Definicin, debates o historia a travs del tiempo, eutanasia en otros pases y en chile, y en que esta actualmente.

http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/brittany-maynard-renuncio-sus-suenos-para-optar-por-la-eutanasia/406695-3

http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/brittany-maynard-desafia-la-religion-eligiendo-la-eutanasia/406607-3

http://escuela.med.puc.cl/publ/arsmedica/arsmedica2/06_Rodriguez.html

http://definicion.de/eutanasia/

http://www.aceb.org/Eutanasia/que.html

pagina de eutanasia : http://www.eutanasia.ws/

http://www.muertedigna.org/

eutanasia segn religiosos: https://www.aciprensa.com/eutanasia/noeutanasia.htm

El senador y jefe del comit del Partido SocialistaFulvio Rossiratific en La Moneda que reimpulsarel debate sobre eutanasia, al anunciar que este martes presentar un proyecto de ley que permite la decisin del paciente respecto de las condiciones en que se enfrenta una enfermedad avanzada.A juicio del parlamentario, es legtimo que los legisladores impulsen el debate an cuando esto no forme parte del programa de Gobierno."Me llama la atencin a veces los ministros y las ministras que dicen que esto no est dentro de nuestro programa, no est en nuestros planes. Bueno,la verdad es que los parlamentarios tambin tenemos ciertas atribuciones para introducir debate en la agenda pblica sin necesidad de contar con la vena de los ministros de Estado",expres Rossi.Sostuvo que"me parece una mirada un poco soberbia el de plantear que por un tema no est en el programa o porque no est en la agenda de un ministerio, ese tema no se pueda abordar".El tema no agrada a la DC, donde su presidente (s)Fuad Chahn-Ignacio Walker se encuentra en Nueva York junto a la Presidenta Michelle Bachelet- asegur que esto solo distrae de los ejes centrales e introduce, de paso, ruido en el oficialismo."Aquello no est efectivamente comprometido en el programa de Gobierno y, por lo tanto, los parlamentarios tienen el libre derecho a presentar iniciativas, pero creo queel esfuerzo de la Nueva Mayora tiene que estar centrado en respaldar aquellos proyectos que estn considerados en el programa de Gobierno",manifest.Chahn expres que"llamara al senador Rossi a que se sume a este esfuerzoque es el que nos ha pedido hoy el comit poltico y que no se generen discusiones que, de alguna manera, concentran nuestro inters, concentra nuestro debate en cuestiones accesorias que no dicen relacin con lo que le hemos comprometido al pas".subirGobierno: El Parlamento deber pronunciarseEl Gobierno insisti en quela eutanasia no forma parte del programa, pero que los legisladores estn en su derecho de presentar propuestas, como lo indic el ministro voceroAlvaro Elizalde."No forma parte del programa. Ahora, los parlamentarios pueden promover distintas iniciativas legales, lo que es propio de un sistema democrtico y tendr el Parlamento que pronunciarse sobre la materia", expres.Por su parte, elpresidente del Colegio Mdico,Enrique Paris, sostuvo que"nosotros debemos salvar la vida yel Cdigo de tica del Colegio Mdico y el Cdigo de tica de la Asociacin Mdica Mundial dicen que el mdico debe defender la vidadesde el nacimiento hasta la muerte"."Hay que pensar de queno hay que ensaarse con los pacientes y hay que tener presente que existe la muerte digna, que el paciente tiene que morir sin dolor, sin hambre, sin fro, sin sed, en compaa de sus seres queridos y que la decisin que el paciente pueda tomar debe ser respetada", aadi el dirigente.El tema se pondr en tabla en lacomisin de Salud del Senado, de la cual forma parte Rossi, quiense une al llamado de acadmicos de la Universidad de Chile a legislar sobre el tematras el fallecimiento delex dirigente del Partido Socialista,Manuel Almeyda.

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-09502008000200005&script=sci_arttext

El reciente conocimiento pblico de la carta de Manuel Almeyda ha abierto el espacio para una discusin necesaria y postergada. En su carta, el mdico de la Universidad de Chile y destacado dirigente socialista, solicit al Colegio Mdico que promoviera la creacin de una comisin de hombres justos que estudien la mejor forma de poner trmino a la vida de las personas que estn en una condicin de vida terminal y que as lo deseen. Almeyda se basaba en su propia experiencia: a sus 89 aos era oxgeno dependiente, con incapacidad para movilizarse por sus propios medios y realizar actividades cotidianas. Su deterioro aumentaba cada da, llevndolo a concluir que la vida que tengo es insufrible e indigna, como es la que llegan a tener las personas en mis mismas condiciones. El Dr. Almeyda muri pocos das despus de escribir esta carta, cuyo primer efecto ha sido el reingreso de una mocin parlamentaria para regular legalmente la eutanasia, la presencia del tema en los medios de comunicacin, y la apertura de un espacio para la discusin de un tema que nos afecta a todos.Qu impactos tiene esta discusin? Una de los ms significativos es poner en el centro la manera en que abordamos, como sociedad, el proceso de agona, la muerte y el duelo. En una sociedad centrada en la bsqueda de la salud y la juventud permanentes, la muerte tiende a ser un tema relegado. Segn la Encuesta Bicentenario de la Universidad Catlica 2012, el 72% de los chilenos piensa con poca o ninguna frecuencia sobre la muerte, y 81% habla poco o nada de ella. Un dato relevante es que la misma encuesta seala que el 52% de los chilenos y chilenas est de acuerdo con que terminar la vida de los enfermos incurables (eutanasia) es un acto justificable bajo ciertas circunstancias, acuerdo que es de 64% en el estrato alto, 52% en el medio y 48% en el bajo. Paradojalmente, la mayora de quienes se definen como catlicos (54%) tambin justifica la eutanasia en ciertas condiciones, elevndose a 67% en los agnsticos y disminuyendo a 36% en quienes tienen otras religiones.A la luz de las cifras sealadas, la reflexin del Dr. Almeyda es compartida por una parte mayoritaria de la poblacin chilena. En sociedades con Estado laico y moralmente pluralistas, como la sociedad chilena, la discusin sobre la eutanasia debiera abocarse a definir los mecanismos que permitan que cada uno de nosotros, como sujeto individual y colectivo, pueda decidir las condiciones en que desea vivir el proceso de su muerte.Viernes 26 de septiembre de 2014

Es un tema de derechos humanosEUTANASIA viene del griego, eu, que significa bien y, thanatos, que significa muerte, por lo que se refiere al buen morir.Esta palabra fue utilizada por Francis Bacon, quien sealaba en su obra Aumentis Scientiarum, varios siglos atrs, que el oficio de mdico no consiste nicamente en restablecer la salud, sino tambin en aliviar los dolores y sufrimientos que acompaan las enfermedades, y ello no tan slo en cuanto al alivio del dolor... contribuye y conduce a la convalecencia, sino tambin, a fin de procurar al enfermo cuando no haya ms esperanza, una muerte dulce y apacible, porque esta eutanasia no es una parte menor de la felicidad.La eutanasia es a fin de cuentas un tema de derechos humanos. El derecho de un paciente competente -pleno en el uso y goce de sus facultades mentales- a ejercer libremente su voluntad respecto de cmo enfrentar el proceso degradante de la enfermedad.La libertad es la proyeccin de la dignidad humana. Su prdida nos lleva en definitiva a la destruccin de la personalidad del hombre o mujer.Ejercer este derecho a la eutanasia no violenta ni afecta los derechos y libertades de los otros miembros de la sociedad, por lo que la opinin que los dems tengan sobre ella no debiese afectar este derecho del individuo.Como seala Fletcher, ser un ser humano es, desde el punto de vista del valor moral, superior a la vida biolgica. Es por esto que deben respetarse las creencias o principios que cada ser humano tenga respecto de la vida y de como enfrentar la prdida paulatina de poder que implica la enfermedad.Muchas veces la solicitud de asistencia para morir se transforma en el ltimo espacio de libertad y de ejercicio de voluntad y poder frente a un proceso que te priva de la autonoma y de tu capacidad de autodeterminacin. Una sociedad laica debe respetar el derecho a enfrentar el proceso de muerte, de manera tal que ste no implique el menoscabo de la dignidad del ser humano.Un mdico si bien puede abstenerse de participar de la muerte asistida de acuerdo con sus particulares creencias, no puede oponerse a ella.El enfermo no es una cosa, es un sujeto de derechos, por lo que nadie puede privarlo del ejercicio de su autonoma y menos de su voluntad y libertad. Cada persona vivencia de distinta manera el proceso de muerte. El sufrimiento que para algunos pudiese ser ocasin de crecimiento humano y espiritual, para otros puede ser un padecimiento innecesario .Afortunadamente en Chile la ley sobre derechos y deberes de las personas en salud contempla el consentimiento informado, por lo que nadie puede obligar a un enfermo, contra su voluntad, a someterse a un procedimiento, diagnstico o tratamiento alguno.Si bien la denegacin de un tratamiento por parte del paciente no puede tener como objetivo (para el equipo mdico) acelerar su muerte, constituye en la prctica una eutanasia pasiva. Sin embargo, queda por resolver cmo un enfermo puede provocar su muerte cuando por las consecuencias de la enfermedad carece de los medios fsicos para lograrlo.Los mdicos debemos ayudar al proceso de buen morir a individuos que en el ejercicio de su libre albedro, enfrentados a una enfermedad asociada a una degradacin insostenible, deseen poner termino a su vida.Hablar de homicidio para enfrentar este debate es simplemente no entender la naturaleza humana, y que en una sociedad laica y democrtica es necesario enfrentar situaciones que restringen la capacidad de cada individuo de decidir respecto de temas que a nadie mejor que a l le competen.

La eutanasia es un tipo de suicidio asistido. La razn que supuestamente la justificara es el sufrimiento del solicitante, que le hace considerar que su vida no merece ser vivida. Este sufrimiento, al parecer,tendra que tener una naturaleza fsica para distinguir la eutanasia de cualquier tipo de suicidio asistido. As, quienes la promueven la defienden para casos de extremo padecimiento fsico, pero no para casos de extremo sufrimiento personal, independiente de su origen.Lo primero que hay que aclarar, entonces, es que esta distincin es espuria. La pretensin de considerar un derecho que alguien sea asesinado (o ayudado a morir) si su padecimiento fsico lo hace solicitarlo pero negar ese derecho a personas que sufren intensamente por otros motivos no parece tener fundamentos slidos. Lo nico que podra esgrimirse es que la persona que solicita un suicidio asistido lo hace porque no puede hacerlo por sus propios medios (fsicos, nuevamente), pero hay muchas personas que, queriendo suicidarse, no logran hacerlo de manera eficiente, se encuentran impedidos moralmente o lo hacen de maneras que ponen en peligro a otras personas (los casos de suicidio con cianuro o con gas son un buen ejemplo de esto).Luego, si el suicidio asistido fuera considerado un derecho, sera completamente injusto que se excluyera de ese derecho a todas las personas que sufren brutalmente por razones distintas a las fsicas y que se encuentran impedidas de cometer suicidio por motivos distintos a los fsicos. Si fuera considerado un derecho, debera ser un derecho al que todos pudiramos acceder.Un servicio que fuera prestado en cualquier institucin mdica del pas y cuya provisin estuviera asegurada por parte del estado a quienes no pueden pagarlo.De ese modo no habra que someter a quienes no estn impedidos fsicamente para suicidarse de realizar actos tan molestos para ellos y para los dems como saltar de un edificio o arrojarse en horario punta a las lneas del metro.Ahora bien, si le parece que el razonamiento que he desarrollado hasta ahora es fro y descorazonado, es porque lo es. Lo que pasa es que el suicidio asistido es un acto fro y descorazonado. Es dejar que alguien que se encuentra en una situacin desesperada sea tratado con total indiferencia por la comunidad que lo rodea.Es confirmarle a quien siente que su vida no tiene sentido que no lo tiene, y matarla. Es una crueldad, no de su parte (pues es una persona desesperada) sino del resto, que en vez de hacerse la pregunta respecto a por qu alguien querra quitarse la vida, simplemente le concede ese deseo a esa persona. Es, en fin, tratar un sntoma como si fuera la enfermedad. Y extinguir una vida humana.El derecho al suicido asistido que exigen quienes defienden la eutanasia trivializa la vida humana. Distingue vidas que merecen ser vividas de otras que no. Y, a la larga, eso vuelve irrelevante que la persona que es asesinada lo solicite o no. Si hay sufrimientos objetivamente insufribles o si la esperanza de vida de la persona es objetivamente muy poca, basta para despacharla, especialmente en sistemas pblicos donde eso libera camas y recursos mdicos que otros con mejor pronstico necesitan.Y este derecho contiene tambin otro mensaje: le notifica a quienes en ciertos momentos de su vida podran no ser ms que una carga para los dems, que lo correcto en esos casos es matarse. Que es egosta no hacerlo. Que uno slo puede reclamar el derecho a vivir entregando algo til a los dems a cambio. Y que una vez que uno es intil, el nico derecho que le queda es el derecho a morir.En este caso, como en el del aborto, los progresistas intentan que la barbarie que estn defendiendo no sea transparente a la vista de todos. Al igual que cuando afirman que es mejor que asesinen a los nios no deseados porque sus vidas seran muy tristes si nacen, en este caso nosllaman a asesinar a aquellos que sufren o que no tienen utilidad econmica. Todo esto en nombre de un progreso que, a la luz de lo propuesto, terminara por convertir la civilizacin en un gran campo de concentracin.