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...para Niños!!!

EVANGELIO (Lucas 2, 1-14)

El NacimiENto dE JEsús

la natividad

del senor

DISTRIBUCIÓN GRATUITA

José: Yo quiero platicarte del nacimiento de Jesús.

Por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronara todo el mundo. Es decir, todos teníamos que ser contados. Este primer empadronamiento tuvo lugar cuando Cirino era gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno a su ciudad. Yo también tuve que ir desde Nazaret, en Galilea a Belén en Judea, por ser Belén la ciudad de David, de donde era mi familia. Aunque María estaba embarazada, también tuve que llevarla a empadronar. Mientras estábamos allí, se le cumplieron los días del alumbramiento y dio a luz a Jesús. Como todo estaba muy lleno por el censo, sólo encontramos un lugar reservado en un establo. María envolvió en pañales al bebé y lo acostó en un pesebre, que es en donde comen los animales.

Por ahí mismo, estaban unos pastores que dormían en el campo, pues estaban vigilando sus rebaños.

Se les presentó el ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor.

¿Tú crees que si en medio de la noche se te aparece un ángel con toda la manifestación del poder de Dios, te asustarías?

Los pastores sí se asustaron, por eso el ángel les dijo: «No teman, pues les anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Cristo Señor; y esto les servirá de señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace».

Llegaron los pastores a vernos. Y nos contaban llenos de júbilo, como los ángeles les habían anunciado el nacimiento de un Salvador, que es el Cristo Señor.

Así me di cuenta, que Jesús tenía que nacer en Belén, para que se cumplieran las Escrituras; y precisamente en el tiempo del censo, para quedar oficialmente inscrito en el género humano.

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Tú también hoy puedes acercarte al Niño Jesús y contemplarlo. Que te llene con su luz y su alegría.

Y hoy junto con los ángeles, digamos con toda nuestra voz: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace».

Erika m. Padilla rubio

MANOS A LA OBRA

Solamente vas a necesitar una hoja y un lápiz.

¿Tú sabes qué es un simulacro?

Es como un ensayo de qué vamos a hacer en cierto momento. Por ejemplo cuando hay un temblor o un incendio, ensayamos qué es lo que tenemos que hacer.

Ahora vamos a hacer el simulacro de apertura de regalos. Imagínate que es Navidad. Llegados a la Media noche de Navidad ¿qué es lo primero que haces?¡Corremos a abrir los regalos!

Entonces ¡vamos a hacerlo! Simula que abres los regalos.

Oye, ¿pero de quién es la fiesta? ¿es nuestra o es de Jesús?

¿Y cuál es el regalo que hay para Jesús? ¿hay algún regalo para Él?

Si es la fiesta de Jesús, deberíamos de darle un regalo a Jesús. ¿Qué regalo le podemos dar?

¿Qué regalo crees que le encantaría recibir a Jesús? Nuestro corazón.

Entonces vamos a hacer nuestra carta al Niño Dios.

No vamos a hacer nuestra carta para Santa Claus, pues él es sólo uno de los ayudantes del Niño Dios. ¿Quiénes crees que también son ayudantes del Niño Dios? los ángeles, los santos, y los papás.

Entonces nuestra carta no la vamos a dirigir a uno de los ayudantes, sino al mero, mero. Y ¿qué crees que debamos poner en nuestra carta? ¿La lista de regalos que queremos que nos traiga, o más bien, los regalos que nosotros le daremos?

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DISTRIBUCIÓN GRATUITA

Sí vamos a escribirle lo que nosotros queremos darle: nuestro corazón.

Es muy probable que el Niño Dios también nos traiga regalos, pues Él nos ama tanto, que siempre nos da regalos.

Cuando hayas terminado tu carta, has nuevamente el simulacro de apertura de regalos, fijándote muy bien en que Jesús sea el primero en recibir su regalo. ¿Sabes que tú también vas a recibir un gran regalo de parte de Dios? Jesús en tu corazón.

Por eso vamos a decir con todas nuestras fuerzas: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace».

Erika m. Padilla rubio

PLEGARIA UNIVERSALOremos, hermanos, al Señor que siendo rico, se ha hecho pobre para enriquecernos con su pobreza:1. Padre, permite que tu Iglesia, formada por cada uno de nosotros,

vivamos sin temor, pues ha nacido nuestro Salvador, el Cristo Señor. Te lo pedimos Padre.

2. Padre, te pedimos por el Papa, los obispos, los sacerdotes, los religiosos, las religiosas y los diáconos, para que al igual que los ángeles den gloria a Dios con sus vidas. Te lo pedimos Padre.

3. Padre, permite que los gobernantes de todo el mundo, puedan ir al encuentro de Jesús, el Salvador del mundo. Te lo pedimos Padre.

4. Padre, te pedimos que los enfermos y todos los que sufren, experimenten que tu Hijo los llena con su luz y su alegría. Te lo pedimos Padre.

5. Padre, te pedimos que en nuestro corazón no haya nada más importante que Jesús y que digamos con toda nuestra voz: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace». Te lo pedimos Padre.

Muestra, Señor, tu bondad al pueblo que te implora, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.