Ficciorama n59

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FCCRM la corriente binaria parte 1 FICCIORAMA 59 >>PUBLICACIÓN DE PRODUCCIÓN QUIROGRÁFICA, REPRODUCCIÓN MECÁNICA Y DISTRIBUCIÓN REPENTINA MENSUAL>> hdaDHhdjsD76778920

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Quinquesimo novena edición del fanzine de producción quirográfica, reproducción mecánica y distribución repentina mensual. Este mes iniciando la trilogia proto-cyberpunk con una reseña de John Brunner y su novela El jinete de la onda de shock.

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FCCRM

la corriente binaria

parte 1

CABALGANDOCABALGANDO

F I C C I O R A M A

59>>PUBLICACIÓN DE PRODUCCIÓN QUIROGRÁFICA, REPRODUCCIÓN MECÁNICA Y DISTRIBUCIÓN REPENTINA MENSUAL>>

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pronto todo este mundo sera absorbido por la red: desde los sistemas militares

EDITOTIAL 59

CABALGANDO LA CORRIENTE BINARIA PARTE 1

En un momento en el que los excombatien-tes de Vietnam se convirtieron en fi-chas de la onírica fabrica de celuloide y los vaqueros cabalgaban praderas de

nicotina; la realidad y la ilusión comenzaron a resquebrajarse. Las fisuras creadas por este proceso revelan como los deseos, ilusiones y memorias trucadas que, como lo señala Larry McCaffery en su introducción del libro Storming the Reality Studio, han creado nuevas áreas de experiencia sensorial, comenzaron a alterar nuestra percepción, la relación espacio-tiempo y nuestra identidad. Parece entonces que lo real padece los síntomas de la obsolescencia programada y nos hace mas vulnerables a caer en la adicción a consumir y ser alienado por el espectáculo, la ilusión, la imagen trucada; por la teatralidad y la presdigitación de la era digital.

El ensayo de Timothy Leary “The cyberpunk: the individual as Reality pilot” afirma que en cada época se produce un nombre y una leyenda he-roica para el fuerte y creativo individuo que explora alguna frontera del futuro, colecta y recupera nueva información, y nos ofrece una guía al gene pool hacia la próxima etapa. La coyuntura dada por la informática, la ciber-nética y la reflexión sobre la posmodernidad impacta notoriamente a la ciencia ficción pro-duciendo, como efecto colateral, un nombre que designo el movimiento contracultural que agito la vetusta ciencia ficción de la edad de oro: el cyberpunk.

Algunas ediciones atrás, la 48 para ser exac-tos, se hablo de William Gibson, una de las figuras seminales de esa casta de individuos temerarios, creativos e innovadores. Neuro-mante, opera prima de Gibson, marco la pauta de esta nueva propuesta literaria. Sin duda

Gibson requirió cierto bagaje literario para decantarlo en ese tejido barroco que en-trelaza hackers, corporaciones, implantes, espionaje e inteligencias artificiales.

Dicho bagaje incorpora los intrincados Cut-ups de William Burroughs, el noir de Das-hiel Hammet, las líricas de Lou Reed, los implantes de Mary Shelley y la reflexión posmoderna de Lyotard. En este punto mi interés no esta en seguir legitimando el presente y futuro del cyberpunk, esta mas bien en su génesis, su proto-inicio. Desde Alfred Bester y su famosa Tigre, Tigre, pa-sando por el gran Philip K. Dick y sus sue-ños sobre ovejas eléctricas, ambas citadas como influencia narrativa, estas semillas fueron germinando con John Brunner y el ji-nete de la onda de choque, Margaret Atwood, James Typtree, entre otros. Estos prometeos brindaron la chispa que requería la CF para revitalizarse.

Durante tres numeros intentaremos condensar los aspectos contextuales que abonaron el camino a esta corriente de la ciencia fic-ción, considerada como la exploración lite-raria de las conexiones entre el arte y la basura, la belleza y la fealdad, delicadeza y violencia, lo programado y lo espontaneo, entre la tecnología y el humanismo. En esta primera entrega hablaremos sobre la novela “El Jinete de la Onda de Choque” de John Brunner y tambien de James Tiptree Jr y su relato “La Chica que Estaba Conectada”; an-tecedentes del cyberpunk y algunos datos de interes. Sin mas preambulos que disfruten este viaje por la corriente binaria.

FICCIORAMA / 07 de Marzo de 2016

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hasta la pc de casa. Pero la red es la casa de la anarquía

JOHN BRUNNER:

EL VISIONARIO JINETE DEL FUTURO SHOCK

“No pienses en el futuro; estás en tu dere-cho. Pero no te quejes si cuando llegue te pilla con la guardia baja”.

Es el año 2010. Arthur Edward Lazarus, ministro y propietario de la Iglesia del Infinito Discernimiento – que ha sido antes muchas otras versiones de

sí mismo con ocupaciones muy diferentes – está internado de nuevo en Tarnover, insti-tución perteneciente a un programa guber-namental estadounidense de localización y adoctrinamiento de individuos especialmente dotados que resultan de interés para los dirigentes de los USA, un país con más de trescientos millones de habitantes que están conectados a una red integrada de datos y cuyos líderes no dudan en usar cualquier mé-todo para favorecer sus planes, normalmente de carácter ilegal en muchos sentidos. Lo anterior es la premisa inicial de la novela del escritor íngles John Brunner El Jinete de la Onda de Choque / The Rider of the Shockwave (1975), inspirada en el ensayo de Alvin Topfler El Shock del Futuro (1970). Esta novela es considerada como uno de los antecedentes, junto con la novela corta La Chica que estaba Conectada de James Typtree Jr, del cyberpunk.

Para 1975 sus topicos o tematicas abordadas son trasgresoras e innovadoras para la ve-tusta ciencia ficcion clásica, ingredientes a futuro de las obras de Gibson, Sterling, Rucker y Atwood: Hackers, virus informáti-cos, gusanos de datos, sobreabundancia de

información, redes telemáticas y filtraciones a lo Wikileaks. Como lo señala Carlos Sanchez Almeida en su articulo on-line Profecias cum-plidas (el jinete de la onda de Shock) Brunner profetiza nuestro presente de una manera acer-tada. Al respecto comenta: “Acertar en las predicciones no es necesario para ser un buen autor del género: la ciencia ficción, en la mayor parte de ocasiones, no es sino una proyección hacia el futuro de nues-tras angustias presentes.” “Autores como Orwell, Huxley o incluso Sarama-go han utilizado la alegoría para hablar de la sociedad en la que vivieron, pero en ocasio-nes llegaríamos a agradecer que sus profecías nunca se cumplieran. Otros escritores, como Verne, acertaron en lo relativo a algunas in-novaciones científicas, pero no se plantearon el análisis sociológico. John Brunner reúne lo mejor de todos ellos: disecciona la sociedad de su tiempo, la proyecta hacia el futuro, extrae conclusiones sociológicas, y además acierta.” (www.jotdown.es / 2012)Agrega ademas “En El jinete de la onda de shock está el mundo en que vivimos, perfectamente reconocible. No es una novela fácil de leer: su estructura es tan caótica como la red de datos que pretende retratar, con continuos inputs de información de origen diverso, y descon-cierta profundamente en sus primeras páginas. Con todo, la reciente traducción de Antonio Rivas para la editorial Gigamesh actualiza el lenguaje informático de anteriores ediciones, y lo hace más digerible para el lector actual.” (www.jotdown.es / 2012)

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No puede ser controlada y en eso radica su poder. cada hombre sera…

En El jinete de la onda del shock Brun-ner sí recoge el guante lanzado por Toffler en su libro El shock del fu-turo (1970), haciendo del análisis de

la “enfermedad del cambio” el leitmotiv de la novela. Así, nos traslada la siguiente pregun-ta: ¿por qué los seres humanos toleran pobreza y hambre en un planeta rico, o se callan ante las prebendas obtenidas a partir de eviden-tes ventajas injustas? Para Brunner, el umbral de tolerancia ante el statu quo a que nos ha acostumbrado nuestra civilización es ahora tan alto que, para romper con él, se exige una situación de crisis extraordinaria. Para pro-vocarla y explicarla elige el tema que, a su entender, provoca una mayor indignación y re-sistencia: la corrupción política, el hambre de poder, la fuerza desmedida de quien controla el statu quo por seguir al mando a cualquier pre-cio y por encima de todo. La moral instintiva apela, simultáneamente y con la misma intensi-dad, a nuestra bipolaridad emotiva y racional.

La influencia de Toffler se observa también en el tiempo elegido y en la construcción de la realidad correspondiente a ese tiempo. Se tra-ta de un año impreciso de comienzos del siglo XXI -podría ser hoy mismo, cuando todas las personas viven conectadas a una red de datos imprescindible para la posesión y expresión de una identidad-, donde el anonimato o la escapa-toria son posibles únicamente a riesgo de acep-

tar la total inexistencia tanto dentro como fuera de la red, con las grandes empresas vinculadas a la tecnología (G2S) o las cien-cias del comportamiento (Antitrauma Inc.), a la vez adalides y enemigas de las incerte-zas, y situando al gobierno como único acce-so posible a los mecanismos de reducción de las incertezas dominadas por las empresas. Un circuito cerrado de intereses del que es casi impensable escapar… pero no imposible.

Nicholas Kenton Halfinger (Nick) ha conse-guido huir de la red. Aunque conectado, su existencia es posible únicamente a través de numerosas falsas identidades que, con el tiempo, lo acaban desorientando y convir-tiendo en quien no es capaz de reconocer; una personalidad híbrida entre el nadie y la disociación constante. Durante uno de sus saltos de identidad conoce a Kate, una in-trigante y perspicaz joven que, además de conseguir desenmascarar el juego de Nick, también une fuerzas en su objetivo por es-capar/alejarse de la realidad conectada en la que viven. Sin embargo, la aparición so-lidaria de Kate tiene un efecto inespera-do sobre Nick, quien decide recuperar su identidad y cambiar radicalmente su estra-tegia de supervivencia: ya no se trata de una huida hacia adelante, sino de un combate directo contra la red y todos los intereses que determinan su corrupto funcionamiento.

Francisco Martínez Delgado / www.fabulantes.com

JOHN BRUNNER: UN ESPEJO EN EL TIEMPO

Ilustración: Alejandro Terán

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…independiente en la red. Toda la información estará aquí en el abismo

JAMES TYPTREE JR.

LA CHICA QUE ESTABA CONECTADA (FRAGMENTO)

Ah, hay muchas cosas excitantes... y no es tan lejos en el futuro, papá. Pero por ahora, olvida las cosas de ciencia ficción, como por ejemplo la

tecnología holovisiva que ha llevado a los museos la radio y la televisión. O el campo de guía mundial que rebota en los satéli-tes y controla los sistemas de comunicación y transporte de todo el globo. Eso fue un subproducto de la minería de los asteroides, pero olvídalo. Ahora miramos a esa chica.

Sólo te daré una golosina. ¿Has notado algo especial en la calle, o en el espectáculodeportivo? No hay anuncios. No hay publici-dad. Pues así es. No hay publicidad. Un deta-lle para ti. Mira alrededor. Ni una valla, ni un cartel; ni un solo eslogan, cancioncilla, texto en el

Piénsalo. La chica todavía está allí. Está justamente debajo de la torre GTX, en rea-lidad. Mira hacia arriba y podrás ver los reflejos de la burbuja en la parte supe-rior, allí, entre los domos de las tierras de los dioses. Dentro de esa burbuja hay una sala de reuniones. En la puerta, una bonita inscripción en bronce: Global Transmissions Corporation. Aunque eso no significa nada. Casualmente, sé que hay seis personas en esa habitación.

Cinco de ellas son técnicamente masculinas, y no se podría pensar fácilmente que la sexta es una mujer. No tienen absolutamente nada de particular. Ya se han visto esos rostros una vez, durante sus bodas, y volverán a ver-se en sus funerales; en ninguno de ambos ca-sos han impresionado ni impresionarán a na-die. Si buscas a los Grandes Malignos Azules del mundo, olvídalo. Yo lo sé. Por Zen, si lo

sé. ¿Carne? ¿Poder? ¿Gloria? Sólo conseguirías horrorizarlos.

Lo que les gusta es hacer las cosas con orden, y en especial las que se refieren a las co-municaciones. Podrías decir que dedican a eso sus vidas, a liberar al mundo del ruido. Sus pesadillas tienen que ver con la hemorragia de información, con los canales que se inte-fieren, con los planes mal realizados, con el ruido invasor. Sólo su gigantesca riqueza les preocupa; abre constantemente nuevos panora-mas de desorden. ¿Lujo? Visten las ropas que les ponen sus sastres; comen lo que les sir-ven sus cocineros. ¿Ves a ese hombre, allí? Se llama Isham. Bebe agua y frunce el ceño mien-tras escucha una bola de datos. Su equipo de médicos ha prescrito el agua. La bola de datos contiene también un mensaje intranquilizador acerca de su hijo Paul.

James Tiptree, Jr. (24 de agosto de 1915 – 19 de mayo de 1987) era

el seudónimo que la escritora estadounidense Alice Bradley Sheldon

usó desde 1967 hasta su fallecimiento, veinte años después. También

utilizó el seudónimo Racoona Sheldon entre 1974 y 1977. Tiptree/

Sheldon fue reconocida por romper las barreras entre la percepción

de una literatura exclusivamente masculina o femenina.

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El que controla la red, controla la información. La información es poder!

DANGERFIELD ZONE:

DICK Y LA PRE-INTELIGENCIA ARTICIAL

Try Ubik - New and powerful by martinacecilia

Glen Runciter, dueño de la compañia de inerciales Runciter y asociados, está muerto. ¿O lo están todos los demás? Lo que es seguro es que alguien ha muerto

en una explosión organizada por los competi-dores de Runciter. De hecho, sus empleados asisten a un funeral. Pero durante el duelo co-mienzan a recibir mensajes desconcertantes, e incluso morbosos, de su jefe. El mundo que co-nocian a su alrededor comienza a desmoronarse de un modo que sugiere que a ellos tampoco les queda mucho tiempo. Esta mordaz comedia meta-física de muerte y salvación (que podrá llevar en un cómodo envase) es un tour de force de amenaza paranoica y comedia absurda, en la cual los muertos ofrecen consejos comerciales, compran su siguiente reencarnación y corren el riesgo continuo de volver a morir.

De igual forma aporta como antecedente de las inteligencias artificiales, en especial por Jory, el infante que se apodera de las mentes de los semivivos del Moratorio de los Amadim-simo Hermanos

Publicada en 1969, UBIK representa el inicio de la etapa metafísica de la obra del profe-ta de los acidos Philip K. Dick. En ella ma-nifiesta sus mayores obsesiones: ¿quien esta vivo, él o su hermana gemela? ¿qué sucederia si la tecnología fuese degradandose hasta llegar a su nostalgico inicio? ¿podemos ha-blar con los muertos?; interrogantes que han trascendido hasta el punto de ser el inicio de su gran proyecto filosofico: La Exegesis.

En el breve articulo “sobre la ciencia fic-cón”, Dick señala: …La desfiguración concep-tual (la idea nueva, en otras palabras) debe ser auténticamente nueva, o una nueva varia-ción sobre otra anterior, y ha de estimular el intelecto del lector; tiene que invadir su mente y abrirla a la posibilidad de algo que hasta entonces no había imaginado.

Link de descarga: http://www.latertuliadela-granja.com/sites/default/files/Dick,%20Phi-lip%20K.%20-%20Ubik.pdf

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no hay mapas para estos territorios del ciberespacio

FICCIROSEBUDD

Portada del desconocido ilustrador R. Muntoñola para la prmiera

edición de plaza y janes del inf luyente libro de Alvin Toff ler en la

colección el arca de papel de 1973

Alvin Toffler (Nueva York, 3 de octubre de 1928) es un escritor y futurista estadouni-dense doctorado en Letras, Leyes y Ciencia, conocido por sus discusiones acerca de la revolución digital, la revolución de las co-municaciones y la singularidad tecnológica. Sus primeros trabajos están enfocados a la tecnología y su impacto (a través de efectos como la sobrecarga informativa). Más tar-de se centró en examinar la reacción de la sociedad y los cambios que ésta sufre. Sus últimos trabajos han abordado el estudio del poder creciente del armamento militar del siglo XXI, las armas y la proliferación de la tecnología y el capitalismo. Entre sus publi-caciones más famosas se destacan La revolu-ción de la riqueza, El cambio de poder, El shock del futuro y La tercera ola. i Toffler, también escritora y futurista, con quien re-side en Bel Air, Los Ángeles.

ALVIN TOFFLER

EL FUTUROLOGO DEL SHOCK DE LA TERCERA OLA

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ElLocoPensante