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UNIVERSIDAD DE SEVILLA
FACULTAD DE MEDICINA
ESTUDIO PRELIMINAR DE LA RELACIÓN ENTRE INDICADORES DE CALIDAD DE PROCESO EN ASMA Y
RESULTADOS EN SALUD DE LOS PACIENTES.
BENJAMÍN ROQUE RODRÍGUEZ
UNIVERSIDAD DE SEVILLA
FACULTAD DE MEDICINA
TRABAJO FIN DE GRADO
GRADO EN MEDICINA
ESTUDIO PRELIMINAR DE LA RELACIÓN ENTRE INDICADORES DE CALIDAD DE
PROCESO EN ASMA Y RESULTADOS EN SALUD DE LOS PACIENTES.
ALUMNO: BENJAMÍN ROQUE RODRÍGUEZ
SEVILLA (ESPAÑA), UNIVERSIDAD DE SEVILLA, 14 DE JUNIO DE 2015.
UNIDAD DE PEDIATRIA DEL DISTRITO SANITARIO DE SEVILLA
TUTOR: DR. MANUEL PRAENA CRESPO
ÍNDICE
Página
1. Resumen ................................................................................................................................ 2
2. Introducción .......................................................................................................................... 3
2.1. Epidemiología y consecuencias del asma .................................................................... 4
2.2. Antecedentes y justificación ......................................................................................... 4
3. Hipótesis ............................................................................................................................. 10
4. Objetivos .............................................................................................................................. 10
4.1. Objetivo principal ....................................................................................................... 10
4.2. Objetivo secundario .................................................................................................... 10
5. Metodología ......................................................................................................................... 11
5.1. Diseño ........................................................................................................................... 11
5.1.1. Participantes ....................................................................................................... 11
5.1.2. Herramientas ...................................................................................................... 12
5.2. Proceso de información .............................................................................................. 13
6. Resultados ............................................................................................................................ 13
6.1. Indicadores de proceso ............................................................................................... 13
6.2. Resultados en salud ..................................................................................................... 17
6.3. Estadística inferencial ................................................................................................. 19
7. Discusión .............................................................................................................................. 19
8. Conclusión ........................................................................................................................... 23
9. Anexos .................................................................................................................................. 24
10. Bibliografía .......................................................................................................................... 31
1. RESUMEN
Introducción: El asma es la enfermedad crónica infantil más frecuente, caracterizada por su
heterogenicidad y síntomas como las sibilancias, tos y disminución de la función respiratoria,
por lo que un adecuado seguimiento de estos pacientes en Atención Primaria debería
relacionarse con una disminución del número de hospitalizaciones, menores costes y una mejor
calidad de vida de los pacientes. Nuestro objetivo es determinar la relación entre los
indicadores de proceso con los resultados en salud
Métodos: Estudio transversal mediante AUDIT en el que se recogieron las actuaciones de los
pediatras de Atención Primaria del Distrito Sanitario de Sevilla en niños asmáticos que venían
reflejadas en las Historias Clínicas en un periodo de 12 meses.
Población de estudio y muestreo: Se realizó un muestreo aleatorio mediante ordenador entre los
104 pediatras del Distrito, obteniéndose los datos de un total de 8 pediatras.
Variables: Las variables independientes a analizar fueron la realización o no de espirometría
en los últimos 12 meses, uso de cámara espaciadora, hábito tabáquico en el hogar, inclusión en
el programa asma, medicación de mantenimiento, uso de corticoides orales y registro de la
gravedad del asma. Las variables dependientes consideradas son los resultados en salud: uso
de corticoides orales y β2 agonistas de rescate, frecuencia de visita a urgencias, de ingresos
hospitalarios, número de visitas a demanda y programadas. Posteriormente se realizó un
contraste de Hipótesis utilizando la prueba t de Student para comprobar si existía relación entre
un mayor o menor número de visitas a demanda, crisis o rescate con corticoides orales.
Resultados: como resultado principal del estudio obtuvimos que solo el 18,3% de la muestra
obtenida presentaba una espirometría realizada en el último año, que el 63,3% reflejaba en algún
lugar de la Historia que tenia cámara espaciadora, pero no se comprobaba si la seguía usando, y
que el 68,3% tenía registrado si existía hábito tabáquico en la familia. Se encontró que aquellos
pacientes que se les realizó la espirometría en los últimos 12 meses presentaban 3,55 visitas a
demanda frente a las 1,65 que presentaban los que no se les había realizado la espirometría, con
una p al comparar ambas medias de 0,016.
Conclusiones: Se demostró relación entre la realización de la espirometría y un mayor número
de visitas a demanda. Se debería mejorar el seguimiento de los niños asmáticos por parte de los
pediatras cumpliendo con las recomendaciones.
Palabras clave: asma, indicadores de proceso, pediatría, resultados en salud.
2. INTRODUCCIÓN
Según la GINA el asma es una enfermedad heterogénea, normalmente caracterizada por
inflamación crónica de la vía aérea. Se caracteriza por síntomas como sibilancias, dificultad
para respirar, opresión en el pecho y tos que varían en el tiempo y en la intensidad, junto con la
limitación variable del flujo aéreo espiratorio1. Los síntomas pueden sobrevenir varías veces al
día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o el ejercicio o
por la noche.
Es una enfermedad dinámica y variable ya que cada paciente puede presentar una historia
natural y evolución diferente, así como una intensidad, percepción y tolerancia de los síntomas
distinto, lo que conduce, en ocasiones, a un retraso en la demanda de asistencia2.
Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama, lo que provoca un
estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de
los pulmones. Los síntomas recurrentes causan con frecuencia insomnio, fatiga diurna,
disminución de la actividad y absentismo escolar y laboral3.
2.1- Epidemiología y consecuencias del asma
Según la Encuesta Nacional de Salud el asma infantil tiene una prevalencia del 5% variando
sensiblemente en función del rango de edad y el sexo, aproximándose al 6% en varones y 4% en
mujeres de edades comprendidas entre los 0 y 14 años4.(Tabla 1).
Asma
Total Sí No
AMBOS SEXOS
Total 100 5,2 94,8
De 0 a 4 años 100 4,44 95,56
De 5 a 9 años 100 5,69 94,31
De 10 a 14 años 100 5,47 94,53
HOMBRES
Total 100 6,04 93,96
De 0 a 4 años 100 5,02 94,98
De 5 a 9 años 100 6,77 93,23
De 10 a 14 años 100 6,3 93,7
MUJERES
Total 100 4,32 95,68
De 0 a 4 años 100 3,82 96,18
De 5 a 9 años 100 4,5 95,5
De 10 a 14 años 100 4,62 95,38
Tabla 1. Prevalencia del Asma según la Encuesta Nacional de Salud. Extraído de:
http:/www.ine.es/jaxi/tabla.do
El asma infantil tiene como consecuencia la limitación al esfuerzo, síntomas nocturnos y visitas
a los servicios de urgencias, así como generando visitas a demanda, programadas e incluso
ingresos hospitalarios debido a graves exacerbaciones.
El asma es la enfermedad crónica infantil más frecuente, por lo que un adecuado seguimiento de
estos pacientes en Atención Primaria debería relacionarse con una disminución del número de
hospitalizaciones, menores costes y una mejor calidad de vida de los pacientes5. Los niños
asmáticos presentaban una tasa de absentismo escolar 3 veces superior a la de los niños sin
enfermedad6.
El estudio “Coste del asma en pediatría en España: un modelo de Evaluación de costes basados
en la prevalencia” que el coste del asma infantil era aproximadamente de 532 millones de euros
al años, siendo una media por paciente de 1149 euros.7
2.2 Antecedentes y justificación
La gestión por Procesos es una herramienta con la que se analizan los diversos componentes que
intervienen en la prestación sanitaria, para ordenar los diferentes flujos de trabajo de la misma,
integrar el conocimiento actualizado y procurar cierto énfasis en los resultados obtenidos,
teniendo en cuenta las expectativas que tienen los ciudadanos y profesionales, e intentando
disminuir la variabilidad de las actuaciones de estos últimos hasta logras un grado de
homogeneidad razonable.
Se trata, pues, de impulsar un cambio en la organización basado en la fuerte implicación de los
profesionales y en su capacidad de introducir la idea de mejora continua de la calidad, y de
llevarlo a cabo desde un enfoque centrado en el usuario.
Cuando nos referimos a la gestión por procesos en Andalucía estamos aludiendo a un abordaje
integral de cada uno de ellos, y ellos conlleva el reanálisis de las actuaciones desde que el
paciente demanda una asistencia hasta que ésta termina. En este contexto, la continuidad
asistencial y la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales se convierten en elementos
esenciales.
El ámbito de la Atención Primaria es la puerta de entrada al Sistema Sanitario Público y son sus
profesionales en quienes principalmente recae la atención al niño y adolescente con asma,
debido a su accesibilidad, conocimiento y longitudinalidad en la atención de la familia, al
enfoque integral de la salud infantil y a su implicación en la promoción de autocuidados.2
El Proceso Integrado de Asma en la edad Pediátrica nos da una serie de directrices por el
que debería regirse la actuación de los pediatras en el diagnóstico, valoración y seguimiento del
asma activa para así conseguir una asistencia de calidad. Entre algunas de estas
recomendaciones podemos encontrar que todos los pacientes deben disponer de una historia
clínica individualizada con registro básico de datos sobre el proceso en el que se considera la
Historia Clínica debe ser única (Atención Primaria-Atención Especializada) como herramienta
para garantizar la continuidad asistencial, la realización de las exploraciones complementarias
necesarias para el diagnóstico y seguimiento en o desde AP, en un tiempo no superior a un mes,
que a todos los niños mayores de 6 años se les deben realizar pruebas objetivas de función
pulmonar para confirmar el diagnóstico de asma, (la espirometría debe poder realizarse en
AP), se realizara la clasificación de la gravedad del asma y se actualizará al menos una vez al
año, todos los niños recibirán un tratamiento integral para su asma según la evidencia científica
actualizada disponible, todos deben tener una consulta de seguimiento cuya periodicidad será
variable en función de su clasificación de gravedad, pero como mínimo una vez al año. Anexo 1
Por otra parte, la calidad de los cuidados de salud fue definida por el “Institute of Medicine”
como el grado por el cual los servicios en salud aumentan la probabilidad de obtener los
resultados en salud tanto a nivel individual como colectivo8.
Según la GINA (Global Iniciative for Asthma)1 en el control del cuidado de los pacientes
debería incluirse información sobre el asma, técnica inhalatoria, adherencia, que este recogido el
plan de actuación de asma, auto-control y prescripción médica regular.
Por lo que sería de crucial importancia para el manejo de estos niños identificar indicadores de
salud para poder llevar a cabo una actuación terapéutica óptima, así como identificar los
posibles fallos en el tratamiento de estos niños y encontrar un posible mejor esquema de
seguimiento.
Hoy en día numerosos estudios habían propuesto indicadores de salud para el niño asmático,
pero no estaban homogenizados ni después estos se habían intentado relacionar con los
resultados en salud.
De los estudios sobre indicadores de salud en el niño asmático destacan el realizado por Teresa
et al en 2011 en el que se demostró la posibilidad de la aplicación de 15 indicadores de salud9.
Pero sin embargo no fue hasta 2013 cuando un grupo de distintos profesionales españoles
propusieron hasta un total de 46 indicadores en salud que fueron obtenidos mediante la
aplicación de técnicas delphi mediante un estudio RAND10, en el que se pretendía analizar que
indicadores de proceso serían los más adecuados para valorar el seguimiento del niño asmático.
Entre los posibles indicadores a destacar se encuentran el hábito tabáquico en la familia, la
realización de espirometría en los últimos 12 meses, uso de cámara espaciadora. Anexo 2
Por lo que uno de nuestros propósitos es evaluar el grado de adherencia de los pediatras de
Atención Primaria del Distrito Sanitario de Sevilla a los distintos indicadores de proceso
analizados por el anterior grupo de trabajo, con el objetivo final de poder encontrar posibles
errores, la causa de estos posibles errores así como encontrar una solución.
A pesar de la posible evidencia que pudiera existir entre estos indicadores y sus resultados en
salud, aún no hay ningún estudio que se haya encargado de poder demostrar ésta relación.
Entre los indicadores seleccionados para este trabajo se encuentran:
• Uso de cámara espaciadora: las cámaras espaciadoras son dispositivos que se intercalan
entre los inhaladores de dosis medida (MDI) y la boca del paciente para simplificar la
técnica de inhalación y mejorar su eficiencia. Independientemente de la edad en Pediatría se
recomienda siempre el uso de cámara espaciadora cuando se prescriben fármacos con
cartucho presurizado11. Se encontró que la técnica inhalatoria es generalmente muy pobre en
niños, pero que mejora con el uso de la cámara espaciadora12. ¿Por lo que podremos
demostrar si existe alguna diferencia en relación a los procesos de salud si se utiliza la
cámara espaciadora con respecto a los que no? • Realización de espirometría en los últimos 12 meses: una vez diagnosticado el asma, la
función pulmonar es el indicador más útil para evaluar el futuro riesgo. Esta debería ser
evaluado cada 3-6 meses después de empezar el tratamiento1. El grupo de expertos del
Programa Nacional de Educación y Prevención del Asma13 y la iniciativa Global para el
Asma1 recomiendan la realización de una espirometría anual en niños de cinco años de edad
y mayores con una evaluación objetiva de la función pulmonar, el diagnóstico de asma, y
para el manejo del ASMA . Según el grupo de expertos NAEPP 13, la historia clínica y la
exploración física no son fiables para diagnosticar con precisión el asma, excluir un
diagnóstico alternativo, o para determinar el deterioro pulmonar . Dombkowski et al, 14
comprobaron que el 52% de los pediatras que tratan a los niños asmáticos en atención
primaria utilizaban la espirometría, pero solo el 21% utilizaba la espirometría de acuerdo
con las directrices nacionales, y sólo el 35% de los médicos encuestados se sentían cómodos
interpretando los resultados de las pruebas. Zanconato et al15encontraron que el 21% de las
lecturas de las espirometrías se interpretaron incorrectamente.
• Exposición al humo del tabaco: tanto el hábito activo como la exposición pasiva al tabaco
se asocian a un incremento de la sintomatología relacionada con el asma16. Evitar la
exposición infantil al humo del tabaco es un criterio de calidad con un Nivel de evidencia
2++, Grado de recomendación B2, ¿Se relacionará entonces la exposición al humo del
tabaco con mayor número de procesos en salud?
• Inclusión en el programa asma
• Tipo de asma: el asma se clasifica en función de su gravedad de lo cual dependerá su propio
tratamiento, así podemos dividir el asma en:
o Episódica ocasional: episodios de pocas horas o días de duración, menos de uno
cada 10-12 semanas, presentando un máximo de 4-5 crisis/año. No presenta
síntomas intercrisis, con buena tolerancia al ejercicio. La FEV1 (volumen
espiratorio forzado en el primer segundo) es superior al 80% y la variabilidad
PEF (flujo espiratorio máximo) inferior al 20%.
o Episódica frecuente: menos de un episodio cada 5-6 semanas presentando un
máximo de 6-8 crisis al año. En el periodo intercrisis está asintomático y las
sibilancias aparecen ante esfuerzos intensos. La FEV1 es superior al 80% y la
variabilidad PEF inferior al 20%.
o Persistente moderada: más de un episodio cada 4-5 semanas. Presentan
síntomas intercrisis leves, las sibilancias aparecen ante esfuerzos moderados,
menos de 2 noches a la semana con síntomas y la los β2-agonistas de acción
corta deben ser usados menos de 3 días a la semana. La FEV1 oscila entre el
70-80% y la variabilidad PEF se encuentra entre el 20-30%.
o Persistente grave: presenta episodios frecuentes con síntomas intercrisis
frecuentes. Las sibilancias aparecen ante mínimos esfuerzos y los síntomas
nocturnos superan los dos días por semana. Precisan medicación de alivio al
menos 3 días por semana. La FEV1 es inferior al 70% y la variabilidad
pulmonar superior al 30%15. (Figura 1)
Figura 1. Clasificación de la gravedad del asma en niños. Extraído de Guía española
para el manejo del asma [Internet]. GEMA. Consultado 09 May 2016. Disponible en:
www.gemasma.com
La clasificación se realiza cuando el paciente está sin tratamiento. Una vez que se consiga el
control del asma, la medicación necesaria para mantener al niño asintomático indicará, mejor
que los síntomas, el grado de gravedad.17
• Mediación de mantenimiento: según la GEMA (Guía Española para el manejo del
Asma )17 el objetivo principal del tratamiento del asma es lograr y mantener el control
de la enfermedad lo antes posible, además de prevenir las exacerbaciones y la
obstrucción crónica al flujo aéreo y reducir al máximo su mortalidad. Así podemos
destacar los siguientes objetivos:
o Controlar los síntomas diarios
Prevenir los síntomas diurnos, nocturnos y tras el ejercicio físico.
Uso de agonistas β2-adrenérgicos de acción corta no más de 2 veces a
la semana.
Mantener una función pulmonar normal o casi normal.
Sin restricciones en la vida cotidiana y para realizar ejercicio físico.
Cumplir las expectativas de los pacientes y sus familias.
o Prevenir exacerbaciones y una pérdida exagerada de función pulmonar
Prevenir las exacerbaciones y la mortalidad.
Minimizar la pérdida progresiva de la función pulmonar.
Evitar los efectos adversos del tratamiento.
o Evitar la inercia terapéutica.
La clasificación del asma por gravedad se realizará en pacientes sin tratamiento para elegir el de
mantenimiento inicial. Posteriormente, las modificaciones se realizaran de forma escalonada
(Figura 2), ajustando la mediación según el control actual de los síntomas, valorando el riesgo
futuro y teniendo en cuenta la edad del niño.
Los niños con asma episódica ocasional deben usar broncodilatadores a demanda y sin
tratamiento de mantenimiento. Los niños con asma episódica frecuente deben iniciar el
tratamiento en el escalón 2 y, si no se controlan, se subirá el tratamiento en el escalón 3. En los
niños con asma grave es preferible iniciar el tratamiento en el escalón 5 y en cuanto se logre el
control bajar de escalón (step down) buscando la dosis mínima efectiva. El grado de control y el
nivel del tratamiento deben evaluarse cada 3 meses.
Figura 2. Tratamiento escalonado del asma en función del nivel de control en el niño
mayor de 3 años. Extraído de Guía española para el manejo del asma [Internet]. GEMA.
Consultado 09 May 2016. Disponible en: www.gemasma.com
Según la Guía de bolsillo para profesionales de la salud de la GINA (2016) 18 el
tratamiento temprano con corticoides inhalatorios mejoran la función pulmonar si los
síntomas han estado presente durante 2-4 años, los pacientes que no han iniciado su
tratamiento con dosis de corticoides inhalatorios con historias de exacerbaciones tienen
peor función pulmonar que los tratados con corticoides inicialmente.
• Corticoides orales: en mayores de 5 años, han mostrado su beneficio cuando se usan
precozmente, siendo la vía oral la de elección frente a la endovenosa o intramuscular.
Deben administrarse en las crisis graves y pueden considerarse en las crisis moderadas
si no se obtiene suficiente mejoría con los broncodilatadores o si el niño tiene
antecedentes de crisis graves.
• Además el alto uso de b2 agonistas de rescate es un factor de riesgo para las
exacerbaciones del asma GINA1 ¿Por lo que habrá relación entre el adecuado
tratamiento llevado a cabo por el niño, utilizado como un indicador de proceso y
los resultados en salud?
3. HIPÓTESIS.
Si existe o no relación entre el grado de cumplimiento de los indicadores de calidad de
asistencia y una mejora significativa en los indicadores de proceso:
-Hipótesis nula (H0): los indicadores de resultados en salud de los pacientes con asma no se ve
afectada por el grado de cumplimiento de los indicadores de proceso en el seguimiento del
asma.
-Hipótesis alternativa (H1): los indicadores en salud de los pacientes con asma se ve afectada
por el gado de cumplimiento de los indicadores de proceso en el seguimiento del asma.
4. OBJETIVOS
4.1. Principal
• Pretendemos analizar la relación existente entre los indicadores de proceso (uso o no de
cámara espaciadora, realización de la espirometría en los últimos 12 meses, hábito
tabáquico en el hogar, registro en el programa asma, medicación de mantenimiento, si
se registra el tipo de asma en función de la gravedad) para el manejo del asma en los
pediatras de Atención Primaria del Distrito Sanitario de Sevilla con los resultados en
salud (uso de corticoides orales de rescate, β2-agonistas de rescate, visita a urgencias,
ingresos hospitalarios, consultas a demanda y consultas de control) de sus pacientes a
través de la información recogida en las Historias Clínicas.
4.2. Secundario
Como objetivos secundarios pretenderíamos valorar el grado de cumplimiento de los
indicadores de proceso que realizan un grupo de pedíatras del Distrito de Atención Primaria de
Sevilla.
También pretenderíamos analizar los resultados en salud de un grupo de pacientes de
los pediatras del Distrito de Atención Primaria de Sevilla.
También nos gustaría conocer el lugar donde se sitúa la información necesaria para
extender el Audit a todos los pediatras del Distrito de Atención Primaria de Sevilla y así poder
realizar un estudio de mayor envergadura.
5. METODOLOGÍA
5.1.Diseño
Estudio descriptivo transversal en el que se obtiene la información necesaria de las
Historias Clínicas de los niños que participan en el estudio a través de la Historia Clínica
Digitalizada de niños del Distrito Sanitario de la Ciudad de Sevilla. Se pretende analizar la
información recogida en el período temporal de 1 años. Esta información es aportada por los
propios pediatras asegurando la disociación de los datos recogidas en ella.
5.1.1Participantes (selección de muestra)
5.1.1.1 Selección de pediatras
El universo muestral es de 104 pediatras del Distrito de Atención Primaria de Sevilla.
Se realizó un muestreo polietápico con aleatorización de los pediatras participantes
mediante una tabla generada por ordenador y posteriormente se seleccionaron los
pacientes extrayendo 10 pediatras más otros 5 de reserva.
Nos pusimos en contacto con ellos mediante correo electrónico a través de la Vocalía de
Sevilla invitándoles a participar en nuestro estudio. De los 15 a los que fue enviado el
correo electrónico, solamente 8 aceptaron participar, de los cuales dos tuvieron que ser
desestimados por responder fuera del plazo previsto.
5.1.1.2Selección de pacientes
-Criterios de inclusión:
• Niños con diagnóstico de asma activo o tratamiento para asma en los 12 meses
previos.
• Niños con edades comprendidas en el intervalo de ≥6 y <14 años.
-Criterios de exclusión:
• Pacientes que en el momento del estudio ya hayan cumplido los 14 años.
• Pacientes con comorbilidad respiratoria como fibrosis quística, bronquioectasias o
daño pulmonar crónico.
Tras comunicar a los pediatras los criterios de inclusión de los pacientes, se les pidió que
generaran un listado de niños asmáticos que cumplieran dichos criterios, y de ahí aleatorizaron
10 niños para que nos fuera facilitada la información requerida para nuestro estudio respetando
siempre la confidencialidad de datos.
5.1.2. Herramientas
Periodo de estudio
Información contenida en las Historias Clínicas de los pacientes asmáticos entre el
periodo de tiempo comprendido entre el 1 de marzo de 2015 a 1 de marzo de 2016 y sin datos
personales que identificaran los pacientes.
Datos a analizar
Indicadores de proceso:
• Realización de espirometría o no en los últimos 12 meses.
• Uso o no de cámara espaciadora para la administración de su tratamiento.
• Hábito tabáquico en el hogar.
• Si están reflejados en el programa asma.
• Medicación de mantenimiento y cual.
• Si se registra el tipo de asma en función de la gravedad.
Como resultados en salud tendremos:
• Frecuencia de uso de corticoides orales de rescate.
• Frecuencia de uso de B2 agonistas de rescate.
• Frecuencia de visita a urgencias.
• Frecuencia de Ingresos hospitalarios.
• Frecuencia de Visitas a demanda.
• Frecuencia de Visitas programas.
De todos estos parámetros también intentaremos reflejar el lugar de la historia donde se
encuentran registrados los datos a estudiar.
También como programas para manejar la información estadística utilizaremos el Microsoft
Office Excel© e IBM SPSS Statistics 20©.
5.2. Proceso de información
En primer lugar se reunió la información de cada paciente en una plantilla de recogida de datos
(Anexo I). Ésta información fue volcada en una base de datos generada con el programa
Microsoft Office Excel©, para posteriormente extrapolarla al sistema estadístico IBM SPSS
Statistics 20©.
Con dicha herramienta realizamos un análisis de frecuencia simple de las distintas variables
observadas en el estudio.
Posteriormente se procedió a realizar estadística inferencial con el citado programa estadístico
con el que se intentó demostrar si existía a un mayor número de consultas programadas un
mayor número de consultas a demanda.
También se intentó correlacionar si la toma de algún tipo de medicación de mantenimiento, el
tabaquismo, estar registrado en el programa asma, saber si el adecuado control de la cámara
espaciadora se relacionaban con un mayor número de consultas a demanda, número de dosis de
corticoides orales o un mayor número de crisis.
Por lo que disponemos de muestras independientes de las cuales pretendemos comparar sus
medias y así poder aceptar o no aceptar la Hipótesis alternativa (H1) o rechazar o no rechazar
la Hipótesis Nula (H0) utilizando para ello usaríamos la prueba de contraste de Hipótesis T de
Student.
6. RESULTADOS
6.1. Indicadores de proceso
De la muestra de 60 pacientes obtenidas un 61,7% fueron hombres frente a un 38,3% que fueron
mujeres lo que nos hace una idea de que la prevalencia del asma es ligeramente superior en
varones, presentando la máxima prevalencia de dicha enfermedad en la edad de 10 años, aunque
se encuentra distribuida homogéneamente entre todos los rangos de edad, siendo la media de 9,3
años con una desviación estándar de 2,12. (Figuras 3 y 4)
Figura 3. Distribución por sexo de la muestra Figura 4 Distribución por edad de la muestra
Capta nuestra atención que a pesar de que la realización de una espirometría anual está
recomendada para valorar la función pulmonar a todos los niños mayores de 6 años solo 11 de
los 60 niños las presentaba, representando apenas el 18% de la muestra, frente al 81,7% de que
no (Figura 1) . Otro problema añadido es el lugar donde estaba recogida, donde en solo 3
pacientes la información referente a la función pulmonar era fácilmente accesible y estaba
identificada en una hoja específica de realización de espirometría, debiendo uno sumergirse en
hojas de consulta acumuladas e incluso en hojas de ámbito hospitalario para poder encontrarla.
(Tabla 2.)
Realización espirometría últimos 12 meses
Frecuencia Porcentaje
Si 49 81,7%
No 11 18,3%
Total 60 100%
Tabla 1. Frecuencias realización de espirometrías
Lugar donde se recoge la realización de espirometrías
Frecuencia Porcentaje
No 49 81,7%
Hoja de consulta 6 10,0%
Consulta hospitalaria 2 3,30%
Hoja espirometría 3 5,00%
Total 60 100%
Tabla 2. Distribución del lugar de recogida de las espirometrías
61,70%
38,30% Hombres
Mujeres
11,70%
13,30%
13,30%
13,30%
16,70%
13,70%
11,70% 6,70% 6 años
7 años
8 años
9 años
10 años
11 años
12 años
13 años
En cuanto a la cámara espaciadora, fundamental para conseguir una correcta administración
de los distintos fármacos empleados en el control del asma activa, a pesar de que todos los
pediatras aseguraban verbalmente que sus pacientes usaban esta herramienta, en solo un 63,3%
de las historias de dichos niños se veía reflejada, frente a un 36,7% en el que no aparecía en
ningún momento (Tabla 3). De los que venían reflejados, el 63% venían recogidos en las
prescripciones, teniendo que remontarse a las prescripciones de incluso varios años atrás para
poder averiguar si al menos había sido recetada. Apenas en un 5% se comprobaba que el niño
seguía usando la cámara espaciadora (Tabla 4).
Cámara espaciadora
Frecuencia Porcentaje
Si 38 63,3%
No 22 36,7%
Total 60 100%
Tabla 3. Frecuencia de registro de uso de cámara espaciadora
Lugar donde se recogía el uso de cámara espaciadora
Frecuencia Porcentaje
No 22 36,7
Prescripciones 26 43,3
Prescripciones + Plan de actuación 9 15,0
Plan de actuación 2 3,3
Hoja de consulta 1 1,7
Total 60 100,0
Tabla 4. Distribución del lugar de recogida del uso de cámara espaciadora
El hábito tabáquico es otro de los grandes problemas en el seguimiento del asma ya que solo en
un 31% estaba reflejado, acentuando el problema el hecho de que la mayor parte de dichas
anotaciones no se encontraban a las hojas de proceso de los episodios y controles de asma, si no
que había que remontarse a las primeras hojas de Seguimiento de Salud Infantil, pudiendo ésta,
debida al lapso temporal, encontrarse desactualizada (Tabla 5). En las propias hojas de consulta
no se encontró ninguna anotación sobre dicha circunstancia, viéndose reflejado solo en 2 hojas
de consulta hospitalaria y una hoja de consulta de enfermería (Tabla 6).
Hábito tabáquico en el hogar
Frecuencia Porcentaje
Si 10 16,7
No 9 15,0
No consta 41 68,3
Total 60 100,0
Tabla 5. Hábito tabáquico en el hogar
Donde se recoge el Hábito Tabáquico
Frecuencia Porcentaje
No se recoge 41 68,305
Niño sano 16 26,70%
Consulta hospitalaria 2 3,30%
Hoja enfermeria 1 1,70%
Total 60 100,0%
Tabla 6. Distribución del lugar donde se recoge el Hábito tabáquico.
El 91% de los niños estaban recogidos en el Programa Asma, pero esta información puede
encontrarse sesgada ya que la mayoría de los pediatras se valieron de dicha herramienta para
generar los listados que eran necesarios para recabar la información.
De los 60 niños analizados ninguno era tratado con corticoides orales de mantenimiento.
A pesar de que el asma es una enfermedad crónica my heterogénea en cuanto a gravedad y
también varía en cuanto a etiología, lo que condicionaría el posible tratamiento de está, en un
alto porcentaje de niños no se veía reflejada el tipo de está (Tabla 7). Un punto positivo que
hemos encontrado es que en aquellas Historias en las que si se veían reflejadas, la mayor parte
se encontraban en Problemas activos, siendo visible nada más acceder a la propia Historia
haciéndonos poner en contexto en la gravedad de la enfermedad que poseían (Tabla 8).
Registro Tipo Asma
Frecuencia Porcentaje
No 36 60,0%
Si 24 40,0%
Total 60 100,0%
Tabla 7. Frecuencia del registro del tipo de Asma
Lugar de recogida del tipo de asma en función de la gravedad
Frecuencia Porcentaje
No 26 60,0%
Hoja de consulta 9 15,0%
Problemas activos 14 23,3%
Hoja de consulta + Problemas activos 1 98,3%
Total 60 100,=%
Tabla 8. Lugar de recogida del tipo de asma en función de la gravedad.
Pudimos encontrar que el 63,3 % de los pacientes presentaban en el último año tratamiento de
mantenimiento para el Asma activa siendo el fármaco más prescrito la Budesonida Inhalada que
estaba siendo administrada a un 46,7% de los pacientes, seguido del Montelukast con un 23,3%
y ya muy de lejos le sigue el Seretide con un 11,7% y el Symbicort Turbuhaler© (combinación
de Formeterol más Budesonida) que lo habían tomado un 5% de los niños. Como dato
anecdótico el Nedocromilo había sido empleado en un solo niño (Tabla 9).
Estadísticos descriptivos fármacos
N Mínimo Máximo Media Desviación estándar
Nº disp Symbicort 60 0 3 0,12 0524
Nº disp Budesonida 60 0 4 0,85 1,132
Nº disp Montelukast 60 0 8 0,73 1,696
Nº disp Seretide 60 0 6 0,48 1,420
Nº disp. Nedocromilo 60 0 3 0,05 0,387
Nº disp Corti rescate 60 0 5 0,70 1,193
Nº disp. B2A 60 0 5 1,35 1,055
Tabla 9. Estadísticos descriptivos del número de dispensaciones de fármacos.
6.2. Resultados en salud
La tercera parte de los niños estudiados han necesitado en el último año el empleo de corticoides
orales de rescate para controlar las crisis asmáticas (Tabla 10)). De los que los han necesitado
los pediatras si solían reflejar en el Plan de Actuación (78%) de dicho evento el plan a seguir
para solventarlo (Tabla 11). De la mitad de los niños estudiados, casi la mitad de ellos solo
tuvieron que ser rescatados una vez, 5 fueron rescatados 2 veces, y otros 2 fueron rescatados 3,4
y 5 veces.
Corticoides orales de rescate
Frecuencia Porcentaje
No 41 68,3%
Si 19 31,7%
Total 60 100
Tabla 10. Frecuencia del uso de corticoides orales de rescate
Donde se recoge el uso de corticoides orales
Frecuencia Porcentaje
No 41 68,3%
Prescripciones 4 6,7%
Prescripciones + Plan de actuación 15 25,0%
Total 60 100,0%
Tabla 11. Lugar de recogida del uso de corticoides orales
Sin ningún lugar a dudas los β2-Agonistas son los fármacos más utilizados en el tratamiento del
Asma, ya que en un 78,3% de las historias de los niños viene reflejado su uso, reflejándose
siempre su uso en prescripciones.
Como opción preferida para el control de una crisis asmática se suele escoger la Visita a
Demanda a su centro de salud con 61,7% de los pacientes que acuden alguna vez a controlar su
crisis de asma frente a un 18,3% que acudieron a Urgencias en algún momento. Una de las
posibles limitaciones es que después de visitar urgencias, este episodio no se ve volcado en la
Historia de Salud de Atención Primaria, si no que se encuentra en la Historia de Salud Única,
pudiendo pasar fácilmente desapercibida por el pediatra que realiza el seguimiento del niño si
los familiares responsables no lo refieren en su próxima visita. Los niños presentaban una media
de 2 consultas a demanda al año con una desviación típica de 2,39
Un hecho que nos llama la atención es que las consultas programadas con un 63,3% de niños
que han visitado a su pediatra prácticamente están igualadas en porcentaje con las consultas a
demanda (61,7% de los niños), lo que nos puede llevar a pensar que se realiza un mal
seguimiento de los niños asmáticos, ya que además muchas de las consultas programadas eran
consecuencia de visitas a demanda anteriores, para el control de la posible crisis. Presenta una
media de 1,37 visitas por niño al año, siendo la mediana y la moda de 1.
En ningún niño se encontró ningún ingreso hospitalario motivado por el Asma.
6.3. Estadística inferencial
Al analizar si existía relación entre la realización de la espirometría o no en los últimos 12
meses con un mayor o menor número de consultas a demanda, número de corticoides orales y
número de crisis obtuvimos mediante la prueba de la T de Student que los pacientes sin
espirometría (n=49) tuvieron una media de 1,65 consultas a demanda mientras que los pacientes
con espirometría realizada (n=11) tuvieron una media de consultas a demanda de 3,55, siendo el
resultado de p al comparar ambas medias de 0.016; por lo que podemos concluir que las
diferencias son estadísticamente significativas y por tanto no se deben al azar, y pudiendo así
aceptar la Hipótesis Alternativa (H1), en relación a la espirometría.
Entre el resto de variables estudiadas como era saber si el control del hábito tabáquico en la
familia, estar registrado en programa asma o saber si tiene cámara espaciadora prescrita y su uso
se relacionaban con un mayor o menor número de consultas a demanda, número de corticoides
orales y mayor número de crisis no hemos encontrado significación estadística por lo tanto no
podemos rechazar la Hipótesis Nula (H0).
Tampoco se encontró relación alguna entre el número de visitas de control y el número de
visitas a demanda.
7. DISCUSIÓN
Entre los indicadores de proceso que hemos analizado nos llama la atención la baja frecuencia
con la que los pediatras cumplen con los distintos indicadores de proceso propuestos.
Uno de los aspectos que destaca es la realización de la espirometría anual, donde el mayor
porcentaje de niños estudiados no la habían realizado. Entre una de las posibles causas
encontradas para justificar dicha actuación es que tan solo 2 de 6 pediatras tenían espirómetros
en sus Centros de Salud, siendo uno de ellos además referencia en cuanto al control y
seguimiento del niño asmático, lo que parece agravar aún más el problema.
Para poder realizar pruebas de función pulmonar fiables en niños, y sobre todo en menores de 5-
6 años es imprescindible contar con personal de enfermería especialmente formado en las
técnicas de función pulmonar infantil y laboratorios acondicionados para los niños17.
Otro de los problemas encontrados es que los pediatras referían que aunque dispusieran
espirómetros en sus respectivos centros de trabajo, en ellos no había personal entrenado para el
manejo de dicho aparato.
Por lo que una de las posibles soluciones que se pudieran encontrar es que la Administración a
través de la propia Consejería de Salud proveyera del equipo necesario para el control y
seguimiento de la función pulmonar en los niños a los centros de salud, ya que resulta
paradójico que estés indicando en un determinado plan de actuación a seguir y luego no se
aporte el equipo necesario para realizarlo. Aparte, después de equipar a los centros de salud
sería conveniente realizar planes de formación en el manejo del espirómetro para el personal de
enfermería para que estén cualificados a la hora de manejar el espirómetro.
Otro de los problemas referentes a la espirometría es el lugar donde se recoge en la Historia, ya
que generalmente no es fácilmente accesible, dificultando un seguimiento ágil del niño
asmático, ya que como lo visto anteriormente en los resultados, existía un número considerable
de espirometrías que estaban recogidas en el apartado hospitalario de la Historia o en informes
de consultas externas, siendo tedioso poder encontrarlo. Por lo que se debería poder encontrar
una solución para que los datos de función pulmonar obtenidos fuera del Ámbito de Atención
Primaria fueran volcadas automáticamente o existiera algún sistema de alarma que avisará al
Pediatra responsable del niño de la realización de dicha prueba y así no perder dicha
información.
En cuanto a la cámara espaciadora debería realizarse un control más estricto por parte de los
pediatras de su uso, anotando al menos en las revisiones de control y más específicamente en el
plan de actuación si siguen usándola, siendo así una forma indirecta de comprobar si el niño está
realizando una correcta técnica inhlatoria (indicador de salud también recogidos en el estudio
de los profesionales españoles), ya que es imprescindible su uso para la correcta administración
de los fármacos de mantenimiento.
A pesar de ser el tabaco un factor irritante y posible desencadenante y agravante de la crisis
asmática, el hábito tabáquico no se encuentra bien reflejado ni actualizado, por lo que sería
importante actualizarlo en las distintas visitas dentro de hojas de consultas más recientes o que
fuera reflejado en Problemas activos o en el apartado de Hábitos Tóxicos para así tener esta
información fácilmente accesible y poder incidir en la familia en la importancia de evitar
factores irritantes en el niño asmático.
Un problema similar ocurre en cuanto al tipo de asma, el cual no se ve reflejado en la gran
mayoría de historias.
Estos datos no difieren en cuanto a lo observado en el estudio “Asistencia al niño y adolescente
con asma en atención primaria. Situación actual y propuestas de mejoras” donde se obtuvieron
como resultados que solo el 32,5% tenían clasificados el asma en función de la gravedad, que el
48,6 % de los pediatras disponían de espirométros en su centro de salud, que realizaban
espirometrias el 17,3%19.
Observando éstas circunstancias podemos decir que otro de los criterios de calidad del Proceso
Asma y los indicadores de proceso propuestos por el grupo de expertos no se cumple en la
mayoría de los casos, y que además prácticamente no han cambiado si los comparamos con el
estudio anterior, ya que en la Historia clínica individual de cada niño no se recogen los datos de
registro básico sobre el proceso y si se recogen estos se encuentran dispersos por la Historia
Clínica sin garantizar así la continuidad asistencial entre AP-AE.
Como posible causa intrínseca a este problema, es el propio sistema de recogida de información
en Atención Primaria, donde los distintos episodios se encuentran agrupados temporalmente en
un listado de numerosos eventos donde se entremezclan distintas patologías, que se remontan
años atrás.
Como solución a dicho problema el Proceso Integral Asma creó un propio apartado para los
episodios asmáticos, pero una realidad es que este empezó a utilizarse cuando se creó, pero en
la actualidad solo nos sirve para identificar a los niños asmáticos, ya que casi ningún episodio
de los estudiados se encontraba organizado dentro de él, si no perdido en la larga secuencia
temporal de visitas por distintos motivos reflejados en la Historia.
Un problema encontrado en el Programa Asma es que hay un gran número de niños
identificados como asmáticos que en la actualidad no cumplen criterios de Asma. Este fue uno
de los problemas encontrados a la hora del diseño del estudio ya que el Programa Asma fue uno
de las herramientas utilizadas para generar los listados de pacientes que participarían, debiendo
ser eliminados una gran número de ellos por o cumplir criterios y teniendo que ser
reemplazados por otros.
Por lo que una de las recomendaciones a realizar sería que todos aquellos niños en el que el
asma no se manifieste después de periodo de tiempo prolongado debieran ser excluidos de dicho
sistema, para facilitar así una mejor planificación sanitaria que fuera más eficiente y ajustada a
las necesidades de la población, pudiendo destinar recursos a otras enfermedades.
Todo ello nos hace reflexionar sobre los motivos por los cuales pueden llevar a una pérdida en
la calidad de asistencia por parte del pediatra. En el documento titulado “Un modelo de
Atención en crisis” del grupo de consenso de Atención primaria (SEMFYC,SEMERGEN y
CESM) en noviembre del año 2000 se estudiaban en profundidad la frecuentación, las cargas de
trabajo, los tiempos de consulta y otros aspectos que influyen en la calidad asistencia que puede
ofrecer el Médico de Familia en su consulta.
El grupo de consenso llegaba a la conclusión de que para ofrecer una atención de calidad eran
necesario una serie de requisitos, que se resumían en estos tres: un máximo de 25 pacientes
atendidos por día, no pasar de 1200 personas adscritas por médico y un mínimo de 10 minutos
dedicados por paciente.
En la encuesta sobre la situación del Médico de Atención Primaria en España en 2015 se obtiene
que el 56,2% de los encuestados con cupo tienen entre 1001 y 1500 TIS, tendrían de media
entre 20 y 29 consultas diarias y el 9,95% con cupo entre 1501 y 2000 TIS tendrían entre 29 y
40 consultas diarias de media y superarían las 40 consultas días de media el 1,5% con cupos
superiores a las 2000.
Resumiendo el 67,6% de los pediatras encuestados tendrán entre 20 y más de 40 consultas/día
en situaciones normales, que aumentaran en periodos de incremento de demanda y vacaciones20.
Por lo que quizás si los pediatras no tuvieran una carga de trabajo tan excesiva, en el que se
atiende un número elevado de niños podríamos mejorar la calidad de la asistencia de los niños
asmáticos, teniendo información mucho más organizada y actualizada sobre los diferentes
episodios que van ocurriendo en el paciente, afectando así a los diferentes aspectos exigidos que
deben estar recogido en la Historia Clínica de un niño asmático como son la realización de la
espirometría en los últimos 12, la cámara espaciadora, el hábito tabáquico en el hogar, la
actualización del programa Asma etc.
Posiblemente el apartado que refleja la medicación prescrita para el mantenimiento del asma sea
lo que mejor representado se halla, presumiblemente por ser el factor al que más importancia
dan los propios pediatras en el control del niño.
¿Cuál puede ser la causa de que los niños con espirometrías realizadas en el último año
presenten un mayor número de consultas a demanda?
A priori parece lógico pensar que todos aquellos niños que tienen una espirometría realizada en
el último año deban haber tenido un menor número de visitas a demanda ya que se estarían
realizando un control más estricto de su función pulmonar y por tanto ajustando la medicación
en función de la gravedad de éste; pero, ¿y si solo aquellos niños con cierta gravedad son a
aquellos a los que se le realiza la espirometría de control para su seguimiento? Entonces parece
obvio que estos niños al encontrarse más enfermos que aquellos que no se le realizan la propia
espirometría acuden más a la consulta a demanda para intentar paliar sus posibles crisis.
Por lo que un posible futuro trabajo podría consistir, al ser el asma una enfermedad heterogénea,
en comparar todas estas variables estudiadas anteriormente estratificadas en función de los
niveles de gravedad de asma para valorar así la repercusión que tendrían estos factores en el
control del niño asmático.
Entre las limitaciones que podemos encontrar en este trabajo, en primer lugar hay que
considerar que se trata de un estudio preliminar, una cata de una población, para saber si merece
la pena hacer un estudio a gran escala sobre estos aspectos, por lo que a priori para asegurar una
muestra más homogénea y representativa de la población general habría que aumentar la
muestra, pero no solo en número de pacientes, sino también en número de pediatras, ya que uno
de los objetivos de este estudio era analizar el modo de actuar de ellos.
Otra posible limitación del estudio es el método por el que se han obtenido los listados de los
pacientes, ya que cada pediatra los generó de una forma distinta, ya sea a través del Programa
Asma en el que existían niños no asmáticos, búsqueda por episodios de niños asmáticos que han
acudido en los últimos 12 meses, e incluso existían niños que fueron aportados externamente a
los programas de generación de listados, aunque todos ellos fueron después aleatorizados para
su inclusión en el estudio. Por lo que habría que tratar de buscar un motor de búsqueda único
para los distintas patologías, no solo para el asma, si no para otras enfermedades de interés que
facilitara la realización de estudios de ésta índole consiguiendo una muestra lo más homogénea
posible y así evitar posibles sesgos.
En este estudio solo hemos analizado la posible relación existente entre estos indicadores de
calidad de proceso y una serie de resultados en salud, pero no hemos tenido en cuenta los
síntomas ni la calidad de vida percibida por el niño ni el control del niño asmático, por lo que
sería interesante que otro grupo de trabajo pudiera intentar relacionar estos variables analizadas
por nosotros con los resultados obtenido de la aplicación una serie de cuestionarios como
CAN21 o el PQLQ©22.
8. CONCLUSIÓN
La realización de la espirometría es un indicador de gravedad que se manifiesta por un mayor
número de consultas a demanda.
Existe una escasa cumplimentación de los indicadores de proceso por parte de los pedíatras.
La información recabada por los propios pediatras se encuentra distribuida muy
heterogéneamente en la historia clínica de los pacientes.
Se debería mejorar el seguimiento de los niños asmáticos por parte de los pediatras cumpliendo
con las recomendaciones.
ANEXO I
Características de calidad en la Asistencia de un Paciente con Asma en la Edad
Pediátrica 2
• Toda la población pediátrica debe tener acceso con equidad a la asistencia.
• El tiempo de espera previo a consulta a demanda o programada debe ser menor de 30
minutos.
• La valoración de un paciente con crisis se hará sin demora, de forma inmediata.
• Respeto a la intimidad y confidencialidad.
• Trato con respeto y empatía, facilitando la expresión de miedos y expectativas.
• La confirmación del diagnóstico de asma o su exclusión debe hacerse en un periodo
máximo de tres meses desde que se cumplen los criterios definidos en el límite de
entrada.
• Todos los pacientes deben disponer de una historia clínica individualizada con
registro básico de datos sobre el proceso. Se considera que la historia clínica debe
ser única (AP-AE) como herramienta para garantizar la continuidad asistencial.
• Realización de las exploraciones complementarias necesarias para el diagnóstico y
seguimiento en o desde AP, en un tiempo no superior a un mes.
• A todos los niños mayores de 6 años se les deben realizar pruebas objetivas de
función pulmonar para confirmar el diagnóstico de asma. La espirometría debe
poder realizarse en AP.
• En todos los niños diagnosticados de asma deben identificar los agentes etiológicos y
desencadenantes mediante la historia y la exploración clínica y mediante la realización
de test in vitro o in vivo, que deben poder realizarse en o desde AP.
• Se realizará la clasificación de la gravedad del asma y se actualizará al menos una
vez al año.
• Todos los niños-adolescentes recibirán un tratamiento integral para su asma según
la evidencia científica actualizada disponible, acordado con el paciente y los
cuidadores tras la información de las opciones posibles. Se les entregará un plan
individual de tratamiento por escrito.
• Todos los niños-adolescentes deben estar integrados en un programa educativo para
asumir el máximo nivel de autocuidado según características individuales.
• Todos los niños-adolescentes (cuando su edad lo capacite para ello) deben participar en
la toma de decisiones durante todo el proceso, respecto a los objetivos del tratamiento,
sistema de inhalación y su implicación en el autocuidado.
• Todos deben tener una consulta de seguimiento cuya periodicidad será variable en
función de su clasificación de gravedad, pero como mínimo una vez al año.
• Todos los niños-adolescentes deben tener información oral y escrita sobre su
enfermedad, el resultado de las pruebas realizadas, el cuidado en el domicilio y en el
entorno escolar, así como los cauces para la solicitud de asistencia urgente.
• Deben recibir apoyo psicológico y social cuando se considere necesario tras una
valoración psicosocial por médico y/o enfermera del Centro de Salud.
ANEXO II
Indicadores de calidad seleccionados mediante evaluación por el grupo de estudio
• Indicadores sobre el uso de β-2 agonistas de acción corta/técnica inhalatoria
1. Uso de fármacos contra el asma: inhalados u orales.
2. Uso de cámara espaciadora.
3. Verificación de la técnica inhalatoria.
4. Adecuada Técnica.
• Medicación Básica
5. La medicación básica ha sido prescrita.
6. Si la primera indicación de tratamiento son los corticoides orales inhalados
(prescripción correcta).
7. Si la prescripción alternativa es adecuada.
8. Usando tratamiento de corticoides orales continuos, usa corticoides orales
inhalados.
9. Pacientes con dos o más episodios de corticoides debido a un ataque de
asma en tres meses y con un tratamiento de base no prescrito.
10. Someterse a dosis altas de tratamiento y el crecimiento no esté verificado al
menos una vez al año.
11. Paciente sometido a tratamiento de base continuo con 4 o más visitas por año.
12. Número de dosis de corticoides inhalados en un año.
13. Uso de β-2 Agonistas a demanda y no uso de tratamiento base.
• Manejo de las crisis
14. Uso de pico de flujo en ER antes de la liberación.
15. Uso de espirometría durante un ataque.
16. Uso de corticoides orales si FEV1 es menor del 70% seguido a una crisis.
17. Teofilina y crisis,
• Plan de acción
18. % de pacientes con objetivos de automanejo en 12 meses.
19. Objetivos educacionales en los últimos 12 meses.
• Test de función
20. Porcentaje de pacientes diagnosticados con asma que usan FT, espirometría o
metacolina o ejercicio.
21. Espirometría indicada en los pasados 12 meses en anotaciones médicas.
22. Porcentaje de niños con uso de pico de flujo y frecuencia de automanejo.
23. Porcentaje de niños con asma moderada-grave, con medidas personales de
mejora personal.
24. Niños mayores de 8 años con medidas de flujo variables.
• Vacuna contra la gripe
25. Porcentaje de asma moderada-grave vacunados contra la gripe el año previo.
• Factores desencadenantes
26. Porcentaje de pacientes con exposición al tabaco.
27. Porcentaje de paciente que indican su exposición al humo del tabaco.
• Etiología
28. Porcentaje de paciente con test para alergias.
• Resultados en salud
29. Días libres de síntomas en las dos semanas previas.
30. Porcentaje de niños con una o más visitas a los servicios de urgencias en un
año.
31. Porcentaje de niños hospitalizados en un año
32. Porcentaje de visitas repetidas a servicio0s de urgencias
33. Número de días perdidos de colegio en las pasadas 4 semanas.
34. Pacientes asmáticos con un screening para la depresión
• Resultados de proceso
35. Porcentaje de niños con auscultación en una crisis.
36. Porcentaje de niños valorados por síntomas de día y síntomas de noche.
37. Niños valorados por una enfermera en los pasados 6 meses.
38. Porcentaje de niños valorados para tratamiento, con revisiones en menos de 3
semanas.
39. Porcentaje de niños con 2 visitas establecidas y asma activa.
40. Porcentaje de niños con 2 visitas establecidas y asma activa.
41. Porcentaje de niños hospitalizados por asma con una revisión antes de dos
semanas.
42. Porcentaje de niños vistos en servicio de urgencia debido a un ataque de
asma y revalorado por su médico antes de 72 horas.
43. Porcentaje de niños que visitan un especialista debido a un asma moderado-
grave (un año).
44. Porcentaje de niños con seguimiento por el mismo doctor durante al menos un
80% de sus visitas.
45. Niños con clasificación de asma severo para su asma al menos una vez al año.
46. Niños con el control de la gravedad de su asma indicado o la recomendación de
un cuestionario (CAN o ACT) registrada en los pasados 12 meses.
ANEXO III
Plantilla de recogida de datos
Nombres y Apellidos del investigador
Pedíatra Nº
Sexo
Edad
Indicadores en salud Si/No Dónde se recoge
Realización espirometría
últimos 12meses
Uso de cámara
espaciadora
Exposición humo tabaco
Programa asma
Corticoides orales
Tipo de asma Nº dispensaciones
Medicación de
mantenimiento(cuál)
Resultados en salud Si/No Frecuencia/nº
dispensaciones en el
último año
Donde se recoge
Corticoides orales Rescate
B2 agonistas rescate
Visita urgencias
Ingresos hospitalarios
Visitas a demanda
Visitas programadas
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