Ficha El Niño y La Niña de Hoy PERTICARARI GRIFA

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    El nio y la nia de hoy. Las infancias en contexto.

    2014

    Autoras: Marisa Perticarari

    Flavia Griffa

    Introduccin

    Este texto comenz luego de varias lecturas y planteos sobre algunas

    caractersticas de la niez de hoy que permiten pensar un anlisis de las

    subjetividades entendiendo al desarrollo humano ms all de la mera descripcin

    de etapas sucesivas. Desde los diferentes aportes en Ciencias Sociales sobre el

    tema, es importante pensar la niez como varios momentos del desarrollo humano

    atravesados por complejas tramas del contexto en donde se produce; contexto

    que se repliega de modos diversos segn los grupos zonales donde se

    desenvuelven, contexto que entrama a las nias y a los nios historizndolas/los y

    a la vez posicionndolas/los en protagonistas (ms que en otras dcadas y siglos)

    de esos espacios inter y transubjetivos.

    Pensar a los y las nios/as como sujetos de derechos, enmarca la mirada

    desde la cual ya no es viable pensar al nio como menor, vulnerable, pobre,

    etc (Piotti 2011), sino ms bien reflexionar sobre sus espacios, manifestaciones,

    potencialidades, cuidados y crecimientos, es decir desde sus derechos.

    La formacin en Psicologa del Desarrollo sirve de marco a este escrito para

    entender algunas peculiaridades de ellos/as en lo referido al imbricado progreso

    entre lo biolgico que signa el cambio y los desafos psicosociales que lo

    acompaan en un movimiento permanente a lo largo de toda la vida; pero no es la

    finalidad de este trabajo, sino que el mismo tiene el objeto de reflexionar sobre

    algunas caractersticas, expresiones y prcticas sociales que implican a la infancia

    actual o ms bien a las infancias, segn se presentan en sus medios cercanos

    como construcciones, que ms all de lo biolgico, se relacionan con

    caractersticas sociohistricas y segn los cdigos regionales de gnero.

    Corea y Lewkowicz (1999) expresaron hace ms de una dcada que la

    infancia como tal ya no existe, en tanto categora conceptual que generaron las

    instituciones familia y escuela para designar y significar a los sujetos infantes

    como esperanza de futuro, hacia progresos permanentes enmarcados en el

    progreso de la modernidad como valor. La infancia ya no existe, lo que existen son

    los y las nios/as, objetaron estos autores, lo cual lleva a pensar otras miradas

    sobre ellos y ellas.

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    Los vertiginosos cambios que se han ido produciendo en el mundo y en

    especial en Latinoamrica, van modificando an ms las prcticas de los sujetos e

    inclusive se visibilizan aspectos y modos subjetivos que en otras pocas se los

    tildaban de minoras y/o marginales. Entre esos cambios se centran

    fundamentalmente lo poltico, econmico y el los veloces avances cientfico-

    tecnolgicos, fundamentalmente en el rea de las comunicaciones; como

    consecuencia inevitable y necesaria surge en nuestro pas la ley Nacional

    N26.061 de Proteccin Integral de los Derechos de Nios, Nias y Adolescentes

    (2006) y a nivel Provincial la Ley N 9944 de Promocin y Proteccin Integral de

    los Derechos de Nios, Nias y Adolescentes (2011) como gua de las prcticas

    profesionales sobre las infancias.

    La niez, como se la entiende hoy en da, comienza con el inicio de la vida

    y se despliega hasta que sus prcticas se entremezclan con la prepubertad,

    momento ste bastante difuso y que tiende a adelantarse en los ltimos aos

    (Delval, 2002, pg. 28) Sus expresiones tienen matices diversos y cambiantes, en

    donde los vnculos socioafectivos, los juegos, los cdigos, las expectativas del

    mundo adulto sobre ella, los cuidados, los aprendizajes y tambin lo traumtico se

    va introyectando, resignificando esas vidas presentes y futuras.

    En definitiva, lo que sustent la necesidad de este trabajo es intentar una

    revisin de algunos aspectos de la niez de hoy que pudieran abrir un escenario

    donde se piense y discuta el tema ms all de las caractersticas y descripciones

    que muestra la Psicologa del Desarrollo y que son importantes de puntuar en la

    formacin del Trabajo Social y la Psicologa.

    Sobre el concepto de infancia e infancias

    En un nuevo paradigma, se abre el modelo de infancia y subvierte la natural

    asimetra nio-adulto ya que debido a las mutaciones socioculturales, la

    produccin institucional de la infancia tradicional es prcticamente imposible.

    Algunos aspectos, como el consumo como eje valorativo suele producir

    subjetividades en las que el establecimiento de diferencias simblicas entre

    adultos y nios es difcil: como consumidor, el nio es sujeto de actualidad y no

    en funcin de un futuro, inscripto en la sucesin de etapas de la vida. Se marca

    otro principio: consumidores y excluidos.

    Los discursos mediticos aportan a esa cada de la infancia a travs del

    acceso con gran velocidad e indiferenciado de la informacin y del consumo de los

    medios a toda edad, lo cual se une al avance e imposicin de identidades mviles

    de mercado que impiden el arraigo, que antes era el sustento de la identidad. Una

    de las caractersticas fundamentales de estos discursos es que todo se vale: se

    puede mostrar, ver y opinar todo, lo cual lleva a dudas sobre si esto redunda en el

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    desarrollo de una mirada crtica de la realidad o solamente genera adherencia

    masiva a la imagen que cambia velozmente.

    Corea y Lewcowicz (1999) plantean as, a la niez como invento de la

    modernidad, como resultado histrico que promova el Estado desde la familia, la

    escuela y el juzgado de menores, ya que desde sus leyes de sostn simblico

    fueron criando, educando y promoviendo la conciencia del hombre hacia el

    futuro. Estas instituciones debilitadas en los 90, cambiantes, legitimaron durante

    el siglo XX, significaciones y prcticas produciendo la infancia como idea de

    inocencia, la idea de docilidad, la idea de latencia o espera. Es por esto que los

    mencionados autores plantearon hace ms diez aos la sospecha de una

    variacin prctica del estatuto de niez por las modificaciones de esas prcticas

    en la cultura. Ellos expresaron que se produce en este siglo un desacople

    discursivo entre la fuerza de los mensajes mediticos y sobre la comunicacin

    tecnolgica y esas concepciones institucionales burguesas, ya que cuando se

    habla de la clase infancia se est nombrando distintos aspectos del tipo subjetivo

    actual.

    Junto a estos enunciados y efectos retricos sobre la infancia segn los

    medios masivos de comunicacin, se comienza a abrir en los ltimos aos, un

    discurso desde el Estado, de una mayor presencia en las instituciones y medios a

    travs de intentos de cumplimiento de las nuevas leyes de niez y adolescencia.

    Pensar estas crticas al concepto de infancia, otorga una mirada distinta a

    los interrogantes actuales en cuanto a prcticas, discursos y conductas infantiles.

    Nuevas manifestaciones de las infancias sorprenden a especialistas y estudiosos

    de las ciencias sociales, nios ms sexuados, nios inquietos, nios sin lmite ni

    ley, nios violentos suelen ser expresiones de la necesidad de pensar la niez

    desde paradigmas actuales y como sujetos de derecho.

    Algunas manifestaciones actuales de la infancia, un anlisis

    pluridimensional.

    Estas reflexiones que hacen a una revisin del concepto de infancia se

    intentan entender las infancias en el siglo XXI, con sus expresiones, sus

    necesidades y sus derechos. Nuevas manifestaciones en nias y nios llevan a la

    revisin en Psicologa y en Educacin, a pensar los paradigmas desde donde se

    enfocan las teoras. Estas expresiones versan sobre cambios intrasubjetivos e

    intersubjetivos, en donde las tecnologas en comunicacin y las influencias

    mediticas se hacen cotidianas, generndose nuevas formas en los vnculos de

    autoridad y en la socializacin misma. Al respecto, Volnovich (1999), finalizando

    el siglo XX, analiza las diferentes posiciones tericas sobre el tema, y la

    preocupacin central que fue la niez durante el siglo pasado; planteando, entre

    otros conceptos, las situaciones que llevaron en esas dcadas, a caracterizar la

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    marginalidad y la penalizacin de la niez vinculada a la pobreza; en oposicin a

    los sujetos incluidos, que atravesados por la tecnologa informtica, se

    encuentran con tanta informacin en participacin interactiva permanente, en

    cualquier tipo de experiencias. Los llam hace catorce aos, cyborg: criatura

    textual sin cuerpo, sin historia ni cultura, expuestos a todo estmulo, solo

    protegidos por los lmites impuestos por sus esquemas operatorios, es decir, por

    sus estados madurativos afectivos/cognitivos segn el momento del desarrollo que

    transiten. Si bien, no podemos dejar de pensar a la familia y a la escuela como

    socializadores principales, los medios masivos tambin estaran cumpliendo esta

    funcin, impactando en su subjetividad, lo cual redunda en su expresin

    intelectual, en sus afectos y en su vida social. Segn Rabello de Castro (2001, pp.

    13), los mass media pedagogizan, pero no apelando a la autoridad y la tradicin,

    sino apelando al consumo y a la fascinacin de la mirada, introducindolos en la

    cultura del consumo, lo cual se proyecta en los intercambios sociales,

    consolidndose en las ltimas dcadas como modos de ciudadana, en todos los

    sectores sociales. De all la necesidad de generar espacios de reflexin con los

    nios y nias como protagonistas, y siguiendo a Volnovich (1999, pp.88), que

    tengan el derecho de desplegarse por la red sin sufrir violencia.

    Los cambios permanentes permiten pensar en la construccin social de

    nuevas de subjetividades, donde las posiciones vinculares fueron modificndose a

    la vez que la familia fue cambiando, pensndola en la actualidad como diversos

    modos vinculares, en los que el nio y la nia excludos o includos ms que

    presentarse como tipologas, son expresiones de una multiplicidad de infancias en

    la compleja trama social.

    Ahora bien; dentro de otros aspectos del desarrollo a reflexionar, existen

    actualmente desde el psicoanlisis, algunas crticas y revisiones sobre la infancia

    actual, sobre todo en lo referido a la llamada etapa de latencia, as, encontramos

    los planteos de Urribarri (2008. pp 96-97), quien revisa el concepto, a veces mal

    entendido, expresando que el mismo encajamiento de la latencia como perodo

    que remite a un lapso acotado, puede resultar errneo, cuando ms bien se trata

    de modificaciones del nio en cuanto a su estructuracin psquica, mientras que

    el nfasis en lo temporal es coherente con la caracterizacin como perodo de

    receso, de espera, de aquietamiento de la sexualidad De esta manera, este

    autor, que analiza en profundidad la temtica, expresa que los que afirman que la

    latencia no existe porque ven algn inters sexual en los y las nias/os de hoy,

    afirman que la latencia ya no existen debido a la apertura sexual social, sin poder

    captar que, ms all de una manifiesta actividad sexual o una pcara

    intencionalidad, lo que importa son las profundas modificaciones del aparato

    psquico y en la vida de relacin con pares e institucional que se gestan en la

    latencia. Es decir que, ms all de las nuevas manifestaciones subjetivas de la

    infancia de estos tiempos, y que complejizan la latencia, sta no debe ser

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    entendida como una etapa de pasividad por la sexualidad latente, sino como un

    importante momento en la organizacin psquica, muy activo y rico, tanto en sus

    aspectos intrapsquicos, como en los intersubjetivos, pudiendo generarse una

    mayor capacidad del Yo para controlar las tendencias instintivas, amplindose el

    mundo relacional, los nuevos aprendizajes, aumentando la autonoma, dndose

    un proceso subjetivante de diferenciacin y singularidad.

    Estos actores sociales, con diferentes modos de acomodarse a los medios

    circundantes suelen expresarse con las modalidades vinculares aprendidas e

    introyectadas de sus contextos, con cdigos y valores especficos, que en

    marcado despliegue corporal de crecimiento incipiente, suelen verse ms

    inquietos, con tiempos atencionales ms difusos y mayor rapidez que los adultos

    en comprender las comunicaciones y la informacin digitalizada.

    Un captulo aparte merecera un rastreo actual de los aspectos familiares y

    escolares de estos tiempos, lo cual no es objetivo de este trabajo; pero existe la

    necesidad de comentar algunos aspectos que involucran a estas instituciones

    sobre lo que se analiza desde la Psicologa como patologizacin de la infancia1.

    Para analizar brevemente este tema se pueden tomar los aportes de Mannoni

    (1990) sobre la importancia de las relaciones que se dan en el marco de la

    educacin formal, no solamente en el lazo con el otro, sino tambin teniendo en

    cuenta el contexto socio-econmico y poltico en que se desarrollan. Para esta

    autora, el sistema educativo mismo construye una paradoja, ya que si bien la

    escuela se ha convertido en un espacio central para la socializacin del nio/a,

    despus de la familia, este espacio suele enmascarar mltiples caracterizaciones

    y estigmatizaciones que dejan como resultados fuertes marcas en la subjetividad

    de los/as nios/as, apareciendo una forma nueva de enfermedad que (a veces)

    no tiene que ser tratada porque consiste en la negativa de adaptarse (cuando

    neurolgica y afectivamente est sano/a), pudiendo ser un signo de salud en el

    nio o la nia que rechaza la estructura escolar. En algunas ocasiones, estas

    manifestaciones dejan entrever las complejas tramas que se tejen en el contexto

    ms inmediato del nio/a y que se constituyen en expresiones claras que permiten

    leer que est ocurriendo no slo con los problemas de desercin escolar,

    violencias (que tienen una expresin privilegiada en esta institucin), sino tambin

    que se trata de comprender que est ocurriendo con alguna niez que deja de ser

    una para ser muchas y diversas: las infancias.

    En algunos casos, la medicalizacin puede ser la resultante de

    categorizaciones y rotulaciones de las que son objeto, llegando a constituirse en

    1 Resulta interesante la lectura de artculos psicoanalticos en la revista cientfica Actualidad

    Psicolgica. Ao XXXVIII. N 416: Patologizacin y medicalizacin en la educacin. Intervenciones subjetivas sobre las problemticas con las que nos interpelan hoy las infancias y adolescencias en las escuelas. 2013. Buenos Aires.

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    una herramienta ms ante la voces de diversidad o de divergencia, intentando un

    nico e inalcanzable modelo de niez y dejando por fuera a aquellos que hablan

    ms, de lo que deben, que dicen ms de lo que deberan, que corren ms de lo es

    esperable para su edad y que son ms libres y espontneos para decir cmo se

    sienten y lo que piensan. Siguiendo a Dueas (2013 pp.11), y sin negar aquellos

    casos en que alguna afeccin hace necesaria la medicacin neurolgica o

    psiquitrica, esta tendencia se produce y reproduce, la escuela actual () se

    podra decir que no afecta ni es afectada por la historia o el contexto en que se

    inscribe la dificultad; que solo tiene en cuenta el sntoma puro elevado a la

    categora de lo que hay que arreglar. Nada de lo psquico existe en este nuevo

    esquema cristalizado en manuales estadsticos utilizados para diagnosticas

    /catalogar trastornos mentales.

    Los nios y nias deben ser considerados sujetos activos, sin dejar por

    fuera a los que se salen de la norma, deben ser ms escuchados en sus

    mltiples expresiones, para dejar de pensar en una infancia medicalizada, pasiva,

    menor, para empezar a verlos como sujetos activos, constructores de

    ciudadana.

    Pensar el nio/a a partir de su insercin en el mbito educativo y social,

    exige al mismo tiempo tratar de entender al ocio creativo y al juego, como parte de

    dicha dinmica, ms all de las exigencias del sistema formal de educacin, de los

    deportes, de las salidas pautadas, de los cursos de idioma, es decir, de todos los

    caminos para evitar la exclusin.

    Hasta aqu se han expuestos algunos aspectos que atraviesan las

    conductas de la infancia, los cuales pueden producir simplemente modificaciones

    en sus formas de manifestarse, o generar interferencia en el desarrollo2,

    entendiendo esto como cualquier elemento que perturba su marcha, dependiendo

    de la personalidad del nio o la nia, y de las mnimas condiciones favorables en

    su entorno; sin desconocer que todos experimentan conflictos en el desarrollo, en

    mayor o menor medida, por interferencias del ambiente.

    El marco de derecho sobre la infancia actual, un encuadre desde las ciencias

    sociales. El nio como Sujeto de Derechos.

    Desde el Trabajo Social es fundamental repensar algunas de estas y otras

    consideraciones a la hora de definir un estudio y/o una intervencin profesional,

    por lo que siguiendo el planteo de Piotti (2008) a los nios, nias y adolescentes

    hay que considerarlos como Sujetos de Derechos, como actores relevantes para

    la construccin de la ciudadana social y poltica, lo que implica poder pensarlos

    2 Palladino, E. (1998) Psicologa Evolutiva. Pg. 169. Buenos Aires: Lumen Humanitas.

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    desde la titularidad de sus propios derechos como sujetos activos, protagonistas,

    con potencialidades transformadores. Estos Derechos de los nios/as y

    adolescentes se enmarcan dentro de los Derechos Humanos. Tomando la

    Declaracin Universal de Derechos Humanos (1948), se hace referencia a

    aquellos que todos los sujetos poseen; teniendo presente que los mismos son

    indivisibles, universales, intransferibles e interdependencia. Para la citada autora,

    esto implica poder considerarlas/los como sujetos sociales de derecho, donde se

    remarca el papel activo de ste para vivir en su familia y comunidad, es decir

    Derechos que pueden ser exigidos en caso de ser vulnerados. Esta concepcin

    permite el alejamiento de nociones como beneficiario, pobre, carenciado,

    vulnerable, para empezar a pensarlos como titulares de sus Derechos, que

    pueden ser vulnerados pero tambin exigidos y conquistados, de manera que los

    estudios sociales y las intervenciones deben promover la ciudadana de los nios,

    nias y adolescentes tendiendo al ejercicio y goce pleno y sustantivos de sus

    Derechos.

    Estas concepciones son fundamentales para pensar los marcos normativos

    actuales, sin desconocer las contradicciones que se fueron dando en el tejido

    social en relacin a los paradigmas de la infancia, ni las dificultades que se van

    generando en la implementacin de intervenciones o programaciones polticas

    sobre ellas, muchas veces planificadas o ejercidas por efectores muy poco

    capacitadas/os en la temtica, generando nuevas contradicciones que aun hoy se

    configuran a la hora de pensar o trabajar con las infancias.

    De esta manera, rescatamos los aportes de Piotti (2008), en los ltimos aos se

    fue estructurando un nuevo paradigma de la mano de la incorporacin en 1994 de

    distintos tratados internacionales a la Constitucin Nacional, entre ellos la

    Convencin Internacional de los Derechos del Nio; lo cual signific una gran

    ruptura para repensar intervenciones, impactando en el modo de concebir y referir

    a los nios/as y adolescentes, ya no como objetos tutelares, menores o nios en

    situacin irregular, como haba naturalizado el anterior paradigma (de la situacin

    Irregular enmarcado en la Ley 10.903- Ley Agote o de Patronato de Menores). Es

    as, que en el ao 2005 se aprueba en este pas la ley Nacional N 26.061 de

    Proteccin Integral de los Derechos de Nios, Nias y Adolescentes,

    vehiculizando la concrecin de los Derechos consagrados en la Convencin. Esta

    nueva ley viene a romper con representaciones, concepciones, marcos

    institucionales, e intervenciones que se venan configurando hasta el momento en

    relacin con los sujeto en cuestin. Por lo que tanto las leyes a nivel Nacional,

    como Provincial y las polticas sociales comienzan a instituir un nuevo modo de

    concebir a los nios nias y adolescentes. Tal como lo sostiene Konterllnik la ley

    no cambia la realidad pero es un marco necesario para desencadenar procesos de

    cambio (2005; pp.10), por lo que estos avances en las legislaciones de las

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    diferentes jurisdicciones, se constituyen en herramientas privilegiadas para

    fundamentar el quehacer profesional en el campo de la niez y adolescencia.

    Frente a esto, es necesario retomar ciertos aspectos claves para realizar un

    anlisis de dicha Ley.

    Tanto la Convencin, como la Ley N 26.061 refieren a la nocin de Inters

    Superior del Nio a travs de la cual se busca respetar la condicin del nio como

    sujeto de Derecho, es decir, la mxima satisfaccin integral y simultanea de los

    Derechos consagrados. Dicha ley expresa en su Artculo N 3 en lo referido al

    Inters Superior que se deben respetar:

    -Su condicin de sujeto de Derecho;

    -El derecho de nios, nias y adolescentes a ser odos y que su opinin sea

    tenida en cuenta;

    -El respeto al pleno desarrollo personal de sus derechos en su medio familiar,

    social y cultural;

    -Su grado de edad, madurez, capacidad de discernimiento y dems condiciones

    personales; el equilibrio entre los derechos y garantas de los nios, nias y

    adolescentes y las exigencias del bien comn;

    -Su centro de vida entendido como el lugar donde las nias, nios y

    adolescentes hubiesen trascurrido en condiciones legitimas la mayor parte de su

    existencia. (2005; 4).

    De esta manera, retomando los aportes de Marrone (2008) se puede reconocer

    al concepto de centro de vida como un avance de la Ley respecto a la

    Convencin, ya que con esta nocin se pone el acento en los aspectos socio-

    culturales del contexto de vida del nio/a, siendo clave para definir polticas y

    programas donde se busque afianzar el fortalecimiento familiar y comunitario,

    constituyndose en un elemento central para pensar estrategias de intervencin.

    Hay que considerar que histricamente se ha intervenido desde el paradigma

    tutelar separando a los nios/as de sus familias y comunidades, sin considerar la

    importancia que esto tiene en su desarrollo, por lo que es central poder reconstruir

    estas prcticas para poder pensar intervenciones que promuevan el adecuado

    desarrollo del nio/a, potenciando vnculos afectivos, de pertenencia, como

    tambin el reconociendo al conjunto de elementos objetivos y subjetivos de un

    proceso social que hacen que un lugar, tiempo, personas y cosas determinadas

    constituyan una individualidad propia del sujeto, de manera tal que lo condicionan

    en su manera de obrar, sentir y organizar su pensamiento, dotndolos de

    significado3

    3 Proyecto de Ley 5351/10. Ley de Proteccin Integral de los Derechos de las nias, nios y

    adolescentes presentada en la legislatura de la Provincia de Crdoba el 3 de junio de 2010 por Frente Cvico, Izquierda Socialista, Coalicin Cvica, Radicalismo y Peronismo Federal.

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    Rescatando la mirada que la Ley N 26.061 tiene sobre la familia y la

    comunidad, en su artculo 7 sostiene: La familia es responsable en forma

    prioritaria de asegurar a las nias, nios y adolescentes el disfrute pleno y el

    efectivo ejercicio de sus derechos y garantas.

    El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales

    en lo que respecta al cuidado, desarrollo y educacin integral de sus hijos.

    Los Organismos del Estado deben asegurar polticas, programas y asistencia

    apropiados para que la familia pueda asumir adecuadamente esta

    responsabilidad, y para que los padres asuman, en igualdad de condiciones, sus

    responsabilidades y obligaciones. (2005: 5).

    De este modo, como sostiene Marrone (2008; pp.7), se puede observar a la

    familia como un mbito privilegiado para el desarrollo pleno, construccin de su

    identidad y para su integracin cultural y social.

    Es decir, que solo de manera excepcional se consideran otras familias como

    alternativas, en aquellos casos que requiera una separacin temporal del grupo

    familiar de pertenencia, esto se relaciona con la importancia que la presente ley le

    confiere a la comunidad en el Artculo 6 que sostiene: La Comunidad, por motivos

    de solidaridad y en ejercicio de la democracia participativa, debe y tiene derecho a

    ser parte activa en el logro de la vigencia plena y efectiva de los derechos y

    garantas de las nias, nios y adolescentes(2005: 5). Esto permite captar la

    consideracin de la familia y la comunidad como espacios privilegiados donde el

    nio/a tiene Derecho a permanecer, y mantener estos vnculos de pertenencia

    como elementos fundamentales para el cumplimiento efectivo de todos los

    Derechos que se establecen.

    Como estrategias de intervencin, resulta importante el fortalecimiento y

    reconstruccin de lazos afectivos y simblicos que el nio/a ha formado.

    En relacin a la situacin de la Provincia de Crdoba, actualmente est en

    vigencia la Ley N 9944 de Promocin y Proteccin Integral de los Derechos de las

    Nias, Nios desde 2011, de adhesin a la Ley Nacional N 26.061. Mientras que

    se percibe como difcil y complejo el afianzamiento de estas leyes mencionadas y

    la implementacin de proyectos, programas y acciones acordes, dejando

    vislumbrar la necesidad de polticas coherentes, profesionales en capacitacin

    permanente para los logros necesarios e investigaciones que sustenten los

    cambios, junto a procesos continuos de evaluacin de esas acciones.

    La Asignacin Universal por Hijo, una expansin de los Derechos

    En el marco de los procesos que se vienen configurando en los ltimos

    tiempos podemos pensar, a partir de los aportes de Danani y Hitnze (2011), a la

    Asignacin Universal por Hijo para Proteccin Social (AUH en adelante), como un

    avance en materia en los Derechos. El Decreto 1602/09 que le da origen, se

    encuentra en vigencia desde 2009 y establece a la AUH como un subsistema no

    contributivo destinado a los nios, nias y adolescentes que pertenezcan a los

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    grupos familiares que se encuentran por fuera del rgimen de Asignacin

    Familiares (ley 24714), es decir, para aquellos que se encuentran desocupados,

    sean monotributistas sociales, se desempean en la economa informal, en el

    servicio domstico o percibiendo ingresos inferiores al salarios Mnimo Vital y

    Mvil. De esta manera, estos autores expresan que se da un reconocimiento de

    un Derecho Social: el Derecho de las nias y nios argentinos a estar incluidos, a

    gozar de un estndar bsico de vida, de bienestar y de seguridad econmica

    (2011; pp. 7); rectificando, con esta poltica la progresiva universalizacin de las

    asignaciones familiares, que antes slo eran percibidas por aquellos que se

    encontraban insertos en la economa formal; extendindose a partir de la AUH a

    aquellos sujetos que se encuentran por fuera del mercado laboral o presentan las

    condiciones que se mencionaron anteriormente. El decreto de creacin de la AUH

    menciona explcitamente la Ley 26061, que tiene por objeto la proteccin integral

    de los derechos de nias, nios y adolescentes que se encuentren en territorio

    argentino, para garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de

    aquellos derechos reconocidos en el ordenamiento jurdico nacional y en los

    tratados internacionales en los que la nacin sea parte. El objetivo principal

    manifestado es, entonces, mejorar la situacin de cinco millones de nios, nias y

    adolescentes argentinos4

    En este sentido, siguiendo a Calero, se considera a la AUH como una poltica

    que busca instaurar un enfoque de Derecho ya que concibe a los ciudadanos

    como sujetos de derecho y no como individuos vulnerables a ser tutelados por el

    Estado (2011; pp.16).

    En el Articulo 26 de la Ley Nacional 26.061 establece que Las nias, nios y

    adolescentes tienen derecho a obtener los beneficios de la seguridad social. Los

    Organismos del Estado debern establecer polticas y programas de inclusin

    para las nias, nios y adolescentes, que consideren los recursos y la situacin de

    los mismos y de las personas que sean responsables de su mantenimiento (2005:

    pp.12), lo cual lleva al replanteo de las prcticas sociales al respecto en lo que

    refiere a la niez de estos sectores sociales.

    De esta manera, siguiendo el plateo de la autora mencionada, se puede

    observar que la AUH no slo busca promover el Derecho a la Seguridad Social,

    sino tambin el derecho a la identidad, a la salud y nutricin, a la educacin, y a la

    proteccin de la maternidad y la paternidad. Todo ello implica pensar la mejora

    (mnima) en las condiciones de vida de los sujetos, es decir la fuerte incidencia

    4 Extrado de Proyecto de investigacin: Titulares o tutelados? Evaluacin domstica y territorial

    de la AUH en los procesos de reproduccin cotidiana de la existencia. Directora: Nora Aqun. Secyt Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Escuela de Trabajo Social. Universidad Nacional de Crdoba (2013).

  • 11

    que sta ha tenido en los consumos de algunas familias, en trminos de acceso a

    nuevos productos alimentarios, escolares, actividades recreativas, etctera.

    En lo respectivo al Derecho a Identidad, esta autora sostiene que para poder

    acceder a la AUH es condicin necesaria contar con el DNI (Documento Nacional

    de Identidad), es decir, se ejerce del Derecho a la Documentacin para garantizar

    la identidad de la personas. Por otra parte, cuando la autora alude al Derecho a la

    Salud y nutricin, que se relaciona con el artculo 14 de la Ley 26.061

    Los Organismos del Estado deben garantizar:

    a) El acceso a servicios de salud, respetando las pautas familiares y culturales

    reconocidas por la familia y la comunidad a la que pertenecen siempre que no

    constituyan peligro para su vida e integridad () Las nias, nios y adolescentes

    tienen derecho a la atencin integral de su salud, a recibir la asistencia mdica

    necesaria y a acceder en igualdad de oportunidades a los servicios y acciones de

    prevencin, promocin, informacin, proteccin, diagnstico precoz, tratamiento

    oportuno y recuperacin de la salud(2005; pp. 8). As, el programa tiene como

    requisito los controles sanitarios y el plan de vacunacin como un modo de

    fomentar el ejercicio del derecho a la salud.

    Con respecto al derecho a la Educacin, ste se encuentra establecido en la ley

    26.061 como: Las nias, nios y adolescentes tienen derecho a la educacin

    pblica y gratuita, atendiendo a su desarrollo integral, su preparacin para el

    ejercicio de la ciudadana () Las nias, nios y adolescentes con capacidades

    especiales tienen todos los derechos y garantas consagrados y reconocidos por

    esta ley, adems de los inherentes a su condicin especfica. Los Organismos del

    Estado, la familia y la sociedad deben asegurarles el pleno desarrollo de su

    personalidad hasta el mximo de sus potencialidades, as como el goce de una

    vida plena y digna (2005: pp. 8). La escolaridad queda sostenida como el segundo

    aspecto en lo referido a las condicionalidades que establece la AUH y como

    sostienen el Ministerio de Educacin de la Nacin (2011), sta constituye un modo

    de fomentar el acceso a la educacin como tambin generar incentivos y

    motivaciones con respecto al retorno a la escolaridad; es una manera de disminuir

    la desercin, ya que en muchas ocasiones las dificultades no slo son culturales,

    sino tambin materiales (muchas familias expresan que antes del cobro de la

    AUH, no conseguan comprarle los tiles escolares, ropa, alimentos etc. que eran

    necesarios para poder asistir a la escuela en buenas condiciones). El derecho a la

    Educacin se ve desde una perspectiva integral, no solo en trminos de asistencia

    a la escuela, sino tambin en relacin a las condiciones en que los nios y nias

    concurren a la misma.

    Sintetizando, es necesario problematizar las perspectivas que se juegan a la

    hora de intervenir y revisar la concepcin de sujeto que subyace en las prcticas,

    para tender a un desarrollo de los nios, nias y adolescentes en el marco de los

    Derechos Humano, por lo que es muy importante no descuidar marcos tericos y

  • 12

    normativos que nos permitan leer la compleja realidad sobre la que se acta y

    desarrollan intervenciones fundadas que permitan fortalecer los roles

    profesionales en el campo social. De igual manera, se incluyen los Derechos como

    un elemento principal a la hora de conceptualizar a los sujetos, reconociendo

    ciertas polticas como un avance en esta cuestin, como lo es la AUH ya que se

    configura, retomando a Calero, como una poltica con enfoque de Derechos, lo

    que en trminos de la autora implica: considerar a los ciudadanos como sujetos

    de derecho y no como beneficiarios pasivos de polticas de asistencia social,

    siendo el Estado el garante de los mismos (2011: pp.17).

    Reflexiones finales

    Este trabajo tuvo la intencin de replantear algunos aspectos que hacen a

    la revisin terica y prctica de la infancia actual, lo cual implic un anlisis de

    conceptualizaciones, de los paradigmas que los sostienen, de las algunas

    manifestaciones de la niez actual dentro de la cultura del consumo, a partir de

    contextos cercanos ms o menos favorecedores, y desde el marco legal que se

    fue modificando en los ltimos aos y en el cual se apoyan las prcticas en

    Ciencias Sociales.

    Ante los interrogantes sobre el nio/a de hoy, se imponen la complejidad de

    la realidad y las miradas desde la lgica de las diferencias culturales que

    modifican las concepciones de infancia de la modernidad.

    Este anlisis permite ampliar los contenidos que brinda la Psicologa del

    Desarrollo en cuanto a la infancia, sus caractersticas y conductas esperables. Se

    espera que el conocimiento de nuevos estudios y los avances en los derechos de

    estos sujetos, favorezcan los cambios, todava escasos, en las intervenciones con

    nias y nios de este siglo y en estos contextos.

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