir, se espera encontrar, como resultado de la aplicación del modelo
antes propuesto, un coeficiente positivo en todos los casos. Asimismo, para las categorías que
se alejen del empleo pleno, la magnitud del coeficiente debería aumentar, indicando que
menor calidad de empleo incrementa las probabilidades de caer en la pobreza.
• NÚMERO DE COMPONENTES (NUMEQAD) Es el número de personas que
constituyen el hogar descripto. En lugar de hacerse una medición simple, se considera la
cantidad de componentes según equivalente adulto.
Se espera que, en la medida que un hogar posea mayor cantidad de miembros en general, ya
sean activos o no, aumenten las probabilidades de que el grupo doméstico sea pobre.
• EFECTO CRUZADO ENTRE CALIDAD DE LA INSERCIÓN LABORAL Y TASA
DE OCUPACIÓN DEL HOGAR (HPLEN * T_OCUP) La tasa de ocupación se construye
como la razón entre el número de ocupados del hogar respecto al número de activos. Es decir,
se trata del paralelo de la Tasa de Ocupación conocida a nivel agregado, calculada en este
caso para cada grupo doméstico en forma individual.
Este efecto cruzado entre la variable calidad de inserción laboral y tasa de ocupación ha sido
introducido en el modelo para tomar en cuenta la proporción de personas ocupadas al
considerar la calidad del empleo. Es decir, se espera poder analizar cómo opera la estrategia
de introducir mayor cantidad de miembros del hogar en el mercado en términos del aumento
o la disminución de la probabilidad de ser un hogar pobre, dada la inserción laboral
diferencial del mismo.
56
CIUDAD DE BUENOS AIRES CONURBANO BONAERENSE INTERIOR DEL PAÍS Variables en la
Ecuación Coeficiente Valor de
Probabilidad Razón de
Probabilidades Coeficiente Valor de Probabilidad
Razón de Probabilidades Coeficiente Valor de
Probabilidad Razón de
Probabilidades
B Sig. Exp(B) B Sig. Exp(B) B Sig. Exp(B)
HPLEN 0,0000 0,0000 0,0000
HPLEN(1) 1,5952 0,0151 4,9292 0,3769 0,1755 1,4578 1,1070 0,0000 3,0251
HPLEN(2) 2,3086 0,0000 10,0600 1,6663 0,0000 5,2927 2,6965 0,0000 14,8285
HPLEN(1)*T_OCUP -1,9338 0,0080 0,1446 -0,6365 0,0320 0,5291 -0,9798 0,0000 0,3754
HPLEN(2)*T_OCUP -1,2923 0,0000 0,2746 -0,5612 0,0001 0,5705 -1,0606 0,0000 0,3462
HOGINFO(1) 1,0703 0,0000 2,9164 0,7407 0,0000 2,0974 0,9817 0,0000 2,6690
EPUBLICO(1) -0,8186 0,0152 0,4411 -0,2883 0,0178 0,7496 -0,2265 0,0017 0,7973
HORAOCU -0,0179 0,0003 0,9823 -0,0179 0,0000 0,9823 -0,0098 0,0000 0,9903
NUMEQAD 0,7001 0,0000 2,0139 0,7528 0,0000 2,1230 0,6645 0,0000 1,9435
Constante -4,2936 0,0000 0,0137 -2,6964 0,0000 0,0674 -3,2745 0,0000 0,0378
Se puede apreciar que la mayor parte de los coeficientes resultan significativos al 5% de
confianza, con excepción de algunas categorías de ciertas variables cuantitativas, que sin
embargo, no justifican la eliminación de dichas variables del modelo.
A partir del siguiente cuadro resumen, se puede observar que el ajuste de los datos es bueno y el
nivel de pronóstico alcanzado mediante las estimaciones es alto.
CIUDAD DE
BUENOS AIRES CONURBANO BONAERENSE
INTERIOR DEL PAÍS
R Cuadrado de Cox & Snell 22,7 29,7 33,8 R Cuadrado de Nagelkerke 38,3 39,6 45,1 Porcentaje Global de Valores Pronosticados 85,2 74,2 76,3
57
Los resultados se condicen, en términos generales, con los hallazgos a nivel nacional. En
particular, cabe destacar:
• Los signos de los coeficientes resultan consistentes a través de los distintos cortes
realizados. Es decir, las variables poseen un impacto del mismo sentido sobre la
probabilidad de que un hogar sea pobre, sin importar la localización geográfica del
aglomerado en el que se sitúan. En cada caso, los signos son los mismos a nivel nacional,
por lo que se omite su análisis.
• La única excepción la constituye la inserción vulnerada del hogar, para el caso de
Conurbano Bonaerense. Esta variable no resultaba significativa. Es decir, para el
Conurbano Bonaerense, el hecho de que la inserción del hogar sea vulnerada es
indiferente en términos de las probabilidades de que ese grupo doméstico sea pobre.
• Para el modelo estimado para el total del país, se observaba que a medida que aumenta la
precariedad de la inserción laboral de los hogares, la razón entre las probabilidades de ser
pobre y las probabilidades de no serlo aumentaba. Este patrón también se evidencia en los
modelos desagregados geográficamente.
A continuación se presentan los gráficos que describen las probabilidades de que un hogar sea
pobre, pronosticadas a partir de los modelos estimados más arriba. En cada caso, la primer
columna describe la situación para Ciudad de Buenos Aires, la segunda para el Conurbano
Bonaerense y la última para el Interior del País.
En todos los casos, se observa que las probabilidades de pertenecer a un hogar pobre son
consistentemente inferiores en Ciudad de Buenos Aires que para el resto del país, sin importar de
qué categoría sea el hogar, o qué variable se analice. Los perfiles del Conurbano y del Interior
son muy similares.
58
Dot/Lines show Means
0 1
Empleo Público
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80P
roba
bilid
ad P
rono
stic
ada
0,16
0,04
Dot/Lines show Means
0 1
Empleo Público
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
Pro
nost
icad
a
0,51
0,32
0 1
Empleo Público
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
Pro
nost
icad
a
0,52
0,28
Dot/Lines show Means
0 1
Participación Económica del Hogar
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80P
roba
bilid
ad P
rono
stic
ada
0,08
0,24
Dot/Lines show Means
0 1
Participación Económica del Hogar
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
Pro
nost
icad
a
0,37
0,61
0 1
Participación Económica del Hogar
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
Pro
nost
icad
a
0,32
0,62
59
1,00 1,50 2,00 2,50 3,00
Calidad de la Inserción Laboral del Hogar
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80P
roba
bilid
ad p
rono
stic
ada
0,050,09
0,32
1.00 1.50 2.00 2.50 3.00
Calidad de la Inserción Laboral del Hogar
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0.27
0.34
0.70
1.00 1.50 2.00 2.50 3.00
Calidad de la Inserción Laboral del Hogar
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0.21 0.32
0.74
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00
Inserción Vulnerada * tasa de Ocupación
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80P
roba
bilid
ad p
rono
stic
ada
0.210.18 0.15
0.22
0.06
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00
Inserción Vulnerada * Tasa de ocupación
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0.60
0.48
0.32
0.46
0.31
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00
Inserción Vulnerada * Tasa de ocupación
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0.570.56
0.37
0.46
0.30
60
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00
Hogar Marginal * Tasa de Ocupación
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80P
roba
bilid
ad p
rono
stic
ada
0.12
0.41
0.34
0.56
0.20
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00
Hogar Marginal * Tasa de Ocupación
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0.39
0.79
0.72
0.78
0.64
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00
Hogar Marginal * Tasa de Ocupación
0.00
0.20
0.40
0.60
0.80
Pro
babi
lidad
pro
nost
icad
a
0.36
0.90
0.77
0.87
0.66
Dot/Lines show Means
25,00 50,00 75,00 100,00
Horas Trabajadas
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80P
roba
bilid
ad P
rono
stic
ada
0,36
0,21
0,14
0,110,10
0,05
0,10
0,09
25,00 50,00 75,00 100,00
Horas Trabajadas
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
Pro
nost
icad
a
0,73
0,62
0,530,46
0,37 0,38 0,34
25,00 50,00 75,00 100,00
Horas Trabajadas
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
Pro
nost
icad
a 0,74
0,56
0,440,42
0,36 0,36 0,38
0,39
61
Dot/Lines show Means
1 2 3 4 5
Número de Componentes
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80P
roba
bilid
ad P
rono
stic
ada
0,040,05
0,11 0,14
0,21
0,42
1 2 3 4 5
Número de Componentes
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
Pro
nost
icad
a
0,24
0,24
0,310,34
0,400,46
0,490,58
0,76
1 2 3 4 5
Número de Componentes
0,00
0,20
0,40
0,60
0,80
Pro
babi
lidad
Pro
nost
icad
a
0,24
0,240,28
0,340,39
0,42 0,47
0,54
0,74
4. Conclusiones
En síntesis y a modo de conclusión, podemos decir que los grupos domésticos de la Ciudad de
Buenos Aires estaban en mejor situación sociolaboral que todo el resto de los aglomerados, ya
sean del Conurbano o del Interior, porque tenían mayor presencia en el sector formal de la
economía, mejores empleos y mayores salarios, lo cual los alejaba de las probabilidades de caer
en la marginalidad laboral y la pobreza. Los del Conurbano estaban en la situación más
desfavorable, porque agregaban a la informalidad los problemas laborales más graves y a la
formalidad la subocupación horaria. Los hogares del Interior tienen una situación similar a los
62
últimos, pero mejorada por la mayor proporción de hogares sin problemas de empleo y una
menor proporción en situación precaria, tanto en el sector formal como en el informal.
El deterioro de los empleos del sector formal se observó en las tres jurisdicciones, ya que se
caracterizaba por la presencia mayoritaria de subempleo horario o búsqueda de otro trabajo
(situación vulnerada), en lugar de tener mayor presencia de empleos plenos. En cambio, el sector
informal coincide con una mayoría de hogares que tenían empleos de tipo precario. Es decir, que
el fenómeno de la precarización también es generalizado. Ambos aspectos nos permiten observar
una cristalización de la fragmentación del mercado laboral que obstaculiza la movilidad social.
Debemos recordar que el trabajo decente17 había sido un canal de ascenso social y junto con el
acceso a la educación permitieron la fomación de estratos medios que calificaron tempranamente
a la Argentina como una sociedad de progreso.
En mayo de 2002, la presencia de la informalidad caracterizaba casi la mitad de los grupos
domésticos del Conurbano bonaerense (1.047.000) y del Interior (2.488.000) predominando los
problemas de empleo y la exclusión laboral. Esto difiere en la Ciudad de Buenos Aires, donde los
grupos domésticos tenían menos probabilidad de estar en esas condiciones. La informalidad es un
fenómeno general que apareció en el mercado laboral nacional pero no es uniforme en los
distintos subespacios considerados.
Los grupos domésticos en peor posición en la estructura social del trabajo son los que tienen
inserción informal y exclusión laboral. Esta combinación afectaba a 49.000 hogares de Buenos
Aires, 298.000 del Conurbano bonaerense y 695.000 del Interior urbano.
Frente a esta estructura dual del mercado de trabajo había un esfuerzo relativamente parejo por
parte de todos los grupos domésticos del país, en cuanto al número de perceptores que lograban
tener, sin influir en ello el lugar de residencia. Todavía aparece algo menos de participación en el
sector informal y la mayor variación se da por la situación ocupacional que atraviesa el hogar, ya
que en todos los casos había más perceptores en situación vulnerada por subempleo o deseo de
cambiar de trabajo, a pesar de que en esta categoría hubo una importante caída de perceptores
17 La OI T (1999) lo entiende como un empleo en condiciones de dignidad per sonal, ingresos y segur idad social de acuerdo al nivel nacional y regional en cons ideración.
63
entre 1998 y 200218. En las demás categorías los valores son muy similares por lugar de
residencia. Es decir, que los mercados de trabajo del Interior, del Conurbano y de Ciudad de
Buenos Aires se encontraban frente a comportamientos semejantes por parte de los hogares.
Este esfuerzo, medido en horas laborales, nos permiten indicar que los ocupados de los grupos
domésticos de la Ciudad de Buenos Aires trabajaban, en promedio, 1,24’ horas más que los del
Conurbano y 1,06’horas que los del Interior. Teniendo en cuenta la calidad del trabajo, los
miembros en situación de inclusión de los hogares informales trabajaban más que los del sector
formal en la misma situación; en cambio, cuando se trataba de una situación laboral de exclusión,
los que trabajaban más horas son los trabajadores de grupos domésticos del sector formal,
probablemente en su afán de mantener el nivel de ingresos o impedir un descenso muy notorio
que influya en el modo y estilo de vida que habían alcanzado.
Los hogares de la Ciudad de Buenos Aires percibían un ingreso por perceptor laboral mejor que
sus pares residentes en el resto del país en igual situación ocupacional e inserción sectorial. Los
grupos domésticos del Conurbano bonaerense y del Interior, cualquiera sea su inserción
sectorial, presentaban valores similares de ingreso por perceptor laboral, pero siempre con un
balance mejor para los del Conurbano.
Aunque el promedio de horas trabajadas por ocupado de los grupos domésticos de Buenos Aires
no haya sido el más alto, el rendimiento sí lo fue, tanto en el sector formal como en el informal.
El rendimiento que se obtiene en trabajos formales es más alto que en los informales y decae
conjuntamente con la calidad del empleo. La excepción la presenta la Ciudad de Buenos Aires
que tiene mayor rendimiento en la informalidad cuando se presenta una situación de exclusión,
superando a situaciones laborales mejores (En este sentido cabe recordar que el ingreso por
perceptor laboral de los hogares informales en situación de exclusión era de $400).
El nivel educativo caracteriza diferencialmente a los miembros de los hogares y el clima
educativo como promedio de años de escolarización de los mismos es un buen indicador para
observar las diferencias regionales, caracterizando su situación laboral. En este sentido, en cada
uno de los lugares considerados, la polaridad extrema puesta de relieve por los grupos domésticos
18 Para el total del país este proceso de pérdida de perceptores se dio en todos los hogares cualquiera fuera su situación laboral, pero no homogéneamente. Los hogares con situación de exclusión son los que más perceptores perdieron y también los del sector informal. (Ver Salvia et al., 2002).
64
formales con trabajos de inclusión y los informales en situación de exclusión laboral tenían
aproximadamente 4 años de diferencia promedio en el clima educativo.
Esto demuestra que la mayor cantidad de años de escolaridad en los grupos domésticos otorga
más oportunidades a los individuos para insertarse en el sector formal y en los mejores empleos
cualquiera sea el lugar de residencia. Pero, también se observa que un alto capital humano no es
garantía para permanecer en el mercado de trabajo ya que debido a la reconversión laboral han
desaparecido miles de empleos. No obstante, el nivel educativo aún es importante por su
capacidad para retroalimentar un sentido de pertenencia ciudadana en un nuevo modelo de
estructura social del trabajo que es más excluyente que inclusivo.19
Por último las evidencias encontradas en la sección de calidad de vida demuestran claramente
que la inserción de los grupos domésticos en el sector formal les permite obtener el doble de
ingresos que si están en el sector informal, cualquiera sea el lugar de residencia de los mismos.
La Ciudad de Buenos Aires es el lugar del país donde los ingresos son más altos, es decir, donde
la gente obtiene más ganancias por el trabajo. Esto se da en un contexto donde hay menos
diferencias entre los que más ganan y los que menos ganan, es decir, que se trata de una sociedad
menos polarizada. El Conurbano bonaerense es, por el contrario, mucho más desigual en el
reparto. Cabe destacar que la informalidad acerca las diferencias que presentan los ingresos en el
Conurbano y en el Interior urbano, en cambio, agranda las brechas en la Ciudad de Buenos Aires.
Si bien la inserción sectorial impacta diferencialmente en los ingresos, la calidad del empleo tiene
un efecto mayor. En todos los casos y para todas las jurisdicciones, a medida que la calidad del
empleo disminuye también disminuye el ingreso percibido porque el primero es un factor de
fuerte diferenciación.
De esta manera, principalmente descriptiva, se ha puesto en evidencia la heterogeneidad de la
estructura regional del país en materia socio-laboral, marcándose las diferencias que presentan las
estrategias domésticas frente a la crisis del empleo y sus relativos resultados.
19 Al respecto puede ver se Feij oo (2001).
65
5.ANEXO
Cuadro 1: Situación Ocupacional de los Grupos Domésticos según su Inserción Sectorial por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002
-absolutos y porcentaje-
CIUDAD DE BUENOS AIRES CONURBANO BONARERENSE INTERIOR URBANO FORMAL INFORMAL TOTAL FORMAL INFORMAL TOTAL FORMAL INFORMAL TOTAL
Inclusión 184.041 65.837 249.878 253.924 103.048 356.972 852.029 344.548 1.196.577
33,8 21,5 29,4 23,8 9,8 16,9 32,3 13,8 23,3
Vulnerada 197.020 93.614 290.634 434.950 218.966 653.916 939.778 507.850 1.447.628
36,2 30,6 34,2 40,7 20,9 30,9 35,6 20,4 28,2
Precaria 119.360 97.257 216.617 260.221 427.538 687.759 555.895 941.526 1.497.421
21,9 31,8 25,5 24,4 40,8 32,5 21,1 37,8 29,2
Exclusión 43.890 49.385 93.275 118.577 297.893 416.470 289.653 694.537 984.190
8,1 16,1 11,0 11,1 28,4 19,7 11,0 27,9 19,2
Total 544.311 306.093 850.404 1.067.672 1.047.445 2.115.117 2.637.355 2.488.461 5.125.816
100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Fuente: Área Económica, Departamento de Investigación Institucional, IIS-UCA, con base en datos EPH-INDEC.
66
Cuadro 2: Número de Perceptores Laborales, Ingreso por Perceptor laboral, Horas
trabajadas por ocupado, Rendimiento laboral de los Grupos Domésticos según su Inserción
Sectorial y Situación Ocupacional por Jurisdicciones
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002
Número de Perceptores Laborales
Ciudad de Buenos Aires Conurbano bonaerense Interior urbano Total
FORMAL INFORMAL Total FORMAL INFORMAL Total FORMAL INFORMAL Total FORMAL INFORMAL Total
Inclusión 1.37 1.28 1.35 1.37 1.23 1.33 1.33 1.24 1.3 1.35 1.24 1.32
Vulnerada 1.69 1.64 1.68 1.67 1.72 1.69 1.7 1.63 1.68 1.69 1.66 1.68
Precaria 1.36 1.44 1.4 1.47 1.34 1.39 1.47 1.4 1.43 1.46 1.39 1.41
Exclusión 1.27 1.2 1.23 1.41 1.23 1.29 1.27 1.35 1.33 1.32 1.31 1.31
Total 1.49 1.45 1.48 1.53 1.4 1.47 1.5 1.42 1.46 1.51 1.42 1.47
Ingreso por perceptor laboral
Inclusión 1561 961 1403 944 685 870 831 638 776 958 690 882
Vulnerada 1083 702 960 637 462 579 597 415 533 670 460 598
Precaria 925 458 720 471 268 348 425 232 303 503 257 354
Exclusión 436 400 407 347 206 251 288 194 217 376 205 252
Total 1215 661 1021 655 359 520 625 334 490 711 368 557
Horas trabajadas por ocupado
Inclusión 45.9 50.3 47 48.3 52.8 49.6 44.6 50 46.1 45.5 50.6 46.9
Vulnerada 39.9 41.3 40.3 42.6 40.3 41.8 40 39.1 39.7 40.7 39.7 40.4
Precaria 37.3 36.3 36.8 40.1 32.6 35.4 38.3 37.2 37.6 38.7 35.8 36.9
Exclusión 36.6 32.8 33.5 39 28.9 31.8 38.7 35 35.9 38.8 33.3 34.6
Total 41.5 41.2 41.4 43.3 36.2 40 41.2 39.4 40.3 41.8 38.7 40.3
Rendimiento por hora laboral
Inclusión 8.6 5.3 7.7 5.2 3.5 4.7 4.9 3.3 4.5 5.5 3.6 5
Vulnerada 7.3 4.6 6.4 4.2 3.8 4.1 4.1 3.2 3.7 4.5 3.5 4.2
Precaria 6.7 3.8 5.4 4 3.2 3.5 3.2 2.1 2.5 3.9 2.5 3
Exclusión 4.1 4.8 4.7 2.9 2.8 2.8 2.2 1.8 1.9 2.5 2.2 2.3
Total 7.6 4.5 6.5 4.3 3.3 3.9 4.1 2.5 3.4 4.6 2.9 3.8
Fuente: Área Económica, Departamento de Investigación Institucional, IIS-UCA, con base en datos EPH-INDEC.
67
Cuadro 3: Clima Educativo de los Grupos Domésticos según su Inserción Sectorial y
Situación Ocupacional por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002
-media en años-
CIUDAD DE BUENOS AIRES CONURBANO BONAERENSE INTERIOR URBANO TOTAL
FORMAL INFORMAL TOTAL FORMAL INFORMAL TOTAL FORMAL INFORMAL TOTAL FORMAL INFORMAL TOTAL
Inclusión 14,1 11,3 13,4 11,2 9,8 10,8 12,4 10,8 11,9 12,4 10,6 11,9
Vulnerada 13,9 11,4 13,1 11,0 9,6 10,5 11,8 10,0 11,2 11,8 10,1 11,2
Precaria 13,5 10,5 12,1 9,8 8,4 8,9 10,6 8,6 9,3 10,8 8,7 9,5
Exclusión 12,9 10,6 11,7 9,1 7,9 8,2 9,8 8,3 8,8 9,9 8,3 8,8
Total 13,8 11,0 12,8 10,6 8,6 9,6 11,5 9,1 10,3 11,6 9,1 10,4
Fuente: Área Económica, Departamento de Investigación Institucional, IIS-UCA, con base en datos EPH-INDEC.
Cuadro 4: Ingreso Familiar de los Grupos Domésticos según su Inserción Sectorial y
Situación Ocupacional por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002
-media en pesos-
CIUDAD DE BUENOS AIRES CONURBANO BONAERENSE INTERIOR URBANO TOTAL
FORMAL INFORMAL TOTAL Variación % FORMAL INFORMAL TOTAL Variación % FORMAL INFORMAL TOTAL Variación % FORMAL INFORMAL TOTAL Variación %
Inclusión 2212 1367 1989 -38,2 1406 894 1259 -36,4 1216 906 1127 -25,5 1395 963 1272 -31,0
Vulnerada 1983 1242 1745 -37,4 1120 874 1038 -22,0 1068 756 959 -29,2 1197 843 1076 -29,6
Precaria 1417 768 1125 -45,8 750 429 550 -42,8 675 401 503 -40,6 790 433 572 -45,2
Exclusión 921 470 682 -48,9 355 262 289 -26,2 346 268 291 -22,5 404 276 315 -31,7
Total 1851 994 1542 -46,3 1013 520 769 -48,7 954 506 736 -46,9 1083 549 830 -49,3
Fuente: Área Económica, Departamento de Investigación Institucional, IIS-UCA, con base en datos EPH-INDEC.
68
Cuadro 5: Ingreso por Equivalente Adulto de los Grupos Domésticos según su Inserción
Sectorial y Situación Ocupacional por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002
-media en pesos-
CIUDAD DE BUENOS AIRES CONURBANO BONAERENSE INTERIOR URBANO TOTAL
FORMAL INFORMAL TOTAL Variación % FORMAL INFORMAL TOTAL Variación % FORMAL INFORMAL TOTAL Variación % FORMAL INFORMAL TOTAL Variación %
Inclusión 1244 784 1123 -36,9 587 382 528 -34,9 547 402 505 -26,5 654 447 595 -31,7
Vulnerada 865 565 768 -34,6 383 308 358 -19,6 367 274 334 -25,2 434 317 394 -27,0
Precaria 683 426 568 -37,7 263 181 212 -31,1 256 161 196 -37,4 313 184 234 -41,1
Exclusión 449 217 326 -51,7 124 101 107 -18,8 125 95 104 -23,6 156 103 119 -34,2
Total 920 512 773 -44,3 374 205 290 -45,3 375 199 290 -46,9 444 225 340 -49,3
Fuente: Área Económica, Departamento de Investigación Institucional, IIS-UCA, con base en datos EPH-INDEC.
Cuadro 6: Grupos Domésticos bajo la línea de pobreza según su Inserción Sectorial y
Situación Ocupacional por Jurisdicción
Aglomerados Urbanos EPH: Mayo 2002
- en porcentaje -
CIUDAD DE BUENOS AIRES CONURBANO BONAERENSE INTERIOR URBANO TOTAL
FORMAL INFORMAL TOTAL FORMAL INFORMAL TOTAL FORMAL INFORMAL TOTAL FORMAL INFORMAL TOTAL
Inclusión 3,0 7,9 4,3 22,1 30,0 24,4 16,0 24,8 18,5 15,3 23,7 17,7
Vulnerada 4,7 13,4 7,5 30,2 36,7 32,4 23,9 43,0 30,6 23,3 37,9 28,3
Precaria 14,0 27,9 20,3 47,0 65,4 58,4 48,9 68,7 61,4 43,9 65,0 56,8
Exclusión 32,5 57,9 46,0 76,3 83,7 81,6 75,5 85,4 82,5 71,6 83,6 80,0
Total 8,4 24,0 14,0 37,5 61,1 49,2 32,3 62,0 46,7 30,5 58,8 43,9
Fuente: Área Económica, Departamento de Investigación Institucional, IIS-UCA, con base en datos EPH-INDEC
69
6. BIBLIOGRAFÍA
- AGULLA, Juan Carlos (1991), El hombre y su sociedad. La formación de la persona
sociológica. Universidad Abierta y a Distancia “Hernandarias”, Bue nos Aires.
- JELIN, Elizabeth (1998), Pan y afectos. La transformación de las familias. FCE, México.
- LATTES, Alfredo y RECCHINI de LATTES, Zulma (1992). “Auge y declinación de las
migraciones en Buenos Aires” en Jorrat, J. y Sautu, R. (comp..) Después de Germani.
Exploraciones sobre estructura social de la Argentina. Paidos, Buenos Aires.
- LEPORE, Silvia, MACCIÓ Jimena y SALVIA, Agustín (2002) Marginalidad y
Segmentación Laboral de los Hogares. Instituto para la Integración del Saber,
Departamento de Investigación Institucional, UCA. AE/Documentos/SL04.
- MINUJIN, Alberto y otros (1995): Cuesta abajo. Los nuevos pobres: efectos de la crisis
en la sociedad argentina. UNICEF/LOSADA, Buenos Aires, 3ra.edición.
- ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (1999) “Trabajo decente y
protección para todos”, Memoria del Director General de la OIT a la Decimocuarta
Reunión Regional, OIT, Lima, Perú.
- ROFMAN, Alejandro (1974): Desigualdades regionales y concentración económica. El
caso argentino. Ediciones Siap. Planteos, Buenos Aires.
- SALVIA, Agustín (1995), “La familia y los desafíos de su objetivación: enfoques y
conceptos” en Estudios Sociológicos XIII: 37, México.
- SALVIA-LEPORE-BESADA (2002) Informalidad, exclusión socio-ocupacional y
empobrecimiento de los hogares urbanos en la Argentina. Tiempo de Crisis: 1998-2002.
Fragmentos de la Deuda Social . Instituto para la Integración del Saber, Departamento de
Investigación Institucional, UCA, AE/Fragmentos/SL02.