"Fenomenología y Pensamiento Hábil", Studia Philosóphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

download "Fenomenología y Pensamiento Hábil", Studia Philosóphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

of 10

Transcript of "Fenomenología y Pensamiento Hábil", Studia Philosóphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    1/10

    !III

    i7 w/, ,i| .'tWU f r.l .^\,--,,t, fL ), {r' .lt/.i1 r,t-, Ll_: ( ' , ,:l::::- ,, kr'^i^,i...{ , C, ,f i*eQ.- '.un l..-''-{^-1 l*'r'; i

    Fenomenologa y Pensamiento HblManuel Fernndez Lorenzo

    SUMARIO[-a f'cnonre noklga dc Flusscrl cs in.justarncrrlc- corrsitlelacla. cn lls c

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    2/10

    St utl i u P hil t t.soph i cu I Ivcr, al tnenos en el caso de Fichte, cotr el conccpto aristotlictl de cicllcia..r*o un "sistema ordenatlo cle proposiciones de rivadas de principios",. cuytrrnoclelo eran las cgnstrucciones geoiltricas.-, ptte s la t'ilosolt si Ito podit serva- tlesnus cle Kant, lu reina tle ius ciencias. ert ulla "cit:ll('iil tlc llts e ie ncilrs".na ciencia cuyos ob.ietos eran krs principios trascenclenttles a las otrls cicn-iias y las conciusiones derivadas siitenlrticamente tle elltlsr . l-a l'iltlsol'a parrrnordtros no trata tampoco, al nttxlo tle los positivistas, de los prtlpitls contcni-dos cientficos ni es una "ciencit general de la ciencit"' sino qtle trata titln-bin, como en Descartes, Fichte, o Flusserl, de fundrmentar el saherr . Asumi-lnos en este sentido las crticas de Husserl al "naturalismo" del ptlsitivisttto yrecogemos su proyecto de una filosofa positiva en sentid0 estricttl:

    "picnso que nuestra poca es grande por su vocacin -slo.atlolccc tlcl cs-cepticisnlo que dcstruyti los vic.ios discutidos ideales. Y p

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    3/10

    Studia Phibsophic'er I )sorio-motriz, en el cual hay conocimiento a travs de manipulacionesoperatorias sin que haya lenguaje todava('. Es el estrdio cognoscitivo en elul" ," nos manifiestu n tu frmi ms pura, esto es, sin mezcla de concienciau-fgunu, el conocimiento humano. Vale-aqu el socrtictl "saber es recordar",en'el sentido de recuperar lo olvidaclo. En este sentido recuperalrlos la validezde la crtica estructuialista, en cuestitlnes de mtodo, al "ctlgitaciollisnto" car-tesiano-husserliano:,'Se ha poditlo hablar, por tanto , de un ntvum orgdrluln estructuralista opuestoal cartesiano, cuyo fundamento era, como se sabe, la autotransparerlcia del cogilaen cuanlo origen de la significacin. Ahora, en cambio' como ha puesto de mani-

    f iestg Lvi-Str-auss al dar cuenta dc su propia prctica metodolgica, lo colrscientc/vivclo -el mundo de la rcpresentacin inrnediata- es lo que tiene que ser puesloentre parntesis, condicin para acceder al nuevo nivel de kl real inconscietlte trp.erreilexiuo, d6nde funciona el discurso annimo de la estructura. De lo patente ynraniliestg, tal c6nro aparece a la sirnple inspeccin reflexiva, es preciso ir a ltrlatente/estfuctural, como el orden de la constructividad formal/matenltica. capazde ar cuenta de la multiplicidacl y diversidad de los f'ennrenos tle la supe rl'icie" 7 .Dicha crtica estructuralista significa en Piaget el abandono de la intros-peccin reflexiva (el yo que se apercibe-.de s mismo) por -un-a reflexividadlit"*uiirtu (el sujto'cientflco, l psiclogo. como parre de la humanidad,;;;;;" y ma;ipula a otros sujtos, a cfras partes de la humanidad)' Enii-rtu puru actvidad vital inconsciete, en este orden estructural que se mani-fiesti con tal metoclologa se encuentra el ltimo nivel, el nivel arieolgico, elnivel en que se nos manifieslaunari operacional, al que puede regresar unnniirir operatiolgicr del conociminto. A partir de 1, una vez captado posi-iiuurn"nt en toda iu profundidad, se debe vr, en_el prog.rys.lus,la denomina-a aitividad consciente como fruto de una "interiorizaciln" a travs del len-guaje de las capacidades operatorias corporales. No obstante ello, se trata tam-6in A" ."cupror, uunqu" desde una pnto de vista nuevo, las aputacirr,nesqir. p*"" i"g"ir sierido valiosas y p.rtnanentes de la tradicin filosl'ica"."ntul, dese Descartes a Husseil, .sobre todo en lo qr-e tienen de lo que set,u "nonrinudo "filosfia del sujeto', y que se supone diferencia la moderni-

    dad de la antigedad 8 .6 Sobre piaget remitimos a trabajos que nos resultan cercanos tales como los M l'LAFUENTE, Causalidad t, OutttL'intiento segiut Pfugzt (Prlogo dc (iust:rvo [Juetro)Colegio LJniversitario de Lern, 1971 , y de P. PAI-OP, Eti'stenutktgu 4entica v.filttstlrt'Jlarcekrna, Aricl, lq8 I .7 P. Cerezo Caln, en Prlogo a A. BOL-IVAR IIOTIA, El esru('tur(tlisrro. Maclrid' Cince l'l9tt5, p. 12.tl En tal sentido nos parecen acerfadas las consideraciones cle Pedro Cerez.o (lalhn cn rclt'ci(rn con los peligr

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    4/10

    Studiu P hiloxtphic'tt I Ipero a dit'erencia del mtodo descriptivo de_ los fenontentilogos, no sielrte lrtt-rtnr p,rt toda construccin o reconstruccin filosfica. Desdc luego tue secomparte el rechazo del constructivismo e.speculativo propio tle las l'ilosol'asnegativas o puramente racionales conro la hegeliana. E,l _mundo esl nluy lejoscle"ser puramente racional, pues en la propia realidad ms racional, como tlctt-r.e con la realidad de lo,s crmpos roturados por las ciencias, apareceninconmensurabilidades, hiatos irracionales, abismos que la inteligenciaoperatoria es incapaz de llenar, y ello no slo por incapacidad o falta tle habi-lidad rnomentnea sino de fornla constitutiva.Pero si nuestra experiencia del mundo no eS enteramente racional, tant-poco se reduce a un amisijo cle hechos empricos. Se trata de ampliar el con-f"pto tru,li.ional de expeiiencia., aadiendo a la experiencia habitual de lassensaclones y percepciones, una "experiencia operacional", la cual se refiere ala experiencia-positiva de las estructuras operatorias que. se nos. imponen conevidncia y neesidad. Dicha experiencia operaconal slo resulta claramenteaccesible iuando se captan por observacin externa las operaciones subjetualesms originarias y primitivas (por ejemplo las actividades de los nios queestudia ia psicolgia gentica, o las estructuras culturales de los pueblo-^s pri-mitivos esiudiaclo-s prir la antropologa estructural), dadas en un estadio in-consciente (pre-lingistico) en ei nio o en el de un pensa.miento salvaje en elsentido de Lbvi-Brhle, tratando de hacer una reconstruccin inmanente de lasoperaciones lo ms fiel y contrastada posible, sin mez.cla de pre.iuicios tl teo-ras previas. En tal sentido, la lase de'la moda estructuralista, como una faseen li que se analizaron rnultitud de estructuras operatorias de los diversos.o*por del saber, es una lase que permanece como un tesortl de riquezas in-calclables, despamamado por los libros, esperando un hilo conductor que nosperntita hacer lf cuerlta rJe iu autntico valor. Es un equivalente de lo que paraia f'enomenologa, en tanto que se pueda ver como un estructuralismo uvttnf ktleUre, significd la fase husserlianade la "descripcinde esencias':, a la cual seentregdtoda su escuela. Lo que se necesita ahora es el paso a unafundarentacin trascenclental de dicho desarrollo espectacular de los saberes,especialmente de las llamadas ciencias humanas. Pero no s(llo baio el aspectode una teora de la ciencia, que es lo que aparece como ms destacable desdeiu p"tip".tiua operacional (ior ejempo en'la obra de C. Bueno), sino desde e Irns general de na teora dei conocimiento entendida en el sentido husserliantrde uiia primn philo:;othia. Una filosol'a as, llndada en el estudio cle la activi-

    P t' rt'tttn i c tt I t t I i I r t s | i c t t t t tt t I t' rttx t r tt e r t

    clad Operatoriir positivarncnte coustatablc, estutlio que tuvo cottttl prirtcipalestilrulador a Piaget, estl pol realizar'lJnir l'ilosol'ia positiva cle las estruclul[ts Opel'alorlls, no cs.colllo ya se-alrrnos un lnero etnpiristtlo ptlsitivista. Pero tamptlctl tttt a1;ritllistlto plrtttini-ao,i t untiuno. Pues lts csll'ucturils operllorlts estill daclas tJircctitttlcntc en e In]un.lu real y se captan a lrlvs clc llr actividatl experitrtcnttl..No lirrnran partc;i;g;;;undo |priorstico ilcl clebcr scr. sitrtaclo en unA interioridad tras-."n",it"1. Dicha inierioritlacl tlebe ser sometidl a un rrgl1').rstr,s equivalenle aluu" ," solneten las puras sensacines exterlllls. Ntl stllg hay quc "poner entrel"r",.tir:tl"..l *"nri.irnes atrricas cortto haca I'lusserl. invirtietrtlo la direc-i,i"'""i"i"f . i"g"""" tlcl ctlnocitllie nlo. sino llt propiit concicltcia inlrospccliva'ir,;r;Jicha co.iencia mental debe ser contetplacla ctrmg rcsultadg de unainteriorizacin neuronal y Iingstica de procestls operatlvos corporeo-mantla-i"t. por ello el saber lilsf'o fundantental ser una e'specie de reconstruc-;;"'";;ionrl brsica abstrada cle las 'peraciones reales manil'estadas cn lrio|il;peratoria de los sujet.s corp(ric.s. El mismo Kant cae, tlescle cs(cDunto de vista, .-n una teora pre-opericitlnal clel c()nocinli.'nto al.etnprettder"r'tfi.:r.in .: f "r vcrdaes fiicas y matemticils antes de haber sonrcti-do ai anlisis las operaciones en que aparecen l's trrnin.s s.bre los cuales se"*tutt"."n las relaliones universiles y rrecesarias. Fichte habra

    intuiclo la ne-."iin del anlisis e irfra .perattiriedad ('liththurullr,rg)' pero se pcrdit'como el rnisll-l0 Husseil clcspui, en las nieblrs cle la intrtxpecci(rn' las cuale s;,pd;; uno uiriOn clara y ciistintr cle las cosas nrismas. Una consecue ncia deellb fue el rechaz.O por Hsserl clel constructivisnto ltlrmalista kanlialro' arro-i;;6; iu u., que el agua.sucia. el firrr,itlisrn6 ya denunciatlg incltrs. p.r'pi.l-rt", al nio, il constiitctivismo. De ah lrt apucsta pt'r c'l dc'scripcionisrtttrqu" arrruat"tiz ala f'engmenoltga. Pero.desde ull ptrnl. dc vlsta opcralorloJryno el nrantenicftr por la psicgltr-ga gentica y no inlrgspcctiva cle Jean Piageti.iorir latina liente rnieblas g'erninicas, el constructivis.rtr1, tanto el l9r-in,,i .on1n el material, ha siclo arirplianlente recuperado' nltnteniendo a la ve z"-rg"iiii"Jo :roluno de I giro _cbpernican' que conlleva la perspectiv' lr.s-."n?ntuf , intioducicla eireianrliss ctel c'nricinriento por Karrt' Ya [lusscrlhaba s

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    5/10

    St utl iu P hi I osothica I Ineohegeliana, al vacilar entre el conciencirlismo kantiano y el panlogisrnohegeliino, que atribuye la capacidad productora a las firrmas puras emanadasunas de otras en una suerte de plotiniano "proceso sin su.ieto". h'l h.egelianisnltlu"uUO ono lugar a dos versiones, la propia del fascismo que .divinizaba lao..On de un Esclo por encima cle los individuos elt un proc-eso sin suicttl indi-urul, y por tanto sin derechos inclividuales, colrlo l'in de la Historia, y la "inver-sin mtrialista" de Hegel, propia del marxismo. En esta ltirna. aunque senrt-rduca un avance en lidesboni'ianza del conciencialismo, se mantena tanl-irin f " "procesualitlad sin su.ieto" propia del hegelianismo y contra la cual habauuerido bpon".r" Ia t'enomenologa, consiguindolo ciertamente en Alemaniaiurunt" un br"u. pero brillante e itenso periodo, que en Espaa-se correspondi"on lu poca de **i*u influencia de Ortega..Pero, tras. la Segunda Cuerrauniur, surgieron dos vencedores filoslicos, el neopositivismo en EE. UU' yel marxismon la URSS. El primero propiamente no es una filosofa en el sen-ti-do stricto husserliano, pu..t se mantiee en la actitud natural, pre-filosfica.poi lo qu. acab derivano hacia un para-cientif-ismo. El segundo, indudable-'r.nt. riir hlosfico por su trasfonclo'hegeliano, acab triunf ando en el nrundointelectual europeo trs la conversin defltimo gran fenomenlogo, Jean PaulSurtr", al marxismo. Como si de aprenices de brujo se tratara, l's tlarxistas"ui rpor, especialmente la escuela de mayor influencia universitaria, la escuelaalttlus."tian, al entender la historia como un proceso sin sujeto, acab abriendo"i .u*ino al movimiento estructuralista. Pero-la escuela althusseriana, en vez deil.gui por la orientacin hacia las ciencias, como hizo de lonna tan clara y su-;ei Jean piaget, a una concepcin nueva de la racionalidad, y a pesar de.sui.n"n"io a reco"nstruir el marxiimo como una cicncia, tratando de desarollaruna t"otfu del conocimiento y de la ciencia cle aspecto estrictamente tilosfico ymuy innouadora con respecto al marxismo clsico, no pudo desembarazarse ensu /'vuelta a Marx" de una suerte de dogmatismo materialista de filiaciin.rpinosrto (lo mismo que ocurri, por entbnces en el marxismo espaol, con;;y;;;&rtos incluso en aspeclos parciales, aunque con rt-elot influerrciainni"utu, con la obra de Gustavo Bueo). Hoy, tras la cada del Muro de Berln,no se trata ya de volver a Hegel () a Marx, pues ello nO sera ms que un movl-,r-,i"nto flloifico de reaccin"ante el naturaiismo positivista fundamentalmente'.i". ; i".up"tut el intento f'rustrado de la fenomenologa de "volver a las cosasi.r*u*", d volver a recuperar el asuntcl mismo del fllosofar'' Lo. anrlisis operati'olgico.s piagetianos han propiciado el cornienz'o deuna nueva teora dei conocimientu,'.,r todo el futuio por delante. Al aislar las"*liu.turur,rperatorias de la conducta vital en su estao preconsciente' tras elresreso a los fenmenos vitales primari0s observaclos en la conducta inlantil';:ilil l;";;i;;;.i .rr,i.lr"i operacional de tlicha contlucta a la propilconducta consciente det adulto. Esta carcter efectivamente operatorio clelconocimiento debe ser distinguido de otros aspectos que traclicioniltnentc se19;;t,rr' primarios, as el crintenido sensitivo o perceptiv. del acto de cono-;";.|;,';l"iiOn y ll percepcin acompaan inddablenrente a tocll actividad

    I t t' tt s tt t t t i t' t t I t t .l'i I t t'sti l i c r t ( ( ) | t I (' t l !' ( ) t' ( t t I ( ( )

    ctrgnoscilivaper(}'lrllslrlsan.lisispilrgctilrxrs.Villl()t.()llstilttycttlrlt'selteilrltlclaclrl clc c()n()cer. pu", ,,, .'r.,rai:rl s.il liis lrccit,ncs u .pct'ltt'i.tle s tlel .:t1ct. ct trptlr.c(). '.rnric()s rL'st()s ";;,;:i;;i;rfu.':i"rult,,n tlc l. tlhscrvtcirirr c'icrrtlic()-c\l)crirnental. ya los lenOru""iirr+ir ".an quc l'lo vetn()s lls sensaciotres de coltlr o e Iaclo rnismo

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    6/10

    Studiu Philosophiccr I 1dades propias de nuestra naturaleza, en la satisfccin de nuestras necesida-des ms piimarias, en la persecucin de otras derivadas, etc. Tradicionalntcn-te se atribuye el comienzo de la reflexin lilosfica a una crisis cle esccpticis-mo, por la"cual se empieza por negar sol'sticamente el mundo real, 9 p'rudar e la capacidad d-e conocerl

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    7/10

    St udiu Philo.sophica I ITal propedetica escptica es reitera

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    8/10

    St ud i u P hil o.utp h ico I IDicho prcrceso rJe rcgressu.s hacia las orraciones pasa por trcs estadios que ptxle-nlos dnominar "f'enomenol(rgico", "llsicalista" y "esencial". Dichos estitdiosgnoseolgicos tienen su correspondencia psicol(lgica con ltts fi-cs. estadios que li.iaPiaget para el desarrollo intelectual: el estadio sensoriotnotriz, el clc las operac'ioL.sfsias y el de las operaciones formales. tsstos tixrs rJe regres.su.s r4terytitfugi

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    9/10

    -rStudia Philoxtphit'u l Iuna parte o un aspecto del sujeto, y sle no conoce otra cosa que a.s misnlgllnientras que en l otro polo se concibe el conocitniento conto algo que screabsorbe'en el objeto, ya que el sujett'r no tendra otro papel que el de borrarseen el acto de conoer; pro desde ei punttl de vista epistcmoltlgico hay sicttrpreel problema del papel desempeadg p,or,gl sujeto" r). Ciertamentc. es ncccsari

  • 7/28/2019 "Fenomenologa y Pensamiento Hbil", Studia Philosphica II, Universidad de Oviedo, 2001.

    10/10

    Studia Phiktsophica IIreexpone el t'amoso recurso circular cartesiano (de origen socrtico) a la exis-tencia de Dios como garanta de las evidencias del crigif olt. Ya Husserl habasustituido la referencia teolgica cartesiana por una apelacin a la prirnacnontolgica de una conciencia trascendental, tesis que dividi a su escuela yabri el camino a una reduccin no slo eidtica sino trascendental, pues ni,trataba ya de captar esencias (Wesenschuu), sino de captar la esencia ntisma dela conciencia como ltimo fundamento del saber. Creemos que el error cleHusserl no ha sidcl el haber mantenido la necesidad de un anlisis trascenden-tal autocontextual del conocilniento, -esto es, un anlisis que no recurra ni aldmon socrtico ni al Dios de la Teologa-, sino el haberlo intentado sin elsoporte de unos conocinrientos positivos suficientemente firmes para estable-cer, dicho en tnninos del propio Husserl, una"mathesis de las vivencias".Hoy la psicologa gentica de Piaget nos ofrece algunos apoyos que creemosmuy firmes y valiosos, por lo que dicha tarea de un anlisis trascendentalautocontextual, de una muthesis del conocimiento, permanece abierta paranosotros, aunque por la limitacin de espacio no podemos abordarla aqu.Quede, pues, para mejor ocasin.REFERENCIAS BILBIOGRFICASBERCIANO VILLALIBRE, M., "Crtica heideggeriana del concepto de.con-ciencia en Husserl", en VELARDE, J., DE LA PIENDA, J, A. Y LOPEZCEREZO, l. A., Studia Phiktsophica. Oviedo, Servicio de Publica-ciones de la Universidad de Oviedo, 1998.BUENO, G., Qu1es la ciencia?. Oviedo, Pentalfa, I995.CEREZO GALAN, P., "Prlogo", en BOLIVAR BOTIA, A., Elestructuralisno. Madrid, Cincel, 1985.FERNNDEZ LORENZO M., La ltima orilla. Introduccin a lufpdtphilosophie de Schelling. Oviedo, Pentalfa, 1989.FERNNDEZ LORENZO,M., "Para la_fundamentacin de un pensarnientohbil", en VELARDE LOMBRANA, J., LOPEZCEREZO, J.A., de laPTENDA J. A. (eds.), Studia Philosophicr. Oviedo, Servicio de Publi-

    caciones de la Universidad de Oviedo, 1998.FERNNDEZ LORENZO, M., "Resea al libro de Julin Velarde El ag,nosti'cismti', Teorena,vol. XVII/3 ( 1998): I 38- l4 l.GURVITCH, G., Las tendenc:ius actuales de la .filoxtfu alemana' Madrid,Aguilar, l93l .HUSSERL, 8., kr.filosofa conto ciencia estricta. Buenos Aires, Nova, 1913.23 Sobrelacircularicladdel procedercartesiarro,verlalntrtxluccindcVidal PeaaR.Df:S'cARTES, Melitot'iutcs mctulsit'as