Facultad de Ciencias Veterinarias -UNCPBA- · (Blanco et al., 2002). La intoxicación con plomo...
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Facultad de Ciencias Veterinarias
-UNCPBA-
Resistencia ósea en tres especies de anátidos
silvestres expuestas a contaminación crónica
con plomo de origen cinegético
Natalini, María Belén; Berisso, Raúl; Caselli, Andrea
Marzo, 2014
Tandil
II
Resistencia ósea en tres especies de anátidos silvestres
expuestas a contaminación crónica con plomo de origen
cinegético
Tesina de la Orientación Sanidad de Grandes Animales presentada como parte
de los requisitos para optar al grado de Veterinario del alumno: Natalini, María
Belén.
Tutor: Med. Vet. Berisso, Raúl.
Directora: Med. Vet. Caselli, Andrea.
III
AGRADECIMIENTOS
A mis papas y hermanos, por haberme marcado el camino y aconsejado a lo
largo de toda la carrera.
A Silvina Bocca, por ser mi compañera incondicional desde hace varios años y
acompañarme en campañas, trabajo de oficina, y más.
A mi tía Lidia, por los consejos brindados durante esta etapa.
A mis amigos, los de lejos y cerca, no podría haberlo hecho sin ellos.
A Andrea Caselli, por ser no solo mi directora en este período sino una guía
durante estos tres años compartidos.
A Marcelo Romano y Hebe Ferreyra, por los innumerables conocimientos
transmitidos en cada campaña.
Al equipo de trabajo de este proyecto, por dejarme ser parte y brindarme
conocimientos y experiencias.
A Mario y Guillermo Pecelis, por su buena predisposición y apoyo en este
trabajo.
A Claudia Marinelli, Martín Santiago, Claudio Santiago y Lucas Conde, por
colaborar de distintas maneras para que esta tesina sea posible.
A Raúl Berisso, por enseñarme la parte práctica de esta profesión y permitirme
realizar la tesina.
A mis profesores, y a la facultad, por las enseñanzas profesionales y
personales.
IV
RESUMEN
La intoxicación de anátidos por ingestión de perdigones de plomo en áreas de caza es un problema reconocido a nivel mundial. Numerosas investigaciones demuestran que el plomo tiene efectos negativos para la salud de la fauna silvestre. Los perdigones remanentes de la actividad cinegética se acumulan en los humedales y son ingeridos accidentalmente por aves acuáticas, quienes los confunden con gastrolitos. Una vez que ingresan al organismo la acidez del estómago los disuelve, formando sales que son absorbidas a nivel intestinal llegando a hígado, riñones, sistema nervioso, músculos y huesos. El tejido óseo es de gran utilidad para el estudio de los efectos directos e indirectos de contaminantes en los seres vivos, y en este caso, el sitio primario donde se deposita en forma crónica el 90% del plomo que ingresa al organismo. El objetivo de este estudio es utilizar el análisis de tejido óseo en anátidos como indicador indirecto de la presencia de plomo en los ambientes acuáticos sometidos a la actividad cinegética. Los resultados indican que el total de los ejemplares analizados presentan concentraciones de plomo a nivel óseo compatibles con intoxicación tanto aguda como crónica, y confirman la ingestión de perdigones en los sitios de muestreo. Asimismo se pudo determinar asociaciones entre las variables estudiadas, las cuales ejercen un efecto en conjunto sobre el organismo. Este trabajo permitió evaluar el funcionamiento de un dispositivo que posibilita, de forma práctica y económica, obtener datos de resistencia ósea a campo. Finalmente los datos revelados en este estudio junto con investigaciones previas realizadas en nuestro país, ofrecen argumentos científicos para prohibir el uso de perdigones tóxicos en todo el territorio.
PALABRAS CLAVES: anátidos, plomo, perdigones, intoxicación, tejido óseo.
V
INDICE
INTRODUCCIÓN ........................................................................................... - 1 -
EXPOSICIÓN DEL CASO .............................................................................. - 5 -
Datos demográficos .................................................................................... - 5 -
Motivo de consulta ...................................................................................... - 6 -
Antecedentes relevantes ............................................................................. - 7 -
Cuadro clínico ............................................................................................. - 9 -
Patogenia de la intoxicación crónica por Plomo ........................................ - 10 -
Evaluación ................................................................................................ - 12 -
Métodos tradicionales: .............................................................................. - 12 -
Necropsia ............................................................................................... - 12 -
Medición de la concentración de plomo ósea ........................................ - 17 -
Métodos complementarios: ....................................................................... - 18 -
Medición digital del espesor de la corteza ósea .................................... - 18 -
Medición de la resistencia ósea ............................................................. - 19 -
Radiografías de tractos digestivos ......................................................... - 22 -
RESULTADOS ............................................................................................. - 24 -
- Huesos frescos, huesos congelados ................................................... - 24 -
Corrientes ................................................................................................. - 26 -
-Ingestión de municiones ....................................................................... - 26 -
-Variación de la concentración ósea de plomo ...................................... - 26 -
-Variación de la resistencia ósea ........................................................... - 28 -
-Variación de la concentración de Pb según el sexo ............................. - 28 -
-Variación de la concentración de Pb según la edad ............................. - 29 -
-Análisis de las variables en su conjunto ............................................... - 30 -
Buenos Aires ............................................................................................. - 32 -
-Ingestión de municiones ....................................................................... - 32 -
-Variación de la concentración ósea de plomo ...................................... - 32 -
- Resistencia ósea- Plomo en hueso ..................................................... - 32 -
- Relación entre condición corporal, ROF, [Pb] en ambos sexos ........... - 33 -
Relación entre espesor de corteza ósea, [Pb] y ROF. ........................... - 35 -
Buenos Aires – Corrientes ........................................................................ - 36 -
VI
-Resistencia ósea versus concentración de plomo en hueso ................ - 36 -
DISCUSIÓN ................................................................................................. - 38 -
CONCLUSIÓN ............................................................................................. - 43 -
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................... - 46 -
- 1 -
INTRODUCCIÓN
Los anátidos son una familia de aves acuáticas que comprende a los patos,
cauquenes y cisnes, aves principalmente nadadores distribuidas por todos los
continentes, excepto el antártico (Bertonatti, 2009). En el mundo existen unas
144 especies de anátidos, de las cuales 30 especies de patos se encuentran
en Argentina (Narosky e Yzurieta, 2010). La mayor riqueza de estas aves se
presenta en el este y centro del país, donde existe abundante disponibilidad de
ambientes acuáticos (Bertonatti, 2009). Utilizan ríos, arroyos, esteros y
bañados, en los cuales se alimentan y reproducen, desde fines de septiembre a
principios de febrero. Algunas de estas especies presentan un gran valor para
la caza deportiva, por lo que han sido intensamente e históricamente cazadas
(Blanco et al., 2002).
La intoxicación con plomo (Pb) en aves acuáticas es una consecuencia directa
de la caza, reconocida a nivel mundial como un grave problema desde hace
más de 100 años (Calvert, 1876).
El plomo es un metal pesado que se encuentra en el ambiente formando parte
de distintos minerales (Eisler, 2000). Ha sido utilizado durante años para
diversas aplicaciones, dado que es fácil de extraer y fundir (De Francisco et al.,
2003). Durante el año 2012 se produjeron en el mundo 5.2 millones de
toneladas de concentrados de plomo producto de las operaciones mineras
(CAMINEX Informe Anual, 2013). El destino de estos concentrados suele ser la
fabricación de baterías de almacenamiento, revestimiento de cables, pigmentos
y productos químicos, así como aleaciones y municiones (De Francisco et al.,
2003).
Sin embargo, los efectos adversos a la salud provocados por la exposición al
plomo pueden ser serios según la cantidad ingerida. La ruta primaria por la cual
dicho metal ingresa al organismo es a través de la ingestión de los alimentos
contaminados. En este caso, el uso de perdigones de plomo utilizados en la
actividad cinegética ha sido sugerido como una fuente de exposición en los
seres humanos tanto por su consumo directo como por los pequeños
fragmentos que contaminan la carne de animales de caza (Mateo et al., 2007,
Tsuji et al., 2008, Caselli et al., en prensa). En relación a esto, existe evidencia
- 2 -
radiográfica que muestra los fragmentos de perdigones depositados en los
tejidos del animal que recibió el impacto, que pueden ser ingeridos de manera
inadvertida por el hombre (Pain et al., 2010).
El plomo tiene efectos tóxicos en muchos órganos, sistemas y procesos
fisiológicos, incluyendo el desarrollo de la línea hemática, pudiendo afectar a
nivel renal, cardiovascular, reproductor, digestivo y nervioso (Sanín et al., 1998,
Valdivia Infantas, 2005, Poma, 2008, Kosnett, 2009). La naturaleza de las
manifestaciones de toxicidad depende no sólo de la magnitud de la exposición
sino también de las características de la persona expuesta, siendo más crítica
para el feto en desarrollo y el niño en crecimiento que para los adultos (Sanín
et al., 1998, Poma, 2008, Kosnett, 2009).
En comparación con la larga historia de información sobre la toxicidad del
plomo en los seres humanos, el reconocimiento del peligro que conlleva la
ingestión de perdigones para la vida silvestre es relativamente reciente. Los
primeros casos de intoxicación en fauna se registraron a finales del siglo
diecinueve (Calvert, 1876). En particular, la caza se ha llevado a cabo durante
años en los humedales de muchos países y la utilización de estos perdigones
de plomo ha conducido a su acumulación, tanto en el agua como alrededor de
los sitios de caza. En el mundo la cifra de municiones tóxicas utilizadas cada
año entre la caza y el tiro deportivo, se estima conservadoramente en alrededor
de dos billones de perdigones (De Francisco et al., 2003).
El plomo contenido en los perdigones que no ha pasado a la cadena trófica se
almacena en los sistemas acuáticos y terrestres, pudiendo liberarse bajo
ciertas condiciones biogeoquímicas (agua o suelos ácidos, potencial redox,
entre otros), quedando así disponible en el ambiente (Eisler, 2000). Hay
pruebas que documentan la posterior ingestión de perdigones o fragmentos
tanto en reptiles como en aves y mamíferos (Rattner et al., 2008). La ingestión
del plomo puede provocar una serie de efectos en los animales, como cambios
a nivel fisiológico, reproductivo, conductual e inmunológico, pudiendo llevar a la
muerte del individuo expuesto (Blanco et al., 2002, Rattner et al., 2008,
Ferreyra et al., 2013).
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En Argentina, la caza de fauna silvestre constituyó, junto con la agricultura de
subsistencia, la base de la alimentación de las poblaciones aborígenes. Con el
avance de la agricultura y la ganadería, la caza, como actividad primaria para
obtener el sustento diario, desapareció, para ser reemplazada por la caza
deportiva (Blanco et al., 2002). Actualmente, en nuestro país existe una fuerte
presión cinegética, toneladas de plomo de los perdigones remanentes quedan
en el ambiente, amenazando aves acuáticas y ecosistemas completos en los
que se practica la caza (Alzuagaray et al., en prensa).
El primer estudio realizado en Argentina sobre la exposición al plomo en
anátidos comenzó en el año 2007, en los humedales de la provincia de Santa
Fe, a cargo de integrantes de World Conservation Society (WCS), con apoyo
del gobierno local, de la Morris Animal Foundation y de varias universidades
nacionales, entre ellas la UNCPBA (Facultades de Ciencias Veterinarias y
Ciencias Exactas). Mediando estos estudios exploratorios se pudo evaluar que
aproximadamente el 30% de los patos cazados en la región habían ingerido
perdigones y que una proporción considerable de ellos tenía concentraciones
de plomo en hueso por encima del umbral tóxico de 10 a 20 ppm (Ferreyra et
al., 2009). Esto sucede porque una vez que los perdigones son ingeridos, la
acidez del estómago los disuelve, formando sales de plomo que son
absorbidas a nivel intestinal, llegando a hígado, riñones, sistema nervioso,
músculos y huesos (Clemens et al., 1975; De Francisco et al., 2003). Cuando
se llega a niveles por encima del umbral toxico de 10 a 20 ppm (Pain, 1996;
Svanberg et al., 2006) pueden evidenciarse problemas fisiológicos,
reproductivos, neurológicos e inmunológicos en las aves (Bates et al., 1968,
Eisler, 2000, Friend, 2009), con el riesgo consecuente sobre las poblaciones
expuestas. Cabe señalar que si bien el hígado es un buen indicador de la
existencia de intoxicación aguda, el sitio primario de almacenamiento es el
tejido óseo, donde se deposita en forma crónica el 90% del plomo que ingresa
al organismo (Ethier et al., 2007). En este sentido, se cree que el plomo podría
afectar la resistencia ósea, al competir de forma directa con el calcio presente
en el hueso y al interferir con la estimulación hormonal de los osteoblastos y los
osteoclastos, células responsables del crecimiento y remodelación ósea
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(Pounds et al., 1991). Esto podría ocasionar la formación de huesos débiles,
favoreciendo la presentación de fracturas.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, en este trabajo se plantearon
los siguientes objetivos:
Objetivo general:
Utilizar el análisis de tejido óseo en anátidos como indicador indirecto de
la presencia de plomo en los ambientes acuáticos sometidos a la
actividad cinegética.
Objetivos específicos:
- Poner a punto un dispositivo para evaluar la resistencia ósea de forma
mecánica en anátidos silvestres.
- Evaluar la correlación entre la resistencia ósea y la concentración de
plomo en tres especies de anátidos de la provincia de Corrientes y en una
especie de la provincia de Buenos Aires.
- Determinar el espesor de la corteza ósea a través de mediciones
digitales y correlacionarlo con los niveles de plomo en hueso de las
especies analizadas.
- Evaluar si existen diferencias en cuanto a las variables analizadas para
la especie Netta peposaca en ambos sitios de muestreo.
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EXPOSICIÓN DEL CASO
Datos demográficos
El trabajo se desarrolla a partir de ejemplares de anátidos recolectados en dos
sitios de muestreo (Fig.1):
- En el departamento de Esquina, localizado al sudoeste de la provincia
de Corrientes (durante la temporada de caza de 2012). Las especies
analizadas fueron: Amazonetta brasiliensis (cutirí), Dendrocygna viduata
(sirirí pampa) y Netta peposaca (picazo) (Fig. 2).
- En el partido de General Pinto, al noroeste de la provincia de Buenos
Aires, (durante la temporada de caza de 2013). La especie en estudio
fue Netta peposaca (picazo).
-
Figura 1: Sitios de muestreo.
En todos los casos se trabajó con muestras oportunistas, es decir, piezas de
caza proporcionadas por los operadores cinegéticos. Las especies
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seleccionadas son las dominantes en cada región y, además, son las especies
autorizadas para la caza.
Figura 2: Imágenes de las tres especies estudiadas. a. Amazonetta
brasiliensis, b. Dendrocygna viduata, c. Netta peposaca.
Motivo de consulta
El trabajo surgió a partir de la consulta realizada por el equipo de investigación
mencionado, a cargo de realizar las necropsias de los anátidos silvestres
potencialmente intoxicados con plomo de origen cinegético, en la zona Norte
de Santa Fe, sitio de origen del proyecto. Durante las maniobras necesarias
para el muestreo, se observó que parecía existir una diferencia considerable en
la resistencia de los huesos en forma aparentemente independiente de la
especie, el sexo y la edad de los individuos. Al ser sometidos al corte, algunos
resultaban extremadamente frágiles y otros muy resistentes. Al detectar estas
diferencias, se planteó evaluar si la presencia de plomo en los huesos de los
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anátidos, como indicador de contaminación crónica, podía estar relacionada a
reducción en la mineralización ósea. De ser así, esto podría ocasionar un
aumento de la fragilidad en los mismos, incrementando el riesgo de fractura o
generando un daño potencial capaz de afectar la performance de los
individuos.
Luego de esta consulta, se decidió investigar las posibles formas de medir esta
resistencia diferencial, evaluando distintas técnicas, como densitometría,
ultrasonido, radiología, entre otras. Paralelamente, se relevó información sobre
otras metodologías útiles para evaluar la fragilidad ósea. Si bien se realizaron
muestras de prueba con ultrasonido y densitometría, se descartaron las
técnicas en el primer caso porque la masa ósea no era suficiente para arrojar
datos ciertos y en el segundo caso porque la tecnología puesta a punto para
huesos humanos no pudo calibrarse, con lo cual los datos obtenidos no
resultaron confiables. Se decidió entonces trabajar sobre dos aspectos: el
espesor de la corteza ósea y la resistencia mecánica a la flexión, diseñando un
mecanismo que transformara una apreciación subjetiva a una variable
cuantitativa.
Antecedentes relevantes
Ya se ha mencionado el primer estudio en Argentina que buscó evaluar la
exposición de plomo en anátidos silvestres en los humedales de la provincia de
Santa Fe (“Lead from Spent Ammunition: Argentine Ducks in Peril”,
desarrollado por integrantes de WCS, UNCPBA y UNL, en colaboración con
diversas instituciones). En el marco de este proyecto, se analizaron
inicialmente las especies Netta peposaca y Dendrocygna bicolor. La evidencia
de ingestión de perdigones fue determinada en ambas mediante radiografías
de tracto digestivo y la exposición crónica al plomo fue evaluada a través de
análisis de Pb en los huesos por espectrofotometría. Mediante esta
investigación se concluyó que las dos especies estudiadas habían ingerido
perdigones remanentes en el ambiente, derivados de la actividad cinegética, y
que por tanto existe un riesgo real para las especies potencialmente
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consumidoras, ya que los niveles de plomo óseo se encontraban por encima
del umbral de toxicidad (Ferreyra et. al., 2009).
Respaldando estas investigaciones locales, existen numerosos estudios a nivel
mundial que indican que los metales pesados, y en particular el plomo, pueden
afectar la mineralización ósea (Smits et al., 2007, Gangoso et al., 2009, Álvarez
Lloret et al., 2013). Esto ocurre en forma directa, por la competencia con el
calcio (ya que ambos son iones bivalentes), mediante la alteración de la
actividad de osteoblastos y osteoclastos, e indirectamente, al provocar una
disfunción renal, alterando el metabolismo de la vitamina D, la cual está
implicada en la homeostasis del calcio (Smits et al., 2007, Álvarez Lloret et al.,
2013). La reducción en la mineralización produciría una disminución de la
resistencia ósea, favoreciendo así el desarrollo de patologías. Los niveles de
toxicidad por plomo en el hueso han sido mencionados por distintos autores,
coincidiendo en que las concentraciones entre 10 y 20 ppm de plomo en el
hueso resultan elevadas (intoxicación subclínica), mientras que niveles
superiores a 20 ppm son compatibles con intoxicación letal (Pain, 1996, Mateo
et al., 2003, Svanberg et al., 2006, Gangoso et al., 2009, Álvarez Lloret et al.,
2013).
Por otro lado, la absorción de plomo por parte de un individuo puede verse
afectada por distintas variables. Se han encontrado diferencias significativas
entre especies, sexo, edad y época reproductiva, entre otras (Stendell et al.,
1979, Pain, 1996, Mateo et al., 2001, Fisher et al., 2006). Una causa de las
diferencias observadas en la tasa de acumulación de residuos de plomo en el
hueso de diferentes especies podrían ser sus distintas dietas, que podrían
influir en la absorción de plomo (Stendell et al., 1979, U.S. Fish and Wildlife
Service, 1985, Beltzer y Mosso, 1992 a y b, Don et al., 2012, Olguin et al., en
prensa).
En cuanto al sexo, distintos autores sugieren que la diferencia en la
acumulación de plomo en hueso no es significativa, excepto durante la
temporada reproductiva y de cría, en la cual las hembras acumulan mayor
concentración de Pb que los machos (Stendell et al., 1979, Pain, 1996, Mateo
et al., 2001, Fisher et al., 2006). Esto podría deberse a un efecto competitivo
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calcio-plomo durante el período en el cual el metabolismo óseo está más activo
(postura), además de que en esta etapa las necesidades metabólicas de calcio
se encuentran aumentadas (Pain, 1996, Mateo et al., 2001). De todos modos
hay que tener en cuenta que fuera de la época reproductiva, se han encontrado
valores similares en ambos sexos, o hasta mayores concentraciones en el
macho (Stendell et al, 1979, Merchant et al., 1991, Mateo et al., 2001).
Al evaluar la variable “edad”, surgen diferencias entre las distintas categorías
(adultos, sub adultos y juveniles). Las aves jóvenes, que aún están depositando
calcio en sus huesos, podrían depositar más plomo que las adultas con
equivalente exposición; sin embargo las adultas presentan mayores
concentraciones, probablemente debido a la exposición crónica a distintas
fuentes o a la exposición de los perdigones de las temporadas anteriores
(Stendell et al, 1979, Pain, 1996).
Cuadro clínico
Los estudios previos demuestran que se pueden presentar dos cursos en la
intoxicación con plomo El curso agudo se da en aves que ingieren una gran
cantidad de perdigones (más de 6) en un período corto de tiempo. Cuando la
ingesta se produce en uno a tres días, la intoxicación puede provocar la muerte
del animal, sin manifestar signología aparente. A la necropsia de estos casos
se puede hallar un número importante de perdigones en la molleja, depósitos
de grasa y múltiples áreas de infarto en el miocardio. Sin embargo, la forma
más común de intoxicación es la crónica. Esta resulta de la ingestión de 1 o 2
perdigones en un período relativamente largo de tiempo. Después de varias
semanas el plomo consumido produce debilidad, los animales se vuelven
vulnerables, pudiendo incluso llegar a la muerte (U.S. Fish and Wildlife Service,
1985, De Francisco et al., 2003, Rattner et al., 2008).
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Patogenia de la intoxicación crónica por Plomo
Los perdigones ingeridos, en tracto digestivo, toman contacto con los diferentes
ácidos que facilitan la digestión del alimento, produciéndose una lenta
disolución del metal. Durante esta etapa, por un proceso favorecido por el
medio ácido, se forman las sales de Pb, que al pasar al intestino, son
absorbidas por el torrente sanguíneo que las distribuye y acumula en huesos y
órganos vitales como el hígado, el corazón y los riñones, entre otros (Clemens
et al., 1975, Tsuji, 1998, De Francisco et al., 2003, Pain et al., 2009).
Los signos de envenenamiento comienzan a aparecer a los pocos días de la
absorción. Las aves muestran comportamientos anormales, como accidentes
de aterrizaje, posiciones inusuales de la cabeza y/o cuello, o cambios en la
vocalización, comúnmente mencionados como “bocinazo agudo” (Fisher et al.,
2006). También se puede observar una diarrea intensa que tiñe las plumas
cloacales de color verde (Clemens et al., 1975, Fisher et al., 2006). Después de
2 semanas, se produce una parálisis del tracto digestivo que evita la digestión
de cualquier alimento ingerido. Esto, sumado a los síntomas nerviosos, hace
que las aves se vuelven muy débiles, con la consiguiente dificultad para volar o
incluso caminar, ya que a menudo parecen tambalearse (Friend, 1999, Suarez
y Urios, 1999). A partir de entonces, se presenta una parálisis progresiva de los
músculos de las alas y patas y el animal ya no puede caminar. Las puntas de
las alas primarias se suelen arrastrar en el suelo o flotan en el agua (Jordan y
Bellrose, 1951). Bajo estas circunstancias, las aves se vuelven susceptibles a
los depredadores. Muchos individuos con signos de intoxicación crónica
permanecen aislados fuera del agua, o se esconden en la vegetación espesa
hasta que sus reservas se agotan y mueren. En algunos casos, la intoxicación
no lleva a la muerte del animal; sin embargo quedan con algún tipo de secuela,
como la incapacidad para encontrar a un compañero, construir un nido en el
momento del apareamiento o dificultades para poner sus huevos y cuidar a sus
crías (Pain et al., 1992).
Paralelamente como se mencionó anteriormente, el ión Pb++
actúa como un
análogo del ión Ca++
, compitiendo con él y sustituyéndolo fácilmente en el tejido
óseo. El 90% del total del plomo presente en el organismo de un ave se
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acumula en el hueso durante toda la vida del individuo. Por lo tanto, hay que
tener en cuenta que si bien el animal puede no manifestar signos clínicos
inmediatos, el plomo puede movilizarse durante las etapas de
desmineralización ósea (puesta de huevos o en ciertos estados metabólicos) y
dar lugar a un episodio tóxico en períodos alejados de la ingesta de los
perdigones (De francisco et al., 2003).
Un efecto sub-letal observado en individuos con intoxicación es el de la
inhibición de la enzima delta aminolevulínico ácido deshidratasa (ALAD). Esta
enzima se encuentra involucrada en el paso inicial de la ruta de biosíntesis del
grupo hemo, necesario para mantener el contenido de hemoglobina en los
eritrocitos. Su inhibición altera particularmente la formación del grupo hemo y
por ende el funcionamiento del glóbulo rojo, ocasionando anemia como signo
primario (Pain, 1996, Friend, 2009, Novacovsky, 2012).
Aun así, y a pesar de los diferentes signos clínicos discutidos en los párrafos
anteriores, en relación con el envenenamiento que produce el plomo, no
siempre es posible detectarlo a campo. Muchas veces se sospecha de
intoxicación cuando el animal cazado presenta niveles de Pb marcadamente
elevados; sin embargo es complicado encontrarlo con los signos clínicos ya
que suele ocultarse, evitando a los predadores, o pasar rápidamente a la
cadena alimentaria como presa o carroña.
Los hallazgos de necropsia asociados a estos individuos, incluyen
generalmente emaciación de los músculos pectorales, disminución en la grasa
subcutánea, vesícula biliar agrandada y distendida con bilis espesa de color
verde oscuro y, frecuentemente, impactación del esófago, proventrículo y/o
molleja. El interior de la molleja suele estar degradado, erosionado e inflamado,
teñido de verde claro a verde oscuro (por regurgitación de bilis), y se pueden
recuperar perdigones en la luz de la misma. Además, debido a la anemia que
se genera, los órganos suelen estar pálidos. (U.S. Fish and Wildlife Service,
1985, Sanderson y Bellrose, 1986, Friend, 1999, Mateo et al., 2001, De
Francisco et al., 2003).
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Evaluación
Métodos tradicionales:
Necropsia
Se realizaron necropsias de 160 anátidos (120 ejemplares de la provincia de
Corrientes y 40 de la provincia de Buenos Aires), a fin de colectar las muestras
biomédicas. De cada individuo se registraron los siguientes datos: especie,
sexo, edad (solo a animales de Corrientes) y condición corporal (midiendo la
profundidad del músculo pectoral hasta el esternón, ángulo de la quilla) (Nyelan
et al., 2003). Asimismo se colectaron muestras pareadas de huesos (tibias)
para estudios posteriores (Tabla 1 y 2), (Fig. 3).
Tabla 1: Anátidos recolectados en el departamento de Esquina: sitio (PCC: pato
captura Corrientes), Id (identificación), especie, sexo (H: hembra, M: macho), edad,
C.C. (condición corporal), corteza (espesor, mm), ROF (resistencia ósea hueso
fresco), ROC (resistencia ósea hueso congelado), valores de Pb en hueso (ppm),
D.P.H. (diámetro promedio hueso, mm), Longitud (mm), NA (no analizado).
Sitio Id Especie Sexo Edad C.C. Corteza ROF ROC Pb D.P.H. Longitud
PCC 499 D.viduata H subadulto 112,5 0,18 NA 10,78 25 4,38 8,4
PCC 500 D.viduata H subadulto 134,5 0,33 NA 9,02 4,3 3,83 8
PCC 501 D.viduata H subadulto 115 0,32 NA 10,12 7,7 4,17 8,4
PCC 502 D.viduata M subadulto 129 0,33 NA 10,34 4,2 4,78 8,4
PCC 503 D.viduata M subadulto 130 0,34 NA 10,34 2,7 4,35 9
PCC 504 D.viduata H subadulto 116,5 0,17 NA 8,8 1,9 3,88 9
PCC 505 D.viduata M subadulto 130 0,17 NA 9,02 3,4 4,2 8,4
PCC 506 D.viduata M subadulto 142 0,33 NA 11,22 1,2 4,4 9
PCC 508 D.viduata H subadulto 108,5 0,33 NA 8,36 1,4 4 8
PCC 509 D.viduata H subadulto 125,5 0,33 NA 9,9 43,2 4,3 8,4
PCC 511 D.viduata M subadulto 127 0,32 NA 9,24 3,2 4,1 9
PCC 516 D.viduata H subadulto 137,5 0,33 NA 9,02 7,4 4,03 8
PCC 517 D.viduata M subadulto 151 0,33 NA 9,68 4,2 4,13 9
PCC 519 D.viduata H subadulto 118 0,34 NA 5,94 3,1 3,73 8
PCC 520 D.viduata M adulto 143 0,33 NA 9,68 0,9 3,77 8
PCC 521 D.viduata H subadulto 122 0,33 NA 8,36 2,5 4 8
PCC 522 D.viduata H subadulto 132,5 0,34 NA 9,9 1,8 3,83 8
PCC 523 D.viduata M subadulto NA 0,33 NA 9,13 5,4 4 8
PCC 524 D.viduata H subadulto 123 0,33 NA 13,2 4,6 4,97 7
PCC 525 D.viduata M subadulto 143,5 0,32 NA 12,1 15,7 3,77 9
- 13 -
PCC 526 D.viduata M subadulto 120,5 0,33 NA 9,9 4,9 3,95 8
PCC 529 D.viduata H adulto 137 0,33 NA 10,12 1 3,83 8
PCC 560 D.viduata H subadulto 132 0,36 NA 9,24 1,1 3,83 9
PCC 561 D.viduata M subadulto 123 0,33 NA 10,34 1,4 4,25 9
PCC 623 D.viduata H subadulto 140 0,33 NA 9,46 17,2 4,03 8
PCC 624 D.viduata M subadulto 110 0,32 NA 9,46 11,2 3,92 9
PCC 625 D.viduata H subadulto 148 0,32 NA 6,82 1,4 3,48 8
PCC 626 D.viduata M subadulto 144 0,33 NA 9,46 1,8 3,77 9
PCC 627 D.viduata M subadulto 122 0,32 NA 12,1 21,3 4,13 8
PCC 628 D.viduata H subadulto 128 0,32 NA 9,24 36,3 4,25 9
PCC 629 D.viduata M subadulto 131,5 0,34 NA 6,93 7,6 3,6 8
PCC 632 D.viduata M subadulto 125 0,33 NA 8,69 NA 4,13 8
PCC 642 N.peposaca H adulto 131 0,33 NA 8,14 2,7 3,33 7
PCC 735 N.peposaca M adulto NA 0,32 NA NA 1 NA NA
PCC 736 N.peposaca M adulto NA 0,33 NA 9,02 14,5 3,42 7
PCC 737 N.peposaca M adulto 143,5 0,32 NA 7,92 0,6 4,03 8
PCC 738 N.peposaca H adulto 150 0,33 NA 7,7 0,9 3,3 7
PCC 739 N.peposaca M adulto 129 0,32 NA 7,81 56,8 3,88 7,6
PCC 740 N.peposaca M adulto 114 0,31 NA 7,37 4,1 3,67 7
PCC 741 N.peposaca M adulto 157 0,33 NA 7,7 1,4 3,27 7
PCC 742 N.peposaca M adulto 138 0,33 NA 7,04 54,7 3,88 7
PCC 743 D.viduata M subadulto 126,5 0,33 NA 9,9 1,9 3,8 8
PCC 744 N.peposaca H adulto NA 0,32 NA 9,68 2,7 4 8
PCC 746 A.brasiliensis H adulto 139 0,32 NA 5,06 0,8 2,85 6
PCC 747 A.brasiliensis M NA 130 0,31 NA 5,72 3,3 2,77 6
PCC 748 A.brasiliensis H adulto 141 0,32 NA 6,38 2,3 2,88 6
PCC 749 A.brasiliensis M NA 126 0,16 NA 4,4 0,3 2,92 6
PCC 750 A.brasiliensis H NA 137,5 0,32 NA 5,94 1,5 2,92 6
PCC 751 A.brasiliensis M NA 133,5 0,31 NA 6,49 0,4 3,15 6
PCC 752 A.brasiliensis H NA 143,5 0,32 NA 6,27 4,1 2,73 6
PCC 753 A.brasiliensis M NA 157 0,32 NA 5,94 3,2 2,73 6
PCC 754 A.brasiliensis M NA 138 0,16 NA 5,06 0,5 3,3 6
PCC 755 A.brasiliensis M adulto 149 0,34 NA 5,5 18,8 2,5 6
PCC 768 D.viduata M subadulto 100,5 0,32 8,36 9,35 1,6 5,03 6
PCC 769 D.viduata M subadulto 96,5 NA 12,1 NA 11,2 NA 6
PCC 770 D.viduata M subadulto 122,5 0,32 11,77 8,58 2,1 4,6 7,5
PCC 771 D.viduata H subadulto 118,5 0,33 11,22 7,7 1,7 4,85 7
PCC 772 D.viduata H subadulto 112 NA NA 11,22 5,7 3,63 NA
PCC 773 D.viduata M subadulto 93 0,32 10,34 9,68 1,4 4,89 7,5
PCC 774 D.viduata M subadulto 111 NA 11,55 NA 1,5 NA 6
PCC 775 D.viduata M subadulto 137 NA NA NA 1,7 NA NA
PCC 776 D.viduata M subadulto 120,5 0,34 13,97 10,34 2,1 4,69 7
PCC 777 D.viduata M adulto 117 NA 10,89 NA 5,8 NA 5,5
PCC 778 D.viduata M adulto 136 NA 11,22 NA 0,9 NA 6
PCC 779 D.viduata M subadulto 120 NA 7,92 NA 2,5 NA 6
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PCC 783 A.brasiliensis H NA 139 0,32 NA 5,06 2 3,67 5,6
PCC 784 A.brasiliensis M NA 138 0,34 7,92 4,84 1,7 3,13 4
PCC 785 A.brasiliensis H adulto 154 0,32 NA 5,28 2,4 3 5,6
PCC 786 A.brasiliensis H adulto 138 0,33 7,7 6,49 1,7 4,14 4
PCC 787 A.brasiliensis M NA 106 0,44 8,47 5,39 1,7 3,39 4
PCC 788 A.brasiliensis H adulto 152 0,32 8,36 6,6 2 4,19 4
PCC 789 A.brasiliensis H adulto 134,5 0,32 7,7 6,16 1,9 3,78 4
PCC 791 A.brasiliensis H adulto 123,5 0,31 NA 4,84 1,5 3,3 5,6
PCC 799 A.brasiliensis M adulto 142 0,32 NA 4,18 1,6 3,9 5,6
PCC 800 A.brasiliensis M adulto 141,5 0,32 7,04 5,39 2,5 3,5 4
PCC 801 A.brasiliensis H adulto 119 0,16 NA 4,62 1,6 3,05 5,6
PCC 802 A.brasiliensis H adulto 148 0,32 8,14 6,6 1,9 3,6 4
PCC 803 A.brasiliensis M adulto 123 0,32 6,6 5,17 2,2 3,65 4
PCC 804 A.brasiliensis H adulto 138,5 0,33 5,06 4,29 1,8 3,3 4
PCC 805 A.brasiliensis M adulto 147,5 0,32 NA 5,83 2,5 3,2 5,6
PCC 806 A.brasiliensis H adulto 151,5 0,32 NA 4,84 2,1 3,09 5,6
PCC 807 A.brasiliensis H adulto 133 0,33 NA 4,4 1,6 3,46 6
PCC 808 A.brasiliensis H adulto 137 0,33 7,59 6,05 2,4 3,34 4
PCC 809 A.brasiliensis M adulto 141,5 0,32 5,83 5,5 1,7 3,13 4
PCC 829 A.brasiliensis M adulto 153 0,32 8,58 5,61 3 3,75 5,6
PCC 830 A.brasiliensis M adulto 162,5 0,32 7,04 5,28 1,7 3,71 5,6
PCC 831 A.brasiliensis M adulto 139 0,33 5,94 6,16 3,8 3,62 5,6
PCC 832 A.brasiliensis H adulto 139 0,34 3,74 3,52 389 3,29 5,6
PCC 833 A.brasiliensis H adulto 132,5 0,32 4,95 4,84 2,4 3,64 5,6
PCC 834 A.brasiliensis H adulto 133 0,32 5,61 4,18 1,6 3,42 6
PCC 835 A.brasiliensis M adulto 155 0,31 5,72 4,4 2,3 3,45 5,6
PCC 836 A.brasiliensis H adulto 134 0,32 5,5 5,28 1,9 3,55 5,6
PCC 837 A.brasiliensis H adulto 149 0,32 5,94 3,96 1,7 3,39 5,6
PCC 838 A.brasiliensis M adulto 131 0,16 6,71 5,5 2,1 3,75 5,6
PCC 864 D.viduata M subadulto 130 0,32 11,22 8,69 4,2 4,55 7
PCC 865 A.brasiliensis H NA 135,5 0,32 6,16 5,83 3 3,74 5,6
PCC 866 A.brasiliensis M subadulto 133,5 0,32 6,82 4,84 1,8 3,57 5,6
PCC 867 A.brasiliensis H adulto 128 0,31 6,93 4,4 2,1 3,24 4
PCC 868 A.brasiliensis M subadulto 131 0,32 6,27 5,28 1,8 3,63 5,6
PCC 869 A.brasiliensis H adulto 137 0,33 NA 4,07 1,8 3,2 5,6
PCC 870 A.brasiliensis H adulto 147 0,33 8,8 6,16 4,8 3,69 5,6
PCC 871 A.brasiliensis M subadulto 122,5 0,32 7,15 5,72 1,6 3,46 6
PCC 872 A.brasiliensis H adulto 141,5 0,49 6,6 5,28 1,9 4,2 5,6
PCC 873 A.brasiliensis H subadulto 144,5 0,32 7,7 4,84 8,8 3,3 6
PCC 919 D.viduata M subadulto 131,5 0,33 10,67 8,36 2,8 4,47 7
PCC 920 D.viduata H subadulto 128 0,32 11,99 10,12 2,3 4,66 6,5
PCC 921 D.viduata H subadulto 116 0,32 10,67 9,46 38,6 4,61 7
PCC 922 D.viduata M subadulto 118,5 0,35 NA 9,68 2,8 4,56 8
PCC 923 N.peposaca M adulto 154 0,31 6,6 7,26 9,6 4,32 5,75
PCC 924 N.peposaca M adulto 151 0,32 9,9 10,34 3,4 4,29 6,25
- 15 -
PCC 925 N.peposaca M adulto 126,5 0,32 9,35 8,58 12,3 4,5 6,5
PCC 926 A.brasiliensis M subadulto 126 0,48 7,7 5,72 7,2 3,62 5,6
PCC 927 A.brasiliensis H adulto 141 0,32 8,14 5,39 2,2 3,44 5,6
PCC 928 A.brasiliensis H adulto 141 0,32 6,16 5,17 2,4 3,33 5,6
PCC 940 A.brasiliensis M subadulto 146 0,33 7,59 4,95 2 3,16 5,6
PCC 941 A.brasiliensis H adulto 136 0,32 8,25 5,94 2,6 3,39 5,6
PCC 942 A.brasiliensis H adulto 147 0,3 NA 4,84 2,5 3,59 5,6
PCC 943 A.brasiliensis M adulto 142 0,32 8,36 6,38 3,5 3,93 5,6
PCC 944 A.brasiliensis M adulto 142 0,31 7,92 6,49 5,1 3,61 5,6
PCC 945 A.brasiliensis H adulto 150 0,32 7,15 7,04 2,6 3,25 5,6
Tabla 2: Anátidos recolectados en el departamento de General Pinto: sitio (PCBA:
pato captura Buenos Aires), Id (identificación), especie, sexo (H: hembra, M: macho),
edad, C.C. (condición corporal), corteza (espesor, mm), ROF (resistencia ósea hueso
fresco), ROC (resistencia ósea hueso congelado), valores de Pb en hueso (ppm),
D.P.H. (diámetro promedio hueso, mm), Longitud (mm), NA (no analizado).
Sitio Id Especie Sexo C.C. Corteza ROF ROC Pb D.P. Longitud
PCBA 956 N.peposaca H 111 0,34 7,92 NA 8,48 4,10 7
PCBA 966 N.peposaca H 131 0,33 7,7 7,7 12,8 3,53 8
PCBA 967 N.peposaca H 125 0,33 9,46 8,14 2,1 3,70 8
PCBA 968 N.peposaca H 136 0,34 6,05 5,5 155 3,73 7
PCBA 969 N.peposaca M 131 NA 7,04 NA 9,37 3,63 8
PCBA 978 N.peposaca H 135 0,33 7,04 7,37 2,66 3,95 7
PCBA 979 N.peposaca H 138 0,32 7,7 6,82 3,09 4,03 7
PCBA 980 N.peposaca H 128 0,32 8,8 7,92 0,73 3,63 7
PCBA 981 N.peposaca M 133 0,33 8,14 7,59 19,9 3,60 7
PCBA 982 N.peposaca M 120 0,33 8,58 6,38 7,47 3,35 8
PCBA 983 N.peposaca M 132 0,33 7,7 7,26 20,1 3,43 8
PCBA 984 N.peposaca M 132 0,33 6,49 5,94 14,5 3,48 8
PCBA 985 N.peposaca H 110 0,33 6,27 5,94 4 3,35 8
PCBA 986 N.peposaca H 124 0,33 6,16 5,06 0,77 3,80 8
PCBA 987 N.peposaca H 124 0,34 5,39 5,72 1,18 3,40 7
PCBA 988 N.peposaca M 134 0,32 6,82 7,26 41,8 3,93 8
PCBA 989 N.peposaca M 126 0,33 5,83 6,38 1,16 3,55 8
PCBA 990 N.peposaca M 107 0,34 5,5 6,16 15,4 3,08 8
PCBA 991 N.peposaca M 132 0,33 8,14 7,92 0,92 4,03 8
PCBA 992 N.peposaca H 149 0,33 6,82 6,38 0,84 3,33 7
PCBA 993 N.peposaca H 146 0,32 7,48 6,6 7,65 3,48 7
PCBA 994 N.peposaca M 114 0,32 7,26 6,93 4,53 3,93 7
PCBA 995 N.peposaca H 147 0,48 6,71 5,72 15,5 3,35 7
PCBA 996 N.peposaca H 137 0,32 6,82 6,38 36,3 3,35 7
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PCBA 997 N.peposaca M 148 0,33 6,71 7,04 0,79 3,98 7
PCBA 998 N.peposaca M 132 0,32 7,59 7,48 6,25 3,43 8
PCBA 999 N.peposaca M 130 0,32 7,77 7,15 75 3,33 8
PCBA 1000 N.peposaca M 128 0,34 8,14 7,7 0,87 3,68 8
PCBA 1001 N.peposaca M 138 0,32 6,6 NA 35,3 3,78 8
PCBA 1002 N.peposaca M 127 0,31 7,7 7,7 15,27 3,78 8
PCBA 1003 N.peposaca M 132 0,32 7,7 8,14 0,71 3,80 8
PCBA 1004 N.peposaca H 118 0,31 7,48 7,04 1,48 3,80 8
PCBA 1005 N.peposaca M 137 0,32 7,7 7,7 1,55 3,53 8
PCBA 1006 N.peposaca H 135 0,33 7,04 6,49 0,84 3,45 8
PCBA 1007 N.peposaca H 121 0,33 7,04 6,38 4,21 3,25 8
PCBA 1008 N.peposaca M 125 NA 7,48 NA 1,71 3,55 8
PCBA 1009 N.peposaca H 141 0,33 7,04 7,7 1,89 3,40 8
PCBA 1010 N.peposaca H 146 NA 7,04 NA 117 3,43 8
PCBA 1011 N.peposaca H 134 NA 5,83 NA 37,1 3,38 7
PCBA 1012 N.peposaca H 145 NA 7,04 NA 1,25 3,65 8
Figura 3: Realizando las necropsias a campo. a. Procesando un ejemplar hembra de
Netta peposaca. b. Hematoma provocado por el impacto de un perdigón.
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Medición de la concentración de plomo ósea
La determinación de plomo en hueso se realizó en el laboratorio de análisis
químico (LANAQUI) del Centro de Recursos Renovables de la Zona Semiárida
(CERZOS, CONICET, Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca), utilizando
un Espectrómetro de Emisión Atómica por Plasma de Acoplamiento Inductivo
(Shimadzu 9000® Simultáneo de Alta Resolución, Shimadzu Corporation)
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Métodos complementarios:
Medición digital del espesor de la corteza ósea
Se realizaron radiografías a las tibias colectadas y mediante la digitalización de
las mismas (equipo: Carestream DirectView CR Elite®) se determinó el espesor
de la corteza ósea. Para ello se utilizó un software de procesamiento de
imagen digital (ImageJ) generalmente utilizado para cosmética en seres
humanos, adaptando su aplicación a nuestras necesidades.
El procedimiento que se acordó realizar, luego de varias pruebas, fue el
siguiente:
1. Se selecciona el hueso a analizar de la placa radiográfica (Fig. 4).
Figura 4: Placa radiográfica de tibias.
2. Se separa de la placa original, se le retira el fondo y se resaltan los
bordes (corteza), los cuales nos interesa medir (Fig. 5)
Figura 5: Tibia separada de la placa original para su posterior análisis.
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Se marca la zona central de la diáfisis, se aplica zoom en el lugar
marcado y por último se obtiene la medida de la corteza, trazando una
línea a 90º desde un extremo hacia el otro. La medida del espesor de la
corteza, que el programa arroja en pixeles (columna Lenght), es
transformada luego a milímetros (Fig. 6).
Figura 6: Medición del espesor de la corteza ósea.
Medición de la resistencia ósea
La resistencia ósea fue evaluada a través de un dispositivo mecánico ideado,
diseñado y fabricado para tal fin por el equipo de investigación, con la
colaboración de personal técnico de la Facultad de Ciencias Exactas, UNCPBA
(Derecho de Autor en Trámite). El objetivo principal al construir este dispositivo
fue llevar una variable cualitativa (resistencia aparente de los huesos ante el
corte) a una cuantitiva (Kg. de fuerza necesarios para producir la fractura). Este
dispositivo permite realizar ensayos de ¨flexión en tres puntos¨ a las tibias
seleccionadas y determinar el módulo de rotura, también denominado como
resistencia a la flexión, a través de la tensión máxima o tensión a la fractura.
El equipo ensamblado consiste en una base de metal, con dos puntos de
apoyo móviles, en los cuales se fija el hueso (Fig. 7). La resistencia a la flexión
es medida por un resorte, el cual tiene en un extremo una esfera de metal, que
contacta con el hueso y en el otro extremo una tuerca que se ajusta de forma
manual, comprimiendo el resorte. Este dispositivo consta de una regla
graduada, que permite cuantificar el desplazamiento del resorte.
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Para calcular la fuerza aplicada se utiliza la siguiente ecuación: F = K. X,
siendo K la constante elástica del resorte y X el desplazamiento del mismo.
Figura 7: Dispositivo para evaluar la resistencia ósea. a. Imagen completa. b. Vista de
los componentes, 1 y 2 apoyos móviles; 3 tuerca de ajuste manual; 4 esfera de metal;
5 resorte; 6 regla graduada.
Los datos de resistencia ósea fueron tomados inmediatamente después de la
muerte, mediante este dispositivo. Una vez que el ejemplar era entregado por
los cazadores se procedía a la necropsia, obteniendo las muestras biomédicas
y separando las 2 tibias de cada ejemplar, una de las cuales era
inmediatamente procesada. Al azar, se determinaba en cuál de ellas se mediría
la resistencia ósea, anotándose el valor como resistencia ósea fresca (ROF) y
guardándose los fragmentos para remitir al laboratorio a fin de realizar las
determinaciones de Pb. La tibia alternativa recolectada era almacenada en un
freezer para su posterior procesamiento post congelamiento, a fin de verificar la
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utilidad del dispositivo en huesos con diferentes historias: post mortem
inmediato (ROF) y luego del almacenamiento (resistencia ósea congelada:
ROC). En estudios relacionados (Pelker et al., 1984, Goh et al., 1989, Moreno
et al., 1997, Nazarian et al., 2008), se trabajó con los huesos en distintos
estados (frescos, congelados, descongelados, entre otros), dando resultados
variables en cuanto a las propiedades mecánicas del hueso según la especie y
la forma de almacenamiento del mismo. Fue por esto que, mediante la
utilización de huesos frescos y congelados, se analizaron diferentes opciones a
fin de verificar el modo correcto para utilizar este dispositivo, particularmente en
anátidos.
Antes de usar el hueso en el ensayo de medición de su resistencia, se calculó
el diámetro del mismo en dos puntos en la parte media de la diáfisis (Fig. 8) y la
distancia presente entre los soportes del dispositivo, sobre los cuales se
apoyaron las epífisis de la tibia a procesar (longitud de la pieza ensayada, Fig.
9).
Figura 8: Medición del diámetro de la tibia en la diáfisis.
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Figura 9: Medición de la distancia presente entre los soportes del dispositivo.
En Corrientes del total de individuos muestreados (N: 120), solo 48 ejemplares
presentaron datos pareados (ROF/ROC), esto se debe a que en la primer
campaña realizada, el dispositivo estaba siendo fabricado, por lo tanto no se
pudo analizar la resistencia ósea al pie de la necropsia de todos los individuos.
Para la provincia de Buenos Aires, se analizaron 33 pares de tibias, de un N
total de 40; ya que 7 pares no estaban completos por encontrarse quebrada
una tibia al momento de la necropsia.
Radiografías de tractos digestivos
Se realizaron radiografías (equipo de Rayos: Dinan® de 1000 mA) del tracto
gastrointestinal de todos los especímenes estudiados con el fin de determinar
la presencia de municiones de plomo, ya que las mismas pueden observarse
como figuras radio-opacas en las placas radiográficas. Se contabilizaron los
perdigones que se encontraban en la luz del esófago, el estómago y los
intestinos. Aquellos que se observaron en la pared del estómago no fueron
cuantificados, ya que se considera que podrían haber ingresado al organismo
por impacto directo y no por ingestión.
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Figura10: Radiografía de tractos gastrointestinales. a. Perdigones en la pared del
estómago; b. Perdigones en luz de esófago y estómago.
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RESULTADOS
- Huesos frescos, huesos congelados
En las tablas 1 y 2 presentadas anteriormente se listan los valores de
resistencia ósea medidos en las tibias frescas y congeladas, utilizando el
dispositivo elaborado para tal fin.
Análisis Estadístico
Para evaluar estadísticamente las diferencias observadas, se decidió utilizar un
análisis no paramétrico, el Test del Signo para muestras apareadas,
comparando los datos de ROF y de ROC en ambas provincias (Tabla 3 y 4). En
este caso se eligió un método no paramétrico por el escaso número de
observaciones, y por el nivel de medición de las variables que hace que no sea
posible hacer supuestos sobre las distribuciones muestrales subyacentes.
Tabla 3: Prueba del signo Corrientes.
Especie Obs(1) Obs(2) N N(+) N(-) p(2 colas)
A.brasiliensis ROF ROC 37 36 1 <0,0001
D.viduata ROF ROC 9 8 1 0,0391
N.peposaca ROF ROC 3 1 2 >0,9999
Tabla 4: Prueba del signo Buenos Aires.
Especie Obs(1) Obs(2) N N(+) N(-) p(2 colas)
N.peposaca ROF ROC 33 22 8 0,0161
Los resultados para las especies recolectadas en Esquina, A. brasiliensis y D.
viduata (p < 0,0001 y p: 0,0391, respectivamente), muestran que existe una
diferencia significativa entre la resistencia en ambos estados del hueso. Sin
embargo, en el caso de N. peposaca, el test arrojó un resultado inverso
comparando con las especies anteriormente citadas (p > 0,99), aunque al
presentar un N bajo (N: 3) la generalización de este resultado es dudosa.
- 25 -
Para la especie N. peposaca muestreada en General Pinto, la Prueba del Signo
arrojó también una diferencia estadísticamente significativa (p: 0,0161) entre
ambos estados, coincidiendo con las muestras de Corrientes.
- 26 -
Corrientes
-Ingestión de municiones
La figura 11 presenta los porcentajes de ejemplares de cada especie de
anátidos de la provincia, que presentaron perdigones en sus tractos digestivos,
de acuerdo a lo observado en las placas radiográficas. Como se puede ver, el
17,5% de los individuos muestreados en Esquina (21/120) exhibieron
perdigones en su tracto digestivo.
Figura 11: % Ingestión de las tres especies de anátidos de la provincia de
Corrientes.
-Variación de la concentración ósea de plomo
En la figura 12 se puede observar en detalle las variaciones en la
concentración de plomo en hueso para cada especie agrupadas en tres
categorías según su peligrosidad, < 10 ppm, entre 10-20 ppm y > 20 ppm. Es
notable que el 100% de los animales analizados presentaran concentraciones
de plomo a nivel óseo, que varían desde 0,3 ppm a 389 ppm, ya que confirma
la ingestión de perdigones en el sitio de muestreo.
12%
38,50%
17,60%
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
40%
45%
D.viduata (6/50) N.peposaca (5/13) A.brasiliensis (10/57)
Ingestión de perdigones - Corrientes
% ingestión
- 27 -
Figura 12: Variaciones en la concentración de plomo en hueso para cada especie
agrupadas en tres categorías según las ppm presentes.
Análisis Estadístico
Para determinar estadísticamente si existía variación en la concentración de
plomo ([Pb]) entre las distintas especies, se realizó en primer lugar un análisis
de la varianza (ANOVA); al no cumplirse los supuestos de normalidad de los
errores, se llevó a cabo un análisis no paramétrico de la varianza (prueba de
Kruskal Wallis), puesto que si se pudo corroborar el supuesto de igualdad de
varianzas (Tabla 5).
Tabla 5: Prueba de Kruskal Wallis.
Variable Especie N Medias D.E. Medianas H p
Plomo A.brasiliensis 57 9.46 51.23 2.10 5.15 0.1609
Plomo D.viduata 49 6.93 9.89 2.80
Plomo N.peposaca 13 12.67 19.65 3.40
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
A.brasiliensis (N:57)
D.viduata (N:49) N.peposaca (N:13)
96,50% 81,63%
69,20%
1,75%
8,16%
15,40%
1,75%
10,21% 15,40%
Variaciones de Pb en hueso
< 10 ppm 10 - 20 ppm > 20 ppm
- 28 -
-Variación de la resistencia ósea
Para determinar si existe variación en la resistencia ósea de las diferentes
especies estudiadas, se reemplazó cada dato faltante de ROF para la especie
Netta peposaca por su mediana. La mediana como punto de equilibrio no
modifica el resultado final y permite analizar toda la información reunida,
aunque no resuelve la falta de datos. En caso de no haber reemplazado los
datos faltantes por el valor de la mediana, se podrían haber analizado
solamente las dos especies con mayor N (Dendrocygna viduata y Amazonetta
brasiliensis), aunque se consideró importante incluir estos datos con los
recaudos correspondientes en el análisis.
Análisis Estadístico
Los valores de resistencia medidos fueron analizados usando un análisis de
varianza (ANOVA), dado que se cumplen los supuestos de normalidad y
homocedasticidad de los errores para las tres especies.
Para determinar las diferencias entre especies se utilizó la prueba de
comparaciones múltiples LSD de Fischer (Tabla 6). Los valores reportados en
la tabla 6 muestran que las tres especies presentan diferencias entre sí y
revelan importantes diferencias entre las medias de ROF.
Tabla 6: Prueba LSD Fisher.
Especie Medias n E.E.
A.brasiliensis 6,97 37 0,20 A
N.peposaca 9,18 13 0,33 B
D.viduata 10,99 14 0,32 C
-Variación de la concentración de Pb según el sexo
Teniendo en cuenta que distintos autores citan diferencias entre la
concentración de plomo ósea en machos y hembras de la misma especie
- 29 -
(Pain, 1996, Stendell et al., 1972, Mateo et al., 2001, Fisher et al., 2006), se
realizó un análisis para evaluar estas variable en función del sexo.
Análisis Estadístico
Como anteriormente se analizó la [Pb] para todas las especies y no se
observaron diferencias significativas entre ellas, en este caso se evaluó la [Pb]
según el sexo para todas las especies juntas. Se realizó en primer lugar un
análisis de la varianza (ANOVA); al no cumplir con los supuestos de normalidad
y homocedasticidad de los errores, se realizó la Prueba de la Mediana (Tabla
7). En este caso no se observan diferencias estadísticamente significativas
para la variable [Pb] óseo en función del sexo.
Tabla 7: Prueba de la mediana.
Clasific Variable Grupo 1
Grupo 2
n(1) n(2) Med p(2 colas)
Sexo Pb H M 55 64 2,40 0,1975
-Variación de la concentración de Pb según la edad
En este caso también se analizó si hay variación en la [Pb] ósea en función de
la edad, para las tres especies en conjunto.
Análisis Estadístico
Se realizó un análisis de varianza (ANOVA), al no cumplirse los supuestos, se
llevó a cabo un análisis de Kolmogorov–Smirnov. Se clasificaron a los
individuos en 2 grupos etarios: adultos y sub-adultos. Si bien había una tercera
clasificación (juvenil, N: 12), esta se la considero dentro del grupo sub-adultos.
El test arrojo un p valor < 0,05 a partir del cual se puede decir que existen
diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la [Pb] según la edad del
individuo (Tabla 8).
- 30 -
Tabla 8: Prueba de Kolmogorov – Smirnov.
En la tabla 9 se muestran las medidas de resumen para las dos categorías,
advirtiéndose que la media en los adultos arroja un valor superior a los sub-
adultos (casi 5 puntos por encima). Sin embargo, al observar los máximos y
mínimos, los adultos presentan un valor extremo que influye plenamente al
valor de la media. Es por esto que se tiene en cuenta la mediana en este caso,
la cual es un poco más elevada en los sub-adultos, pero no en una forma tan
marcada como la anterior medida.
Tabla 9: Medidas de resumen para la variable plomo según la edad de los individuos.
Edad Variable N Media D.E. Mín Máx Mediana
Adultos Pb 57 11,71 51,9 0,6 389 2,2
Sub-adultos Pb 51 6,59 9,69 1,1 43,2 2,8
-Análisis de las variables en su conjunto
Se realizó un análisis de los componentes principales para evaluar si existe
asociación entre las variables condición corporal, plomo, calcio, resistencia, y
espesor de la corteza ósea (Fig. 13).
Clasif. Variable Grupo 1 Grupo 2 N (1) N (2) P (2 colas)
Edad Plomo Adulto Sub-adulto 57 51 <0.05
- 31 -
Figura 13: Componentes principales, Corrientes.
La componente principal 1 está definida por las variables corteza, plomo y
condición corporal (C.C.), mientras que la componente principal 2 está definida
por las variables calcio y resistencia ósea. Por lo tanto podemos afirmar que
hay una asociación fuerte entre las variables que conforman la componente
principal 1 (corteza, plomo y condición corporal), y entre las variables que
forman la componente principal 2 (Ca, RO). El punto azul representa el
promedio multivariado de cada especie. Se puede observar que la especie
N.peposaca está más influenciada por las variables Pb, corteza y calcio; A.
brasiliensis por la condición corporal y D. viduata se encuentra más afectada
por ROF y Ca.
- 32 -
Buenos Aires
-Ingestión de municiones
En la provincia de Buenos Aires para la especie Netta peposaca el porcentaje
de ingestión fue del 30% (12/40).
-Variación de la concentración ósea de plomo
En la figura 14 se puede observar en detalle las variaciones en la
concentración de plomo en hueso. En forma notable y al igual que el sitio de
estudio anterior, todos los ejemplares analizados presentaron concentraciones
de plomo a nivel óseo, variando desde 0,51 ppm a 155 ppm.
Figura 14: Variaciones en la concentración de plomo en hueso.
- Resistencia ósea- Plomo en hueso
Los 40 individuos muestreados fueron divididos en tres categorías en base a la
concentración de plomo en hueso (<10 ppm; 10- 20 ppm; > 20 ppm). Al realizar
las medidas de resumen (Tabla 10) se pudo observar que existía una variación
de resistencia ósea en función de las variaciones de plomo en hueso. Si bien
estas variaciones no son marcadas, puede verse que a concentraciones de
65%
15% 20%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
< 10 ppm 10 - 20 ppm > 20 ppm
[Pb] en hueso - N. peposaca
- 33 -
plomo bajas se muestran medianas de resistencia más altas (<10 ppm:
medianas 1,63 ppm/7,37 ROF), con respecto a las otras categorías (10–20
ppm: medianas 15,34 ppm/7,21 ROF; > 20 ppm: medianas 35,45/6,82 ROF).
Tabla 10: Medidas de resumen. Ejemplares de Netta peposaca muestreados en
Buenos Aires.
Categoría 1: menor a 10 ppm.
Variable n Media D.E. Mín Máx Mediana
ROF 26 7,34 0,90 5,39 9,46 7,37
Pb 26 2,94 2,71 0,71 9,37 1,63
Categoría 2: entre 10 a 20 ppm.
Variable n Media D.E. Mín Máx Mediana
ROF 6 7,04 0,99 5,50 8,14 7,21
Pb 6 15,56 2,35 12,80 19,90 15,34
Categoría 3: mayor a 20 ppm.
Variable n Media D.E. Mín Máx Mediana
ROF 8 6,83 0,69 5,83 7,77 6,82
Pb 8 64,70 47,72 20,10 155,00 39,45
- Relación entre condición corporal, ROF, [Pb] en ambos sexos
En las figuras 15 y 16 podemos observar dos gráficos de dispersión realizados
para evaluar la concentración de Pb en hueso y la resistencia ósea según la
condición corporal para ambos sexos en la especie Netta peposaca.
En ambos casos no se detectó una tendencia marcada entre estas variables.
- 34 -
Figura 15: Variación de la resistencia ósea y condición corporal entre sexos.
Figura 16: Variación de la concentración de plomo en hueso y la condición corporal
entre sexos.
100
110
120
130
140
150
160
5 6 7 8 9 10
C.C
. (g
rad
os
se
xa
ge
sim
ale
s)
ROF (Kg)
Variación de la resistencia ósea y condición corporal entre sexos
Macho
Hembra
100
110
120
130
140
150
160
0 50 100 150 200
C.C
. (g
rad
os
se
xa
ge
sim
ale
s)
[Pb] ppm
Variación [Pb] y condición corporal entre sexos
Macho
Hembra
- 35 -
Relación entre espesor de corteza ósea, [Pb] y ROF.
En cuanto a las mediciones digitales del espesor de la corteza ósea, se realizó
un análisis de correlación de Pearson, relacionando los datos de corteza con la
resistencia ósea y con la concentración de plomo en hueso por separado
(Tabla 11).
Tabla 11: Coeficiente de Pearson.
Variable(1) Variable(2) n Pearson p-valor
Espesor corteza ROF 35 -0,18 0,3008
Espesor corteza Pb 35 0,03 0,8688
En los casos evaluados no hubo asociación entre las variables, arrojando
resultados (r: -0,18 p: 0,3) para las variables corteza-ROF, y para corteza-[Pb]
valores de (r: 0,03 p: 0,86).
- 36 -
Buenos Aires – Corrientes
En los dos sitios de muestreo se recolectaron ejemplares de N. peposaca; al
comparar el porcentaje de ingestión en ambas provincias, se puede observar
una mayor ingestión en Esquina (Corrientes). Si tenemos en cuenta la mediana
para la concentración de plomo en hueso, en General Pinto se observa un valor
superior (Fig.17).
Figura 17: Comparación del porcentaje de ingestión y la mediana de la concentración
de plomo en hueso en los dos sitios de muestreo.
-Resistencia ósea versus concentración de plomo en hueso
Al analizar los valores de las medianas en ambos sitios, en relación a ROF
podemos observar que los patos de Corrientes (9,35 kg) presentan mayor
resistencia ósea que los de Buenos Aires (7,04 kg) (Tabla 12).
Tabla 12: Medidas de resumen de resistencia ósea paran ambos sitios de muestreo.
Sitio Variable n Media D.E. Mín Máx Mediana
Corrientes ROF 3 8,62 1,77 6,6 9,9 9,35
Buenos Aires ROF 40 7,19 0,88 5,39 9,46 7,04
38,50%
30%
0,00%
5,00%
10,00%
15,00%
20,00%
25,00%
30,00%
35,00%
40,00%
45,00%
Corrientes (5/13)
Buenos Aires (12/40)
% Ingestión
3,4
4,37
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
4,5
5
Corrientes Buenos Aires
[Pb
] p
pm
Mediana [Pb]
- 37 -
Para evaluar estadísticamente esta diferencia se realizó la Prueba de la
Mediana, si bien el número de datos de ROF de Buenos Aires es bajo (n: 3)
para poder sacar conclusiones válidas, se realizó esta prueba reemplazando
los datos faltantes por la mediana (Tabla 13). El test arrojo un p valor de 0,003,
a partir del cual se puede concluir que existen diferencias estadísticamente
significativas en cuanto a la variable ROF entre ambos sitios. Si bien
Corrientes. presenta un n bajo de datos en cuanto a la variable ROF, esta
prueba nos permite explorar las diferencias existentes y nos da la pauta que
pudiendo recolectar un mayor número de muestras se afirmaría la hipótesis de
las diferencias entre Buenos Aires y Corrientes para dicha variable.
Tabla 3: Prueba de la mediana para dos muestras.
Clasificación Variable Grupo 1 Grupo 2 N 1 N 2 Mediana 1 Mediana 2 p(2
colas)
Sitio ROF PCBA PCC 40 13 7,04 9,35 0,0003
En cuanto a la variable [Pb], se decidió realizar la Prueba de la Mediana (Tabla
14), ya que no se pudo realizar un análisis de la varianza (ANOVA), al no
cumplirse los supuestos de normalidad y homocedasticidad.
Para que la variación entre las provincias no influya en el testeo, se
estandarizaron los valores por rango [(xi-xmin) / (xmax-xmin)]; de este modo se
llevan todos los valores al intervalo [0,1], haciendo los datos comparables. En
este caso no se encuentran diferencias estadísticamente significativas (p: 0.52)
entre los sitios.
Tabla 14: Prueba de la mediana para dos muestras.
Clasificación Variable Grupo 1 Grupo 2 N 1 N 2 Mediana 1 Mediana 2 p(2 colas)
Sitio [Pb] PCBA PCC 13 40 0,02 0,02 0,5256
- 38 -
DISCUSIÓN
La intoxicación por plomo en aves acuáticas causada por la ingestión de
perdigones está comprobada en muchos países desde hace años. Si bien no
se sabe con exactitud la cantidad de perdigones que son arrojados al ambiente
en nuestros humedales durante cada temporada de caza, los hallazgos
presentados en este trabajo sugieren que son elevados, aportando argumentos
científicos para la prohibición del uso de perdigones tóxicos en el país.
En la primera parte de este estudio, al evaluar la resistencia ósea de los
huesos frescos (ROF) respecto a los huesos que sufren un proceso de
congelamiento durante su almacenamiento (ROC), se pudo determinar que
existe una diferencia estadísticamente significativa entre ambas categorías. Al
comparar las resistencias, la ROF arroja un valor superior a la ROC en la
mayoría de los casos. En la provincia de Corrientes de los 48 datos apareados
(ROF/ROC), el 92% (N: 44) arrojó valores superiores de resistencia en huesos
frescos, con diferencias de fuerza entre 1 a 3 kg, y solamente un 8% (4) dio
mayor valor de resistencia en huesos congelados. En la provincia de Buenos
Aires, se observó una mayor dispersión de datos al comparar ambas variables.
Sin embargo del total de muestras pareadas (N: 33), la mayoría arrojó valores
superiores de resistencia en huesos frescos (67% > ROF (N: 22); 24% > ROC
(N: 8); 9% ROF = ROC (N: 3)). Si bien en estudios relacionados que utilizan
huesos en distintos estados no se detectaron variaciones en la resistencia ósea
(Pelker et al., 1984, Goh et al., 1989, Moreno et al., 1997, Nazarian et al.,
2008), esto podría deberse a que son huesos de distintas especies, a los
diferentes períodos y modos de almacenamiento o directamente a que no se
realizaron las pruebas. En nuestro caso las diferencias son significativas y el
proceso de congelamiento/descongelamiento modificó la resistencia a la
flexión, arrojando valores superiores para los huesos frescos, respecto a los
congelados. Por esto se sugiere que el uso correcto del dispositivo para los
anátidos en particular, sea a campo, en animales post mortem y con poco
tiempo de manipulación.
Al analizar las placas radiográficas de los ejemplares muestreados, detectamos
que todas las especies presentan perdigones de plomo en sus tractos
- 39 -
digestivos, confirmando el ingreso de los mismos al organismo por vía oral.
Tanto las especies muestreadas en Corrientes como los ejemplares analizados
en Buenos Aires, presentaron valores elevados de ingestión, teniendo en
cuenta lo citado por el Departamento del Interior de los Estados Unidos. Este
indica que las tasas de ingestión por encima del 5% se consideran excesivas,
sugiriendo ante esos hallazgos el reemplazo de los perdigones de plomo por
alternativas no tóxicas (Anderson y Havera, 1989, Friend et al., 2009).
Asimismo, al comparar los porcentajes de ingestión entre las especies
capturadas de una misma provincia y/o de una misma especie en distintos
sitios de muestreo, se observaron diferencias. En el primer caso, la especie
Netta peposaca presento un porcentaje de ingestión mayor que las especies
Amazonetta brasiliensis y Dendrocygna viduata. Esta diferencia podría deberse
a los distintos tipos de dieta que presentan las especies, en base a las cuales
suelen ser selectivas a distintos tamaños y tipos de alimentos, favoreciendo la
incorporación por equivocación de perdigones de plomo (Stendell et al., 1979,
U.S. Fish and Wildlife Service, 1985, Beltzer y Mosso, 1992 a y b, Don et al.,
2012, Olguin et al., en prensa). Por otro lado, como muchas otras aves, su
sistema digestivo está adaptado a la incorporación de gastrolitos (piedras) para
ayudar en el primer período de maceración del alimento, por lo cual muchas
especies buscan particularmente los perdigones, confundiéndolos con piedras
pequeñas perfectamente útiles a este propósito, lo cual difiere entre especies
(Mateo et al., 2000, Figuerola et al., 2005).
Al comparar el porcentaje de ingestión en ambas provincias, Buenos Aires
(30%) presenta un nivel más bajo que Corrientes (38,5%) para la especie N.
peposaca. Sin embargo, si observamos la mediana para la concentración de
plomo en hueso (3,4 ppm Corrientes y 4,7 ppm Buenos Aires), Buenos Aires
exhibe un valor más elevado en relación al otro sitio de muestreo. Teniendo en
cuenta que la [Pb] en hueso se considera como exposición crónica, se podría
suponer que en Buenos Aires hubo una mayor ingestión previa, que hizo que
en este caso el plomo se encuentre en una elevada concentración en los
huesos. Asimismo podría especularse que la presión cinegética es mayor en
Corrientes, considerando además que los humedales son ecosistemas
someros con poca escorrentía, que presentan una disponibilidad superior de
- 40 -
perdigones para el consumo de las especies. De todos modos cabe recordar
que estos anátidos son especies migratorias, cuyos desplazamientos suelen
abarcar más de 3000 km, desplazándose en algunos casos desde el sur de
nuestro país hasta Uruguay y Brasil, pasando en su recorrido por los sitios de
muestreo, por lo cual el contenido de plomo en hueso puede significar también
un consumo remoto.
Un hallazgo de todos modos contundente es que el 100% de los animales
analizados en ambos sitios de muestreo presentaron concentraciones de plomo
a nivel óseo, con valores que varían desde 0,3 a 389 ppm. Al agrupar cada
especie en tres categorías según la concentración de plomo en hueso, se pudo
observar que en Corrientes, la especie N. peposaca parecería ser la más
afectada de las tres, aunque A. brasiliensis y D. viduata, presentaron
igualmente valores elevados de plomo en hueso. Si tenemos en cuenta que un
rango entre 10 a 20 ppm de plomo en hueso se considera elevado (intoxicación
subclínica), mientras que niveles superiores a 20 ppm son compatibles con
intoxicación letal, estamos frente a casos de intoxicación crónica en las tres
especies.
Como se han encontrado diferencias significativas en investigaciones previas
en cuanto al sexo y la edad de los ejemplares estudiados respecto a la
concentración de plomo en hueso, en este estudio se realizaron distintas
pruebas para analizar dichas variables. En cuanto a la variable “sexo”, el hecho
de que no encontráramos diferencias podría deberse a que la recolección de
muestras fue realizada en julio, época en la cual los anátidos no se encuentran
en temporada reproductiva. Coincidiendo con lo citado por distintos autores
(Stendell et al., 1979, Pain, 1996, Mateo et al., 2001, Fisher et al., 2006), la
diferencia en la acumulación de plomo óseo es significativa solo durante la
temporada reproductiva, ya que las hembras presentan variaciones importantes
en el metabolismo de calcio. Sin embargo, al analizar la variable “edad”, se
encontraron diferencias estadísticamente significativas. Observando las
medidas de resumen para las dos categorías (adulto, sub-adulto), se puede
advertir que la media en los adultos arroja un valor superior (11,71) con
respecto a los sub-adultos (6,59). Sin embargo al observar los máximos y
mínimos, los adultos presentan un valor extremo que influye plenamente al
- 41 -
valor de la media. Es por esto que se tiene en cuenta la mediana, la cual es un
poco más elevada en los sub-adultos (2,8), adultos (2,2). Los resultados en
este caso apoyan lo mencionado por distintos autores que argumentan que las
aves jóvenes están aún depositando calcio en sus huesos, por lo cual podrían
depositar más plomo que las adultas (Stendell et al, 1972, Pain, 1996).
Mediante la fabricación y utilización del dispositivo ideado para medir fragilidad,
se pudieron establecer valores de resistencia ósea en las tibias de un alto
número de ejemplares, determinándose a través de análisis estadísticos la
existencia de variación entre las especies muestreadas en Corrientes. Al
realizar las medidas de resumen de los 40 ejemplares de Buenos Aires,
divididos en tres categorías en base a la concentración de plomo en hueso, se
pudo observar que existía una variación de resistencia ósea en función de las
variaciones de plomo en hueso. A medida que aumentaba la [Pb] en hueso
disminuía gradualmente la RO. Teniendo en cuenta que el plomo, al ser un ión
bivalente como el calcio, sigue rutas semejantes dentro del organismo
depositándose en el hueso, su sustitución y permanencia dentro de este tejido
podría interferir en la formación y estructura ósea, generando complicaciones
en el individuo.
Al analizar por separado las variables resistencia, [Ca], [Pb], espesor de la
corteza ósea, y condición corporal, en la mayoría de los casos no se pudo
observar una asociación directa entre la variable y su efecto. Como los
animales son un sistema complejo se decidió analizar las variables en conjunto.
A partir del análisis de los componentes principales, para las tres especies en
estudio de Corrientes, se pudo observar que hay asociación entre las variables
que conforman la componente principal 1, corteza, plomo y condición corporal,
y para aquellas que conforman la componente principal 2, calcio y resistencia
ósea. Asimismo se observa que la especie N.peposaca está más influenciada
por las variables Pb, corteza y calcio; A. brasiliensis por la condición corporal y
D. viduata se encuentra más afectada por ROF y Ca.
En el caso de las muestras tomadas en Buenos Aires, a partir de los dos
gráficos de dispersión, se pudo observar que no hay una tendencia marcada
- 42 -
entre la condición corporal y la resistencia ósea; así como en la C.C. y la
concentración de plomo en hueso para ambos sexos
Finalmente se realizó un análisis de correlación de Pearson para las variables
espesor de corteza y [Pb], espesor de corteza y resistencia ósea, para los
ejemplares de Buenos Aires y no se encontró asociación estadística.
- 43 -
CONCLUSIÓN
Los tejidos mineralizados constituyen un registro de innegable utilidad para el
estudio de los efectos directos e indirectos de contaminantes en los seres
vivos. En particular, el plomo afecta negativamente a los procesos de
calcificación de tejidos provocando alteraciones en los mismos, por lo que los
estudios óseos resultan complementarios a la hora de investigar sobre el daño
producido en los organismos.
En el caso particular del presente estudio, a partir del análisis de los niveles de
plomo en hueso de anátidos y de las tasas de ingestión de perdigones
remanentes de ambientes sometidos a fuerte presión de caza, se pudo
demostrar que tanto las especies muestreadas en la provincia de Corrientes
como en la provincia de Buenos Aires, están expuestas a la intoxicación por
plomo de origen cinegético. Los resultados obtenidos en este trabajo son
concluyentes, indicando la presencia de intoxicación tanto aguda como crónica,
para las tres especies estudiadas, Amazonetta brasiliensis, Dendrocygna
viduata y Netta peposaca. Asimismo se pudo concluir que no existen
diferencias estadísticamente significativas en cuanto a la concentración de
plomo entre dichas especies.
Si bien no se pudo determinar una asociación directa entre la resistencia o el
espesor de la corteza ósea y la concentración de plomo en el hueso, al analizar
estas variables junto con la concentración de calcio y la condición corporal, se
detectaron datos interesantes. Mediante el análisis de componentes principales
se observó por un lado una correlación entre el espesor de la corteza y la
concentración de plomo, y por el otro la correlación se presentó entre la
concentración de calcio y la resistencia ósea. Estos hallazgos son esperables,
ya que las diversas causas confluyentes para generar un determinado efecto
sobre un organismo suelen ser múltiples y complementarias.
Asimismo, este trabajo permitió evaluar el funcionamiento de un dispositivo que
posibilita, de forma práctica y económica, obtener datos de resistencia ósea a
campo. Esta innovación metodológica, permite transformar apreciaciones
subjetivas en variables cuantitativas también en otras especies en que sea
- 44 -
importante medir la fragilidad ósea, alterada por ejemplo ante problemas
metabólicos, dietas desequilibradas, entre otros.
En futuros investigaciones se debería ajustar el ensayo de ¨flexión en tres
puntos¨ teniendo en cuenta propiedades biomecánicas del hueso, trabajando
asimismo en la adaptación del dispositivo para ser utilizado en las otras
especies de aves.
Este estudio constituye un aporte, en el marco de una investigación mayor, que
nos permite reflexionar sobre la gravedad de la acumulación de plomo en el
ambiente causada por la actividad cinegética, vista en otros países como una
seria amenaza tanto para la salud de la fauna silvestre como para la salud
pública. Los datos presentados aquí, junto con las investigaciones previas
realizadas en nuestro país, ofrecen argumentos científicos para que se prohíba
el uso de perdigones tóxicos en todo el territorio. La provincia de Santa Fe ha
sido precursora en este sentido, limitando el uso de perdigones de plomo para
la caza deportiva en las áreas habilitadas (Resoluciones Nº 036- 2011 (25% no
tóxico), 021-2012 y 065-2013 (50% no tóxico), y el modelo iniciado es
continuado por otras provincias. Así, La Pampa prohíbe a fines del año 2012 la
caza de patos silvestres en todo el territorio y evalúa actualmente la prohibición
gradual del plomo. Entre Ríos promueve los primeros talleres con la comunidad
mostrando el mismo interés y Córdoba prohíbe el uso de plomo para la caza en
humedales (Resolución Nº 1115-2011). En la provincia de Buenos Aires, el
principal resultado está relacionado con la aprobación del “Proyecto de
Sustitución Gradual del Plomo en Municiones de Caza Menor en los Ambientes
Naturales de la Provincia de Buenos Aires”, gestionado bajo Resolución Nº
63/13 por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, en convenio
con nuestra universidad
La presentación de estos avances en encuentros nacionales (Reunión
Argentina de Ecología -RAE, 2012-; Reunión Argentina de Ornitología -RAO,
2013), constituye otro modo de comunicar los hallazgos a la comunidad
científica. Paralelamente, fomenta que, en los diferentes niveles de nuestra
formación, podamos transitar el camino de la ciencia aplicada y
responsabilizarnos de que nuestro aprendizaje tenga también un impacto en la
- 45 -
larga cadena de la resolución colectiva de los complejos problemas
ambientales que enfrentamos como sociedad.
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