ESTUDIOS FILOSÓFICOS. DEL ORIGEN DE LA ESCRITURA.
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ESTUDIOS FILOSÓFICOS.
DEL ORIGEN DE LA ESCRITURA.
i i . Hoy está desvanecido el error de creer que el
hebreo fuera, en realidad, el idioma primitivo ó la
lengua madre de las demás, pues los trabajos de los
filólogos mas espertos han probado que se pueden
señalar muchas palabras bebráioas sacadas de otros
idiomas (hablamos del hebreo que forma el testo de
los libros de Moisés), que una cantidad de raices
ó voces primitivas abandonadas ya por los hebreos
de aquel tiempo se encuentran en otros idiomas, y
que la mayor parte de las palabras de artes y cien
cias proceden de las lenguas que hablaban los pues
blos limítrofes de los hebreos con quienes tuvieron
algunas relaciones.
Esto se deduce también de la edificación del tem
plo de Jerusalem que fué construido en el año 1012
antes de J . C. con la cooperación de los pueblos de
Tyro y Sidon, cuando los demás países tcn'an desde
algunos siglos tantos templos y monumentos ya cé
lebres, y 260 años después de la destrucción de
Troya, cuyas magnificencias habían cantado ya los
poetas cuando nació Salomón.
El hebreo de Moisés solo se conservó hasta el
tiempo de la cautividad de Babilonia, época cu la
cual se modificó, hasta el estremo de dejar de ser
comprendido por el pueblo. Cuando los Tolomeos
de Egipto hicieron traducir por los setenta el Pen
tateuco, en el año 284 antes de J . C , nadie enten
día los libros de Moisés, y los mismos traductores
tuvieron mucho trabajo para llevar á cabo esa obra,
pues no había entonces ni diccionarios, ni espíritu
de crítica, ni comparación posible entre los anti
guos dialectos semíticos; así es que, reducidas mu
chas veces ú interpretar el testo mas bien que á tra
ducir las palabras, trataron de buscar el sentido de
las frases á falta do conocer el valor de las voces.
Entretanto, gracias á los progresos hechos desde el
siglo pasado en el estudio de los idiomas orientales,
se puede decir que la traducción del hebreo antiguo
es mas fácil hoy diaque en la época de los setenta;
en consecuencia se han hecho ya muchas correccio
nes muy acertadas a la versión dolos setenta in
térpretes: pero esas correcciones la Iglesia no las
admite sino con gran dificultad y después de un
examen dogmático que nada tiene que ver con la
ciencia Paises hay todavía como la España, en los
cuales el clero tiene bastante influencia para prohi •
bir las Biblias cuyas traducciones j anotaciones
provienen de otra fuente que la de la misma Igle
sia, sin reparar que no hay otra Biblia que la de
Moisés y de los profetas, y que la traducción ver
dadera y cosacta es una obra puramente científica-
De ahí resulta que en realidad, hay dos Biblias: la
do los teólogos católicos, y la de los eruditos ó doc
tos; podríanlos agregar otra mas todavía, la de los
protestantes que también necesita ser correjída.
No os nuestro ánimo analizar aquí los numerosos
é importantes trabajos Hteraiios históricos y filo96-
ficos k que dieron lugar las investigaciones cientí
ficas hechas para demostrar que. Moisés no escribió
(l Pentateuco; solo diremos aquí, quo las principa
les controversias se elevaron en razón do ser averi
guado que en el tiempo de Homero, contemporáneo
de Salomón, no se conocía el arte de la escritura al
fabótica en el Asia occidental; que en el ultimo da
los libros atribuidos á Moisés se encuentra la rela
ción circunstanciada do la misma muerte del autor
presunto (1) de aquellos libros y que lo m i s m o s 0
advierte, para Josué en el libro atribuido á este (2);
que en el libro de los Reyes (cap. X X I I y X X I I I )
se lee que durante el reinado del rey Josias (630
años antes do J . C.) «fué hallado en el templo del
Señor el Libro de la Ley por el Sumo Pontífice
Helecias,» y que al recibirlo, el mismo rey declaró
que "sus antepasados no atendieron las palabras de
este libro, ni pusieron á ejecución lo que mandaba
en fin, que solo después del trabajo hecho sobre los
libros de Moisés por el célebre doctor Judio Esdras¡
(1) Deuteronomio, XXX1Y, (2) Josué, X X I V .
M 'a vnelt» de Babilonia y 500 años antes do J . C ,
aparecen por primera vez las interpretaciones y
discusiones relativas á la doctrina esctita y a la
doctrina oral, lo que dio oríjen á la formación de
las sectas de los Karaitos ó Escribas y de los Far i
seos.
Los críticos que quieren demostrar que Moisés
no escribid el Pentateuco no niegan por eso que a
ase gran legislador deben atribuirse esos cinco li
bros, cuva tradición habrá sido conservada ént re la
"ist.i sacerdotal de los Levitas, y mucho tiempo
después trasladada de memoria, sea por Helccias y
Sofan, en el año 630, sea por Esdras en el año 500
cuando el arte de escribir fué conocido. Y esta opi
nión rechazada por la Iglesia, es sin embargo la sola
que podría esplicar ciertos errores, anacronismos»
alteraciones é interpelaciones señalados por la sana
crítica y algunas veces reconocidos por los mismos
padres y doctores de la Iglesia. (1)
El hallazgo del Libro déla ley en los capítulos
del libro de los Reyes ya citados, para indicar m a 3
bien que el hecho referido, la primera confección ó
redacción de los libros de Moisés, porque difícil
mente se podría comprender que estos libros si hu
bieran existido, hayan quedado perdidos ó escondi
dos durante tanto tiempo, para los Sumos-Pontífi-
ces y los Levitas, al cuidado especial de I03 cuales
estaban encargados, y para los reyes piadosos que
tenian por misión hacer ejecutar la ley de aquellos
libros, y para Salomón que edificó el mismo templo
donde se hallaron 382 años despees. Sin embargo,
resulta del mismo libro délos Ileyes que analizamos,
que el rey Josias, después de haber tenido conoci
miento de aquellos preciosos libros, destruyólos nu
meremos ídolos á los cuales sacrificaba el pueblo
hebreo, "degolló á todos los sacerdotes délas oltu-
ros (ó Paganos) y dio orden para la celebración de
la Pascua, conforme se hallaba escrito en el libro r e .
cien hallado, y como jamás se habia celebrado otra
igual desde el tiempo de los Jueces (es decir, desde
el año 1,120, y anteriormente á David y Salomón)
ni en todo el tiempo de los reyes de Israel y de los
reyes de Judá . (2)
De todos modoa, no se puede negar que, solo des-
(1) Véase á S. Agustin y á S. Clemente de Alejandría.
(2) Reyes, líb. I V , cap. X X I I I .
de aquella fecha del año 630 antes de J . C. los li
bros de Moisés fueron conocidos, recopilados y di
vulgados entre los mismos hebreos, porque es un
hecho que resulta de la Biblia; y se puedo deducir
que ese suceso debió tener por origen el conoci
miento del arte de la escritura alfabética, porque
ninguna razón hay para creer que loa hebreos tan
atrasados en materias de artes y ciencias, pudieron
conocer la escritura alfabética antes de loa demás
pueblos del Asia: asi es que, según el profesor Vos-
sio, se ha descubierto que los hebreos usaron antea
de la época de Esdras, de la escritura llamada Bus-
trofedona, como los antiguos griegos y Et ruscos ;
este hecho queda adquirido á la historia por la es-
plicacion que dio posteriormente el anticuario
Bianchini de una medalla samaritana, acuñadades-
pues de la cautividad de Babilonia, (es decir en
el tiempo ó después de Esdras), y cuyos caracteres
están gravados, principiando d é l a derecha hac ia
la izquierda. Esos solos monumentos prueban quo
el arte de 'a escritura se ha desarrollado entre los
hebreos del mismo modo y con mas demora que
éntrelos demás pueblos, y hacen desconfiar de la
autenticidad de los libros atribuidos á Moisés, I 0 3
cuales no presentan los caracteres de antigüedad
que ostentan aquellos monumentos.
Por otra parte, la historia que nos sirve de nor
ma en estos estudios filosóficos, es implacable. E s
curioso observar que, en el espacio del mismo siglo,
y 250 años después del famoso legislador Griego
Lycurgo: el segundo Zoroastro daba a conocer el
Zend avesto, libro sagrado dé los Persas; Budha
proclamaba en la India y predicaba la doctrina sa
grada de Brahmay de Vishnúj Confucio redacta
ba y recopilaba en la China los antiguos libros sa
grados, llamados Kings; el legislador Solón traía
Atenas los poemas de Homero, y Pisístrates con
fiaba su recopilación y arreglo á setenta intérpretes
ó gramáticos griegos; Thales fundaba en Melaso la
escuela filosófica llamada Jonin; Pythagoras des
pués de haber corrido el Egypto, fundaba en Cro-
tonia !a escuela Itálica; y en la Judeu, Helcias ha
cia el descubrimiento del libro de la ley de Moisés
libro que Esdras revisó y explicó 130 años después,
coordinándolo con los demás libros canónicos, en el
mismo orden que lo tenemos.
Estos son hechos irrecusables, imposibles de con
tradecir, cuya consecuencia es esta: qne el siglo
sexto antes de 'J . C. ha sido para el Asia y la Gre
cia la verdadera 6pocn del nacimiento ó renacimien
to de las artes y ciencias, y que los rayos de la inte
ligencia humana se han desparramado en aquella
época con la misma fuerza de cspansion en todas
partes. De ahí sacamos otra deducción filosófica,
perfectamente espresada por Tertuliano en las pa
labras siguientes:
t Dios ha Jado Ja mismn ley á todas las nació¬ * 7ies, porque asi convienen su bondad y íi sujusti-
« cia, como autor del genero humano; y en ciertas
« épocas determinadas promulgó los preceptos de
« aquella ley, cuando y como guiso, y por con-« ducto de l<s que quiso elegir >
En loi capítulos siguientes examinaremos la misma materiaentre los demás pueblos de la antigüedad. A.
F é d e e r r a t a s c u e l i i i i i n a n t e r i o r .
Pag. 183, col. 2 . a , lin. 26. Donde dice: observado,
léase: b o r r a d o . . . .
t 184, « 1.', « 2 1 . Donde dice: conversando léase: conversa.
< ( « « « 26. Donde dice: lleno de su espíritu, léase: llenando
de su espiritu
, « i 2'. « 18 Donde dice: pronunciada por Moisés que ocon-jan, léase, que Moisés
aconseja
"ESTUDIOS GENERALES.'
MÓNITA SECRETA DE LOS JESUÍTAS. 6
I n s t r u c c i o n e s r e s e r v a d a s
DE LOS PADRES DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, COMPUESTA POR EL P . CLAUDIO AGUAVIVA, DE LA
MISMA COMPAÑÍA, TRADUCIDA DE LA EDICIÓN PORTUGUESA DE 1 8 2 7 ; Y DEDICADA A MR.
- E U G E N I O S U É , AUTOR DEL J U D Í O E R R A N T E .
C A P I T U L O VI .
Del modo de atraer á las viudas ricas á su devo
ción.—(CONTINUA)
También ayudará mucho, para conocer perfecta
mente todas sus inclinaciones, decirla que haga
confesión general, y si la hubiere hecho con otro,
que la repita, proponiéndola con destreza, ademas
de esto, algunos que la pretendan para casar; pero
que sean aquellos de lo» cuales estén ciertos que la
viuda los aborrece, y cuéntenla también los vicios
y malas costumbres de o»ros que la pretendieren,
para que asi umversalmente tenga aversión á las
bodas.
Hágansela eesortaciones de los bienes que pro
porciona el estado de viuda, de las molestias del ma
trimonio y con especialidad siendo repetido, y de
los peligros en que se meten: cuando conste que es
tá sin afecto al matrimonio y aficionada al citado de
viudez, entonces se la ha de recomendar la vida es
piritual, mas de ningún modo la vida relijiosa, re
presentándole y cesajerándole las grandes incomo
didades de esta vida, (rayéndole por ejemplo la vida
de unaPaula, de una Escolástica y otras semejantes.
Vea bien el confesor que á lo mas breve posible
haga ella voto de castidad, al menos por tiempo de
dos ó tres años, para que con esto se cierre la puer
ta y no se acuerde mas de segu idas bodas; y en es
te tiempo se la ha de prohibir toda conversación
con diferente secso, y aun la de los consanguíneos y
parientes por afinidad, y esto a titulo de m:»yor
unión con Dios.
Los eclesiásticos que la visitaren y ella visitase,
si todos no pudieren ser escluidos, sean tales que, ó
sean admitidos por nuestra recomendación, ó estén
totalmente pendientes de nosotros. En tanto que la
viuda hubiese llegado á este estremo se la ha de
persuadir poco apoco á las buenas obras, y con es
pecialidad ft que dé limosnas, las cuales no se darán
sin dirección de 6u padre espiritual, y este la per
suadirá de que el talento no se dabe dar sin discre •
(ion y que las limosnas mal dadas son causa muchas
veces del fomento del pecado.
CAPITULO VIL
Cómo íe kan de conservar las viudas en estado de
viudez y de que modo se ha de disponer de sus bienes.
Cuiden mucho los confesores de estas viudas opu
lentas, de inducirlas continuamente á la devoción
de las buenas obras, de modo que no pase semana
en que no saquen espontáneamente de sí alguna cosa
supérflua en honra de Cristo y de la Vírjen y de su
mas especial abogada; la cual se dividirá entre los
pobres, ó se dedicará para adorno de los templas,
I lu ta que U viuda esté desnuda de las delicias de
Egipto. Por loque si ademas del común alecto de
clarasen su liberalidad con la Compuhi •, y la cun
tía.i&sen, llágaselas luego participantes de tolos los
méritos déla Comp uíii y del especial privilejio del
Reverendísima General. Si hubieren hecho voto de
castidad, renuévenlo conforme á nuestra costumbre
dos veces al año, y concédanle por aquel dia de la
renovación del voto una honesta recreación con los
nuestros. »
Sean las tales viudas visitadas á menudo, incita-
tedas con a l e g r e s coloquios, historias espirituales,
y dichos graciosos que requieran según el humor é
inclinación de cada una No sean tratadas con de
masiado rigor en la con\ersacion, porque no se ha
gan intratables; salvo si estuviera perdida la espe
ranza de recuperar su gracia, d ocupada ya la viu
da en otra parte, en lo cual so ha de proceder con
mucha discreción, y atendiendo al genio siempre
inconstante de las mujeres. Sean también aparta
das con sagacidad de las visitas y festividades de
otros templos, principalmente de otros relijiosos
imbuyéndoles que todas las induljencias délas otras
órdenes están consignadas á la Compañía.
Si hubieren de asistir á alguna función, permíta
selas adorno fúnebre y honestidad espiritual; pero
con alguna Cosa mundana, para que no se persuadan
que son enteramente gobernadas por hombre espi
ritual. Finalmente, si no hubiere peligro de incons
tancia, y se conociere que son fieles á la Compañía
y liberales para con ella, concédaselas todo cuáuto
pidieren para sacar de la sensualidad, pero con mo
deración y pin escándalo.
Podrán vivir con estas viudas algunas doncellas
honestas, nacidas de padres ricos y nobles, las cua
les p»Co á poco se acostumbren al modo de vivir y
dirección de los nuestros; presida á estas alguna
Cscnjidn por el confesor de toda la familia, y estén
todas sujetas á las censura y otras costumbres de la
Compiñii; y las que no quisieren acomodarse á es
to, sean enviadas á sus padres, ó á otras personas
que las hubieren traído, haciendo notar las discor
dias, genios raro3 y otras causas. No podrá haber
menos cuidado en visitarlas y curarlas cuando estén
e ferinas; y si ellas se quejasen de que están indis
puestas, luego en el mismo instante suspéndase los
prunos, cilicios y discipliuxs y todas las penitencias
corporales; no se las permita) ir á ¡a iglesia, siuó en
casa donde con secreto y cautela se les administra
rán los sacramentos. Disimúlese también que entren
en el jardín, mas sea en secreto, y permítaselas ha
blar y tener recreaciones con aquellas que fuesen
mas de su agrado.
Para disponer do todas las haciendas do las viu
das que vengan á la Compañía, se les ha de pro
poner la perfección de estado de los hombres santos,
que dejando el mundo, padres y madres, y todas
las riquezas, sirvieron á Dios con resignación y
grande alegría de ánimo, manifestándole p t ra este
efecto lo que dicen las constituciones y eesámenes
de la Compañía acerca de la renuncia y abnegación
de todas las cosas; niegúense ejemplos de viudas que
obrando así; fueron santas en breve tiempo; y esto
con las esperanzas de que serán canonizadas sí así
peiseverasen hasta el fin; y se les manifestará tam
bién que no faltará á los nuestros autoridad p a r .
con el Papa para este efecto.
También se les ha de inculcar que para querer
asegurar su conciencia han de seguir ciegamente la
dirección del confesor, tanto en las cosas tspir i tua-
lescomo en las temporales y con toda especialidad
como ministro destinado por Dios.
Igualmente serán instruidas,o frecíéndose ocasión
de que la Итозпа mas grata á Dios es dar limosna
á las personas eclesiásticas, y principalmente á los
de vida ejemplar; pero esto ha de ser con consenti
miento y aprobación del confesor. Celarán con
grande diligencia nuestros confesores que estas viu
da?, penitentes suyas, no visiten otros relijiosos, ni
tengan con ellos familiaridad alguna, y para mejor
impedirlo procurarán en tiempo oportuno alabar
la Compañía como orden que escede á las demás en
grado superlativo, que es de mayor autoridad para
ij con el Papa y con los principes todos, que es per,*
feotísima en sí, porque espulsa los malévolos é inca
paces, y por eso vive sin heces y sin escoria, y que
de esto están llenas las otras relijiones, como tam
bién de ignorantes é inútiles que no piensan en su
salvación, sino en llenar su vientre.
H i s t o r i a i i a J i t i ' » ! .
SECRETOS UE LA NAJ LRALEZA
L>
LANGOSTAS echadas en el vino, si se hunden ез s t ñ a l de estar aguado, [(.laúd., cap o 9 . J
LKCIIR que tiene azúcar no se puede cuajar, ni hacer do ella manteca. [Moya, cap. 11.
LECHE, tiene mas suero en la primavera que en el estío. (Plin., lib. 28, cap. 9).
LECHE de vacas, da doble queso que la ¿2 cabra, (ídem.)
LECHE, se cuaja con leche de higos ó de cualquiera fruto que la tenga, ó con flores de alcachofa» gengibre, vinagre, huevos de caracoles, pellejo de la molleja de la gallina hecho polvos, ó con un tallo de higuera. (Card., lib. 8)
LECHE, ya enojada, se descuaja echándole cuajo de uueva leche de higuera, ó vinagre. (Gnud., lib. 4, cap. 38.)
LECHE de los animales que tieaen dientes en am
bos lados, no se cuaja, sino mezclada oon la de ani
males que no tiene dientes arriba. (Aristót, libro
3, cap. 20.)
LECHE, s e pone clara como agua echándola unaa
gotas de agrio de limón ó vinagre fuerte, y colándola
por talega. [Wech., lib. 5, cap. 6 ] .
LECIIK de higuera quita las berrugas. [Expertus]
LETRAS escritas con agua en un papel restregado
primero con polvo de agallas y de caparrosa mezcla
dos, quedan tan negras como escritas con tinta.
(Wech , lib. 15, cap. 1.)
LETRAS escritas con sal de amoniaco desleida c o n agua ó con zumo de naranja, limón ó cebolla, que
dan legibles tan pronto como se arrima el paptl á
la lumbre. (ídem.)
LETRAS escritas con albayalde deshecho en agua
de goma, quedan blancas, pero se leen á la vislum
bre del sol ó"de una vela. (ídem.) LETRAS verdes se escriben con zumo de ruda, car
denillo y azafrán, todo deshecho. (ídem)
LETRAS escritas en cualquier paite del cuerpo
humano con aguardiente en que ha» an estado e n in
fusión utiBS cantáridas por espacio de veinte y
cuatro horas, quedan indelebles. (Expertus).
LETRAS de oro, se hacen moliendo u n o s panes de
oro con d o 3 ó tres golas de miel en la piedra de
moler colores, y-dc esta mezcla puesta dentro de
una conchueln se vá sacando cuando se necesita,
sin mr.9 preparativos que el de agregar una poca de
a^ua de goma. (Expertus).
LETRAS blancas en campo negro se escriben de
este modo: se batirá muy bien la yema y clarado
huevo, se escribirá con esta mistura, y después de
secóse teñirá todo el papel con tinta, y luego que todo se haya secado, se raciácon un cuchillo suavemente hasta que se descubran dichas letras. (Port., lib. 16, cap. 3).
LETRAS que con el tiempo han perdido su color, vuelven á recobrarlo y á ser legibles bañándolas con uua esponja mojada en cocimiento de vino y agallas. (Wech., lib. 19, cap. 1C).
LUNA, SU dia quinto era de mal agüero para los antiguos, los coales no emprendían en él cosa alguna de importancia. Otros muchos de los modernos creen que las semillas que se siembran en dicho día no fructifican. (Gaud , lib. 2, cap. 6).
LUNA , el dia 29 es mejor para la caza y para la pesca, porque siendo entonces su mayor dominio é influencia sobre peces y animales, están estos como atónitos y torpes para huir,
HISTORIA AMERICANA.
NOTICIA BIOGRÁFICA DEL GENERAL MILLER
(CONTINUA.)
El general Sucre merece y ha recibido los mas nl-
jos elogios por la victoria de Ayacucho, pero qui
zás es acreedor á igual aplauso por las condiciones
políticas y generosas que concedió el Virey, como
también por la rapidez con que continuó sus triun
fos, en despecho de obstáculos que parecían insupe
rables. Una conducta tan decisiva prevínola reu
nión de los fujitívos dispersos y la posibilidad de
agregarse á la fuerza del ultra-realista General Ola-
ñeta. Fué aquel un movimiento maestro.y salvó al
Perú de loa efectos posteriores de una guerra, q u a
continuó después de la batalla de Junin, habiendo
s ido licito á Canterac, sea por lo que fuere, unirse
con Valdez en Cuzco, donde aumentaron sua fuer
zas, y volvieron á empezar la campaña Con nuevas
ventajas.
Poco después de la capitulación del ejercito real,
Miiler tuvo la satisfacción de conocer personalmen
te á sus generales y gofos, d? muchos de loa cuales
había recibido durante la guerra sir.gularc a demos
traciones do aprecio y cortesía, que aolo se main-1 ficstan entre amigos generosos.
I No se puede negar que 1 >s gererales españoles
| acreditaron sus talentos y perseverancia, prolongan-
— 1 0 3 —
do tanto tiempo una luch; encarnizada, después
que la metrópoli había cesado de enviarles auxilios.
Por inicua que parezca la causa que la severa obli
gación militar los hizo defender, merecen una men
ción honrosa, como soldados valientes, que cumplie
ron con su deber hasta la ultima estremidad.
Miller fué uno de los primeros que entraron en
el Cuzco, antigua capital de los Incas, el primer día
del año 1825. Los cuzqueños vieron en su llegada
el cumplimiento de una bien conocida profecía cita
da por el Inca Garcilaso de la Vega, por Calandra,
autor de las crónicas de San Agustín, y por Herre
ra en sus Decadas. (1) En una comida que dio el
clero, el brindis á su salud dio lugar á un discurso
gratulatorio, en que se hicieron varias alusiones á
aquella circunstancia. Tan favorable era la opinión
que supo grangearse entre los habitantes, que un
comerciante ingles que viajaba por las partes mas
remotas del pais, estaba seguro de la mas afable
acojida, si se presentaba como compatriota de Mi
ller. «Un paisano de Miller, decian, debe tener el
mejor alojamiento, y las mejores provisiones que se
t i l l en eD un pueblo de indios."
En 4 de Febrero fue nombrado prefecto y gober
nador militar del Departamento de Puno.
El General realista Olañeta, á la cabeza de tres
ó cuatro mil hombres que ocupaba las provincias del
Alto Perú, al sud del Desaguadero, había rehusado
.caprichosamente en t ra ren una capitulación, contra
las esperanzas que habían inspirado sus comunica
ciones con el General Sucre. Miller recibió orden
en Puno de tomar el mando del ejercito Peruano
que se había puesto en marcha para decidir 11 cues
tión. Pero una enfermedad peligrosa, orijinada en
la abertura de una antigua herida, hizo necesaria
una operación, para la cual se envió por un ciru
jano ingles desde la Paz á 53 leguas de distancia, y
tardó algún tiempo en poder emprender la jornada>
lo que verificó en una litera llevada en hombros de
(1 ) «Pongo á Dios por testigo que D. Antonio de Berreo me aseguró y sé que otros han dicho lo mismo, que en el templo principal de ellos (los In dios) entre otros vaticinios que hablan de la part ida del reino, hay uno que dice que los Incas, ó Emperadores ó Beyes del Perú, han de ser restablecidos en sus dominios, por un pueblo procedente de cierta región llamada Inglaterra." Primera parte de los comentarios reales del Inca Garcilaso de la Vega.
los Indios. A su salida de Puno los habitantes lo
hicieron sinceras demostraciones del sentimiento que
les causaba su ausencia. El departamento de Puno
•contiene una población de cerca de 300,000 almas»
y carece <*e cirujanos y médicos. Entre tanto el ge
neral Olañeta fué asesinado por sus propias tropas,
á lo que siguió como una consecuencia natural la
adhesión de estas al nuevo orden do cosas.
En mayo de 1825 fué nombrado prefecto y gobernador militar del departamento de Potosí; director del Banco y de la casa de moneda, y presidente del Tribunal de Minas. También se le confió el vice-Patronato de la Iglesia, en las cinco provincias que componen aquella demarcación.
Durante los cinco meses en que desempeñó estas
funciones, 11 poblac on de la ciudad capital aumen
tó de 9 a 11 000 almas (1): el comercio adquirió
gran actividad; empezaron ú elaborarse las minas
con empeño, y se acuñó un millón do duros, canti
dad superior á la de cualquiera de los años poste,
riores á la revolución. Establecióse una policía, r e
paráronse los caminos; se restablecióla posta de
Buenos Aires, y se eríjió un monumento de 80 pies
de elevación, en memoria de los sucesos de la últi
ma campaña.y dedicado al genera 1 Bolívar, á quien
Miller como primera autoridad del Departamento,
recibió en él, y obsequió por espacio de seis sema
nas.
Cuando los Brasileños hicieron una irrupción en
la provincia Peruana de Chiquitos, la intención del
General Sucre, era enviar á Miller con una divi
sión, para espelerlos de aquel territorio, y apoderar
se de Goyaba, capital de Matogroso; pero los fan
farrones imperiales se retiraron prudentemente, con
el ganado y los bienes de que habian despojado á
los habitantes indefensos. Si se hubiera colocado en
aquella frontera una división Peruana, para servir
de punto de apoyo al fuerte partido republicano es
parcido en los dominios del Brasil, no hubiera sido
difícil echar abajo el trono imperial. Ignorase ge
neralmente cuantas ventajas podrían sacarse de una
operación semejante, y cuan fácil sería imponer
por aquel lado un severo castigo al Emperador en
pena de los robos cometidos por sus hordas de sal
teadores en Chiqutos, como también por su injusta
agresión en la Banda Oriental. (Concluirá)
( I ) La villa de Potosí contenía en su era floreciente 130.000 almas.
t
VARIEDADES.
l a l l a d e m u j e r e s , Es gramlo la desproporción de solteros y solteras
en Australia, pues se calcula el número de estas en
12,545 y el de aquellos en 88,355. En los distritos
auríferos la desigualdades de 20 para 1. Por ahí
puede calculárselo estimadas que scríin allá las mujeres y el subido precio que tendrán. Lo que es
raro importa siempre un valer estimativo.
P r o h i b i c i ó n .
Dice el Siecle que se ha prohibido en Francia la
introducción del primer tomo de la colección de
mandamientos, que de orden del Papa se ha man
dado publicar para sostener el poder temporal.
F l c j í a .
La muerte, heroica de Anita que fué esposa de
Garibaldi ha inspirado á León Habély una tierna
elejía; sobre la cual Ha compuesto Mr. Hevrart una
música patética y de una melodía popular.
C o n s e r v a c i ó n «leí p e s c a d o . Se hace u i a-masa do miga [de pan y espíritu de
vino de 32 grados, hasta que tenga mediana consis
tencia con la cual se llena la boca y güela3 del pes
cado: se cubre después con ortigas frescas y una ca
rnuda de paja encima de estas, que se rociará con
agua en tres horas. De esa manera puede conduciis e
á distancia de G0 ó 70 laguas conservándolo fresco.
R e l i q u i a u c N a p o l e ó n I . Debía vendei se dentro de poco en París un se
cretor que perteneció á Napoleón 1 ° . Este mué.
ble contiene 11 secretos, 37 cerraduras de seguridad^
5 llaves para abrirlas, 43 cajones, 8 cajas, 134 pie
zas de bronce, 22 chapiteles &a. Es trabajo de Ja -
cobo Desmali.t y del Sr. Vavin secretario del Em
perador.
C u a d r i l l a R u s a . T K O l t Í A .
Esta cuadrilla se bñla por purct.
Primera figura—Los dos pares salen al frente
dándose la mano izquierda: cada caballero cruza
la mano derecha con la dama vis á vis, y todos for
man una rueda, desenvuelven muy poco conservan
do las manos cruzadas; 4 compases.
Cada caba'lero atraviesa con la dama vis a, vi»
asegurándola siempre con la mano derecha; 4 com
pases. Balancé ;V la derecha, cuatro tiempos, y á la
izquierda otros cuatro; 4 compases.
Medio halubiec.—Los caballeros colocan á sus
damas, nsegnrando'as, brazo derecho, girando con
ellas durante 8 tiempos, dos vueltas en sue sitios, el
caballero para atrás con el pjé izquierdo, la dama
para el frente con el pié derecho; 4 compases.
En esta figura se traza una Z.
Segunda figura —piimer caballero y la dama
vis á vis bacen en avant, 4 compases.
Giran dándose la mano derecha, 2 compases.
Id. dándose la mano izquierda, 2 compases.
Que él toma del mismo modo para conducirla a l
caballero vis á vis suyo, 2 compases.
Y vuelve la dama que condujo en primer lugar i
2 compases.
Ambos pares: Un medio holubiec, 4 compases.
El primer caballero vuelvo ft empezar la misma
figura con su dama que se halla vis á vis, habien
do vuelto ambas damas á su puesto, 16 compases-
El segundo caballero y la dama vis á vis repiten la
misma figura 32 compases.
(Esta figura se ejecuta dos veces.)
Terceraf jura—El primer par en nvnnt, mano
izquierda con mano izquierda, adelantándose hacia
el par de vis á vis; hace pasar una dama para la iz
quierda sin soltaríais mano y toma la derecha con
la derecha á la dama vis ti vis, 4 compases.
El caballero hace en arriere hasta su lugar, tra
yendo á las dos damas -hacia sí, 4 compases.
Balancé á tres, dándose las manos i la derecha 4
I tiempos, y ti la izquierda otros cuatro, 4 compases.
Las damas cruzan por encima de la mano q u e
tienen suelta y hacen átres una entera á derecha, 4
compases.
Las damas dejan la mano que cruzaron, y el ca
ballero hace que den una vuelta por fuera; al final
de esta vuelta, la dama del caballero que está ha
ciendo la figura debe hallarse delante de él y la otra
á la derecha; el caballero que quedó solo viene a
colocarse delante de su dama, 4 compases.
(Concluirá)
P a r a d e s t r u i r h o r m i g a * . ^
Se disuelve el herrumbre de hornadas en un vaso
de aceite de linaza, j se unta con este misto el uibot
o planta que se quiera preservar. Se cree que sirve
•también para todos losbichos.
fi'ñliuía.
Los nos ERMITASOS.
En los tiempos de antaño Vivia en TebaiJíi un ermitaño.
El hueco de una peña
Era su real mansión; iba cubierto
Con la pie! de un león en vez de paño;
Su opíparo convite era una haba,
Que, por querer del eielo,
Cada dia en la tierra se encontraba;
Su vino de J e u z y Malvasía
Era el agua de un límpido arroyuelo
Que mansamente murmurar se oía.
Y el cuenco corvo de su flaca mano
La copa en que su sed satisfacía.
«;Yo si que soy virtuoso! No hay ninguno
E n toda esta comarca
Que tenga como yo mesa tan parca,
Que guarde, como yo, tan largo ayuno!»
Esto pasaba en su interior un día,
Botando al arroyuelo
La cascara del haba ya vacía.
Entonces se aparece de repente
A sus ojos un ángel refulgente.
En vano te jactaste! ven,—le dice,—
Te llevaré, cuitado, donde habita
Uno junto del cual, tú que no comes,
Eres un destapado sibarita.»
Y en un abrir y un cerrar de ojos,
Arroyo abajo lo llevó do estaba
Un ermitaño que en silencio oraba.
Al de abajo el de arr iba dijo: «Hermano,
Si le soy importuno
Perdóneme, por Dios, mas yo quisiera,
Que complaciente ahora me dijera,
¿Cuales su modo de guardar ayuno,
Pues yo hago colación con una habita?»
• Y yo,—responvió el otro, —solamente
Me como la vacia cascarita
Que usted bota al arroyo diariamente.» .
Al que se altivo ufano Con su virtud, su ciencia y su talento Le viene como anillo al dedo el cuento.
Josit JOAQULN Oit'JIZ
V o c e s <le a b í i l . •V' ' "
¿Morir?—Calla, no pronuncies
Esa palabra funesta.—
¿Oculto dardo te asesta
Precoz la suerte tal vea?
¿Qué estraño pesar te ostiga,
Que á marchitar no es bastante
£1 carmín de tu semblante,
Las rosas de tu niñez?
¿Tú tristezas, tu dolores?
¡No, te engañas, es quimera,'
Como agita á la palmera
Ambiente murmurador,
Inquieto y oculto soplo
Mece tu alma solitaria,
Y no sabo3, visionaria,
Que es el aura del amor.
Al reir la Primavera
Se visten los campos galas,
Trina risando las alas
El pajarillo gentil;
Suspiran ojas y rio,
Y en enamorado acento
Canta en sus arpas el viento
Las alboradas de abril;
Genios de amor invisibles
Pueblan aires y praderas,
Que inspirando áureas quimeras
Y amores vertendo v a n ,
Y buscan las tiernas almas,
Cual pajarillos perdidos,
Y en ellas hacen sus nidos,
Y en ellas sus cantos dan.
¿Has sentido tú unas alas
Como de temblantes sedas,
Muelle como el aura y ledas,
Tu tersa frente orear?
¿A la hora de los sueños;
Allá en la noturna calma,
Haa oido tú, en tu alma,
Una dulce voz cantar? —
Si ¡i los lirios entreabiertos Baña trémulo rocío. No lo tome.', Bajel mío, Por 'amargj llanto, no; Lágrimas son, mas vertidas En voluptuoso embeleso Al enamorado beso Que bada nocturna les dio.
Si en murmurios se desata La fuentecilla sonora,
No se lamenta, no llora,
Su legunje de amor és;
Es que de una y otra orilla,
Al pasar le hablan de amores,
Y no vu cu zaga á las flores
En lo uníanle y Jo cortés.
Esos suspiros que brotan
De los rosales floridos,
No son de dolor gemidos,
Voces son de dulce amor;
Es que tienen á la sombra
Do sus frescas enramadas
Pláticas enamoradas
La rosa y el picaflor. No se querellan los pájaros
Cuando en rumorosa tropa Asordan la verde copa De alto pulular á la vez;
Cuéntause sus galanteos Con la lila y la berbcua, Y aun lien de una azucen» Y su amante candidez.
Flor temprana que disputas Tu primera blanca aurora, Solo encantos atesora, Solo dichas tu estación: Precoces sombras no atraigas A tus juveniles años, Que sabrán los desengaños Llamar á tu corazón.
Fuentecilla arrulladora,
Rosal de amorosos ruidos,
Palmera en que hacen sus nidos
Dulces avecillas mil ;
Murmura, suspira, canta,
Vierte amores y placeres,
Que el abril entra y tú ere3
Imagen hoy del Abril.
JOSÉ A. CAÍ.CAÑO.
—La Sra. Da. M. Almeid» nos ha favorecid-i
con la bella composición que sigue :
l i l i 1*4« F L O K I S
Las bellas flores que corteja el sol,
que las bn-as columpian fujitivas,
que la lur.a con místico arrebol
inunda de sus lámparas divinas;
Esa porción del mundo que habitamos,
que hace mas llevaderas las fitigns
de los quo á tientas sin saber andamos
]>or este suelo de dolor y espinas:
Esa porción de bellas sin palabra
que viven en vapor adormecidas;
son las que adoro en misteriosa calmS,
con ¡ m a j e n c a do oro confundidas !
De sus corolas —vierten á torrentes
la esencia de la tierna poesía:
allí he soñado yo—que omnipotente
desde su altura, Dios me sonreía !
Yo be soñado en los pétnl >s sencillos do la violeta que escondida crece; de otra vida mejor", los dulces brillos, que al morir nes aguarda y no perece!
Yo he soñado mil veces en la Rosa
de pálido color embellecida; la queja tierna de mujer hermosa
que empieza á ver que yasu sol declina !
Yo—en la arrogante Anémona, creía ver una bella con ropaje rea!; cuando niña y sencilla todavía tomaba el sueño por la realidad.
En cada flor: en cada|plicgu/ airoso
de sus túnicas bellas y tijeras:
yo creaba un paraíso portentoso
dó no fluctuaba el hombre entre las pen«
Y" por ese soñar de mi delirio:
por ese afán de no vivir la vida,
es que sufro Seücr, este martirio
que no tiene ni cifra, ni medida '
MAUCKLIXA ALMEIDA.
— 2 0 0 —
S E M A S A B I O URUGUAYO.
A PROPOSITO.
" H a b í a m o s y» escrito nuestro nrtieulíllo dirijido á la ,Imita Económica, cuando »1 tomar el Siecle ti.>n№imos con un articulo firmado por el afamado periodista Mr. Louis Jourdan. Creemos hacer un se: i ¡rio importante á la Junta , al Gobierno y á ln
- . i edad toda con presentarlo en la siguiente tra-
flucción, lista es.
L A S A S O C I A C I O N E S R E L I G I O S A S .
Se ha dicho hablando do la espada y del libro es
crito, de la fuerza intelectual y de la fuerza material: Esta matará á ojurHn.
Al ver los esfuerzos do las corporaciones cleri
cales y de las asociaciones religiosas para invadir y
dominar las sociedades seglares, también hemos di
cho nosotros y repetido muchas veces: Esti matará n aquella.
Centinelas avanzados sin otra misión que la do
nuestra conciencia y profundas convicciones, muchos
años hace que damos el grito de alarma do centinc-
1, - vijilantes. Cada vez que el partido ultramonta-k no ha hecho ana salida contra los principios funda
mentales de las sociedades modernas; toda vez que
hemos visto á 11 religión servir de protesto á una
invasión cualquiera sobre el poder civil, hemos gri
tado: / A L E R T A . ' . '
También hemos sublevado odios manifiestos, y lo
(=.. vabamos. Por grandes que sean esos odios, va
le mucho mas la satisfacción que nace del eunipli-
. miento de un deber.
El gobierno reconoce ahora toda la Ostensión del
peligro en que se había lanzado tolerando con de
masiada complacencia esas sordas invasiones de la
milicia romana. Rajo el colorido de religión y de
caí ¡dad nada ícenos se buscaba que cavar fi la Fran
ela y hacer de ella el molde de detestables doctrinas
liberales, funestos principios democráticos que ha
sal-ido asimilar.
V qué tono tan dulce! Que aire tan inocente! Y
qué.' Desconfiáis dé nosotros, de nosotros, pobres
pe a d o r e s . ' . . . . Pero, ved, somos humildes como
deben serlo los discípulos de Cristo. No pensamos
sino en obras pias. Mirad! Nos hemos puesto
b :'y. -A patronato da San Vicente de Paul, ó de
San Francisco Javier ó de San Pedro-és-Licns. No
tenemos masque una pasión, la caridad. Acojednos
cu nombre de Dios.' . . . . Autorizadnos para eesistir
legalmente; dadnos osa autorización, porque si no
nos la dais, nos plisaremos sin ella.
Nuestros lectores deben hacernos esta justicia,
que jumas hemos puesto en duda las intenciones
honradas y rectas de la mayoría de los miembros
que componen osas asociaciones; pero tenemos el
derecho de decir al Estado: No os f i é i s ! . . . . se or
ganizan á vuestros ojos tropas inocentes y pias que
creen marchar solo á la conquista de la miseria pa
ra aliviarla, de las penas para consolarlas. Su es
tandarte lleva en efecto impresa la imájen de algún
santo beneficio; pero mirad,el reverso y veréis en él
las armas del Papado temporal. Averiguad á fondo,
y descubriréis que los Gofos de esas vastas asocia
ciones que abrazan todo el territorio que correspon
de con Roma, tienen porgefo secreto algún cardenal
que les dá su orden del día. «No os fiéis!... Es á
vosotros, á los principios do virtud que os constitu
yen, es á vuestra soberanía que ellas aborrecen.
Tuvieron bastantes sarcasmos y apostrofes mise
rables que lanzarnos cuando hablábamos así?
Un clin, ardía nuestra oreja. Entonces fué, cuan- .
do el Sr. Obispo de Orleans, en un primer Ímpetu
de cólera que habrá sentido amargamente después,
habló con cuanto rencor puede producir el donado
de San Podro.
Cuidado, decía el prelado, acabareis por enfa
damos!
Fué necesario abatir aquel tono altivo y super¬
bo. El donado do San Pedro no fué después otra
cosa. El bando de vanguardia y el de retaguardia
del catolicismo convidados á cubrir el empréstito
romano han tenido una laxitud deplorable. Ayr
Las cosas desesperadas paren muchas vecos subli
mes imprudencias. Se forma una asociación mas
valerosa que las otras; aquella se ha olvidado de
dar vuelta su cucarda; ?Ma ha dejado flotar orgullo-
sa sn bandera á todo viento. Dios lo quiere.
Esa sociedad ha establecido su coartel general en
Lyon. Tiene por objeto sostener la Suita silla cu
todos sus derechos espirituales y temporales.
Es la idea, la amenaza del obispo de Orleans que
toma cuerpo. La sociedad ha adoptado para patro
no á S«i l 'edrc-és-Litns, su presupuesto el ultimo
(le San Podro, su título este: Aichicqf radia de San J'tdro-es-Liens.
Como la sociedad de San Vicente de Paul, esa j| otra se divide en innumerables secciones. Esdíi i j i . I da por un rector y dos vices-reclores, administrada por un consejo central y consejos parroquiales ó diocesanos adjuntos.
A vista de semejante organización y de semejan
te objeto y de tan vasta latitud en la elección de
IJS medios, el gobierno se ha conmovido, l i a r e .
Canecido que esa sociedad esencialmente lega en su
eomposiciou, es también poli tica y religiosa y que '
niega abiertamente los derechos del Estado y las ' j
obligaciones del ciudadano, imponiendo á sus niieui- '
bros entera sumisión á la voluntad del Soberano
Pontífice, sin dislincion de poderes que para mal
de la rclijion se confunden en su persona.
El ministro de instri ejión pública y de culto.
R í f A Q U Í LA J U N T A ECON'ÓMlCA^a.Mi.
Pouland, en una circular que hemos reproducido,
indica los peligros de esa asociación y declara que
no vacilará en dio^ I ver una-sociedad cuya sola cc-
eistencia es unainfiaccion de nuestras leyes penales.
Invita á les obispos á que desvíe á sus clérigos de
la idea de prestar su concurso á tai asociación.
Ya era tiempo'. Y bendita sea la archicofradi a
de San Pedro-és-Liens que tan apropósito esclarece
á la administración superior g.ijj 'AQUI LA J U N
TA E C O N u M I C A ^ J I Ya no se trata de formar
un Estado en el Estado. Ecsiste realmente un Esta,
do, un Estado poderos i que cuenta por millares sus
afiliados y cuyos geC s están en Roma ó en Vicna.
Aplaudimos con todas nuestras fuerzas la iniciativa
tomada por Mr Rouland {fcvfAQCÍ LA J U N T A
ECOXÓMICAjS-JJ Pero ese no ha sido mas q u e
el primer paso que es el que mas cuesta, ahora es
necesario acabar la obra. Ya, de dos cosas la una,
b esas asociaciones, esos pequeños Estados desa
parecen ó se toleran todas las que se inventen sean
cuales fueren sus fines. Luis Jotirdm.
EL ASü. iTO ESPEDIENTES.
La religión, la humanidad y la educación engen
dran en el alma sentimientos de caridad y de piedad
cristiana, hasta el estremo de ver con dolor aplica
do el rigor de la Justicia y de las leyes sociales
sobre "cualquiera de nuestros semejantes, p o r
ejemplar y regeneradora que sea su aplicación. No
nos maniífoslaremos pues e n t r o ciegos reclamado-
res del condigno castigo sobre los culpables en >i
asunto de los espedientes: bastantes remordimientos
debe ya cspcriiiieutar el verdadero ciia.iiiai, hoy
que bajo la vijilancia jurídica espera 'fia inevitable
fallo; boy que su conciencia debe verse sin cesar
labiada por el puujente dolor que haya ocasionado
á tantas {amibas, á tant03 hijos desheredados teme
rariamente por la codicia de sus ilícitas aspiracio
nes. Solo sí, llamaremos la atención del Gobierno,
de la Comisión Permanente y de las autoiidad-s
todas competentes cu tan estraurdiiiarío y DBSVO
proceso.
Una ciega observancia, una estricta obediencia
un relijioso acatamiento, á las bases constituciona
les de la Rcpáblica, por lo mismo que estraordina-
| rio y nuevo el C H I M E N que se averigua, ha de hacer
tal vez padecer al iimccnte mas tiempo que el que
necesitarían los trámites jurídicos, debido á la bar
rera que la Constitución ha atravesado.
¡Admirable incidencia!.. . . La Ley pone trabas
á la Ley; y no por ello se desvirtúa el espíritu reli-
¡ giosode la Administración.
Por qué esa incomprensibilidad? De dónde e=«
, singular contrariedad que ofúscala razan sin c a l
car con el buen sentido?
l ié aquí el argumento.
Entre las personas necesarias en prímeía lino
para el esclareciuóento de la CHIMO, figura na
conspiciiidad, un honorable Sr. Representante do
la Nación. Como tal, ni el Poder Ejecutivo, ni la
Comisión Peroiancntc, ni la Jurisdicción civil ni
criminal, pueden allanar sus preeminencias y fuero-*
I consignados en el librode nuestra vida Social y Po
lítica. Solóla Cámara (hoy en receso) reunida es
pecialmente podría oir informe ó acusación y .
garle ú sustraerle 4 las pesquisas ordir arias. Lue
go, mientras las Cámaras no se reuniesen ó en tan-
I to que ese personaje no dejase de pertenecer á la
Representación Nacional, no puede ser descendido
' hasta los trámites ordinarios. Hasta aquí estamos
I perfectamente de acuerdo y aplaudimos las justas
I. consideraciones y el respeto consagrado á las fi>r-
¡' mas constitucionales.
1 Pero hay un medio que cohoneste todo proeedi-
I miento ulterior en nuestro débil entender.
El Señor Representarte en cuestión que tiene toda la convicción de su inocencia en ese ruidoso en
juiciamiento, depone voluntariamente sus fueros ú inviolabilidad, y se ofrecen la Justicia Ordinaria á prestar todos los esclarecimientos y declaraciones que se crean necesarios.
Si este recomendable señor hubiese eseusado en"
negarse á aquel o! jeto protestando Lsus inmunida
des reconocidas, ser, estaría en su derecho; derecho
que so respetaria . . . . poro que dejaría lugar á cla
sificaciones ó juicios mas ó menos rectos; pero cuan,
do en él obra por lo contraiio, la convicción, de nin
guna mane-i a sufren tropelía las formas constitucio
nales ;an les mas bien se puede dar el debido y mas
rápido curso n las actuaciones, y concluir con el
esclarecimiento di 1 hecho y el triunfo de los ino
centes. Somos pues de opinión qt-e aprovechando la
honrada y generosa disposición dtlSr. Representan
te á quien nos referimos, y sin inferirle la menor
sujocicn personal ni nube alguna que pueda empa
ñar el brillo de su respetabilidad como legislador'
se activen Es trámites necesarios, resignando todos
los poderes de la Nación las consideraciones que lo s
inhibe ante la franca y decidida espontaneidad de'
digno Representante; ;y ojalá que su conductn en
este caso, siquiera por honor del país fuese imita
d o por los que llegasen en igualdad de circunstan- •
ciasá ver comprometido su nombre, su honor, y
su dignidad.
í;EPRE3ENTAC!0N al gobierno.
Exmo Señor:
En el número del domingo anterior, o! S E M A
N A R I O U R E G C A Y O ha dirigido á la Jun ta de
Iiiiiene de esta capital, el siguiente articulo pre
ventivo:
L E A LA J E N T A DE I I I J I E X E .
¿No ha leido la J u n t a de Ilijicnc fina acusación
tr meada que úirijió por los diarios á uno denues
t o ? mélicos la Sra Murtet? ¿Dejará que ese asun
to quede envuelto entre las sombras? En tal actisn-
rion hay calumnia ó verdad, y la sociedad toda re-
c ama el esclarecimiento. ¡Justicia! ¡liepurucion!
t o m o hasta el dia de boy no conste por ningún
dato oficial que la referida J u n t a haya dado
paso rtlguno tendente á ese'arecer la acusación á
que c-1 articulo me; clonado se refiere, y deseando
que la prensa prudente y oficiosa e.i hiende la so
ciedad cu general sea un órjnno atendible con la
preferencia queso merece; siigetándi nos desde lue
go á h s cargos que se nos impusiere en easode ha
ber abusado de la libertad de imprenta! Por tanto:
A V. E. Pido y suplica se digne dar traslado do
lo espuesto á la r e f e r i d a Junta , pura «pie tomando
en consideración la acusación publicada provea co-¬
mo mejor convenga. Es justicia &a. &a.
Et . REDACTOR.
EL S. r QZFE PPIITICO
D E C 15 I! lt 0 - L A It t¡ O .
Ya manifestamos el desprecio que configo lleva
ba el pasquín que uno ó mas maldicientos lanzaron
al público en la semana pasada, desdo las cavernas
Se su negra envidia ó resentimiento.
Su digna esposa lia dado una contestación tan
terminante y minuciosa como no merecin sin duda
un papel inmniidodigno tan solo de la cloaca donde
se le dio firma y vida. Y decimos inmundo porque
aun cuando estuviese concebido en los término*
mas verídicos y justos, bastaría SU calidad de anó
nimo y furtivo para traer destruidas de fé sus mas
caracterizadas aseveraciones. La prensa toda de la
capital, espejo en que mas ó menos se retrata la
opinión pública, ha hecho de ese papel el uso que
debía, destinándolo al receptáculo de lo que inco
moda.
Á LA JÜETA ECONÓMICA.
Ni esta se escapa á nuestro escalpólo y observa
torio, Lo rómpete ó no intervenir en los fondos que
con cualquier motivo se colecten para objetos do
beneficencia pública? Le compete ó no ingerencia
en todo establecimiento ó asociación cuyo instituto
verse sobre educación ó moralidad pública? Y si le
compete lo primero, ¿lleva cuenta y tiene conocí,
miento cesato de la aplicación de los fondos á los
objetos que s e recolectan ? Y s i l o segundo, ¿esas
hermandades (sin ser relijiosas) tienen su aproba
da sanción?...Conteste y obre. No se duerma la
J u n t a ! Vea que se trabaja para suplantar á sus
miembros en las préesimas elecciones, y bueno es
que al terminar su periodo no deje abiertas las pticr-
tas ni abuso que punían lincor ciertos estudiantes
de Torquomada. Entiende la Junta?...;< 'jo.'.'
EL S / D. BENJAMÍN GADEA.
S.dudamos sinceramente la bienvenida de esto
reeomendabV señor, v'ee-rótisiil de ta República, ¡
residente en la Concordia. Somos de lo» muelos I
•amigos con quien debe contar por que le debemos
atenciones que prodiga gem raímente, ya como sim
ple particular, ya como caraaterizado por su litulo
representativo y como comerciante. Admita esta
justísima ovación, y cuente siempre con nuestras I
simpatías y reconocimiento.
EL AUTUli Ufc D o n d e l a s d a n l a s t o m a n .
Por mas que consideramos 11 negativa di 1 joven
Eorreiray Artigas, ú aceptar la función de benefi
cio que le ofrecía la compañía do San Felipe no al
calizamos una solución que la justifique. Nuestro
amigo Ferrcba no necesita de funciones de teatro
para tenor una vida conformo con su posición social
porene MI familia se la garanto; aceptando:—pero
quién lo privaba que en la misma noche y ante e!
público dedicase aquella función á cualquier objeto
pío? —Ademas, sin negar, porque no podríamos de
ninguna manera, el b r ' lo y honradez do su Camilla
digna de todos respetos; pierden Damas, Ducange,
Bretón, Ventura tic la Vega personajes déla alis
to rácia Europea, en hacerle pagar sus produccio
nes; Quién les quita por eso el lauro de su mérito y
que hagan do sus productos la aplicación que los
convenga? Si nosotros fuéramos capaces do obtener
ú mas de los aplausos di 1 público un óbolo pecunia-
río, lo aceptaríamos, porqué os el fruto de nuestro
trabajo, do nuestra contracción, y sino lo necesitára
mos peroiitnri:im,nte,ol país necesita mejoras y rara
ellas de la cooperación popular: á ollas acudií ¡amos
con aquel mismo fruto y eso mas so adelantaría.
SOCIEDAD TIPOGRÁFICA ORIENTAL
IToy ;c reune nuevamente para considerar algu
nas renuncias de socios disconformes y oir las deci
siones del Direccinrio para su libre discusión. Soria
muy de sentir que los que cuentan con un caudal
de inteligencia para redactar tenuncia* ma* ó ma
nos fecundas, no se resuelvan á hacer todas las ob
servaciones en pena sala, antes de aprobar las deli-
beracionaa: de esa marera se darían la merecida im
portancia sin el desconsuelo de herir di spues aunque
iuvnbintai ia'iienle y con dorados filos el amor pro.
pío de los que en algo se ti' non y con cuya simple
idea se enaltece y abren paso en \ \ buena Sociedad
á que pertenecen. En la reunión de hoy vá á tratar
se, pues, de la composición ó descomposición com
pleta do la Sociedad Tipográfica, Les no conforme*
con el directo! io nombrado, harnea f hallen alto
porque se les debe atender, se les debe oir; y los
conformes sostengan con la decenio discusión s i n
candidatos; pero haya carácter, haya fuerza de con
vicción, y una voz sancionada una determinación
tengan todos la'suficiente virtud de respetará los
demás, respetándose así tii¡=iiios!. . .Esto es lo de
recho!... Nuda do tapuj i lhs! . . . . El que quiérala
Dirección dígalo y apoye su pretensión. ¿Porqué
no ha de tenor derecho, si muestra- capacidad ) fa
cultades para e l l o ? . . . .
A la reunión! á la reunión!
RETRATO DE GAP.BALDI Con el próeshno número haremos á nuestros sus-
j rrito:es el presente del retrato de este héroe, infla»
j tigab'.c paladín de ¡a libertad de los pueblos. ¿Lo
i rceptiirán nuestros favorecedores? Sabemos que sí,
C Z t Ó M U l ' l ' K A I K A L .
Magnífica fué la función que ¡i beneficio de
nuestro amigo Qiéjano, se cesibió el Sábado 13, en
el Teatro de Solís, El drama salió bien ejecutado, y
o' Beneficiado fué muy feliz en j-1 desempeño del
Idiota en el F E R R O DEL CASTILLO. La ale-
goiia I T A L I A LIBRE arreglada por él mismo hi
zo el efecto que ora de esperarse, y en el GAS
TRÓNOMO, sacó lodo el partido quo podía desear.
La concurrencia, los ramos, y lusaplausos habrán
dado T í a prueba nía» :í nuestro amigo del iiprccio
que le conserva el público de su Patria.
— L A P L E G A R I A — U n a concurrencia nume
rosa cual pocas voces acostumbra poblar nuestro»
teatros asistió á San Felipe en la noche del domin
go, y esa multitud es atiai la en nuestros países cu-
— cor» —
mo en las capitales do Europa por las coinp iliciones
que los autores modernos califican de dramas de
efecto. Poco entra en las consideraciones de estos la
atención á las reglas; es necesario causar en el es
pectador impresiones violentas traídas las mas do
las veces pe r l a libertad absoluta del (pie escribe.
A esa i-las • de dramas pertcnjce I J A P L E G A
R I A DE L O S N Á U F R A G O S , que siempre ten
drá numerosos concurrentes y repetidos ap'ausos.
Entrando aluna ala ejecución, en la del domingo
estuvo lili-: aquella compañía; todos los priuetpalcs
personajes se esmeraron á cual mas en hacer mas
profundas en el espectador aquellas violentas
i .nociones y si hay quien hubiese deseado ha
cer comparaciones entre las anteriores ejecu
ciones y la que comentamos, debe tenerse presente
que la actual compañfa solo en cuatro dias de estu
dio y ensayos está ofreciendo al público dignas
pruebas de su deseo de agradar.
Al concluir, no lo haremos sin agregar un aplau
so á los muchos que recibió la pareja coreográfica
y pedir á la compañía trate de acortar los interme
dios pues el domingo se hacían insoportables obli
gando ú muchas personas á retirarse antes do con
cluido el drama; por lo demás muy . lejos está esa
práctica de lea intereses de la compañía y corres
ponde poco dignamente á la concurrencia que. á pe
dir de boca tuvo lugar en esa noche y seguirá te
niendo si observa esta indicación.
L O S L A Z O S D E L A F A M f L l A . - . - l . r r s ó i
hacerse amar.—Baile español. — Es ta fué la fun
ción que ecsibió la cora añíu Dianút ica en la
noche de! jueves.
Mucho per dieron los inasistentes. Los lazos de la
familia, es un drama estrictamente moral y correc
tivo, y en el cual ha vaciado Larra hijo con el rau
dal de su inspiración poética, partí- muy precio-a
d e su conocimiento en el corazón humano y en las
debilidades muy comunes entre ios matrimonios, de
c uyodaf io son inocentes víctimas los frutos cjnyu-
gales.
Faltándonos espacio para analizar con minucio
sidad todas las bellezas, todas las sitnaeioi.es cul
minantes dotan acabada obra, pasamos á juzgar su
rjecncion, pidiendo-disculpa al que menos favorecido
presentemos en nuestra crítica, pues elij s i r ' ; una
prueba del buen deseo que tenemos de que iodos
Josart stns que hoi funcionan aprovechen con Litro
las bellas cualidades y disposiciones que poseen pa
ra dar brido á l o s papeles que se les confia Empo.
ceraos por le señora Verdinoy en su personificación
de Carolina, esa esposa y tierna madre que ajada
en sus convicciones padece el tormento agulo do
una separación voluntaria; no podemos buscar mas
verdad, mas sentimiento que el que ella ha mani
festado; verdad es que su modestia característica lo
imprime cierto encojimiento ante el público quo la
constriñe y limita demasiado tal vez en los momen
tos en que mas espansion desea su talento; le acon
sejaríamos, tomase ejemplo en su digno compañera
D. Francisco Rodríguez que parece no ver mas
espectadores ni mas críticos que los preceptos del
arte y el carácter que le impone el poeta cu la per
sonificación do su papel. Ambos han comprendido
perfectamente sus cometidos en í.is lizos de lafi-
milia, y nos consta que Rodríguez ha obtenido eii
ese drama entusiastas ovaciones en la Península. El
anciano D. Luis de Vltlaltft, ese abuelo octogenario'
sencillo como el honrado lugareño, bueno como 1 >
son la mayor parte do los que reciben dos veces el
titulo de padre, y moral como el que estima el lus
tre de su nombre y sus parientes...ese anciano que
después de siete años de ausencia viene á reci
bir los respetuosos obsequios do sus hijos y los besos
de una nietccílla inocente y juguetona.. . nos hizo
entreveren Enamorado algoaprocsimado a la ver
dad en su aparición, y tanto quo roíamos de buena
gana con el abuelo; llorábamos con las lagrimas del
gozo y oíamos con reverencia sus preceptos morales
tan propios de laesperiencia y de los años. Desgra
ciadamente y tal vez desanimado por los pocos es
pectadores, nuestro amigo einpe:-.ó á desvanecer
nuestra ilusión tan grata en el 2. c acto, porqué ya
c' abuelo no era el mismo en su voz ni er. su muñe
res, y completamente olvidado de s u 3 SÜ años el
vencable D. Andrés traspuso los limites de la na
turaleza y nos lo convirtió en toda la agilidad mus
cular, fuerza y lozanía de los 28 ó 30 años que pue
de contar nuestro amigo.
Enriqueta, por la señorita Robles, sino decayó
completamente, necesitaba algo mas de v¡vacidad j
de movimiento y de energía en bi alocución; pero
todo esto solo puede ecsigirse de una segunda ó da
ma joven de fuerza, es decir, de práctica constante,
que esa tierna, actriz llegará á adquirir sin duda
D. Dunas; no lo encontramos tan ajustado á la ver-
/
dad con que acostumbra caracterizar sus papeles el
Sr. Codina: un al» gado déla familia de Carolina
dú á entender que lo lia sido de sus padres y tal vez
de sns abuelos, por lo que suponemos (podemos nquivoearnos) que seria hombre por lo monos de
sus cincuenta años, y el Sr. Codina nos representa
ba uno do 30 á 35 años á lo sumo. Además por la
parte sentimental del negocio en que se halla inje
rido, parece ser uno de osos abogados que á fuerza
do pleitear no ven mas que la parte pecuniaria del
p'oito coi raudo el corazón á las impresiones ó gri
tes de la naturaleza: el Sr. Codina nos presentó
otro tipo que mas se acercaba á innecesario en el
drama, cuando en sí es el ojo que el autor ha inven
tado para dar ó parar los diferentes giros de sus
peripecias. De Juana y Bautista nada tenemos que
ocsiyir, pues su oometido se llena con decir sus ver
sos y ocupar el correspondiente lugar sobre la es
cena.
Tan confiados estamos en que no hemos herido
las susceptibilidades Ailisticasen que mas nos lie
mos esplnyado que suplicamos á la compañía repita
(•se drama en cualquier Domingo, y le asegúrame)
una buena entrada y un triunfo completo. El 7>r.¡-
le fué con razón ap'audido, y esa pareja gusta cada
día mas. La pe ti pieza es lindísima por lo fina y
salpicada de agudos y picantes equívocos. La eje
cución fué bastante buena y en especial el Sr. l ie-
villa se hizo aplaudir amas y mejor. Merece tam
bién los honores de la repetición.
BEVIST A D E LA SEMANA. Somos tan descuidados á este respecto que ni si
quiera llevamos un apuntecillo diario de lo qne sea
digno de consignarse en esta crónica y á fé que me
receríamos sendas rcci nvenciones de nuestros sus-
critores, aunque también podríamos á nuestra vez
preguntar á algunos de ellos ¿cuántas veces se ha
persignado vd. en esta semanana? ¿Cuántos padre
jiitestroh* rezado vd? Cyiáutas ave Murtal ..Ilum...
lluml y saldríamos del apuro, porque imbula-
blcmcntc el interrogado que sería hombre de bien
como lo son todos nuestros suscritores no quería
incurrir en la mentira...y hétenos á todos nbsuel-
tos. Hombre/ y ahora se nos viene á la pluma....
¡ qué buenos seríamos para redactar un periódico.
Jesu. . . .s María y José !.... Católico íbamos á de
cir. .. y mejore» que digamos m'tt'wi, no sea eme
ofendamos susceptibilidades de hábito. Oh! y aho
ra que decimos habito ya •aben nnestros lecto
res que el V cariato pretendo hacer salir del país 'i
los PP. Mrakmeí-Oa de la orden do San Francisco ?
Por lo monos estos lo dicen en los diarios de! Mar-
•es ¿Y saben que se fueron otras hermanas de
Calillad y un padre, y los comióos de Solís?.... Vean
Vds. beatas y cómicos, como quien dice polo-mide /
Qué horro ' ! Qué saerileji •/... El comandante del
buque que los llovó delie ser algnn reprobo ! Pero
¡chito! No se enoje quien nosotros sallemos... y va
ya á empeorarse el negocio de la escomunioa Y
esos t a l e s Masones que se han pilaste nhoi a á hacer
sus sesiones delante de las familias! Vea vd. que he
rejía!.. Xo en valde se puso el tiempo malo y llo
vió do arriba abajo Xo! eso no puedo parar en
bien... vá á UegBT el día si así marchamos, en que
todos los iisístentPS á los oficios dlvinosylos mis
mos que bis ofician van á ser M srrnesl Qué demo
nio decen t e ! Cruz l—Pasonios ahora ii jaro
páoslas. Delieadiilo de paladar está el gobierno pa
ra gustnr de las propuestas... prueba unas, prueba
otras y á veces las prueba todas sin quedarse con
ninguna/... A.-í; le hemos deharer oposición por
lo mismo que no quiso aceptSr la nuestra tan eco
nómica... i un santa y tan... provechosa {tara nues
tro peculio como era la de suscribirse al Semanario. Nos hemos metido en una trocatinta ó berenge-
nal capaz de hacernos olvidar el Bazar de San
Vicente de Paul ó sea de los Pobres. Dicen que
e-lá muy-curioso y que vende mucho; malo para los
tenderos y para los Test ros_.. Qué mundo! Xo
huy dicha completa!—También se perdió sobre la
costa frente ni eiiartei .le Dragones en el temporal
del lientos el Xclsnn, bergantín inglés, cargado de
sal; felizmente se salvó la tripulmdon distinguién
dose 1* capitanía del Puerto en su socorro. E l viernes tuvo ingar la Revista de Comisario que men-
sualmente preside el ministerio de la guerra. El ne
gocio de los clubs electorales y las acusaciones y de
fensas por los diarios están ti la orden del di»-... Se
trabaja... pero no todos en buen sentido. El viernes
también fueron Uam <tl>s á prisión 1 * S>. Gounoui-
lou y D. Juan A. Fernandez por el negocio de los
espedientes. Y* siguen dándose duro los opositores á
la Empresa del Gas y los que la sostienen... y asi
acaba la semana.
HKCHOS CONSUMADOS. — A o ha h a b i i ! » iniciación— Algunas
almas Je esas que se llaman timoratas aunque las tengan mas gratules que un B U E Y , hacen correr especies calumniosas diciendo que en la reunión M A S Ó N I C A que tuvo lugar el miércoles por la noche, se inició á varios niños faltando á los reglamentos internos y estatutos de la orden—Las sesenta y tantas señoras que presenciaron el acto son las mas aptas para hacer resaltar lo bajo y ruin de semejante calumnia.
— l i l a i f i s f í a D . F e r n á n ¡lo Q n i j a n q . — Marcha el martes próximo ú ponerse ¡ti frente de la dirección del teatro de la Concepción, cuya construcción es costeada del bolsillo particular del General Urquiza: además, el gobierno ha decretado tina subvención para ayudar fíl sosten do la compañía Dramática que debe f inoionar en él.
— C e l a d o r e s — l i e m o s presenciado la con
ducta de un celador al conducir á la oficina de la
ó." Sección en la tarde del Jueves á una morena j ebria ó demente que escandalizaba en la callo de I San J o s é . Las maneras del celador merecen un I úruvo y que sirva de ejemplo á otros de su empleo»
— A p r o p ó s i t o d e ¡ a 3 ' SeC€Í$II . —Po
demos garantir que esta es una de las mejor servi-
v idas en el ramo policial, y nos hacemos un deber en i
recomendarla á la consideración del (lele del depar
tamento. Creemos que e.-e acto de rigorosa justicia
nos habilitará para censurarlos que merezcan afil
iarse, sin que por ello llegue á ofenderse ninguna
individualidad.
— C a l e * d e í a s P i r á m i d e s — Es muy nota
ble el buen servicio, asco y calidad de los artículos
que tiene ese establecimiento para ofrecer á sus concurrentes.
— ' Ü ' e a í r o — E l único que funciona en el día
t frece para esta noche uno de los dramas en quo
mas ha sobresaklo el talento artístico del Sr. Tor"
rea ejecutando el difícil personaje histórico de L U I S
O N C E N O , Descames á la Compañía Dramática
una numerosa concurrencia. j
—t.' l ' s i ica—El articulo que con este título env
jiezamosá publicar en nuestro numero anterior
concluiré en el próesimo.
T— P l u m a s d e o r o - P r o n t o v á á tenerlas de
sobra nuestro amigo el cronista del Pueblo Mucho
temernos que tanto regalo !o convierta en DOMADO.
—;<j !« i i ' ! i e s d e b e n s u s c r i b i r s e a l SE
MANARIO?—Todos.— ¿Porqué?—Porque todos
hallan en él lo que les interesa. — ¿Uero no dicen
quu está escomulgado? —Puede ser; pero parece que
la queja no ha llegado aun al Santo Padre y de aquí
aba madurarán las uvas.
—Violíll^flauta—Y danzantes sur ¡'/turbe.
Aplaudimos la sencilla insinuación de nuestro colega de la República para que en las carreras in
glesas se improvisen intermedios de Baile sobre la
arena do los corceles. Falta saber si nuestras bellas
querrán lucir sus pulidos piesitos y sus festonados
calzones, unte la ávida vista del secso músculo.
— 5,:i ópera en E í u e t a o s A i r e s - E l Com-
mrrcial Times reseñando el argumento de la ópera
Boiidelmoiilc y el estreno de la compañia consigna
á esta última su juicio critico en estas líneas: "Des
pués de haber visto á La Grangu el público se dis-
ponj á ser muy ecsíjente con toda prima donua quo
no llegue á las primeras notabilidades, y o l desem
peño de la Sra. Manzini ha sido por eso mas severa
mente criticado como ecsajerado y sin gracia: nq
obstante su voz es muy dulce y agradable. Bailari-
ni o* s i n duda el mejor tenor que en muchos años
hemos oido, esceptuando se enfeudo k Tainbcrii tk
y Mírate: su voz es poderosa y dulce antique á ve
ces ha parecido no poder alcanzar las notas reque
ridas, debido tal vez al estado de mala salud en quu
se hulla; de manera que en el todo puede conside
rársele una nd [uisícion. Bertolini es también un
barítono que gusta. El resto de la compañía se de
sempeña bastante bien, y los coros han mejorado
mucho; la orquesta dá á conocer que esta bien di-
rijida. »
— i'.l C » n d u ü e r o . — E s e aventurero sin mas
fe que su patriotismo, y su espada, se atreve ú ir á
llamar con el pomo ú las puertas de Roma. Acom
pañamos á los rey...unos en su justo dolor!!
— C i r c o s — E s jenoral la aceptación que mere
cen los trabajos de ambas compañías, así es que no
escasean sus funciones. El americano y el francés
hacen hoy cuatro ccsibicioncs compuestas de lo me
jo r que hasta ahora han ejecutado y otras muchas
suertes nuevas.
— C o r r e o — S e ha estraviado de la oficina de la
administración el Echo dit Brésil que vino dirijido
ú esta redacción, en el último paquete.
Cómo no ha de entenderlo si es poeta,
y late en él la fibra del amor!
Yo me engaño! tal vez, mi fantasía
se forja algnn quimérico pesar!
¿Si se confunde su alma con la mia
cómo es posible no me llegu.' á amar?
Hoy mismo, por mi mal ó mi ventura,
sabré si su cariño es ilusión;
me esperará la dicha ó la amargura?
Veremos.' no me faltes, corazón!
E s c e n a 9 . "
ADKJA y D. SISEBTJTO que entra.
BISBB. Jesús ! y como he corrido
por esta ciudad maldita!
Mi querida doña Rita... [dirij. á Adela
ABELA Qué vieja os he parecido.
BÍSEB, Santa Bárbara me asista.'
cometer tal barbarigmo !
esto es peor que un cataclismo!
ADELA Si sois tan corto de vista.
SISEB. Ni aun eso mismo me abona.
ADELA Os juzgáis severamente
Si SEIS. Pues vos lo decís, corriente.
lTf! qué bonita corona.'
ADELA ¿OS parezco bien?
SISE'J. Divina!
¿Quién al veros no tirita?
de la hermosa doña Rita
sois una digna sobrina.'
Eso no me maravilla,
que era vuestra madre un sol...
dice un refrán español,
«de tal palo tal astilla.»
'ADELA ¿Y" qué tal de invitaciones?
tendremos gran concurrencia/
SISEB. , Vaya una linda ocurrencia-!
se inundarán los salones.
No he dejado, voto vá,
leen que no haya invitado;
para lo cual me he colado
hasta en el Banco Maná.
He ido al Hotel de París,
al del Vapor, al de Oriente,
á la Concordia, al de enfrente;
á cuantos tiene el pais!
Y no he dejado ademas
imprenta ni redacciónj
y he mandado invitación,
hasta la usina del flaz.
No ha quedado autoridad,
sin targo.ta, porque virn«,
desdo la junta de Hijiciio,
á la de mendicidad.
ADELA ¿NO habréis olvidado, espero (Con ofic-
un amigo? lado rubor) SISEB. Claro está...
no sabéis que siempre vá
«la soga tras el caldero?
j ADELA ¡Quizá esta noche deshoja
las rosaa de mi ilusión!
S i s E n . Que hacéis? Yamosal salón,
«ved que quien siembra recoge.»
Vansc del brozo.
E s c e n a l í )
d o ñ . v r i t a , nv'jj ataviada eoqvetaiwlo
frente al espejo, detpnet i t .v i f .
* Ya mi tualé se acabó;
¡qué bata tan endiablada.'
bien me lo esperaba yo;
otra vez será cortada
por madama Liitraró.
Nunca arman una cintura
las modistas del pa¿s ;
Hum! mire usted qué figura,
y todo pende, en la hechura;
París! París y París !
De hoy en adelante quiero
todo hacerlo á la francesa,
y de seguro que espero
que saldrá con mas esmero
JUAN Señora, ¿pongo la mesa?
RITA ¿Puea y qué, no estaba pron:a?
¡y lo vienes á anunciar
con esa cara tan tonta !
¿Piensas que es de poca monta
irla recien á arreglar?
/no te diera el escorbuto!
JUAN. ( A V . ' si me atrapa me pela)
RITA N o t e pares un minuto; -
procura á don SiscbutO
que te ayude; corre, vuela: [r<ise-Jt'un.
Suena música, cuidando que se oiga apenas en esta
como en las demos escenas fjue se indico, para que
no interrumpa los diálogos; seria preferible "na
mozurci.'j
Va estará lleno el salón,
y no estoy en el estrado!
vamos que sofocación!
En rite momento sale D. Siszbuto sofocado y tro¬ pieza con doña Itita.)
SisSB. Ay! que horrible pisotón! Rn-A Me habéis deshecho el tocado!
(J>oüa Hita le dirije una mirada furiosa y entra en el salón.)
E s c e n a 12 DOX SISKBJJTO.
Qué incendio, qué confusión,
qué algazara.' qué bullanga!
casi he dejado una manga,
por escapar del salón.
Es un campo de Agramante
en que á nadie se perdona.
Una busca una corona,
otra ha perdido un volante!
Me han sacado como en andas,
casi sin tocar el 3uelo,
y para mayor consuelo
ú una le arranqué las randas.
Y a se vé, la sala escasa
treinta parejas recibe:
¿óemo estará se concibe
si hay gente para una plaza?
Pues si el buen tono consiste
en bailar apeñuscados
y hacer trizas los volado»,
¿porqué la ¡entese viste?
E s c e n a Vi.'
El mismo y ca i i los entrando. CARLOS Don Sisebtito...
SI->ED. Pardiez!
¿á estas horas?
CARLOS H a un momento
que quedo solo.
SISES. Tal vez
venís muy tarde, y lo siento.
CARLOS Muy tarde. . .¿qué significa?
de veras que me confundo.
SISEB . Qué poco entendéis el mundo!
mirad qua os soplan la chica !
CARLOS Chanzas á un lado..
SISEB. Ya os digo
CASLOS Quiéc?
BsMM. Y quién mas? vuestro amiga.
CARLOS
SISEB.
CARLOS
SISEB.
CARLOS
SISEB.
CARLOS
SISEB.
CARLOS
SISEB.
CARLOS
SISEB.
ADELA
ADELA
AI.EJ.
El venderá mi confianza !
Pues toma....
Yo no lo creo !
No lo creéis? aguardad,
y alcanzaréis la verdad.
Por vos mismo.
Eso deseo;
Y si es cierta su traición,
por Dios que le mataré.
¿Os alteráis?
No lo sé;
mas me hierve el corazón!
Si otro buscande un ardid,
os vende infame y cobarde,
de amistad haciendo alarde,
¿que es lo que haríais, decid?
Haciendo una mogiganga,
lo burlara con esmero;
no siempre «el que vá primero
se lleva, amigo, la ganga.»
Yo no! yo quiero encontrarle;
iré de su huella en pos,
le mataré vive Dios.'
Calma; es mejor esperarle.
Alli viene; bien! entrad, (asomándose don Carlos por esa puerta; al salón) si veis su conducta incierta,
como os acomode obrad.
De aquí todo podéis ver;
á vuestro tino lo dejo.
»Ya sabéis que perro viejo
no gruñe antes de morder»
Yo os respondo del amol
de Adela.
¿Me respondéis?
Sí! Es tiempo que os ocultéis;
yo me marcho al comedor, (foro)
E s c e n a 1 3 . a
del brazo de Alejandro, CAltLOS ob
servando.
Dejadme aquí reposar, [sentándose]
El ambiente del salón,
la bulla, la confusión,
son capaces de marean-.
Vuestro deseo es primero; [de pie jun-
cl baile dejo contento to á Adela]
por el gran placer que siento
de ser vuestro compañero.
ADELA Soi« muy galán; (qué importuno!) ALEJ. Ko juzguéis galantería
pasión que en el tilma mía
lie nutrido cual ninguno.
* Que en vano con ella lucho,
porque es mi té, mi creencia,
poique tibsorve mí ecsistencia!
CARLOS (D'KS mío, qué escucho) asomándose ;
ADELA (Ah ! Carlos estaba allí! [Adela lo vi
me conviene darle celos.)
ALEJ. ¿Adela, tantos desvelos
no merecerán un sí?
ADELA ¿Quién os ha dicho queuo?
ALEJ. Será posible! ¿me nmuis?
AOELA Caba'lero, os avanzáis,
que no he dicho tanto yo.
ALEJ. ¿Mas guardaré una esperanza
de tanta felicidad?
¿Podré mas t a r d e . . . . ?
ADELA Esperad;
que la fé todo lo alcanza.
ALEJ. Solo esperad me decis
y estáis mirando mi afán.'
¿Ni una chispa del volcan
en vuestro pecho sentís?
CARLOS Esto ya es mucho sufrir!
ALEJ. Qué! seréis sorda á mi ruego?
ADELA VOS amáis con tanto fuego . . . .
CARLOS Ya era tiempo de salir. (Se presenta.
Esta escena llena de ironía depende absolutamente
del talento del actor.)
ALEJ. Carlos a q u í ! . . . .
ADELA Caba l l e ro . . . .
CARLOS Singular admiración!...
me aburría en el salón,
y la soledad prefiero.
ADELA (Cómo finge!)
ALEJ. Pero es raro
que no te haya percibido.
CARLOS Ibas tan entretenido
(SÍ necesita descaro:)
mas temo ser importuno
ADELA Nunca lo habéis sido, Carlos.
CARLOS Hay asuntos que al tratarlos
no admiten testigo alguno.
ALEJ. (Cielos! si me habrá escuchado !)
ADELA Sois por deroas malicioso
CARLOS No siendo as!, fuera ocioso
buscar un sitio apartado.
ALEJ. 1.a señorita, cansada
del bullicio del salón,
prefirió esta habitación
por tranquila y retirada.
11 .i un minuto hemos venido;
y mientras ella reposa,
claro es que en alguna cosa
nos hemos entretenido
CARLOS Y hablabais?
ALEJ. De los salones,
del buen gusto y la elegancia,
de que es reina sin jactancia.
CARLOS Como vos do los leones.
Mas me pareció al entrar [con malicia que estabais acalorado.
ADELA No estrañeis verlo agitado;
acababa de bailar.
CALOS Ves le disculpáis, señora,
con muchísimo calor;
y ha de salir vencedor
con tan buena protectora.
Por lo demás se comprende
que necesita defensa,
quien no dice lo que piensa, [асенгтгн-do lu frase.
ALEJ . ¡Carlos, tu duda me ofende!
CARLOS Te irritas por poca cosa.
ALEJ . Parece que me acusa ras . . . .
CARLOS En escrúpulos reparas; [con ¿cí
es tu alma muy quisquillosa, precio}
AOELA Pero os habéis alterado,
me parece caballero.
ALEJ. NO me cree Carlos sincero.
CARLOS Alejandro, OS he escuchado.'[СОИ indig-nacioul
J
ADELA LO habéis oido? [con fingida sorpresa] CARLOS E S verdad:
y os admira? ADELA Demasiado;
por que eso no ha autorizodo, don Carlos la sociedad.
ALEJ. E S acción villana, os digo, que en vos, Carlos, me sorprende.
CARLOS E S mas villano quien vende tiaídoramente á un amigo. Villano quien dijo ayer [con indigna-que el amor era quimera; [cío» creciente
quien ;'i fuer de calavera
ultrajaba á la mujer.
Villano quien sin pudor,
con bástanlo atrevimiento.
de mezquino el sentimiento
calificó del amor.
Villano es el que ha robado,
• con rastrera hipocresía
el amor que en mi alma ardía,
y hubo á su honor confiado:
quien marchitó del vivir V
la mas risueña esperanza,
alterando mi bonanza;
nublando mi porvenir I
ALEJ . Me habéis renido á insultar?
CARLOS N O be venido aqui á otra cosa.
ADELA (Cuánto me ama! soy dichosa !
qué injusta he sido en dudar !)
ALEJ. Me daréis satisfacción !
ADELA Mirad que estáis en mi casa....
CARLOS Al instante, porque abrasa
la sangre mi corazón;
vamos pronto.
ADELA 2S"O salgáis !
A va. Dejadnos salir señora ;
porque necesito ahora de su v i d a . . . . [al ir ú salir se inter
pone D. Sisebttto impidiéndoles el paso.
E s c e n a 1 1 .
Los mismos ;j d . s i s e b u t o .
S;~ED . Dónde vais?
CARLOS - Abridnos paso, señor,
que la tardanza me irrita. SISEO. Buscad pronto d doña Rita, [despacio á
Adela]
Un instante por favor. [étCárlos y Alej.
que vuelven con disgusto.
¿Queréis batiros no es cierto?
¿y porqué, porque razón?
¿con dejar ni otro muerto
se logra una pretensión?
Calma amigos, es ocioso,
es torpe el medio elejido;
nada logrará el vencido
y el vencedor se hará odioso. C a b l o s ¿El volcan que siento hervir,
mi rostro no lo retrata?
S :SE3 . «Aquel que acuchillo mata
AI.ÉJ.
STESB.
G a r l o S l S E B .
A cuchillo ha de morís,»
Venid acá: ¿por simplezas,
jugáis una hermosa vida?. .
Do qué sirve escarnecida?
Oídme, malas cabezas :
Conozco bien el orijen.
do esta maldita pendencia,
mas* cesarán con pi udencia,
las ponas que hoy os atujen.
Yo encuentro un modo magnífico
de unir vuestros pareceres;
si me dais plenos poderes,
os mostraré mi específico.
Hablad.
La muchacha es una
y e s sustancia indivisible:
pues partirla no es posible,
tentad ambos la fortuna.
Pasad por lo que ella diga;
le hacéis profesión de fé ;
« y h quien Cristo se la dé
San Pedro se la bendiga. »
Habíais amigo con juicio.
(Yo sé bien que ella me adora)
Qué decís Carlos ahora?
Que yo no doy beneficio.
No seáis impertinente; [al oido\ os juro que lleva chasco;
ya veréis, ya, qué chubasco!
En qué quedamos?
Consiente;
con que, decisión y tino,
y no se os caiga la baba.
No temáis al Iechugino:[ríCa//. al oí «quien mal anda mal acaba.»
E s c e n a 1 5 . Los mismos y d o ñ a r i t a que sale (lesp
vori da siguiendo á a d e l a .
Qué me dices, justo cielo!
¿Es posible loque pasa!
un escándalo en mi casa,
que terminará en un duelo!
f Gracias oh Dios! no han salido.] Caballeros, qué descaro!
¿un duelo aqui, sin reparo,
á mi nombre esclarecido?...
Esponerme al que dirán
de la sociedad?,,,
AIEJ.
SISEB.
CABIOS
S l S E B .
A I.E.T.
Sl>EB.
RITA
ADELA
RITA