Proyecto Fortalecimiento de Actores Locales y Provinciales para la Protección de Derechos

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Foro Provincial con Adolescentes 2013

Provincia del Chaco

6 de diciembre de 2013

Resistencia

Chaco

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Yo quisiera que nos escuchen y que no nos interrumpan cuando queremos hablar, que nos crean cuando contamos algo y que nos entiendan un poco más como somos porque ellos también pasaron por lo que ahora nos está pasando a nosotros. Anabel Abigail, 12 años, Resistencia.

Introducción

El Foro de Adolescentes se realizó en el marco del Proyecto Fortalecimiento de Actores Locales y Provinciales para la Protección de Derechos acordado entre la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Chaco, Estudios y Proyectos Asociación Civil y UNICEF Argentina.

Este proyecto tiene como objetivo por una parte que los Niños, Niñas y Adolescentes de las provincias de Misiones, Formosa, Chaco y Corrientes tengan acceso universal y homogéneo a los servicios locales de protección, de acuerdo con la Ley Nacional Nº 26.061 y sus respectivas leyes provinciales. El segundo de los objetivos consiste en que los niños, niñas y adolescentes de Misiones, Formosa, Chaco y Corrientes conozcan sus derechos y los recursos locales para su protección.

Objetivo de la actividad

Que los y las adolescentes de los Municipios participantes elaboren recomendaciones al gobierno provincial y gobiernos locales para ampliar y mejorar las acciones dirigidas a la promoción y protección de sus derechos, tomando como base los documentos elaborados previamente en los talleres realizados en cada uno de sus Municipios, respecto del ejercicio de estos derechos en sus comunidades

Desarrollo de la Actividad

Participaron de la apertura del encuentro la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Chaco, Mariela Dolce, la Directora de Fortalecimiento Comunitario, Julieta Tayara, la referente del proyecto en la provincia del Chaco, Johana Lezcano, y el Equipo Técnico de Estudios y Proyectos.

En la organización y coordinación de las actividades del Foro participaron los equipos de la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia y el equipo técnico de Estudios y Proyectos.

Participaron del Foro 62 personas de las cuales 37 fueron adolescentes y 25 adultos, representando a los municipios de Fontana, Las Garcitas, Presidencia de la Plaza, Puerto Vilelas, Quitilipi, Tres Isletas y Resistencia.

En un primer momento, se realizó una dinámica de integración y presentación de participantes y luego se proyectaron videos con el objetivo de motivar la idea de la importancia del trabajo en grupo y la resolución colectiva de conflictos.

Los videos sirvieron como disparadores para debatir sobre la necesidad de participar y de trabajar en red para lograr los objetivos propuestos:

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“Lo principal es compartir un objetivo, estar predispuesto a hacer las cosas con un objetivo común, aunque la metodología sea diferente. Hay que compartir los problemas para encontrar una solución entre todos”.

Los adolescentes vincularon el video con el mural que hicieron sobre sus derechos: “trabajamos en equipo para poder hacerlo”.

En segundo lugar, se realizó un juego de roles con el objetivo de reflexionar sobre los circuitos para la resolución de casos de vulneración y elaborar pautas para construir servicios amigables. Para ello se eligieron 3 adolescentes, 3 mujeres y 3 varones, y se les presentó la siguiente situación:

Estamos en la plaza tomando tere y charlando sobre la situación de algunos compañeros que nos preocupan: uno es el caso de José que está trabajando mucho cuidando coches en la calle por la noche y termina tarde y se queda dormido en las clases; el caso de María que quedó embarazada y está preocupada porque no sabe cómo lo va a tomar la familia y tiene dudas de cómo esto puede afectarla para seguir estudiando y el caso de Sergio que desde hace un tiempo se la pasa insultando y pegando a los demás. Queremos ayudarlos y no tenemos claro cómo hacerlo. Tomemos una decisión para ver a alguien ahora.

A partir de los tres casos planteados, los adolescentes debían decidir a qué actores locales recurrir para la resolución de los problemas que afectaban a sus compañeros. Para ello, los participantes adultos del Foro actuaron como representantes de diversas organizaciones, privilegiando que lo hicieran personas que se desempeñaran en roles similares. Esos actores fueron:

1. Familia 2. Escuela 3. Centro de Salud 4. Unidad de Protección Integral (UPI) 5. Dirección de Niñez y Adolescencia 6. Dirección de Fortalecimiento Familiar 7. Policía 8. Municipio 9. Iglesia 10. Centro comunitario, merendero 11. Centro Integrador Comunitario (CIC) 12. Centro de Integración y Fortalecimiento Familiar (CIFF)

En una primera instancia los adolescentes debían, a través de su actuación, contar la situación de partida y mirando a todas las organizaciones presentes, ver quién los podría ayudar para cada caso en particular; interactuando con los participantes que ocupaban los distintos roles. La actuación debía ser espontánea y solamente podrían intervenir los actores por ellos convocados. La actuación finalizaría cuando los adolescentes determinaran que los tres casos estaban resueltos.

¿Cómo lo hicimos?

Caso de trabajo infantil: José

Los adolescentes decidieron recurrir a la Dirección de Niñez y Adolescencia. Como su compañero tiene 16 años, fueron al Departamento de Adolescencia. Una vez que presentaron el caso, el equipo del Departamento les informó que una asistente social iba a ir a la casa de José para ver la situación de la familia, de modo de conocer la composición del grupo, la

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situación económica, si tiene contención o si se siente afectado por algún conflicto. También se podría articular con la línea 102 y con la escuela, con los maestros y directores, para evitar que dejara la escuela. Por otro parte, se le daría un turno con un psicólogo para que pudiera conversar sobre lo que le estaba pasando.

Desde el Departamento de Adolescencia se les explicó que existe la Ley Nacional Nº 26.390 que prohíbe el trabajo infantil y protege el trabajo adolescente. Como José tiene 16 años, puede trabajar pero bajo ciertas condiciones: no puede dejar la escuela, tiene que inscribirse en el Ministerio de Trabajo, los turnos de trabajo no puede extenderse más allá de los límites fijados por la ley.

Luego, los adolescentes preguntaron cuándo se podría comenzar a actuar porque en breve terminarían las clases y José ya no podría contar con la contención de la escuela y se mostraron preocupados por la posibilidad de que empeorara su situación. Desde el Departamento de Adolescencia les explicaron que la atención podría ser inmediata porque se consideraría como un caso de emergencia. Los profesionales podrían visitar a la familia y hacer la intervención lo más rápido posible para que resultara efectiva y no se continuaran vulnerando sus derechos.

Caso de embarazo: María

En el caso de María decidieron, en primer lugar, ir a conversar con ella. Le preguntaron cómo se sentía y cómo podrían ayudarla. Al consultarle si conversar sobre el tema con su familia, ella les dijo que aún no lo había hecho, por lo que le propusieron acompañarla a su casa. María se sentía insegura al respecto, porque temía cómo pudieran responder sus padres, pero la convencieron de hacerlo.

Los adolescentes acompañaron a María a su casa, para que pudiera dar la noticia. Una de las compañeras de María fue la que se ocupó de decirles a los padres sobre el embarazo, a la vez que les manifestó la preocupación de María por su reacción y por la continuidad en la escuela. Tanto la madre como el padre se mostraron sorprendidos, pero le dijeron que la apoyarían, la contendrían y que era necesario que siguiera estudiando. Le manifestaron que ella tenía que poder confiar en sus padres. Le preguntaron: “¿por qué no confiaste en nosotros?, ¿por qué tienen que venir tus amigos a decirnos? Tu familia es la que siempre te va a ayudar y contener en estos momentos que estás atravesando”. Igualmente María les agradeció el apoyo a los padres y les avisó que iba a ir a la escuela a conversar sobre cómo seguir estudiando estando embarazada.

María Familia Escuela

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Por último, fueron a la escuela. Allí le contaron a la docente que ya habían conversado con los padres, quienes manifestaron que apoyarían a María, y ella les dijo que “la escuela nunca le cerró la puerta a ningún niño, sea la situación que sea”. Luego, les manifestó que iban a hablar con los tutores y con los compañeros para contarles sobre esta situación y para que pudieran apoyar a María.

Caso de violencia: Sergio

Los adolescentes fueron a la escuela y la docente que los atendió les propuso trabajar con él sobre ética, valores y actitudes. Les dijo que harían charlas con una psicóloga cada 15 días en relación al comportamiento de los estudiantes. Los compañeros de Sergio le contestaron a la docente que no habían sido solamente agresiones verbales, sino también físicas y que tenían temor a que esas agresiones pudieran ir aumento en el tiempo. Frente a esta preocupación, la docente dijo que iban a conversar con los tutores y, por otro lado, revisar las reglas de convivencia y que si Sergio no cumplía las normas iba a tener una sanción.

Una vez que terminaron de visitar a los actores que estimaron que podrían ayudarlos, los adolescentes evaluaron lo ocurrido en el role playing: “fue linda la experiencia. No está mal ayudar a un compañero”.

Luego, los representantes de cada una de estas organizaciones contaron cómo se sintieron interpretando los roles de actores locales, cómo habían respondido, podían explicar sus funciones y qué podrían haber aportado para la resolución del caso aquellos que no fueron visitados.

Para el caso de trabajo infantil, el representante del CIFF contó que podrían intervenir trabajando con la familia y brindando actividades para que el adolescente pudiera tener contención mientras sus padres trabajaban. Por otro lado, desde el CIC podrían aportar psicólogos para apoyar a José y a su familia.

En relación al caso de embarazo adolescente, desde el municipio se podría derivar a María para que la asistiera una trabajadora social, así como a un CIFF y/o apoyar desde lo económico.

Desde la Dirección de Niñez y Adolescencia informaron que María podría acceder a la Asignación Universal por Embarazo desde los 3 meses de gestación. Por otro lado, el representante de la policía se ocupó de aclarar que en el caso de trabajo infantil y embarazo, ese organismo no podría aportar herramientas.

En relación al caso de violencia, se planteó que en ningún momento se buscó a Sergio para preguntarle qué le pasaba y que “está bueno saber que no está solo”.

Los actores que no fueron visitados para ninguno de los tres casos fueron el Centro de Salud, Unidad de Protección Integral, Dirección de Fortalecimiento Familiar, Policía, área de acción social del Municipio, Iglesia, Centro comunitario, CIC y CIFF.

La mayoría de los actores explicaron sus funciones y describieron sus equipos a nivel general, sin necesariamente referirse a cada caso particular. El área de acción social del municipio cuenta con asistentes sociales y podrían brindar ayuda económica a las familias. El CIC tiene profesionales que pueden brindar atención psicológica, mientras que los CIFF cuentan con psicopedagogos y psicólogos. Las UPI son unidades descentralizadas de la Línea 102, que funcionan en el interior de la provincia. Luego, la Dirección de Fortalecimiento

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Familiar se ocupa de realizar tareas de prevención e inclusión de NNyA que lo necesiten en los CIFF y los acompañan con la asistencia de sus psicólogos. Desde la Dirección de Niñez y Adolescencia, cuando se toma conocimiento de un caso a través de la línea 102, se articula con otros organismos y se comienza a trabajar con el grupo familiar. A la línea 102 se puede llamar todos los días, las 24 hs., en forma gratuita y se toman las denuncias en forma anónima. Pocos participantes conocían la existencia de esta línea.

Los observadores, es decir, el resto de los participantes que no actuaban, opinaron sobre la representación. Para ello contaron con una Guía de Observación donde estaban presentados los casos y enumerados los actores locales, para poder anotar si los habían visitado y cómo había resultado la atención.

En relación al caso de trabajo infantil, se destacó que en ningún momento se habló con la familia, ni con José para conocer la situación familiar, ni qué le estaba pasando al adolescente.

En cuanto al caso de embarazo, una adolescente dijo “el grupo era muy unido, se respetaron entre ellos y respetaron a María al ir a hablarle”. Se resaltó que la familia actuó de forma compresiva y apoyando a María, pero que en realidad eso no ocurre con frecuencia: “a veces los padres no apoyan a los hijos, aunque deberían hacerlo pase lo que pase”.

Se habló del derecho a la vida y una participante mencionó que también era necesario problematizar que no se hablara de Educación Sexual Integral en las escuelas.

Después de que expusieron sus posiciones todos los actores locales y observadores, se consultó a los adolescentes actores si hubiesen hecho algo diferente. En relación a ello dijeron:

“Hubiese sido importante no solo recurrir a las instituciones a las que fuimos, sino poder involucrarnos más con la persona. Más allá de involucrarnos con el caso en particular, es más importante el hecho de actuar e involucrarse, antes que estar juzgando las diferentes acciones o problemas que tengan los alumnos”.

“En el caso de Sergio se tendría que ver qué problemas tiene y cómo podría resolverse desde su punto de vista”.

¿Qué se hace en estos casos?

Luego del debate sobre el role playing, representantes de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia presentaron los circuitos analizaron los circuitos que debía recorrerse para la resolución de estos casos.

Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia

Equipo de Protección (menores de 12 años)

Departamento de Adolescencia (12 a 18

años)

Área Civil

Área PenalLínea 102

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Desde la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia se atiende según el grupo de edad del niño, niña o adolescente. Si tiene hasta 12 años interviene el Equipo de Protección. Si tiene de 12 a 18 años atiende el Departamento de Adolescencia, que está dividido en el área civil (cuando el adolescente es víctima) y un área penal (cuando el adolescente comete un delito). El Departamento está dividido en 4 zonas: norte, sur, este y oeste.

Para el interior pueden llamar a la línea 102 o ir a las UPI.

Al llamar a la línea 102 un trabajador social visita el domicilio del denunciado o denunciante para poder conocer el caso. Luego se interviene en red. De acuerdo a la temática puede acudirse al centro de salud, al CIFF, etc.

Se aclaró que los NNyA pueden hacer denuncias. Si tienen dudas pueden llamar a la línea 102, pero en el caso de que vayan directamente a la policía, se le debe tomar la denuncia.

Servicios amigables

En plenario, se realizó un listado de las características que tendría que tener un servicio u organización para ser amigable con niños, niñas y adolescentes a partir de una lluvia de ideas. Se mencionó que debe tener un edificio propio, profesionales capacitados, que haya una buena atención, “que te escuchen”, “que no haya indiferencia” y que se cumpla el horario fijado.

Luego, se trabajó en grupo con una guía de pautas que hacen amigable a un servicio para adolescentes. Todos los participantes contaron con un cuadro para ir siguiendo las pautas para pensar cómo eso se podría dar en el ámbito de su comunidad.

Para realizar los aportes, se consultó los participantes por las características que deberían tener los servicios para ser equitativos, accesibles, aceptables, apropiados y efectivos.

Para analizar si resultaban equitativos, es decir, si todos los adolescentes podían acceder a los servicios de protección que necesitaran, se consultó si en su comunidad había grupos que vivían en zonas rurales, en comunidades indígenas o migrantes y qué se debería tener en cuenta para que los integrantes de esos grupos pudieran ser atendidos en los servicios en forma equitativa.

El grupo conformado por adolescentes y adultos de Resistencia pertenecían al CIFF Nº 12 Domingo Savio, EEP Nº 404 Zitto Segovia, Hogar Construyendo Sueños, Hogar Sueño de Luz y la Asociación Civil Escuelita de fútbol para un futuro mejor.

Mencionaron que para contar con servicios amigables “se necesitaría más interés por parte de las personas que trabajan para la comunidad, cualquiera fuera su función, y de esa manera se resolverán más efectivamente las problemáticas”.

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En cuanto a qué tener en cuenta para que los servicios locales sean más equitativos, dijeron que “se deberían tener en cuenta para todos los grupos el tema de la igualdad, el respeto, paciencia y predisposición para la atención”.

En relación a la accesibilidad, mencionaron que un horario de atención adecuado tendría que definirse teniendo en cuenta el tipo de atención que brinda, por ejemplo, “si trabajamos en un internado donde hay algún adolescente con problemas de conducta o si se presenta alguna crisis en horarios de madrugada o noche, poder contar con la atención necesaria”.

Para que los adolescentes puedan estar informados de los servicios disponibles y de cómo acceder a ellos, los medios de difusión que podrían utilizarse son murales y el espacio de difusión que podrían utilizarse es la televisión.

En relación a que es importante que la comunidad entienda la importancia de que haya servicios de protección para adolescentes y los apoyan, el grupo consideró que todas las instituciones que forman parte de la comunidad, todos los vecinos, podrían apoyarlos. La forma de buscar su apoyo para que ayuden a promover la existencia de los servicios donde no los hay, o para apoyar a los que existen, sería a través de una buena difusión.

Las actividades que podrían realizar otras personas de la comunidad o los propios adolescentes para promover el acceso al servicio de protección de los derechos serían murales, afiches, folletos y propagandas.

En relación a que los recursos deben ser aceptables para satisfacer a las necesidades de los adolescentes, se consultó qué entendían por algunas características vinculadas a ello y cómo se podría poner en práctica en un servicio.

En primer lugar, definieron la confidencialidad como la conciencia de que los temas tratados no deben difundirse y para ello se debe contar con un espacio y personas capacitadas para estar en ese servicio. Entendieron que la privacidad estaba ligada a tener un espacio adecuado para la contención de la persona.

En tercer lugar, el respeto de las opiniones de los adolescentes y la escucha los comprendieron como derechos ya adquiridos. Que el tiempo de espera sea breve y rápido en caso de emergencia lo vincularon con que debe haber una pronta solución, para lo cual es necesario contar con personal capacitado, adecuado y responsable.

Para que el lugar de atención sea agradable debería estar ambientado y ser cómodo, lo cual se lograría dando participación a los beneficiarios y a la comunidad. Además, que la información debiera estar disponible en diferentes formatos de comunicación implica, según el grupo, que debe ser accesible y estar publicada en lugares a los cuales asiste la comunidad.

Por último, para que los adolescentes participen activamente en el diseño, la evaluación y la prestación de los servicios de protección es necesario desarrollar un trabajo conjunto.

Para que los servicios sean apropiados deben poder responder a las necesidades que tienen los adolescentes. Los temas o problemas que el grupo identificó como más relevantes son el trabajo adolescente, la violencia en el noviazgo y la discriminación.

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Los servicios deben ser efectivos y contribuir positivamente al ejercicio o restitución de sus derechos. Para ello los adultos deberían tener tiempo para poder escuchar lo que plantean los adolescentes, situación que en general no ocurre. Mencionaron que no en todos los servicios se cuenta con los recursos necesarios para prestar servicios a los adolescentes.

El segundo grupo estuvo conformado por adolescentes y adultos de los municipios de Las Garcitas y Tres Isletas.

En cuanto a qué tener en cuenta para que los servicios locales sean más equitativos, dijeron que para los grupos que viven en zonas rurales se debe tener en cuenta que viven a gran distancia, se debe garantizar una buena atención y un trato “de igual a igual”. Para los grupos que viven en comunidades indígenas debería haber respeto y no discriminar y para los grupos de personas que vienen de otros países debería garantizarse un trato cordial.

En cuanto a la accesibilidad, expresaron que un horario de atención adecuado sería que el servicio funcione a la mañana y a la noche, porque “son los horarios más habituales”.

Para que los adolescentes puedan estar informados de los servicios disponibles y de cómo acceder a ellos, los medios de difusión que podrían utilizarse son afiches, redes sociales (facebook) y pasacalles. Los espacios de difusión que podrían utilizarse son las escuelas, las familias, internet, clubes y plazas.

Las personas de la comunidad que podrían entender la importancia de que haya servicios de protección para adolescentes y los apoyen podrían ser el municipio, escuelas, iglesias y el hospital. La forma de buscar su apoyo es trabajando en conjunto.

Las actividades que podrían realizar otras personas de la comunidad o los propios adolescentes para promover el acceso al servicio de protección de los derechos serían talleres y charlas que promuevan los derechos.

En relación a que los recursos deben ser aceptables para satisfacer a las necesidades de los adolescentes, entendieron que la confidencialidad implica brindar confianza y se podría poner en práctica a través del respeto, la seriedad y demostrando interés. Luego, la privacidad se lograría no divulgando la información, lo cual implica respetar a la persona.

En tercer lugar, en relación al respeto de las opiniones de los adolescentes y la escucha dijeron que desde las instituciones debían mostrar interés y seriedad. Mientras que en cuanto al tiempo de espera breve y rápido en caso de emergencia, dijeron que debía actuarse con agilidad a través de la responsabilidad y coherencia.

En cuanto a qué significa que el lugar de atención sea agradable, mencionaron que debía tener buena atención e higiene. Para que la información esté disponible en diferentes formatos de comunicación, consideraron que debía difundirse a través de la radio e internet.

Por último, para que los adolescentes participen activamente en el diseño, la evaluación y la prestación de los servicios de protección es necesario trabajar con un grupo determinado y brindarle información.

En relación a qué temas o problemas son relevantes en sus comunidades y, por tanto, deben tenerse en cuenta para que los servicios sean apropiados, mencionaron la educación sexual integral, violencia familiar, abuso sexual, trata de personas, explotación sexual comercial, adicciones, acoso (bullying), violencia de género, violencia en el noviazgo y discriminación.

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Para que los servicios sean efectivos y contribuyan positivamente al ejercicio o restitución de sus derechos, estimaron que los adultos que atiendan deben conocer las características de los adolescentes, darles tiempo a que cuenten lo que les pasa, algo que no siempre ocurre. Por último, el lugar de atención debe contar con los recursos necesarios para prestar servicios a los adolescentes, pero que eso no ocurre en sus localidades.

El tercer grupo estuvo conformado por adolescentes y adultos de la Residencia Juvenil Nº 3 y de la Residencia Juvenil Sagrada Familia del municipio de Quitilipi.

En relación a qué se debería tener en cuenta para que los servicios locales sean más equitativos, de acuerdo a los grupos que viven en su comunidad, dijeron que para aquellos que residen en zonas rurales habría que considerar la distancia y para los que lo hacen en comunidades indígenas que no sean discriminados.

En relación a la accesibilidad, mencionaron que un horario de atención adecuado sería que estuviera disponible durante las 24 hs del día, debido a que “la necesidad de un chico no depende de un horario”.

Para que los adolescentes puedan estar informados de los servicios disponibles y de cómo acceder a ellos, los medios de difusión que podrían utilizarse son redes sociales (facebook), spots radiales y redes televisivas y los espacios de difusión que podrían utilizarse son las escuelas, familias, radios e internet.

Las personas de la comunidad que podrían entender la importancia de que haya servicios de protección para adolescentes y los apoyen podrían ser las familias, escuelas y profesionales capacitados. Podrían apoyar a los adolescentes guiándolos y acompañándolos, escuchando sus problemas y con una mayor difusión de cuáles son los derechos y deberes de los adolescentes.

En relación a las características que deben tener los recursos para ser aceptables para satisfacer a las necesidades de los adolescentes, definieron la confidencialidad como no defraudar la confianza de quien recurre a ese servicio. Entendieron que la privacidad estaba ligada a dar tiempo al adolescente.

En cuanto a cómo sería un lugar de atención agradable, dijeron que el adolescente debería sentirse acogido, escuchado y cómodo. Para que la información estuviera disponible en diferentes formatos de comunicación debería difundirse en radio, televisión y redes sociales, así como en charlas, videos y talleres. Por último, para que los adolescentes participen activamente en el diseño, la evaluación y la prestación de los servicios de protección sería necesario darles más participación e incentivarlos porque “la participación de los adolescentes es muy escasa”.

Para que los servicios sean apropiados deben poder responder a las necesidades que tienen los adolescentes. Los temas o problemas que el grupo identificó como más relevantes son la educación sexual integral, violencia familiar, abuso sexual, trabajo adolescente, trata de personas, explotación sexual comercial, adicciones, acoso (bullying), violencia de género, violencia en el noviazgo y discriminación.

Para que los servicios sean efectivos y puedan contribuir positivamente al ejercicio o restitución de sus derechos los adultos deberían conocer, comprender, escuchar y guiar a los adolescentes, así como darles tiempo para que puedan contar lo que les pasa, situación que no ocurre con frecuencia.

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El cuarto grupo estuvo integrado por participantes de Fontana, Puerto Vilelas y Resistencia, pertenecientes al CIFF Nº 15 y Colegio San Roque. Mencionaron que es necesario “mejorar la difusión de los organismos, que incorporen un lenguaje apto para todas las edades y condiciones, y que posea eficiencia y eficacia”.

En cuanto a qué tener en cuenta para que los servicios locales sean más equitativos, dijeron que considerando que hay grupos que viven en zonas rurales, los organismos deben visitar frecuentemente esas zonas.

En cuanto a la accesibilidad, expresaron que un horario de atención adecuado sería que el servicio funcione a la mañana y a la tarde: “lo adecuado sería que funcione en todo momento y esté disponible siempre (…) para poder recurrir a estos organismos en cualquier momento que estos sean vulnerados”.

Para que los adolescentes puedan estar informados de los servicios disponibles y de cómo acceder a ellos, los medios de difusión que podrían utilizarse son afiches, redes sociales (facebook), spots radiales, folletos, stickers y pasacalles. Los espacios de difusión que podrían utilizarse son las escuelas, las familias, radios, internet, boliches, clubes, plazas y barrio.

Las personas de la comunidad que podrían entender la importancia de que haya servicios de protección para adolescentes y los apoyen podrían ser “las personas con mayor jerarquía dentro de instituciones y los medios masivos de comunicación y cualquier recurso humano disponible” y creando un grupo de voluntarios.

Las actividades que podrían realizar otras personas de la comunidad o los propios adolescentes para promover el acceso al servicio de protección de los derechos serían a través de dinámicas y actividades artísticas que convoquen al público en general.

En relación a que los recursos deben ser aceptables para satisfacer a las necesidades de los adolescentes, entendieron que la confidencialidad implicaba que no se dé a conocer la información brindada, ni a la persona que hace la denuncia, respetando el anonimato. Luego, la privacidad se lograría no violando los derechos de la persona que denuncia, ni hostigando a la persona que recurre a los servicios.

En tercer lugar, en relación al respeto de las opiniones de los adolescentes y la escucha dijeron que debe haber respeto, compromiso, predisposición y dar lugar a que los jóvenes se acerquen. En cuanto a que el tiempo de espera debe ser breve y rápido en caso de emergencia, se refirieron a la eficiencia y eficacia, que se logra estando atentos y disponibles ante cualquier situación o emergencia.

En relación a qué significa que el lugar de atención sea agradable, dijeron que debía tener buena infraestructura. Consideraron que para que la información esté disponible en diferentes formatos de comunicación debía difundirse a través de medios masivos de comunicación.

Por último, para que los adolescentes participen activamente en el diseño, la evaluación y la prestación de los servicios de protección sería necesario que haya

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involucramiento por parte de los adolescentes a través del incentivo y motivación por parte de los adultos.

En relación a qué temas o problemas son relevantes en sus comunidades y, por tanto, deben tenerse en cuenta para que los servicios sean apropiados, mencionaron la educación sexual integral, violencia familiar, abuso sexual, trabajo adolescente, trata de personas, explotación sexual comercial, migraciones, adicciones, acoso (bullying), violencia de género, violencia en el noviazgo y discriminación

Para que los servicios sean efectivos y contribuyan positivamente al ejercicio o restitución de sus derechos, estimaron que los adultos que atiendan deben conocer el lenguaje de los adolescentes, saber de psicología y pedagogía. Consideraron que generalmente los adultos no dan tiempo a que los adolescentes les cuenten lo que les pasa por falta de tiempo. Por último, el lugar de atención debe contar con los recursos y personal necesarios para prestar servicios a los adolescentes, pero eso no ocurre en sus localidades.

A modo de cierre, se realizó una dinámica de evaluación por medio de la cual los participantes debían expresar en una o dos palabras una sensación o sentimiento que se llevaran del Foro. A continuación se detallan los mensajes ordenados según la cantidad de menciones:

Trabajo en equipo – unión – amistad – compartir - la unión hace la fuerza – libertad – amor – compromiso - luchar por una juventud más sana - me divertí - me sentí feliz – alegría - aprendí muchas cosas – armonía – comunicación -– enriquecedor – entusiasmo – felicidades – fuerza - generación de cambios de paradigmas que permitan levantar puentes de comunicación entre los adultos y los adolescentes - gracias démonos el lujo de crear algo juntos – igualdad – interés - juntos podemos lograr todo - me gustó mucho - me sentí muy bien - no todos servimos para todo pero todos servimos para algo - nuevas experiencias - pasar dejando huellas – paz - pensar - positivo – reflexionar - saber trabajar con otros – seguridad - son más escuchados - todo es mejor acompañado con amigos - trabajar unidos.

Las palabras de cierre del Foro con adolescentes estuvieron a cargo de Mariela Dolce, Subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia del Chaco.

Evaluación de los participantes

Al final de la actividad se pidió a los participantes que completaran una evaluación de la actividad, utilizando un formato distinto para los adolescentes y para los adultos. Estas evaluaciones fueron completadas por 27 adolescentes y 21 adultos.

Los adolescentes comentaron que se enteraron de la realización del Foro Provincial por medio de un profesor o maestro (41%), en una presentación (30%) o mediante los encuentros de adolescentes en los cuales conocieron el proyecto (21%). El 8% dijo haberse enterado por un amigo.

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Entre las razones por las cuales se interesaron en participar, mencionaron que lo hacían para contar lo que trabajaron en los encuentros (41%), para tener experiencia (33%), para conocer personas nuevas (15%) y/o porque es su responsabilidad (11%). Un participante dijo que le serviría para presentar un proyecto.

El 96% de los participantes manifestaron que les gustó participar del Foro y algunos de los motivos que expusieron fueron:

“Porque uno participa y se anima a expresarse y también para conocer los derechos y que te escuchen”. Hugo, 17 años, Quitilipi.

“Conocí a otra gente y me gustaron mucho las actividades que hicimos”. Juan Pablo, 17 años, Resistencia.

“Para contar lo que trabajamos en los talleres y pintando el mural”. Pablo, 18 años, Resistencia.

El único adolescente que dijo que no le había gustado participar, explicó que respondió en este sentido porque no tenía ganas de hacerlo.

Al preguntarles qué cambiarían de la actividad el 42% dijo que no cambiaría nada, mientras que el 35% no respondió. El 23% restante mencionó que le interesaría que pudieran participar más adolescentes, propuso incluir más actividades recreativas y de menor duración y proyectar más videos.

Si tuvieran que recomendar a otros adolescentes que participen del Foro, les dirían que es porque aprendés sobre tus derechos (59%), podés opinar sobre problemas de la comunidad y cómo resolverlos (41%), es una buena experiencia (37%), conocés las opiniones de otros adolescentes (33%), porque es una posibilidad para que los adultos y los adolescentes trabajen juntos (30%). El 26% dijo que lo recomendaría porque es divertido.

Todos los participantes expresaron haber aprendido cosas útiles para la vida durante el Foro. Entre los motivos por los cuales afirmaron esto, mencionaron principalmente la posibilidad de conocer más acerca de sus derechos.

“Aprendí derechos que tenemos y organismos a los que debemos recurrir”. Daniela 17 años, San Roque, Resistencia.

“Porque tal vez nosotros u otros han sufrido algunos maltratos y que en el futuro podríamos cambiar”. Hugo, 17 años, Quitilipi.

“Porque te enseñan cosas buenas y distintas derechos y cómo protegerte de malos tratos”. Elba Marianela, 10 años, Tres Isletas.

“Puedo transmitir esto a otras personas”. Oscar, 15 años, Las Garcitas.

En cuanto a la caracterización de los adultos que participaron de la actividad, resaltaron que los guían y aconsejan (48%), que les importa lo que opinan los adolescentes (44%) y que les gusta compartir la actividad con ellos (41%). Luego, el 19% dijo que los adultos organizan actividades y reuniones y los invitan y el 7% expresó que los adultos deciden por ellos.

En relación a qué les gustaría que los adultos hicieran diferente, el 52% mencionó alguna crítica o propuesta, el 37% no contestó y el 11% dijo que no cambiaría nada. En cuanto a qué les interesaría que cambien, los adultos dijeron:

“Yo quisiera que nos escuchen y que no nos interrumpan cuando queremos hablar, que nos crean cuando contamos algo y que nos entiendan un poco más como somos porque ellos también pasaron por lo que ahora nos está pasando a nosotros”. Anabel, 12 años, Resistencia.

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“Que los adultos te escuchen, sabemos que tienen que trabajar pero cuando tienen tiempo, tienen que escuchar”. Mariela Rosana, 10 años, Resistencia.

“Me gustaría que los adultos nos guíen y nos aconsejen para nuestros bien porque somos adolescentes”. Adriana 16 años, Las Garcitas.

El 93% de los participantes manifestaron que sintieron que pudieron ser escuchados y participar en las actividades del Foro, mientras que el 7% restante no respondió.

En la parte final, se pidió a los participantes que evaluaran la actividad de 1 a 5. El 48% le otorgó la máxima calificación, el 22% no respondió, el 15% lo valoró con un 2, el 11% con un 4 y el 4% con un 3.

Por último, se dejó un espacio para que los adolescentes pudieran hacer comentarios o sugerencias:

“Me gustó mucho hablar de este tema y me pareció muy importante porque tengo nuevas experiencias y aprendí muchas cosas”. Adriana, 16 años, Las Garcitas.

“Me gustó mucho, las actividades fueron entretenidas y cada uno escuchó y fui respetado al expresarme”. Ana, 13 años, Puerto Vilelas.

En la evaluación de los adultos, se consultó por los motivos por los cuales les había interesado participar en el Foro. El 43% dijo que era para obtener nuevos conocimientos y herramientas para su trabajo, el 29% por la temática trabajada y el 19% para poder compartir y conocer otras experiencias. Luego, el 5% mencionó que le interesó que los adolescentes pudieran opinar sobre sus derechos y/o para acompañar a sus estudiantes.

Todos los participantes adultos dijeron que les había gustado la actividad. Una participante lo argumentó con este comentario:

“Es interesante saber donde poder recurrir a los servicios de atención en problemas de crisis, abusos o maltrato físico hacia los adolescentes”.

En cuanto a la planificación de la actividad, el 71% dijo que no realizaría ningún cambio en ella. El 29% restante mencionó que le interesaría que se incluyera a mayor cantidad de participantes, tanto adolescentes como a más profesionales.

Destacaron que lo que más les interesó de la actividad fueron el role playing para poder conocer los recursos a los cuales recurrir (33%), la participación conjunta de adolescentes y adultos y los videos proyectados (19%). También destacaron que les interesaron las temáticas abordadas y la información sobre los recursos locales existentes.

En relación a cómo podrían transmitirse los temas trabajados en el Foro en sus comunidades, el 62% de los participantes manifestaron que podrían hacerlo a través de talleres y el 24% a partir medios de comunicación, redes sociales, murales o folletos. Otros participantes dijeron que podrían hacerlo a través de la articulación con otras organizaciones o desde actividades deportivas.

Al consultar a los participantes si consideraban que las propuestas planteadas por los adolescentes y adultos podrían ponerse en práctica en su comunidad, todos estimaron que era posible hacerlo. Dijeron que se podría lograr a partir de campañas de difusión, talleres y a partir del trabajo articulado entre organizaciones.

Proyecto Fortalecimiento de Actores Locales y Provinciales para la Protección de Derechos

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Notas en la prensa

Cientos de adolescentes de toda la provincia bregaron por la promoción y protección de sus

derechos, Chaco Prensa, 07/12/13

Participantes

Fontana: Guadalupe Dolores Gómez, Malena Milagros Godoy, Nimia Orzusa Genez.

Las Garcitas: Yuliana Saucedo, Adriana Cuenca, Gilda Ortiz, Mara Lilia Martínez, Oscar Aguirre, Darío Lezcano, Magdalena Michel.

Presidencia de la Plaza: Yanina Elizabeth Benítez, Natalia Arias, Hna. Zunilda Bergara

Puerto Vilelas: Daiana Zeballos, Ana Belén Galarza, Adriana Villalba.

Quitilipi: Kevin Alexis Billordo, Hugo Rolando Barrios, Antonella Miño, Raúl Sena, Ivana Ledesma, Lucila Gonzales, Hermana Hilda Canteros.

Tres Isletas: Elva Marianela Castillo, Walderman Ramón Zacarías, Iris Beatriz Villafañe.

Resistencia: Juan Vázquez, Facundo Ismael Pereyra, Gonzalo Avalos, Silvina Soledad Villalba, Alan Monzón, Joaquín Acosta, Rafael López, Anabel Jaime, Briza Zacarías, Briza Ramírez, Milagros Torres, Juan Pedro Chávez, Claudio Barrios, Javier Jara, Sebastián Alejandro Nuñez, Noelia Figueredo, Sara Francisco, Oriana Ruiz Díaz, Lilian Hernández, Santiago Godoy, Mariela Aguirre, Lucas Centurión, Marisa Villanueva, Jessica Vergara, Ángela Díaz, Pablo Diez, Marta Elizabeth Zacarías, Claudio Ojeda, Carlos Rodríguez, Silvia Karina Aradas, Gael Godoy, Lucila Micaela Toledo, Daniela Arias, Norma Noemí Kubescha, Pablo Palavecino, Graciela Sarate, Javier González, Marisa Parragos.

Equipo Técnico EyP: Liliana Seiras, Juliana Ortiz, Mariana Menga.

www.eyp.org.ar

Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia: Mariela Dolce, Julieta Tayara, Johana Lezcano, Julieta Canon Ojeda, Marcia Pucheta, Vanesa Sporn, Claudio Cáceres, Juan Carlos Buzzi.

http://portal1.chaco.gov.ar/subsecretaria-de-ninez-adolescencia-y-familia

UNICEF Argentina

www.unicef.org.ar