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24 Jueves 3 de mayo de 2012 25 Jueves 3 de mayo de 2012 ARGENTINA 475-7197 [email protected] Malos hábitos No sentarse a la mesa. Se come de pie o sentado frente a la televisión o la computadora. Saltearse comidas. Lo más común es omitir el desayuno y la merienda. Comer platos rápidos. Para almuerzos y cenas, se prefie- ren pizzas, empanadas, sánd- wiches, panchos y hamburgue- sas. No consumir cosas frescas. Se comen pocas frutas, verdu- ras y carnes magras. Consumir “chatarra”: golo- sinas, galletitas, snacks, factu- ras y gaseosas, en vez de fru- tas, yogures o frutas secas. Comprar mal. Se privilegia lo que sea sencillo, cómodo, rápi- do y barato, en lugar de optar por lo más saludable. Dietas peligrosas. En espe- cial las mujeres, se someten a dietas muy restrictivas y disar- mónicas. FUENTE: AADYND ciento de las calorías que consumi- mos son vehículo de exceso de gra- sas saturadas y azúcar (es decir, calorías dispensables). Algo similar sucede con los ce- reales, si bien el consumo de ce- reales en la Argentina no es bajo, los derivados más saludables de los cereales –como las pastas y arroces– solo representan el 18% del total de cereales consumido. ¿QUÉ ES COMER BIEN? “Comer bien es darle a nuestro cuerpo lo que necesita. Ni más ni menos. Comer mucho no es comer bien, es comer mal”, sentencia el Dr. Ridner y cri- tica: “Los argentinos comemos mu- cho. La mitad de la población tiene sobrepeso (54%) o es obesa. Y en muchos casos además de sobrar calorías faltan nutrientes. Obesos desnutridos, una paradoja”. “Cada tanto nos acordamos de hacer dieta. Nada podría ser peor. Significa que comemos mal casi ¿Qué comemos? Dieta argentina bajo la lupa Poco variada, con exceso de grasas y con déficit en la ingesta de frutas y verduras, así se presenta la típica mesa de los argentinos. “¿ Vivís en el país de la mejor carne del mundo y vas a comer una ensaladita?”frases como esta son dichas en to- do despectivo, y más que frecuen- temente, en reuniones familiares o de amigos en Argentina, donde existe un bagaje sociocultural que justifica, explica y sostiene una tradición alimentaria que deja bastante que desear. Una de las principales críticas que realizan los profesionales de la nutrición a la forma en que comen los argentinos es la “monotonía alimentaria”, es decir que el 60 por ciento de las calorías totales pro- vienen solo de tres familias de productos: trigo, azúcar y carne, Tips para comer mejor Organizarse y planificar. Dedicar tiempo para tener al menos cuatro comidas diarias y preparar viandas caseras. Pro- ponerse cocinar sano como mí- nimo un día en la semana. Consumir colaciones sanas. Entre comidas, preferir un yo- gur con cereales o una fruta fresca antes que galletitas y dulces. Comer frutas secas. “Sanificar” la comida. Los sándwiches, por ejemplo, me- joran al usar pan de salvado o integral, y si la mayonesa se cambia por queso blanco des- cremado. También ayuda que, en vez fiambre, se usen carnes magras o pollo, atún, huevo y verduras. Aprovechar las salidas. Es buena oportunidad para pedir la comida sana y elaborada que no se tiene tiempo de coci- nar. Consultar a un profesional. Ayuda a planificar menús y viandas saludables. Aportan ideas, recetas y dietas sanas acordes a cada presupuesto. FUENTE: AADYND según explicó a Día a Día Sergio Britos, director de la carrera de Nutrición de la Universidad Nacio- nal de La Plata. En el libro, Hacia una alimenta- ción saludable en la mesa de los argentinos (Sergio Britos, Agustina Saraví, Nuria Chichizola y Fernan- do Vilella), detallan que el argen- tino promedio consume unos 115 kilos anuales de trigo y sus deriva- dos, comandados por el pan con 86 kilos. Además, anualmente consume también unos 107 kilo/litros de azúcar o bebidas con azucar. Visto así, quizá el número no parezca excesivo, pero a modo comparativo los argentinos consumimos, en promedio, más bebidas azucara- das (gaseosas, jugos, etc.) que los estadounidenses. Y el tercer pilar de la típica dieta argenta es la consabida carne va- cuna, de la que se comen 56 kilos anuales. En los últimos años, la carne de pollo se ha sumado y re- emplazado, en parte, el consumo vacuno y suma otros 33 kilos.  “Aunque sostenemos que el pla- to nacional es el asado, en realidad lo que más comemos es pan, pas- tas y papas con alguna que otra milanesa. Nuestra cultura pasa por el trigo y la carne. Los peque- ños olvidados son los lácteos y los grandes perdedores son los vege- tales, las frutas, las legumbres y el pescado”, así simplifica nuestra dieta el Dr. Edgardo Ridner, presi- dente Sociedad Argentina de Nu- trición (SAN). “Además, estamos peleados con los vegetales y las frutas. No los compramos, si los tenemos no los preparamos y no los comemos”, agrega Ridner  y lamenta: “No nos esforzamos en estimular buenos hábitos en nuestros hijos. Es difícil encontrar alguien que ofrezca fru- tas y verduras  a sus chicos, limite el consumo de golosinas o estimu- le horarios regulares para las comidas”. Estos “olvidados” a los que hace referencia Ridner, son también los alimentos en sus versiones más saludables. En promedio los argentinos con- sumen un 44 por ciento menos de lo recomdable de: frutas, lácteos no enteros, carnes ma- gras, hortalizas, pastas, arroces, legumbres y aceites. Esto no signi- fica que debamos comer más, por- que en contraposición, el 33 por Entre los niños en Argentina, un 30% tienen sobrepeso. El porcentaje es aun mayor entre los adultos: 54%. Obesidad Matias Bengolea/Alejandra Boldo Redacción/[email protected] La que nos gusta considerar nuestra vedette, es en rea- lidad la tercera fa- milia más consu- mida. Carne El azúcar se ingiere en casi todos los dulces, pero sólo el agregado a bebi- das ya excede lo recomendable. Azúcar A pesar de que nos jactamos de ser el país de la carne, es el trigo y en parti- cular el pan el líder de nuestras dietas. Trigo ARGENTINA La dieta ideal de la OMS La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un estudio elaborado por 30 reconocidos expertos mundiales en nutrición y salud. El informe concluye que la dieta ideal es aquella rica en frutas, verduras y cereales, y baja en sal, grasas saturadas y azúca- res. El mismo estudio indica que una dieta equilibrada, debería estar constituida por: –Grasas:  entre el 15% y el 30% de las calorías diarias a ingerir, y de éstas, solamente el 10% de- berían corresponder a grasas saturadas. –Carbohidratos:  entre un 55% y un 75% de las necesidades energéticas, siendo los azúcares refinados inferiores al 10%. –Proteínas:  deben suponer en- tre el 10% y el 15 % de las calo- rías totales. –Frutas, verduras y hortalizas: al menos 400 gr./día –Sal: menos de 5 gr./día. La dieta Mediterránea: tan rica como sana Más de 50 estudios ya confirma- ron los beneficios de la dieta Me- diterránea (los alimentos que se consumen diariamente, sobreto- do en el Sur de Europa, sobre las costas del Mediterráneo). Su uti- lidad contra la hipertensión, el colesterol y la diabetes hacen de esta alimentación el mejor segu- ro de vida para un corazón sano y una vida saludable. La tan renombrada dieta me- diterránea contribuye a reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y por cáncer, además de mantener a raya la hipertensión, el colesterol y la diabetes. La dieta mediterránea consis- te en una alimentación equili- brada y variada. En ella predo- minan los alimentos obtenidos de los cultivos tradicionales de esa zona geográfica, bañada por el Mar Mediterráneo: el trigo, el olivo y la vid. Los alimentos que constituyen la base de esta alimentación son: El pan y la pasta, como princi- pal fuente de hidratos de carbo- no. El aceite de oliva, como prin- cipal fuente de grasa. El vino, en cantidades mode- radas, durante las comidas. Las hortalizas, las frutas, los frutos secos y las legumbres, que aportan gran cantidad de fibra y antioxidantes. El pescado, las aves de corral, los productos lácteos y los hue- vos, como principal fuente de proteínas y un menor consumo de carnes y grasas animales. Así y todo, la dieta mediterrá- nea aún no está arraigada en nuestro país. En Argentina se come menos pescado, vegetales y cereales. Una de las bases de esta dieta son los porotos, gar- banzos y lentejas que los argen- tinos usamos poco. En noviembre del año pasado, la Unesco declaró a la cocina mediterránea como un Patrimo- nio Cultural Inmaterial de la Hu- manidad, destacando su impor- tancia para la salud. siempre, aguantamos hasta que nos asustamos y en ese momento intentamos hacer algo heroico que siempre dura poco. Tenemos resis- tencia crónica a aprender a co- mer”, explica y resalta: “Tenemos muy incorporado el concepto del placer de llenarse. Nos resistimos a ser refinados, saboreando cada bocado de un plato delicado”. A partir de los datos incluidos en el libro Hacia una alimentación sa- ludable en la mesa de los argenti- nos – que será presentado este 11 y 12 de mayo, en Rosario, en el marco del XV Congreso Latino- americano de Nutricionistas – se destaca la necesidad de que los ar- gentinos, nos acostumbremos a comer sólo lo necesario y no hasta llenarnos, que abramos el abanico de comidas, rescatemos y reivindi- quemos las distintas variedades de frutas, verduras y hortalizas que deberíamos incluir en nuestras dietas. Pan, azúcar, bebidas azucara- das, carne vacuna, fiambres, quesos enteros, galletitas y alfa- jores altos en grasas, leche ente- ra, manteca y conservas, debe- rían ser “limitados” en la dieta. 11 para limitar El principal origen del exceso de calorías es el agregado de azú- cares. Contando solo el azúcar que se consume en bebidas ya se excede el límite recomenda- do por la OMS. Para dulce, la vida El pan, los fiambres, los quesos enteros y las conservas ya al- canzan para que la dieta argen- tina tenga un importante exceso de sodio (sal). Agregar sal de salero, lleva a un doble exceso. El salero, de más En la dieta promedio de los ar- gentinos existe una brecha de casi el 50% entre la cantidad de hortalizas y frutas que debería- mos comer y las que realmente consumimos. Por lo que debe- ríamos comer el doble de estas. Hortaliza y fruta Cerveza 35 litros Postres lácteo 1,4 kilos Somos lo que comemos, entonces esto somos Leche 97 litros Este cuadro muestra el consumo aparente de alimentos característicos en la mesa de los argentinos. Los datos son promediados y están expresados en kilo- gramos o litros anuales per cápita y actualizados a 2010. Yogur 12 litros Quesos 10 kilos Pan 86 kilos Pasta y fideos 9 kilos Arroz 7 kilos Legumbres 0,75 kilos Harina trigo 10 kilos Carne vacuna 56 kilos Cerdo 8 kilos Pescado 5 kilos Huevos 10 kilos Hortalizas 110 kilos Frutas 70 kilos Aceites 14 litros Azúcar 15 kilos Bebidas c/azúcar 91 litros Galletitas 10 kilos Vino 24 litros Pollo 33 kilos FUENTE: HACIA UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE EN LA MESA DE LOS ARGENTINOS; BRITOS S.; SARAVÍ A.; CHICHIZOLA N.; VILELLA F.; FACULTAD DE AGRONOMÍA DE LA UBA – MAYO 2012

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Page 1: Este cuadro muestra el consumo aparente de alimentos ... · wiches, panchos y hamburgue-sas. No consumir cosas frescas. Se comen pocas frutas, verdu- ... acordes a cada presupuesto.

24  Jueves 3 de mayo de 2012 25Jueves 3 de mayo de 2012

[email protected]

Malos hábitosNo sentarse a la mesa. Se come de pie o sentado frente a la televisión o la computadora.Saltearse comidas. Lo más común es omitir el desayuno y la merienda.Comer platos rápidos. Para almuerzos y cenas, se prefie-ren pizzas, empanadas, sánd-wiches, panchos y hamburgue-sas.No consumir cosas frescas. Se comen pocas frutas, verdu-ras y carnes magras.Consumir “chatarra”: golo-sinas, galletitas, snacks, factu-ras y gaseosas, en vez de fru-tas, yogures o frutas secas.Comprar mal. Se privilegia lo que sea sencillo, cómodo, rápi-do y barato, en lugar de optar por lo más saludable.Dietas peligrosas. En espe-cial las mujeres, se someten a dietas muy restrictivas y disar-mónicas.

FUENTE: AADYND

ciento de las calorías que consumi-mos son vehículo de exceso de gra-sas saturadas y azúcar (es decir, calorías dispensables).

Algo similar sucede con los ce-reales, si bien el consumo de ce-reales en la Argentina no es bajo, los derivados más saludables de los cereales –como las pastas y arroces– solo representan el 18% del total de cereales consumido.

¿Qué es comer bien? “Comer bien es darle a nuestro cuerpo lo que necesita. Ni más ni menos. Comer mucho no es comer bien, es comer mal”, sentencia el Dr. Ridner y cri-tica: “Los argentinos comemos mu-cho. La mitad de la población tiene sobrepeso (54%) o es obesa. Y en muchos casos además de sobrar calorías faltan nutrientes. Obesos desnutridos, una paradoja”.

“Cada tanto nos acordamos de hacer dieta. Nada podría ser peor. Significa que comemos mal casi

¿Qué comemos? Dieta argentina bajo la lupa

Poco variada, con exceso de grasas y con déficit en la ingesta de

frutas y verduras, así se presenta la típica mesa

de los argentinos.

“¿Vivís en el país de la mejor carne del mundo y vas a comer una ensaladita?”, 

frases como esta son dichas en to-do despectivo, y más que frecuen-temente, en reuniones familiares o de amigos en Argentina, donde existe un bagaje sociocultural que justifica, explica y sostiene una tradición alimentaria que deja bastante que desear.

Una de las principales críticas que realizan los profesionales de la nutrición a la forma en que comen los argentinos es la “monotonía alimentaria”, es decir que el 60 por ciento de las calorías totales pro-vienen solo de tres familias de productos: trigo, azúcar y carne, 

Tips para comer mejorOrganizarse y planificar. Dedicar tiempo para tener al menos cuatro comidas diarias y preparar viandas caseras. Pro-ponerse cocinar sano como mí-nimo un día en la semana.Consumir colaciones sanas. Entre comidas, preferir un yo-gur con cereales o una fruta fresca antes que galletitas y dulces. Comer frutas secas.“Sanificar” la comida. Los sándwiches, por ejemplo, me-joran al usar pan de salvado o integral, y si la mayonesa se cambia por queso blanco des-cremado. También ayuda que, en vez fiambre, se usen carnes magras o pollo, atún, huevo y verduras.Aprovechar las salidas. Es buena oportunidad para pedir la comida sana y elaborada que no se tiene tiempo de coci-nar.Consultar a un profesional. Ayuda a planificar menús y viandas saludables. Aportan ideas, recetas y dietas sanas acordes a cada presupuesto.

FUENTE: AADYND

según explicó a Día a Día Sergio Britos, director de la carrera de Nutrición de la Universidad Nacio-nal de La Plata.

En el libro, Hacia una alimenta-ción saludable en la mesa de los argentinos (Sergio Britos, Agustina Saraví, Nuria Chichizola y Fernan-do Vilella), detallan que el argen-tino promedio consume unos 115 kilos anuales de trigo y sus deriva-dos, comandados por el pan con 86 kilos.

Además, anualmente consume también unos 107 kilo/ litros de azúcar o bebidas con azucar. Visto así, quizá el número no parezca excesivo, pero a modo comparativo los argentinos consumimos, en promedio, más bebidas azucara-das (gaseosas, jugos, etc.) que los estadounidenses.

Y el tercer pilar de la típica dieta argenta es la consabida carne va-cuna, de la que se comen 56 kilos anuales. En los últimos años, la carne de pollo se ha sumado y re-emplazado, en parte, el consumo vacuno y suma otros 33 kilos.

 “Aunque sostenemos que el pla-to nacional es el asado, en realidad lo que más comemos es pan, pas-tas y papas con alguna que otra milanesa. Nuestra cultura pasa por el trigo y la carne. Los peque-ños olvidados son los lácteos y los grandes perdedores son los vege-tales, las frutas, las legumbres y el pescado”, así simplifica nuestra dieta el Dr. Edgardo Ridner, presi-dente Sociedad Argentina de Nu-trición (SAN).

“Además, estamos peleados con los vegetales y las frutas. No los compramos, si los tenemos no los preparamos y no los comemos”, agrega Ridner  y lamenta: “No nos esforzamos en estimular buenos hábitos en nuestros hijos. Es difícil encontrar alguien que ofrezca fru-tas y verduras  a sus chicos, limite el consumo de golosinas o estimu-

le horarios regulares para las comidas”. 

Estos “olvidados” a los que hace referencia Ridner, son también los alimentos en sus versiones más saludables. En promedio los argentinos con-sumen un 44 por ciento menos 

de lo recomdable de: frutas, lácteos no enteros, carnes ma-

gras, hortalizas, pastas, arroces, legumbres y aceites. Esto no signi-fica que debamos comer más, por-que en contraposición, el 33 por 

Entre los niños en Argentina, un 30% tienen sobrepeso. El porcentaje es aun mayor entre los adultos: 54%.

Obesidad

Matias Bengolea/Alejandra BoldoRedacción/[email protected]

La que nos gusta considerar nuestra vedette, es en rea-lidad la tercera fa-milia más consu-mida.

Carne

El azúcar se ingiere en casi todos los dulces, pero sólo el agregado a bebi-das ya excede lo recomendable.

Azúcar

A pesar de que nos jactamos de ser el país de la carne, es el trigo y en parti-cular el pan el líder de nuestras dietas.

Trigo

ARGENTINA

La dieta ideal de la OMSLa Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un estudio elaborado por 30 reconocidos expertos mundiales en nutrición y salud. El informe concluye que la dieta ideal es aquella rica en frutas, verduras y cereales, y baja en sal, grasas saturadas y azúca-res.

El mismo estudio indica que una dieta equilibrada, debería estar constituida por:

–Grasas: entre el 15% y el 30% 

de las calorías diarias a ingerir, y de éstas, solamente el 10% de-berían corresponder a grasas saturadas.

–Carbohidratos: entre un 55% y un 75% de las necesidades energéticas, siendo los azúcares refinados inferiores al 10%.

–Proteínas: deben suponer en-tre el 10% y el 15 % de las calo-rías totales.

–Frutas, verduras y hortalizas: al menos 400 gr./día

–Sal: menos de 5 gr./día.

La dieta Mediterránea: tan rica como sanaMás de 50 estudios ya confirma-ron los beneficios de la dieta Me-diterránea (los alimentos que se consumen diariamente, sobreto-do en el Sur de Europa, sobre las costas del Mediterráneo). Su uti-lidad contra la hipertensión, el colesterol y la diabetes hacen de esta alimentación el mejor segu-ro de vida para un corazón sano y una vida saludable.

La tan renombrada dieta me-diterránea contribuye a reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y por cáncer, además de mantener a raya la hipertensión, el colesterol y la diabetes. 

La dieta mediterránea consis-te en una alimentación equili-brada y variada. En ella predo-minan los alimentos obtenidos de los cultivos tradicionales de esa zona geográfica, bañada por el Mar Mediterráneo: el trigo, el olivo y la vid.

Los alimentos que constituyen la base de esta alimentación son:

El pan y la pasta, como princi-pal fuente de hidratos de carbo-no. El aceite de oliva, como prin-cipal fuente de grasa. 

El vino, en cantidades mode-radas, durante las comidas. 

Las hortalizas, las frutas, los frutos secos y las legumbres, que aportan gran cantidad de fibra y antioxidantes. 

El pescado, las aves de corral, los productos lácteos y los hue-vos, como principal fuente de proteínas y un menor consumo de carnes y grasas animales. 

Así y todo, la dieta mediterrá-nea aún no está arraigada en nuestro país. En Argentina se come menos pescado, vegetales y cereales. Una de las bases de esta dieta son los porotos, gar-banzos y lentejas que los argen-tinos usamos poco. 

En noviembre del año pasado, la Unesco declaró a la cocina mediterránea como un Patrimo-nio Cultural Inmaterial de la Hu-manidad, destacando su impor-tancia para la salud.

siempre, aguantamos hasta que nos asustamos y en ese momento intentamos hacer algo heroico que siempre dura poco. Tenemos resis-tencia crónica a aprender a co-mer”, explica y resalta: “Tenemos muy incorporado el concepto del placer de llenarse. Nos resistimos a ser refinados, saboreando cada bocado de un plato delicado”.

A partir de los datos incluidos en el libro Hacia una alimentación sa-ludable en la mesa de los argenti-nos – que será presentado este 11 y 12 de mayo, en Rosario, en el marco del XV Congreso Latino-americano de Nutricionistas – se destaca la necesidad de que los ar-gentinos, nos acostumbremos a comer sólo lo necesario y no hasta llenarnos, que abramos el abanico de comidas, rescatemos y reivindi-quemos las distintas variedades de frutas, verduras y hortalizas que deberíamos incluir en nuestras dietas. 

Pan, azúcar, bebidas azucara-das, carne vacuna, fiambres, quesos enteros, galletitas y alfa-jores altos en grasas, leche ente-ra, manteca y conservas, debe-rían ser “limitados” en la dieta.

11 para limitar

El principal origen del exceso de calorías es el agregado de azú-cares. Contando solo el azúcar que se consume en bebidas ya se excede el límite recomenda-do por la OMS.

Para dulce, la vida

El pan, los fiambres, los quesos enteros y las conservas ya al-canzan para que la dieta argen-tina tenga un importante exceso de sodio (sal). Agregar sal de salero, lleva a un doble exceso.

El salero, de más

En la dieta promedio de los ar-gentinos existe una brecha de casi el 50% entre la cantidad de hortalizas y frutas que debería-mos comer y las que realmente consumimos. Por lo que debe-ríamos comer el doble de estas.

Hortaliza y fruta

Cerveza35 litros

Postres lácteo1,4 kilos

Somos lo que comemos, entonces esto somos

Leche97 litros

Este cuadro muestra el consumo aparente de alimentos característicos en la mesa de los argentinos. Los datos son promediados y están expresados en kilo-gramos o litros anuales per cápita y actualizados a 2010.

Yogur12 litros

Quesos10 kilos

Pan86 kilos

Pasta y fideos9 kilos

Arroz7 kilos

Legumbres0,75 kilos

Harina trigo10 kilos

Carne vacuna56 kilos

Cerdo8 kilos

Pescado5 kilos

Huevos10 kilos

Hortalizas110 kilos

Frutas70 kilos

Aceites14 litros

Azúcar15 kilos

Bebidas c/azúcar 91 litros

Galletitas10 kilos

Vino24 litros

Pollo33 kilos

FUENTE: HACiA uNA ALiMENTACióN SALuDABLE EN LA MESA DE LOS ARgENTiNOS; BRiTOS S.; SARAví A.; CHiCHizOLA N.; viLELLA F.; FACuLTAD DE AgRONOMíA DE LA uBA – MAYO 2012