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Copyright © 2017 The New York Times SÁBADO 9 DE SEPTIEMBRE DE 2017 Una colaboración con INTERNATIONAL WEEKLY VENTANA China una forma de afianzarse po- líticamente en Grecia y, por exten- sión, en Europa. El verano pasado, Grecia ayudó a evitar que la Unión Europea emitie- ra una declaración unificada contra la agresión china en el Mar de China Meridional. Este junio, Atenas evitó que el bloque condenara el historial de derechos humanos de China. Días después, se opuso a una revi- sión más estricta de las inversiones chinas en Europa. La postura diplomática de Grecia difícilmente pasó desapercibida en- tre sus socios europeos o Estados Unidos, a los que les había preocu- pado que su vulnerabilidad econó- mica pudiera convertir al país en blanco para Rusia. En lugar de eso, son los chinos quienes se han convertido en acto- res extranjeros cada vez más pode- rosos en Grecia tras años de cortejo asiduo. China planea convertir al puerto del Pireo en Grecia en punto de en- trada de su extenso proyecto “Cin- turón y Ruta de la Seda”, una nueva Ruta de la Seda a Europa. China ha usado su poderío econó- mico en África y Sudamérica mien- tras explora el planeta en busca de recursos naturales. Ha enfrentado crecientes críticas de que es una Por JASON HOROWITZ y LIZ ALDERMAN ATENAS DESPUÉS DE AÑOS de batallar bajo la austeridad impuesta por socios europeos y la poca ayuda de Estados Unidos, Grecia coque- tea con las insinuaciones de China, su pretendiente más apasiona- do y con ambiciones geopolíticas. Mientras Europa estaba ocupada presionando a Grecia, los chi- nos se abalanzaron con grandes inversiones que han comenzado a rendir fruto, no sólo económicamente, sino también al darle a JOAO SILVA/THE NEW YORK TIMES José Eduardo dos Santos dejará la Presidencia luego de 38 años. Cartel panorámico tras elección interna de su partido. Continúa en la página 2 Portugal y Angola invierten sus roles Por NORIMITSU ONISHI LISBOA — El colonizador, afirman algunos portugueses, ha sido colonizado. En la costa portuguesa de Cascais, donde la corte real de la Nación solía pasar los veranos, un nuevo edificio de condominios de 14 pisos se yergue seguro de sí mismo junto al mar. Tantos de sus departamentos han sido com- prados por la clase gobernante de Angola —a veces varios al mismo tiempo— que el desa- rrollo residencial tiene un apodo: el “edificio de los angoleños”. A lo largo del bulevar comercial más gran- dioso de la capital, Lisboa, la élite de Angola compra trajes y bolsas de diseñador a manos llenas. Y en una esquina, arriba de Louis Vuit- ton, está la oficina local de la mujer más rica de África, Isabel dos Santos, una multimillonaria de Angola que se ha convertido en una de las fi- guras más poderosas de Portugal al comprar grandes porciones de las industrias bancaria, mediática y energética del país. El dinero que fluye a Portugal viene de la co- lonia que dominó, a menudo brutalmente, por cientos de años, Angola. Ahora, el país africa- no es un importante productor de petróleo que ha sido gobernado durante los últimos 38 años por el padre de Isabel dos Santos, el presidente José Eduardo dos Santos, quien va a dimitir. La clase gobernante de Angola ha lucrado tanto durante su presidencia —y canalizado tanto de ese dinero a Portugal— que cuando Angola amenazó con cortar los vínculos en años recientes en respuesta a reportes de que funcionarios angoleños eran investigados por corrupción en Portugal, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores portugués se disculpó, desatando un debate sobre la cambiante diná- mica de poder entre las naciones. Las condiciones en ambos países crearon una combinación perfecta: mientras Portu- gal se tambaleaba tras una crisis financiera hace algunos años, los angoleños disfrutaban un auge petrolero que brindó enormes oportu- nidades para el enriquecimiento personal de la élite, particularmente la familia y el círculo FOTOGRAFÍAS POR ANGELOS TZORTZINIS PARA THE NEW YORK TIMES Grecia es la pueta europea de China China ha inyectado dinero a Grecia, al gastar casi 500 millones de euros en el puerto del Pireo, para convertirlo en el más activo del Mediterráneo. Turistas chinas (arr.) en el Parlamento Griego. Continúa en la página 2 El equilibrio entre trabajo y vida personal está en juego En la actualidad, muchas industrias estadounidenses están en sintonía con el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Pero no en Silicon Valley. Allí, algunos emprendedores fo- mentan la adicción al trabajo como la elección preferida de estilo de vida. Gary Vayner- chuk, inversionista con 1.5 millones de seguidores en Twi- tter y varios libros exitosos, dice a sus seguidores que trabajen 18 horas al día. Todos los días. Sin vacaciones, sin citas, sin televisión. “Si quieres bling bling (joyas brillan- tes), si quieres comprar jets”, dice en uno de sus discursos. “Trabaja. Así es como lo obtendrás”. Jason Fried, director ejecutivo de Ba- secamp, herramienta de administración de proyectos basada en la web, está en contra de la idea de que la gente trabaje de 60 a 80 horas por semana. “Creemos que 40 son suficientes”, dijo a The Times. El mundo de la tecnología se enfoca en el crecimiento y los ingresos y no en los beneficios. “Están obsesionados con el ego”, dijo Fried. Donald Trump convenció a muchos obreros estadounidenses de que su perspicacia de negocios les daría la oportunidad de una vida mejor. “Voy a devolver empleos y a subir los salarios”, dijo Trump el verano pasado. Pero no está claro qué ha hecho Trump para ayudar a los trabajadores, escribió Steven Greenhouse en The Times. Sus decisiones de retrasar, debilitar o elimi- nar las regulaciones de la era Obama, como las reglas que protegen a los traba- jadores del peligroso polvo de sílice y el berilio, son dañinas. Su cruzada para revivir los trabajos en minería de carbón parece particular- mente desacertada, en vista del papel del carbón en el calentamiento global y los cambios en la industria energética. Janice Bellace, de la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, dijo que Trump está ignorando la amenaza más grave: la automatización, la in- teligencia artificial y los robots, tales como los automóviles y camionetas sin conductor, que eliminarán millones de empleos. “Uno esperaría que el gobierno es- tuviera analizando esto muy a fondo para que estemos preparados para los grandes cambios que vienen”, dijo a The Times. Se avecinan grandes cambios en el mercado laboral francés, el presidente Emmanuel Macron está impulsando reformas para la manera en que los pa- trones negocian con los trabajadores y, de hecho, poniendo fin a los empleos de por vida. Hace unos 15 años, las economías francesa y alemana eran comparables, dijo Sebastian Mallaby, del Consejo de Relaciones Exteriores, a The Times. Desde entonces, los alemanes han promulgado muchas reformas, mien- tras que los franceses no lo han hecho, generando un alto desempleo y estan- camiento. Una Francia más fuerte tendrá más influencia con Berlín, y podría suavizar la “política económica inflexible de Ale- mania para el resto de la UE”, dijo Ma- llaby a The Times. En los últimos años, “nos habría ido mejor con Francia que con Alemania”. Otra cosa de la que el mundo podría prescindir, según David Heinemeier Hansson, socio de Fried en Basecamp, es del mensaje de Vaynerchuk. Hansson dijo que están cansados de “ver que se le pida a la gente que renuncie a sus vaca- ciones, su sueño, su juventud, su familia y sus principios en aras de los negocios”. Vaynerchuk es también un juez en “Planet of the Apps” de Apple, un programa donde los desarrolladores compiten para ganar fondos de capital de riesgo. En una promoción, un concur- sante dijo: “Rara vez veo a mis hijos. Es un riesgo que hay que tomar”. Hansson y Fried dirigen talleres y dan muchos discursos, y todo sale bien, excepto por las multitudes sorprendidas de San Francisco. “La gente nos dice que no somos lo suficientemente ambiciosos. No esta- mos tratando de cambiar el mundo. La perversión es muy profunda”, señaló Hansson. TOM BRADY Comentarios son bienvenidos en [email protected]. INTELIGENCIA Los alemanes votarán resignados. PÁG. 2 EL MUNDO Rebeldes mexicanos van a la política. PÁG. 3 DINERO Y NEGOCIOS Brasil ve auge de fondos de cobertura. PÁG. 4 ARTE Y DISEÑO Una escuela se dedica al arte del circo. PÁG. 6 Muchos preguntan si la ambición debe medirse por las horas de trabajo.

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Copyright © 2017 The New York Times

SÁBADO 9 DE SEPTIEMBRE DE 2017Una colaboración con INTERNATIONAL WEEKLY

VENTANA

China una forma de afianzarse po-líticamente en Grecia y, por exten-sión, en Europa.

El verano pasado, Grecia ayudó a evitar que la Unión Europea emitie-ra una declaración unificada contra la agresión china en el Mar de China Meridional. Este junio, Atenas evitó

que el bloque condenara el historial de derechos humanos de China. Días después, se opuso a una revi-sión más estricta de las inversiones chinas en Europa.

La postura diplomática de Grecia difícilmente pasó desapercibida en-tre sus socios europeos o Estados

Unidos, a los que les había preocu-pado que su vulnerabilidad econó-mica pudiera convertir al país en blanco para Rusia.

En lugar de eso, son los chinos quienes se han convertido en acto-res extranjeros cada vez más pode-rosos en Grecia tras años de cortejo asiduo.

China planea convertir al puerto del Pireo en Grecia en punto de en-trada de su extenso proyecto “Cin-turón y Ruta de la Seda”, una nueva Ruta de la Seda a Europa.

China ha usado su poderío econó-mico en África y Sudamérica mien-tras explora el planeta en busca de recursos naturales. Ha enfrentado crecientes críticas de que es una

Por JASON HOROWITZ y LIZ ALDERMAN

ATENAS

DESPUÉS DE AÑOS de batallar bajo la austeridad impuesta por socios europeos y la poca ayuda de Estados Unidos, Grecia coque-tea con las insinuaciones de China, su pretendiente más apasiona-do y con ambiciones geopolíticas.

Mientras Europa estaba ocupada presionando a Grecia, los chi-nos se abalanzaron con grandes inversiones que han comenzado a rendir fruto, no sólo económicamente, sino también al darle a

JOAO SILVA/THE NEW YORK TIMES

José Eduardo dos Santos dejará la Presidencia luego de 38 años. Cartel panorámico tras elección interna de su partido. Continúa en la página 2

Portugal y Angola invierten sus rolesPor NORIMITSU ONISHI

LISBOA — El colonizador, afirman algunos portugueses, ha sido colonizado.

En la costa portuguesa de Cascais, donde la corte real de la Nación solía pasar los veranos, un nuevo edificio de condominios de 14 pisos se yergue seguro de sí mismo junto al mar. Tantos de sus departamentos han sido com-prados por la clase gobernante de Angola —a veces varios al mismo tiempo— que el desa-rrollo residencial tiene un apodo: el “edificio de los angoleños”.

A lo largo del bulevar comercial más gran-dioso de la capital, Lisboa, la élite de Angola compra trajes y bolsas de diseñador a manos llenas. Y en una esquina, arriba de Louis Vuit-

ton, está la oficina local de la mujer más rica de África, Isabel dos Santos, una multimillonaria de Angola que se ha convertido en una de las fi-guras más poderosas de Portugal al comprar grandes porciones de las industrias bancaria, mediática y energética del país.

El dinero que fluye a Portugal viene de la co-lonia que dominó, a menudo brutalmente, por cientos de años, Angola. Ahora, el país africa-no es un importante productor de petróleo que ha sido gobernado durante los últimos 38 años por el padre de Isabel dos Santos, el presidente José Eduardo dos Santos, quien va a dimitir.

La clase gobernante de Angola ha lucrado tanto durante su presidencia —y canalizado tanto de ese dinero a Portugal— que cuando

Angola amenazó con cortar los vínculos en años recientes en respuesta a reportes de que funcionarios angoleños eran investigados por corrupción en Portugal, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores portugués se disculpó, desatando un debate sobre la cambiante diná-mica de poder entre las naciones.

Las condiciones en ambos países crearon una combinación perfecta: mientras Portu-gal se tambaleaba tras una crisis financiera hace algunos años, los angoleños disfrutaban un auge petrolero que brindó enormes oportu-nidades para el enriquecimiento personal de la élite, particularmente la familia y el círculo

FOTOGRAFÍAS POR ANGELOS TZORTZINIS PARA THE NEW YORK TIMES

Grecia es la pueta europea de ChinaChina ha inyectado dinero a Grecia, al gastar casi 500 millones de euros en el puerto del Pireo, para convertirlo en el más activo del Mediterráneo. Turistas chinas (arr.) en el Parlamento Griego.

Con tinúa en la página 2

El equilibrio entre trabajo y vida personal está en juegoEn la actualidad, muchas industrias

estadounidenses están en sintonía con el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

Pero no en Silicon Valley. Allí, algunos emprendedores fo-mentan la adicción al trabajo como la elección preferida de estilo de vida.

Gary Vayner-chuk, inversionista con 1.5 millones de seguidores en Twi-tter y varios libros exitosos, dice a sus

seguidores que trabajen 18 horas al día. Todos los días. Sin vacaciones, sin citas, sin televisión.

“Si quieres bling bling (joyas brillan-tes), si quieres comprar jets”, dice en uno de sus discursos. “Trabaja. Así es

como lo obtendrás”.Jason Fried, director ejecutivo de Ba-

secamp, herramienta de administración de proyectos basada en la web, está en contra de la idea de que la gente trabaje de 60 a 80 horas por semana.

“Creemos que 40 son suficientes”, dijo a The Times.

El mundo de la tecnología se enfoca en el crecimiento y los ingresos y no en los beneficios. “Están obsesionados con el ego”, dijo Fried.

Donald Trump convenció a muchos obreros estadounidenses de que su perspicacia de negocios les daría la oportunidad de una vida mejor. “Voy a devolver empleos y a subir los salarios”, dijo Trump el verano pasado.

Pero no está claro qué ha hecho Trump para ayudar a los trabajadores, escribió Steven Greenhouse en The Times. Sus decisiones de retrasar, debilitar o elimi-nar las regulaciones de la era Obama, como las reglas que protegen a los traba-jadores del peligroso polvo de sílice y el

berilio, son dañinas.Su cruzada para revivir los trabajos

en minería de carbón parece particular-mente desacertada, en vista del papel del carbón en el calentamiento global y los cambios en la industria energética.

Janice Bellace, de la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, dijo que Trump está ignorando la amenaza más grave: la automatización, la in-teligencia artificial y los robots, tales como los automóviles y camionetas sin conductor, que eliminarán millones de empleos.

“Uno esperaría que el gobierno es-tuviera analizando esto muy a fondo

para que estemos preparados para los grandes cambios que vienen”, dijo a The Times.

Se avecinan grandes cambios en el mercado laboral francés, el presidente Emmanuel Macron está impulsando reformas para la manera en que los pa-trones negocian con los trabajadores y, de hecho, poniendo fin a los empleos de por vida.

Hace unos 15 años, las economías francesa y alemana eran comparables, dijo Sebastian Mallaby, del Consejo de Relaciones Exteriores, a The Times. Desde entonces, los alemanes han promulgado muchas reformas, mien-tras que los franceses no lo han hecho, generando un alto desempleo y estan-camiento.

Una Francia más fuerte tendrá más influencia con Berlín, y podría suavizar la “política económica inflexible de Ale-mania para el resto de la UE”, dijo Ma-llaby a The Times. En los últimos años, “nos habría ido mejor con Francia que

con Alemania”.Otra cosa de la que el mundo podría

prescindir, según David Heinemeier Hansson, socio de Fried en Basecamp, es del mensaje de Vaynerchuk. Hansson dijo que están cansados de “ver que se le pida a la gente que renuncie a sus vaca-ciones, su sueño, su juventud, su familia y sus principios en aras de los negocios”.

Vaynerchuk es también un juez en “Planet of the Apps” de Apple, un programa donde los desarrolladores compiten para ganar fondos de capital de riesgo. En una promoción, un concur-sante dijo: “Rara vez veo a mis hijos. Es un riesgo que hay que tomar”.

Hansson y Fried dirigen talleres y dan muchos discursos, y todo sale bien, excepto por las multitudes sorprendidas de San Francisco.

“La gente nos dice que no somos lo suficientemente ambiciosos. No esta-mos tratando de cambiar el mundo. La perversión es muy profunda”, señaló Hansson. TOM BRADY

Comentarios son bienvenidos en [email protected].

INTELIGENCIA

Los alemanes votarán resignados. PÁG. 2

EL MUNDO

Rebeldes mexicanos van a la política. PÁG. 3

DINERO Y NEGOCIOS

Brasil ve auge de fondos de cobertura. PÁG. 4

ARTE Y DISEÑO

Una escuela se dedica al arte del circo. PÁG. 6

Muchos preguntan si la ambición debe medirse por las horas de trabajo.

E L M U N D O

2 SÁBADO 9 DE SEPTIEMBRE DE 2017THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

INTERNATIONAL WEEKLY

NANCY LEE Editora ejecutivaTOM BRADY Editor en jefeALAN MATTINGLY Editor

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THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY E INTERNATIONAL REPORT APARECEN EN LAS SIGUIENTES PUBLICACIONES: SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, ALEMANIA CLARÍN, ARGENTINA DER STANDARD, AUSTRIA LA RAZÓN, BOLIVIA O ESTADÃO, BRASIL THE HAMILTON SPECTATOR, TORONTO STAR Y WATERLOO REGION RECORD, CANADÁ LA SEGUNDA, CHILE PRENSA LIBRE, GUATEMALA ASAHI SHIMBUN, JAPÓN ISLES MAGAZINE, LAS MALDIVAS EL NORTE, EXPRESO Y REFORMA, MÉXICO BAUER MEDIA, NUEVA ZELANDA CORREO, PERÚ EL NUEVO DÍA, PUERTO RICO LISTIN DIARIO, REPÚBLICA DOMINICANA NEDELJNIK, SERBIA

Paulo Guilherme Figueiredo contribuyó con reportes.

íntimo del presidente.Angola muchas veces es señalado co-

mo uno de los países más corruptos del mundo. Y Portugal ha sido señalado por su laxitud para frenar el lavado de dinero y el soborno en su trato con los angole-ños, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económi-co.

“En Angola, llaman a Portugal ‘la la-vandería automática’”, comentó Ana Go-mes, legisladora portuguesa en el Parla-mento Europeo. “Lo dicen porque lo es”.

Pero ahora la relación de las dos nacio-nes ha caído en un periodo tenso.

Los precios del petróleo han retrocedi-do y la economía de Portugal revive, lle-vando a un ajuste en el equilibrio de po-der entre los dos países. Ahora que Dos Santos va a dimitir, el futuro de los que se beneficiaron de su mandato, en ambos países, no es claro.

En un caso que ha enfadado al gobier-no angoleño, el Vicepresidente de Ango-la, Manuel Vicente, fue acusado en febre-ro de pagar un soborno de 810.000 dóla-res a un juez portugués para suprimir una investigación de corrupción, lo más lejos que un caso relacionado con Ango-la ha avanzado en el sistema judicial de Portugal. El Vicepresidente fue acusado, entre otras cosas, de lavar dinero al com-prar departamentos en el “edificio de los angoleños” en la costa de Cascais. Ha ne-gado los alegatos.

Con miles de millones de dólares inver-tidos en Portugal, incluyendo en algunas de sus compañías más grandes que co-tizan en bolsa, los angoleños han com-prado empresas de vinos, periódicos, equipos deportivos portugueses y otros trofeos de los superricos.

Al proyectar a la vez glamour y serie-dad, Isabel dos Santos, con una fortuna de unos 3.500 millones de dólares, con-vive con celebridades hollywoodenses y europeas.

Escrutinio sobre inversionesAngola había estado en guerra —pri-

mero por su independencia de Portugal, que llegó en 1975, y luego enfrascándose en una guerra civil— por cuatro décadas para cuando llegó la paz en 2002.

La paz coincidió con un auge petrolero prolongado que finalmente impulsó a An-gola, con sólo 25 millones de habitantes,

a convertirse en uno de los 20 principales productores de petróleo en el mundo.

Fue un giro extraordinario para un país que había sido dominado durante siglos por Portugal, que explotó a Ango-la para el comercio de esclavos y por sus recursos naturales, y que luego cayó en un largo conflicto civil exacerbado por la Guerra Fría.

Sin embargo, el auge petrolero benefi-ció de forma desproporcionada a la élite gobernante de Angola, que transfirió enormes sumas al extranjero. Entre 2002 y 2015, empresas e individuos an-goleños destinaron 189.000 millones de dólares a inversiones a menudo opacas fuera del país, de acuerdo con el Centro de Estudios e Investigación Científica de la Universidad Católica de Angola, en Luanda.

Dentro de Angola, una de las socieda-des más desiguales del mundo, la mitad de la población trabajadora vive con me-nos de 3.10 dólares diarios.

Entre tanto, Portugal sufría una crisis financiera que lo obligó a conseguir un rescate de 111.000 millones de dólares de acreedores internacionales y rebajó la calificación de su deuda nacional, ca-lificada como chatarra hasta la fecha. Estaba desesperado por conseguir in-versiones.

António Monteiro, un ex Ministro de Asuntos Exteriores de Portugal y presi-dente del consejo del banco privado más grande del país, Millennium BCP, señaló que las inversiones de Angola ayudaron a muchas compañías lusitanas a sobrevi-vir, incluyendo a su banco.

“Fue un inversionista muy bienvenido y, en ciertos momentos, el único inversio-nista en Portugal”, expresó.

El problema era cómo se obtenía el di-nero.

Políticos y empresarios en ambos paí-ses afirman que Angola está dominado por aliados del Presidente con tentáculos en todos los rincones de la economía, que les permiten acumular grandes fortunas en tratos con conexiones políticas bajo circunstancias misteriosas.

Mientras la élite gobernante de Angola buscaba salvaguardar su riqueza fuera de su país —sabiendo que el régimen de Dos Santos finalmente terminaría— la élite política y empresarial de Portugal estaba más que dispuesta a complacerla.

“Si Angola era el área de recepción de la corrupción, Portugal era la oficina tra-sera”, dijo Joao Batalha, presidente del capítulo portugués de Transparencia Internacional.

El Ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, dijo que el sistema judicial lusitano investiga las inversiones ilícitas sin interferencia po-lítica.

Joyas, teléfonos y bancosEn su cuenta de Twitter, Isabel dos

Santos se identifica con sólo una pala-bra: emprendedora.

Ayudada por funcionarios de relacio-nes públicas en Lisboa, Isabel dos San-tos, de 44 años, ha presentado la imagen de ser una empresaria por esfuerzo propio. En una entrevista en 2013, dijo a The Financial Times que había tenido sentido empresarial desde pequeña y que vendía huevos de pollo cuando tenía apenas 6 años.

En una respuesta escrita a preguntas enviadas por correo electrónico, Isabel dos Santos comentó a The New York Ti-mes que la anécdota de los huevos tenía el propósito de “mostrar que desde pe-queña tenía un espíritu emprendedor”.

Pero en Angola, la historia de los hue-vos provocó el ridículo y el enojo genera-lizados.

Al preguntarle si era posible que la fortuna de Isabel dos Santos fuera he-cha por ella misma, Marcolino Moco, un ex Primer Ministro de Angola, dijo, “posiblemente nos haga reír. Toda su ri-queza viene del hecho de que su padre es la ley”.

La hija mayor del Presidente ha obte-nido participaciones grandes o contro-ladoras en las industrias de diamantes, teléfonos celulares, bancaria y otras con el paso de los años.

En su mensaje de correo electrónico, Isabel dos Santos mencionó que, a partir de los 90, inició “un pequeño negocio de distribución y logística de bebidas”, así como un restaurante, una compañía de producción de eventos y un negocio de walkie-talkies.

Sus críticos aseguran que ha intentado alcanzar la respetabilidad en Occidente usando sus ganancias mal habidas en Angola y lavándolas en Portugal, acu-sación que ella rechaza. “En mi opinión la respetabilidad no se logra al convivir con las ‘personas correctas’”, expresó en un mensaje de correo electrónico. “En mi opinión, la respetabilidad es algo que ob-tienes y logras a través de toda una vida de trabajo y acciones dignas de estima, una conducta positiva coherente, actitu-des socialmente avaladas, y forjándote una reputación entre tus amigos y cole-gas”.

Grecia intenta superar las penurias con ayuda china

Con tinúa de la página 1

JOAO SILVA/THE NEW YORK TIMES

Departamentos lujosos en Luanda. Gobernantes de Angola sacaron millones de dólares de ingresos petroleros.

Angola y Portugal, unidos por la corrupciónContinúa de la página 1

THOMAS PETER — POOL/GETTY IMAGES

El primer ministro Alexis Tsipras de Grecia se da la mano con el premier de China Li Keqiang.

James Kanter contribuyó con reportes a este artículo.

encarnación de una potencia colonia-lista en el siglo 21. China también ha invertido fuertemente en toda Euro-pa, su socio comercial más grande.

Ahora, aumentan las preocupaciones de que esté usando su influencia econó-mica para tener injerencia política.

Funcionarios de la Unión Europea están preocupados de que China esté socavando la habilidad del bloque pa-ra expresarse con una sola voz. Los analistas dicen que China toma como blanco a los países más pequeños que necesitan efectivo, entre ellos España, Portugal y otros que sufrieron en la cri-sis financiera. Hungría, donde China promete gastar miles de millones de dólares en un ferrocarril, también blo-queó la declaración de la Unión Euro-pea sobre el Mar de China Meridional.

Muchos analistas han señalado que el veto de Grecia en cuanto a derechos humanos llegó al mismo tiempo que el primer ministro Alexis Tsipras regre-saba de una cumbre en Pekín en mayo, donde firmó memorándums para nue-vas inversiones con valor de miles de

millones de euros con compañías chi-nas. Las autoridades griegas insistie-ron en que su país se identificaba con la Unión Europea y era leal a ella.

Las autoridades europeas no están tan seguras. “El gobierno griego ne-cesita elegir cuáles son sus alianzas y darse cuenta de que la UE no es sólo un mercado sino, antes que nada, una comunidad de valores”, dijo Marietje Schaake, miembro de Holanda en el Parlamento Europeo.

En enero de 2015, los electores grie-gos impactaron a Europa al elegir al partido radical de izquierda Syriza y a Tsipras, su líder. Tsipras había hecho campaña para poner fin a las medidas de austeridad de la Unión Europea y detener las privatizaciones, como la del puerto del Pireo. Pero fue en Pekín donde hubo nerviosismo. Los años de trabajo de China en Grecia parecían estar en peligro.

Zou Xiaoli, el embajador chino, fue el primer funcionario extranjero que le hizo una visita a Tsipras. Zou lo presio-nó para que respetara los compromisos anteriores del gobierno griego para privatizar el puerto del Pireo, infor-man personas con conocimiento de la reunión. En Pekín, varios funcionarios

chinos expresaron su desagrado, y los medios noticiosos estatales publicaron artículos que cuestionaban la amistad de Grecia con China. Menos de una se-mana después, Li Keqiang, el Primer Ministro de China, sostuvo una llama-da telefónica con Tsipras para asegu-rarse de que no había malentendidos.

Tsipras y sus subalternos anuncia-ron una “actualización de relaciones entre Grecia y China”. Fragatas chinas llegaron al puerto del Pireo. En una ce-remonia, Tsipras afirmó la intención de Grecia de “servir como la entrada de China a Europa”.

China ha transformado al puerto del Pireo en el más activo del Mediterrá-neo, al invertir casi 500 millones de euros a través de Cosco, el conglome-rado naviero respaldado por el Estado. Confía en que las mercancías chinas viajen a lo largo de una nueva red de fe-rrocarriles y carreteras por naciones de Europa Central, con Alemania como su preciado destino.

En medio del puerto, las banderas china, griega y de la Unión Europea ondean frente a la sede de Cosco, que ahora controla el litoral entero median-te su participación de 67 por ciento en el puerto.

Cosco ha llevado unos 1.000 empleos a la zona, pero ha equipado los muelles de carga con grúas fabricadas en Chi-na, no en Grecia, y expandido los mue-lles con materiales de construcción chi-nos. Y mientras Grecia lucha con una tasa de desempleo sin precedentes, la compañía ha usado a subcontratis-tas para que contraten a alrededor de 1.500 trabajadores, en su mayoría con contratos a corto plazo y salarios muy por debajo de lo que se les paga a los es-tibadores griegos sindicalizados.

No obstante, Grecia necesita los empleos que sean, y sus líderes están contando con más inversiones chinas. Fosun International Holdings, un con-glomerado chino, está gastando miles de millones de euros con un consorcio de inversionistas griegos y árabes pa-ra transformar un antiguo aeropuerto abandonado en la zona costera en las afueras de Atenas en un elegante cen-tro turístico, tres veces más grande que Mónaco, para turistas adinerados. El proyecto, Hellenikon, es parte de un plan más grande para llevar más de 1.5 millones de turistas chinos a Grecia en los próximos cinco años.

Tsipras intenta quedar bien con los dos lados. Después de haber viajado a Pekein para asistir a foros sobre el Cin-turón y Ruta de la Seda, ha promovido en fechas recientes la recuperación de Grecia ante legisladores estadouniden-ses.

En mayo, cuando Fosun y otras dos compañías chinas presentaron ofertas para asumir el control de una importan-te aseguradora griega, el Secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur L. Ross, ayudó a llevar el trato a manos de Calamos Investments, un consorcio griego-estadounidense. Exin Group, una asociación holandesa con Calamos, ganó finalmente la licitación.

Algunos funcionarios del gobierno griego citaron la derrota de Fosun co-mo evidencia de que Atenas no estaba bajo la influencia de China.

“Somos sensibles a ser vistos como la colonia de alguien más”, dijo Panagio-tis Kouroumblis, Ministro Marítimo de Grecia. “Nada puede avanzar sin que el Estado griego esté de acuerdo”.

INTELIGENCIA/JOCHEN BITTNER

Alemania va a eleccionesHAMBURGO, Alemania

Si no ha escuchado nada sobre la cam-paña electoral nacional en Alemania, se debe a que parece no haber una, pese al hecho de que los comicios determi-narán, entre otras cosas, si la canciller Angela Merkel se queda o se va el 24 de septiembre.

Sí, estamos hablando de la misma Alemania que ha acogido a alrededor de un millón de refugiados e inmigrantes en los últimos dos años. La misma Ale-mania que rescató a naciones europeas en bancarrota con miles de millones de euros. La misma que ha adoptado una postura dura respecto a Rusia tras su anexión de Crimea.

Todo esto ha sucedido bajo la super-visión de Merkel, y todo eso es polémico aquí. Y, sin embargo, hay poca duda de que ganará su cuarta contienda por la Cancillería, que ha ocupado desde 2005. De acuerdo con los sondeos, si las elec-ciones se llevaran a cabo hoy, vencería a su oponente, el socialdemócrata Martin Schulz, por 20 puntos. A partir de ahora, el único interrogante parece ser si Mer-kel buscará una coalición de sus demó-cratas cristianos con los liberales o con el Partido Verde.

Y aunque ambos candidatos han realizado mítines y dado discursos, el público e incluso la mayoría de los medios noticiosos parecen estar ya sea desinteresados o resignados con los resultados. No es que los alemanes no estén interesados en la política o los asuntos importantes; es que han acep-tado el hecho de que la política nacional del país está trabada por un consenso centrista que les da pocas opciones en las urnas.

Esta resignación masiva destaca dos paradojas sobre la política alemana ac-tualmente.

La primera paradoja es que los electo-res alemanes son tan temperamental-mente conservadores —es decir, teme-rosos al cambio— que están a punto de reelegir a una Canciller que ha traído los cambios más drásticos que el país haya visto desde la caída del Muro de Berlín. “Ustedes me conocen”, fue el mensaje central de Merkel previo a las elecciones anteriores, en 2013. Pero fue sólo des-pués de ser reelecta que los alemanes pudieron conocerla realmente. Nadie habría creído que esta física calculadora

y muy reservada, basada en una deci-sión visceral en septiembre de 2015, per-mitiría varios meses de inmigración en su mayoría descontrolada a Alemania.

Tras el flujo de entrada, el mensaje de Merkel fue “nosotros vamos a manejar esto”, sin explicar qué significan “noso-tros”, “manejar” y “esto”.

¿Cómo puede explicarse esta parado-ja? Yo afirmaría que los alemanes lo ven en términos relativos. El número en sí de perturbaciones que han ocurrido en otros lugares le dan a Merkel una apa-riencia de estabilidad. En 2013, Crimea era una parte indiscutible de Ucrania, Gran Bretaña era un miembro indiscuti-ble de la Unión Europea y el Presidente de Estados Unidos era un miembro indiscutible de la liga de líderes demo-cráticos.

Los alemanes saben al menos dos cosas: el mundo se ha vuelto más pro-penso a las crisis y Merkel ha gobernado a través de estas crisis y ha estado a la altura. Y no están equivocados. Dentro de la ola de cambios —aunque haya con-tribuido a ello— Merkel es una roca.

La segunda paradoja es que el asunto

político más importante no está siendo abordado públicamente por los partidos políticos más importantes. Es sólo en privado que los miembros de los dos partidos principales hablan sobre qué es lo que, de hecho, “nosotros” tenemos que “manejar”.

Por ejemplo: ¿Cómo te aseguras de que los inmigrantes musulmanes de Afganistán, Irak o Norte de África acepten inequívocamente valores como tolerancia religiosa, igualdad de dere-chos para las mujeres y la prioridad de las leyes terrenales sobre los manda-mientos divinos? ¿Acaso los que tienen derecho a quedarse pueden integrarse al mercado laboral altamente exigente de Alemania? ¿Y pueden las autorida-des alemanas desarrollar la frialdad necesaria para deportar a cientos de miles de solicitantes de asilo rechaza-dos?

Públicamente, ni los demócratas cris-tianos ni los socialdemócratas abordan estas cuestiones, porque temen que abrir el debate genere una reacción in-mediata en su contra, con los electores preguntando en primer lugar por qué

dejaron entrar a toda esa gente. De este modo, cuestiones importantes que real-mente necesitaban ser debatidas en el interior del centro político son dejadas a los radicales. El resultado más probale será que un partido antirrefugiados y antiestablishment, la Alternativa para Alemania, sea elegido para el Parla-mento, posiblemente como el tercer par-tido más grande.

Los miembros parlamentarios de la Alternativa a veces serán incómodos, a menudo una molestia, pero también refrescantes. Ya que no importa si Mer-kel decide gobernar con los verdes o los liberales, su partido definitivamente estará resuelto a recuperar los electores que perdió ante la derecha, y la manera obvia de hacerlo es volverse más abierto al espectro de votantes antiinmigrantes y nacionalistas, alejando del centro a su partido sólo un poco. Como el principal partido de oposición, los socialdemó-cratas igualmente se verán tentados a afilar su perfil izquierdista, y recalcar sus diferencias con Merkel.

En otras palabras, es probable que Alemania experimente un resurgimien-to de diferencias políticas. Esto no es nada deplorable. Por el contrario, forta-lecer la democracia flácida de Alemania llega en el momento adecuado para un país cuya tarea será, cada vez más, salvaguardar y realzar la democracia vibrante en otras partes del mundo.

Jochen Bittner es editor político para el semanario Die Zeit. Envíe sus comentarios a:[email protected].

E L M U N D O

SÁBADO 9 DE SEPTIEMBRE DE 2017 3THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por ELISABETTA POVOLEDO

LANCIANO, Italia — Durante una semana en agosto, un grupo de estu-diantes en este pueblo en la cima de una montaña cerca del mar Adriático, cantó, tocó música, bailó, comió y salió de excursión.

Pero no era un campamento de vera-no ordinario. Se trataba de la segunda Escuela Anual de Verano Romaní, una inmersión total en la cultura gitana.

Y así, los participantes aprendieron expresiones básicas en romaní, devo-raron cocina romaní y fueron invitados a hogares romaníes.

“Sólo compartiendo, entendiendo, bebiendo, comiendo y siendo acogido por las familias romaníes comienzas a tener encuentros en igualdad de con-diciones”, explicó Santino Spinelli, el director de la escuela.

“Así es como se superan los estereo-tipos negativos y las ideas preconcebi-das y prejuicios generalizados contra los romaníes”.

Spinelli es quizá la personalidad romaní más conocida de Italia. En los escenarios se hace llamar Alexian,

líder acordeonista de un grupo musical romaní que, dice orgullosamente, “ha tocado para tres papas”.

Dijo que la idea se le ocurrió la prima-vera pasada: ¿Por qué no tener una es-cuela intercultural donde los italianos puedan conocer a las familias gitanas?

“Estoy intentando que la gente co-nozca el lado desconocido de los roma-níes, las familias que están integradas, los romaníes que trabajan, que son ho-nestos, que han vivido aquí por siglos pero siguen preservando su cultura”, explicó.

El curso abordó prejuicios como la noción de que los romaníes son un pue-blo nómada que se siente como en casa en campamentos sucios.

“Los romaníes han estado viviendo en casas en los Abruzos desde el siglo 14”, dijo Spinelli, que tiene una villa lujosamente decorada a las afueras de Lanciano.

Durante la semana, los estudiantes hicieron paseos. En una ocasión, la cla-se hizo un viaje nocturno a la panadería de Filippo Spinelli, primo de Spinelli. El panadero dijo que el racismo nunca

había sido parte de su mundo.Pero cuando su hija, Elena, solicitó

un préstamo bancario para abrir un restaurante, fue rechazada. “El prejui-cio puede ser fuerte”, dijo. Otro banco aprobó el préstamo.

Para los participantes gitanos el curso tenía la intención de suscitar sen-timientos de orgullo.

Emel Nardinelli, de 24 años, es roma-ní y fue adoptada por una familia ita-liana cuando era niña. Conocer a otros gitanos la ha vuelto más franca, pero

sigue enfrentando el racismo.“Antes me daba vergüenza decir

que era gitana”, dijo. “Todavía no le digo a la gente porque tengo miedo de las repercusiones. El círculo nunca se rompe”.

Concetta De Flammeinis, de 17 años, dijo que no estaba segura del curso an-tes de que empezara, sin embargo, se sintió bienvenida de inmediato.

“Al final, ves que son como tú”, dijo. “No tienen prejuicios, y los tuyos se desmoronan”.

La venta de marihuana en Uruguay está en peligro

DIARIO DE LANCIANO

Un romaní da a conocer la vida de los gitanos

Los zapatistas dejan las armas para pasar a la política

Más suicidios, en el campo francésPor PAMÉLA ROUGERIE

KERLÉGO, Francia — Jean-Pierre Le Guelvout, un productor de lácteos, al-guna vez tuvo 66 vacas en una próspera propiedad en el sur de la Bretaña.

Pero la caída en los precios de la leche, la acumulación de deudas, la depresión y preocupaciones sobre su salud en la mediana edad se volvieron más de lo que pudo soportar.

Le Guelvout, de 46 años, se dio un tiro en el corazón en el huerto detrás de su casa un frío día de diciembre del año pasado.

“Era un lugar que amaba, cerca de los campos que amaba”, explicó su hermana Marie, quien dijo que estaba “muy unida” a él, pero no vio venir su suicidio.

La muerte de su hermano es parte de una discreta epidemia de suicidios entre agricultores franceses.

Los agricultores corren riesgo en par-ticular, dicen los expertos, debido a la na-turaleza de su trabajo, que puede ser ais-lante, precaria en el aspecto financiero y físicamente exigente. Los decrecientes precios de la leche y la carne también se han sumado a las deudas y el estrés en los últimos años.

Las estadísticas más recientes mues-

tran que 985 agricultores se quitaron la vida entre 2007 y 2011; una tasa de sui-cidio 22 por ciento más alta que la de la población general. E incluso ese número podría ser un cálculo bajo, dicen investi-gadores.

“El doctor que hace el acta de defunción puede evitar mencionar el suicidio”, dijo Véronique Maeght-Lenormand, doctora que dirige el plan nacional para la preven-ción de suicidios para Mutualité Sociale Agricole, una asociación de agricultores.

¿La razón? “Algunas compañías ase-guradoras no compensan a los cónyuges tras un suicidio”, explicó. “También está el peso de nuestra cultura judeocristia-na”.

El caso de Le Guelvout salió a la luz porque había alcanzado cierta fama co-mo participante en un popular programa de televisión, “L’Amour Est Dans le Pré” (“El amor está en el campo”), que inten-taba ayudar a agricultores a encontrar compañía.

“Era muy ingenuo”, dijo su hermana. “Quería una esposa que trabajara fuera de la granja, y convertirse en padre”.

Le Guelvout era representativo de los agricultores con más propensión a suici-

darse, muestran las estadísticas. A me-nudo tienen entre 45 y 54 años, y trabajan en la cría de animales.

“Es un momento en el que comienzas a tener pequeños problemas de salud, cuando piensas en la transferencia de tu granja”, dijo Maeght-Lenormand. “Los agricultores pueden comenzar a pregun-tarse por qué hacen todo esto si no hay nadie que lo herede”.

Sin embargo, ése no es el único estrés. “Existe presión financiera, la presión de un préstamo”, indicó Nicolas Deffontai-nes, investigador para Cesaer, un centro que estudia la economía y sociología de zonas rurales.

Las deudas, dijo Deffontaines, pueden llevar a los agricultores a aumentar sus inversiones y pedir más préstamos para pagar otros anteriores. Avivan su aisla-miento y profundizan el pozo financiero en el que se encuentran.

Hace siete años, el gobierno comenzó a abordar el aumento en la tasa de suici-dios entre los agricultores, y el tema se volvió una causa nacional.

Se han tomado múltiples medidas en coordinación con Mutualité Sociale Agricole.

En 2014, una línea telefónica llamada Agri’écoute (agro-escucha) fue presen-tada para dar ayuda a agricultores atri-bulados. Se crearon grupos multidisci-plinarios para ayudar a los agricultores a poner en orden los problemas finan-cieros, médicos, legales o familiares. En 2016, esas unidades siguieron 1.352 casos en todo Francia.

Las cosas están cambiando poco a po-co, a medida que más agricultores se ha-cen escuchar. Cyril Belliard, de 52 años, es uno de ellos. Un día reciente, contó su historia a un pequeño grupo de apoyo que se había reunido en su diminuta casa en Vendée, una región agrícola.

Belliard había sido agricultor desde 1996, les dijo. Peroen fechas recientes vio cómo sus cabras morían día tras día

a causa de una misteriosa enfermedad. Las deudas se acumularon. Comenzaron los procesos legales.

“Vivía en una casa rodante para no pagar renta”, recordó. “Me mudé a 35 metros cuadrados, donde toda la familia, mi esposa e hijos, solía vivir, comer y dor-mir”, añadió.

Belliard, padre de tres hijos, dependía de organizaciones benéficas para tener alimentos y de la asociación de agriculto-res Solidarité Paysans para recibir apo-yo. En marzo, decidió vender su granja.

“Resistí gracias al deporte, que prac-tico desde los 18 años”, comentó, “y gra-cias a mis hijos, que siempre fueron mi prioridad”.

Ahora, contempla cambiar de profe-sión.

Desde el suicidio de Le Guelvout, su hermano André, de 52 años, ha estado a cargo de la granja. La familia decidió hace poco detener la producción de leche y vender parte de su ganado.

“André ha sido granjero toda su vida”, dijo Le Guelvout, la hermana. “Todo lo que quiero ahora es que André viva en paz en su granja, hasta que se jubile”.

Por PAULINA VILLEGAS

Los zapatistas, los rebeldes políticos más poderosos de México en casi 100 años, están renunciando a la revolución armada. México está tan plagado de violencia, afirman, que el país no puede

con más.Los rebeldes no han

llegado a un acuerdo de paz con el gobierno, ni ganado su larga lucha por los derechos indí-genas.

“Esto muestra has-ta qué punto los mexicanos estamos cansados de la violencia”, señaló Jesús Silva-Herzog, profesor de ciencias po-líticas en la Escuela de Gobierno en el Tecnológico de Monterrey. “El radica-lismo político hoy tiene que ser pacifista porque la vida pública, social y econó-mica de México ha estado manchada de sangre durante demasiado tiempo”.

Más de 100.000 personas han sido asesinadas y más de 30.000 han desapa-recido en la guerra de México contra las drogas, que lleva una década. Este año,

las muertes han alcanzado altos nuevos niveles: en mayo y junio, el número de homicidios superó de modo consecutivo los récords de los últimos 20 años.

Los zapatistas indican que han decidi-do trabajar dentro del sistema y respal-dar a una candidata para contender por la Presidencia el próximo año.

“Llegamos a un punto de quiebre”, dijo Carlos González, vocero del Con-greso Nacional Indígena, organización que representa a los grupos indígenas en México, quien hablaba también por los zapatistas.

“Tomar las armas fue imposible”, co-mentó. “Simplemente era una opción demasiado sangrienta”, aunque no lo descartó en el futuro.

Los zapatistas, cuyo nombre comple-to es el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, han respaldado a María de Jesús Patricio Martínez, curandera del pueblo indígena nahua, para las eleccio-nes presidenciales del próximo año.

El objetivo zapatista, aseguran, no es ganar, sino más bien usar la elección de 2018 como plataforma para expresar las

problemáticas más apremiantes para las comunidades indígenas de México.

Algunos críticos afirman que los za-patistas podrían fracturar aún más el voto de la izquierda. El principal candi-dato presidencial de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, favorito en las primeras encuestas, ha calificado la candidatura respaldada por los zapa-tistas como una “maniobra política”.

Cuando aparecieron los zapatistas en 1994, un país veía impactado cómo un ejército de campesinos indígenas, con pasamontañas y cargando armas

de asalto, tomaba varios pueblos en el Estado sureño de Chiapas y declaraba la guerra al Estado mexicano.

Los rebeldes exigían que se recono-ciera y protegiera a las comunidades indígenas.

Con los discursos apasionados de su misterioso líder a caballo, el Subcoman-dante Marcos, los zapatistas rápidamen-te atrajeron a legiones de seguidores.

Hace tres años, Marcos dio un discur-so delineando lo que finalmente se con-vertiría, este año, en el nuevo curso de acción de los rebeldes.

“Contra la muerte, nosotros deman-damos vida”, dijo. “En lugar de cons-truir cuarteles y mejorar nuestro ar-mamento, se levantaron escuelas, se construyeron hospitales, mejoramos nuestras condiciones de vida”.

Cambió su nombre a Subcomandante Galeano, para honrar a un camarada caído.

Los territorios controlados por los za-patistas ejercen una autonomía de facto, brindando acceso amplio a la educación y los servicios de salud.

El crimen organizado ha sido incapaz de penetrar en el área.

A sólo 25 kilómetros al norte de la ciudad colonial de San Cristóbal de las Casas, un letrero grande da la bienveni-da a los foráneos a Oventik, un enclave zapatista. Dice, “Aquí manda el pueblo, y el gobierno obedece”. Varios guardias vigilan las 24 horas del día.

No se permite el alcohol ni el uso o cul-tivo de drogas ilegales. La gente elabora zapatos, vende tortillas y vive en un sis-tema comunitario.

Maribel Cervantes, organizadora comunitaria del Estado de Veracruz, elogió a los zapatistas: “son un ejemplo vivo de cuán diferentes pueden ser las cosas”.

Por ERNESTO LONDOÑO

Las farmacias que vendían marihuana estaban teniendo un buen negocio.

Después de que Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar completamente las ventas de marihua-

na para uso recreativo en julio, algunas de las farmacias batallaban para mantenerse al día con la demanda.

Entonces llegaron las cartas serias de bancos estadounidenses.

Las cartas inmediatamente hicieron que las autoridades de Uruguay se apre-suraran para entender la Ley Patrió-tica y otras leyes estadounidenses que podrían condenar al fracaso una parte esencial del nuevo mercado de marihua-na de su país.

Bancos estadounidenses, incluyendo el Bank of America, indicaron que de-jarían de hacer negocios con bancos de Uruguay que proporcionaran servicios para esas ventas controladas por el Es-tado.

Temerosos de perder acceso al siste-ma bancario estadounidense, los bancos uruguayos advirtieron a algunas far-macias el mes pasado que sus cuentas serían cerradas, marcando un posible callejón sin salida internacional más amplio cuando otros países, incluyendo a Canadá, se disponen a legalizar la ma-rihuana.

“No podemos sostener falsas espe-ranzas”, dijo el presidente uruguayo Tabaré Vázquez a periodistas a finales de agosto, agregando que su adminis-tración está tratando de encontrar una solución.

El obstáculo refleja los desafíos que ta-les negocios han enfrentado en los esta-dos norteamericanos que han legalizado el cannabis médico y recreativo.

En el marco de la Ley Patriótica, que fue aprobada semanas después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, es ilegal que las instituciones financieras estadounidenses hagan negocios con distribuidores de ciertas sustancias con-troladas, incluyendo la marihuana. Las cláusulas fueron diseñadas para frenar el lavado de dinero y el narcotráfico.

Pero encontrar una alternativa en Uruguay puede resultar difícil. Las ventas de marihuana representan una pequeña parte del negocio de las farma-cias, que actualmente son los únicos co-merciantes con licencia para venderla, y las farmacias dicen que necesitan los servicios bancarios para trabajar.

De igual manera, los banqueros de Uruguay probablemente considerarán mucho más importante permanecer en buena reputación con las instituciones fi-nancieras estadounidenses que preser-var las cuentas de un pequeño número de farmacias.

Las regulaciones estadounidenses son contraproducentes, sostienen los parti-darios del mercado legal en Uruguay, porque inadvertidamente pueden fomen-tar, no impedir, la venta ilícita de drogas.

Combatir el narcotráfico fue una de las razones principales por las que el go-bierno uruguayo legalizó la marihuana recreativa.

Las autoridades pasaron años desa-rrollando un complejo marco regulatorio que permitiera a las personas cultivar un suministro limitado de cannabis o com-prarlo en las farmacias por menos de lo que cuesta en el mercado negro. Los le-gisladores esperaban que la estructura legal socavara el cultivo ilícito de mari-huana y las ventas.

Los farmacéuticos en Uruguay se mostraban incrédulos al saber que sus cuentas bancarias podrían ser cerradas, considerando los años de estudio y pla-neamiento que precedieron a las ventas minoristas de marihuana en julio. La ley de marihuana del país fue aprobada en 2013.

PIERRE TERDJMAN PARA THE NEW YORK TIMES

MAURICIO LIMA PARA THE NEW YORK TIMES; ABAJO, ADRIANA ZEHBRAUSKAS PARA THE NEW YORK TIMES

San Cristóbal de las Casas, donde los rebeldes zapatistas dirigidos por el Subcomandante Marcos (der.), declararon la guerra al Estado mexicano.

ALESSANDRO PENSO PARA THE NEW YORK TIMES

Santino Spinelli, un romaní famoso en Italia, inició un curso de verano inmersivo en cultura gitana. La banda de Spinelli toca para estudiantes.

Sus líderes reconocen que México necesita parar con la violencia.

Marie Le Guelvout en la granja lechera en Francia donde su hermano Jean-Pierre se suicidó en diciembre agobiado por deudas.

D I N E R O Y N E G O C I O S

4 SÁBADO 9 DE SEPTIEMBRE DE 2017THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por PALKO KARASZ

szekler

szekler

Por FARHAD MANJOO

Proyecto de Trump tarda en pagar sueldos

Un cervecero le gana a Heineken en Rumania

Los fondos de cobertura de Brasil están en crecimiento

Por VINOD SREEHARSHA

FOTOGRAFÍAS POR THE NEW YORK TIMES

ANDREI PUNGOVSCHI PARA THE NEW YORK TIMES

Por PETER S. GOODMAN

SEBASTIAO MOREIRA/EUROPEAN PRESSPHOTO AGENCY

Pese a problemas de Brasil, su sector de fondos de cobertura ha crecido. Una protesta en las calles de Guarulhos.

MINH UONG/THE NEW YORK TIMES

Dara Khosrowshahi logró tener un periodo exitoso como director del sitio de reservaciones Expedia.

Los trabajadores inmigrantes en Damac Hills (arr.), con 4.000 villas y 7.500 departamentos, deben comprar los víveres en su campamento.

ANÁLISIS NOTICIOSO

El nuevo jefe de Uber enfrenta dudas sobre su ambición

Trabajadores mueven barriles de cerveza en la cervecería Csiki Sor.

C I E N C I A Y T E C N O L O G Í A

SÁBADO 9 DE SEPTIEMBRE DE 2017 5THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por CADE METZ

SAN FRANCISCO — Cuando te colo-cas el dispositivo sobre los ojos y empie-za el juego, eres transportado a un cuarto de paredes blancas. Tu tarea es escapar de la habitación, pero no puedes usar las manos. No hay palanca ni control. Debes usar tus pensamientos.

Volteas a ver una pelota que está en el piso y tu cerebro envía la orden de levan-tarla. Con otro pensamiento, haces que la pelota se estrelle contra un espejo, rom-piendo el vidrio y revelando unos núme-ros garabateados en una pared. Tecleas mentalmente esos números en un tecla-do grande junto a la puerta. Y estás fuera.

Diseñado por Neurable, una empresa de desarrollo tecnológico fundada por Ramses Alcaide, un ingeniero eléctrico y neurocientífico, el juego ofrece lo que uno podría llamar un “ratón de compu-tadora para la mente”, una manera de seleccionar con los pensamientos cosas en un mundo virtual.

Al incorporar un visor con anteojos de realidad virtual y sensores que pueden leer las ondas cerebrales, este prototi-po está a unos cuantos años de salir al mercado. Y está limitado en lo que puede hacer. No se puede seleccionar un ob-jeto con la mente a menos que uno mire primero en su dirección general, lo que reduce el número de artículos que uno podría estar considerando.

Pero funciona. Recientemente probé el juego, que tiene el nombre provisional de Awakening (Despertar).

El prototipo es uno de los primeros fru-tos del trabajo de desarrollar tecnología que era de ciencia ficción; y que en algu-nas formas aún lo es.

El gran interés en la neurotecnología es en parte resultado de un esfuerzo de la Administración Obama para finan-ciar compañías de interfases cerebrales y trabajo relacionado en la academia. Luego Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, empezó a promover la idea y a su compañía más reciente, Neuralink. Esa combinación ha atraído el interés de firmas privadas de capital de riesgo.

“Estamos empezando a alcanzar los lí-mites de lo que podemos hacer con los te-léfonos inteligentes”, dijo Doug Clinton,

fundador de Loup Ventures, una nueva firma de capital de riesgo que ha inverti-do en Neurable. “Estas compañías son el paso siguiente”.

El prototipo de Neurable utiliza la elec-troencefalografía, o EEG, un medio para medir la actividad eléctrica del cerebro

que tiene décadas de existir. Algunas compañías esperan ir más allá y desean crear formas de realizar casi cualquier tarea en las computadoras con la mente.

En Neurable, en Boston, Alcaide y su equipo emplean algoritmos basados en la investigación realizada por Alcaide

como estudiante de doctorado en la Uni-versidad de Michigan.

Los algoritmos aprenden del compor-tamiento de uno. Antes de jugar el juego, uno los entrena para reconocer cuando uno enfoca la atención en un objeto. Un pulso de luz rebota por todos lados del

cuarto virtual y cada vez que toca una pequeña pelota de colores frente a uno, uno piensa en la pelota. El sistema lee los picos eléctricos de la actividad cerebral.

Algunas compañías trabajan en pro-yectos más ambiciosos. Facebook está explorando métodos para la lectura ópti-ca de la actividad cerebral desde afuera del cráneo. Un sistema así arrojaría una luz al cerebro para leer directamente los cambios químicos.

“¿Y si se pudiera teclear directamen-te desde el cerebro?”, cuestionó Regina Dugan, de Facebook. “Suena imposible, pero está más cerca de lo que podría ima-ginarse”. En unos años, dijo, Facebook tiene la esperanza de contar con un sis-tema que permita que la gente teclee con sus pensamientos cinco veces más rá-pido que como lo hace ahora usando las teclas de un teléfono inteligente.

Eso está mucho más allá del dominio de la investigación actual y varios neuro-científicos cuestionan si alguna vez será posible, argumentando que esa veloci-dad sólo puede lograrse con dispositivos implantados en el cráneo.

Varias empresas de innovacieon están trabajando en hacer precisamente eso. Esto podría ser peligroso, pero se podría considerar que las recompensas compen-san los riesgos. Una start-up, Paradro-mics, tiene la esperanza de usarlo para tratar la ceguera, la sordera y la parálisis.

“Si las compañías adoptan el enfoque correcto en ayudar a la gente con la ma-yor necesidad, entonces podría haber una manera de que esto se extienda a la gente con condiciones menos severas y luego, a la larga, volverse una especie de mejora del cerebro”, dijo Ed Boyden, pro-fesor de ingeniería biológica y ciencias cerebrales y cognitivas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Los detractores dicen que el entusias-mo de Silicon Valley no siempre es acor-de a las limitaciones físicas de la medici-na y el cuerpo humano.

“En las ciencias físicas, hay límites fí-sicos”, dijo Matt Angle, neurocientífico y fundador de Paradromics. “Es ingenuo pensar que con simple ambición y entu-siasmo se puede hacer caso omiso de le-yes fundamentales”.

Bacterias del intestino tienen un ciclo anual

El cambio de piel, contra la contaminación

La genética saca a la luz los secretos de familia

Un juego responde al cerebro

Por GINA KOLATA

La madre de Bob Hutchinson nunca hablaba de su familia. “Era buena pa-ra hacer caso omiso de las preguntas”, dijo Hutchinson, de 60 años. No había fotos de su madre de niña, ni de los pa-dres de ella. La mujer contó que era hija única y que sus padres habían muerto. Su ascendencia era italiana y sueca, indicó.

Entonces la cuñada de Hutchinson descubrió que el hogar donde se había criado la madre de él estaba listado en un censo de 1930. La familia había vivi-do en Nueva Jersey, y había sido descri-ta como “negra”. A Hutchinson, que vi-ve en California, nunca se le había dicho que tenía antepasados afroamericanos.

Hoy, los secretos familiares se están volviendo más difíciles de guardar. Va-rias compañías ahora ofrecen pruebas de ADN que prometen determinar la herencia cultural de un cliente y, con autorización, identificar a parientes ge-néticos.

Entre las firmas se cuentan sitios ge-nerales como 23andMe y Ancestry.com y páginas especializadas como African Ancestry.

Millones de personas han enviado muestras de saliva a laboratorios y pa-gado de 100 a 350 dólares o más por un análisis. Las respuestas pueden ser re-veladoras, cambiando para siempre la historia familiar.

Sin embargo, el análisis de los kits de prueba de ADN hecho por The Wirecut-ter, un sitio de reseñas propiedad de The New York Times, arroja que los servi-cios tienen limitaciones.

Hutchinson hizo que su ADN fuera analizado por 23andMe. El estudio re-veló que es una octava parte africano subsahariano, lo que significa que su madre era mulata. Había algo de ascen-dencia italiana y sueca.

Hutchinson también se enteró de que su madre tenía un hermano. Un genea-logista lo ayudó a ubicar a unas primas hermanas en Alabama, quienes dijeron que se les había pedido nunca contactar a la familia de Hutchinson. Las primas estaban encantadas de saber de él.

Hutchinson estaba contento con su búsqueda, pero en otros contextos el origen étnico ha planteado un problema complicado para las firmas de pruebas de ADN. Las definiciones en sí de “ra-za” y “etnicidad” son confusas, apuntó Joseph Pickrell, un genetista en el labo-

ratorio del Centro del Genoma de Nueva York.

Los investigadores en 23andMe re-conocieron la dificultad al escribir: “Es importante señalar que linaje, et-nicidad, identidad y raza son etiquetas complejas derivadas tanto de rasgos visibles como el color de piel, como de factores culturales, económicos, geo-gráficos y sociales”.

Los seres humanos comparten más del 99.9 por ciento de su ADN; lo que nos hace diferentes es insignificante en tér-minos de la genética.

La cuestión del origen étnico está en-marañada con otro problema para las

firmas de pruebas: la geografía. Los inves-tigadores saben qué secuencias de ADN se originaron en qué conti-nentes. Pero identificar un país de origen par-ticular, como muchos servicios de pruebas prometen, es mucho más difícil.

Los científicos no tie-nen buenos datos sobre las características ge-néticas de países par-ticulares en, digamos, África Oriental o Asia

Oriental.Si las pruebas de ADN tienen el po-

tencial de aclarar nuevas relaciones fa-miliares, también pueden enturbiar las que parecían estar determinadas. Por ejemplo, un investigador que trabajaba con The Wirecutter se enteró de que un abuelo no tenía parentesco biológico.

Noticias así pueden ser una carga. O pueden quitar un peso de encima.

Mark, un banquero en Delaware, re-cibió sus resultados de Ancestry.com junto con una lista de parientes. Curio-samente, la lista no incluía a nadie de su familia paterna.

No obstante, había un nombre que reconocía: el mejor amigo de su padre, quien resultó ser su padre biológico.

Mark, de 43 años, está distanciado de su madre, y el hombre que conocía como su padre murió hace una década. Se pu-so en contacto con el otro hombre, quien le confirmó que había tenido una aven-tura con su madre. Los dos viven cerca y se han reunido varias veces.

Por CARL ZIMMER

En Tanzania, no lejos del Serengueti, viven los hadza, una comunidad de unas 1.300 personas. Pese a ser un grupo muy pequeño, atraen mucha atención cientí-fica.

Muchos de los hadza viven únicamen-te de los animales que matan, junto con miel, bayas y algunos otros alimentos silvestres. Durante el primer 95 por ciento de la historia de nuestra especie, no había otra manera de vivir. Así que los hadza han sido escudriñados en bus-ca de indicios sobre la forma de vivir del cazador-recolector.

El 24 de agosto, varios científicos des-cribieron otra manera en que los hadza son excepcionales. Su microbioma in-testinal —las bacterias que viven en sus intestinos— oscila en un ciclo anual.

Algunas especies bacterianas desa-parecen por completo y luego vuelven, en un ritmo que probablemente refleja cambios habituales en la dieta hadza. Muchas bacterias que aumentan y dis-minuyen drásticamente son inusuales en las personas que viven en sociedades industrializadas.

“Ni siquiera entendemos bien qué ha-cen estos microbios que varían según las estaciones”, señaló Justin Sonnen-burg, microbiólogo en la Universidad

de Stanford, en California, y principal autor del estudio.

Cada persona porta unos 30 billones de bacterias, que pertenecen a miles de especies. Sonnenburg espera que al comparar los microbiomas de los caza-dores-recolectores con los de personas en sociedades diferentes, los científicos podrán aprender cómo las dietas influ-yen en su composición.

En 2013, Jeff Leach, investigador visi-tante en la universidad King’s College de Londres, empezó a trabajar con el Insti-tuto Nacional de Investigación Médica de Tanzania para tomar muestras feca-les a los hadza cuatro veces en un año.

Sonnenburg supervisó un análisis de algunas de esas muestras. En el estudio, publicado en la revista Science, él y sus colegas reportaron fluctuaciones mar-cadas en la composición de las bacterias intestinales.

Algunas especies eran más comunes

en una temporada que otra; algunas sim-plemente desaparecían por completo. Una comparación de estas muestras con investigaciones previas confirmó que las fluctuaciones eran un ciclo habitual.

Sonnenburg especuló que la dieta de los hadza dicta la composición de estas comunidades bacterianas. Durante to-do el año, los hadza recolectan frutas de los árboles de baobab. Pero en la tempo-rada seca, también excavan en busca de tubérculos y comen mucha carne, por-que es más fácil cazar animales en un paisaje seco. En la temporada de lluvias, recolectan bayas y cosechan miel de las colmenas.

Al comparar los microbiomas alre-dedor del mundo, Sonnenburg dijo que podría ser posible entender cómo los microbios intestinales vinculados con la industrialización afectan la salud de la gente.

El microbioma de los hadza es más si-milar a los de las sociedades tradiciona-les. Los investigadores hallaron que las especies que más diferenciaban a los ha-dza de las sociedades industriales tam-bién son las que son más estacionales.

Los hadza pueden ofrecer pistas sobre cómo era el microbioma en las sociedades antes de que las dietas fue-ran transformadas por la agricultura y

la industria modernas. Por ejemplo, el azúcar refinado puede haber favoreci-do un conjunto de microbios intestina-les sobre los que se alimentaban de las fibras de plantas.

Cuando las personas empezaron a co-mer los mismos alimentos todo el año, la pérdida de estacionalidad puede haber-les costado algunas especies bacteria-nas ancestrales.

Por JOANNA KLEIN

Hay algo extraño sobre las serpientes de mar con cabeza de tortuga. No es su nombre, ni que alumbran crías en lugar de poner huevos o que más bien aletean en lugar de serpentear. Es su piel.

Durante años, los investigadores nota-ron que las serpientes acuáticas que vi-ven en aguas cercanas a la actividad hu-mana tenían piel color negro azabache, pero la mayoría de las demás especies tenían manchas o franjas.

“Siempre ha sido un enigma”, dijo Ri-chard Shine, ecologista evolutivo en la Universidad de Sydney.

Sin embargo, en un estudio publicado en Current Biology, Shine y otros sugie-ren que la variada coloración de las ser-pientes marinas probablemente se debe a la contaminación. La piel de la serpien-te de mar con cabeza de tortuga podría actuar como una trampa para la polu-ción, al atrapar los metales pesados ab-sorbidos por las serpientes y desecharlos cada vez que mudan de piel.

Cerca de Nueva Caledonia, un archi-piélago francés en el sur del Océano Pa-cífico, las serpientes de mar con cabeza de tortuga se dedican a nadar y comer huevos de pescado en bahías y lagos. En estas islas, turistas descansan en la pla-ya, autos circulan en carreteras y traba-jadores extraen níquel en las montañas. Cuando llueve, tuberías y ríos trasladan escurrimientos de estas actividades y los descargan en el hogar de las serpientes de mar.

Shine descubrió que la mayoría de es-tas serpientes marinas era negra. Pero en el resto de su hábitat, desde el norte de Australia hasta Vietnam, la piel de un 95 por ciento de las serpientes tenía franjas o puntos de color azul y negro.

Esto no parecía encerrar ninguna ven-taja. Entonces, Claire Goiran, bióloga en Labex Corail y la Universidad de Nueva Caledonia en Nueva Caledonia, contó a Shine sobre las palomas negras en Pa-rís. Las aves acumulaban metales de la ciudad y se deshacían de ellos cuando pe-lechaban. Tal vez las serpientes de mar hacían algo parecido.

Los científicos practicaron pruebas a las pieles mudadas de serpientes de mar negras y con franjas en busca de más minerales traza como zinc, arsénico, co-balto y níquel. La piel negra —ya sea que perteneciera a una serpiente totalmente negra o sólo fuera una franja negra— con-tenía una mayor cantidad de los metales.

Los investigadores razonaron que los minerales se acumulaban en el agua, ascendían por la cadena alimenticia y quedaban incrustados en la piel negra. La piel oscura también atraía cierta al-ga, que se alojaba en los cuerpos de las serpientes. Para deshacerse del alga, que les quitaba velocidad en el agua, las serpientes mudaban de piel más seguido, lo que las protegía de niveles de metales que son tóxicos en otros animales.

“Por una parte, es alentador que la fau-na pueda adaptarse muy rápido a los nue-vos retos que le imponemos”, dijo Shine. “Por otra, es inevitable que haya limita-ciones para esa capacidad. No podemos seguir tratando a los ecosistemas natu-rales como lo hacemos sin perder algu-nos animales bastante espectaculares”.

CHRISTIE HEMM KLOK PARA THE NEW YORK TIMES

Michael Thompson, vicepresidente en Neurable, con un visor prototipo para un juego controlado con la mente.

FOTOGRAFÍAS POR BRIAN FLAHERTY PARA THE NEW YORK TIMES

JEFF LEACH

El microbioma de una tribu de cazadores-recolectores de Tanzania sigue las estaciones.

En los estudios de ADN, la definición de “raza” es confusa, de pocos genes.

Un estudio entre los hadza da pistas sobre nuestro microbioma.

Bob Hutchinson, con algunas fotos familiares, se enteró que tenía linaje mulato mediante una prueba de ADN.

A R T E Y D I S E Ñ O

6 SÁBADO 9 DE SEPTIEMBRE DE 2017THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

EL TERROR VIENE DE SUS PESADILLAS

Una unversidad prepara para trabajar en el circo

La IA podría transformar el artePor CADE METZ

MOUNTAIN VIEW, California — A mediados de los 90, Douglas Eck tra-bajaba como programador de bases de datos en Nuevo México, y también traba-jaba como músico. Tras escribir código computacional durante el día, subía al escenario en un centro nocturno, tocan-do lo que llama “bluegrass con influencia punk”. Pero lo que realmente quería ha-cer era construir máquinas que pudieran componer sus propias canciones.

“Mi único objetivo en la vida era mez-clar la IA y la música”, dijo Eck.

Al inscribirse como alumno de posgra-do en la Universidad de Indiana, propuso la idea a Douglas Hofstadter, el científico cognitivo que escribió el libro ganador del Pulitzer sobre mentes y máquinas, “Gödel, Escher, Bach: Un eterno y grácil bucle”.

Hofstadter lo rechazó, convencido de que incluso las técnicas más nuevas de inteligencia artificial (IA) eran dema-siado primitivas. Pero en las siguientes dos décadas, trabajando en las márgenes del mundo académico, Eck siguió tras la idea, y con el tiempo, la IA se emparejó con su ambición.

La primavera pasada, unos años des-pués de tomar un empleo de investiga-ción en Google, Eck presentó la misma idea que propuso a Hofstadter en aque-llos años. El resultado es el Proyecto Magenta, un equipo de investigadores de Google que están enseñando a máqui-nas a crear no sólo su propia música, sino también muchas otras formas de arte, como dibujos, videos y chistes. Con su imperio de smartphones, aplicaciones yservicios de internet, Google está en el negocio de la comunicación, y Eck ve a Magenta como una extensión natural de este trabajo.

El proyecto es parte del creciente es-fuerzo para generar arte mediante téc-nicas de IA que apenas hace poco han madurado. Llamadas “redes neuronales profundas”, estos sistemas matemáti-cos complejos permiten a las máquinas aprender conductas específicas al ana-lizar enormes cantidades de datos. Al buscar patrones comunes en millones de fotos de bicicletas, por ejemplo, una red neuronal puede aprender a reconocer

una bicicleta. Es así como Facebook iden-tifica rostros en fotos en línea, como los teléfonos Android reconocen comandos de voz y como Microsoft Skype traduce de un idioma a otro. Y al analizar una se-rie de canciones, pueden aprender a crear sonidos similares.

Al utilizar redes neuronales, Eck y su equipo combinan sonidos de instrumen-tos muy distintos creando instrumentos capaces de producir sonidos que nadie jamás ha escuchado. Una red neuronal puede aprender las características mu-sicales de un fagot al analizar cientos de notas. Crea una representación ma-temática, o vector, que identifica a un fagot.

Eck y su equipo han introducido notas de cientos de instrumentos a una red neuronal, creando un vector para cada una. Ahora, al mover un botón en una pantalla, combinan estos vectores para crear instrumentos nuevos.

Llamado NSynth, este proyecto par-ticular apenas comienza. Pero en los mundos del arte y la tecnología, muchos ya están desarrollando un apetito por la creación de arte nuevo mediante redes neuronales y otras técnicas de IA.

En 2015, un equipo de investigadores de Google creó DeepDream, que utiliza redes neuronales para generar paisajes imaginarios evocadores y alucinantes a partir de fotografías existentes, y esto ha generado arte nuevo.

Las herramientas son nuevas, no la ac-titud. Allison Parrish, catedrática de la Universidad de Nueva York que desarro-lla software generador de poesía, señala que los artistas han usado computadoras para el arte desde los 50. “Casi igual co-mo Jackson Pollock descubrió una nueva forma de pintar al simplemente abrir la lata de pintura y salpicarla en el lienzo, estas nuevas técnicas computacionales crean una paleta de colores más amplia para los artistas”, dijo.

Hace un año, David Ha era un agente de bolsa en Goldman Sachs en Tokio. En sus horas de comida, empezó a juguetear con las redes neuronales y a postear los resultados en un blog con un seudónimo. Desarrolló una red neuronal que apren-dió a escribir sus propios kanjis, los ca-racteres logográficos chinos que más bien son dibujados que escritos.

Eck y otros miembros de Google des-cubrieron el blog, y ahora Ha es un inves-tigador en Google Magenta. A través de un proyecto llamado SketchRNN, está creando redes neuronales que pueden dibujar. Al analizar miles de bocetos di-gitales hechos por gente común, estas redes pueden aprender a crear imágenes de cosas como cerdos, camiones o poses de yoga.

No copian lo que la gente ha dibujado. Aprenden a dibujar por su cuenta, la IA no sólo está creando nuevos tipos de ar-te; está creando nuevos tipos de artistas.

Por JASON ZINOMAN

Masacre. Texas. Las dos palabras intimidan, pero al unirlas forman un conjuro inolvidable de terror barato y obsceno.

Apenas empezaron a aparecer anun-cios en todo Estados Unidos para “La masacre de Texas” —una insólita obra maestra sobre una familia de caníba-les, dirigida por un pacifista y distri-buida por la misma compañía de “Gar-ganta Profunda”— en 1974, el léxico del miedo cambió para siempre.

La muerte en agosto de Tobe Hooper, de 74 años, que coescribió y dirigió la película, llegó apenas un mes después del fallecimiento de George A. Rome-ro, director del filme independiente “La noche de los muertos vivientes” de 1968. Romero fue una inspiración para Hooper, al demostrar que algunos ami-

gos lejos de Hollywood podían conver-tir una pequeña y visceral película en un éxito capaz de dar reputación.

Lo que distingue a “La masacre de Texas” no es la brutalidad. Hooper dependía del suspenso más que del derramamiento de sangre. Las carac-terizaciones contienen tanta empatía como maldad y los mejores momentos mezclan lo hermoso con lo despiadado.

“La masacre de Texas” a menudo ha sido explicada como un informe sobre vegetarianismo, pero podría usarse fá-cilmente como metáfora para nuestro momento actual: se centra en los an-siosos miembros de una familia cuyos empleos en un matadero se vuelven ob-soletos debido a la innovación tecnoló-gica y que se desquitan con forasteros desdeñosos.

Sin embargo, Hooper hizo una cinta

íntima que siempre ha parecido más personal que ideológica. Su último ac-to es en esencia una sola escena sobre una familia gravemente disfuncional a la hora de la cena, con hermanos que pelean por la aprobación de un patriar-ca dañado.

“Esas cenas familiares pueden salir muy mal”, dijo Hooper, al recordar que sus padres peleaban constantemente antes de divorciarse cuando él tenía 8 años. “Vi algunas cosas de niño que eran extrañas y estaban mal”.

Hooper no justificaba a los asesinos, pero cuando se detenía en los ojos de Leatherface, uno veía miedo. Este mentecato que no sabía expresarse es intimidado por sus odiosos hermanos y obligado a prepararles la cena. Cuando planeaba la película, Hooper y su coes-critor Kim Henkel vieron “Frankens-

tein” y su filme, al igual que esa película clásica de terror de 1931, muestra solidaridad con los monstruos.

Sin duda son personajes mucho más cautivadores que las jóve-nes víctimas. Hooper consternó a muchos al describir su película como una comedia, pero se puede detectar su sentido del humor en la forma en que los asesinos son presentados como tontos que dis-cuten en una comedia familiar.

Todas las grandes películas de terror pierden algo al verlas por segunda ocasión. Una vez que se ha visto cómo sale el alien de un pecho o se descubre la verdad sobre la madre de Norman Ba-tes, cierto placer, esencial para el género, desaparece. Aunque ver “La masacre de Texas” por primera vez sigue siendo una descarga de adrenalina singular,

es la inusitada película de terror que mejora cada vez que la veo.

Lo que se pierde en sorpresa se com-pensa al notar nuevos detalles, las yuxtaposiciones góticas de colores o la siniestra toma de seguimiento bajo el columpio mientras una víctima se acerca a la casa del asesino. Es uno de muchos momentos en los que Hooper convierte el cielo azul de Texas en un telón de fondo aterrador.

En las trascendentales tomas finales de “La masacre de Texas”, el color del paisaje se vuelve amarillo candente en un instante, un cambio abrupto que pertenece más a los sueños que a cual-quier atardecer real. La pesadilla ter-mina cuando Leatherface sostiene una ruidosa sierra eléctrica en lo alto y da vueltas, una danza de la muerte cuya elegancia es el impacto final del filme.

Por ERIK PIEPENBURG

¿Qué asustaba a los directores de películas de terror de hoy cuando eran niños? A continuación, recuerdos edi-tados de cinco de ellos cuyos filmes se estrenan este año.

Andrés Muschietti“Eso” (“It”)

Una impresión de una pintura de Modigliani en mi casa en Buenos Ai-res me aterraba. Él hacía estos retra-tos de gente alargada con ojos huecos y cabeza torcida. Para un niño, es un monstruo. Aun ahora me parece muy atemorizante.

Craig Anderson“Red Christmas”

Cuando era niño en los suburbios de Australia, mi abuela tenía un muñeco de ventrílocuo en su sala oscura y con olor a almizcle. Lo había heredado de su madre y me dijo que espantaba. Lo que más me asustaba era que alguien le había puesto una “peluca”, que no era en sí una peluca, sino más bien el cráneo irregularmente cortado de otro muñeco. Su rostro estaba deteriorado y tenía los ojos huecos. Me asustaba ir a la sala, pero también estaba junto al jarrón con paletas de mi abuela así que me enfrentaba a una tentación te-rrible, como si el precio del placer fuera enfrentar el miedo.

Mi madre heredó el muñeco. Cuando me mudé, le pregunté si podía llevár-

melo. Estaba feliz de que lo hiciera. Ahora el muñeco está sentado en la re-pisa, viéndome mientras escribo ideas para películas de terror.

David F. Sandberg“Annabelle 2: La Creación”

Crecí en Suecia, y había mucha nie-bla una de esas noches de invierno, cuando oscurece rápido. Un amigo y yo dijimos, “vamos afuera a caminar en la niebla”. Caminamos en un área bosco-sa remota y había un tipo con capucha parado en la niebla y pensamos, “qué raro”, pero imaginamos que era sólo un sujeto. Pero luego sacó una espada. Nos espantamos y salimos corriendo a toda prisa. Tenía, tal vez, 8 años.

Pienso que era un adolescente que quería asustar a dos niños. Pero a esa edad, no teníamos una explicación. Nuestros padres no nos creyeron.

Roxanne Benjamin“Don’t Fall”

El final de un pasillo en nuestra casa me aterraba. Un dibujo que hice cuan-do tenía 7 años estaba colgado en el pasillo. Era un paisaje de una pradera, con algo así como sauces llorones al final de un camino. Sabía que si veía, fuera lo que fuera eso —siempre era una mujer— saldría de la pintura para atraparme. Esto era en la zona rural de Pennsylvania, en medio de la nada, en las Montañas Allegheny, donde nadie te escucha gritar.

Jason William Lee“The Evil in Us”

Mi mamá, en nuestra casa en Ed-monton, Alberta, solía decorar ciertas habitaciones de la casa con temas —una habitación de Mickey Mouse, una de perros— y tenía una habitación de ancestros, con muebles muy viejos y fotografías de mis bisabuelos. Había una muñeca y siempre estaba sentada en una silla.

Tuve que poner la muñeca en el cló-set porque no me gustaba que me estu-viera viendo. Se convirtió en un gran chiste en la familia, pero a mí me es-pantaba.

Recuerdo haber visto “El proyecto de la bruja de Blair”, donde se escucha a un bebé llorar en el bosque y yo po-dría jurar que cuando fui a casa, escu-ché que ese bebé lloraba desde la habi-tación de los ancestros.

Por SOPHIA KISHKOVSKY

MOSCÚ — Ringling Brothers ha ce-rrado en Estados Unidos después de 146 años, pero el circo sigue vigente en Ru-sia, que conserva una tradición circense muy arraigada.

Creada en 1927 en la Unión Soviética, la Escuela Estatal M.N. Rumyantsev de las Artes del Circo y las Variedades —un programa de cuatro años con 180 alum-nos que asisten sin costo— se promueve como la primera universidad del circo hecha y derecha del mundo.

El plan de estudios en la Escuela de Circo de Moscú, como es comúnmente conocida, incluye ciencias y humanida-des, pero no enseña a trabajar con ani-males. Eso por lo general se transmite a través de dinastías familiares.

La competencia para ingresar a la es-cuela no es para nada tan intensa como en los tiempos soviéticos, cuando cientos de personas podían hacer solicitud por cada lugar.

Aun así, más de dos docenas de gra-duados de este verano realizaron haza-ñas de vuelo y equilibrio en la presenta-ción que formó parte de sus exámenes fi-nales en una sala rosa con domo redondo.

Estudiantes de rincones lejanos de Ru-sia se prepararon para un acto de acro-bacias cómicas inspiradas en la corte de Luis XIV. En éste describieron el atracti-vo del circo.

“Es una descarga de emoción”, afirmó Yulia Borodina, de 19 años, de Arséniev, una pequeña ciudad cerca de China, que interpreta a la coqueta en un trío amoro-so acrobático.

“Te entregas a la gente y la gente te co-rresponde, y es un deleite”.

Artem Tkachenko nació en Kazajis-tán. Su familia se mudó a Lipetsk, una ciudad acerera del sur de Rusia, donde fue arrastrado a un estudio de circo por su hermana.

“Me resistía y resistía, y luego terminó gustándome”, expresó.

Denis Davydov, de 21 años, un malaba-rista larguirucho originario de Togliatti, practicaba debajo del domo.

Su meta es batir el récord mundial de

12 objetos en el aire, ya llegó a 11 hace cuatro meses.

La sala estaba atestada de buscadores de talento, entre ellos Edgard Zapashny, director del Circo Estatal de Moscú. Algunos alumnos, soñando con oportu-nidades en el Cirque du Soleil, también se promueven a través de los medios sociales. Entre ellos está Ilya Salmov, de 20 años, de Kazán en Tartaristán, que practica acrobacias atrevidas en el aire apoyado por sólo un par de correas.

Buscadores de talento de los mejores

circos de Rusia y varios del extranjero se reunieron para evaluar a los estudian-tes. Iouri Kreis, que dirige una agencia internacional de talentos en Florida, busca a graduados para empleos en cru-ceros.

Valentina Savina, directora de la es-cuela, resumió el poder de la carpa di-ciendo: “Si el ballet, la música y el teatro requieren que se tenga cierta edad para entender su filosofía, el circo es entendi-ble para todos, desde los pequeños hasta los viejos”.

Arte creado con DeepDream, herramienta de Google que se apoya en redes neuronales para generar paisajes imaginarios.

Cinco directores de películas de terror cuentan sus recuerdos espeluznantes

El director de “La masacre de Texas” se inspiró en una disfunción familiar

FOTOGRAFÍAS POR JAMES HILL PARA THE NEW YORK TIMES

MICHAEL BUCKNER/GETTY IMAGES

El director y escritor Tobe Hooper en 2006, el día de la premiere de la secuela “Masacre en Texas: El inicio”.

CRAIG ANDERSON

El director Craig Anderson con el muñeco de ventrílocuo que era de su abuela y al que temía de niño.

La Escuela de Circo de Moscú se considera la primera universidad del circo del mundo, los etudiantes siguen un programa de ciencias y humanidades.