FIDLOW, Michael-Cómo adquirir una memoria prodigiosa

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COMO ADQUIRIR UNA MEMORIA PRODIGIOSA

Michael

Fidlow

HOW TO STRENGTHEN YOUR MEMORY

¿la línea de remate del chiste que escuchó hace un mes?

CUANDO TERMINE LA LECTURA DE

"COMO OBTENER UNA MEMORIA PRODIGIOSA" NUNCA VOLVERA A OLVIDAR LO FACIL QUE ES RECORDAR

Puede Recordar ...

¿el nombre de aquel hombre alto que vio la semana pasada?

(véase la pág. 119)


yr. ¿a quién debe visitar hoy?

e habla con frecuencia?



mera cuarteta de su poema favorito?

sido llegue a verlo?




COMO ADQUIRIR UNA MEMORIA

PRODIGIOSA

POR

MICHAEL FIDLOW

COMPAÑIA EDITORIAL CONTINENTAL, S. A.

CALZADA DE TLALPAN No, 4620 MÉxico 22, D, F,

Titulo original en inglés HOW TO STRENGTHEN YOUR MEMORY

Traducido por: MANUEL J. GAXIOLA

Edición autorizada por: STERLING PUBLISHING CO., INC. — NEW YORK Copyright C) Library of Congress Catalog Card No. 61-15734

Primera edición en español: enero de 1964

Segunda impresión en español: julio de 1964

DERECHOS RESERVADOS @ COMPAÑÍA EDITORIAL

CONTINENTAL, S. A. — CALZADA DE TLALPAN Núm. 4620.

MÉxico 22, D. F. — SEGUNDA IMPRESIÓN EN ESPAÑOL.

JULIO DE 1964

CONTENIDO

Introducción 7

SECCION UNO

LO QUE ES LA MEMORIA ... Y PARA QUE SE USA

1.La joya de la memoria tiene muchas facetas 13

2.Cómo le ayuda su memoria. Un muestrario de usos 21

SECCION DOS

LO QUE HACE LA MENTE CUANDO TRATA DE RECOR- DAR. LOS FACTORES QUE HACEN MAS FACIL EL RE- CORDAR, Y COMO UTILIZAR ESOS FACTORES PARA

AYUDAR A LA MEMORIZACION

3.Su mente es una aljaba 27

4.Ideando una fórmula para mejorar la memoria na-

tural 43

SECCION TRES

LA APLICACION PRACTICA DE PRINCIPIOS QUE AFECTAN A LA MEMORIA NATURAL Y ARTIFICIAL

5.Cómo reforzar su memoria natural 57

6.Cómo fortalecer su memoria artificial 83

6 CONTENIDO

PÁG.

SECCION CUATRO

COMO FORTALECER SU MEMORIA DE:

7.La información que proviene de la lectura 101

8.Discursos, anécdotas y otras recitaciones 109

9. Cosas de números 113

10.Personas... sus nombres y rostros 119

11.Cómo se escriben las palabras 127

12.Vocabulario e idiomas extranjeros 131

13.Cosas que tiene que hacer 135

Unas pocas palabras en conclusión 139

INTRODUCCION

¿Puede usted recordar una docena de casos en que haya olvidado algo durante la última semana?

La respuesta a esta pregunta es de poca importancia, porque usted ha estado olvidando cosas —cosas pequeñas y grandes— y si estos deslices mentales han sido olvidados, tanto peor. Pero, como usted ha estado leyendo esta página ahora mismo, es probable que su hábito de olvidar le haya estado molestando más y más frecuentemente. Y usted no sabe qué hacer para remediarlo.

Y me está preguntando a mí. Y yo le estoy preguntando a usted: ¿Ha tratado de ave-

riguar porqué se ha hecho olvidadizo? ¿Ha notado cuándo ha dejado de recordar algo? ¿Se ha fijado qué cosas son las i(

que ha olvidado? Por supuesto que usted tiene su memoria y, a menos

que me equivoque, es muy buena. Si usted quisiera tomarse el tiempo, podría sentarse y recitar literalmente miles de detalles . , . la tabla de multiplicar del siete; quién es el pre-sidente de los Estados Unidos; el segundo nombre de usted, si lo tiene o si no, que no lo tiene; la fórmula para el desa-yuno del bebé; cuál es lo que causa el hipo, cómo se escribe "hipo", cómo curar al humo una pierna de jamón o curarse su propia pierna; cómo conseguirse un amparo o mandato

8 INTRODUCCION

judicial; cuánto tiempo se necesita para hervir un huevo o para llegar a Pittsburg si el tráfico le favorece . .. tiene usted suficientes detalles en su mente para llenar cien ar-chiveros tamaño gigante. '

Pero no obstante ello, de todas maneras olvidó llevar el automóvil a que le cambiaran el aceite la semana pasada, la cuenta del teléfono, estuvo descansando en la cómoda con tres semanas de retraso, su secretaria le tuvo que recor-dar el día del cumpleaños de su esposa, puso la tarjeta de calificaciones en alguna parte y luego se olvidó donde estaba. . . y se está quedando usted muy desalentado por el asunto de la memoria. Bueno ..

Recuerde esto: A menos cLue agenda algo —que real-mente se conserve o "se guarde" esto en su mente en primer lugar- usted no va a recordarlo. A menos que entienda al-go la primera vez, se puede asegurar que la próxima ocasión será de nuevo como la primera.

Sitúe su pensamiento todavía un paso más atrás y con-sidere esto: A menos que preste atención, probablepente no prenderá. Y otro paso más—a menos que esté intere-sado, por –uña razón u otra, no estará prestando atención.

Así que no va a recordar ninguna cosa en la cual no se interese desde el primer encuentro,

Por supuesto que es obvio que usted debe depender fre-cuentemente de su memoria para que le presente informa-ción de cosa que no le interesan. Si la vecina de la siguiente puerta le ha pedido 'O-ele recoja un litro de leche de regreso a la casa, quizá a usted no le importa si ella toma su café negro o no; supongamos que a usted no le gusta su empleo, ni la escuela, ni asear la casa. .. estas son responsabilida-des a las cuales se tiene que enfrentar. Aun cuando usted no esté genuinamente interesado e-n algunas cosas, tiene algo de interés en ellas. ¿verdad?

Ásí que: Como la mejor manera de recordar las cosas consiste en interesarse en ellas, y como algunas veces us-ted tiene que recordar detalles de cosas en las cuales de

INTRODUCCION 9

ordinario no está interesado... ¿cuál es la respuesta? ¡Créese un interés en ellas!

—Ah, no sea así; ¿cómo espera que me interese en po-nerles la dirección a doscientos sobres, o en tirar la basura, o en el álgebra?

Es más simple de lo que usted piensa. Interésese en ejercitar los _músculos de la memoria. Haga de la memoria su "hobby", obsérvela mientras trabaja, enséñele nuevas artimañas, tráigala consigo y exhíbala, y muy pronto, ella se estará cuidando a sí misma.

En los siguientes capítulos voy a sugerir algunas de las artimañas que se le pueden enseñar a su memoria, para que sea más divertido el recordar muchas de las cosas que ha estado olvidando. Al mismo tiempo, comenzará a darse cuenta de que algunas cosas no valen el tiempo y el es-fuerzo que se necesitan para encomendarlas a la memoria, si se puede uno ocupar de ellas en una forma más fácil; parte de este libro se dedicará a cierto número de "reduc-tores de la memorización"—sugestiones para evitarle a la memoria tareas que podían costarle un poco más del tiempo debido.

No será un sistema, ni un curso, ni tan sólo un libro de rompecabezas, para probar la capacidad de su memoria sino un discurso sobre la aplicaciókpráctica de principios para memorizar. Y conforme aprende usted más sobre su memoria, se interesará más en ella y la usará con mayores ventajas. Los resultados de estos serán evidentes casi inmediatamente—en su vida diaria.

Después de poco tiempo comenzará usted a encontrarle personalmente el gusto. Y conforme se familiariza más con su memoria, derivará placer y satisfacción del juego de encontrar nuevas formas de fortalecer —y mejorar— su memoria.

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SECCION UNO

Lo que es la memoria ... y para qué se usa

Un poquito acerca de lo que queremos de-cir cuando mencionamos la "memoria" —el hecho y la forma de recordar, tanto en su mente como "sobre papel"; algunas de las áreas que pueden recibir el servicio del equipo de su memoria.

I. LA JOYA DE LA MEMORIA

TIENE MUCHAS FACETAS

La memoria es, sin duda, la más admirable de todas las funciones mentales. Si su mente fuera incapaz de almacenar una enorme cantidad de toda la información que le alimentan sus sentidos, cada momento de la existencia traería consigo la necesidad de "comenzar de nuevo" en todo lo que usted piensa y hace. Tendría que llevar una pequeña etiqueta o plaquita con su nombre en ella, por la probabilidad de encontrarse a alguien con quien tendría usted que presentarse; cada vez que tomara un libro en las manos tendría que examinarlo para ver cómo se vuelven las páginas... y de ninguna manera podría usted leer, porque las letras y las palabras no tendrían significado para usted.

Todo lo que usted hace se torna más fácil a causa de la memoria... cada actividad es más sencilla porque en el pasado tuvo experiencias que le dijeron a su mente y a su cuerpo lo que podría esperar y cómo debería actuar en ciertas situaciones. Su vida es una lección continua, porque las innumerables cosas que usted hace lo preparan para que las haga otra vez ... porque la exertLcia elimina el viaje por lá ruta de prueba y error, enseñándole la forma correcta . o equivocada de hacer las cosas.

14 COMO ADQUIRIR UNA MEMORIA PRODIGIOSA

Aun si fuera usted a dejar su memoria completamente sola, sin pensar nunca en usarla más eficientemente, ella continuaría sirviéndole leal y correctamente... pero ¿para qué contentarse con una mísera pensión cuando, si se in-vierte un poco de consideración, puede usted cosechar inmensa fortuna? Mientras asiste usted a una conferencia, está seguro de recoger pequeños datos informativos, tan sólo con oír las palabras. Pero si supiera cómo preparar todos esos datos para recordarlos más eficientemente, si pudiera multiplicar las probabilidades de recordar la infor-mación, piense ¡cuánto conocimiento más podría usted absorber!

El primer paso a dar para fortalecer la memoria es averiguar exactamente qué es ésta. Hay más en ella que una simple colección de datos e ideas selecionadas que nadan girando sobre la sustancia gris de su cerebro... como des-cubrirá usted al leer las siguientes páginas.

Su memoria entera

Debe ponerse en claro, ahora mismo, que en este libro el término "memoria" significa más que la habilidad reten-tiva de la mente; para adaptar libremente la definición del diccionario; todos los medios y los cuales uno puede recordar o hacer accesible a la punta de la lengua cualquier _ infomacion o conocimiento que siente el deseo de usar. .... - - Esto incluirá toda treta, artimaña y atajo que podamos in-ventar; todo lo que facilite evitar que se nos sorprenda en un vacío mental.

Supongamos que echamos una mirada a la constitución total de su memoria... Para nuestros propósitos sus partes se pueden clasificar en dos categorías básicas: memoria natural, o el funcionamiento de su propia mente al recor-dar y memorizar, y memoria artificial, arbitrios y medios para retener información fuera krarmazón de su mente.

LA JOYA DE LA MEMORIA TIENE . 15

Todo en la mente

Su memoria natural es el resultado de una intrincada red para la retención de datos, ideas y de actividad física —todo lo cual se aprende por la percepción de los sentidos, y luego es almacenado en su mente y revisado y comparado ilimitadamente con otros detalles, para futura referencia y uso. Esto sucede en la siguiente manera:

Hechos

"Camemberta acaba de tener seis gatitos". Esta ora- • ción le recuerda, primero que todo, el hecho de que seis gatitos han comenzado a existir. También revela, en la palabra "acaban", que su nacimiento es muy reciente Pero, debido a que su mente retiene otros datos, previa-mente aprendidos, la oración le dice mucho más: usted )( sabe que Carnemberta es un felino, y que los gatitos son su prole y que es hembra. Usted sabe todas estas cosas a causa de su previo conocimiento de que los gatitos descienden de hembras ... información que se deriva de la habilidad de la mente para registrár hechos y acontecimientos.

Ideas abstractas

Pero, ¿qué cosa es un gato? ¿Se lo puede imaginar en su mente? A menos que usted conozca a Camemberta, su impresión de "gato" quizá no sea una descripción muy exacta de "Carne." ... pero sin embargo, usted tiene una buena idea de sus partes básicas, cuando menos. La im-p~imuen de una idéa abstracta, idea que se ha forjado en una serie de impresiones pasadas relacionadas con los gatos y la fauna felina. Luego, también, ¿cuán-tos son seis? Uno más los dedos de un pie, tres y tres, uno menos que los días de la semana, media docena.., otra


idea abstracta que está tan bien documentada en su men-te, que usted no necesita darle a la palabra, y al concepto, más importancia de la que se necesita para pensar qué letra sigue a la "g" en el alfabeto.

Actividad motriz

Si usted nada, o anda en bicicleta, o sube una escalera para alcanzar cosas que están en un estante alto, o mueve el brazo para evitar que la mano pase sobre las llamas, o si camina, estoy seguro que no pasa usted todo momento activo pensando en estas cosas ... le vienen tan "natural-mente" que no tiene que dedicarles el pensamiento. Si escribe a máquina, sin duda que puede escribir más pala-bras por minuto que las que escribía cuando comenzó a usar la máquina de escribir. Pero esto requirió tiempo y práctica. Por medio de experiencia repetida, esfuerzo y práctica, su mente llega a retener la memoria de la activi-dad motriz.

Pero toda esta memoria y actividad mental es tan sólo una parte del cuadro total. Recuerde, nuestra definición de lo que es memoria claramente requiere el uso de todos los medios para hacer accesible la información.

Su memoria artificial

Aun si usted estuviera en condiciones de dedicar su tiempo completo a la tarea de abastecer a su memoria con cierta cantidad de información, no podría comenzar a nu-trirla lo suficiente para satisfacer sus necesidades. Cuando piensa seriamente en ello, llega a la conclusión de que no tiene tiempo para recordar todas las cosas que .necesita saber ahora y todo el tiempo. No vale la pena memorizarse todo el directorio telefónico de San Francisco tan sólo por-que hay la probabilidad de que un día tenga que llamar a alguien que vive allí... cuando necesite hacerlo puede

LA JOYA DE LA MEMORIA TIENE

17

buscar el número! y al llegarse el momento en que deba llamar a alguien en San Francisco, el directorio se con-vertirá en un medio de reforzar su memoria natural.

Pocas personas pueden despertarse automáticamente todas las mañanas a la hora específicamente deseada, a me-nos que la hora de despertar permanezca constante (el des-pertar se convierte entonces en un hábito, por tanto tiempo como sea constante la hora de despertar). Pero si usual-mente usted despierta a las 8.00, y en cierta mañana debe levantarse a las 7.00, tiene que depender de una ayuda externa—el reloj despertador. Este es un recurso externo.

Supongamos que usted tiene aproximadamente 100 cuentas en su territorio de ventas o 100 miembros en el club del que es el secretario, o 100 parientes o amigos a quienes hay que enviarles invitaciones a una boda. Si usted ha llegado a conocerlos gradualmente, de uno en uno o dos en dos a través de cierto periodo, hay la probabilidad de que recuerde la dirección de la mayoría de ellos, o cuando menos de aquellos a quienes les escribe más fre-cuentemente. Pero si acaba de serle asignado un nuevo territorio o recientemente ingresó a un nuevo club. ¿qué sucede si se da usted a la tarea de enviar invitaciones a los amigos del novio? No es posible que esperara recordar todos esos nombres y direcciones inmediatamente, y en realidad no valdría la pena emprender la tarea de memori-zarlos todos en el primer momento posible, pues sería una tarea difícil y consumiría mucho tiempo tratando de hacer algo habitual del recuerdo de dichos nombres y direccio-nes. Así que condensa usted la tarea en una forma muy sencilla: prepara su propio librito de direcciones, escri-biendo en él todos los nombres y direcciones que necesita. Cuando ya no se requiera más toda la información que contiene, se puede deshacer de él; o, si la información se necesita constantemente, simplemente hace un hábito del llevarlo o tenerlo donde sea conveniente. Este libro, también, es un recurso externo.


¿Comprende el cuadro entero? Primero, su mente pue-de alimentar directamente a su memoria —ideas, hechos e información motriz (actividad física)— que vienen de su propio caudal de conocimientos. Como su memoria es ser-vida sólo por la mente en tales casos, nos referimos a esta actividad llamándola memoria natural.

Y cuando su mente es incapaz de facilitar la informa-ción que usted busca, puede ayudar a su memoria natural con arbitrios externos: Su reloj despertador es uno de ta-les arbitrios; también lo es su libreta de direcciones, la lista de cosas por comprar, el diccionario, el reloj de pulso, itinerarios, libros de cocinar, las letras en el tablero de la máquina de escribir cuando hay necesidad de verlas, "ad infinitum". A todo esto se llamamos memoria artificial.

Minorativos de la memoritación*

Todas las fuentes de información —sus propias per-cepciones, libros y periódicos, personas y, de hecho, toda cosa con la que usted se pone en contacta-- pueden suplir de información a su memoria natural y actuar como mino-rativos o reductores de la memorización. ¿Para que moles-tarse en aprender de memoria la población de Bechuana-landia si el almanaque que lo dice está allí en el librero? No hay necesidad de memorizar direcciones de viaje que se necesitarán una sola vez, cuando uno de los pasajeros del automóvil le puede indicar qué vueltas hay que dar mien-tras maneja hacia allá.

Pero cuando la información que usted desea tener a la mano es de naturaleza tan especializada que no son de utilizarse las obras normales de consulta o autoridades a la mano, querrá usted idear minorativos de la memorización que estén precisamente adecuados a sus necesidades. Por

N. del T. Me ha parecido ésta la traducción más correcta de "memory. minimi zers", que encierra la idea de todo medio o sistema para contraer, reducir, achicar el trabajo de memorizar.

LA JOYA DE LA MEMORIA TIENE ... 19

ejemplo, el libro de direcciones del agente de viajes las notas del estudiante y el horario de clases; la colección de recetas favoritas del ama de casa.

Más adelante en este mismo libro hay una sección que contiene una serie de sugestiones para notas convenientes, gráficas y otros medios de almacenar información que usted considere se debe abarcar con tales medidas.

¿Memorizar o reducir?

El que vaya a memorizar una cosa específica o simple-mente la conserve accesible para futura referencia, por supuesto que depende de usted. Permita que la frecuencia del uso, importancia, grado real de interés y consideracio-nes semejantes, le guíen al tomar su decisión. Pero no olvi-de, que es muy importante que su depósito externo sea accesible y ocasionalmente esté bajo dominio de su aten-ción, pues advierte el peligro que se olvide de su existencia. No tiene objeto preparar un valioso minorativo de la memo-rización, si luego se va a extraviar junto con su propia utilidad. Si usa usted un libro de citas, consúltelo frecuen-temente, lhoras fijadas con regularidad; siempre conserve los recordatorios que tratan de un mismo asunto en el lugar correspondiente.

Organizando bien su tiempo para usar su memoria na-tural sólo en aquellas cosas que requieren el recuerdo mental, y ocupándose en forma eficiente de lo que es nece-sario memorizar, podrá usted reducir su tarea a la mitad con sorprendentemente poco trabajo. Eliminando la tarea de encomendar a su memoria mental muchas cosas que pocos se usan, dejará su mente libre,de interferencia, despe- jada y clara ycoii-Mátfe-mpo para otras cosas que deseará tener -aYa mano todo el tiempo.

Teniendo una idea mejor de lo que es exactamente su memoria, puede proceder al asunto de su aplicación prác-tica. En el próximo capítulo leerá usted acerca de varios

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usos que se pueden y deben hacer de la memoria, y mien-tras los está leyendo podrá decidir la forma más apropiada de acometer cada tarea específica para acomodarse a sus propósitos particulares.

2. COMO LE AYUDA SU MEMORIA

UN MUESTRARIO DE SUS USOS

Por supuesto que usted está muy preocupado por su memoria a causa de sus ocasionales fallas en el pasado, y tiene el deseo de mejorarla para, de ser posible, evitar semejantes fracasos en el futuro. Esta tarea no será tan difícil como parece . .. y por una razón lógica: Conforme considera usted las áreas en que su memoria ha operado, y continuará operando, seguramente va a descubrir que siempre que tuvo que recordar algo que le era placentero tuvo poca o ninguna dificultad; pero cuando la materia o asunto a recordar era algo en lo que usted no estaba inte-resado, ¡encontró más difícil la tarea! El potente interés es acompañado de poderosa memoria . . . , cuando ésta no es tan vigorosa, es seguro asumir que al interés le haría bien un poco de elevación —y eso es precisamente lo que va usted a hacer para fortalecerla.

Busque puntos débiles

Aquí está una lista, de ninguna manera completa, de áreas en las que su memoria es de gran utilidad... Con-forme la vaya leyendo, anote en un cuaderno o en un block de papel las cosas a las cuales cree que debiera prestar


especial atención cuando se trata de mejorar su propia memoria. En adición a ello, anote todo lo demás que se le venga a la mente y que sienta que es pertinente a sus necesidades particulares.

PALABRAS

Ortografía, significado y uso de las palabras tanto en su idioma como en lenguas extranjeras.

GRUPOS DE PALABRAS

Datos que se necesitarán para pasar el curso, o vender la mercancía, o cocer el pastel; cosas que deseará saber cuando esté discutiendo un libro que acaba de leer o un espectáculo que ha visto; discursos y otras recitaciones, chistes, anécdotas y diferentes citas.

ARITMÉTICA

Números que le ayudarán a balancear el presupuesto; precios y valores del momento, que le ahorrarán dólares y dolores de cabeza cuando lleguen las cuentas.

CÓMO HACER LAS COSAS

Instrucciones y reglas sobre juegos, empleos y modo de vivir; actividades físicas como el escribir a máquina, es-quiar o sacudir las persianas.

NOMBRES Y CARAS

Recordar ambas cosas y poner el nombre debido a la cara respectiva.

COMO LE AYUDA SU MEMORIA , , 23

NÚMEROS TELEFÓNICOS y DIRECCIONES

Números que tiene usted la tendencia de confundirlos en su mente.

DÓNDE PONER LAS COSAS

Capacidad para localizar las cosas que ha ocultado "en lugar seguro".

TAREAS DOMÉSTICAS y CITAS

Aquellas cosas que, una vez olvidadas, difícilmente pueden rectificarse.

COMPOSICIONES MUSICALES

En ambas formas— ser capaz de "nombrar la melodía" y también poder "entonar la canción de ese nombre",

CUMPLIMIENTO DE PROMESAS

Evitar la pena y sentimientos heridos que surgen cuan-do no ha podido recordar.

OBEDENCIA A LA LEY

Ahorrándose multas y evitando citatorios—¿reselló us-ted su licencia de manejar? ¿Puede cruzar la calle con luz verde, o entre medio?

Lo QUE ES PELIGROSO

El bache en el camino, la capa delgada de hielo en el lago, las hojas que están ardiendo en el otoño, etc,

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Ahora, piense un poco en lo pasado. ¿Ha estado olvi-dando sus citas? Quizá no está usted interesado en las per-sonas con quienes las ha concertado, o en los lugares que han deseado visitar, o en las cosas que han querido hacer juntos.

¿Nombres? Tiene usted que estar interesado en la gen-te o, cuando menos, aprenderse sus nombres por una ra-zón u otra, para que tenga éxito al recordar estos nombres.

¿Todo lo relacionado con los libros que acaba de leer? Quizá su interés en los libros no ha sido lo suficientemente grande para llevar su memoria más allá del momento en que leyó la última página.

¿Promesas? Si hablaba en serio cuando las hizo, ¿de veras deseaba hacerlas? ¿Estaba realmente interesado lo suficiente para prestar atención a lo que prometía?

¿Dónde poner las cosas? ¿En qué estaba pensando cuando las guardó? y cuando trató de encontrarlas, ¿qué tan interesado estaba en lo que planeaba hacer cuando les encontrara?

¿Qué tan grande es su interés?

"Estar interesado" —encontrarse realmente en el estado mental que preste suficiente atención— puede ser frecuen-temente un concepto un tanto confuso ... a veces pensará que está interesado en algo que en realidad no le importa; algunas veces se sentirá lo suficientemente curioso, pero demasiado somnoliento para estar realmente interesado en qué es lo que está haciendo; a veces estará perfectamente despierto y ocupado en algo que de ordinario le interesaría grandemente, pero habrá tantos asuntos más en su men-te, que no le permitirán conceder la concentración debida a las cosas que están a la mano.

La Sección Dos de este libro examinará la actividad mental que acompaña al recordar. Leerá usted sobre lo que hace la mente cuando se enfrenta a un problema de memorización, para que usted pueda determinar mejor el cómo hacer uso de esta característica inherente.

SECCION DOS

Lo que hace la mente cuando trata de recordar-Los factores que hacen más

fácil el recordar, y cómo utilizar esos factores para ayudar a la

memorización

Ha gastado usted ya su vida entera des-arrollando hábitos mentales . . . aquí está ahora cómo usarlos para ayudarle a recor-dar mejor.

3. SU MENTE ES UNA ALJABA

Su vida es tocada por una interminable descarga de impresiones sensorias—un ataque continuo por diminutas e innumerables "flechas sensorias", que invaden el cuerpo a través de ojos y oídos, nariz y yemas de los dedos... ¡por todo su cuerpo! Estas impresiones rompen la puerta y se lanzan directamente a su cerebro, para ser allí selec-cionadas y archivadas para futura referencia.

Conforme lee usted esta página, flechas sensorias de la visión están llevando el mensaje a su cerebro; y como su mente está consciente de su meta general, todo se está archivando bajo el título de "memoria". .. "mejorando la mía". Ese es, entonces, su blanco: Exito al recoger informa-ción acerca de los aspectos psicológicos de la memoria, y su utilización para acrecentar su propia habilidad para re-cordar. O sea, convertir los hálitos propios de la mente en ventajas prácticas para usted. Así como el matador estudia el estilo del toro para embestir y voltear, y luego usa este conocimiento para que le ayude a realizar una mejor faena durante la corrida.

Una imagen útil

Para visualizar mejor varios de los aspectos básicos del "estilo" de su memoria, pruebe lo siguiente: Imagínese


que las flechas sensorias son cosas sólidas; algunas serán más grandes que las otras,y por ello menos difíciles de loca-lizar en su archivero mental. Luego, también, varias fle-chas se juntan unas a otras y el racimo resultante es más fácil de localizar que una solitaria y única flecha.

Usando esta imagen como punto de partida, comen-cemos a analizar los hábitos de memorizar de su mente, y veamos si nos facilitan algunas sugestiones para fortale-cer su habilidad para recordar.

Abriendo la gaveta

Antes de que estas flechas sensorias puedan entrar en su archivero mental, tiene usted que abrir la gaveta. Per-mita que el sésame sean las palabras: ¡"Quiero recordar, puedo recordar, voy a recordar"! Su actitud es tan tante como el saber los mejores medios de fortalecer y acrecentar su habilidad para retener. Si está usted conven-cido antes de comenzar que nada le va a ayudar, entonces tiene absolutamente toda la razón, aunque esté completa-mente equivocado. Las dudas que usted tiene estarán siem-pre presentes en sus pensamientos conscientes, no dejando así lugar para la memorización práctica.

Pero ¡una perspectiva optimista quita las piedras del camino desde el momento de comenzar! Si está usted con-fiado en que puede alcanzar su meta, la ruta será diver-tida, ¡y todo mundo sabe que esto es más diversión que trabajo! Cuando llegue usted a una colina, a una parte en que sea difícil la tarea de hacerse de una memoria mejor, ¡el simple acto de creer que aquello es divertido volverá más fácil la tarea!

Ciertos experimentos han demostrado que la gente ge-neralmente retiene la memoria de las cosas agradables en forma más precisa, y por un tiempo más largo, que el recuerdo de los infortunios. Así que resulta, ¿o no?, que

SU MENTE ES UNA ALJABA

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siendo optimista desde el momento de comenzar, hará que su memoria mejore considerablemente.

El valor de la atención

Supongamos que está usted sentado en su sala jugan-do damas, y que en el siguiente cuarto el radio está en-cendido y un comentarista de noticias está hablando en resonante voz acerca de

Las más recientes proezas en satélites de los Estados Unidos;

una inundación en Brasil; un poeta lituano que ganó el premio Nóbel; el juego de hoy en la Serie Mundial; las más recientes novedades en modas para damas; el movimiento de la bolsa de valores; el anuncio meteorológico.

De rato en rato algo que dice el comentarista le hace que afine sus oídos y escuche más cuidadosamente, porque está hablando de un asunto que a usted le interesa. Si es usted persona consciente de las tendencias de la moda, ciertamente querrá oír de la ropa que se estará usando la próxima temporada. Si es aficionado al béisbol, estará oyendo atentamente cuando se anuncie el "score" del par-tido. Si ha estado planeando un viaje de pesca para el día siguiente, tendrá curiosidad por saber cómo va a estar el tiempo.

Y los temas de las noticias a los que usted les preste más atención dejarán una impresión más profunda en su memoria. ¿Sabe usted quién ganó la Serie Mundial el año pasado? ¿Quién ganó el premio Nóbel? ¿En qué punto cerraron las acciones de la IBM el pasado diciembre?

Las impresiones a las que se presta buena atención son flechas sensorias. .. más fácilmente localizadas en su memoria. más fáciles de recordar.


Motivación para prestar atención

¿Cuáles son las condiciones que le permiten, o fuerzan, a prestar su atención a una cosa, y no a la otra... en cierto tiempo, y no en otro?

Ya se ha declarado que una parte vital al prestar aten-ción es el interés. Pero, el interés de que yo estoy hablando no tiene necesariamente que ser el genuino deseo de saber más acerca de cualquier cosa en la que usted está tratando de concentrarse, por su valor en sí; sino que, hablando en términos más amplios, se refiere a su motivación—cual-quier razón que usted tenga para saber o recordar.

Y la razón que usted puede tener es, ya sea la de la recompensa, o la evasión del castigo. En realidad, ambas son muy semejantes: La recompensa es ganancia, mientras que el evitar el castigo es un cero —mejor que menos.

Si siente usted verdadera curiosidad por saber algo, de-sea entonces recompensarse a sí mismo con información adicional sobre ello. Si recordando más acerca de las cosas que está vendiendo le puede proporcionar más dinero, éste es entonces el motivo de su recompensa. Si desea que la gente tenga una opinión superior de usted porque es capaz de discutir inteligentemente los eventos de actualidad, o novelas populares, o historia, o cualquier cosa ... si quiere que la gente piense mejor de su persona porque recuerda sus nombres, o porque juega muy bien el ajedrez, o porque recita poesías, o porque cuenta historias chuscas, entonces la aceptación social es la recompensa que usted busca.

Si quiere evitar la incomodidad de haber reprobado su curso de geometría, o el desconsuelo de haberse olvidado de cumplir una promesaórm–okstia de no recordar el tema principal del tercer movimiento de la Sinfonía Fantástica, su recompensa será el mantenimiento de la seguridad el evitar la insatisfacción personal o social. Está usted tra-tando de evitar el riesgo que sean impedidas sus probabi-lidades de ganar la recompensa de la aceptación social.


31

Generalmente, mientras más poderoso el motivo para re-cordar algo, mayor será el interés que usted le prestará y, consecuentemente, será también superior su atención, ¡Y cuando preste usted atención tiene mayores probabilidades de recordar!

Ahora ... ¿precisamente cuáles son las circunstancias que actúan como motivación para recordar y cómo lo rea-lizan?

Curiosidad impulsiva

La curiosidad impulsiva es aquella característica que le induce a mirar algo por segunda vez, o a tratar de averiguar más acerca de una cosa, porque no puede muy bien creer lo que vio u oyó la primera vez. La sorpresa, la exageración, lo intenso, lo poco común. . . Estos asuntos producen im-presiones v~e-Cas sensorias grandes. Alguien atra-viesa a nado el Canal de la Mancha. El sombrero de una mujer tiene pájaros vivos dentro de una jaula. Se descubre una nueva especie de animales. Se encuentra usted con un hombre que mide dos metros setenta de alto. Por primera vez en su vida huele el ajo. Ve un edificio construido total-mente de vidrio.

Curiosidad que surge de la familiaridad

La curiosidad le inspira el deseo de saber más acerca de una cosa, después de que un poco de información, o aun una gran cantidad de la misma, ha despertado su ge-nuino interés. Su "hobby," su país, personas famosas, un miembro de la familia, algo que usted no entiende com-pletamente pero que le gustaría comprenderlo ... estas cosas, más otras incontables y semejantes a ellas, desem-peñan un papel familiar en su vida diaria. Cuando alguien comienza a hablar de algo y usted reconoce qué es lo que se está tratando, su orgullo personal y su ego fijarán su


atención en ello, de manera que usted pueda aprender mucho más sobre el particular.

Naturaleza competitiva

Al hombre instintivamente le gusta ganar discusiones, competencias atléticas, pleitos, juegos... su ego queda satisfecho cuando, después de haber contendido con su mente o con su cuerpo, o con ambos, en contra de otros hombres, la naturaleza o sus propias realizaciones, sale en primer lugar. Si usted se hace creer a sí mismo que puede convertirse en un excelente jugador de naipes, las probabilidades de que recuerde las reglas y los detalles más sutiles del juego aumentan considerablemente, porque su motivación es innata, y su meta aparece lo suficientemente cercana como para que usted sea inducido a alcanzarla. Si ganó un concurso de ortografía en el cuarto año de estu-dios, hay grandes probabilidades de que para siempre sien-ta usted orgullo por su superioridad en lo mismo, y con-secuentemente, recordará con relativa facilidad la forma de escribir palabras complicadas. Todo esto se encadena con el ego y con el deseo de aprobación social.

Dinero, fama, posesiones

La ganancia de dinero en efectivo es verdaderamente una poderosa motivación. El competidor en un concurso de preguntas mostrará sorprendente dominio de conocimien-tos acerca del tema que le puede ganar seguridad, los lujos que siempre ha buscado, la satisfacción que viene del ser reverenciado por muchas personas. El incentivo de comi-siones provee a los agentes de ventas con el empuje nece-sario para recordar enormes cantidades de información, desde los nombres de los clientes hasta el más pequeño detalle informativo de los productos.


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Y así sucesivamente... la motivación, basada en el deseo de recompensa o el temor a la pérdida de algo, ins-pira atención, que a su vez produce potentes recuerdos. Cuando usted abre una de las gavetas del archivero, cuando prepara a su mente para que reciba información, las fle-chas sensorias llueven precipitadas de cualquier dirección en que usted haya fijado sus ojos.

Una vez que haya descubierto sus intereses, los fac-tores implícitos en la naturaleza de las flechas sensorias, con respecto a su relación con otras flechas sensorias, en-tran en función .

Asociación

Cuando una impresión le recuerda a usted de otras impresiones pasadas, queda suspendida en su observación conciente por un poquito más tiempo y luego se hace un recuerdo más duradero y potente. Supongamos que ve us-ted la bandera de Irán. En ese momento quizá note que sus colores son los mismos de la bandera italiana, que usted recuerda siempre debido a que la familia italiana que vive a la otra puerta siempre decora su casa en navi-dad en rojo y verde. O quizá estos colores se hallan en sus cortinas. O quizá el trabajo de usted como impresor o pin-tor tiene que ver con los colores y la bandera irania le recuerda que el rojo y el verde pueden mezclarse para pro-ducir un color café oscuro. O quizá su nombre es Víctor Blanco Ramírez, y sus iniciales indican los colores, de arri-ba hacia abajo: Verde, Blanco, Rojo.

Recuerde, las referencias y datos se mezclan y cruzan en mente... y cualquier impresión sensoria puede hacer surgir la reminiscencia de algo aparentemente no relacio-nado o algo que está íntimamente ligado. Y con toda aso-ciación, la memoria de una impresión es fortalecida tan-to más así. Uno puede sacar la conclusión de esto, por tanto, que mientras más se sabe, más fácil se vuelve el recordar.


La asociación es el principio fundamental tras todo "sis-tema" artifical para fortalecer la memoria. Esta es, breve-mente, la forma en que trabaja: Elaborando su propia lista de las cosas con las cuales se asocia el recuerdo de algo, puede usted recordar cualquier otra cosa que se presente, simplemente relacionando la cosa que va a recordar con la cosa apropiada que se encuentra en su lista artificial. Luego, repasando mentalmente su lista, recordará usted lo que ha estado tratando de recordar, cuando llegue a su respectiva pareja. Posteriormente habrá más material sobre esta parte tan importante del mejoramiento de la memoria.

Patrón

Su mente tiende a organizar las impresiones que recibe y a reducirlas a simples fórmulas, siempre que es posible. Esto le ahorra, a ella y a usted, gran cantidad de problemas, porque el conocimiento de que algo encaja en cierto pa-trón o secuencia da desde el principio una ventaja al tra-tar de recordarlo.

El sistema numérico arábigo, que es el que usamos co-múnmente, es realmente poco más que la continua repeti-ción de diez dígitos: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 —en un orden invariable. Quizá usted nunca ha contado hasta 355 966... pero sabe tan bien como yo que el número que sigue es el 355 967. Eso se debe a que usted sabe que el siete sigue al seis en el patrón de repetición y repetición del sistema.

¿Cómo actúa esta tendencia hacia el patrón en su ha-bilidad para recordar? Bueno, para comenzar, las lineas poéticas que riman son más fácilmente memorizadas que las oraciones en prosa. Las palabras son más fáciles de memorizarse que las sílabas sin sentido. Las oraciones son más fáciles para memorizarse que grupos de palabras no relacionadas. ¡Trate de nombrar todas las letras del alfa-


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beto, mencionándolas al azar sin basarse en el orden en que las aprendió!

Además, encontrará que es más fácil recordar cosas en grupo que aisladas y menos difícil el memorizar listas que están colocadas en orden alfabético o por tamaño o cronológicamente o en cualquier orden acostumbrado que se facilite para usarlo en su lista.

Grupos de flechas sensorias

¿Recuerda aquellos grupos de flechas sensorias que son mucho más fáciles de localizar en su memoria que las impresiones aisladas? Ya hemos mencionado una manera en que se forman —por asociación. Mientras más sepa us-ted sobre un asunto, más fácil es recordar cosas específicas sobre el mismo porque cada cosa específica está ganchada con otras flechas sensorias.

El patrón también desempeña importante papel en este modo de recordar por medio de la asociación. Imagínese su conocimiento total de un asunto como si fuera un rom-pecabezas y piense de cada pieza aislada como si fuera una de las partes. Cuando recibe una impresión de esa pieza, la reconoce como parte del cuadro entero y la asocia con el tema general, mientras que al mismo tiempo la clasifica según el patrón con que fue formada.

Más de un sentido

Ahora llegamos a otro método por el cual su mente hace surgir a la existencia esos grupos de flechas sensorias que son tan fáciles de recordar. Cuando usted ve una manzana, una pequeña flecha sensoria visual se descarga hacia su cerebro. Cuando usted huele una manzana, una pequeña flecha sensoria olfatoria dispara hacia su nariz. Cuando toma una manzana en su mano y le da una mor-dida, las flechas sensorias del tacto y el gusto se unen a


las otras en su cerebro. Aun el sonido del cascar de los dientes conforme va mordiendo la manzana produce otra impresión por la cual puede identificar la manzana que se está comiendo. Así que todo lo relacionado con la manzana se puede identificar por la suma de todas las impresiones que usted ha recibido: Una cosa redonda, roja y brillan-te que huele y sabe de cierta manera y que hace cierto ruido al morderla. ¡La experiencia entera deja una impre-sión más vívida de lo que sería si tan sólo mirara la man-zana!

Repetición

Aquí hay otra suposición que podemos hacernos: Ha encontrado una nueva ruta para ir a la escuela, al trabajo o al mercado. Todo lo que tiene que hacer es caminar dos cortas cuadras hacia el oriente y tomar un autobús del que nunca antes había sabido, hasta que los vecinos de la otra puerta se lo dijeron (Cuando ellos lo mencionaron, usted prestó atención porque estaba motivado por el deseo de descubrir una manera mejor de llegar a donde va).

Camina usted las cuadras al oriente en la primera oportunidad que se le presenta, espera el autobús en la esquina y descubre que es verdad una forma muy agra-dable de llegar a donde va. Decide que de ahora en ade-lante viajará por esa ruta. A.: que todos los días camina esas dos cuadras y toma ese autobús.

La primera vez que hace la caminata, mira a su alre-dedor y advierte las casas, los árboles, los escaparates de las tiendas, las banquetas y todo lo demás. Pero en realidad no recuerda la mayor parte de esas cosas. La siguiente vez que hace el viaje las mismas flechas sensorias aparecen repentinamente ante usted. Y la siguiente vez, la que sigue y la otra. Muy pronto conoce usted todo lo de la ruta "de corazón", y todo porque ha sido expuesto una y otra vez a la misma experiencia. La flecha sensoria que recibió


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ayer del olmo que está en frente de la tercera casa con-tando de la esquina se ha apilado encima de la flecha sensoria que recibió de la misma cosa el día de antier y el anterior a éste. La repetición de la misma impresián fija la impresión firmemente en su memoria.

Este es el principio de la memorización que le ayuda a aprender por medio del estudio. Cuando quiere estar usted seguro de que entiende algo y lo recuerda bien, se lo repite a sí mismo una y otra vez. Por supuesto que el número de repeticiones para fijar el asunto variará de acuerdo con las variaciones de los otros elementos que determinan el tamaño de las flechas sensorias. Después de todo, ¡si las flechas sensorias son lo suficientemente grandes, se nece-sitan comparativamente pocas de ellas para formar un grupo visible!

Sobreaprendizaje

Puede usted, estudiando una cosa por determinado tiempo, fijarla en su memoria lo suficiente para recitarla para atrás y para adelante, de afuera hacia adentro y de arriba hacia abajo... lo suficiente para saberla muy bien —y todavía así, olvidarlo un día después. Esto se debe a que a su retención "se le acabó la gasolina", no sobre apren-dió. El sobreaprendizaje le permite longevidad a su memo-ria en una proporción mayor al grado en que usted lo practique. Tan pronto como está usted seguro de que do-mina algo, es buena práctica dedicarle otra media hora, ¡para aumentar la vida de su recuerdo en semanas, meses y años!

Interferencia

Así como un programa radial llega mejor hasta usted cuando la estática no perturba la recepción del aparato... así como oye mejor la música cuando no hay polvo en


la aguja del fonógrafo... Así como el contenido de un discurso se entiende mejor cuando no hay impertinentes ruidosos que distraen su atención... en la misma manera la mente retiene sus memorias más efectivamente en la ausencia de otras actividades en la misma onda.

Considere estas situaciones alternas: A.Comienza usted a la una de la tarde a memorizar

cierta cantidad de datos acerca del Periodo Revolucionario en la Historia Americana. Para las 3.30 decide que ya ha aprendido muy bien el material y entonces sale al cine para tener un cambio de actividad. Pasadas cinco horas después de haber estudiado primero del Alamo y luego de la Guerra Civil, regresa a su cuarto para refrescar su aprendizaje anterior. Pero todos esos detalles acerca de la independen-cia de Texas y esas fechas y datos sobre la guerra civil de alguna manera se han confundido en su mente con Valley Forge, Bunker Hill y Saratoga. Para cuando se aprendió la Guerra Revolucionaria ya se gastó otras dos horas!

B.A la 1 de la tarde se pone a estudiar la Guerra Re-volucionaria y a las 3.30 decide que ya sabe el asunto. Luego, para variar un poco, sale a la calle y asiste a un juego de béisbol. Mientras está en el campo deportivo su mente revisa lo que acaba de aprender y no hay nuevos datos ni fechas que le confundan. Así que cuando regresa a su cuarto para hacer un repaso, encuentra que unos veinte minutos de estudio son suficientes.

La interferencia de material que en ninguna manera es similar a las cosas que ha estudiado, confunden su memoria. Después de repasar un rato la lista de sus elien-le-s, visite amigos íntimos en lugar de ir a una fiesta llena de extraños. Después de memorizar el discurso que pro-nunciará en la Sociedad de Padres y Maestros, haga un pastel en lugar de leer ese libro que ha estado guardando. Este_Trincipio_es algp muy importante que se debe conser-var en mente cuando se lea acerca del aprendizaje espa-ciado —en el que se combina el estudio con periodos "es-tratégicos" de descanso.


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Cuándo es que se olvida

Es una cosa divertida. usted olvida la mayor parte del material que va a olvidar, muy poco después de que lo ha aprendido, La gráfica de la curva de su memoria da un violento giro hacia abajo casi en el mismo segundo en que cesa usted de memorizar, luego gradualmente se nivela conforme pasa el tiempo. Supongamos que hoy se memoriza 100 palabras de un vocabulario en idioma extranjero. De-pendiendo de lo bien que haya hecho usted su trabajo, quizá mañana no recuerde nada de ello. Pero suponiendo que haya hecho usted un regular trabajo de memorización, digamos que para mañana retendrá el recuerdo de cincuenta palabras. Al día siguiente quizá recuerde cuarenta; luego 35; después bajará a treinta palabras, las cuales recordará por buen tiempo.

Ahora, si mañana vuelve a estudiar las cincuenta pala-bras que ha olvidado, al día siguiente quizá sepa 70 de las 100 originales. Y si luego estudia las 30 que olvidó, podrá elevar su conocimiento del vocabulario a un nivel bastante alto.

Lo más importante a recordar es que mientras más pronto puede revisar algo que ha memorizado, mejor estará ústed, pues la memoria del estudio original estará más hesca y'por Tantó mucho más completa. Quizá ésta sea la razón para que el aprendizaje espaciado —el siguiente factor que vamos a discutir— sea tan efectivo . „ pues provee una forma de combatir el rápido desvanecimiento de la memoria.

Aprendizaje espaciado

Si usted pasa una hora estudiando, luego dedica quince minutos de descanso, otra hora de trabajo, otro periodo de descanso y otra hora de estudio, habrá aprendido más


y la memoria de lo aprendido durará más que si pasara tres —y aun cuatro— horas seguidas en el estudio,

Quizá esto se debe a la distracción a que se entrega durante el periodo de descanso, razonando en sus propios pensamientos las cosas que ha estado memorizando. O quizá su mente simplemente comienza a divagar cuando se le presiona por un periodo muy largo. De cualquier manera, el aprendizaje espaciado produce resultados... ¡pruébelo! El estudiar por varios periodos breves con intervalos de descanso, generalmente produce recuerdos más duraderos que los que produce un largo e intensificado periodo de estudio.

Beneficios marginales del aprendizaje espaciado

Una treta peculiar que su mente ocasionalmente juega consiste en recordar más de algo tiempo después de memo-rizarlo que inmediatamente que se ha completado la tarea de memorización. Esto parece ser una contradicción direc-ta de la curva de la memoria, pero es un caso muy especial. Inmediatamente después que ha dado una repasada a sus libros, puede usted recordar cierta porción del material que ha abarcado, ¿verdad? Pero unas pocas horas o un día des-pués, cuando ha pasado un poco de tiempo pensando en el asunto, algunos detalles que podían habérsele escapado de la memoria inmediata son presentados a su atención por el patrón y la asociación con los detalles relativos que ha po-dido usted recordar. Así que, en efecto, está usted recordan-do un poco más de lo que realmente aprendió a la hora del estudio. Este fenómeno quizá sea un recuerdo retardado de la posición que en el libro ocupa el material "olvidado" o la comprensión tardía de palabras que al principio no pudo entender, pero que más tarde la parecieron racionales a la luz de su meditación sobre el tema en su totalidad,


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Excavando en busca de la memoria perdida

Frecuentemente un nombre que ha olvidado o algún dato que ha tratado de recordar pero no lograba hacerlo, puede ser enfocado frente a su memoria por medio de la fantasía . . déle vueltas en su pensamiento a las cosas que ha olvidado, traiga a su mente todo aquello que pueda recordar y que tenga relación con ello. Es más fácil recor-dar cosas que son significativas para usted por medio de su relación con cosas que ya sabe.

Imaginación

Cuando usted recuerda el nombre de un amigo, o la apariencia de una casa, o el color de una flor, está utilizan-do su memoria de impresiones pasadas. Pero cuando piensa de un amigo que cultiva flores enfrente de cierta casa en particular, no obstante el hecho de que él no vive allí, y a pesar de que usted nunca había sabido que estuviera inte-resado en la jardinería está usted empleando su imaginación. Esto es el uso activo de recuerdos que ha co-leccionado pasivamente.

Algunas veces, sin embargo, su imaginación le juega trampas. ¿Ha entrado alguna vez a un cuarto y recibido la poderosa impresión de que había estado antes allí? Estoy seguro que usted ha experimentado esta "falsa memoria" una u otra vez . . . . no puede evitar la idea de que ya antes ha oído cierta canción, está seguro que conoce cierto rostro, ¿por qué no puede recordar cuando fue la fecha en que habló sobre ese tema hace tiempo? Bueno, es posible que nunca haya hecho usted ninguna de esas cosas, aunque quizá haya escuchado una tonada parecida o haya discutido algo relacionado con el tema. A veces una impresión pone en movimiento una gran cantidad de asociaciones aisla-das en su mente, creando una imagen compuesta con la nueva impresión y en forma tan vívida que no puede menos


que preguntarse cómo están las cosas... Pero no se preo-cupe por esto —le sucede a todo mundo. Simplemente trate con tesón de evitar la confusión entre los recuerdos falsos y los reales.

¡Vaya personalidad que tiene su mente! ¿verdad? Y ahora que ya la conoce un poco, está usted listo para ana-lizar lo que ha aprendido sobre ella en su plan de fortalecer la memoria y también para ver qué potencialidades ha descubierto para utilizarlas en beneficio personal. De esto precisamente se ocupa el Cap. 4.

4. IDEANDO UNA FORMULA

PARA MEJORAR

LA MEMORIA NATURAL

¿Recuerda usted al matador mencionado en el último capítulo y su práctica de estudiar el modo de embestir del toro, su voltear y sus lances con los cuernos? Después de que el torero ha completado la tarea de aprenderse las características específicas de su toro, planea la estrategia que él considera más efectiva para utilizar los hábitos del animal de manera que le pueda ganar la pelea.

En el Cap. 3 aprendió usted acerca de las características equivalentes en su memoria natural —es decir, aprendió que la mente recibe impresiones por medio de todos los sentidos, que recuerda mejor por medio de la atención, repetición, formación de patrones y asociaciones y así su-cesivamente. Y ahora se enfrenta usted a la tarea de deter-minar cómo es que va a usar estos rasgos mentales para su mayor beneficio al tratar de recordar.

Su mente ha usado automáticamente sus características inherentes para fortalecer su memoria desde el momento en que usted comenzó a pensar. Como la mente es, des-pués de todo, su servidora, no hay absolutamente ninguna razón para que no pueda hacerla que realice para usted,


en el momento en que lo desee, lo que ya ha estado haciendo para usted de por sí.

Adoptando una actitud optimista

Bueno. .. ¿entonces qué? ¿Se ha probado satisfactoria-mente a sí mismo que su memoria es potencialmente ex-celente? ¿Me creerá cuando le diga que tiene, dentro del marco general de su mente, la habilidad para aumentar diez veces sus poderes de retención? Tan pronto como se convenza a sí mismo de que puede hacerlo, tan pronto como cambie el dudoso "sí" condicional por un confiado "cuando", desaparecerá su ansiedad y las cosas serán mu-cho más fáciles para usted.

Ha aprendido usted que la interferencia —otros pensa-mientos que vienen a su mente para expulsar recuerdos pertinentes— puede reducir grandemente su habilidad para recordar. La ansiedad que podía usted tener, mencio-nada en el párrafo anterior, era una forma de interferen-cia. Mientras usted tuvo dudas de su inteligencia y se preguntaba qué tan bien podía recordar, sus pensamientos estuvieron ocupados en la función de recordar y no en las cosas que estaba tratando de retener.

De tal declaración puede usted deducir que la constante atención al "qué tal lo estoy haciendo" —constante preocu-pación por su adelanto— sólo logrará retrasarlo. No utilice sus mayores esfuerzos haciendo que esto acontezca. Déjelo que acontezca y acontecerá.

Pero. .. también le he hablado acerca de los beneficios de convertir su memoria en su "hobby" —observarla cómo se acrecenta y enseñarla a servirle lo mejor. Estos pensa-mientos no se contradicen el uno al otro, ni el uno le dice que ignore su memoria mientras el otro le recomienda que se concentre en ella. Antes bien, trato de recomendarle y hacerle entender que es bueno saber que puede usted recor-

IDEANDO UNA FORMULA PARA MEJORAR . 45

dar con éxito. . . malo el derrotar su memoria preocupándo-se constantemente por ella.

Para encargarse de esta actitud que dice "la-memoria-es-superior-acompañada-de-optimismo", haga esto: ¡Convén-zase a sí mismo de que puede hacer lo que se propone alcanzar! Compárela con las innumerables cosas que ya ha hecho con su mente —el poder reconocer en un compás o dos la canción de moda que sale de la sinfonola, conocer la abertura de diafragma y velocidad del disparador de la cámara para cada una de las muchas condiciones de luz en la fotografía, el tener la habilidad para recitar al ins-tante uno de cientos de sabrosos menús, el saber el nombre de cada una de las calles de su barrio. Ante cada problema específico de memorización, muéstrese anticipadamente a sí mismo que no es demasiada cosa para que usted se encargue de ella.

Verifique periódicamente su adelanto

Mientras está usted en el proceso de trabajar en cada tarea de memorización, lleve un registro de sí mismo, eva-luando periódicamente su progreso. Chéquese a sí mismo de vez en cuando, con la vista fija en su meta final, y sin preocuparse por lo bien o por lo mal que lo esté haciendo. Investigar su adelanto es bueno en el sentido de que le dice cuándo ha completado una tarea de memorización, pero nunca se le debe permitir que interfiera con el tra-bajo de memorizar en sí, pues así invalidaría su propio propósito.

Debiera ser cosa simple para usted el idear sencillos exámenes con los cuales probar su adelanto. Fíjese un horario definitivo para tomar estos exámenes y sigalo fielmente.


Obligándose a prestar atención

Su atención debe estar presente a toda costa siempre que se desee tener buena memoria. Cuando tiene usted un interés natural —surgido de la curiosidad, la familiaridad o el prestigio del ego— la tarea de encontrar una razón para prestar atención ya le ha sido completada.

Sin embargo, es de desearse el que piense consciente-mente acerca de sus motivaciones cuando se presenta un problema a la memoria. Dígase a sí mismo, al hacerse de un nuevo conocido: "Debo recordar su nombre, porque él también colecciona estampillas y me gustaría mucho juntarme con él alguna vez y hablarle de mi propia co-lección".

Cuando hace falta el interés natural en una cosa, se hace entonces necesario buscar más cuidadosamente una buena razón para prestar atención. Pregúntese a sí mismo cómo se puede beneficiar al saber esta cosa o cómo se lamentaría si no la recordara. El conocimiento de sus razones para memorizar algo hará del trabajo de memori-zación una tarea dirigida —algo que se hace para obtener una utilidad tangible.

Y añada a cualquier motivación que le haya parecido apropiada, el deseo de proveer de ejercicio a su memoria. ¡Analice, al terminar cada tarea de memorización, las ca-racterísticas mentales que utilizó para recordar con éxito y las formas en que las usó. Esto le dará una percepción más penetrante de los medios con que se avocará al si-guiente problema de memorización, así como una motiva-ción más profunda y compleja.

Estableciendo una meta

1 ocio problema de memorización es más fácil de resol-ver y realizar cuando se sabe anticipadamente con exacti-


tud qué es lo que se está tratando de hacer. Delineando concretamente la tarea, establece usted un patrón que será completado por su memoria. Capacita usted así a su mente para que organice todo el material por memorizar en re-lación con el asunto total y todo lo que ya sabe usted de él. La asociación se vuelve más fácil y usted va camino de realizar un trabajo mejor al recordar.

Dígase a sí mismo: "Debo comunicarle a la memoria todo lo que sé acerca del cuidado de niños". Luego, con-forme permite que su mente divague sobre el tema, todas las cosas que ha leído u oído en el pasado acerca del cui-dado de niños comenzará a presentársele en la mente. Cada nuevo detalle que aprenda sobre la preparación de fórmulas, el cambio de pañales, la alimentación y así su-cesivamente, tendrá un lugar en su boceto sobre el cuidado de niños y se relacionará con otras cosas que sabe usted sobre el asunto. Al establecerse una meta para su memoria, se ha preparado un curriculum, se ha provisto a sí mismo con una regla para medir su adelanto y ha traído a su memoria información previa sobre el tema. Todo esto es una no despreciable utilidad.

Usando todos los sentidos

Usted aprendió en el Cap. 3 que los recuerdos más pro-fundos y duraderos serán producidos por la práctica de abrir tantas puertas como sea posible a la información que desea recibir. Las impresiones que usted recibe por medio de la vista se añaden a las que han llegado a sus oídos; el "tacto" de algo aumenta la memoria de aquello que le ha sido presentado por el gusto.

Esta característica se vuelve muy útil cuando se dedica usted a la tarea de memorizar palabra por palabra dis-cursos, poemas o cosas parecidas. El leer tal material en voz alta producirá tanto los sonidos como la visión de las


palabras, haciendo doblemente fuerte su impresión de ellas. También crea la imagen visual del uso a que deberá dedicar su aprendizaje. Y cuando haya usted completado su tarea de memorización, o lo haya realizado parcialmente, la recitación le servirá como medida de su adelanto.

Utilizando la técnica de la repetición

Si el repetir algo una y otra vez le permite recordarlo mejor, entonces, por favor, ¡repítalo! La forma de recordar-por-repetición es un hábito mental que siempre ha usa-do... cuando su mamá le llamó por su nombre de pila la quincuagésima, sexagésima o quinientava vez, comenzó a entender que "Germán" estaba definitivamente asociado con su presencia —o su ausencia. Usted aprendió su nom-bre por medio de su repetido uso cuantas veces estuvo usted relacionado con algo.

El recordar-por-repetición se relaciona con el aprendi-zaje espaciado, el acto de evitar la interferencia, la revi-sión-para-prevenir-el-olvido y el sobreaprendizaje. Al ini-ciarse en la memorización de algo, formúlese un horario de estudio y revisión, con la idea de encontrar las mejores formas de emplear la repetición. Piense en revisar su ma-terial antes de que olvide la mayor cantidad del mismo —tan pronto como sea posible después del periodo inicial de memorización. Tratándose de una importante tarea de memorización, comience a planear su estudio en la noche, poco antes de irse a la cama. Mientras usted duerme, la interferencia está en su nivel mínimo y la revisión del asunto al despertar servirá para repetir cosas que están todavía frescas en su mente. Por supuesto que sería inútil tratar de memorizar algo cuando se está tan cansado que no se puede concentrar. Si quiere que lo que está apren-diendo se le quede grabado por largo tiempo, tan perma-nentemente como sea posible, decídase a recurrir a muchas más repeticiones que las que son necesarias para grabar


superficialmente el material en la memoria. Sobreaprenda el material por medio de repeticiones extras.

Aplicando el patrón a sus problemas de memorización

Debido a que las cosas son más fáciles de recordar cuando se acomodan en un orden establecido o que se puede establecer, el patrón que se forma por los hechos y factores involucrados en un asunto debe ser buscado desde el principio, cuando se ataca un problema de memoriza-ción. Como en muchos casos poco o ningún patrón existe, es de utilidad el formularse uno propio. Al memorizarse una lista de mercancías por comprar, si tal tarea se hace necesaria, el único patrón que podría usted determinar es el del número de artículos en la lista. El saber que debe comprar diez cosas, y no ocho, cuando menos le indicará que su viaje de compras no ha terminado cuando haya comprado sólo ocho cosas. Este patrón es de gran valor. Pero el recordar los dos artículos faltantes se hace menos difícil sólo cuando ocupan una posición inalterable en el orden que usted se ha fijado. Si la lista estuviera arreglada en orden alfabético, por ejemplo, estaría usted buscando en su memoria los artículos nueve y diez, de los cuales ambos comienzan con letras posteriores a la "P" de patatas en el orden alfabético, cuya letra correspondía al artículo número ocho. O, si los artículos faltantes son fresas y crema, el recordar el uno probablemente le traería también el otro a la memoria, si usted había planeado utilizar juntas las dos cosas. Y si estaban mentalmente arreglados con los pepinos que ocupan el número siete, inmediatamente antes de patatas, entonces no tiene usted ningún problema.

Se forma un patrón por medio del cual recuerda las cosas si las agrupa lógicamente o en orden alfabético o colocándolas en cualquier forma que se preste para su pro-blema particular. Arréglelas de manera que sus iniciales formen una palabra o numérelas según el tamaño o ima-


gíneselas en un grupo significativo. El orden de su coloca-ción le impartirá asistencia adicional al recordarlas.

Haciendo chicos los problemas grandes

Así como es más fácil recordar "34" que identificar la misma cosa cuando se escribe "6%4", las prolongadas ta-reas de memorización frecuentemente se manejan mejor disolviéndolas en "pedazos" pequeños. Cuando un problema incluyen la memorización de muchos datos, o nombres o cifras, trate de encontrar el "común denominador" más pequeño —un medio por el cual pueda reducir la enorme tarea a varias más pequeñas y menos aterradoras.

Si no puede usted encontrar un "común denominador" conveniente, entonces debe dividir arbitrariamente la tarea en problemas más pequeños y más fáciles de manejar. Trate de hacer las divisiones en lugares donde le sea fácil unir las partes unas a otras por medio de la asociación de ideas. . . no pierda la vista del cuadro total, pues pro-bablemente se encontrará en un callejón sin salida. El conocer los diferentes versos de un poema es comparativa-mente de poca utilidad a menos que los pueda recitar en su orden debido, para que tengan sentido como una unidad completa. Y no olvide el recordar cuántas partes se tienen que combinar para constituir un todo, de manera que evite el error de dejar algo por fuera. Si usted sabe que el poema que memorizó tiene siete estrofas, no pensará que ha terminado después de haber recitado sólo cinco.

Viendo con la mente

Si quiere acordarse que tiene que obsequiarle algo a una persona, imagínese ese acto en su mente. Cuando está tratando de grabarse un nombre en la memoria, ima-gínese a la persona cuyo es el nombre, como si se estu-viera presentando con usted. Cuando quiera evitar que se

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le olvide dónde está guardada una cosa, retrátela en su mente como si estuviera en el lugar debido porque usted la puso allí.

Estas pequeñas escenas mentales aumentarán consi-derablemente su habilidad para recordar. Sirven para for-mar una asociación entre la persona y el obsequio, entre el nombre y el rostro, entre la cosa y el lugar donde la ha colocado. Cada una de ellas sirve para establecer un orden mental separado y completo —la donación, el ser social, el lugar de guardar.

Buscando lo poco común

Recuerde que las cosas fuera de lo común —exagera-ciones, declaraciones ilógicas, sorpresas— producen im-presiones vívidas. Usted puede utilizar tal característica de la memoria para ayudarse a recordar, formulando asocia-ciones exageradas, inventando recordatorios chuscos, ima-ginándose sus cosas en situaciones ridículas cuando usted está estudiándolas.

Escribiéndolo

La práctica de escribir las cosas que usted desea recor-dar sirve en realidad un propósito múltiple. Le detiene frente a la cosa a recordar por un momento extra o dos, obligándole a darle su atención. Añade una dimensión sen-soria a su impresión de aquella cosa, como lo hace también el decirlo en voz alta, haciéndole experimentar la activi-dad de producir físicamente un recordatorio. Le permite esto formarse un patrón visual de la tarea de memoriza-ción. Todo esto sirve para reforzar su impresión de la cosa a recordar, prometiéndole así una memoria más duradera y profunda.


Proveyendo un incentivo adicional

A veces, en la tediosa y consumidora fatiga a la hora de estudiar y memorizar, se puede perder de vista la razón para hacer este trabajo. Cuando todavía se tiene que andar largo camino antes de completar la tarea de memorización, la recompensa que está al final de la jornada parece mucho más pequeña de lo que en realidad es. parece nebulosa y fuera de foco. Cuando tal cosa sucede, puede usted pro-veer a su mente con un incentivo interino —una especie de pequeño premio por haber avanzado hasta cierta parte del camino.

Incluya en su horario de estudios un premio, tal como una taza de café o un pedazo de dulce —que se adjudicará a la terminación de cierta cantidad de trabajo. No una cosa tan atractiva como para que su mente se distraiga del trabajo que está haciendo, sino de preferencia algo para lo cual pueda tomarse sólo un poco de tiempo. La gran diferencia consiste en que estará usando su tiempo para ello a la hora apropiada, cuando la distracción se convierte en recompensa.

Vayamos atrás un momento, ahora mismo, y pongamos en una lista todas aquellas cositas que facilitan la memori-zación:

1. Adopte una actitud optimista. Prepárese a sí mis-mo para recordar, haciéndose entender desde el principio que la tarea está dentro de los límites de su habilidad.

2. Verifique periódicamente su adelanto. Fórmese un itinerario para hacer frecuentes revisiones a su trabajo, de manera que pueda saber cuándo habrá terminado la tarea.

3. Defina sus razones para prestar atención. Hágase saber usted mismo por qué está tratando de aprender y recuérdese a sí mismo cuál es su motivación, cada vez que vacile.

4. Establézcase una meta. Sepa desde la iniciación de su trabajo qué es exactamente lo que está tratando de ha-


cer, para que pueda informarse a sí mismo cuando ya lo haya concluido.

5. Use todos sus sentidos. Reciba todas las impresio-nes que le sea posible, para que esto le pueda ayudar a conocer mejor el asunto. Diga las cosas en voz alta para recibir al beneficio de impresiones adicionales.

6. Repita las cosas. Utilice la técnica de la repetición tanto como lo considere necesario. Cuando crea que ya lo aprendió, enséñese a sí mismo un poquito más, para que lo recuerde por más tiempo.

7. Busque un patrón. Descubra un concepto total, dentro del cual pueda organizar todas las facetas de la cosa que está tratando de aprender. Permita que todo tenga un lugar, de manera que se pueda dar cuenta cuando algo esté faltando.

8. Haga tareas pequeñas y comprensibles de las gran-des y difíciles de entender. Cuando el problema es muy prolongado, divídalo en tareas más pequeñas que usted pueda manejar más fácilmente. Con tareas pequeñas, trate de agruparlas con otras cosas que le añadirán profundidad a su memoria.

9. Permita que su mente vea un cuadro completo. Use su visión —imagínese las cosas como si estuvieran acon-teciendo— tanto como le sea posible, para formar impre-siones concretas en su mente.

10.Dependa de imágenes y asociaciones inusitadas. Busque modos vívidos de impresionar los problemas de memorización en su mente.

1. Escríbalo. Haga más vívidas sus impresiones to-mándose un poco de tiempo extra para describirlas en papel.

12. Prométase recompensas extras. Provea a su men-te de incentivos adicionales para realizar el trabajo, con-sistentes en cosas pequeñas que de todas maneras va a concederse a sí mismo. Convierta sus distracciones en ganancias.


Estos doce puntos forman un programa que, si se si-gue, proveerá a su mente con un armazón dentro del cual ejercitará los músculos de su memoria. Constituyen una fórmula por medio de la cual estará en condiciones de diri-gir sus esfuerzos mentales. Y dichos puntos le permitirán detenerse en el camino para ver cómo está haciendo las cosas y para observar su memoria mientras aprende la manera de enfrentarse a futuras tareas.

Así que ahora tiene usted una simple fórmula de doce puntos para mejorar su memoria natural. En la siguiente sección leerá primero acerca de algunos arbitrios especí-ficos para utilizar estas sugestiones —triquiñuelas men-tales que serán de gran utilidad para que dedique su me-moria a usos prácticos en ciertas situaciones; y luego aprenderá más acerca de este otro, igualmente importante, aspecto de su memoria— el almacén artificial con el cual puede muy convenientemente encargarse de gran cantidad de su trabajo de memorización por medios artificiales.

SECCION TRES

La aplicación práctica de principios que afectan a la memoria natural

y artificial

Una discusión de algunos de los sistemas y medios que utilizan y explotan, para re-cordar prácticamente, las características in-natas en su memoria,

5. COMO REFORZAR

SU MEMORIA NATURAL

En el capítulo anterior se le presentó a usted una bre-ve lista de principios básicos para recordar, el uso de los cuales puede capacitar su memoria natural para que tra-baje con un grado superior de eficiencia. Reducida a fra-ses simples, aquí está la lista:

1. Adopte una actitud optimista 2. Verifique periódicamente su adelanto 3. Defina sus razones para prestar atención 4. Fíjese una meta 5. Use todos sus sentidos 6. Repita las cosas 7, Busque —o forme usted mismo— un patrón S. Divida las tareas grandes en pequeñas y compren-

sibles 9. Permita que su mente se imagine todo un cuadro

10. Dependa de imágenes y asociaciones insólitas 11. Escriba las cosas 12. Prométase a sí mismo recompensas extras

Un paso adelante

El seguir estos simples preceptos en su búsqueda de una memoria mejor, tal como aquí se enumeran, aumen-


tará considerablemente su habilidad para recordar las cosas. Pero, utilizando más intensamente sus elementos en métodos planificados —combinando sus funciones y valo-res para producir planes sistemáticos de trabajo, se hallará a sí mismo capaz de establecer sistemas definitivos para memorizar— podrá lanzar ataques organizados en contra del indeseable fantasma del olvido.

En las siguientes páginas encontrará usted delineados varios de estos prácticos planes para memorizar eficiente y efectivamente. En cada caso los principios básicos para recordar jugarán un papel vital, tanto independientemente como en combinación del uno con el otro. Pero, tal como sucede siempre que se buscan rutas más cortas, hay riesgos que surgen con cada pequeño artificio para memorizar. Tiene usted que saber cuándo y dónde usar los métodos para acelerar el proceso de memorización y sus relativos beneficios y defectos.

Asociación a fondo

Un automóvil color verde pálido pasa veloz a su lado mientras usted da un paseo y eso le recuerda que tiene que llevar el traje del mismo color a la tintorería. Le pre-sentan a Gabriel Horn y eso le recuerda que ha estado pensando en preparar un pastel de ángel para esta sema-na.* Una hermosa alcancía en forma de cochinito le llama la atención en la ventanilla de una tienda de juguetes y de repente se da cuenta de que tiene que remitir la prima vencida en su seguro de vida.

Tales conexiones, insólitas o de otra manera, son ma-nifestaciones de su mente en acción. Recibe usted impresio-nes sensorias que ponen en movimiento asociaciones con

* N. del T. "Gabriel Horn" significa "Gabriel Trompeta". La idea del autor se basa en la noción bíblica de que el Arcángel Miguel tocará la trom-peta del juicio final. También hay la referencia al popular pastel norteame-ricano llamado "Angel Food" (comida de Angel).

COMO REFORZAR SU MEMORIA NATURAL 59

recuerdos de experiencias previas, enfocando así los re-cordatorios que usted necesita.

Y luego hay las ocasiones en que el recordatorio está un paso más allá de la asociación —acociaciones "inter-mediarias...". El automóvil color verde pálido le recuerda de la fiesta el próximo sábado en la casa de los Hannigan, porque en el momento de recibir la invitación pensó que quizá asistiera llevando puesto dicho traje. Cuando oye por primera vez el nombre de Gabriel Horn, se dice usted a sí misma: "Eso me recuerda —el próximo viernes es el cumpleaños de Carlos". Esto se debe a que usted recuerda que a Carlos le gusta el pastel de ángel. El hermoso puer-quito alcancía en el banco le recuerda la cita que tiene con el doctor a principios de la semana próxima, para ver si su salud le permitirá llegar a una madura vejez.

Dando dirección a sus asociaciones mentales

Su mente asocia automáticamente nuevas impresiones con recuerdos pasados —en cualquier tiempo, por cual-quier oscura razón y en cualquier grado. El encontrarse con un viejo compañero de tiempos del ejército, por una cade-na inconsciente de asociaciones puede recordarle que se le olvidó cerrar la llave del agua esta mañana, que hay una película muy mala en exhibición en el cine que está a la vuelta de la esquina, o que marcó 93 puntos en el partido de golf del domingo pasado. Experimenta usted algo y piensa en otra cosa, aparentemente no relacionada y su mente está haciendo todo esto por usted. . . automática-mente.

Ahora, supongamos que fuera usted a canalizar todo ese poder de asociación mental en direcciones específicas, con metas definitivas. Parece lógico, ¿o no? que pudiera usted hacer muy bonitas suertes de memorización ... con tan sólo un poquito de bien dirigido esfuerzo!

Las asociaciones pueden ser, y frecuentemente son,

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ocurrencias casuales, como el relacionar una tormenta de relámpagos con el agujero en el techo de su convertible. .. pero por supuesto que no hay garantía de que vaya usted a ver una alcancía en la jugetería justo a tiempo de acor-darse que hay que enviar ese cheque a la compañía de seguros; sería una lástima que Carlos se tuviera que pasar sin su delicioso pastel de cumpleaños porque usted nunca conoció al señor Horn; si por una coincidencia sólo viera automóviles negros un día, ¿quedaría contento de presen-tarse en la fiesta vestido con arrugado traje color verde pálido?

Luego, también, las asociaciones y el marco en que se presenten pueden ser trazadas artificialmente y con anti-cipación y con el específico propósito de permitirle a usted que recuerde hacer las cosas que tiene que hacer, decir las cosas que tiene que decir o encontrar las cosas que ha guar-dado. El estereotipado pero no obstante efectivo hilo enre-dado en su dedo, que ha sido atado allí expresamente para que le recuerde que debe tomar el tren de las 5:28 y no el de las 5:42 para regresar a casa esta tarde, sin duda le recordará hacer exactamente eso, siempre que el pro-pósito del hilo no se confunda en su mente con el propósito del otro hilo que se amarró ayer.

Manijas, naturales y aplicadas

¿A qué propósito práctico puede, entonces, dedicarse el valioso principio de la asociación de recuerdos? Bueno, en la práctica general, ¡sus usos son absolutamente ilimi-tados! Si a cada cosa nueva que se aprende trata de encon-trarle tantas asociaciones con conocimientos previos como sea posible, serán estos otros tantos cucharones con los cuales excavar el estanque de su memoria:

Aprende usted que el cumpleaños de Mildew Hafiloc es el ocho de mayo, cada año. Tan pronto como se le ha pre-sentado este pequeño dato informativo, su mente alerta co-

COMO REFORZAR SU MEMORIA NATURAL

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mienza a revisar sus archivos para ver qué puede sacar de información, ¿Y qué es lo que sucede? El ocho de mayo es el Día de la Victoria en Europa, el cumpleaños de Harry Truman, el más temprano Día de las Madres que es posi-ble celebrar* y las palabras iniciales en una espantosa historia corta por Maupassant! Esto debiera ser suficiente para grabar la fecha indeleblemente en su memoria.

Y si se presenta algo nuevo que, por mala suerte, en-cuentra usted imposible de asociarlo naturalmente con otra cosa, puede "usar un intermediario" y así aplicarle sus propias manijas a la cosa:

Supongamos que usted no sabe cuándo es el Día de la Victoria en Europa y supongamos también que nunca oyó mencionar a Harry Truman ni a Maupassant y que odia a su madre. Entonces tendrá que encontrarse otra manera de recordar el cumpleaños de Mildew. Convirtiendo "mayo" en "cinco", porque es el quinto mes del año, tiene usted entonces "5,/8" o "58". Si tal es su estatura (cinco pies ocho pulgadas) puede entonces asociar el cumpleaños de Mildew con su estatura. Quizá el 58 fue el año en que tuvo usted su accidente y entonces sólo tiene que pensar de Mildew como si fuera un accidente. O quizá recordará que su Alma Mater anotó esos mismos puntos en su juego contra la escuela Kenyon en el día de la reunión de su clase. 'Cinco" y "8" se traducen alfabéticamente por "Eh". O invierta los números, como le hacen en Europa, y piense de "85" como el número que sigue al que sirve de título a un libro por George Orwell,**

Le es muy útil el que pueda usted unir el asunto con la idea asociada, como lo hicimos antes en el caso de Mil-dew y el accidente, pero generalmente aun esto no es nece-sario. El asunto consiste en que en el tiempo en que usted recibió la información, su mente la relacionó con los he-

* N. del T. En los Estados Unidos el Día de las Madres se celebra el segundo domingo de mayo.

** N. del T. Una referencia a la novela futurista "1984" por el autor del mismo nombre.


chos asociados que usted había trazado y de allí en delan-te cada asociación se convirtió en un espejo en que se re-fleja la nueva idea.

Aplicando otros principios

Para reforzar la relación entre Mildew Hafiloc y el "Día de la Madre" podría contemplar con el ojo de su mente a un Mildew pequeño y acariciable, estrechamente anidado en los brazos de mamá. O quizá se lo imaginara levantando un vaso de vino en un brindis de cumpleaños a la salud de mister Truman. Estas imágenes son igual-mente humorísticas e insólitas.

Si le es realmente importante recordar la fecha del cumpleaños de esta persona, puede reforzar las asociacio-nes que se ha forjado repitiéndoselas a sí mismo, diciéndolas en alta voz cuando tenga la oportunidad o escribiéndolas la próxima vez que esté solo. Si le importa, o si se atreve a hacerlo, quizá pudiera mencionar estas cosas al mismo Mildew, fijándose en la reacción con que las reciba.

Patrón en las cosas

Si usted sabe cuándo se debe bajar del tren porque su parada es la que sigue de la calle Stark...

Si nunca tuvo necesidad de pasar desesperadamente las manos por sus bolsillos cuando el conductor se acerca, porque ha adoptado el hábito de guardarse el boleto en la cinta del sombrero...

Si el cambio de temperatura nunca (bueno, casi nunca) lo sorprendió vestido inapropiadamente, porque siempre averigua la predicción meteorológica antes de salir de la casa...

Si puede encontrar la ruta por el campo de golf la segunda vez que viene a jugar .


... Entonces ya ha estado usted recibiendo los benefi-cios que el patrón de las cosas tiene que ofrecerle. El sis-tema de patrón tiende a organizar la materia o asunto de que se compone, introduce dirección y orden en las cosas.

Hay un patrón general que conserva unido un grupo de datos o ideas: los diez equipos de béisbol en la Liga Ame-ricana pueden nombrarse con facilidad porque usted sabe que son exactamente diez, pues se ha fijado una meta nu-mérica y sabe el momento en que ha terminado; el 684 sigue al 683 porque el cuatro siempre sigue al tres cuando las cosas están en un orden numérico propio; para encon-trar algún dato particular en un libro de texto, usted siem-pre busca en las últimas páginas, porque allí es donde siempre se encuentra el índice.

Hay un patrón interno que le permite recordar un hecho particular: El deletrear la palabra "Mississippi" es más fá-cil cuando usted se da cuenta de que después de la "M" las "íes" separan letras repetidas; puede usted recordar el número telefónico de la compañía de electricidad porque es AMperio 1-2345.

Diseño en el patrón

Tal como sucede con las asociaciones, su mente ha po-dido a través de su vida aprovecharse automáticamente de los patrones que existen en las cosas. Y, al igual que en las mismas asociaciones, es lógico suponer que al pro-veerse de patrones especialmente creados cuando éstos están ausentes, pone usted un arma más en las supuestas manos de su mente.

Ahora, el procedimiento es el siguiente: Cuando se está trabajando con algo a lo que le falta un patrón apa-rente, forme asociaciones entre esto y una cosa seleccio-nada arbitrariamente que sí tiene un patrón aparente. Por ejemplo, usted puede recordar el orden y los nombres de los nueve planetas de nuestro sistema solar con la ayuda del


orden y los nombres de las posiciones en un campo de béisbol —simplemente asocia a Mercurio con el pítcher, Venus con el cátcher, la tierra con la Primera base, ( aquí estoy yo —primera persona) y así sucesivamente hasta llegar al filder derecho y Plutón, O, más sencillo toda-vía escriba Mercurio-Venus-Tierra-Marte-Júpiter-Saturno-Urano-Neptuno-Plutón y luego forme una oración real, gramaticalmente correcta, haciendo que las palabras co-miencen con la misma letra de los planetas y en el mismo orden: "Mi Viejo Tío Murió Jineteando Sobre Un Necio Potro". La oración, siendo más fácil de memorizar, sirve como punto de arranque para traer a la mente los nombres de los planetas,

Patrones asociados disponibles

¿Qué cosa hay mejor grabada en su mente que el orden correcto de las letras del alfabeto? Bueno, cuando el or-den de una lista no es demasiado importante, puede usted tratar de colocar sus elementos en orden alfabético, Quizá pueda usted asociar ciertas cosas con "número uno", "nú-mero dos", "número tres" y así sucesivamente.

Cuando se hace necesario formular o diseñar una lista asociada diferente a los números o al alfabeto, para solu-cionar un problema de memorización, asegúrese que no está simplemente duplicando su trabajo. El gastar dema-siado tiempo en grabar en la memoria su lista maestra es tan falto de sensatez como el llenar de gasolina el tanque de un automóvil que no se mueve!

Si es usted químico, quizá pueda hacer uso de la lista de átomos y los nombres de los elementos: Hidrógeno, helio, litio, berilio y así sucesivamente. Un experto en His-toria Americana quizá asociará su problema con Washing-ton, Adams, Jefferson, Madison, Monroe, etc. Cualquier lista de cosas que usted conoce en su orden correcto es de utilidad segura.


Orden en el ritmo y la rima

Verde es la enredadera Roja la hermosa gladiola, Te harás pegajosa cola Si no ganas la

¿Puede usted suplir la palabra faltante? Si pensó us-ted en carrera, lo hizo por dos razones: Primero, recordó la asociación entre carreras y caballos, y la que existe entre los caballos y las fábricas de cola;* segundo, trató de pensar en una palabra que rimara con "enredadera". Si el verso hubiera comenzado

Verde es la enredadera Los narcisos amarillos

Quizá hubiera encontrado más difícil el pensar en una pa-labra apropiada para llenar el blanco. El elemento de la rima le proveyó de una señal o sugestión para encontrar la palabra faltante.

Con un poco de imaginación podrá usted elaborar ri-mas que le ayuden a recordar toda clase de datos especiales. Por ejemplo, para recordar dónde vive su amigo Ernesto:

A Brooklyn debo partir presto Para ver a mi amigo Ernesto.

O para recordar la capital del estado de Dakota norte, piense:

Bismarck, capital de Nor-Dakota, Donde se juega fut, golf y pelota.

* Una referencia al hecho de que, especialmente hace varios años, las fábricas de colas y pegamentos en los Estados Unidos utilizaban cadáveres de animales en su manufactura.


¿A quién mandó el "New York Tribune" a lo más oscuro del Africa para encontrar al doctor Livingston?

Fue el periodista Stanley, me supongo, Quien a Livingston encontró en el Congo.

La pulidez y el valor estético no cuentan. Puede usted recurrir aun a versos que ni siquiera rimen, pues la rima sólo le da un poco de fuerza a su memoria para que re-cuerde mejor . .. pero, por ejemplo, son más pocas las palabras que riman con "tul" que las que tienen el mismo número de sílabas.

Arreglo espacial

Hay una forma de memorización que incluye tanto el principio de patrón como el de la visualización. Cuando esté usted memorizando un conjunto de cosas, una lista de nombres o fechas o puntos que aclarar en un discurso— trate de tener en su mente un cuadro del orden de su lista, ya sea literalmente en frente de usted o en su mente. El memorizar cosas que cuentan hasta doce o menos se puede facilitar tomando como base la carátula del reloj, re-lacionando mentalmente el asunto número uno con el nú-mero correspondiente en la carátula y así sucesivamente en el orden respectivo. Luego se lo puede recordar a sí mismo simplemente con mirar el reloj.

O puede usted estudiar la lista, si no es muy larga, mientras camina por los cuartos de su casa, asignándole a cada cosa un cuarto diferente o una pieza del mobiliario. Sólo asegúrese de que cada vez que usa este método proce-derá en el mismo orden.

El arreglo espacial que usted use quizá sea algo no más grande que un simple trazo geométrico dibujado en un pedazo de papel—los tres puntos de un triángulo, una colección de cuadros, las cinco esquinas de una estrella,


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etc. Es costeable el escribir las cosas en cuadros preselec- cionados, de manera que el recuerdo de la forma en que se miraban sirva para ayudarle a recordar las cosas en sí.

Revisando su adelanto

¿Podremos hacer ahora un pequeño experimento, para ver qué tanto hemos progresado? Averigüemos cómo ten-dría usted que proceder para memorizar la lista de princi-pios mencionados al comenzar este capítulo.

En primer lugar, búsquese un patrón: Hay doce cosas que recordar —una docena completa. Esto es fácil de recor-dar y se hace más fácil todavía cuando se dice a sí mismo que una docena no parece tarea muy difícil. Ah . ese es el primer principio—iel convencerse a sí mismo de que la < tarea no es nada difícil! (1. Adopte una actitud optimista).

Así que tome su reloj y distribuya su trabajo a lo largo de sus números. En el número dos piense en un cheque, y en el hecho de que la mayoría de los chequés requieren que su valor se escriba dos veces—en letras y en números. Con la palabra "cheque" 11da de esta manera al número dos, recordará el segundo principio, que dice: Revise (che-que) su adelanto periódicamente.

El tercer principio le dice que decida por qué desea prestar atención. El tres es cosa fácil. ¿La razón? Tanto "por': como "qué" son palabras de tres letras.

Para la hora de las cuatro, probemos una asociación poco usual. Piense en una cama de cuatro postes y luego conviértala mentalmente en el poste de una meta de fut-bol. ¿Piensa que con eso es suficiente? (4. Establezca una 1 meta). El quinto principio no tiene nada de difícil: Tiene usted cinco sentidos (5. Use todos sus sentidos),

¿Qué es un revólver de seis tiros? ¡Una pistola de repe-tición! (6. Repita las cosas),

Para recordar lo que es sugerido por el principio número siete, usaremos tanto este número como el once, que es


su contraparte en el juego de los dados: Tome un lápiz y un pedazo de papel y dibuje un patrón usando sietes sola-mente. En los dados, los números forman un patrón cuando se asegura uno de que con el otro número siempre suman siete. La palabra siete en sí se forma con un patrón de con-sonantes desiguales ("s" y "t") y la misma vocal (aparte de la "i") en las dos sílabas. (7 Busque —o forme— un patrón).

Cuando se sentó a desayunar, usted comió y luego digi-rió su comida (8 Convierta (deshaga, despedace) las tareas grandes en pequeñas que sean fáciles de digerir).

Para el principio número nueve, imagínese a sí mismo usando un monóculo con un hilo que le cuelga por un lado. Esto se asemeja a un nueve. Relacione ese número con un monóculo, algo que le ayuda a ver . (9 Permita que su mente vea un cuadro completo).

Para el número diez, piense en un hombre muy delgado que se para junto a su muy obesa esposa. Esta es una idea poco común, ¿verdad? Pero si usted usa un poco su imagi-nación, comenzarán a recordarle el "uno" y el "cero" del número diez. (10 Dependa de imágenes y asociaciones in-sólitas).

El número once ya se explico cuando trabajamos con el número siete, pero puede usted avivar su recuerdo pen-sando que al escribir la palabra "once" se forma de una sí-laba inversa y una directa. (11. Escriba las cosas). El nú-mero doce está al fin de la lista y al fin del trabajo recibe usted una recompenza. Piense usted también en una "docena de panadero"* que, según la leyenda, consistía en algo extra. (12. Prométase recompensas extras).

Y ahora, si usted desea traer a su mente la lista com-pleta de principios, todo lo que necesita es mirar su reloj y repasar mentalmente los números del uno al doce. Con cada

• N. del T. Según la tradición de los pueblos sajones, los panaderos antiguamente daban trece panes cuando se les compraba una docena. De allí la expresión "baker's dozen" (docena de panadero).


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número su mente recogerá el punto relacionado por medio de la asociación mental.

¿Quiere probarlo usted mismo? He aquí algo para que lo ponga en acción:

No tendrás dioses ajenos delante de mí. No tomarás el nombre del Señor en vano. Acordarte has del día de reposo para santificarlo. Honra a tu padre y a tu madre. No matarás. No adulterarás. No robarás, No dirás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo. No codiciarás las. cosas de tu prójimo,

Lea toda esta lista una o dos veces y luego repase cada cosa, formulando ideas de asociación para cada una. Ase-gúrese que sabe lo que significa cada cosa, para que la pueda reconocer fácilmente por medio de sus ideas relacionadas.

Cuando se encuentra usted con una lista de cosas por memorizar que no requieren una orden especial, se le permite cambiar el orden según su conveniencia.

Una simple adición al banco de su memoria

Ciertamente el tener bajo su dominio dos maneras, en lugar de una, para recordar una cosa, no le haría ningún daño—así que aquí está un sistema muy sencillo que, una vez que le haya encontrado el gusto, lo encontrará también muy apropiado para añadirle a cualquier dato o idea de gancho extra con el cual manejarlo si es que busca alojamiento en su mente.

Es una treta muy sencilla que implica la traducción de números y letras y que se puede utilizar de varias mane-ras. Cuando desea recordar palabras, simplemente las tra-

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duce, por medio de una clave conveniente, en números, Y luego puede traer a la mente dichas palabras, ya sea en forma directa o indirecta, por medio de los números que se formaron, En igual forma los números que tiene usted que recordar se pueden traducir en letras y palabras y se les recuerda por medio de una impresión extra.

La clave de traducción puede ser simplemente el orden alfabético-numérico: A igual a 1; B igual a 2; C igual a 3, etc.; pero el uso de esta clave requiere el muy complicado procedimiento de memorizar los números correspondientes a 26 letras diferentes; además, le impide juntar los dígitos derivados —quizá se le olvidara si "1215322" se tradujo de "A-U-E-C-V" o de "L-O-C-B-B" y así sucesivamente,

Así que la alternativa lógica es asignarles valor en letras a los números 1-2-3-4-5-6-7-8-9-0-. En un sistema que ha estado en uso por muchos años, los sonidos A-E-I-O-U y los equivalentes a "J" española y "W" han sido eliminados de la clave por razones que se harán más claras conforme aprende usted más sobre el sistema. Con las dieciocho letras res-tantes es evidente que se pueden producir diez sonidos di-ferentes. Y con sólo diez dígitos que atender, resulta una interesante clave. Aquí está:

Número

Número

Número

Número 4

Número

"1".Los sonidos dentales de la " D" y la "T". Am-bas letras se escriben con un golpe vertical.

"2".El sonido nasal de la "N". Esta letra se es-cribe en minúscula con dos golpes verticales.

"3".El sonido susurrante de la "M", escrita en minúsculas con tres golpes verticales,

"4".El sonido ronroneante de la "R", Recuerde esto advirtiendo que la cuarta letra de la palabra "cuarta" es una "R".

"5", El sonido flojo de la "U'. Recuerde que esta letra representa el número cincuenta en la numeración romana—número que se forma de un cinco y un cero.


Número "6". Los sonidos suaves de "ye", "SH", "DG", "G" suave y "CH". Asocie la idea de "dieciséis" dulces abriles" (la edad ideal de las mucha-chas) con chocolate.

Número "7". Los sonidos fuertes de "K", "Q", "NG", "C" fuerte y "G" fuerte. Recuerde esto fijándose en qué mientras que el número "seis" repre-senta sonidos suaves, el número "siete" re-presenta sonidos fuertes.

r‘ SA Número "8". El sonido ventoso de "V" y "F". Número "9". El sonido oleante de "B" y "P". En un espejo

la "p" en minúscula se asemeja a un "9". Número "O". El sonido sibilante de la "S", "C" suave y "Z". El

último número en la lista es el "0", la última letra del alfabeto es la "Z".

1. d, t (th) 2. n 3.m 4.r

' 5, 1 g suave (como "ye" en español), ch, dg,

7. C fuerte, g fuerte, k, q, (ch gutural) f, v, (gh, ph)

/9. b, p , 115-' O. c suave, s, z

(Una letra doble que retenga un solo sonido no aumenta de valor en números. Así, las "rr" de "carro" se traducen por el número 4. La letra "X", que representa un sonido doble—k más s) se debe traducir como número "70").

Cobrando interés compuesto

¿Cómo se beneficiará, entonces, su memoria por la uti-lización de esta clave de traducción? Bueno, comencemos con el problema de recordar números.


El valor de la "pi" matemática aumentado con cuatro decimales es 3.1416. Este número se puede traducir por MeDiR TeCHo y se puede usted imaginar a un hombre que con cinta métrica en mano anda midiendo el techo de la casa para hacerle unas reparaciones.

Supongamos que tiene usted dificultades para recordar la noche y hora de su programa favorito en la televisión, una comedia que se llama "Casa de la Risa", que aparece en la pantalla todos los jueves a las 8.30 de la noche. Con-

, ,vierta "jueves" a "5", porque es el quinto día de la semana y 1,'-'‘Ifuego traduzca "5 830" por "LaVeMoS". (L = 5, V =,8,-:

M = 3, S = 0). Una asociación entre esta palabra y el pro- 1,

no grama debe ser cosa difícil. Si su número de registro en el Seguro Social es 140-

30.140, encontrará que es más fácil de recordar con la ayuda de una mano de póker—TReS MáS DoS7,

William Shakespeare nació en 1564—Té ro' JuRo; el año de su muerte fue el 1616--TCH TCH.

T7.:W n j„k

Así que el procedimiento para usar la clave para re-cordar números es éste: Traduzca las cifras del número a sus correspondientes letras en la clave, forme luego pala-bras asociables (que tengan cierta relación) usando las letras e intercalando vocales cuando sea conveniente. (Esta es una de las razones para haber eliminando el uso de soni-dos de vocales en la clave). Luego, simplemente repítase la asociación a sí mismo. Aunque el orden de los números no sigue a un patrón que se pudiera reconocer, el orden de las letras se puede ver en las palabras que se forman. Así que tanto la asociación como el patrón le ayudan a recordar por medio de la traducción.

Por supuesto que si va usted a utilizar este sistema para memorizar una larga lista de fechas históricas, es impor-tante que sus palabras clave no se confundan; así que asegúrese que las imágenes de asociación están bien rela-cionadas con los datos que representan. Tratando de ser extra-meticuloso, puede usar este sistema de traducción


sólo como un medio de reafirmar su aprendizaje, el cual puede realizar según el método convencional de estudio, para comprenderlo completamente.

¿Qué sucede cuando se trata de recordar palabras con la ayuda de la clave de traducción a números? El sistema se hace de utilidad principalmente con listas de palabras que se prestan para el uso de la imaginación visual e incluye el uso de un "intermediario" adicional. Antes de que esto nos rinda su utilidad, se necesita tomar tiempo extra para formularse una lista auxiliar de palabras-palabritas sim-ples que se traducen a los números de la clave y que se pres-tan para formar asociaciones de ideas con ellas. El procedi-miento de allí en delante es elemental—fórmese una asocia-ción de ideas entre las palabras de su lista y las palabras clave.

Para traer a la mente las cosas que ha memorizado, simplemente repase la lista de palabras clave, haciendo que salgan a la superficie las ideas de asociación que usted ha creado entre ellas y las palabras que está memorizando. Pero necesita usted conocer su lista de palabras clave tan perfectamente, o casi tan perfectamente, como conoce el alfabeto, y lograr esto es una tarea completa en sí misma.

De usted depende el decidir si puede o no gastar todo el tiempo extra que se necesita para este trabajo de memo-rización—decidir también si hará suficiente uso de esta lista de tal manera que su memorización valga la pena. Es una tarea que se hace una sola vez, que se irá afirmando cada vez que utilice el sistema, pero de todas maneras es trabajo pesado.

Y por supuesto que hay continuamente el riesgo de que surjan ideas relacionadas equívocas si usa usted la lista para muchas tareas de memorización similares. Sin embargo, con un poquito de diligencia, puede usted quedar en con-diciones de evitar tales problemas. No hay necesidad de preocuparse que vaya a confundir la idea del ingrediente

1. gato T.

,Y\ 2. gallina uña Y)) 3. cama -rq

0,1( 4. alambre - 5. bala 9.1?

1 chapa °51-) •

7. jaguar o 8. abeja n•

9. palo 10. tomate

11. tarde yaz á o

12.duna 13.dime (..) ,

14.dormir 15.dolor 'í'¿ 1 ¿..

16.dicho 17. taco ,

18.falda Ve,(11\4 1 19. vaso tl.) "

20. nariz \.'it)(11

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de una receta de cocina con la del nombre de uno de los personajes de una novela.

El método de formular su lista auxiliar será más o me-nos así:

Número 1. Se traduce por la "T". La palabra gato se traduce por número uno y nos provee de suficientes imá-genes mentales.

Número 2. Se traduce por "N". "Gallina" se presta para darnos ideas convenientes.

Número 3. Este se convierte en "M", y se puede usar "cama", "camote" o "jamón" para su asociación de ideas.

Continúe con los números tal alto como usted lo desee y luego dedíquese a la tarea de memorizar la lista. Este trabajo no debe ser muy difícil si está usted realmente convencido de que vale la pena, porque lo puede realizar mentalmente—en el tren, en su baño o en la cama un rato antes de dormirse.

Aquí está una lista típica con veinte palabras clave —la que se puede hacer no tiene límite— que usted pue-de sentirse satisfecho de usar tal como se encuentra o puede cambiarla para que encaje más correctamente con sus tendencias particulares para formar la debida asociación de ideas.

Una vez que haya usted memorizado una lista como la anterior, podrá usarla una y otra vez, tal como si estuviera


trabajando con el alfabeto... pero sus ideas de asociación serán más vívidas, pues estará laborando con palabras ilus-tradas y no con simples símbolos de letras.

A la prueba

Ahora veamos cómo puede la lista ayudarle a recordar algo. Por ejemplo, usaremos las primeras diez enmiendas a la Constitución de los Estados Unidos, comúnmente cono-cidas como Ley de Derechos (Bill of Rights). Redactada a la ligera se lee así:

Artículo 1. Libertad de religión, palabra, prensa y reu-nión.

La primera palabra en nuestra lista clave es gato; asó-ciela con la idea del artículo primero, que enumera las "cuatro libertades", imaginándose a un cuarteto de hombres, cada uno de ellos con un gato en la mano y ejerciendo una de las cuatro libertades básicas. Fórmese un cuadro en la mente.

Artículo II. El derecho de portar armas.

La segunda palabra clave es gallina; imagínese a una gallina con brazos de hombre, marchando con un rifle en la mano.

Artículo III. El derecho de rehusar hospedaje a solda-dos.

La tercera palabra es cama; no se necesita niguna aso-ciación de ideas especial para esto. sólo piense en solda-dos en su casa y en su cama.

Artículo IV. Libertad de pesquisas y arrestos ilegales

La cuarta palabra es alambre; imagínese las puertas y


ventanas de su casa bloqueadas de fuera con un alambrado que las cubre en su totalidad.

Artículo V. Libertad de segundo juicio

El cinco traduce por bala; imagínese que alguien le ha disparado un balazo, pero que de allí en delante no tendrá que preocuparse de que le vayan a disparar otro.

Artículo VI. Derecho a un pronto juicio.

La sexta palabra en su lista es chapa; imagínese la cha-pa de la puerta que da acceso al juzgado.

Artículo VII, Derecho a ser juzgado por un tribunal de semejantes.

La séptima palabra es jaguar; imagínese a doce jagua-res sentados en el sitio del jurado y a uno de ellos en el lugar del acusado.

Artículo VIII. Libertad de fianza excesiva y castigo se-vero.

El número ocho es abeja; imagínese a alguien guarda-do tras rejas en formas de símbolos de pesos, con millares de abejas volando en su derredor y picándole.

Artículo IX. Reconocimiento de la existencia de dere-chos no mencionados.

La novena palabra en la lista clave es "palo", piense en que "cuatro derechos más cinco derechos igual a 9" y asocie la idea de "9" con derechos adicionales, (Adición = suma),

Artículo X. Derechos de los estados y del individuo.

La décima palabra clave es tomate; imagínese al Tío Sam con una caja de tomates en la mano y repartiéndolos a un grupo de mujeres listas para cocinar.


El sistema de memorizar por el apareamiento de ideas, ayudado por el uso de palabras clave traducidas a números, le ayudará a proveerse de impresiones extras y medios adi-cionales para recordar largas listas de datos e ideas. Aun cuando usted no dependa por completo de estos métodos, las asociaciones extras de ideas que producen le darán una mejor oportunidad de recordar las cosas y, cuando menos, su uso le será de cierta utilidad. Pero no se pierda de vista el hecho de que no podrá usted recordar las cosas que desea si en primer lugar no las entiende lo suficientemente bien para traer a la mente el significado de las asociaciones de ideas que se ha formulado.

Dividiendo para vencer

Usted puede digerir mejor los alimentos cuando lo que se lleva a la boca se compone de pequeñas porciones, y podrá usted recordar mejor los componentes de una gran cantidad de información si memoriza los mismos compo-nentes, en lugar de que trate de meterse a fuerza en la mente todo el material. Simplemente no pierda de vista el patrón general, que le ayuda a entender el tema en su to-talidad.

Si usted decidiera memorizar los nombres de los cin-cuenta estados de la Unión Americana, quizá encontraría muy difícil nombrarlos a la ventura. Y si tratara de memo-rizarlos por algún orden que se fijara, el peso de los núme-ros tendería a confundirlo antes de que llegara muy lejos en la lista de cincuenta nombres. Una forma más fácil de realizar la tarea consistiría en arreglar alfabéticamente los nombres de los estados y luego repetirlos según la letra con que comienza el nombre, fijándose de paso en el pa-trón que se forma por el número de estados que corresponde cada letra:

Cuatro "A's"—Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas; Ni


una "B"; tres "C's"—California, Colorado Connecticut; una "D", una "F", una "G", una "II" cuatro "Ies"y así sucesiva-mente. Divida el alfabeto en grupos de letras que le facili-ten un número más o menos igual y convenientes de esta-dos para cada grupo, fíjese en el tamaño aproximado de cada grupo y en cuántos grupos hay, y el orden natural del alfabeto le ayudará a juntar todos los grupos.

Igualmente, para aprender poemas, discursos y otras recitaciones, la tarea se hace menos tediosa cuando se le divide en varias secciones más fáciles de memorizar. Para ayudarle a facilitar la transición de sección a sección, forme una cadena de palabras que identifiquen a cada sección. Considere lo siguiente:

Oh memoria, sirvienta celestial Que cosechas las florecillas sembradas por el tiempo;

Y sin permitir que una hoja se marchite Preservas los ramilletes de nuestra juventud;

Trae, trae esos momentos a mi mente, Cuando la vida era tierna y Lesbia amable.

Y trae esa guirnalda a mis ojos Con la cual me ató a mi arroyo favorito;

Y trae vivaz corona de rosas Con qué adornar mis alegres sienes;

Y a mis oídos emocionados comunica Las cosas amables que se digne decir,

Y traza con solicitud la enramada de la musa Donde Isis mueve su marea de plata;

Que no se omita ni una caña ni una flor Que brilla al lado verde de Cherwell,

Si así prolongas tú mis horas Para que el ilustre Lycon se una a mi canción.

"ODA A LA MEMORIA" (Fragmento) por William Shenstone

Si tratara usted de memorizar las nueves estrofas de este poema, hay la posibilidad de que muy pronto las líneas


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comenzaran a cambiar de lugar en su mente y pronto esta-ría usted bien confundido, Pero las seis líneas que forman cada estrofa son un número fácil de manejar para usted. Así que memorice el poema estrofa por estrofa, y conserve cada sección en orden seleccionando unas palabras clave o una frase de cada una y formando una asociación de ideas entre ésta y la palabra o frase clave de la siguiente estrofa.

Para ilustrar esto, fíjese en las tres estrofas que se in-cluyeron antes. De la primera estrofa tomaremos la palabra "celestial". No se repite en las otras estrofas y por ello sirve definitivamente para identificar sólo esta sección y se presta para imágenes de asociación. Igualmente, en la segunda estrofa se puede usar la palabra "guirnalda". De la tercera estrofa seleccione la palabra "musa". Fíjese que las tres palabras se hallan en la línea inicial de sus respectivas estrofas, Esto facilita el comenzar la recitación tan pronto como la palabra clave de cada estrofa viene a la memoria por medio de la cadena de asociación de ideas.

Y ahora, para unir todas las estrofas. Al terminar la recitación de la primera estrofa, la palabra "celestial" traerá a la mente la palabra "guirnarla" si usted piensa en la imagen de una guirnalda de estrellas. Y tan pronto como termina de recitar la segunda estrofa, "guirnalda" le recor-dará de "musa" —la palabra clave que identifica la tercera estrofa— si las asocia por medio de la imagen mental de una guirnalda de flores que descansa en la enramada de la musa.

En la misma manera las seis siguientes estrofas le vendrán a la memoria por la restante cadena de nueve pa-labras clave preparadas a la hora de estudiar el poema completo. Asegúrese que entiende el significado del poema desde el principio hasta el fin, de manera que las estrofas en lo individual tengan para usted un significado dentro del contexto del todo, pues de otra manera las palabras clave perderán su efectividad y no estarán en su lugar cuan-do usted vaya a buscarlas. Trate de seleccionar palabras


que están al principio de las estrofas y que expresen una parte esencial de su mensaje.

Un bosquejo que abarque punto por punto del discurso, conferencia u otra obra en prosa le proveerá con una cade-na de asociaciones de ideas que le guiarán en su recitación. Las palabras y frases claves que usted seleccione no nece-sitan siquiera encontrarse en la obra en sí, siempre que la representen exactamente y que le impartan a usted la sig-nificancia de sus pasajes en particular.

Combinando para tener mayor fuerza

A veces la información comprendida en el contenido total de un tema añadirán profundidad y dimensión a las cosas que usted está tratando de recordar y que están re-laciondas con algo más. En el curriculum de un idioma ex-tranjero, por ejemplo, el estudio de una lectura seleccionada reforzará su conocimiento del vocabulario. Estudiando las dos cosas juntas mejorará su habilidad para comprender el significado de ambas y debería ser un mejor método de aprender que el de estudiar cada cosa independientemente.

Mientras se lee una novela histórica con marco en la Inglaterra victoriana, quizá se interesará usted lo sufi-ciente en esa época como para sentir el deseo de aprender más acerca de ella. Puede usted añadir inmesurablemente a su deleite y percepción de la lectura por placer si también lee parte de algún libro de texto que abarque la historia de esa época. Y la comprensión que adquiera mientras lee la novela aumentará su interés y entendimiento del material que se abarca en el libro de texto. Recuerde que mientras más interesado está usted en algo, más fácil le es aprender y mientras más sabe de algo, mayor será su interés.

La eficiencia paga

¿Puede usted, a estas alturas, recordar los nombres de los planetas de nuestro sistema solar en su orden debido . „


su número de registro en el Seguro Social sin echarle una mirada de reojo a su credencial. recordar el contenido de la Ley de Derechos? Si usted ha prestado atención a los recordatorios por asociación de ideas ¡todo está en su mente!

Cada una de estas tretas mnemotécnicas y "sistemas" para memorizar están bien fundados en las tendencias na-turales y habilidades de su propia mente—se aprovechan de su preferencia por los patrones, la asociación y así sucesivamente y sacan utilidad de la existencia de su pro-pio gran potencial mental, ayudando a su mente a que realice una función más eficiente.

La eficiencia produce resultados gratos al evadir la necesidad de memorizar cuando así se desea, así como en el proceso de recordar en sí. En el siguiente capítulo leerá usted acerca de la manera en que un uso eficiente de los minorativos de la memorización le pueden permitir que se ahorre trabajo, tiempo, molestias y frecuentes dificultades por medio del uso de los simples expedientes de la memo-ria artificial.

6. COMO FORTALECER

SU MEMORIA ARTIFICIAL

Pero —no vaya a tener una idea equivocada— este capítulo no le va a dar ideas para aprender un sistema a prueba de errores para evitar para siempre el fastidio de recordar con su mente; esa "molestia" es algo para lo cual usted tiene muchos, pero muchos, usos y no hay necesidad de leer un libro para saberlo.

Sin embargo, cada día de su vida se presentan repen-tinamente ciertas circunstancias que traen consigo la nece-sidad de que tenga usted a la mano una información u otra —información que puede ser "recordada" tan satis-factoria y fácilmente, por medio del uso de minorativos de la memorización. Se lleva tiempo el memorizar las co-sas y usted no tiene suficiente tiempo —no hay las sufi-cientes horas en el día para alimentar las arcas de almace-naje naturales de su memoria con toda la información que se necesita de tiempo en tiempo.

El papel de la memoria natural

Aun con los métodos eficientes para utilizar la memo-ria artificial, la memorización natural no puede ser eli-minada por completo en ninguna tarea específica. Por lo


contrario virtualmente desarrolla un importante papel en todo problema de memorización a que usted se enfrenta.

En primer lugar, nuestra anterior investigación de la mente ha resultado en el descubrimiento de un número de factores que tienen considerable influencia sobre la ma-nera en que usted confrontará el asunto de la memoria artificial. Muchos de los principios que hemos encontrado que tienen aplicación útil en el problema de fortalecer la memoria natural serán no menos aplicables en la presente situación.

En segundo lugar, para que su memoria artificial sea de utilidad, debe depender de su contraparte natural para encontrar la llama que encenderá el combustible que la hace comenzar a funcionar. No tiene ninguna utilidad la nota que escribió usted esta mañana para acordarse que tiene que cortarse el pelo a la hora del "lunch" y que dejó sobre su cómoda en la casa junto con el libro que debiera regresar a la biblioteca.

La memoria artificial es una herramienta verdadera-mente fina y útil, pero a menos que se organice eficiente-mente la utilización de los minorativos de la memorización, y que éstos sean apoyados por un poco de la memoria natural, no podrá producir los resultados de mayor uti-lidad —no proveerá todos los beneficios de que es capaz.

Influencia recíproca

Piense de su memoria como un ente total —compues-to de recursos para recordar tanto natural como artificial-mente— la una parte asistiendo y siendo asistida por la otra. Cuando busca usted los servicios de su memoria artificial, su mente le indica dónde debe buscar: Si desea usted saber cómo se escribe la palabra "escatalogía",* su memoria mental sabe por experiencias pasadas que us-

* N. del T. Parte de la Teología que habla de los últimos casos, como el juicio final. También se refiere al uso de palabras soeces, según la raíz griega de que se tome.

COMO FORTALECER SU MEMORIA ARTIFICIAL 85

ted puede encontrar tal información en un diccionario o una enciclopedia, o con un amigo a quien le guste la ortografía o que tiene conocimiento de doctrinas teológi-cas. Al mismo tiempo, aumenta usted las existencias de su memoria natural con información que se deriva de los recursos de su depósito de información externa.

En las páginas siguientes leerá usted acerca de varias maneras de organizar su memoria artificial para obtener la máxima eficiencia y también acerca de varias fuentes externas de información que son, o pueden hacerce, con-venientemente accesibles.

Minorativos de la memorización prefabricados

Las fuentes externas de información se encuentran por todos lados en su derredor. Si no puede usted recordar la dirección o el número telefónico de alguien, puede hallar-se esa información en el directorio telefónico apropiado. Si está usted interesado en saber cuáles son los productos principales de las industrias de Israel, puede encontrar tal información en una enciclopedia o almanaque. Si quie-re saber el nombre del vicepresidente que fungió durante el período presidencial de Abraham Lincoln, puede recu-brir a un libro de texto sobre historia americana. Si quiere usted saber el segundo nombre de Jefferey Stansbury, pre-gúnteselo.

La gracia, oscasionalmente, consiste en saber dónde buscar un detalle específico de información. Con mucha probabilidad usted ha aprendido, por medio de la experien-cia, a localizar lo que necesite. en las fuentes que están a la mano en su propio hogar. Y cuando busca información que no está accesible en su casa, se puede ahorrar tiempo y disgustos preguntando al bibliotecario local o a algún amigo que quizá lo sepa.


Usando los libros

Cuando se busca una información específica en un li-bro en particular, lo primero que se debe hacer es consul-tar el índice, si lo hay, o la tabla del contenido. Si ninguna de estas ayudas satisface su curiosidad, se puede dar una buena idea de la parte del libro en que puede encontrar lo que busca si le da una hojeada a la introducción y obser-vando el patrón general que el autor se propone seguir en las demás páginas.

En su biblioteca personal procure conservar los libros que tratan de temas relacionados unos con otros en lugar cercano de los mismos anaqueles. De esta manera sabrá mejor dónde puede encontrar el libro que necesita y no perderá su valioso tiempo en una búsqueda innecesaria.

¡No tenga miedo de marcar las páginas de sus propios libros! Estos son para su uso personal y si el subrayarlos, escribir en sus márgenes o hacer una lista de temas y números de páginas dentro de la cubierta le ayuda a en-contrar información que quizá desee usted en el futuro, ¡hágalo!

Dependiendo de la gente

La información que es de naturaleza personal, es de-cir, que tiene relación directa con un individuo a quien conoce usted o con quien pueda conseguir una audiencia, por supuesto que se puede obtener con más exactitud di-rectamente de la persona que se trata. El teléfono, una corta caminata por la calle o un paseo en autobús le faci-litan en cada caso la información que busca.

Le puede ser de utilidad el conocer los intereses y prin-cipales campos de conocimiento de todas las personas con quienes está familiarizado, no tan sólo porque le aumenta-rá su habilidad para recordar sus nombres, lo cual se dis-cutirá en una sección posterior, si no también porque oca-sionalmente tendrá que buscar información de autoridades

COMO FORTALECER SU MEMORIA ARTIFICIAL

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de confianza. Si la biblioteca está cerrada y usted desea saber en qué año bateó Babe Ruth 59 jonrones, quizá su amigo Phil, que es un fanático aficionado del beisbol, se lo pueda decir. Si no puede recordar que las manchas de tinta se quitan con leche o jugo de limón, una llamada al sastre local, el señor Jochnowits, le proveerá del consejo necesario. Las personas a quienes usted conoce, y con quie-nes tiene negocios, muy frecuentemente le pueden prestar su valiosa asistencia cuando esté usted necesitado de al-guna información especial.

Todo lo que se requiere de usted para que utilice más eficientemente esta invaluable fuente de información es el saber quién le puede decir qué en la forma más digna de confianza. Esto es un excelente ejemplo de cómo paga el prestar atención.

Preparando minorativos de la memorización "a la medida"

No todos los detalles de información que usted decida que necesitará se encuentran en los libros; y cuando de-sea saber algo especial, no es siempre conveniente el reci-bir la asistencia de alguien que le pueda decir lo que usted desea. Si puede usted decidir anticipadamente cuál es la información especial que posiblemente deseará, es una buena idea preparar anticipadamente un minorativo de la memorización que sea apropiado, el cual se puede guardar convenientemente y usarse cuando surja la necesidad.

Cierto tipo de información, como en el caso de un itinerario especialmente preparado o un programa que us-ted debe seguir, es mejor si procede de usted mismo. Para ceñirse suficientemente a su itinerario, es deseable tener un recordatorio que lo diga lo que debe hacer y el orden de lo mismo, hasta que lo haya hecho con la frecuencia su-ficiente que le permite eliminar la necesidad de este mi-norativo temporal de la tarea de memorización.


Cada cosa en su lugar

El método más fácil de encontrar sin fallar las cosas que usted ha guardado, consiste en ponerlas consistemente en su lugar propio, asignado e invariable. Siempre guarde sus boletos de teatro en la misma bolsa y nunca tendrá que buscárselos desesperadamente a la hora de la función. Siempre coloque la pluma en su base sobre el escritorio y nunca tendrá problemas a la hora de escribir. Siempre conserve sus minorativos de la memorización especialmen-te preparados en su nicho que les asigne y no se le difi-cultará encontrarlos cuando los necesite.

Muchas, pero muchas, libretas de notas, gráficas, ta-blas, itinerarios, listas y cosas semejantes se pueden pre-parar sensible y simplemente, las cuales disminuirán la carga de su memoria natural y le permitiran que realice sus funciones propias y eficientemente, sin el temor de olvidar las cosas Examinaremos detalladamente algunas de ellas ahora mismo y también mencionaremos de paso algunos expedientes sencillos pero vitales —como saber dónde encontrar los minorativos de la memorización— pa-ra recordar el uso de ellos.

Colecciones

Quizá usted tenga dificultades para recordar los com-ponentes individuales del grupo de objetos que forman su "hobby", o las existencias de su tienda o los piezas que componen su guardarropa, o cualquier otro conjunto de cosas.

El método más simple para llevar un registro de tal información es, por supuesto, el escribir... pero por su-puesto que hay algo más implicado en ello. Tendrá usted mucha menos dificultad para localizar parte de su mino-rativo escrito de la memorización si se asegura de estar siguiendo un patrón definitivo, un plan cuidadosamente organizado para hacer sus anotaciones,

COMO FORTALECER SU MEMORIA ARTIFICIAL

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Si el administrador de un museo simplemente fuera a anotar en un cuadernito el título y el nombre del pintor de cada cuadro que fue añadido a su colección, conforme se iban adquiriendo, tendría frente así una tarea muy di-fícil cada vez que quisiera localizar la anotación particular de una pintura —necesitaría leer el cuaderno entero, ano-tación por anotación, hasta que llegara a la que estaba buscando. Si tal anotación no existiera, tendría que abar-car todo el inventario, desde el principio hasta el fin, an-tes de descubrir que tal anotación no existía. Y aún en-tonces no estaría completamente seguro de no haberla pasado accidentalmente.

Si, por otra parte, guardara su registro en tarjetas de archivar individuales, arregladas alfabéticamente según los artistas, así como de acuerdo con el título y el tema del cuadro, su búsqueda de alguna obra en particular sería rápida y segura. ¡Imagínese la tarea del bibliotecario si no hiciera uso del sistema decimal de Dewey, o la propia difi-cultad de usted si el diccionario fuera una mera lista des-ordenada de palabras!

Para su propia colección de libros ... Discos . som- breros. . . medallas—lo más seguro es que no necesite tomarse la molestia de preparar tarjetas individuales para archivarlas en una gaveta especial, pues las "Bs" y "Ks" serán tan pocas que se pueden incluir todas en una sola página de su cuaderno de notas. Recuerde, sin embargo, que conforme su colección se aumenta, disminuye por eli-minación y vuelve a crecer, los registros de sus componen-tes deben ser alterados según corresponda. Así que, depen-diendo del tamaño de la colección y el grado de "movimien- to", tiene usted suficiente amplitud en su cuaderno de no-tas para encargarse de todos los cambios que se presenten.

¿Cuándo es que este procedimiento de conservar regis-tros de colecciones presta su utilidad? Bueno, el uso más obvio del mismo se relaciona con el "hobby" de un coleccio-nista —un registro de los componentes de su colección


probará ser de mucha utilidad si es que colecciona cosas diferentes a los pequeños artículos que se pueden conser-var en un álbum sistemáticamente organizado. Conforme crece su colección, encontrará que aumenta la dificultad para conservar el rastro de los elementos que la compo-nen y cuando se encuentra un nuevo disco del Segundo Concierto de Brandenburgo, por Bach, no podrá usted re-cordar si ya tiene una versión de esta pieza en su colección de discos, Revisando su índice de discos sistemáticamente arreglado, descubrirá que sí lo tiene y podrá sacarlo y es-cucharlo. De esta manera podrá decidir si compra un nuevo disco, porque lo prefiere, o se ahorra el costo por el suyo es mejor.

Si tiene usted una biblioteca de obras de consulta y otras a las cuales acude ocasionalmente para obtener al-guna información, se ahorrará tiempo al buscar algo si lleva un registro de sus volúmenes; puede revisar su in-ventario para ver si consigue localizar la información que busca, antes de recurrir a la engorrosa y tardarla tarea de leer todos los títulos de sus libros, estante por estante.

Puede usted aun tener a la mano una lista de los pro-gramas de televisión que más le gusta ver, si de vez en cuando se pierde uno de ellos por olvido. Este minorativo de la memorización tomará una forma familiar —igual a las listas diarias que aparecen en los periódicos.

Puede usted, si su familia es numerosa, o susceptible de contraer frecuentes enfermedades, llevar un registro de sus malestares, recetas y medicinas, de manera que cuando Juanito pesque un resfriado pueda usted darle las píldoras que compró el mes pasado para curar el catarro de Susa-nita. Consulte a su doctor para que esté seguro de que las píldoras son apropiadas y que no han perdido su efecti-vidad por haber pasado demasiado tiempo en la alacena de las medicinas.

Cualquiera que sean las necesidades y consideraciones especiales, hay una forma fácil de llevar un registro de


todas las partes de su colección. Si es usted agente de com-pras en una oficina, seleccionará el sistema que sea más conveniente y aplicable en su organización particular; si tiene usted una tienda, seguramente que recurrirá al mé-todo más apropiado para llevar sus registros; si lleva una cuenta de las cosas para su propia conveniencia personal, seleccionará el método más simple y seguro de hacerlo.

¿Puede usted pensar en unas pocas colecciones propias que le gustaría catalogar y guardar "sobre inventario?" El procedimiento es simple y los beneficios que recibirá le mos-trarán inmediatamente si vale la pena su pequeño esfuerzo.

Pude usted decidir por sí mismo sobre el lugar donde guardará sus minorativos de la memorización especial-mente preparados —en el estante del librero, en una ga-veta de su escritorio, bajo la mesa del comedor— sólo asegúrese que siempre los guardará en el mismo lugar, para que no haya necesidad de rebuscarlos cuando se nece-siten.

Nombres y números

Indudablemente que usted no guarda dieciocho directo-rios telefónicos en su casa simplemente porque tiene cono-cidos en dieciocho municipios diferentes! Ha escrito usted sus nombres, direcciones y números de teléfono en una li-breta o cualquier otro volumen que está designado espe-cialmente para anotar números personales.

Y, es lo más seguro, todo el tiempo lleva en su persona una versión de bolsillo con información muy semejante. ¿Están los datos que usted ha anotado arreglados en un orden conveniente? ¿Hay suficiente espacio para acomodar anotaciones adicionales? La mayor parte de las listas de números telefónicos requieren una anotación alfabética de acuerdo con la primera letra del apellido y con suficiente espacio para hacer adiciones según cada letra. El agente viajero quizá se beneficiaría si arreglara los números de


sus clientes alfabéticamente y según la sección geográfica, de manera que al consultar una anotación la hallará en una página en la que se encuentran otras que le recordarán las demás llamadas que deba hacer.

El directorio personal de la casa debe conservarse en una forma modificada del estilo de "páginas amarillas", si esto no es inconveniente: Amigos íntimos, parientes leja-nos, profesionalistas conocidos, comerciantes, etc.

En las páginas de su directorio casero quizá quiera us-ted tener anotada alguna información suplementaria, tal como cumpleaños y aniversarios, gustos y aversiones dis-tintivas, o cualquier otra cosa que se pueda usar en alguna ocasión. Provéase de un lugar especial e invariable para el libro y regréselo siempre allí después de usarlo.

Fechas y citas importantes

Puede usted escribirse a sí mismo pequeñas notas recor-dándose citas, aniversarios, fecha de pagar cuentas y cosas parecidas, dejarlas a la ventura sobre una mesa u otra, metérselas en las bolsas de un saco u otro y tener la espe-ranza de chocar con la nota, por casualidad, al tiempo debido. O puede usted organizar su "secretaria de papel" en un programa ordenado, sistemático y prácticamente a prueba de errores, para recordar días y horas especiales.

La parte más importante de una cita u ocasión espe-cial consiste en recordar cuándo debe tener lugar ésta. Y la característica más importante de cualquier programa para recordarse a sí mismo fechas y citas especiales es el periódico dominio de su atención. El calendario de citas que descansa sobre su escritorio en la oficina, la agen-da que guarda en su casa, el block de memoranda en su bolsillo no servirán ningún propósito benéfico si no se les consulta con regularidad.

Adquiera le hábito de revisar estos recordatorios con regularidad, a horas del día específicamente designadas


—la misma hora especial todos los días. Si concerta una cita mientras está lejos de su agenda de compromisos, haga una anotación en su block de bolsillo y transcriba el men-saje al lugar apropiado del calendario antes de que pase mucho tiempo. Haga un hábito de revisar sus notas al final de cada día, de manera que las anotaciones que usa en la casa están completas. Haga también un hábito de revisar su agenda de bosilllo a intervalos regulares durante el día para no omitir ningún recordatorio inmediato.

Si es conveniente, un buen método de recordarse a sí mismo los eventos y citas del día consiste en colocar notas en un pequeño pizarrón, colocado en un lugar conspicuo. En su casa podía colocar el pizarrón en el cuarto de baño, que es el primer lugar a donde va en la mañana... o en la pared junto al lado de la puerta por donde sale de la casa. Tenga siempre a la mano un lápiz y suficiente papel extra para encargarse de todas sus necesidades.

Escoja cualquier lugar para colocar el pizarrón, siem-pre que el ir y venir junto a él sea frecuente todo el día. Si decide, por ejemplo, que el lugar más apropiado es el interior del refrigerador o encima del televisor, lo poco co-mún de la situación de su pizarrón podrá acentuar el im-pacto de sus mensajes recordatorios.

Calendario de citas... agenda de bolsillo... piza-rrón... use uno u otro minorativo de la memorización que usted sienta es el que más efectiva y eficientemente puede satisfacer su necesidad de recordar citas y compro-misos... ¡pero esté absolutamente cierto de que recibirá su atención regular y frecuentemente!

Datos y cifras

Debido a que una comprensión mayor de cualquier tema inspirará una mejor y más potente memoria del mismo, debe decirse algo acerca del estudio eficiente y organizado. Una buena técnica de estudio beneficiará a cualquiera que


tenga el deseo de aprender y recordar información sobre cualquier cosa, Las siguientes páginas son de aplicación muy especial para los estudiantes.

Cuando algún proyecto especial le confronta con la tarea de compilar una gran cantidad de información res-pecto a cierto tema en particular, debe recurrir frecuente-mente al expediente de recabar los datos más pertinentes de entre distintas fuentes. Quizá se vea precisado a investi-gar varios libros, artículos de revistas, una autoridad o dos, y luego tendrá que usar sus propios poderes de razona-miento y organización para combinar todo ese material y hacerlo una unidad significativa.

Cuando haya completado toda su investigación, llegará a la conclusión de que sería mucho menos difícil el pre-parar un informe especial o libro de notas, que llevar con-sigo todos esos libros, recortes y personas. De hecho, como frecuentemente encontrará que es imposible retener bajo un techo todas las fuentes que ha consultado —libros de biblioteca, personas, etc., un informe conciso sería la única solución de su problema, fuera de encomendarle todo ese material a la memoria natural!

Sus anotaciones, entonces, adquieren las característi-cas y funciones de un minorativo de la memorización hecho sobre medida —un arbitrio preparado especialmente para evitar la memorización natural, proveyendo un resu-men escrito de los datos informativos. Pero, mientras que accionan para eliminar la necesidad de memorizar, reali-zan las anotaciones tal función prácticamente, sin que usted lo advierta —la compilación y organización del ma-terial pertinente le ha provisto con la compresión del tema en su totalidad, siendo necesaria tal compresión para la elaboración de un resumen inteligible.

Tanto al compilar como al revisar, los sumarios de in-formación poseen afortunadamente la característica extra de proveer de un medio de inspiración a su memoria na-tural. Para el estudiante, una bien preparada colección de


notas le proveerá de invaluable dirección en su estudios. Para el hombre de negocios, las cartas, gráficas e informes sobre las condiciones, crecimiento, progreso del negocio y así sucesivamente, la ayudarán a determinar las tendencias y patrones que lo hacen mentalmente más familiarizado con la información que ha adquirido.

El uso de un bosquejo en la revisión y estudio de un asunto, es, en efecto, la manera de colocar un "paso inter-medio" entre la impresión y el recuerdo—reconocimiento. El bosquejo tiene el propósito de proveer a su mente con una reproducción del material a estudiar— repetición que es tan importante para la memorización

Y mientras más vívido, más lúcido y más conciso sea su "estimulador de la memoria", más eficientemente podrá usted aprender y retener la información que está estudian-do. Por el momento, consideraremos sólo la preparación de bosquejos y sumarios; su uso eficiente para memori-zar a la hora del estudio será discutido en un capítulo por separado en la Sección Cuatro.

Los bosquejos se pueden preparar con distintos grados de meticulosidad ¡reduzca un libro de texto de 800 págs. a su más simple expresión y sólo le queda un título de tres palabras! Aun tan pequeño recordatorio le permi-tirá reconocer algo del tópico— le recordará una pequeña parte de la lectura que ha hecho,

Un paso más adelantado del resumen en el título con-siste en los encabezados en las secciones que representan las partes separadas del tema tratado en el libro; luego los encabezados de los capítulos, cabezas en letras negritas, las principales oraciones de los párrafos más importantes, párrafos seleccionados y aun páginas enteras Has-ta el extremo del libro entero! Porque para que el bosquejo cumpla con su función, debe ser no menos completo que lo que se requiere para que le recuerde todo el material del cual es usted responsable.


Su propio bosquejo no necesita ser tan generalizado como el título ni debe ser tan completo como el libro ente-ro, pero ciertamente debe ser algo intermedio, y eso es lo primero que tiene usted que decidir cuando se disponga a redactar un bosquejo —su grado de exactitud. ¿Sabe usted lo suficiente, en datos, acerca del tema, de manera que un mero esquema con los puntos principales sea suficiente para poner su memoria en acción o necesita usted un poquito más para recordarle en su totalidad los factores que componen el cuerpo del tópico? ¿Puede usted arreglár-selas satisfactoriamente con una lista organizada de pa-labras y frases en clave o estaría mejor si tuviera una serie de breves oraciones? ¿Será necesario para usted familiari-zarse con el tema en un grado extremo de exactitud o será suficiente una ligera comprensión del mismo para cumplir con sus propósitos?

Una vez. que se ha decidido el grado de meticulosidad con el que va a bosquejar el tema, el discurso o trabajo, en seguida se enfrenta con el problema de determinar su fuente o fuentes de información. ¿Podrá usted recoger toda la información necesaria en un solo libro o tendrá que consultar varios? ¿Encontrará que es necesario bus-car la información y consejo de personas que conocen el tema mejor que usted? ¿Encontrará que es necesario rea-lizar un experimento o dos para completar algunas fases de la información? Prepare una bibliografía no necesa-riamente completa e inalterable, pues podría descubrir un punto débil en medio de sus preparaciones, pero sí lo suficientemente completa como para presentar en su in-vestigación un cuadro general satisfactorio.

Y luego investigue el asunto. Tome notas informal-mente conforme vaya trabajando —podrá juzgar qué tan completas deben ser éstas conforme hace el trabajo usted mismo, al advertir qué tan completamente comprende el material— y, conservando en la mente el tópico en su to-talidad, note observaciones que surjan acerca de cada


punto que trata por escrito. Lo importante, recuerde, es entender lo que está bosquejando tan completamente como le sea posible, de manera que el bosquejo pueda mante-nerse conciso y al mismo tiempo retener su lucidez.

Completadas sus notas, puede entonces dedicarse usted a la tarea de formular un bosquejo completo. Poco tiempo después de la toma inicial de notas, léalas todas en breves secciones, una por una, pensando en divisiones apropiadas —manijas por medio de las cuales se pueden clasificar y ordenar. Si el arreglar sus anotaciones en forma diferente a como aparecen en el primer borrador es de mayor sig-nificación para usted, hágalo así precisamente —porque su propósito primordial es, después de todo, que se pueda comprender su sentido. Busque de nuevo en las fuentes originales cuando no pueda comprender por completo algo que está en sus notas. Este método le servirá para obtener exactitud en la revisión que está haciendo conforme pre-para el bosquejo.

Subraye los puntos que usted considera de primordial importancia, también aquellos que tienden a escapársele de la mente. El asignar letras y números de identificación a las secciones y datos de su bosquejo frecuentemente le proveerá con algo extra que puede ser de utilidad cuando trate de grabarse todo en la memoria. En algunos casos especiales quizá un borrador, gráfica o tabla servirá para hacer más vívida alguna parte del tema con que está usted ocupado.

Y.. cuando el sumario completo se haya escrito en blanco y negro, hágase el propósito de leerlo del principio al fin, para estar seguro de que no ha dejado ninguna parte del mismo en un estado de confusión o ambigüedad.

Planee el bosquejo entero anticipadamente a la redac-ción del mismo —considere sus propósitos, sus derivacio-nes, su forma y grado de minuciosidad— y sujétese a él cuidadosamente, nunca perdiendo de vista el hecho de que a menos que se encargue de que sea comprensible a la


hora de escribirlo, no será tampoco comprensible cuando lo consulte de nuevo. La formulación de un sumario le será de valor a usted sólo en una importante función —para recordarle cosas que usted ya comprende.

Así que. los minorativos de la memorización (y estimuladores de la memoria) se aprovechan de los prin-cipios básicos de planear tareas comprensibles, redacción y visión mental, patrón, y asociación, repetición y revisión. Es también importante que sus facultades mentales estén "a tono" con lo que se está abarcando. Más o menos las mismas cualidades que se necesitan para fortalecer su me-moria natural, ¿no es verdad?

Tanto la memoria natural como la artificial —frecuen-temente en combinación— tienen sus respectivos lugares al combatir problemas en áreas individuales de memoriza-ción. Su necesidad de "recordar" nombres, por ejemplo, puede ser suplida satisfactoriamente en algunos casos con un arbitrio artificial, mientras que en otras ocasiones será necesario que se gaste usted el tiempo necesario para su memorización natural. Para algunas personas será sufi-ciente un breve bosquejo de los hechos que tienen relación con un tópico específico, mientras que para otros será ne-cesario un conocimiento completo del tema, para los nego-cios, para satisfacción personal o para lo que sea que pro-voque la necesidad.

La sección final de este libro tratará en ambas formas sobre las distintas áreas específicas de utilización de la memoria. Sugerirá métodos apropiados y eficientes para aplicar los principios de la memorización a problemas in-dividuales, tanto para recordar natural como artificial-mente, dejándole a usted la libertad de escoger la alterna-tiva que sea preferible.

SECCION CUATRO

Cómo fortalecer su memoria de-

Discusiones informales sobre el tratamien-to de problemas especiales de memorización, señalando los medios eficientes y efectivos para utilizar los principios que gobiernan la habilidad para recordar —natural y artifi-cialmente

7. LA INFORMACION

QUE PROVIENE DE LA LECTURA

Hay pocas cosas más exasperantes que entrar en la discusión de una novela que acaba usted de leer y luego descubrir que por alguna razón no puede recordar el nom-bre del lugar donde se desarrolla la acción, el apodo de la segunda víctima del asesino, el año de la plaga o cualquiera de los muchos otros detalles que debieran estar en la pun-ta de su lengua. Y la misma molestia puede prevalecer cuando sucede igual cosa con toda clase de libros —desde historias detectivescas hasta detallados tratados de física.

Habiendo completado la lectura de un libro en el cual estaba usted realmente interesado mientras lo estaba le-yendo y habiéndose metido luego en apuros cuando se llega la hora de discutirlo inteligentemente, es natural que culpe, a su "maldita memoria". . . pero, después de todo, mientras leía estaba usted ansioso por llegar a la parte donde se describe la acción principal —pasó apresurada-mente por lo que debieran haber sido páginas de intere-sante lectura, porque difícilmente podría esperar a averi-guar "quién lo mató" o qué era lo que iba a suceder con los principales personajes, o si podría aplicar ese método de erigir puentes levadizos en sus planes del ferrocarril a escala que estaba construyendo,


Leyendo por diversión

¡La mayor parte de los libros de placer —cuando menos aquellos que vale la pena discutir— son mucho más que meras historias, aventuras y anécdotas! El autor de un libro valioso ha investigado el tema y la trama con meticu-losidad . se ha asegurado de evitar errores, anacronis-mos o situaciones imposibles... ha tenido el cuidado de desarrollar el carácter de los personajes en forma realista y significativa. . ha seleccionado cuidadosamente y descri-to apropiadamente los marcos y locales de su historia. Cada palabra de su manuscrito tiene alguna relación, ya sea inhe-rente en sí misma o en lo interior de su mente, con la di-rección y propósito de la obra entera.

Una vez consciente de esto, encontrará usted imposible el pasar por alto otra vez largos fragmentos de cualquier libro, porque se dará cuenta de que al hacerlo así se está perdiendo gran parte de su patrón y significado general,

El primer objetivo en la lectura por placer es, por su-puesto, encontrar placer en ello; no se moleste con pasar laboriosamente a través de páginas y más páginas de prosa que no tienen ningún interés para usted —no pierda su tiempo mirando palabras sin significación, pues si no está interesado en lo que está leyendo, no puede esperar que estas palabras le traigan algún mensaje de interés.

Pero, si usted siente que algún libro en particular vale la pena, deseará encontrar algunos medios de añadirle ins-piración a su interés por los largos pasajes de la narración que no son absolutamente vitales para la resolución de la parte de la trama en que está usted interesado.

Haciendo el papel

Luego que haya comenzado a leer una novela, seleccio-ne a un personaje cuya vida usted piense le sería intere-sante para vivir en su imaginación —y de vez en cuando,

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conforme va avanzando por las páginas, haga una breve pausa y vuelva a vivir los eventos que le acaban de ser des-critos. Imagínese lo que serían sus reacciones ante las si-tuaciones y experiencias del personaje y trate de "aden-trarse" en su mente.

Así estará usted revisando, usando activamente su memoria en imaginación, formando un cuadro mental, estableciendo un patrón y dirigiendo la novela en pequeños pedazos uno por uno, todo esto en una simple y sencilla actividad. Y cada episodio, cada "no tan furiosamente in-teresante" porción del narrativo adquirirá una nueva di-mensión, un atributo personal que servirá para mantener su interés en cada palabra.

Llevando un registro

Dentro de la cubierta del libro, o en una o más de las páginas en blanco en el frente y el reverso, escriba el nom-bre de cada personaje que encuentre en sus capítulos, sus características distintivas y su relación con otros personajes de la historia en su totalidad. Escriba una sinopsis de las escenas y lugares conforme adelanta la historia. Haga una anotación breve y concisa de los diferentes embrollos ro-mánticos y antagónicos entre los personajes. Haga obser-vaciones de pasada acerca del comportamiento de los per-sonajes y el desarrollo de la acción.

Estas sencillas tablas de información, fáciles de prepa-rar y constituidas para siempre en parte de su libro, le ayudarán a refrescar su memoria cada vez que tome el li-bro para reanudar su lectura, recordándole hasta qué parte llegó la última vez que lo dejó cerrado. Se combinarán para convertirse en un bosquejo de la pieza total, algo ideal para una revisión casual, útil para aumentar su compren-sión de la historia, inigualable como algo que le ayudará a decidir, alguna vez en el futuro, si le gustaría leer otra vez el libro,


Comparaciones con otras lecturas

Cada libro que usted lee le permitirá hacer compara-ciones entre éste y otras lecturas que haya hecho —com-paraciones de estilo, de desarrollo de caracteres, lugares, presentación de la trama y así sucesivamente. Buscando tales asociaciones de ideas no está usted tan sólo refres-cando la memoria de las impresiones que ha recibido por las palabras del libro que acaba de leer, sino que está for-mando manijas comparativas con las cuales puede recor-dar ideas valiosas y partes de la lectura y multiplicando su familiaridad con el libro en su totalidad, así como prepa-rándose para prestar su potencial contribución para cual-quier discusión sobre el libro y otras obras relacionadas. Además, está desarrollando más su gusto personal y su habilidad para hacer juicios críticos.

Y mientras más puede "hacer" con un tema —mientras más se involucra personal e intelectualmente— más com-pletamente podrá usted disfrutar el mismo y, consecuente-mente, encontrará que está prestando más cercana aten-ción al asunto.

A estas alturas ya no debiera ser difícil el discurrir un método práctico para inspirarle un mayor interés en la lec-tura de lo que no encaja dentro de la clasificación de narraciones. En el capítulo anterior se dijo un poco acerca de la preparación de bosquejos; cuando se hace necesario —en los negocios, en la escuela o por alguna obligación social— el aprender minuciosamente un asunto, tales bosquejos se convierten en guías que son prácticamente in-dispensables para el estudio y la memorización. Pero cuan-do se trata de placer solamente, sin la necesidad absoluta de un aprendizaje completo, una alternativa más simple será suficiente.

Generalmente hay unas pocas hojas en blanco, al prin-cipio y al fin del libro, o en el interior de las cubiertas. Si no, no hay ninguna ley en contra de usar un poco de goma

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y unas notas de papel. Si el libro no es de su propiedad, use unas pocas de hojas de papel como marcador. El uso de estas hojas en conexión con la tarea de "condensar" el material de una novela ya ha sido indicado; no son menos útiles al proveer recordatorios convenientes a su mente cuando está usted leyendo otros libros.

Anote breves declaraciones de hechos importantes e interesantes y refuércelos con números de página, de ma-nera que pueda tornar al texto si así lo desea. Escriba bre-ves observaciones propias sobre puntos relativos, conexio-nes, relaciones entre el material que tiene actualmente en estudio y algún otro conocimiento personal —cualquier cosa que se le ocurra mientras lee. Dentro del mismo texto en sí, no vacile en subrayar pasajes, oraciones o palabras que le llamen vívidamente la atención y siéntase libre de hacer notas y comentarios en los márgenes. Cuando se encuentre dos o más puntos que se refuerzan el uno al otro en su relación íntima, señálelos con flechas entre sí o, si están en páginas diferentes, escriba el número de sus pá-ginas junto a la información que esté relacionada con ellos. Para anotar la misma clase de información mientras está leyendo un libro de la biblioteca, improvise sus anotaciones en un block de papel.

Su bosquejo hecho en el mismo libro no necesita ser elaboradamente complicado —de hecho, el bosquejo que usted prepara en cuaderno especial para ayudarse en el aprendizaje completo de cualquier material puede ser tam-bién muy simple. Ambos sirven sólo para provocar su me-moria natural y ambos necesitan ser sólo tan complicados como es necesario para traerle a la mente, en la medida que usted lo desee, tanto material como usted quiera.

Facilitando el estudio con un bosquejo

En la consideración del aprendizaje minucioso y la memorización de material, debe entenderse primeramente


que su bosquejo se hace con dos propósitos: Primero, para condensar la tarea por la eliminación de toda información que usted considera innecesaria, y reducir todos los datos a términos claros y comprensibles; segundo, inducir a su propia mente a que actúe usando esos simples términos, añadiendo así constructiva profundidad y dimensión al es-queleto básico.

Pero usted sabía todo eso cuando preparó su bosquejo y ahora es tiempo de ponerlo eficientemente en uso prác-tico. Comience por asegurarse, tanto como sea posible, de condiciones ideales de trabajo. ¿Está usted bien despierto y alerta? ¿Se ha convencido satisfactoriamente a sí mis-mo de que nada es por el momento tan importante como para impedirle que preste su atención completa a lo que está haciendo? ¿Está cómodo en el lugar donde se sienta y con las ropas que está usando? ¿Hay suficiente luz? ¿Ha tenido el cuidado de reducir los ruidos y las interrup-ciones potenciales al mínimo? ¿Ha colocado a la mano todas las cosas que posiblemente necesite durante su estu-dio, para que no haya excusa de salir una vez que haya comenzado?

¿Está ya listo? Había usted preparado su bosquejo par-tiendo de adentro hacia afuera, desde el corazón propio del material hasta el esquema más simple. Ahora, tiene que trabajar de afuera hacia adentro, de la superestructura hasta el fondo. Lea una vez más el bosquejo completo, tan rápido como le sea posible y sin perder nada de su signi-ficado general. Por el momento, no se concentre en parti-culares, 'estadísticas, explicaciones precisas de hechos y conceptos; sino de preferencia trate de presentarse a sí mismo con una idea general del cuadro total —un esce-nario de fondo, como si dijéramos, sobre el cual puede advertir cierto patrón y dirección

Ahora, introduzca ese elemento de bonificación por medio de recompensas extras. ¿Le gusta una taza de té o café ocasionalmente a la hora de sus estudios? ¿Hay un

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pastel de chocolate en la cocina? Planee el trabajar en su bosquejo durante periodos informalmente regulados, to-mando tiempo de vez en cuando para tomar o comer un antojito o para hacer cualquier cosa que usted desee como bonificación.

Comience leyendo solamente las cosas que usted ha designado como encabezados generales, reflexionando a la ligera conforme va adelantando, repitiendo cada cosa tan-tas veces como lo desee, tratando de "rellenar" el esqueleto con material excavado del depósito de su memoria natural.

Cuando haya terminado su tarea y reflexión en esta forma tan generalizada, tómese unos minutos para recom-pensarse por su buen comportamiento.. . pero sólo unos poquitos minutos. Luego vuelva a trabajar; proceda con-forme al siguiente nivel de minuciosidad que está indicado en su bosquejo; subtítulos, divisiones y lo que sea. Siga el mismo procedimiento que utilizó con los encabezados más generales permitiéndole a su propia mente que llene los huecos con todos los datos que pueda recordar. Y haga todo su trabajo gradualmente, hasta que llegue al corazón del bosquejo, nivel por nivel. Haga pausas cuando lo con-sidere necesario y dé pasos hacia atrás para aclarar puntos particulares.

Si es necesario, consulte de nuevo sus fuentes origina-les, pero nunca haga esto sin antes tratar de traer en forma natural a su mente todo el material. De esta manera le estará dando a su mente todo el ejercicio activo que nece-sita y revisando el material en la forma más constructiva —¡le estará permitiendo a su mente que se enseñe a sí misma!

Y cuando toda esta revisión, repetición, fortalecimien-to y recompensa hayan llenado su mente de datos y su estómago de golosinas, lea el bosquejo una vez más —del principio al fin— sólo para comprobar que sabe aquello en que había estado pensando. Asegúrese de que sabe todo el material muy bien . ¡y luego dedíquele diez minutos


más! El sobreaprender paga en dividendos mucho mayores a su inversión —un poquito de sobreaprendizaje irá muy lejos.

Recuerde el evitar, tanto como le sea posible, la inter-ferencia perturbadora de la memoria, que surge cuando sigue al estudio con un tipo similar de actividad mental. Hay menos probabilidades de que olvide las cosas cuando está durmiendo que durante las horas conscientes y acti-vas... así que quizá estuviera usted mejor si encontrara que le es posible estudiar de noche, antes de retirarse a la cama. Considere cada elemento que puede afectar su estudio su grado de atención, la interferencia potencial de actividades subsecuentes, las posibilidades de ser interrum-pido, ruidos externos ... cualquiera y toda cosa que puede añadir o disminuir al uso eficiente de su periodo de estu-dios. Cuando haya encontrado las horas más efectivas y los más eficientes lugares y métodos de estudio, trate de hacer de ellos un hábito.

Virtualmente toda lectura es "por diversión", si se en-frenta a ella en la actitud mental apropiada. Todo lo que se requiere es pensar un poco, encontrar alguna relación entre el material que se está leyendo y las cosas con las que está familiarizado, las cosas en que usted naturalmen-te está interesado. Si se adentra lo suficiente, cualquier tema tendrá relación con prácticamente cualquier otro —y en una manera que despertará genuinamente su in-terés y curiosidad.

Y con la asistencia de uno o dos de los expedientes que se detallan en este capítulo, así como unos pocos que usted puede arbitrarse de por sí, ¡podrá usted asegurarse un valioso consumo de conocimiento de cada página que lea!

8. DISCURSOS, ANECDOTAS

Y OTRAS RECITACIONES

Puede suceder que se le invite a dirigir un importante discurso a una audiencia enorme desde elevada platafor-ma... o quizá sólo se encuentre implicado en relatar un chiste o anécdota a un grupo de amigos ... en presentar el informe de un comité a los miembros de su club so-cial... en dar una conferencia a su niño sobre los hábitos "de los pájaros y las abejas"*.. . o en recitar en su clase la lección del día. Cada uno de estos ejemplos representa, para nuestros propósitos del momento, una especie de "discurso", y cada uno puede hacerse más simple, menos tedioso y más divertido, con tan sólo un poquito de efi. ciente preparación.

Primero, decida si la información que va usted a trans-mitir debe ser presentada palabra por palabra o si se va a relatar de una manera informal, en las palabras del momento. Más frecuentemente encontrará usted que no es necesario memorizar por completo un discurso o histo-ria... y su discurso será más interesante, más fácil de se-guir, cuando hable con plena comprensión del tema. La comprensión es necesaria cuando el discurso se hace de un

* N. del T. Esto se refiere a la creencia norteamericana de que es más fácil explicar a los niños el origen de los bebés d se usan como analogía las costumbres de "los pájaros y las abejas".


simple bosquejo de datos, pues encontrará usted que para comunicar el significado que se desea, sin recitar mera-mente de memoria, tendrá necesidad de entender la reci-tación usted mismo.

Discursos en las palabras del momento

Es fácil suponer que toda recitación con la que usted tenga que enfrentarse consistirá de una serie de puntos y hechos que rodean a un tema general. Lo primero que hay que hacer en preparación para su discurso, es aislar, esclarecer y claramente identificar el tema. Luego, cada parte individual del bosquejo del discurso tendrá una rela-ción concreta con el patrón del todo y podrá usted verla mentalmente dentro del esqueleto completo del discurso.

Prepare un bosquejo del material en manera muy se-mejante a la que ya se ha discutido en relación con los bosquejos de estudios. Para hacer esto, encontrará proba-blemente que es útil escribir un borrador del discurso entero, palabra por palabra, aunque usted no pretende pronunciarlo así. Subraye las palabras, frases y pasajes importantes, inserte encabezados y subtítulos donde sirvan para recalcar ideas y pensamientos importantes y lea el discurso entero varias veces. Es cuando menos tan impor-tante el estudiar el total, dándose a sí mismo una buena idea del cuadro entero, como lo es trabajar en las partes individuales del bosquejo del tema para memorizarlo ví-vidamente.

Trabaje hacia abajo reduciendo su discurso del total a un bosquejo claro, consiso y vívido. Concéntrese en su estudio del desarrollo lógico de las ideas, fijándose en cómo una oración lo guía lógicamente hasta la otra, en cómo una idea pone el cimiento y base para declaraciones subsiguien-tes. Finalmente, trabaje con más intensidad en las partes individuales que le causan más dificultad, nunca perdien-do de vista el lugar específico que ocupan en el discurso

DISCURSOS, ANECDOTAS Y OTRAS 111

entero. Donde sea necesario, forme cadenas de asociacio-nes de palabras, frases y pensamientos clave, para ayudarse en la transición de un punto a otro.

Conozca bien su asunto —entienda usted mismo lo que está tratando de comunicar a sus interlocutores; co-nozca la dirección en que intenta dirigirse— tenga una muy buena idea del desarrollo y organización de su dis-curso, para evitar así ese confuso divagar que tiende a mandar las audiencias a dormir. Con estos dos principales problemas bajo su control, no podrá menos que presentar su material eficiente, clara y comprensiblemente.

Probablemente usted no va a ganar amigos ni influir en las personas si comienza contando una historia cómica y luego sucede que le falla la memoria a la hora del remate! Pero si es usted más o menos como todos los demás, cierta-mente le agrada contar anécdotas, chistes e historias entre sus amigos.

Cuando oiga un chiste que le gustaría repetir posterior-mente, préstele especial atención a la línea de remate! Establezca una idea de asociación entre el chiste y el lugar donde lo oyó, porque, cuando menos, va a recordar eso. Vea mentalmente la acción que se desarrolla ... insólita, improbable o increíble. Siempre se puede reconstruir una historia chistosa si la repasa del momento en que produce la risa hacia atrás.

Recitación literal – Poesías, citas, etc.

La memorización, al pie de la letra, de recitaciones se hace necesaria cuando se le invita a repetir ciertas cosas palabra por palabra, o cuando siente usted que la redac-ción de un punto o pasaje específico en un discurso es particularmente vívida, potente o efectiva, El golpe de una anécdota algunas veces perderá su efecto a menos que se repita específicamente palabra por palabra,


Encomendarle a la memoria pasajes exactos requiere mucho más estudio y repetición que lo que se necesita para aprenderse un bosquejo e introduce el riesgo de que esté hablando de memoria sin entender realmente, usted mismo, lo que está diciendo. La consideración más importante, entonces, consiste en asegurarse a sí mismo de que entien-de el pasaje que está memorizando. Haga esto analizando las palabras y frases mismas y tratando de poner las ideas y su significado en otras palabras mientras está estudiando aquéllas. Para "decir la misma cosa" en palabras diferentes, debe usted primeramente entender por completo el signi-ficado del pasaje.

La extensión del pasaje al memorizar será un factor decisivo en la cuestión de memorizar en secciones o en un todo. Si la pieza es muy larga, encontrará usted que es imposible memorizarla como una sola unidad con mucha eficiencia. Sin embargo, el dividirla en secciones introduce el riesgo de perderse de vista el patrón general. Decida con cada problema individual el método a usar. Cuando tenga primero que dividir un pasaje largo en secciones, más fáci-les de manejar, siga el sistema de asociar las secciones una con otra, como ya se ha bosquejado.

Todo recurso para memorizar que hasta ahora se ha discutido en este libro —ideas gemelas, cadenas de asocia-ción de ideas, imágenes mentales, etc.— son cosa permi-sible en la preparación de discursos y otras recitaciones que deben estar en la punta de la lengua. Primordial importan-cia debe asignarse, sin embargo, al que entienda usted el material... cuando sabe de lo que está hablando, la aso-ciación de ideas actúa mejor, las ideas se acomodan más fácilmente siguiendo un patrón y, en caso de que le falle la memoria, podrá depender de los buenos conocimientos que están almacenados en su mente,

9. COSAS DE NUMEROS

Es triste decirlo, pero cuando se trata de memorización, hay muy poca certeza en los números . porque los nú-meros son cosas abstractas y se hacen muy difíciles de recordar hasta que se pueden asociar con otros conceptos más concretos. Cuando una fecha, un precio, una cantidad relativa a negocios se relaciona por medio de la asociación mental con algo familiar, se hace factible en el esquema de la memoria. Pero, si se le deja sólo como un mero dígito aislado o un grupo de líneas retorcidas, no hay mu-cho que se pueda hacer con él para beneficio de la me-moria.

Lo primero que probablemente verá usted en un nú-mero es una especie de patrón —un diseño en su cons-trución que quizá le permita recordarlo o reconocerlo la próxima vez que se cruce por su camino. "1234" forma un simple patrón . .. y también lo forman "1357", "5555", "369" y así sucesivamente.

Y puede usted, si lo desea, o si tiene qué hacerlo, ver en los números ciertos patrones que no son tan obvios —no es importante que el patrón sea de tal forma que le permita categorizar el número entre clasificaciones bien conocidas, tales como la de non, par, non, par o en esca-lera descendiente de dos. El hecho de que "27" más "6"


produce "33" producen un patrón en "2733". . . "3412" le induce a pensar que "3" por "4" es igual a "12". Cual-quier análisis que usted pueda hacer de la construcción de números, tal como la diferencia numérica entre sus dígitos, su ascenso o descenso, le proveerá de una caracte-rísica más de asociación, aun en el nivel abstracto, pero de todas maneras es un gancho asociativo.

La siguiente característica que se le puede ocurrir a usted al analizar un número es la existencia de alguna asociación especial entre éste y algún otro aspecto de sus conocimientos —"1492" trae algo específico a la mente y, si este número correspondiera al domicilio de alguien, pro-bablemente no tendrá dificultad para recordarlo.

Las asociaciones de ideas que usted vea en los números dependerán de su particular fondo personal de conoci-mientos. Para alguna persona, "1849" podría significar el cuadrado de "43", mientras que para otra quizá le recor-dará la famosa Fiebre de Oro en California. ¿Sabía usted que "289" es el cuadrado de "17"? . . . ¿que "34" es el número de tiros disparados en el legendario pleito del corral O. K. . ? ¿que "39.37" es el número de pulgadas que hay en un metro? . ¿que el río Ohio tiene "981" millas de largo?

Su particular fondo básico de conocimientos también será de utilidad en otra manera, cuando esté trabajando con números. Usted probablemente no va a cometer el error de pensar que George Washington murió en 1899, porque está familiarizado aunque sea ligeramente con la participación de éste en el curso de eventos que dio forma a América, y todo esto tuvo lugar en el siglo dieciocho. Seguramente usted no va a creer que el nuevo automóvil que está pensando comprar no le costará más de $30.00 porque su conocimiento básico de los precios y valores actuales le permitirá poner el punto decimal en el lugar apropiado.

COSAS DE NUMEROS 115

Quizá el modo útil para permitirle el recordar cosas de números es la traducción por medio de letras (o pala-bras) a número. Usted recuerda nuestros ejemplos previos de traducción de números a palabras asociables, primero, por medio del orden alfabético —A-1, B-2, 3-C, etc., y lue-go por el uso de una tabla específicamente formulada de valores en letras— números y asociaciones claves de pa-labras. En el caso de números telefónicos, cuando menos, hay un tercer sistema que muchas veces está a la mano —los números se pueden sustituir con cualquiera de las tres letras que comparten los lugares específicos en el te-léfono.* Así, el número "7" se puede traducir por "P", "R", o "S". . . el número "2" podía transformarse en "A", "B" o "C". Y si los números "O" y "1" están ausentes de cualquier número telefónico en particular, se puede inven-tar una palabra que sea menos difícil de recordar que la cadena de números y "llamarla" en su lugar. Por ejemplo, si usted desea hablar a alguien cuyo número telefónico es "HO-8-3647", en lugar de llamar el número puede usted marcar "H-O-T-D-O-G-S".

Tiene usted suficiente libertad en la construcción de estas palabras, pues hay cuando menos tres letras para escoger por cada número. Puede usted, si gusta, cambiar las letras de la central por otras más fáciles de leer. Ni siquiera tiene que formar palabras enteras, pues las sim-ples sílabas que se pronuncian producirán un patrón más fácil de recordar que los números en sí.

Así que tiene usted tres métodos marcadamente diferentes y sin embargo, muy similares, para traducir los números a las formas más familiares que las que se hacen con letras y palabras... sin incluir cualquier otro sistema de números que usted mismo pueda inventar. Pruebe todos los sistemas con todos los problemas numéricos que

* N. del T. En los teléfonos norteamericanos hay las siguientes combina. ciones de números y letras: 2•ABC, 3•DEF, 4GHI, 5-LKJ, 6-MNO, 7-PRS, 8-TUV, 9.WXY.


se presenten, si lo desea, y determine cuál es el que provee la asociación de ideas más benéfica en cada caso.

Con todos estos patrones, asociaciones con su conoci-miento personal y ayudas para la traducción, todavía hay un solo modo de estar seguro que se recuerdan los núme-ros exactos y éste consiste en comprender los hechos que se esconden tras los números. Si está usted bien familiari-zado con la información relativa a las tendencias que han influido en su negocio durante las últimas semanas, ten-drá a su disposición un buen marco para encajar dentro de él los numeros que está tratando de recordar. Si usted sabe que un edificio en particular está situado en la Quinta Avenida, entre las calles "B" y "C", y que el sistema de nu-meración de las casas en ese barrio incluye números ascen-dientes de "1000" en adelante, puede estar seguro de que la dirección del edificio indicado tiene un número entre "1000" a "1 500". Si está usted consciente del hecho de que el joven Will Shakespeare vivió entre fines del siglo dieci-séis y principios del diecisiete y que participó como actor en un drama por Ben Jonson, puede estar cierto de que Jonson nació en 1573 y no en 1753.

Aquí están los ejemplos de varios métodos que usted podría usar para anclar en su memoria un número deter-minado. Supongamos que en el catálogo de su compañía el artículo número "432" corresponde a un hermoso uku-lele. En primer lugar, usted sabe que en el sistema de nu-meración del inventario, los números 400's están reserva-dos para los instrumentos musicales, y ya con esto ha cubierto la tercera parte del camino. Y si ha estudiado el catálogo lo suficiente, quizá ha logrado aprender el núme-ro y su correspondiente artículo por medio de la simple repetición. De cualquier modo, no le hará daño añadir en beneficio de la memoria los anzuelos adicionales que es-tán a la mano por medio de los diferentes sistemas de tra-ducción.

COSAS DE NUMEROS

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Cuando se traduce el número "432" según la clave que se delineó muy atrás en el Cap. 5, llega usted a la com-binación "R-M-N", . Estas letras se pueden convertir en "armonía", que fácilmente se puede relacionar con el ar-tículo del inventario. Alfabéticamente los números se tra-ducen por "D-C-B". .. con cuyas letras puede usted formar una simple frase como "David Canta Boleros" y luego aso-ciar la idea de su amigo David cantando al acompaña-miento de un ukulele. Usando los números del teléfono, encontrará la combinación "I-D-A", que corresponde al número de catálogo y entonces puede imaginarse una her-mosa muchacha llamada Ida, con una falda de hierbas y tocando el ukulele.

No hay mucha probabilidad de que confunda el pro-ducto de un sistema de traducción con el otro, porque cuando mentalmente prueba los sistemas, probablemente no entenderá lo que resulte a menos que toque una cuerda familiar,

Por lo que respecta a un patrón inherente, el número "432" contiene uno que se reconoce inmediatamente... y, si "432" resulta ser la segunda mitad del número de las placas de su automóvil, tiene usted entonces una idea por asociación sacada de entre su propio arsenal de conoci-mientos.

Teniendo una idea general del área a que corresponde el número que usted está buscando y habiendo provisto por medio de la asociación de ideas unos pocos medios extras por los cuales puede traerlo a la memoria, estará usted en buena posición para recordarlo. Mientras esté usted usando su mente para pensar, así como para inventar y utilizar estratagemas de memorización, su facilidad para recordar cosas de números le será de mucha utilidad.

H. PERSONAS...

SUS NOMBRES Y ROSTROS

Un pepino, con nombre diferente, sabría a cucurbitá-cea... pero es mucho más fácil el comunicar la idea di-ciendo "curtido" que hablándole de una cosa verde, larga y chipotuda que tiene unas semillitas por dentro y sabe agria y salada. Los nombres son, después de todo, nada más que títulos convenientes para la identificación que damos a las personas, de tal manera que no confundamos al presidente del banco con el latoso que vive en la siguien-te calle.

El problema de recordar los nombres de las personas es una triple tarea: recordar a las personas recordar los nombres .. y relacionar los nombres debidos con las personas debidas. Y cuál es la mejor manera de proceder a la resolución del problema? Es la misma y vieja historia otra vez ¡encontrará que es más fácil recordar las co-sas si muestra mayor interés en ellas! Los nombres pro-ducirán impresiones más profundas en su memoria cuan-do sepa usted más de sus derivaciones y desarrollo. Los rostros le serán más familiares a su vista cuando busque facciones y características distintivas. Los nombres y las caras permanecerán mucho más unidos en su memoria


cuando las personas que los llevan le sean mejor conocidas.

Cuando usted conoce a una persona sólo a la ligera, su nombre tiende a hacer vívido el concepto de su persona-lidad y apariencia física porque usted ha asociado aquél con el individuo. Pero una vez que logra usted conocerlo mejor, su nombre tiende a hacerse menos vital a su re-cuerdo de él porque puede usted imaginárselo mentalmente a él y tiene el recuerdo de muchas experiencias comparti-das con él. Al mismo tiempo, el recuerdo de su nombre se hace más importante, pues hay más probabilidades de que se presente la oportunidad de usarlo —al dirigirle la palabra, al presentarlo con otras personas y al hablar con él.

El asunto consiste en que es importante formarse la memoria del nombre de una persona lo más temprano que sea posible al iniciar con ella una relación, cuando depende usted más del nombre en sí. Recurra a los prin-cipios de memorización que ya han probado ser invaluables para la eficiente memorización de todas las cosas —patrón y asociación.

Hay cierto patrón en los nombres —en su escritura; (Adam, Willis, Anne ) ... en su ritmo (Cyn-tia, PAT-terson, Se-gisMUN-do, Qui-ÑO-nes) en la apropiada relación con sus dueños (gemelos llamados Harry y Barry, un hom-bre grueso que se apellida Obeso y un hombre flaco que se apellida Delgado). Muchos nombres proveen una base conveniente para imaginárselos y recordarlos —nombres como Robin, Samsón, Lily y Rock facilitan una imagen obvia y una asociación apropiada; apellidos como Bonapar-te, Campos, Plata y Labrador hacen lo mismo.

En muchos casos la imagen y asociación quizá no sean tan evidentes; pero de todas maneras están presentes. Ber-nardo se deriva de oso; Rex significa rey; Herman identi-fica a un militar; Jacqueline significa "seguir"; Gertrudis

PERSONAS... SUS NOMBRES Y ROSTROS 121

significa "doncella con lanza"; Edith significa regalo va-lioso.

Otro grupo más de nombres, seleccionados por los pa-dres en honor de celebridades populares, provee una aso-ciación por el recuerdo de las celebridades en sí: nombres que recientemente han aumentado en uso a causa de los ídolos populares de cine y televisión incluyen a Milton, Gary, Brigitte, Glenn, Loretta, Deborah y Cary. Dwight, en los últimos años, ha aumentado en popularidad. La misma clase de asociación de ideas con un nombre famoso se en-cuentra en los nombres bíblicos así como en los de antepa-sados de la familia.

El origen de los apellidos

A menos que tenga usted un conocimiento apropiado del origen de los apellidos, algunos aparentemente difíci-les de imaginar, como Mendelssohn, Stark, Cañero y Del-gado le sugerirán a usted muy poco que se pueda asociar con otra idea. Por lo tanto es de desearse un poco de fon-do —unas migajas más que exciten el apetito de su inte-rés y lo hagan así prestar atención más completa cada vez que se encuentre nombres nuevos.

Si por lo que respecta cuando menos a su nombre, us-ted es como todos los demás —y lo es— su apellido se de-riva originalmente en una o más de las siguientes maneras: por el oficio u ocupación de algún antepasado, tal como Juan el herrero (Smith), o Ricardo el molinero (Miller); por la residencia de un antepasado, tal como Juan Hill (cerca de la loma) o Tomás Stonewall (junto a la barda de piedra); por el sobrenombre de un ancestro; como Sa-muel Strong (el fuerte) o Harry Hardy (el intrépido); por el nombre del padre o patrón, tal como Charles Richard-son (hijo de Ricardo) o Patricio Fitzgerald (hijo de Ge-rardo).

Los apellidos que se originaron en países extranjeros y que, muy apropiadamente, se forman con palabras de


una lengua extrAña, quizá suenen como si estuvieran he-chos tan sólo de un montón de letras, pero fueron forma-dos exactamente en la misma manera que Cook (cocinero) y Butler (mayordomo) y Field (campo) y Johnson (hijo de Juan).

NOMBRE DE OFICIOS

Alemán: Zimmerman (carpintero) Francés: Fermier (farmer en inglés, campesino en español) Español: Cañedo (plomero) Italiano: Cavallo (caballero)

NDMBRE DE RESIDENCIAS

Español: Rivera (junto al río) Alemán: Frankfurter (de Frankfort) Francés: Rousseau (junto al arroyo)

APODOS

Alemán: Stark (fuerte) Español: Delgado Francés: Hardi (atrevido) Italiano: Tintoretto (teñidor)

PATRONÍMICOS (nombres del padre)

Alemán: Mendelssohn Francés: de Jean o Pierre-fils Español: Méndez Hebreo: Ben Yehudi Irlandés: Fitzsimmons, O'Hara, McMichaels Griego: Parmenides Chino: Lao-tse Arábigo: ibn Saud Polaco: Trotski

PERSONAS . . SUS NOMBRES Y ROSTROS 123

Ruso: Ivanovitch, Rachmoninoff Danés: Cornellisen

Una vez que aprenda usted un poco más sobre el modo en que los nombres han adquirido sus formas, está usted destinado a notar, cada vez que se le presente con un nom-bre nuevo, las características que lo hacen único. El tema completo es en sí realmente de mucho interés y le proveerá de anzuelos extras para cada nuevo nombre que se en-cuentre.

Cuando alguna persona le es presentada a usted, ase-gúrese de que desde el principio ha aprendido correcta-mente el nombre. A menos que sepa usted escribirlo, no podrá imaginárselo en forma escrita; así que no vacile en preguntar cómo se escribe. Repita el nombre en voz alta tan frecuentemente como le sea posible durante su conversación inicial. Diga: ¿Cómo está usted, señor Jo-nes?" y "Mucho gusto de haberlo conocido, señor Jones". Y si el señor Jones es una amistad que usted desea conser-var, escriba su nombre en su libro de direcciones cuando tenga la oportunidad.

Su libro de direcciones —ese registro de las personas a quienes va conociendo— será una ayuda invaluable para recordar nombres. Usted recuerda que al preparar dicho libro eficiente y benéficamente tuvo cuidado de reservar un espacio en el cual anotar, junto con cada nombre, bo-cadillos de información acerca de la personalidad, gustos y aversiones y así sucesivamente. Bueno, si usted estaba realmente interesado en el señor Jones, descubrió algunas de sus características observándolo y haciéndole preguntas durante su primer encuentro con él. Ahora es el tiempo de hacer una nota de su hábito de morder la punta de su pipa, sus lentes de armazón gruesa, el tono elevado de su voz y el hecho de que está casado y tiene tres hijos. Y si de vez en cuando usted repasa su libro de direcciones, la impresión del señor Jones, anclada a su nombre, se incrustará más sólidamente en su memoria.


Analice cada nombre que va conociendo —fíjese si es corto o largo, si contiene o no letras dobles y diptongos, si comienza con vocal o consonante, si el nombre se deriva de algún oficio o residencia, su probable origen nacional, si el nombre parece encajar con el apellido . .. todo lo que pueda usted observar sobre cada nombre intensificará su impresión en la memoria.

Ocasionalmente, aún con nombres que le son familia-res y personas a quienes conoce muy bien, quizá se le pre-sente una laguna mental cuando se trate de hacer una presentación o haya alguna necesidad de usar el nombre. Mate el tiempo lo mejor que pueda —tosa, comente sobre el clima o desmáyese— y mentalmente recorra el alfabeto, letra por letra. Trate de pensar de alguna vez en el pasado cuando usted y la persona de nombre elusivo estuvieron juntos y tuvo ocasión de llamarlo por su nombre. El reac-tuar mentalmente ese evento pasado, quizá obligue a su cerebro a que suelte la información faltante. No pudiendo refrescar su memoria con ninguno de estos arbitrios, re-cuerde entonces que, a mí, me alegra el que sea usted y no yo el que está pasando por situación tan penosa.

En breve, ésta es la manera en que puede reforzar su memoria de las personas, sus nombres y sus rostros: diga-mos que está usted en la playa, descansando bajo el sol y un viejo amigo llamado Frank Polvino lo ve desde una lomita atestada de gente. El ha estado sentado allí con otro amigo y los dos vienen hacia usted para saludarlo. Mientras los ve venir, se da cuenta de que su mente está en blanco absoluto.

Usted reconoce a Frank inmediatamente, por supuesto, porque lo ha conocido y tratado por mucho tiempo. Pero usted estaba tirado en la arena soñando despierto y por un momento su mente no responde muy bien. Ahora, no se tratar de que mentalmente repase un archivo de las carac-terísticas de nombres y rostros e inmediatamente se en-cuentra con el nombre deseado..., pero si se ha aprendido el nombre y lo ha analizado, su mente tenderá a recordarlo

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más fácilmente, en proporción a la cantidad de análisis que se le ha prestado a ese nombre.

Polvino- es nombre Italiano. Este señor que se dirige hacia usted una vez fue a comer- ravioles- en su casa. Su nombre se deriva de la ocupación de un antepasado- un vinatero, y es una traducción burda de "palo de vino." Cuando conoció el apellido por primera vez se fijó que ter-mina en vocal, una vocal que se encuentra en el nombre. ¿Su nombre completo? FRANK- Lin Pol- Vi-no. Pero todos le dicen Frank. El ritmo inherente en el nombre trajo el re-cuerdo de la primera parte a su mente.

Por supuesto se da cuenta usted de que no estuvo pen-sando sólo en estas cosas conforme él caminaba hacia usted... indudablemente este análisis ocurrió, si acaso, en un nivel subconsciente, y en menos tiempo del que se necesitó para percibir su imagen. Pero como usted se tomó hace tiempo la molestia de pensar en todas estas cosas, el nombre en sí se le hizo más vívido y así se grabó más firmemente en su memoria.

Ahora... ¿qué vamos a hacer con esta otra persona, el amigo que Frank le va a presentar? Mientras se levanta a saludarlos, usted oye que Frank está diciendo: " 'Fulano de tal' me gustaría presentarle a mi buen amigo Cedric Beauregard". Inmediatamente entra en acción su mente empírica... CE-dric BEAU-re-gard. El ritmo le dice que la primera sílaba de cada palabra está acentuada. El pri-mer nombre le recuerda a un actor británico; el apellido, de un coronel de Kentucky en su plantación. ¿Quizá es del sur de los Estados Unidos o de Inglaterra? El primer nom-bre comienza y termina con la misma letra. Beauregard es de origen francés, que traducido a la ligera significa bien parecido, si lo quiere traducir literalmente. Y si Cedric es especialmente bien parecido, o especialmente feo, usted podrá asociar vívidamente el nombre con la cara. Las tres vocales juntas en el apellido producen el sonido de una cuarta. ¿Ve alguna cosa más en ese nombre?


Lo primero que usted dice al serle presentada esta nue , va persona es: "Hola, Cedric" o "Mucho gusto, señor Beau-

regard". dependiendo del momento. Durante los siguien-tes minutos, en su conversación con esta nueva amistad, se hará usted el propósito de mencionar el nombre cuando menos una vez más. Si encuentra que es imposible hacer esto porque no oyó claramente el nombre, espere a que lo use Frank, ¡o pregunte! Cedric no puede menos que sen-tirse halagado de que usted piense lo suficiente de su nom-bre como para tratar de aprenderlo correctamente.

Mientras está hablando, se mantendrá ocupado advir-tiendo cualquier características distintivas que Cedric po-sea . .. ojos profundos, cabellera que tira a calvicie, quijada cuadrada, brazos vellosos, acento extranjero, estatura poco común (alto o bajo) y así sucesivamente. Si hay una aso-ciación conveniente entre su nombre y su apariencia física que se le ocurra a usted, mucho mejor.

Finalmente, cuando regrese a la casa y haya terminado de ponerse aceite para las quemaduras de la espalda, hará una nota en su libro de direcciones acerca del nuevo cono-cido. .. su nombre mismo y cualquier otra cosa que usted siente que vale la pena escribir. Si la información se le escapa, puede usted consultar a Frank, una autoridad muy conveniente. Y la próxima vez que repase su libro de direc-ciones estará superando su memoria de Cedric Beauregard.

Con tan sólo un poco de simple práctica, pronto adop-tará usted el hábito de encontrar, automáticamente, patro-nes, asociaciones y características distintivas en los nom-bres. Aun si no toma usted gran interés en las personas en sí, su interés recientemente desarrollado por sus nom-bres y caras muy pronto lo tendrá recordando estas cosas.

11, COMO SE ESCRIBEN

LAS PALABRAS

Para lo que se sabe, quizá tenga usted una de las peo-res memorias para la ortografía que hay en el mundo, sin haber recibido la más ligera indicación de que así es! Si ha tenido mala ortografía, ha sido porque usted no sabía la forma correcta de escribir las palabras ... así que ¿cómo se va usted a dar cuenta de que está cometiendo errores? No muy frecuentemente se dará el caso de que una perso-na a quien le ha enviado una nota corrija sus errores de ortografía y le regrese el manuscrito.

Con respecto a la existencia de reglas invariables y reglamentos para la ortografía correcta, o la asistencia fo-nética de la pronunciación en el idioma español a ni siquiera comience a pensar en esas cosas. ¿Cómo puede usted reci-bir ayuda de un lenguaje que tiene contradicciones tan ambiguas como "asesina" y "acecina", "grabe" y "grave" "cien" y "sien", "competer" y "competir", "tasa" y "taza", "rosa" por "roza". ¿Cómo podemos tomar en serio las reglas de ortografía si es difícil recordar si la palabra correcta es "dicención" o "disención", "compocisión" o "composición"?

La mejor manera de descubrir si su memoria de la orto-grafía necesita ser mejorada o no, consiste en leer todo lo

* N. del T. Todo lo correspondiente a este párrafo se ha adaptado al idio• ma español para hacerlo comprensible.

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que se escriba, con un diccionario en la mano! y para estar seguro de que no está dejando pasar errores que usted no piensa que lo son, permita que alguien más dé una mirada de vez en cuando a las palabras que ha escrito usted. Si descubre que ha estado cometiendo muchos erro-res de ortografía, aproveche el uso de su memoria y utilícela para corregir la situación.

La manera más efectiva para fortalecer el recuerdo de la forma en que se escriben las palabras consiste en leer mucho. Mientras más frecuentemente coloque frente a sus ojos la imagen de las palabras que están construidas de las letras debidas y en el orden apropiado, más mejorará usted su ortografía. Al mismo tiempo se estará familiari-zando con nuevos términos, aumentando así su vocabulario y el conocimiento de palabras dentro del contexto de una variedad de frases y oraciones, fortaleciendo así su conoci-miento de la forma correcta en que se deben usar.

Cuando se encuentre con una palabra que ha escrito incorrectamente, recurra a la "práctica negativa" para co-rregir su error. Muy frecuentemente sus faltas de ortogra-fía son ya un hábito, y la manera más efectiva de desha-cerse de un hábito consiste en enfocarlo conscientemente; luego, cuando se comete otra vez el error, ya es intencional, en lugar de habitual.

¿Cómo actúa esto en la corrección de errores ortográ-ficos? supongamos que ha escrito mal la palabra "trascen-dental", pues le falto la "s". Tome un lapiz en la mano y escriba

tracendental . . . eso es estúpido . trasen ... tracen. tracendental. . qué tontería tracendental . está equivocado tracendental ... trazen trazen

Escriba varias veces la palabra de la misma manera en que lo hizo incorrectamente y cada vez que "corneta el mis-mo crimen" dése un manazo mental en la muñeca. Luego, escriba

COMO SE ESCRIBEN LAS PALABRAS

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TraScendental. ,"S" antes de la "c" TraScendental conSciente eScena TraScendental traScendental traScendental

La estratagema visual de usar una "S" mayúscula puede ser modificada para señalar vívidamente los errores que usted corneta con otras palabras.

Sí ha escrito incorrectamente la palabra "gasto", susti-tuyendo la "s" con una "z", quizá pudiera indicarlo escri-biendo "ga$to".

Si ha escrito "inercia" con doble "n", pudiera usar estos dos modos: "in(n)ercia. .."iNercia".

Si ha escrito "agetivo" en lugar de "adjetivo", podía probar "AD-JE-tivo",

Si la "c" en "conciencia" le causa problemas escriba "con ( s )cien-Cia".

Concéntrese en la letra o letras específicas que le cau-san dificultades y repita su práctica de corregir sus errores tanto como le sea posible. Quizá usted pueda destinar un periodo especial del día para dedicarse al estudio de la orto-grafía, hasta que sienta que ha alcanzado un grado razo-nable de dominio sobre la materia.

En lugar de recurrir a la sobreabundante lista de "pala-bras frecuentemente escritas mal" que se encuentran en libros de texto, y correctores comerciales de la ortografía, prepare su propia lista de palabras que usted ha escrito in-correctamente, anotando en un libro especial cada palabra que vaya encontrando. ¿Para qué gastar su tiempo corri-giendo los errores de otros? ¡Ya con los suyos tiene sufi-ciente!

12. VOCABULARIO

E IDIOMAS EXTRANJEROS

Si diera usted una mirada a las siguientes palabras—

jable Paulowna fanion forte asticote flamen

—¿estaría seguro a qué idioma pertenecen?

Tres de esas palabras pertenecen al idioma español. ¿Las puede encontrar?

Como, después de todo, cada palabra qué usted no en-tiende le es extranjera, los métodos que usaría para au-mentar su dominio del idioma español son precisamente los mismos que usaría para aprenderse una lengua extran-jera. Así que ambos problemas serán considerados simul-táneamente en este capítulo.

Las palabras son, una vez más, sólo símbolos—de cosas ... de actividades ... de valores e ideas. Las necesita usted sólo para facilitar la comunicación, con otros, y a veces con usted mismo. Para entender el significado de una palabra debe estar usted en condiciones de encadenarla


directamente con su significado—no indirectamente, por medio de otra palabra. Cuando oye usted la palabra "azul", debe estar en condiciones de pensar en el color en sí y no en "el color del cielo sin nubes", como nos dice el diccionario. Cuando lee o escucha la palabra francesa "bleu", debe ser capaz de pensar en el color, sin tener que traducir primero la palabra por el equivalente en español.

De allí que las palabras que usted desea aprender, si posteriormente le han de ser genuinamente comprensibles por su significado en sí, deben ser estudiadas en el contexto de un material significativo. No le sería suficiente el estu-diar listas de palabras y sus sinónimos o breves definicio-nes—tiene que ver cómo se utilizan al hablar y en la prosa ...tiene que estar en condiciones de verlas mentalmente y entender sus connotaciones.

No le convendría mucho a usted estudiar todo el diccio-nario, pues contiene muchas palabras que nunca le serán de utilidad. Además, ya está usted familiarizado con mu-chos de sus términos.

Cuando se encuentre con una lista de palabras en un idioma extranjero, varias de las palabras del vocabulario serán fáciles de aprenderse inmediatamente—el término alemán "Reflektor", "arternative" y "function" en inglés y muchas otras son, ya sea idénticas en su pronunciación y escritura, o muy similares. Lo mismo se puede decir con respecto a la ortografía y pronunciación de las palabras en otros idiomas.

Así que...para hacer las cosas más convenientes y eficientes, probablemente el método más apropiado de estu-diar palabras consiste en tener un montón de trajetas indi-viduales. Puede incluir en su archivo personal de palabras tantas tarjetas como desee, quitando las que ya se haya aprendido lo suficiente e introduciendo nuevas tarjetas con-forme adelante en sus estudios.

En un lado de la tarjeta, en letras grandes, escriba la palabra que desea aprender. En el otro lado, en letras muy

VOCABULARIO E IDIOMAS EXTRANJEROS

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pequeñas, cerca de una esquina, escriba su definición o traducción. Llene el resto de ese lado con un boceto que visualmente le transmita el significado de la palabra—para "dog" dibuje un perro. , para "run" a alguien corriendo. . . para "red" quizá tan sólo una línea hecha con crayón rojo.

Cuando use las tarjetas para su estudio, mire primero el lado, de la "pregunta" y trate de proveer la "respuesta" de memoria. De vuelta a la tarjeta y mire el dibujo. Use la palabra en una oración, tanto oralmente como por escri-to. La próxima vez que revise la misma tarjeta use una frase diferente,

Después de poco tiempo, podrá habérselas por completo sin la respuesta de palabra por palabra y pensará directa-mente en la expresión visual de la palabra que está estu-diando. La repetición de la tarea de repasar las tarjetas y la variedad en las oraciones contextuales pronto llenará el vacío en su vocabulario.

Utilice el aprendizaje espaciado para estudiar vocabula-rios—quizá podía llevar consigo un puñado de tarjetas para estudiarlas cuando tenga un momento libre—esperando el autobús, durante el lunch, etc. Dése a sí mismo tiempo entre los periodos de estudios para encontrar en el idioma de todos los días o en su lectura usos para las palabras que está estudiando.

13. COSAS QUE TIENE

QUE HACER

Esta clasificación especial de problemas de la memoria incluye citas a las que tiene que presentarse, promesas que ha hecho, trabajos que hay que realizar, lugares seguros en los que usted ha dejado cosas, riesgos que se deben evitar y el deshacerse de la ansiedad que produce el pensar si se ha encargado uno de todas las cosas.

Su recuerdo de muchas de estas cosas puede ser consi-derablemente reforzado por la utilización de recordatorios artificiales—puede usted hacer anotaciones en un calenda-rio de citas frecuentemente consultado ... puede dejarse una nota para usted mismo en algún lugar conspicuo .. . puede dejar la ropa que hay que llevarle al sastre en algún lugar que esté a la vista ... puede preparar el reloj desper-tador o dejar una nota con su secretaria.

Aproveche lo mejor que pueda todas estas oportunida-des para aseguararse de que hará todas las cosas que tiene que hacer. Si tiene usted una reunión muy importante con el director de la cámara de comercio, ¿para qué correr el riesgo de no asistir a la cita enredándose con otro problema más inmediato? Su memoria natural de tales cosas debe depender del que su mente esté completamente libre para


hacerle recordatorios ... y usted sabe muy bien que este no será el caso común todo el tiempo.

Muchas de las sugestiones para encargarse de los pro-blemas de esa naturaleza por medio de arbitrios artificiales han sido ya suficientemente descritas en el Cap. 6 y ya no necesitan ser discutidas aquí. Hay, sin embargo, muchas ocasiones en el transitar de la vida en que es imposible utilizar tales arbitrios. Y entonces tiene usted que depender exclusivamente de su memoria natural para salir del apu-ro. Con unos pocos y eficientes hábitos, podrá su mente, a la hora de la necesidad, encargarse de usted.

Esfuércese por formar una especie de patrón en cada serie de tareas a las que se enfrente. Siguiendo con regula-ridad un orden inalterable al hacer las cosas, proveerá a su mente con un patrón definido con el cual clasificar sus tareas. Así, el ama de casa que plancha la ropa todos los días inmediatamente después de hacer las camas, permite que su mente refresque el recuerdo de lo que tiene que ha-cer enseguida. El trabajo de hacer las camas se convierte en un recordatorio del trabajo de planchar; el planchar trae-rá el recuerdo del siguiente trabajo y así seguirá durante el día.

Si tiene usted una cita importante que atender, con el dentiskarejejn lo, su genuino interés en ello quizá sea un poco menor le su_ deseó de riacerIllecurriendo al prin-cipióde \la recompensa bonificada, puede usted áumentar su inter-és de esta manera: Hagála cita con el dentista tan solo una parte_ de algo _que hay que recordar, asocián-dola en su mente con la idea de una película o una cena en su restatiránte favófito-:- 1dd-tinque las dos cosas vívida-mente, como si siempre fuera al cine inmediatamente des-pués de'ir con el dentista. Este "sistema de paquete" parecerá entóné-és mucho más atractivo de lo que parecía la sola cita con el dentista y, como se ha aumentado su atracción, hay una mayor probabilidad de recordarla. -

En vez de decirse a sí mismo: "Debo pasar por la ofi-

COSAS QUE TIENE QUE HACER

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cina de la compañía de gas y pagar el recibo", diga: !II a ver esa nueva media en el teatro fulano-de-tal luego que haya pasado por la oficina de la compañía de gas a pa-gar mi cuenta". En lugar de "Tenemos que ir esta noche a pasar uñ rato con ese aburrido de Jim", diga: "Vamos a pasar un rato esta noche en compañía de esa chula de Sally y su aburrido esposo Jim".

La vocalización y la expresión visual muy frecuente-mente le ayudarán a su memoria natural a recordar las cosas. El sonido de sus propias palabras, la escena visual de que proveerá a su imaginación, multiplicarán sus pro-babilidades de recordar—su mente tendrá todos esos an-zuelos extras con los cuales pescar cuando se llegue su tiempo.

Si tiene usted que decirle algo especial a un amigo y ) tiene temor de no recordarlo cuando lo encuentre, imagine- \ se su encuentro con él —véase a sí mismo caminando ( hacia él, dándole la mano y diciéndole exactamente lo que tiene en su mente. Recite su parte en voz alta, teniendo cuidado de no atraer mucho la atención de los extraños que lo rodean. Escuche mientras le dice, palabra por palabra adelantadamente, la información que se propone repetir posteriormente. Y cuando de veras se encuentre con él, su memoria se trasladará en retrospección a lo que se imaginó y habló antes del encuentro, recordándole que tiene algo muy especial qué decir.

Si hay un gran bache en la calle por donde usted mane-ja de vez en cuando, puede aumentar las probabilidades de recordarlo si hace la misma cosa. Cuando pase el bache, diga en voz alta: Ese es un bache muy grande y está en la calle Culpepper, entre la Seis y la Siete". Hay grandes probabilidades de que la próxima vez que se aproxime a ese tramo de calle la memoria de su último viaje por allí le haga sacar la vuelta.

La vocalización de las tareas muy frecuentemente li-berará su mente del temor de no haber hecho las cosas que


debiera haber realizado. Si va a salir de viaje, probablemente tiene una lista de cosas que hay que hacer antes de la partida, tales como ordenar que cese la entrega de leche, asegurarse de que están cerradas las llaves del agua y que las puertas tengan candado. Después de haber escrito una nota para el lechero, exclame: "Bueno, no más entregas de leche," Conforme va revisando las llavá del agua, anúncides a las paredes: "Allí ya no pasa el agua". Cuando vaya de salida, dígales a las—Wriás`Mieitras las cierra: "Naliete va a abrir." Y para cuando comience a preguntarse, ya que vaya cruzando la línea divisora, del estado, si acaso se acordó de cerrar las llaves del agua, la memoria de sus discursos satisfará su ansiedad.

'`Pára—eii-Ccirítrar las cosas que guardó en "un lugar seguro," es muy útil que la cantidad de "lugares seguros" sea relativampte pequeña. Tambien es de utilidad poner

\ siete mismas cosas en e ar. Y para niígina '-

atinar desde la primera vez vocalice la situación. Mientras coloca los regalos de Navidad en la bodega de los vinos, diga en voz alta: "Aquí vais, regalos de Navidad, a la bodega de los vinos para que os ocultéis hasta la noche de pascua!" También puede imaginarse la hora en que los recogerá, viendo un cuadro mental de usted mismo arrastrándose hasta la bodega y abriendo las puertas para cargar sus brazos de alegría navideña.

Aun sin el uso de arbitrios artificiales, su memoria tiene suficientes reserva de recursos. Todo lo que tiene que hacer cuando se llegue el momento de recordar las cosas, es llenar el camino de señales vocales y visuales y permitir que la memoria natural sea su guía.

UNAS POCAS PALABRAS

EN CONCLUSION

Sección por sección, capítulo por capítulo, le ha dado usted un buen vistazo a su memoria— primero vio las facetas de que se compone; luego, sus características y peculiaridades distintivas; finalmente, leyó sobre los mé-todos para usar su memoria lo más eficiente y útilmente para recordar en forma práctica.

Una declaración especial fue repetida, una y otra vez, en muchas maneras diferentes y en medio de muchos distintos contextos, pero no obstante, emerge como la esencia uniforme de este libro: El interés surge del cono-cimiento y el conocimiento se retiene mejor por medio del interés. Metido en su cabeza todo un libro de información sobre la memoria y con el conocimiento de que va a pa-sar el resto de su vida en compañía de su propia memoria, para este tiempo ya debiera usted haber desarrollado tan-to interés en ella como es posible que desarrolle una per-sona.

En todo caso su interés particular en la memoria es-tará en relación con usted mismo y su vida y ésa es la clase de interés más util que usted posee! Lo que usted sabe acerca de la memoria ciertamente no le puede perjudicar, pero tampoco le puede ayudar, a menos que


tal conocimiento tenga una aplicación práctica en sus propias experiencias y necesidades,

Asignando inteligentemente problemas de memoriza-ción tanto a su memoria natural como a la artificial, po-drá usted ahorrarse una considerable cantidad de tiempo y esfuerzo. Eliminando la memorización forzada de cosas de las cuales se puede encargar su memoria artificial, mantendrá usted su mente libre y bien organizada, lista para enfrentarse a cualquier tarea importante. La forma en que usted decida atacar cada problema determinará el valor del servicio que su memoria le pueda impartir.

Recuerde, también, que la memoria es sólo un modo de traer a la mente las cosas que usted ya conoce y en-tiende. Ninguna cantidad de estudio, repetición, visión mental o cualquier otro esfuerzo, servirán para sacarle la vuelta a la necesidad de comprender las cosas. Los arbitrios de memorización de que usted ha leído, para que sean de valor, deben ocuparse de material significativo —no una monstruosa existencia de asociaciones de ideas que le recordarán un dato o cosa que, para comenzar, usted nunca supo.

La memoria no es sustituto del conocimiento, porque sin éste no hay necesidad de usar la primera. Así que con-tinúe aprendiendo, provea a su mente con un fondo de información que cada vez vaya en aumento y el servicio de su memoria aumentará junto con ello.

FIDLOW, Michael-Cómo adquirir una memoria prodigiosa

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