Exégesis Mateo 5,20
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UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE CHILE
Facultad de Teologa
LA JUSTICIA QUE NOS EXIGE DIOS (MATEO 5:20)
PROYECTO DE EXGESIS
Presentada en cumplimiento parcial
De los requisitos para la asignatura de
Mtodos de Investigacin Teolgica
Por
Carlos Guillermo San Martn Sandoval
Profesor gua: Ramon Carles Gelabert Santan
Chilln, julio de 2013
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2
TABLA DE CONTENIDO
I. INTRODUCCIN ........................................................................................................... 3
II. DEFINICIN DEL TEXTO ........................................................................................... 7
III. QU DICE EL TEXTO? ............................................................................................... 9
IV. SIGNIFICADO DEL TEXTO ......................................................................................... 13
dikaiosu,nh EN MATEO ............................................................................................ 13
dikaiosu,nh EN PABLO ............................................................................................. 15
V. CONTEXTO GEOGRFICO E HISTRICO-SOCIAL ............................................... 18
CONTEXTO HISTRICO ........................................................................................ 18
CONTEXTO SOCIAL ............................................................................................... 19
LA ECONOMA ........................................................................................................ 20
VI. DILOGO CON COMENTARISTAS ........................................................................... 21
VII. CONCLUSIN ............................................................................................................... 24
BIBLIOGRAFA ............................................................................................................. 25
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3
CAPTULO I
INTRODUCCIN
El Evangelio segn San Mateo es atribuido a Mateo Lev hijo de Afeo, un judo
publicano o bien un recaudador de impuestos de Capernam (Mateo 9:9, Marcos 2:14,
Lucas 5:27-29), y posteriormente un discpulo de Cristo hasta su muerte que posiblemente
ocurri en Etiopa al extremo oriental de frica1. Mateo probablemente escribi este
Evangelio entre los aos 50 al 70 d.C, ya que difcilmente pudo hacerlo antes de la primera
dispersin de los cristianos en Jerusaln alrededor del 50 d.C (Hechos 8:4), porque la
iglesia local no tena la necesidad de un Evangelio escrito estando los apstoles presentes
para responder a todas las preguntas, y para impartir la enseanza genuina, adems, en
Mateo 24:1-28 se hace alusin a la destruccin de Jerusaln como algo no ocurrido lo que
significara que no podra ser despus de la destruccin de est en el ao 70 d.C.2
Este el primer libro del Nuevo Testamento, el cual se caracteriza por su orden
cronolgico, y por el propsito definido que tena de llegar a los judos por medio de la
manifestacin explicita de un carcter hebraizante, por el cual pretenda mostrar a los estos
que Jess era el Mesas que se enunciaba en las Escrituras Hebreas. Es evidente que el
propsito de este Evangelio era llegar a los judos para que alcanzasen la salvacin por
medio de Jesucristo, el cual invitaba a los judos a creer que el Mesas que esperaban y que
estaba descrito en las profecas mesinicas de la Biblia Hebrea ya haba llegado, y estaba
1 Merrill C. Tenney, New Testament Survey (Chicago: Moody Press, 1793), 180.
2 Ibd. 173.
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4
frente a sus ojos.3
La sociedad juda en aquel entonces estaba determinada por la injusticia social
disfrazada bajo agrupaciones religiosas con gran influencia econmica y poltica corrupta,
abusiva e inmoral con los pobres y necesitados. Entre los hebreos, tales agrupaciones eran
la aristocracia de la poca que en su mayora eran familias de sacerdotes y rabinos
dirigentes, quienes eran los verdaderos gobernantes de Judea.4
Una de las grandes y principales escenas que nos presenta este Evangelio
posiblemente se desarroll en un monte a los alrededores de Capernam en la primavera del
28 d.C,5 donde el mismo Jess expuso el Evangelio del reino de Dios y las bases sobre la
cuales este se sostiene a sus discpulos y a judos que se encontraban all, acontecimiento
que el mundo cristiano ha titulado como el sermn del monte.
Este sermn nos deja en claro lo didctico de este Evangelio,6 en l Jess haba
presentado un mensaje y testimonio completamente diferente al que el pueblo estaba
acostumbrado a escuchar y ver de parte de los fariseos y escribas, entre otras sectas de
aquel tiempo. La impresin de carcter revolucionario de parte de los judos al mensaje
presentado por Jess en los primeros 16 versculos del captulo 5 del Evangelio segn
Mateo, despert en ellos el inters de saber qu dira este supuesto Mesas acerca de la Ley,
y algunos posiblemente creyeron que la buscaba invalidar. Esta, en s, era una de las
pruebas para determinar la autenticidad de un profeta (Isaas 8:20), ya que si el profeta de
3 Guillermo Hendriksen, New Testament Commentary, Matthew (Michigan: Baker
Book House, 1979), 108.
4 Merrill C. Tenney, New Testament Survey (Chicago: Moody Press, 1793), 71, 78.
5 Guillermo Hendriksen, New Testament Commentary, Matthew, 271.
6 Merrill C. Tenney, New Testament Survey, 183.
-
5
algn modo invalidaba la Ley o Tor (Pentateuco) o iba en contra del testimonio que
daban las tablas de la Ley, que fueron escritas con el dedo de Dios, conocidas como los
Diez Mandamientos, sera un falso profeta, y cunto ms seria determinante esta prueba
para aquel que se presentara como el Mesas.
Jess, al tener en s mismo la plenitud de la divinidad, saba lo que estaba pasando
por la mente de los judos y afirm, en lo que nosotros definimos como la pericopa o
contexto cannico que corresponde a Mateo 5:17-20, el cual nos ayudar a contextualizar el
texto que vamos a analizar:
17No pensis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir,
sino a dar cumplimiento.18Os lo aseguro: mientras duren el cielo y la tierra, no dejar de
estar vigente ni una i ni una tilde de la ley sin que todo se cumpla. 19Por tanto, el que
traspase uno de estos mandamientos ms pequeos y as lo ensee a los hombres, ser el
ms pequeo en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los ensee, se ser
grande en el Reino de los Cielos. 20 Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que
la de los escribas y fariseos, no entraris en el Reino de los Cielos.7
Con estas palabras Jess dej en claro que el bajo ninguna circunstancia iba a
atentar contra tales principios divinos expresados en la Ley, que eran la base del Evangelio
que presentaba. Expres claramente que l vino a cumplir, con sus mandamientos y
promesas, sus preceptos y profecas, sus smbolos y tipos que Lo sealaban en el Antiguo
Testamento.8 As lo ratifica en el Evangelio segn San Juan cuando, usando un lenguaje
directivo hacia los judos, dice: Escudriad las Escrituras; porque a vosotros os parece
que en ellas tenis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de m; (Juan 5:39).9
Escrituras que sin duda hacen refera a la Tor y a los profetas que en su mayora
7 Escuela bblica de Jerusaln, Nueva Biblia de Jerusaln 3.a ed (Bilbao: Editorial
Descle De Brouwer, 1998).
8 Ralp Early y otros, Mateo, Comentario bblico Beacon, 10 vols. (Kansas City, Missouri: Casa Nazarena de Publicaciones, 1996), 6:75.
9 Nueva Biblia de Jerusaln, 3.a ed.
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6
componan el Antiguo Testamento, las que bajo ningn punto de vista vino a abrogar, sino
a invitarnos a escudriarlas para que podamos comprender que l es el cumplimiento de la
Biblia Hebrea; de las profecas donde se revel su vida, ministerio y muerte; y de todo el
sistema de sacrificios que se efectuaba en el Santuario que Dios mand construir a los
hebreos por medio de Moiss.
Y as llegamos, segn muchos autores del Nuevo Testamento, al texto central y
fundamental del sermn del monte: Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor
que la de los escribas y fariseos, no entraris en el reino de los cielos (Mat 5:20).10
Este es el texto bblico que vamos a analizar en funcin de la finalidad o propsito
de lo expresado anteriormente en cuanto a la perpetuidad de la Ley, que nos conduce a la
idea de justicia (gr. dikaiosu,nh [dikaiosn]), un concepto estrechamente relacionado con
el carcter de Dios y el de un cristiano. Por esta razn analizaremos este concepto a la luz
de este pasaje y su contexto, para poder aproximarnos a determinar a qu tipo de justicia se
refiere: a una justicia imputada o a una justicia personal; la de Cristo que nos salva o la
nuestra que es la evidencia de una verdadera conversin.
10 Nueva Biblia de Jerusaln, 3.a ed.
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7
CAPTULO II
DEFINICIN DEL TEXTO
Para poder aproximarnos al texto griego del Nuevo Testamento, para as determinar
de mejor manera el texto que vamos a analizar (Mateo 5:20), tenemos que tener claro que el
Nuevo Testamento fue escrito hace casi 2000 aos, en los que el texto fue preservado por
escribas y copistas a travs de los siglos en condiciones muy difciles. Sin embargo, a pesar
de este cuidadoso trabajo, algunos escribas repetan palabras o cambiaban algunas letras o
no entendan una letra y la omitan o expresaban una serie de alternativas de traduccin,11
que se definen como variantes del texto y que condicionan al ciento por ciento de las
versiones de la Biblia que vamos a comparar.
Cantera-Iglesias: Porque os lo garantizo: si vuestra justicia no supera a la de los
escribas y fariseos, no entraris en el reino de los cielos. (Mateo 5:20).12
Biblia de Jerusaln 3.a ed.: Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor
que la de los escribas y fariseos, no entraris en el Reino de los Cielos. (Mateo
5:20).13
La Sagrada Biblia versin de La Septuaginta al espaol: Porque os digo que, si
no abundare vuestra justicia ms que la de los escribas y fariseos, no entraris,
11 Nancy Weber, Manual de investigacin teolgica (Miami, Florida: Vida, 2009),
25.
12 Francisco Cantera y Manuel Iglesias, Sagrada Biblia Cantera-Iglesias
(Salamanca, Espaa: Biblioteca de autores cristianos, 2009).
13 Nueva Biblia de Jerusaln, 3.a ed.
-
8
no, en el reino de los cielos. (Mateo 5:20).14
Biblia Latinoamericana 1995: Yo se lo digo: si no hay en ustedes algo mucho
ms perfecto que lo de los fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no
pueden entrar en el Reino de los Cielos. (Mateo 5:20).15
Reina Valera 1960: Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la
de los escribas y fariseos, no entraris en el reino de los cielos. (Mateo 5:20).16
Reina Valera 1995: Por tanto, os digo que si vuestra justicia no fuera mayor
que la de los escribas y fariseos, no entraris en el reino de los cielos. (Mateo
5:20).17
Nueva versin internacional: Porque les digo a ustedes, que no van a entrar en
el reino de los cielos a menos que su justicia supere a la de los fariseos y de los
maestros de la ley. (Mat 5:20).18
Versin elegida: Biblia Jerusaln 3.a ed.: Porque os digo que, si vuestra justicia no
es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraris en el Reino de los Cielos. (Mateo
5:20).19
14 Natalio Fernndez, La Sagrada Biblia versin de La Septuaginta al espaol
(Salamanca, Espaa: Sgueme, 2008).
15 Ramn Ricciardi, Biblia latinoamericana 1995 (Madrid: Verbo Divino, 1995).
16 Sociedades Bblicas Unidas, Santa Biblia Reina-Valera revisin 1960 (Sel:
Sociedades Bblicas Unidas, 2008).
17 Sociedades Bblicas Unidas, Reina Valera revisin 1995 (Colombia: Sociedades
Bblicas Unidas, 1995).
18 Luciano Jaramillo, Biblia NVI (Colorado Springs, Columbia: Sociedad Biblica Internacional, 2000).
19 Nueva Biblia de Jerusaln, 3.a ed.
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CAPTULO III
QU DICE EL TEXTO?
Texto griego:
,
. (Mat 5:20).20
Al ir al texto griego y analizarlo a simples rasgos podemos ver:
Porque yo os digo, , clusula muy habitual en el Nuevo Testamento,
formado por:
L, verbo primera persona del presente de indicativo en voz activa, que por
implicacin significa: explicar, hablar, decir, responder.
, partcula primario y conjuncin causal porque, propiamente asignada a
una razn, usada en una argumentacin, explicacin o intensificacin.
, pronombre, irregular dativo de (vosotros); os.
Que si vuestra justicia no fuese mayor,
, Construccin con:
, neutro de (querer , cosa) como conjugacin; demostr. Que.
, partcula condicional, en caso de que, provisto, etc.; A menudo usado con
otras partculas para denotar condicin indefinida o incertidumbre.
20 Robert Estienne, Novum Testamentum graece (Bibleworks 8).
-
10
, partcula primario de negacin calificada, (adverbio) no, (conjuncin) no sea
que, tambin como interrogativo (aplicando una respuesta negativa).
, tercera persona, singular del aoristo primero de subjuntivo en voz
activa del verbo w; aumentar, abundar, tener ms, aqu como fuere
mayor.
, genitivo de (vosotros) de (de o concerniente a) vosotros; vuestro
estado, experimentabais.
, articulo definido, el, la, lo ( a veces suplido en el espaol); cosa, el, este, ese,
quien, uno.
, de ; equidad (de carcter o acto) especficamente
justificacin (cristiana); justicia , justificacin.
, comparativo de (mucho, abundancia) ms en cantidad, nmero y
calidad (tambin) en plural la porcin mayor, mayora, ms excelente,
mayora.
Que la de los escribas y fariseos, , frase
constituida por:
, articulo definido, el, la, lo (a veces suplido en el espaol); cosa, el, este,
ese, quien, uno.
de (escrito, carta) (personalmente) escriba o secretario;
escriba o escribano.
, partcula primario teniendo a veces fuerza copulativa y a veces tambin
-
11
cumulativa; y, tambin, aun, as, entonces.
, de origen hebreo (dar dolor, declarar, esparcir.); Un
separatista, exclusivamente religiosamente; fariseo, judo sectario.
No entrareis en el reino de los cielos,
, afirmacin construida con:
, clusula con doble negativa enftica (palabra primaria, negativa
absoluto) (partcula primario de negacin calificada), que equivale a de
ningn modo, nunca jams.
, segunda persona plural del aoristo segundo de subjuntivo en voz
activa del verbo ;rcomai, entrar, aqu como entrareis; entrar, ir, llegar, pasar.
, preposicin primario, que indica el punto alcanzado al que se quiere entrar, a
menudo usado en composicin con el mismo sentido general, pero solo con
verbos que expresan movimientos (literalmente y figurativamente); a , adentro,
en.
, articulo definido, el, la, lo (a veces suplido en el espaol); cosa, el, este,
ese, quien, uno.
, de (rey, soberano) literalmente y figurativamente; reinar,
reino.
, articulo definido, el, la, lo (a veces suplido en el espaol); cosa, el, este,
ese, quien, uno.
, por extensin cielo (como la morada de Dios); por implicacin
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12
felicidad, poder, eternidad; especficamente el Evangelio; celestial, cielo.21
Traduccin literal:
Digo porque os que si no abunda vuestra la justicia mayor el escriba y fariseo
nunca jams entrareis en el reino el cielo
21 James Strong, Diccionario Strong en Espaol (Miami, Florida: Caribe, 2002), 9-
232.
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CAPTULO IV
SIGNIFICADO DEL TEXTO
En el texto escogido (Mateo 5:20) hay un concepto clave para poder determinar su
significado, ya que, si vara, el sentido y la temtica del texto cambiaran rotundamente. Tal
concepto es el de justicia, que en el texto griego es dikaiosu,nh [dikaiosn], el cual
aparece 91 veces en el Nuevo Testamento. De ellas, 57 estn en las cartas paulinas, de las
cuales 33 se encuentran el libro de Romanos. Adems, se encuentra 7 veces en Mateo, 3
veces en Santiago y 1 Juan y las dems ocasiones se daran dentro de las cartas pastorales.
A partir de la comprensin del significado de esta palabra podramos saber si esta justicia
es imputada o personal.
dikaiosu,nh en Mateo
El concepto dikaiosu,nh es un motivo teolgico central en Mateo. La dikaiosu,nh ha
sido puesta redaccionalmente por Mateo en todos los pasajes, el autor interpreta el camino
de Jess como el camino de justicia(Mateo 21:32), expresin de la justicia que Dios
exige a los hombres.
Desde un principio, aun antes del bautismo de Jess, Mateo se dirige hacia la
justicia que hay que cumplir (Mateo 3:15), que es el contenido de la voluntad de Dios,
quien requiere justicia como la salvacin de los hombres. Eso, precisamente, comienza
Jess a realizarlo de palabra y obra. La justicia se convierte, por un lado, en la expresin de
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14
la salvacin de Dios, de la que los hombres tienen hambre y sed (Mateo 5:6)22 y, por
otro, esta justicia sigue siendo muy de acuerdo con el pensamiento veterotestamentario y
judio una exigencia de Dios a los hombres, una condicin de la salvacin que ellos
mismos deben tambin realizar (Mateo 5:20). Esta doble faceta es la que caracteriza
tambin al empleo del concepto dikaiosu,nh en Mateo.
El texto escogido presenta una justicia que consista en una completa conformidad
con la Santa Ley de Dios23, la que no se limitaba a lo exterior, como lo asimilaban la
mayora de judos y en especial los escribas y fariseos que daban ms prioridad al
establecimiento de su justicia a la vista de los hombres que a la de establecerla en sus
corazones a la vista de Dios (1 Samuel 16:7). Lo que requiere Dios es una rectitud del
corazn, una justicia interior a consecuencia de una renovacin de la mente, realizada a
travs del Espritu Santo (pondr mi Ley en su interior y sobre sus corazones la
escribir [Hebreos 8:10]), que conforme nuestros, pensamientos, deseos, pasiones a
los principios divinos, que en definitiva son los que dan lugar a la justicia interior que
deriva en una justicia exterior.
As lo dej claro Jess en el sermn del monte cuando habl en cuanto al homicidio:
Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, ser reo ante el tribunal;
pero el que llame a su hermano imbcil , ser reo ante el Sanedrn; y el que le llame
renegado , ser reo de la gehenna de fuego y al adulterio, que no lo describe como un
simple acto sexual sino como un pecado que nace de un corazn no santificado: Todo el
que mira a una mujer desendola, ya cometi adulterio con ella en su corazn (Mat 5:28).
22 Horst Balz y Gerhard Schneider, Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento, 2
vols. (Salamanca, Espaa: Sgueme, 1996), 1:986.
23 Guillermo Hendriksen, New Testament Commentary, Matthew, 307.
-
15
Con estas dos ideas que plante Jess dej al descubierto la equvoca justicia que
pretendan mantener muchos judos de los que ah se encontraban y a los que Mateo haba
pertenecido hasta que Jess lo invit a seguirlo.
dikaiosu,nh en Pablo
Para Pablo el concepto dikaiosu,nh se halla estrechamente relacionado con el
suceso central de la salvacin, la muerte y resurreccin de Jess. De acuerdo con la
tradicin veterotestamentaria y juda, l ve en la justicia no solo un atributo moral de Dios o
del hombre, sino que, con referencia al hombre, es un elemento esencial que hace que este
sea enteramente lo que debe ser en relacin con Dios y con sus semejantes. Para Pablo la
justicia, que determina e impugna la vida de un cristiano, no se espera ni se produce por la
Ley y por el cumplimiento de sus preceptos, como se piensa en el judasmo descrito por
Pablo, sino que es un don debido a la entrega de amor que Jess hizo en su muerte (Glatas
2:21).24
Con esto podemos ver que el concepto de justicia en Pablo tiene que ver ms con la
soteriologa que con la tica. Pablo se esforz por demostrar a los judos que la relacin
ntima que existe entre la justicia y la fe es conforme a las Escrituras, y trata de garantizar
el carcter de la justicia como gracia. El concepto que tena Pablo de dikaiosu,nh en lo que
respecta a escatologa se basa en la accin de Dios y la comunicacin de la misma por
medio de la fe. Adems, en Glatas 5:5 acenta el carcter escatolgico permanente de
dikaiosu,nh, que se define como la espera de parte de los creyentes del don salvfico de la
dikaiosu,nh otorgado por el Espritu Santo.
24 Horst Balz y Gerhard Schneider, Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento,
1:988,989.
-
16
La justicia, concedida gratuitamente al creyente, exige del mismo un total servicio a
ella (Romanos 6:12-23). El don de la justicia (Romanos 5:17) determina en el creyente un
cambio de servicio; le traslada a una nueva relacin de una obediencia a Dios (Romanos
6:13-22) o hacia el don concedido gratuitamente por Dios (Romanos 6:18). Pablo
caracteriza el servicio que los justificados prestan a la justicia como un compromiso y
entrega total a la lucha. Por ser los que han muerto al pecado y viven ahora para Dios, los
justificados deben emplear a fondo sus miembros como armas de la justicia (Romanos
6:13; 2 Corintios 6:7).
El significado escatolgico-soteriolgico de la dikaiosu,nh persiste an all donde
la dikaiosu,nh se asocia con el imperativo tico. Inversamente existe tambin la
expectacin de que los cristianos produzcan fruto, que consiste en la justicia. Un fruto
que, por cierto, ha llegado a ser posible por medio de Jesucristo.25
La justicia definitivamente est directamente relacionada con la santidad, siempre y
cuando esta justicia sea un don de Dios. Quien no practique la verdadera justicia que en
el contexto de Mateo 5:20 debe ser mayor a la de los escribas y fariseos, ya que estos la
limitaban solo al exterior para su propia gloria, buscando la aprobacin de los hombres
(Mateo 6:1) como un resultado, fruto y evidencia de una verdadera conversin y
aceptacin de la gracia de Cristo, no podr entrar en el reino de los cielos (1 Corintios 6:9-
10; Hebreos 12:14; Mateo 7:21-23).
Una justicia no como una condicin para la salvacin sino como un resultado de
esta, derivada de una transformacin de la mente y el corazn que solo Dios puede efectuar,
25 Horst Balz y Gerhard Schneider, Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento,
1:990.
-
17
la cual causa una obediencia no interesada en una eventual recompensa, sino en respuesta al
incondicional amor de Dios (1Juan: 4:19; 5:3), obedeciendo los mandamientos de Dios,
buscando la justicia que hay en ellos con gozo, por desprecio a la pecaminosidad de
transgredirlos (1 Juan 3:4) y simplemente porque expresan la justicia de Cristo, ya que en
l no hay transgresin alguna.
Y as se exalta la gracia de Dios, que es la que nos ensea la justicia (Tito 2:11-14).
Por tanto, la gracia en ninguna manera es contraria a la justicia (Isaas 45:8), si no fuese por
la gracia de Dios, no podramos tener una justicia mayor que la de los escribas y fariseos,
por lo cual seria imposible batallar y abandonar la enfermedad del pecado sin la gracia de
Dios expresada en la obra santificadora del Espritu Santo.
-
18
CAPTULO V
CONTEXTO GEOGRFICO E HISTRICO-SOCIAL
Contexto histrico
El Nuevo Testamento se escribi cuando casi todo el mundo civilizado estaba
sometido bajo el dominio de Roma, imperio que estaba bajo la jefatura del emperador, al que
en el Nuevo Testamento se le llama tanto Rey (1 Pedro 2:17) como Augusto (Lucas
2:1).26 Herodes Agripa II (50 al 100 d.C) era quien tena toda autoridad como gobernador
sobre tierras hebreas cuando posiblemente se escribi el Evangelio segn San Mateo entre el
ao 50 y 70 d.C.
Este tena tal influencia en el mundo judo que tena el derecho de designar al sumo
sacerdote del Templo de Jerusaln. Aunque Agripa tena bastante conocimiento sobre el
judasmo era indiferente a sus hondas implicaciones; de modo que aunque observaba las
costumbres ceremoniales nunca demostr tener sincera conviccin acerca de la verdad.
A los diferentes gobiernos extranjeros que dominaron Palestina los Ptolomeos, los
Selecidas, los Herodes y los romanos el pueblo los consideraba generalmente como
usurpadores cuyo gobierno tenan que tolerar, porque no podan jams llegar a ser sus
soberanos. El pueblo haba tenido que someterse a su yugo poltico, pero nunca les dieron
adhesin de corazn. El poder que realmente controlaba al judo era el del sacerdocio.27
26 Merrill C. Tenney, New Testament Survey, 21.
27 Ibd. 63.
-
19
Contexto social
Exista una aristocracia tanto en el judasmo como en el mundo pagano, en el
judasmo estaba constituida por familias de sacerdotes y rabinos dirigentes. En los
Evangelios queda claramente demostrado que la jerarqua o los gobernantes de este tiempo
eran los sacerdotes, quienes tenan control sobre el trfico comercial relacionado con el
Templo, participaban en las ganancias derivadas de la venta de animales de sacrificios y del
cambio de monedas que se necesitaba para las ofrendas del Templo.
Entre los miembros del Sanedrn, el ms alto concilio del judasmo, haba hombres
nobles y bondadosos, como Nicodemo y Jos de Arimatea. Probablemente eran
terratenientes que arrendaban sus haciendas a cambio de una parte de las cosechas.
La mayora de los habitantes eran pobres. Algunos eran hacendados, otros artesanos y muy
pocos comerciantes. La esclavitud no se practicaba a gran escala en el judasmo, y lo ms
seguro es que todos los judos de palestina fueran libres. Algunos, como los pescadores que
se convirtieron en discpulos, posean pequeas empresas que les daban lo suficiente para
sustentarse bastante bien.
Debido a las obligaciones que la ley impona, las divisiones sociales entre los judos
estaban restringidas; si todos tenan la responsabilidad de obedecer a Dios, eran
moralmente iguales en su presencia. Aunque entre los judos se considera al rico como
especialmente favorecido por Dios y, por lo tanto, como justo, no haba razn por la que
alguien no pudiera alcanzar iguales mritos mediante las buenas obras. A pesar de una
aristocracia que tiende a perpetuarse por s misma, en la oligarqua juda haba al menos
una inherente igualdad moral que la restringa para que no se volviera demasiado
-
20
opresiva.28
La economa
Las monedas oficiales del imperio eran el denario y el aureus de oro o libra. Una
libra equivala a cuarenta denarios, el denario equivala a 17 centavos de un dlar.
Generalmente se practicaba el sistema bancario, aunque no en la forma intrincada que se
conoce en el mundo moderno. El estado no subsidiaba a los bancos, pues estos eran por lo
general compaas privadas.
En el tiempo de Cristo y la Iglesia primitiva, el imperio romano ocupaba las tierras
que limitan la cuenca del mediterrneo explotando al mximo las haciendas que contenan
muchos rboles frutales y hortalizas de las cuales muchas estaban irrigadas por sistemas
pblicos que Augusto constituy.
Las fbricas que existan eran empresas privadas que empleaban esclavos que
trabajaban en talleres donde fabricaban vasijas, gneros de lino y el papel que vena de
Egipto. Los herreros y carpinteros se caracterizaban por fabricar productos ingeniosos y
bien catalogados aunque todos los muebles venan del norte de Italia.29
28 Merrill C. Tenney, New Testament Survey, 71-72.
29 Ibd. 84-87.
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21
CAPTULO VI
DILOGO CON COMENTARISTAS
Cuando buscamos el significado o bien analizamos un texto bblico, es clave saber
cul es la posicin de algunos telogos representantes de distintos credos, y de
comentaristas bblicos en cuanto al texto escogido o al concepto que produce las variantes
en la interpretacin.
Guillermo Hendriksen, nos dice:
En consecuencia, la afirmacin hecha en el v.20 es definitivamente bsica para lo
que sigue. La justicia exigida por Cristo es nada menos que una completa
conformidad con la Santa ley de Dios, en todo lo que la persona hace y es. Tal
justicia significa que el corazn, no solo la accin exterior, est en lo recto, en lo
recto tal como Dios lo ve.30
Estoy absolutamente de acuerdo con Hendriksen en que la justicia exigida por Jess
es una plena conformidad con la Santa Ley de Dios siempre y cuando sea exigida como una
consecuencia, evidencia o resultado de la salvacin y no como un requisito de esta, si se
refiere a una justicia personal, por su puesto. Al referirse Cristo a una justicia imputada, la
conformidad con la Ley sera un requerimiento. Adems, concuerdo con que la justicia no
se limita solo a lo exterior, ya que lo expuesto por Jess posteriormente en cuanto al
homicidio y adulterio ratifican esta idea.
Comentario Bblico Beacon: Est bien que un cristiano agradezca a Dios, porque
no est bajo la ley sino bajo la gracia. Pero, si cree que por esa causa se demanda menos de
30 Guillermo Hendriksen, New Testament Commentary, Matthew, 307.
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22
l, ha ledo el sermn del monte sin entenderlo.31
No estoy completamente de acuerdo con el hecho de que, porque seamos salvos por
gracia y no por nuestras obras, Dios no le da importancia a estas, porque sin duda son la
evidencia de que realmente por medio de la fe se acept la gracia de Cristo, ya que l no
nos deja as como estamos, sino que nos transforma.
Comentario exegtico al texto griego del Nuevo Testamento: Todo aquel que
pretenda entrar en el reino con su propia justicia no entrara en l, solo es posible acceder a
la bendicin de entrar en el reino en la medida en que sea Dios mismo quien tome al
pecador del lugar de las tinieblas en que vive y los traslade al reino del hijo.32
Por su puesto que nadie puede alcanzar la vida eterna con su propia justicia, pues
Jess es el camino y la vida. En l est la justicia sin transgresin o pecado, la justicia que
exige la Ley y que ninguno ha alcanzado, pero que Jess alcanz. l ofreci su vida
perfecta, la vida exigida por la Ley, para que la aceptemos y as, en el juicio, Dios Padre
mire la vida perfecta de Jess y no la nuestra y seamos aceptos en el amado para vida
eterna.
David P. Scaer sostiene que: La referencia al Jess que llama a los pecadores y no
a los justos (Mateo 9:13) es la nica en que se puede tener la certeza de que la palabra
justicia se usa en un sentido estrictamente moral, sin otras connotaciones.33
31 Ralp Early y otros, Mateo, Comentario bblico Beacon, 6:76.
32 Samuel Prez, Mateo, Comentario Exegtico Al Texto Griego Del Nuevo Testamento (Barcelona: Clie, 2009), 327.
33 David P. Scaer, Mateo ensea a la Iglesia (Estados Unidos: Concordia, 2006),
288.
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En cierta forma es verdad que podemos tener una certeza absoluta de que en Mateo
9:13 se habla de una justicia moral, ya que se refera a la de los fariseos que tenan una
supuesta justicia moral. En Mateo 5:20, sin duda alguna, nos habla de una justicia moral,
lo que nos deja entrever esta posicin es la pericopa y las afirmaciones de Jess sobre los
temas tocados posteriormente en el sermn del monte. El conflicto no sera aqu si la
justicia es moral o no, si no, el tipo de justicia que Jess quiere que desarrollemos, una
interior del corazn (Mateo 5:21-48).
Dietrich Bonhoeffer afirma que: Si la justicia de los discipulos es mejor que la
de los fariseos, se debe a que solo se apoya en la comunin con aquel que ha cumplido la
Ley; la justicia de los discpulos es autntica justicia porque ahora cumplen la voluntad de
Dios observando la Ley.34
Esta declaracin es bastante aclaradora en cuanto a la justicia que apunta y exige
Jess, que necesariamente tiene que ser mayor que las de los escribas y fariseos, que es,
como bien dice Bonhoeffer, cumplir la voluntad de Dios observando la Ley no por nuestras
fuerzas, sino por la gracia de Dios manifestada por medio de una comunin con Aquel que
ha cumplido la Ley.
34 Dietrich, Bonhoeffer, El precio de la gracia, el seguimiento (Salamanca, Espaa:
Sgueme, 2004), 86.
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CAPTULO VII
CONCLUSIN
Tras lo expuesto, podemos concluir que la justicia como tal no es algo que nos hace
legalistas y nos aparta de la gracia de Cristo, siempre y cuando la entendamos como un
resultado y no como la causa de nuestra salvacin. Que la justicia sea un requerimiento para
entrar en el reino de los cielos no es algo que nos deba preocupar (ya que todos hemos
pecado y estaramos todos perdidos, que no se mal interprete), porque Cristo pag ese
precio que no est a nuestro alcance y, tambin, porque por esta misma gracia obtenemos la
justicia que tenemos que experimentar como una evidencia de la salvacin, que tampoco
est a nuestro alcance si no alcanzamos a Dios. Por ende, el concepto de justicia no es
imputada o personal, sino, imputada y personal.
La gracia y la justicia son conceptos inseparables, en la justificacin y en la
santificacin y es trascendental que, como iglesia remanente, lo podamos entender a la luz
de las Santas Escrituras. Esto es tan importante para la iglesia en general como para cada
persona en particular, ya que, al comprender la mecnica que se desarrolla entre estos dos
conceptos, estaremos menos propensos a caer en el legalismo y en la aceptacin de la idea
de la gracia barata, que son distorsiones del entendimiento que pueden poner en juego
nuestra salvacin, por la cual luch y sigue luchando Dios.
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