ETERNIDAD PASADA A LA ETERNIDAD FUTURA - … · Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da...
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UN ESTUDIO PANORAMICO DEL PLAN DE DIOS:
ETERNIDAD PASADA A LA
ETERNIDAD FUTURA
POR SLAYDEN MACGREGOR, THM
Acordados de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos
porque yo soy Dios y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí,
que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad
lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y
hare todo lo que quiero
Isaías 46: 9 y 10
EN MEMORIA DE PRISCILLA YOUNG,
SUMAMENTE FIEL CREYENTE QUE
PROVEYÓ DE UN MARAVILLOSO Y
GRANDIOSO APOYO EN ESTE PROYECTO.
Traducido al español por Benjamín Cañada Lyon
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CONTENIDO Prefacio…..………………………………………………………………………………… 3
Introducción al Plan de Dios…..……………………………………………………. 5
Un Estudio Panorámico del Plan de Dios…..…………………………………. 8
El Dios Eterno…….………………………………………………………………………… 8
Creación original en una eternidad pasada sin fecha…………………… 8
La Caída de Lucifer……………………………………………………………………… 12
El Juicio de Dios sobre Lucifer y la tierra…….……………………………… 13
Tiempo Comienza. Dios Restaura la Tierra y Crea al Hombre…….... 14
Caída del Hombre, Juicio de Dios Sobre la Humanidad y la Tierra
Y Su Promesa de Redención.………….…………………………………………… 16
El Pueblo Escogido de Dios, Israel-La Vasija de la Redención…….… 17
La Primera Venida de Cristo……..………………………………………………… 20
La oferta del Reino mesiánico prometido a la nación de Israel……. 20
La Cruz………………………………………………………………………………………… 21
La Era de la Iglesia. ……………………………………………………………………… 22
El Rapto - Arrebatamiento de la iglesia de la tierra…………..…………. 23
Tribunal de Cristo..……………………………………………………………………… 23
La Gran Tribulación — Satanás Intenta unir Todas las Naciones
contra de Israel…...……………………………………………………………………… 24
Segunda venida de Cristo y el Reino Milenial..…………………….......... 25
La rebelión final de Satanás y su juicio..………………………………………. 26
El Juicio de Gran Trono Blanco………..…………………………………………… 26
El Tiempo termina — La Eternidad Futura Comienza..………………… 27
Conclusión e Implicaciones..…………………………………………………….…. 29
Epílogo..…………………………………………………………………………………….… 34
Notas Finales………………………………………………………………………………. 35
Acerca del Autor ………………………………………………………………………… 43
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Prefacio La historia del plan maestro de Dios responde a las preguntas más épicas y perplejas de la
vida ¿Cuál es el verdadero significado y valor de la vida misma? ¿Existe una eternidad con
tangibles y certeras consecuencias? ¿Qué pasa cuando nos morimos? ¿Si Dios es el
creador y es bueno, porque hay tanta lucha, dificultad y dolor, tanta maldad? ¿Existe un
verdadero reino espiritual y un diablo con una agenda rebelde y destructiva? ¿La entereza
y verdad absoluta existen? Si es así ¿llegará el día de ajuste de cuentas? Si ambos, un reino
espiritual y una guerra espiritual existen entre el bien y el mal ¿cómo sabremos lo que está
pasando si nos son invisibles estos reinos? ¿Puede acaso tener algún impacto verdadero
mi vida en este mundo tan loco? ¿Podrá en algún momento reinar la paz? ¿Hay alguna
esperanza?
Preguntas sobre la vida, sobre la experiencia humana, y la trágica historia de la humanidad
nos dejan con un profundo despropósito y deseando respuestas sobre nuestro verdadero
significado y propósito. En Juan 10:10 y 11 nos dice: El ladrón no viene sino para hurtar y
matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. En este pasaje nos dice
Jesús, El buen pastor, que ha venido a darnos vida, y vida en abundancia. En el mismo
pasaje nos habla de un enemigo ladrón y homicida que solo viene a robar, matar y
destruirnos…. Un enemigo malvado y perverso y un buen pastor en el mismo pasaje en
referencia al hombre, representado metafóricamente como ovejas atrapadas en el medio
¡Según parece que Satanás nos quiere destruir y Dios quiere salvarnos—guau! ¿Qué nos
hace tan especial? Bueno, fundamentalmente, es debido a quienes somos; nuestro valor
provine de nuestro origen. Venimos de Adán, y somos creados en la imagen y semejanza
de Dios; Adán le fue entregado en herencia la misma tierra para ser sojuzgada y poblada
para la eternidad ¡Eso es un importante legado! Pero Adán se rebeló y el paraíso se perdió
y la muerte entró al jardín del Edén. Sin embargo, el amor, la gracia y la redención fueron
prometidos a todos aquellos que creyeran en el salvador prometido. Mucho tiempo
después hubo otra muerte en Gólgota. ¡Guau, esta historia se torna peligroso! Hay más.
Aquellos que simplemente creyeran en la promesa de un salvador serian nacidos del cielo
y formarían parte de la familia redimida de Dios. A estos hijos, se les prometía que Dios
volvería a enviar a su hijo Cristo como un segundo Adán en el futuro para recuperar el
paraíso que se había perdido. En el presente los hijos de Dios están siendo preparados
para cuando Cristo regrese como el Rey de reyes. El sujetará y juzgará al mundo malvado y
establecerá su reino, otorgando autoridad, dominio y gloria a sus hermanos que lo
siguieron en fiel obediencia.
Imagínate a ti mismo en el futuro como un gobernante global y sirviendo al Rey de reyes
en la era venidera. Imagínate a ti mismo convirtiéndote en una manifestación de la gracia
de Dios como un pecador redimido, y al mismo tiempo ser una herramienta del justo juicio
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de Dios para con las majestades angelicales, condenándoles a un lago de fuego para toda
la eternidad. ¿Tremenda imagen no?
En el libro escrito por C.S. Lewis “El León, La Bruja, Y el Armario”
Cuatro niños pasan a través de un armario a otro mundo, otra realidad. Al paso del tiempo
van aprendiendo y creciendo en conocimiento. El conocimiento da cada vez más poder,
capacidad, y significado a sus vidas, lo cual transforma sus vidas en una épica batalla entre
el bien y el mal. De pronto sus vidas tienen una enorme importancia por quienes son—
“hijos e hijas de Adán”
¡La palabra de Dios (La biblia) es aquella herramienta (armario) por el cual podemos
descubrir nuestro increíble poder y significado como hijos e hijas de Adán y coherederos
con Cristo! La palabra de Dios es la única fuente de información por la cual podemos
adentrarnos a aquel reino espiritual y angelical ocultos al ojo humano y por el cual
podemos ser equipados para vivir una vida de verdaderos guerreros redimidos y
victoriosos en la única y real batalla que importa—La batalla espiritual entre el bien y el
mal. La pregunta clave es: ¿seguiremos nuestros deseos carnales y tras de las mentiras de
este malvado y perverso sistema cósmico mundial? ¿O Creeremos a la verdad y nos
entregaremos a Dios en humilde sumisión y fe? La eternidad lo revelará.
¡Si, verdaderamente hay un Satanás, un buen pastor, y una batalla muy real por nuestras
vidas! A través de un estudio bíblico de la historia del plan de Dios, podremos encontrar
nuestro verdadero valor como hijos redimidos de Dios. Debemos tener nuestra visión
clara. Debemos ser equipados y preparados como guerreros en el campo de batalla en los
pocos años que Dios nos da en el tiempo. Hay demasiado en juego para quedarnos
indiferentes o neutros. En Efesios 5:15-17 escribe Pablo: Mirad, pues, con diligencia como
andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor.
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Introducción al Plan de Dios Dios ha provisto las respuestas a todas las preguntas de la vida, pero puede ser muy difícil
descubrirlos si no se tiene una comprensión clara del panorama o visión completa a gran
escala del plan de Dios. Perspectiva es sumamente importante. Para poder tener una
perspectiva correcta de nuestras vidas en el tiempo, debemos dar un paso atrás y ver lo
que ha ocurrido en el pasado y lo que ocurre en la eternidad. La palabra de Dios nos habla
acerca de estos temas, pero nuestro sistema tradicional y prácticas habituales de la lectura
y estudio teológico de la palabra de Dios en busca de respuestas personales nos deja muy
cortos a poder entender y comprender donde es nuestro lugar y como encajamos en el
Plan Eterno de Dios. Este libro tiene la intención de permitirte ver el Plan de Dios desde
eternidad pasada a eternidad futura y una vista panorámica del Plan de Dios en una
revelación progresiva tal y como lo permite las escrituras (La Biblia).
En cualquier búsqueda, un claro entendimiento comienza y depende de un estudio
exhaustivo y una vista panorámica. Por ejemplo, el médico primero estudia un esquema
global de anatomía y fisiología antes de practicar cirugía en pequeñas terminaciones del
sistema nervioso. En el ejército cada soldado primero completa un entrenamiento básico
antes de especializarse en áreas más técnicas como el de ser tripulación de submarino
nuclear. Por lo tanto, el estudiante de la Biblia debe entender que buenos principios
bíblicos de estudio nos exige que desarrollemos una comprensión panorámica de la
palabra de Dios para poder interpretar pasajes específicos y su teología con más claridad.
Esta visión de conjunto nos da una base con la cual podemos, de manera más precisa,
conectar e interpretar las partes del total de la escritura y por lo tanto el que entendamos
la escritura de forma global, esto pasa a ser una herramienta crucial en su interpretación.
Contexto, es uno de los aspectos más importantes en el estudio de la biblia porque
determina la precisión del interprete en muchos niveles. En la Biblia, cada palabra,
oración, párrafo, capítulo y libro tiene un contexto—Un TRASFONDO. Mientras mejor
entendamos el quién, qué, cuándo, por qué, dónde y el cómo, preguntas del trasfondo,
mejor podremos llegar a una interpretación inteligente de un pasaje individual. El
problema es que el antiguo testamento y el nuevo testamento (La Biblia) se componen de
66 libros escritos en un periodo de 15 siglos, en 3 continentes distintos, en tres idiomas
distintos, por unos 40 autores, sobre una innumerable cantidad de temas. Estos autores
van desde reyes prósperos a profetas encarcelados, desde exitosos hombres de negocios
hasta pobres agricultores. Cientos de circunstancias históricas y culturales diferentes.
Así que ¿Cómo puede el estudiante de la Biblia resumir y comprender una masa tan
grande de información? Esto nos lleva de vuelta al Plan de Dios y una pregunta muy
importante. “¿Hay algún trasfondo que se sostiene detrás de toda la biblia para proveer un
tipo de GPS bíblico?”
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Sí que lo hay, y ese trasfondo es el plan eterno de Dios. Similar a un sistema GPS capaz de
darnos con precisión nuestra ubicación, una comprensión global del plan de Dios nos sirve
como herramienta de navegación, permitiendo al estudiante de la biblia relacionar
cualquier porción de la biblia correctamente al plan eterno de Dios.
En nuestro estudio del Plan de Dios abordaremos temas teológicamente complejos y
profundos como:
▪ La naturaleza eterna y preexistencia del Dios soberano
▪ La creación e historia de los ángeles
▪ El origen de Lucifer, su rebelión como Satanás, y su influencia en el plan de Dios
▪ Creación del hombre, su caída, redención, futuro, y propósito en el plan de Dios
▪ Un reconocimiento a cinco pactos en promesa de Dios que forman la infraestructura
misma de la Biblia
▪ Creación de Israel, su preservación, redención, futuro, y propósito en el plan de Dios
La misión de Cristo de redimir a la humanidad del pecado en su primera venida—y su
misión de redención y restauración geopolítica y reino físico en la tierra en su segunda
venida
▪ El origen de la Iglesia, su influencia, futuro, y propósito en el plan de Dios
Además, abordaremos preguntas científicas comunes relacionadas con diversos orígenes y
tocantes a los siguientes temas:
▪ Edad de la tierra
▪ La secuencia histórica de los dinosauros y la duración de su existencia
▪ La era de hielo
▪ La deriva y separación de los continentes
▪ Evolución
Estos temas científicos junto con algunos temas exegéticos, contextuales y teológicos
serán tratados principalmente en las anotaciones finales para no distraer al lector del
estudio mismo. Las preguntas relacionadas con la ciencia natural serán tratadas bajo el
entendimiento que los descubrimientos científicos no son absoluto, exhaustivo, y sin
error, o inmutable; en cualquiera de las ramas de la ciencia, sus teorías y conclusiones
cambian constantemente en la medida que nueva información es recopilada. Sin embargo,
al contrario de la ciencia natural, la Teología es absoluto y limitado a un cuerpo fijo de la
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verdad—La Biblia. La inmutable palabra de Dios es y “Para siempre permanece en los
cielos” como está escrito en los salmos 119: 89 y es siempre el estándar que define la
verdad. La creación del mundo físico fue traída a la existencia por la pura palabra de Dios
tal como está descrito en Hebreos 11:3 y como tal, el mundo físico se conforma según el
orden natural creado por Dios mismo. A tal extremo que la ciencia, para explicar
fenómenos físicos propone teorías que contradice a la doctrina bíblica y sabemos que
estas teorías son deficientes y erróneas en varios aspectos. En consecuencia, la ciencia
siempre estará detrás, tratando de alcanzar revelación bíblica. No debemos tratar de
interpretar las inmutables escrituras de Dios deductivamente usando conclusiones
científicas, arqueológicos, e históricos mutables que incorporan material de fuentes fuera
de la Biblia.
Otro principio importante para el estudio de la Biblia es que la Biblia tiene que ser
estudiada inductivamente: su significado debe ser derivado de su propio contexto,
comparado con otros pasajes sobre un tema específico. Un texto mal interpretado nunca
soportará la prueba de comparación con el resto de la escritura. Por lo tanto, las Escrituras
serán nuestro guía mientras seguimos la historia del plan de Dios y sus propósitos. Más de
setecientas (700) referencias bíblicas son citadas para asistir en tu estudio personal en el
futuro y darte un siempre creciente conocimiento del plan de Dios. Aunque el autor nunca
pretende proclamar una exposición y conocimiento de los pasajes como libre de error o
absoluto, no obstante, cada pasaje ha sido cuidadosamente incluido con especial atención
a su contexto bíblico, teológico, histórico y gramatical. El lector es aconsejado además del
estudio del plan de Dios, la lectura de la Biblia en su totalidad por lo menos una vez al año
como para así desarrollar un entendimiento más extensivo y panorámico del plan de Dios.
Quizá la lección más valiosa que nos ofrece el trasfondo del plan de Dios es la inmensa
importancia del creyente en ejercer su libre albedrio en fe, y su enorme impacto en el plan
eterno de Dios en el invisible reino angelical. Veremos como la creación, caída, redención y
destino del hombre tienen propósito y sentido perfecto cuando es yuxtapuesta contra un
contexto mayor de la historia de Lucifer en la eternidad pasada. Podremos ver también
como la historia de la humanidad deja resuelto para toda la eternidad la respuesta de Dios
a la rebelión de Satanás que tomó lugar antes de los inicios del tiempo.
Ahora, si haces referencia al cronograma al final del libro, comenzaremos desde el
principio—en realidad antes del principio del mundo como lo conocemos en la actualidad.
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Un Estudio Panorámico del Plan de Dios
El Dios Eterno
Dios existió antes de la creación, el tiempo, y el espacio. Las
Escrituras nos enseñan que
Dios nunca tuvo un principio. Él siempre es, como está escrito
en Salmos 90:2 y Éxodo
3:13-15, Dios le reveló a Moisés que su nombre memorial a
todas las generaciones era Yahveh, o Jehová. Este nombre proviene del verbo hebreo
haya, que significa ser. Así Dios es autonombrado “el Yo Soy” y ello expresa su existencia
como eterna, inmutable y autónoma. La naturaleza eterna de Dios es claramente
expresada en Apocalipsis 1:4,8.
Dios siempre es. Dios siempre fue. Dios siempre será. Las Escrituras nunca intentan
explicar o justificar un principio para Dios.
Así que podemos decir con toda seguridad que, en la eternidad pasada, remontando hasta
donde las Escrituras nos puedan arrojar luz, previo a cualquier tipo de creación, el eterno
YO SOY—Dios padre, Hijo, y Espíritu Santo—existieron en gloria, en perfecta armonía, y
amor. En Juan 1:1y2, leemos, “En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el
verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.” Jesús habló de esta era en la eternidad
que precede la creación cuando Él y Dios padre gozaban de perfecta comunión y gloria. En
Juan 17:5 y 24, en su oración de sumo sacerdocio, Él dice “Ahora pues, padre, glorifícame
tu al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes de que el mundo fuese. Y “Porque
me has amado desde antes de la fundación del mundo.”
Creación original en una eternidad
pasada sin fecha En algún momento en la eternidad pasada, Dios decide crear. Cuando la mayoría estudian
la creación en las Escrituras, automáticamente comienzan con Génisis. Sin embargo, hay
otros pasajes bíblicos de creación que preceden los seis días de Génisis 1. Estos pasajes
dan cuenta tanto de los ámbitos o reinos materiales como los inmateriales. Génisis solo
nos habla del reino material al referirse a la humanidad, y analizaremos ese aspecto de la
creación más adelante. No obstante, dos pasajes de la creación de colosenses 1 y Juan 1
incluyen ambos reinos, el físico y el espiritual. Estos pasajes especialmente revelan la
preeminencia de Jesucristo como el soberano creador.
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. Porque en él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
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invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado
por medio de él y para él. (Colosenses 1:15-16)
En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios. Este era en el
principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho. (Juan 1: 1-3)
Tanto el reino invisible (espiritual) como el reino visible (material) fueron creadas en
sujeción a Cristo el creador para revelar y compartir una gloria eterno con Dios, como está
escrito en Job 38:4-7; Salmos 33:6-9; Juan 1:3; Colosenses 1:15-16; Hebreos 1:2,10 y 11:3.
La mayoría imaginarían que el reino invisible (espiritual) fue creado antes que le reino
material (físico) y existe un pasaje que apoya esa idea. Job 38:7 dice que todos los
miembros del reino invisible angelical estaban presentes y adoraban a Dios en perfecta
armonía en el momento de la creación de la tierra.
¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia.
¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quien extendió sobre el cordel? ¿Sobre qué
están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las
estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios? (Job 38:4-7)
Las "estrellas de la mañana" y los "hijos de Dios" comprenden
el Reino Angelical invisible y espiritual descrito por Pablo
como "tronos, dominios, gobernantes o autoridades" en
Colosenses 1:16 (cf. Job 1:6, 2:1). Estos seres angelicales
existían antes de la creación de la tierra y todos gritaban de
alegría mientras Dios creaba por su palabra lo material desde
la inmaterialidad, como se afirma en Hebreos 11:3. Vemos en
Job 38:7, una foto instantánea de la creación angelical
invisible que existe junto a una perfecta creación terrenal,
toda en completa y amorosa sumisión al creador, una escena también descrita en
Colosenses 1:16b. En Job 38:4-7, encontramos un lenguaje orientado a la construcción que
aumenta y pre fecha el recuento de Génesis 1:3-31. En la historia de Job, Dios construye la
bola terrestre, refiriéndose a su fundamento y sus mediciones arquitectónicas y planos,
mientras que en Génesis 1:2, ya existe una bola terrestre y simplemente se está
describiendo como sin forma, vacía, oscura, y en diluvio. El pasaje de Job se centra en una
tierra perfecta, ya que se convierte en el escenario central del plan y programa de Dios
para toda la eternidad.
Cuánto tiempo existió la creación en este estado de sumisión perfecta, en
bienaventuranza y gloria, es imposible de decir. Lucifer (la estrella de la mañana o "el hijo
de la mañana" según lo mencionado en Isaías 14:12) el más alto del reino espiritual,
angelical, habría existido primero aquí en un estado perfecto de bendición y de autoridad.
La historia de la tierra desde este tiempo hasta la caída de Lucifer podría haber sido muy
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corta, o podría haber existido por millones o incluso miles de millones de años. Ezequiel 28
arroja mucha luz sobre lo que podría haber tenido lugar durante este intervalo de la
eternidad (después de la creación original de la tierra y antes de la creación de la
humanidad en Génesis). Si Ezequiel 28:12-18 es cuidadosamente estudiado, un período de
tiempo significativo es probable que haya pasado antes de la caída de Lucifer, por lo que
Lucifer podría haber funcionado en su posición dada por Dios durante millones de años
antes de su caída. Ezequiel escribió sobre el estado creado de Lucifer antes de rebelarse.
Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado
de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu
vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisolito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo,
esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en
el día de tu creación. Tu querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios,
allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus
caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. (Ezequiel 28:
12b15)
A Lucifer fue dada una posición suprema de responsabilidad y
privilegio que incluye muchas funciones. Él fue creado como "el ungido
querubín que cubre (guarda)", y como tal fue asignado el guardar la
presencia misma de la gloria de Dios en su trono. (Los siguientes
pasajes demuestran la relación del gran querubín con la presencia de
Dios.
Éxodo 25, 37; Números 7:89; 1 Samuel 4:4; Salmo 80:1; Isaías 37:16;
Ezequiel 10; Hebreos 9:5). Evidentemente no había ninguna criatura
más cercana a Dios o que tuviese mayor acceso a Dios como Lucifer. Él fue puesto en el
"santo monte de Dios" una posición que significa Gobierno y autoridad sobre la creación
angelical. Fue en esta montaña sagrada que el Dios Altísimo gobernó como soberano
(Isaías 2:2-3, 11:9; 14:13b;) Daniel 2:35, 4445; Apocalipsis 17:9-11). Lucifer parece haber
funcionado como primer ministro Angelical con autoridad y jurisdicción sobre todo el
Reino Angelical. Como el querubín ungido poseía el más alto rango de autoridad. Estaba
cubierto con la deslumbrante variedad de piedras como las que se encontraban en el
pectoral del efod de lino más tarde asignada al sumo sacerdote de Israel (Éxodo 28:17-20).
En este papel como el sumo sacerdote angelical, Lucifer habría representado a Dios en el
Reino angelical y el Reino Angélico a Dios. Fue el medio elegido que transmitió la
adoración y la gloria de los "santuarios" angelicales (Ezequiel 28:18) al trono de Dios.
Aparentemente Lucifer también fue dotado con capacidad musical inherente, identificado
como "tamboriles y flautas" en Ezequiel 28:13b. Su habilidad para producir música, junto
con la suprema sabiduría y la santidad, lo conformaron en el consumado líder de
adoración angelical. "caminó en medio de las piedras del fuego." Estas piedras de fuego
deben ser entendidas como representando la santidad de Dios (Isaías 6:2, 6; Ezequiel 10).
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El acto de caminar entre estos carbones de fuego acentuaba la santidad perfecta de
Lucifer. Moisés y Josué se quitaban los zapatos cuando se acercaban a Dios. Los serafines
en Isaías 6:2 cubren sus pies con dos alas, posiblemente protegiéndose de la misma
santidad sobre la que Lucifer caminó.
Finalmente, y quizás lo más irónico, Lucifer también se describe como "lleno de sabiduría".
Según el escritor de proverbios, ¡la sabiduría sólo viene con una medida completa de
"humildad y el temor del Señor" (Proverbios 2:7)!
Entonces, Lucifer fue creado por Dios con virtudes sin precedentes de belleza, gloria,
santidad, poder, autoridad, sabiduría, y sí, humildad. Era claramente el cenit del orden
creativo de Dios. En cuanto a los "tronos, dominios, gobernantes y autoridades" angélicos
en Colosenses 1:16, Lucifer fue el más alto de estas majestades del mundo espiritual. Su
recién creado (Job 38:1-7) morada terrenal en el jardín del Edén (Ezequiel 28:13a) fue un
poderoso ejemplo de majestad, honor y dominio que le fue dado sobre el Reino angelical
como Virrey de Dios.
De estos roles, está claro que podría haber dos lugares de Ministerio para Lucifer: uno en
el cielo en el trono de Dios y otro en la tierra entre el Reino Angelical. Podría ser más fácil
imaginar este escenario si nos adelantamos a la eternidad futura a Apocalipsis 21, donde
vemos un paralelismo sorprendente en el cielo nuevo, la tierra nueva y la nueva Jerusalén.
El trono de Dios estará en la nueva Jerusalén, que estará en la proximidad o cerca de la
tierra (Apocalipsis 21:2). El Reino de la humanidad será gobernado por los reyes que traerá
la gloria de las Naciones terrenales a la presencia de Dios en la ciudad Santa (revelaciones
21:24-26). Esos reyes funcionarán como trasmisores sacerdotales de gloria y alabanza
hacia Dios en la nueva Jerusalén. Al mismo tiempo, también funcionarán como receptores
de autoridad y bendición que vienen de Dios y llevado a las naciones terrenal. Apocalipsis
21 parece ser una imagen de espejo de la eternidad pasada con la eternidad futura,
cuando las esferas celestiales y terrenales fueron ocupada por el Reino Angelical. Lucifer,
como intermediario primario entre ambos, transmitió la autoridad de Dios, Majestad, y
dominio al Reino Angélico y como el canal de gloria angelical, alabanza y adoración al
trono de Dios. Podemos ver cómo el trono celestial de Dios y la creación terrenal bien
podrían haber estado en estrecha proximidad, como serán en el futuro de la eternidad,
tiene sentido que el "jardín del Edén", junto con los reyes angélicos y los santuarios
descritos por Ezequiel, estaba en la tierra original cuya historia de la creación fue escrita
en Juan 1:3; Colosenses 1:15-16; y Hebreos 11:3 y descrito en Job 38:1-7. La creación de
Dios en la eternidad pasada fue una espectacular finca angelical que libremente converjo
tanto los reinos materiales como espiritual en perfecta armonía, posiblemente por
millones de años.
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La Caída de Lucifer Estando en la presencia de Dios y reflejando su gloriosa luz a
través de las piedras de su deslumbrante vestimenta, Lucifer
era exactamente lo que su nombre en Isaías 14:12 indica “el
brillante y reluciente" (Hebreo Helel). Lucifer mostró la luz y
el brillo sin precedentes que provenía de la gloria de Dios.
Ezequiel 28:15b-17 declara que la fuente de la rebelión de
Lucifer fue su orgullo, derivado de este esplendor y belleza que poseía.
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste criado, hasta que se halló en ti
maldad. A causa de la multitud de tu contratación fuiste lleno de iniquidad, y pecaste: por
lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín
protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a
causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que
miren en ti. Con la multitud de tus maldades, y con la iniquidad de tu contratación
ensuciaste tu santuario: yo pues saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te
puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. (Ezequiel 28:15-18)
La arrogancia de Lucifer le hizo olvidar que él era meramente un reflejo del esplendor de
Dios (v. 17). Es concebible que algunos de los reinos angélicos comenzaron a maravillarse
de la gloria de Lucifer. Tal vez Lucifer no era cuidadoso para transmitir humildemente esa
gloria a Dios. Tal vez comenzó a disfrutar de elogios y se permitió transmutar la adoración,
y su lujuria por el poder y gloria creció. Tal vez comenzó a requerir la obediencia de los
ángeles. La autoridad dada por Dios a Lucifer se le subió a la cabeza (1 Timoteo 3:6), y la
primera división de la eternidad comenzó en un santuario (v. 18), el Reino Angélico se
polarizó, un lado Santo y un lado rebelde. Dios permitió el reinado libre para que el
engaño se apoderara, revelando qué ángeles se resistirían o seguirían. Lucifer habría
necesitado tiempo considerable para influir en el gran número de los ángeles caídos para
dar la espalda a Dios cuando montó su rebelión a través de la " multitud de tus maldades"
y la " iniquidad de tus contrataciones.”
Siguiendo este guión angelical en la eternidad pasada, podemos ver cómo tendría tanto el
tiempo como la oportunidad de robar la lealtad de un tercio (Revelación 12:4) del reino
angelical en su búsqueda de gloria, poder y adoración. El abuso de autoridad y lujuria en
beneficio personal que abasteció de combustible la rebelión de Lucifer en la eternidad
pasada es exactamente las motivaciones que han abastecido de combustible cada abuso
de autoridad en la tierra en todas partes de la historia sucia de la humanidad. Como los
pecados de las contrataciones de Lucifer comenzaron a multiplicarse (Vv. 16, 18) y su
espíritu rebelde comenzó a infectar al reino angelical, Dios pronunció el juicio,
destruyendo y lanzando a Lucifer a la tierra y lejos de Su presencia, trono y monte santo
(Ezequiel 28:16b-17; Isaías 14:12).
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El Juicio de Dios sobre Lucifer y la tierra El padre había visto suficiente. Finalmente, cuando Lucifer volvió al trono de Dios una
última vez para fingir la adoración, Dios le puso fin. Lucifer fue echado del trono de Dios a
la tierra en total humillación ante las majestades angélicas (Ezequiel 28:18; Isaías 14:12)
Dios juzgó el dominio terrenal de Lucifer al enviarlo literalmente
a la oscuridad, el caos y el diluvio, las condiciones descritas en
Génesis 1:2 y Jeremías 4:23-28. El tiempo que la tierra existió en
esta condición FORMAL juzgada es imposible de decir, tal vez
eones. Dios condenó a Lucifer, quitándole su gloria, honor y
autoridad, pero su espíritu rebelde no se detuvo cuando Dios lo
echó de su trono. Isaías 14:13-14 registra la respuesta de Lucifer
a este juicio, una respuesta conocida como sus cinco palabras. En
esas declaraciones, Lucifer expresa la intención de su corazón de
"ascender al cielo", para "levantar su trono por encima de las estrellas de Dios". Sentarse
en el monte de la asamblea en los recovecos del norte, "ascender sobre las alturas de las
nubes" y "asemejarse al Altísimo" (Isaías 14: 1314). Es esencia nótese que Dios ya le había
confiado a Lucifer todo menos la quinta de estas aspiraciones arrogantes en su anterior
estado no caído (véase Ezequiel 28: 12-15). En el quinto lo haré, Lucifer usa el título Elyon,
"Dios Altísimo", revelando su ambición de ser como el Dios soberano, que posee o
gobierna sobre toda la creación; Lucifer buscaba todo el dominio, poder, gloria y honor
que era de Dios. El Altísimo es un epíteto
constantemente reservado solo para Dios, el Ser Supremo que "posee o posee" toda su
creación, invisible y visible" (Génesis 14: 18-22; Deuteronomio 32: 7-8; Palm 97: 9; Daniel 4
: 17, 25, 32, 34 y 5.21 Marcos 5: 7: Lucas 1.32 Lucifer podría haber usado cualquiera de los
numerosos nombres para Dios, pero eligió este título debido a su deseo codicioso de la
propia soberanía y gloria de Dios debido a la arrogancia de Lucifer, estaba cegado a su
propio estado subordinado como criatura y olvidó que solo el creador soberano posee
toda la gloria, el honor y el dominio de la creación. Dios pudo haber ejecutado la sentencia
completa de su juicio (Isaías 14:15) y lanzar a Lucifer y sus ángeles al lago de fuego eterno
(Mateo 25:41). Donald Gray Barnhouse escribe: "No había falta de poder u oportunidad.
Pero si Dios hubiera acabado con el primer enemigo, nunca podría haber creado otro ser
como Lucifer con la libertad de elección, ya que habría siempre la posibilidad de otra
rebelión y la necesidad de otra represión, la historia del cielo habría estado salpicada de
una serie de desastres. En lugar de eso, Dios pronunció juicio sobre Lucifer (en adelante
llamándole Satanás o el diablo y sus huestes angélicas mientras les permitía existir en
rebelión abierta. Era como si Dios le estuviera permitiendo a Satanás la oportunidad de
cumplir sus cinco declaraciones de intención. Dios ideó un plan para demostrar que Su
juicio sobre Satanás era perfectamente justo, y que ponía fin a todas las rebeliones futuras
antes de que comenzaran. Usaría una criatura inferior para demostrar Su justicia. Dios
luego lanzó Su plan para la humanidad, y el mundo que ahora conocemos comenzó.
pág. 14
Tiempo Comienza Dios Restaura la Tierra
y Crea al Hombre Como se observó, el relato de la creación de Génesis se refiere a la
humanidad y no contiene ninguna mención de la creación del
reino invisible, espiritual. La única indicación de la existencia de un
Reino Angélico invisible es la presencia de la serpiente en el jardín
(3:1) y la presencia de los querubines enviados para vigilar el
camino hacia el jardín después de la caída (3:24). Sin embargo, el
mal existió obviamente antes de Adán y Eva, porque había un
árbol del conocimiento del bien y del mal en el jardín. 13 para cuando el hombre fue
creado, una rebelión satánica estaba en pleno apogeo, con el hombre entrando como un
pariente tarde.
Génesis comienza con Dios restaurando el dominio terrenal juzgado
y destrozado. Dios estableció una nueva criatura, hombre, en una
teocracia en miniatura en el jardín del Edén (Génesis 1:3 – 31). La
tierra fue restaurada perfectamente con los recién creados — no
evolved14 — seres humanos en seis días literales, veinticuatro
horas (Éxodo 20:9 – 11). En su nueva creación, Dios apartó al
hombre del reino animal al crearlo a su propia imagen y dar a los humanos el privilegio
especial de comunión y obediencia a él. El reino animal recibió instintos. El hombre recibió
libre albedrío con responsabilidad personal a su creador. Al hombre y a la mujer se les dio
la prueba de la libertad: obediencia o desobediencia a la palabra de Dios. A Adán también
se le dio autoridad como el recién nombrado Virrey sobre la creación terrenal de Dios
(Génesis 1:27 – 30). Lucifer fue desplazado por esta criatura inmensamente inferior, Adán
(Salmo 8:4 – 5;) Hebreos 2:7 – 8). Esta nueva criatura, que estaba hecha de tierra, atada a
la superficie de la tierra por la gravedad, y atada por el tiempo y el espacio, fue bendecida
con la propia "imagen y semejanza" de Dios. La residencia de Adán estaba en el recién
restaurado "jardín de Dios" (Génesis 2:7 – 17;) Salmo 8:3 – 8) — el lugar y posición que
una vez ocupó el poderoso Lucifer (Ezequiel 28:13 – 15A). Las palabras serían inadecuadas
para describir el desdén, la ofensa y la humillación que Satanás debió sentir al observar a
esta criatura inferior ejerciendo autoridad sobre su dominio anterior. Hasta este punto, el
campo de batalla estaba en el Reino Angélico. Entonces un tercero, aparentemente
limitado por la falta de un conocimiento empírico de la existencia del Reino del espíritu,
entró en una guerra espiritual. Recuerden, Satanás ya había entrado en su desafío de
reinar en el universo de Dios, buscando toda Majestad, gloria, poder y dominio por sí
mismo (Isaías 14:13 – 14). Dios eligió enfrentar ese desafío a través de la debilidad de una
nueva creación, hecha a semejanza de Dios — hombre. ¿la regla de compromiso? Dios y
pág. 15
Satanás no superpondrían sus voluntades al hombre. La libertad de elección se permitiría
para su nueva creación de la humanidad, así como esa libertad fue permitida en la
eternidad pasada entre los Ángeles. ¿el campo de batalla? Alma invisible del hombre. ¿y
cuál fue el principal problema en el conflicto furioso? ¿someterá el hombre su voluntad a
Dios o a Satanás? ¿actuarían los humanos sobre la verdad o la mentira? ¿Quién
verdaderamente merece tener dominio – para ser el altísimo? Estas preguntas hacen eco
en Génesis 2:17, 4:7; Job
1:8, 2:3; Habacuc 2:4; Efesios 6:10 – 12; Santiago 4:6 – 8; 1 Pedro 5:8 – 9; y Apocalipsis
22:12. Hombre, un agente moral libre, medido en la historia del espacio-tiempo, se
convertiría en la evidencia que exigía un veredicto eterno del juicio soberano de Dios
sobre Lucifer y su anfitrión caído. Antes de que Dios proveyera a la mujer, Adán gobernó y
ejerció autoridad sobre su dominio nombrando el reino animal (Génesis 2:18 – 20). Cuánto
tiempo siguió este proyecto taxonómico, nadie lo sabe – quizás meses o años. 15 pero el
ímpetu que Adán desarrolló en su obediencia y compañerismo con el Señor estaba a punto
de ser probado. Bajo la cubierta de la serpiente, Satanás
buscó la mejor oportunidad para incitar a Adán a rebelarse
contra su creador, Dios. Satanás trabajó a través de la
contraparte de Adán, la mujer, para establecer su propia
voluntad y autoridad en la nueva teocracia terrenal de Dios
(Génesis 3:1 – 6). Para Adán, el pecado habría sido rebelión
contra Dios; el pecado también colocaría a Adán bajo el
dominio de Satanás, creando así para Satanás un playa de autoridad en la tierra otra vez.
Mientras que la serpiente mintió a Eva, Adán podría haber intervenido e impedido el
engaño y la rebelión satánicos de ocurrir porque él había ejercitado ya su autoridad Dios-
dada sobre la serpiente en nombrarlo. En lugar de eso, Adán observó pasivamente como la
serpiente engañó a Eva. La serpiente estaba buscando autoridad, y Adán se lo dio. Adán y
la mujer tomaron la fruta y la comieron de su propio libre albedrío. Adán conocía tanto el
mandamiento como la consecuencia de la desobediencia (Génesis 2:17), y su decisión
sumió a la raza humana en pecado (Romanos 5:12). Adán fue considerado personalmente
responsable por el pecado, y él y su esposa fueron juzgados inmediatamente con la
muerte espiritual y finalmente con la muerte física (Génesis 3:17 – 19;) Romanos 5:12,
6:23A). La semilla del pecado sería pasada (implantada) indirectamente a través de Adán
en cada uno de sus descendientes. La humanidad en adelante nacería físicamente viva,
pero espiritualmente muerta (Romanos 3:23;) (Efesios 2:1) y esclavo del príncipe de las
tinieblas (Colosenses 1:13).
pág. 16
Caída del hombre, el juicio de
Dios sobre la humanidad y la
tierra, y su promesa de
redención Como Satanás, el hombre perdió su privilegio de gobernar el ambiente perfecto de Dios.
En un claro paralelismo con la caída y el juicio de Lucifer, Adán perdió su lugar en el Edén y
su autoridad en la teocracia dada por Dios (Génesis 3:23 – 24). La humanidad (Génesis
2:17, 3:19), junto con su dominio terrenal, fue juzgada y maldecida con enfermedad,
pestilencia, dolor y muerte (Génesis 3:17 – 18; Romanos 8:20 – 22). Sin embargo, en el
juicio de Dios sobre el hombre por su pecado, Él incluyó la disposición maravillosa de un
Salvador, que fue prometido y vendría a través de la "simiente de la mujer" (Génesis 3:15).
Nacido de una mujer, Él "aplastaría la cabeza de la serpiente" y resolvería el problema del
pecado pagando su consecuencia, la muerte por el pecado. La promesa incluía una manera
de satisfacer la ira judicial de Dios que tuvo que ser derramada sobre el hombre pecador
(Romanos 6:23a). El juicio de Dios sería soportado por un sustituto del pecado, "el cordero
de Dios" (Isaías 53:4 – 10; Juan 1:12; 1 Juan 2:2; Apocalipsis 13:8). En el plan sabio,
misericordioso y amoroso de Dios, Él enviaría a su único Hijo, nacido de una mujer y a
semejanza del hombre, para pagar la pena por el pecado del hombre (Juan 3:16). Con una
ironía fantástica, la solución de Dios al problema del pecado y su maldición de la muerte
vendría a través de la mujer, la misma vasija usada para el engaño. Con la misma ironía, el
juicio real del pecado sería llevado por su "simiente" — un hombre (el segundo Adán) que
sería identificado con todos los pecados de la raza de Adán. Esta semilla prometida, Cristo
Jesús, moriría y su cruz se convertiría en salvación eterna para la humanidad y
condenación eterna para el diablo (Salmo 8:2). Satanás, pensando que había ganado una
victoria estratégica en su búsqueda de dominio en la tierra, fue puesto en jaque. El tiempo
se convertiría en un concurso. El enemigo de la humanidad buscaría siempre remover al
Salvador — el que prometió aplastar la cabeza de la serpiente. Nuestro estudio
demostrará que este Salvador prometido también será el Rey prometido, reinando como
el segundo Adán y el heredero legítimo del dominio que Dios quitó de Lucifer en la
eternidad pasada, y legó a Adán en el cumplimiento del tiempo (Salmos 2, 8). La promesa
de la semilla venida que Dios hizo a Adán y Eva se convirtió en el sello duradero de la
salvación para todos los que simplemente creerían (Génesis 3:15; Gálatas 3:8, 16, 22;
Hebreos 9:26; Isaías 59:1 – 21). No importa qué época en el tiempo, antes, durante o
después de la primera o segunda venida de Cristo, la salvación eterna siempre ha sido
concedida y siempre será otorgada por la fe sola en la semilla prometida, «Jesucristo». El
hombre, nacido espiritualmente muerto como descendiente de Adán, podría ahora
renacer y recibir vida espiritual a través de la fe en el sustituto del pecado, la simiente
pág. 17
prometida, el segundo Adán. A la caída de Adán y Eva, Dios ha prometido un Salvador. De
Adán a Abraham, más de 2000 años, Génesis 3:15 – 12:1 traza el linaje de esta semilla.
Esta época tumultuosa que incluye el diluvio mundial y la dispersión de las Naciones en la
torre de Babel, demuestra los intentos subversivos de Satanás de ganar el dominio
mundial. Estos dos juicios a nivel mundial salvarían a la humanidad del dominio de
Satanás, y al mismo tiempo preservarían la semilla de la mujer. A medida que las Naciones
proliferan, nos conducen a una familia de la línea de SEM en Ur de los caldeos, donde se
desarrolla el plan de Dios para su nación escogida. Las siguientes promesas del Pacto
revelan el plan de Dios para salvar al mundo a través de su pueblo elegido, Israel.
El Pueblo escogido de Dios, Israel La
vasija de redención En Génesis 12, Dios hizo un pacto incondicional a Abram,
garantizando que se convertiría en el padre de una gran
nación, a través de la cual el mundo entero sería bendecido. A
través de esta gran nación y a través de su simiente, Abram se
convertiría en el padre de muchas naciones (Génesis 12:1 – 3,
15:1 – 21, 17:1 – 8; Gálatas 3:7 – 16). Los descendientes de
Abraham estarían permanentemente situados en Canaán, la
tierra prometida. La semilla prometida a Abraham hablaba tanto de la persona de
Jesucristo como de la nación Israel. El resto de Génesis documenta cómo Dios nació,
convirtió, preservó y preparó a Israel para convertirse en el buque que entregó al Mesías y
su maravillosa redención a la humanidad (Génesis 18 – 50). El Antiguo Testamento es la
historia de Israel que revela cómo Dios guió providencialmente a su pueblo elegido para
prepararse para la venida del Mesías. La historia de Israel, pasado, presente y futura;
puede ser seguida simplemente entendiendo las promesas de Dios a su pueblo elegido.
Siguiendo el Pacto de Abraham en Génesis, Dios hizo tres promesas más, importantes para
Israel: el mosaico, Davídico, y el nuevo pacto.
pág. 18
El Pacto Mosaico sirvió para preservar a Israel como pueblo y
apartarlos de todas las demás naciones (Éxodo 20:1 – 17).
Proveyó adoración para un Dios Santo por un pueblo pecador,
estableciendo claramente la necesidad de un Salvador del pecado
(Éxodo 20 – 40; Levítico 1-27; Gálatas 3:19-24). La ley mosaica
también estableció a Israel en la tierra prometida de Canaán,
proveyendo la bendición de Dios para la obediencia y la disciplina
para la desobediencia (Levítico 26; Deuteronomio 28 – 30). Los judíos eran el pueblo
elegido de Dios. Su relación especial con Él prometió bendición, pero requiría obediencia.
Cuando Israel se rebelaría, Dios enviaría profetas que los llamaran de vuelta a las leyes de
Moisés en arrepentimiento. La nación fue continuamente advertida de la ira que
acompañaría su pecado. A veces la nación respondía en arrepentimiento y fue restaurada
a compañerismo y bendición; sin embargo, más frecuentemente la nación persistió en la
desobediencia y fue disciplinada y juzgada. Este ciclo de bendición para la obediencia a la
ley de Dios y la maldición por desobediencia caracteriza toda la tumultuosa historia de
Israel desde el Sinaí hasta la segunda venida de Cristo.
El Pacto davídico declaró que uno de los descendientes de David
sería Rey para siempre (2 Samuel 7:12 – 17;) Salmos 89:33 – 34;
Jeremías 33:15 – 17). Este Rey, viniendo de la tribu de Judá,
reinaría eternamente de Jerusalén sobre el Reino de Israel. A
través del Pacto davídico, la semilla de la mujer prometida a
Adán y Eva, a Abraham, Isaac y Jacob fue conocida como la
simiente o hijo de David. Su venida marcaría la edad dorada del
Reino del Mesías. ¡El hijo de David finalmente se convertiría en
el Rey del mundo!
Finalmente, el nuevo pacto prometía varias cosas que el antiguo
Convenio Mosaico no podía proporcionar: el perdón de los
pecados, la morada del Espíritu Santo, un nuevo corazón, una
herencia completa y eterna posesión de toda la tierra prometida
a Abraham, y el advenimiento personal de la El Mesías/Rey
davídico para reinar eternamente de Jerusalén (Jeremías 30 – 33;
Ezequiel 36 – 37). En efecto, todas las promesas anteriores del
Pacto serían completamente satisfechas en este nuevo pacto a un Israel creyente en el
Reino mesiánico de Cristo. La obra de Jesucristo en la Cruz inauguraría el nuevo pacto con
el Espíritu Santo residente, el perdón de los pecados y un nuevo corazón. Sin embargo, las
promesas restantes de una herencia eterna de la tierra prometida y la presencia del rey
David que reinaba del Monte Sión no se cumplirían hasta la segunda venida de Cristo. Así,
durante la época de la iglesia, cuando conmemoramos el nuevo pacto durante la
comunión, miramos hacia atrás a la Cruz y nos remitimos a su regreso; "proclamamos la
muerte del Señor... hasta que él venga" (1 Corintios 11:26). En este punto de nuestro
pág. 19
estudio, es imperativo que entendamos un aspecto sobresaliente de la historia de Israel.
Porque Dios hizo todas estas maravillosas promesas a Israel, la historia entera de la
nación, de Abraham hasta la segunda venida de Cristo, ha sido y será marcada con
antagonismo por un sistema mundial controlado por Satanás. Era como si, a través de
estos pactos, Dios estaba desafiando el Quinto «lo haré» de Satanás, su plan dominará
todo el orden creado, comprometiéndose a hacer lo mismo... pero a través de la nación
Israel. También es importante notar que los cuatro convenios anteriores dependen de la
existencia y permanencia de la simiente de Abraham (Jeremías 31:35 – 36, 33:19 – 26). Así,
si Satanás pudiera extinguir al pueblo judío, podría detener el plan de Dios y evitar que
Dios cumpliera sus promesas a su pueblo elegido, Israel. Debido a estos cuatro pactos,
Israel se convirtió en el blanco del enemigo de Dios, que tenía como objetivo destruir la
manzana de sus ojos (Zacarías 2:8) — la vasija de redención y la futura dinastía gobernante
del mundo. Podemos empezar a imaginar el largo sufrimiento de Dios como Él anticipa el
juicio final de Satanás. Al mismo tiempo, podemos comenzar a comprender la urgencia de
Satanás mientras enfoca su antagonismo hacia lo que él puede pensar que es el talón de
Aquiles de Dios. Israel, ahora central en este conflicto, sufre más antagonismos mundiales
y continuos que cualquier nación en la historia de la humanidad. Debido a esta adversidad
en curso, Dios reitera constantemente sus promesas de Pacto a su pueblo elegido a través
del Antiguo Testamento. Estas promesas son la única esperanza inmutable de Israel en una
historia marcada por juicios inimaginables y una implacable oposición satánica. 16 los
siguientes passages17 demuestran que Israel está destinado por Dios a ser un pueblo
redimido que reina supremamente como una nación en la tierra desde Palestina en una
edad dorada bajo su
Mesías/Rey en cumplimiento de los pactos mencionados. Salmo 2; 72; 78:68 – 72; 89; 110;
132:11 – 18
Isaías 2:2 – 5; 4:1 – 6; 9:6 – 7; 11:1 – 16; 16:4B – 5; 19:16 – 25; 24:20 – 23; 25; 26; 27:6, 12
– 13; 30:23 – 26; 32:1-5, 16-18; 33:17 – 24; 35:1 – 10; 40:1 – 11; 43:1 – 21; 51:1 – 16; 54:1
– 10; 55:1 – 5; 59:16 – 21; 60; 61; 66:7 – 21
Jeremías 3:15 – 18; 12:14 – 16; 23:1 – 8; 24:4 – 7; 30:1 – 24; 31; 32; 33; 34:22 – 31; 50:4 –
7, 19
Ezequiel 11:17 – 21; 20:33 – 44; 28:24 – 26; 34:11 – 31; 36:7 – 38; 37:1 – 14, 21 – 28; 39:25
– 29; 40 – 48
Daniel 7:13 – 14, 27; Oseas 1:10 – 11; 2:14 – 24; 3:4 – 5; 6:2; 11:8 – 9; Joel 2:18 – 32; 3:1;
18 – 20; Amós 9:11 – 15; Miqueas 4:1 – 8; 5:2 – 5; 7:14 – 20
Habacuc 2:14; Sofonías 2:6 – 7; 3:10 – 20; Zacarías 8:1 – 8, 13, 20 – 23; 9:10 – 17; 10:1 –
12; 12:8 – 10; 14:8 – 21
Malaquías 4:1 – 3 en cumplimiento de estas promesas a través de la primera y la segunda
venida de Cristo, Dios redimirá a todos (creyendo) a Israel, a la humanidad y a la tierra
pág. 20
misma. La tierra de la maldición heredada debido a el pecado de Adán será levantada; la
tierra será devuelta (redimida) a su estado original Edén, donde todo está en perfecta
sumisión a, y en posesión del hijo de Dios, el segundo Adán — Jesucristo (Salmo 2:8; 8;)
Romanos 8:18 – 25; 1 Corintios 15:24 – 25; Colosenses 1:16; Hebreos 2:8). Entender los
componentes esenciales de los pactos antedichos es comprender la infraestructura misma
del plan de Dios y la historia de Israel a través del Antiguo Testamento, llevando al nuevo
testamento.
La Primera venida de Cristo En el momento perfecto de Dios, el Padre envió a su Hijo, Jesucristo;
la simiente
prometida, el Mesías, para entrar en el dominio terrenal de Satanás
como hombre (Mateo 3:1 – 4; Juan 3:16; Gálatas 4:4). Para el
tiempo del nacimiento de Cristo, Satanás había obtenido dominio
sobre toda la tierra, poseyendo todos los reinos y toda su gloria (Job
1:7; Mateo 4:8 – 9; Lucas 4:5 – 6; 1 Juan 5:19). Al comienzo del
Ministerio de Jesús, en un audaz intento de derrocar el plan de Dios (Salmo 2:6 – 9),
Satanás ofreció el dominio de todas las Naciones y su gloria a Jesús, con la condición que Él
sometería a la autoridad del diablo en la adoración (Mateo 4:8 – 9; Lucas 4:5 – 7). Y él lo
guió y le mostró todos los reinos del mundo en un momento de tiempo. Y el diablo le dijo:
“A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a
quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.” (Lucas 4:5 – 7) Era
como si el diablo le dijera a Jesús, "mira, has venido a reinar como rey de Reyes, y todo
puede ser tuyo: el Reino, el poder, la gloria... sin muerte, sin dolor, sin Cruz." "todo puede
ser tuyo si te sometes a mí como el Altísimo". Esta oferta era legítima, porque el primer
Adán había entregado su autoridad Dios, dada al diablo detrás en el jardín. El diablo había
ganado la sumisión de todos los reinos de la tierra (1 Juan 5:19). Al ganar la presentación
del hombre de Dios en la adoración, él obtendría la misma soberanía de Dios que él había
codiciado en la quinta voluntad de Isaías 14:14. Jesucristo se resistía a la tentación.
Rechazando la oferta, Él mantuvo la sumisión perfecta al plan del Padre (Mateo 4:10;
26:42). El segundo Adán, tentado en todas las cosas, permaneció sin pecado.
La oferta del Reino mesiánico prometido a la
nación de Israel
El ministerio de Jesús durante su primer advenimiento fue estrictamente a los judíos, por
el cual ofreció el Reino mesiánico prometido a la nación Israel (Mateo 10:5 – 7). Juan el
Bautista, Jesús y los doce discípulos (todos) llamaron a la nación para que se arrepienta y
se estableciese el Reino del Mesías (Mateo 3:2 – 3; 4:17; Marcos 1:1 – 4; Lucas 3:1 – 18).
Mientras la edad dorada del reino terrenal del Mesías fue prometida repetidamente por
pág. 21
los profetas, la única condición para que el Reino viniera era un arrepentimiento mayor y
nacional (Jeremías 29:11 – 14; Oseas 6:1 – 3; Joel 1:13 – 15; Sofonías 2:1 – 3, 3:1 – 20;
Zacarías 12:10 – 13:9; Malaquías 3:1 – 7). Imaginar el tipo de arrepentimiento que debía
tener lugar para que viniera el Reino del Mesías, es pensar en lo que sucedió en Nínive
cuando Jonás predicó. En Nínive, el arrepentimiento comenzó con los gobernantes y llegó
a todos los hogares (Jonás 3:5 – 9). El mensaje predicado durante el Ministerio de Cristo
prometió la liberación geopolítica para la nación sobre el arrepentimiento o la destrucción
a la nación si no había arrepentimiento. Mientras que muchos creyeron el mensaje,
formando un remanente (que más tarde se convirtió en la iglesia), no fue suficiente para
que el Hijo de David instalara su reino. La nación entera tendría que recibirlo
humildemente como su Mesías y rey para la edad de oro del reino para venir. Una y otra
vez, Jesús probó que Él era el Mesías a través de sus enseñanzas y milagros. Sin embargo,
la nación, encabezada por sus líderes religiosos, persistió en una rebelión de cuello rígido.
Cuando se hizo evidente que el liderazgo de la nación estaba rechazando a Jesús como el
Mesías en una transición crítica en su Ministerio, Jesús prometió sólo un milagro más
atestiguado — la resurrección (Mateo 12:38 – 41; Lucas 11:29). Jesús enseñó a sus
discípulos en privado que los líderes finalmente lo rechazarían por haberlo crucificado y
que resucitaría de entre los muertos tres días más tarde (Lucas 9:22). Finalmente, al igual
que Jesús predijo, ante la incitación de los líderes, los judíos lloraban por la crucifixión de
Jesús (Mateo 27; Marca 15; Lucas 23; Juan 18). Israel había rechazado al rey (hechos 2:23,
3:14 – 15, 7:52). El Reino prometido para Israel sería aplazado. Israel entraría todavía en
un ciclo más de la disciplina de Dios (Mateo 23:29 – 39).
La Cruz En la muerte de Cristo Dios cumplió su antigua promesa de
redención, la semilla de la mujer "aplastaría la cabeza de la
serpiente" (Génesis 3:15b). En la Cruz, el Hijo de Dios recibió todo el
juicio justo por cada pecado jamás cometido en el tiempo — pasado,
presente y futuro (Isaías 53:4 – 10; Juan 1:29; 1 Juan 2:2). El pecado
fue juzgado y perdió su poder de muerte a través de la expiación
sustitutiva de Jesucristo. A través de su resurrección, Dios demostró
que su carácter justo estaba satisfecho para siempre (1 Corintios 15:54 – 57;) Efesios 2:19
– 23). En la Cruz, se inauguró el nuevo pacto; el cordero de Dios había "quitado el pecado
del mundo" (Juan 1:29). El trabajo de la semilla de la mujer fue terminado (Juan 19:30); la
cabeza de la serpiente fue aplastada; todos los hombres que simplemente creen en el
Mesías y su obra terminada recibirán la salvación eterna. Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo
sea salvo por él. (Juan 3:16 – 17)
pág. 22
La era de la iglesia Tristemente, después de la resurrección de Cristo y la ascensión al
cielo, Israel continuó rechazando al Mesías en la rebelión de cuello
rígido (Hechos 4:1 – 3, 18; 5:17 – 18, 33, 34, 40; 7:1 – 60). El libro de
Hechos no sólo documenta el continuo rechazo de Israel, sino
también la pronta recepción del evangelio por los gentiles (hechos
28:26 – 28;) Romanos 9 – 11). Se establece la iglesia (Efesios 2:11-
22). Por medio del Espíritu Santo residente, Dios viviría dentro de
cada individuo que expresara su fe en Cristo. Esta nueva creación,
unificando judíos y gentiles, es llamada la iglesia, Ekklesia en griego,
una Asamblea llamada a salir fuera. La iglesia es el cuerpo mismo de Jesucristo en la tierra
que es llamado fuera del Reino de Satanás, el mundo. La edad de la iglesia es descrita por
Pablo como una edad "misteriosa" ... lo que significa que no fue revelada en el Antiguo
Testamento, sino que fue revelada más tarde a través de los apóstoles (Efesios 3:1 – 12).
La iglesia, formidable e imparable, es la nueva agencia redentora de Dios en el mundo. A lo
largo de la era de la iglesia, el Evangelio de Jesucristo se extiende a cada nación en la
tierra, y los intentos más virulentos de Satanás de detenerlo fracasan (Mateo 16:18). Es
importante notar que la iglesia no ha sustituido a Israel. La nación de Israel está en un
estado de disciplina, y la iglesia ha sido injertada (graciosamente incluida) en las promesas
del nuevo pacto
(Romanos 9 – 11; 1 Corintios 11:23 – 26; Efesios 2:11 – 18). Durante el Ministerio de Jesús,
Él llamó a Israel al arrepentimiento para que el Reino viniera; el mensaje podría ser
técnicamente llamado el evangelio del Reino. Sin embargo, durante la edad de la iglesia, el
mensaje predicado está llamando a judíos y gentiles a la fe en Cristo para la salvación
eterna; el mensaje podría ser técnicamente llamado el Evangelio de la gracia. Por la fe en
Jesucristo, el creyente de la era de la iglesia, ya sea judío o gentil, recibe el perdón de los
pecados, un nuevo corazón y el don del Espíritu Santo a través del prometido nuevo pacto
(Romanos 1:16, 10:1 – 13; 1 Corintios 1:18 – 21). Durante la era de la iglesia, el
antagonismo de Satanás tiene dos objetivos primordiales: el cuerpo de Cristo y la nación
judía. Él busca engañar a la iglesia a través de mentiras y disuadirla de "devoción pura a
Cristo" (2 Corintios 11:1 – 3; Efesios 6:11 – 12; 1 Pedro 5:8 – 9). La nación de Israel,
mientras que está bajo disciplina durante la edad de la iglesia, sigue y seguirá sufriendo
como el diablo busca esparcir, subyugar, y finalmente exterminar a los judíos. Cuando los
gentiles se reúnen y la iglesia de Cristo se completa (Romanos 11:25B), Dios quita la iglesia
de la tierra y luego reanuda su programa para Israel, presentando el gran y asombroso "día
del Señor". El día del Señor es la consumación de las edades. Entonces Dios intervendrá en
la historia humana de la manera más tangible y asombrosa. Este período de tiempo
comenzará con el período de siete años de la tribulación y continuará a través del Reino
Milenario (Joel 1:15, 2:1, 11; Sofonías 1:7 – 2:3; Malaquías 4:5; 1 Tesalonicenses 5:2; 2
Tesalonicenses 2:2).
pág. 23
Rapto Arrebatamiento de la iglesia de la
tierra El acontecimiento profético que marca el fin de la era de la iglesia se
llama el rapto. Al igual que a la iglesia, el rapto también se denomina
misterio porque no fue revelado en el Antiguo Testamento. En 1
Corintios 15:51 – 53, Pablo describe el rapto como el transporte de
creyentes en un cuerpo imperecedero que es "cambiado" en un "abrir
y cerrar de ojo". En 1 Tesalonicenses 4:13 – 17, escribe que este evento
da a los creyentes la esperanza de que estarán con sus seres queridos
creyentes que ya han muerto. Esta nueva enseñanza describe un
acontecimiento que literalmente "arrebata" (harpazo en griego,
significar agarrar o coger lejos, del cual conseguimos el término latino
rapto) la iglesia en el aire para estar con el Señor. En ambos pasajes, Pablo indicó
claramente que creía que este evento podría tener lugar en cualquier momento, incluso
en su vida. En Tito 2:12 – 13, Pablo exhorta al creyente a mirar continuamente por esta
"esperanza bendita", indicando que él sentía que este acontecimiento podría ocurrir
pronto. Así podemos concluir que Pablo enseñó que el próximo evento profético en el
calendario de Dios era el rapto del cuerpo de Cristo de la tierra. Apocalipsis 19:7 – 16
revela que la novia de Cristo (la iglesia) ya está en el cielo antes del segundo advenimiento
— antes de que Cristo regrese a la tierra. El rapto, que transporta el cuerpo de Cristo
before19 la tribulación venidera, es un acontecimiento (Tito 2:13) que trae al creyente
"consuelo" ahora (1 Tesalonicenses 4:18) y "liberación" de la "ira venidera" durante la
tribulación (1 Tesalonicenses 1:10; Apocalipsis 6:16, 14:10, 14:19, 15:1, 16:1, 19; 19:15).
Tribunal de Cristo Cuando el creyente de la era de la iglesia es trasladado al cielo
por medio del rapto, será evaluado (juzgado) para recompensa
— o pérdida de recompensa — en el tribunal o bima de Cristo
(Romanos 14:9 – 12; 1 Corintios 3:11 – 15; Colosenses 3:23 –
25). Este juicio es para los creyentes de la edad de la iglesia. El
evento es realmente una evaluación y es con el único propósito
de determinar las recompensas, no la salvación. La salvación del
individuo en la iglesia fue "sellada" para siempre en el momento
de su fe en Cristo (Efesios 1:13) y nunca está en duda. Las recompensas que el creyente
recibirá en el tribunal del juicio de Cristo determinan la extensión de su co-regencia en el
reino venidero del Mesías.
(Estas recompensas se esbozan en la sección de conclusiones e implicaciones) Es
extremadamente importante entender que la salvación eterna del creyente individual no
pág. 24
está en cuestión en el asiento del juicio de Cristo. La salvación del creyente se da
puramente sobre la base de la fe en Jesucristo y su obra terminada en la Cruz. Incluso el
creyente infiel es "salvado, aun así como a través del fuego" (1 Corintios 3:15). Mientras
que el creyente infiel está en peligro de perder su recompensa, su salvación es segura para
toda la eternidad. La salvación eterna a través de Jesucristo se da como un don libre (Juan
3:16, 5:24; Romanos 3:24, 4:5, 6:23; Efesios 2:8 – 9), mientras que la recompensa de la
herencia se da como un premio a la fidelidad (1 Corintios 3:14, 9:24 – 27; Colosenses 3:17
– 25; Tito 3:4 – 8).
La Gran Tribulación – Satanás intenta unir
a todas las Naciones contra Israel Después de quitada la iglesia de la tierra en el rapto, el día del Señor
comenzará en la tierra con un período de siete años de sufrimiento
horrible, llamado "la tribulación" (Jeremías 30:7; Daniel 9:27; Mateo
24; Apocalipsis 4 – 18). Las Naciones de la tierra sufrirán una doble
maldición: la ira catastrófica de Dios y el dominio mundial de
Satanás. Durante este período, todo Israel volverá a su Mesías en el
arrepentimiento Nacional de todo corazón. Durante la primera
venida de Cristo, la nación lo rechazó como el Mesías; sin embargo,
durante la tribulación, todo Israel se volverá hacia Él en
arrepentimiento y se salvará (Romanos 11:25 – 26). Con la iglesia retirada su influencia
desaparecerá, Satanás lanzará otro intento de dominar completamente la tierra. Él traerá
su reino terrenal a su cenit mientras que él se coloca en autoridad como el gobernante del
mundo a través del personaje del Anticristo. La agenda de Satanás para subyugar y
controlar todos los sistemas políticos, militares, económicos, sociales y religiosos en todo
el mundo, y especialmente Israel, se expandirá exponencialmente. Él establecerá su
imagen en el templo en Jerusalén para ser adorado (Daniel 9:27; Mateo 24:15; 2
Tesalonicenses 2:3 – 4; Apocalipsis 13). El antisemitismo infectará a las Naciones para que
la tribulación acabe en otro intento de aniquilar a Israel. Como fuerzas del mundo gentiles
se reúnen en Tierra Santa para luchar contra Israel en la batalla del Armagedón (Zacarías
14:1 – 3;) Apocalipsis 19:1 – 20:6). Después del período de la tribulación, Jesús volverá, e
Israel será entregado y establecido como el jefe entre las Naciones en el Reino de Cristo
(Isaías 49:22 – 26; Jeremías 30 – 33; Sofonías 3:14 – 20).
pág. 25
La Segunda venida de Cristo y el Reino Milenial
Jesucristo terminará definitivamente la masiva campaña de la batalla
del Armagedón en su segundo advenimiento. Él física, gloriosa y
personalmente volver a la tierra con los Santos que le siguen en los
caballos blancos (Apocalipsis 19:14). Jehová herirá a las Naciones que
están en guerra con Israel, derrocará el Reino de Satanás y establecerá
el Reino de Dios en la tierra (Daniel 2:45, 7:13 – 14, 25 – 27; Zacarías 8,
14:4; Malaquías 3:1; 4:5 – 6; Joel 2:30 – 31; Mateo 24:29-25:46;
Apocalipsis 19:15 – 20:6). Este retorno de los caballos blancos es lo
que técnicamente llamaremos la segunda venida de Cristo — Jesucristo entrega a Israel
por la guerra y la retribución de la tribulación y comienza su reinado terrenal de mil años
como Rey de reyes y Señor de señores.
Durante el Reino Milenial de Cristo, Satanás estará atado en el
abismo (hoyo sin fondo), por lo que será incapaz de engañar a las
Naciones (Apocalipsis 20:1 – 3, 7). En el Reino mesiánico, el mundo
se libera de las fuerzas de la oscuridad que han dominado la
historia de la tierra desde la caída de Adán (Romanos 8:19 – 25;
Efesios 6:12; 1 Juan 5:19). El reino será un tiempo fenomenal de
prosperidad cuando el hombre reine bajo Jesucristo en rectitud,
paz y bendición; libre de influencia satánica. A través de su reino
reinado, Jesucristo demostrará que no hay bendición, paz ni
prosperidad, aparte de la humilde y amorosa sumisión al Dios
Altísimo (1 Corintios 15:24 – 28). En su reino, exaltará, bendecirá y glorificará a toda
persona de todas las edades anteriores (Mateo 8:11, 25:31 – 40; Apocalipsis 20:4, 6) que
luchó la buena batalla de la fe mientras sufría bajo el reino terrenal, cósmico de Satanás.
Toda promesa de redención, restauración y reconciliación a Israel y al mundo, se cumplirá
a cabalidad durante este período de mil años (cf. nuevos pasajes del Pacto arriba). A través
del Reino de Cristo, todas las Naciones en la tierra entrarán en un estado sin precedentes
de bendición y prosperidad bajo el cuidado personal del soberano, amoroso, sabio y recto
Rey de reyes y Señor de señores (Salmos 2:7 – 12, 132:13 – 18; 1 Corintios 15:24 – 27;
Hebreos 2:8; Apocalipsis 20:4 – 6). El creyente fiel que adquirió la recompensa en el
tribunal de Cristo se unirá a Cristo como coheredero en su reino reinado. Las Naciones
serán gobernadas literalmente por aquellos que caminaron en fidelidad a Dios durante
todas las edades anteriores. El segundo Adán desde arriba (1 Corintios 15:47) instalará el
Reino soberano de Dios y la autoridad (Apocalipsis 5:10, 11:15). La voluntad de Dios
finalmente será hecha en la tierra como en el cielo (Mateo 6:10).
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La rebelión final de Satanás y su juicio
Al final del reinado de los mil años de Cristo, Satanás será liberado del abismo y lanzará
una última campaña contra el pueblo de Dios y contra la amada ciudad de Dios, Jerusalén
(Apocalipsis 20:7 – 9a). En este punto, el lector puede estar preguntándose dónde está
reuniendo Satanás a la gente para esta batalla final contra los santos y Jerusalén
(Apocalipsis 20:7 – 9). Si estamos mirando el esquema desde un punto de vista pre
tribulación, todos los creyentes (la iglesia) habrían sido removidos de la tierra antes del
período de la tribulación. Posteriormente, después del rapto habría habido una rápida
evangelización de creyentes en la tierra comenzando con los 144.000 judíos (Apocalipsis
7:4-8). A medida que se predica el evangelio del reino venidero durante estos siete años,
se salvan innumerables gentiles (Mateo 24:14). Mientras muchos de estos son
martirizados durante la tribulación (Apocalipsis 5:9-10; 7:9-17), muchos sobreviven a la
tribulación y luego entran en el Reino Milenial vivos y en sus mismos cuerpos físicos. Estos
gentiles son referidos por Cristo como las "ovejas" en Mateo 25. Es este grupo de gente
que se propaga y llena las Naciones durante el reinado Milenial de Cristo. Como en todas
las edades anteriores, los hijos de estos sobrevivientes de la tribulación nacerán como
pecadores no y tendrán que poner su fe en Cristo para la redención eterna.
Evidentemente, muchos, a pesar del perfecto ambiente del Reino, rechazarán a Cristo.
Estos incrédulos se propagarán y emigrarán a los "cuatro rincones de la tierra", lejos de
Jerusalén. Al cierre del Reino Milenial, Satanás será liberado de su prisión y reunirá a estas
personas para hacer la guerra contra Jerusalén (Apocalipsis 20:7 – 9). En esta rebelión final,
los involucrados serán devorados por el fuego del cielo (Apocalipsis 20:9b). Finalmente, el
archienemigo de Dios, Satanás, será arrojado al eterno lago de fuego (Apocalipsis 20:10),
recibiendo el juicio final pronunciado en el pasado de la eternidad (Isaías 14:15; Mateo
25:41).
El Juicio del Gran Trono Blanco Después del Reino Milenial de Cristo, y después de que
Satanás sea arrojado al lago de fuego, el gran juicio del trono
blanco comenzará. El gran juicio del trono blanco es el juicio
final de Dios. Todos los incrédulos de todas las edades son
resucitados para ser juzgados por el Señor Jesucristo y
condenados al eterno lago de fuego (Apocalipsis 20:11 – 15).
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El tiempo termina — La Eternidad Futura
Comienza Después de todo juicio en el Reino Angelical y el reino humano ha
sido ejecutado, las bendiciones del Reino mesiánico de los mil años
harán una transición hacia un estado eterno. Se establecerá un
nuevo cielo, una nueva tierra y una nueva Jerusalén descenderá del
cielo a la tierra renovada (Isaías 66:22; 2 Pedro 3:10 – 13;
Apocalipsis 21, 22). En esta etapa final y eterna de la larga historia
de la tierra, toda gloria, autoridad, dominio y soberanía serán
entregadas al Padre por el Hijo (1 Corintios 15:24 – 27). Dios será
"todo en todos" una vez más en un futuro eterno (15:28). Siervos
humanos (no angelicales), los reyes poseerán la gloria y la autoridad
de las Naciones terrenales como su herencia y traerán esa gloria a la nueva Jerusalén a
Dios Todopoderoso y al cordero — Jesucristo (Apocalipsis 21:22 – 26). Toda gloria,
alabanza, honor y adoración para el rey de reyes será magnificada en el reino físico y
espiritual tanto por la humanidad como por los Ángeles para toda la eternidad. Todos los
creyentes de todas las edades disfrutarán de una Bendita comunión con el Padre y el Hijo,
mientras que su Espíritu Santo tendrá un ministerio sin precedentes en todo el universo,
nunca más obstaculizado por el pecado y la rebelión, angelical o humana. En el comienzo
de nuestro estudio, observamos que Pablo habló del propósito de la supremacía de Cristo
sobre la creación en la eternidad pasada en Colosenses 1:16, cuando escribió: "todas las
cosas en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos o gobernantes o las
autoridades "fueron" creadas por él y para él (Jesucristo). Observamos cómo el rebelde
Lucifer buscó el dominio y la gloria que era solo de Dios. La rebelión de Satanás forjó la
destrucción y el pecado enfermó al mundo llevándole a la arruina que ahora experimenta.
Pero en el sabio consejo del Padre soberano y a través de la humilde y obediente obra del
Hijo, Dios reconciliaba todas las cosas a consigo, «y por medio de él reconciliar consigo
todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la
paz mediante la sangre de su cruz.» (Colosenses 1:20)." Por toda la eternidad, toda la
creación permanecerá en sumisión al padre por su gloria. Dios será “todo en todo” (1
Corintios 15:28).
pág. 28
Porque debe reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies. El último
enemigo que será abolido es la muerte. Porque él ha puesto todas las cosas en la sujeción
bajo sus pies. Pero cuando Él dice: "todas las cosas son puestas en la sujeción", es evidente
que está exceptuado quien le puso todas las cosas en la sujeción. Y cuando todas las cosas
son sometidas a Él, entonces el Hijo mismo también será sometido a aquel que le sujetó
todas las cosas, que Dios puede estar en todo. (1 Corintios 15:25 – 28)
¡Qué glorioso nuevo comienzo y estado eterno!
pág. 29
Conclusión e implicaciones
¡Qué llamamiento! El Dios Altísimo ha decretado por su voluntad soberana que el hombre,
no los ángeles, subyugará al mundo para que venga bajo la autoridad de la simiente de la
mujer — Cristo Jesús mismo (1 Corintios 6:2 – 3; Hebreos 2:5 – 8). Dios ha exaltado
humildad por encima del orgullo. El hombre, tomado del mismo polvo de la tierra, ha
sobrevivido al naufragio y ruina del mayor engaño en la eternidad — la audaz voluntad de
una entidad distinta de Dios — y se ha convertido en evidencia que condena a las
arrogantes majestades angelicales a un eterno lago de fuego. Dios ha escogido vencer la
arrogancia de Lucifer con la humildad del hombre. En el tiempo, el espacio y la historia; el
Señor, en su infinita sabiduría, ha permitido que la rebelión satánica siga su curso. Pero Él
ha prometido la redención para el herido caído — el hombre (Isaías 59; Juan 3:16), el
mundo destrozado y maldito (Romanos 8:18 – 25) e incluso el universo (Apocalipsis 21:1).
Llega el día en que Dios volverá a ser "todo en todos" (1 Corintios 15:28b). Habrá un día en
que él haga todas las cosas nuevas: "Él enjugará toda lágrima de los ojos de ellos;" y ya no
habrá muerte, ya no habrá ningún duelo, ni llanto, ni dolor; las primeras cosas han pasado,
según lo escrito en Apocalipsis 21:4 – 5.
Hasta ese glorioso día, Dios permite que el pecado y la rebelión sigan su curso, terminando
en su juicio justo y soberano. Habrá un futuro eterno que recuerde la época del tiempo, a
través del cual Dios demostró las consecuencias de otra voluntad opuesta a la suya en el
universo. Dios probará por toda la eternidad, a través de la fe de un hombre imperfecto,
frágil, débil y pecador, que Él solo es el Dios Altísimo, el único digno de adoración. De
hecho, todas las cosas fueron hechas por medio de Él (Colosenses 1:16b), y para Él toda
creación, en última instancia y eternamente, devolverá toda gloria, honor y dominio.
La guerra ha sido declarada. El gran querubín gobernante se había convertido en el
enemigo maligno. Nuestro Dios no era ni sorprendido ni asombrado, porque, por
supuesto, Él sabía antes de que ocurriera que ocurriría, y Él tenía su plan perfecto listo ser
puesto en efecto. Aunque el Señor tenía el poder de destruir a Satanás con un soplo, no lo
hizo. Era como si un edicto hubiera sido proclamado en el cielo: "vamos a dar a esta
rebelión un juicio exhaustivo." Vamos a permitir que se ejecute su curso completo. El
universo verá lo que una criatura, a pesar de ser la criatura más sublime jamás creada por
la palabra de Dios, puede hacer aparte de Él. Veremos este experimento, y permitiremos
que el universo de las criaturas pueda verlo, durante este breve interludio entre la
eternidad pasado y el futuro de la eternidad llamado tiempo. En ella se permitirá que el
espíritu de independencia se amplíe al máximo. Y el naufragio y la ruina que darán como
resultado demostrarán al universo, y para siempre, que no hay vida, ni gozo, ni paz, aparte
de una dependencia completa del Dios Altísimo, poseedor del cielo y la tierra.
pág. 30
A la luz del plan y propósitos de Dios, ¿cuál es la
importancia del creyente individual en el plan
de Dios?
Consistentemente, a lo largo del Nuevo Testamento, la participación, la exaltación y la
bendición en la próxima fase del plan de Dios (la edad dorada del Reino mesiánico) se
llama una recompensa de Cristo por las buenas obras del creyente hechas en la fe (Mateo
5:11, 5:46, 6:1 – 6, 6:21, 10:26 – 42, 16:27, 24:45 – 51; Marca 4:24 – 25; 8:38; Lucas 12:2 –
3, 12:13 – 21, 12:42 – 48, 16:1 – 13; Romanos 14:10; 1 Corintios 3:14 – 15, 4:3 – 5, 9:24 –
27; Colosenses 3:17 – 25; 2 Timoteo 2:5 – 10, 12; Santiago 2:21 – 26, 5:7 – 9; 1 Pedro 4:17
– 18; Apocalipsis 2:26 – 27, 5:9 – 10, 22:12). Simplemente porque un creyente nacido de
nuevo posee el don libre de la salvación y la vida eterna no significa necesariamente que
su vida va a ser recompensada con la herencia activa y la participación en el Reino Milenial
que parece reservado como un premio para fidelidad. La fe, los motivos, los pensamientos,
las palabras y las acciones del creyente de la era de la iglesia serán evaluados por
Jesucristo en tribunal de Cristo, y las recompensas serán dadas en consonancia con la
fidelidad. Las recompensas del creyente consistirán en al menos lo siguiente.
▪ Tribus, ciudades y naciones que se regirán durante el Reino mesiánico (Mateo 19:27
– 30;) Lucas 19:16 – 19; Apocalipsis 2:26 – 27).
▪ Coronas representando la autoridad gobernante otorgada por el rey de Reyes (1
Corintios 9:27; 1 Tesalonicenses 2:19; 2 Timoteo 4:7 – 8;) Santiago 1:12; 1 Pedro 5:1
– 4; Apocalipsis 2:10, 5:9 – 10)
▪ Vestiduras blancas que representan las buenas obras hechas en la fe (Apocalipsis
3:4B, 19:7 – 8)
▪ oro, plata y piedras preciosas (tal vez el material de las coronas o tal vez la riqueza
distribuida para la edad del reino) que representa un espíritu de poder La vida
cristiana vivió en fidelidad a Cristo (1 Corintios 3:14 – 15)
▪ La herencia de los "Supervivientes" en Apocalipsis 2 – 3, que: comerán del árbol de
la vida (Apocalipsis 2:7)
▪ Reciben la corona de la vida y no están heridos por la segunda muerte (10 – 11);
▪ Tener acceso al maná oculto, recibir una piedra blanca, y recibir un nuevo nombre
escrito en la piedra, conocido sólo por el destinatario (17)
▪ Recibirán autoridad y Gobernación sobre las Naciones durante el Reino mesiánico y
también recibirán la estrella matutina (27 – 28)
▪ Caminará con Cristo en blanco (prendas de vestir); su nombre no será borrado del
libro de la vida, su nombre será confesado ante el padre y ante sus ángeles (3:5)
▪ Se mantendrá apartado de la hora de la prueba (10)
pág. 31
▪ No perderán sus coronas (11)
▪ Serán hechos pilares en el templo de Dios (12)
▪ Ya no saldrá del templo (12)
▪ Tendrá el nombre de Dios, el nombre de la ciudad de Dios, la nueva Jerusalén, y el
nuevo nombre de Cristo escrito sobre ellos (12)
▪ Se sentará con Cristo en su trono (21)
Estas recompensas serán actualizadas en una herencia compartida (posesión) del Reino
Milenial venidero (Apocalipsis 5:9 – 10, 20:4 – 6). En su segunda venida, Cristo Jesús
recibirá la herencia de "las Naciones y los mismos confines de la tierra" (Salmo 2:8;) Daniel
7:27). Él administrará su reino otorgando autoridad, honor y gloria a aquellos que
caminaron con Él en la fe en edades anteriores (Daniel 7:22). Pablo le dice a los creyentes
Corintios en 1 Corintios 6:2 que ellos "juzgarán al mundo". Este juicio tiene lugar cuando
los creyentes heredan jurisdicción y autoridad sobre las Naciones (Lucas 19:11 – 27; 2
Timoteo 2:12; Apocalipsis 5:9 – 10). La promesa de compartir la regencia con Jesús en su
reino fue exactamente lo que los discípulos desearon y fueron prometidos por Jesús por su
sacrificio y fidelidad al seguirlo (Mateo 19:27 – 30). Sin entender los propósitos de Dios
como se explica en su plan futuro, un creyente puede no darse cuenta del significado final
y la consecuencia de honrar a Dios en los detalles de su vida ahora (Gálatas 5:17 – 21; 1
Corintios 6:9; Efesios 5:1 – 5; Colosenses 3:17 – 24). Cuando entendemos el panorama, es
mucho más fácil ver dónde encajamos y cuánto importa nuestra fidelidad al Rey que viene
(Apocalipsis 22:12).
¿Por qué el libre albedrío del hombre es tan
central para las escrituras y el plan del padre?
Debemos concluir que el libre albedrío del individuo, ya sea creyente o incrédulo, se
asume en las escrituras. Dios advirtió a Adán en Génesis 2:16 – 17 de no comer el fruto del
árbol del conocimiento del bien y del mal. Ese mandamiento inherentemente asume la
responsabilidad de la libertad de elección. La Biblia cierra con un mandamiento de no
"quitar" o "añadir a" el libro de Apocalipsis (Apocalipsis 22:18 – 19); eso también asume
inherentemente la responsabilidad de la libertad de elección. A través de la Biblia son
literalmente miles de apelaciones a la elección individual del hombre para creer o no,
obedecer o no, el amar o no, etc. Todo imperativo presupone el libre albedrío. El hombre
es consciente, capaz y responsable de dar cuenta debido a su capacidad dada por Dios de
elegir. Desde la creación y a través del tiempo, Dios recompensa a aquellos que utilizan su
libertad de elección para amar y obedecerle tanto en el momento de la salvación y a
través de su andar como creyente (Hebreos 11:6; 1 Juan 4:7 – 11). El don de la salvación se
da libremente por una simple decisión de creer en el Señor Jesucristo (Juan 3:16, 5:24;
pág. 32
Hechos 16:31; Romanos 1:16, 4:5, 10:8 – 11; 1 Corintios. 1:18 – 25; Efesios 1:13, 2:8 – 9).
Después de ese acto de fe, el pecador, naciendo de nuevo, tiene la oportunidad y la
responsabilidad de ser fiel al hacer miles de decisiones por la fe para amar, honrar y vivir
para el Salvador. Estas decisiones influirán en la santificación del creyente a lo largo de su
vida. Por estas obras de fe (1 Tesalonicenses 1:3), es ricamente recompensado (Romanos
14:10 – 12; 1 Corintios 3:11 – 15; Efesios 2:10; Colosenses 3:21; 2 Timoteo 2:12; Hebreos
12:1 – 2; Apocalipsis 22:12). La libertad de elección es integral tanto para nuestra salvación
como para el andar cristiano. Tanto el don libre de la salvación como el abundante tesoro
de las recompensas eternas están supeditados a la respuesta del hombre a la revelación
del evangelio y lo que está escrito en la palabra de Dios. El amor y la obediencia a Dios se
elaboran en la elección consciente del creyente (Juan 15:10 – 14). Entender la distinción
entre el don inmutable de la salvación eterna y la recompensa mutable por una vida fiel, le
da al creyente el equilibrio de seguridad en su salvación (Juan 5:24; Efesios 1:13 – 14, 4:30;
1 Juan 5:11 – 13) y la motivación a la fidelidad conectada con la inminente evaluación cara
a cara por su Señor en el Tribunal de Cristo (Romanos 8:16 – 25; 1 Corintios 3:9 – 15, 4:1 –
5, 9:24 – 27; 2 Corintios 4:7 – 5:10; Apocalipsis 22:12). Mucha confusión sobre la salvación
se resuelve simplemente entendiendo que la salvación es un regalo libre, mientras que las
recompensas relacionadas con el reinado mesiánico de Cristo son ganadas, mantenidas e
incluso perdidas; basadas en la fidelidad.
¿A quién usa Dios para cumplir sus propósitos?
A lo largo del plan de Dios revelado a través de las escrituras, hay un tema primordial que
yuxtapone a los humildes y los soberbios. En Santiago 4:6 – 8, está escrito que "Dios se
opone (resiste) a los soberbios, pero da gracia a los humildes". El orgullo del hombre, la
raíz de todo pecado, es el verdadero reflejo de la rebelión de Satanás en la eternidad
pasada. Por otra parte, la humildad y la sumisión al Padre son las reflexiones más
verdaderas de Jesucristo, que "se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la
muerte" (Mateo 26:39, 42; Filipenses 2:5 – 9). Dios está usando al hombre humilde para
derrotar al poderoso y arrogante Lucifer de la eternidad pasada. Dios ha escogido exaltar a
los humildes, los débiles, los insignificantes de este mundo (Mateo 5:1 – 13; 1 Corintios
1:26 – 29). Él ha elegido ser glorificado a través de aquellos que se relacionan con Él por la
fe y no por la vista (2 Corintios 5:7; Hebreos 11:1, 2, 6). Él usa a los justos que le temen y
evitan el mal (Job 1:8; 2 Timoteo 2:21 – 22). Él usa y bendice a aquellos a quienes el
cosmos controlado por Satanás eludiría (1 Samuel 16:7; 2 Samuel 9; 1 Corintios 1:26 – 29).
Dios usa a aquellos que rechazan la lujuria del poder y la gloria del mundo y lo ven como
su única fuente de poder, gloria y bendición (Génesis 32:26 – 28; Hebreos 11:2, 6, 13, 12:1
– 2). Dios honra y exalta a aquellos que se someten a Él en humilde fe y obediencia
(Miqueas 6:8; Habacuc 2:4; Lucas 14:11, 18:14; Santiago 3:10; 1 Pedro 5:6). Dios ha
escogido a los pobres, ricos en fe, para ser herederos del Reino prometido; a aquellos que
le aman (Santiago 2:5).
pág. 33
¿Por qué nuestra fe es la victoria en este viejo
conflicto?
La fe es la creencia en la realidad de aquello que no puede ser visto o comprendido por
nuestros cinco sentidos (Hebreos 11:1). Para el hijo de Dios, esa realidad se encuentra en
la Biblia. Obedecer la palabra de Dios es una expresión de amor, fidelidad y sometimiento
a nuestro Padre celestial (Génesis 22:12 – 18; Job 1:8, 13:15; Juan 14:15; 1 Juan 5:3-4).
Cuando nosotros, como creyentes, respondemos en fe al amor y la gracia de nuestro
padre, estamos ejerciendo nuestro libre albedrío en sumisión a su voluntad (Efesios 1:3 –
8, 2:4 – 5, 8; Filipenses 1:6; 1 Juan 1:9). Como creyentes, cada vez que nos humillamos
confiando en Dios y no en el malvado sistema cósmico o nuestra carne, nosotros
"evitamos" el mal (Job 1:1, 8, 2:3), y Satanás es confundido. El diablo no puede controlar al
creyente que vive por la fe en la sumisión a Dios. Los planes y propósitos de Satanás para
"poseer los cielos y la tierra" son socavados y frustrados por aquellos hombres y mujeres
humildes que aman a Dios. Los ángeles buenos miran, maravillados y glorificando al Dios
que eligieron seguir en obediencia y amor (Efesios 3:10). Por toda la eternidad, la humilde
fe del hombre se convertirá en la evidencia judicial de Dios para condenar la arrogante
rebelión de Lucifer. El Señor dio a Lucifer, un ser magnífico, poderoso y sabio, una
oportunidad increíble para amar, glorificar y honrar al Dios Altísimo por toda la eternidad.
En la arrogancia egoísta, Lucifer eligió amar, glorificar y honrarse a sí mismo. En la
actualidad, a través de la debilidad del hombre, Dios ha establecido una fuerza (un
baluarte, o una cabeza de playa de poder) con el fin de hacer que el enemigo y el
vengativo [Satanás] cese "(Salmo 8:2)."
¡Creyente, el Rey de reyes te ha dado la oportunidad omnipotente de ser uno de sus reyes
(gobernantes) en la edad milenaria que viene! Debido a su fidelidad ahora, usted se
convertirá en un recipiente amoroso de bendición y redención a las naciones terrenales en
el reino venidero de Jesús (1 Corintios 6:2). ¡Él te usará, hijo frágil creado del polvo, para
condenar a la hueste de las majestades angelicales de Satanás (1 Corintios 6:3) por toda la
eternidad! La gloria, la adoración, la bendición y el dominio que recibirás como coheredero
con Jesucristo en su reino venidero (Romanos 8:17) eclipsará absolutamente todas las
injusticias, penurias y sufrimientos que soportas ahora en el tiempo (2 Corintios 4:16 –
5:10). Persevere en su amor y obediencia a Él ¡el futuro y la recompensa por su fidelidad
llevan consigo consecuencias incomprensibles!
pág. 34
Epílogo En el juicio final de Satanás, antes de que sea arrojado al lago de fuego, Dios el padre
puede decir algo como lo siguiente. "Satanás, lo tenías todo." Tuviste una perfecta
comunión conmigo. Te coloqué en mi presencia, en mi Santa morada. Te di la
responsabilidad sobre toda mi gloriosa orden de creación angelical. Eras el cenit de mi
creación. Todo lo que tenías te fue dado por gracia; no habrías sido nada aparte de mí.
Fueron creados para disfrutar y manifestar mi majestad, belleza, honor, poder y dominio
para siempre ¿Pero qué hiciste? Te rebelaste. En la maldad de tu corazón, buscaste tu
propia gloria, honor y dominio. Trataste de robar la majestad y la gloria que sólo se debe
al más sublime. "Por lo tanto, he creado el hombre para gobernar en tu lugar." Siendo muy
limitado en todas las formas imaginables en comparación contigo, no sabía nada del
privilegio de experimentar la plenitud de mi majestad. Nunca habitó conmigo en lo alto. Él
era, en su estimación arrogante, un gusano o una lombriz (Job 25:6), una "oveja que se
sacrificará" (Romanos 8:36). Por supuesto que buscaste someterlo. Pero después que él
fue infectado por tu veneno de serpiente, él inclinó su cabeza en arrepentimiento,
humildemente confesando su pecado y su necesidad de la salvación. Sufrió bajo tu cruel
mano en tu vil y tiránico reino. Llevaba la maldición del pecado en su cuerpo. Fue
devastado por el dolor, la enfermedad y la muerte. Pero se puso de pie en mi verdad a
través del tiempo mientras tú vomitabas tus venenosas mentiras en su morada terrenal.
Cuando el hombre sufría, porque tú me incitaste en contra suya, él se volvió hacia mí en
fe (Job 2:3; Hebreos 11). A menudo dijo: “aunque me mate, en Él esperé.” (Job 13:15a)
Millones vivieron sus vidas por mí, y muchos estaban dispuestos incluso a sacrificar sus
vidas por mí, y que sin haberme visto ni experimentado en toda mi gloria como tú lo
hiciste. ¡El hombre humilde y fiel se ha convertido para siempre en tu condena! "y ahora,
Satanás, te presento al hombre, Jesús." el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser
igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a
sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, (Filipenses
2:6 – 9). "Por lo tanto, declaro que a partir de ahora te inclinarás en el nombre de
Jesucristo, el hijo de Dios y el hijo del hombre." Confesarás que Jesucristo es Señor de mi
gloria ahora y para siempre (Filipenses 2:10 – 11). En la medida en que te hayas exaltado,
serás humillado para siempre. Ahora es el momento de tu justa condena en el eterno lago
de fuego (Mateo 25:41).
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"¡Sé Eliminado!"
¡Cómo paró el opresor, cómo acabó la ciudad codiciosa de oro! Quebrantó Jehová el báculo
de los impíos, el cetro de los señores; el que hería a los pueblos con furor, con llaga
permanente, el que se enseñoreaba de las naciones con ira, y las perseguía con crueldad.
Toda la tierra está en reposo y en paz; se cantaron alabanzas. El Seol abajo se espantó de
ti; despertó muertos que en tu venida saliesen a recibirte, hizo levantar de sus sillas a todos
los príncipes de la tierra, a todos los reyes de las naciones. Todos ellos darán voces, y te
dirán: ¿Tú también te debilitaste como nosotros, y llegaste a ser como nosotros? Descendió
al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.
(Isaías 14:4b – 7, 9 – 11) Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de
Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará
con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá
muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
(Apocalipsis 21:3, 4)
Notas Finales 1. Tiene perfecto sentido descubrir el valor de la vida en la historia escrita por el autor de
la vida. Nuestro valor viene de Dios y nuestra relación con él. Todas las personas
anhelan tener significado. Cabe destacar que la palabra «significado» proviene de la
palabra francesa «signifier», es decir, el abanderado o que porta la bandera en la
batalla. Signifier más tarde llegó a ser "el reconocido" como líder. Ser significativo
quiere decir ser notado y ser de importancia. Efesios 3:10 – 11 dice que "la sabiduría
múltiple de Dios se está dando a conocer (manifestada o significada) a través de la
iglesia a los gobernantes y las autoridades en los lugares celestiales (el reino
espiritual)... y este “hacer conocido o dar a conocer” estaba de acuerdo con el
propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor. El propósito eterno de
Dios, que nos precedió, tiene todo que ver con nosotros. Somos lo que importa en un
conflicto en curso entre el bien y el mal. Dios está realmente demostrando sabiduría,
gracia, poder y justicia al reino angelical a través de los humanos (1 Corintios 4:9). El
reino espiritual está observando, aprendiendo e incluso participando. Dios nos está
usando como los abanderados que representan y manifiestan a Jesucristo en el campo
de batalla de la tierra. El hombre fue puesto en la tierra en respuesta a una rebelión
satánica que comenzó en la eternidad pasada. Una guerra más seria está librando
ahora con furia. Pablo escribió: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
pág. 36
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes." (Efesios 6:12). La
vida no es un sin sentido, ni al azar. ¡La vida es un campo de batalla! Conocer el plan de
Dios simplemente despeja el humo y nos da la perspectiva y el contexto eternos que
necesitamos para nuestras vidas en el tiempo. Al reunir información de la palabra de
Dios acerca de su plan y propósitos, nuestro enemigo invisible y sus métodos se
exponen. Mientras tanto, nos encontramos equipados para un impacto fantástico y la
victoria en esta guerra espiritual. Como creyente en el Señor Jesucristo, has nacido (de
nuevo) en una saga, una epopeya que te eleva a un valor inestimable y al poder, a
medida que creces hasta la madurez espiritual. Considerar tu vida sin sentido es creer
una mentira del ladrón y destructor de la vida (Juan 10:10a). Jesucristo vino a traerte
vida abundante (Juan 10:10b). El significado final del hombre radica en el designio y
propósitos de Dios, no en los nuestros. A veces todo lo que necesitamos es un
pequeño contexto, una pequeña explicación de lo que realmente está sucediendo
aquí, y allá arriba. Estudiemos para entender este plan asombroso para nuestras vidas,
y vivamos según el supremo llamamiento que hemos recibido, porque todo el mundo
es verdaderamente un escenario para el plan y propósitos del Dios Altísimo.
2. Todas las referencias bíblicas se toman de la Nueva Biblia estándar americana (NASB y
RV60) a menos que se indique lo contrario.
3. Este libro es un estudio abreviado, permitiendo que el lector cubra el plan de Dios
desde la eternidad pasada hasta el futuro de la eternidad de una sola vez, viendo así
un panorama tanto del plan de Dios como de la Biblia misma. Las notas al final
desarrollan una mayor comprensión de los temas y preguntas planteadas por el
documento. Los textos bíblicos citados deben ser estudiados, a medida que el tiempo
lo permita, para desarrollar una comprensión del plan de Dios en mayor amplitud y
profundidad.
4. Uno de los mejores ejemplos de la ciencia tratando de alcanzar a la teología es lo que
ha sucedido a la teoría de la evolución después del desarrollo avanzado tanto del
microscopio como del telescopio. Como uno puede mirar más de cerca, desde la
microbiología hasta extensión del universo, el dogma de la Biblia que indica que Dios
es el autor, diseñador y creador de todas las cosas, comienza a hacer más y más
sentido científico puramente desde el punto de vista del diseño inteligente. Una
ilustración más profunda se encuentra en la caja negra de Darwin por el bioquímico
Michael Behe de la Universidad de LeHigh. Behe describe el mecanismo para la
rotación del flagelum de una célula bacteriana (medios de locomoción) como un motor
impulsado por ácido que se completa con varilla, rotor, estator y buje; visible sólo a
través de un microscopio electrónico. Behe llama a esto un sistema "irreduciblemente
complejo". Este increíble diseño es evidente en cada centímetro del universo y señala
inconfundiblemente a un diseñador (Salmo 19:1 – 7; Romanos 1:19 – 20). ¡La ciencia es
meramente otra ventana a través de la cual podemos contemplar el poder y la
majestuosidad del creador! Tales maravillas son explicada en más de lo que se
pág. 37
encuentra en el ojo por Richard A. Espenson, MD (Colorado Springs, Colorado.
NavPress 2000).
5. La palabra griega prototokos, que significa primogénito, se refiere a la prioridad de la
posición como creador y soberano en lugar de origen. Vea el Salmo 89:27, donde la
misma palabra se usa en la Septuaginta (la traducción griega del Antiguo Testamento)
demostrando claramente una designación de Dios para Jesucristo como el Señor y
soberano sobre la creación.
6. Colosenses 1:16 enseña un orden creado de los reinos invisible y visible. Este reino
invisible consiste en "tronos, dominios, gobernantes y autoridades angelicales"
creados "por medio de Él y para Él". En Efesios 6:10, Pablo usa el mismo lenguaje para
el reino angelical caído, pero incluye "fuerzas del mundo", uniendo el reino angelical a
los reinos terrenales (cf. Daniel 10). De Colosenses 1:16, entendemos que el reino
angelical fue creado originalmente en la sumisión perfecta al Hijo; todas las cosas
(visibles e invisibles) estaban en perfecta sumisión al Padre en un pasado de la
eternidad que es desconocido para la humanidad.
7. Si tuviéramos que insertar una era en la historia bíblica que permitía la existencia de
dinosaurios, sería en la creación original de la eternidad pasada — después de la
creación del reino angelical y antes de su posterior rebelión y juicio. Ciertamente
podría haber habido especies antes y desconocidas para la humanidad, como los
dinosaurios, durante este tiempo. Cuánto tiempo pudo haber durado este período, es
una cuestión abierta en lo que se refiere a la revelación bíblica. En la colocación de una
era que permita a los dinosaurios antes de Génesis 1:2, no estamos, de ninguna
manera, indicando que esta especie de animales evolucionó (ver nota final 14).
Permitir un período prolongado de tiempo en el calendario biológico prehistórico no
requiere desarrollo evolutivo. La segunda ley de la termodinámica realmente
demuestra lo contrario, afirmando que las cosas y la materia degeneran naturalmente
con el tiempo. El creacionista bíblico nunca debe tener miedo de permitir tanto tiempo
como la ciencia quiere colocar antes de los seis días de Génesis 1:3 – 31. Mucha
historia se había revelado en el reino angelical antes de la introducción del hombre a la
tierra, como se observó en la discusión anterior. Si los dinosaurios no se encuentran en
esta era prehistórica, entonces el único otro tiempo (en la revelación bíblica) que
podrían haber existido fue después de los seis días de Génesis 1 y antes de la
inundación de Noé en Génesis 6. Para existir durante este tiempo (Génesis 1:3 – 7:11),
los dinosaurios habrían tenido que abordar el arca con Noé y luego salir del arca
después de la inundación, llegando a extinguirse en algún momento después. Esto
introduce un serio problema exegético en Génesis. La historia bíblica no permite la
muerte de una especie entera después del diluvio. En Génesis 8:17, Dios ordenó a Noé
"llevar adelante" con él a todos los animales (cada animal y especie viviente) que
estaban en el arca para que pudieran "reproducirse abundantemente en la tierra y ser
fructíferos y multiplicarse sobre la tierra" (cursiva mía). Era claramente la intención de
pág. 38
Dios que todas las criaturas que abordaran el arca fueran preservadas para reabastecer
la tierra después del diluvio. Génesis 9:11 – 12 dice que el Pacto para no destruir la
creación viviente con otra inundación fue con Noé y "toda criatura viviente que está
con vosotros, para todas las generaciones sucesivas (Olam hebreas, traducidas
eternas)". ¿No implicaría esto que todas las criaturas vivientes que se bajaron del arca
sobrevivirían a esas generaciones eternas? La historia de Génesis sólo permite que
cada especie de animal que salió del arca sea la población animal que vemos hoy y la
misma población animal que perdurará en el estado milenial y eterno. Un cuidadoso
estudio de Génesis 6 – 9 está sería lo más acertado, prestando atención al discurso
llano de Moisés y su uso abundante de absolutos como todos y cada uno a lo largo de
la narrativa. Moisés no deja ninguna habitación para una inundación parcial o
cualquier especie de animal perdido después de la inundación. Su relato de la
inundación no deja ningún otro lugar en la historia bíblica para los dinosaurios excepto
durante el tiempo antes de la rebelión de Lucifer, que precede a Adán y Eva. De la
historia de la Biblia, parece que el hombre es ser tardío en la tierra en lo que respecta
a la historia biológica de la misma.
8. Es importante notar que Dios no creó la tierra en el estado descrito como sin forma y
vacía (Hebreo tohu y bohu). El término tohu bohu se traduce "sin forma y desperdicio"
y es una frase reservada para el juicio (cf. Isaías 34:11, 45:18; Jeremías 4:23a), no para
la creación. Génesis 1:2 describe la superficie de la tierra como sin forma y vacía. Isaías
45:18 declara específicamente que Dios no creó la tierra tohu. O hay una contradicción
entre Génesis 1:2 e Isaías 45:18, o Génesis 1:2 relata la historia de la destrucción sobre
la tierra como resultado del juicio de Dios. Esto parece ser exactamente lo que se
describe en Jeremías 4:23 – 28, que es perfectamente paralelo a la descripción en
Génesis 1:2. Esta destrucción y juicio ocurrió después de la creación original de Dios y
está conectada con la caída y el juicio de Satanás en Ezequiel 28 e Isaías 14. Génesis 1:2
está simplemente describiendo la tierra antes de que Dios comenzara su obra de
restauración para la humanidad.
9. Aquí es donde colocaremos la edad de hielo, trayendo la destrucción de los
dinosaurios. Si la luz de Dios fue cortada (Génesis 1:2a), y la tierra inundada (Génesis
1:2b), entonces la tierra se habría sumido en una edad de hielo instantánea. No hay
manera de decir cuánto tiempo existió la tierra en este estado de juicio arruinado.
Como se dice en nota final 7, esta es una pregunta totalmente abierta. La esfera
terrestre podría haber existido en esta condición juzgada por eones o un tiempo muy
corto. Simplemente tenemos una descripción del estado terrenal cuando el espíritu de
Dios comienza su obra de restauración en Génesis 1:2c. Aquí vemos al Espíritu Santo
"moviéndose" sobre la superficie de lo profundo antes del primer día de la
restauración que comienza Dios. La palabra hebrea utilizada para el trabajo del espíritu
aquí es rachaph, que significa "revolotear, temblar, mover". La palabra se usa en
Deuteronomio 32:11 para describir un águila revoloteando sobre sus crías y creando
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calor. ¿Podría ser ésta la actividad preparatoria de Dios para calentar un planeta
congelado durante la edad de hielo en preparación para la "luz" del primer día? La
descripción en Génesis 1:2 ciertamente permite un juicio mundial y catastrófico que
resulta en una edad de hielo.
10. La deriva continental también podría ser colocada aquí en la caída de Lucifer, cuando
su dominio terrenal fue desechado. En su texto, la oceanografía, Tom Garrison
describe la sorpresa de los geólogos para descubrir que los sedimentos en el suelo
oceánico representan sólo alrededor del 4 por ciento de la antigüedad de la tierra,
mientras que los centros de los continentes se encuentran entre las partes más
antiguas de la tierra. Eso significa que la tierra de los continentes, ahora por encima del
agua, es la misma "vieja" edad, y lo que está bajo el agua es la "nueva" materia, la que
fue "perturbada" en el movimiento de las masas terrestres. Eso parecería demostrar
que la deriva continental ocurrió en un corto período de tiempo, más recientemente
que la creación original. Este movimiento catastrófico de la superficie de la tierra pudo
haber ocurrido en la eternidad pasada en la caída de Lucifer cuando fue arrojado a la
tierra (Ezequiel 28:16 – 18) y las montañas "saltaron" o "se movieron" bajo el juicio
catastrófico de Dios (Jeremías 4:23 – 24). Es posible, como algunos han propuesto, que
la deriva continental ocurrió durante la inundación de Noé. Sin embargo, debemos
considerar que las masas continentales de la tierra se movieron sobre 1600 millas
(2575 km) durante 150 días de inundación (Génesis 7:28). La historia también nos dice
que el agua era sólo quince codos (7 metros aprox.) más alto que las montañas
(Génesis 7:19). Con tanta tierra moviéndose tan lejos en tan corto período de tiempo
bajo una delgada capa de agua, sería imposible para la vida marina, mucho menos el
arca, soportar tal actividad catastrófica, súper tsunami.
11. Cada nombre bíblico de Dios manifiesta algún aspecto de su carácter o función como
Dios.
▪ Elohim: el Dios Trino
▪ Adonai: Señor
▪ Jehová: el auto-existente, el yo soy
▪ Jehová-Maccaddeshem: Jehová tu santificador
▪ Jehová-Rohi: Jehová mi pastor
▪ Jehová-Shamma: el Señor que está presente
▪ Jehová-Rapha: Jehová nuestro Sanador
▪ Jehová-Tsidkenu: el Señor nuestro rectitud
▪ Jehová-Jirah: el señor ve o provee
▪ Jehová-Nissi: el Señor nuestra bandera
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▪ Jehová-Shalom: el Señor es paz
▪ Jehová-Sabbaoth: el Señor de los ejércitos
▪ El-ROI: el fuerte que ve
▪ El-Shaddai: Dios Todopoderoso
▪ El-Olam: el Dios eterno
Aparentemente ninguno de estos maravillosos títulos, todos manifestando el amor y el
carácter de Dios, le interesaba a Lucifer. Él no estaba interesado en proporcionar cualquier
cosa buena para cualquier parte de la creación. Sus únicos intereses fueron la subversión
de todo el reino de la creación y la sumisión universal a sí mismo por su propio poder y
gloria. Así escogió el nombre de El-Elyón, "Dios Altísimo" la autoridad soberana y poseedor
del cielo y la tierra.
12. Donald Grey Barnhouse, la guerra invisible: el panorama del continuo conflicto entre el
bien y el mal. (Grand Rapids, mi: Zondervan Publishing Co., 1965), p. 52.
13. Una de las diferencias notables entre el jardín del Edén en Génesis 1 – 3 y el Edén de
Lucifer en Ezequiel 28 es que el Edén de Adán y Eva incluye el "árbol del conocimiento
del bien y del mal". Como se ha comentado anteriormente, está claro que el mal se
originó en el corazón de Lucifer (Ezequiel 28:15b) y existió antes de Adán y Eva.
Mientras que el pecado entró en el mundo recién restaurado y la humanidad a través
del pecado de Adán (Romanos 5:12), el pecado y el mal estuvieron presentes mucho
antes de que el hombre fuera creado.
14. Esta interpretación de la escritura presenta una creación original en el pasado de la
eternidad, un juicio caótico después de la caída de Lucifer, y una posterior restauración
de la tierra en seis días. La interpretación en este libro no promueve la creencia en la
evolución de ninguna especie. Que la humanidad se originó a partir de un hombre
(Adán) y una mujer (EVA) es la enseñanza clara de la escritura (Génesis 1:26 – 2:25,
4:1; Lucas 3:38; 1 Timoteo 2:13 – 14). El reino animal, también, fue creado "después de
su propia clase" (Génesis 1:20 – 25; 1 Corintios 15:39) en los días quinto y sexto
[veinticuatro horas]. Estas especies comprendían las mismas especies que abordaron el
arca y se bajaron de ella en Génesis 6 – 8 y poblarán la tierra para toda la eternidad. La
teoría de la evolución es simplemente un intento fallido de explicar los orígenes,
aparte de un Dios perfecto y creador.
15. Estamos viendo Génesis 2 como una historia de creación expandida que proporciona
más detalles de la creación del hombre, su ocupación en el Edén, y la introducción de
la mujer. Debe ser entendido que el hombre funcionó de su principio (en el sexto día
de veinticuatro horas) en historia del tiempo/del espacio después Génesis 1:3. Esto
significa que el nombramiento de los animales habría ocupado tiempo real y el
espacio.
pág. 41
Entendemos de 2:21 – 25 que la mujer fue creada de la costilla de Adán después de que el
hombre fue creado y después de nombrar el reino animal. Un aparente problema que esta
interpretación crea en la narrativa es que la mujer está incluida en la declaración de 1:27,
que parece incluir la creación de la mujer en el sexto día. Este problema se resuelve
cuando uno lee 1:27 – 30 como simplemente un resumen de la creación de la humanidad
como el cenit del orden terrenal de Dios, que es de hecho como el pasaje debe ser leído en
su sentido normal.
16. la historia explica claramente esta agenda cósmica motivada por Satanás para eliminar
de la tierra prometida, subyugar, perseguir e incluso extinguir al pueblo judío. Faraón
(Éxodo 1, 14), Balac (números 22), Amán (Ester), Antíoco Epífanes (Daniel 8, 11, 175 –
168 a.c.), Stalin (1879 – 1953) y Hitler (1889 – 1945) son fácilmente reconocibles por su
antisemitismo. Sin embargo, sólo ha habido breves intervalos en la historia cuando el
pueblo judío no fue perseguido. Ningún otro grupo en la historia ha sufrido un ataque
tan sostenido de persecución como los judíos. (ver:
http://www.Fordham.edu/Halsall/Jewish/Lazare-anti.html y
http://www.simpletoremember.com/vitals/HistoryJewishPersecution.htm.) Hoy la
amenaza más obvia y virulenta para el pueblo judío es el Islam. La religión islámica ha
perseguido a los judíos a lo largo de toda su historia. En la actualidad, sin embargo, más
que nunca, el antisemitismo se manifiesta a través del pensamiento y la doctrina islámica.
Hay un odio sin precedentes para los judíos y el estado judío de Israel expandiéndose por
todo el mundo a través de la influencia de la ampliación del Islam. Las claras intenciones
de exterminar la raza judía han sido repetidamente hechas por extremistas islámicos
recientes como el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, Osama bin Laden, Yasser
Arafat y cientos de líderes musulmanes, clérigos y periodistas (sunitas y chiítas). ¿Cómo
podría esa variedad de fuerzas culturales y geopolíticas aparentemente no relacionadas,
sobre una extensión tan grande de la historia, permanecer constantemente unificadas en
un tema, para deshacerse de los judíos? El único factor común viable entre estos autores
del antisemitismo es la agenda motivada por Satanás de frustrar el plan de Dios para
restaurar a Israel a la tierra prometida y establecer un reinado teocrático sobre todas las
naciones de la tierra en su Reino mesiánico.
17. Estos pasajes proféticos sobre el futuro de Israel deben ser interpretados en su sentido
llano y literal. Sir Isaac Newton dijo, "sobre la época del fin, un grupo de hombres se
levantarán y prestarán atención a las profecías, e insistirá en su interpretación literal
en el medio de mucho clamor y de la oposición." Ese clamor y la oposición, persiste
hasta el día de hoy. Tiene el sentido perfecto de que el significado concreto de estos
pasajes vendría bajo ataque continuo porque todo el programa de Dios depende de su
cumplimiento literal e histórico. Satanás ciertamente buscaría explicar la enseñanza
clara de que Dios ha elegido a un pueblo a través del cual redimiría a la humanidad
perdida (primer advenimiento) y gobernaría el mundo (segundo advenimiento). Si
Satanás pudiera tergiversar el significado de estos escritos bíblicos que prometen
pág. 42
preservar a este pueblo en el programa de Dios, entonces la humanidad perdería de
vista el extraordinario plan de Dios para Israel. Debido a este engaño, Satanás podría
entonces instigar la destrucción total de los judíos de la tierra con poca oposición
humana. San Agustín (350 – 430 d.c.) popularizó un sistema alegórico de
interpretación al mirar estos y casi todos los pasajes proféticos relacionados con el
futuro de Israel. Mientras que San Agustín hizo mucho bien para la cristiandad, su
interpretación de la profecía ha llevado a la mala interpretación común que la iglesia
ha sustituido a Israel. El sistema de interpretación de San Agustín (hermenéutica) dio
como resultado una teología amilenialista. Esta teología no reconoció ningún Milenio
— y ningún segundo advenimiento literal y reinado del Mesías prometido sobre la
tierra. La influencia de esta teología a lo largo de la era de la iglesia ha conducido a una
visión predominante menos que literal del futuro de Israel, incluso hasta el siglo XVIII.
El siglo XIX, sin embargo, vio un fuerte resurgimiento de una hermenéutica más literal
y consistente. Los pasajes relacionados con la profecía fueron interpretados
literalmente, y surgió una clara distinción entre el plan de Dios para Israel y el plan de
Dios para la iglesia. Esta teología pre milenaria, que enfatiza que Cristo volverá
físicamente a la tierra antes de su reinado Milenario en la tierra desde Jerusalén, ha
dado apoyo a los judíos y su esperanza futura en Sion para el siglo pasado. Todavía
debe haber un llamado de Clarín para ver las promesas de Dios a Israel como literales,
históricas, terrenales y eternas.
18. En cuanto a un rapto antes del período de la tribulación — el rapto de pre tribulación
— muchos teólogos reconocidos creen que la última generación de la iglesia aguantará
la tribulación de siete años y después será reunida al Señor en su venida. Interpretan
los pasajes que se refieren a la "venida del Señor" como la segunda venida de Cristo a
la tierra para establecer su reino milenial (cf. 2 Tesalonicenses 1:7 – 8, 2:1, 8). Éstos
interpretarían todas las referencias a la segunda venida del Señor como un
acontecimiento a la tierra después de la tribulación y antes del Reino mesiánico de los
mil años. Ellos dirían que el argumento anterior para un rapto de pre tribulación es
ideado como un argumento teológico basado en distinciones más estrictas entre los
tratos de Dios con la iglesia e Israel y un intento de remover la iglesia de la tierra
durante la tribulación. Argumentarían que el rapto de pre tribulación no se opone al
significado básico de los pasajes centrales que identifican la "última trompeta". Los
pasajes que hablan de la "última trompeta" se interpretarían como un evento que
ocurriera después de la tribulación. Los últimos pasajes de trompeta son tal vez el
argumento más fuerte para un rapto después de la tribulación, el argumento va como
sigue: la trompeta en Mateo 24:31 se escucha después de la tribulación y acompaña a
Cristo que viene a la tierra en el juicio para establecer su reino. La final de las siete
trompetas en Apocalipsis 11:15 también se escucha cuando Jesús comienza a ejercitar
su reinado en la tierra — después de la tribulación (aunque Apocalipsis 11:15 está en
medio del libro de Apocalipsis, claramente hace referencia al final del período de la
tribulación). La trompeta mencionada en 1 Tesalonicenses 4:16 es en referencia al día
pág. 43
del Señor en 1 Tesalonicenses 5:2; este contexto coincide con 2 Tesalonicenses 1:5-2:8
como el tiempo de la venida de Jesús para dar la retribución y ejercer su autoridad
como Rey y gobernante de la tierra. La pregunta pide que si el evento en 1
Tesalonicenses 4:13-17 y 2 Tesalonicenses 1 y 2 están hablando del mismo evento — la
venida del Señor a la tierra después de la tribulación para establecer su reino —
entonces la trompeta de 1 Tesalonicenses 4:16 también debe ser identificada como la
última trompeta de 1 Corintios 15:52 y también, parecería ser la misma trompeta de
Mateo 24:31 y Apocalipsis 11:15. Uno debe admitir un argumento exegética muy
fuerte para una "reunión" después de la tribulación o rapto en el momento de la vuelta
de Jesús a la tierra para asumir su reinado. Los pasajes centrales solían enseñar un
rapto de pre tribulación de la iglesia (1 Corintios 15:52; 1 Tesalonicenses 4:13-17; Tito
2:12-13) se referiría a esa última generación de la iglesia que perdura los siete años de
la tribulación. Esa generación estaría entonces "reunida" (2 Tesalonicenses 2:1) para
unirse al resto de la iglesia (1 Tesalonicenses 4:14-17), que descendería del cielo con
Cristo. La iglesia entonces "estará siempre con el Señor" (1 Tesalonicenses 4:17) en el
reino milenial. Esta visión tiene enormes implicaciones para la iglesia si, de hecho, la
iglesia ha de soportar el período de la tribulación. Es en este punto que el autor se
reconoce favorable al argumento teológico de un rapto de pre tribulacional., sobre el
argumento exegética de un rapto posttribulacional, pero con reverencia a la escritura,
al plan y a los propósitos de Dios, él está dispuesto a argumentar ambos, y el ejercicio
de un juicio amplio sobre este asunto.
19. Barnhouse. P. 51
Slayden MacGregor. Un estudio panorámico del plan de Dios: desde la eternidad pasado a
la eternidad futura. Ed. WestBow
Acerca del Autor
Slayden MacGregor reside en Brooksville, Florida con su esposa
Kathleen. Ellos tienen cuatro hijos. Slayden es graduado de
Dallas Theological Seminary en 1996 con un Master de Teología
en Exposición Bíblica. Él es ordenado en la Evangelical Free
Church of America y está sirviendo como pastor de Faith
Evangelical Free Church en Spring Hill, Florida desde 1998.